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El estudio del desarrollo cognoscitivo

Se divide en 6 enfoques:
 El enfoque conductista estudia los mecanismos básicos del aprendizaje.
 El enfoque psicométrico mide las diferencias cuantitativas entre las habilidades que
componen la inteligencia mediante pruebas.
 El enfoque piagetiano atiende a los cambios (o etapas) de la cualidad del
funcionamiento cognoscitivo.
 El enfoque piagetiano atiende a los cambios (o etapas) de la cualidad del
funcionamiento cognoscitivo.
 El enfoque de las neurociencias cognoscitivas examina la parte física del sistema
nervioso central.
 El enfoque contextual social estudia los efectos de los aspectos medioambientales
en el aprendizaje, sobre todo el papel de los padres y otros cuidadores.
Enfoque conductista: los mecanismos básicos
del aprendizaje
Los conductistas estudian: el condicionamiento clásico y el condicionamiento operante.
En el condicionamiento clásico con el ejemplo de Anna, en el que una persona aprende a
dar una respuesta refleja, o involuntaria (en este caso, el parpadeo) a un estímulo (la
cámara).
El aprendizaje por condicionamiento clásico se extingue (desaparece) si no se refuerza con
asociaciones repetidas.
En el condicionamiento clásico quien aprende es pasivo, absorbe y reacciona de manera
automática a los estímulos.
Según el condicionamiento operante, El infante aprende a dar cierta respuesta a un
estímulo medioambiental (balbucear al ver a sus padres) con el fin de producir un efecto
particular (que los padres le presten atención).

La memoria infantil
En estos estudios se ha comprobado que los bebés repiten una conducta días o semanas
después si se les recuerda de manera periódica la situación en la que la aprendieron.
La infancia es una época de grandes cambios, y es poco probable que la retención de
experiencias concretas sea útil durante mucho tiempo.
Enfoque psicométrico: pruebas de desarrollo e
inteligencia.
Los profesionales están de acuerdo en que la conducta inteligente se dirige a una meta y es
adaptativa: está destinada a ajustarse a las circunstancias y condiciones de la vida. Por
medio de la inteligencia.
Las metas de las pruebas psicométricas son medir cuantitativamente los factores que se
piensa que componen la inteligencia (como comprensión y razonamiento) y, a partir de los
resultados de esas medidas, pronosticar el desempeño futuro.

Pruebas para infantes y niños pequeños.


Las pruebas de desarrollo comparan el desempeño del bebé en una serie de tareas con
normas establecidas a partir de la observación de lo que muchos infantes y niños pequeños
pueden hacer a ciertas edades.
Las escalas de Bayley de desarrollo de infantes y niños pequeños es una prueba de
desarrollo muy usada para evaluar niños de un mes a tres años y medio.
Indican las fortalezas, debilidades y competencias de un niño en cinco ámbitos del
desarrollo: cognoscitivo, lingüístico, motriz, socioemocional y conducta adaptativa.

Evaluación del efecto del primer entorno familiar.


Mediante la escala HOME observadores capacitados entrevistan al principal cuidador y
califican con sí o no la estimulación intelectual y el apoyo que observan que el niño recibe
en el hogar.
Un factor importante que evalúa este instrumento es la capacidad de respuesta de los
padres. HOME otorga puntos al padre o madre que acaricia o besa a su hijo pequeño
durante la visita del examinador.
La escala HOME también evalúa el número de libros que hay en casa, la presencia de
juguetes que fomentan el desarrollo de conceptos y la participación de los padres en el
juego de los niños.

En otras investigaciones se han identificado siete aspectos del primer entorno doméstico
que fomentan el desarrollo cognoscitivo y psicosocial y preparan al niño para la escuela.
Estas siete condiciones son 1) alentar la exploración del entorno; 2) enseñar habilidades
cognoscitivas y sociales básicas; 3) celebrar los adelantos del desarrollo; 4) guiar la práctica
y ampliación de las destrezas; 5) proteger de desaprobaciones, hostigamiento y castigo; 6)
comunicarse en forma plena y sensible; y 7) encauzar la conducta y establecer límites.
Intervención temprana
Proceso sistemático de planeación y prestación de servicios terapéuticos y educativos a
familias que necesitan ayuda para satisfacer las necesidades de desarrollo de sus hijos
lactantes, infantes y en edad preescolar.
Los autores sostienen que para los niños de familias de alto riesgo resulta difícil cumplir las
tareas básicas de la adultez, como la graduación de la preparatoria.
En otras palabras, la intervención educativa temprana de alta calidad protegió a los niños de
los efectos negativos de largo plazo de un ambiente familiar poco estimulante.

