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Castillo (2000) enfatiza que luego de la aprobación de la Ley 68 en el 1990, la Ley 18

de 1993 y la Ley 149 de 1999, el gobierno ha implantado una serie de cambios que implican

una transformación paradigmática de la administración. Esto significa que todas las tareas y

funciones que realizan los directores de escuelas, ddesde establecer la visión, las metas,

desarrollar el equipo de trabajo, trabajar con la comunidad, crear ambientes de aprendizaje

efectivos, construir sistemas de apoyo para los estudiantes, guiar y dirigir la instrucción, entre

otras, tienen que estar enfocadas en mejorar el servicio y proceso de enseñanza y aprendizaje

de los estudiantes. Lograr armonizar todas estas tareas y muchas otras que se dan

incidentalmente, no puede ser tarea de una sola persona, el director de escuelas; para ello

requiere el uso de sus talentos, intereses y creatividad para anexionar a otros individuos a su

gestión educativa. Involucrar a todos los miembros de la organización es necesario y puede

ser la respuesta a nuestras interrogantes. Lo anterior nos conduce, según Castillo (2000) a

que las escuelas deben convertirse en comunidades de aprendizaje para el desarrollo de los

nuevos cambios e innovaciones que el sistema escolar en Puerto Rico está experimentando

desde finales del siglo XX y principios del siglo XXI.

Comunidades de Aprendizaje

El concepto de comunidades de aprendizaje descrito en la literatura revisada y que ha

despertado la discusión de muchos prominentes educadores, se ve como una posible

alternativa dentro del campo de la educación y contextos escolares. Por eso intentaremos

responder a las siguientes interrogantes a través de la presentación y discusión del concepto.

Algunas de las preguntas son: ¿Qué son las comunidades de aprendizaje? ¿Qué caracteriza
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una comunidad de aprendizaje como herramienta para lograr el éxito de una institución

educativa? ¿Qué función desempeña el director de una escuela en su función de líder

didáctico en la creación, formación e implementación de una comunidad de aprendizaje?

¿Cuáles retos y desafíos enfrenta el líder educativo en la creación, formación e

implementación de una comunidad de aprendizaje en la sociedad del conocimiento?, entre

otras.

El concepto de comunidades de aprendizaje se ha hecho popular en muchos países,

como respuesta a la creciente necesidad de apoyar la implantación de las iniciativas de

reforma educativa. Pensar que la calidad de la enseñanza y el aprendizaje se puede mejorar

si los docentes trabajan y aprenden juntos nos ha llevado a aumentar nuestro interés en las

comunidades de aprendizaje (Stoll, 2004). Para Stoll (2004) una comunidad de aprendizaje

profesional eficaz tiene la capacidad de promover y mantener el aprendizaje de todos los

profesionales en la comunidad escolar con el propósito común de mejorar el aprendizaje del

alumno. La noción de "Comunidad de Aprendizaje" resulta reconocible como aspiración y

como experiencia histórica en todos los países, como consecuencia de varios factores, la

globalización, el acelerado proceso de descentralización, el advenimiento de la tecnología, la

diversidad, la importancia de la educación a lo largo de toda la vida y la insatisfacción en los

sistemas escolares y reiterados intentos de reforma educativa (Torres, 2001).

Las comunidades de aprendizaje entre los educadores se ven como una posible

alternativa para los administradores escolares cuyo norte es lograr una comunidad escolar

comprometida con la excelencia educativa. Las comunidades de aprendizaje a diferencia de

los equipos de trabajo, depende de la interacción entre sus miembros de manera activa y
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dinámica. Este concepto de comunidad de aprendizaje tiene sus raíces en la teoría del

aprendizaje situacional, sin embargo, ha sido aplicada casi exclusivamente al desarrollo

organizacional. Las comunidades de aprendizaje se definen como un grupo de personas que

comparten sus valores, experiencias, vivencias y conocimientos mediante la participación en

los procesos de toma de decisiones relevantes en torno al proceso educativo ideal. Para

Castillo (2005) una comunidad de aprendizaje es una en la que las personas de todos los

niveles están mejorando continua y colectivamente su capacidad para crear las cosas que

quieren crear. Según Torres (1998) una comunidad de aprendizaje es una comunidad

organizada que construye y se involucra en un proyecto educativo y cultural propio, para

educarse a sí misma, a sus niños, jóvenes y adultos, en el marco de un esfuerzo endógeno,

cooperativo y solidario, basado en un diagnóstico no sólo de creencias y debilidades sino,

sobre todo, de sus fortalezas para superar tales debilidades.

Para Wenger, McDermott y Snyder (2002) las comunidades de aprendizaje se forman

con un grupo de personas que se involucran en la búsqueda de las mismas metas y la

consecución de los propósitos de la organización para la cual trabajan. Las comunidades de

aprendizaje se enfocan en el aprendizaje y el conocimiento como ejes claves para mejorar su

ejecución. Hay tres características fundamentales según Wenger, McDermott, y Snyder

(2002) que describen a una comunidad de aprendizaje: el dominio, la comunidad y la

práctica. Estas características tienen sus implicaciones en el éxito o fracaso de un equipo de

trabajo, lo que Kagan (1992) indicó que ocurre por dos razones fundamentales; el grupo no

quiere trabajar junto o que el grupo no sabe trabajar juntos.


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Algunos aspectos fundamentales para la formación de las comunidades de

aprendizaje y que tienen que ver directamente con la función del líder educativo son: la

comunidad está formada por diversos miembros de la comunidad escolar, el componente

humano se involucra en una serie de actividades socio-culturales a través de la adopción e

implantación de prácticas innovadoras para construir el conocimiento y recrear la cultura de

forma grupal, redundando en el mejoramiento del proceso de enseñanza y aprendizaje. Estas

comunidades de aprendizaje están fundamentadas en la consecución de una meta

institucional, es decir, que todos los miembros de la organización comparten una misma

misión y visión de la educación.

En la literatura se identifican las siguientes características de las comunidades de

aprendizaje: todos los miembros de la organización comparten la visión y valores; el

aprendizaje es responsabilidad de todos y cada uno de los miembros de la comunidad; los

miembros de la comunidad exhiben una curiosidad reflexiva; es decir, se promueve una

cultura totalmente nueva; todos los esfuerzos de colaboración se centran en una sola meta o

propósito; el aprendizaje puede ser individual y grupal, manteniendo un interés por el

aprendizaje de otros miembros y el propio; se incluyen otras personas dentro y fuera de la

organización; existe confianza, respeto y apoyo mutuo entre los miembros y finalmente, los

miembros están abiertos a nuevas ideas y dispuestos a compartir en comunidad (Senge, 1990,

2002). Stoll (2004) identificó las características que debe poseer una comunidad de

aprendizaje que también la comparten otros teóricos, y las define de la siguiente forma:
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 Visión y Valores compartidos – esta característica es clave para el éxito de las

comunidades de aprendizaje ya que todos sus miembros deben compartir la visión

y los valores y dirigirlos hacia el aprendizaje de todos los alumnos.

 Responsabilidad colectiva para el aprendizaje del alumno – todos los docentes

comparten un sentimiento de responsabilidad para el aprendizaje de todos los

alumnos.

 Curiosidad reflexiva por parte de los profesionales – incluye actividades de

observación, proyectos de investigación y colaboración con otros centros escolares.

 Colaboración centrada en el aprendizaje – colaboración entre los alumnos,

docentes y otro personal escolar.

 Aprendizaje profesional: individual y en grupo – aprender juntos como colegas,

responsabilizarse por su propio aprendizaje

 Miembros no solo docentes – incluir a todos los adultos dentro de la escuela,

personal de apoyo, administrativo, docentes y no docentes.

 Confianza, respeto y apoyo mutuo – se caracterizan por la confianza y el respeto

entre los colegas y por apoyarse los unos a otros.

 Ser receptivos, relación entre centros y compañerismo – están abiertos a nuevas

ideas y dispuestos a colaborar con la comunidad y sus miembros.

Una comunidad de aprendizaje es un grupo de personas, motivadas por una visión de

aprendizaje común, que se apoyan y trabajan unidas, buscando maneras, dentro y fuera de su

comunidad inmediata, de preguntarse sobre su práctica y juntas aprenden nuevas y mejores

propuestas para mejorar el aprendizaje de todos los alumnos (Stoll, 2004). Las comunidades
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de aprendizaje deben estar fundamentadas según Coll (1999) en la interpretación del

aprendizaje como un proceso constructivo, concibiendo al educando no solo como el

aprendiz sino como el protagonista de su propio aprendizaje; considerar el aprendizaje como

un proceso intrínsecamente social que se nutre de las relaciones interpersonales y del

contexto cultural y por último, los procesos de desarrollo personal, de socialización y

enculturación son complementarios e interdependientes.

El director de escuelas como líder educativo es sin lugar a dudas clave para el

desarrollo de la organización educativa. Barth (1990) define al líder educativo como aquel

capaz de crear ambientes y estructuras que capaciten a todos los componentes de la

comunidad escolar a descubrir y a desarrollar sus propias destrezas y talentos facilitando el

establecimiento del liderazgo compartido. El rol del líder educativo, es facilitar mediante la

participación de todos los miembros de la comunidad escolar, la gestión educativa de manera

que logre la excelencia educativa.

Wenger (1998) identifica varias características de diferentes categorías de

comunidades de aprendizaje, cuyo fin es alcanzar la calidad en los procesos de enseñanza y

aprendizaje: la comunidad de aprendizaje orientada al aula, comunidad de aprendizaje

orientada a la escuela o centro educativo, las orientadas a una ciudad, comarca o región y

por último, las que operan en un entorno virtual. A pesar de que según Wenger (1998)

existen varias características a la vez que existen diferentes categorías de comunidades de

aprendizaje, podemos concluir que hay un denominador común a ellas y es mejorar el

aprovechamiento académico de los educandos, por lo tanto no sería justo indicar que una es
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mejor que la otra. Pienso que el tipo de comunidad de aprendizaje que seleccione el líder

educativo va a depender de la cultura y el contexto en donde se pretende implantar. Una

comunidad de aprendizaje se organiza para producir conocimientos y facilitar el aprendizaje

(Castillo, 2005).

Cada categoría de las comunidades de aprendizaje tienen cualidades positivas que aportar

al desarrollo social, dependerá en gran medida de los propósitos o las metas que tenga la

institución y de la visión que compartan sus miembros. Por otro lado, establecer diferentes

categorías ayuda a abordar nuevas expectativas para el desarrollo continuo de los procesos

educativos de cara a la nueva era, en donde la información y el mercadeo del intelecto son los

artículos de mayor demanda entre los líderes. Senge (1990) describe este concepto de

comunidad, en el siguiente planteamiento cuando describe que una organización donde la

gente expande continuamente su capacidad en la búsqueda de los resultados que realmente

desea adoptando nuevos patrones de pensamiento y apoyando la aspiración colectiva de

manera que la gente este constantemente aprendiendo a como aprender juntos.

Las comunidades de aprendizaje según Wenger (citado por Maragall, 2002) cumplen

varias funciones en relación a la creación, acumulación y difusión del conocimiento dentro

de una organización. Estas funciones son:

 Son nodos para el intercambio e interpretación de la información. Ello es así porque

sus miembros tienen una comprensión compartida.


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 Pueden retener el conocimiento de manera viva. Por ello las comunidades gestionan

el conocimiento de manera muy diferente a los bancos o bases de datos o a un manual

de procedimientos.

 Son muy útiles para compendiar las competencias de una organización. Los

miembros de estos grupos discuten nuevas ideas, trabajan juntos en los problemas de

la organización y retienen las mejores soluciones.

 Mantienen la identidad de las organizaciones. Ello se debe a que estas comunidades

se constituyen alrededor de temas o aspectos que unen a sus miembros.

