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Los derechos del consumidor en Panamá

Derecho del consumidor (o derecho del consumo) es la denominación que se da al


conjunto de normas emanadas de los poderes públicos destinadas a la protección del
consumidor o usuario en el mercado de bienes y servicios, otorgándole y regulando
ciertos derechos y obligaciones.

En general, se considera consumidor o usuario a toda persona física o jurídica que


contrata a título oneroso, para su consumo final o beneficio propio, o de su grupo
familiar o social, la adquisición o locación de bienes o la prestación o arrendamiento de
servicios.

El derecho del consumo no es una rama autónoma del Derecho, sino una disciplina
transversal, con elementos que se encuadran dentro del Derecho mercantil, del
Derecho Civil y otros dentro del Derecho Administrativo e incluso del Derecho Procesal.

En Panamá, rige la Ley Nº 45 de 31 de octubre 2007, para la Protección del


Consumidor. La autoridad competente es la Autoridad de Protección al Consumidor y
Defensa de la Competencia (ACODECO). La más antigua ONG de protección al
consumidor es la Unión Nacional de Consumidores y Usuarios de la República de
Panamá (UNCUREPA / www.uncurepa.org), establecida en 1993.

Los principales derechos del consumidor regulados en Panamá son: el derecho al


consumo, a elegir, a la información, a la compensación, al ser escuchados, pero
¿Cómo el consumidor puede exigir sus derechos? Primero, debe reclamar ante el
proveedor de quien se adquirió el bien o servicio, de no obtener solución ante el agente
económico, el consumidor debe acudir a una oficina de Defensa del Consumidor, en
este caso a la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia.

El mejor defensor de sus derechos, es el propio consumidor, que debe exigir ser
tratado de manera justa, recibir la información adecuada, tener variedad de elección en
el mercado, asociarse con otros consumidores y contar con los recursos legales
necesarios en caso de que surjan problemas.

Por su parte, los proveedores de bienes y servicios ya se han dado cuenta de que la
mejor estrategia de ventas y de asegurar la fidelidad de los clientes, es salvaguardando
los derechos de los consumidores.
En la relación consumidor – proveedor, el Estado asume el papel de árbitro proactivo,
defendiendo los derechos del consumidor por un lado, y por el otro, apoyando a
aquellos proveedores que actúan correctamente, aplicando la Ley.

Cultura del Reclamo

La mejor defensa es la que el consumidor se presta a sí mismo, movilizándose para


aprender, informarse, y ejercer en forma eficiente sus derechos.

Debemos capacitarnos para el uso consciente y cotidiano de la información que


recibimos, es decir, para adquirir y ejercitar las destrezas, los conocimientos y la
comprensión requeridos para desarrollar la aptitud de tomar decisiones sensatas.

OTROO ARTICULOOOO

El artículo 49 de nuestra Constitución Política establece los derechos del consumidor


como una garantía fundamental, al señalar que el Estado reconoce y garantiza el
derecho de toda persona a obtener bienes y servicios de calidad, información veraz y
suficiente sobre los bienes y servicios que adquiere; así como a la libertad de elección
y condiciones de trato equitativo y digno. Indica que deben establecerse, por ley, los
mecanismos necesarios para garantizar esos derechos, los procedimientos de defensa
del consumidor, el resarcimiento de los daños y las sanciones por la infracción de estos
derechos.

En cumplimiento de la normativa constitucional, la Ley 45 de 2007, ‘Que dicta normas


de protección al consumidor y defensa de la competencia', desarrolla estos derechos y
establece que la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia
(Acodeco) es la institución encargada de hacer cumplir los, además de todas las
normas de protección al consumidor y su procedimiento administrativo.

En los últimos años la Ley 45 de 2007 ha sido modificada en beneficio de los


consumidores. Así, mediante Ley 34 de 2016 se estableció que los agentes
económicos están obligados a recibir monedas o billetes de curso legal en nuestro
país, sin importar su denominación y sin que el consumidor tenga que presentar
identificación.

También señala que la propina no puede ser establecida como un cargo adicional al
precio; solo puede sugerirse, pero de forma claramente diferenciada del precio que se
debe pagar, incluyendo los impuestos y tasas. Adicionalmente, introdujo regulación en
cuanto al pago de los estacionamientos, prohibiendo el cobro por fracción.

Las reformas más relevantes para los intereses de los consumidores se establecieron
mediante Ley 14 de 24 de febrero de 2018, que aumentó la competencia de Acodeco
para recibir quejas, en general, de hasta $5,000 y en cuanto a las quejas de
automóviles y demás vehículos a motor, hasta $30,000.

También disminuyó de seis meses a ciento cinco días, el tiempo para reparar o
reemplazar los vehículos a motor o equipo sofisticado, estableciendo que, si la
reparación excede los sesenta días, el proveedor debe proporcionarle al consumidor un
vehículo similar al dado en reparación, por el tiempo restante.

Por último, indica que los distribuidores e importadores de bienes y servicios


automotrices tienen la obligación de asegurar el suministro de piezas y partes de los
vehículos que distribuyen, durante diez años contados a partir del cambio del modelo
respectivo.

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