Enfoque piagetiano: la etapa


sensoriomotriz.
Que abarca del nacimiento a aproximadamente los dos años.
Subetapas de la etapa sensoriomotriz
Mucho de este crecimiento cognoscitivo inicial es resultado de reacciones circulares.
En la primera subetapa (del nacimiento a alrededor de un mes), los neonatos succionan por
reflejo cuando se tocan sus labios. Pero pronto aprenden a encontrar el pezón, aunque no lo
toquen e incluso succionan cuando no tienen hambre.
En la segunda subetapa (alrededor de uno a cuatro meses), comienzan a chuparse el dedo y
comienzan a voltear su cabeza hacia los sonidos.
La tercera subetapa (alrededor de cuatro a ocho meses), interés renovado en manipular
objetos y aprender sus propiedades.
Cuarta subetapa (alrededor de los ocho a los 12 meses), Gatean para tomar
algo o apartan un estorbo, coordinan esquemas anteriores, como los esquemas de gatear,
empujar y prensar, para encontrar uno que funcione.
En la quinta subetapa (de 12 a 18 meses), Una vez que comienzan a caminar, les resulta
más sencillo explorar su entorno. Por ensayo y error, ponen a prueba nuevas conductas
hasta que encuentran la mejor manera de alcanzar una meta. Participan reacciones
circulares terciarias.
La sexta subetapa (alrededor de 18 meses a dos años), La capacidad representacional libera
a los niños de la experiencia inmediata. Pueden pensar en actos antes de ejecutarlos.
Durante las seis subetapas, los infantes desarrollan la capacidad de pensar y recordar.
También acumulan conocimientos sobre aspectos del mundo físico, como objetos y
relaciones espaciales.
Las habilidades de imitación
Es una forma importante de aprender. Piaget sostenía que la imitación invisible (la
imitación con partes del cuerpo que el bebé no ve, como la boca) se desarrolla hacia los
nueve meses.
Imitación visible, que es el uso de lo que puede ver el bebé, como manos y pies.
Otros investigadores sostienen que sacar la lengua sería una conducta exploratoria
estimulada por ver la lengua del adulto.
Piaget también sostenía que los niños de menos de 18 meses no son capaces de hacer una
imitación diferida de un acto que vieron antes, porque no pueden conservar
representaciones mentales.
En la imitación elicitada, los investigadores inducen a los pequeños a imitar una serie
específica de acciones que vieron pero que no necesariamente imitaron antes.
Desarrollo de conocimientos sobre objetos y símbolos.
El concepto de objeto es la idea de que los objetos tienen su propia existencia,
características y ubicación en el espacio. es la base de la conciencia de los niños de que
existen aparte de los objetos y de otras personas.
¿Cuándo se desarrolla la noción de permanencia del objeto?
La constatación de que un objeto o persona sigue existiendo aun cuando no esté a la vista.
La teoría de los sistemas dinámicos de Esther Thelen postula que la decisión de dónde
deben buscar un objeto escondido no está relacionada con lo que los bebés saben, sino con
lo que hacen y por qué.
Desarrollo simbólico, competencia pictórica y comprensión de las escalas de
tamaño
Muchos de nuestros conocimientos los adquirimos mediante símbolos, que son
representaciones liberadas de la realidad. los niños deben contar con una mentalidad
simbólica: estar atentos a los símbolos y sus relaciones con lo que representan.
Los niños deben contar con una mentalidad simbólica: estar atentos a los símbolos y sus
relaciones con lo que representan.
Con frecuencia, los infantes y niños pequeños cometen errores de escala, intentos de actuar
sobre objetos que son demasiado pequeños para permitir que la conducta se realice de
manera efectiva.
Enfoque del procesamiento de la información:
percepciones y representaciones.
Habituación
Gran parte de la investigación del procesamiento de información con infantes se basa en la
habitación, un tipo de aprendizaje en que la exposición repetida o continua a un estímulo,
como el haz de luz, reduce la atención que se le presta. En otras palabras, la familiaridad
provoca que se pierda el interés.
Un nuevo estímulo visual o auditivo captará la atención del bebé, que volverá a detener o
reducir la succión. Esta respuesta a un nuevo estímulo se llama deshabituación.

Capacidades perceptuales y de procesamiento visual y auditivo.


La memoria de reconocimiento visual se mide así: se muestra a un infante dos estímulos
lado a lado, uno familiar y uno desconocido. Cuando el bebé mira el estímulo novedoso
durante más tiempo, significa que comprende que ya había visto el otro.
Los estudios de discriminación auditivas e basan también en las preferencias de atención.
En varios de ellos se comprobó que los neonatos distinguen los sonidos que ya oyeron de
los nuevos.
En un estudio, niños de un mes demostraron que podían transferir la información adquirida
al succionar (sentido del tacto) a la vista. Cuando vieron un objeto rígido (un cilindro de
plástico duro) y uno flexible (una esponja húmeda) mientras eran manipulados por dos
manos, se detuvieron más en el objeto que habían succionado.
La capacidad de atención conjunta, que contribuiría a la interacción social, la adquisición
del lenguaje y la comprensión de los estados mentales de los demás, aparece entre los 10 y
los 12 meses, cuando los bebés siguen la mirada de los adultos y miran o apuntan en la
misma dirección.
. El desarrollo del vocabulario era más rápido en los niños que, además de mirar el objeto,
lo señalaban de manera espontánea, debido quizá a que los padres suelen proporcionar una
etiqueta cuando los infantes señalan.
Los niños que miran por lo menos tres horas de televisión al día tuvieron calificaciones más
bajas en las medidas cognoscitivas a los seis años, que los niños que veían menos.

El procesamiento de la información como pronóstico de la inteligencia.


Abundan las pruebas de que las capacidades que aplican los infantes para procesar la
información sensorial se relacionan con las habilidades cognoscitivas que miden las
pruebas de inteligencia.
El procesamiento de la información y el desarrollo de las habilidades
piagetianas.
Categorización: De acuerdo con Piaget, la capacidad para clasificar o agrupar en categorías
no aparece sino hasta la sexta subetapa sensoriomotriz, hacia los 18 meses.
los 12 y 14 meses, sus categorías se vuelven conceptuales en lo general, basadas en el
conocimiento del mundo real, en particular el conocimiento de cómo funciona.
Por ejemplo, niños de dos años reconocen categorías particulares, como “auto” y “avión”
dentro de las categorías generales de “vehículos”.
Causalidad: Piaget afirmaba que esta comprensión se desarrolla con lentitud durante el
primer año del niño.
Según el propio Piaget, los infantes no saben todavía que las causas van antes que los
efectos; y apenas hasta cerca de un año después caen en la cuenta de que fuerzas externas a
ellos pueden producir cosas.
Permanencia de objeto: Los críticos señalan que la percepción de los infantes de que un
objeto que desaparece por un lado de una barrera visual, parece igual al objeto que
reaparece por el otro lado, no por fuerza implica conocimiento cognoscitivo de que el
objeto sigue existiendo detrás de la barrera.
Números: Algunas investigaciones basadas en el método de violación de las expectativas
indican que la comprensión de los números aparecería mucho antes de la sexta subetapa, en
la que Piaget afirmaba que los niños empiezan a usar símbolos.

Evaluar la información: procesamiento de información en infantes.


Plantean la posibilidad de que en los primeros meses de vida puedan estar presentes por lo
menos algunas formas rudimentarias de categorización, razonamiento causal, permanencia
del objeto y sentido de número.
Algunos investigadores van más lejos y sugieren que al nacer los bebés pueden tener ya un
conocimiento intuitivo básico.
Enfoque de las neurociencias cognoscitivas: las
estructuras cognoscitivas del cerebro
La memoria implícita, que se desarrolla al comienzo de la infancia, se refi ere a recordar sin
esfuerzo consciente, atañe a los hábitos y destrezas, como saber lanzar una pelota o que un
infante patee un móvil familiar.
La memoria explícita, también llamada memoria declarativa, es el recuerdo consciente o
deliberado de, por lo regular, hechos, nombres, sucesos y otra información que pueda
enunciarse y declararse.
Se piensa que la parte más grande del lóbulo frontal (que está detrás de la frente), la corteza
prefrontal, controla muchos aspectos de la cognición. Esta parte del cerebro se desarrolla
con mayor lentitud que las demás.

