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Origen del término[editar]

El término izquierda política, como el de derecha política, tiene su origen histórico en la


votación que tuvo lugar el 28 de agosto de 1789 en la Asamblea Nacional
Constituyentesurgida de la Revolución francesa en la que se discutía la propuesta de un
artículo de la nueva Constitución en la que se establecía el veto absoluto del rey a las leyes
aprobadas por la futura Asamblea Legislativa. Los diputados que estaban a favor de la
propuesta, que suponía el mantenimiento de hecho del poder absoluto del monarca, se
situaron a la derecha del presidente de la Asamblea. Los que estaban en contra, y defendían
que el rey sólo tuviera derecho a un veto suspensivo y limitado en el tiempo poniendo por
tanto la soberanía nacional por encima de la autoridad real, se situaron a la izquierda del
presidente.5
Esta manera de sentarse se trasladó a la Asamblea Legislativa se reunió por primera vez el 1
de octubre de 1791. Los diputados sentados a la derecha pertenecían al Club des Feuillants y
al grupo de los girondinos, portavoces republicanos de la gran burguesía. En el centro
figuraban diputados independientes, carentes de programa político definido. A la izquierda
diputados inscritos en el club de los jacobinos, que representaban a la pequeña burguesía y
el Club de los cordeliers, que representaban al pueblo llano parisino.
Así el término izquierda quedó asociado a las opciones políticas que propugnaban el cambio
político y social, mientras que el término "derecha" quedó asociado a las que se oponían a
dichos cambios.

Corrientes actuales[editar]
Izquierda democrático-reformista[editar]
La izquierda democrático-reformista es la que propugna que el principal marco de
actuación deben ser las elecciones libres (en que no existe coacción sobre el votante y se
presentan los resultados de manera transparente), la acción parlamentaria y las reformas
progresivas y con amplio consenso en amplios sectores sociales. Es el tipo de izquierda
predominante en la mayor parte de los sistemas democráticos de principios del siglo XXI.
Ideológicamente rechaza los sistemas políticos dictatoriales y marca distancia con cualquier
teoría que inspire dicho tipo de sistemas dictatoriales. Actualmente son las corrientes
mayoritarias dentro de la izquierda democrática-reformista:

 Socialdemocracia: Persigue la consecución de la igualdad social dentro de


una democracia liberal. Durante los últimos años, en determinados países se está
relacionada con el Socioliberalismo, como en el caso del laborismo británico.
 Eurocomunismo: Se distingue de la socialdemocracia por ser más críticos del sistema
capitalista y por centrarse más en las problemáticas sociales. 6 Están relacionadas con
el ecosocialismo y defienden el socialismo democrático como sistema político.
Esta rama de la izquierda usualmente está desvinculada de otras opciones de izquierda, como
la izquierda revolucionaria que propugna cambios estructurales radicales y relativamente
rápidos y abruptos. Así la izquierda democrático-reformista antepone el progresismo y el
reformismo, a métodos más expeditivos y que pudieran topar con un mayor grado de rechazo
en ciertos sectores socioeconómicos que podrían oponerse a esos cambios, especialmente si
se realizan de manera acelerada y sin el consenso suficiente.

Izquierda revolucionaria[editar]
Este tipo de izquierda se remonta al siglo XIX, y tuvo un papel destacado en periodo
revolucionario europeo de 1848. La revolución rusa de 1917 o la revolución alemana de
1918contaron con una amplia participación de movimientos de izquierda revolucionaria, y
tendrían una considerable influencia en las décadas posteriores tanto en Europa como
América. En el período 1960-70, existió un número importante de grupos armados
insurgentes y de guerrillas de extrema izquierda. Estos grupos lucharon por hacer caer a
regímenes ideológicamente opuestos a ellos y propugnaban la equidad y la igualdad,
frecuentemente desde postulados marxista-leninistas. Este tipo de guerrillas y grupos fueron
especialmente frecuentes en Latinoamérica (y en menor medida en África y Asia), donde la
constante pobreza e inequidad de sus sociedades llevaron a sectores de las clases menos
favorecidas a la subversión. También han existido agrupaciones políticas de izquierda
revolucionaria que conforman partidos políticos y se presentan a elecciones, mostrándose en
contra del modus operandi del foco guerrillero.
Por lo general, estos grupos de izquierda son conocidos como extrema izquierda o
ultraizquierda debido a que los detractores del comunismo (pro-capitalistas, liberales, etc.)
suelen usar esos términos de connotación peyorativa como una generalización sobre
cualquier posición que critique al sistema capitalista, a la propiedad privada y a la economía
de mercado, por lo que es frecuente que la derecha considere a la izquierda revolucionaria
como "extremista".
Por su parte, la izquierda revolucionaria no se denomina a sí misma con la terminología
peyorativa con la cual el neoliberalismo y otras ideologías rivales la denominan, sino que ellos
prefieren términos como izquierda tradicional, que hace alusión a que sus ideologías se basan
en los principios originales de los pensadores socialistas y marxistas, que tradicionalmente
dieron origen a los movimientos políticos de izquierda.
Por otro lado, dentro del propio ámbito de las diferentes corrientes de izquierda revolucionaria,
ninguno de ellos se considera "extremista" o de "ultraizquierda", pero sí hacen tales críticas a
otros sectores opuestos, como es el caso de los trotskistas, quienes por apelar a la revolución
intelectual y antimilitarista, e incluso a la democracia socialista, no se consideran "extremistas"
ni de "ultraizquierda", pero sí consideran de esa forma a los stalinistas, ya que estos avalan
regímenes, como los de Stalin, Tito, Castro o Mao Tse-Tung, y también a los partidarios de
la guerrilla foquista se los considera como de ultra-izquierda. Cabe aclarar que en la
actualidad, todas las fuerzas políticas socialistas o comunistas están organizadas en partidos
políticos y luchan por un cambio hacia el socialismo mediante la democracia.

 Marxismo-Leninismo: Defiende la conquista del poder por el proletariado, la extinción de la


propiedad privada sobre los medios de producción y la desaparición de las clases
sociales.
 Maoísmo: Versión del marxismo-leninismo aplicado a los países semi-feudales y semi-
coloniales diferenciándose de los países capitalistas, llamándose "pensamiento de Mao
Zedong".
 Trotskismo: Defiende la abolición de cualquier organismo estatista, la organización bajo la
superestructura del socialismo y la abolición de la diferencia entre las clases sociales, todo
de una forma voluntaria y gradual, [cita requerida] según un Programa de Transición que
conduzca a la clase trabajadora a desarrollar la Revolución Permanente en pos de
la Emancipación.
 Marxismo libertario: Defiende el estado como forma transitoria de organizar la sociedad,
pero propone una organización federal y un gobierno no autoritario.
Anarquismo[editar]
El anarquismo propugna la desaparición de todo gobierno obligatorio y del Estado, en pos de
la libertad del individuo y colectiva en un régimen voluntario; niega la democracia
representativa afirmando que la función del Estado en ese campo es nula o supresora.
Aunque históricamente al anarquismo se lo ha vinculado a la izquierda o extrema izquierda,
muchos anarquistas son escépticos en considerar que formen parte de tal colectivo político. El
anarquismo es una ideología que tiene sus raíces en el concepto -entre otros- de adaptarse
permanentemente a los cambios sociales sin perder su esencia libertaria. Desde su aparición
ha ido incluyendo a un amplio espectro de fuerzas desde el individualismo radical (del
hiperracionalismo de Godwin al egoísmo de Stirner) pasando por las corrientes
anarcosindicalista, socialismo o comunismo libertario, el anarcopacifismo de Gandhi, hasta los
movimientos punk, cyberlibertarios y anarcocapitalistas de hoy en día. 78 También dentro de la
tendencia existen distintas posturas respecto a la organización económico/social que podrían
ser enmarcadas dentro de la izquierda clasista. Generalmente la mayoría de los anarquistas
que se consideran de izquierda pertenecen a las corrientes:

 Mutualismo: Defiende una organización social basada en cooperativas autogestionadas


de trabajadores federadas libremente. Se elimina la propiedad privada en beneficio
del usufructo.
 Colectivismo: Persigue la organización social según la teoría del valor trabajo,
eliminándose la propiedad privada de los medios de producción pero manteniéndose un
reparto de la producción según la parte correspondiente al salario de cada uno. La
sociedad quedaría organizada en colectividades libres de productores y consumidores
federadas entre sí.
 Comunismo libertario: Defiende la sustitución del aparato estatal por una federación
de comunas de productores regidas mediante mecanismos de democracia directa como
asambleas o consejos. Igualmente, considera que la producción es una actividad social y
que, por tanto, tanto los medios de producción como lo producido debería pertenecer a la
comuna por entero, repartiéndose el trabajo según la capacidad de los individuos y la
producción según sus necesidades.
 Anarquismo individualista: Propone la eliminación de cualquier tipo de autoridad sobre el
individuo, incluyendo las imposiciones propias de la colectividad, no habla de destruir la
sociedad sino de liberar al individuo y permitirle su organización desde la "unión libre".
Movimientos sociales[editar]
Movimientos sociales que se suelen vincular con la Izquierda:

 Sindicalismo: Reivindica los derechos de los trabajadores y controla sus manifestaciones.


 Ecologismo: Propone una sociedad respetuosa con el medio ambiente.
 Antiespecismo: Defiende la igualdad social, jurídica y moral entre seres humanos y
animales. Estrechamente relacionado con el veganismo.
 Pacifismo: Rechaza las guerras y cualquier tipo de violencia con fines políticos.
 Feminismo: Persigue la equiparación social entre hombres y mujeres.
 Antiracismo: Rechaza cualquier discriminación entre seres humanos por motivo de raza o
etnia.
 Antifascismo: Oposición a las ideologías ultraderechistas.
 Movimiento LGBT: Defiende la no discriminación y reivindicación de derechos de
lesbianas, gais, bisexuales y transexuales.
 Movimiento anticonsumismo: Oposición al consumo exagerado y artificial producido por el
mercado.
 Movimiento antiglobalización: Denuncia las desigualdades provocadas por la
llamada globalización.
 Laicismo: Propone un estado sin religión dominante, o sea Laico
 Teología de la liberación: Reivindicaciones y objetivos de la izquierda política en el seno
del movimiento católico en favor de los más pobres.
En gran medidas estos movimientos sociales propugnan cambios en la organización política,
económica y social y son críticos con estructuras, leyes y patrones imperiantes, y por eso sus
acciones están dirigidas a alterar, cambiar o modificar dichas estructuras, leyes o patrones.

Historia y evolución[editar]
Precedentes[editar]
Durante el Renacimiento, autores como Francis Bacon (Nueva Atlántida), Tomás
Moro (Utopía) o Tommaso Campanella (La ciudad del Sol, 1623) establecieron las bases de
un humanismo utópico que pasado el tiempo sería recogido por el llamado socialismo utópico.
Menos directamente las diferencias políticas entre las facciones políticas romanas de
los populāres y los optimātes, guardan numerosos paralelismos con las modernas izquierda y
derecha.

Desde la Revolución francesa (1789-1867)[editar]

La libertad guiando al pueblocuadro pintado por Eugène Delacroix en 1830, inspirado en la Revolución
de 1830. (Museo del Louvre, París)

Varias fueron las transformaciones sociales que se vivieron durante finales del siglo XVIII y
comienzos del siglo XIX que facilitaron el nacimiento de la izquierda. Las más importantes
fueron las siguientes:

 La Revolución francesa y la Independencia de los Estados Unidos hicieron que valores


como la igualdad y la libertad dejaran de ser solamente conceptos teóricos o filosóficos y
se convirtieran en la base sobre la que se redactaron las leyes de las
nuevas constituciones, alentando la reivindicación de nuevos derechos con el fin de lograr
una sociedad más igualitaria.
 La burguesía sustituyó a la aristocracia como clase dominante, contribuyendo al declive
del feudalismo y de las monarquías absolutas, sistemas por los que se regían los países
europeos hasta entonces, y que a su vez fueron reemplazados por la instauración
del capitalismo. En un primer momento, este sistema no contemplaba el derecho a la
mejora de vida de artesanos, campesinos y obreros, quienes formaban la mayor parte de
la población y continuaban viviendo en la pobreza.
 La Revolución industrial, originada en Gran Bretaña y que posteriormente se extendió al
continente, supuso una gran evolución en la sociedad, aunque se dieron situaciones de
explotación por parte de los propietarios de las fábricas hacia sus trabajadores. Estos
empleaban a hombres, mujeres o niños, sin importar su edad o sus aptitudes, las jornadas
laborales eran excesivas y los sueldos muy bajos. A esto hay que añadir que la
emigración masiva procedente del campo llevó a la saturación de las ciudades,
provocando que muchos trabajadores vivieran en malas condiciones por causa de la falta
de espacio.
Esta situación dio lugar en el Reino Unido a que los trabajadores comenzaran a reivindicar la
mejora de sus condiciones laborales, estructurándose mediante Trade unions, organizaciones
predecesoras de los sindicatos que promovían medidas de protesta como huelgas o colectas
de firmas. También fue significativo el surgimiento del cartismo, movimiento que demandaba
reformas democráticas tales como el sufragio universal o legislaciones más protectoras con la
clase trabajadora.
Estos hechos marcaron el nacimiento del movimiento obrero, que se fue expandiendo por
Europa hasta la creación en 1864 de la Asociación Internacional de los Trabajadores(Primera
Internacional), la cual agrupaba los crecientes movimientos obreros de todos los países.
En este contexto, durante la primera mitad del siglo XIX aparecieron diversos autores,
como Robert Owen, Henri de Saint-Simon o Charles Fourier, que propusieron una serie de
reformas para paliar las desigualdades sociales, entre las que destacaba la organización del
trabajo por medio de cooperativas o la obtención de derechos colectivos tales como seguros
sociales o educación pública. No se oponían a la propiedad privada ni a la industrialización, y
alegaban que la riqueza de cada persona debería ser fruto de su trabajo y no derivada de
privilegios. Eran críticos con instituciones herméticas y dominantes en la época como las
religiones o el patriarcado, de las que afirmaban que restaban libertad al ser humano, y
también comenzaron a plantear la emancipación de la mujer. Estos pensadores fueron
encuadrados posteriormente en el seno del Socialismo utópico.

Desde «El capital» (1867-1989)[editar]


Artículo principal: El Capital

Karl Marx y Friedrich Engels recogieron algunas ideas del Socialismo utópico, para plantear el
denominado Socialismo científico, rechazando la reconciliación de clases que propugnaban
los utópicos y promoviendo la lucha de clases como medio para instaurar un nuevo sistema
político en el que el proletariado conquistara el poder. Las bases de su pensamiento las
expusieron en El Manifiesto Comunista en 1848 y las ampliaron notablemente en El Capital,
publicado en 1867.
Las cuatro principales corrientes de la Izquierda[editar]
Véase también: Internacionales obreras

"A dentro de un círculo", símbolo anarquista.

"La hoz y el martillo", símbolo comunista.


