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INVESTIGACION

Conceptos de políticas públicas

Definición del politólogo J. Emilio Graglia, podemos decir que las políticas públicas son: “(…) proyectos y
actividades que un Estado diseña y gestiona a través de un gobierno y una administración pública a los fines
de satisfacer necesidades de una sociedad”

Definición del docente e investigador de la UNAM Luis Fernando Aguilar Villanueva “Decisiones de
gobierno que incorporan la opinión, la participación, la corresponsabilidad y el dinero de los privados, en su
calidad de ciudadanos electores y contribuyentes”

El catedrático en Ciencia Política Joan Subirats entiende a la política pública como aquella: “(…) norma o
conjunto de normas que existen sobre una determinada problemática así como el conjunto de programas u
objetivos que tiene el gobierno en un campo concreto” .

El autor Carlos Vilas engloba bajo el título de políticas públicas: “al conjunto de acciones de gobierno
ejecutadas para alcanzar los fines hacia los que se orienta el ejercicio del poder político

La perspectiva presentada hasta aquí, con el apoyo de literatura diversa, nos permite esbozar que las políticas
públicas se construyen sobre la base de un conjunto de acciones y/o decisiones adoptadas por los gobiernos,
en un determinado momento, con el propósito de solucionar problemas considerados de índole social (salud,
educación, pobreza, empleo, vivienda, etc.).

FINALIDAD

Asimismo, a pesar de las diferencias conceptuales, entendemos que hay varios puntos en común que
convergen respecto a la finalidad de las políticas públicas, entre ellas: resolver problemas públicos, solucionar
problemas sociales, satisfacer necesidades de la población, etc. En tal sentido, estas herramientas o
instrumentos que utilizan los gobiernos tienen en teoría un objetivo colectivo, es decir, están orientadas a
mejorar situaciones que benefician a la comunidad en general o como dice André Roth Deubel: “(…) para
modificar una situación percibida como insatisfactoria o problemática”9 . Lo apuntado en el párrafo anterior
nos permite afirmar que las políticas públicas se centran en la sociedad y sobre este punto coincidimos con lo
manifestado por los autores Jaime Torres Melo y Jairo Santander: “Las políticas públicas son el reflejo de los
ideales y anhelos de la sociedad, expresan los objetivos de bienestar colectivo (…)”

ESTADO

Según Jaime Torres Melo y Jairo Santander: Un Estado, como un orden social, tiene un propósito de
existencia fundamental, debe garantizar el desarrollo armónico y ordenado de una sociedad. Por lo tanto, su
existencia tiene como fines esenciales el bienestar social, el desarrollo económico y la seguridad colectiva15 .
Partiendo de esta concepción, se podría decir que el Estado siempre ha puesto especial atención en resolver
diversos problemas que afectan a grandes sectores de la población, los cuales abarcan temas fundamentales
como la salud, la educación, la pobreza, el empleo, la vivienda, etc. En este contexto, se hace visible que las
políticas públicas constituyen la principal herramienta que posee un Estado para corregir y/o transformar una
determinada situación. Desde este punto de vista, también debemos entender que la política más allá de ser
ciencia y arte de gobernar, es el resultado –como señala Aguilar Villanueva– de un proceso que involucra un
conjunto complejo de decisiones y actores, cuyo curso de acción es intencional, planeado y no precisamente
casual.

Un elemento importante a tener en cuenta en el análisis de política pública es la labor que cumple el Estado
como el actor que planifica y ejecuta un conjunto de lineamientos o acciones que buscan modificar una
situación que representa una demanda o necesidad de la población. Además, las políticas públicas también
implican la expresión de diferentes niveles de participación y movilización de los distintos actores sociales y
civiles dentro y fuera de los mismos marcos estatales. A modo de resumir la relevancia de las políticas
públicas, enumeramos algunas características de las políticas públicas:

- Están orientadas al bien común y a satisfacer una necesidad social.

- Son acciones y decisiones adoptadas por los gobiernos, en un determinado momento, con el propósito de
solucionar problemas de índole social (salud, educación, pobreza, empleo, vivienda, etc.).

- Sirven para modificar una situación percibida como problemática o insatisfactoria, donde la sociedad resulta
ser la principal destinataria de la acción que ejecuta el Estado.

- Son instrumentos que sintetizan intereses y demandas de distintos sectores de la comunidad.

- Se basan en necesidades legitimadas social y políticamente, cuyo objetivo es siempre la transformación de


problemáticas específicas

- Se conforman con el acuerdo de diversos actores. Estado, sociedad política, sociedad civil, organizaciones
no gubernamentales, entre otras.

- Su origen se encuentra en las respuestas públicas que el Estado genera para solucionar demandas sociales.