Enfoque contextual social: aprendizaje por


interacción con los cuidadores.
El término participación guiada se refiere a las interacciones recíprocas con adultos que
ayudan a estructurar las actividades de los niños y salvar la brecha entre lo que entienden
unos y otros.
el contexto cultural influye en lo que aportan los cuidadores al desarrollo cognoscitivo. La
participación directa de los adultos en el juego y aprendizaje de los niños puede estar mejor
adaptada a una comunidad urbana de clase media, en la que los padres o los cuidadores
tienen más tiempo, más habilidades verbales y posiblemente más interés en el juego y el
aprendizaje de los niños, que, en una comunidad rural de un país en desarrollo, en la cual
los niños observan y participan en las actividades laborales de los adultos.

Desarrollo del lenguaje


Secuencia del desarrollo de lenguaje inicial.
Estos sonidos se llaman habla prelingüística.
Primeras vocalizaciones: El llanto es el único medio de comunicación del recién nacido.
entre las seis semanas y los tres meses, los bebés comienzan a arrullar cuando están con
atentos: chillan, gorjean y prefieren sonidos vocales como “ahhh”. El balbuceo (repetición
de cadenas de consonante y vocal, como “ma-ma-ma-ma”) ocurre entre los seis y los 10
meses. Luego, de los nueve a los 10 meses, imitan de manera deliberada los sonidos sin
entenderlos
Percepción de sonidos y estructuras del lenguaje:Parece que su cerebro está predispuesto
para discriminar las unidades lingüísticas básicas, percibir patrones lingüísticos y
clasificarlos como parecidos o diferentes. En francés, las palabras suelen tener un patrón de
entonación creciente, mientras que en alemán sucede lo contrario; los recién nacidos
franceses y alemanes muestran este mismo patrón en su llanto, lo que se supone es una
consecuencia de haber escuchado el lenguaje en el útero. De los seis a los siete meses los
bebés aprenden a reconocer alrededor de 40 fonemas, o sonidos básicos, de su lengua y
adaptar las ligeras diferencias de los distintos hablantes de esos sonidos.
Gestos: Antes de hablar, los bebés señalan. Los gestos simbólicos, como soplar para indicar
caliente o respirar hondo para decir flor, aparecen al mismo tiempo que los niños dicen sus
primeras palabras y funcionan en buena medida como palabras. Cuando emplean estos
gestos, los bebés entienden que los símbolos se refieren a objetos concretos, sucesos,
deseos y condiciones. El aprendizaje de gestos ayuda a los bebés a aprender a hablar.
Primeras palabras: El bebé promedio dice su primera palabra entre los 10 y los 14 meses,
con lo que inicia el habla lingüística. “Pa” puede significar: “Quiero eso”, “Quiero salir” o
“¿Dónde está papá?”. Esta palabra, que expresa un pensamiento completo, se llama
holofrase. A los 10 meses, los infantes asocian un nombre que oyen con un objeto que
encuentran interesante, aunque no sea el nombre correcto del objeto. En un estudio
transcultural, padres españoles, holandeses, franceses, israelíes, italianos, coreanos y
estadounidenses dijeron que sus hijos de 20 meses sabían más sustantivos que cualquier
otra clase de palabras.
Primeras frases: El siguiente adelanto lingüístico se presenta cuando un niño pequeño junta
dos palabras para expresar una idea (“muñeco cae”), los niños lo hacen entre los 18 y 24
meses.
Lo común es que la primera frase de un niño se relacione con acontecimientos diarios,
personas y actividades.
Al principio, los niños usan un habla telegráfica, que consiste en unas pocas palabras
esenciales. Cuando Rita dice “Abeda bade”, quiere dar a entender “Mi abuela barre el
piso”.
En los 20 y los 30 meses, los niños muestran mayor competencia en el manejo de la
sintaxis, las reglas que indican cómo poner en orden las frases del idioma.
Características del habla inicial
Los pequeños simplifican. Usan el habla telegráfica para decir lo necesario para comunicar
sus significados (“¡No tomar leche!”).
Construye una frase como “Perro persigue” en lugar de “Perro persigue a gato”.
Los niños pequeños también exageran la extensión semántica.
A los 14 meses, Amir saltó de emoción a la vista de un hombre cano en la televisión y
gritó: “¡Abuelo!”. (“No, querido. Se parece al abuelo, pero es el abuelo de otro, no el
tuyo”.)
Los niños pequeños sobreextienden las reglas. Cuando Delilah, asomada a la ventana con
su padre en un día nublado, repite con él: “ventoso... nuboso... lluvioso” y luego agrega:
“frioso”, esta construcción representa un progreso.

