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UNIVERSIDAD PRIVADA DOMINGO

SAVIO

Materia: Civil III


Docente: Dr. Ismael Molina
Estudiantes:
Henry Raul Enriquez Huanca
Naydelin Abigail Martínez Ala
Estefanía Huallpa Arce
Kristen Wara Quintanilla Troncoso
Shoana Ángeles Loayza Rodríguez
Carrera: Derecho
Fecha: 9 de enero de 2023

Potosí-Bolivia
INTERPRETACIÓN DE CONTRATOS

Concepto de contrato. -
Se denomina contrato a un documento legal que expresa un acuerdo común
entre dos o más personajes capacitadas para ello (conocidas como las partes
del contrato), que se obligan en virtud de este documento hacia una determinada
finalidad o cosa, cuyo cumplimiento debe darse de manera siempre bilateral, o
de otro modo el contrato se dará por roto e inválido

En otras palabras, un contrato es un pacto de obligaciones y derechos entre


dos personas (jurídicas y/o naturales) que se comprometen a respetar los
términos acordados por escrito, y se someten a las leyes del país para resolver
cualquier disputa surgida en torno a los términos del acuerdo. En cada país o
región del mundo hay distintos requisitos para la elaboración de un contrato, pero
su esencia es siempre más o menos la misma.

Se trata de un acuerdo, oral o escrito, en el que dos o más partes se


comprometen a cumplir una serie de condiciones. Lo más común es dejarlo por
escrito, para asegurarse del cumplimiento del mismo
Antecedentes históricos del contrato
El contrato surge en el Derecho Romano, sin embargo, contenía características
distintas al concepto moderno del mismo. En Roma surge, sin embargo, no es
una fuente genérica de obligaciones. La evolución del contrato que va del
formalismo al con sensualismo va a aparecer de las siguientes figuras:
1. Contratos verbis que se perfeccionaban y eran obligatorios mediante el uso
de ciertas frases verbales.
2. Contratos litteris que se perfeccionaban mediante la inscripción de un registro
de una deuda.
3. Contratos que se perfeccionaban mediante el consentimiento de las partes
aunado a la entrega de una cosa (mutuo, comodato, depósito o prenda),
generalmente este contrato solo creaba obligaciones para la parte que recibía
la cosa, pero eventualmente podían surgir para la otra parte.
4. Contratos consensuales, que se perfeccionaban por el consentimiento de las
partes (compraventa, arrendamiento, la sociedad y el mandato).
5. Contratos innominados: aquellos que no encuadraban dentro de una figura
típica y que resultaban obligatorios cuando concurrían el consentimiento y
la prestación de una de las partes.
6. Pactos: acuerdos que no producían ningún efecto jurídico, posteriormente se
concedió acción para exigir el cumplimiento de algunos de ellos.
El contrato surge en el derecho romano de la época imperial y reconocía dos
fuentes de las obligaciones: el contrato y el delito. Fue en la época de Justiniano
cuando se introdujeron cuatro fuentes de obligaciones:contratos, delitos,
cuasicontratos y cuasidelitos. Fue justamente en la recopilación de Justiniano
se debe tomar en cuenta que el contrato, como actualmente lo conocemos
derivan de los pactos. Así, en los Decretales del papa Gregorio IX (1237) se
sancionaba la obligatoriedad de respetar los pactos cuando se adoptaran
mediante juramento
La concepción romana del contrato subsistió hasta fines del siglo XVIII con el
liberalismo.
En esta época se le otorga un valor fundamental al contrato. Se estatuye el
principio de la autonomía de la voluntad y la casi absoluta libertad de
contratación.
En esta época, el contrato era una institución tan valorada, que incluso se situaba
en el fundamento constitutivo de la sociedad política (el contrato social) o se
hablaba de matrimonio como contrato matrimonial.

IMPORTANCIA
el contrato es un documento muy relevante para documentar lo acordado. Es así
que permite respaldar los puntos que se consensuaron, y garantizar el
cumplimiento de las obligaciones de cada parte.

Si no existiera el contrato escrito, los involucrados correrían el riesgo de que no


se cumpla el acuerdo. Lo que implicaría sufrir consecuencias económicas, o
carecer de los beneficios estipulados en el documento.
Su importancia es vital no sólo para las corporaciones, instituciones y empresas,
sino también en el ámbito del derecho privado.