- Son integrales, ya que abarcan aspectos económicos, políticos, sociales y culturales. Para finalizar, solo nos
queda expresar nuevamente lo señalado por Graglia, dado que su concepto resume los dos interrogantes
planteados en este trabajo: No dudamos en afirmar que el bien común es su razón de ser (CELAM1, 2007:7-
15) y que, consecuentemente, la satisfacción social y la aprobación ciudadana son sus fines (…) las políticas
públicas son herramientas del Estado al servicio de la sociedad .

Formas de estado

Hermann Heller, en su Teoría del Estado estudia este problema al efectuar el análisis del poder. Bajo el rubro
de poder del Estado y formas del Estado, indica que: "la manera como se distribuye el poder del Estado
determina la forma del mismo". Considera de acuerdo con este supuesto que existen dos formas
fundamentales de Estado: Autocracia y democracia y precisa su contenido de la siguiente manera: "En la
democracia rige el principio de la soberanía del pueblo; todo poder estatal procede del pueblo; en la
autocracia, el principio de la soberanía del dominador; el jefe del Estado reúne en si todo el poder del Estado."

FORMAS DE ESTADO

La pregunta es más sencilla de lo que parece. La forma de Estado se refiere a cómo se organiza un
país. Desde un punto de vista territorial, es el modo en el que se distribuye el poder. Podemos hablar de tres
grandes modelos: Estados unitarios (ya sean centralizados o descentralizados), federales y confederales. Los
vemos, uno a uno:

a) Estados unitarios: es la estructura más sencilla y tradicional de organizar el poder político. Existe
un único Estado pero su organización territorial se puede descentralizar en otras administraciones (como
sucede en España con las Comunidades Autónomas) o centralizar (concentrando el poder, generalmente, en
la capital; casos de Portugal o Francia). La soberanía reside sólo en el propio Estado y no en sus divisiones
administrativas; es decir, la soberanía nacional la tiene España, no la Región de Murcia ni el Ayuntamiento de
Mérida, que sí que tienen autonomía, pero no soberanía. Al respecto, el profesor de la Université de Pau,
Olivier Lecucq, afirma que cuando consultamos en los manuales de Derecho Constitucional la clasificación
de las diferentes formas de organización territorial del estado, siempre se presenta a Francia como
ilustración tópica del estado unitario. Como saben (...) el Estado unitario es aquel en el cual sólo las
autoridades centrales disponen del poder general de decisión, constitucional, legislativo y reglamentario,
sobre el conjunto del territorio nacional. Indiscutiblemente, esta lógica unitaria es una de las características
principales del ejercicio del poder en Francia [1].

b) Estados federales: la Constitución del Estado Federal reconoce expresamente esta estructura,
distribuye las competencias entre la Federación y los Estados que la integran y sus relaciones así como el
organismo que resolverá los conflictos (generalmente, el Tribunal Constitucional). A la Federación se llega
de dos modos: cuando varios países independientes deciden federarse en otro común (EE.UU. o Suiza) o
cuando un estado que ya existía decide federalizarse (Bélgica o México). Una cuestión muy importante es que
los estados que se federan no tienen derecho a la secesión (no pueden independizarse por decisión unilateral)
ni dejar de aplicar las leyes dictadas por organismos federales (no tienen derecho a la nulificación). La
Constitución federal es una norma de derecho interno, no internacional. Para el profesor Arroyo Gil, en un
Estado territorial y políticamente descentralizado, que no otra cosa es el Estado federal, el territorio, aun
siendo único, se encuentra dividido a efectos organizativos, de modo que el poder público es ejercido
dentro de cada una de esas partes territoriales y sobre las personas que residen en ellas no solo por los
órganos centrales, sino también por órganos propios de los Estados miembros integrantes de ese Estado
compuesto. Esa división territorial del poder se traduce, fundamentalmente, en un reparto y delimitación de
competencias sobre materias y, en su caso, funciones, entre todas las partes integrantes del Estado global:
Estado central (o Federación) y Estados miembros (o Länder, cantones, provincias, etc.) [2].

c) Estados confederales o confederados: la Constitución que une a esos estados es un Tratado


Internacional. Cada Estado puede romper con la Federación unilateralmente o inaplicar las normas que no le
convengan (nulificación). Es una forma de estado que se ha dado en muy pocos casos y, generalmente, no ha
funcionado bien: en el siglo XIX tenemos a la Confederación de Perú y Bolivia, la Confederación Argentina y
los Estados Confederados de América que lucharon contra los yanquis en la Guerra de Secesión; y, en el siglo
XX, se intentó con la CEI (Confederación de Estados Independientes que trató de unir a Rusia con las
antiguas repúblicas ex soviéticas) y la Confederación de Senegambia. Por último, el Sacro Imperio Romano
Germánico también fue una confederación de principados y ciudades libres unidas bajo el sacro romano
emperador [3].

Citas: [1] LECUCQ, O. "El Estado unitario: el ejemplo francés". En MATÍA PORTILLA, F. J.
(Dtor.) Pluralidad territorial, nuevos derechos y garantías. Granada: Comares, 2012, p. 4. [2] ARROYO
GIL, A. "Territorio, poder y participación en el Estado federal. Reflexiones para un debate". En ob. cit, p. 26.
[3] STEIN, P. G. El Derecho romano en la historia de Europa. Madrid: Siglo XXI, 2001, pp. 124 y 125.

FORMAS DE GOBIERNO

Las escuelas políticas de pensamiento de la antigua Grecia, China y el mundo islámico han influido en los
gobiernos durante siglos. Las creencias ideológicas de los individuos que ostentan el poder dentro de un
gobierno juegan un papel importante en la forma en que opera el gobierno. Además, estas ideas pueden
inspirar a las personas a reformar la estructura de su sistema político. En esta sección se analizan algunas de
las formas más comunes de gobierno y se examinan sus raíces sociales e ideológicas.

Monarquía

La monarquía es un sistema de gobierno en el que la autoridad reside en un individuo, que es jefe de Estado.
Generalmente, la regla monárquica se transmite hacia abajo a través de una línea de sucesión. Las monarquías
han existido al menos desde el 3000 a. C. y han sido una forma común de gobierno en todo el mundo.
Algunos ejemplos son los francos germánicos y visigodos de los siglos III y IV, los reinos de España y
Francia, y los países africanos de Marruecos y Eswatini, que aún existen hoy (Kostiner 2020).

Monarquías Absolutas
Una monarquía puede ser absoluta o constitucional. En una monarquía absoluta, el gobernante conserva el
control completo y no está en deuda con ninguna otra autoridad estatal. En la tradición zoroástrica, siguiendo
la idea del derecho divino de los reyes, los gobernantes fueron elegidos por los dioses y otorgados
con jvarenah, o gloria real, que les dio sabiduría, los marcó como “supremos entre el pueblo, e indicaron que
habían sido divinamente dotados de realeza” (Choksky n.d.) .

Monarquías Constitucionales

Un monarca constitucional, en cambio, trabaja en el marco de una constitución y con otras figuras políticas
del estado. En una monarquía constitucional, el monarca actúa como jefe de Estado y tiene algunos poderes
ejecutivos pero no hace política personalmente. La monarquía británica es un ejemplo de monarquía
constitucional, aunque antes de mediados del 1600, era una monarquía absoluta. Como resultado de las
revoluciones agrícolas e industriales y del conflicto religioso, surgió en Inglaterra una clase media que exigía
el poder político a través del Parlamento. Hoy, el Reino Unido está encabezado ceremonialmente por la
familia real, pero el derecho a crear políticas y desarrollar legislación pertenece al Parlamento
democráticamente electo, que actúa bajo la dirección de un primer ministro. Por ello, el sistema británico
también se considera una democracia parlamentaria. Si bien el poder que ejercen es limitado, la familia real
todavía es considerada por muchos en el Reino Unido para representar la tradición y servir como la
encarnación física de la nación (Casa Real en el Palacio de Buckingham 2021).

Aristocracias y sistemas de castas

La autoridad gobernante en una aristocracia está en manos de un pequeño número de individuos


considerados miembros de élite de la sociedad. Similar a la monarquía, una aristocracia se determina a través
de líneas de sucesión. Generalmente, cuanto más alta es la clase de una persona, más cerca se acercan al
asiento real del poder.

Sistemas de Clase Griega

En un sistema de clases, los miembros de la sociedad son colocados en diferentes grupos en función de su
valor y beneficio percibidos. De estas jerarquías sociales surge un sistema de obligaciones políticas del que
los gobernantes y sus gobiernos derivan poder y autoridad.

Un ejemplo clásico de un sistema de clases se encuentra en La República, cuando Platón divide a la sociedad
en cinco clases de ciudadanos: productores agrícolas o industriales, marineros y armadores, comerciantes (es
decir, importadores y exportadores), comerciantes minoristas y trabajadores manuales. En opinión de Platón,
los individuos deben mantener los trabajos que mejor conocen. Además, como las personas no son iguales en
aptitud, “debemos inferir que todas las cosas se producen de manera más abundante y fácil y de mejor calidad
cuando un hombre hace una cosa que es natural para él y la hace en el momento adecuado, y deja otras cosas”
(Platón 1892, libro 2).

Sistemas de castas indias

Un ejemplo actual de un sistema basado en clases es el sistema de castas hindú en la India, llamado jati, que
asigna a las personas su papel en la sociedad según la clase social en la que nacen. Existe un gran debate
sobre el origen del sistema de castas, pero el Rig Veda, los textos más antiguos de las escrituras más sagradas
del hinduismo, ofrecen un origen mítico del jati. En un poema del Rig Veda, el hombre primordial, llamado
Purusha, se sacrifica para crear humanidad, y del cuerpo de Purusha se crean las castas. Las cuatro castas
originales (varnas, o clases sociales) son los brahmanes (sacerdotes y eruditos), los Rajanya o Kshatriya
(gobernantes y guerreros), los vaishya (obreros, agricultores y artesanos) y los Sudra (sirvientes y obreros)
(Johnson y Johnson 2008). Además, parias o “intocables” conforman un quinto grupo, ahora llamado Dalits
(Mayell 2003). El sistema de castas hindú está íntimamente ligado a las creencias religiosas sobre el karma y
la reencarnación. Los hindúes, que constituyen la mayoría de la gente en la India, creen que los frutos de las
buenas y malas acciones de una persona (karma) se llevan de una vida a la siguiente cuando el alma se
reencarna. Por lo tanto, el lugar de una persona en la jerarquía social está determinado por el destino o el
karma, basado en su comportamiento de vida en vida.

En el siglo XX, con el establecimiento del autogobierno, la modernización de su economía y el


establecimiento de un sistema democrático, la India reformó su sistema social. Hoy en día, la discriminación
de castas ya no es legal, aunque sigue siendo desenfrenada en la India. A partir de cuatro castas primarias, el
sistema de castas creció hasta abarcar unas 3 mil subcastas a lo largo del tiempo, junto con otras subdivisiones
de las subcastas. Los defensores del sistema de castas, incluidos algunos dentro de los partidos nacionalistas
hindúes, argumentan que la casta es una forma de organizar la sociedad. Los individuos solitarios carecen de
poder, argumentan, pero si los individuos se ven a sí mismos como parte de un grupo más grande, pueden
funcionar como una unión de facto. Estos defensores del statu quo argumentan que es extraordinariamente
raro que familias ricas y políticamente poderosas renuncien a su poder, así como es extremadamente raro que
las personas empobrecidas aumenten su poder político.

Gobierno Representativo

En los sistemas de gobierno representativos, los individuos son elegidos por diversos medios para representar
al grupo más grande. Es probable que el gobierno representativo tenga raíces más profundas que las
monarquías o las aristocracias. Los cheyenne, los iroqueses, los hurones y otros pueblos nativos americanos
establecieron democracias tribales antes del asentamiento europeo de las Américas, y los san (bosquimanos),
pigmeos y otros pueblos africanos practican la “democracia campfire” (Glassman 2017). Estos ejemplos y
otros sugieren que la cooperación entre bandas de pueblos puede haber presentado elementos de gobierno
representativo antes de los asentamientos urbanos.

La historia de la democracia en entornos urbanos suele estar ligada a la antigua Grecia, específicamente a
Atenas, donde la mano del gobierno se extendió al pueblo, pero solo a los individuos en clases particulares. El
modo de gobierno ateniense fue único en la región. Antes del 700 a. C., Atenas estaba gobernada por
individuos solteros o pequeños grupos que a menudo se encontraban con problemas sociales y económicos
que provocaban inestabilidad. Alrededor del año 600 a. C., el gobernante ateniense Solón (c. 630—c. 560 a.
C.) implementó un sistema protodemocrático. No permitió que individuos no aristocráticos ocuparan ciertos
cargos, pero sí permitió que todos los ciudadanos varones (que no quiere decir que todos los habitantes)
votaran por los líderes locales, e hizo todo lo posible para proscribir la esclavitud por deudas. Sus éxitos
fueron efímeros, pero allanó el camino para un impresionante lapso de gobierno democrático en Atenas.

En Tucídides (c. 460—c. 404 a. C.) Historia de la guerra del Peloponeso, Pericles (c. 495—429 a. C.) alaba
la constitución ateniense, en particular la idea de que todos los miembros de un estado deberían poder
participar en su gobierno. La constitución ateniense “favorece a los muchos en lugar de a los pocos”, dice, y
las leyes “dan igual justicia a todos en sus diferencias privadas” (Tucídides [1996] 2008, 112).

Pericles vincula la noción de libertad con el éxito tanto en la gobernanza como en la vida cotidiana de las
personas. En ambos frentes, sostiene que la felicidad es “el fruto de la libertad” (Tucídides [1996] 2008, 115).
Su opinión es que, a pesar de las imperfecciones en su implementación de la democracia, Atenas tiene la
mejor forma de gobierno que existe. Los atenienses están contentos de una manera que los miembros de otras
políticas no lo son, dice Pericles, tanto es así que vale la pena defender Atenas en batalla.

Las formas actuales de democracia se centran en la noción de gobierno por parte del pueblo, pero las
democracias actuales no son administradas por regla directa, con todas las decisiones políticas votadas por
mayoría. Por ejemplo, Estados Unidos tiene una democracia representativa, lo que significa que los
individuos son elegidos para tomar decisiones legislativas en nombre del pueblo.

El filósofo estadounidense Richard Arneson (n. 1945) sostiene que “lo que hace que la forma democrática de
gobierno... moralmente legítima... es que su funcionamiento a lo largo del tiempo produce mejores
consecuencias para las personas que cualquier modo alternativo factible de gobierno” (2009, 197). Esta
afirmación es una defensa instrumental de la democracia, argumentando que la democracia es un bien en sí
misma y que las democracias deben probarse a sí mismas con el tiempo. Muchos argumentan que las
democracias parecen superar a los sistemas rivales existentes. La filósofa india y ganadora del Premio Nobel
Amartya Sen (n. 1933) ha argumentado que las naciones democráticas son las más ricas del mundo, y debido
a que las posiciones de poder se determinan a través de elecciones, es más probable que sus líderes traten de
satisfacer las necesidades de la población.

Según Sen, “Nunca se ha producido una hambruna sustancial en ningún país independiente con una forma
democrática de gobierno y una prensa relativamente libre” (citado en Christiano y Bajaj 2021). Además, las
democracias tienen menos probabilidades de ir a la guerra unas con otras que los estados no democráticos.
Sen también señala que los gobiernos democráticos permiten que convivan personas con diferentes puntos de
vista morales y políticos. Observa que la democracia ha permitido que múltiples religiones existan de manera
relativamente pacífica en la India. Sin embargo, la democracia no es un sistema impecable; algunos de los
problemas que se encuentran en el sistema se discuten en la Sección 11.4 a continuación.

Formas de Gobierno Totalitarias

Totalitarismo

El totalitarismo es un sistema de gobierno que ejerce un control total sobre su población tanto en la vida
personal como pública al eliminar la prensa libre e imponer censura y vigilancia masiva, junto con otros
controles sociales. En un sistema totalitario, se prohíbe la oposición al Estado, y las repercusiones para la
desobediencia son generalmente severas. El totalitarismo también puede tomar la forma de la autocracia, en la
que el poder se concentra en manos de un individuo, a través de una dictadura bajo un solo líder. Por ejemplo,
en el siglo XX, la Unión Soviética bajo José Stalin (1878—1953) y el régimen fascista italiano bajo Benito
Mussolini (1883—1945) eran regímenes totalitarios. Un sistema totalitario es diferente de la tiranía, el
fascismo o el comunismo, aunque hay suficientes similitudes entre estos términos como para que los términos
a menudo se usen incorrectamente de manera intercambiable.

Comunismo

El comunismo, ideología que ha engendrado gobiernos totalitarios, está asociado en gran medida con la Unión
Soviética (1922-1991) y la República Popular China (1949—presente). Si bien las huellas de las ideas
comunistas se pueden encontrar mucho antes en la historia, el comunismo moderno brota de la obra de Karl
Marx y Friedrich Engels, quienes llamaron a una “dictadura del proletariado” para apoderarse de los medios
de producción del control privado y establecer en su lugar un sistema de distribución de trabajo y bienes eso
beneficiaría a la clase obrera.

En los países comunistas modernos, el Estado es dueño de los medios de producción, fija los salarios, regula
la producción y controla los precios. Si bien estos países pueden celebrar elecciones, la dirigencia del partido
político gobernante monopoliza el poder político, dictando políticas que pasan de la vida pública a la vida
privada y restringen severamente la libertad individual. Entre 1932 y 1933, por ejemplo, el líder de la Unión
Soviética, Joseph Stalin, implementó un programa de colectivización agraria en Ucrania. Stalin ordenó que
cualquier familia que tuviera 24 acres o más de tierra pierda todas sus posesiones y sea deportada a campos de
trabajo en Siberia. En algún lugar entre cuatro y siete millones de personas murieron de hambre.

Fascismo

El fascismo es otra ideología que produjo sistemas políticos totalitarios. Como ideología, el fascismo se
caracteriza por un fuerte sentido del nacionalismo, un desdén por los principios democráticos y una creencia
en la jerarquía social (Soucy 2021). El fascismo fue ampliamente popular durante la época conocida como los
años de entreguerras, es decir, los años entre las dos guerras mundiales (aproximadamente 1920-1938),
aunque el fascismo de Italia y Alemania continuó durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y el
fascismo bajo Francisco Franco en España, que comenzó en 1936, continuó hasta 1975. En Italia, Benito
Mussolini subió al poder y estableció una dictadura fascista a partir de 1925. La devastación causada por la
Primera Guerra Mundial (1914-1918), después de la cual Europa luchó por reconstruir y hacer frente a la
escasez de alimentos y el desempleo, creó condiciones que estaban maduras para el surgimiento de hombres
fuertes carismáticos que prometieron devolver la prosperidad a sus naciones.

Fue durante este mismo periodo que los ciudadanos alemanes, que sufrieron bajo fuertes sanciones de las
potencias aliadas al cierre de la Primera Guerra Mundial, abrazaron el liderazgo de Adolf Hitler, quien fue
elegido como canciller de Alemania en 1933. Hitler rápidamente se movió para consolidar el poder y
establecerse como dictador absoluto en lo que antes había sido un país democrático. El nacionalsocialismo de
Hitler era una ideología fascista, con el componente agregado de un programa genocida llevado a cabo contra
judíos y romaníes así como otros grupos (Wiener Holocaust Library n.d.).

Hannah Arendt sobre el Totalitarismo

En el libro seminal Los orígenes del totalitarismo (1951), la filósofa y teórica política Hannah Arendt (1906
—1975) sostiene que el totalitarismo es una forma de gobierno relativamente nueva que busca ejercer control
sobre todos los aspectos no solo de la vida social y política sino de la vida personal de los ciudadanos
también. Dice que una diferencia clave entre las dictaduras, incluidas las que operan bajo el fascismo, y los
regímenes totalitarios es que mientras la primera asume el poder y busca instalar a miembros de su partido en
todas las oficinas de gobierno, esta última incluye una proliferación del partido en todos los ámbitos,
incluyendo el el estado, la policía, los grupos de élite, etc. Además, bajo un sistema totalitario, las leyes son
fungibles, es decir, pueden cambiar día a día. El objetivo último de tales regímenes, dice Arendt, es la
erradicación de cualquier noción del yo como individuo a favor de la creación del yo como extensión del
gobierno (Arendt 1951). El poder del totalitarismo radica en el uso de la violencia sistemática para crear una
sensación de terror total ante la idea de contrarrestar el gobierno y el desmantelamiento de la propia capacidad
de pensamiento independiente hasta que las personas sean totalmente dependientes del gobierno. La
supervivencia del régimen depende de eliminar cualquier factor de identidad para los individuos más allá del
“ciudadano” —aunque las personas bajo el dominio totalitario son más cautivas que ciudadanos.

CIUDADANO
Un ciudadano es una persona considerada como miembro de un Estado titular de derechos civiles y políticos,
que se somete a sus leyes.
Se trata de un concepto sociopolítico y legal de significado variable, usado desde tiempos antiguos y a lo
largo de la historia, aunque no siempre de la misma manera.
Según el filósofo colombiano Bernardo Toro, “un ciudadano es toda aquella persona que, en cooperación con
otros, tiene la capacidad de crear, transformar o conservar el orden social en el que ella misma quiere vivir,
cumplir, y proteger para la dignidad de todos”.
CIUDADANIA

El término proviene del latín ‘civitas’, que significa ciudad. Por tanto, la ciudadanía se ha definido como la
condición que se otorga al ciudadano o la ciudadana de pertenecer a una comunidad organizada.

La connotación más frecuente está ligada al Derecho, especialmente a los derechos políticos, sin los cuales la
persona no puede intervenir en los asuntos del Estado. Desde esta perspectiva, la ciudadaníaequivale al
conjunto de derechos y deberes por los cuales las personas se sostienen en su relación con la sociedad en la
que viven.

Siguiendo las teorías de Ricard Zapata, la ciudadanía ha sido concebida además de una forma culturalmente
homogénea que se ha usado para legitimar un sistema jerárquico en donde el hecho de quienes quedan dentro
puedan obligar a quienes quedan fuera a obedecer sus leyes y decisiones.
Histórica y generalizadamente, uno de los requisitos de la ciudadanía ha sido la nacionalidad. De hecho, la
mayoría de los Estados de la Unión Europea continúan subordinando la ciudadanía a este requisito.

Sin nacionalidad se priva a las personas de ejercer sus derechos.

Marshall señala que hoy, ser ciudadana o ciudadano de pleno derecho implica “desde el derecho a un mínimo
bienestar y seguridad económica hasta el compartir al máximo el patrimonio social y a vivir la vida de
acuerdo con los estándares imperantes en la sociedad”.

En este camino, actualmente, los retos sociales y políticos que están generando la globalización y el modelo
económico imperante capitalista, han conducido a la denominada ‘ciudadanía global crítica’. Este concepto de
ciudadanía superala restricción de las formas de participación centradas en el derecho al voto. Las prácticas se
amplían a la participación activa de las personas y colectivos en la transformación social, a la reivindicación
de derechos y a centrar la acción de la ciudadanía en torno a las necesidades de las personas.

La ‘ciudadanía global crítica’ plantea un modelo que se basa en la plena consciencia de la dignidad intrínseca
al ser humano, en su pertenencia a una comunidad local y global. Desde este enfoque, la persona ciudadana es
responsable y comprometida, a nivel personal y colectivo, con la transformación de la realidad local y global
para construir un mundo más justo, equitativo y respetuoso con la diversidad y con el medio ambiente, en el
que todas las personas puedan desarrollarse libre y satisfactoriamente.

Bibliografía
 Zapata, R. (2001): Ciudadanía, democracia y pluralismo cultural: hacia un nuevo contrato social.
Editorial Anthropos
 Intermón OXFAM, CIDAC, Inizjamed, UCIDEP: La educación para una ciudadanía global en la escuela
de hoy. Documento de posicionamiento.
 Mujeres en Red - El periódico feminista (2007): ¿Qué es
ciudadanía? En http://www.mujeresenred.net/spip.php?article1303

GOBERNANZAS

Orígenes de la Gobernanza: En asuntos de gobierno y administración pública es lógico que la referencia


intelectual y profesional sea la acción del gobierno, la cual en América Latina durante gran tramo del siglo
XX se desplegó en el marco de un Estado social desarrollador de limitada naturaleza republicana y
democrática y de limitada hacienda pública. La referencia fue cambiante, pues las ideas y las prácticas de la
gobernación y la administración pública (AP) se fueron modificando a lo largo del tiempo, al compás del
auge, el estancamiento, la decadencia, la crisis y la reforma (inconclusa) del Estado desarrollador, así como en
correspondencia con el esplendor y el agotamiento del régimen político autoritario populista y la larga batalla
cívica (inconclusa) por el establecimiento del estado de derecho y la democratización del régimen.
Recientemente nuestra referencia intelectual o profesional es en mayor o menor grado el enfoque de la “nueva
gestión pública” y/o la “nueva gobernación/gobernanza”, que han surgido con el propósito de neutralizar las
malformaciones fiscales y administrativas de los gobiernos (autoritarios o no) de los Estados sociales del
pasado, ofrecer respuestas gubernativas a las transformaciones sociales y económicas que experimentan las
sociedades contemporáneas y dejar atrás las críticas que desde varios frentes cuestionan la obsolescencia de la
teoría aceptada de la AP y sus prácticas defectuosas.
Concepto de Gobernanza: El concepto de gobernanza incluye como precondición las instituciones y los
recursos (de autoridad, coactivos, económicos, informativos, administrativos) que hacen que el gobierno esté
en aptitud de gobernar a su sociedad, pero su aporte conceptual peculiar consiste en considerar a las
instituciones y recursos estatales como componentes de la acción concreta del gobernar

Gobernanza y Políticas públicas

Desde la perspectiva de la democracia como un sistema que atiende, procesa y soluciona problemas con
apego al respeto, la inclusión y la cooperación, la gobernanza renovada, entendida como gobernanza
democrática, define el papel que le corresponde a las instituciones de gobierno en la estructuración y el
funcionamiento de la vida colectiva. Esto significa que las tareas de gobierno apuntan hacia un papel de
coordinador, de facilitador y de agente proactivo para desarrollar la sociedad bajo una visión que reúna
mercados, redes y organizaciones, y la colaboración de los particulares en la agenda pública. La funcionalidad
de la gobernanza consiste en que las organizaciones de la sociedad cumplan con responsabilidades sociales y
económicas que permitan asegurar la producción de bienes y servicios, tanto para fines del intercambio
económico como para la satisfacción de los usuarios que los demandan. En este caso, políticas como la
privatización, la concesión y la subcontratación son medios que se enlazan con un nuevo impulso a la
actividad productiva, lo cual implica el tránsito de una economía de Estado a una economía pública. En ésta,
los derechos de propiedad se protegen con normas escritas, procedimientos efectivos, legislación imparcial,
autoridades responsables y seguridad jurídica, aspectos que se consideran básicos para fortalecer la
gobernanza como un sistema de garantías públicas (Longo, 2010: 86). La intervención y la colaboración de
organismos de la sociedad en tareas de mercado, abre la oportunidad para que los agentes productivos tengan
margen de maniobra para producir los bienes colectivos que necesitan las personas, las familias y las
organizaciones de la sociedad.

MONTESQUIEU Quién fue este filósofo de la Ilustración?


A la vez filósofo, escritor y precursor de la sociología, Montesquieu fue un pensador político con pasión por
la ciencia. Desarrolló su pensamiento político sobre la distribución de las funciones del Estado y la separación
de poderes. Contribuye así a definir el principio de las democracias occidentales.
Las ideas de Montesquieu rompieron con todo.

Propuso una nueva división de poderes del Estado. Concretamente en tres partes: el ejecutivo, el legislativo y
el judicial.

Tres poderes separados en tres ramas independientes y en tres áreas de responsabilidad distintas.

Tres poderes en el que ninguno mandara sobre el resto. En un sistema de pesos y contrapesos.

De acuerdo con la teoría de Montesquieu, el legislativo, el Parlamento, es elegido por el pueblo. Y el


Parlamento, de acuerdo con la mayoría imperante, elige a su vez al Gobierno (ejecutivo), y elabora las leyes
(legislativo).

Unas leyes que los jueces deben administrar y aplicar en nombre del pueblo (judicial), donde reside la
soberanía de la nación.
Decía Montesquieu que «los jueces debían ser la voz muda que pronuncian las palabras de la ley”.

