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A l∴G∴d∴G∴A∴d∴U∴

LIBRO I

FUNDAMENTOS

DE LA MASONERIA*
GRAN INSPECCIÓN DE FORMACIÓN,

DOCENCIA E INVESTIGACION MASONICA

Gran Logia de España

(*) EDICION DE ENERO-08, REVISADA Y AMPLIADA CON LAS APORTACIONES DE HH A


DICIEMBRE-08
PROYECTO DE FORMACIÓN Y DOCENCIA

R∴H∴ Antoni Bladé

Gran Inspector de Formación y Docencia

R∴H∴ Ángel Martínez

Pasado Gran Inspector de Formación y Docencia

Q∴ H∴ Miquel Córdoba

Diputado Gran Inspector de Formación y Docencia

R∴H∴ Florencio Serrano

Pasado Diputado Gran Inspector de Formación y Docencia

COLABORACIÓN

Q∴ H∴ Ángel Camacho

SUPERVISIÓN

M∴R∴H∴José Carretero

Gran Maestro de la Gran Logia de España

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El elemento esencial de la misión de la Francmasonería,
es el de formar hombres con valores esencialmente éticos,
imbuidos de los ideales y principios de la Institución y que
aspiran a su perfeccionamiento particular y al
mejoramiento de la sociedad.

Una enseñanza bien planificada precisa de unos


contenidos programáticos y para ello, un grupo de HH∴
de distintas Logias, y bajo la supervisión de la Gran
Inspección de Formación, Docencia e Investigación
Masónica vienen desarrollando en cuatro unidades
temáticas lo que se pretenda sea un punto de partida en la
Formación y a la vez pueda ser un elemento de ayuda
didáctica tanto para los HH∴ como para sus instructores
masónicos.

Dado que nos encontramos con una herramienta viva y por


tanto no cerrada, agradeceremos la colaboración de todos
aquellos HH∴ que deseen aportar tanto su punto de vista,
como su corrección en aquellos puntos mejorables.

Próximamente se iniciaran una serie de seminarios en las


Provincias para dar a conocer dichos contenidos.

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INDICE
1.- PRÓLOGO 005

2.- INTRODUCCIÓN A LA MASONERIA 026

3.- HISTORIA UNIVERSAL DE LA MASONERIA 029

4.- HISTORIA DE LA MASONERIA ESPAÑOLA 062

5.- ANTROPOLOGIA DE LA FRATERNIDAD 119

6.- EL CONCEPTO DE PROCESO MASONICO 130

7.- FILOSOFIA PARA MASONES 143

8.- UNA ETICA PARA MASONES 179

9.- LA VIA INICIATICA 187

10.- RITO Y RITUAL 195

11.- EL SIGNIFICADO DEL RITUAL 201

12.- FORMACIÓN MASONICA 213

13.- LA APLOMACIÓN 216

14.- LA PIEDRA BRUTA 227

15.- EL SECRETO MASONICO 233

16.- LA REGULARIDAD 235

17.- EL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO 238

18.- PLAN DIRECTOR PARA EL FUTURO 248

BIBLIOGRAFIA 252

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1.- PROLOGO

El presente estudio constituye un proyecto para la normalización


de Formación, Docencia e Investigación en masonería, que
constituya el objetivo y tarea a llevar a cabo por la Gran
Inspección correspondiente, para la presente Gran Maestría de la
Gran Logia de España (M.R.G.M. José Carretero).

Será desarrollado en cinco niveles:

Significado de la formación, docencia e investigación masónica,


en base a una Introducción a la Masonería, a la Historia de la
Masonería tanto universal como española. Sus objetivos
diferenciales.

Bases de conocimiento, como fundamento de la Orden.


Antropología, Fraternidad, Vía Iniciática y Trabajo ritual.

Docencia masónica. Para los miembros de la Orden y su efecto en la


Sociedad.

Aspectos de la docencia masónica, útiles para el funcionamiento de la


Orden, estructura y relación funcional con otras potencias masónicas no
simbólicas.

Finalmente un Plan director que nos permita visualizar el futuro así


como los retos a que nos enfrentamos día a día.

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I

SIGNIFICADO DE LA FORMACIÓN Y DOCENCIA MASÓNICA


EN EL MARCO DE LA HISTORIA DE LA MASONERÍA
ESPAÑOLA

Formación y docencia tienden a ser términos


complementarios, jerarquizados, aunque distintos. Formar implica
troquelar una personalidad, hacer docencia, enseñar contenidos,
teóricos y prácticos, puestos al servicio de una labor, la de formar
a miembros de esa sociedad, sea tal colectivo el de juristas,
médicos o de masones. Formar supone tallar una imagen a partir
de una piedra sin forma, enseñar, o hacer docencia, capacitar con
conocimientos a un colectivo o persona; investigar es el acto
intelectual de más altura, el de crear nuevos conocimientos, de los
que la masonería, hay que sospechar, es un importante reservorio
a través del trasvase de significados, de los modelos físicos
operativos a los simbólicos. En cualquier caso se ha de tener en
cuenta que en masonería llamamos investigación al
redescubrimiento, revalorización y actualización de los contenidos
desapercibidos o infrautilizados, que han pasado a ser
desconocidos, esencia misma del trabajo iniciático y el pulimento
de la piedra bruta.

Se ha de tener presente que la actividad formativa en


masonería, desde el punto de vista de la vía iniciática, ha de ser la
resultante de la interacción entre conciencia individual, decisión
propia y el conocimiento adquirido.

La formación masónica, de la que es una parte la docencia,


se desarrolla en una doble dirección, hacia el mundo interno,
puliendo indefinidamente la persona del candidato, esencia de la
iniciación, y hacia el mundo externo en defensa de valores que la

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Sociedad los use para su progreso y al hacerlo, sean el norte que
guíe la Orden; sin este proceso, los masones no pasaríamos de ser
un grupo esotérico de difícil ubicación, de objetivos espúreos y
alejado de su entorno. Se debe de entender que mundo interno,
comunicación transpersonal, mundo externo e internalización del
mismo, constituyen tramos artificiales entre los que no existe
solución de continuidad, por lo que en el marco del concepto
iniciático no cabe separar mundo interno del externo. Como
corolario a esta introducción se subraya:

1. Que la Masonería, como Institución, debe fijar su identidad y


sus objetivos, remarcando la actitud, motivación y
responsabilidad de sus miembros.

2. Que este trabajo le posibilitara encontrar su especificidad,


huyendo de diluirse en otras instituciones ya existentes,
investigando complementariedades, incluso buscando la
coordinación de objetivos comunes que proyectan mejor los
valores e ideales de la Orden.

3. Debemos ser útiles a la Sociedad y servir para construir un


tejido humano capaz de transformar la escala de valores,
principios y comportamientos, que ayuden a la Sociedad y todo
ello a la vez, complementado con una política de coordinación,
imagen y presencia.

Es conveniente un comentario a la masonería como sujeto,


en el marco de su Historia reciente en España y especialmente su
definición como organización.

La Masonería, entre otras aproximaciones o descripciones,


ha sido un sistema social parcialmente abierto, compuesto de un
“dentro” y “fuera”, con un continente donde han transcurrido los
procesos masónicos, grupo humano éste separado de la Sociedad
por límites propios, según su calificación de organización discreta,
lugar éste donde se reúne un grupo de hombres, supuestamente

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libres, en un clima de fraternidad, espiritualidad y trabajo, donde
producimos, experiencias iniciáticas, valores, ritos y simbolismos.

Consecuencia de la hostilidad conocida y sufrida en el último


medio siglo en España, los aportes que le debían llegar del
exterior se interrumpieron y de ser un sistema semiabierto –
esencia de la discreción - se convirtió en otro cerrado,
desconectado de su entorno y sometido a represión, unas veces y
a persecución otras. Equivale a una planta privada de luz y riego o
a un organismo animal cortarle la respiración o el alimento
ambiente. De ello se derivó una involución masiva y caos funcional
que le hizo desaparecer física, pero no espiritualmente, y
reaparecer –1980- en un estado de involución, de difícil
rehabilitación, un organismo atrófico, dividido, sin ubicación,
donde la imagen social de la Orden oscilaba entre el repudio y la
peligrosidad pública de sus miembros, especie éstos de minotauros
con rabo, justo lo opuesto al prestigio que siempre disfrutó en los
países de nuestro entorno inmediato.

Los organismos vivos que han sido atacados requieren, para


ser gobernados, no líderes demócratas y gestores equilibrados,
sino de salvadores de mano firme, adornados de urgencia, por la
índole inmadura y en peligro del cuerpo al que gobiernan. Este
trato se ha prolongado por largos períodos, debido a que la propia
historia nociva se suele incardinar en aquel cuerpo social, al
menos que esa comunidad y aquel gobernante peculiar se
expulsen mutuamente, bien por un proceso de súbita madurez,
bien por abandono de aquel líder. Así la Masonería española
durmió y despertó, y lo hizo en estado de minusvalía dividida en
dos mitades, como lo hacen los organismos inmaduros que se
forman en la naturaleza, así el óvulo y espermatozoide, que son
también dos, y crean a un ser desvalido inicialmente. En el caso
de la Masonería española no fueron dos sino varias “mitades” que
amenazaban ruptura, sin que faltasen los subgrupos y
grupúsculos, testimonio de su disfunción. Hoy mismo sufrimos la

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presencia de grupos, que acaudillados por pequeños líderes y
confundiendo masonería con otras realidades respetables como
pueden ser política o poder, usan precisamente sus problemas de
personalidad para liderar a seguidores inadaptados a la
masonería, verdaderos buscadores de confusión, que están en la
Orden como podrían estarlo en cualquier grupo cuyos objetivos
fuesen muy distantes a la misma, y frente a los cuales sólo la
tolerancia y la rigurosa firmeza caben como aproximación a ellos.

En este particular contexto, la Formación y Docencia para


nuestra sociedad masónica, constituyen la piedra de toque del
proceso regenerador deseado, como lo es la educación y
formación para cualquier ser humano en crecimiento, donde hayan
y empleen, objetivos definidos, metodología adecuada, el uso de
los mejores recursos disponibles indicados y un sistema de
verificación riguroso. Todo esto es así porque, a más madurez de
un cuerpo social, y como consecuencia de la evolución de los
individuos de lo componen, el poder y la buena función de éste
pasa a depender de la norma y de la cultura de la que se dote, y
menos de la improvisación u opinión individual, por acertada que
ésta última sea. En derredor de este hecho resulta un verdadero
despropósito e ir en contra de la tarea, del progreso y de la
integración en un nivel superior como cuerpo social, el hecho que
se diga que la formación y docencia priva o disminuye la
autonomía de las Logias, confundiendo crecimiento con involución,
conocimiento con pérdida de la libertad, progreso con retroceso.
En definitiva es el placer ligado a la inmadurez, que sin duda lo
tiene aunque enfermizo.

Una puntualización es precisa, que la formación y docencia


en masonería, deben centrarse y afectar a tres ámbitos de
actuación: al masón, con el alcance espiritual, intelectual,
emocional y físico, donde entre otros parámetros, la aplomación y
la verificación del progreso, tienen suma importancia; en segundo
lugar a la Orden y su estructura funcional, finalmente a la relación

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entre la Sociedad y la Orden, sociedad a la que servimos, y de la
que dependemos como estructura orgánica, por lo que de la
imagen que se tenga de nosotros en el exterior, dependerá nuestra
evolución, dado que la internalización del entorno es un elemento
nutricio básico en la evolución de todo ser vivo y una organización
como la nuestra lo es. La madurez de un tejido colectivo se
produce o no, no caben ni disimulos, ocultación, ni falsificación;
seremos en la sociedad exterior, lo que seamos en nuestra
sociedad interior, y si no mejoramos continuaremos siendo
marginados, seremos extraños seres sin excusa, ni causa, porque
ya estamos en una sociedad madura y abierta. Ha llegado nuestra
oportunidad.

II
BASES DE CONOCIMIENTO

La Formación y Docencia masónica requiere una adecuada


definición de su objetivo y su sujeto. El sujeto de la Orden son,
tanto el masón como la sociedad que nos enmarca; por oposición,
el objeto de la masonería es triple: Antropología masónica, Rito y
Fraternidad, englobadas en el marco del proceso dinámico de la
Vía iniciática como generadora específica de la esencia misma de
la Orden. Por esta razón constituye, como parte ineludible, tener
un conocimiento y acuerdo sobre estos apoyos, y esto debido a
nuestra especificidad antropológica. El cuerpo masónico es una
sociedad cargada de hipótesis de partida, nada que ver con un
aula universitaria, con jovencitos de 17 años dispuestos a recibir el
conocimiento de Derecho Romano o de Anatomía humana, tejido
social éste fácil, donde todo prende; no es eso la masonería, grupo
humano del que hay que conocer su especificidad para

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proporcionarle formación y docencia, muy particularmente su
Filosofía, Rito y Fraternidad, base de nuestra naturaleza, y en
donde adquiere una particular prevalencia el hecho de que la
Orden es una tradición iniciática que lleva al masón a introducirse
experimentalmente en el conocimiento, más allá de cualquier
consideración teórica.

Es cierto que la Filosofía masónica constituye uno de los tres


ejes de la Orden dichos, pero es el menos doctrinal y debatible;
se trata aquí de la confección de un programa, abordando los
puntos básicos que serán sugeridos al estudiar las bases de
conocimiento para llevar a cabo, con suficiencia, el proceso
iniciático, siendo muy cuidadosos al escoger la metodología
adecuada que consiga penetrar vivencialmente en la mente del
masón.

El Rito y sus consecuencias en la formación y docencia,


constituye la segunda columna que le da identidad a la Orden y
requiere, por su trascendencia, un estudio pormenorizado para
conocer su significación, que se sustenta en un eje triple, columna
vertebral de la vida iniciática; primero la transmisión ritual, es
decir la rigurosa puesta en práctica de la ceremonia ritualística,
segundo la transmisión oral, o conocimiento de la ceremonia
complementado con aspectos de la misma no escritos, y que son
esencialmente vivenciales, finalmente, la transmisión del método
que posibilita la obtención del máximo provecho de la práctica
ceremonial y del conocimiento no escrito. En resumen es preciso
aprender un método que nos permita asimilar el contenido de los
tres grados, a niveles no sólo racionales sino emocionales (ver
Documento I adjunto)

La Fraternidad es el tercer parámetro que completa la


identidad masónica, el de mayor trascendencia, el que es preciso
el consenso y conocimiento más puntual y profundo y del que
depende el funcionamiento de la Orden, que debería erigirse en su

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consecuencia final y visible, individual y colectivamente, en el
marco de un gradual proceso espiritual e iniciático, que transforme
al practicante masón. (Ver Documento II, adjunto).

La Vía Iniciática es el marco que engloba a todo el proceso


dinámico de la formación y docencia, columna vertebral desde
donde se desarrollan y expresan las más singulares características
de la masonería y que sin duda impregna y condiciona el
funcionamiento de la Institución masónica. Dada su decisiva
importancia para la formación y docencia, se adjunta un ensayo
particular sobre el tema en esta nueva versión (Junio 2007) (ver
Documento III).

III
FORMACIÓN Y DOCENCIA

Se estudiarán sus objetivos, instrumentos, coordinación y


conteni dos.

OBJETIVOS

Se entiende que éstos están dirigidos a adquirir el


conocimiento preciso para facilitar el proceso iniciático y
consecuentemente la normalización del funcionamiento de la
Orden. En éstos se deben de englobar cuatro aspectos:

- Conceptualizar e internalizar una evolución paulatina de la


Gran Logia de España, que comporte una remodelación
progresiva de nuestra mente masónica, y que a la vez nos
acerque a nuestro entorno europeo, donde tanto el trabajo de
normalización como el de inserción en la sociedad ya se ha
efectuado.

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- Llevar a cabo la normalización funcional en materia de
formación y docencia, centrada en la interacción armónica
entre el< proceso iniciático y el miembro, en el desarrollo
funcional de la Orden y en la inserción de ésta en la
sociedad profana.

- Establecer una norma y una estructura, que a la vez


innovadora, sea justa, conveniente y adaptada a la
naturaleza de la Orden, naturaleza estudiada en los cuatro
Documentos que aquí se adjuntan y que deseamos
proponerlos como columnas de trabajo por hacer,
documentos sobre Rito, Fraternidad, Vida Iniciática y
Aplomación.

- Centrar la estructura de la formación y docencia en una


coordinación y verificación de resultados y en diferentes
niveles que asegure su funcionalidad. Cuando aquí se hable
de verificación de resultados, hay que dejar claro que es
diferente al término examen. El proceso de verificación viene
a ser una medición y constatación del nivel adquirido por el
masón sin estar sujeto a un premio o castigo; está dirigido a
constatar que el masón tiene nivel para pasar de Grado, y
que en definitiva no es más que una reafirmación que el acto
de la Aplomación fue aceptado y que el H ha mostrado un
nivel de adaptación a la masonería suficiente.

INSTRUMENTOS

No existe formación y docencia sin una estructura que la


posibilite. Dejar a la improvisación, opinión coyuntural o autonomía
local, algo tan vertebrador, debe ser evitado. Es a su vez la
oportunidad para pasar el poder que se deriva de la formación y
docencia, de las agendas particulares no siempre respetables, a
la planificación por objetivos y de los masones individuales,

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siempre respetables, a las normas estandarizadas y
consensuadas. Se debe formar en función de la experiencia
masónica expresada en normas, no de opiniones, y no de personas
sino del conocimiento masónico manifestados en programas.

Se proponen dos instrumentos docentes básicos: la Tenida o


Cámara de instrucción, según rito, y la Cámara de ensayo. En la
primera se trabajará sobre los contenidos del rito, desde el
desempeño de los roles, en tanto en la segunda, se trabajará en el
conocimiento ritual con la metodología del laboratorio. Esto no es
inconveniente para que puntualmente se recurra a la conferencia o
encuentro de discusión.

COORDINACIÓN DE LA FORMACIÓN, DOCENCI A Y SU


VERIFICACIÓN

Estará dirigida por la Gran Inspección de Formación y


Docencia, bajo el conocimiento y la coordinación de los Grandes
Maestros Provinciales, así como con el Gran Maestro de la Gran
Logia de España.

De la Gran Inspección de Formación y Docencia dependerán


sus Delegados, propuestos y elegidos coordinadamente por los
Grandes Maestros Provinciales y la Gran Inspección, que será la
responsable de coordinar los criterios, métodos y ejecución.

En cada Logia particular, los V∴M, P∴V y S∴V serán los


ejecutores, supervisores, y verificadores específicos del trabajo
masónico por hacer en su propio ámbito. Los Delegados serán
elegidos por el doble criterio de competencia personal y
experiencia masónica en materia de formación y docencia.

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CONTENIDOS

LA APLO MACIÓN

Su naturaleza está reflejada en el documento que sobre la


misma se adjunta, con el objetivo de que el acierto de su
resultado se verifique periódicamente cada vez que el interesado
pase de Grado, por lo que cabe decir que el hecho de la
aplomación no tiene fin, ya que a todos los masones primero nos
aploman y después debemos aplomarnos, estando dispuestos a
escuchar el resultado y obrar en consecuencia.

FORMACIÓN Y DOCENCIA DE APRENDICES

Su currículo está constituido por:

- Adquirir un dominio internalizado de la Historia de la Masonería


internacional y española, así como sus ritos y significados.

- Conocer el Manual de Aprendiz Entrado, que al efecto se le


facilitará por el responsable de su formación y docencia (versión
inglesa traducida en aquellos ritos que lo requieran), en donde
será parte ineludible el conocimiento del Tablero Trazado del
Grado, y en el caso de los Ritos que lo posean, el Retejador con
preguntas y respuestas.

- Conocer y saber practicar el rito de la ceremonia de la


Iniciación, así como el ritual de apertura y de clausura, en sus
cuatro niveles: iniciático, intelectual, emocional y gestual,
implicando nociones y puesta en práctica del método de
asimilación del conocimiento masónico.

- Conocer con soltura física, y su significación, el Rito y el ritual


de Logia correspondiente a su Grado.

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- Haber asistido como mínimo y en términos generales al 60% de
las Tenidas, de las Cámaras de Instrucción y de Ensayo, o su
equivalente según el Rito, que dicha Logia haya programado.

- Redactar un mínimo de tres planchas en aquellos Ritos que las


utilicen en su método de trabajo, planchas que serán
supervisadas por el S.V., así como un trabajo escrito o
presentación oral descriptiva y reflexiva, sobre el conjunto del
Grado, haciendo hincapié particular en el conocimiento del Rito.
Esto último podrá consistir en la integración coherente de las
planchas confeccionadas, a modo de reflexión de conjunto de la
misma, en donde se demuestre la capacidad y gusto por
conceptualizar la experiencia tenida en base a su asimilación.

- En los Ritos que no se utilicen planchas, serán recomendables


tres exposiciones orales ante el V∴M∴, P∴V∴y S∴V∴de la
Logia correspondiente.

La Logia seguirá el procedimiento habitual para el aumento


de Grado, teniendo siempre, ella misma, la última palabra para el
aumento o no del citado Grado.

Los responsables de la formación y docencia de los


Aprendices serán los S ∴ V, con la colaboración de P∴V∴M∴, G∴I,
P∴D, S∴D∴

FORMACIÓN Y DOCENCIA DE COMPAÑEROS

Su currículo consistirá en los apartados que siguen.

- Conocimiento razonado y crítico de la primera parte –Nivel I- de


un programa sobre Antropología masónica, que al efecto se le
facilitará, así como un Nivel II que versará sobre la Vía
iniciática.

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- Conocimiento del Manual sobre el compañero, que al efecto se
le facilitará por su responsable de formación y docencia (versión
inglesa traducida en los Ritos que lo requieran), en donde será
parte ineludible el Tablero Tra zado del Grado y según el Rito, el
Retejador, preguntas y respuestas del Grado.

- Conocer con soltura física y fluidez emocional el Rito


correspondiente a los grados de Aprendiz Entrado y
Compañero.

- Conocer y saber practicar el Rito de la ceremonia de pase o


elevación al segundo Grado, el ritual de apertura y clausura en
sus cuatro niveles: iniciático, intelectual, emocional y gestual,
implicando nociones y puesta en práctica del método de
asimilación del conocimiento masónico.

- Haber asistido como mínimo y en términos generales al 60% de


las Tenidas, Cámara de Instrucción y de Ensayo, o su
equivalente según el Rito, de aquellas que hayan sido
programadas por la correspondiente Logia.

- Redactar tres planchas, y al menos una sobre el Rito, y un


trabajo descriptivo y reflexivo sobre el conjunto del grado, con
semejantes condiciones que para el caso de los Aprendices. En
los Ritos que no utilicen planchas, exactamente el mismo
criterio que en el apartado de Aprendices.

Como se dijo anteriormente, el V∴M∴podrá pedir la


colaboración a efectos de formación, a cualquier Hermano de la
Logia que considere oportuno. El resto del procedimiento será
idéntico al seguido para los Aprendices.

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FORMACIÓN Y DOCENCIA DE MAESTROS

El Maestro debería haber cumplido con un curriculo


correspondiente a Maestro, que consistirá en:

- Programa de Nivel II sobre Antropología masónica y un Nivel III


que lo formará la Vía Iniciática..

- Conocer el Manual de Maestro, que al efecto se le facilitará por


su responsable de formación y docencia (versión inglesa
traducida en los ritos que lo requieran), en donde será parte
ineludible el Tablero Tra zado del grado, el mismo criterio
aplicado en los dos anteriores Grados.

- Conocimiento general del significado y características de todos


los puestos de Oficiales de la Logia.

- Conocer y saber practicar los Ritos de Logia correspondientes a


los tres Grados, en su parte iniciática, intelectual, emocional y
gestual, así como el Rito correspondiente a la ceremonia de
Exaltación, Ritual de Apertura y de Clausura, implicando
nociones y puestas en práctica del método de asimilación de los
conocimientos masónicos.

- Haber asistido como mínimo y en términos generales, al 60% de


las Tenidas, Cámaras de Instrucción y de Ensayo, o su
equivalente según el Rito, las cuales hayan sido programadas
por la correspondiente Logia.

- Redactar tres Planchas, al menos una sobre Fraternidad, y un


trabajo descriptivo y reflexivo sobre el conjunto de la Masonería
simbólica, con semejantes características que para el caso de
Aprendices y Compañeros. Se aplicará el mismo criterio que en
los anteriores Grados en aquellos Ritos que no utilicen
Planchas.

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- Tener información sobre los ritos más habitualmente practicados
en el mundo masónico.

- El responsable de formar directamente a los Maestros, será el


V∴M∴, pudiendo recibir ayuda para formar, de cualquier otro
Hermano que considere cualificado para ello.

FORMACIÓN Y DOCENCIA PARA LOS OFICIALES DE LOGIA.

Los conocimientos precisos para el desarrollo de los


diferentes roles en Logia, es una continuación del cuerpo de
conocimientos abordados hasta el momento. Su esencia es que, el
M∴M∴, aquel que sea considerado útil para seguir un currículo
masónico, pase por todos los cargos, en años sucesivos y
correlativos, de: G ∴I., S∴D, .P∴D, S∴V, P∴V, V∴M, IP∴M,
Orador, Hospitalario, Secretario y Tesorero y en el caso de otros
Ritos en los que específicamente no se contemple estos roles,
seria recomendable tener al menos experiencia en un cargo
administrativo, Tesorero o Secretario, ritualístico, por ejemplo
Maestro de Ceremonias o experto, y otro docente, Primero y
Segundo Vigilante. Esta progresión de Logia la llevarán a cabo
aquellos H∴H∴ cuya evolución masónica no haya sido
interrumpida por deficiencias puntuales o habituales en su
trayectoria y comportamiento masónico.

Todo cargo de Logia necesitaría conocer el Rito y su


significado, correspondiente a su puesto en Logia, con antelación
al inicio de la ejecución de su cargo. También necesitaría
presentar en un plazo máximo de un mes, un documento escrito
sobre su especificidad y significación, especialmente desde el
punto de vista del propio Hermano que asume el puesto. Es
responsabilidad del V∴M∴ supervisar el aprendizaje del cargo, así
como la aprobación del citado documento.

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IV
ASPECTOS DE LA DOCENCIA MASONICA

La Vía Iniciática constituye el hecho central del


funcionamiento de la Orden, por lo que se adjunta un ensayo sobre
la misma, que junto con los Documentos sobre Rito, Fraternidad y
Aplomación, constituyen los cuatro pilares en derredor de los
cuales proponemos que gire la normalización y estructura de la
formación y docencia.

Por estar relacionado con la competencia de la formación y


docencia, se propone la estructuración, conjunta con las
Inspecciones que correspondan, de las cuatro áreas que siguen.

RE V I SIÓ N D E RIT U A L E S .

En dos direcciones, la de contenidos para actualizarlos de


acuerdo con el cambio cultural que la sociedad profana ha
experimentado, y a la cual la masónica debe acoplarse, extremo
éste ya llevado a cabo por las G.L. europeas y en concreto la
inglesa, y revisión de forma, mejorando el estilo y la gramática,
hecha en ocasiones por H∴H∴, que, con buen conocimiento del
idioma, pero al no serles propio el castellano, adolecen los textos
de garantía en su léxico. Este trabajo debe ser consensuado en el
fondo y forma, y llevado a cabo su realización material por
especialistas próximos a las letras.

- G.L.E. recomendará un ritual adecuado a cada Rito y permitirá


que las Logias soliciten modificar el del ritual común.

- La Gran Comisión de rituales será la competente en la revisión


que se proponga, con la participación de la Gran Inspección de
Formación y Docencia.

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IN ST IT UT O S U P ER IO R DE L A IN V E ST IG AC IÓ N Y DO C E NC I A. I S I D

Se trata de una organización cuyo objetivo es la difusión del


conocimiento a través de la Formación y Docencia de hombres y
mujeres, no importa su edad, buscando la calidad en los procesos,
en el marco de un sistema intelectual y emocional de valores
humanos, que dignifiquen tanto a la Institución como a quien se
confíe en ella para su promoción profesional e intelectual. El
ámbito del conocimiento en el que se extenderá la tarea del
Instituto coincidirá con aquellas áreas del conocimiento
establecidas, tanto en el sector de las Ciencias de la Naturaleza
como en el de las Humanas.

El trabajo del ISID estará centrado en la formación de


personalidades, primando un triple aspecto de la misma, la
adquisición del conocimiento al máximo nivel de profundidad y
actualidad, el desarrollo de la creatividad como objetivo
específicamente buscado y el enriquecimiento humano no
especializado, desarrollando en los alumnos su gusto por la
formación complementaria en aspectos de la cultura y los valores
humanos. Esto último constituirá un acento particular por el que se
distinguirá el Instituto, en donde se atenderá al desarrollo
dimensional de la personalidad, desde la estimulación del interés
por la trascendencia, hasta la búsqueda de sí mismo y de su
progresiva perfección por parte del individuo, y en donde la
fidelidad y práctica de un valor superior no deba impedir la
promoción de otro situado en un nivel jerárquicamente inferior.

Mercantilmente el Instituto es una Sociedad Limitada con


vínculos con la GLE, pero con total autonomía jerárquica y
funcional de la misma. Sus Estatutos reflejan el pensamiento
masónico y sus objetivos son los que siguen:

1. Formación y docencia a diferentes niveles, incluido el


Universitario. Impartir cursos, masters y seminarios de cualquier
materia.

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2. Organización de jornadas y seminarios sobre aquellas materias
que el Instituto considere de su interés.

3. Promover y financiar proyectos de investigación sobre aquellas


materias que el Instituto considere de su interés.

4. Publicación y edición de libros, monografías, ensayos, y


cualquier tipo de publicación, incluidas revistas, de carácter
tanto científico como cultural y profesional. Difusión de la
cultura por cualquier medio, incluso por Internet.

5. Convocar premios para estimular la investigación de aquellos


problemas que el Instituto considere de su interés.

6. Realizar actividades de promoción cultural en relación a las


materias que el Instituto considere de su interés.

CL U B SO CI A L.

La Orden, como sociedad discreta y con decidida vocación


social, debe tener un órgano de difusión social, presencial y oral,
que la conecte con la vida profana, y así mantenga permeable, al
mejor nivel, los límites con ella. Parece que nada más adecuado
que la creación de los Clubs Masonería y Sociedad XXI, que con
el formato de conferencia, coloquios y seminarios, se ponga en
contacto con la Sociedad, periódicamente. Dichos Clubs se
regirían por tres principios.

. Su objetivo será la difusión directa de los principios


masónicos, al tiempo que hacer presente a la Masonería
en la Sociedad, lo que redundará en la incorporación de
nuevos miembros, de una calidad paralela a la impresión
que transmitamos.

. Los participantes serán por invitación y consensuados


por la Gran Maestría, la Inspección de Formación y
Docencia y Grandes Inspecciones correspondientes. Los

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invitados deberán pertenecer a los diferentes sectores de
la sociedad: Iglesia, Política, Empresa, Universidad e
Inteligencia.

. Se abriría así un espacio intermedio, entre Orden y


Sociedad profana, a través de recabar socios para tales
Clubs, sin compromiso de pertenencia a la Orden, especie
de simpatizantes y colaboradores, que a su vez sería una
posible fuente de ayuda humana y social.

. Se abrirían tantos Clubs como Provincias, oportunidades


y conveniencia.

Con objetivo similar, parece aconsejable, que


directamente dependiente del Club Masonería y Sociedad
XXI, se trabajara la relación con la Prensa escrita,
explorando la posibilidad de elegir un Diario de ámbito
nacional, como preferente, al cual se le darían las
posibles primicias de la Orden y de su actividad, interna y
externa.

PU B L IC AC IO N E S E SC RIT A S

Tendría dos áreas de trabajo:

Dentro de la Orden: La recopilación y coordinación con los


Grandes Oficiales de La G.L.E. y Grandes Logias
Provinciales, de un importante fondo documental, donde se
integren todo tipo de documentos, monograf ías, bibliografía y
todos los trabajos, tesinas y planchas de todas las Logias,
formando todo ello una base de información y conocimiento
al servicio de todos los masones.

La publicación de manuales de instrucción específica en cada


Grado y Rito que complementen los rituales y sirvan como

23
conocimiento básico, siendo trabajados, tanto a nivel
individual como en las correspondiente Cámaras de
Instrucción o su equivalente según el Rito. Los citados
cuadernos de instrucción deberán tener un mismo índice para
los tres Grados dentro de un Rito, ya que esto proporcionará
un cuerpo estructural coherente diferenciado evidentemente,
por el contenido singular de cada Grado o Rito.

- Fuera de la Orden: La creación y puesta en


funcionamiento de una editorial específica de la
G.L.E., que edite Monografías sobre masonería en
lengua española. Ya ha sido publicada la primera
cuyos autores son los HH Florencio Serrano y
Francesc Xavier Altarriba (La Masonería. Ed. La
Esfera de los libros).

CO M IT É D E P R E MIO S .

Se instaurarán galardones periódicos para premiar las mejores


producciones, preferentemente de masones y también
puntualmente de profanos, denominándolos con nombres que
rememoren a ilustres miembros de la Orden por ejemplo tres
premios anuales para distinguir las tres mejores plans, Premio
Ortega y Gasset, Antonio Machado, Ramón y Cajal, Pi y
Margall, etc.

A efectos de formación y docencia, los masones en formación,


deben disfrutar de los siguientes beneficios.

- Recibir docencia de los miembros de la Gran Logia de España,


como cuerpo éste regulador de la Función masónica y Trabajo
Masónico, así como de otras potencias masónicas que no
pertenezcan al simbolismo, como reguladores del conocimiento
masónico específico.

24
- También, a efectos humanos y de formación y docencia, se
hace necesario la creación de un Comité conjunto, Gran Logia
de España-otras potencias masónicas no simbólicas, bien
diverso o único, con el objetivo de investigación, docencia y
formación comunicada, que facilitará el trasvase de decisiones y
fluidificará relaciones.

- Se hace preciso, que en el marco de ese Comité conjunto, se


regule la pertenencia a los diferentes cuerpos, a efectos de
evitar el pluriempleo estéril, que acaba siendo disfuncional,
generador de lo que cabe denominar el cansancio masónico,
que no beneficia a nadie y que acaba en la adicción masónica.
Se propone pertenecer a la Gran Logia de España y a uno,
máximo dos, potencias masónicas no simbólicas.

- Creación de la figura del Observador en prácticas, en las otras


potencias masónicas no simbólicas y en su grado elemental,
para estimular decisiones de pertenencia y su elección, basadas
éstas en el conocimiento.

V
PLAN DIRECTOR

Tiene como misión la redefinición de la estructura y la mejora


mediante la optimización de sus potenciales materiales, humanos y
mentales.

EL PRIMER OBJETIVO DE UNA ORGANIZACIÓN DE LAS


CARACTERISTICAS DE LA NUESTRA SERIA DEFINIR LA
MISIÓN A CORTO, MEDIO Y LARGO PLAZO.

NUESTRO MEJOR PATRIMONIO: SOMOS HIJOS DE LA


RAZÓN,

25
2.- INTRODUCCIÓN
La Francmasonería es una de las sociedades fraternales más
antiguas del mundo que han sobrevivido hasta la actualidad. Sus
miembros pretenden evolucionar moral y espiritualmente para
convertirse en mejores personas. Sus miembros aprenden los
principios francmasónicos a través de dramas rituales, donde se
hace uso de palabras acciones y escenarios ancestrales. Sus
ceremonias se relacionan con el gremio de los canteros con
especial hincapié en sus herramientas y costumbres.

Para convertirse en francmasón es imprescindible creer en


Dios o en cualquier otro tipo de divinidad suprema. Es decir, tener
fe en un ser supremo, sin importar cuáles son las creencias
particulares de cada cual. Es por eso que al tratarse de una
organización que pretende englobar a miembros de buena
reputación, resulta de vital importancia impedir las disputas tanto
religiosas como políticas.

Pero la Francmasonería es algo más que un conjunto de


enseñanzas morales y espirituales, dado que posee otras facetas
derivadas de su propósito principal, siendo una de las más
importantes su carácter marcadamente benéfico.

Otro aspecto importante de la Francmasonería es que implica


una relación social. Todos sus miembros saben de antemano que
comparten determinadas expectativas, que todos desean mejorar
como seres humanos, contribuyendo todo ello a crear una sólida
base para la amistad; ese es uno de los grandes placeres de
pertenecer a la Organización.

La Francmasonería también es formativa, su estructura gira


alrededor de enseñanzas simbólicas y alegóricas y las bases del
Oficio establecen que sus miembros deben buscar un mayor
conocimiento del universo y del papel que desempeñan en él; por

26
esto se anima a sus miembros a que aprendan sobre las artes y las
ciencias. Es por eso que a lo largo de los siglos, la masonería se
ha esforzado en establecer unas verdades con las que cualquier
persona sensata se pueda identificar más allá de sus tendencias
políticas y religiosas.

Así y todo, no ofrece ningún camino a la salvación, ni es una


vía de contacto con Dios, ni posee ningún tipo de dogma, ni
soluciones para los males que aquejan al mundo aparte de tratar
que sus miembros sean honrados y cabales. No es en absoluto una
organización política y la prueba está en que en sus encuentros
está expresamente prohibido discutir asuntos políticos. Ni es una
sociedad secreta, y aunque pone gran empeño en resultar lo mas
accesible posible (sólida presencia en Internet), se deja a la
discreción de cada masón confirmar su pertenencia a la
organización. Lo único que queda en secreto son los mecanismos
por los cuales un miembro puede reconocer a otro.

Tampoco es ningún club, dado que la pertenencia a la


Francmasonería no acarrea ningún tipo de ventaja adicional. En
cambio no solo exige a sus miembros a que respeten la ley del
país donde viven y trabajan, sino que sus principios animan a los
masones a que cumplan sus responsabilidades personales, tanto
en la esfera privada como en la pública.

Así pues, podríamos definir la Francmasonería como un


sistema de moral velado por alegorías. Y ese sistema de moral
ofrece una selección de verdades, tanto filosóficas como
científicas, basadas todas ellas en el principio de que existe una
única divinidad y del cual deriva la búsqueda de la perfección.
Todo ello bajo la pureza de la geometría matemática y la física que
la gobierna en el mundo de la arquitectura y la construcción.

Si la Francmasonería no tuviera algún elemento cautivador


en su seno, no habría logrado florecer y sobrevivir durante más de

27
tres siglos. Es un viaje brillante, optimista y tortuoso hacia un
mejoramiento personal y del entorno de cada miembro.

* *

28
3.- HISTORIA UNIVERSAL

DE LA MASONERIA

Introducción

El investigador que acepta el reto de conocer y analizar la


verdadera historia de la masonería se enfrenta a una auténtica
selva de mitos, estereotipos, leyendas y otros factores
distorsionantes que ocultan y enmascaran la realidad, en su busca
de la verdad sólo tiene dos referente, que a modo de brújula, le
orientara en esta autentica maraña ideológica y conceptual: la
verdad de los hechos y los documentos existentes, pocos, aislados
y a menudo contradictorios, pues el secreto ha sido en el pasado
una autentica necesidad de supervivencia de nuestra orden que
frecuentemente se ha desarrollado en un entorno hostil que nos ha
conceptualizado como elementos extraños, exóticos, demoníacos y
mil epítetos más que como mínimo eran excluyentes y en la
mayoría de las veces nos colocaba en el límite de lo antisocial y lo
peligroso, algo, que era necesario controlar y a ser posible
erradicar.

Por ello, siguiendo un principio de coherencia con los


objetivos divulgativos y de síntesis que perseguimos nos obliga a
acotar los referentes míticos, las leyendas y los aspectos
esotéricos relativos al nacimiento y el desarrollo de nuestro arte
que quedaran limitados a contadas referencias, en espera de
análisis más amplios y especializados.

El filósofo y erudito italiano Benedeto Croce escribía: “La


historia siempre es contemporánea”, en el sentido de que cada
generación la reinterpreta y la rescribe según sus circunstancias y

29
objetivos ideológicos. Esta disciplina, de acuerdo con su
concepción clásica de “maestra de la vida”, contiene en si misma
valiosísima información sobre lo que hemos sido, que es un punto
de partida para entender lo que somos e intentar establecer lo que
queremos y deberíamos ser.

La Masonería, como objeto de análisis histórico constituye un


tema apasionante y apasionado. Las obras de referencia se
cuentan por millares, por no hablar de los ensayos, novelas y
obras de ficción que tomándonos como excusa proponen temas y
argumentos tan disparatados como improbables, Por ello, la
búsqueda de la verdad nos obliga ha establecer un precario
equilibrio entre mito y realidad, el panegírico adulador y la crítica
sistemática.

Hay que encuadrar nuestro arte en el conjunto de su acción


histórica aceptando sus errores y aciertos, sobre la base de la
existencia de una mayoría de personajes íntegros y positivos que
entregaron su destino y su fortuna, poniendo en grave peligro y a
veces perdiendo su vida, en la búsqueda de un ideal de perfección,
con luna minoría de malvados, farsantes y estafadores ideológicos,
cuyo objetivo era el poder y el enriquecimiento personal. Solo de
esta forma podremos analizar una panorámica llena de claroscuros
que en su conjunto nos permite enorgullecernos de nuestro legado
y prevenirnos sobre los peligros que nos acechan en el futuro.
Este es un fragmento de nuestra historia, espero que os apasione
tanto como a mí.

I. LOS ORIGENES: LA ORDEN TEMPLARI A Y LA MASONERI A.

En el S-XII, no es sólo en Oriente donde hay sangrientos


enfrentamientos entre los cruzados y los musulmanes, desde el S-
XI Francia, Inglaterra y otros países son escenarios de guerras e
invasiones (normandos, vikingos…), para proteger al pueblo

30
desarmado a merced de lo avatares bélicos y la voluntad de sus
señores feudales la Iglesia instituyo la “Paz de Dios” y la “Tregua
de Dios”. Al mismo tiempo intenta instaurar en los combatientes
una nueva moral inspirada en los principios cristianos, así, a
través del tiempo los guerreros, sin reglas ni códigos de conducta,
se irán transformando en caballeros. Como plasmación de este
ideal se crea el “ciclo artúrico” donde los caballeros de la tabla
redonda en continua búsqueda espiritual de Santo Grial tienen
como misión suprema la defensa de las damas y los
desamparados. Como el gran filósofo alemán Nietzsche definiría
en su obra Genealogía de la moral: “la cosmovisión judío -
cristiana convenció a los fuertes de que debían ponerse al servicio
de los débiles”.

Los caballeros han de respetar un código de honor, por ello,


tras un rito de paso juran observar siempre los preceptos de la
Iglesia: caridad, humildad y defensa de los débiles, finalizando la
ceremonia iniciatica con su nombramiento y un ágape ritual,
constituyendo un claro antecedente de nuestros valores y
ceremonias.

Las cruzadas provocan miles de adeptos y el surgimiento en


Tierra Santa de ordenes de monjes–soldados, En el año 1118 unos
caballeros de la región de champaña se instalan en Jerusalén muy
cerca de las ruinas del Templo de Salomón, de donde adoptaran su
denominación: “Caballeros de la orden del Templo”, desde su
fundación estarán envueltos en la leyenda.

Muchas han sido las leyendas y especulaciones que han


surgido a partir de la fascinante historia de la orden, se ha puesto
en duda que el verdadero objetivo de su fundador Hugo de Payans
al marchar a Jerusalén fuera defender los caminos y proteger a los
peregrinos, sino que existía una intención oculta, producto de
supuestas revelaciones secretas previas referentes a la existencia
oculta en las ruinas del templo de Salomón, bajo su custodia, del

31
Arca de la Alianza y el Santo Grial, acompañados de un inmenso
tesoro. Para reforzar esta hipótesis se aduce a la permanencia de
nueve caballeros de la orden durante nueve años, sin desarrollar
apenas actividades y dedicados únicamente a unas supuestas
excavaciones en la caballerizas del viejo templo.

En ningún momento se determina el origen de la supuesta


información “secreta”, en un momento en que hacía siglos que las
relaciones entre Oriente y Occidente estaban rotas por el
desarrollo del Islam, por otra parte, no eran nueve caballeros
únicamente los que permanecieron en el templo, sino que estaban
acompañados por un número mayor de sirvientes y escuderos.
Demasiados testigos para poder mantener oculta una investigación
de este tipo en medio de un ejército cristiano ávido de riquezas y
al que se le permitía el robo sistemático, en forma de botín de
guerra, como una parte de su paga.

El Templo de Salomón ya había sido saqueado repetidas


veces desde la época de la dominación de Babilonia y el Arca de la
Alianza hacia siglos que fue robada y se hallaba en paradero
desconocido, el edificio estaba convertido en un montón de ruinas.
Extraño lugar para ocultar objetos sagrados y aún menos un
tesoro, Aún en el supuesto de su existencia, habría hecho falta
más de nueve caballeros semi – analfabetos y inexpertos para
interpretar planos, localizar, desenterrar y transportar el tesoro, sin
que nadie se apercibiera de ello.

Lo cierto es que los mayores tesoros que se llevaron los


caballeros del Temple de Tierra Santa, fue la confianza de la
Iglesia y los conocimientos científicos, filosóficos y esotéricos
adquiridos en décadas de contacto con el saber de las sectas
gnósticas, iniciáticas y herméticas de la época; unido a un
conocimiento alternativo de la Cábala y del cristianismo adquirido,
muy probablemente, mediante el acceso a otras interpretaciones
del mismo (Nestorismo. Arrianismo…), descartadas oficialmente en

32
diferentes concilios pero que mantenían su vigencia a nivel
popular. Conocimientos y cosmovisiones que parcialmente
adoptaron en sus rituales que debieron de mantener en secreto
durante siglos por temor a enfrentarse a una Iglesia católica
fundamentalista que no dudaba en condenar a la hoguera a
cualquiera que se desviara de la ortodoxia, ese será su mayor
patrimonio y el germen de su desgracia.

El origen del enorme poder y riqueza que acumulo la orden


entre su fundación y su disolución no fue debido a ningún tesoro
descubierto ni a la piedra filosofal o la transmutación de los
metales, es producto de diversos hechos políticos y económicos
constatados, entre ellos destacan:

a) La bula pontificia concedida a la orden : diez años


después de su fundación que le aseguraba el monopolio
de la protección de las rutas europeas y de Oriente
Medio de los peregrinos a Tierra Santa y otro lugares de
culto como el Camino de Santiago.

b) La creación de un poderoso ejército y una selecta


armada: que participaran en los sucesivos
enfrentamientos contra el Islam, tanto en tierra Santa
como en España, esto, les permitió obtener privilegios y
posesiones de los reyes cristianos interesados en tener
a la orden de su lado.

c) Los Templarios, fueron los grandes banqueros de la


época: su posición de privilegio entre Oriente y
Occidente y su monopolio les permitió que por sus
castillos, hosterías y almacenes, pasara la mayor parte
del comercio existente en la época, lo que les concedían
enormes beneficios, suculentas comisiones y grandes
aranceles.

33
Esta riqueza acumulada fue rápidamente invertida en la
concesión de créditos a particulares e incluso a reyes en
problemas, que debido a la necesidad de financiar las continuas
guerras eran la mayoría, especialmente en los reinos de España y
Francia, los intereses eran elevadísimos y frecuentemente los
deudores se veían en la necesidad de pagar en “especies” con
tierras y privilegios, por ello, la orden del Temple constituía una
especie de multinacional de la época con un poder económico y
político muy superior a la mayoría de reinos de la época,
únicamente estaban sometidos a la tutela del papado.

Las ordenes monásticas y militares, y especialmente los


Templarios por su enorme poder y riqueza, necesitaban
imperiosamente construir edificios militares, civiles y religiosos
que jalonaran las rutas de peregrinación y comercio para llevar a
cabo con éxito su expansión en Europa y Tierra Santa. La mayoría
de las veces debían recurrir a mano de obra ajena a la propia
orden contratando a numerosos obreros y albañiles “masons”
organizados desde la baja Edad Media en Gremios.

La masonería nace pues como una organización gremial de


oficio que cultiva la que se consideraba la forma más elevada del
Arte: la construcción. No se trataba por lo tanto de un grupo de
operarios individuales, sino que dichos gremios estaban formados
por distintos grados profesionales (aprendices, compañeros y
maestros) que practicaban ritos de iniciación y paso de grado
expresados en una simbología concreta y que se estructuraban
jerárquicamente en logias, formando en su conjunto la denominada
masonería operativa.

Que los gremios de constructores se fundamentaban en algo


más que en meras asociaciones de oficio, esta demostrado por
hechos históricos como el martirio de los santos Claudio,
Nicóstratos, Sinforiano, Castorio y Simplicio, escultores cristianos
que fueron condenados a ser encerrados vivos en sarcófagos de

34
plomo para después ser arrojados al mar, por negarse a esculpir
un ídolo pagano pedido por el emperador Diocleciano, alguno de
ellos no eran cristianos y aceptaron el sacrificio por solidaridad
con sus compañeros. Este hecho esta recogido por el Estatuto de
los maestros canteros de Venecia (1317) y también en uno de los
documentos más antiguos de la masonería, el Manuscrito Regius
(1390).

Para los gremios de constructores medievales el Templo de


Salomón era, no sólo el símbolo de su oficio, sino la cumbre de la
perfección arquitectónica y el centro de toda sabiduría,
considerando que los maestros que habían intervenido en su
construcción eran “iniciados” en todos los misterios humanos y
divinos y constituían un ideal de perfección a seguir.

Desde los primeros contactos entre la orden del Temple y los


gremios de constructores hubo cierto número de caballeros
encargados de supervisar las construcciones. Algunos de ellos
fueron iniciados en las logias masónicas durante algunas de las
ceremonias de ascenso, que siempre comportaba un aumento de
salario, de esta forma un grupo creciente de caballeros templarios
unieron en su persona el grado de caballeros y el de
compañerismo de oficio, llegando, los más notables, a adquirir el
grado de Maestros Constructores, cargo que ejercieron hasta su
muerte, consiguiendo por ello el privilegio de ser enterrados dentro
de las edificaciones que erigieron.

Estas prácticas iniciáticas gremiales al irse extendiendo en el


tiempo llegaron a integrarse en las ceremonias de la orden
templaría. Un hecho significativo que permite constatar
fehacientemente la estrecha relación entre los Templarios y la
masonería operativa es la existencia del símbolo del “abacus”. Que
aparece grabado en los sillares de algunas de sus construcciones,
como signo de identidad, siguiendo una practica milenaria de
“firmar”en la piedra la autoría del constructor, sea maestro de obra

35
o un simple picapedrero, que se remonta a la época en que fueron
erigidas las pirámides, este fue el símbolo identificativo común
utilizado por el Maestre de Temple y por el Magíster de los
constructores, los máximos dirigentes de la orden y del gremio.

Otra de las pruebas más concluyente de la relación entre la


masonería y la orden del temple la constituye los documentos
recogidos por el historiador francés Paúl Mandón que en su obra
Les orígenes religieuses et corporatives de la Franc–Maçonerie
(Paris, 1972) basada en las investigaciones realizadas en una
comandaría templaría establecida en el año 1113 en la francesa
ciudad de Metz, que fue visitada por el propio San Bernardo en el
año 1147 para predicar y buscar adhesiones a la II Cruzada. El
descubrimiento más interesante relacionado con el tema que
queremos investigar se produjo en el año 1861con el
descubrimiento de una lápida funeraria con la siguiente
inscripción: “ In memoriam del freire capellán ki fut Maestre
dels Maçons dou temple de Lorene” Al personaje en cuestión se
le denomina “Freire capellán”, o sea caballero Templario,
especificando que consiguió el rango de “Maestre” de los masones
constructores del Templo de Lorena, ejerciendo dicho cargo
durante veintitrés años hasta su fallecimiento datado en la vigilia
de la Candelaria del año 1287.

Sin duda la existencia de dicha lápida representa una prueba


historiográfica irrefutable, unido al hecho de que las logias
masónicas de constructores gozaban en el ejercicio de su
actividad, y dentro de los dominios templarios, del privilegio de
estar exentos en el pago de los impuestos. No es de extrañar que
esta íntima relación motivara que durante la persecución y
destierro de los templarios las logias masónicas corrieran su
misma suerte.

36
I.I El fin de la orden Templaría, persecución, exilio y
refundación:

El rey de Francia Felipe IV “El hermoso” que en su juventud


había sido simpatizante de la orden, solicitando y siéndole
denegado su ingreso debido a su condición real, en un momento
álgido de su reinado se vio acosado por las deudas, en su mayor
partes debidas a prestamos de la orden, este, envidioso de su
poder económico y político tramo , en colaboración con el Papa
Clemente V, la disolución de la misma para apoderarse de sus
bienes y riqueza para zanjar sus deudas, por ello, utilizando la
excusa de que los caballeros templarios realizaban en sus ritos de
iniciación ceremonias satánicas, que incluían la práctica de la
sodomía y la adoración de ídolos demoníacos, como el famoso
Baphomet, que según la acusación era una representación de
Satán cuando probablemente no era mas que un antiguo ídolo
mesopotámico traído de Tierra Santa.

Como culminación de la trama consiguió que en el Concilio


de Vienne, ciudad francesa del valle del Rodano, se declarara
ilegal, ordenándose la disolución de la orden y la excomunión,
apresamiento y juicio de sus miembros, así como la incautación de
todos sus bienes y propiedades, haciéndose extensiva a todos los
países de la cristiandad mediante bula papal. Como consecuencia
de esta ilegalización el Gran Maestro templario Jaques de Morlay y
el preceptor en Normandía Geoffey de Charney fueron sometidos a
tortura sistemáticas por un tribunal eclesiástico nombrado al
efecto, tras dos días de suplicios en propio Jaques de Morlay les
dijo a sus verdugos: “¡Parad esta tortura!, ¡si queréis me declaro
culpable de haber matado a Jesucristo!”. Su “confesión” no le libro
de ser quemado en la hoguera en la isla de judíos de la ciudad de
París, frente a la catedral de Notre Dame, el lunes 11 de marzo de
1314 según el calendario Juliano.

37
Desde el momento de entrada en vigor de la orden de
disolución se inicio una autentica cruzada contra los templarios en
toda Europa, que pese a su desigual seguimiento significo la
muerte o el exilio a los países que no obedecieron esta consigna,
básicamente Portugal, algunos reinos de España y Escocia, de
miles de miembros de la orden.

La mayoría de sus tierras y riquezas fueron expropiadas,


pasando a ser propiedad del Rey, el Papado u otras ordenes
religiosas como los caballeros hospitalarios – futuros caballeros de
la orden de Malta- y la orden de San Juan de Jerusalén, pero ello
no implica el que se descarte una continuidad clandestina o
enmascarada de la orden, muchos fueron los caballeros templarios
que sobrevivieron gracias al exilio y es un hecho contrastado que
ingresaron en gran número en nuevas ordenes militares creadas ex
proceso para ofrecerles un refugio seguro, como fue en España la
orden de Montesa y la de Cristo en Portugal.

Otro de los principales destinos de los exiliados fue el de


Escocia, siete de los principales dirigentes de la orden se
refugiaron en la misma contactando con el comendador escocés
George de Harris. Era su maestro el caballero Pierre d´Augmont,
Prefecto de Aubenia y sucesor directo de Jaques de Morlay en la
jefatura de la orden. Que más tarde fue nombrado Maestro de los
Templarios de Escocia durante el capítulo extraordinario celebrado
el día de San Juan de 1313, otras versiones sustituyen a d’
Augmon, como preceptor de Aubenia, por Imbert Blanke, quien
también huyo a Inglaterra.

En cualquier caso en torno al 1361 la sede de la orden se


había trasladado a Aberdeen, ya bajo la denominación de
masonería, desde donde se extendió lentamente a Inglaterra y el
continente, se trata de una mezcla ecléctica de los antiguos
rituales templarios y masónicos, donde conviven toda una
simbología estrechamente unida y visible en muchas

38
construcciones de la época. Especialmente significativa es la que
se encuentra en el castillo de Rosslyn, construido por la familia
Saint-Clair, su importancia simbólica era tan relevante que su
capilla fue preservada de la destrucción del castillo efectuada por
el general Monk durante la guerra civil inglesa (1652), dicho
general recibió la orden de no destruirla directamente de Cromwell,
es un hecho conocido que ambos eran destacados francmasones

Si analizamos nuestros rituales, en especial el de la Gran


Logia de Inglaterra encontraremos numerosos vínculos que
demuestra la permanencia de los rituales de la orden templaría en
nuestra cosmovisión: Entre los grados 15 al 30 se muestran
numerosos rasgos y simbolismos relacionados con los caballeros
Templarios y el Templo de Salomón: concretamente los grados
dieciséis y diecisiete se denominan respectivamente “Caballero de
Jerusalén” y “Caballero de Oriente y Occidente”; el 27 es el grado
de “Gran Comendador del Templo”, que resalta en su ritual la
potestad suprema del Maestre sobre la Orden Templaría; y el
grado 30, bajo la denominación de “Caballero Kadosch” se refiere
a la venganza de la Orden del Temple contr el Papado y la corona
francesa en cumplimiento del juramento de Jaques de Morlay al ser
quemado en la hoguera: “ni el rey de Francia ni el Papa me
sobrevivirán más de un año”, maldición que históricamente se
cumplió en su totalidad.

El auge del movimiento templario–masónico en Escocia se


vio facilitado por una serie de circunstancias políticas y
geográficas: a principio del S-XIV Escocia es un país
geográficamente aislado con apenas vínculos comerciales y
políticos con el continente, una situación ideal que posibilito una
discreta supervivencia de la orden en su territorio, por otro lado,
se hallaba en guerra contra su vecina Inglaterra, por lo que la
experiencia guerrera y el apoyo económico de los templarios es
muy bien acogido y finalmente la bula pontificia sobre la supresión

39
de la orden nunca habían sido promulgadas en su territorio, por lo
que la orden nunca quedo oficialmente disuelta.

De hecho se mantuvo como orden, al menos, durante tres


siglos más, hay pruebas que demuestran que un contingente
templario participo bajo tas órdenes del rey Robert Bruce en la
batalla de Bannockburn (1314) Y fue este mismo personaje el
fundador de la primera logia de la francmasonería en Escocia. Otro
dato a tener en cuenta es que la fundación de la masonería
operativa en Inglaterra se produce bajo el reinado de la dinastía
escocesa de los Estuardo ya que fue el rey Jacobo VI de Escocia y
I de Inglaterra como único hijo de la reina Maria Estuardo quien
consiguió por primera vez unir ambas coronas.

Dicho rey fue iniciado en su juventud en la francmasonería


en la logia de Scoon y Perth en el solsticio de primavera del año
1601. a los treinta y cinco años habiendo unificado las coronas se
autoproclamo Gran Maestro pese a la feroz oposición de las logias
de Dumferline, St. Andrews, Edimburgo, Hagddigton y Aitchison´s
Haver, lo que provoco que abortara su intento de crear una Gran
Logia de Escocia, que finalmente no se fundo hasta el año 1737.
Estos hechos demuestran otra de las características que han
identificado a nuestro arte desde sus inicios: la independencia de
las logias que, salvo en contadas ocasiones, siempre se han
resistido a las imposiciones externas.

La primera regulación conocida de la masonería operativa,


aplicada posteriormente a la masonería simbólica, fue llevada a
cabo por encargo de Jacobo VI por W illiam Scharw, nombrado al
efecto Gran Custodio General de la Orden, estableciendo el ritual
que actualmente conocemos como “Los Tres Grados de la
Francmasonería del Arte”. Otro hito importante lo constituye la
fundación por el Rey Carlos I en el año 1662 de la Royal Society
de Inglaterra, cuyo primer presidente fue uno de los más insignes
científicos de la Historia: Sir Isaac Newton, descubridor de la

40
teoría de la gravitación universal y un destacado maestro
francmasón.

Si bien en un principio prácticamente todos sus miembros


eran hermanos del arte, con el paso del tiempo nuestra fraternidad
paso a ocupar un segundo termino entre sus sucesores, este
fenómeno no es ajeno al hecho de que progresivamente las
reuniones de las élites científicas e intelectuales no necesitaban
de realizarse en secreto, ni bajo el manto protector de las logias,
al ser aceptada su actividad por los poderes políticos y religiosos.
Lo que demuestra que el secretismo de nuestra orden estaba más
motivado por la persecución a la que era objeto que por la
preservación de arcanos cabalísticos o prácticas demoníacas.

II. LA ILUSTRACIÓN: HACI A UN NUEVO HUMANISMO

En la segunda mitad del S-XVIII, se produjo un


acontecimiento único en la historia por su extensión y magnitud: la
Ilustración, que represento el resurgimiento de un nuevo
humanismo, que a diferencia del primero no fue producto de la
recuperación de los conocimientos clásicos en el campo de la
filosofía, la literatura, el arte o la arquitectura, motivado por la
caída de Constantinopla y la fundación de la Academia de
Florencia en la mitad del S-XV.

Si en este primer humanismo se recuperaron los cánones de


belleza y el estilo arquitectónico clásico, en parte motivado por el
descubrimiento de los manuscritos del arquitecto romano Vitrubio,
o la dignificación de la figura del hombre ante dios como preconizo
Erasmo de Rótterdam, apenas tuvo incidencia en la sociedad civil,
prácticamente no se reformaron los mecanismos de poder y control
social característicos de la sociedad estamental de origen
medieval, siendo uno de sus mayores logros la reforma protestante
que dignifico y recupero la imagen de una Iglesia Romana

41
decadente, esclerótica y corrupta y su consecuencia la
Contrarreforma del Concilio de Trento que aporto aires de una
nueva espiritualidad más cercana al hombre a través de la
fundación de la Compañía de Jesús.

La Ilustración constituyo un movimiento filosófico, científico,


político y social de mucho mayor calado, sus teóricos ponen en
entredicho toda la estructura de poder de más de diez siglos de
monarquía, cada vez más absolutista y alejada del interés del
pueblo. Conceptos tan firmente arraigados en el mundo
contemporáneo como la división de poderes, los derechos del
hombre, la democracia, el estado de derecho, las Constituciones,
el liberalismo, la libertad de opinión, la libertad de prensa y una
lista de nuevos conceptos que se haría interminable, surgen en
este periodo histórico, se puede decir categóricamente que la
Ilustración inventa la modernidad.

El siglo XVIII es el “Siglo de las Luces”, el imperio de la


razón, la búsqueda de unos ideales de resonancias bíblicas:
“Libertad”, “Igualdad” y “Fraternidad”, la mayoría de estos
conceptos, en aquellos momentos etiquetados como utópicos e
irrealizables, habían sido creados y desarrollado por los “Hijos de
la Luz”, nuestros hermanos en el arte.

El 24 de Julio de 1717, se funda en la ciudad de Londres la


“Gran Logia de Inglaterra”, Nuestra orden había definitivamente
evolucionado de una síntesis de conocimientos templarios y
masones a una nueva etapa de francmasonería especulativa
caracterizada por la entrada masiva de miembros ajenos a los
templarios y a los gremios de constructores, Lo que permitió una
redefinición de nuestra misión y objetivos, en esta nueva
orientación, centrada en la mejora de la condición humana y de la
sociedad a la que se cree necesario transformar obliga a que
definitivamente entráramos en el campo de la acción social y
política.

42
De esa forma la ascesis espiritual del trabajo de superación
individual es sustituida por la acción política colectiva y la
concienciación social orientada al cambio, con ello, los trabajos
masónicos acaba por priorizar su carácter social y frecuentemente
únicamente social, marginando nuestro primitivo objetivo espiritual
de perfección individual que pasa a un segundo plano, siendo en el
mejor de los casos descuidado y postergado a “tiempos mejores”,
cuando se consiga la reforma de la sociedad…y aun hoy seguimos
esperando este nuevo advenimiento.

Un breve análisis del nacimiento y desarrollo del nuevo


modelo nos descubre su impacto en la orientación simbólica y
filosófica de nuestra hermandad, variando de forma muy notable la
intervención de la francmasonería en las cuestiones políticas y
sociales y en la persecución de un poder temporal que nos
reportara beneficios y perjuicios siendo uno de los aspectos más
polémicos, rebatidos y rebatibles de nuestra historia. Los hechos
demuestran que nuestra intervención directa en las cuestiones
políticas y sociales sólo es claramente perceptible a partir del 1730
básicamente en algunas regiones europeas – Inglaterra, Francia y
Alemania- donde la nueva sociedad civil, liderada por los
burgueses y capitalistas, habiendo conseguido el poder económico
aspiraba a asaltar el poder político y para ello debía acabar
definitivamente con una sociedad estamental decadente y caduca
que seguía manteniendo estructuras de origen medieval y
conceptos filosóficos ( la divina providencia, el mundo como un
“valle de lagrimas”, o la predestinación a pertenecer a un
estamento a partir de la pureza de sangre), claramente superados,
era evidente la necesidad de cambio para adaptarse a una nueva
realidad social y económica, por otro lado, la sociedad estamental
en el mantenimiento artificial de este orden de cosas había perdido
a su mejor aliado: la Iglesia católica desangrada en pugnas
internas e incapaz de ejercer a través de la religión el
adoctrinamiento de las masas, como la definía K. Marx: “La religión

43
había sido el opio del pueblo” y su acción estupefaciente y
adormecedora decrecía por momentos.

Las ideas ilustradas surgen, fermentan y se consolidan por el


contraste de pareceres, el S-XVIII permite el despliegue de un
impresionante número de ideales y utopías basadas en la razón,
que es una condición del pensamiento humano a diferencia de la
iluminación que seria una revelación procedente de Dios, este
pensamiento racional se basa en el conocimiento transmitido y
aumentado a través de la conversación y la tertulia que crean
poderosas sinergias.

En dicho siglo, el lugar de acogida y refugio de la razón son


las logias y los salones, especialmente de Londres y Paris, en esta
última ciudad, considerada la capital del mundo, se ponen de moda
los salones galantes regenteados por damas ilustradas, allí, entre
bailes, música y tertulias se configurara el más poderoso torrente
de ideas y ideales conocido en la historia, y el capital mental
encontrara en el mundo profano el complemento del trabajo
realizado en el mundo espiritual de las logias. En este sentido el
salón de Madame de Deffand es el punto de referencia
paradigmático para comprender los mecanismos de interrelación
intelectual que permitieron el surgimiento de una nueva élite
intelectual y política que hizo posible, entre otros logros, esa
síntesis del conocimiento humano que represento la Enciclopedia y
el diseño estratégico de la Revolución francesa.

Aquellas mujeres liberales cambiaron Francia y por extensión


el mundo dando apoyo y cobijo a muchos de nuestros hermanos en
el arte: Voltaire, Condocet, Helvetius, D´Alambert, Darton, Marat,
Diderot, Saint Simón, entre los más notables. Si los poderes
fácticos del Antiguo Régimen se concentraban en la corte de
Versalles, sumidos en la ignorancia, la perplejidad y el
desconcierto ante un mundo que se desmoronaba a su alrededor,
el poder de las ideas se concentraban en los salones de estas

44
damas parisinas: Tenim, Geoffrin, Deffand, L´Espinasse, Necker,
sin su valioso mecenazgo el progreso se habría abortado o
estancado durante décadas, su inteligencia para discernir la valía
de las nuevas ideas y sus creadores, contribuyeron decisivamente
al ocaso del feudalismo y la gestación del mundo moderno.

III Los Estados Unidos de Norteamérica la concreción de los


ideales:

“Llegara un día en que los únicos campos de batalla serán los


mercados abiertos al comercio y los espíritus abiertos a las ideas.
Llegara un día en que los votos, el sufragio universal de los
pueblos y el autentico arbitraje de un gran senado soberano
reempla zara a los proyectiles y las bombas”…”Llegara un día en
que podrán contemplarse estos dos grupos inmensos: Los Estados
Unidos de Norteamérica y los Estados Unidos de Europa, actuando
frente a frente; tendiéndose las manos por encima de los mares;
intercambiando sus productos, su comercio. Su industria, sus
artes, sus genios, rotulando el planeta; colonizando los desiertos;
mejorando la creación bajo la mirada del creador y combinando
entre todos- para alcan zar así el bienestar general- estas dos
energías infinitas, la fraternidad humana y el poder divino”

Víctor Hugo,

Discurso en el Congreso de la Paz, Paris 1849.

Las colonias inglesas en Norteamérica fueron la tierra de


promisión para los perseguidos y desahuciados de Europa, tanto
los que lo eran por motivos religiosos (calvinistas, luteranos),
políticos (niveladores) o simplemente de supervivencia por su
absoluta miseria (Irlandeses). En los barcos cargados de
emigrantes se transportaba unas valiosas semillas que sólo

45
necesitaba encontrar la tierra adecuada para germinar, eran el
pensamiento Ilustrado y la francmasonería.

Estas dos cosmovisiones paralelas y complementarias se


combinaron para producir una sociedad con una visión, política y
económica sin parangón en la vieja Europa. Por ello, los hombres
que crearon los Estados unidos de Norteamérica eran o
francmasones o estaban estrechamente relacionados con ellos. De
los padres fundadores que firmaron el documento constitucional de
la nueva nación: La Declaración de Independencia, el 4 de julio
de 1778, los siguientes eran hermanos del Arte: W illiam Hooper.
Benjamín Franklin, Matthew Thonton, W illiam W hipple, John
Hancock, Phillip Livington y Thomas Nelson. Se puede afirmar que
bastaba que cuatro hombres abandonaran aquella habitación para
que los restantes pudieran realizar “in situ” una tenida de Tercer
Grado:

Iguales circunstancias ocurrían entre los mandos más


relevantes del ejercito, los francmasones de primera fila que
militaban en el mismo eran hombres como: Greene, Marión,
Sullivan. Rufus, Putnam. Edwards, Jackson, Gist, por no hablar de
hermanos venidos desde Europa para apoyar el movimiento
revolucionario como el barón Seubern. El barón de Kalb, el
marques de Lafayette y el mismo comandante en jefe George
W ashington.

A diferencia de la f rancmasonería francesa, en los EE.UU. de


Norteamérica sus líderes, y este sentido es paradigmática la
opinión de W ashington sobre el pueblo llano al que no dudaba en
describirlo como el “populacho”, tenían un sentido de orden y
control de la sociedad marcadamente pragmático. El componente
sociológico del pueblo norteamericano estaba, en su inmensa
mayoría, compuesto por pequeños terratenientes, burgueses,
propietarios y militares que son los que iniciaran y sostendrán la
revolución contra Inglaterra, no existe una sociedad estamental ya

46
que la nobleza es puramente testimonial, dentro de las élites del
ejército de ocupación inglés y los escasos exiliados y sólo se
detecta una pequeña minoría de proletarios industriales en algunas
ciudades del Norte del país. Por ello, el concepto de lucha de
clases y la destrucción del Antiguo Régimen, tan fundamental para
comprender el inicio, desarrollo y fracaso de las revoluciones en
Europa, no representaban un obstáculo al nacimiento y desarrollo
del nuevo Estado.

Por ello, el modelo de República implantado en los EE.UU de


Norteamérica no pudo ser trasladado a Europa. Siguiendo la
celebre frase de nuestro hermano Goethe: “América lo tenia mejor”
ya que a partir del reparto gratuito de las tierras y el rápido
crecimiento de la riqueza se había posibilitado la creación y
desarrollo de una poderosa clase media que estaba de acuerdo
mayoritariamente en el modelo de gobierno desarrollado
teóricamente por el filósofo inglés Mills y definido en su obra Del
derecho representativo: “La verdadera democracia estará
institucionalizada a través de un gobierno representativo a partir
de un sistema de votación censitario como elemento de control
estable y sostenible”.

No obstante la influencia del pensamiento ilustrado es


fácilmente detectable en la Carta de los derechos del hombre
(1778) en la que se recupera parte de la tradición democrática
ateniense definiendo la base de un estado basado en el respecto
escrupuloso de los derechos individuales de los ciudadanos
(libertad, opinión, culto…) y en su libre participación en el control
del gobierno. Otra de las grandes novedades es la división de
poderes, preconizada por el hermano Montesquieu,

En todos estos documentos fundacionales subyace una


profunda preocupación por el mantenimiento del orden, en este
sentido, como afirmaba el presidente W oordrow: “El problema del
impulso democrático era, no tanto, hacer el un mundo más seguro

47
para la democracia, sino hacer que la democracia sea más segura
para el mundo”, como colofón se doto al presidente de amplios
poderes y de un sistema de gobierno bicameral con una
distribución geográfica y administrativa de base federal.

El modelo se mostrara sumamente estable y ha llegado hasta


nuestros días con escasas variantes, aun lastrado por una
limitación de las opciones políticas disponible que lo convierten en
la práctica en bipartidista, ya que sólo es posible escoger entre
alternativas de carácter conservador, con diferentes matices, los
partidos demócrata y republicano, el resto de opciones políticas
existentes en Europa – socialistas, comunistas, liberales,
anarquistas, demócrata cristianos, nacionalistas…- no alcanzaron
en EE.UU. más que el nivel testimonial y nunca consiguieron
superar las cotas de la marginalidad, Incluso en un tema tan
candente como el voto universal, reclamado en Europa desde
1830, no se produjo una demanda popular hasta bien entrado en S-
XX.

Cuando se nombro a George W ashington como primer


presidente de los EE.UU. de Norteamérica, el 30 de abril de 1789,
este, hizo su acto de aceptación del cargo ante el Gran Maestre de
la Logia de Nueva York, prestando juramento, al igual que otros
veinte presidentes posteriores, sobre la Biblia masónica utilizada
normalmente como volumen de la Ley Sagrada de la logia madre
de dicha ciudad, la St.John. La misma que utilizo el presidente
Bush hijo en su toma de posesión.

En 1792, el presidente vestido con todos sus atributos de


Gran Maestro puso la piedra angular de la Casa blanca, en la
ciudad que recibió su nombre, convirtiéndose hasta la actualidad
en la sede del gobierno y el edificio más emblemático del sistema
político de EE.UU., El acto se celebró un 13 de octubre
coincidiendo con el aniversario del martirio del último Gran
Maestro templario Jaques de Molay, el edificio fue construido en

48
siete años, los mismos que se tardaron en la construcción del
Templo de Salomón. De hecho, toda la ciudad de W ashington esta
llena de referencias a nuestro Arte, las calles están diseñadas en
escuadra, existen obeliscos y numerosos edificios fueron
inaugurados con rituales masónicos,

El pensamiento francmasónico impregno profundamente a la


sociedad norteamericana y nuestra simbología puede detectarse
en numerosos edificios y otros detalles de la vida cotidiana, a
modo de ejemplo, en el año 1792 se diseño el dólar como moneda
oficial de la República, su símbolo originario era una S atravesada
por dos barras paralelas que representan los pilares existentes a
la entrada del Templo de Salomón, conocidos como Boaz y Jaquin.

IV, LA CRISIS DE LA SOCIEDAD ESTAMENTAL: LOS


ILUMINADOS.

“El catolicismo sublime de Dante ha de ser roto en pedazos por un


Lucero, el feudalismo noble de Shakespeare debe finalizar con la
Revolución Francesa”

Carlyle

En la segunda mitad del S-XVIII el hasta ahora inmóvil


Antiguo Régimen francés representado por una sociedad
estamental ha de enfrentarse a “ataques” que culminaran en la
Revolución Francesa que marcara el inicio de la época
Contemporánea. De entre estos ataques es especialmente
contundente el efectuado por la razón expresada por los
Ilustrados, que tienen como paradigma un nuevo humanismo
representado por el pensamiento de Rousseau y su antítesis
Voltaire, en su polémica sobre la bondad o maldad intrínseca del
ser humano. Es una propuesta política, social y económica

49
radicalmente nueva, tampoco podemos olvidar que nos
encontramos en el inicio de la primera Revolución Industrial que
marcará el auge irresistible de una incipiente burguesía en Europa,
ni lo ocurrido en los EE.UU. de Norteamérica con la fundación y
desarrollo de un poderoso Estado bajo una base aparentemente
utópica e inverosímil sólo una década antes.

El Antiguo Régimen había venido sobreviviendo en Europa


como un sistema social cuyos valores estaban basados en
principios inmovilistas y esotéricos, en la cúspide de mismo se
encontraba la figura del monarca absolutista cuyo representante
más genuino fue Luis XIV, el “Rey Sol” por la “gracia de Dios” y la
“pureza de su sangre” que será el modelo a seguir por todas las
monarquías europeos, a excepción de la Inglesa que es controlada
por un Parlamento fortalecido por el triunfo de la Revolución
Gloriosa de 1688, que anteriormente no dudo en realizar el primer
magnicidio de la historia con la ejecución de Carlos I.

La administración de estos estados estaba sometida a la


inoperancia e ineficacia producida por el corporativismo de los dos
primeros estamentos predominantes ( nobleza y Iglesia) que
copaban todos los puestos estratégicos del poder, igual sucedía en
el ejercito cuyos principales dirigentes eran nobles incultos cuyo
único merito era haber nacido en esta condición. La fiscalidad es
arbitraria y esta mal gestionada, toda la carga contributiva recae
sobre el Tercer Estado formado por burgueses, comerciantes,
pequeños propietarios, arrendatarios agrícolas y artesanos y el
dinero obtenido se dilapida en suntuosas fiestas y banquetes
celebradas en las cortes, cuyo paradigma era Versalles, mientras
el pueblo llano los “sans culotes”, que serán el futuro motor de la
revolución. se morían literalmente de hambre.

50
La economía del Antiguo Régimen era de base
eminentemente rural y tradicional, basada en el mercantilismo que
consideraba que la riqueza de las naciones debía medirse por la
cantidad de metales preciosos que atesoraban (oro, plata, platino),
era pues una economía basada en el proteccionismo, interesada
en vender y no comprar. Los Ilustrados eran fisiócratas y seguían
creyendo que la riqueza de un país se media por su producción
agrícola, como teorizan en La Enciclopedia. El Ilustrado escocés
Adam Shimt, había definido a principios de siglo en su obra
Estudio de la riqueza de las Naciones, los principios básicos del
capitalismo: “La base de la riqueza de las naciones estriba en el
comercio”, este, se veía obstaculizado en su desarrollo por la
existencia de aduanas interiores y un sistema de pesas y medidas
no unificado, pese a ello, el comercio marítimo desde el S-XIV
había venido creando y consolidando una rica clase burguesa de
comerciantes que acumularan la suficiente riqueza para iniciar la
Revolución Industrial.

En resumen la Francia de la segunda mitad del S-XVIII es un


mundo de analfabetos- más del 90% de la población- con un bajo
nivel general de vida, injusto y contradictorio, plagado de
descontentos y agraviados, cuyas élites pertenecientes a la
nobleza mantienen una intensa vida cortesana artificial y cada vez
más alejada de la realidad cotidiana, siendo su preocupación
básica la de adular al Rey y celebrar fiestas y diversiones en la
Corte de Versalles, ello, les obliga a establecer su residencia en
París, ya que han abandonado sus propiedades rurales dejándolas
en manos de servidores que se enriquecerán en su ausencia. El
resto de la sociedad, el denominado Tercer Estado vive en un
entorno gris y miserable, dependiente del precio de los cereales y
en el que la carencia de pan originaba graves revueltas y
disturbios de modo cíclico.

51
La francmasonería en Francia se enriqueció y consolido con
la llegada de un contingente de masones católicos acompañando al
rey Jacobo II expulsado de Inglaterra, estos, al integrarse en las
logias ya existentes imprimieron su peculiar cosmovisión, la Gran
logia de Francia especificaba en sus estatutos fundacionales: “La
orden esta abierta sólo a los cristianos. Es imposible aceptar a
cualquiera que no pertenezca a la Iglesia de Cristo: judíos,
mahometanos y paganos son excluidos por incrédulos”.

Puede entenderse que personajes católicos de primera fila,


que después renegaran de sus inicios masónicos y pasaran a
formar parte de la reacción contra la Revolución Francesa,
ingresaran en esta masonería conservadora. Como ejemplo
paradigmático tenemos la figura de De Maister que había sido
iniciado en la logia “Los tres morteros” de Chambery y ocupaba el
cargo de Gran Orador, este, en su famosa “Memoria al Duque de
Brenswick” define cuál debe ser el papel de la masonería en el S-
XVIII: “el fin de la masonería es desarrollar la ciencia del hombre”
es decir la “verdadera religión” que busca la iluminación a través
de la metafísica.

Como se puede analizar a través de los hechos, a lo largo


del S-XVIII, la masonería no tiene el aspecto de una sociedad con
objetivos políticos y conspirativos sino de un selecto circulo de
pensamiento, en el que a medida que pasa el tiempo los hijos de la
reforma – protestantes, anglicanos, hugonotes, etc. – van
adquiriendo un peso creciente, es también un lugar de acogida y
refugio de diferentes sensibilidades políticas y sociales: socialismo
utópico, precomunismo, anarquismo, nacionalismo… muchas de
ellas con una base ideológica alejada e incluso contrapuesta a los
principios básicos de la orden, en este sentido, se fue convirtiendo
en una especie de macro partido político, el primero de la historia,
lo que genero tensiones y enfrentamientos. El punto de ruptura
paradigmático que inicia un giro de la orden hacia el pensamiento
y la acción para lograr el poder temporal esta constituida por los

52
hechos originados en Baviera en la llamada “conjura de los
iluminados”.

Esta primera acción política directa constituirá para


numerosos estudiosos y críticos de la orden, entre los que destaca
el abate Baruel, lo que para definirlo en sus propias palabras fue
un “ensayo general con todos los elementos de lo que
posteriormente sucederían en la Revolución Francesa”.

“Cada hombre es su rey, cada hombre es soberano de si


mismo” era la afirmación ritual final del juramento del 13º grado de
los iluminados. En ella, reflejaban la vocación antimonárquica y
más especialmente antiabsolutista de la orden que se
complementa con el fin común a toda la francmasonería de
promover la fraternidad humana universal. Adán W eishaupt,
fundador y Gran Maestro de la orden reconoce al respecto:
“Nuestra finalidad, es en resumen, conseguir la felicidad de la raza
humana!...Todos debemos trabajar y luchar juntos, estrechamente
unidos para que así la fuerza este del lado de los buenos, que
todos unidos ya no seamos débiles”. Es una autentica declaración
de intenciones que define una masonería de carácter
evangelizador en sus valores, preocupada por la felicidad colectiva
y con vocación socializante...

Su ideología es una curiosa mezcla de ideas políticas


(república, nacionalismo pangermanista…), místicas y filosóficas,
no exenta de fragrantes contradicciones: igualitarios en su objetivo
final aspiraban a su consecución manteniendo una rígida
estructura jerárquica, notablemente parecida al poder absolutista
que pretendían combatir. Ateos por definición y convencimiento no
dudaban en divinizar, conformando una especie de neopaganismo,
a las fuerzas de la naturaleza. En el grado de sacerdote se les
revelaba a sus miembros los secretos del “amor universal” que no
era otro que un profundo sentimiento patriótico, antecedente de la
ideología nacionalista, que pone énfasis en los aspectos

53
diferenciadores de los pueblos, alejándose del concepto de
fraternidad Universal

Su final tiene un notable sentido exotérico: en 1785 un correo


de los Iluminados fue fulminado por un rayo cuando trasladaba
importantes documentos reveladores de la organización y
desarrollo de un alzamiento general en Baviera contra la
monarquía diseñado y organizado por la orden, desvelándose así
sus maquinaciones y objetivos políticos. La respuesta fue
fulgurante el Gran Elector de Baviera ordeno la inmediata
prohibición de la orden y la busca y captura de sus miembros, las
investigaciones posteriores demostraron que entre ellos se
contaba la flor y nata de la intelectualidad bávara, ya que logro
incorporar a sus filas a buena parte del profesorado de la
Universidad de Ingolstadts y una parte selecta de la nobleza,
aunque en su conjunto nunca superaron la cifra de 600 miembros,
entre los más destacados, todos ellos conocidos por sobrenombres
históricos y míticos, se contaban: W eishaupt (Espartaco), Knigge
(Philon), el célebre poeta Goethe (Abaria) y el filósofo Herder
(Damasus).

Por primera vez en la Edad Moderna una sociedad secreta se


plantea directamente conquistar el poder político con un programa
revolucionario, antimonárquico y nacionalista, que prefigura entre
sus rasgos la futura Revolución Francesa. Si la conspiración
fracaso, aparte de por la casuística humana, fue debido a que en
Baviera se carecía en ese momento del sustrato cultural que
permitiera un seguimiento masivo de la revolución, a diferencia de
Francia que lo tenia en la difusión entre las élites del
Enciclopedismo y el pensamiento ilustrado.

En cuanto a la influencia especifica del iluminismo en Francia


existen pocos datos, pero significativos. En el Congreso iluminista
celebrado en Francfort en 1786 asistieron delegados alemanes,
franceses e ingleses. En dicho congreso se aprobó un programa

54
común de destrucción de las monarquías europeas y, seria aquí,
donde la asamblea estableció como objetivo prioritario la
destrucción en Francia de la monarquía de los Capetos y el
ajusticiamiento de Luis XVI. El inductor de esta consigna y
encargado de su cumplimiento fue el conde de Mirabeau que
posteriormente se dedico a reclutar en las diferentes logias a los
futuros líderes revolucionarios (Saint-Just, Desmoulins, Daltón,
Marat, Chernier).

El historiador norteamericano Curtis B.Dall, hermano en el


arte como su yerno el presidente F.D, Roosevert, afirmo: “La orden
de los Iluminados- reconstruida en la clandestinidad tras su
disolución- tuvo arte y parte en el proceso revolucionario francés.,
entre los instigadores directos se encuentra la figura de Herbert,
que en su confesión arrastro al patíbulo al banquero prusiano
Koch, el español Guzman, los austriacos Julius y Emanuele Frey,
entre otros. Pero también las logias inglesas habían enviado a sus
agentes para agitar el ambiente revolucionario entre ellos según
denuncio el caballero de La Luzerne, embajador francés en
Londres, se encontraban Dantón y Paré, ambos acusados de estar
a sueldo del gobierno inglés.

Para otro autor, Bernard Fay, uno de los más destacados


agitadores revolucionarios era Felipe de Orleáns, primo del rey,
que no dudo en acusarlo y repartió fondos entre los jacobinos, este
había sido iniciado en la Gran Logia Unida de Inglaterra y llegaría
luego a Gran Maestre del Oriente Francés. Estos datos inducen a
pensar en la existencia de una estrecha colaboración entre logias
iluministas, la Gran Logia de Inglaterra y el Gran Oriente francés
en los sucesos revolucionarios que cambiarían el mundo. Como
muy acertadamente explica el historiador francés Pierre Gaxote:
“la miseria puede suscitar revueltas, pero no sostener
revoluciones, estas se deben a causas más profunda”, en la misma
línea es Jaques Bordiol quien afirma: “Una revuelta puede ser
espontánea, una revolución jamás lo es”.

55
V. LA REVOLUCIÓN FRANCES A:

La situación de la masonería en Francia en el inmediato


periodo prerrevolucionario nos muestra una autentica eclosión de
la orden, desde el año 1725 cuando se fundo la primera logia de
Santo Tomás en Paris, había obtenido un éxito fulgurante que hace
que en 1732 el Gran Oriente Francés sea reconocido por la Gran
Logia de Inglaterra. siendo uno de su elemento más destacados el
Duque de Villeryo, amigo intimo de Luis XV, lo que hace que el
propio rey se interese por la orden. Pero hay un hecho básico que
le obliga prohibirla en el año 1737: su dependencia de la Gran
Logia de Inglaterra, lo que hace que las reuniones se hagan en el
máximo secreto hasta que ocupa el cargo de Gran Maestro, el
primo del rey, Louis de Borbón Conde, que se mantendrá en el
mismo hasta el año 1771, bajo su tutela las logia ganaran peso e
influencia extendiéndose por todo el país y acogiendo en su seno a
lo más selecto de la intelectualidad, a numerosos nobles y a la
crema de la burguesía, la banca y el estamento militar.

Al ser elevado al cargo de Gran Maestro el Duque de


Chartres asistido por el Duque de Montmorency en el año 1771, se
produce un pugna en el interior de las logias entre los partidarios
de una masonería católica y los representantes del pensamiento
ilustrado que se han ido deslizando hacia un indiferentismo
religioso, y en algunos casos hacia posturas contrarias a la
religión, por ello, se produce un enfrentamiento entre el Gran
Oriente que cuenta con 629 logias, 63 de ellas en el mismo París,
con mayoría de miembros de tendencia agnóstica y revolucionaria
y el Oriente de Francia, que cuenta con 376 logias de mayoría
católica y anglófila. El número total de hermanos del arte superaba
los 75.000 miembros en toda Francia,

56
El 14 de Julio de 1789 se inicia la revolución francesa con la
toma de la Bastilla, iniciándose un periodo convulso y de máxima
violencia, en el curso de la revolución la masonería no logra
mantener el control de proceso perdiendo una gran parte de su
fuerza inicial. La revolución en sus primeras etapas contó con la
dirección de hermanos del Arte que eran miembros de la nobleza,
estos serán barridos más adelante por los jacobinos, obligándoles
al exilio o perdiendo la vida en la guillotina. En cuanto a los grados
más bajos de la orden estaban ocupados por burgueses y militares
a los que la virulencia de los acontecimientos hizo que
suspendieran los trabajos rituales en el interior de las logias. El
mismo Gran Maestre de Oriente de Francia, Felipe “igualdad” tras
haber votado a favor de la ejecución de su primo Luis XVI rechaza
la practica del secreto ritual: “no debe haber ningún secreto ni
misterio en la República”. A partir de este momento la masonería
pierde casi todo el protagonismo revolucionario, El propio Felipe
será guillotinado en 1793 después de que su espada ritual fuera
rota en la asamblea del Gran Oriente de Francia.

Y este no fue un caso aislado, durante los periodos álgidos


se produjo un enfrenamiento fraticida entre los hermanos del Arte,
en el discurrir de la revolución los masones perseguían y
guillotinaban a masones rompiendo el juramento de fraternidad y
ayuda mutua, Hebert es guillotinado con el beneplácito de Dantón,
éste, a su vez sube al patíbulo a instigación de Saint Just y
Robespierre promotores del culto a la diosa razón instaurada en la
propia catedral de Nostre Dame de París, lo que no será obstáculo
para que su propia cabeza sea cercenada al producirse la
“reacción Thermidoriana” que daría origen a la instauración del
Directorio como máximo órgano de gobierno de la República
constituido por notables masones como Fouché o Barrás

57
Finalmente aparece la figura del general Napoleón
Bonaparte, hermano iniciado, según algunos autores en la logia
“Hermes” de rito egipcio durante la campaña en Italia (1792) y
según otros mucho antes en su etapa de teniente de artillería en la
ciudad de Marsella, lo cierto es que sus éxitos militares le
propiciaron el acceso al poder en una sociedad francesa
horrorizada por el sangriento espectáculo de la violencia
revolucionaria cuyo efecto es descrito por Saint Simón: “y la
anarquía la mayor de todas las plagas, ejerció libremente sus
estragos, hasta el punto en que la miseria en que sumerge a la
nación sobre la que pesa engendra en el alma de los más
ignorantes el deseo del restablecimiento del orden”.

Desde su nombramiento como primer cónsul el objetivo de


Napoleón es finalizar con todo el caos revolucionario: Nombrado
Emperador impondrá a su hermano José Bonaparte, el
injustamente denigrado “Pepe Botella” de los Españoles, como
Gran Maestre de la masonería francesa. Durante el Imperio, utilizo
el ideal masónico como una forma de crear lazos indisolubles entre
sus partidarios y familiares, no dudando en hacer ingresar en los
maestros del Arte a cuatro de sus hermanos, a los que coloco en
puntos estratégicos de la conquistada Europa: José, fue nombrado
rey de España; a Luis, lo coronó rey de Holanda; a jerónimo le dio
el trono de W esfalia y Luciano, fue nombrado príncipe de Cannino.

En toda Europa proliferaron las logias, especialmente en el


estamento militar, la mayoría de sus principales mariscales- Murat,
su cuñado y futuro rey de Sicilia, Bernardotte, nombrado rey de
Suecia, South, entre otros- fueron grandes maestros. En cada país
ocupado las élites intelectuales, los militares de alta graduación, la
nobleza del dinero, eran integrados en el culto a la personalidad
de Napoleón y su ideario político, a través de su adhesión a la
francmasonería, el fenómeno se conoció con el nombre de
afrancesamiento y fue muy notable en países como España y
Alemania, donde la flor y nata de la sociedad de la época no dudo

58
en acompañar a José I al exilio (Goya, Leandro Fernández de
Moratin,).

En el año 1814 la estrella del emperador declina, derrotado


militarmente y traicionado por una parte de sus seguidores-
Bernardotte, Murat,,,, con un país sumido en la ruina económica y
moral después de la desastrosa campaña de Rusia y el fracaso de
la ocupación de España, finalmente Napoleón acosado por todos
los frentes y defendiéndose en su propio territorio es capturado y
enviado al destierro en la italiana Isla de Elba, de donde se
escapara volviendo a Francia y conquistando el poder en el
denominado “imperio de los 100 días”, la decisiva batalla por la
hegemonía europea se celebró en marzo de 1815 en la ciudad
belga de W aterloo, donde fue derrotado por la acción conjunta del
mariscal prusiano Blucher y el general en jefe de ejercito inglés
W ellington, que, por una amarga paradoja del destino ambos eran
notables hermanos del Arte.

IV; LA APORTACIÖN DE LA MASONERI A AL MUNDO


CONTEMPORANEO.

De todo este periodo quedaron indeleblemente marcadas las


aportaciones de nuestro pensamiento en toda Europa. La divisa
masónica “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, fue incorporada al
acervo revolucionario, la idea de la democracia y la República
constitucional arraigo de tal forma que incluso modelaría la
reinstauración monárquica mediante las “cartas otorgadas”
firmadas por la mayoría de reyes europeos. Los colores de la
bandera republicana- azul, blanca y roja-se inspira en los tres tipos
de logias existentes y fue creada por Lafayette, masón y
carbonario. El gorro frigio, símbolo de la República es otra de
nuestras aportaciones a la mítica revolucionaria, así como su
propio himno “La Marsellesa”, compuesto por nuestro hermano

59
Leconte de l´isle y cantado por vez primera en la logia de los
caballeros francos se convirtió en el himno oficial de Francia.

Los carbonarios, una rama combativa de la masonería, cuyo


origen se hallaba en los antiguos gremios de carboneros, tuvo un
papel destacado en el proceso de unificación de Italia, siendo su
afiliación en la misma una solución de compromiso que
encontraron muchos miembros de la masonería en Francia y sobre
todo Italia, para cumplir las consignas de la Gran Logia de
Inglaterra en el sentido de no beligerancia y abstención de
participar en la acción política, y cumplimentar sus afanes
revolucionarios, se puede afirmar que “no todos los masones eran
carbonarios pero, todos los carbonarios son masones”, la orden
llego a contar en el inicio del S-XIX en Italia con un millón de
miembros, la mayoría pertenecientes al estamento militar y la baja
burguesía, con notables excepciones como Manzini, Cavour,
Napoleón III, Garibardi, Fernando de Lesseps, entre otros.

Aunque militarmente su proyecto fracasó acabo dejando una


profunda huella simbólica ya que la propia bandera reivindicativa
de la unificación italiana tenía los tres colores representativos de
los Carbonarios: el negro simbolizando el carbón apagado, el rojo
que alude al carbón incandescente y el azul celeste que
simbolizaba la llama purificadora. Después de su fragmentación
surgirían de sus filas diversas tendencias políticas que
evolucionaron en partidos que aun existen en nuestros días: La
Democracia Cristiana, iniciada por la organización “La Giovanni
Italia” de Manzini, padre a su vez de la unidad europea con “La
Giovanni Europa”. El Nacionalismo, iniciado por Goethe y los
iluminados y desarrollado por Cavour, Manzini, Victorio Emmanuel,
Garibaldi… El Romanticismo, ya que parte de sus principales
figuras eran hermanos en el arte: Lord Byrón, Víctor Hugo. El
Socialismo: Saint Simón. Fourier…El racionalismo ilustrado:
Voltaire, Montesquieu, Diderot… El comunismo: Blanqui, Barbés,
Buonaroni, Las grandes obras hidráulica del ingeniero Fernando de

60
Lesseps - los canales de Suez y Panamá- , el desarrollo científico
a partir de Newton, entre los ejemplos más destacados.

Conceptos desarrollados a partir del ideario masónico:


Igualdad Universal, fraternidad, filantropía, ayuda mutua, no
discriminación, división de poderes, republicanismo, democracia,
derechos individuales, estados de derecho, voto censatario y
universal, Europa Unida, Sociedad de Naciones, UNESCO….Es
nuestro impresionante patrimonio, ¿seremos capaces de
mantenerlo y agrandarlo?, si queremos podemos, entre tanto nos
queda el orgullo de haber sido, la voluntad de ser y el objetivo de
superarnos.

* *

61
4.- HISTORIA DE LA

MASONERIA ESPAÑOLA

1. PRESENCI A Y SIMBOLOGI A TEMPLARI A EN ESP AÑ A:

No existe en Europa, a excepción de Francia, una presencia


más estable y continuada de la orden templaría motivada por la
cruzada contra los moriscos que se mantuvo en nuestro país por
más de siete siglos. Tanto en Castilla como en Aragón se
produjeron dos hechos de armas que marcaron la futura presencia
del Temple en ambas coronas: En el año 1137, en torno a la
fortaleza de Calatrava y ante un inminente ataque almohade, los
templarios entregaron a Sancho III la fortaleza que a ellos
pertenecía y debían defender. Ante esta renuncia el rey castellano
se vio obligado a confiar la defensa al Abad de Fitero, Don
Raimundo y a un grupo de monjes cirtencienses. Estos, de forma
sorprendente defenderían la fortaleza con éxito fundando la
primera de las ordenes militares hispánicas; la Orden de Calatrava.

A pesar de estos hechos vergonzantes, el temple tenia


encomiendas destacadas en toda la península, como se puede
comprobar en la relación de las citaciones emitidas por los
arzobispos de Toledo y Santiago de Compostela en el mes de abril
de 1310, entre las mismas las establecidas en: Medina del Campo,
Santa Maria del Temple (Coruña); Armoeiro y Canabal (Orense),
San Martín de Coya (Pontevedra); San Fiz do Ermo y Neira de los
Caballeros (Lugo), Villapalmaz (León); Mayorgas, Ceinos, san
Pedro de Latarce y Medina del Campo (Valladolid); Villalcázar de
Sirga (Palencia),,, y catorce encomiendas más a las que ahí que

62
sumar las casas centrales de Zamora, Salamanca, Sevilla y
Córdoba.

De la corona de Aragón también recibieron numerosos bienes


y tal era su prestigio que en el año 1134, Alfonso I el Batallador,
elegía por herederos de su reino a las órdenes de caballería del
Temple, el Santo sepulcro y San Juan, aunque finalmente la
corona recaería en Ramiro II el monje.

Rodríguez Campomares nos ofrece una elegía de la caballería


templaría: “En Aragón no fueron menos las gloriosas hazañas
de los templarios, en la guerra contra moros, numerosas son
las tierras que poseían en las fronteras de Aragón y Valencia;
pues en el reinado de Don Alfonso Segundo; Rey de Aragón
llamado “el Casto”, le asistieron en la conquista de Algas,
Matarraña, Guadalob, Calanda, Martín, Alambra y Caspe y otros
pueblos que se conquistaron en las campañas de 1168 y 1169”.
En el mismo Aragón, los templarios iniciaron en España una de sus
principales actividades que desarrollarían de forma paralela con el
alquiler de sus ejércitos para la guerra contra el infiel y la defensa
de los territorios conquistados, nos referimos al préstamo con
usura a monarcas y particulares. Así, en 1167, entregaron una
fuerte suma a Alfonso II de Aragón hipotecándole al monarca
diversos territorios y rentas.

En el año 1303, la corona aragonesa reclamaba al Maestre del


Temple, Berenguer de Cardona, las joyas que tenia depositadas en
su casa como garantía de sucesivos prestamos, a saber: “Una
corona de oro, integrada por once piezas cubiertas de perlas y
piedras preciosas, como zafiros, esmeraldas y rubíes. Dos cetros,
uno de oro, acabados mediante una cruz ornamentada con perlas y
piedras preciosas, el otro de plata dorada. un globo de oro,
coronado por una cruz de rica pedrería, y finalmente una flor de
oro con un rubí, dichas joyas constituían los símbolos dl poder
real.

63
Definitivamente, los hechos nos hablan del enorme poder
político y económico adquirido por la Orden del Temple, lo que
unido a su independencia del poder civil y su adscripción directa a
la Santa Sede mediante la bula Omne datum optimun le permitió
iniciar una serie de construcciones para refugio y protección de los
Santos Lugares, en España, la ruta de Santiago de Compostela,
que tenían encomendada.

En dichas construcciones existe una rica simbología mítica y


esotérica, que es el resultado de la síntesis de las diversas
variantes del catolicismo más aspectos mitológicos egipcios,
babilónicos y de otras antiguas religiones que fueron incorporando
a su cosmovisión durante el tiempo en que permanecieron en
contacto con las mismas, este conocimiento encriptado que se
recoge en los bajo y altos relieves de sus edificaciones demuestra
el grado de desarrollo filosófico y cabalístico alcanzado por la
orden, plasmado en la piedra de sus construcciones por los
miembros de los gremios de maestros de obra y canteros
(masons). Entre las construcciones más representativas están:

S ANTA MARI A DE EUNATE : En el Valdizarbe, en el


centro de la brava tierra vasca, se encuentra. Aislada
entre los villorrios de Óvanos y Oleoz, la Iglesia de
Nuestra Señora de Eunate, cuyo nombre en Éusquera
significa “Las cien puertas”. A tres kilómetros escasos se
encuentra ubicada la principal encomienda templaría de
Navarra: Puente la Reina, lugar de confluencia de dos de
las principales rutas de peregrinación a Santiago de
Compostela, la Navarra y la francesa, que tienen su inicio
en Somport y Roncesvalles respectivamente.

La ermita o santuario de Eunate data del siglo XII,


hacia 1150-1160, se trata de una construcción románica

64
tardía con elementos de transición al gótico.
Externamente, su principal característica es la forma
octogonal de su cuerpo principal, rodeado de un
deambulatorio exterior de arcadas, sin unión con dicho
cuerpo, que reproduce la forma octogonal del mismo pero
con lados marcadamente desiguales.

La desaparición de los documentos sobre el edificio,


a partir del año 1312 en que la orden fue disuelta y sus
posesiones pasaron a la corona o bien fueron adjudicadas
a otras ordenes caballerescas. En cada caso, sus nuevos
propietarios estaban sumamente interesados en borrar las
huellas de su pasado, lo que dificulta en grado extremo
cualquier investigación rigurosa sobre el mismo, pues el
documento más antiguo que se ha conservado data del
1520, pese a esta carencia, gracias a documentación
accesoria encontrada se puede atribuir con absoluta
certeza su construcción a los “freires” del Temple, ya que
formaba parte de las tres capillas funerarias construidas
en el reino de Navarra a lo largo del Camino de Santiago,
cuya construcción, mantenimiento y vigilancia eran
potestad de la Orden, formando una triada con la primera
capilla del Santí Spíritu de Roncervalles, al inicio del
camino y finalizando el mismo la capilla de Torre del Rio.

No aparecen en esta capilla los signos distintivos


del Temple, ni divisas, escudos, ni su cruz esotérica, la
Tau, ni la oficial, la Paté, Aunque originalmente las hubo,
según se recoge en un documento de 1520: “ (…) y tiene
diversas cruces en campo colorado en las paredes de la
dicha iglesia de la parte de dentro”, pese a ello, el
esfuerzo iconoclasta no ha triunfado plenamente y Eunate

65
posee para el investigador atento y avezado numerosos
mensajes encriptados de sus fundadores.

Entre los signos grabados en sus piedras figura el


“abacus”, autentica prueba de la estrecha vinculación
existente entre los templarios y los gremios de
constructores de catedrales y canteros que permitirá el
nacimiento de la primitiva masonería especulativa. Es un
bastón de mango espiral que demuestra la autoridad de
quien lo posee, identificando de igual manera al Magíster
del gremio de constructores y al Gran Maestre del
Temple, igualmente significativo de esta unión simbólica
entre constructores y templarios resulta la aparición de un
segunda marca cruciforme que sólo puede observase en
otras edificaciones masónicas como el Castillo –
Convento del Temple en Tomar (Portugal), la Iglesia del
Temple en Londres y la rotonda del Santo Sepulcro en
Pisa, todos ellos edificios poligonales.

Hay una tercera evidencia que demuestra la


estrecha vinculación de Eunate con la cosmovisión
templaría, se trata de una marca que en el medievo
simbolizaba a la torre del juego de ajedrez. Esta marca
sólo se repite en la capilla del ya citado Convento de
Tomar, en las Iglesias del Temple de Laon y Metz, en
Francia, y de nuevo en el Santo Sepulcro de Pisa.

No debe extrañarnos la uniformidad y la


transnacionalidad de los símbolos esotéricos templarios,
es muy frecuente que las catedrales, Iglesia y
edificaciones construidas por los mismo fueran obra de
maestros de obra y grupos de artesanos venidos de
Francia, especialmente de la región de Lombardia, que
realizaban su trabajo de forma itinerante dejando su sello
inconfundible, una parte del primitivo arte románico se

66
denomina de “Banda Lombarda” por las circunstancias
descritas.

La puerta oriental de la capilla tiene a ambos lados


formando parte de los capiteles de las jambas interiores,
dos cabezas de piedra casi iguales. Son rostros con
barbas muy pobladas que les tapan la boca, esculturas
gemelas a los que se encuentran representadas en la
capilla de San Pantaleón de la Losa. Dichas barbas se
dividen y extienden a todo el resto de capitel formando
espirales asimétricas. Las bocas tapadas significan el
juramento de ocultar el secreto deliberadamente aceptado
y mantenido, es “lo que no se debe decir”, mientras que
las espirales simbolizan los laberintos que deberán
recorrer aquellos iniciados que pretendan desentrañar los
misterios allí contenidos. Esto nos pone sobre aviso en lo
concerniente al significado integral del templo, con un
ábside que apunta al Sur, no al Este como en el resto de
iglesias cristianas, que tiene un torreón cuadrado
adosado al la esquina suroeste de la capilla y una
escalera en espiral en su interior que permite acceder a la
parte superior del mismo donde se encuentra una
espaldaña donde se albergaban dos campanas que
pueden ser tañidas desde la planta inferior,

La planta del torreón también es octogonal de lados


irregulares que se repiten en el claustro interior y en el
muro que lo rodea. Así como en la herradura de la cúpula.
Los distintos ángulos que forman dicha estructura están
perfectamente alineados con distintas construcciones y
lugares de carácter mágico – religioso, por lo que Eunate
funciona en su conjunto como un preciso e inmenso
sextante cósmico que marca una serie de emplazamientos
radialmente distribuidos de los que el templo es el centro
y punto de partida.

67
Un investigador tan prestigioso como Louis
Champertier en su obra Los Gigantes y el Misterio de
los Orígenes señala: “Esta ermita situada en las
estribaciones de las aglomeraciones megalíticas del
Aralat fue estructurada con los mismos objetivos mágicos-
simbólicos que los cromlech megalíticos de la Bretaña e
Inglaterra”. La propia peculiar estructura alrededor de la
capilla sugiere la creación de un espacio idóneo donde
efectuar danzas inciáticas semejantes a las desarrolladas
en los cromlech de Berasategui, Orano o Oyartzun,
lugares alineados respectivante a tres ángulos sucesivos
de la construcción.

La propia situación geográfica de la capilla contiene


profundos simbolismos ya que se encuentra en una
encrucijada de caminos procedentes de Francia y Aragón,
paralelos a las líneas telúricas geológicas que discurren
de Norte a Sur desde San Jean de Luz hasta las
estribaciones del Moncayo.

Otros datos a tener en cuenta, que demuestran la


enorme complejidad simbólica de la construcción, son las
figuras esculpidas en las piedras de la archivolta de la
entrada occidental que representan monstruos míticos,
cabezas terroríficas de apariencia humana pero de rasgos
deformes, su iconografía no se relaciona directamente
con la característica representación diabólica del
románico, más bien representan la existencia de un
conocimiento perdido narrado allí y continuado por las
figuras que coronan el ábside por la parte exterior
representadas en una profunda reflexión filosófica.

Así mismo otras simbologías están representadas en


los capiteles del claustro exterior que no pueden ser
totalmente descifradas al haber desaparecido más de la

68
mitad de los mismos. Y para finalizar nuestro análisis
debemos detenernos en los capiteles 5, 9, 13 y 14, donde
están representados rostros cornudos de cuyas bocas
emergen un mundo vegetal frondoso que suele estar
rematado en frutos que se asemejan a una piña o
granada, la génesis de este mundo es el árbol de la vida,
como descubrimos en otros dos capiteles interiores a la
izquierda del ábside. Pero también es necesario que
fijemos nuestra atención en el pórtico de Eunate que
representa un Barphomet, un caballero templario y una
dama desnuda (la madre tierra) alimentando las fuerzas
telúricas en forma de serpiente, conjunto que sustituye a
la tradicional representación del la Sagrada Trinidad:
padre, hijo y el Espíritu Santo, o el característico
Pantocrátor de las Iglesias románicas tradicionales.

IGLESI A DEL CRUCIFIJO : La ruta del camino de


Santiago que procedente de Roncesvalles pasa por
Pamplona, que fue trazada por los monjes cluniacenses
en el S-XI, se superpone, en parte del recorrido con la
primitiva ruta jacobea. En el trayecto de Somport a Jaca,
justamente en este enclave se encuentra el pequeño
pueblo navarro de Puente La Reina y en su punto exacto
de intersección fue erigido por la Orden del Temple un
hospital de peregrinos y la iglesia de Nuestra Señora de
los Huertos.

El dominio del enclave se incremento con el


asentamiento de un convento en la cercana villa de
Eunate, al Este, y una Encomienda Menor con hospedería
en la aldea próxima- hoy desaparecida- de Mayorga, al
oeste...

69
La Iglesia templaría fue puesta bajo la advocación
de santa Maria de Hortis, y este apelativo no le venia
dado por la situación geográfica de la misma, sino por el
simbolismo sincrético templario que hace de la Virgen una
imagen actualizada y encubierta de la primitiva “mater
agrícola”, la madre – tierra fecunda principio femenino del
panteón greco – latino que se simboliza en las numerosas
“vírgenes negras”.

El apelativo de Iglesia del Crucifijo le fue impuesto


al edificio tardíamente, cuando ya extinguida la Orden del
Temple y repartida sus propiedades, los nuevos
propietarios pertenecientes a la orden Sanjuanista
crearon la Hermandad del Crucifijo y el nuevo hospital
enmascarando la rica simbología de la enigmática
Cofradía del Crucifijo preexistente en la primitiva Iglesia
del Temple que fue construida esencialmente en el S-XII
sobre una estructura anterior del S-XI, pocas, pero
significativas, son las imágenes y simbologías esculpidas
en la piedra que han llegado intacta hasta nuestros días,
entre ellas destacan:

El crucifijo: lo primero que nos llama la atención es


su extraña forma de pata de oca. sus brazos laterales se
transforman y toman la configuración de una “Y” formando
entre sí un ángulo agudo, mientras que el eje central se
prolonga hasta la altura de dichos brazos. Por otra parte,
los maderos son voluntariamente de una rusticidad
absoluta asemejándose a un árbol sin pulir al que
únicamente se ha despojado de sus ramas secundarias,
apreciándose los nudos y rugosidades de su corteza así
como los tocones de las ramas cortadas. La corona está
constituida por dos gruesas sogas trenzadas con grandes
espinas. Los pies, casi masculinos y desmesuradamente
grandes, evocan el cansancio y el sufrimiento del

70
peregrino que transita, impulsado por su fe, por caminos
polvorientos y sendas abruptas sometido al cansancio
físico y a los avatares climáticos.

El rostro de la virgen se transmuta en una beatitud


moral alejada de la tortura f ísica, es una expresión de
mística abstracción, perdida en otra dimensión a la que
interioriza y transciende. El origen de la imagen se pierde
en la mitología y la leyenda , se cuenta que un peregrino
germano, agradecido por los cuidado y atenciones
recibidos en el hospital por los hermanos templarios, dono
esta imagen y la envió a su regreso a su tierra natal, en
una segunda versión son un grupo de peregrinos
germanos que llevaban esta imagen hasta Santiago de
Compostela para cumplir una promesa realizada al
apóstol, conseguido su objetivo y en ruta de regreso a su
país al pasar por la iglesia depositaron la imagen en
agradecimiento por el trato recibido. En ambas versiones
existen tres elementos comunes: el origen germánico del
donante o donantes, el hecho de que los mismos era
peregrinos y finalmente el agradecimiento como motivo de
la donación.

En el análisis iconográfico del crucifico existe un


punto en que todos los especialistas están de acuerdo se
trata de una imagen característica de la región alemana
de Renania, si bien su estilo parece coincidir con el
desarrollado hacia el S-XIII. En el análisis simbólico
resulta igualmente obvio que el simbolismo cristiano ha
sido sustituido por el templario y la cruz por una pata de
oca que era uno de los principales signos de identidad de
la masonería operativa de los compañeros constructores.
La imagen en su conjunto representa la mano divina que
guía todas las construcciones realizadas según las reglas
de la tradición esotérica de los Maestros Antiguos. Pero

71
aún hay más, porque dicho signo es equivalente a una
antigua representación druídica de la vida, ampliamente
utilizada en la Bretaña francesa por sacerdotes
germánicos y celtas.

Si el Cristo crucificado, en el simbolismo cristiano,


representa que el iniciado esta a punto de trascender su
vida normal de miseria y servidumbre de la que no se
escapa ni el propio hijo de Dios: “padre ¿porque me has
abandonado?”,y el crucificado en una cruz Tau representa
el iniciado que ha alcanzado la plenitud, aun antes de
morir, El Cristo crucificado representado sobre una pata
de oca o lo que es igual un signo antiquísimo de vida, no
es otra cosa que el hombre iniciado que ha transcendido
a su propia elevación, habiendo alcanzado así. Mediante
un pensamiento gnóstico de búsqueda y descubrimiento el
Reino de la vida, de la realidad, muriendo al Reino de la
ilusión en el que todos los mortales estamos inmersos
mientras peregrinamos buscando una luz.

Ese es el supremo misterio de la cruz representada en la


vieja iglesia templaría: aquel Cristo que dijo: “Yo soy la verdad
y la vida…” se encuentra suspendido sobre el símbolo de la
vida terrenal donde finalmente ha encontrado la verdad, en un
lugar donde se cruzan dos caminos, dos rutas milenarias del
antiguo y el nuevo saber, convertidas en un solo camino, que
el, desde su cruz de vida tutela, con sus grandes pies
cansados y polvorientos cruzados en un aspa por toda la
eternidad.

Los ejemplos que demuestran el enorme poder temporal y el


desarrollo filosófico y religioso de la Orden Templaría serian
numerosísimos y desde las piedras aparentemente silenciosas de

72
las construcciones que jalonan nuestra geografía nos hablan, a
quienes quieren escuchar, claramente del grado de complejidad a
que habían llegado en su sincretismo de las cosmovisiones
simbólicas que recogieron en su largo devenir, tanto en Oriente
como en Occidente.

II. LA DES AP ARICION DEL TEMPLE EN ESP AÑA:

Representó el declive de la masonería operativa, la caída en


desgracia de la orden del Temple es un fenómeno tan rápido y en
cierta forma inesperado que representa uno de los mayores
enigmas de la historiografía medieval, más que en los hechos
históricos concretos que la propiciaron, en las explicaciones de
fondo sobre el derrumbe de la orden en la mayoría de países
europeos.

La abolición de la orden del Temple fue decidida en el año


1311 por el Concilio de Vienne, en el valle del Ródano. Para la
historiografía oficial éste seria el inicio de un rápido final, cuyo
desenlace se materializaría definitivamente con el suplicio del
último Gran Maestre de la orden. Jaques de Molay acompañado
por Geoffrey de Charney, Preceptor de Normandía, quemados en
acto de fe en una hoguera en la isla de los judíos de Paris, frente
a la gran catedral de Nôtre Dame, en 11 de marzo de 1314 según
el calendario Juliano.

Cuando analizamos la aparente actitud pasiva con que


generalmente los templarios asumieron su disolución, salvo en
algunos casos aislados en España en que se resistieron con las
armas a la orden de arresto, no podemos por menos que
preguntarnos ¿Cómo es posible que esta enorme confabulación en
la que estaban implicados, entre otros, el rey de Francia y el Papa

73
se hubiera podido mantener en secreto?, y que la orden de arresto
y disolución, primero en Francia y luego en la mayoría de países
europeos, cogiera por sorpresa a los altos mandatarios de la
orden.

Resulta completamente inverosímil el pensar que algunos


oficiales, miembros de la corte francesa o altos dignatarios de la
Iglesia no se preocupasen de advertir discretamente a miembros
de su propia familia que profesaban en el Temple sobre la
artimaña que urdía el rey Felipe IV el Hermoso. Un plan tan
complejo y radical como el que llevo a cabo el monarca
francés, apoyado en la inoperancia y la pusilanimidad del Papa
Clemente V, no es algo que se prepare de la noche a la
mañana, y resulta imposible aceptar el desconocimiento
absoluto por parte de las más altas jerarquías templarías. Es
más, sólo con la certeza de que estuvieran previamente
enterados de la confabulación se puede explicar la
desaparición de la ma yoría de tesoros y documentos internos
de la orden antes de que fueran incautados.

Así mismo resulta lógico pensar que entre la inmensa


mayoría de templarios que permanecieron libres en el resto de
Europa se tomaran medidas para permitir la pervivencia de la
orden y de la masonería operativa en el futuro. El Temple, en
buena parte permaneció en libertad, ya que muchos países
acataron de forma desigual la bula pontificia que ordenaba su
disolución, e incluyo no la acataron el lo absoluto (Escocia,
Aragón), por ello sus comendadores se reunían cuando lo
estimaban oportuno, los freires Vivian en sus castillos, celebrando
sus ceremoniales y capítulos, con la única añadidura de un
secretismo creciente que pronto se convertiría en absoluto,
característica que heredaran los hermanos del Arte en un futuro.

A pesar de estar descabezados, en una primera instancia,


por la prisión y posterior ejecución de su Gran Maestre, resulta

74
evidente que la avanzada edad de éste hacia verosímil que ya
estuviera planificado la existencia de un sucesor inmediato,
diversos son los candidatos a dicha sucesión y los documentos de
la época no permiten precisar con exactitud sobre su identidad,
pero el relevo se produjo y permitió la pervivencia de una herencia
templaría.

Diversas órdenes militares y monásticas de toda Europa


fueron los herederos “oficiales” de la Orden del Temple, pero ello
no implica el que debamos descartar una continuidad
semiclandestina de la orden, es un hecho que un gran número de
supervivientes ingresaron en nuevas órdenes militares, algunas de
ellas creadas al efecto para recibir sus bienes y su herencia
filosófica, como fueron en España la orden de Montesa en el reino
de Aragón y la de Cristo en Portugal. Pero independientemente de
estas evidencias “prolongatorias” del Temple, lo que mayores
controversias suscita es la posibilidad de una continuidad
ininterrumpida y secreta de la tradición templaría hasta nuestros
días, lo que esta muy claro es que sea por la vía de la transmisión
directa o la de la recuperación posterior de la cosmovisión
templaría resulta evidente su supervivencia en nuestros actuales
rituales masónicos.

La ultima pista de la supervivencia física de la orden en


España esta constituida por un manuscrito recientemente hallado
en la Biblioteca Nacional de Madrid, donde se encuentra reflejado
el hecho de que en fecha tan tardía como el S-XVII, cuando menos
en España, existía un denominado “Prior del Temple” de nombre
Fr. Pablo Inglés, que recibía periódicamente de la reina doña
Mariana de Austria: “Doscientos escudos, por cuenta de los
doscientos ducados de pensión, que tiene situados sobre
algunas Rectorías y Prioratos de la Orden”. Este documento

75
demuestra definitivamente que la desaparición absoluta de la
Orden, si realmente ha sucedido, se dilató en el tiempo.

III. EL INICIO DE LA MASONERI A ESPECULATIV A ;

Tres adolescentes ansiosos de aventuras y sensaciones


acaban de saltar la cerca del templo de Poblet, el siglo XIX
agoniza, el monasterio ha sufrido los estragos de la guerra siendo
abandonado primero, saqueado después y destruido por la furia
iconoclasta de las turbas,

Los jóvenes aventureros cruzan la Iglesia derruida, donde no


queda nada de valor, aparte de las piedras talladas por antiguos
artesanos que realzan su actual ruina al recordamos su
esplendoroso pasado. Uno de los adolescentes, el más decidido,
es un modesto hijo de calderero, sus cabellos azabaches realzan
sus ojos penetrantes de un azul intenso acentuando su poder
hipnótico. Se llama Antonio Gaudi, el que será el arquitecto más
original y genial de su época.

Junto a sus dos amigos recorren una tras otras las capillas
desmanteladas. Al llegar a la del Santo Sepulcro, anexa a la del
Evangelio, le llama la atención la belleza de los altorrelieves de
una de las criptas cuyas losas tapizan el suelo, a su lado otras dos
sepulturas la complementan y palidecen ante su belleza, en sus
lápidas puede leerse el nombre de aquellos que allí reposan para
la eternidad: Juan de Guimerá y un doctor cuya inscripción a sido
borrada por el tiempo y el olvido.

De forma irresistible Gaudi se acerca y observa atentamente


la joya del lugar, es la tumba que contiene los restos mortales de
un caballero extranjero llamado Philip de W harton, ignorando su
historia, de retorno a su casa no cejara de preguntarse ¿quien
seria el caballero desconocido que ocupaba el más bello y

76
misterioso de los panteones?, sin saberlo había entrado en
contacto con la orden masónica que posteriormente determinaría
su arte y su vida.

Nos trasladamos al Londres de principios del S-XVIII, una


ciudad sucia y oscura de calles abigarradas que vivía uno de los
periodos más convulsos de su historia, ante el paro, el hambre y la
desesperación los londinenses se entregaban fervientemente al
hedonismo más absoluto, regado con profusión por numerosas
pintas de su oscura cerveza.

Las tabernas se habían convertido en el centro de la vida


social, fuera de ellas, la lluvia y la niebla, en su interior
predominaba el olor embriagador del tabaco de pipa, las especies,
los suculentos asados e incluso un sutil aroma de opio y otras
drogas exóticas. Eran el centro de reunión de las más variadas
asociaciones y círculos de todo tipo: culinarios, intelectuales,
poéticos y algunos más cerrados y extraños, en algunas de ellas
nacerá la moderna masonería especulativa en el año 1717 uando
se fundo la Gran Logia de Inglaterra a partir de la unión de cuatro
logias especulativas, es decir no formadas por albañiles, en la
ciudad de Londres. Estas, decidieron reformarse legislativamente
mediante la promulgación de una nueva Constitución, a imagen y
semejanza de la francesa o la norteamericana, y federarse en una
asociación superior o Gran Logia, que debería marcar las pautas
de regularidad en todas las demás logias nacionales e
internacionales, conservando y sintetizando gran parte de los
principios filosóficos de la antigua masonería, sus rituales y
terminología.

Sus elementos básicos siguen siendo la escuadra, el


compás, la plomada, el nivel, la paleta, el cincel, el mazo…etc.
Pero su uso pasa a ser de operativo a puramente simbólico; la
escuadra, por ejemplo, pasa de ser un instrumento de uso
profesional a representar la rectitud en las acciones, el compás, la

77
proporción y l mesura, el nivel, el equilibrio y la igualdad entre
todos los seres humanos, la plomada el crecimiento estable de los
hombres, la paleta, la comprensión y la integración de las
diferencias, el mazo, la fuerza de determinación, el cincel, la
precisión de la inteligencia y el ingenio, y así sucesivamente, en
una cosmovisión más cercana a la reforma protestante que a la
católica que había dominado la antigua masonería operativa, este
hecho llevara a no pocos problemas y enfrentamientos en el futuro
de la orden. De este modo, la francmasonería se convierte en
una institución iniciática cuyos objetivos ya no son
exclusivamente profesionales sino éticos, morales,
intelectuales e incluso políticos.

Por ello, los nuevos francmasones (masones libres, no


necesariamente vinculados a los gremios de constructores) aunque
herederos de gran parte de las tradiciones de los antiguos
masones operativos, introdujeron nuevos elementos simbólicos e
incorporaron elementos míticos de otras tradiciones inicíáticas
hasta dar lugar a un nuevo cuerpo ritualistico y simbólico. No se
soslayo la importancia de los aspectos iniciáticos, pero, en las
logias se paso de discutir sobre el pulimento de la piedra interior,
como máximo objetivo de la orden, a introducir cuestiones
profanas, acordes a los intereses de los nuevos miembros, sobre
temas sociales, políticos, filosóficos y esotéricos.

La francmasonería ya no utiliza sus energías y


potenciales en la construcción de catedrales externas e
internas, sino en la construcción de la fraternidad universal, se
proclama el derecho a la libertad, la igualdad y el
mantenimiento de una serie de atributos que debe tener el ser
humano por el simple hecho de nacer, independientemente de
su origen o condición social, se practica el librepensamiento.
La logias se convierte en un refugio y en el foro ideal para la
discusión, desarrollo y difusión de los nuevos modelos

78
políticos, sociales e intelectuales que dominaran el S-XVIII y
XIX, desde la Ilustración, al socialismo y l anarquismo.

Cuando Christopher W ren dimitió de su cargo al frente de las


hermandades de constructores que habían mantenido la llama
ahora agonizante de la antigua masonería operativa, algunos
jóvenes de la alta sociedad, tan curiosos por los antiguos
conocimientos como ansiosos de vivir nuevas experiencias,
fundaron en algunas tabernas selectas los denominados “Hell Fire
Clubs” (Club del fuego del infierno), donde se desarrollaban
actividades diversas, sin despreciar a las bacanales, borracheras y
orgías de todo tipo junto con el nacimiento y desarrollo de las
nuevas logias francmasónicas

A partir de 1720, estos clubes experimentaron un crecimiento


espectacular, en ellos surgieron con fuerza figuras tan
carismáticas como el Duque de W artón. Nieto del cuarto barón de
W arton, que se distinguió, según los historiadores de la época por
poseer “las más bellas pantorrillas de Inglaterra”, cualidad
notable en una corte marcada por las intrigas y el galanteo, A
fuerza de astucia y habilidad había amasado una gran fortuna en
un momento especialmente convulso de la historia de Inglaterra,
tuvo su mayor virtud en su astucia y su ambigüedad ya que según
Thompsón: “Combatió a Carlos I sin comprometerse, favoreció a
Cromwell sin servirle, sirvió a Carlos II sin serle fiel”.

Su hijo Tomás W harton, padre de nuestro personaje, haría


las delicias de Maquiavelo al encarnas todas las cualidades del
“hombre de estrado” descritas en su obra El Príncipe. Producto de
su tiempo, fue uno de los principales artífices de la revolución de
1688, siendo acusado de ser un “presbítero ateo”, maestro del arte
de la corrupción y de la mentira, quien tenia como lema: “que una
mentira aceptada valía tanto como la verdad”, por sus
$habilidades” fue nombrado primer marques de W harton y del
Malmesbury.

79
Con toda esta carga “genética” no es extraño que su hijo
Felipe de W harton constituyera uno de los personajes más
brillantes y controvertidos de su generación. Apadrinado por
Guillermo III y la que posteriormente seria la Reina Ana, le fue
concedido al nacer el título de vizconde de W inchendon. Su padre
no le escatimo una formación exquisita, dándole los mejores
profesores en lenguas clásicas, Ciencias exactas y Elocuencia
política, al convertirlo al protestantismo desde temprana edad
desarrollo en el jove un ansia por el placer y el desenfreno, su
fuerte carácter le llevo a hacer caso omiso de la voluntad de su
padre y se caso a los diecisiete años con una joven tan bella como
huérfana de fortuna.

Pasados los primeros tiempos de matrimonio y satisfecha su


impetuosa pasión decidió ampliar horizontes y abandono el hogar,
Dueño de una inmensa fortuna, tras la muerte de su padre, inicio
el denominado “Tour” europeo, viajando por Italia, Grecia y
Francia. A su regreso a Inglaterra, se le permitió participar, en la
Cámara de los Pares del Reino de Irlanda y el Rey Jorge IV
Hannover lo nombro, a los diecinueve años de edad, Duque de
W harton, caso único en la historia de Inglaterra,

La elevada posición, su inteligencia y altanería, tan acordes


a los principios de la época hizo que acaparará los halagos de una
corte de poetas, escritores, biógrafos, “artistas” y personajes
estrafalarios de todo tipo, a los que pagaba espléndidamente,, en
su biografía The Life and Writings of Phillip Duke of Warton se
le describe como: “encantador, de arrogante figura, cabellos
rubios, que le caían en grandes rizos sobre la espalda; ojos
azules, mirada altanera que por su bella estampa le hacían
cautivador de las mujeres y que por su generosidad,
elocuencia y erudición le convirtieron en el arquetipo de la
sociedad”, en el lado oscuro de su personalidad se perfilaba una
ambición sin límites, su cinismo y su afición al lujo y a la bebida

80
que le llevaron a dilapidar su fortuna, a la deslealtad y al
libertinaje.

Su carrera política fue realmente explosiva, cual Icaro, se


elevo hasta tocar el sol de las más altas capas de la realeza y la
aristocracia inglesa, participando en la fundación y desarrollo de la
Gran Logia de Inglaterra, que le recibió con los brazos abiertos y
desde su entrada ocupo los más altos cargos en la obediencia. Sin
embargo su ambición y falta de escrúpulos lo convirtió en un
personaje molesto y difícil de controlar, aprovechando la ausencia
del Gran Maestro de la Logia de Inglaterra, el duque de Montague,
y aprovechando un error en el plazo en que debía reunirse la logia
para su reelección, maniobró para colocarse “de facto” como Gran
Maestro, lo que provoco un cisma que estuvo a punto de dar al
traste con toda la incipiente organización masónica.

Alarmados por su actos, sus propios hermanos de logia


trabajaron en secreto para abortar sus osadas maniobras,
finalmente la perdida por un voto en el acto formal de su elección
fue la causa de su caída, siendo posteriormente expulsado de la
Gran Logia de Inglaterra, tras pronunciar las palabras
ceremoniales al efecto: “¡Jubelas, Jubelos, Jubelum! Quemando en
tenida solemne sus guantes y su mandil,

El tiempo atemperó su carácter y bajo la protección del Rey


Jacobo III Estuardo, exiliado en Palma, se le nombro duque de
Northumberland y se le concedió la orden de la Jarretera. A su
vez, reanudo sus contactos y relaciones con la gran Logia de
Inglaterra, que le convirtió en su embajador en diferentes cortes
europeas.

Una de sus primeras misiones le llevo a la corte española,


donde intento por todos los medios que Felipe V, declarara la
guerra a Inglaterra, en defensa de los intereses dinásticos de los
Estuardo. En dicha corte conoció a una dama de la reina, Maria

81
Teresa O´Byrne, hija del coronel jefe del regimiento irlandés
Hivernia, al servicio de España, con la que se caso abrazando la
religión católica.

El 23 de febrero de 1728 fundó la logia regular “Las Tres


Flores de Lys” en la madrileña calle de San Bernardo, bajo los
auspicios y patente de la Gran Logia de Inglaterra, con el número
50 hasta 1734, transformándose en la número 22 en el 1756,
abatiendo columnas en el año 1768 por lo que fue dada de baja.
Es la primera logia fundada en Europa continental, teniendo en
cuenta que estaba formada sólo por británicos, y tuvo escaso eco
en la sociedad española de la época. Siendo perseguida durante el
reinado de Felipe V, que debido a su enfrentamiento contra los
ingleses durante la Guerra de Sucesión desconfiaba de su
existencia como posible foco de conspiración e información de su
potencial enemigo, lo mismo sucedió a partir de 1751 por parte de
su sucesor Fernando VI y solo la intercesión de l celebre “castrati”
Farinelli permitió a algunos de sus miembros salvar su vida y su
patrimonio.

El historiador Cesar Vidal, afirma en su obra La Masonería


que nuestra orden era desconocida en España durante el S-XVIII.
Como mínimo se puede calificar de poco rigurosa esta aseveración
ya que en el año 1738 el papa Clemente XII en su bula in
eminente condena de forma rotunda a los franmaçons o liberi
muratori, con castigo de excomunión, siendo España uno de los
países pioneros en la aplicación de este castigo. Más que una
existencia organizada y continua en el tiempo de la Masonería en
la España del siglo XVIII deberíamos referirnos a una presencia
esporádica y a veces testimonial de algunas logias que no tuvieron
demasiada trascendencia ni continuidad, a excepción de las logias
británicas situadas en Gibraltar y Menorca.

Es un factor importante en el análisis del escaso arraigo de


la francmasonería en nuestro país la acción represiva de la

82
Inquisición, cuyo tribunal había prohibido en el año 1738 la
existencia de nuestra orden, decreto que fue sancionado mediante
un edicto de Fernando VI, en 1751 y mantenido por su sucesor
Carlos III, que pese a su aureola de monarca ilustrado, siendo
Rey de Nápoles, había prohibido la afiliación a la orden bajo
severas penas, por considerarla “gravísimo negocio o perniciosa
secta contraria al bien de la Santa Religión y del Estado”.