Este documento es relevante debido a que permite asegurar que se cumplan


los acuerdo y beneficios para las partes involucradas.

ELEMENTOS DEL CONTRATO

Se distinguen comúnmente entre los elementos del contrato los siguientes:


sujeto, objeto y causa.

• Consentimiento: es la manifestación libre y voluntaria en la que


el titular expresa de forma indiscutible su voluntad de aceptar el
contrato.
• Objeto: es el(los) bien(es) o servicio(s) que son contemplados en
el intercambio que ocurre en el contrato.
• Capacidad: cada parte que participa en el contrato debe ser
legalmente válida para reclamar los derechos que pacten y para
cumplir con las obligaciones establecidas en el contrato.
• Causa: es el motivo o fin del contrato, es el hecho que explica y
justifica la creación de las obligaciones y derechos de las partes.
• Forma: Es cuando se exige una determinada forma para celebrar
el contrato (escrita, firma ante notario, antes testigos, etc.) aunque
esta forma puede variar según el tipo de contrato e incluso ser oral.
Artículo 1261 del Código Civil

El sujeto: capacidad y consentimiento

Es la persona contratante. Es quien asume al contratar la obligación de que se


trate, así como de todas sus consecuencias.

Todas las cuestiones relacionadas con la capacidad de las personas, reguladas


por otra rama del derecho civil, tienen profunda relación con la definición de la
parte contratante. De hecho, como primera característica, una contratación debe
perfeccionarse a través de la participación de personas capaces de obligarse
libremente.

La capacidad.

La manifestación de la libertad contractual, institución fundacional del


liberalismo, es esencial en la validez de los contratos. En esta categoría pueden
reunirse dos subsectores elementales que a veces la doctrina trata por
separado:

El consentimiento.

Ambos conceptos son indisociables de la persona contratante. Los vicios que


afecten una o ambas cualidades de las partes contratantes normalmente dejan
los contratos sin validez. Los hace nulos y anulables.

Sucede en cualquier caso en el que el consentimiento es prestado por error,


violencia, intimidación, dolo, o voluntad específica de causar error en la
apreciación del contratante.

Objeto

En Derecho civil, existe el principio general según el cual todo lo que no está
expresamente prohibido, es lícito. La licitud es justamente el centro del que
parten las reflexiones sobre el objeto del contrato.

Son susceptibles de ser válidamente contratadas las transferencias de bienes


que la ley no excluye del comercio. Algunos ordenamientos jurídicos nacionales
distinguen entre lo que es la transferencia de bienes, derechos reales u
obligaciones.

Los contratos de servicio no dejan de ser contratos en cuanto contengan


obligaciones de medio o resultado. Para saber si estamos en presencia de un
contrato de servicios se debe considerar su intangibilidad, característica esta que
la diferencia de los contratos relacionados con bienes o productos.

Otra característica importante para saber si estamos en presencia de un contrato


sobre bienes o de un contrato de servicios es la inmediatez del consumo; esto
significa que en el contrato de servicios el objeto producido y el consumo son
simultáneos, total o parcialmente
Del mismo modo, debemos entender que los servicios que se contratan para ser
prestados en una oportunidad particular nunca se cumplirán en otro momento, y
que una vez prestado el servicio el resultado es la experiencia y las
consecuencias que estas puedan ocasionar.

Causa

Normalmente asociada a la idea de la intención al contratar, la voluntad del


contratante tiene siempre un propósito.

En el caso de los derechos reales es la obtención de la transferencia del dominio


de un bien. En otros, como los contratos de beneficencia, la intención del
obligado es cumplir con un propósito más abstracto.

INTERPRETACIÓN DEL CONTRATO

Lo que se interpreta es la voluntad de los contratantes, al tiempo de celebrar el


contrato. Pero, para conocer cuál es la voluntad de los contratantes, se han
desarrollado diferentes teorías.

TEORÍA DE LA VOLUNTAD REAL

Se afirma que en la interpretación de los contratos debe procurarse desentrañar


o determinar lo verdaderamente querido por las partes, esto es, aquello que cada
uno entendió que eran los derechos y obligaciones nacidos del vínculo
contractual.