Senge (citado por Salgado, 2001) una comunidad de aprendizaje es una organización

donde la gente expande continuamente su capacidad en la búsqueda de los resultados que

realmente desea, adoptando nuevos patrones de pensamiento y apoyando la aspiración

colectiva de manera que la gente constantemente aprendiendo a cómo aprender juntos.

El líder administrativo en las comunidades de aprendizaje

El liderazgo suscita pasión y su ejercicio e incluso su estudio agita los sentimientos

porque se ven involucrados nuestros valores, así lo describe Heifetz (1997) en su libro

Liderazgo sin respuestas fáciles: propuesta para un nuevo diálogo social en tiempos

difíciles. Cuando hablamos de liderazgo, tal y como señala Heifetz (1997) influenciamos a la

comunidad para que siga a un líder de manera que busquen soluciones a sus problemas. Por

lo tanto, el concepto fundamental dentro del liderazgo es la capacidad de un individuo para

influenciar a los demás miembros del grupo o comunidad. En el contexto educativo el

liderazgo implica lograr que los miembros de la comunidad escolar se movilicen hacia la

búsqueda de soluciones y alternativas innovadoras para enfrentarse a sus realidades como


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grupo. Una concepción de la figura del líder es la que describe Schein (2004) como

aquella persona que camina delante, persona que esta verdadera comprometida consigo

misma y con su organización para llevar a cabo un cambio profundo. Añade, que estas

personas que consideramos líderes comparten unas características en común, lideran a través

de la creación de nuevas destrezas, capacidades y comprensiones y proceden de muchos

lugares de dentro de la organización.

El ejercicio del liderazgo desde su dimensión administrativa es definido por la

National Council for Accreditation of Teacher Education (NCATE, 2002) como “el

conocimiento, las destrezas y atributos para entender y mejorar la organización, implantar

planes operacionales, manejar los recursos fiscales y aplicar procesos y procedimientos

administrativos descentralizados”. El director de escuelas en su papel de líder administrativo

tiene un sinnúmero de funciones que realizar de manera que la organización que dirige logre

los objetivos y las metas propuestas. Toda la acción administrativa gira en torno a viabilizar

el logro de los propósitos organizacionales, el desarrollo integral del estudiante, el desarrollo

integral de los recursos humanos y el desarrollo, la integración o la transformación de la

organización en función de la experiencia social, de la misión organizacional y del contexto

en que opera la organización (Rodríguez, 2001). Es importante reconocer y entender que para

la formación de las comunidades de aprendizaje es necesario que el líder administrativo

realice los diferentes procesos de planificar, organizar, mandar, coordinar, dirigir, informar y

presupuestar. Castillo (2005) señala que el liderazgo administrativo en una comunidad de

aprendizaje debe aunar los esfuerzos de la facultad, los estudiantes y el resto de la comunidad

para crear planes en conjunto que permitan desarrollar una educación de calidad que atienda
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las necesidades de todos los estudiantes. Añade Castillo (2005) que para que todo niño

tenga la oportunidad de ser exitoso, los líderes educativos deben integrar esfuerzos y

reestructurar las escuelas para que respondan a las necesidades de los estudiantes y crear un

ambiente que conduzca al aprendizaje (p. 75).

DuFour & Eaker (citados por Castillo, 2005) una de las herramientas que tiene el

líder administrativo de fomentar la participación de todos los miembros de la comunidad

escolar es a través de la democratización de los procesos de toma de decisiones que redunden

en el mejoramiento del proceso de enseñanza y aprendizaje. Para introducir los cambios

necesarios en la escuela, el líder administrativo deberá apoderar al personal de la escuela para

que tomen decisiones que sean necesarias para el logro de la visión.

El líder didáctico en las comunidades de aprendizaje

El liderazgo didáctico como señala Ramos (2005) implica comportamientos directos

e indirectos para aunar esfuerzos de todos los integrantes de la escuela para afectar

significativamente el proceso de enseñanza y aprendizaje de los educandos. La función que

juega el director de escuelas como líder didáctico en el establecimiento de una educación de

calidad va a depender no sólo de las habilidades analíticas y prácticas que éste posea sino de

la capacidad de armonizar creativamente las diferentes categorías de comunidades de

aprendizaje de manera que se pueda insertar en una red de aprendizaje continuo y sostenido.