Estado de derecho

Se refiere al principio de gobernanza por el que todas las personas, instituciones y entidades, públicas y
privadas, incluido el propio Estado, están sometidas a leyes que se promulgan públicamente y se hacen
cumplir por igual y se aplican con independencia, además de ser compatibles con las normas y los principios
internacionales de derechos humanos. Las instituciones políticas regidas por dicho principio garantizan en su
ejercicio la primacía e igualdad ante la ley, así como la separación de poderes, la participación social en la
adopción de decisiones, la legalidad, no arbitrariedad y la transparencia procesal y legal.

Conceptualmente el Estado de derecho contempla los siguientes puntos: 1) la estructura formal de un sistema
jurídico y la garantía de libertades fundamentales a través de leyes generales aplicadas por jueces
independientes (división de poderes); 2) libertad de competencia en el mercado garantizada por un sistema
jurídico; 3) división de poderes políticos en la estructura del Estado; y 4) la integración de los diversos
sectores sociales y económicos en la estructura jurídica.

Históricamente, el Estado de derecho apareció cuando en los estados modernos se luchó para que la
personalización del poder del monarca diera paso a una organización política y administrativa regida por
formas jurídicas establecidas con normas que la sociedad avale. La idea de limitar al Estado fue propuesta por
Georg Jellinek

QUÉ ES EL NEPOTISMO:

El nepotismo es la preferencia que se da a parientes, amigos o allegados para los empleos públicos o
reconocimientos sin evaluar las capacidades que poseen para el cargo a desempeñar.
En referencia a lo anterior, se debe de aclarar que nepotismo y favoritismo son diferentes ya que el
favoritismo no implica que el favorecido esté relacionado con algún familiar o persona allegada.

La palabra nepotismo es de origen latín nepotis o nepos que significa "sobrino" o "nieto". Originalmente, la
palabra era usada en el ámbito de las relaciones del papa con sus parientes, específicamente con sus
sobrinos ya que eran criados como sus hijos y en virtud de ello, algunos papas son conocidos por ascender a
sus parientes a ser cardenales de la iglesia. Por tal motivo, en el siglo XVII el papado prohibió la
investidura eclesiástica a cargo de los parientes.

El nepotismo se observa en diferentes contextos de la historia. En el Imperio Romano, Pompeyo cedió a


Metelo Escipión 2 tropas o milicias sin importar que la persona no poseía habilidades en el área militar.
Asimismo, el gobierno de Napoleón Bonaparte permitió que gran parte de sus familiares trabajara en su
gobierno y puso a su hermano José Bonaparte como rey de España.
No obstante,la palabra nepotismo es vista actualmente como la preferencia de conceder puestos de trabajo

a parientes, amigos o conocidos en la función pública, es decir, el nepotismo ocurre cuando un


funcionario público es promovido únicamente por tener relación de parentesco o vínculos con la persona que
lo está promoviendo sin tomar en cuenta que existan personas calificadas y con competencias para representar
el cargo.
¿Qué es el liberalismo?

El liberalismo es una corriente económica y política que hace hincapié en la protección y el fomento de
las libertades individuales como el problema central que debe atender el ejercicio político.

El liberalismo propone, en lo político, lo social y lo económico, que la razón de ser del Estado radica en
garantizar la igualdad ante la ley y el justo ejercicio de las libertades individuales. Al mismo tiempo, según
esta corriente, el Estado debe contar con límites claros a su poder para que no constituya un impedimento al
ejercicio de la vida libre y autónoma.

El liberalismo abarca un conjunto de formas de pensar que comparten la defensa de los derechos individuales
(como la libertad de expresión), la libertad económica, el secularismo, la propiedad privada, la democracia,
la autonomía individual, la igualdad de oportunidades y el Estado de derecho.

Fuente: https://concepto.de/liberalismo/#ixzz8D2Dy88Ff

Características del liberalismo


En términos generales, algunas características del liberalismo son:
 Considera la libertad en todos sus aspectos como un elemento inviolable de la vida ciudadana: la libertad
de culto, libertad de prensa, libertad de asociación y libertad de pensamiento deben estar garantizadas. No
obstante, el ejercicio de estas libertades no debe contradecir las libertades de los demás. La libertad
individual debe ser sagrada y el Estado no puede violentarla.
 Defiende el principio de igualdad ante la ley para todos los ciudadanos, garantizado por el Estado de
derecho, tanto en los ámbitos políticos como sociales. Solo así el individuo es libremente responsable de
sus actos.
 Defiende el principio de la propiedad privada como un derecho inalienable del individuo, protegido por
la ley frente a iniciativas colectivistas.
 Defiende la existencia de una educación laica y un Estado laico, compuesto por poderes autónomos e
independientes de acuerdo al modelo republicano (ejecutivo, legislativo, judicial), pues la solución de los
dilemas siempre puede hallarse mediante el ejercicio del diálogo político.
 Propone la mínima intromisión del gobierno en la vida ciudadana y la mínima intromisión del Estado en
la conducción de la economía.

Fuente: https://concepto.de/liberalismo/#ixzz8D2E2n6a3

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