Lo primero que debe señalarse es que aquello “verdaderamente” querido por los
contratantes, en la medida que no sea expresado, resulta inaccesible a terceros,
con la consiguiente inseguridad jurídica que se provoca.

TEORÍA DE LA DECLARACIÓN DE LA VOLUNTAD

Lo importante es lo que las partes han expresado al momento de contratar. La


voluntad y su expresión conforman un todo inescindible, de tal manera que no
puede concebirse una sin la otra.

A su vez, en los supuestos de dolo y violencia, la voluntad está viciada, ya sea


por el engaño sufrido, ya sea por la compulsión padecida.

TEORÍAS ECLÉCTICAS

Se han desarrollado otras teorías, llamada eclécticas o intermedias, en tanto


toman elementos de las desarrolladas en los puntos anteriores, procurando
combinar la necesidad de respetar la real intención de las partes creadoras del
acto, con la seguridad y confianza que deben prevalecer en las relaciones
humanas para que pueda hablarse de un verdadero orden jurídico.

FORMACIÓN DEL CONTRATO


Para la formación del contrato celebrado por medios electrónicos es requisito
indispensable, según dispone el artículo 1262 del CC, la concurrencia de oferta
y aceptación sobre la cosa y la causa que lo hayan de constituir por medio de la
manifestación del consentimiento sobre estos extremos.
Dicho consentimiento podrá ser expresado sin sujeción a una forma concreta,
éstas no afectan al carácter inmediatamente exigible de las obligaciones y
derechos adquiridos, sino que atribuyen a las partes la facultad de exigir la
documentación relativa al acto contractual en la que el acuerdo de voluntades
debe estar debidamente reflejado. El contrato tiene todos los elementos y
requisitos propios de un acto jurídico cuales son los elementos personales,
elementos reales y elementos formales.
Elementos esenciales.
Básicamente son tres, aquellos requisitos que, en casi todos los sistemas
jurídicos, exigen las leyes, para alcanzar la eficacia del contrato: consentimiento,
objeto y causa.
Consentimiento
Es el elemento volitivo, el querer interno, la voluntad que, manifestada
bajo el consentimiento, produce efectos en derecho. La perfección del
contrato exige que el consentimiento sea prestado libremente por todas
las partes intervinientes, por razón o efecto del principio de relatividad de
los contratos. La voluntad se exterioriza por la concurrencia sucesiva de
la oferta y de la aceptación, en relación a la cosa y la causa que han de
constituir el contrato. Será nulo el consentimiento viciado, por haber sido
prestado por error, con violencia o intimidación, o dolo, o por sujeto ajeno
al objeto del contrato.
Objeto
Pueden ser objeto de contratos todas las cosas que no estén fuera del
comercio de los hombres, aún las cosas futuras. Pueden ser igualmente
objeto de contrato todos los servicios que no sean contrarios a las leyes,
a la moral, a las buenas costumbres o al orden público.
Causa
Normalmente, la normativa civil de los ordenamientos jurídicos exige que
haya una causa justa para el nacimiento de los actos jurídicos. La causa
es el motivo determinante que llevó a las partes a celebrar el contrato. Un
contrato no tiene causa cuando las manifestaciones de voluntad no se
corresponden con la función social que debe cumplir, tampoco cuando se
simula o se finge una causa. El contrato debe tener causa y ésta ha de
ser existente, verdadera y lícita.
▪ Causa fuente: es el origen o hecho jurídico generador de
obligaciones o de un acto jurídico.
▪ Causa fin: es el propósito o finalidad perseguida por las partes al
llevar a cabo el acto o negocio jurídico.

MANIFIESTO DE VOLUNTAD
La declaración o Manifiesto de voluntad es un concepto de derecho civil. Para
que nuestros actos produzcan efectos jurídicos, es necesario manifestar nuestra
voluntad de llevarlos a cabo. La declaración de voluntad tiene por objetivo
confirmar el deseo de realizar una acción jurídica de un individuo. Sólo las
personas con capacidad jurídica pueden hacer una declaración de voluntad
válida.
Todo contrato o acción legal requiere una declaración de voluntad, de lo contrario
no se puede realizar. El número de declaraciones de voluntad necesarias -es
decir, si solo una parte expresa su voluntad o si hay dos personas implicadas-
depende de si la acción jurídica es unilateral o bilateral. En el caso de los
acuerdos de compra o alquiler, por ejemplo, siempre hay dos personas
involucradas: Una parte presenta una oferta, la otra parte la acepta. En tal caso,
ambas partes deben expresar efectivamente su voluntad. Pero es importante
tener en cuenta que no toda expresión de voluntad es adecuada para ser
considerada efectiva.
Ejemplos y tipos de declaración de voluntad
La declaración de voluntad ante un acto jurídico puede ser de varios tipos:
▪ Declaración de voluntad expresa: puede realizarse de varias formas,
tanto oralmente como por escrito, y también mediante signos evidentes.
▪ Declaración de voluntad tácita: se manifiesta a través de hechos
concluyentes.
▪ Declaración de voluntad presunta: se manifiesta a través de hechos no
concluyentes. Algunos ejemplos son la revocación de un testamento
cerrado o la condonación de una deuda.
Por otro lado, dependiendo de si estas declaraciones de voluntad serán recibidas
o no por un destinatario, las declaraciones pueden ser de dos tipos:
▪ Recepticias: son declaraciones realizadas con el objetivo de que lleguen
a otra persona (como un contrato de trabajo, de compra o de alquiler).
▪ No recepticias: no van destinadas a nadie en especial.

El silencio también puede considerarse un tipo de declaración de voluntad bajo


ciertas corrientes jurisprudenciales y en algunas circunstancias. La primera
circunstancia, es que el individuo tenga demostrablemente absoluta conciencia
de los hechos, haya tenido la oportunidad de contradecirlos y no lo haya hecho
(este hecho puede en ocasiones interpretarse de manera subjetiva, lo cual puede
ser problemático). La segunda, que el individuo tuviese obligación de contestar,
no lo hubiese hecho y su respuesta natural hubiese sido el disentimiento

Clases de contratos

Dependiendo de en qué ámbito de la vida nos encontremos podemos diferenciar


entre:

• Contratos privados o civiles.


• Contratos públicos o administrativos.
• Contratos laborales.
• Contratos mercantiles

Contratos privados o civiles


Un contrato privado civil es aquel acto jurídico privado de voluntad propia,
en el que se transfiere un derecho o una obligación entre las partes
interesadas, como, por ejemplo, el caso de un contrato de arriendo.

Los contratos privados o civiles, son, en defi nitiva, tipos de acuerdos


relacionados a la vida privada de las personas, y se diferencian con las
siguientes subcategorías:

a). - Contratos unilaterales o bilaterales


De acuerdo al derecho contractual, los contratos bilaterales son aquellos que
implican promesas realizadas por ambas partes involucradas, en cambio, los
contratos unilaterales implican promesas generadas por una sola de las
partes.

Entre los contratos bilaterales, podemos mencionar como ejemplos los


contratos de venta, arriendo o contrato de trabajo.

En cambio, un acuerdo unilateral, requiere que sólo una de las partes se


comprometa a cumplir una obligación. Un ejemplo de este tipo de acuerdo,
son los contratos de seguros de propiedades, en los que cuando el cliente
contrata una compañía de seguros, ésta se compromete a pagar una
cantidad específica de dinero si ocurre algún daño que comprometa el bien
inmueble.

b). - Contratos gratuitos u onerosos


Los contratos onerosos son aquellos acuerdos en los que se establecen
provechos y gravámenes para ambas partes, es decir, los participantes que
obtienen beneficios tendrán que asumir cargas y prestaciones, por lo que
conlleva un precio. El contrato de comprav enta sería un claro ejemplo de
contrato oneroso.

Los contratos gratuitos, en cambio, son aquellos acuerdos en los que el


beneficio es para una sola de las partes, y la contraparte es la única que
tiene cargas o prestaciones que cumplir. La parte beneficiad a tiene
obligaciones que no representan cargas de naturaleza económica, como por
ejemplo, un contrato de préstamo o comodato.

c). - Contratos principales o accesorios


Los contratos principales son aquellos acuerdos que existen por sí
mismos, es decir, cumplen de forma autónoma su finalidad jurídica y
económica, ya que no dependen de otro contrato u otro acto jurídico previo
para existir. Un ejemplo de este tipo de acuerdos, son los contratos de
compraventa, de arriendo, etc.

Por otro lado, los contratos accesorios no pueden subsistir por sí mismos ,
es decir, no son válidos si no dependen de la existencia previa de otro
contrato, por lo que solo pueden existir por consecuencia de un contrato
anterior. Un ejemplo de este tipo de acuerdos son los contratos de garantía,
como los contratos de hipoteca.

d). - Contrato real, solemne y consensual


El contrato real se define como aquel acuer do que para su perfección -para
que tenga efecto - se necesita la entrega de la cosa que constituye su objeto.
Por ejemplo, el contrato de comodato.

El contrato solemne es el tipo de acuerdo que está sujeto al cumplimiento


de ciertas formalidades o una mane ra específica de realizarse para que surta
efecto. Por ejemplo, las donaciones, que deben estar registradas en registro
público, o bien los contratos de compraventa, que se deben realizar mediante
escritura pública para que tengan efecto.

Por último, los contratos consensuales son aquellos que son efectivos
mediante la voluntad explícita en la manifestación del consentimiento de las
partes contratantes. Es decir, se requiere solamente del consentimiento para
celebrarlo, como es el caso del contrato de compraventa.

e). - Contrato de tracto único y de tracto sucesivo


El contrato de tracto único se refiere al acuerdo que su ejecución y validación
se produce de forma única e inmediata, sin aplazarlo en el tiempo. Un
ejemplo de este tipo de acuerd os, es el contrato de permuta o compraventa.

Por otro lado, la ejecución del contrato de tracto sucesivo tiene lugar de
forma reiterativa en el tiempo, es decir, se puede ir renovando o extendiendo,
como es el caso del contrato de arriendo/alquiler.

Contratos públicos o administrativos

En este tipo de contrato, una de las partes involucradas es la Administración


Pública o una entidad estatal quien ejerce ciertos beneficios a part ir de su
interpretación, ejecución y extinción del contrato. Los contratos públicos o
administrativos, se ejecutan como garantía de los intereses y en pro del
bienestar socioeconómico de la ciudadanía.

Entre los tipos de acuerdos públicos o administrativos más utilizados,


destacan los siguientes:

• Contratos de obras.

• Contratos de servicios.

• Contratos de suministro.

• Acuerdo de concesión de obras públicas.

• Contratos colaborativos entre el sector público y el sector privado.


Contrato laboral o de trabajo

Un contrato de trabajo es un tipo de acuerdo privado que vincula legalmente


al empleador con un emp leado, y es utilizado para definir la relación laboral,
así como las funciones y las responsabilidades del empleado.

En Latinoamérica, los tipos de contratos más utilizados para vincular a las


personas -ya sean físicas o jurídicas- con las empresas que han determinado
un acuerdo comercial, son básicamente los mismos en todos los países de
la región:

a). - Contrato de trabajo indefinido o por tiempo indetermina do


En el contrato a término indefinid o, la empresa no establece un límite de
tiempo para el término del acuerdo.

b). -Contrato a plazo fijo o por tiempo det erminado


La empresa solo contrata trabajadores por un tiempo concreto.

c). - Contrato de trabajo eventual o por obr a


El empleado ejecuta una obra material o intelectual específica y
determinada, desde su inicio hasta su término.

¿Qué debe incluir un contrato laboral?


Si bien los contratos laborales pueden variar dependiendo de cada país, por
lo general, este tipo de acuerdo debe incluir por lo menos 5 elementos
comunes:

• Responsabilidades del cargo: una visión general de las tareas y


obligaciones a desempeñar en el pues to laboral.

• Duración del trabajo: el contrato debe señalar si es del tipo


indefinido, a plazo fijo o por obra.

• Horario laboral: señalar la cantidad de horas y días que el empleado


desempeñará sus funciones.

• Compensación monetaria : señalar en el acuerdo cuá l será el salario


inicialmente acordado entre las partes.

• Prestaciones o beneficios : referido a cualquier tipo de bonificación


o beneficio extra que surja de la relación contractual, independiente
al salario.

• Formato de trabajo: definir si el trabajo sería presencial, teletrabajo


o mixto.

