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1) Explicar cómo la quita de retenciones, la devaluación y los tarifazos significaron concentración de

ingresos.
Respecto a las retenciones que se efectúan sobre las exportaciones, son una importante herramienta para
redistribuir el ingreso y direccionar la política hacia el crecimiento, el desarrollo industrial, la generación de
empleo y la inclusión social. Y los aranceles que se imponen a las importaciones, los mismos no solamente
tiene un objetivo recaudatorio y cuyo aporte es importante para las arcas del estado, pero que además tiene
una importancia estratégica en la medida que sirven para controlar los precios internos y proteger a la
industria nacional generadora de empleo. Antes del gobierno de Macri, las Retenciones constituían más de
un 10% de la Recaudación total del Estado, para financiar el Pago de Jubilaciones, Salarios, Subsidios,
Asignaciones y Obra Pública Generadora de Empleo. El gobierno de Macri anuncio que quitaría las
retenciones, devaluaría y quitaría los cupos de exportación, lo que sirve para garantizar la satisfacción de la
demanda interna. Al quitar las retenciones, el gobierno de Macri, fue quitando los subsidios y reduciendo las
jubilaciones y los salarios, y se comenzó a hablar de una concentración de ingresos o traslado de ingresos
desde los sectores populares hacia los más ricos, estos dejaron de pagar impuestos y la otra parte de la
población, que no es rica, comenzó a pagar más impuestos.
El Tipo de Cambio antes del 10 de diciembre era de 9,50 pesos para el Comercio Exterior, sin influencia del
precio ilegal del dólar, ya que para todas las operaciones externas es el Gobierno el que fija el valor oficial. Si
el valor es a 10 pesos, asimismo, presentemos un precio del kilo de carne para la exportación de 10 dólares, y
consideramos las Retenciones a las Exportaciones de carne en un 30%. De éste modo, el ingreso al país por
cada kilo exportado era de 100 pesos, producto de multiplicar los 10 dólares que vale el kilo, por los 10 pesos
que valía cada dólar. Si no hubieran existido las retenciones, el exportador hubiera cobrado 100 pesos, de
modo que al mercado interno también hubiera vendido a 100 pesos. Pero al existir Retenciones a las
Exportaciones de Carne del 30% el Estado se quedaba con 30 pesos por cada 100 pesos que entraban al
país por exportaciones de carne, de modo que al exportador le quedaban 70 pesos por kilo. Sabíamos que el
Gobierno de Macri quitaría las Retenciones a las Exportaciones. El efecto es que, por cada kilo de carne, los
exportadores pasaron a cobrar menos pesos. Antes, de cada 100 pesos que ingresaban al país, 30 pesos
eran recaudados por el Estado, dirigidos al financiamiento del Pago de Jubilaciones, Subsidios, Sueldos,
Pensiones, Asignaciones y Obra Pública generadora de Empleo. Con la quita de Retenciones, el Estado ya no
recibe el financiamiento adecuado y todo el dinero queda en poder de los exportadores. Se puede ver que el
precio de la carne sube por la quita de retenciones, y también sube por la devaluación. Se observa con
claridad, que Macri está favoreciendo a los más ricos, y perjudicando a la gran mayoría del pueblo argentino.
La totalidad del beneficio producido por la quita de Retenciones y la devaluación, fue percibido por los grupos
concentrados de la Economía. Como consecuencia de la supresión de esta medida por el gobierno de él, se
está exportando todo, y los argentinos nos quedamos sin comida que nosotros mismos producimos. El Estado
puede decidir establecer retenciones del 40% para la soja, 30% para la carne vacuna, 20% para el maíz, así
como otorgar subsidios para las exportaciones de trigo. Queda a la vista que el Estado debe decidir el nivel
adecuado, producto por producto. Asimismo, también es conveniente establecer Cupos de Exportación para
garantizar la satisfacción de la demanda interna de alimentos. Es decir, que antes que cualquier otra cosa,
debe asegurarse que los argentinos comamos, quedando luego el remanente para la exportación. De no ser
así, los exportadores preferirían exportarlo todo para hacer su negocio, privando al pueblo argentino de
consumir alimentos producidos por nosotros mismos. De éste modo, a través de los Cupos, se obliga a los
exportadores a vender al mercado interno una determinada cantidad que asegura la satisfacción de los gustos
y necesidades de los compatriotas argentinos.
