Las dietas proteicas están orientadas a aumentar o reducir la ingesta de proteínas
Dieta hipoproteica. Se ingiere entre 20 g y 40 g de proteína al día. Suele prescribirse a pacienRégimen alimenticio caracterizado por una disminución de la proporción correspondiente de proteínas, cuando la cantidad indicada es menor al 15% del total de la dieta. Se suele prescribir a pacientes que deben disminuir la ingesta proteica por padecer alteraciones metabólicas asociadas a insuficiencia renal o hepática.tes con enfermedad renal. indicada de forma especial en la insuficiencia renal crónica para mejorar los síntomas urémicos, reducir la producción de residuos procedentes del metabolismo de las proteínas (urea, ácido úrico, etc.) Todavía no se sabe si las dietas hipoproteicas pueden ralentizar la progresión de las enfermedades renales y retrasar la necesidad de comenzar la diálisis. Dieta hiperproteica. Contraria a la anterior, este tipo de dieta pretende aumentar la cantidad de proteínas ingeridas. Suele ser habitual en pacientes desnutridos, con infecciones, cáncer o VIH. Es una dieta donde la principal fuente de energía son las proteínas dejando en segundo plano hidratos y grasas. En una dieta protéica ingerimos gran cantidad de alimentos ricos en proteínas como la carne o el pescado, eliminamos azucares y añadimos complementos saludables para el correcto funcionamiento del organismo. La principal función de una dieta hiperprotéica es perder peso rápidamente a la vez que ganamos músculo. Se recomienda a: Deportistas de alto rendimiento: Que necesitan grandes cantidades de energía para mejorar entrenamientos junto a un aporte extra de proteínas para que sus músculos se recuperen. Fisico-culturistas: Les ayuda a ganar y mantener músculo para participar en competiciones y/o subir de categoría. Personas que necesitan adelgazar rápido: BENEFICIOS PARA EL MÚSCULO DE UNA DIETA HIPERPRÓTEICA Las proteinas proporcionan aminoaidos impresincidibles para reparar el músculo tras entrenamientos o esfuerzos exagerados. Debido al aumento de masa muscular la tasa metabólica se acelera para mantener el volumen de los músculos. De esta manera pierdes peso a la vez que ganas masa, no obstante existe un doble brasero respecto a la dieta hiperprotéica. EXCESO DE PROTEÍNAS EN EL CUERPO Tu cuerpo no puede almacenar proteínas como hace con las grasas por lo que necesita expulsarlas, sobrecargando órganos vitales al ingerir demasiadas. En consecuencia aumentan los niveles de orina. Por otro lado los alimentos proteicos acidifican tu PH que debe se ligeramente alcalino. Cuando esto ocurre tu cuerpo intenta alcalinizarlo usando calcio ingerido ocasionando deficiencias que afecten a huesos, dientes y uñas. No obstante como vemos los mayores problemas vienen por el PH que ocasiona déficit de calcio. Los expertos recomiendan combinar tu dieta hiperpróteica con lácteos además de muchas frutas y verduras. Sin gluten. El gluten es una proteína presente en los cereales, entre otros. Las dietas sin gluten son prescritas a las personas celíacas, es decir, intolerantes al gluten. Una dieta sin gluten es esencial para controlar los signos y síntomas de la enfermedad celíaca y otras afecciones médicas asociadas con el gluten. Una dieta sin gluten también es popular entre las personas a las que no se les ha diagnosticado una enfermedad relacionada con el gluten. Los supuestos beneficios de la dieta son una mejora de la salud, la pérdida de peso y el aumento de la energía, pero se necesita más investigación. Mantener una dieta estricta sin gluten es una necesidad de por vida para las personas celíacas. Si se sigue la dieta y se evita la contaminación cruzada, habrá menos síntomas y complicaciones de la enfermedad. DIETA HIPOSODICA Es una dieta que controla la ingestión de sodio (Na) para mantener el estado de hidratación a fin de impedir la retención de líquidos. El sodio (Na) no sólo está presente en la sal, sino también en todos los alimentos, principalmente en los procesados. Esta dieta es para pacientes con hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, insuficiencia hepática, insuficiencia renal y tratamiento con yodo. Es importante aclarar que una dieta hiposódica jamás podrá ser hipercalórica, ya que como lo mencionamos, el sodio (Na) está presente en casi todos los alimentos, y mientras más alimentos proporcionamos al paciente, más sodio (Na) ingerirá. Tal y como advierte la OMS, un consumo de sal adecuado (menor a los 5 gramos por día) ayuda a disminuir la tensión arterial y minimiza el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares e infartos de miocardio. Seguir una dieta hiposódica es más recomendable aún en personas con las siguientes patologías y problemas de salud: