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Derecho Comercial (UNIDAD 2 LOS CONTRATOS)

josue valenzuela
100674016

Investigar:
1- ¿Qué es Contrato? Dos (2) párrafos por lo menos, diferentes al folleto.
Un contrato es un acuerdo jurídico de voluntades por el que se exige el cumplimiento
de una cosa determinada. Se trata de un acto privado entre dos o más partes
destinado a crear obligaciones y generar derechos. Un contrato es un acuerdo de
voluntades entre dos o más personas para producir o transferir obligaciones y
derechos.
Un contrato es la representación jurídica de una disposición natural del hombre a
consensuar con su igual distintos pactos que representen beneficios mutuos. Un
contrato es un acuerdo legal, oral o escrito, manifestado en común entre dos o más
personas con capacidad jurídica (partes del contrato), que se vinculan en virtud del
mismo, regulando sus relaciones a una determinada finalidad o cosa, y a cuyo
cumplimiento pueden compelerse de manera recíproca, si el contrato es bilateral, o
compelerse una parte a la otra, si el contrato es unilateral. Es decir, es un acuerdo
voluntario entre dos partes, llamadas deudor y acreedor, que pueden ser físicas o
jurídicas; además, cada parte puede estar constituida por más de una persona, así,
puede haber más de un deudor y/o más de un acreedor vinculados por el contrato.

2- Para el Derecho Dominicano, ¿Cuál ha sido la importancia del Derecho


Romano en relación a los Contratos? Dos párrafos por lo menos.
El derecho de los contratos ha sido ampliamente estudiado. Es la parte del derecho
que mejor se conoce, debido a la influencia que, desde hace siglos, el derecho
romano ha ejercido sobre esta materia. Nuestra intención no es repetir lo que ya se
ha escrito, sino explorar lo novedoso. Desde mediados del siglo pasado, el derecho
de los contratos se ha enriquecido considerablemente, por el surgimiento de
problemas nuevos, por soluciones nuevas a problemas viejos y por el uso en el
ámbito comercial de nuevos tipos de contrato, como el contrato de franquicia, la
distribución exclusiva, el suministro, el factoraje, el arrendamiento financiero (o
leasing), la garantía a primer requerimiento, la licencia para el uso de una marca de
fábrica, el contrato de transferencia de tecnología, el contrato de elaboración de
programas de computadoras, entre otros.

Al tratar el tema de los contratos, nos hemos visto precisados a penetrar en algunos
aspectos del derecho que tradicionalmente se han clasificado dentro de la teoría
general de las obligaciones, porque sus efectos se hacen sentir primordialmente en
relación con los contratos, como sucede con el cumplimiento del contrato y la

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responsabilidad en caso de incumplimiento, la solidaridad, las condiciones, las
prestaciones alternativas, entre otros aspectos de la relación contractual. Es
necesario tocar estos temas para dar una visión de conjunto de las reglas
aplicables a los contratos.

La Mayor utilidad o importancia del Derecho Romano en sentido general reside en


que sigue siendo la base de formación jurídica de otros países, y el nuestro no es
la excepción. En la concepción civilizada del pueblo romano, al crear conciencia
de lo que es su razón y la idea de lo justo y de lo injusto, como se expuso al inicio
de este trabajo, al concebir la base de la existencia de un derecho ideal, y que
define Ulpiano, el Derecho Romano como “el arte de lo que es bueno y es justo”,
hayamos una feliz coincidencia en nuestra Constitución al procurar “la protección
efectiva de los derechos de nuestras personas, es bueno y es justo”.

3- Señale las condiciones necesarias para la validez de los


contratos. Defínalas. Diferente al folleto.

Un contrato, para que sea plenamente válido, ha de contar necesariamente con


los siguientes requisitos:

El consentimiento de los contratantes. Un objeto determinado.

Un fundamento o causa del mismo.

 Que las partes contratantes sean legalmente capaces, es decir, que tengan
capacidad legal para poder obligarse.

 Que se dé el consentimiento y este se encuentre libre de vicio, es decir, que


de manera libre y espontánea se dé la aceptación.

La forma del contrato, por su parte, sólo a veces es un requisito imprescindible


para que éste exista (principio de libertad de forma). La ley establecerá de forma
expresa tales supuestos; por ejemplo: los contratos relativos a derechos reales
sobre bienes inmuebles (compraventa de un piso, hipoteca…), las capitulaciones
matrimoniales (siempre en escritura pública), los poderes para pleitos, etc…

El consentimiento en los contratos.


Éste se da cuando se produce el encuentro entre la oferta y la aceptación del
contrato, siempre que los contratantes tengan claros cuáles son el objeto y la
causa del mismo. A este respecto, tendríamos que analizar dos supuestos
excepcionales: los contratos por correo y por internet. En los primeros, los
celebrados por carta, no hay consentimiento hasta que el oferente conoce la
aceptación o hasta que, pudiendo conocerla, decide no hacerlo, faltando a la
buena fe contractual. Veamos un ejemplo: si el que hizo la oferta se niega a abrir
la carta que presumiblemente contendrá la aceptación, se entiende que hay
consentimiento mutuo para celebrar el contrato. El consentimiento se manifiesta

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por el concurso de la oferta y de la aceptación sobre la cosa y la causa que han de
constituir el contrato.

Hallándose en lugares distintos el que hizo la oferta y el que la aceptó, hay


consentimiento desde que el oferente conoce la aceptación o desde que,
habiéndosela remitido el aceptante, no pueda ignorarla sin faltar a la buena fe. El
contrato, en tal caso, se presume celebrado en el lugar en que se hizo la oferta.

En los contratos celebrados mediante dispositivos automáticos hay consentimiento


desde que se manifiesta la aceptación.

No pueden prestar consentimiento:

 Los menores no emancipados.


 Los incapacitados.
 La incapacidad declarada en el artículo anterior está sujeta a las
modificaciones que la ley determina, y se entiende sin perjuicio de las
incapacidades especiales que la misma establece.
 Será nulo el consentimiento prestado por error, violencia, intimidación o
dolo.

4- Trate sobre el Consentimiento. Señale sus vicios, defínalos diferente al


folleto.

El Consentimiento es definido como un acuerdo de voluntades sobre un punto de


interés jurídico; en el caso de la promesa, por el consentimiento pueden quedar
obligadas ambas partes, si la promesa es bilateral, o solamente una, en el caso de
promesa unilateral.

Los vicios del consentimiento son:

En Derecho, se denominan vicios de la voluntad, vicios del consentimiento o


vicios de los actos voluntarios a ciertos defectos congénitos de ellos, susceptibles
de provocar la invalidez de los actos que los padecen.

El segundo vicio a tratar, es el dolo. Llamamos dolo a la maniobra empleada por


una persona con el propósito de engañar a otra y determinarla a otorgar un acto
jurídico. Este engaño es cometido en la conclusión de los actos jurídicos.

La violencia: es la compulsión ejercida sobre una persona para determinarla a


celebrar un acto, y que vicia su consentimiento. Constituye un vicio del
consentimiento cuando es injusta y de naturaleza tal que pueda impresionar a una
persona razonable.
El error: es una idea inexacta que se forma un contratante sobre uno de los
elementos del contrato, en el que podemos creer que un hecho que es falso es
verdadero y viceversa.
El vicio de la lesión; este es el perjuicio que un acto jurídico causa a una de las

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partes contratantes, como consecuencia de las cláusulas que contiene, de las
condiciones en que se pacta. La lesión no vicia las convenciones, sino en ciertos
contratos y respecto de determinadas personas, según el Art.1118 del Código
Civil. El artículo 1674 del Código Civil Dominicano, establece que, si el vendedor
ha sido lesionado en más de las siete duodécimas partes en el precio de un
inmueble, tiene derecho a pedir la rescisión de la venta, aunque haya renunciado
a ello.

5- Señale la clasificación de los contratos. Diferente al folleto.

1) Contrato de adhesión y de mutuo acuerdo.

Contrato de adhesión o contrato por iguales es aquel contrato que se redacta por
una sola de las partes y el aceptante simplemente se adhiere o no al mismo,
aceptando o rechazando el contrato en su integridad. Se lo suele llamar "contrato
de adhesión" confundiendo el tipo de contrato con la forma de celebración.

2) Contratos colectivos e individuales.

Contrato colectivo: es todo acuerdo escrito relativo a las condiciones de trabajo


celebrado entre un empleador, un grupo de empleadores, por una parte, y por la
otra, una o varias organizaciones representativas de trabajadores o, en ausencia
de tales organizaciones, representantes de los trabajadores.

Contrato individual: Se trata de un acuerdo que documenta la prestación de un


servicio a cambio de una remuneración. Este documento es distinto al contrato o
convenio colectivo del trabajo. Es decir, el contrato individual debe ajustarse a las
normas de orden público laboral.

