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TRABAJO FINAL JUSTICIA EDUCATIVA

Prof. Axel Rivas

Wanda Gisela Klaric. oviss

Me interpela personalmente la complejidad que me ha provocado el proponer un dilema


atravesado por mi Institución, la priorización de los dilemas que existen y poder quedarme
con uno para analizar en profundidad a partir de este trabajo.

Antes de continuar, contextualizo la Institución: un colegio de gestión pública privada


ubicado en la ciudad de Rosario, Santa Fe, próximo al centro de la ciudad. Cuenta con cuatro
niveles, una población de 1234 estudiantes, en su gran mayoría con una trayectoria en la
Institución que comienzo a sus tres años y finaliza en 5to año con la educación secundaria,
siendo una minoría los que interrumpen su escolaridad cambiándose de institución.

Después de un proceso de reflexión personal, cuestionar y cuestionarme desde mi rol


directivo en la Institución, de análisis, de mirada retrospectiva en los 4 años que venimos
trabajando con el equipo de gestión Institucional considero que el dilema principal y clave
que nos ha convocado institucionalmente es el dilema de la articulación, un gran dilema que
tiene en el recorrido pedagógico histórico del colegio un peso y una reiteración de años.

La desarticulación en todas las dimensiones, o el aislamiento de cada uno de los niveles afecta
directamente la trayectoria de los estudiantes, y esto comenzó a visibilizarse a través de
planteamientos de las familias y de los mismos estudiantes, especialmente en el paso del
nivel primario a secundario. La institución cuenta con una gran ventaja la continuidad de los
niños y adolescentes en el colegio, sin embargo, ellos mismos no estaban siendo favorecidos
por esta posibilidad.

Una vez visibilizado el problema se propone que el espacio de equipo conductor sea un
espacio para que, en palabras de María Emilia López, en el prólogo del libro señales de vida,
“estar juntos en tanto seres capaces de penetrar un problema, hacerlo propio y construir
colectivamente esbozos de nuevos significados”.

Había en la escuela intentos de abordar este dilema, uso de cuadernillo, cursillos niveladores,
etc. pero el dilema continuaba, teníamos que darnos la oportunidad de sentarnos, poner el

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problema en el centro y poder dialogar, bajando prejuicios y defensas para buscar nuevos
caminos.

Iniciamos así un largo camino, “Camino al Centenario” (oportunamente estábamos


celebrando los 90 años de fundación del colegio), nos daríamos la oportunidad de poner la
mirada en la trayectoria estudiantil de nuestros niños, de mirar especialmente la dimensión
pedagógica de nuestro colegio y coincidentemente desde el Ministerio de la Provincia de
Santa Fe, comienzan también a proponer el trabajo por trayectorias únicas, continuas y
completas.

Senge (1990) Una organización que aprende es la que posibilita y estimula el aprendizaje de
todos sus integrantes, lo que implica aprendizaje individual, grupal y organizacional, y es
capaz de transformarse a sí misma en función de ello. Esta capacidad de transformación es
esencial en un medio diverso y cambiante, como de modo obvio es el de la educación y los
centros; lo que es para la supervivencia organizativa y más aún para el éxito en la consecución
de sus fines (que también pueden cambiar).

La propuesta que se realizó fue trabajar en el Proyecto curricular Institucional, organizado


por departamentos, cada uno específico a un campo del saber, acompañados por un director
de nivel y un referente del área (profesor del Instituto Superior del colegio) que garantizaran
el sostenimientos de los acuerdos institucionales donde los educadores pudieran realizar un
trabajo sistemático de secuenciación de aprendizajes, elaboración de criterios en cuanto a la
metodología de enseñanza, evaluación. Se resalta la importancia de volver a pensar, revisar,
definir, modificar y principalmente acordar, entre todos los actores institucionales para
garantizar aprendizajes situados, significativos y transformadores desde un liderazgo
distribuido para garantizar que todos los estudiantes aprendan.

“Quien gestiona hace. Pero su hacer fundamental es hacer para que con los otros se haga del
modo más potente posible. Estimular, lanzar pensamientos, contener, desafiar, capacitar,
conseguir, abrir, limitar, articular, conectar, son tareas de quien gestiona desde la óptica de
facilitador de procesos” (Blejmar, 2005, p.15).