Cuando nació la Asociación Internacional de los Trabajadores en 1864, las distintas
interpretaciones sobre la conquista de la igualdad social pronto dieron lugar a dos grandes
tendencias de la izquierda que surgieron en la época, cuya evolución fue notablemente
diferente entre sí, siendo en multitud de aspectos antagónica:

 Anarquismo: El anarquismo tomó forma oficialmente como movimiento al escindirse de la


AIT por las enormes divergencias entre Marx y Bakunin, uno de sus principales
impulsores. Sin embargo, sus orígenes se remontan a finales del siglo XVIII, en la obra
de William Godwin,9Sus principios se basaban en que toda forma de autoridad impuesta o
poder público era corrupto y opresivo en sí mismo, siendo necesaria su supresión. Esto
incluía instituciones como el Estado, la Iglesia o el patriarcado. Con ello buscaban crear
una sociedad fundamentada en la soberanía del individuo y su interrelación fraterna con
los demás. Es común señalar las cuatro corrientes más importantes, el anarquismo
individualista, mutualismo, anarquismo comunista y el colectivismo.10 Los autores clásicos
del anarquismo son Proudhon (el primero en denominarse a sí mismo "anarquista"),11
Bakunin,11 Kropotkin11 y Malatesta11 Tiene una gran influencia en el movimiento sindical
por medio del anarcosindicalismo, que intenta que los trabajadores se organicen y luchen
a través de sindicatosautónomos del poder político, resultado de la síntesis del
anarquismo y la acción sindical revolucionaria. 12
 Socialismo: En los primeros años de la AIT fue la corriente dominante encabezada
por Marx la que dio lugar al socialismo marxista o marxismo que en opinión del
colaborador de Marx, Engels, constituía la versión "científica" del socialismo superador de
los planteamientos "utópicos" del primer socialismo. Cuando se produjo la ruptura de la
AIT Marx propugnó que se formaran partidos socialistas o socialdemócratas en cada
Estado. El primero de ellos fue el SPD Partido Socialdemócrata Alemán que se sirvió de
modelo y de referencia al resto de partido socialistas marxistas europeos y que lideró
la Segunda Internacional formada por todos ellos. El estallido de la Primera Guerra
Mundial puso fin a la Segunda Internacional y a raíz del triunfo de los bolcheviquesen
la Revolución de Octubre de 1917, se produjo la escisión del socialismo en dos grandes
corrientes:
 Comunismo: Se presentaba como la interpretación más apegada a los postulados
revolucionarios del marxismo, propugnando la obtención de la igualdad social por
medio de la revolución social. Por ello en un principio se les denominó continuistas del
marxismo, en contraposición a los reformistas. A raíz de la creación de
la Internacional Comunista (Tercera Internacional) en 1919, esta rama siguió las
directrices predominantes en las Repúblicas soviéticas, basadas en las
tesis leninistas. Estas otorgaron más importancia a la dictadura del
proletariado (ó Estado obrero) bajo el control del Partido Comunista -nuevo nombre
que adoptaron los bolcheviques de Lenin, que aglutinaba a la vanguardia
revolucionaria del proletariado, dentro de la sociedad. Dichos postulados fueron
sometidos a posteriores reinterpretaciones por la política de Stalin y sus seguidores
(también llamada estalinismo), en favor de una mayor presencia del aparato
de Estado, del Partido Comunista y del control político de sus dirigentes en la
sociedad. Esto tuvo graves consecuencias en detrimento de las libertades políticas.
Tras sucesivos fracasos, que condujeron al aislamiento y estancamiento de
la Revolución Soviética y posterior "burocratización" de la URSS y la Internacional
Comunista, el marxismo-leninismo, fue proclamado como la política oficial de ambas,
acompañado de las tesis del socialismo en un solo país. La oposición de izquierdas,
dirigida por León Trotsky, en el seno del PCUS y de la Komintern, sería expulsada y
perseguida, para dar posteriormente origen a la fundación de la IV Internacional.
 Socialdemocracia: Nació como rechazo al modelo bolchevique de Lenin y su
negación de los valores de la democracia liberal. En su seno se fueron distanciando
cada vez más los continuistas marxistas -que se presentaban como los más fieles
seguidores del Marx originario- y los marxistas reformistas que seguían los
postulados Eduard Bernstein, quien afirmaba que Marx se equivocó en muchas de
sus predicciones. Esta última corriente acabó imponiéndose en todos los partidos
socialistas o socialdemócratas europeos y después de la Segunda Guerra
Mundial abandonaron progresivamente el marxismo -empezando por el histórico SPD-
y se autodefinieron como socialdemócratas -o socialistas, entendiendo el socialismo
como sinónimo de socialdemocracia-.
Izquierdismo y religión[editar]
Una de las bases filosóficas del marxismo era su oposición a todas las religiones, algo que se
puede resumir con su famosa frase la religión es el opio del pueblo, esto causó que muchos lo
ligaran al agnosticismo y al ateísmo. Esto no impidió que el humanismo inherente en muchas
de las políticas de izquierdas, se impregnara con valores religiosos y formara corrientes como
el socialismo cristiano o políticos como James Connolly, partidarios de armonizar los valores
cristianos con el socialismo. Dentro del anarquismo, a pesar de que autores como Bakunin
o Sébastien Faure fuesen ateos y criticasen la religión, surgió un anarquismo
cristiano impulsado por intelectuales como León Tolstói. Igualmente la teología de la
liberación, impulsada por Camilo Torres Restrepo entre otros, ha sido un movimiento político
cristiano ligado a la izquierda.
El carácter ateo de las tesis de Marx dio lugar a enfrentamientos entre sus partidarios y
algunas iglesias y su clero durante el primer tercio del siglo XX. Especialmente en los estados
con iglesias poderosas e influyentes en los ámbitos sociales, económicos y políticos, en los
que se alineaban con los sectores más conservadores y se oponían a la separación de la
Iglesia y el Estado, debido a que esta unión les era muy favorable económica, política y
socialmente. Éste era el caso de Rusia, donde la Iglesia era parte del estado hasta las
revoluciones de 1917, o de España en los años treinta, donde la iglesia formaba parte
importante de la educación de los niños en las escuelas, de los jóvenes en las universidades y
su voz un tenía gran impacto en las políticas gubernamentales. 1314
La URSS y los estados socialistas[editar]

Discurso de Lenin.

En 1917 tuvo lugar la Revolución rusa como culminación de una serie de acontecimientos
provocados por la oposición hacia el régimen zarista, que había gobernado el país de
forma autárquica durante siglos. A ello también contribuyó el descontento por parte de todos
los sectores sociales por la participación rusa en la Primera Guerra Mundial, la grave crisis
económica y la hambruna que sufría gran parte de la población. 15
En un principio, la revolución se llevó a cabo con el respaldo de todos los sectores políticos,
incluyendo liberales, mencheviques (el equivalente ruso a socialdemócratas)
y bolcheviques (posteriormente comunistas), y su objetivo era instaurar una democracia
liberal pluripartidista. Pero una vez derrocado el régimen zarista en febrero, el sector
bolchevique encabezado por Lenin tomó el poder frente a liberales y mencheviques en
octubre del mismo año y proclama un régimen socialista prometiendo paz y tierra.16
Entre las primeras medidas que tomó el nuevo gobierno estaban el control de los medios de
producción por parte del estado, suspender las grandes propiedades agrarias o la
nacionalización de la banca. Después de una guerra civil que enfrentaría a los bolcheviques
contra el resto de fuerzas políticas ayudadas por varias potencias extranjeras, en 1922 nacería
la URSS.16