3) Contratos sinalagmáticos y unilaterales.

Contratos sinalagmáticos: Hablamos de un contrato sinalagmático o bilateral


para referirnos a aquél que supone obligaciones para las dos partes que lo firman,
ambos firmantes se obligan recíprocamente y la obligación (u obligaciones) que
asume cada uno de ellos está directamente relacionada con las que asume el otro.

El contrato unilateral: es aquel que genera obligaciones solo para una de las
partes en el contrato; se contrapone, por lo tanto, al contrato bilateral.

4) Contratos onerosos y gratuitos.

Contrato oneroso: contrato en que ambas partes tienen obligaciones y ventajas


económicas recíprocas. Los contratos onerosos más comunes son la
compraventa, el arrendamiento, la sociedad, la permuta, el transporte y el contrato
de trabajo.

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Contrato gratuito: es un tipo de contrato en que una de las partes realiza la
prestación por mera liberalidad, sin esperar recibir nada a cambio. También se
dice que es aquel en que una sola de las partes tiene por objeto la utilidad de la
prestación, sufriendo la otra el gravamen.

5) Contratos conmutativos y aleatorios.

Contrato conmutativo: es aquel que genera obligaciones y cargas contractuales


equivalentes y recíprocas entre las partes. En doctrina se considera que solo los
contratos bilaterales y onerosos pueden ser contratos conmutativos, siempre y
cuando las obligaciones mutuas sean equivalentes.

Los contratos aleatorios: se definen como aquellos en los que no existe una
equivalencia de prestaciones entre los contratantes, pues la que debe realizar uno
de ellos depende de que surja o no algún acontecimiento. De este modo, depende
del azar o de la suerte.

6) Contratos instantáneos y de ejecución sucesiva

Contrato instantáneo: son aquellos que se cumplen en el mismo momento en


que se celebran, es decir, su cumplimiento se lleva a cabo en un solo acto.

Contrato de ejecución sucesiva o tracto sucesivo: Aquel en el cual las


obligaciones se van desenvolviendo continuamente en el tiempo, desde el
perfeccionamiento del contrato hasta su terminación.

7) Contratos consensuales y solemnes

Contrato consensual: es aquel que se perfecciona por la mera voluntad explícita


en la manifestación del consentimiento de las partes contratantes.

Los contratos solemnes: son aquellos que para que surtan efectos necesitan de
una forma específica para realizarse, como por ejemplo las donaciones que tienen
que estar registrados en registro público.

8) Contratos nominados e innominados

Contratos nominados: son aquellos que tienen una individualidad acusada y, por
lo mismo, un nombre y una reglamentación legal. En otras palabras, el código civil
los contempla, se encuentran plasmados en el Código con nombres y apellidos.

Los contratos innominados: son aquellos que no figuran expresamente en


ninguna ley, pero que, por contener los elementos generales de cualquier contrato,
surte efectos entre las partes que los suscriben.

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6- Trate los Contratos Consensuales. Diferente al folleto

Los contratos consensuales son aquellos que se forman por el solo acuerdo de las
partes. Estos contratos derivan del derecho de gentes: constituyen operaciones de
uso tan frecuente y utilidad práctica tan grande, que se le encuentra en todas las
legislaciones.

Contrato consensual es aquel que se perfecciona por la mera voluntad explícita en


la manifestación del consentimiento de las partes contratantes. El consentimiento
no puede tenerse por sobreentendido ni cabe por omisión, siendo estrictamente
necesario que se manifieste de forma expresa. El contrato consensual se
contrapone al solemne, para cuya validez la ley prescribe formas especiales
indispensables.

Los contratos consensuales son aquellos que para su validez no se requiere ni la


observancia de una forma, sino únicamente el consentimiento de las partes, tanto
presentes, como ausentes, y ya lo manifiesten de modo expreso o tácito, de
palabra, mediante una carta o a través de un nuncio. A lo largo de esta
enumeración de contratos consensuales, se tiene en cuenta el orden dispuesto en
atención al criterio cronológico.

Contratos consensuales.

Son los que se mejoran con el consentimiento prestado válidamente por los
contratantes sobre un objeto y por una causa. En definitiva, constituyen el grupo
más numeroso de contratos por cuanto se atienen al principio de la libertad de
forma de contratar. Toda vez que estos contratos se limitan a establecer
compromisos, se denominan también contratos obligacionales. Este grupo
contractual no pierde su perfil caracterizador cuando la consumación es muy
próxima o simultánea a la perfección.

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