Está en la página 1de 2

,.

ARTE

"El Emperador · Jones"


Por Carlos Anch·a, miembro del ~ea.p- o Universitario.

EL INBA se ha propuesto realizar la do O'Neill, pues demuestra que la fue-~·z a


la tarea más ardua y dificil de la crítiea de la escena no se encuentra en el diálogo .
época teatral que atravesamos. Todas las sino en la emoción, que muchas veces es
naciones del mundo civilizado tiene el re- muda, pero más completa que el grito ar-
flejo de sus costumbres y la expresión de tificial de la répl~ca
su sentir en el teatro. No aludo al corrien- El "Emperador J ones" es la pe1·1secución
te folklorismo, ni a la expresión indígena de un hombre que debe ser cazado comü
o de los barrios bajos en nuestra magnífic¿;, bestia, y en este monólogo se encu entra e1
ciudad, porque esos temas son sólo un a deliri o del alma atormentada por remo r-
fuente de inspiración, pe;r'o queda lo prin- dimientos. ¡Extraños y distint-as son la~.
cipal por explotar, que es la verdade1:a creaciones de O'Neill! Hay ternura en Ja
psicología mexicana. La labor del INBA , sentimental historia de Ana Christ.ie, mor-
es hacer llegar al público de México el bosidad en "El Deseo Bajo los Olmos'',
~entimiento humano del mundo, enmar- al egría en "Ah Maldad" y locura én lúi:l
cando el cuadro del humanismo mexicano. sufrimientos de este "Emperador JoncH'' .
Aqu( se ll?-uestr a O'N eill con una per sotli'l.-
Conocida la labor realizada por Enriqu e
lidad avasalladora, todo es va go e invero-
Ruelas en las representaciones de "Muer· símil, y R~elas supo captar esta vaguedad
tos sin · Sepulturas", fué invitado por el
para crear esos cuadros plás.t icos de movi-
INBA a dar vida en el palco escénico dd
miento lento, que son las pesadillas to:rltu-
Palacio de Bellas Artes a la tragedia de1
rantes que acaban con la razón del negro.
existencialista J ean Paul Sartre, obra mo-
Hay angustia, inquietud, . ·d olor, miedo en
derna de negros ·remordimientos, fiel re-
este r ecorrido interminable a través de la
trato de una psicología de r ecuerdos Y
selva, ¡que pudiera s.er la selVa de nues-
quiméricas realidádes. Esta representació11
tras conciencias!. Qué imponentes r esultan
número trece en la temporada de Teab:o
esas invocacion,es a Dios, saliendo de lo
Universal, nos dá a conocer otra técnica
profundo de las entrañas en ·un alarido !le
del dinámico e inquieto director, quien
pavor, acompañadas por -el interminable
aporta nuevos de:r.r:oteros a las normas cO··
tam-tam, que es como el latir de un corar
nocidas . . Su plan de dirección es cruel Y
z6n agitado, simbolizando la saña de la
descarnado, porque ahonda en los abisn"0'3
persecución y el arrepentimiento. ·
de las almas, ofreciendo a nuestra vista
.una realidad trágica, pero profundamentr~ El toque genial de · esta representación .
humana. Cada gesto del actor es una mon- estuvo en la grandeza del decorado que- '
taña de emoción, de pensamientos encon· noche a noche fué ovacionado por los con-
·t rados, de comp1~ensión, y esto dá por cun~entes. Fantásticas creaciones del bos-
resultado la creación personal, y relativa- que en la noche, mutaciones rápidas, y
mente convencional del personaje. ~os '9;,o- colorido esplendoroso. Cada decorado fué
vimientos que ma~r:ca complementan e l m1 poema de belleza, de ideas sugestivas,
trabajo del actor, pues cada uno tiene la que ante nuestros ojos se abrían. Grandes
verdadera justificación que el autor trató ayudas aportó al lucimiento de la esc~na
de indicar. Es, en fin, Enrique Ruelas, el el manejo perfecto de las luces. Podemos
exponente más adelantado de lo. que lla- afirmar que el creado;r de estos decorados
mamos la técnica del teatro moderno . -está a la altura de los mas grandes esceno-
Ruelas ha tenido un acierto más al dirigír
esta excesivamente dificíl obra del laurea- (Pasa a la pág. 11)