El director de escuelas en su función de líder didáctico es la pieza angular para la

construcción de una escuela ideal. Ejercer el liderazgo didáctico implica para el director de

escuela, crear una cultura de paz dirigida a construir comunidades de aprendizaje y climas
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organizaciones positivos; establecer, por consenso, la visión y misión de la escuela,

implantar estrategias apropiadas al contexto para capitalizar la diversidad de la comunidad

escolar, desarrollar programas que redunden en el aprendizaje de los estudiantes, aplicar las

mejores prácticas para lograr el aprendizaje de los estudiantes, y diseñar planes abarcadores

para facilitar el desarrollo profesional y personal de la facultad (Ramos, 2005). Lograr una

verdadera comunidad de aprendizaje exige del líder didáctico una gran responsabilidad. Es

necesario entonces, identificar, cuáles características y/o competencias debe poseer el líder

didáctico para lograr efectivamente, la implantación de una comunidad de aprendizaje.

Primero que nada el líder didáctico tiene que establecer una visión y misión con el

grupo o los miembros de la organización, mediante la incorporación de unos valores

compartidos por todos sus participantes. Esto implica promover la participación democrática

de los miembros de la comunidad mediante la toma de decisiones compartida. Desarrollar en

los miembros de la organización el sentido de pertenencia hacia su núcleo escolar y entorno

socio-cultural. Mantener un sistema de intercambio de información abierto a los diversos

contextos sociales para transformar los escenarios educativos en comunidades de

aprendizaje.

Segundo es necesario lograr un clima organizacional saludable de manera que

promueva el desarrollo de una cultura comprometida con la creación de una comunidad de

aprendizaje. Dependerá en gran medida de las cualidades y habilidades que el líder posea

para promover la creación de los elementos medulares para crear la comunidad de

aprendizaje y el compromiso con el mejoramiento del proceso educativo. Para ello requiere
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que el líder didáctico demuestre el acopio de las destrezas humanas, técnicas y conceptuales

de forma efectiva y competitiva. Tiene además, que ser proactivo, innovador y estimular la

constante búsqueda del conocimiento para lograr el mejoramiento continuo y el desarrollo de

sus integrantes.

Una comunidad de aprendizaje solo puede existir en aquellas organizaciones en que

los maestros, el director y otros miembros buscan y comparten diferentes formas de mejorar

las prácticas educativas y el aprendizaje de los estudiantes. El concepto medular de la

escuela como comunidad de aprendizaje es el trabajo colaborativo en un ambiente de apoyo.

Es importante recordar que las comunidades de aprendizaje se caracterizan por que

comparten una misma visión, el estilo de liderazgo que ejerce el director de la escuela es de

apoyo e interactivo, es una comunidad colaborativa, maestros apoderados y permea una

atmósfera de apoyo.

Para Senge (1994) una escuela con estas características es considerada una

organización que aprende, es la cultura transformada por sus miembros. Destacar que el

trabajo de un director de escuelas es importante si se quiere transformar la institución

educativa en una verdadera comunidad de aprendizaje. Por eso debemos estar conscientes de

que el liderazgo es atributo y proceso, comportamiento y forma de pensar, constructor y

asimilador de saberes, expresión de una cultura organizacional y acción transformadora

(Rodríguez, 2005).

Todas las instituciones educativas se rigen por los mismos estándares sin embargo,

las estrategias y técnicas para lograr alcanzarlos depende de la diversidad del entorno donde
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se encuentra enclavada la escuela y de sus necesidades específicas. Para lograr alcanzar la

excelencia que es la aspiración del Departamento de Educación, cada núcleo debe trabajar

con el alineamiento de la enseñanza en las diferentes materias y la evaluación de los

aprendizaje adquiridos por los estudiantes partiendo de los estándares educativos. Para

lograrlo requiere no solo, conocer cuáles son nuestras necesidades como grupo sino el

contexto que nos rodea y las necesidades de nuestros educandos, para responder de forma

efectiva a las exigencias educativas a través de experiencias relevantes y significativas.

No hay nada más importante para el progreso económico y social de un país que la

educación de sus individuos. La educación es el vehículo por medio del cual se sensibiliza al

ser humano y se le equipa con las herramientas necesarias para contribuir efectivamente al

desarrollo de la sociedad. Las responsabilidades de los gobiernos no solo en Puerto Rico,

sino en Latino América, Europa, Estados Unidos y otras regiones es construir una

personalidad que se enfrente a la globalización.

Las escuelas de hoy tienen que atemperar sus currículos educativos y sus prácticas

administrativas y educativas a las exigencias de un mundo de constante cambio. Por eso es

preciso como señala Rodríguez (2005) trascender las concepciones clásicas del liderazgo

educativo para visualizarlo como una acción compartida entre los miembros de una

comunidad de aprendizaje que impele a la consecución de propósitos colectivos e

individuales, convergentes y divergentes.


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Retos y desafíos para el líder educativo

La sociedad puertorriqueña ha sufrido una serie de cambios sociales, culturales,

tecnológicos, económicos y políticos con una rapidez extraordinaria. Estos cambios tan

acelerados han afectado a la escuela como institución social, y por ende, a las personas que

interactúan en ella, siendo los estudiantes y los maestros los más afectados (Acosta, 1996).

Como señala Wagner (1993) es necesario reformar la educación para responder a una

economía cambiante; para producir conocimiento con el fin de redefinir las destrezas para los

escenarios de trabajo.

Claudio (2003) señala que el nuevo escenario educativo – sea núcleo o distrito

escolar, exige nuevas y diferentes formas de administración. La administración educativa

tiene que evolucionar y atemperarse a las necesidades actuales y emergentes del núcleo o

escenario educativo (p. 226). Es decir que como líderes educativos debemos actualizar

nuestros conocimientos, estrategias y buscar nuevas prácticas tanto de administración,

reflexión como alternativas para mejorar los escenarios educativos de hoy día.

Para los líderes educativos implica competencias, actitudes y habilidades al servicio

de la organización o comunidad que dirige. Implica además manejar los cambios

paradigmáticos y evolucionar con las nuevas tendencias tecnológicas de manera que logre el

desenvolvimiento y el compromiso de todos los conforman la comunidad de aprendizaje.

Como señala Claudio (2003) un elemento fundamental del papel del director de escuelas

como líder educativo será crear ambientes y oportunidades diversas para que todo el personal

del núcleo escolar crezca profesionalmente y se desarrolle de forma continua y sistemática


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respondiendo a su visión y finalmente, a la creación de una verdadera comunidad de

aprendizaje (p. 227). El liderazgo dentro de una comunidad de aprendizaje requiere

entusiasmo, retro-comunicación positiva, diplomacia, apoyo e interacción con los miembros

de la comunidad en un ambiente de confianza (Salgado, 2001).

El líder educativo tiene el gran desafío como parte de la formación de la comunidad

de aprendizaje que asumir que el conocimiento es un acto de participación y de

responsabilidad de todos, ya que todos son aprendices y protagonistas de su propio

aprendizaje lo que hace entender el proceso de aprendizaje como un proceso intrínsecamente

social, que se nutre de las relaciones y tiene su lugar en un contexto cultural determinado.

Los lideres, señala Schein (2004) tienen que empezar a pensar ahora como artífices del

cambio, porque el problema no consiste solamente en como adquirir nuevos conceptos y

destrezas sino también en como desaprender las cosas que ya no son útiles para la

organización.

Finalmente, para desarrollar un comunidad escolar y convertirla en una comunidad

de aprendizaje efectiva el director como líder didáctico deberá promover una cultura

organizacional de compromiso, la participación de todos los componentes de la comunidad

escolar, apoderar a los miembros de la comunidad escolar para promover la creatividad,

facilitar los procesos inherentes a la escuela para mejorar la calidad del proceso de

enseñanza-aprendizaje, promover la toma de decisiones participativa y colaborativa y

flexibilizar los programas dentro de la organización escolar con miras a darle participación

activa a todos y cada uno de los miembros.


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Deberá además, realizar esfuerzos para dar mayor autoridad y responsabilidad a los

maestros, padres, estudiantes y otros miembros de las comunidades locales en la gestión

educativa. Mantener un sistema efectivo para la rendición de cuentas respecto al uso óptimo

de los recursos y obtención de resultados concretos. Utilizar las oportunidades para otorgar

decidido respaldo público y apoyo a quienes promuevan reformas basadas en estos

principios. Activar la difusión de las mejores prácticas y la utilización de tecnologías

asociadas a la Internet en relación con el perfeccionamiento de profesores, rendición de

cuentas y estándares educativos exigentes. Convocar los líderes de otros sectores, incluidos

los medios informativos para promover estos objetivos. Estimular la creación de alianzas o

consorcios empresariales en los distintos países con objetivos de apoyar la innovación,

investigación y desarrollo de la reforma educativa.

En la literatura, existen varias definiciones del concepto de comunidades de

aprendizaje, y teóricos como Senge, Barth (1990) e Irmsher (1997) señalaron que existe un

sinnúmero de características de una comunidad de aprendizaje y son: una visión compartida,

participación, tienen un sentido de propósito, cuidado, comparten valores, permea un

ambiente de confianza, incorporan la diversidad, trabajan en equipo, buena comunicación,

respeto y retro-comunicación.

Por último, para un líder didáctico crear una comunidad de aprendizaje, implica

reflexionar diariamente ante las ejecutorias y los trabajos realizados para anticipar los

cambios y enfocar los propósitos de la misma hacia el logro de la visión. Los directores de

escuelas como líderes didácticos debemos recordar como señala Martínez (2004) que no
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existe un modelo perfecto que resuelva todos los problemas educativos, es imposible. Sin

embargo, en la medida en que los miembros de una comunidad de aprendizaje adquieren

experiencias significativas y comparten los valores dentro de la misma, dando rienda suelta a

su creatividad, surgirán nuevos modelos y teorías cuyos propósitos son el satisfacer las

necesidades que emergen conforme interactúan entre sí los miembros de la misma.

Existen unos retos para el director de escuelas cuando se habla de mejorar los

procesos de enseñanza y aprendizaje los cuales incluyen aumentar los estándares, reforzar los

programas de desarrollo profesional, redirigir la escuela hacia el aprendizaje del educando y

finalmente, rendir cuentas sobre nuestro desempeño. Sin lugar a dudas las escuelas están

cambiando, la transformación va dirigida a responder las presiones y exigencias no solo de

las leyes estatales, locales y federales sino las de los padres, los sectores laborales y la

tecnología.

Otro de los retos mayores con los que se enfrentan los líderes educativos en la

sociedad del conocimiento, es la necesidad de reconceptualizar las organizaciones educativas

y su cultura organizacional de manera que responda a las demandas de la nueva sociedad y

de sus protagonistas. Debemos tener presentes que las organizaciones escolares no pueden

aislarse del mundo y mucho menos trabajar como entes individualistas ya que las tendencias

globalizadoras requieren el convertir las comunidades de aprendizaje en organismos abiertos

mundialistas trascendiendo los límites geográficos, sociales, culturales y organizacionales.

Finalmente, cabe señalar que establecer una comunidad de aprendizaje efectiva es un

gran desafío para los líderes didácticos, ya que como señalan Rodríguez, Gutiérrez y
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Morales (2005) el nuevo liderato se caracteriza por ser un ejercicio ético y

consecuentemente, comprometido con el servicio que presupone todo proyecto humano.

Además, una nueva concepción del liderazgo es aquel que articula visiones y estilos diversos

de los miembros de la comunidad de aprendizaje y construye significados en la cotidianidad

de la cultura de la escuela en relación con su entorno social.

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