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Guía de duelo en el adulto

El duelo es un proceso normal que sigue a cualquier perdida.

Es un PROCESO:

Proceso implica dos cosas, tiempo y decisión. El duelo requiere paciencia, no se puede acelerar
esta experiencia. No existe un tiempo “exacto” para resolver el duelo. Muchas personas tienen
apuro por transitar el duelo, lo que los lleva a encapsular las emociones principales que giran
en torno al duelo. Por otro lado el proceso implica decisión, voluntad y movimiento. No
alcanza con que el tiempo pase, sino que la persona puede hacer muchas cosas para salir
adelante, el doliente tiene un papel activo.

Es NORMAL:

Cuando se vive una perdida es normal sentir dolor y lo “anormal” es no sentirlo de alguna
manera, no importa cual.

Es lo que SIGUE A UNA PERDIDA: A cualquier tipo de perdida, de una relación, de un trabajo,
de un objeto o de un ser querido que ha muerto.

El duelo NO ES:

Una enfermedad ni una depresión.

Ideas irracionales o erróneas en torno al duelo

Todos hemos escuchado en algún momento frases inadecuadas que nos han provocado cierta
incomodidad. A muchas personas les cuesta permanecer calladas cuando se produce algún
fallecimiento en nuestro entorno. Muchas veces se dicen ciertas palabras para llenar el silencio
que deja el dolor o la tristeza. Algunas de las expresiones más comunes son:

“El tiempo lo cura todo”: Esta idea habla de una persona pasiva, que espera que las cosas
pasen y no tiene ningún control sobre lo que sucede a su alrededor. Solo cabe esperar a que el
tiempo pase y que el dolor pase como por arte de magia. No es el tiempo el que conduce a la
resolución del duelo, sino lo que uno hace con ese tiempo.

“A el no le gustaría que sufrieras”: Esta expresión te impulsa a censurar ciertos sentimientos u


acciones por temor a ser visto desde el mas allá y generar un desaire a nuestro ser querido.

“No lo pienses, que es peor”: Cuando una persona intenta resolver su duelo, necesita digerirlo
y poder pensar en ello para encontrarle un sentido.

“Lo que tenes que hacer es distraerte”: Esta sugerencia hace referencia a la necesidad de
ocultar o distraer el dolor, por considerar que el sufrimiento es algo patológico en si mismo.
Bloquear, distraer o disfrazar el dolor es peligroso, ya que puede dificultar o complicar el
proceso de duelo.

“Hay que ser fuerte”: Este consejo se repite mucho, y tiene que ver con la idea equivocada de
que expresar nuestro dolor es sinónimo de debilidad. También conduce al bloqueo emocional,
lo que, repetimos, puede dificultar o complicar el proceso de duelo.

“Los que estamos aquí, necesitamos que estés bien”: Estas palabras suelen ser expresadas por
personas cercanas a nosotros. Lo que intentan es aliviar, reconfortar y evitar el dolor. Como
dice un escritor “Los duelos duelen, y no se puede hacer nada para evitarlo”
La gente suele decirnos estos mensajes con buenas intenciones, pero es importante tener en
cuenta que muchas veces eso puede llevarnos a encapsular el dolor, prolongarlo o diferirlo en
el tiempo.

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