En 1924 tras la muerte de Lenin y contrariamente a su voluntad, Iósif Stalin se hizo con el
poder.16 Su mandato se caracterizó por un autoritarismo con pocos escrúpulos y por su
persecución hacia los opositores a su política, o simplemente a quienes consideraba un
estorbo para su liderazgo tanto dentro como fuera del Partido Comunista. Para ello, comenzó
una serie de purgas (ver Gran Purga), eliminando o enviando a sus opositores a campos de
concentración conocidos como gulags, que contaban con una elevada tasa de mortalidad. 17
En materia económica, su planificación minuciosa para industrializar la URSS, consiguió
equipararla al nivel de las potencias industriales. 18
Nueve días antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la URSS firmó el Tratado de
no Agresión entre Alemania y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas conocido
como Pacto Ribbentrop-Mólotov. Este tratado estuvo vigente hasta que Alemania atacó a la
Unión Soviética el 22 de junio de 1941 (Operación Barbarroja), al invadir el territorio polaco
anexionado por la URSS en septiembre de 1939. A partir de ese momento la URSS se situó
junto a Francia y Gran Bretaña frente a las fuerzas del Eje y liberó del nazismo a los países
de Europa oriental.18 En la Conferencia de Yalta que reunió a Franklin D. Roosevelt, Winston
Churchill y Stalin,19 las potencias vencedoras acordaron repartirse Europa creando dos
bloques diferenciados: por un lado los países occidentales capitalistas y por el otro, los del el
este de Europa, en los que Stalin estableció regímenes comunistas. Esto llevó a un aumento
de las tensiones entre las dos partes que se conoció como Guerra Fría y a la organización de
los países de la órbita soviética mediante el COMECON y el Pacto de Varsovia.20
Otros estados socialistas también se extendieron por varios países asiáticos, algunos de los
cuales sufrieron unas políticas represivas heredadas de la época estalinista, como en el caso
de la República Popular China o Camboya.
Cuando murió Stalin, su sucesor Nikita Jrushchov condenó duramente sus crímenes y su
alejamiento del leninismo, acometiendo una serie de reformas conocidas
como desestalinización, entre las que se encontraban la liberación y rehabilitación de las
víctimas políticas de Stalin, o una moderada flexibilización de la rígida economía anterior. 21
Estas reformas internas no impidieron la construcción del muro de Berlín, que se convertiría
en el símbolo de la Europa dividida. 22
Represión hacia la izquierda[editar]

El Triángulo rojo fue utilizado por el régimen nazi para identificar a los presos de izquierdas en
los campos de concentración.

El régimen nazi buscaba el exterminio de todos los grupos sociales que consideraba negativos
para la Gran Alemania, entre ellos cualquier oposición política y muy especialmente la de la
izquierda. Desde la subida al poder de Hitler miles de presos políticos, entre ellos muchos
republicanos españoles, fueron deportados a campos de concentración, donde se les
identificaba con un Triángulo rojo para distinguirlos de otros reclusos. Durante la guerra, el
caso más famoso fue el de la Rosa Blanca, organización formada por jóvenes estudiantes de
izquierda que promovían una oposición pacífica al nazismo y cuyos integrantes fueron
perseguidos y posteriormente guillotinados.23
En España, después una Guerra civil muy cruenta, especialmente por parte del
bando fascista y de las filas pro-soviéticas dentro de la II República, Franco estableció un
régimen totalitario con el que reemplazó a la anterior II República.
El franquismo institucionalizó la represión contra cualquier tipo de oposición por medio de
ejecuciones, cadenas perpetuas o campos de concentración, al tiempo que miles de
españoles de izquierdas se vieron obligados a exiliarse en otros países huyendo de la
represión (ver exilio republicano). Las condenas de muerte o cárcel por motivos políticos
continuaron hasta el fin de la dictadura en 1975.24
En los años 1970 en América Latina, tuvo lugar la llamada Operación Cóndor, un plan
auspiciado por EEUU y su Secretario de Estado Henry Kissinger, cuyo objetivo era la
coordinación entre los servicios de seguridad de las dictaduras militares que se
autodenominaban como "anticomunistas" de Argentina (ver Terrorismo de Estado en
Argentina en las décadas de 1970 y 1980); Chile (ver Augusto
Pinochet); Paraguay (ver Stroessner); Uruguay (ver Golpe de Estado del 27 de junio de
1973); Guatemala (ver Guerra Civil de Guatemala); Brasil, Colombia y Bolivia. Esto se tradujo
en una persecución sistemática hacia los simpatizantes de izquierda y los partidarios de la
democracia. Durante el tiempo que dichas dictaduras se mantuvieron en el poder, utilizaron
los secuestros, asesinatos y torturas a gran escala para eliminar la disidencia. Aún hoy en
estos países hay miles de desaparecidos cuyos restos no han sido encontrados. 25
La izquierda en los sistemas democráticos[editar]
Paralelamente, en las democracias occidentales la izquierda evolucionó de manera opuesta a
los estados socialistas. Los partidos socialdemócratas se desmarcaron de la URSS desde su
nacimiento, optando por defender las normas y los valores propios de los sistemas
democráticos. También dentro de los seguidores del marxismo aparecieron numerosas voces
críticas que se desvinculaban del comunismo dictatorial. La escuela de Frankfurt, fundada
en 1923 y en activo en la actualidad, partía de algunas teorías marxistas, buscando adaptarlas
a los nuevos cambios sociales y despojarlas de sus rasgos más autoritarios, oponiéndose a la
lectura que de ellas hicieron Lenin y sus seguidores. 26 Otros intelectuales de izquierda también
desaprobaban y se oponían a las dictaduras comunistas, como es el caso de George Orwell.
Al término de la Segunda Guerra Mundial, en estos países se vivió un auge de las clases
medias y mejoras significativas en las condiciones de vida. De esta forma, una vez
conseguidos los derechos más básicos para la mayor parte de la población, la izquierda
empezó a identificarse con la demanda de otro tipo de derechos, tanto sociales como
individuales. En esta época los partidos socialdemócratas comenzaron a acceder al gobierno
de los estados europeos, alternándose en el poder con los partidos conservadores con total
normalidad.
Los años 60 y la Nueva izquierda[editar]
Martin Luther King, líder del movimiento en favor de los derechos civiles de los afroestadounidenses.

Símbolo pacifista.

Durante los años 1960, los cambios sociales se aceleraron de forma vertiginosa, gracias en
parte a los nuevos movimientos originados en la nueva izquierda, cuyos logros hicieron de
esta década una etapa crucial en la evolución de la sociedad occidental. 27
Por una parte, en Estados Unidos, Kennedy se propuso terminar con el racismo y la
discriminación legal hacia las personas de raza negra, cuya lucha estaba liderada por Martin
Luther King al frente del Movimiento por los Derechos Civiles.28 Asimismo, la feroz guerra de
Vietnam obtuvo una considerable oposición por parte de la opinión pública estadounidense,
originándose protestas masivas en su contra y emergiendo así el movimiento pacifista.
La ecología también se difundió a raíz de la creciente contaminación medioambiental y la
masificación urbana, causadas por la industrialización a gran escala.29 Igualmente
el feminismo se fue extendiendo de la mano de intelectuales como Simone de Beauvoir que
planteaban un nuevo papel de la mujer dentro de la sociedad alejado del rol exclusivo de
madre y esposa tradicional.30 A finales de los 60 también vio la luz oficialmente el movimiento
gay a raíz de los disturbios de Stonewall en Nueva York, provocados cuando un grupo
de homosexuales se rebelaron contra la discriminación de la que eran objeto. 31
Estas nuevas reivindicaciones se vieron fortalecidas por el gran empuje de los movimientos
juveniles, especialmente del movimiento hippie, que por primera vez planteaban una visión del
mundo diferente a la de sus adultos. Los jóvenes también fueron los protagonistas de las
revueltas estudiantiles de Mayo del 68 en París, en las que influidos por filósofos como Jean
Paul Sartre o Herbert Marcuse, proponían una sociedad en la que tuvieran cabida estas
nuevas demandas, tanto las de carácter social como las referentes a los derechos
individuales.
Una de las consecuencias de Mayo del 68 fue la ruptura definitiva de los partidos comunistas
europeos con las posturas oficiales de la URSS después de varios años de progresivo
distanciamiento, a lo que también contribuyó la invasión soviética de Checoslovaquia después
de la Primavera de Praga. Nace así el Eurocomunismo promovido por los citados partidos, con
el que pretenden adaptarse a las nuevas demandas sociales y asumir como marco
incuestionable la democracia liberal y su carácter plural, alejándose para ello de los
postulados teóricos y ortodoxos anteriores. Una parte minoritaria de la izquierda vio en esta
evolución una traición a la izquierda original y comenzaron a fundar otras organizaciones
notablemente más radicalizadas, muchas de las cuales fueron ilegalizadas por defender
métodos revolucionarios.32

Posiciones actuales (1989-presente)[editar]


Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en
una publicación acreditada.
Este aviso fue puesto el 8 de abril de 2015.

Celebre mural, icono de la caída del Muro de Berlín.

Tras la caída del Muro de Berlín (1989) y del bloque soviético, los movimientos de carácter
marxista pierden mucha fuerza, dando lugar a que los planteamientos de la "nueva izquierda"
desarrollados en los países occidentales durante los años anteriores, se consoliden como la
opción mayoritaria de izquierda en casi todo el mundo.
América Latina[editar]
Sin embargo, la insurrección del EZLN en 1994 y la victoria de Hugo Chávez en las elecciones
venezolanas de 1998 lleva al resurgimiento de una izquierda que se ha declarado combativa,
heredera de la tradición marxista y antiimperialista, en toda América Latina, pero que en
algunos casos se ha apoyado de políticas de derecha.33 34 La siguiente lista incluye gobiernos,
partidos y líderes de países latinoamericanos adscritos a la izquierda:
Artículo principal: Socialismo del siglo XXI

 Argentina, con Cristina Fernández de Kirchner, del Frente para la


Victoria (peronismo, kirchnerismo)
 Bolivia, con Evo Morales, del Movimiento al Socialismo (socialismo
democrático, bolivarianismo, indigenismo, antiimperialismo, nacionalismo, socialismo del
siglo XXI)
 Brasil, con Lula da Silva, del Partido de los trabajadores (socialdemocracia)
 Cuba, con Raúl Castro, del Partido Comunista de Cuba (antiimperialismo, socialismo de
Estado, marxismo-leninismo)
 Chile, con Beatriz Sánchez, del Frente Amplio (Chile), (socialdemocracia, socialismo
democrático, socialismo)
 Ecuador, con Rafael Correa, del Movimiento
PAIS (socialdemocracia, bolivarianismo, nacionalismo, socialismo del siglo XXI)
 El Salvador, con Salvador Sánchez Cerén, del Frente Farabundo Martí para la Liberación
Nacional (socialismo democrático)
 Honduras, con Manuel Zelaya, del Partido Libertad y Refundación (socialismo del siglo
XXI)
 Nicaragua, con Daniel Ortega, del Frente Sandinista de Liberación
Nacional (socialdemocracia, laborismo, antiimperialismo, bolivarianismo)
 México, con Andrés Manuel López Obrador, del MORENA (reformismo)
 Paraguay, con Fernando Lugo, del Frente Guasú (socialismo)
 Perú, con Verónika Mendoza, de Nuevo Perú (Progresismo, socialismo)
 Uruguay, con Tabaré Vázquez, del Frente Amplio (Uruguay) (socialismo)
 Venezuela, con Nicolás Maduro, del Partido Socialista Unido de
Venezuela (bolivarianismo, socialismo del siglo XXI, antiimperialismo)
Europa[editar]
En el caso de Europa, casi todos los grandes partidos de izquierda
son socioliberales o socialdemócratas, entre ellos se puede mencionar a:

 Alemania, con Andrea Nahles, Partido Socialdemócrata de Alemania.


 Francia, con François Hollande, del Partido Socialista de Francia.
 Grecia, con Alexis Tsipras, de SYRIZA.
 España, con Pedro Sánchez del Partido Socialista Obrero Español.
 Inglaterra, con Jeremy Corbyn, del Partido Laborista (Reino Unido)
Asia[editar]
En Asia, algunos países preservan un sistema más cercano al del Estado socialista con
características comunistas, pero de manera independiente y no aglomerados en un único
bloque como lo fue la ex-Unión Soviética, y con grandes reformas que en muchos casos han
llevado a un socialismo de mercado prácticamente capitalista.

 China, con Xi Jinping, del Partido Comunista Chino (Socialismo con características
chinas, Economía de mercado socialista).
 Corea del Norte, con Kim Jong-Un, del Partido del Trabajo de Corea (Socialismo de
Estado, Antiimperialismo, Nacionalismo de izquierda, Juche).
 Laos, con Choummaly Sayasone, del Partido Popular Revolucionario de Laos (Marxismo-
Leninismo).
 Nepal, con Ram Baran Yadav, del Partido del Congreso Nepalí (Socialismo democrático).
 Siria, con Bashar Al Assad, del Partido Baaz (Socialismo árabe, baazismo, panarabismo)
 Vietnam, con Nguyễn Minh Triết, del Partido Comunista de Vietnam (Economía de
mercado socialista).
Posicionamiento ideológico actual[editar]
Economía[editar]
La mayoría de los partidos políticos de izquierda son partidarios de integrar políticas que
fomenten el estado del bienestar, donde el Estado garantice el acceso por parte de todos los
ciudadanos a derechos básicos como la sanidad, la educación, la prestación por desempleo o
las pensiones de jubilación, entre otros.
En los últimos años, han surgido algunos movimientos de izquierda como el movimiento
antiglobalización, en el que se pueden encontrar tanto sectores que aceptan un "capitalismo
con rostro humano", como sectores anticapitalistas, pero aceptando ambos vías democráticas
no autoritarias. Proponen también un modelo que supere la democracia representativa e
incorpore elementos de democracia participativa y directa.
Sociedad[editar]
Nelson Mandela, símbolo de la lucha antirracista y líder del partido Congreso Nacional Africano.

Muchos de los valores de la izquierda actual se aproximan a los del Humanismo, incidiendo
en la solidaridad con los más desfavorecidos dentro de la sociedad: sectores populares,
trabajadores, inmigrantes, minusválidos, ancianos, etc. También promueve la equiparación o
incluso la discriminación positiva a favor de la mujer; la reinserción y rehabilitación de los
delincuentes; y la defensa de los derechos de las minorías. La izquierda suele considerar el
mestizaje y la emigración como positivos, respetando otras culturas y tradiciones diferentes,
en tanto éstas sean compatibles con los principios democráticos y los Derechos Humanos.
Esta nueva izquierda también es crítica con la pena de muerte.
Apuesta también por el ecologismo y la supresión de la energía nuclear, promoviendo otro tipo
de energías alternativas más respetuosas con el medio ambiente. Algunos de los antiguos
partidos comunistas se han asociado con movimientos ecologistas, es el caso de la
española Izquierda Unida (España).
Algunas posturas minoritarias de izquierda tienden a defender la despenalización o la
legalización de las drogas blandas como la marihuana y el hachís, o en otras ocasiones de
todas ellas, argumentando que al estar reguladas como ocurre con otras drogas legales, se
acabaría con las mafias y con las muertes por su mala calidad. En países como Holanda es
legal la venta de drogas.
Sexualidad y familia[editar]

Símbolo internacional que representa la lucha contra el sida.