La devaluación trata de la pérdida de valor que trae repercusiones sobre la economía real. Al encarecerse el
dólar, se necesita una mayor cantidad de pesos para comprar cada dólar norteamericano. Por lo cual, con la
misma cantidad de trabajo argentino se puede comprar una menor cantidad de dólares. Desde 1991 hasta
enero del 2002, el dólar siempre valió un peso, de manera constante e invariable. Pero el abaratamiento de
las importaciones en conjunto con la ausencia de la participación del Estado para dirigir el rumbo económico
del país, destruyó la industria argentina que no podía competir con los productos baratos que provenían del
exterior, en lo que se denominó “apertura abrupta e indiscriminada a las importaciones”, durante el modelo de
la Convertibilidad de Cavallo. Con esto, devaluación de enero del 2002 fue un alivio para la industria
argentina, ya que importaciones comenzaron a ser más caras y entonces los productos elaborados en el país
recobraron competitividad, lo que marcó un punto de renacimiento de nuestro país, que tenía en diciembre del
2001 una pobreza superior al 50% de la población y una tasa de desempleo cercana al 30% con una
informalidad laboral de más del 50%.
Duhalde transformó el proceso devaluatorio en algo que adoptó el nombre de “Devaluación Asimétrica”. Esto
significa que, si bien la elevación del tipo de cambio favoreció a la recuperación de competitividad de la
industria argentina y la tasa de desempleo comenzó a disminuir, había un costo que pagar. Los Depósitos a
Plazo Fijo en los Bancos fueron retenidos por lo que se llamó “El Corralito”, una medida adoptada por Cavallo
para evitar la quiebra del sistema financiero. Tras esto, la salida de ésa situación pudo haber tomado distintas
características, según quien pague el costo. Si hubiera sido simétrico, se hubiera pagado el costo de la
devaluación por mitades (la mitad el pueblo y la mitad los bancos). Pero las determinaciones del Presidente
Duhalde fueron favorables a los bancos y contrarias a los intereses del pueblo. Los que tenían Depósitos a
Plazo Fijo en los Bancos en Dólares recibían pesos por dólar y los cambiaban por dólares en las Casas de
Cambio, y perdiendo con ello cerca del 50% del capital propio. Pero eso no fue todo, a los Bancos el Gobierno
les otorgó bonos a diez años que les protegían el total de su capital, por lo que dentro del Presupuesto de
Gasto Público de los diez años siguientes hubo que asignar una partida al pago de éstos bonos, que privaron
al Estado Argentino de distribuir fondos en obra pública, salud, educación, superávit fiscal, etcétera. Es decir,
durante diez años el pueblo argentino pagó el costo de la devaluación, y los bancos no pagaron nada, gracias
al señor Duhalde.
A la segunda mitad del período de la Convertibilidad, cuando a partir de 1995 y cada vez peor hasta el 2001,
fueron cerrando todos los negocios, porque no podían vender nada al no haber plata en la calle. Pero esta
situación actual del gobierno de Macri es más grave aún porque tiene un factor adicional. Ahora hay muchas
Pymes que están cerrando porque no pueden pagar los servicios de luz, gas, etc. Es decir, por un lado, la
menor demanda disminuye los ingresos de las empresas, pero por otro lado, los incrementos tarifarios elevan
los costos y transforman en insostenible toda actividad. El gobierno de Macri destruyo toda la actividad de las
empresas pequeñas y medianas.
2) Desarrolar históricamente porque los términos soberanía y endeudamiento se presentan como
antitéticos.
Históricamente hay períodos de nuestra historia para demostrar cómo el desendeudamiento está asociado
con la Soberanía del pueblo, mientras que el endeudamiento externo socava la Soberanía Nacional. La
Soberanía Nacional corresponde al pueblo, de quien emanar todos los poderes del Estado aun ejerciéndose
por representación. Cuando las medidas de política económica conducen a un mejor nivel de vida de la
mayoría del pueblo, se está conquistando Soberanía. Como por ejemplo dos gobiernos muy claros marcan la
soberanía nacional como el de Perón y Kirchner, y en estos hubo poco endeudamiento. En 1945, Perón
establece las Vacaciones Pagas, el SAC y consigue aumentar el poder adquisitivo de la clase trabajadora,
que es por cierto la mayoría del pueblo, se vivenció una gloriosa ganancia de Soberanía. Luego, ya como
Presidente, la Nacionalización del Banco Central y los Depósitos Bancarios permitió que el Estado pueda
dirigir ese caudal constante de dinero a financiar tres canales de Producción y Distribución, como el Banco
Hipotecario Nacional para construir viviendas, el Banco de Desarrollo Industrial para levantar industria y el
Ministerio de Obras Públicas para desarrollar infraestructura. Para ganar en términos de Soberanía hay que
enfrentarse a los poderes concentrados utilizando la estructura y la Ley del Estado, para así conseguir que
parte de las ganancias extraordinarias de los sectores concentrados de la economía sea distribuida de un
modo más equitativo y más justo hacia toda la población. Perón consiguió la Independencia Económica al
desendeudar totalmente al País, la Deuda Externa en 1955 era cero. Pero a partir del golpe de 1955, se
comenzó otro período de endeudamiento que duraría hasta el 2001. La Deuda Externa de 1976 de apenas
8.000 millones de dólares, ascendió con la Dictadura del 76 al 83 hasta los 45.000 millones de dólares. Se
produjo una Estatización de Deuda Privada, que llevó adelante Cavallo como presidente del Banco Central,
significa que Deuda contraída de manera dudosa y especulativa por grandes empresas privadas, pasó al
Estado para que la paguemos el conjunto del pueblo argentino, el Jefe del Departamento de Deuda Externa
del Banco Central de la República Argentina, Melconián, archivó todas las investigaciones sobre la
Estatización de la Deuda Privada incorporándola a la Deuda Externa del País.
El Modelo Kirchnerista consiguió reducir la desigualdad, mejorar el nivel de vida de todos los sectores
sociales, reindustrializar al país, repatriar a los científicos que se habían ido a trabajar al exterior durante la
Convertibilidad, reimpulsar la investigación y conquistar trascendentes logros en la medicina y la tecnología,
atender y dar cobertura a los más vulnerables y desprotegidos y, por si fuera poco, desendeudó
significativamente a nuestra nación. Sin embargo, no dejó contento a todo el mundo Sabemos perfectamente
que a lo largo de la historia del mundo, quienes fueron tomando el control de los recursos y los medios de
producción, fueron enlazando redes de poder que les permitieron fortalecer infinitamente los mecanismos para
conservar la riqueza e incrementarla sin límites. Cuando Néstor Kirchner asume la presidencia en 2003,
enuncia que no hará pagar al pueblo argentino el peso de la deuda externa contraída por el terrible período
anterior. Para revertir esta situación, incrementa la intervención del Estado en la economía. En 2003,
Argentina estaba en Cesación de Pagos (Default), con una Deuda Externa del 160% del PBI valuada en
220.000 Millones de Dólares y aislada comercialmente del mundo a excepción de sus tradicionales
exportaciones agropecuarias. En 2005 se Pagó el total de Deuda al FMI, se comenzó un período incesante de
desendeudamiento, sacaron el orgullo a la propuesta norteamericana del Tratado de Libre Comercio y se
empezó a fortalecer el comercio y la integración regional con los países hermanos de la Patria Grande
Latinoamericana. Pero cuando las decisiones van en contra de los intereses de la mayoría del pueblo, y
atienden a intereses ajenos a esa mayoría, estamos en presencia de pérdida de Soberanía. Lo que importa
aquí es el hecho de si favorece a la construcción de una Patria Independiente, Soberana, Libre y con Justicia
Social, o si por el contrario atenta contra esa visión. Y en este caso cuando hay más endeudamiento es que
baja la Soberanía Nacional porque no dan atención a las necesidades del pueblo, como se puede ver en el
gobierno de Macri. Cuando el asume en 2015, alineado con los intereses del imperialismo norteamericano que
procura someter a las riquezas de la gran patria latinoamericana, se padece el inicio de un retroceso hacia la
Destrucción y el Endeudamiento. Abrió las Importaciones, desfinanció al Estado quitando los impuestos a
favor de sus amigos dueños de las empresas exportadoras, duplicó la deuda externa en tan solo un año de
gobierno, desde aproximadamente60.000 millones de dólares a más de 120.000 millones, permitió el libre
retiro de dólares especulativos; vació Tecnópolis y el Centro Cultural Kirchner, eliminó la televisación gratuita
del fútbol, generó la mayor inflación de los últimos 26 años, desfinanció PAMI, la obra social de los jubilados,
deterioró el poder adquisitivo de la clase trabajadora, eliminó la ley de medios, despidió masivamente desde el
Estado, etc.
A fines del 2015, la deuda externa en dólares es del 12% del PBI y el País se encuentra integrado y además
como líder pujante del Mercosur, la Unasur, la Celac, en simultáneo con los continuos acuerdos comerciales,
financieros y políticos con China y con Rusia, además de su inminente incorporación al BRICS. Esto último,
iba a ser formar parte de una alianza de estrategias geopolíticas con un bloque de países, constituido por
Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Macri destruye el Mercosur, la Unasur, la Celac y se desentendió de
China y Rusia para volver a someter a nuestro país a los planes económicos y bélicos del imperialismo
norteamericano. La Restructuración de Deuda Externa que lleva adelante el gobierno kirchnerista en 2005 y
2010, tuvo un acuerdo con el 93% de los acreedores y permitió disminuir la Deuda Externa en Dólares. Sin
embargo, del 7% de acreedores externos que no entró, una mitad es conocida como los “fondos buitre”. Como
se demostró que Macri obtuvo un caudaloso apoyo financiero para su campaña presidencial proveniente de
aquellos delincuentes, apenas asumió el gobierno se dispuso a pagarles todo lo que quisieran para
devolverles el favor. Para poder hacerlo, tuvo que endeudar al país en 20.000 Millones de Dólares.

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