Ninguno de los ministros de Carlos III esta demostrado que


pertenecierón a nuestra orden, ni siquiera el famoso Conde de
Aranda, al que algunos historiadores han atribuido nada menos
que la fundación del Gran Oriente de España, producido en
realidad décadas más tarde. Estas prohibiciones y la persecución
sin tregua del Tribunal de la Santa Inquisición constituyeron una
barrera casi infranqueables que estrangulo nuestro desarrollo,
únicamente se tiene conocimiento de la fundación ya descrita de la
logia madrileña auspiciada por el Duque de W harton y de que en el
año 1729 se fundo la tercera logia en el continente europeo,
llevando el nombre de “Lodge of St. John Jerusalem” en la
posesión británica de Gibraltar Estaba regularizada por la Gran
logia de Inglaterra con el número 51. En Barcelona en el año 1750
algunos militares franceses e ingleses celebraron diversas
reuniones masónicas pero sin levantar columnas, En 1755 fueron
denunciados ante el tribunal de la inquisición un grupo de súbditos
extranjeros que se reunían en la ciudad de Cádiz.

En 1772, un grupo de soldados holandeses pertenecientes a


la unidad Valona de su Católica majestad el rey de España,
constituyeron una logia en Madrid, por mediación de la logia madre
Ajost, dependiente del Gran Maestre Provincial de los Países
Bajos. De la panorámica descrita se desprende un hecho reflejado
por los procesos iniciados contra la masonería por la inquisición:
su escaso arraigo entre el pueblo español, ya que la mayoría de

83
encausados y condenados eran súbditos extranjeros, iniciados en
sus respectivos países, que estaban sólo de paso y que en su
mayoría desconocían incluso la prohibición que existía contra la
masonería en el reino de España y sus posesiones.

El propio Benito Pérez Gardós, que tanto interés mostró en


su obra cumbre Los Episodios Nacionales por el tema masónico
nos describe en el primer capítulo del episodio titulado “Napoleón
en Charmartin” : “Yo tengo para mi que antes de 1809, época
en que los franceses establecieron formalmente la masonería
en España ser masón y no ser nada era una misma cosa. Y no
me digan que Carlos III, el conde de campomares o el de
Aranda y otros célebres personajes eran masones, pues como
nunca los he tenido por tontos, presumo que esta afirmación
es hija del celo excesivo de aquellos buscadores de prosélitos
que, no hallándolos en torno a si, llevan su banderín de recluta
por los campos de la Historia para echar mano del propio Adán
si le cogen descuidado”

IV. LA ECLOSION DE LA FRANCMASONERI A: LA OCUP ACION


NAPOLEONICA :

La vida, el ascenso y la caída de Napoleón Bonaparte el


emperador francés que marcara la historia europea durante tres
décadas, esta firmemente influenciada por la masonería, se ha
afirmado, aunque no hay pruebas concluyentes al efecto, que fue
iniciado en la orden en una logia italiana en torno al 1798, en el
incicio el despegue de su carrera político militar, Lo que si se sabe
con absoluta seguridad es la pertenencia a nuestra orden de un
numeroso grupo de familiares y militares de su confianza entre
ellos, Barras, presidente del directorio, cuatro de sus hermanos :
José, Rey de España y Gran Maestro d la Logia de Francia, Luis,
rey de Holanda y padre del futuro Napoleón III, Jerónimo, rey de

84
W esfalia y Luciano, príncipe de Cannino y su máximo valedor en la
Asamblea francesa.

Napoleón hizo grande a la masonería y la masonería


encumbro a Napoleón, en cierta forma la controló durante un
tiempo y la convirtió de hecho en un poderoso instrumento político
e ideológico que facilito su expansión imperial. Formaban una
unión perfecta, los masones ayudaban a Napoleón a conquistar
Europa difundiendo sus ideas y afiliando a lo más florido de l
intelectualidad de los diferentes países y, a cambio los ejércitos
napoleónicos extendían los ideales masónicos a todos los
territorios conquistados, protegiéndolos y fomentando su difusión.

Dentro de la familia Bonaparte la más alta dignidad masónica


estaba en manos de José, Gran Maestro del Oriente francés desde
1804, quien era sin duda el miembro de la familia Bonaparte
intelectualmente más preparado, siendo el hermano mayor, fue el
primer rey universitario de la historia ya que estudio leyes en la
ciudad de Pisa. En 1796 tomo parte en la campaña de Italia junto a
su hermano. al año siguiente, durante la I República francesa
ejerció, con gran éxito, una intensa labor diplomática, primero en
la corte de Palma y después en Roma. Fue miembro del Consejo
de los Quinientos, el órgano legislativo inferior an la época del
directorio, en 1798. Durante las Guerras Napoleónica prosiguió su
brillante labor de diplomático y mediador firmando tratados con
Estados Unidos, Austria, Gran Bretaña y el Vaticano. Desde 1806
hasta 1808 gobernó el reino de Nápoles por nombramiento de su
hermano.

No ha y en el S-XIX dos personajes que encarnen de modo


más perfecto las características diferenciadas del Antiguo
Régimen estatutario y el Nuevo Régimen meritocrático que
Fernando VII y José I. El re y Borbón, producto de generaciones
de endogamia, fue un déspota decadente sin principios
morales y el peor ejemplo de los defectos de un sistema de

85
monarquía absoluta determinista que consagraba el destino de
las personas en función de su nacimiento y la “pureza de
sangre”, fue sin duda, el peor re y posible, que no mereció en
ningún momento el cariño de su pueblo que engañado en un
principio lo bautizo como “El deseado”. José I, “premiere et
deniere” como lo designo en sus Mémoires el general
Thiebault, representa la otra cara de la moneda, culto e
inteligente, injustamente llamado “Pepe Botella”, por una
supuesta adicción al alcohol, cuando en realidad era abstemio
o “Pepe Plazuelas” por sus audaces propuestas de
modernización de Madrid, que nunca pudo llevar a cabo en su
totalidad, aunque suya fue la creación de la Plaza de Oriente,
era el más genuino representante de una nueva clase social, la
que preconizaba el acceso al poder de los más preparados, los
más cultos, basándose en los principios de nuestra orden
“libertad, igualdad, fraternidad”, fue el mejor rey posible y
sólo las circunstancias ajenas a su voluntad y a su acción de
gobierno lo impidieron, España lo pagaría durante décadas.

Tras las vergonzosas abdicaciones de Bayona donde


Fernando VII se gano merecidamente el titulo del “rey felón”,
vendiendo, tras obligar a abdicar ilegalmente a su padre Carlos IV,
la corona española a Napoleón Bonaparte, que publico el 4 de
junio el nombramiento de su hermano mayor como Rey de España,
contra su voluntad, Pese a ello, se puso inmediatamente manos a
la obra, congregando en Bayona a la flor y nata de la
intelectualidad ilustrada y la nobleza española y como primer acto
de gobierno promulgó el Estatuto de Bayona ambicioso plan de
reforma y modernización del país, que no pudo llevar a cabo, en
parte por la oposición de su propio hermano el emperador que vio
como en defensa de los intereses de España, tuvo el atrevimiento
de enfrentarse a el mismo, lo que hizo que ordenara al general
Murat que hiciera caso omiso a sus demandas y entorpeciera en la
medida de lo posible su acción de gobierno.

86
En el mes de diciembre de 1809 anunció la fundación del
actual Museo del Prado, bajo la denominación de museo Josefino,
en honor a la emperatriz francesa. Su pretensión fue equiparar
Madrid a otras capitales europeas que ya contaban con museos
reales abiertos al público. Por otro lado, tenia una segunda
intención oculta: la preservación del patrimonio artístico español,
reteniendo las obras de arte en dicho museo, para impedir el
habitual saqueo realizado en los territorios ocupados por su
hermano el emperador y ciertos generales franceses como Murat y
Dupont, para engrosar el museo del Louvre o sus patrimonios
particulares, aunque no pudo inaugurar dicho museo impidió con
su acción la perdida irreparable de cientos de obras únicas.

Con el nombramiento de José I, un nuevo aire de libertad y


modernidad entro en nuestro país. Una de sus primeras acciones
de gobierno fue la abolición del Santo Tribunal de la Inquisición y
la puesta en libertad de todos los presos políticos y
librepensadores que llenaban sus lóbregas mazmorras. Para
nuestra orden se inició un periodo de libertad y expansión, se
organizaron logias en San Sebastián, Victoria, Santander,
Santoña, Zaragoza, Salamanca, siete en Madrid, Talavera de la
Reina, Almagro, Manzanares, Figueres, Gerona, Barcelona,
Sevilla, entre las más importantes, entre los más destacados
miembros estaban José de Azanza, presidente de la Junta
Nacional, políticos como Urquijo y Gabarus, generales como
O´Farril que fueron ministros de su gobierno.

De especial relevancia fue la fundación en Madrid, el 27 de


noviembre de 1809 de la Gran Logia Nacional de España, a imagen
y semejanza del Gran Oriente Francés. En el Archivo General del
Palacio de Oriente, en la sección reservada a lo documentos de
Fernando VII se conserva el “ Discurso inaugural de la Gran
Logia Nacional de España” en dicho documento el venerable de la
misma, Hº Ferreira y Gran Representante del Gran Maestro, dijo
los hermanos presentes; “…Luego que vislumbré que el suelo

87
español podía venturosamente fecundarse con la simiente de
esta doctrina, no vacile un punto en sembrarla en su capital …
Permitirme por tanto citar a los carisimos SS.PP Turcan y Le
Ballif, miembros dl gran consistorio de Francia a los muy
ilustres hermanos Le Balier, Freire, Bonnard, De Ricard,
Granet, Borelly,Bort de S. Vicent, Clemont–Tonnerre y a tantos
otros que seria prolijo enumerar”.

“La respetable logia tiene un capítulo soberano que la


equipará con todos los orientes extranjeros… basado en este
principio se ha establecido una Gran Logia en Inglaterra, Un
Gran Oriente en Francia, varias logias matrices en Alemania y
en Prusia y para igual objeto se han establecido Grandes
Orientes en milán y en Nápoles”… “Por ello se crean estas
constituciones que aseguren nuestra independencia”… “Ahora
se os leerán, y esta sesión es con objeto de proclamarlas, y
para recibíos el juramento que debéis hacer de tenerlas para
en lo sucesivo. Por vuestro único regulador”… “¿quizás? , no
sea compatible el paso que propongo con el acceso a S.M,
Pero un príncipe que ha querido honrarse con tener el primer
martillo de la orden de Francia por lo menos apreciará los
quilates de nuestro entusiasmo”

¡Viva José Napoleón!

Otro hecho destacable del reinado de José I es la


introducción en España. Cuatro años después de que lo fuera en
Francia, del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, del que instituyo en
el año 1808 un Supremo Consejo del grado 33, para España y sus
provincias de Ultramar. Respeto escrupulosamente la libertad de
culto y opinión en las logias, como ejemplo de ello, permitió la
entrada en la francmasonería de Gaspar Melchor de Jovellanos,
Martín de Garay, Calvo de Rozas y el insigne poeta Manuel

88
Quintana que militaban activamente en el bando conservador
opuesto a su persona, llegando a formar parte de la Junta Central
Gubernativa del Reino, constituida en el año 1808.

El general Thovenot en representación del Gran Oriente


Francés, pronuncio, l 5 de marzo de 1811, un discurso en la tenida
de instalación dentro de la logia madre San José de Victoria de la
logia “Los amigos” en que de modo significativo describía los
objetivos y consecuencias de la implantación de nuestra orden en
Europa: “La superstición y el fanatismo, los dos monstruos
azote de la humanidad que han sido abatidos por todas partes
donde la Francmasonería ha penetrado, han detenido durante
dos siglos los progresos de las artes y de las ciencias en
España, pero los españoles vueltos sobre si mismos, liberados
de todos los lazos que impedían el desarrollo de su genio,
llegarán pronto al grado de civilización que distingue hoy a
otros pueblos de Europa; les igualaran n todos los géneros de
conocimientos; deberán incluso sobrepasarlos en muchos de
ellos, y entonces no habrá pueblo más digno y mas celoso
sobre la tierra”.

El Conde de Grasse Tilly instauró el año 1811 un Segundo


Consejo del grado 33 y ultimo del Rito Escocés, que hizo levantar
columnas a la Logia de “La Estrella”, que efectuaba sus tenidas
fraternales en los locales de la Inquisición madrileña,
recientemente desalojada. Tras la derrota en la batalla de Arapiles,
el 22 de julio de 1812, el rey José I abandono Madrid y se refugio
en el norte, siendo definitivamente derrotado por el general
W ellington, paradójicamente un notable hermano del arte ingles,
en la batalla de Victoria, abandonando España el 13 de Junio de
1813, acompañado por un notable grupo de Ilustrados, artistas y
librepensadores, entre los que destacan Leandro Fernández de
Moratin y Goya, denominados despectivamente por los
utraconservadores partidarios de Fernando VII como
“afrancesados”.

89
La guerra de Independencia española ha sido
proporcionalmente la mas sangrienta sufrida por nuestro país en
toda su historia, de una población total de 6.000.000 de habientes
resurtron muerto y desaparecidos en torno a 1,000.000, las
principales ciudades quedaron semi destruidas por los bombardeos
y los saqueos sucesivos, los guerrilleros, una vez finalizada la
contienda, se convirtieron en bandas de forajidos que asolaban
nuestras carreteras y caminos hasta bien entrado en S-XIX, dando
lugar a leyenda negra de un país de bandoleros, toreros y manolas
magistralmente descritos en la obra de A. Merime y Goya, entre
otros.

España gano la guerra pero perdió el tren de la


modernidad y retrocedió l oscurantismo más reaccionario con
la reinstauración de Fernando VII, el derrotado José I era,
según la exclamación hecha por el Cid Campeador siglos
antes. “El buen señor que merecían tan buenos vasallos”
mientras que el monarca Borbón fue la encarnación corrupta y
decadente del peor modelo posible de absolutismo y necedad,
por la frontera de Francia se fueron la “Libertad”, “Igualdad” y
“Fraternidad”, nuestros ideales masónicos y entro el grito
visceral de la España estancada y medieval del “Manifiesto de
los Persas” y el “¡Viva las cadenas!”,

V. REGRESO A LAS TINIEBLAS: REINADO DE FERNANDO VII :

Tras la derrota napoleónica se produce la reinstauración de


la monarquía absolutista en la figura nefasta de Fernando VII, sin
duda el peor rey de la casa de Borbón. Una de sus primeras
acciones de gobierno fue retomar a la Inquisición a la que utilizo
como arma represora de todo aquello que representara apertura o
modernidad, con su advenimiento y el abandono de España

90
desaparecieron las logias creadas por los militares franceses y se
cerraron las que ya estaban constituidas, en primer lugar la Gran
Logia de España.

El 24 de Mayo de 1814, Fernando VII, abolida la Constitución


de Cádiz, firmo un Real Decreto en el que se prohibía y
condenaba a las Asociaciones Clandestinas de cuyo contenido
seleccionamos: “Por la ley 1ª está mandado que no se hagan
juntas, ligas ni otras parcialidades”…..” Los males que la religión
y el Estado han padecido de resultas de estas asociaciones es
muy grande, y será, aún mucho mayores si no se ataja en
tiempo con oportunas providencias que se extirpen del
todo”….” Y muy estrechamente encargo a los prelados que en
los seminarios conciliares se enseñen y lean libros de sana y
provechosa doctrina, y estén con suma vigilancia en apartar a
los jóvenes que allí se enseñan de opiniones erróneas o
peligrosas…”

En 1815, de forma complementaria. firma una serie de


decretos en los que encarga a la Inquisición de forma específica la
erradicación de la francmasonería dando inicio a una persecución
despiadada de la orden por parte del Tribunal del Santo Oficio en
colaboración estrecha con la policía, el régimen absolutista
fernandino se oriento de manera decidida y contundente contra el
constitucionalismo, el liberalismo y la masonería lo que para
muchos hermanos significo, cuando no la muerte, si la prisión y el
exilio, los supervivientes se refugiaron en la clandestinidad. Así
se puede afirmar que hasta el “trienio liberal” no se registraron
apenas actividades masónicas.

En este sentido el profesor jesuita y notable investigador J,A


Ferrer Benimeli en su obra Masonería Española Contemporánea
reconoce que documentalmente sólo se puede afirmar la existencia
de dos logias clandestinas de cierta importancia: una en La
Coruña: “Los amigos del orden” y otra en Santa Cruz de

91
Tenerife:” Los Comendadores del Teide” ambas dependientes del
Gran Oriente de Francia. Hacia 1818 se produce un tímido
resurgimiento de la orden, especialmente en el estamento militar,
coincidente con una cierta relajación de la persecución de la
misma, uno de los sucesos más sangrientos del periodo se produjo
en el año 1819 cuando se desarticulo una logia en Murcia, siendo
encarcelados todos sus miembros, procesados y ejecutados por un
tribunal de la Inquisición, el único superviviente fue el abogado
Romero Alpuente que resistió las torturas y fue condenado a
cadena perpetua, siendo liberado en 1820 con el triunfo del Trienio
Liberal y la firma de Fernando VII de una “carta otorgada”.

Pese a la prohibición algunos miembros de la familia real


fueron compañeros del arte: el duque de Sevilla y los yernos del
infante el conde de Goroxski y don José Guell. Resultaba claro que
a pesar de la persecución de la orden esta había arraigado
profundamente en varios estamentos, especialmente en el ejército
y una parte de la nobleza ilustrada,

Un incidente con las tropas coloniales que debían dirigirse a


América dio pie al levantamiento de una parte del ejercito bajo el
mando del coronel Rafael de Riego, hermano en el arte, que obligo
a Fernando VII, en uno de sus característicos cambios de rumbo a
acatar la Constitución de Cádiz y en su propias palabras. “recorrer
con gusto la senda constitucional”, Con ello se iniciaba el
denominado “Trienio Liberal”, la primera revolución burguesa en
Europa (1820 – 1823), sus dirigentes en una de sus primeras
acciones de gobierno ordeno la puesta en libertad de todos los
preso masones y levantó la prohibición de su práctica dando un
gran impulso a la orden.

Es un hecho que la masonería española durante el Trienio


liberal sufre una importante transformación que marcará su futuro
desarrollo, la mayoría de sus miembros más destacados
desarrollan unas características peculiares: carácter conspirador,

92
adhesión a los ideales del liberalismo, una percepción del ejercito
como ultimo reducto de la defensa contra el absolutismo y el
conservadurismo, creando un militarismo romántico liberal, pues se
afilian a nuestra orden aquellos militares como Lacy, Riego,
Torrijos, Narváez, Espartero, Prim que protagonizarían de manera
sistemática y continuada, el sinfín de pronunciamientos propios del
siglo XIX, las denominadas “cuarteladas”, que provocaran una gran
inestabilidad política - No debemos olvidar que en Antiguo
Régimen las posibilidades de realizar una brillante carrera militar
sin pertenecer a la nobleza, eran prácticamente nulas, los jóvenes
oficiales, la mayoría de orígenes burgueses, vieron en el
liberalismo y su concepción meritocrática la oportunidad de romper
este circulo infernal, abrazándose a los ideales de nuestra orden y
defendiendo el Nuevo Régimen como la concepción política –
ideológica que más les interesaba.

En el año 1821, El presidente del gobierno general Rafael de


Riego, en cuyo honor Evaristo San Miguel, creo el famoso himno,
que fue tocado por vez primera en una famosa taberna madrileña
sede de su logia, fue nombrado Soberano Gran Comendador del
Supremo Consejo del 33 y Último Grado del Rito Escocés Antiguo
y Aceptado sucediendo al Conde de Montijo. Benito Pérez Galdos
en sus Episodios Nacionales dedica un capítulo al funcionamiento
y el ambiente de las logias francmasónicas durante el Trienio
Liberal, a través de la descripción de la más famosa de todas, la
Fontana de Oro de Madrid: “El gentío que allí concurría era tan
considerable, que fue preciso arreglar el local, poniendo
bancos ”ad hoc”; después a consecuencia de los altercados
que este club tuvo con el Gran Oriente hizo que se
desmarcaran las filiaciones políticas; los exhartados se
encasillaran en la Fontana, y expulsaran a los que no lo eran”.

Durante el “Trienio Liberal funcionaron en España cuatro


grandes logias, una en Madrid: “Los amigos reunidos de la
virtud”, dependiente del Gran Oriente de Francia, otra en Rubí y

93
dos en Cádiz, una de ellas “La Esperanza” como regular y
dependiente de la Gran Logia Unida de Inglaterra. Paralelamente
se fundo en Madrid “La Sociedad de los Caballeros
Comuneros”, con la intención de reformar la masonería española
dándole una identidad particular y reivindicativa de origen
medieval. En ese mismo año se creó, también en Madrid, una
tercera orden iniciática vinculada con la francmasonería más
politizada y combatiba en toda Europa: “Los Carbonarios”
integrada por los sectores más radicales y exhartados del
liberalismo, que terminarían colaborando estrechamente con los
comuneros, con los que tenían notables similitudes programáticas,
aunque ambas ordenes mantuvieran ritos y simbologías
diferenciadas.

Desde un primer momento Fernando VII, aunque


aparentemente acataba la Constititución y el sistema
parlamentario, no dejo de conspirar en su contra, finalmente
consiguió de la Santa Alianza el apoyo militar necesario para
descabalgar a los liberales, que nunca habían dejado de ser una
minoría. Con la Entrada de “Los cien mil hijos de San Luis” y la
practica ocupación militar de la península por estas tropas
borbónicas que acudieron en apoyo del régimen absolutista finaliza
en 1824 la primera revolución liberal en Europa.

Los masones como también los liberales debieron emprender


el duro camino del exilio ya que desde ese año hasta la muerte del
monarca todo lo que no concordara con el más riguroso
pensamiento absolutista fue implacablemente perseguido. En el
exilio, masones, comuneros y carbonarios ahondaron más sus
enfrentamientos y diferencias ideológicas.

En España abundaron los escritos antimasónicos de muchos


autores deseosos de congraciarse con Fernando VII, se refunda
una vez más la Inquisición, aunque pasa a un segundo nivel de
actuación tras los tribunales civiles y se nombra como ministro de

94
justicia a un defensor a ultranza del oscurantismo y absolutismo
más radical: Carlomande. Todos aquellos que deseaban obtener y
ejercer un empleo en la administración pública o el ejercito eran
obligados a realizar una declaración bajo juramento de no haber
pertenecido a ninguna logia o asociación secreta, el 12 de julio
de1829, una circular del Consejo Real excluía de los grados
académicos, licenciaturas, honores o destinos públicos a cuantos
hubieran pertenecido a sociedades secretas.

VI. LA LEYENDA NEGRA CONTRA LA MASONERI A:

Antes de desarrollar brevemente este capítulo me gustaría


hacer una consideración previa que me parece fundamental, El fin
del Antiguo Régimen se habría producido igual, con ligeros
matices, sin la intervención de nuestro hermanos masones, en
su condición de tales, en la Ilustración, La Revolución
Norteamericana o la Revolución Francesa, aunque, es cierto,
que algunos de sus más ilustres inspiradores e incluso
luchadores, pertenecieran a nuestra orden.

El principio del fin del Antiguo Régimen tiene su origen


en la Revolución Inglesa, de mediados del S-XVII, casi
cincuenta años antes de la fundación de la Gran Logia de
Inglaterra, entrego el control de la monarquía a un Parlamento
progresivamente dominado por la sociedad civil y la necesaria
sustitución al frente del poder político de un sistema
estatutario claramente feudal a un sistema liberal capitalista
que fue el resultado de un cambio de ciclo, básicamente
económico, iniciado con la Revolución Agrícola y la posterior
Revolución Industrial. Ya que durante las mismas se desarrollo
una poderosa clase capitalista de fabricantes, banqueros e
inversores que no tardaran en arrebatar el poder político de
unas monarquías desfasadas, corruptas, y sobre todo ineptas
para adaptarse al nuevo marco económico, social y filosófico.

95
Una de las cuestiones que más llaman la atención a nuestros
hermanos al iniciarse en la hermandad es la leyenda negra que se
ha desarrollado en torno a la masonería. El origen, desarrollo y las
causas profundas de ese entramado de suposiciones, falsedades,
tergiversaciones y falacias que conforman el núcleo central de
dicha leyenda constituye uno de los retos historiográficos más
apasionantes a los que debemos enfrentarnos los historiadores al
analizar nuestra orden, una parte importante tiene su inicio en
España y concretamente en esa travesía por las tinieblas que
represento para nuestra obediencia el reinado de Fernando VII,
aunque sea brevemente intentaremos analizar el origen y las
claves de la misma ya que nos ofrecerá una valiosa información
para entender nuestro desarrollo posterior y la situación actual.

La obra de mayor difusión y prestigio que inaugura la leyenda


negra contra la francmasonería en Europa es Mémories pour
servir a l´historie du jacobinisme escrita por el abate jesuita
francés Agustín Barruel y publicada en Londres en el año 1797.
Dicha obra constituyo un enorme éxito editorial siendo difundida
por toda Europa, lo que hace que se considere a su autor como el
precursor más notable y el verdadero maestro del pensamiento
antimasónico.

El verdadero mérito del autor fue saber recoger y sintetizar la


mayoría de argumentaciones difamatorias y distorsionantes que
habían aparecido durante el S-XVIII, uniéndolas y creando un hilo
argumental tan coherente y desgarrado domo falso e interesado.
Ferviente partidario del absolutismo borbónico sus descripciones
de la secta jacobina, a la que enraíza profundamente con la
francmasonería, son verdaderamente incendiarias ya que la
culpabiliza de todos los males reales o ficticios producidos por la
Revolución Francesa.

Imaginemos el impacto que produjo su relato en la Europa


reaccionaria y partidaria del Antiguo Régimen, que estaba siendo

96
sometida a la fuerza de las armas de Napoleón y a la fuerza de las
ideas del liberalismo. Barruel proporcionó, con su mezcla de
medias verdades, invenciones y falsedades la argumentación
de base para crear un frente intelectual común antimasónico,
que en realidad, era básicamente antiliberal.

España, por su aislamiento secular y por la oposición del


valido de CarlosIV Godoy que se opuso a su publicación y difusión,
ya que Barruel lo había incluido entre los miembros de la
masonería como un “misterioso y encumbrado personaje que
conspiraba contra los tronos de España y Portugal”, por ello, fue
uno de los últimos países de Europa en los que se publicaron Las
Memorias, Que en su primera edición de 1812 tenia en su portada
este largo y significativo título: “Compendio de las Memorias para
servir a la historia del jacobinismo por Mr. Abad Barruel.
Traducción del francés al castellano para dar a conocer a la
nación española la conspiración de los filósofos francmasones
e iluminados contra la Religión, el trono y la sociedad. Por el
muy ilustre señor don Simón de Renteria y Reyes, abad de la
insigne iglesia Colegial de Villafranca del Bierzo y de su
territorio abacial. Por Pablo Miñon impresor de la provincia de
León y del sexto Ejercito, 1812”.

En esta misma línea otro exjesuita español, Lorenzo Hervás y


pandero efectuó un análisis de la Revolución Francesa basado
fundamentalmente en la supuesta conjura en la que se habían
unido filósofos francmasones y janseistas para destruir
definitivamente el trono y al altar, representaciones del
absolutismo y la Iglesia católica. Hervas, equiparaba al S-XVIII, no
con el siglo del conocimiento ilustrado y la razón, sino como el
precursor inmediato del Apocalipsis, el periodo en que las fuerzas
del mal, encarnadas en la conjura masónica, se unían para
conseguir la destrucción del orden, la cultura y la religión. Este era
el argumento de su principal obra: La Revolución Francesa.

97
Desde un principio su libro declara que uno de los fines de la
Revolución Francesa es la destrucción del cristianismo y,
consecuencia de ello, de toda la autoridad moral y política, ya que
Iglesia y Estado son un bloque común el el sistema absolutista. La
destrucción de la fe y la mora es el objetivo máximo de los
revolucionarios, ya que la propia revolución no es más que la
culminación del movimiento Ilustrado creado mayoritariamente por
francmasones y desarrollado a lo largo del S-XVIII.

En su sesgada opinión la autentica función de la Masonería


en el contexto revolucionario ha sido la de manipular y preparar el
espíritu del pueblo ingenuo para permitir la penetración y el
arraigo de formas de pensamiento alternativas a la monarquía
absolutista elaboradas por la misma y por otras sectas menores.
En gran parte la acción de la conjura masónica ha sido
organizativa utilizando como elemento cohesionador sus logias
donde se ha formado pequeños núcleos de dif usión, de
propaganda y de preparación de la acción destructora de conjura y
sublevación de la revolución.

En otro capítulo afirma que: “la acción de las sectas está


minando la sociedad europea en su conjunto e incluso los
fundamentos mismos de la sociedad humana, propiciando su
destrucción es, pues, necesario y conveniente adoptar las
medidas precisas para contrarrestar la acción demoledora que
han venido ejerciendo a lo largo del siglo”. Con esta
argumentación introduce una propuesta que rebasa ampliamente
los planteamientos restrictivos y de control, dando la base
conceptual justificativa necesaria para que Fernando VII
reinstaurara el tribunal de la Inquisición, base que por otra parte el
nefasto monarca no necesitaba, al declarar como justa y
moralmente justificada el uso de la “violencia santa”.

En el desarrollo de estos conceptos el padre Hervás ampliara


el discurso represivo para conseguir la total supresión de las

98
sectas- entre las que incluye el liberalismo, el republicanismo, el
nacionalismo, el incipiente socialismo, la francmasonería y en
general toda forma de pensamiento filosófico o político fuera del
más estricto absolutismo- Y lo más lamentable es que rechazando
los ideales humanistas, fraternales e igualitarios de la Ilustración
considera legítimo la utilización sistemática de la delación, los
castigos corporales, la tortura, y el total exterminio físico, moral e
intelectual de los que considera “el enemigo”, en un evidente
retroceso a las épocas más oscuras de la represión de la Edad
Media.

Con la Restauración del absolutismo, a partir de 1815, en


Europa este mito reaccionario fue utilizado como uno de los más
eficaces argumentos para la persecución y represión de los
nacientes movimientos nacionalistas, liberales y republicanos en
Europa, con especial virulencia en España, no sólo durante la
mayor parte del S-XIX, pues será retomado y esta en la base del
pensamiento antimasónico del nacional – catolicismo de Franco,
bien entrado el S-XX.

VII, DE IS ABEL II A LA I REPUBLICA :

A la muerte de Fernando VII, su mujer, la reina regente Maria


Cristina que gobernaba en espera de que su hija Isabel, heredera
del trono tras la derogación de la Ley Sálica que impedía que una
mujer fuera reina en España, dicto el 26 de abril de 1834 un Real
Decreto concediendo amnistía a los masones, en su Art. 1º
dispuso: “Se concede amnistía sin restricción alguna a todos
los que hayan pertenecido hasta el día de hoy a sociedades
secretas, cualquiera que haya sido su forma o denominación”,
este decreto no era una autorización para que nuestra orden se
desarrollara libremente, ya que por un lado se daba la amnistía a
los antiguos miembros y, por otro, se anunciaban serias condenas

99
a los que se afiliaran en el futuro, amenaza que apenas se
cumplió, es una muestra más de la ambivalencia de la política
ejercida por la regente en su afán de contentar a los dos partidos
que participaban en el gobierno los liberales y los conservadores,
estos últimos contrarios y enemigos jurados de la francmasonería
siguiendo la política marcada por Fernando VII.

Esta amnistía a los que habían pertenecido a nuestra orden


hizo que regresaran del exilio numerosos hermanos: Argüelles,
Gómez Becerra, Valdés, Seoane, Istúriz, Alcalá – Galiano, Mina,
Vadillo, Álava y otros ex ministros y ex diputados del Trienio
Liberal, a quienes se les repuso sus bienes, derechos y honores,
una parte importante de ellos participaron en la refundación del
Partido Liberal, lo que facilito que en el imaginario popular bajo
incitación de los sectores más conservadores y retrógrados se
unirá de forma definitiva a la masonería con el liberalismo. Cuando
nuestra orden estaba en realidad por encima de cualquier opción
política. Es cierto que algunos masones eran a su vez liberales,
pero lo eran a título personal ejerciendo su derecho a escoger
libremente, pero su afiliación y conducta política en ningún
momento estaba determinada ni fomentada desde la
francmasonería, sus reuniones y acuerdo se efectuaban
después de las tenidas en el ámbito privado.

El panorama político en España se ensombreció rápidamente


el acceso al trono de Isabel II, la derogación de la Ley Sálica no
fue acatada por el hermano de Fernando VII, Carlos, que defendía
su derecho al trono iniciando una guerra civil que duraría más de
50 años. Los carlistas defendían las posiciones más cercanas a la
monarquía absolutista y se constituían en defensores acérrimos
del más rancio conservadurismo, bajo el lema de “Rey y Religión”.
En este contexto la reina Isabel II al subir al trono se vio obligada
a buscar apoyo entre los burgueses capitalistas y los liberales.

100
En este contexto adquiere especial relevancia la figura de
Agustín de Argüelles, uno de nuestros hermanos en el arte,
iniciado en su juventud en el Gran Oriente Español, llegando en su
madurez a ser presidente del Supremo Consejo del grado 33 para
España y las Indias. Bajo la tutela de Jovellanos fue uno de los
principales redactores de la Constitución de 1812 y autor de su
Discurso Preliminar, modelo a seguir por las principales Cartas
Magnas europeas de la época.

Durante el Trienio Liberal fue nombrado Ministro de


Gobernación y en 1823, tras la caída de Riego, se exilio a
Inglaterra donde fue asistente personal del celebre guerrillero y
líder liberal francmasón Mina, tras la amnistía regresa a España en
1834 y es nombrado diputado a cortes en 1837, siendo uno de los
principales redactores de la Constitución de 1837, en 1841 es
nombrado Presidente de las Cortes y tutor de la reina Isabel Ii y su
hermana Luisa Fernanda, ejerciendo una sutil influencia para que
firmara la “carta otorgada” que limitaba sus poderes reales y
permitiera una apertura hacia el parlamentarismo y la causa
liberal.

Para Ferrer Benimelli: “De hecho, la actitud gubernamental


española durante las regencias de Maria Cristina (1833-1840) y
la del general Espaltero (1840-1843) no varió respecto a la
masonería española, que siguió siendo considerada fuera de la
ley, y sus miembros perseguidos”, Víctor Guerra, con ligeros
matices manifiesta igual opinión. Ciertamente esa fue la postura
“oficial” , lo que no impidió que caído el gobierno de Cea
Bermúdez ( 14 de Enero de 1834), casi todos los restantes jefes
del gobierno como Martínez de la Rosa, el conde de Toreno,
Mendiazál, Istúriz, José María López, el propio Espaltero, Gómez
Becerra, Antonio González, entre lo más destacados y muchos
ministros, diputados, jefes de provincias (denominación original de
los gobernadores civiles), periodistas de prestigio e influencia
como Mariano José de Larra, padre del Romanticismo en España o

101
Andrés borrego y numerosos militares de alta graduación que
conformaron el periodo eran hermanos en el arte.

Otro aspecto que perjudico gravemente a la francmasonería


fue el proceso de desamortización promovido durante el gobierno
del masón – liberal Mendizábal. Para un historiador tan prestigioso
como Fontana: “El proceso de desamortización es
característico del paso de una sociedad estamental a una
sociedad capitalista – burguesa”. Los liberales opinaban que las
tierras en poder de la Iglesia (un 20% del total), de los municipios
y otras “manos muertas” – este término se refiere a que no podían
venderse ni comprarse, ya que sólo podían explotarse en
usufructo- rendían poco, quedaban al margen de libre comercio y
las leyes de la oferta y la demanda y que se sustraían, por su
carácter privilegiado de sus propietarios, a todo tipo de
tributaciones.

Por el contrario el partido conservador defendía el


pensamiento estamental en relación a los bienes eclesiásticos: “No
permitirá la reina que se toquen los bienes que poseen las Iglesias
y monasterios. ni aún para el más leve tributo mientras falte el
consenso pontificio”. La realidad era mucho más pragmática, las
nuevas clases emergentes (burguesía, capitalistas, banqueros,
fabricantes e inversores) tenían el dinero, pero no tenían
donde invertirlo, por ello, presionaron a Isabel II para que
incautara los bienes eclesiásticos y “manos muertas” y los
vendiera en pública subasta, lo que les permitiría transformar
su capital en propiedades tangibles, vendibles y que se
pudieran transmitir libremente.

Estas subastas públicas teóricamente eran de libre acceso,


pero en la práctica sólo se podían comprar propiedades con dinero
“contante y sonante” que Isabel II necesitaba urgentemente para
sufragar los costes de la guerra carlista, que no olvidemos que
estaba sustentada por los conservadores y el sector eclesiástico.

102
Entre las propiedades incautadas y subastadas estaban las tierras
comunales que desde la Edad media eran propiedad de los
municipios y podían ser utilizadas de modo libre y gratuito por lo
campesinos siendo repartido entre todos los habitantes los
beneficios de su explotación, también se subastaron los hospitales
de beneficencia y las casas de acogida de propiedad eclesiástica,
Los impuestos que pagaban los campesinos en “especias”
debieron pagarlos en dinero, lo que les hacia caer en manos de
usureros, banqueros y especuladores sin escrúpulos que les
cobraban intereses astronómicos, Este cúmulo de circunstancias y
desatinos llevo a la ruina y la desesperación de los agricultores y
las clases más humildes que pasaron a formar parte de la reacción
conservadora, apuntándose a las filas carlistas y alimentando un
odio profundo contra los liberales y por supuesto contra los
masones considerados enemigos del pueblo.

El general Espartero, la figura político–militar más relevante


de la época, progresivamente se fue decantando por los ideales
políticos progresistas, al contrario del manifiesto conservadurismo
de la regenta Maria Cristina. El enfrentamiento era inevitable en el
año 1841 exigió a esta que abdicara e hizo que las Cortes le
nombraran regente. cargo que ejerció durante dos años (1841-
1843), durante los mismos el “espadón” progresista y francmasón
se enemisto con muchos de sus hermanos y partidarios a causa de
su modo de gobernar autoritarista, personalista y dictatorial
viéndose obligado a disolver unas Cortes que se habían vuelto
hostiles (1843). Un pronunciamiento conjunto de militares
moderados y progresistas- encabezados por Narváez, hermano en
el arte, y el general Serrano- le arrebato el poder en aquel mismo
año obligándole a exiliarse en Inglaterra.

En aquel mismo año Isabel II fue declarada mayor de edad


iniciando su reinado con una década de predominio conservador.
Anteriormente, el 20 de abril de 1843 se creó el Gran Oriente de
Español- para algunos autores adoptó el título de Hesperico-,

103
distribuyéndose las primeras declaraciones y circulares, adoptando
el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, a nivel administrativo se
dividió el territorio en logias metropolitanas a partir de cuatro
grandes departamentos comprendiendo cada uno tres distritos.
Pese a la presidencia de Espartero nuestra orden debía
desarrollarse en la clandestinidad, ya que seguía vigente el
decreto de prohibición de su existencia y persecución de los
posibles promotores o afiliados.

La caída de Espartero y el predominio conservador trajo una


nueva oleada de persecuciones contra nuestra orden, en 1852, por
una delación se descubrió la existencia de una logia en Gijón,
siendo procesado y encarcelado su venerable, Cabrera, junto a la
mayoría de hermanos, el resto debieron partir para el exilio.

El mismo año es denunciada en la villa de Gracia- futuro


barrio de Barcelona- una logia compuesta por hermanos de
diferentes nacionalidades- franceses, italianos y españoles-, de
unos veinte miembros, Todos fueron condenados a prisión o al
destierro. En Barcelona, los miembros de la logia Sabiduría fueron
avisados de su próxima captura y huyeron a Francia, a excepción
de tres maestros que fueron juzgados militarmente, ambos sucesos
provocaron una reacción internacional coordinada por la Gran
Logia de Francia que obligo a Isabel II a concederles el indulto
tras dos años de prisión,

Ante el deterioro político del final de la década moderada


(1844-1854) unido al aumento progresivo de las tendencias
autoritarias de la reina que había entregado la hegemonía política
a la minoría ultra conservadora, se produjo un levantamiento
general que obligo a Espartero a volver a la palestra política y
aceptar la presidencia del gobierno, los años habían moderado su
carácter y durante el bienio progresista (1854- 1856) avaló el
reformismo de los liberales y permitió el libre desarrollo de la
francmasonería. Fue una tregua corta ya que en el 1856 se produjo

104
un nuevo pronunciamiento por parte de su antiguo aliado el
general O´Donnell que instauro un nuevo periodo de predominio
conservador y regreso a las catacumbas de nuestra orden.

Esta situación se prolonga hasta septiembre de 1868 cuando


se produce l denominada “revolución Gloriosa”, en respuesta a la
crisis económica y moral del régimen isabelino, la reina estaba
más preocupada en mantener una serie de valido y amantes que
de los problemas reales de España. El anuncio de la revolución le
llegó estando en Bayona con su último favorito, ante el mismo, se
refugia en Francia. Por vez primera las clase emergentes tienen
un acceso directo al poder en España, se fortalece el
liberalismo y se plantea la posibilidad de crear una República
burguesa a imagen y semejanza de la francesa.

Para nuestra orden se produce un periodo de tolerancia que


permite una nueva activación y desarrollo, se constituyen tres
obediencias

• La dependiente del Oriente portugués, creándose el


Gran Oriente Lusitano Unido regular y próxima a la
Gran Logia de Inglaterra, que llego a contar con mas
de 50 logias en España, un número similar al de las
que tenia en Portugal, en el 1878 rompió las
relaciones que tenia con el Gran Oriente de Francia
ratificándose en la necesidad del la existencia del “ser
supremo”. Su arraigo fue diminuyendo paulatinamente
hasta integrase y desaparecer.

• El Gran Oriente Nacional de España: de tendencia


conservadora, cuyo Gran Maestro era ramón Maria
Calatrava.

• El Gran Oriente de España; de tendencia más


progresista y próxima a la francmasonería francesa
cuyo Gran maestro fue Carlos Mañan.

105
A nivel internacional el ilustre masón: Robert Amadau afirma
que es hacia 1860 cuando el Gran Oriente de Francia, la mayor
organización masónica después de la inglesa, se desvía de sus
objetivos iniciáticos a nuevos objetivos políticos, a diferencia de
España donde se había producido el mismo fenómeno a partir del
Trienio Liberal, Este hecho se plasma jurídicamente en 1877
cuando la Asamblea General de esta obediencia francesa, siendo
Gan Maestre Fréderic Desmán, suprime de sus constituciones la
fórmula del “Gran arquitecto del Universo”, legitimando una
francmasonería de carácter laico. La reacción de la Gran Logia de
Inglaterra no se hizo esperar “excomulgando” al Gran Oriente de
Francia y retirándole su patente de regularidad, al igual que al
resto de obediencias que le siguieron en este paso. A partir de
este hecho, se produce una escisión en la francmasonería
creándose la denominada “irregular” o liberal para los seguidores
de las tesis aconfesionales y la regular para los seguidores de la
tradición confesional. Esta situación afectó desde entonces a casi
toda la masonería francesa, española, italiana y belga, entre otras,
que se integran mayoritariamente en la mencionada tendencia
irregular o liberal, este hecho alimenta la leyenda negra de que
nuestra orden es enemiga de la religión, en ningún momento la
corriente liberal niega el libre derecho a escoger la religión, o
no, de sus hermanos, lo que niega es la imposición de un
hecho religioso obligatorio, dando fuerza a la libertad de
creencias.

En el año 1889 se crea el Gran Oriente español, aglutinando


a casi todas las logias y cuerpos superiores del Gran Oriente de
España y del Gan Oriente Nacional de España. El gran Oriente
Español mantuvo desde su fundación una postura ambivalente ya
que aunque mantuvo estrechas relaciones con el Gran Oriente de
Francia. Sin embargo su supremo consejo continuo manteniendo a
su vez relaciones con la corriente regular representada por la Gran
Logia de Inglaterra y las grandes logias de los Estados Unidos,

106
asistiendo a congresos internaciones organizados por las mismas
como el de W ashington (1912).