La izquierda suele enfocar la sexualidad de forma abierta, considerándola como una más de
las libertades individuales de cada persona; aunque actualmente esta visión no es exclusiva
de la izquierda, ya que la actitud hacia la sexualidad ha cambiado significativamente en
muchos sectores de la sociedad.
Esto se traduce en su apoyo al uso de métodos anticonceptivos, tanto como medio
de planificación familiar como para evitar el contagio y la propagación de enfermedades de
transmisión sexual, especialmente del sida. También apoya la reivindicación de los derechos
de los homosexuales, incluyendo el matrimonio. Asimismo, respalda la unión libre entre dos
personas como forma de convivencia alternativa a la institución matrimonial.
Hay corrientes dentro de la izquierda que consideran que la prostitución debe ser regulada
para proteger y ampliar los derechos de las personas que la ejercen, mientras otras la ven
como una forma de explotación sexual que debe ser abolida.
El aborto también es contemplado por la izquierda desde varias posturas, que van desde la
que sostiene que debería ser libre, hasta la de quienes defienden que sólo debería estar
permitido cuando haya riesgos graves para la salud de la madre o del feto.
La eutanasia también es defendida mayoritariamente por los partidos de izquierda
En general, los movimientos de izquierda también aprueban prácticas científicas como la
reproducción asistida o la más controvertida investigación con células madre.
Religión[editar]
La izquierda política actual apoya la necesidad de un Estado laico y aconfesional, cuya base
es la separación de poderes entre la Iglesia y el Estado, permaneciendo al margen de las
legítimas creencias religiosas de cada persona. El objeto es crear una sociedad plural y
respetuosa, en la que tanto los seguidores de cualquier religión como los no creyentes puedan
estar integrados en ella. En países como Francia, el carácter laico del Estado es apoyado por
la mayoría de partidos políticos, incluidos los liberales, pertenecientes a la derecha.
Dentro de la izquierda también hay numerosos cristianos. Durante los años 60, dentro de la
Iglesia católica latinoamericana, surgió una corriente teológica llamada Teología de la
liberación con orígenes marxistas, aunando en su doctrina elementos cristianos y de
izquierda.
Política internacional[editar]

Protesta en Washington DC en contra de la guerra de Irak.

La izquierda mayoritaria en los países occidentales se suele identificar con el pacifismo,


rechazando las guerras y las intervenciones militares. Respalda la legitimidad de las Naciones
Unidas y el respeto a los Derechos Humanos. Asimismo, promueve la cooperación con países
del Tercer Mundo para ayudar a mejorar su situación.
Todas estas posturas dan lugar a que la izquierda, incluyendo buena parte de la
estadounidense, suela tener una actitud crítica hacia algunas actuaciones de Estados Unidos
en materia de política exterior (la invasión de Iraq, la Operación Cóndor, etc.) y hacia la
actuación de Israel en Palestina. Por ello, los más críticos con la izquierda, como Oriana
Fallaci, califican a la izquierda de antioccidental. La izquierda suele estar en contra de las
guerras y son mayoritariamente Pacifistas, aunque también hay ideologías militaristas como
el Estalinismo.
Críticas a la Nueva Izquierda[editar]
Los comunistas y socialistas seguidores de los principios originales de Karl Marx afirman que
la llamada Nueva Izquierda (o tercera vía) autoproclamada como "progresista" no es más que
una nueva forma de neoliberalismo posmodernista que pretende "reinventar" el capitalismo
para alejarlo de la caduca imagen de posición conservadora y darle un nuevo aspecto
"renovado" y "más humanitario", al ablandar su postura acercándose a ciertos conceptos de
las libertades individuales, la ecología, los derechos humanos, y demás asuntos sociales
promovidos por la izquierda, pero conservando a la economía de mercado y a la democracia
liberal como eje central de la sociedad, alejando así a la clase trabajadora de los conceptos
netamente marxistas como la lucha de clases, el estudio de la plusvalíay la búsqueda de
la propiedad social, los cuales son de altísima importancia para los partidarios de la izquierda
original. Según esta visión generalmente aceptada por marxistas-leninistas, trotskistas y
también anarquistas, la Socialdemocracia no es más que una forma "reciclada" del
neoliberalismo para continuar con la estructura social capitalista y así impedir que las masas
se inclinen hacia la izquierda realmente socialista y/o revolucionaria, debido a que "socializar
el liberalismo" no es lo mismo que sustituirlo por el socialismo.

Derecha política
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«Derecha» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Derecha (desambiguación).

Se conoce como derecha política al segmento del espectro político que acepta determinados
órdenes sociales y jerarquías como inevitables, naturales normales o deseables, apoyando
por lo general esta posición sobre la base de la ley natural, la economía o la tradición. No
existe una definición estricta de derecha aunque dadas un conjunto de dicotomías como
el individualismo frente a colectivismo, confesionalidad frente a laicismo, propiedad
privada frente a propiedad pública de ciertas actividades económicas, igualdad de
oportunidades frente a igualdad de resultados, tradicionalismo frente a reformismo
social, conservadurismo frente a progresismo, la derecha se decanta estadísticamente por las
primeras componentes de cada una de ellas en mayor proporción que la izquierda.
Actualmente, el discurso político de la mayor parte de fuerzas de derecha habla
favorablemente de la riqueza a través de la libre competencia.1
El término derecha política tiene muchas connotaciones e ideas conflictivas en la actualidad, 2
estando asociado a posiciones liberales (en contexto económico y
democrático), capitalistas, conservadoras o religiosas. Engloba por tanto a corrientes
ideológicas muy diversas cuya separación puede ser tajante, aunque también pueden ser
compatibles, que ante todo busquen el mantenimiento del orden social establecido
(tradicionalismo, conservadurismo). En oposición a la izquierda política, el sector más liberal
enfatiza el libre mercado por encima del intervencionismo de las administraciones públicas y
busca potenciar valores y derechos individuales, frente a posiciones colectivistas, solidarias o
estatistas, mientras que el sector más conservador es partidario del encuadramiento colectivo
en estructuras rígidamente jerarquizadas y disciplinadas.

Índice

 1Origen del término


 2Corrientes
o 2.1Demócrata cristiano
o 2.2Conservadurismo
o 2.3Conservadurismo democrático
o 2.4Tradicionalismo
o 2.5Liberalismo
o 2.6Capitalismo
o 2.7Imperialismo
 3Posicionamiento habitual
 4Véase también
 5Referencias
 6Bibliografía

Origen del término[editar]

Thomas Jefferson fue uno de los primeros liberales conservadores de Estados Unidos.

El término Derecha política, como el de Izquierda política, tiene su origen formal en la votación
que tuvo lugar el 11 de septiembre de 1789en la Asamblea Nacional Constituyente surgida de
la Revolución Francesa en la que se discutía la propuesta de un artículo de la
nueva Constitución en la que se establecía el veto absoluto del rey a las leyes aprobadas por
la futura Asamblea Legislativa. Los diputados que estaban a favor de la propuesta, que
suponía el mantenimiento de hecho del poder absoluto del monarca, se situaron a la derecha
del presidente de la Asamblea. Los que estaban en contra, y defendían que el rey sólo tuviera
derecho a un veto suspensivo y limitado en el tiempo poniendo por tanto la soberanía
nacional por encima de la autoridad real, se situaron a la izquierda del presidente. Así el
término "izquierda" quedó asociado a las opciones políticas que propugnaban el cambio
político y social, mientras que el término "derecha" quedó asociado a las que se oponían a
dichos cambios.3