Este trabajo en el PCI en clave de alfabetizaciones, se pensó desde una gestión compartida,
en el alcance de un gran desafío, la transformación educativa, que, en palabras de Pintos

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(2018) se trata de transformar la escuela para hacerla emocionalmente significativa e
intelectualmente desafiante. Un PCI en clave de transformación educativa, para que la
escuela vuelva a ser una Institución capaz de convocar el deseo de aprender y de enseñar.

Esta propuesta, se enmarca un poco considerando esto que propone Fernández Enguita
(2018), el nivel macro de la política y por otro lado el nivel micro de la práctica profesional
individual.

“Sin negar la importancia de las políticas educativas ni la relevancia de la


competencia y la autonomía del educador sobre el terreno, ambas visiones
ignoran lo fundamental: el nivel meso, un nivel intermedio que es el de los
centros y algo más. Este nivel meso se expresa en el proyecto educativo de centro,
más no puede limitarse a un documento. Debe tener vigencia, hasta cierto punto,
en las decisiones y las prácticas individuales de todos y cada uno de los docentes
y de cualquier otro personal implicado en la educación, y debe estar respaldado
por una dirección educativa eficaz, todo lo cual requiere que sea apropiado por
una cultura de colaboración y corresponsabilidad”. (Fernández, E.)

Entre lo macro y lo micro, la justicia educativa se concretiza a través de las complejas


decisiones que cada uno de los participantes en la política educativa-funcionarios, equipos,
supervisores y docentes debe tomar cotidianamente.

Todo acto educativo lleva implícito un sujeto que aprende que, es un ser itinerante, en
permanente camino, en constante proceso de crecimiento. Desde esta idea se desprende el
concepto de trayectorias educativas, puesto que es en ese recorrido que acompañamos a
nuestros estudiantes, promoviendo determinados valores, ofreciéndoles las condiciones para
desplegar sus saberes, siempre desde una perspectiva inclusiva, alejándonos de un currículum
homogéneo y ofreciendo oportunidades de apropiación del saber amplias y variadas, de modo
que cada alumno aprenda en un ambiente cooperativo de trabajo en el que el “estar juntos”
esté cargado de significatividad.

El aprendizaje, las trayectorias y su cuidado es la primera preocupación de toda la escuela.


Todos en la escuela somos conscientes de que la verdadera justicia educativa no se define
por que los alumnos estén dentro o fuera de la escuela sino por su posibilidad de desarrollar

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procesos de pensamiento que les permitan entender, convivir y desarrollarse en un mundo
complejo (Aguerrondo, 2008).

La metáfora que utiliza Merieu (1998) para hablar de articulaciones es la de “Tender


puentes”. El “tender puentes” acerca, permite ver al otro a la cara, de frente, que no es lo
mismo que enfrentado.

Entender la articulación desde el paradigma de la complejidad es poder pensar en un proceso


entendido como: unir, conectar y complementar entre contextos, agentes educativos,
subsistemas, niveles, modalidades, tiempos, espacios y recursos, en relación con intenciones,
concepciones y acciones que llevan a la formación del ciudadano que la sociedad requiere,
por ende la articulación es un asunto complejo, ya que envuelve diversos procesos, que
implican considerar lo organizativo, lo curricular y lo interdisciplinario, con el propósito de
acompañar y cuidar la trayectoria escolar de cada estudiante, desde una mirada integral.

Es fundamental hacer foco en todos los aspectos involucrados en el proceso de enseñanza y


aprendizaje, desarrollando estrategias, diseños de intervención, que permitan flexibilizar el
pensamiento, buscar nuevos caminos, valorizando y resignificando los antiguos para intentar
articulaciones posibles que produzcan transformaciones. Estas articulaciones necesitan ser
abordadas en forma interinstitucional, intrainstitucional, institucional, curricular, de las
prácticas docentes y de las actividades de docentes y alumnos. Así mismo, deberá abarcar
todos los tipos de saberes, las estrategias didácticas y los aspectos de la organización
institucional, donde la enseñanza tendrá centralidad.