Interamericano de Filo~ofía .
la filosofía, ha sido solam~n­ dignamente el devenir ine- puede hablarse de una filo·
te receptora de las corrientes ludible de la historia. La sofía americana. El primen~
Europeas. Ha habido un historÍcidael, de que somos de los temas implica el enla·
trasplante del conocimiento concientes, permite que en ce de la ciencia y la filosofía
Filosofíco que viene de la tn.t- dichos Congresos se impon- dirigidas hacia la formula-
dición Europea a la gestación ga la problemática que se in- ción de una síntesis del cono-
Ammicana; hasta recieT!.te- sinúa en el movimiento inte- cimiento, que caracterizar2
mente han aparecido brotes gral y discursivo de la huma- la substancia de nuesh·3 -
cuya paternidad recae en nidad. época. Y la segunda, el pa-
pensadores americanos, br o- ralelo entre la filosofía que.
Ante la imposibilidad d..;
tes que dán la formulad¿1 viene desde Grecia y la nue-
nna comunicación certera,
confianza en el porvenir y va Filosofía que resultará de
dada la diversidad de id io:
que perfilan a la "Filos.ofía" la actitud de la perspectiva
más, y el diverso significado
qne ·estudian la "Filosofía" de América.
del vocabulario Filo,Jófic o,
·: !01110 la auténtica postuln·· En definitiva, la proyH:-
empleado por los concurren-
ción histórica de nu e~tro ción d el Congreso es la pr c
tes en el sistema que profe -
tiempo. mesa actualizándose., no co-
san, nos permi tió atlve:-ti!'
mo una cuña o un relleno en
El Congreso de Filosofía que el valor del Congreso no la historia del pensamiento
como todo Congreso de P.sta consistió en el contenido de
actual; sino la tendencia
índole, pone de relieve lR r.•~­ los temas, sino en las actit u-- conciente a llenar o a ocupa1·
cesidad de un acercamientc~ des de los grupos participhl!- exhaustivamente el desb".C.1
de los hombres y de las ideas tes y en la divulgación de sus en que estamos impresos ca-
que inquieren sobre los pun- pensamientos, en parte a.i ~' ­ da uno de los hombres de
tos esenciales de su investi- nos a los demás grupos, por nuestra época. Es. ante todo
gación. la distancia territorial y por
un deseo de tomar las ríen·
la carencia de comunicació1;
Los asuntos que tratar•)n bibliográfica, das de la historia y condu-
durante las sesion ~s d,e dich'J ·c irla por el trayecto de la
Congreso son el corol ari0 Dos temas destacaron por verdad cada vez mas impreg-
patente que elusida los an- su importancia y son: el que do de la confianza en tma
helos de la perspectiva ame- versó sobre la conexion entre promesa que se irá determi-
ricana frente a los problemas .la filosofía y la _ciencia ac- nando, y que consiste en mm
de la humanidad y preparan tuales; y el de si en rigoi· profesía segura d.e salvación.

EL EMPERADOR ...
(Viene de la pág. 6)
ya que es una danza autóctona de los na-
grafos del mundo. ¡ Bravo, Julio Prieto, tivos de Africa y sagrada entre sus cos-
así se hacen las cosas !. tumbres.
Para compl.e tar esta magnífica repre-
sentación, oímos los coros originales de El Emperador, J . J. Laboriel, realizó un
Juan José Laboriel, que ambientaron favo- trabajo en términos generales bueno, aun-
rablemente la obra, por s:er tan adecuado~" que tiene• una voz mala para el teatro,
y rítmicos; esa serie de ruidos de la selva; pero una mímica formidab le. Nos clió la
y la apropiada música que pan?, determi- imagen de toda la raza negra en esas so.-
nadas escenas escogió el novel autor Emi- berbias lamentaciones, tan amargas, mez-
lio Carballido. En el cuadro final del clando el canto con lágrimas. En el primer
delirio del Emperad or, presenciamos la cuadro no ofrece una actua'Ción interesan-
danza ritual que Kenembú realizó, dandc
al espectáculo cierto ambiente de misten<:>, (Pasa a la pág. 14 )

-11

También podría gustarte