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Al hablar sobre los modos y formas de las palabras entre uno o más idiomas, es necesario hacer una

comparación y revisar la estructura morfológica, sintáctica y semántica de las mismas para poder realizar un
análisis, o conocida como “transformación fonética con vista a la separación de contrarios”, que quiere decir
el cómo ciertas palabras de uno más idiomas como el inglés o el alemán y sus raíces morfológicas basadas
en el latín.
Las asociaciones entre elementos no debería ser motivo de sorpresa, ya que el estudio de las dualidades de
oposición es estudiado desde la Edad Media y como el mismo uso y significado de las palabras tienden a ser
asociadas con uno o más contextos semánticos. Pero dichos postulados tienden a tener discrepancias en base
a su estructura colectiva y tradicional, pero eso no quita el hecho ser un sistema de signos y elementos
fonéticos y tener un conjunto de relaciones semánticas. La organización semántica, sintáctica y pragmática
de la lengua es necesaria para la estructura del mundo y la sociedad. En base a esto, las lenguas antiguas son
sistemas que han sido utilizados de la misma manera. El deseo de buscar una distinción sin encontrarla
muestra una indiferencia en el propio lingüista, pues es necesario saber si aplican el propósito contradictorio
y el conocimiento de las nociones, ya sean contrarias o idénticas. Todo lenguaje es un catálogo o esquema
de objetos y asociaciones entre los mismos. En este aspecto la organización semántica de la lengua es
considerada un sistema para organizar al mundo y la sociedad. Las distinciones entre las diferentes lenguas,
ya sean arcaicas o modernas, tienen la particularidad de conceptualizar objetos que no son comunes para
nosotros. Las categorías orientadas de otro modo a las nuestras no dejan de tener coherencia. De manera que
es improbable que tales lenguas, sean arcaicas o modernas, escapen al principio de contradicción, afectando
la misma expresión a dos nociones mutuamente exclusivas o contrarias. Cualquier pretensión de realizar una
búsqueda de distinción sin hallarla demuestra la insensibilidad a la contradicción en el investigado pues es
un propósito contradictorio poner al mismo tiempo el conocimiento de dos nociones que sean contrarias y a
la vez idénticas. Un lenguaje es una categorización, una creación de objetos y una asociación entre los
mismos. En la medida de que podamos auxiliarnos es el testimonio de las lenguas primitivas para poder
remontarnos a los orígenes de la historia lingüística, debemos entender a la complejidad de la clasificación y
multiplicidad de categorías prexistentes. Este tipo de conclusiones para separarnos de la lógica de los sueños
y la lógica de una lengua real. En este problema la urgencia primordial es dar testimonio de todas estas
discusiones y el conjunto de los procedimientos analíticos; el simbolismo para ser más precisos. El
simbolismo no es más que el lenguaje. Pero al decir que el lenguaje es simbólico, es decir su propiedad se
manifiesta en el mundo, y dicha propiedad se manifiesta en la lengua y ahí automáticamente aparece una
diferencia, la cual es definida para el hombre como un simbolismo lingüístico: es aprendido, coextendido
con la adquisición que el hombre hace del mundo y de la inteligencia, con los que se unifica. A quien abarca
en su diversidad estos símbolos actualizados en los términos de las lenguas. Con respecto a este simbolismo
que se realiza en signos infinitamente diversos combinados en sistemas formales tan distintos como lenguas
hay, el simbolismo ofrece caracteres absolutamente específicos y diferentes, en particular, por su
universalidad. A través del simbolismo y las relaciones que relatan puede definirse mediante la riqueza de
los significantes y la unicidad del significado único esta vinculados por una relación de “motivación”. Se
observara que la “sintaxis” que encadena estos símbolos no obedece a ninguna exigencia lógica ni una sola
dimensión, la de sucesión que es conocida coloquialmente como causalidad. Este lenguaje tan particular que
resulta de la mayor importancia distinguirlo de lo que llamamos así. Queda bien planteado el nivel del
fenómeno conocido como Intralingüística. Dicho término tiene su origen en la región más profunda que
aquella en la que la educación instala el mecanismo lingüístico. Utiliza signos que no se descomponen y que
comprende variantes individuales, susceptibles de acrecentarse por recurso al dominio común de la cultura o
la experiencia personal, y supra lingüística por el hecho de usar signos condenados que en el lenguaje
organizado, corresponderían más bien a grandes unidades del discurso. Y entre estos signos se establece una
relación dinámica de intencionalidad que se reduce a una motivación constante y que hace uso de los ruedos
más singulares.
Este tipo de análisis del uso y creación de lenguajes hace recordar que los órganos fónicos la labor principal
es el consumo de alimentos, pero la función secundaria es la de hacer uso de elementos para poder crear
comunicación entre individuos y poder asegurar la supervivencia de la especia, además de dejar un legado y
poder indicar que hubo una situación u ocurrió algún evento importante y que los protagonistas fueron los
que hicieron dicho evento. Esto ya había sido estudiado, pero los académicos e intelectuales del estudio de la
mente humana coinciden que se necesita hacer algún tipo de asociación entre signos y el significado de una
experiencia pasada sea buena o mala con dicha situación y el proceso de asociación tiende a crearse. Es
irónico que a pesar de todos los estudio de signos y significados todavía se pueden obtener variantes de un
signo o elemento con respecto a su significado impuesto por terceros.

OSCAR MANUEL CRUZ RAMIREZ

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