VIII. DE AMADEO I A LA II REPUBLICA:

La revolución de 1868 en España y el consiguiente destierro


de la reina dio lugar al establecimiento de un gobierno provisional
presidido por el general Serrano del que formaba parte otro ilustre
compañero del arte: el general Prim. El nuevo gobierno convocó
Cortes Constituyentes, en la que existía una amplia mayoría
conservadora y monárquica, proclamando la Constitución de 1869,
que establecía como forma de gobierno una monarquía
constitucional, al estilo de la inglesa. Fue el inicio de una
búsqueda por las diferentes casas reales europeas de un
candidato que aceptara el cargo, barajándose la posibilidad de
darle la corona al anciano general Espartero, a lo que el mismo
renunció.

Hay que tener presente que España era una país


empobrecido, convulso, sometido cíclicamente a esa autentica
sangría que era la guerra carlista, sin colonias ni apenas prestigio
internacional, por ello, los candidatos escaseaban. Finalmente, por
mediación del general Prim. se encontró un candidato aceptable
en la persona del duque de Aosta, don Amadeo de Saboya, hijo del
rey de Italia Victorio Emanuele, progresista católico, masón y
carbonario, procedente de una antigua dinastía de reyes del
Piamonte enlazada con la familia real española a través de su
madre que era nieta de Carlos III, de una ética incuestionable
había conseguido del Papa una licencia secreta para compaginar
sus principios religiosos y sus ideales francmasónicos.

107
Fue Amadeo de Saboya el primer Rey de España elegido por
un Parlamento, lo que parecía a los monárquicos ultramontanos
una sin razón histórica y un crimen de lesa majestad. El 16 de
noviembre se produjo la votación en el Parlamento sobre la
Jefatura del estado, los resultados ofrecen una notable panorámica
de la diversidad y confusión del panorama político español: 191
votos a favor de Amadeo de Saboya, 60 por el establecimiento de
una República liberal, 27 por el duque de Montpensier, 8 por el
achacoso general Espartero, pese a su renuncia, 2 por una
República unitaria, 2 por Alfonso de Borbón, 1 por una República
indefinida y 1 por la duquesa de Montpersier, que no había
presentado candidatura.

Amadeo I. desde el principio de su reinado contó con el


rechazo frontal de los carlistas y los republicanos; pero también de
la aristocracia, por verlo como un extranjero advenedizo, de la
Iglesia por apoyar la política desamortizadora y del pueblo, por su
supuesta incapacidad para hablar el castellano, aunque no le
dieron tiempo de aprenderlo. Mientras viajaba de Italia a Madrid
para su toma de posesión recibió la noticia del asesinato de su
principal valedor el general Prim en la calle del turco de Madrid, a
causa de una oscura conspiración nunca totalmente aclarada.

La llegada de Amadeo I al poder, pese a que podía haber


sido un excelente rey, tuvo como resultado unir a toda la
oposición, desde republicanos hasta carlistas contra su persona.
Como ejemplo de ellos baste reproducir un fragmento del discurso
realizado en las Cortes el día 20 de abril de 1870 por parte del
líder republicano Emilio Cautelar: “Visto el estado de la
oposición vuestra Majestad debe irse, como seguramente se
hubiera ido Leopoldo de Bélgica, no sea que tenga un fin
parecido (fusilamiento) al de Maximiliano I en México.

Completamente harto, más que abdicar dimitió por propia


iniciativa el día 11 de febrero de 1873, marchándose de Madrid sin

108
esperar que su dimisión fuera aceptada, no quiso continuar al
frente de un país ingobernable, decía en su discurso de renuncia:
“Dos años largos ha que ciño la corona de España y la España
vive en constante lucha. Viendo cada día más lejana la era de
la paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fueran
extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de
estos soldados tan valientes como sufridos, sería l primero en
combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma,
con la palabra agravan y perpetúan los males de la nación son
españoles; todos invocan el dulce nombre de la patria; todos
pelean y se agitan por su bien, y entre el fragor del combate,
entre el confuso, atronador y contradictorio clamor de los
partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la
opinión pública, es imposible afirmar cuál es la verdadera y
más imposible todavía hallar remedio para tamaños males. Los
he buscado ávidamente dentro de la ley y no los he hallado.
Fuera de la ley no ha de buscarlas guíen ha prometido
observarla”.

Parece que cual cruel Cronos, a imagen del celebre cuadro de


Goya, España devora a sus mejores hijos y aquellos que mejor
le sirven: José I, Riego, Amadeo I, Pi y Margall, es una
maldición de resonancias bíblicas, en cambio sólo respeta a
quien la tortura, abusa de ella o impone la férrea ley de la
persecución y el terror: Fernando VII, Isabel II,
Calomarde…Pese al Cantar del mio Cid: “Que buenos vasallos
si tuvieran buen señor”. En el S-XIX parece imponerse una
realidad histórica: que buenos vasallos si les domina con
mano de hierro y que malos si se utiliza con ellos la bondad, la
tolerancia y la libertad, ya que siempre confunden estos
principios con la debilidad mordiendo la mano que les acaricia
y sometiéndose servilmente al puño que les golpea.

Como muestra tenemos la fundación de la I República en


España el mismo día en que Amadeo I se dirigía al destierro,

109
nunca una opción política había levantado tantas y mejores
expectativas, por fin “la niña bonita” con la que se le representaba
se ponía al frente de la nació, en poco tiempo este entusiasmo se
diluyo en el caos y la confusión, las demandas cantonalistas de
independencia, no sólo de las regiones, que se transformaban en
“naciones” sino de ciudades aisladas como Cartagena, Murcia…
que proclamaban su autogobierno dentro de un utópico Estado
federal. que creaban sus estamentos políticos propios, sus
banderas e himnos, transformando el país en ingobernable,
haciendo intervenir incluso al ejercito para sofocar las
insurrecciones y mantener el orden, en dos años Pi y Margall,
hermano en el arte uno de los principales promotores de la
República se retiraba de la vida pública avergonzado ante tanto
disparate.

La situación se hizo insostenible y el político conservador


Canovas del Castillo, como mal menor se dirigió a Paris para
solicitar el retorno de la monarquía borbónica a nuestro país. Al
ofrecerse Isabel Ii a ejercer un periodo de regencia hasta la
mayoría de edad de su hijo Alfonso, Canovas, en un arranque de
sinceridad le contesto: “no señora, ¡usted es capaz de acabar
con el reino del cielo!”.

Otro golpe militar impone en el 1874 la reinstauración


borbónica, Canovas, adopta la inteligente medida del “turnismo
político” que garantizaba, previa sanción real, la alternancia en el
poder de los dos partidos aceptados; conservadores y liberales, el
sistema se mostrará muy estable manteniéndose hasta el 1920. En
el año 1826 vino a España el príncipe de Gales, Gran Maestre de
la Logia de Inglaterra, que media y solicita ante Alfonso XII para
que la francmasonería alcance en España el mismo nivel que en
otros países. El rey le contesto: “Que él seria con gusto en
España lo que el príncipe era en Inglaterra respecto a nuestra
orden, pero que acababa de subir al trono y hasta que no
hubiera normalizado el turno pacífico de los partidos políticos

110
en la gobernación del Estado, no demostraría el cariño que a
aquella institución profesaba, ni lo mucho que había aprendido
en la emigración respecto a lo que la orden francmasónica
valía”. Uno de los enigmas no resueltos de la historiografía
masónica era la vinculación de Alfonso XII con la orden, para
algunos autores había sido iniciado en París, para otros nunca
existió.

Lo cierto es que en general fue tolerante con la Orden, En


1880, en el salón chinesco del palacio del retiro de Madrid una
delegación masónica visito al rey entregándole una medalla
conmemorativa del centenario de la fundación de la Gran Logia de
España. El 7 de febrero d 1881 se celebró en Sevilla la
Confederación Masónica del congreso de Sevilla y de esta surgió
la Gran Logia simbólica Independiente Española.

Durante la época de la reinstauración borbónica (1875-1896)


y hasta la perdida de las últimas colonias americanas y de ultramar
(Cuba, Filipinas) de lo que fue acusada la masonería como
principal culpable, si bien es cierto que numerosos líderes de la
independencia eran hermanos en el arte (Bolívar, San Martín,
Córdoba) que incluso se habían iniciado en nuestras logias,
también lo es que numerosos generales que los combatieron eran
francmasones (Prim. Espartero…), lo que demuestra una vez más
que más que no existe, más que en la mente de nuestro
detractores, un proyecto masónico para conseguir la
independencia de las colonias, este hecho obedece al fin de un
ciclo histórico, pese a ello, las obediencias se multiplicaron aún
más, produciéndose un reagrupamiento en torno al Grande
Oriente Español, cuyo Gran Maestro era el catedrático Miguel
Morayta.

También florecieron algunas “logias de adopción” como las


“Hijas de los Pobres” en Madrid o “Las Hijas de la
Regeneración en Cádiz con lo que se inicia tímidamente la

111
masonería femenina en España. En el año 1885 se produce la
fundación de la Gran Logia de Cataluña /Catalana – balear).

Tras la muerte temprana de Alfonso XII ejerció la regencia su


madre doña Maria Cristina en espera de la mayoría de edad de
Alfonso XIII. Al igual que durante el reinado de su padre la
masonería pese a no estar legalizada estuvo discretamente
permitida. En relación al futuro rey algunos autores establecen que
fue iniciado en nuestra orden por mediación del Duque de Alba,
pero no se ha podido encontrar ninguna prueba testifical que lo
confirme, aunque en su biograf ía Diario de un Testigo de la
Guerra” escrita por J. Máximo Rhode, diplomático argentino,
recoge un testimonio de la agonía de Alfonso XIII, que un mes
antes de su muerte dijo: “Si yo hubiese sido masón continuaría
en el trono de España”

La panorámica descrita en la España del S-XIX y primera


mitad del S-XX, permite explicar en gran parte las características
de la francmasonería en nuestro país:

• Escaso número de miembros ; ya que las continuas


persecuciones y destierros impidieron el desarrollo
normal de la Orden, ha diferencia de otros países
como Inglaterra, Francia, Italia y Alemania no se
produjo una entrada masiva de burgueses, pequeños
propietarios, capitalistas… Prácticamente sólo tuvo
resonancia entre las élites del ejercito, la política y los
intelectuales que conforman una mayoría dentro del
restringido número de sus miembros, que apenas
superaron en algún momento los 6.000- como ejemplo
en Francia y Italia llegaron a 1.000.000 el número de
sus miembros-.

• Elitismo: por su escaso número, su composición


sociológica, y los intereses profesionales de la

112
mayoría de sus miembros, conforman un grupo
restringido de élite que tuvieron un papel
predominante y puntualmente hegemónico en algunos
ámbitos militares y políticos y una voluntad de
restringir el acceso y mantener el mayor secretismo,
en un modelo muy alejado de la cotidianidad y
aceptación de la francmasonería en los países del
ámbito anglosajón.

• Dispersión : sorprende el número de ritos, obediencias


y ceremoniales existente en nuestro país, así como la
continua polémica en torno a la regularidad. La
francmasonería española se muestra reticente, cuando
no contraria, a cualquier tipo de regularización, o
sistematización que algunos de sus miembros
conceptual izan como “injerencias inadmisibles en
su “libertad de acción y pensamiento”, este
fenómeno produce el abatimiento de columnas de
numerosas logias a ser, por su aislamiento,
administrativa y económicamente inviables, También
algunos hermanos iniciados solicitar suspender su
pertenencia al encontrase en ambientes crispados,
insolidario y alejados de sus ideales masónicos de
fraternidad, tolerancia y libertad.

Para José Antonio Ferrer Benimeli, que ha realizado un


estudio en profundidad determina según sus investigaciones
reflejadas en su obra Jefes de Gobierno Masones (España 1868
– 1936) que en nuestro país han pertenecido a nuestra Orden en
este periodo diez jefes de gobierno, numerosos ministros y una
gran parte de las élites militares. En una entrevista realizada por
Isabela Herranz para la revista “Mas allá de la Ciencia” ante la
pregunta: ¿Qué lectura hace de ello? Contestó: “Desde el punto
de vista masónico, la pregunta que subyace en mi libro de

113
comienzo a fin es si los masones hacen política o si los
políticos se sirven de la masonería. Resulta bastante
sintomático comprobar que tanto en la revolución de 1868
como en la sublevación militar de 1936, dos momentos claves
de nuestra historia, la jefatura del gobierno estaba
desempeñada por masones”.

Lo cierto es que si analizamos en profundidad las biografías


de estos jefes de gobierno, a excepción de Diego Martínez Barrios
que se inició en la masonería con poco más de veinte años y murió
siendo miembro de la Orden- hecho que constituye una excepción-,
el resto de políticos de primera fila relacionados con la
francmasonería no tuvo un final tan feliz y armónico, no pudiendo
conciliar los intereses de ambas cosmovisiones, la espiritual y la
profana, Un ejemplo paradigmático es el de Manuel Ruiz Zorrilla,
que fue iniciado de forma apresurada y en cuestión de días
nombrado Gran Comendador, saltándose toda la estructura
jerárquica y de perfeccionamiento de la Orden. En este caso, esta
meridianamente claro que fue la masonería la que busco al político
por su poder e influencia y no al revés como pasa en un proceso
normal de iniciación.

El caso de Práxedes Mateo Sagasta, fue radicalmente


diferente, al coincidir en un momento de su vida la jefatura del
Estado y el cargo de Gran Maestro de la masonería española, se
retiro de este último cargo para no ser acusado de hacer política.
En general no puede detectarse una unidad de criterio ni de acción
en la mayoría de responsables políticos francmasones, más allá de
la defensa de nuestros ideales básicos, desde el pragmatismo y la
dureza de acción de Espartero hasta el idealismo de un Companys,
no existen hechos reales que permitan validar las tesis
conspirativas y de asalto al poder profano de que somos acusados.

114
IX. LA SEGUNDA REPÚBLICA:

Después de la crisis del 98, el número de logias y masones


se redujo drásticamente, hasta el punto de que ha principios del S-
XX sólo quedaban operativas dos obediencias: el Grande Oriente
Español y la Gran Logia Regional Catalana – Balear. Ésta paso a
denominarse a partir de 1920 Gran Logia. El apoyo que Alfonso
XIII hizo a la dictadura de Primo de Rivera, que duro una década
hasta 1930, el fracaso de la política colonial africana con
importantes derrotas militares en Marruecos, la crisis económica
de las bolsas internacionales (1929), el aumento de la acción
anarquista, el descontento social y las huelgas, trajeron finalmente
la caída del dictador y el fin del reinado de Alfonso, que ante la
disyuntiva de mantenerse en el poder a cambio de provocar una
guerra civil entre las “dos Españas” ( la burguesa y la proletaria, la
liberal y la conservadora, la católica y la anticlerical)) escogió el
camino del exilio.

Como resultado del pacto federal de Alicante, firmado por los


partidos de la oposición en el 1926, se prepara el camino para la
entrada masiva de miembros de la orden en la actividad política.
Especialmente relevante fue la presencia de nuestros hermanos
entre los órganos directivos políticos de la Segunda República
(1931-1939), con no menos de 225 diputados masones durante el
periodo, que se repartieron así: en la legislatura de 1931, 120,
algo más de una cuarta parte de la Cámara, 55 e la legislatura de
1933 y aproximadamente los mismos en la de 1936, Dentro de las
opciones políticas se comprueba una relación directa entre
republicanismo y francmasonería, nuestra presencia fue
especialmente notable en: Acción Republicana, Partido
Republicano Radical, Partido Radical Socialista, Partido Socialista
Obrero Español y, en menor medida en Izquierda Republicana de
Cataluña y Federación Republicana Gallega.

115
A nivel de personalidades políticas la lista es muy extensa,
entre los más relevantes: Alejandro Lerroux. Manuel Azaña,
Portela Valladares, Samper, Marcelino Domingo, José Giralt, Largo
caballero, Martines Barrios, Quiroga, Lluis Companys, Josep Illa,
etc.

En el 1931 se reunió en Madrid la Asamblea General de la


Gran Logia Española y de sus debates nació una “declaración de
principios” que sentarían las bases de la Constitución Española,
en ella se mencionaba la Ley del divorcio, el matrimonio civil, la
legitimación de lo hijos naturales, la separación Iglesia y Estado,
la transmisión de propiedades, la reforma del ejercito, etc. Como
reseña final de esta declaración se señalaba: “Rogamos que se
haga circular este impreso, haciéndolo llegar a las manos de
personas afectas al ideal de progreso de la Humanidad”.

Finalmente la tensión entre los bandos contrarios e


irreconciliables fue en aumento, los desordenes, la quema de
Iglesias, los levantamientos rurales, la confiscación popular de
tierras, los asesinatos y ejecuciones entre los adversarios políticos
provocaron un cisma creciente que hizo estallar una guerra civil en
el año 1933, pronto surgiría en el bando del nacional-catolicismo la
figura del general Franco, tras los accidentes de aviación sufridos
por los líderes originales del alzamiento- los generales Mola y
Moscardó-. Dicho personaje había mantenido una relación amor –
odio contra la masonería desde su infancia, su hermano y alter –
ego Ramón era un celebre aviador de la República que realizo la
travesía del Plus Ultra entre Madrid y Manila, era Gran Maestro
masón y miembro del Partido Republicano de Cataluña, su padre,
que abandonó el hogar familiar también era hermano en el Arte.

Hasta 1932 Franco no veía con malos ojos la institución


masónica que dominaba la cúpula del ejercito, es más su ingreso
en la Orden era considerado como un peldaño más en el que
apoyarse para conseguir ascender jerárquicamente, por ello,

116
solicito el ingreso en la logia Lukus de la ciudad marroquí de
Larache, cuando ostentaba el grado de teniente coronel, siendo
rechazado por los militares de la logia ya que intuían que su
interés era únicamente profano. En 1932, de regreso a Madrid,
Franco volvería a solicitar el ingreso en una logia siendo denegado
por segunda vez por los mismos motivos. Ese doble rechazo fue un
golpe durísimo para su desmesurado orgullo y el general juro
vengarse, y a fe cierta que lo hizo, y se apresuro a cumplir su
juramento.

Al ser nombrado director de la Academia Militar de Zaragoza


expulsó del ejercito a seis generales masones. Para Moncho
Alpuente en su artículo “La mala hierba, Franco y la Masonería”,
publicado n la revista “Conde de Aranda”, nº2, explica: “Franco
tenía algo muy personal contra la masonería y creí firmemente
que la masonería tenía también algo muy personal contra él,
“se creía cercado por ella”… Para Franco su carrera militar era
lo más sagrado y por tanto, quienes atentasen contra ella,
bloqueando ascensos y congelando expectativas se convertían
automáticamente en el enemigo número uno a batir”.

El 1 de octubre de 1936, las fuerzas “nacionales” inician la


guerra, Franco es nombrado “Generalísimo”, en parte gracias al
apoyo del general Cabañillas, hermano en el arte, limitando una
serie de libertades y definiendo como enemigo principal del
Régimen lo que en los años siguientes seria conocido como el
“contubernio judeo-masónico, cuestión que será ratificada a partir
de la Ley Orgánica del 1 de marzo de 1940 (B.O nº 12667) creada
para perseguir y juzgar en común a comunistas y masones a través
de un Tribunal especial de Masonerías y Comunismo, con el
asesoramiento de antiguos hermanos del Arte, en el cual se
obligaba a los masones a hacer unas declaraciones de retractación
lo que no les libraría de la perdida de sus cargos, patrimonio y
frecuentemente la vida ante el pelotón de fusilamiento.

117
La larga dictadura franquista represento para nuestra Orden
una auténtica travesía del desierto, durante casi 40 años,
desaparecimos de la escena a nivel político, social y personal, en
cierto modo, aún no nos hemos recuperado, pero estamos en el
largo y tortuoso camino de la normalidad.

* *

118
5.- ANTROPOLOGIA DE LA
FRATERNIDAD
ENSAYO PARA UNA TEORÍA ANTROPOLÓGICA DEL SER
HERMANO

Los modelos de fraternidad que nos han dejado la filosofía


griega, las Sagradas Escrituras y el Nuevo Testamento, son
concluyentes; la fraternidad equivale a un amor-fusión, de ser con
el otro uno, en una existencia ideal de simbiosis creativa, de
concordia y lealtad, a través de una situación sostenida de
empatía –entendimiento-, bajo un mismo vértice que nos unifica,
sea éste el de coincidir en creencia, ideología o intereses
comunes. Este panorama le hizo exclamar a Sófocles, que el dolor
más profundo que quepa imaginar es ser traicionado por un
hermano y por razones semejantes Virgilio le dijo a Horacio, que
su hermano era la mitad de sí mismo, como si éstos fueran seres
albergados en cuerpos distintos, pero en un solo espíritu. Con esto
ya podemos adelantar que no existe fraternidad buena y mala, sino
fraternidad que lo es y otra que no lo es.

Los tres grupos de hermanos que nos han dejado las


Sagradas Escrituras, son todos ellos ejemplo de no-fraternidad:
Caín y Abel, Esaú y Jacob, José y sus hermanos, por oposición al
modelo de fraternidad que nos ha legado la filosofía griega y el
Nuevo Testamento. En el discurso de Aristófanes, en el banquete
de Platón, se define la esencia de ser hermano en los llamados
andróginos, especie de dos individuos en uno, en donde uno de
ellos era la contraseña del otro, envueltos, los hermanos, en una
permanente filia, ágape y concordia, justo de la misma forma que
la naturaleza de Dios, que según los textos sagrados, es madre y
padre a la vez. Posteriormente, Jesús de Nazaret, con su

119
comportamiento práctico, vive como hermanos a aquellos que,
aunque biológicamente no lo fueran, se comportaban como tales,
elige entre sus discípulos a buenos hermanos y define, por
oposición, la no-fraternidad en la parábola del hijo pródigo.

Caín y Abel, José y sus hermanos, Esaú y Jacob, eran tres


grupos fraternales que se rompieron traumáticamente, por mediar
el sentimiento más ubicuo en la relación humana, la envidia, y
fracasaron porque eran malos modelos antropológicos de relación
fraternal. Caín mata a Abel por celos, sin duda porque el primero
proyectó en el segundo partes suyas que no quería ver en él, la de
un pastor, cuando Caín era agricultor; Esaú, hermano gemelo de
Jacob, primogénito y heredero de Isaac y Rebeca, vende, acuciado
por el hambre, su progenitura a su hermano Jacob, nuevamente
aparece aquí la primacía de la civilización sedentaria, Jacob, sobre
la nómada, Esaú. José, penúltimo hijo de Jacob, fue vendido por
sus hermanos a unos caravaneros, emigró a Egipto, y llegó a
primer Ministro y valido del Faraón. He aquí tres modelos rotos de
fratía que constituyen el reverso del concepto de fraternidad,
entendido como una función óptima de apertura al hermano, donde
deben estar presentes, un vértice común que los unifique
establemente, una concordia sostenida entre los hermanos, y un
espacio compartido que les haga llevar una existencia de dos o
más cuerpos en un solo espíritu. En la vida de Jesús de Nazaret se
dan ejemplos de fraternidad y no-fraternidad; Cristo habla de sus
hermanos sin tenerlos físicamente, porque él los consideraba así,
y en su vida pública elige a varios grupos de fraternidad (Evangelio
de San Marcos, Capítulo 1, versículo 14 al 20), cuando incorpora
como discípulos a Simón y a Andrés, hermanos, a Santiago hijo del
Cebedeo y a su hermano Juan, sin olvidar la fraternidad aportada
por la familia de Jesús, la de María y su prima Isabel, las dos
embarazadas de Jesús y Juan, que cumplen los tres requisitos de
la fraternidad, a saber, el vértice común, representado por la
divinidad de Jesús, un mismo espacio compartido de intereses, el

120
embarazo, y una concordia estable mediada por el vértice dicho;
de otro lado Jesús (Evangelio de San Lucas, Capítulo 15, versículo
11 al 32), habló del hijo pródigo, hermano del que quedó en la
casa del padre, y cuando el pródigo vuelve, se nos transmite un
modelo de no-fraternidad, la de los celos y envidia del que quedó
en casa, frente al que vuelve tras la emigración.

Frente a estos modelos de no-fraternidad, en el banquete de


Platón, Aristófanes, al iniciar su discurso sobre el amor, plantea
que el origen de los géneros del hombre fueron tres, el masculino,
el femenino y el andrógino; éste último constituía un ejemplo de
fraternidad, una naturaleza única, partícipe por igual de ambos
sexos; los andróginos tenían cuatro brazos y cuatro piernas, eran
poderosísimos por su vigor y su fuerza, también por su arrogancia,
pero a causa de ella atentaron contra los dioses, y Zeus tomó una
decisión: “voy a cortar a cada uno de ellos en dos, así serán más
débiles y útiles por haberse multiplicado en número”. Una vez que
su naturaleza humana fue separada en dos, cada parte añoró su
propia mitad e intentaron reunirse nuevamente en una sola, morían
de tristeza e inanición, por no poder vivir separados el uno del
otro. Es así que Aristófanes dejó escrito: “...cada uno de nosotros
es una contraseña del otro como resultado del corte en dos de un
solo ser, de ahí que todos busquemos nuestra propia contraseña”;
de esta forma la otra mitad del hermano, representa la presencia
de otro ser que le completa, en donde la dos mitades se alimentan
de ellos mismos, a través de su presencia. Platón describe un yo-
nosotros, que nos involucra a los hermanos en un Uno particular,
constituyéndonos en un constructo antropológico de dos o varios
cuerpos, aunque con un solo espíritu, el emanado del vértice que
preside y unifica a la fratía. De aquí no surge una personalidad
compartida, en donde los diferentes sujetos borran los límites que
les separan, al contrario, nacen individuos libres que comparten,
concordantemente, una misma realidad.

121
Adicionalmente, la fraternidad se ha entendido que es algo
entre hombres, y nada más alejado de la realidad. En el idioma
inglés se distingue entre brotherhood, fraternity y sorority;
brotherhood indica la función ideal de apertura con el hermano, la
segunda y tercera la fraternidad entendida para hombres y mujeres
respectivamente. Entre María e Isabel existía una profunda
sorority, ambas estaban embarazadas de la divinidad de Jesús y
de la santidad de Juan, lo constituía su vértice, y ambas formaban
una comunidad en concordancia, es decir, en Jesús; eran dos
cuerpos y un solo espíritu, el vértice, el formado por los hermanos
Jesús y Juan. Y repárese que concordancia no es
complementariedad. En una relación concordante existe una
identificación de todos los planos de la personalidad de un
hermano con el otro, de modo que no cabe disensión o debate,
sino empatía pura, coincidencia matizada; por oposición, llamamos
relación complementaria para significar una, en la que un plano
con otro de la personalidad de los hermanos es distinto y por lo
mismo para entenderse, necesitan consensuar posturas, influirse
y modificarse mutuamente, donde el desacuerdo es posible y el
debate preciso, con la frecuente emergencia de la disensión,
enfrentamiento, proyección de partes propias no deseadas en el
otro y la posible eventualidad del ataque y retaliación. La
concordancia está hecha para la fraternidad, en tanto la
complementariedad sirve para la convivencia social, el trabajo y la
ciencia. Todo esto nos lleva a la consideración de la antropología
de la fraternidad, y de su naturaleza, en la que ya nos hemos
introducido.

El objetivo de este artículo es mostrar lo que es un


hermano/a, y trataremos de sugerir que la fraternidad tiene, como
la historia más remota enseña, un anverso representado por la
idea defendida por Aristófanes, los hermanos como dos en uno, y
un reverso, la disensión que puede alcanzar al odio y envidia
fratricida, haciendo explotar la concordia fraternal, dando

122
nacimiento al amor-odio entre hermanos. Parece evidente que
entre las dos caras de este modelo, existe una dimensionalidad
que va desde la fraternidad fundada en sentimientos negativos
destructores –relación parasitaria-, hasta llegar a la fratría ideal
representada por el amor-fusión, donde un hermano lo es con el
otro uno, de forma estable y concordante. No es conveniente
confundir fraternidad con otros productos de nuestra jerga
antropológica habitual, pertenecientes a la psicología de los
individuos, como son amor, amistad o hermandad, eso es otra
cosa, que se puede dar o no dentro de una fraternidad, aunque
bien es decirlo que en el seno de ella nunca falta, la filia, el ágape,
el conocimiento del hermano, la amistad y en definitiva el amor.
Pero cuando hablo de fraternidad me refiero a un hecho
estructural, donde dos o más personas están unidas por una
comunidad estable, no amenazada, en forma de una función de
apertura al hermano, la brotherhood, posibilitado por el hecho de
que los beneficiarios se encuentran concordantemente contenidos
por un mismo vértice que les da cobijo, en una situación
existencial cóncava, no convexa, que les nutre por igual,
pudiéndose ser tal vértice, ideología, creencia, profesión, emoción
o GADU ¡porque no!, y que en cualquier caso hunde sus raíces en
vectores emocionales muy profundos, que no es del ámbito de este
trabajo comentar. La fraternidad no es un constructo antropológico
que esté en base a la comunicación o entendimiento, al debate o
al pacto, al discurso o al acuerdo, sino a la empatía, como hecho
emocional que se da porque sí, damblée. Digamos que es un
hecho estable, sólido, un constructo ideal, en que dos o más
personas se sienten contenidas por una misma realidad, Esto
último no es una mera retórica declamatoria, no es poesía, es
porque la fraternidad constituye una estructura, cuya ruptura es
extraordinariamente traumática, por los vínculos profundos que en
ella están implicados.

123
En este particular constructo antropológico que es la
definición hecha, se introduce uno de los puntos más sensibles de
la fraternidad, como es el de la jerarquía, que a nosotros, los
masones, nos compete particularmente. En la moderna ciencia de
la Dinámica de las Organizaciones, está admitido que es preciso,
tanto más burocracia, política y jerarquía en una institución,
cuanto peor están distribuidos los roles y menos concordantes son,
en definitiva cuanto más caos existe en esa organización. Pero
para nuestros intereses es preferible acercarnos al modelo de la
familia, base de toda convivencia y donde la fraternidad ideal entre
los hermanos surge, cuando con el crecimiento, se organizan éstos
autónomamente de los padres y se estructuran en una situación
funcional de verticalidad relativa, con más fraternidad que
jerarquía. En tal verticalidad parcial en el grupo familiar, se dan
hermanos mayores y menores, en Masonería equivaldría a
diferentes grados y condiciones, pero siguen siendo, en cualquier
caso, hermanos. No se da el hecho de que un hermano en caso
extremo, se comporte como si fuera el padre, jefe reivindicador o
retaliador, o la madre, fría y exigente, sino que sin dejar de ser
hermano, nutre, alecciona, educa y quiere al hermano menor, en
definitiva se da, más que jerarquía, fraternidad bañada de
afectividad y enseñanza. De la jerarquía surge fácilmente la
rivalidad, envidia, odio, relación perversa y parcial, antes o
después, es cuestión de tiempo, en tanto de la fraternidad, si está
basada en un mismo vértice, se deriva concordia, empatía y ayuda,
en una relación semi vertical, la necesaria para que el alimento
caiga en el receptáculo del hermano menor, y éste lo agradezca al
mayor. Aquí no está el padre jerárquico y vertical, sino el hermano
próximo, cuasi horizontal, con más concordia que debate, más
ayuda que demanda.

Por ello cabe decir, que la fraternidad debiera ser una


comunidad con jerarquías amortiguadas, y entre los hermanos
existir, para que la función de la fraternidad se dé, encargos y

124
concordancia entre los encargos, que engendrara igualdad y
atracción, más que el frecuente caos que nos rodea. Pero este
modelo no implica igualdad, sino diferencia, en el marco de la
concordia, enemiga, por definición, de la represión, la hipocresía,
el mal trato calculado, codificado, perverso y disimulado.

La investigación antropológica por su parte ha aportado, a lo


largo de sus cien años de investigación, una teoría psicológica
sobre los hermanos, superponible con el pensamiento filosófico de
Platón. Se distingue entre amor a sí mismo y amor al otro,
habiendo entre las dos posiciones un paso fluido y una estricta
dimensionalidad, que se extiende desde un narcisismo primario
enfermizo, como el que se tenía a sí mismo el personaje mítico
Narciso, que poseído de su inmensa belleza se miraba en las
aguas del estanque, rechazaba todo tipo de unión, hasta llegar al
narcisismo dicho secundario, que representa la alteridad y la
capacidad de amar a los demás, al sublimarse, el amor a sí mismo,
y poder nacer así el amor a los demás; esto no quiere decir que la
aparición de la capacidad de amar a los demás comporte la
desaparición de amarse a sí mismo, no, ya que la fuente del amor
al hermano, a los demás por extensión, radica en la capacidad de
amarnos a nosotros, por lo que el narcisismo, a secas, es un
estado y componente obligado de nuestra naturaleza humana,
siendo el narcisismo primario, es decir el amor a sí mismo, la
fuente de toda capacidad de amar, sea cualesquiera la
circunstancia en la que nos encontremos.

Ya cabe afirmar, que la situación de fraternidad ideal


consiste en un estado de amor a sí mismo compartido –un
narcisismo primario compartido-, en donde dos o más hermanos,
cada uno habitando sus respectivos cuerpos y compartiendo un
solo espíritu, surge la concordia, emanada de un mismo vértice
que les reúne y hace posible la emergencia del resto de
sentimientos positivos, en forma de un estado sostenible. En
relación a este particular constructo fraternal, es cuando el Nuevo

125
Testamento habla que debemos ser hermanos en Cristo, que es lo
mismo que decir hermanos en el vértice, el que cada uno hayamos
elegido; en él no cabe desavenencia, ya que cuando ésta aparece,
es porque el hermano se ha emancipado de la realidad superior
que le preside –el vértice-, aparecen las agendas particulares, la
psicopatología personal, más codificada y revestida de
pseudovirtud, y disimulo, e instaura la maldad, así como la
emergencia de dos posible situaciones existenciales: o el debate
que da lugar a la creatividad, sea en el trabajo, en ciencia o en la
discusión filosófica o social, o bien al disentimiento, el desacuerdo
que pueda terminar en la emergencia de sentimientos negativos y
en la relación parcial y perversa, ataques, maniobras, envidia,
utilización del otro, en definitiva, el caos. En ese momento, el
grupo pseudofraternal precisa para mantenerse, de mucha
jerarquía, burocracia y castigo, pero lo que sistemáticamente
aparece siempre, es la política, la hipocresía y la muerte de la
fraternidad en definitiva.

Un punto parece preciso remarcar. Si decimos que la


fraternidad ideal es un amor a sí mismo compartido, en el que hay
más empatía y concordancia, que debate y enfrentamiento, es
porque, siendo un narcisismo primario, los hermanos lo son en el
vértice, presididos y controlados por éste, con escasa posibilidad
de desavenencias, porque su unión no depende de la voluntad de
los implicados, sino que está vinculada a la instancia superior,
constituida por dicho vértice: sea éste Dios, padre, ideología,
intereses superiores, GADU, cualesquiera que sea tal instancia
superior. Cuando pasa a ser narcisismo secundario, es decir,
surge la capacidad de amar a los demás, se dan tres fenómenos:
la autonomía del vértice, el contacto directo de los hermanos, sin
el efecto mediador de aquel, y la probabilidad del caos, y quiero
distinguir, significativamente, entre posible, probable y seguro,
repito, la desavenencia es aquí probable, cuando en una
fraternidad ideal, ni siquiera era posible el enfrentamiento.

126
La pregunta puede surgir de inmediato ¿estando tan
amenazadas, por qué permanecen tan estables las fraternidades?;
porque de la convivencia fraternal se deriva un placer, casi
endorfínico, el de la relación entre hermanos, semejante al de los
niños jugando en parquet común, que se vive como seguro,
protegido y empático, lo que genera amor por difusión y ósmosis,
sin compromiso ni obligación alguna, emergiendo todo de la
estructura fraternal estudiada, el dicho amor a sí mismo en
comunidad o narcisismo primario compartido, en una situación
cóncava y de concordia, semejante al que se puede crear en
cualquier familia o comunidad, religiosa o laica.

Ya queda claro que estoy anunciando que la fraternidad tiene


un reverso, como lo tienen los pétalos de la flor, que en el grado
18 se sostiene, precisamente, apoyado en una cruz, que
representa el dolor. Me refiero a la turbulencia emocional, que
como rasgo del colectivo masónico, todos sufrimos. Si
comparamos un grupo masónico con otro control, emparejando las
variables definitorias de ambos colectivos por edad, sexo, nivel
educacional, económico y demográfico en general, se constata que
el grupo masónico sufre un nivel de conflicto emocional muy
superior al grupo de control, individual y colectivamente
considerado; allí se genera un clima, el de la Fraternidad, con una
característica particular, donde están exacerbadas la sensibilidad,
la crítica, la reactividad y regresión emocional, donde el Hermano
se permite conductas que quizás controle en la vida profana.
¿Cuáles pueden ser las razones de este peculiar supuesto
básico?, sin duda están ligadas a la cultura y especificidad del
grupo masónico, que todos debemos estudiar y reparar en ello,
como acabamos de sugerir; provisionalmente cabe argumentar
cuatro razones: la deficiente aplomación, hecha por hermanos no
adecuados, en base a objetivos de narcisismo primario no
compartido, quiero decir no fraternal, buscando la consecución de
agendas particulares; segundo, porque a la puerta de la Orden

127
llaman, en ocasiones, hermanos no adecuados, con objetivos
confusos, que acaban inyectando un clima singular, entre otras
razones a través de la creación de pandillas en busca del poder y
lideradas por el más pseudovirtuoso; tercero, porque en la Orden
existe un marcado déficit de formación y docencia masónica y
ésta, sin objetivos y no verificada, finalmente, porque la Masonería
tiene una particular cultura, que nos hace específicamente
vulnerables, lo que requiere un estudio singular, que requerirá un
análisis pormenorizado de la influencia del Rito, como continente,
sobre el colectivo que contiene. La fraternidad, cabe inferir, es
para que la mejoremos los hermanos a ella, no para que ella nos
mejore a nosotros, no es tratamiento, justo lo contrario, un sujeto a
tratar, y a través de esto, para que nosotros mejoremos; si pulimos
nuestra piedra, mejoramos la fraternidad, y si esperamos mejorar a
costa de ella, acabaremos destruyéndola a través de un clima de
pseudofraternidad cuestionable.

Si entonces tuviésemos que hacer una noxotaxia de la


fraternidad, diríamos que existen tres: la fraternidad ideal,
descrita, la fraternidad posible, en donde ésta funciona con
relativa eficacia, pero en donde surge la necesidad de que haya
uno que ejerza el papel de malo, es el caso de Judas en el grupo
de Cristo. Al último tipo cabe llamarle fraternidad de bosque -
llamarle de selva heriría la sensibilidad de algunos-; es la
fatalidad derivada de un mal tejido social de esa fratía, el caos
sordo, la pseudofraternidad pletórica de conflictos, tan presente en
la moderna historia de la masonería. Aquí se debería incluir un
matiz, como canto al amor y a la amistad, me refiero a la
fraternidad adornada, precisamente, por la amistad, ideal supremo,
ya que es muy posible que exista una buena fraternidad, sin
amistad, pero cuando ésta existe, constituye la cima de toda
relación humana.

Un breve estudio aplicado, de la reflexión hecha hasta ahora,


sería que los masones debemos plantearnos, con rigor y

128
honestidad, circunstancia extremadamente difícil, tres escenarios:
la situación de la Orden en la sociedad, y mejorarla, la calidad de
la naturaleza de nuestro tejido social masónico, y mejorarlo, y la
metodología de la aplomación de los candidatos, y mejorarla, y
para ello que esta última sea hecha por quien deba, no por quien
lo desee. La sociedad nos enviará entonces a sus mejores
miembros, y nos aceptará sólo en el caso que nosotros hayamos
mejorado previamente. El objetivo de la aplomación no debe ser
seleccionar a masones, sino a profanos capaces de ser hermanos,
luego los haremos masones, pero previamente tendrán que tener la
calidad aquí estudiada de hermanos. Convertir hermanos en
masones será función de la docencia masónica a implantar y que
al Aprendiz Entrado se le coloque en la Carrera masónica que
ineludiblemente se deberá llevar a cabo; se constituye así ésta, en
piedra de toque de todo el futuro de la Masonería. De todo ello
cabe concluir, que el gran reto que tiene la Orden en este
momento, es que todos nosotros tengamos la suficiente
generosidad para aplomarnos a cada uno, por segunda vez, y lo
hagamos a cargo del aplomador más indicado, uno mismo, nuestro
maestro secreto, y si así nos aplomamos, extremo doloroso,
tengamos la suficiente generosidad y valentía, después, bien de
cambiar, bien tomar una decisión en consecuencia.

* *

129
6.- EL CONCEPTO DE PROCESO
MASONICO

Como cualquier miembro de una Sociedad al entrar en la


Orden el masón se introduce en un proceso en el que le será
ineludible participar y ser miembro, dado que si intentara no serlo
se convertiría, empleando nomenclatura inglesa, en un outsider,
habitante de un espacio inexistente, un no-where, situación en la
que concluye todo miembro no adaptado de cualquier Sociedad
que se considere.

El proceso es un campo diacrónico estructurado en fases,


con causalidad entre ellas, sucesión e interdependencia. Implica
desarrollo, evolución en tramos, método para obtener un fin, paso
de un tiempo, y en definitiva progreso. El término lo incorpora la
Biología y la Filosofía, en la medida que está definido por un
autodesenvolvimiento teleológico de la realidad. También lo asume
la Industria, la Informática, la Lingüística, por supuesto el
Psicoanálisis y la Sociología, para expresar ésta el modo de
acción, operación o interacción entre individuos y grupos, y sobre
todo el concepto de proceso es básico para el Derecho, que hace
de él una especialidad, el Derecho procesal, como conjunto de
actos encaminados a la obtención de un título declarativo o
ejecutivo del derecho alegado, caso del proceso civil, o la
declaración de culpabilidad y la correspondiente sanción, caso del
Derecho penal; en derecho se considera proceso igualmente el
agregado de los autos y demás escritos en cualquier causa civil o
criminal.

130
El contenido nominal del proceso en Masonería se extiende
en forma de mapa (Tabla I).

TABLA I

EL PROCESO EN MASONERÍA

RELACIONAL
• La fraternidad

APLICADO

EXPLORATORIO
• La aplomación

FORMATIVO
• ENCUADRE
- El rito
- El ritual
• CONTENIDO INICIÁTICO. El simbolismo
- Apertura y cierre en los tres
grados
- Ceremonia de iniciación
- Ceremonia de pase
- Ceremonia de elevación
- Otros

ADMINISTRATIVO
• CONTENIDO NO SIMBÓLICO
- Trabajos y normas constantes
- Los procedimientos
- Trabajos puntuales

EL PROCESO MASÓNICO

Su naturaleza

Deben considerarse superponibles los conceptos de proceso


masónico e iniciático, dado que ambos tienen un solo y mismo
objetivo, el de cumplir con los presupuestos de la Masonería, como
tal Orden iniciática. El mismo se desarrolla a lo largo de las
características que le son propias:

131
1. Su visibilidad. El proceso masónico es de alta
invisibilidad, por su naturaleza iniciática y por mediar
en el mismo el secreto masónico. Pertenece al género
del metaconocimiento, ya que queda referido a la
transformación de la estructura personal del masón, en
el camino hacia su pulimento personal, por lo mismo
íntimo.

2. Su unicidad, ya que en un solo proceso personal se


reúnen diferentes niveles interdependientes, con un
isomorfismo entre ellos, por lo que el conocimiento que
se obtiene en un determinado estrato inferior, por
ejemplo el nivel gestual del ritual, es la base y cabe
extrapolarlo a los niveles más superiores de la
trascendencia, interdependiendo mutuamente, por lo
que por ejemplo, el buen conocimiento, incluso
memorizado del ritual, facilita el buen tránsito hasta el
resto de niveles, por ejemplo hasta la comunicación con
la trascendencia.

3. Su morfología. Queda referido a las vicisitudes que el


masón experimente en su proceso iniciático. Se deben
de evaluar tres supuestos: el grado de elasticidad de su
proceso, en función de su velocidad y calidad de
maduración; la detención del proceso, en base a los
accidentes que se puedan dar, finalmente, la
fragmentación que pueda acabar en el abandono de la
Orden y paso al no-where masónico.

4. Su composición. De ella forman parte tres factores: la


adecuación de la personalidad del masón al proceso
iniciático, en función del grado de fraternidad que la
califique; el rendimiento en el trabajo masónico,

132
finalmente las circunstancias profanas del interesado,
agonistas o no del proceso iniciático: trabajo, familia,
aplomación adecuada, etc.