Corrientes[editar]
La derecha es una orientación política difícil de definir, si se le pretende definir como un solo
concepto uniforme. La derecha política se ha asociado a la conservación de los valores éticos
y el orden social tradicional, incluso respaldando privilegios corporativos o clasistas. De forma
contraria, también se ha asociado a la defensa de la propiedad privada y de las libertades
individuales, frente a ideologías colectivistas.
Demócrata cristiano[editar]
Artículo principal: Democracia cristiana
Es una ideología política que busca aplicar los principios del cristianismo (a menudo
el catolicismo en particular) a las políticas públicas. Esta ideología surgió en el siglo
XIX en Europa, y continúa teniendo influencia en Europa y Latinoamérica.
En la práctica política, la Democracia cristiana es considerada de derecha en asuntos morales,
económicos y culturales y de izquierda en temas laborales.[cita requerida]Aunque en muchas
ocasiones la democracia cristiana ha aceptado posicionamientos del liberalismo,
compartiendo la idea de la reducción de impuestos con la intervención social, con la intención
de acabar con la injusticia social. Por esa razón es frecuente encontrar partidos
democristianos en la centro-derecha. [cita requerida]
Conservadurismo[editar]
Artículo principal: Conservadurismo

Una primera faceta de la derecha política será la que defienda la preservación del orden social
establecido, abogando por la protección de la moral, los valores tradicionales y la libertad del
individuo. Esta es más conocida como la ideología conservadora: conservar los procesos
que le sirven a la patria y prescindir de los que la degradan. También queda englobada dentro
de esta categoría la democracia cristiana, cuyos partidos defienden la preservación de los
valores y la moral cristianas frente al laicismo y al anticlericalismo.
Es importante señalar que el conservadurismo no se opone, por lo general, a los avances
tecnológicos, sino más bien a nuevas formas de pensar en cuanto a política y sociedad se
refiere.
Estos ideales comúnmente tienden al proteccionismo, como medida de defensa del país pobre
ante el rico. Asimismo se aboga por la propiedad privada (que el individuo tenga posesiones
propias) considerándose como única medida del progreso de un país.
Los partidos de derecha también defienden el orden institucional antes que la organización
voluntaria, ya que se entiende como único medio para que la gente pueda emplear sus
derechos, pueda tener una vida próspera, digna y pacífica.
Conservadurismo democrático[editar]
Artículo principal: Conservadurismo democrático

Corresponde a aquella derecha que cree en la tradición, aceptando a la democracia como


medio adecuado para conseguir el fin último de la actividad política, el bien común. Considera
que el orden social está por encima de la libertad individual. La igualdad es rechazada, salvo
en el plano ontológico donde es defendida.
Tradicionalismo[editar]
Artículo principal: Tradicionalismo político

Es la tendencia que defiende la tradición, el conjunto de normas y las costumbres heredadas


del pasado. Se trata de una postura conservadora frente a los cambios, ya sean de pequeña o
gran magnitud. Cuando un cambio es de gran magnitud se le denomina revolución. Por lo que
los tradicionalistas son considerados contrarrevolucionarios o reaccionarios.
Liberalismo[editar]
Artículo principal: Liberalismo

Por otro lado, también se considera derecha a las diferentes formas de liberalismo que
defienden el libre mercado y los derechos individuales ya que los liberales ven en el
librecambismo una integración mundial. Este apoyo por el mercado se suele traducir en una
crítica al intervencionismo económico y social del Estado, considerándolo negativo. En otras
palabras: según la derecha liberal "el Estado no tiene que recortar libertades a las personas
para hacer justicia".
Difiere en su consideración sobre lo que es correcto hacer para que prevalezca este tipo
de libertad.
El liberalismo surge a finales del siglo XVIII, de la mano de Adam Smith y su obra La riqueza
de las naciones. En ella, se defiende que el motor de la economía y del progreso social se
halla en el individualismo. Considera que una persona está mucho más motivada a trabajar si
saca beneficio propio. Él escribiría "No es la benevolencia del carnicero, el cervecero, o el
panadero la que nos procura nuestra cena, sino el cuidado que ponen en su propio beneficio",
seguido de "No nos dirigimos a su humanidad, sino a su propio interés, y jamás les hablamos
de nuestras necesidades sino de sus ventajas". Partiendo de estas premisas, llega a la
conclusión de que la mejor manera de hacer crecer el país es ofreciendo libertad al individuo,
para que desarrolle todo su potencial, y que el estado no tiene que poner obstáculos a la
libertad, al desarrollo de la persona en todo el espectro de posibilidades desde bienes a otros
aspectos variados.
En otras palabras, no tiene que intervenir en la economía. Es el Laissez faire (del francés
'dejad hacer') del capitalismo.
Como podemos comprobar, esta doctrina se halla en las antípodas del socialismo (que
persigue la igualdad antes de nada; y cree que para lograrla, se necesita la intervención del
estado). Teóricos como Karl Marx criticaron el liberalismo y el capitalismo por las
desigualdades sociales que comportaba.
Capitalismo[editar]
Artículo principal: Capitalismo

Es un sistema económico (y por tanto también interactúa con sistemas sociales) en el que los
seres humanos y las empresas llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y
servicios mediante transacciones en las que intervienen los precios y los mercados.
Surgido en Europa en el siglo XVI y concebido al menos, de tres formas diferentes
dependiendo del énfasis en la consideración de ciertas características como determinantes o
intrínsecas desde enfoques respectivamente políticos, culturales y sociales, sin que esto
implique una exclusión mutua de las diferentes definiciones.
En cada caso existe una referencia en el origen etimológico de la palabra capitalismo a la idea
de capital, y estas referencias son codependientes: quienes crean o adquieren capital
permanecen como propietarios (capitalistas) durante el proceso de producción; la rentabilidad
del capital invertido en un libre mercado de productos y servicios es el eje central de la vida
económica.
Imperialismo[editar]
Artículo principal: Imperialismo

Es una actitud adoptada por un estado para pretender colocarse por encima de otros estados
o comunidades. Existen diversas variantes ideológicas de imperialismo, desde la exaltación de
valores nacionales, religiosos y étnicos más frecuentemente alineados con la derecha política,
al imperialismo soviético que pretendía extender la revolución proletariaa otras partes del
mundo. El imperialismo moderno suele referirse a la actitud de algunas potencias,
principalmente europeas además de los Estados Unidos de América, desde la Edad
Moderna hasta el proceso de descolonización tras la Segunda Guerra Mundial; y más
específicamente, incluso con el nombre Era del Imperialismo, utilizado por la historiografía, al
periodo que va de 1871 a 1919, en que se produjo una verdadera carrera para construir
imperios, principalmente con el llamado reparto de África.[cita requerida]
A ese período se refieren dos de los textos más importantes que fijaron el
concepto: Imperialism, a study, de J. A. Hobson, y El imperialismo, fase superior del
capitalismo, del ideólogo marxista y líder bolchevique Lenin. Hay que mencionar que
imperialismo y colonización son términos parecidos pero no iguales, ya que pueden ser
confundidos, y tomarse como sinónimos. En el proceso histórico se puede advertir que no son
lo mismo.