Teorías clásicas sobre la adquisición del lenguaje: el debate entre naturaleza y


crianza.
Skinner sostenía que el aprendizaje del lenguaje, como cualquier otro aprendizaje se basa
en la experiencia. De acuerdo con su teoría,los niños aprenden el lenguaje por medio de
condicionamiento operante.
La postura de Chomsky se llama nativismo. El nativismo subraya la función activa del que
aprende. propuso que el cerebro tiene una capacidad innata para adquirirlo. Los bebés
aprenden a hablar de manera tan natural como aprenden a caminar.
Los bebés sordos de padres sordos parecen imitar el lenguaje de señas que ven usar a sus
padres, ensartando primero movimientos sin sentido para repetirlos luego una y otra vez en
lo que se conoce como balbuceo con las manos.
Sin embargo, los hijos sordos de padres que oyen inventan su propio lenguaje de señas
cuando no tienen modelos que seguir, prueba de que la imitación y el reforzamiento solos
no explican el surgimiento de la expresión lingüística.
Los bebés sordos empiezan a balbucear con las manos a los siete o 10 meses, alrededor de
la época en que los niños que oyen empiezan a hacerlo con sonidos.

Influencias en el desarrollo del lenguaje inicial


 Desarrollo encefálico: El llanto del bebé está controlado por el tallo cerebral y el
puente de Varolio, que son las partes más primitivas del encéfalo y las primeras en
aparecer. En los pequeños con vocabulario amplio, la activación cerebral tiende a
enfocarse en los lóbulos temporal y parietal izquierdos, mientras que en los niños
con vocabulario menor la activación cerebral es más dispersa.
 Interacción social: función de padres y cuidadores: Los niños que crecen sin contacto
social normal, como niños con autismo, no desarrollan normalmente el lenguaje.
 Periodo prelingüístico: En la etapa del balbuceo, los adultos contribuyen al avance del niño,
hacia el habla verdadera, mediante la repetición de los sonidos que los bebés hacen. Pronto,
el bebé se une al juego y también repite los sonidos.
 Desarrollo del vocabulario: Las madres de posición socioeconómica más elevada usan un
vocabulario más caudaloso y sus emisiones son más largas; además, a los dos años sus hijos
dicen más palabras, alrededor de ocho veces más que niños de la misma edad, pero de
menor posición socioeconómica.
A los tres años, el vocabulario de los niños que provienen de hogares con bajos ingresos
varía de manera notable, variación que, en buena parte, depende de la diversidad del
vocabulario que escuchan y de las palabras que dice su madre.
los niños que aprenden dos idiomas tienen vocabulario menor en cada uno que los niños
que aprenden una sola lengua.
Los niños bilingües usan elementos de los dos idiomas en la misma emisión; es un
fenómeno llamado mezcla de códigos.

Habla dirigida a niños.


Muchos investigadores creen que el habla dirigida a niños facilita el aprendizaje de la lengua
materna, o por lo menos su más rápida asimilación, porque las características distintivas de los
sonidos articulados se exageran, por lo que la atención se dirige hacia ellos

Preparación para aprender a leer: los beneficios de leer en voz alta.


Los niños a quienes leían a diario tuvieron mejores habilidades cognoscitivas y lingüísticas
a los tres años.
Un estudio reciente de casi 700 pares de gemelos encontró que los niños que desarrollaban
el lenguaje más rápido estaban mejor preparados para ingresar a la escuela.
En la habilidad temprana para el lenguaje influye más el ambiente familiar que la genética,
lo cual sugiere que los programas de intervención que se enfocan en variables del hogar
(como alentar a los padres a leer a sus hijos). Pueden ser sumamente efectivo.
Los adultos tienen tres estilos de lectura para los niños: descriptivo, comprensivo y
orientado al desempeño.
Un lector descriptivo se concentra en describir lo que ocurre en las ilustraciones y en invitar
a los niños a seguirlo (“¿Qué van a desayunar mamá y papá?”).
Un lector orientado al desempeño lee el cuento tal cual, pero antes presenta los temas
principales y después formula preguntas.
La interacción social de la lectura en voz alta, el juego y otras actividades son
fundamentales para gran parte del desarrollo infantil.

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