5. Su dinámica interna. El proceso iniciático depende de


tres rasgos que le prestan su calidad: el nivel de
trabajo en su desenvolvimiento en la Orden, en función
de que el miembro de ella se comporte según principios
de racionalidad, búsqueda de objetivos y ajuste al
tiempo; el nivel emocional, como reverso de la
conducta orientada por el trabajo, y que le caracteriza
la irracionalidad, la búsqueda de agendas personales y
no tener en cuenta el tiempo en cualquier momento del
proceso, desde llegar tarde a las Tenidas, hasta no
procurar el aumento de salario en tiempo oportuno.
Nivel de trabajo y nivel emocional forman un cociente,
que si predomina la emoción en detrimento del trabajo,
la confusión, el masón entra en el sufrimiento de todo
tipo de accidentes en su proceso. Finalmente, el grado
de estabilidad de la relación masón-Orden masónica,
tanto peor cuanto más carga emocional y menos trabajo
exista.

6. Su carácter genético. Consiste en la calidad que


imprima a su pulimento personal y por tanto en el
progreso de su proceso iniciático, en definitiva en
llegar lo más próximo al origen de su identidad.

7. Su autonomía. El proceso iniciático, como realidad


intransferible, debe ser autónomo de toda actividad
personal y encuadrado dentro del concepto de secreto.

8. Fases del proceso. El masón debe conocer que el


proceso iniciático en el que está incurso, tiene unas

133
fases, especie de niveles de maduración que son en
esencia cuatro:

a. Fases de iniciación. Se inicia cuando el profano


comienza a pensar en la existencia de la
Masonería, continúa por sentir deseos de
aproximarse a ella y concluye, su primera fase de
iniciación, en la Aplomación. En ésta, el profano
debe tener un conocimiento puntual y
reflexionado, del contenido de la obra que tiene
en su mano y que hemos titulado
INTRODUCCIÓN A LA MASONERÍA. Es
conveniente que el candidato no solamente lea
sino reflexione y haga propios los contenidos que
aquí se exponen, y que al final de este trabajo
sienta un claro deseo de iniciarse, porque sus
niveles de gusto por la espiritualidad, necesidad
de experimentar la fraternidad y anhelo por el
pulimento personal, le impulsen a ello. Si es que
otro condicionamiento o factor se da, como es el
de curiosidad o medro personal, entre otros, son
estos factores los que sin duda van a condicionar
la presencia de accidentes de su proceso
iniciático, y que va a acabar en su fragmentación,
convirtiéndose el miembro en un outsider. La fase
mencionada concluye en la ceremonia de
iniciación propiamente dicha, en donde el profano
debe medir su capacidad de ser masón, cuando
habiendo hecho una Plancha sobre la misma,
haya sido capaz de identificarse y profundizar en
los símbolos de la ceremonia.

134
b. Etapa de la identificación entre aprendiz-Orden
masónica. En esta concluye la fase de
acoplamiento, interinfluencia, proyección e
introyección de sentimientos contradictorios, de
lucha, de pensamientos de abandono y
separación, y si finalmente se supera se entra en
la siguiente.

c. Fase de consolidación. Momento en que el


miembro de la Masonería se siente anclado
sólidamente en el trabajo masónico y en el
disfrute de la fraternidad.

d. Etapa de estabilidad. En este momento el masón


ha superado los posibles accidentes en el
proceso que haya podido tener, se siente anclado
en la fraternidad, y ha debido mostrar una
inclinación hacia un determinado sector del
trabajo masónico, para que alcance la categoría
de miembro activo, siendo lo ideal que se haya
incorporado a la responsabilidad en las tareas de
gobierno masónico.

En la Orden masónica se suelen dar cuatro tipos de


miembros: los nulamente colaboradores, con excesiva
independencia y que usan a la Orden para su beneficio
personal; suelen ser líderes de grupo o lo contrario,
individuos aislados. En segundo lugar, aquellos
masones, que mostrando un alto índice de
independencia se manifiestan como satisfactoriamente
colaboradores, pero no militantes, siendo quizás los
miembros que más hacen evolucionar a su Logia y a la
Orden. En tercer lugar, el tipo formado por aquellos
hermanos, a los que se les debe de llamar miembros-
individuos y que se caracterizan por su entrega

135
completa y masiva a la Orden masónica, aunque sin
excesiva creatividad, diluyen su personalidad en la
Orden, lo contrario del caso precedente. Finalmente se
sitúa el miembro outsider que acaba siendo un
perturbador, que con frecuencia abandona la Orden, y
que pertenece al primer grupo de miembros descrito,
suelen ser, bien individuos deteriorados, bien los
líderes de grupos afectos de una clara personalidad
psicopática encubierta: “fulano no para de maquinar en
exaltación de sí mismo, aunque con aparente altruismo
y excelencia masónica”.

9. Accidentes del proceso masónico. Existe tanto más


nivel de accidentabilidad en el proceso, cuanto más
deficiente haya sido la aplomación. Cualquier tipo de
accidente reduce su causa a una razón triple, que el
profano debe conocer previamente al objeto que le
haga reflexionar sobre la idoneidad de proseguir la
primera fase del proceso, la de iniciación, en la que se
encuentra incurso.

a. Problemas ligados a la adecuación de la


personalidad del aspirante para ingresar en una
Orden de la identidad de la masónica. Si no el
único factor, sí suele ser el más importante, para
que el candidato se pueda adaptar al nuevo clima,
razón por la cual éste debe hacer una profunda
reflexión acerca de la calidad de su fraternidad,
dado que ésta, tal y como se ha descrito en esta
obra, es la base de la estabilidad del miembro en
la Orden.

136
b. Que el profano lleve a cabo una reflexión consigo
mismo, con la más alta sinceridad que le quepa,
de la cual concluya el grado de necesidad que
tenga de completar su existencia con una
dimensión de reflexión esotérica.

c. Que el profano valore la estructura de su


personalidad y llegue a la conclusión, y también a
la renuncia, si es el caso, que en el supuesto que
él tenga experiencia en su historia personal, de
haber tenido problemas de equilibrio, renuncie a
entrar en la Orden porque ésta nunca debe ser un
espacio para la expresión de conflictos
personales, que si los trae consigo, antes o
después va a ser el caldo de cultivo más
adecuado para la presencia de accidentes en el
proceso, del cual se perjudicará él mismo y la
Orden.

El proceso masónico se compone de un continente o encuadre,


donde se ha de incluir el trabajo administrativo, y un contenido,
consistente en el trabajo masónico.

II

EL CONTINENTE DEL PROCESO

EL TRABAJO ADMINISTRATIVO

Está constituido por el conjunto de elementos estrictamente


materiales que son el soporte que posibilita el trabajo masónico
propiamente dicho. Desglosado, no exhaustivamente, queda como
sigue:

137
• Detalle administrativo de las Tenidas, del Comité de Logias y
del Círculo de instrucción.

• Nomenclatura y contenido de la oficialidad de la Logia.

• Dignidades, tratamientos y saludos.

• Decoración de la Logia.

• Cuadro de Logia. Sus funciones.

• Condiciones para subida de salario.

• Particularidades en la confección de las Planchas.

• Usos y costumbres.

• Requisitos para la entrada en la Logia.

• Formas de comportarse en Logia.

• Aspectos administrativos a ser debatidos en Logia.

• Vestimenta y regalías.

• Otros.

III

ELCONTENIDO DEL PROCESO

EL TRABAJO MASÓNICO

Se debe entender por Trabajo Masónico el conjunto de


labores que se lleva a cabo a lo largo de la pertenencia a la Orden,
y que posibilita que el miembro progrese en su proceso iniciático, y
por lo mismo en su mejora personal. Se tratar de un trabajo
asentado sobre un trípode constituido por tres dimensiones: la
preferentemente emocional, de cuidar la salud de su fraternidad,
para lo cual el hermano deberá ejercer la función mental de la

138
atentividad y crítica sobre sí mismo; en segundo lugar se sitúa el
esfuerzo de reflexión acerca de la calidad ética de su conducta,
según un tipo de ética acoplada a la naturaleza masónica y de la
cual en esta obra se sugiere un modelo, no obligado ni el único, el
cual no debe ser incompatible con otro tipo de enfoques morales
como son los aportados por la ética cívica o la cristiana.
Finalmente, se sitúa el esfuerzo intelectual que exige el trabajo
simbólico y la filosofía masónica, y que nutra al miembro de la
Orden en su proceso iniciático y en su particular e íntimo camino a
la trascendencia, todo en el marco de lo que técnicamente se
denomina secreto masónico.

Estrechamente conectado a lo que se acaba de decir, se


sitúa un concepto de dinámica psicológica, al que se denomina de
disociación mental; se debe entender por tal el empeño de eliminar
del campo mental personal todo lo malo o reprobable, como si no
perteneciese a nosotros, y quedarnos sólo con lo bueno y
halagador para nuestro Yo, por lo que por esta dinámica, una
persona cargada brillantemente de una conducta anómala, critica a
los demás de la anomalía que él sólo sufre, ensalzando, eso sí, su
personal bondad; esto es un fenómeno dinámico particularmente
frecuente en los comportamientos diarios de la fraternidad
masónica, en donde un hermano, con una conducta psicopática
difícil de descubrir, pero que cuando se hace causa terror,
consigue mostrarse con todos los visos de excelencia personal y
masónica.

El Trabajo masónico, como contenido del proceso, se opone


al Administrativo, en la medida que el primero está centrado en el
esfuerzo de decodificación y vivenciación de los símbolos
masónicos, contenidos en los cuatro momentos base del proceso
iniciático que son, el de iniciación, identificación, consolidación y
estabilidad.

139
El Trabajo masónico no es superponible por entero al de
Formación y Docencia masónica, ya que formar masones y darles
docencia, es un concepto más amplio, que incluso engloba a todos
los aspectos materiales que hemos denominado como continente o
encuadre, y que en sí mismo son formativos y docentes. Tomando
como ejemplo cualquiera de los Ritos usados, el trabajo masónico
está constituido por el conjunto de ceremonias que se desarrollan
a través de un ritual específico; por lo mismo está compuesto
tanto de un mensaje simbólico como de otro filosófico,
especialmente esto último referido a la llamada concepción
masónica del hombre (libertad, tolerancia, fraternidad,
trascendencia). Por lo que hace específicamente a los símbolos –
ver artículo correspondiente-, éstos siempre son portadores de un
contenido que los trasciende, por ejemplo a los símbolos de libro,
compás y escuadra, corresponde simbólicamente a la ley moral,
fraternidad y rectitud y a las tres luces del Templo: lu z por encima
de nosotros, lu z entorno de nosotros y lu z dentro de nosotros.

Los núcleos básicos del trabajo masónico se centran en las


correspondientes ceremonias, específicamente de contenido
simbólico, que son respectivamente:

• Ceremonia de apertura de la Logia en los tres grados


simbólicos.

• Ceremonia de cierre de la Logia en los gres grados


simbólicos.

• Ceremonia de iniciación.

• Ceremonia de pase.

• Ceremonia de elevación.

• Ceremonia de instalación.

140
• Contenido del Tablero Trazado de Primer Grado, Segundo
Grado.

• Explicación del mandil de Aprendiz en Primer Grado.

• Explicación de las herramientas de Segundo Grado.

• Exhortación después del pase.

• Explicación del mandil del MM.

• Explicación después de la exhortación.

• Investiduras adicionales.

• Otros

El continente del proceso masónico, respecto a su contenido,


tiene dos salvedades de suma importancia su consideración:

- Cuando por la razón que fuere, el conjunto o parte de lo que se


considera continente, entra en una fase de alteración o
perturbación del género que fuere, por ejemplo, no
cumplimiento riguroso de la vestimenta por parte de los
hermanos, el que uno de ellos vaya en vaqueros, caso éste de
observación personal, quiere decir que el continente del
proceso se está convirtiendo en contenido, preciso de analizar,
ya que éste está atacando al corazón del contenido, al trabajo
masónico propiamente dicho. De esta forma, el contenido o
trabajo masónico requiere para su óptimo desarrollo que todos y
cada uno de los aspectos de encuadre material, se cumplan
escrupulosamente.

- Cuando a algunos aspectos del trabajo que se deriva de la


puesta a punto del continente, sean funciones administrativas u
otras, se le dedica excesivo tiempo, con merma del que requiere
el trabajo masónico propiamente dicho, quiere decir que se está
evitando este último, se le está atacando. Sería el caso de una

141
Tenida, en la que se dedicara la casi totalidad del tiempo de la
misma a tratar cualquier aspecto administrativo de la
organización de la Logia, desde la hora o lugar del Comité o a
los detalles de una excursión turística, con el detrimento
consiguiente del desarrollo del trabajo simbólico en cualquiera
de sus aspectos.

* *

142
7.- FILOSOFIA PARA MASONES

INTRODUCCIÓN

“La humanidad se ha desarrollado a partir de la


lucha entre “lo que es” y lo “que debería ser”. La
tensión entre cambio y conservación, entre la
acomodación y la utopía”

Montesquieu

Todo es un producto de su tiempo, no se puede estudiar en


profundidad un método filosófico, y nuestra orden en si misma lo
es, como la francmasonería sin tener en cuenta el largo y
complejo proceso histórico, social, moral y ético en que se ha
desarrollado, en el que se combinan diversas necesidades,
objetivos y utopías, tanto en el terreno meramente espiritual, con
otras que pertenecen al campo social y político.

Una parte de nuestra hermandad está confusa y angustiada,


los ideales masónicos y el peso de nuestra historia han
transcendido y superado el origen inicial de la orden. Ser masón
en el S-XXI es una gran responsabilidad pues conlleva ser dignos
de nuestro pasado, críticos con nuestro presente y ambiciosos con
nuestro futuro, si no queremos defraudar las expectativas
existentes sobre nuestra misión interna y externa.

Una primera consideración necesaria partiría del hecho de


que en una sociedad basada en el pragmatismo y el utilitarismo
todo lo que no cumple una función desaparece, gloriosamente,
lánguidamente, incluso románticamente, ¡pero desaparece!. Nos
podemos refugiar en nuestras logias, desempolvar nuestros libros
de historia, perfeccionar nuestros rituales, ampliar hasta el infinito
los aspectos simbólicos y ornamentales de nuestro método de

143
perfeccionamiento, pero seremos superados en el ámbito del
conocimiento revelado por las diferentes religiones existentes y las
que sin duda surgirán y en el ámbito del poder temporal por la
acción política de unos partidos que en general consideran los
marcos de actuación basados en la ética y la moral como
superados, un lastre, un modelo anticuado, que dificulta la
competitividad y la consecución de nuevos “nichos de mercado” en
forma de votos que les permitan imponer su ideología y
perpetuarse en el poder. Se ha impuesto una moral del “ejercicio
del poder” que parece justificarlo casi todo. En aras de “es
necesario”, después ya rectificaremos, y ese después se prolonga
indefinidamente, y se pierde de vista la esencia del poder
delegado: beneficiar a la mayoría. Las personas mueren, las
organizaciones sobreviven, los ideales son eternos.

En ningún momento podemos olvidar que la fusión de


nuestras dos grandes tradiciones de praxis y pensamiento, la
operativa y la filosófica, han convertido nuestro ideario en una
combinación única y singular de acción y pensamiento acotados
por los principios universales inalterados e inalterables que
justifican nuestra existencia: “Libertad, Igualdad, Fraternidad”, de
los que la sociedad en su conjunto parece alejarse anestesiada por
una permisividad moral creciente y estimulada por un afán de
riquezas y posesión insaciable, siempre a costa de la miseria y
explotación del hombre por el hombre.

El este contexto la ética, la moral han sido progresivamente


relegadas, como marco fundamental en las relaciones humanas.
desde la aparición y desarrollo del Estado capitalista en los inicios
del S-XIX. Lo paradójico del caso estriba en que la vieja ética y los
principios morales, habitualmente encasillados en el mundo de lo
clásico, lo utópico, lo filosófico e intimista frecuentemente
despreciados por el positivismo pragmático que los rechaza como
algo confuso, esotérico, inexistente y propio de las religiones o los
grupos iniciativos, reaparece con una fuerza incontenible como

144
necesidades básicas de una sociedad con los bolsillos y el
estomago llenos pero carente de valores y con el alma vacía.

Nuestros principios, por su universalidad, siguen plenamente


vigentes como los mejores y más fiables medidores y hojas de ruta
de los comportamientos correctos, humanos y sostenibles en las
relaciones de convivencia para transitar por la globalización en
base al respeto entre culturas y formas de pensamientos diversos
de forma armónica y conseguir un enriquecimiento para todos. Lo
que me conduce a afirmar que la recuperación de la ética y la
moral como ejes vertebradores de la conducta individual y
colectiva conforman hoy en día una necesidad estratégica y de
supervivencia de primer orden.

No hay excusas, si existe el hambre, la miseria, la violencia y


la explotación es porque o bien miramos hacia otro lado, o nos
justificamos con “yo que puedo hacer” expiando nuestras culpas
con el ejercicio de la filantropía, que en ningún caso soluciona el
problema más allá de un mínimo espacio temporal. Estamos
creando naciones dependientes y permitiendo situaciones
inaceptables: hay comida, medicinas, tecnología… para todos y
transportes para llevarla a cualquier lugar del mundo donde exista
una necesidad, hay formas de ayuda que posibilitan la
independencia económica condición necesaria para desarrollar la
independencia política, ética y moral. Lo que falta es la voluntad
de hacerlo y lo que sobra son oscuros intereses económicos
multinacionales basados en la explotación, la ignorancia, la
miseria y las desigualdades.

Nuestra diferencia básica con otras opciones religiosas y


políticas debe estar basada en una irrenunciable base ética y
moral y el no condicionarnos a la consecución del poder temporal.
La política y la religión son demasiado importantes para
dejárselas en exclusiva a los “profesionales” que la ejercen.
Hace falta recuperar nuestro papel en la historia. Si en un mundo

145
de carácter medieval, aislado y cuya forma de transporte eran las
carretas, dominado por la sociedad estamental, basada en el
conocimiento revelado y conceptualizado como “un valle de
lágrimas” donde ninguna acción humana era agradable a los ojos
de Dios, supimos colaborar de forma notable en crear un “Nuevo
Humanismo” que conformo la modernidad a partir de conceptos
absolutamente originales o reincorporados de la mejor tradición
clásica, si los derechos del hombre, la división de poderes, el
constitucionalismo, la democracia, la fraternidad universal o la
igualdad fueron nuestros caballos de batalla, ahora, la tutela ética
y moral de la sociedad, a partir de la síntesis del pensamiento
político y religioso que nos da nuestra rica tradición filosófica y
nuestro método de perfeccionamiento, unido a la necesaria
independencia, renunciando como objetivos prioritarios a la
búsqueda del poder político, nos puede permitir el mantenimiento y
desarrollo de nuestro principios universales de justicia, igualdad,
fraternidad y diálogo. En un mundo globalizado con redes de
Internet y poderes mediáticos, lo tenemos mucho más fácil.

La humanidad no podrá afrontar los conflictos actuales y


venideros sin una nueva escala de valores que puedan ser
asumidos por miembros de todas las razas, religiones, culturas
y cosmovisiones, la integridad, la justicia de nuestros ideales y el
potencial mental y las bases de nuestro pensamiento filosófico
conforman una “ventaja competitiva” que valoro como fundamental,
sin caer en la ingenuidad de pensar en alejarnos definitivamente
del poder temporal, si ello es conveniente y necesario para
nuestros objetivos, por ello, debemos apoyar legítimamente a
hermanos o profanos, independientemente de su ideología, que
tengan nuestros mismos objetivos, aunque la meta deseable seria
conseguir el poder moral y ético, más que el temporal, para ello,
necesitamos influir más que mandar.

146
1. Nuestros orígenes:

“Los enemigos más encarnizados de nuestras ideas


son aquellos que no las conocen ni entienden”

Albert Einstein

La base conceptual y dogmática de la masonería desde sus


orígenes recoge una primera consideración irrenunciable de que
toda filosofía masónica, que para mi es extensible a todos los
seres humanos de buena voluntad, debe estar basada en un
principio básico: una moral del bien, estableciendo como
objetivo vital supremo para el francmasón la búsqueda de este
y su corolario de justicia e igualdad. Aun reconociendo la
imposibilidad de alcanzar el bien absoluto, que esta ligado a la
organización general del Universo según el concepto mazdeista de
Ozmuz.

No somos seres humanos por definición, nacimiento. pureza


de sangre, color de piel, poder o dinero, para trascender nuestra
animalidad y merecer este calificativo el verdadero hermano en el
Arte debe ser obcecado, testarudo y constante en la búsqueda del
bien individual y colectivo. “Por sus hechos los conoceréis” es un
principio bíblico, complementado por nuestro axioma
paradigmático, “soy masón porque mis hermanos me consideran
como tal”, conforma para nosotros una de las bases conceptuales
que justifiquen nuestra existencia: ser humanos y masones, unido
a la búsqueda del bien, considerando que es un concepto
poliédrico e histórico que frecuentemente se enmascara y
necesitamos acudir a Arriman, el principio del mal, para
identificarlo plenamente y ejecutarlo sin vacilación.

El ideal helénico, producto de siglos de reflexión y diálogo,


se presenta en su síntesis de armonía y mesura como el prototipo
de la búsqueda de una moral del bien, en ese sentido se puede
definir como intelectualista ya que presupone que este bien es un

147
producto “natural” en el ser humano y puede ser alcanzado a
través de la razón, tesis recuperada y desarrollada en la
Ilustración por nuestro hermano Rousseau y sus tesis sobre el
“salvaje inocente”: “El hombre es bueno por naturaleza y la
sociedad lo pervierte”.

Para la mayoría de filósofos clásicos la contemplación


racional lleva a la sabiduría y a un estado de paz interior que es la
base de la felicidad (etimológicamente denominada eudamonia, de
donde deriva el termino eudamonimo para situar las doctrinas que
consideran a la felicidad a través de la práctica del bien como la
cumbre de la preocupaciones morales,

Entre los principales representantes y obras más importantes


de esta concepción moral y filosófica destacan:

Platón: que parte del principio de la “moral


contemplativa” en la que el bien acaba por fusionarse con
lo verdadero y lo bello.

Aristóteles: en sus obras Ética Nicómalo y Moral a


Eufemio define como objetivo prioritario del ser humano
la búsqueda de la ataraxia, es decir la ausencia de
sufrimiento ha través del ejercicio del bien.

San Agustín y Santo Tomás y la escolástica: sólo a


través del bien el ser se realiza.

Malebranche: en su obra Tratado de la Moral define que


el bien es el orden opuesto al mal que es el caos.

Leibnitz: en su obra teodicea: “el bien es una realidad


incondicionada y Universal”.

148
Rousseau: en su obra El salvaje inocente describe al
ser humano como “bueno por naturaleza” la maldad es un
producto social ajeno a su naturaleza inicial

La bondad debe unirse a la sabiduría para ser operativa, la


mera tendencia hacia el bien no basta, hay que desarrollar una
resistencia tenaz al mal conservando el sutil discernimiento que
acompañe al valor espiritual y la integridad moral. En una situación
crucial el verdadero masón debe poner su inteligencia y su bondad
en función de nuestro superiores objetivos de diálogo, fraternidad
y justicia, para ello, debe saber cuando hablar y cuando
permanecer en silencio, cuándo obrar y cuándo evitar la acción,
ya que en esas circunstancias la acción y la no acción pierden su
carácter antagónico para transf ormarse en herramientas
conceptuales igualmente válidas para conseguir nuestros
propósitos. En la búsqueda del bien individual o universal ningún
esfuerzo debe ser demasiado arduo.

Todas las sociedades iniciáticas ha concebido y desarrollado


una ontología compleja, el hombre desde el despertar de su
inteligencia que lo separa del animal ha desarrollado una
necesidad y un sentimiento de trascendencia. Por ello. nuestros
antepasados crearon la magia simpática disfrazándose de
animales para propiciar la caza. Solos en la oscuridad observaban
la bóveda celeste y divinizaron a la luna y las estrellas, que los
tranquilizaban y servian de guía con su luz. La humanidad se va
conformando a partir del ser monos que dudan y se rebelan a su
destino animal. No se conformaron a que la noche fuera un
espacio de tinieblas y muerte donde los depredadores actuaban
con total impunidad, a la vez que divinizaban el sol, y la naturaleza
como máximas entidades protectora, desarrollaban la tecnología
del fuego, de las armas, de las puertas, de las cercas, todo aquello
que les era útil para preservar su vida.

149
Esa es la historia del desarrollo humano, una mezcla de
magia, religión y tecnología. El ser humano se revelaba a su
destino y creaba complejos rituales y ceremonias donde eran
iniciados en una cosmovisión que pone en acción valores y
sentimientos espirituales que se escapan al campo racional,
porque pretenden explicar lo inexplicable, o mejor lo
inaceptable: la muerte, la enfermedad, la vejez. Aquello
inaprensible que condiciona definitivamente nuestra vida, en ese
sentido cuando J.P.Saltre, a mediados del S-XX, desarrollaba su
filosofía existencialista en base al “miedo a la vida”, ocultaba entre
líneas la verdadera génesis de su pensamiento basado en el
inconfesado e inconfesable “miedo a la muerte”. Solo es necesario
analizar sus últimas obras y especialmente la de su compañera
Simone de Beauvoir que en su libro Una muerte tan dulce
desciende a los infiernos de la soledad y el terror del que se sabe
condenado. En sus escalofriantes paginas, que son una crónica de
la muerte de su madre por un cáncer hereditario e incurable, se
percibe como telón de fondo la angustia y el terror de quien se
siente predestinada al mismo fin; pocos años más tarde la autora
sufrirá la misma agonía que tan magistralmente describe.

Todo vale, porque necesitamos que todo deba tener una


respuesta, un sentido, un orden, un objetivo trascendente
comprobable, deseable o intuido. Ante la irracionalidad aparente
de la muerte, creamos la reencarnación, el más allá y los
convertimos en hechos revelados por una entidad espiritual
superior, que debe aceptarse sin discusión como un acto de fe. La
religión transforma por este proceso las dudas y temores en
verdades indiscutible dando respuesta a una serie de necesidades
sociales, políticas e incluso económicas y así se transforma en el
complemento indispensable del poder temporal. No debemos
olvidar que en las primeras grandes civilizaciones, Persa, Egipcia,
Mesopotámica e incluso en la época Imperial de Roma: el Rey era

150
a su vez una deidad y el sumo sacerdote, uniendo en su persona el
poder político y religioso.

Cuando los hombres se dedicaron a construir las primeras


grandes hipótesis sobre la realidad desembocaron en una serie de
contradicciones. Para empezar aunque reconozcamos el valor de
la razón basada en el conocimiento como uno de los principios
básicos de nuestro método de pensamiento y mejora, tenemos
como tarea previa la necesidad de analizar esta facultad y
comprender las reglas que la definen y limitan; en la Grecia clásica
Platón y más tarde Aristóteles quisieron forjar un método que nos
llevara al conocimiento del ser. El primero se limito a efectuar una
serie de indicaciones e intuiciones en sus Diálogos y en especial
en La República donde planteaba la dialéctica existente entre lo
“real” y lo “deseable”. El segundo tras haber construido esa
admirable herramienta conceptual que es la lógica formal, se
perdió en una serie de consideraciones estériles y difusas en torno
al ser en tanto que ser, que hicieron exclamar a Pitágoras: “No hay
nada real fuera de las matemáticas”.

Las escuelas iniciáticas del mundo antiguo, así como las


grandes religiones, hacen referencia a un hombre total del cual
cada individuo es apenas una astilla, un fragmento, una chispa
testimonio de una inmensa hoguera. En la antigua ciencia
talmúdica, la figura de Adán Kadmon hace referencia al hombre
cósmico, constituido por la suma de todas las almas de los
hombres. Jesús nos habla de la salvación del hombre como el
objetivo primordial de su reencarnación y Buda se niega a
abandonar el mundo hasta ver pasar hacia el Nirvana la espalda
del último hombre sobre la Tierra. ¿Que nos dice este mensaje?.
Resulta claro que la mayoría de los grandes sabios en la historia
de la humanidad han tenido como concepto común que el hombre
debía “salvarse” en su totalidad o no se salvaría, la felicidad y la
armonía social sólo puede ser una tarea colectiva y fruto de la
igualdad y la fraternidad.

151
1.1 LA ESCUELA PITAGÓRICA

Como antecedente remoto de una sociedad iniciática


encontramos a Pitágoras y los Pitagóricos: su fundador nacido en
la isla de Samos, que formaba parte de la “Magna Grecia”, en
torno al año 510 a.C, llegando a su plenitud intelectual según el
testimonio de Apolodonio sobre el 532 a.C. emigrando a otra
colonia griega establecida en la península itálica: Crotona.

Esta ciudad junto a Metapunto son los lugares donde se


desarrollaría su vida y su muerte, estableciendo en ambas sus
primeras comunidades de discípulos, creando un estilo de vida y
una forma de pensamiento común que ya hacia afirmar a
Herodoto:” no sólo existe el individuo Pitágoras, sino un
pensamiento y una manera de ser que recibe el nombre de él”.
Platón habla de los pitagóricos y de su fundador y cuando trata de
establecer y explicar las ideas de su maestro Sócrates presenta a
sus oyentes diversas opciones de vida contrapuestas sin omitir la
de la escuela de Crotona.

Para Pitágoras la metamorfosis del alma se realiza por


necesidad. Pero es también un producto de la libre decisión de
cada hombre. Es una tarea individual el comportarse de tal modo
que, al abandonar la vida terrena, pueda esperar la reencarnación,
volver a nacer en una forma más elevada. De este modo el
concepto de pureza es el eje vertebrador de la vida. La práctica
del silencio, la influencia de la música y el estudio de las
matemáticas se consideran valiosas ayudas para la perfección del
alma.

Es contrario a aceptar la imagen de los dioses que traza la


mitología clásica, especialmente en su vertiente determinista de
tuteladores de la conducta humana. Por ello, predica la existencia
de un solo Dios que mantiene el mundo unido en la justicia. Este,
no piensa de manera humana ni tiene su forma. Su cuerpo es una

152
esfera y su divinidad se manifiesta en la perfección del movimiento
circular de los astros.

En su pensamiento la religión y la ciencia no eran dos


aspectos separados y contrapuestos, al contrario, constituían los
dos factores indisociables para conseguir un estilo de vida
perfecto. En este sentido eran fundamentales los números, ya que
estaban considerados espacialmente: la unidad es el punto, el dos
la línea, el tres la superficie, el cuatro el volumen… Nada existe
fuera de ellos, pues todos los cuerpos constan de puntos o
unidades en el espacio. La Tetraktys o número sagrado era el 10,
o sea la suma de los cuatro primeros números enteros 1+2+3+4.
Este era un concepto básico en el juramento ceremonial pitagórico.

Su cosmovisión numérica les condujo al perfeccionamiento


del álgebra y de la aritmética, la clasificación de los poliedros
regulares, el teorema de Pitágoras y su corolario, la
inconmensurabilidad de la diagonal, del lado de un cuadrado y la
doctrina de la armonía de las esferas. También trataron de definir
los números perfectos, aquellos que son iguales a la suma de sus
divisores e idearon una teoría del universo en base a la esfericidad
de la Tierra que giraba igual que el sol en torno al fuego central o
corazón del cosmos identificado como el número uno.

Entre sus Preceptos de obligado cumplimiento destacan:

• Apártate de los caminos frecuentados y camina por los


senderos.

• Ayuda al hombre que trata de levantar su carga y no al


que la depone.

• No creas nada extraño sobre los dioses o las entidades


religiosas.

153
• Abstente de comer los seres vivos.

1.2 GNOSTICISMO Y LITERALISMO

Desde el inicio de la religión cristiana se produjeron dos


concepciones filosóficas divergentes que estaban condenadas a
enfrentarse: el movimiento literalista y el gnosticismo, este último
preconizaba que el verdadero iniciado cristiano debía experimentar
la gnosis (el conocimiento místico) a partir de un trabajo interior
previo, concepto equivalente al pulimento de nuestra piedra bruta,
este trabajo le conducirá a convertirse en un ser espiritualmente
superior, a imagen y semejanza de Dios.

Por ello, entendían que lo expresado en los Evangelios y


textos sagrados, eran herramientas conceptuales y alegorías que
necesitaban para su desarrollo y entendimiento de la guía de un
maestro espiritual, el hierofante, que permitirá bajo su tutela y
enseñanza alcanzar al acólito iniciado la sabiduría final, en cuyo
proceso sufrirá una muerte espiritual y una resurrección como un
ser radicalmente nuevo, mejor, superior, alejado de las
dependencias de la carne y cercano al espíritu puro.

Así los gnósticos distinguían entre los misterios externos o


ceremoniales, propios de las primeras etapas de la iniciación y los
misterios internos o espirituales de las etapas de desarrollo y
culminación del proceso de transformación mental, espiritual y
psicológica. Era una cosmovisión cercana al simbolismo y la
fenomenología, rica y compleja, que fomentaba la participación del
iniciado en su propio proceso de conversión.

Por el contrario los literalistas tenían una postura cercana al


positivismo radical, convirtiendo al iniciado en un sujeto pasivo de
su desarrollo espiritual, por otra parte impuesto e inexistente, que
se basaba en la aceptación ciega de un conocimiento revelado,

154
basado en la fe. Para ellos el contenido de los Evangelios y las
escrituras sagradas seleccionadas al efecto contenían dogmas
incuestionables que respondían a hechos históricos, proféticos o
revelados directamente por Jesús, como hijo de Dios
incontestables.

Como columnas dogmáticas de este pensamiento revelado


escogieron los cuatro evangelios, las epístolas, los hechos de los
apóstoles y el Apocalipsis, descartando los evangelios alternativos
(Maria Magdalena, Judas…) y los textos apócrifos, por
considerarlos confusos, heréticos y contrarios a la fe “oficial” que
querían imponer, ya que relataban hechos, pasajes y
acontecimientos contrarios, paralelos y no convenientes a su
reduccionismo homogenizador.

La gran aportación de los cristianos literalistas a un Imperio


romano fragmentado y agonizante parte del hecho de su propio
fundamentalismo de unicidad e intolerancia, complementado por un
afán evangelizador inexistente en el resto de religiones. El
emperador Constantino fue su gran valedor, ya que vio en sus
principios el vehículo ideal para cumplir el último de los grandes
objetivos que pudieran detener la caída de su reino. En este
sentido la religión cristiana completaba una triada, ya que si la
unidad política se había conseguido concediendo la ciudadanía
romana a todos sus súbditos y la unidad lingüística a partir del
emprerador Caracalla se cumplió con la imposición del Latín como
idioma oficial, faltaba la unidad religiosa.

Por ello convoco en el año 325 de nuestra era el Concilio de


Nicea donde proclamo como religión oficial de Roma a la corriente
literalista del cristianismo dándoles el soporte político y militar
para acabar con los paganos – todas las otras religiones- y los
gnósticos. El 16 de julio del 391 el emperador Teodosio dio un
paso más en esta línea al publicar un edicto mediante el cual
ordenaba cerrar todos los templos paganos y “Quemar todos los

155
libros hostiles al cristianismo para evitar que despierten la ira de
Dios y escandalicen a los fieles”.

Su cumplimiento represento la destrucción de más del 80%


de todos los libros existentes, el 20% restante, los aparentemente
menos peligrosos para la ortodoxia oficial, encontraron refugio en
los conventos. El legado greco romano se conservo en Oriente
gracias a los califas Omeyas, también en parte a los judíos, y no
se recuperara en Occidente hasta que la Escuela de Traductores
de Toledo lo rescata y difunde en parte.

Firmico Materno, astrologo del S-IV en su obra De errore


profunum religionum escribe: “Dios ordena que no se perdone ni
a hijo ni a hermano, y dirige la espada vengadora que atraviesa los
amados miembros de una esposa. A un amigo también lo persigue
con gran severidad, y todo el pueblo es llamado a las armas para
desgarrar el cuerpo de los sacrílegos. Dios ordena destruir incluso
pueblos enteros si cometen dicho crimen”.

El campo estaba abonado para la aparición de un inmenso


aparato represor político, militar y religioso dirigido en primer lugar
contra los gnósticos, paganos y los propios grupos cristianos que
se alejaban del literalismo y eran acusados de heréticos, para
posteriormente enfrentarse contra los judíos, moros, apostatas,
científicos, templarios, cataros, valdenses o cualquier otra forma
de pensamiento alternativo disidente, sistemáticamente catalogado
como herético y producto del diablo.

I.3 LA FILOSOFIA TEMPLARI A Y SU INFLUENCIA EN LA


MASONERI A

Los Templarios fueron en sus orígenes unos genuinos


representantes del fundamentalismo literalista cristiano. La orden
se fundó en el año 1118 de la era cristina en la mezquita de Al

156
Aksa de la conquistada Jerusalén en el marco de la primera
cruzada. Las normas de la orden las escribe Bernardo de Caraval y
las titula ELOGIO DE UNA NUEVA MILICIA. En el Concilio de
Troyes (1128) el Papa Honorio III aprueba la orden y concede a los
caballeros su característico manto blanco como símbolo de
“pureza”.

El Papa Inocencio III les permite disponer de los botines de


guerra y el privilegio de rendir cuentas directas a su santidad, así
como de la exclusiva de la custodia de los santos lugares y los
caminos de peregrinaje. En los primeros años la orden no pasó de
tener unos 300miembros, llegando a los 9000 a principio del XIII y
a finales alcanzaron la cifra de 15.000, lo que, teniendo en cuenta
que cada caballero se acompañaba al menos de un caballerizo y
un sargento hace que su número total no bajara de 50.000.

Fueron los precursores de la banca y llegaron a acumular


fabulosas riquezas mediante la mediación, la contratación, el
crédito y el monopolio. Fueron unos grandes constructores que
iniciaron en Europa el arte gótico, llegando a tener 18 fortalezas
en Oriente (las más destacadas: el Krahn, Athil, Chateau Perelin,
Beaufort, Castillo blanco y Safita), donde entablaron contacto con
gremio de constructores del Imperio Bizantino, la Fraternidad de
los hermanos de Oriente, herederos de la Escuela de Atenas, de
ellos y de los gremios de constructores franceses (masons)
efectuaran una síntesis de sus ceremonias y ritos iniciativos
creando la primitiva masonería operativa.

Fueron regiones templarías en Oriente: Jerusalén, Trípoli y


Antioquia y en Occidente: Francia, Inglaterra, Poitou, Provenza,
Portugal, Hungría, Aragón y Pouilles. Desde la primera cruzada en
1096 hasta la pérdida de la plaza de San Juan de Acre, el 18 de
mayo de 1291, transcurrieron 185 años de ocupación que habían
transformado a la orden en gnósticos. constructores, navegantes,
alquimistas, cabalistas, cartógrafos, banqueros y místicos.

157
Mucho se ha teorizado sobre su contacto con el Islam y su
parecido tanto en la vestimenta como en su organización interna
con el grupo de los Ismaelitas. Éstos se dividían en dos grupos los
assassim de donde procede el término asesino, que constituían su
rama militar, bajo el mandato de Asan Sabah. Que sometió al
terror a buena parte de las monarquías cristianas y musulmanas de
su época, exigiéndoles un fuerte tributo anual para garantizar su
seguridad y si este no era satisfecho enviaba a uno de sus acólitos
para atentar. La mayoría de las veces con éxito, contra el monarca
que se negaba a satisfacer su óbolo.

Otra rama era la denominada Karmatas que constituían una


especie de corporación de artesanos seguidores de una doctrina
hermética neoplatónica. Ambas ramas tenían una organización
idéntica a la de los caballeros templarios. Los assassim utilizaban
el mismo gorro frigio de color rojo que ya se usaba dos mil años
antes en los cultos ascentrales de Mitra y Cibeles, y una
vestimenta roja y blanca idéntica a la templaría. Todos ellos
buscaban el misterio interior trabajando su piedra bruta,
practicaban la alquimia y eran grandes constructores y excelentes
canteros llegando a perfeccionar las técnicas de la bóveda y el
arco.

La casa central del Temple en la ciudad de Paris se convirtió


en el centro económico de Europa, buscaban el poder absoluto
uniendo lo material y lo espiritual, sus principios filosóficos
entroncan con la tradición hermética egipcia; en la que se afirma la
unidad de todos los dioses y todos los mitos. Definitivamente
orientados al gnosticismo su doctrina filosófica se basaba en tres
principios: la intuición, la contemplación y la acción. La batalla
externa esta relacionada con la batalla interna: morir y renacer a
un nuevo espíritu iluminado. No son los primeros en hacerlo, otros
grupos de místicos-guerreros se basaran en los mismos principios:
los samuráis y su código de bushido, los guerreros de Zoroastro o

158
los adeptos a Mitra trataban de aprender acerca de su lucha
interior en base a técnicas guerreras externas.

Los templarios tuvieron además un estrecho contacto con la


orden de los drusos, que practicaban un misticismo mezcla de
judaísmo, cristianismo e islamismo chiíta; y con la orden de Amus,
una especie de ermitaños impregnados de gnosis alejandrina.

Al igual que en los misterios paganos, los templarios tenían


cuatro grados de iniciación que se correspondían con los cuatro
elementos básicos: tierra, agua, fuego y aire. Antes de entrar en la
orden interior de los iniciados, los candidatos se sometían a un
periodo de prueba que duraba de dos a tres meses, donde
realizaban los trabajos más serviles y repulsivos. Después se
iniciaba la preparación para la ceremonia iniciativa siendo
encerrados durante horas en una celda en oscuridad y ayuno.

Más tarde tres hermanos templarios acudian a preguntarles,


tres veces, si persistían en demandar su entrada en la milicia. Si
se ratificaban eran conducidos a la capilla ante los doce miembros
del Capitulo, quienes les instruían sobre los objetivos filosóficos
de la orden: rehuir y abandonar los pecados mundanos, servir a
Dios, hacer voto de pobreza y practicar la penitencia.

La siguiente fase de la iniciación estaba constituida por el


interrogatorio individual, donde se pretendía conocer las
motivaciones reales y profundas del aspirante para ser miembro de
la orden. Le hacían jurar sobre el evangelio de Juan (rechazando
el resto de evangelistas, y escogiendo al más gnóstico de ellos)
que no tenia esposa ni prometida, que no era monje o clérigo y que
no tenia compromiso con ninguna otra orden militar, también
hacían juramento de respeto a la jerarquía, pelear en el combate
con todas sus fuerzas, no convertirse a ninguna otra religión y
permanecer castos. Por último llegaba el discurso de acogida por
parte de maestre que presidía la ceremonia y el nuevo templario

159
permanecía en pie donde recibía el aliento en la boca del
presidente y el capellán y el abrazo fraternal del resto de
asistentes a la ceremonia.

Las élites de los caballeros templarios estaban organizadas


en tono a un círculo interno restringido conocido como los hijos
del valle. Este grupo poseedor del poder interno de la orden y los
más altos grados basaban su filosofía de trabajo, al igual que la
iglesia bizantina, en la gnosis sanjuanista, afirmando que en
realidad Jesús nombro como sucesor suyo en la tierra a Juan y no
a Pedro como afirmaban las tesis literalistas de la iglesia romana,
esta cuestión aparece claramente reflejada en los evangelios
gnósticos hallados en el 1945 en Naga – Hamaldi.

El sanjuanismo, como principal característica, da prioridad al


Espíritu Santo, frente al Padre y al Hijo. Los templarios jamás
veneraron el crucifijo, al igual que los cataros, pero si a la cruz
sola. Pues argumentaban que la imagen de Cristo crucificado
enmascaraba un simbolismo universal más antiguo y profundo: el
de los cuatro elementos primigenios. Por ello, los signos externos
que utilizaron los templarios, el primero de ellos, el bausan o
estandarte blanco y negro es de inspiración precristiana ya que se
encuentra también en los pilones de entrada de algunos templos
egipcios.

La cruz bermeja que podía ser paté o redonda con florones


es una variante de la cruz celta, símbolo solar que expresa fusión,
mezcla, amalgama, por lo que sus brazos son iguales y nada tiene
que ver con la cruz latina de un crucifijo. Un elemento singular es
el ábaco, símbolo del maestre templario, introducido por Beltrán de
Blanchefort, que fue el máximo dirigente de la orden entre los años
1156 al 1169, que es exactamente el mismo ábaco o báculo
pitagórico, utilizado por los maestros constructores como vara de
medición. El Temple simplemente le añadió su cruz.

160
Los colores utilizados por la orden son siempre negros,
blancos y rojos, que representan respectivamente la muerte, la
resurrección y el triunfo, y sus números secretos son el 3 y el 9,
los mismos definidos como sagrados por la Cábala. Prácticamente
en todas sus construcciones esta representada una T arqueada
concordante con la novena letra del alfabeto hebreo, que
representa a los nueve caballeros fundadores de la orden y es
también una representación simbólica de la serpiente, el color rojo
y Marte, el dios de la guerra romano.