Los objetivos que se propusieron para este trabajo fueron:

● Consolidar los departamentos de áreas desde el paradigma de liderazgo distributivo


para la elaboración del PCI en clave de procesos alfabetizadores.
● Planificar estratégicamente los procesos de alfabetización para generar aprendizajes
significativos, situados y transformadores.
● Articular inter e intra institucionalmente criterios de enseñanza y aprendizaje para
acompañar y cuidar las trayectorias únicas de los estudiantes.
La conformación de los departamentos fueron 7 en principio (matemática, lengua y literatura
y lenga extranjera, ciencias naturales y tecnología, ciencias sociales disciplina y ciencias

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sociales identidad y ciudadanía, lenguaje estético expresivo, pastoral) , y ya avanzados en el
trabajo evidenciamos la necesidad de un octavo departamento, dedicado exclusivamente al
trabajo de orientación y cuidado de las trayectorias estudiantiles, conformado por los
integrantes del equipo de orientación del colegio, tutores y preceptores.

Las actividades que se implementarán en el trabajo del departamento:

● Calendarización de los encuentros del departamento para elaborar el PCI.


● Análisis del área a partir de la revisión de los planes anuales de cada nivel.
● Secuenciación de contenidos del área, atendiendo a los Diseños Curriculares
Jurisdiccionales, a los Núcleos de Aprendizajes Prioritarios y otros documentos
ministeriales.
● Construcción de acuerdos institucionales en la metodología y en el enfoque de enseñanza
y aprendizaje del área que responda al proceso de alfabetización correspondiente.
● Abordaje de los principios organizadores en la elaboración del PCI.
● Realización de Trayectos que atiendan a la capacitación y actualización.
● Socialización del trabajo del departamento disciplinar y capacitación intra nivel.
Se busca, visibilizar cada una de las trayectorias escolares desde la ética del cuidado,
poniendo énfasis en todas las acciones que permitan que los alumnos realicen recorridos
completos, continuos y de calidad, implementando para ello intervenciones pedagógicas
sistemáticas de acompañamiento que aseguren aprendizajes fundamentales para que todos
puedan aprender. La pedagogía diferenciada, individualización de los itinerarios formativos
son caminos de garantizar la justicia educativa, de garantizar más bien el derecho a la
educación.

Finalizo tomando nuevamente, palabras de Teresa Punta, “interpelar los automatismos del
sabes es un gesto más de “deshechura” que de armado, y eso ya es un dibujo de la escuela
del todo novedoso. Creemos que estas situaciones que caen de los renglones normados
constituyen una oportunidad, de promover otras formas, alternativas propias y singulares,
locales frente a la tendencia homogeneizadora de la escuela. En ese sentido, entonces
creemos que es importante promover la voz propia posicionándonos contra la exclusión. A
partir de nuestra propia voz es desde donde podemos generar un espacio de búsqueda que no

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sea ajeno al espacio común citado por los expertos, pero que a su vez nos defina
singularmente”.

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BIBLIOGRAFÍA

AGUERRONDO, I. (2008). La escuela inteligente en el marco de la gestión del


conocimiento. En RBEP. Est. Pedag. Brasilia. V. 91 N 227

BLEJMAR, B. (2005). Gestionar es hacer que las cosas sucedan. Competencias, actitudes y
dispositivos para diseñar instituciones. Buenos Aires: Noveduc.

DUBET, F. (2005). La escuela de las oportunidades: ¿qué es una escuela justa? Barcelona:
Gedisa.

FERNANDEZ ENGUITA, M. (2018), Más escuela y menos aula, Morata, Madrid.

MORIN, E. (1998). Articular los saberes. Textos escogidos. Ediciones Universidad del
Salvador. Bs. As.

PERRENOUD, P. (1998). ¿A dónde van las pedagogías diferenciadas? Hacia la


individualización del currículo y de los itinerarios formativos.

PINTO, L. (2019). “XIV Foro Latinoamericano de Educación, Rediseñar la escuela para y


con las habilidades del siglo XXI”. Buenos Aires: Santillana.

PUNTA, T. (2013). Señales de vida. Una bitácora de escuela. Buenos Aires, Argentina:
Lugar editorial

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