4. Contratos comerciales o mercantiles


Un contrato comercial o mercantil es el tipo de acuerdo entre personas
físicas o jurídicas que define y regula las relaciones comerciales, es decir,
en el que se tiene como objeto un acto comercial, como, por ejemplo, la
venta de un bien o servicio específico.

Los contratos mercantiles son especialmente relevantes para aquellas


empresas que buscan negociar con proveedores y/o atraer nuevos clientes.

Algunos contratos clasificados como mercantiles o de comercio, son:

• Contrato de compraventa o mercantil.

• Contrato de seguro.

• Contrato de transporte terrestre.

• Letras de cambio, cartas de crédito, pagarés y cheques.

• Contrato de comercio marítimo.

• Contrato de sociedades mercantiles.

• Contrato de préstamo.

• Contrato de agencia.

• Contrato de depósito bancario

Modalidades contractuales de contrato


Los contratos se pueden celebrar por escrito o verbalmente, salvo en los casos
en que expresamente se establezca que es obligatoria la forma escrita del
contrato (por ejemplo, es el caso de los contratos temporales, los contratos a
tiempo parcial, o los contratos formativos). De no observarse esta exigencia
formal, el contrato se entiende formalizado por tiempo indefinido y a jornada
completa, salvo que se demuestre lo contrario.
Existen diferentes tipos de contratos, entre los que cabe citar los siguientes:
indefinidos, de duración determinada, formativos, a distancia o a tiempo parcial.
Contratos de duración determinada. - Existen dos tipos: Contratos de
duración determinada por circunstancias de la producción. - Hacer frente a las
circunstancias de la producción que supongan un incremento ocasional e
imprevisible de la actividad. Máxima de 6 meses (ampliable por convenio
sectorial a 12 meses mediante una única prórroga).
Contrato de duración determinada por sustitución de personas
trabajadoras. - Sustituir a trabajadores con derecho a reserva de puesto de
trabajo por disposición legal, convencional o pacto individual. Desde el inicio del
período (o hasta 15 días antes del inicio del periodo) hasta la reincorporación de
la persona trabajadora sustituida o vencimiento del plazo determinado para la
sustitución.
Contratos formativos. – Existen 2 tipos. Contrato formativo para la obtención
de la práctica profesional. - Contratación con quienes posean título universitario
o de formación profesional de grado medio o superior (títulos de grado, máster o
doctorado) o título oficialmente reconocido como equivalente de enseñanzas
artísticas o deportivas, o que estén en posesión de certificado de profesionalidad,
que habilite para el ejercicio de la actividad laboral. Mínimo de 6 meses y máximo
de 1 año.
Contrato de formación en alternancia. - Tiene por objeto compatibilizar la
actividad laboral retribuida con los correspondientes procesos formativos
(formación profesional, estudios universitarios, y Catálogo de especialidades
formativas del Sistema Nacional de Empleo). Mínimo de 3 meses y máximo de
2 años.
Contrato a tiempo parcial.- El contrato de trabajo se entenderá celebrado a
tiempo parcial cuando se haya acordado la prestación de servicios durante un
número de horas al día, a la semana, al mes o al año inferior a la jornada de
trabajo de una persona trabajadora a tiempo completo comparable, esto es, una
persona trabajadora a tiempo completo de la misma empresa y centro de trabajo
y que realice un trabajo idéntico o similar.
Contrato fijo-discontinuo. - Esta modalidad se podrá utilizar para la realización
de trabajos de naturaleza estacional o vinculados a actividades productivas de
temporada y para el desarrollo de aquellos que no tengan dicha naturaleza pero
que, siendo de prestación intermitente, tengan periodos de ejecución ciertos,
determinados o indeterminados.
Trabajo a distancia (teletrabajo). -El trabajo a distancia se define como la forma
de organización del trabajo o de realización de la actividad laboral conforme a la
cual esta se presta en el domicilio de la persona trabajadora o en el lugar elegido
por esta, durante toda su jornada o parte de ella, con carácter regular.
Contrato por obra o servicio determinado. -Son contratos para la realización
de obras o servicios determinados. La duración es incierta y viene determinada
por el tiempo exigido para la finalización de la obra o servicio. En consecuencia,
una vez culminado el proyecto o tarea, la relación se ve automáticamente
concluida.

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