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PRINCIPIO DE HUMANIDAD

Artículo tercero del título preliminar de código de ejecución penal

Principio de Humanidad.- La ejecución penal y las medidas privativas de libertad de los


procesados están exentas de tortura o trato inhumano o humillante y de cualquier otro acto o
procedimiento que atente contra la dignidad del interno.

El cual también es rescatado en el Recurso de Nulidad n.o 2368-2016-Lima Norte, donde nos
plasma el contenido específico del principio de humanidad a través de 3 puntos clave
principales POA+

El primero prácticamente lo que nos dice el código en art 3

– la prohibición de la tortura y de toda pena y trato inhumano o degradante, con sus


importantes reflejos en la parte especial del derecho penal y en las consecuencias jurídicas del
delito;

– la orientación resocializadora de la pena, en particular, si [es] privativa de libertad;

– la atención a las víctimas de toda infracción penal

Ahora bien, en el Recurso de Nulidad n. 299-2017-Junín, del 18 de abril de 2018, se recalca que
la pena posee una gran utilidad. En dicha ejecutoria suprema se concluye que el derecho penal
moderno no pretende destruir física ni moralmente al sujeto infractor, sino que procura su
reincorporación en la sociedad.

En el mismo sentido, en el Recurso de Nulidad n.o 2368-2016-Lima Norte, del 21 de junio de


2017, se señaló que el principio de proporcionalidad, en relación con las penas, «ha sido
enfocado como una “prohibición de exceso” dirigida a los poderes públicos, ES COMO UNA
manifestación del artículo VIII del título preliminar del Código Penal, en la parte en la que
dispone que la pena no puede sobrepasar la responsabilidad por el hecho»

Asimismo, en el Recurso de Nulidad n. 4793-2009-Lima, se ha establecido que la pena debe


graduarse en función de la gravedad de los hechos, la responsabilidad del agente y sus
carencias sociales y económicas; conviene advertir que las primeras condiciones se vinculan
con el principio de proporcionalidad de las penas, mientras que la última se encuentra más
ligada al principio de humanidad.

PRINCIPIO DE RESOCIALIZACIÓN
Conceptualización del proceso de resocialización del penado

En la STC Expediente Nº0021-2012-PI/TC, el TC estableció que el principio de resocialización


(el cual se compone de reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad)
es aquel por el cual el Estado garantiza que – en la ejecución de la condena – el penado
desarrolle una serie de actuaciones que permitan asegurar su aptitud para desenvolverse en la
vida en libertad, así como su reinserción a la vida comunitaria en las mismas condiciones y con
los mismos derechos que los demás ciudadanos.

2. Resocialización del penado como finalidad de la pena impuesta

En la STC Expediente Nº00019-2005-PI/TC, siguiendo la teoría de la prevención especial de la


pena, esta ser dividida en dos fases: la primera incluye su aplicación misma mediante la cual se
busca disuadir al delincuente de la comisión de ilícitos penales, mientras que la segunda
incluye su ejecución, orientada a la rehabilitación, reeducación y reinserción a la sociedad del
individuo.

Esta finalidad se encuentra explícitamente señalada en el artículo 139.22 de la Constitución.

4. Implicancias del proceso de resocialización en la seguridad social

En la STC Expediente Nº007-2018-PI/TC, el TC precisó que la resocialización de una persona


condenada exige un proceso o tratamiento reeducativo orientado a un objeto o fin, que es su
rehabilitación y readaptación social.

En función de dicho proceso, el condenado debería internalizar y comprender el daño social


que generó la conducta que llevó a su condena, y de esa manera su puesta en libertadal
finalizar su condena no sería una amenaza para la sociedad, por haber asumido el deber de
no afectar a otras personas ni la convivencia pacífica de la comunidad.

5. El otorgamiento de beneficios penitenciarios está sujeto al cumplimiento del fin


resocializador de la pena

En la STC Expediente Nº03252-2017-PHC/TC, el TC reafirmó que los beneficios penitenciarios


son garantías previstas por el derecho de ejecución penal, cuyo fin es concretizar el principio
constitucional de resocialización y reeducación del interno.

Asimismo, precisó que la concesión o denegatoria de un beneficio penitenciario debe ser


efectuada por el juzgador mediante un análisis concurrente del cumplimiento de los requisitos
legales y de la estimación que obtenga de una eventual rehabilitación y resocialización de cada
interno en concreto.

Ello en tanto que la concesión, denegación, revocación o restricción del acceso a los beneficios
penitenciario por parte del juzgador debe obedecer a motivos objetivos y razonables y la
resolución judicial que se pronuncia al respecto debe encontrase motivada.

CASACIÓN N° 636-2014-AREQUIPA- CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA JUSTICIA

En ese sentido. la inmediación en un proceso judicial es entendida como aquel "carácter in-
mediato, es decir, no mediado o libre de interferencias, de relación de todos los sujetos
procesales entre ellos y con el objeto de la causa, que propicia tal modo de concebir el
enjuiciamiento"; no obstante, se tiene que este principio guarda estrecha conexión con la
valoración de la prueba, toda vez que "en la práctica de la prueba rige la inmediación"Por ello,
el análisis del principio de inmediación debe realizarse a través de dos momentos: subjetivo y
objetivo, entendiéndose por el primero como aquella situación en que el juzgador -por sí
mismo- se relaciona con las fuentes de prueba; y, desde su vertiente objetiva, se garantiza que
el juzgador adquiera su convicción conforme con la hipótesis -absolutoria o incriminatoria-
más aceptable al valorar la prueba

De esta manera, se aprecia que el principio de inmediación se presenta en todos los periodos
de la etapa del juicio oral, esto es, periodo inicial (actos preliminares del juicio y alegatos de
apertura), periodo probatorio (declaración del acusado y testigos, examen del perito,
exhibición y debate de la prueba material, y examen de la prueba documental y documentada,
entre otros), periodo de alegatos (posición de las partes) y periodo decisorio (deliberación y
sentencia), pues el juzgador está en constante y estrecha vinculación con la actuación de de la
prueba

la prueba, excluyéndose así toda intermediación fútil que pueda generar una indebida
valoración de la prueba. Así, se aprecia que el principio de inmediación, en conexión con la
regla de la sana crítica, influye en la deliberación de la causa, pues el juzgador luego de
presenciar la actuación probatoria (la formación de la prueba), la valora y se genera convicción
respecto a los hechos litigiosos, precisándose que dicha convicción atiende, además, a los
principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los conocimientos científicos, conforme
lo exige el segundo inciso del artículo 393° del Código Procesal Penal.

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