Otro de sus símbolos característicos es el sello, en sus


varias formas. El más extendido era el que contenía gráficamente
a dos caballeros sobre un caballo, interpretado por los numerosos
enemigos de la orden como una constatación de tipo sodomita, en
realidad representaba la dualidad del bien y el mal, la materia y el
espíritu, el ying y el yang oriental. El sello más antiguo conocido
representaba la cúpula del Templo de Salomón y no del sepulcro
de Cristo como las tesis oficiales de la iglesia romana daba a
entender y un tercer sello perteneciente a los miembros más
selectos de los hijos del valle tenia en su centro representada la
figura de Abraxas como un cuerpo humano con cabeza de gallo y
dos serpientes por piernas es el demiurgo, la fuente del
conocimiento. Esta talla es atribuida a Basílides, uno de los sabios
más conocidos y representativo del movimiento gnóstico.

Esta muy clara la influencia de la filosofía templaría en los


objetivos de los rituales expresados en las constituciones que
regían la antigua masonería operativa que tienen como eje
conceptual común que el fin último de nuestro arte es conseguir el
perfeccionamiento individual. En un sentido clásico del termino el
camino de esta perfección concluiría con la consecución de la
télétê denominación iniciática vinculada etimológicamente con los
tres sentidos que justifican nuestro devenir: la propia vida, la
muerte y la perfección, ya definidos por el filósofo pitagórico
Plutarco. El propio Jesús de Nazaret utilizó en su labor

161
evangelizadora el concepto similar de téletos para exhortar a sus
discípulos a seguir un camino de perfeccionamiento personal que
les conduzca a ser “perfectos como vuestro padre que está en el
cielo”.

Los pocos documentos existentes sobre las antiguas logias


que erigieron columnas antes del S-XVII demuestran la presencia y
el uso en los trabajos masónicos de un simbolismo de oficio,
arquitectónico, geométrico y numérico que, teniendo por su
naturaleza conceptual un carácter universal, no se encuentra
ligado ni a una civilización o cosmovisión determinada ni a un
lenguaje hermético particular, permaneciendo independiente de
todo credo de orden político, social o religioso; es por esta razón
que el masón, de acuerdo con su ritual, no sabe leer ni escribir.

Aquí estriba una de las grandes diferencias conceptuales


entre la Francmasonería operativa y la posterior masonería
filosófica, que es necesario tener en cuenta para entender los
acontecimientos futuros que dicho cambio posibilitó. A modo de
ejemplo el diccionario de términos masónicos de Pianigiani afirma:
“El fin último de la Francmasonería es el perfeccionamiento de la
humanidad”; concepto que se ha impuesto de modo general entre
los profanos y una notable cantidad de hermanos en el arte.

Esta diferencia no es baladí (perfeccionamiento individual


versus perfeccionamiento universal), ya que establece un profundo
corte epistemológico entre las dos etapas de nuestra orden. La
Cosmovisión de la francmasonería operativa estaba profundamente
arraigada a una actitud personal de introspección y modelación de
la piedra bruta interior, por el contrario encontramos en la
francmasonería filosófica una voluntad expansiva y evangelizadora
no estrictamente relacionada con el marcado carácter de
modelación y perfeccionamiento individual reflejado en las pruebas
iniciáticas, los viajes simbólicos y el trabajo del aprendiz y el
compañero manifiestamente personal y no colectivo. El resto de

162
los hermanos de la logia pueden enseñarte el camino y darte
instrumentos para realizarlo, pero el viaje debes hacerlo sólo y no
hay dos viajes iguales.

En ese sentido contamos con una aplomación, reflejada en


un documento de 1509, que puede darnos una pista sobre las
cualidades personales y morales que se exigían para ser iniciado
en la orden, se trata de una carta escrita el 4 de febrero de 1509 a
Cornelius Agrippa por su amigo italiano Landolfo, donde le
recomienda a un futuro iniciado en estos términos: “Es alemán
como tú, originario de Nuremberg, pero que vive en Lyón.
Investigador curioso en los arcanos de la naturaleza (Agrippa era
experto en alquimia y la Cábala), es un hombre libre
completamente independiente de los demás, que desea a causa
de la reputación que posees ya, explorar también tu abismo.
Lánzalo pues para probarlo al espacio; y llevado en alas de
Mercurio vuela de las regiones del Austro a las del Aquilón, toma
también el cetro de Júpiter; y si nuestro neófito quiere jurar
nuestros estatutos asócialo a nuestra fraternidad”.

Del contenido de la carta puede deducirse que la condición


de hombre libre era un requisito imprescindible para abrir las
puertas del templo al neófito, tampoco aparece ninguna limitación
técnica para su iniciación, como seria el conocimiento de arte
arquitectónico, por lo que alimenta la hipótesis de que el neófito
parece ser un accepter Massons, que no pertenecía a ningún
gremio de albañiles de profesión sino era francmasón. La alusión a
los viajes iniciáticos y las pruebas a que deberá someterse permite
un paralelismo con nuestro ritual actual, diferentes
denominaciones pero igual sentido.

163
2. LAS CONSTITUCIONES DE ANDERSON :

“Y cuando tus hijos son enviados a los grilletes,


a los grilletes, y al húmedo sótano de penumbras sin
día su país vence con el martirio,
y el nombre de la libertad halla alas en todo viento”

Lord Byron, “Soneto a Chillón”

En el año 1717, se produjo un gran cambio en nuestra orden


con la Constitución en la ciudad de Londres de la primera Gran
Logia nacional en Inglaterra, y poco después Anderson. un pastor
protestante, redactaría las Constituciones, primer documento
filosófico – programático de la francmasonería donde se colocaban
a todas las grandes logias bajo la obediencia de la Gran Logia de
Londres y, si bien, teóricamente un taller podría conservar una
cierta autonomía o adscribirse a la obediencia de una Gran Logia,
en la practica sólo se consideran logias regulares o autorizadas
aquellas que, directa o indirectamente, son emanaciones o
derivaciones de la Gran Logia inglesa.

Las Constituciones de Anderson afirman explícitamente


que para ser iniciado y pertenecer a la francmasonería la única
condición imprescindible es la de ser un hombre libre. de
costumbres irreprochables y exalta, siguiendo la tradición
agnóstica, el principio de tolerancia de cada hermano con los
credos de los demás. Agregando una única condición: no ser un
“ateo estúpido”. Esta afirmación podría dar lugar a suponer que
la orden podría aceptar a un ateo inteligente, pero, para el
pensamiento de la época y de Anderson en particular ateo es
sinónimo de estupidez, maldad o ambas cosas. Siguiendo la
máxima clásica: “Dixit stultus in corde suo: Non est Deu” (El
estupido dice en su corazón: Dios no existe).

164
Las Constituciones, al contrario que el parecer general de los
profanos que , por mala fe, o desconocimiento nos define como
ateos y enemigos de la religión, consagran una francmasonería
teísta, ya que en su conjunto esta consagrada para la mayor gloria
del “Gran Arquitecto del Universo”, designación abierta y
universal que armoniza con el carácter del simbolismo de la
masonería operativa manteniendo un sentido preciso e inteligible
del creador, al contrario de otras designaciones utilizadas por el
catolicismo “oficial” ciertamente ambiguas o carentes de sentido
como las de “Nuestro señor” o “Padre de todos los hombres”.

La cualidad de hombre libre, como única condición exigida al


profano para ser iniciado o al masón para ser considerado como
hermano consagra el concepto de los Free Mason, personas que
pueden ser aceptadas en la orden sin pertenecer a una clase
social concreta ni esta relacionado con el gremio de constructores
de catedrales. También podía mantener su creencia religiosa,
social y políticas en libertad, este importantísimo cambio
conceptual explica la eclosión de nuestra orden en todo el
mundo al posibilitar su acceso a personas de buena fe, que
independientemente de su origen, condición social o creencias
aportaron sus conocimientos y capacidades en nuestro
desarrollo.

3. LA TRANSICIÓN A LA MODERNIDAD

Históricamente, el interés y la intervención de la


Francmasonería en las cuestiones políticas y sociales no se
manifiesta más que a partir del 1730, y únicamente en algunas
regiones europeas y en EE.UU, con la introducción y desarollo de
la Francmasonería inglesa, rompiendo las viejas tradiciones de la
masonería operativa, que tenían su razón de ser en la búsqueda

165
del perfeccionamiento individual y en la utilización de un
simbolismo de oficio, arquitectónico, geométrico y numérico, que,
teniendo por su naturaleza un carácter filosófico universal, no se
encontraba ligado ni a una cultura, clase social o estamento
determinados, permaneciendo independiente de todo credo político
y religioso.

Es en Francia donde aparece la primera ruptura de esta línea


de indiferencia i/o independencia de los fenómenos políticos y
sociales, coincidiendo al mismo tiempo con la floración de los altos
grados masónicos y el nacimiento de una filosofía racionalista y
agnóstica, claramente diferenciada de la línea excepticista y
pragmática de la Gran Logia de Inglaterra. La efervescencia de las
ideas representadas en el movimiento enciclopedista, repercuten
en la Francmasonería que recibe una entrada ingente de Freens
Masóns, preocupados por finalizar con el Antiguo Régimen basado
en la sociedad estamental y la monarquía absolutista.

Por primera vez, el interés general del Gran Oriente Francés


se dirige y concentra mayoritariamente en las cuestiones políticas
y sociales a diferencia de la francmasonería inglesa que se
presenta como una sociedad altruista y de pensamiento, al lado del
poder legitimo o legitimado. Es una ruptura ideológica que con
matices se mantiene hasta nuestros días.

Esta clara diferencia es perceptible en el análisis de las


causas y consecuencias de las revoluciones atlánticas (en EE.UU.
y Francia) ocurridas a finales del S-XVIII, que aunque comparten
una base filosófica común basada en las ideas ilustradas
desarrolladas en su mayoría por hermanos del arte franceses
como: Voltaire, Rousseau, Diderot, Marat, Danton… entre los más
destacados, presentan notables diferencias en sus causas,
desarrollo y resultado final.

166
La Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica se
inicia por una reivindicación pragmática de carácter económico: la
negativa a pagar impuestos y tasas a la metrópolis. Uno de sus
primeros actos de rebeldía conocido como la “fiesta del té de
Boston” fue organizado en 1773 por miembros de la logia de
ST.Andrew, que se reunía en la taberna del Dragón Verde de
Boston y contaba entre sus miembros a Samuel Adams y Paul
Revere dos de los padres de la futura constitución.

La revolución se desarrollo en un contexto religioso calvinista


– luterano y económico precapitalista exento de disputas
ideológicas internas, en una sociedad aglutinada bajo el lema de
“libertad” y “igualdad de oportunidades”. Su objetivo era separarse
de la metrópoli y desarrollar el sistema capitalista libremente, a
partir de un entorno económico expansivo y una sociedad en la
que la igualdad partía de la meritocracia basada en las
capacidades individuales, no del reparto de la riqueza ni de la
lucha de clases, por otra parte prácticamente inexistentes es una
sociedad de propietarios agrícolas, tenderos e industriales.

Finalizado el conflicto el marco político se configura en una


república presidencialista de democracia limitada y bicameral,
basada en el orden y el pragmatismo, sin propuestas utópicas y
con un marco jurídico exiguo ya que su documento fundacional,
que permanece inalterable hasta la actualidad, apenas esboza los
derechos individuales.

Por su parte la Revolución Francesa presenta una mayor


complejidad, a nivel filosófico e ideológico es un maremagnun de
propuestas, la mayoría de ellas, revolucionarias, utópicas e
inalcanzables en el contexto histórico en que se efectuaron. Se
produce varios niveles en el proceso revolucionario con objetivos
incompatibles e incluso contradictorios. Desde una revolución de
las clases desfavorecidas por pura supervivencia que mantiene un
carácter marcadamente medieval, a una revolución burguesa

167
contra el tercer estado en búsqueda de convertirse en la clase
social dominante, para finalizar con una lucha interna entre la
propia nobleza para acabar con la monarquía absoluta e imponer
las ideas propias de las monarquías ilustradas.

En el marco religioso, dentro de nuestro arte, se mantiene


una pugna interna entre una francmasonería católica y otra
agnóstica indiferente u opuesta a la religión a la que se considera
un lastre para el progreso, por ello, durante el conflicto no hay una
unidad filosófica y política ni en nuestra orden ni fuera de ella. Los
enfrentamientos entre hermanos son constantes y finalizan
frecuentemente en la guillotina y el destierro, lo que produjo que el
resultado final de la revolución francesa, tras un periodo de caos y
convulsiones, fue el Imperio Napoleónico, un sistema autocrático
como mínimo tan reaccionario como la anterior monarquía
absoluta. La única clase social favorecida fue la burguesía que se
apresuro a separarse de sus compañeros de revolución el
proletariado y que tras el breve paréntesis de la Reinstauración
creara repúblicas autoritarias, no dudando en dirigir sus cañones
contra el pueblo, “si ello era necesario para el mantenimiento del
orden”, en realidad de sus privilegios de clase. Si la revolución se
inicia bajo el lema masónico de “libertad”, “Igualdad”y
“Fraternidad”, finalizara bajo las consignas burguesas de “control”,
“propiedad” y “Laissez faire”.

Los sucesos ocurridos durante la Revolución Francesa


pusieron en guardia a las cortes europeas contra la
francmasonería. No es de extrañar pues en nuestras logias
encontraron refugio, aliento y fermento la mayoría de ideologías
extremas de la época especialmente entre los carbonarios,
pertenecen a esta rama de los hermanos del arte:

168
Etienne Cabet (1788-1856): socialista utópico, la obra
que mejor refleja su ideario es Viaje a Icaria, escrita a
imagen y semejanza de su antecesora Utopía de Thomas
Moro, para el: “La desigualdad es la base de todos los
males y esta tiene su fundamento en la propiedad privada
que debe socializarse, todos los bienes y los medios de
producción deben ser colectivos.

Louis Auguste Blanqui (1805-1891): de los 76 años de


su vida se paso 36 en presidio, creador del “blanquismo”,
en su obra más paradigmática Crítica social afirma: “De
un pueblo sometido durante el dominio de las fuerzas
reaccionarias, no se puede esperar que vote por la
verdadera libertad. La vía democrática no será favorable
para las masas hasta que tras un largo proceso de
educación adquieran plena conciencia de sus intereses”.

También creía que la emancipación del proletariado podría


conseguirse mediante una reforma gradual del Estado que aboliera
la desigualdad, la explotación, las crisis y el desempleo. Sus ideas
serán desarrolladas por Lassalle y la moderna socialdemocracia.

Buonarotti (1750-1837): participo con sus hermanos


carbonarios Babeuf y Marechal en la elaboración del
Manifiesto de los iguales (1796) considerado como la
primera declaración política comunista. Su principio
fundamental es la búsqueda de la igualdad real, como un
derecho natural de todos los seres humanos, diferenciada
de la igualdad impuesta por la ley. Establece como
máxima virtud el trabajo, los que no lo practican perderían
sus derechos políticos. Recoge la idea rousseniana de
que la causa de la desigualdad y de la opresión reside en
l desigual distribución de la riqueza.

169
Otros hermanos relevantes en su actividad política y revolucionaria
son: Cavour, Garibaldi, Manzini, Napoleón III en su primera etapa,
Simón Bolívar… la lista se haría interminable. Su nexo común, por
encima de sus aciertos y errores, son la defensa y desarrollo de
nuestros principios básicos de libertad, igualdad y fraternidad.

La respuesta de la Gran Logia de Inglaterra es la prohibición y el


rechazo a la intervención política directa de la francmasonería y el
acatamiento del orden interno de los países por parte de todas las
logias nacionales sujetas a su regularidad. Directrices rechazadas
e ignoradas por muchos de nuestros hermanos.

4. El positivismo: la miseria de la razón.

Había una vez, hace mucho tiempo, tal vez mañana, una
inmensa jaula de cristal donde se encontraban encerrados una
serpiente y un águila. Cada día se les suministraba una gran
cantidad de alimentos. La serpiente satisfecha le decía al águila
que no quería someterse a su destino: ¡Cállate ya!...No se porque
sufres; eres una pesimista, una soñadora y una rebelde sin
sentido. ¡Me aburren tus quejas!, ¿Qué es lo que te falta?, ¿Que
hechas de menos?: ¿La luz del sol acompañando tu vuelo?, es
molesta y quema, ¿El aire?, a veces es frió, o violento y te azota,
¿El inmenso cielo?, donde es fácil desorientarse, ¿La libertad?,
que quizás no sabrías administrar…¡Tonterías!; aquí se ve lo
suficiente para consumir todos los alimentos que no dan sin
esfuerzo y en cuanto a respirar, ¡me sobra todo el aire!.

Choca tus alas contra el cristal, rompelas, hazlas desaparecer y


renuncia a volar, y tu encontraras al cabo de poco tiempo que esta
jaula es el mejor de los mundos posibles. Durante un instante el
águila reflexiono, después contesto a la serpiente: ¡en parte me
has convencido!, seguiré tus consejos. Y elevando veloz vuelo se
lanzo contra la misma utilizando su acerado pico y sus garras para

170
destrozarla en un instante de suprema violencia, después,
procedió a devorarla… Fue su último alimento. Renunciando a
volar dirigió su mirada a las lejanas montañas, una inmensa
tristeza se apodero de su alma. Abatida por su destino se dejo
morir, según los poetas por amor a la vida, para los científicos,
tras una profunda investigación y una somera
autopsia…simplemente de inanición.

En la historia del pensamiento existen ideas y conceptos que


por su polivalencia, su ambigüedad y sobre todo su oportunidad,
se transforman en ejes vertebradores de cualquier teoría científica
o social. El S-XIX, consagrará dos conceptos que permanecerán
omnipresentes hasta la actualidad, el primero procede del campo
de las ciencias naturales, a partir de la obra de Charles Darwin El
Origen de las especies, se trata de la evolución. Según este
concepto todo los seres vivos y por extensión las sociedades que
los engloban deben evolucionar para adaptarse a las nuevas
circunstancias de la naturaleza. Sólo sobreviven los mejor
adaptados, consagrando el principio de que cambio: mejora.

El segundo eje conceptual tiene un origen más difuso,


relacionado con el termino anterior a través del progreso es el
concepto de modernidad, como compendio de todo lo avanzado y
deseable. Ambos provocan un profundo corte epistemológico
creando la cosmovisión de una sociedad en que lo nuevo debe
sustituir a lo antiguo. La ciencia y la tecnología serán sus caballos
de batalla, ambas liberaran al hombre de sus cadenas y le traerán
la felicidad a través del bienestar material, introducirán cada día
los alimentos necesarios en su jaula de cristal.

Dentro de nuestra hermandad se introduce la idea de que la


antigua masonería operativa ya no resultaba útil para hacer frente
a su “natural evolución”, En palabras del filósofo J.S.Mill; “La
máxima felicidad para la mayoría es ante todo una búsqueda
personal de lo útil”. Este pensamiento moderno desarrollado a

171
través del utilitarismo, el pragmatismo y el empirismo se
sustanciara en el positivismo, desplazando la idea platónica
desarrollada por una rica tradición filosófica que va desde Plotino
a Leibniz y Hegel de que: “El espíritu tiene necesidad de una moral
basada en el saber metafísico”.

El termino positivismo fue utilizado por primera vez por el


filósofo y matemático francés del S-XIX Auguste Comte.
Paradójicamente durante muchos años secretario de una de las
mentes más preclaras del Enciclopedismo francés, nuestro
hermano en el arte Saint Simón, pero la mayoría de los conceptos
positivistas se remontan al filósofo Ingles David Hume y al alemán
Inmanuele Kant,

Esta misma línea de análisis es seguida por filósofos como


Fouillé y Taine, que consideran que la cosmovisión positivista
tiene su raíz en el pensamiento anglosajón, ya que el primer rasgo
de la mentalidad inglesa calvinista-luterana esta constituido por el
utilitarismo. Para Taine, a partir del análisis de la obra del filósofo
Inglés Stuart Mills, son el pragmatismo y el utilitarismo los dos
ejes diferenciadores de la filosofía inglesa en comparación con la
francesa y la alemana.

Este utilitarismo junto con el concepto de progreso se propago a


todas las naciones más avanzadas convirtiéndose en el
abanderado de la modernidad, presentándose como una tendencia
“natural” en el desarrollo de las civilizaciones, que se dividen en
estáticas, opuestas al progreso y dinámicas, impulsoras del mismo.

Esta nueva corriente de pensamiento es abrazada con


entusiasmo por la burguesía como nueva clase dirigente en
Francia, Inglaterra y Alemania, ya que es útil a sus intereses, al no
ser una filosof ía especulativa consagra el principio de que cada
cual es lo que debe ser. Ya en Francia Raoul Frary hacia una

172
proclamación de los nuevos valores burgueses-capitalistas: “Lo
que importa en primer lugar es hacerse rico”

En su síntesis la filosofía positivista se basa en no admitir como


válidos científicamente otros conocimientos, sino los que proceden
de la experiencia empírica, rechazando bajo la premisa de lo que
no se ve no existe, toda noción “a priori” y todo concepto
universal y absoluto. basándose en los hechos y en especial los
científicos que, para ellos, son la única realidad existente.

Compte, pretende dar una base filosófica a la revolución


científica, social e industrial de su tiempo, a partir del análisis del
proceso histórico en clave evolucionista, estableciendo una ley
que denomino de los tres estados que regia todo el desarrollo de
la humanidad:

• Primer estado: Teológico, basado en la religión, a


partir de evolución de un fetichismo primitivo en que se
atribuyen a las cosas un poder mágico o divino
pasando por una etapa de politeísmo en la que se
crean multitud de divinidades y culminando en el
monoteísmo en que todos los poderes divinos queda
concentrados en un solo Dios.

• Segundo estado: Metafísico, basado en la Filosofía,


es una cosmovisión abstracta, crítica y de transición,
en la se siguen buscando los conocimientos absolutos,
e intenta explicar la naturaleza de los seres, sus
temores, su esencia, sus causas, no recurriendo a
entidades sobrenaturales. Si en el anterior estado las
explicaciones y las causas eran atribuidas a la voluntad
divina, aquí es la naturaleza, la gran entidad que lo
sustituye. Es un estado intermedio, una especie de
crisis de pubertad de la humanidad en el espíritu

173
humano, Compte lo rechaza por confuso y
anticientífico.

• Tercer estado: Positivista, es el único lógico, real y


definitivo. En el la imaginación queda subordinada a la
observación, la mente humana únicamente se atiene a
las cosas tangibles. El positivismo busca sólo hechos y
sus leyes y rechaza las causas. los principios de las
esencias o substancias, es la filosofía del dato
demostrable. Niega las necesidades espirituales del
ser humano ya que son sólo espejismos que distraen a
la mente, renuncia a lo que es vano intentar conocer, y
busca sólo las leyes de los fenómenos observables y
medibles.

El positivismo, se presenta como una reflexión sobre la


ciencia y por ello funda la sociología, agotada esta, no queda un
objeto independiente de análisis para la filosofía, sino ella misma,
por ello, se convierte en una teoría de la ciencia. El objetivo
inmediato de la filosofía como búsqueda de la verdad, es
desaparecer.

En el fondo el positivismo no es más que una filosofía


reduccionista y burda basada en un escepticismo dogmático. Ante
el intento del pensamiento metafísico de ordenar el caos y hacer
frente a los grandes dilemas del ser humano de un modo
sistemático, construyendo una cosmovisión basada en la duda, la
aceptación de otras realidades, la tolerancia y el afán de mejora
individual y colectiva, el positivismo es fundamentalista y literalista
ya que niega cualquier otra posibilidad de pensamiento alternativo,
no admite la duda y lo que no puede ver, analizar o conocer es
simplemente eliminado.

174
Para Leopoldo Alas “Clarín”: el resultado en el terreno de la
cultura es catastrófico, el positivismo acostumbra a la gente a no
reflexionar, a no profundizar en los temas”. En su deseo de no
hacer metafísica la mayor parte de los positivistas se transforman
en unos pseudo filósofos, tan aparentemente claros y llenos de
“hechos” que se permiten verter afirmaciones gratuitas, mediocres,
vacías, incompletas y reducionistas, de tal modo, que el triunfo de
sus teorías hizo que se consolidara una “miseria de la razón” sin
parangón en la historia del pensamiento.

5. Hacia un nuevo humanismo:

“La regla Áurea de la conducta es la tolerancia mutua


en ra zón de que nunca pensaremos todos de la
misma manera y siempre veremos la verdad
fragmentadamente y desde distintas perspectivas. La
conciencia no es una misma cosa para todos. Si bien
es una excelente guía para la conducta individual”

Gandhi

El positivismo, el progreso, la ciencia nos han presentado


sus hechos a través de una hoja de ruta llena de claroscuros, que
pese a sus indudables aciertos ha hecho pagar un terrible peaje:
Guerras, pauperismo, explotación, polución, contaminación… el
nombre de “esto es lo que hay”, debemos cambiarlo por “esto es lo
que debe haber”, bajando de su pedestal a unas disciplinas
“exactas” que son incapaces de vencer las enfermedades, saber lo
que hay más allá de la muerte, explicar la composición de la
materia gris del Universo (80% de su masa total), demostrar
axiomas matemáticos y geométricos que hace siglos que se les
resisten, entre otras bagatelas.

175
Una ciencia tuvo su paradigma científico durante el S-XX en
Einstein y su teoría de la Relatividad, indemostrable e
indemostrada empíricamente y en conceptos tan “concretos” y
“tangibles” como la relatividad del tiempo y el espacio, los agujeros
negros o los túneles del gusano. Una ciencia que sabe
empíricamente que para que se produzca una fusión nuclear es
necesario que un mismo átomo este en dos lugares a la vez y es
incapaz de explicar esa anomalía y ¿que es la antimateria? y como
colofón y símbolo máximo del cienticismo la Teoría del Caos en la
que se explica que “el orden es el caos y el caos es el orden”, todo
muy ordenado, preciso y “científico”. ¿Estos son sus hechos?, en
el fondo que son: ¿Científicos?,¿Metafísicos?, ¿Nigromantes?,
seguramente tan imprecisos como los poetas, los soñadores y los
utópicos, a los que no han escatimado su rechazo y desprecio.

“Mi cora zón lo desea todo, lo quiere todo, lo contiene


todo. ¿Que poner en el lugar de ese infinito que mi
pensamiento exige?”… “Es posible que no este
reservada la nada, pero hagámoslo del modo que eso
no sea justo”

Sénancou

Si debemos reconocer que el argumento positivista es válido,


y aún necesario en el mundo científico y académico, en cambio en
el ámbito de la filosofía masónica no solamente es inapropiado,
sino que no tiene cabida, si reflexionamos que la naturaleza de
nuestro arte no se fundamenta en el contorno de lo material y
empírico, sino en el de lo espiritual e interno. No es pues el
conocimiento del mundo exterior el objetivo prioritario de nuestro
método, sino justamente el mundo interior, ese desconocido y
particular universo en el cual entramo a través de la iniciación y

176
cuyos senderos, caminos y cuestas recorremos mediante la
reflexión, la duda y la tolerancia.

Por otra parte, es incuestionable que muchos de los


conceptos cuya realidad y análisis solo es posible en el mundo
metafísico constituyen un componente esencial en la vida y las
incertidumbres del ser humano. Pensamientos, nociones o
reflexiones en torno a Dios, alma, espíritu, trascendencia, fé, vida,
muerte, iniciación, vejez, entre otros hechos intangibles, intentan
dar sentido al gran misterio del simple devenir de la existencia.

La naturaleza y el objeto de estudio del arte masónico no


esta constituido por elementos del mundo natural, es decir,
susceptibles de un análisis empírico propio de las cosas
materiales. Ello seria contrario a la larga tradición simbólica y
esotérica de nuestro pensamiento, por ello, la experiencia
masónica no es posible que se desarrolle o explique a través de
postulados positivistas o científicos por que trasciende a ambos.

Nuestra filosofía no tiene como meta explicar las


contradicciones entre teoría y realidad, entre sujeto y objeto, sino
que en su conjunto conforman una autentica vivencia emocional
relacionada con nuestro mundo interior, personal y único, por ello,
existen tantas masonerías como el número de masones que
componen nuestra orden.

El interés y la originalidad de la Filosofía Masónica estriban


en su objetivo final de trascender lo material, es decir, el mundo
sensible y ubicar su objeto de estudio, reflexión y
perfeccionamiento en el mundo “sobrenatural” de sentimientos y
conceptos inaprensibles.

Aunque la masonería tiene como objeto de estudio las cosas


del mundo metafísico, como hasta aquí se ha explicado, no
significa que en su conjunto constituya una especie de entelequia,
ensueño, ilusión o utopía separada del mundo físico y refractaria a

177
los problemas de la sociedad, al contrario, aludiendo las palabras
de Ortega y Gasset, para la masonería: “nada de lo humano le es
ajeno”, por ello, su interés no estriba en la invención y
mantenimiento de discusiones bizantinas inocuas y exentas de
contenido ya que en sus cientos de años de historia ha
demostrado, por medio de la conducta de sus miembros, ha creado
y ha sabido actuar en beneficio de los grandes ideales
humanísticos que han permitido alcanzar una parte sustancial de la
independencia, libertad y progreso de los pueblos. El futuro tiene
muchos nombres, para los débiles es lo inalcanzable, para los
temerosos lo desconcertante, para los osados la oportunidad.

“La afirmación de Hegel de que “todo lo que es real es


racional, y todo lo que es racional es real” es orgullosa
y ridícula: si hubiera algo que comprender en el
mundo, seria Dios mismo quien lo consiguiera, y no
Hegel, ni menos aún un lector de Hegel. La conclusión
es que nadie puede saber el papel y el lugar que tiene
dentro del Universo. Hay que elegir valientemente y
obrar lo mejor posible”

Kierkeguard

* *

178
8.- UNA ETICA PARA MASONES

La concepción masónica del hombre impone la presencia de


una Ética particular, que matizada por su modalidad iniciática, se
la habilite para estar abierta a la T RAS C EN D EN CI A . Hasta el
momento no se ha investigado, no sólo sobre la naturaleza de la
Ética que conviene a la filosofía masónica, sino tampoco se ha
hecho respecto a un trabajo de investigación que actualice su
concepto y cree un nuevo paradigma de Ética impregnado por los
tres rasgos esenciales que caracterizan a la moderna sociedad: la
investigación científica, la comunicación y la libertad. Lejos
debiera estar el mandamiento del Antiguo Testamento organizado
alrededor del mito del árbol de conocimiento, y muy cerca
deberíamos colocar una Ética nueva, antropocéntrica, que
partiendo de la responsabilidad del hombre, quedase abierta a la
T RA SC E ND E NC IA para aquel que así lo decidiera. Con el escrito que
postcede, ensayamos desde Gran Logia de España, un concepto
de Ética nueva que pueda corresponder con propiedad al
significado de la Masonería actual.

PRIMERA P ARTE

ÉTICA EVOLUTIVA Y PSICOLOGÍ A

Se puede entender por Ética el conjunto de virtudes que


organizan la buena convivencia, como conciencia interiorizada de
normas que la Ética és. Cuando el Antiguo Testamento prohíbe al
Hombre comer del árbol del conocimiento, y le priva al individuo
que por sí mismo distinga entre bien y mal, marca la separación
entre dos tipos básicos de Ética, la normativa impuesta por los
dioses y la antropológica centrada en la conciencia individual del
hombre al que sirve. En diferente grado, Ética normativa fue la

179
aristotélica, la cristiana e incluso la entendida por moderna, la
denominada Ética civil. Todas ellas se imponen desde arriba,
sobre el Yo, literalmente como una instancia superyoica, y en
donde las personas somos un receptáculo sometido a obligación y
obediencia: esto es bueno y debe hacerse, aquello es
inconveniente, no debe practicarse, todo ello de acuerdo con el
mito del árbol, y lo divino como su único administrador. Frente a la
Ética normativa, se situa la basada en el conocimiento: esto es
conveniente porque así se deduce del análisis de la situación.

La Ética aristotélica se organizó en torno a las virtudes de


justicia, amistad, valor, equilibrio, respeto, sabiduría y prudencia.
La Ética cristiana se cimentó sobre el frentismo bien-mal, pecado-
virtud, verdadero-falso, absoluto-relativo, conocimiento-fe,
finalmente la Ética civil, que aunque de utilidad y nutridas de la
modernidad sus normas, no dejan de tener la naturaleza de
dictadas, para ser recibidas por un sujeto obediente. Frente a ellas
se sitúa lo que hemos denominado Ética antropológica, que al ser
antropocéntrica y enraizada en los avances de la investigación,
autoriza a la persona a constituirse como medida de sus cosas, no
en contraposición necesariamente con la trascendencia, ya que
ésta es en sí misma extracientífica (X. Zubiri). No creemos que
exista posibilidad de trascender sin lo ético, sí en cambio lo ético
sin la trascendencia, por lo que consideramos a la Ética como una
necesaria habilitación, un paso para la trascendencia.

El matiz diferencial entre el paradigma de Ética, el que se


impone a la conciencia de los individuos y la Ética decidida por la
conciencia individual o humanística, aquí la denominamos
antropológica, es que en la primera su contenido es la norma que
obliga; por el contrario, la naturaleza de la Ética antropológica es
el conocimiento a adquirir por parte del individuo, a través del
trabajo de elaboración y análisis a su cargo, en el marco de su
intimidad, como secreto personal, el cual nos permite
comportarnos éticamente en función de significados intransferibles:

180
"yo sé que he dañado a algo bueno, probablemente porque lo
envidiaba, y por ello tengo que repararlo", distinto a las éticas
normativas: "yo no debo atacar a nadie porque no responde a las
normas de amor al prójimo, dice la Ética cristiana, ni tampoco al
principio cívico de buena convivencia", reza la Ética cívica. El
cambio es sustancial, con la Ética antropológica el hombre vuelve
a ser su administrador moral, quien organiza su propia conducta, y
le habilita para la trascendencia, si así lo decide.

Modernamente la Ética ve agigantar su importancia. A


medida que el Derecho, la Religión y las fuerzas disuasorias
declinan su presencia, ¿Quién nos defiende del pequeño atropello
de cada día ,en una sociedad fría, libre y rica?, particularidades
éstas que califican a la nuestra. ¿Y quién nos protege del gran
desvalimiento e indefensión, del gran atropello?, sin duda la Ética,
¿pero qué Ética?. Decididamente la humanística y antropocéntrica,
que se enmarca en la triple revolución que define la modernidad: la
investigación científica, la comunicación y la libertad, sin duda una
Ética con una particular naturaleza, aquella con tal fuerza
arraigada en nuestra alma, que le permita adquirir el matiz de
insoslayable, aquella que hace que el juez se comporte
justamente, porque sí , no por el débil motivo de que se lo exigen
en su Escuela profesional, como un nuevo árbol del conocimiento,
razón que este sujeto podría burlar a la primera demanda política
que reciba, si es que su calidad personal plantea fisuras.

Dado que es cierta aquella afirmación de que la historia de la


Ética es Ética misma, para servir a una sociedad particular, la
Ética de hoy debe tener como referencia el actual Homo sapiens
sapiens, cuyo cerebro pesa un kilo más que el de nuestros
antepasados, el del chimpancé, que era de 400 gr., y el del Homo
sapiens, que pesaba sólo 800. En nuestro cerebro se ha
incrementado el número de neuronas y fibras de asociación,
aquellas en las que se basa la hominización. Se han multiplicado
hasta elevarse a trillones, y en donde el hombre, que sustenta esa

181
víscera enriquecida, ha pasado, de tener un funcionamiento
preferentemente emocional, creencial, mítico y onírico, a
comportarse de forma eminentemente racional, deductiva y
científica, propietario de sí mismo, libre, aunque continuando
abierto a la colaboración, y por supuesto a la trascendencia. Aquí
empieza a ser preciso el duelo, que algunos y algunas
instituciones por normalizarse, deben hacer por la pérdida de
poder sobre los individuos, duelo que como todos, implica dolor y
renuncia, por la cesión de territorialidad, que sin género de dudas
pueden volver a tener, pero cuando vuelvan actualizados.

Pero el paso del tiempo cronológico todo lo transforma,


especialmente dos hechos: la estructura de los organismos vivos,
en este caso nuestro cerebro, cada vez más evolucionado, y en
segundo lugar la transformación experimentada por la
investigación científica. Esta es la razón por la cual, a cada
instante de la Humanidad le caracteriza un determinado nivel de
maduración de los individuos, tanto de su cerebro como la forma
de manifestarse éste, la psicología de cada cual. Esta es la razón
por la cual es necesario pensar en un nuevo paradigma de Ética
que se adapte al desarollo evolutivo del cerebro del hombre, en
cada momento de su historia, es decir en cada uno de los niveles
de su maduración. Nada tiene que ver la naturaleza del hombre
cuando para éste regía el mito del árbol del Antiguo Testamento,
con los avances del cerebro actual, como mecanismo altamente
sofisticado ya. Por lo mismo, el hombre primitivo necesitó un Dios
en extremo temible y perseguidor, que invadiera sin reparo las
conciencias y les dictara; por el contrario, los actuales reclamamos
ser los propios organizadores de nuestro destino, afrontando la
cuota de responsabilidad indeclinable que nos corresponde, de la
que nos sentimos los únicos propietarios. Sólo a posteriori, y quien
así lo decida, negociará una relación particular con la
trascendencia.

182
SEGUNDA P ARTE

UNA ÉTICA P ARA UNA NUEV A MADUREZ CEREBRAL

De lo analizado en la parte precedente, se puede colegir que


la Ética es algo mucho más dependiente de lo que se pudiera
suponer, del momento histórico que se la considere. El aparente
carácter absoluto e intemporal de la Ética puede ser un mero
defecto al contemplarla. De esta forma el avance arrollador de la
investigación científica, en los últimos cincuenta años, hace que al
hombre le resulte imposible recibir cargas de profundidad desde
arriba, que no sean las de su propia decisión y conocimiento,
sencillamente porque nuestro cerebro ha madurado, porque
nuestra necesidad de tutela ha disminuido y porque nuestra culpa
la dominamos con las Instituciones que la sociedad pone a nuestro
alcance, los tratamientos psicoanalíticos entre otros.

Al ser la Ética una parte constitutiva de la naturaleza humana


que la soporta, a la que sirve y enriquece, necesariamente tiene
que estar influida por la subjetividad, la psicología, la relatividad y
la temporalidad del momento histórico al que sirve. De esa forma,
para analizar la naturaleza de la Ética hoy, es conveniente partir
de los avances psicológicos que son consustanciales con el
momento presente. Los organismos humanos nos regimos por los
dos niveles de nuestra naturaleza: el físico, el cimentado en la
moderna Biología molecular, como base del funcionamiento
cerebral, y el psicológico, el suministrado por la actual ciencia de
la conducta, la cual nos hace comprender cualquier fenómeno de
la mente, incluso el aparentemente más incomprensible. Debemos
por tanto eliminar a partir de ahora, el apoyarnos en hechos
creenciales de menor rango, propios del carbonero, no solamente
por incompatibles con nuestra capacidad de pensar actual, sino
porque aquellos incluso pueden llegar a ser intolerantes con el
desarrollo intelectual de ahora. El hombre ha pasado a ser, no sólo
propietario de sí mismo, sino aquel que gestiona sus valores y

183
rechaza cualquier Ética impuesta, aquella que no parta de su
propia naturaleza y libertad.

De acuerdo con el desarrollo de nuestro cerebro, tanto el


niño como los adultos, que siempre sufrimos vestigios obligados de
inmadurez, nos comportamos a veces como seres primitivos,
dependientes, egocéntricos, omnipotentes, y también con un Yo
dividido en dos mitades enfrentadas: lo bueno, que representa las
gratificaciones recibidas de nuestro entorno social, por otra parte
lo malo, derivado de las frustraciones que a diario todos sufrimos.
Bueno y malo, nada tienen que ver aquí con sentimientos de culpa
venidos del exterior o relacionados con trascendencias prohibitivas
al uso, sólo proviene de nuestra naturaleza humana. En una
situación, con vestigios de inmadurez como ésta, tendemos a
proyectar en los demás lo malo, que sólo a nosotros nos
concierne, pero como la operación de limpieza nunca es completa,
buscamos el perdón que nos lo facilita instituciones
profesionalizadas al efecto, que al tiempo que nos prometen
premios y bienaventuranzas de todo género, dejan al perdonado
dependiente de la instancia que lo perdona; la consecuencia es
inmediata, el incremento de los niveles de dependencia
innecesaria, que en sí misma es la definición de inmadurez. Aquí
comienza la posible manipulación, no por parte de ninguna
respetable institución, sino de determinados rincones humanos de
sus iglesias, más necesitados de un tratamiento psicológico, que
de purificar su alma o la de los demás.

Con lo bueno hacemos a la inversa, lo retenemos dentro,


hasta acabar incluso en la auto-idealización, en el Yo ideal de la
santidad andante. De aquí se deriva una primera conclusión,
impuesta por los avances de la psicología humana, a saber, que
todo aquél que patrimonializa el concepto de bueno y malo, está
usurpando algo que no le corresponde, y de lo cual sólo la
naturaleza humana es propietaria. De esta forma, y en base al
obligado residuo que a todos nos caracteriza de sufrir un

184
pensamiento inmaduro, mágico, mítico y emocional, surge por allí
la culpa, como fenómeno esencialmente humano, derivado del
daño que sabemos hemos hecho y que nadie nos libramos de
haberlo hecho, instante en que los profesionales del perdón,
aparecen entre bastidores para aliviar a los desprotegidos que se
presten. Para nada, nos referimos a ningún Sacramento en
particular, momento quizás, en que más útil sería una
conversación comprensiva sin hábito, que un perdón solemne y
con consecuencias imprevisibles.

En esta encrucijada los hombres tenemos cuatro caminos:


proyectar la culpa, como derivada directa de nuestra naturaleza
humana, en los demás, y a continuación destruirla para eliminar tal
sentimiento intolerable de pecado dentro de nosotros; una segunda
opción es atacarnos por culpables hasta el extremo del suicidio;
podemos también buscar el perdón, y la penitencia, que nos
conduce a reforzar la inmadurez, e inexorablemente la
dependencia de quien nos perdona; finalmente, tenemos la opción
de asumir la culpa como propia, reparar el daño hecho, entronizar
la Ética basada en el conocimiento de nosotros mismos, como
valor supremo de nuestra existencia, y sobre todo no buscar
penitencias, que no sea la de asumir la propia responsabilidad que
nos impulse a la reparación. Hagamos un apunte más para la salud
del concepto de Ética, nos referimos al de disociación mental:
consiste en el hecho de que aquellos individuos más inmaduros, o
tambien los más profesionalizados en la virtud, la patrimonializan
hasta llegar a la alienación, en base a la disociación dicha: yo soy
el bueno y te perdono a ti el ser malo, con lo que tu pasas a
depender de mí y a adorarme.

De lo dicho se deduce la necesidad de un nuevo paradigma


de Ética, quizás más evolucionada. En ella se propone se asuma:
que el pecado no está para perdonarlo, sino para reparar el daño
hecho con él, con lo que el sentimiento de culpa disminuirá de
forma más duradera que perdonándolo, conducta ésta que sólo

185
promueve la compulsión de repetición; que la virtud no está para
adorarla, sino para considerarla una fase dinámica de su contrario;
que el bien y el mal no son opuestos irreconciliables, sino
conectados e intercambiables dinámicamente; que lo verdadero y
lo falso son relativos a la circunstancia; que todos somos
diferentes y debemos amar nuestra diferencia; que el otro puede
ser mejor que yo; que el error es un habitante permanente de cada
cual, de cuya toma de conciencia se deriva la mejoría; que la
sacralización conduce inexorablemente al monopolio y a la larga al
dolor, y a la guerra, la Historia así lo enseña; que la omnipotencia,
colocada en el lugar que se coloque, sólo esconde angustia ante la
muerte y sentimiento de desintegración sobrecompensado;
finalmente, que la alianza con el bien puede enaltecer al mal.

De todo lo que se deduce que precisamos de una Ética


centrada en los avances de la investigación psicológica, biológica
y social, y que el hombre vuelva a ser el centro de nuestro
Universo, en un camino inexorable hacia su perfección, y en donde
la trascendencia pueda ser un viento a favor, y también un
objetivo, en el viaje decidido de la evolución. Una Ética donde el
mérito esté socializado, que pertenezca a todo aquel que decida
introducirse en la dinámica de su búsqueda.