Posicionamiento habitual[editar]
Las diferencias entre las distintas corrientes de derecha no permiten un tratamiento
homogéneo, ya que abarcan un espectro muy amplio, tanto en lo social como en lo político,
con gran cantidad de ideologías políticas: desde posturas liberales y laicas a actitudes
religiosas integristas, desde el apoyo firme a Israel a la crítica de raíz antisemita, desde
posturas nacionalistas a otras globalizadoras. La derecha moderada es conocida por coincidir
en su crítica al multiculturalismo y al relativismo moral, su defensa de la democracia liberal y
de la civilización occidental. En los países de tradición judeocristiana (Occidente), la derecha
moderada también se caracteriza por su defensa de los preceptos judíos o cristianos, si bien
suelen asumir con naturalidad la separación entre Iglesia y Estado. La derecha es muy
extensa, con gran cantidad de ideologías políticas variadas y diferentes.
Europa y América están confiando su gobierno a la derecha política.
En la Unión Europea de los 28 solo siete países están dirigidos por
partidos de izquierda, con la socialdemocracia hundida. Y al otro lado del
Atlántico se desvanece la izquierda populista que ha controlado el sur del
continente durante este siglo.
El año pasado, Francia, Austria y República Checa se unieron a la
lista de países gobernados por las diferentes familias de la derecha y el
centro-derecha, desde liberales a conservadores; y en Alemania, Países
Bajos y Bulgaria reeditaron su victoria. En América, Chile ha sido el
último en sumarse a un cambio de signo que en los dos últimos años ha
recorrido Estados Unidos, Argentina, Brasil, Perú y Guatemala.
Los analistas coinciden en la combinación de tres factores como
explicación de la sucesión de victorias electorales de los partidos del arco
de la derecha. Primero, la confianza en la respuesta para superar la crisis
económica; segundo, la posición en el debate sobre la identidad nacional;
y tercero, la hundimiento del adversario político: la debacle
socialdemocracia en el caso de Europa , y el agotamiento de la izquierda
populista en América.
«El socialismo ha fracasado en su respuesta a la crisis. La gente quiere
resultados, sin reparar en los mecanismos económicos empleados; y
ahora hay una mejora aparente de las cifras. En Francia, por ejemplo,
existe un rechazo general al liberalismo, a quien se culpa de la crisis,
pero ahora la mayoría aprueba sus recetas porque notan la necesidad de
dinamismo», explica Benoît Pellistrandi, profesor de Historia
Contemporánea del Instituto Católico de París.
Las promesas de reformulación del capitalismo no cuajaron, sino la

consolidación del sistema económico

No cuajaron las promesas de reformulación del capitalismo y la creación


de un orden económico mundial, lanzadas al calor de la crisis económica.
«El cambio no está bien visto en momentos de inseguridad. No es tiempo
para visiones en la política, sino para consolidar el sistema. Y los
votantes ven a conservadores y liberales mejor capacitados para
hacerlo», explica Paul Schmidt, secretario general de la Asociación
Austriaca para la Política Europea.
«La derecha ha salido ganadora de la crisis porque sus recetas han
convencido más, mientras que el socialismo no ha sabido renovarse ni
implementar sus propias medidas económicas», según Schmidt. Así,
explica, la defensa del estado del bienestar se mantiene, pero ajustado a
términos nacionales, limitado y protegido. «La gente está convencida de
que el estado del bienestar es un avance, pero también hay menos
consentimiento a pagar tanta solidaridad», sostiene Pellisandri.

La debacle de la socialdemocracia en Europa ha allanado el camino a la


derecha. Rumanía es el único país de la UE donde el poder ha pasado a
manos de la izquierda en los últimos tres años.
«La derecha en parte vence por la incomparecencia del rival. No hay
nadie enfrente», apunta Jean Baptiste Harguindéguy, profesor de
Ciencia Política en la Universidad Pablo de Olavide. «La
socialdemocracia ha asumido planteamientos económicos del
liberalismo, y el debate se ha trasladado a temas más ideológicos que
técnicos. Por ejemplo, el debate de la identidad nacional, que beneficia a
la derecha porque tiene un discurso sobre ello; y no a la izquierda, que
suele rehuir de ese tema».
Identidad nacional
El historiador Pellistrandi coincide en que el debate de la identidad
nacional beneficia a la derecha. «La izquierda ha rechazado y
despreciado lo nacional porque el izquierdismo lo ha confundido con el
nacionalismo. Sin embargo, hoy existe una reivindicación de lo nacional.
La derecha está saliendo del complejo de inferioridad donde la instaló el
marxismo después de la Segunda Guerra Mundial».
El auge del debate sobre la identidad nacional ha beneficiado a la derecha,

con una posición más clara

Pero no hay una única derecha. A los tradicionales partidos


conservadores y liberales hay que sumar el empuje de los populismos, en
algunos países teñidos de conceptos tomados del radicalismo. «Existen
diferencias entre la derecha de Europa Occidental, más sobria, y la de la
Europa Oriental, que sufrió regímenes socialistas. En Polonia y
Hungría, por ejemplo, son legítimas ideas nacionalistas que
considerábamos desaparecidas», explica Pellistrandi. El historiador
francés considera que en el este del continente los partidos tradicionales
de derecha ya se han reinventado, mientras que en el oeste están por
redefinirse para adaptarse a la masa de votantes que ya se ha movido a
nuevos partidos de derecha.
Schmidt incluye a más países en la lista de guiños extremistas:
«En Reino Unido, Alemania, Austria, Países Bajos o
Escandinavia se han normalizado conceptos de la ultraderecha como el
discurso cultural o relacionar la inmigración con la seguridad». «Esa
derecha que se mezcla con la ultraderecha en principio era solo electoral,
pero cada vez se confunde más», destaca Harguindéguy. «Aunque el
discurso entre ganadores y perdedores de la globalización cala. A Donald
Trump le ha funcionado para ser presidente de EstadosUnidos».
Cambio en América
«En Europa y Estados Unidos, el debate gira más en torno a los
defensores de las esencias locales y los favorables a la globalización. Esa
dicotomía está ganando peso en América Latina, pero todavía es más
determinante el debate entre izquierda y derecha», percibe Carlos
Malamud, investigador principal de América Latina del Real Instituto
Elcano.
En los años noventa la región vivió una ola de neoliberalismo, en este
siglo de populismo de izquierdas, y en estos dos últimos años un
comienzo de cambio ideológico al centro-derecha todavía por consolidar.

Malamud encuentra una doble causa para explicar el declive de la


izquierda en el continente: el agotamiento de los gobiernos,
unipersonales o de partido, prolongados en el tiempo y con dosis de
corrupción, y el cambio de ciclo económico mundial. «La caída del precio
de las materias primas ha terminado con la alegría presupuestaria que
permitía financiar políticas públicas y subsidios extendidos a grandes
capas de la población y políticas de tipo clientelar», apunta.

A pesar del cambio de signo en Argentina, Chile y Perú , considera


temprano hablar de giro a la derecha en el continente, a la espera de los
comicios de este año. En las próximas elecciones de Colombia, México
y Brasil, actualmente gobernados por el centro-derecha, no da por
hecho la victoria de ninguno puesto que considera que las fuerzas están
igualadas.
La victoria de partidos de centro-derecha en los dos últimos años puede
producir un impacto en países vecinos, pero limitado, según Malamud.
No augura un efecto dominó en todo el continente, sobre todo porque
«no va a haber financiación de campañas de partidos próximos, cosa que
sí hubo con el chavismo». «Si en Nicaragua hubiera elecciones hoy
volvería a ganar el sandinismo, y en Venezuela probablemente Nicolás
Maduro sería el más votado».
Italia, Colombia, México y Brasil confirmarán este año la
tendencia
Las elecciones de 2018 deberán consolidar el giro a la derecha en Europa
y América. El Forza Italia del ex primer ministro Berlusconi es el favorita
para relevar al centro-izquierda; aunque necesitará contar con la difícil
alianza de la Liga Norte, populista y antieuropeísta. En América, la
izquierda espera avances en Brasil, Colombia y México, hoy gobernados
por el centro-derecha. El expresidente Lula aspira a recuperar el poder
para el Partido de los Trabajadores, manchado por la corrupción. El
acuerdo de paz con las FARC ha soltado lastre a la izquierda en
Colombia, y ha igualado las fuerzas. En México, si los sondeos se
cumplen con el candidato López Obrador, cercano al bolivarianismo,
sería una sacudida en un país con un largo recorrido de gobiernos de
centro-derecha.

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