* *

186
9.- LA VIA INICIATICA

Desde el punto de vista masónico, la Vía Iniciática es la


columna vertebral desde donde se desarrollan y expresan las más
singulares características de la masonería y que sin duda
impregna y condiciona el funcionamiento interno y externo de la
Institución masónica.

Se podrían exponer una serie pormenorizada de diversas


características y parámetros que exceden con mucho el presente
trabajo, por lo que pondremos especial atención en las más
preeminentes.

Una de las características principales de la Vía Iniciática y


que le da sentido al contenido de conocimientos masónicos de los
distintos ritos y grados, es que se compone de una metodología
precisa y antiquísima, que lleva al practicante masón a la
experiencia directa y personal de los contenidos y la totalidad del
camino masónico y no a la simple acumulación o colección
intelectual del conocimiento.

El conocimiento meramente expositivo, muy común en el


mundo profano, no es excluido aunque permanece en un plano
colateral y eminentemente útil, dándole al aprendizaje obtenido,
cierta consistencia convencional necesaria por otro lado, para
establecer el punto de contacto y comunicación imprescindibles
con el mundo profano y la sociedad en general.

De ahí la tremenda importancia del trascurso del tiempo y la


maduración psicológica, intelectual y espiritual del practicante
masón, así como la debida sintonización con el elemento más
profundamente trascendente que de forma natural, todo ser
humano posee y el cual en cierto sentido, debe redescubrir.

187
Otra de las características que cabría resaltar sobre la Vía
Iniciática y que se encuentra de forma entretejida en toda
manifestación masónica, es que prescinde en cierta medida, o no
depende taxativamente, de los acontecimientos históricos e
institucionales de una organización concreta, aunque para detectar
su presencia organizada, estas instituciones y sus acontecimientos
históricos sean en algunos casos, indefectiblemente necesarios.

Así pues, el tiempo ordinario o Cronos tiene una influencia


muy relativa e indirecta sobre la Vía Iniciática, estando ésta más
insertada de forma directa en el tiempo sagrado o Kairós y
necesitando por otro lado, por parte del practicante masón o el
colectivo masónico, que éste pueda establecer unos linderos que
delimiten un espacio sagrado o no ordinario, el cual estará
directamente relacionado con una transformación personal y grupal
de la consciencia, en la percepción del tiempo y el espacio
convencionales, ayudado todo ello por el rito, el ritual y los
símbolos.

La supervivencia al simple recorrido histórico de una


organización iniciática, lleva a muchos historiadores e
investigadores a la inexacta conclusión, que la Vía Iniciática no
pervive o sobrevive a las propias organizaciones, mezclando dos
cosas distintas (la Vía y su organización funcional), cuando lo que
realmente ocurre, es que su supervivencia manifiesta depende más
de los individuos con un alto nivel de evolución espiritual, que de
las estructuras que se puedan construir a su alrededor. Aquí
podemos descubrir la extraordinaria importancia de la Cadena
Iniciática y de cómo a través de la debida Transmisión Iniciática, la
propia Vía puede pervivir con y sin una organización estructurada
y visible.

La Vía Iniciática utiliza la Transmisión Iniciática, como una


pieza fundamental sobre la que rota a través de numerosas
dinámicas y procesos, tanto individuales como grupales y la cual

188
se puede dividir en tres aspectos fundamentales de capital
importancia:

1-La Transmisión del ritual.

2-La Transmisión oral.

3-La Transmisión del método.

La Transmisión del ritual

Todo ritual dentro de la Vía Iniciática constituye una


poderosa secuencia de símbolos que vehiculan la atención
consciente del practicante masón, desde los estados más
superficiales y fragmentados de su consciencia, a los niveles más
profundos de la misma, donde ésta existe en su estado no dual y
desde donde se experimenta de forma directa, sin subterfugio,
fabricación mental alguna o alteración directa o indirecta, la misma
trascendencia.

Por este motivo es muy importante no quedarse solo y


únicamente en la importancia gestual del ritual, sino en su
ejecución experimental, tanto emocional, intelectual como
espiritual. En este sentido, a los principios de ritmo, armonía y
belle za se deberán sumar, como características inherentes de la
propia transmisión y ejecución del ritual, las características de:
tiempo, orientación, cualificación, exactitud, impersonalidad,
número, secreto, transmisión, muerte iniciática, renacimiento y
trascendencia.

Cuando un grupo de Hermanos ejecutan o aprenden de otros


Hermanos como debe realizarse un ceremonia ritualística, en ese
mismo proceso no solo están enseñando a otros como realizar el
ritual, en su sentido simplemente imitativo, sino que deberían
enseñar desde un punto de vista vivencial e incluso pre-verbal, ya

189
que de esta manera se produce una transmisión más real, profunda
y efectiva precisamente, por lo que subyace en el trasfondo
simplemente gestual.

La ejecución rigurosa de un ritual masónico, implica el


trabajo integral y armonizado de toda la atención consciente,
distribuida a través de los gestos físicos ceremoniales, las
emociones vehiculadas, secuenciadas y adheridas por los
significados conceptuales, el conocimiento en su aspecto racional
y la sintonización del Ser y de su presencia y expresión
trascendente.

La Transmisión oral

Precisamente y sobre todo, cuando no se realiza un trabajo


ritualístico serio y profundo, se suele demandar con insistencia y
poner todo el esfuerzo de aprendizaje casi de forma exclusiva, en
un soporte escrito lo más variado y amplio posible, en forma de
libros, documentos, monograf ías, planchas, etc..

Siendo obviamente recomendable un soporte mínimo escrito,


ampliamente utilizado en el mundo profano, puede ocurrir en
algunos casos, que desgraciadamente acabe sustituyendo directa
o indirectamente la propia transmisión oral, la cual depende
especialmente de la experiencia masónica práctica y real del
masón que enseña y su conexión con la más profunda
trascendencia del Ser, utilizando el conocimiento escrito, de forma
puramente instrumental y vehiculadora, donde la sintonización de
la propia trascendencia del practicante masón es lo realmente
importante, adquiriendo entonces esta, una dimensionalidad y
relevancia de primer orden en su desarrollo, crecimiento y
evolución real.

190
Por esta razón, siendo la Vía Iniciática eminentemente
introductiva y no sólo expositiva (sin excluir al mismo tiempo la
necesaria exposición del conocimiento), se convierte en un camino
vivo y cambiante, poliédrico y flexible, que no relativista, dentro de
una estructura plástica y articulada, por lo que exige del
practicante masón, que haya interiorizado adecuadamente el
conocimiento adquirido, llegando a una experiencia directa de la
trascendencia y a una capacidad importante en saber comunicar y
transmitir a través de la palabra (y de su propio ejemplo en todos
los ámbitos de la vida), no su propia e intransferible experiencia
personal, sino todos aquellos parámetros y características que,
según las peculiaridades individualidades de cada masón, estos
necesiten conocer para saber desarrollar las potencialidades que
el método masónico ofrece, más allá del simple ritual escrito o su
ejecución puramente gestual.

Con la Transmisión oral se transmiten, junto a la palabra,


aspectos no verbales ni racionales que obligan a la presencia
física y comunicación personal, entre el Hermano que enseña y
quien recibe la enseñanza.

La Transmisión del método

Muchas veces se oye en masonería la expresión “debemos


interiorizar esto o aquello” y es cierto que con la repetición
sistemática y constante del rito y el ritual, se puede por simple
inducción, llegar a interiorizar algunos de los principios
subyacentes generales que existen en las alegorías y los símbolos
masónicos. Aún así, esto no es suficiente.

Se debe acompañar junto a la transmisión oral y ritual, la de


un método práctico que permita una clara aprehensión e
interiorización del conocimiento iniciático, el cual debe incidir de
forma simplificada, en cuatro grandes campos de acción: el

191
puramente iniciático-espiritual o trascendente, el intelectual, el
emocional y el gestual.

Así pues el rito y el ritual, forman parte del propio método de


asimilación, aunque trabajan de forma directa en el plano físico y
de forma indirecta en los demás planos o campos de acción.

Con la transmisión oral, se introduce al practicante masón en


otros niveles del propio método de asimilación, que le involucran
de forma práctica en como incidir directamente sobre sus
emociones y sobre sus conceptos, influyendo también de esta
manera y de forma más indirecta, sobre el plano de la simple
ejecución gestual de la correspondiente ceremonia.

Todos estos aspectos del método de asimilación, confluyen


de forma preeminente sobre el nivel o campo espiritual, creando un
impulso o dinámica que lleva a la propia atención consciente, al
plano de la más directa trascendencia.

El impulso y proceso de recorrido de la atención consciente


habitualmente fragmentada, dispersa e intermitente, sobre los
niveles gestuales, emocionales e intelectuales, vehiculado todo
ello por la propia estructura del rito y los Grados, permiten una
ingreso claro, definido y libre de cualquier instrumento mediador
(como por ejemplo el símbolo en sí mismo), en el nivel espiritual
donde el practicante masón, tiene la experiencia directa y no
limitada o soportada artificialmente, de la propia trascendencia del
Ser.

Con la estabilización de la experiencia y contacto con la


trascendencia, se produce la integración y extensión de la atención
consciente, de forma natural y no forzada, con todos los restantes
niveles apuntados anteriormente, consiguiendo una dinámica
integradora que trasciende entonces el ámbito puramente
masónico, entrando el masón en su vida diaria, en un nivel de
fraternidad práctica hacia otros masones, hacia la Orden, hacia

192
otros seres humanos y hacia la sociedad, mucho más potente,
eficaz, profundo y dinámico de lo habitual.

Los tres aspectos de transmisión apuntados anteriormente,


realmente y cuando son debidamente puestos en práctica y
dominados, forman un todo dinámico y armonioso que permite la
expresión operativa de la Vía Iniciática en el contexto masónico,
donde posteriormente, el rito y la propia institución masónica,
vehiculará y dará una forma más aprehensible y visible a la citada
Vía Iniciática, para los parámetros y códigos habituales que deben
manejarse en todo grupo humano organizado como la Orden
masónica y que finalmente, aunque sea de forma parcial, acaba
relacionándose a su vez con el mundo profano.

Una vez se establece la tremenda importancia de los tres


aspectos de la Transmisión apuntados anteriormente, podemos
establecer entonces, el Hilo de Ariadna que de forma prolongada e
ininterrumpida, construye una trayectoria no enmarcable en los
parámetros convencionales de tiempo y espacio: la Tradición
Única.

El concepto global que incluye tanto la propia Vía Iniciática


como todas sus variadas y enriquecedoras características, algunas
de las cuales ya se han apuntado anteriormente, quedan
resumidas y apuntadas por un concepto como el de Tradición
Única, donde la aparente diversidad, enfatizada y esculpida por el
momento y entorno sociocultural concreto, en la que aparecen de
forma visible y estructurada de forma superlativa diversas
organizaciones iniciáticas sin aparente conexión, tienen un claro
hilo conductor que depende en especial, no tanto de las vicisitudes
históricas de esas organizaciones como de la experiencia
concreta, metódica y real de la trascendencia del individuo o cada
uno de los componentes de una organización iniciática, hacia la
que la Tradición Única y por ende, la propia Vía Iniciática, apuntan
constantemente.

193
Todo tipo de expresión masónica visible, sea ritualístico-
gestual, organizativa o institucional que pueda haber existido a lo
largo de los tiempos, no tiene un valor independiente en el sentido
histórico ordinario, sino que adquiere su auténtico significado
cuando participa de una realidad que la trasciende completamente.

Así la propia Vía Iniciática nacería de una realidad metafísica


y absoluta a la cual el ser humano aspira a retornar, en el caso
masónico, a través de la iniciativa humana y la utilización de la
voluntad, la razón, la inteligencia y de todas sus capacidades y
potencialidades a todos los niveles posibles.

* *

194
10.- RITO Y RITUAL

RITUAL

Se entiende por ritual una conducta formal prescrita en


ocasiones puntuales relacionada con seres o formas míticas.

El símbolo es la más pequeña unidad del ritual que todavía


conserva las propiedades específicas de la conducta ritual.Los
símbolos son empíricamente objetos, actividades, relaciones,
acontecimientos, gestos y unidades espaciales en un contexto
ritual.

No se pueden analizar los símbolos rituales sin estudiarlos


en una secuencia temporal y su relación con otros
acontecimientos, porque los símbolos están íntimamente
relacionados con el proceso social y son fundamentales para que
la comunidad se ajuste a sus necesidades y perspectivas.

En este sentido, la simbología masónica se ha ido adaptando


a la evolución de nuestra propia obediencia.

La estructura y las propiedades de los símbolos rituales


pueden deducirse a partir de tres tipos de datos:

1. Forma externa y características observables,

2. Interpretaciones ofrecidas por los participantes en el


ritual.

3. Contextos significativos analizados por el observador.

Para E.Sapir en su obra Enciclopaedia of Socials Sciencies


(pp 492-493) hay dos clases principales de símbolos:

a) Símbolos referenciales: como la lengua oral, la


escritura, las banderas nacionales…son

195
predominantemente cognitivos y se refieren a hechos
tangibles y conocidos, se forman a través de una
elaboración formal en el terreno consciente.

b) Símbolos de condensación : están saturados de


cualidades emocionales, hunden sus raíces
profundamente en el subconsciente, individual i/o
colectivo. Impregnando con sus cualidades
emocionales tipos de conductas y actuaciones
aparentemente muy alejadas del sentido original del
símbolo, por ejemplo un partido de fútbol, un acto
político, una tenida.

LA FUERZA DEL SIMBOLO RADICA EN SU AMBIGÜEDAD Y


SU CAP ACIDAD DE GENERAR SENTIMIENTOS “A MEDIDA” EN
LOS QUE LO OBSERV AN O AN ALIZAN, DEBIDO A LA
MULTIPLICIDAD DE SIGNIFICADOS ATRIBUIBLES A PARTIR DE
LAS APRECI ACIONES PERSONALES.

RITO

Según el Diccionario Eciclopédico, se denomina rito (del


latín ritus) a un acto religioso o ceremonial repetido
invariablemente, con arreglo a unas normas estrictas. Los ritos son
las celebraciones de los mitos, por tanto no se pueden entender
separadamente de ellos. Tienen un carácter simbólico, expresión
del contenido de los mitos. La celebración de los ritos (ritual)
puede consistir en fiestas y ceremonias, de carácter más o menos
solemne, según pautas que establece la tradición o la autoridad
religiosa.

La palabra latina Ritus de donde se ha tomado la traducción


rito significa ‘una práctica’ o ‘costumbre aprobada’ o una
‘observancia exterior’. Vesio la deriva por transposición del griego,

196
de donde procede y significa literalmente ‘una senda hollada’, y,
metafóricamente, ‘una costumbre de larga duración’. Como término
masónico su aplicación es, por lo tanto, aparente. Significa el
método de conferir luz masónica por una colección y distribución
de grados. Es, en otras palabras, el método y orden observados en
el gobierno del sistema masónico.

El un sentido etimológico, la palabra rito, proveniente del


término sánscrito rita, está relacionado con la idea de orden,
siendo en realidad todo ritual verdadero una forma ordenada de
representar ideas, pensamientos y energías que a través del
propio rito se transmiten, conservan y mantienen vivos,
permitiendo a los que participan de la ceremonia la posibilidad de
ordenarse intelectualmente y sobre todo la de experimentar el
influjo espiritual que este ordenamiento simbólico y sagrado otorga
a los que son capaces de abrir su corazón y recibirlo.

Así pues, se llama Rito en Masonería al conjunto de reglas o


preceptos con los que se practican las ceremonias y se comunican
los signos, toques, palabras y demás instrucciones secretas. En
Masonería ningún Rito tiene supremacía sobre otro y si el Rito ha
sido reconocido, el hermano lo es de todos los Masones del
Universo. De la riqueza de ritos existentes nos ilustra el que El
Diccionario Universal de la Francmasonería, debido a Daniel Ligou,
que recoge 154 Ritos masónicos. Dentro de la abundante lista de
Ritos existente, en atención a la practica y uso cabria señalar
como los más empleados en los trabajos masónicos, el Rito
Escocés Antiguo y Aceptado, el Rito de Reconciliación
(Emulación), el Rito Escocés Rectificado, el Rito de York, el Rito
Misraim, el Rito Sueco ó El Rito de Perfección. En el ámbito de los
Ritos, se contemplan en cada caso diversos grados que son los
que definen el conocimiento. Todos los Ritos tienen en común mas
allá de sus procesos de iniciación particulares, sus juramentos,
simbología, toques y modos de reconocimiento, los grados

197
tradicionales, que constituyen la esencia de la masonería,
aprendiz, compañero y maestro.

Los Ritos masónicos, entonces, son sistemas organizados de


Grados, que pueden ser otorgados mediante ceremonias
ejecutadas en extenso, o bien de forma abreviada.

El sistema original de la Masonería Especulativa consiste


únicamente de tres Grados Simbólicos. Tal era la situación de la
Francmasonería en el año 1717, en el momento que se conoce en
Inglaterra como Renacimiento del Arte. Por consiguiente éste fue
el Rito original o práctica aprobada, y de este modo continuó en
Inglaterra hasta el año 1813, época en que se efectuó la unión de
las dos Grandes Logias, y en que “el Santo Arco Real” se declaró
que formaba parte del sistema. Pero en el continente europeo la
organización de los nuevos sistemas principió en una época
anterior, y por la invención de los que se conocen como grados
superiores se estableció una multitud de Ritos. Todos éstos están
de acuerdo con un Rito esencial e importante. Fueron establecidos
bajo la base de los tres grados simbólicos, los que en todo caso
constituyeron la base fundamental en la que fueron establecidos.

Podríamos entonces decir que la Masonería es ella misma un


rito, de ahí que también se denomine "la Orden", como sinónimo
del propio orden cósmico. Por esto mismo, en la Logia masónica
(imagen simbólica de ese orden) todo se cumple según el rito, y
todos los gestos y signos rituales realizados en el interior de la
misma han de ser considerados como lo que son: vehículos
transmisores de la enseñanza simbólica y de su influencia
regeneradora. Verdaderamente no hay mayor rito que la búsqueda
del Conocimiento, pues en ella el hombre encuentra el fundamento
mismo de su existencia. La Masonería dirige sus estudios y
docencia buscando el significado del simbolismo pero sin alejarse
de los valores y enseñanzas de las herramientas propias. Enseña

198
que el oficio de masón se desprende del uso e interpretación
exclusiva de sus símbolos tradicionales.

Uno de los temas que más importancia ha concedido la


Tradición Masónica es el del rito, como la forma transmitida desde
la antigüedad de sacralizar al tiempo y al espacio. Junto con el
significado esotérico de los símbolos constructivos, es la herencia
más preciada que hemos recibido de los antepasados. He ahí la
importancia trascendental que tiene para los masones. Y es por
eso que una de las obligaciones fundamentales que tenemos es la
de realizar el rito en forma perfecta y con un conocimiento cabal
de lo que significa.

Y este es otro sentido fundamental que tienen el rito y el


símbolo: que son actuantes; que producen un efecto en el interior
del hombre y que lo transforman permitiéndole el crecimiento
interior y el conocimiento de otras realidades de orden metafísico a
las que se llega gracias a la muerte del hombre viejo, profano e
ignorante, limitado por sus propios condicionamientos y prejuicios
y el nacimiento del nuevo hombre que la Logia da a luz

Otra característica del rito es que aumenta su fuerza por la


reiteración. Pero la reiteración del rito no es una repetición
mecánica, una especie de rutina o mera costumbre, pues perdería
su verdadero sentido, carecería de energía y terminaría siendo una
aburrida formalidad realizada por autómatas

El ritual es para nosotros el vehículo que nos conducirá a la


realización del Arte Real y al cumplimiento de la Gran Obra. Para
la Masonería, cada tenida se logra, mediante la realización
perfecta y consciente del ritual, En primer lugar el rito (como el
símbolo) es la representación de una idea y también de una fuerza
y una energía, que se esconde detrás de su apariencia formal. En
ese sentido, cada uno de los pasos, toques, señales, baterías y
palabras que realizamos y pronunciamos, tienen un sentido

199
esotérico u oculto que recordamos, vivificamos, y vamos
conociendo al practicar nuestra liturgia.. Por el contrario, el
verdadero masón hace de cada ritual una ceremonia nueva,
significativa y viva

* *

200
11.- EL SIGNIFICADO DEL

TRABAJO RITUAL

La precisión de los conceptos es lo que presta el aval de


calidad a la lógica del pensamiento, si éstos están bien
delimitados, el discurso se hace mucho más fluido. Sirva esta
introducción para remarcar lo importante que es para los masones
distinguir entre el concepto de Rito y Ritual, vocablos que usados
de manera intercambiable, introducen confusión y dificultan el
Trabajo masónico. Se debe entender por Rito una estructura
abarcativa, creada e influenciada en un momento dado de la
historia de una colectividad, en función de unas necesidades, con
unos objetivos y albergando unos contenidos. Se debe entender
por Ritual, el conjunto articulado de alegorías, simbolismos y
metáforas, expresadas ceremonialmente con orden y secuencia
coherente, todo ello posibilitado por el Rito que es la estructura o
continente que le alberga.

El Canonbury Masonic Research Centre define el Ritual, en


este caso, de la manera que sigue:

The ritual is a shared experience w hich binds the members


together. Its use of drama, allegor y and symbolism impress the
principles and teaching more firmly in the mind of each
candidate than if they w ere simply passed on to him in a matter
of fact modern language * .

• El ritual es una experiencia compartida que une a los miembros que lo practican. El uso que hace de
la dramatización, de sus alegorías y símbolismos tienden a imprimir los principios y enseñanzas en la
mente de los candidatos con mayor firmeza que si los transmitieran en un lenguaje moderno carente
de emoción.

201
De esta definición se deducen tres rasgos del Ritual
masónico como Institución: el Ritual como lenguaje; situarse dicha
lengua a nivel emocional, facilitando por ello la transmisión de los
mensajes, finalmente, el Ritual en tanto vehículo para el transporte
de los símbolos y secretos iniciáticos. Todo ello le hace pasar al
miembro que lo practica, de la oscuridad de la conciencia biológica
a la luz de la vida consciente. Se sitúa por tanto entre ser un
hecho físico y una realidad, que convenientemente decodificada,
cabe segregar de la misma la riqueza que precontiene, en espera
que para el practicante constituya una oportunidad para
conceptualizarla y pulir su persona, masónica y profana. Se sitúa
el Ritual en la intercesión entre lo protomental y la conciencia, por
lo que se le ha de definir como una Institución limítrofe, cuando se
manifiesta como tal, que desde lo puramente biológico o físico se
extiende a la más elevada trascendencia. De esta forma conviene
distinguir, como ya se ha hecho, entre Ritual, Rito e Institución, los
dos primeros ya los hemos definido, siendo la Institución la
organización civil, administrativa y estructurada de un grupo de
seres humanos, según las leyes de un país concreto, en este caso
poseedores de un Rito y practicantes de un Ritual, que tienen
presencia e inserción en una determinada estructura social.

El origen del Rito en la humanidad tiene un carácter mítico,


místico y mágico. Mítico porque el hombre tendía a concretar en
mitos sus verdades inmutables, verdades clásicas, las cuales
desde la más remota antigüedad se las dramatizaba, expresaba,
en forma de ritos. Como teoría del conocimiento, los mitos tienen
genéticamente el mismo nivel de conciencia que los sueños, de ahí
la necesidad de trabajar el Ritual como fuente de conocimiento
masónico, y al constituir esto un esfuerzo emocional y mental, es
la razón por la que frecuentemente el masón lo ataca de diferentes
formas: no aliarse con él, rechazar el diálogo con su contenido y
sobre todo no internalizarlo, se está indirectamente manifestando
la no identificación con la Orden y sus presupuestos.

202
El Ritual en general, tiene un cierto carácter místico porque a
los seres primitivos les inducía a entrar en una cámara muy
particular de éxtasis, adecuada para la comunicación emocional y
preverbal, y es este misticismo lo que colabora en parte a la
génesis de la fraternidad, especie de éxtasis y situación de
vivencia comunitaria, generadora de compañía, identidad y apoyo;
sin embargo, en masonería, al sumarse la razón, la experiencia
espiritual, el trabajo de la vía iniciática, aparece la conciencia
plena de la unión trascendencia-inmanencia que supera la simple
vía mística. Finalmente el Ritual poseía, en algunas culturas
primitiva, un carácter mágico porque a través de poderes ocultos y
supuestos, en nada verificables, el hombre buscaba apoyar su
débil y primera naturaleza humana. En masonería el Ritual intenta
entrenar al practicante a saber cambiar a voluntad el punto de
vista del observador, es decir la consciencia, bajo la premisa que
es el individuo y su interpretación de lo que percibe, quien crea lo
que él llama realidad y que por lo tanto, mediante el Ritual
transforma profundamente su visión de sí mismo, de los demás y
de la realidad, llevando esto a unas consecuencias individuales y
colectivas de gran alcance.

El Rito, por otro lado, le servía al hombre de continente que


le mantenía unido, frente a la tendencia a la dispersión de su débil
naturaleza, necesitada de una piel que le asegurara su unidad,
identidad y sentido de pertenencia, indispensable todo ello para
que naciera un primer esbozo de conciencia ordenada de sí mismo;
piénsese que el hombre es el ser que nace más desvalido de toda
la creación, que abandonado a sí mismo moriría indefectiblemente.
Es por ello el Ritual el primer lenguaje y continente que nos dimos,
por lo que es cierto que somos seres rituales, y que el Ritual,
como lenguaje, está constituido por el conjunto articulado de
actos, ceremoniales y conductas, que en su seno transportan el
significado de los símbolos que deseamos transmitir y que ya
tienen, los símbolos, la categoría de luz y conciencia, algo

203
esencialmente humano, frente al animal, que está
preferentemente, no enteramente guiado por ritos, sin embargo de
carga simbólica menos desarrollada, y por lo mismo de más
contenido significante-material que de significados-esencias..

Cabe una primera conclusión, que nuestro lenguaje verbal y


culto, anglosajón, latino u otro, es un Rito que transmite
conceptos, y que el Ritual, a su vez, es un lenguaje preverbal que
nos provee de símbolos, el primer lenguaje que se dio el hombre,
que le sirvió no sólo para comunicarse entre sí sino a su vez con la
divinidad. En la antigüedad existían tres tipos de ritos,
correspondientes a los tres tipos de actividad básica, a saber:
comunicarse con Dios, a través de ritos propiciatorios, como
primer esbozo de la conciencia de culpa, buscando en ellos morir
en acto de inmolación para obtener la salvación. Segundo, ritos
adivinatorios constituidos por el trabajo que los antiguos llevaban
a cabo para desentrañar los secretos de la naturaleza y de los
dioses, finalmente ritos del misterio a través de los cuales el
hombre transmitía secretos que sólo se podían alcanzar
adquiriendo un determinado estado de conciencia al entrar en una
determinada cámara física y mental, donde se recibía místicamente
los secretos de la iniciación.

La Humanidad, por tanto, más que dotarnos de ritos que nos


ayuden a comunicarnos, somos intrínsecamente seres rituales, con
tres rasgos compartidos entre nuestra naturaleza y el rito
propiamente dicho, su ritmo, la armonía y su belle za, comunes a
nuestra persona psicofísicamente considerada y al rito como
Institución: en primer lugar nuestra naturaleza es rítmica siendo la
muerte la interrupción de todos nuestros ritmos biológicos –ritmo
cardíaco, ondas cerebrales rítmicas, ritmo endocrinológico,
psicomotriz, generacional, etc.; en segundo lugar somos armonía,
equivalente a simetría, toda la envoltura o continente de nuestro
cuerpo, no así su contenido, es simétrica, equilibrada y
equipotencial; finalmente poseemos belle za, porque estamos

204
hechos a semejanza de la naturaleza que nos rodea y de la que
derivamos, depositaria de toda belleza. Ritmo, armonía y belle za lo
tiene que tener el hombre para estar sano, y el rito para estar bien
hecho. Cuando lo practicamos sin estas tres características
estamos atacando la línea de flotación del gran buque que es la
Institución masónica en su expresión organizativa, que es
esencialmente Ritual.

Pero si nuestra naturaleza es ritual y nos sentimos unidos


telúricamente a nuestra madre-tierra y a nuestro Rito estructura
sustentadora y coordinadora de nuestro primer lenguaje, ¿qué más
debería significar el Ritual?

Como todo lenguaje, tiene una parte significante, como


conjunto articulado de ceremoniales y otra de significados, los
simbólicos que el primero lleva en su seno y que los transporta
para ser transmitidos, habiendo entre ceremoniales y símbolos una
relación intrínseca, quiero decir significativa, no convencional * .

¿Y qué mensaje intrínseco puede proporcionar al hombre un


mero significante, el constituido por los ceremoniales o rituales
que constituyen Rito?. Bajo el vértice antropológico y guiado por el
Maestro secreto que todos poseemos, cabe proponer cuatro:

1. El Ritual representa a nuestra naturaleza más biológica, la parte


más protomental de ella, que aún no ha nacido al conocimiento
pero lo precontiene, de la misma forma que el embrión
precontiene a un hombre adulto y que en su inmadurez se guía
por reflejos y actos, vacíos de pensamiento, pero ya
perfectamente rítmicos, armónicos y bellos, ya que somos
nosotros en potencia. El Ritual es un proyecto preverbal de
significados y símbolos equivalente a la persona, que nunca

*
Se denomina relación intrínseca entre dos objetos la contraria a convencional o arbitraria. Intrínseca
implica que a ambos les une una relación causal o de significado: entre el aullido de un lobo y este animal
que lo profiere existe causalidad directa, no así entre el signo de prohibido el paso y la acción que
prohibe.

205
dejaremos de ser. En el Ritual, practicado con pulcritud, está
representado el funcionamiento de nuestra naturaleza biológica
y cuando deja de tener tales características, enfermamos o
morimos; es el caso del Ritual mal practicado que se convierte
en una madeja enredada. Esto es así, porque en nuestra
biología todo es cadencia y cuando descuidamos el aprendizaje
del Ritual, por falta de memorización de éste o cualquiera de la
amplia serie de negligencias en su práctica, se le vacía de
ritmo, armonía y belle za, y quien así actúa, está atacando el
Ritual, que más allá de un lenguaje, constituye, como nuestro
cuerpo, el continente que nos alberga, sin el cual nada somos.
Es nuestra piel, la parte más f ísica de nuestra existencia, pero a
la vez cargada protomentalmente de símbolos, dispuestos para
ser desentrañados con el Trabajo masónico y esto supone un
esfuerzo de cambio, renuncia, pensamiento y pulimento, que
podemos atacar, con su no aprendizaje ni comprensión de lo
que el Ritual precontiene, un ataque a nuestro ritual-cuerpo, en
una concepción somatopsíquica de nuestra antropología.

2. Es a la vez un continente, una piel social que nos une y nos


protege dándonos, como continente que es, apoyo, pero
también límites que nos facilitan la realización de nuestras
tareas; no existe cumplimiento de objetivos sin la observación
de límites, dentro de los cuales transcurre el trabajo. También
nos da sentimiento de “nosotros”, de grupo cohesionado y nos
proporciona apoyo, porque como piel que es, tiende a contener
nuestras turbulencias personales y colectivas,
proporcionándonos sentido de seguridad, equilibrio y paz
precisos. Lo dicho en el párrafo anterior, con respecto a la
pulcritud en la práctica del Rito, cabe extrapolarlo al montaje de
la Logia, con todas sus herramientas y vestimentas, porque de
su buena ubicación y articulación derivará la adecuación del
simbolismo que deseamos significar con su puesta en escena,
ya que la correcta organización del escenario forma parte

206
sustancial del contenido de la escenificación que se lleva a
cabo en él. El continente que constituye el Rito es el lugar del
que nosotros obtenemos conocimiento y al que nosotros vamos
a resolver nuestras dudas, por eso acostumbramos a decir que
en el Rito está el conocimiento masónico.

3. Nos da, en tercer lugar, una sensación de identidad y por ello


de ser más allá de la suma de miembros que lo practicamos;
nos erige en colectivo orientados a la realización de un proyecto
común, proporcionándonos una realidad social, que sin el manto
del rito no poseeríamos.

4. Pero como decía al principio nada de esto nos es dado


gratuitamente. El Rito nos coloca en una situación de riesgo,
nos desprovee de nuestras defensas profanas socializadoras
habituales y nos obliga a un contacto mucho más directo y
emocional. Esto facilita el bienestar, la introspección y en
definitiva la fraternidad, pero todo en el marco de una cierta
regresión emocional que nos hace más vulnerables y
fragmentables, extremo éste que deberíamos tratar con
exquisita inteligencia para mejor poderlo manejar y preveer las
consecuencias del Rito mal conducido, ya que el grupo
masónico puede producir, y de hecho produce, placer fraternal,
conocimiento iniciático y estímulo a la perfección, pero también
más conflicto, diferencial y comparativamente, con un grupo
profano, precisamente por enfrentarnos al esfuerzo de
decodificación, pensamiento y cambio en el camino hacia el
propio origen.

Frente a esta texitura se organiza una disyuntiva: bien asumir el


esfuerzo y la incertidumbre, buscando el conocimiento masónico
a través del trabajo, la introspección y el dolor propio de la
reflexión y pensamiento, o por el contrario, el ataque al Rito, el
refugio en el desconocimiento, compensado con arrogancia u
otras desviaciones, incluido el recurso a la búsqueda vana de

207
intereses materiales o políticos, perteneciente a una lógica
profana y errática.

EL VALOR FORMATIVO DEL RITO EN MASONERÍA

Cualquier docencia, la masónica incluida, tiene por objetivo


transformar a la persona que la recibe. A los Arquitectos,
Ingenieros, Médico, Abogados o Sacerdotes, se les suministra,
para llegar a serlo, tres elementos, contenidos de conocimiento,
herramientas o habilidades y actitudes o mentalidad. Al final de
este proceso debe haber nacido una identidad nueva. Así decimos
que esa persona, por su comportamiento, sin que conozcamos su
profesión, parece un Arquitecto o piensa como un hombre de
Leyes, e idealmente tendríamos que decir, también, que aquella
otra persona se comporta como un masón, por su actitud ante la
sociedad. Pero conseguir esta transformación requiere que medie
un proyecto docente que respete la libertad individual de cada
masón en la interacción del conocimiento recibido y su propia
decisión personal.

Toda docencia, la masónica también, se organiza en derredor


de cinco aspectos generales: una Filosofía educativa o creencia, la
que elijamos, unos Objetivos, una Metodología de enseñanza, unos
Recursos y un tipo de Evaluación de Verificación por la que
decidamos acreditar al candidato. Pero la docencia masónica es
algo muy específico, porque al Aprendiz se le incluye, desde la
ceremonia de la Iniciación, en un encuadre o setting, formado por
una Antropología particular, la masónica, un Rito y una
Dramatización particular, la Tenida, donde al Aprendiz Entrado se
le despoja, periódica y regularmente, de sus defensas profanas
para darle otras nuevas, las masónicas. Esto hace que esté
sometido a una situación peculiar, con unas fuertes emociones
subyacentes que es preciso conocer y manejar, nunca negar, y que

208
a su vez serán –estas emociones- el mejor instrumento
transformador de su naturaleza profana, porque es este estado
mental que se crea en este encuadre particular, la Orden, la
Tenida y el Templo, lo que le proporciona una mayor sensibilidad
al candidato para la transformación de su ser de profano. Es como
si a un estudiante de Medicina se le situase desde el primer día a
ejercer de ayudante del Cirujano principal, o al de Derecho se le
sentara junto al Magistrado para que participara en la sentencia.
Hablaríamos de una regresión por inmersión, libremente asumida,
base de la fraternidad y la transformación en masón.

Recordemos las emociones que experimentamos el día en


que atravesamos las puertas del Templo, que para la mayor parte
constituyó una turbulencia emocional. Estos sentimientos, que
siguen vigentes, son la base de la fraternidad, y lo que ha hecho
que tengamos, a partir de entonces, una segunda piel, distinta a la
profana, que se actualiza periódicamente, en tres niveles de
intensidad: su momento máximo es la Tenida, encuadre original y
distinto, donde observamos un Ritual, levantamos las adecuadas
barreras entre nosotros a través de unos modales, un tratamiento,
una economía de movimiento, un protocolo, el respeto a unos roles
y sobre todo el ejercicio de un Rito, y todo practicado con una
calidad que nos diferencia, con la consecuencia de situarnos en un
ranking, oficial y tácito, entre nosotros. El segundo nivel, el Ágape,
supone el “premio” al momento emocionalmente cargado que es la
Tenida y la primera muestra fuera de la misma donde compartimos
la fraternidad, uno de los principales frutos de un buen Trabajo
masónico; pero cuando salimos a la vida profana, tercer nivel,
continuamos siendo masones y se nos recuerda lo irreversible de
nuestra naturaleza cuando se nos dice que estamos “en sueños” a
quien abandona la Orden. Todo esto sitúa al masón en un
determinado estado mental, que produce y traduce nuestra
específica identidad.

209
El Rito en sí mismo y dinamizado por la vía iniciática, se
sustenta en el principio de transmisión, en tres áreas
complementarias: 1. La transmisión del Ritual: que no es sólo una
cuestión de imitar o teatralizar una ceremonia, ya que se debería
llegar a saber transmitir la estructura interna entretejida del propio
ceremonial. 2. La transmisión oral: en la masonería más antigua,
se hacía hincapié en la idea de no escribir, burilar o grabar ningún
ritual o elemento simbólico sobre el Arte Real, dando especial
importancia a la relación personal necesaria, entre el Maestro y
quien recibe la enseñanza, basándose entre otros muchos
parámetros en la comunicación verbal y personalizada. 3. La
transmisión del Método: obviamente aquí se refiere a la enseñanza
de un método de asimilación, es decir, un sistema o mecanismo
que nos permita asimilar desde un punto de vista espiritual,
conceptual, emocional y gestual todos los complejos efectos que
surgen en la mente por la interacción del ritual con la consciencia
o punto de vista del observador. Algo mucho más concreto y útil
que las tantas veces repetida frase: “deberíamos interiorizarlo”.

La potencia formativa del Rito tiene tres niveles evolutivos y


madurativos, en forma de una secuencia de aproximación, de
menos a más, en la relación que un masón establece con el Rito,
con una deriva inconveniente, la constituida por la relación no
adecuada entre masón y la Orden masónica.

El primer nivel está constituido por el encuadre que el Rito


supone para el masón, con un componente físico, formado
por la sinfonía de movimientos motores que forma su aspecto
más protomental, y un segundo componente, el simbólico,
consistente en las enseñanzas intelectuales y emocionales
que del Rito como significante emanan. La relación del
masón con el encuadre ritual, físico y simbólico, sigue el
modelo de alian za, ya que es una decisión intelectual que
debemos asumir libremente, para que la Orden masónica le
dé el permiso para entrar en ella. Cuando el masón renuncia

210
a este contrato virtual, por no estar de acuerdo con esta
realidad básica, se le debería invitar a la reflexión sobre su
sensibilidad precisa y específica para pertenecer a la Orden.

El segundo nivel en la carrera madurativa, hasta que el Rito


cumpla su función de convertir al profano en masón, una vez
establecida la alianza, está constituido por la relación
dialógica que se establece entre el Rito y la persona que lo
practica. El masón pregunta al Rito y le demanda que le
facilite sus significados, y aquel le responde
transmitiéndoselos. El camino operativo seguido, en este
nivel, es el modelo continente-contenido, o emisor que
suministra y receptor que se transforma a través de lo
recibido.

El tercer nivel y último, constituye la máxima aproximación


entre el Rito y la persona que lo practica, momento en que el
masón internaliza el encuadre, físico y simbólico, así como la
comprensión que se deriva de la relación dialógica. El Ritual
pasa a ser parte estructurante de la personalidad de quien se
decide someter a la experiencia, sólo entonces es cuando el
profano se transforma en masón, y el Rito alcanza su máximo
valor formativo, o de estructura que sostiene la esencia de la
nueva identidad alcanzada, convirtiéndose en masón, una
identidad esencialmente ritual, cargada de significantes y
significados iniciáticos.

Pero este proceso tiene una deriva, y merece enfatizarlo,


constituida por la mala práctica del Rito, que equivale a la
deficiente relación masón-Masonería, que debe de comenzar en la
aplomación y continuar en el trabajo de formación masónica,
practicada con una rigurosa metodología. Las consecuencias de
una relación parcial o defectuosa, entre el masón y el Rito
masónico, están constituidas por la detención del crecimiento de la
personalidad del masón, reflejado esto en una fraternidad

211
enfermiza y en una ilimitada secuencia de ataques, codificados o
no, a la Orden, que concluye en la ruptura, formal, o de hecho,
entre masón-Orden masónica. Capacidad memorística individual
aparte, cuando el masón encuentra dificultades en la
internalización y aprendizaje del Rito, se suele deber a ataques,
modelizados desde su interior, por defecto de alian za, diálogo e
internalización consiguiente, entre masón-Rito masónico, en el
marco de una relación ambivalente con él, conflicto éste para cuya
solución el único instrumento adecuado es la conciencia como
Maestro omnipresente y clave para el pulimento de nuestra
persona.

Si por un momento podemos sentir que nos estáis


preguntando que resumamos el significado del valor estructurante
del Rito en la formación masónica, contestaríamos: el Rito debería
ser la encarnación simbólica del Templo y su valor formativo cabría
hacerlo equiparable a la entrada en ese espacio esencial, así
diseñado, donde la identidad profana debería quedar mejorada por
el pulimento derivado del trabajo iniciático sostenido.

* *

212
12.- FORMACIÓN MASONICA

Muchos postulan que la Francmasonería es una institución


educacional sistemática que forma a sus aprendices, compañeros y
maestros con el instrumento que se denomina la “docencia
masónica”. Por tanto, hay quienes enseñan y quienes aprenden.

Pero para ser sinceros, si bien las oficialidades de las logias


se instalan sin problemas, ello no quiere decir que están dotadas
de los “instructores” que conduzcan, eduquen, y asistan a los
propósitos finales de la masonería en la propiedad que los ritos
necesitan. Estos “instructores”, son aquellos hermanos dotados de
profundos conocimientos, de persuasión, elocuencia, valor, sentido
de justicia, tolerancia y discreción que pueden estar en cualquier
lugar o grado en la Orden.

Para hablar de masonería, hay que saber de masonería y sus


fines; de sus declaraciones de principios, de sus constituciones.
Hay que saber de su historia y su implicancia en la historia de la
humanidad. Su pensamiento a través de los siglos y como ha
subsistido a las incontables persecuciones que ha sufrido por parte
de la intolerancia política y religiosa. Quienes tienen la
característica de “instructores” son quienes han descubierto el
sentido propio del concepto de las iniciaciones y su significado y
del mecanismo por el cual se produce el cambio substancial del
individuo profano, tras la experiencia de los rituales de iniciación y
exaltación en un iniciado real. Son quienes guardan
cuidadosamente los secretos que les han sido confiados. Son
quienes han huido de los dogmatismos y que tampoco hacen
alarde de los conocimientos que poseen. Quienes pueden hablar
con propiedad de “docencia masónica”, son quienes también en
propiedad la enseñan.

213
La docencia no es un simple listado de actividades y trabajos
que se desarrollaran a lo largo de un año de tenidas de
instrucción. La docencia masónica es la enseñanza de la
Tradición, que fuera transmitida a través de la Cadena
ininterrumpida de la Iniciación y cuya Doctrina se mantiene
secreta.

La docencia masónica, como escuela, tiene por misión la


formación de hombres conscientes de los ideales y principios de la
Orden. Para entenderla es imprescindible darse cuenta del valor
fundamental que tiene esta en la formación del masón. La
comprensión de la doctrina masónica no sólo proporciona a los
hermanos conocimiento, sino que los descubre ante si mismos y
sobre sus capacidades para entender los conocimientos de los
diversos grados, Ello se logra con el hábito de la lectura, con el
empuje investigador y creador, con la tenacidad en el trabajo, y
con el deseo sincero y abnegado de entregar a sus hermanos el
resultado de sus propias investigaciones.

Esta docencia debe desarrollarse a través de las Cámaras de


Instrucción, en las cuales se desarrolla el Programa oficial de
estudios de la Orden. En cada Respetable Logia simbólica debería
existir una Comisión de Docencia, presidida por el Venerable
Maestro e integrada por los MMII∴ cuya función en conjunto es la
de planificar, organizar y supervisar la docencia de los tres grados
simbólicos.

Podríamos decir que la docencia masónica:

Es la acción y efecto de enseñar masonería.

Es el sistema y método de dar instrucción masónica.

Es el conjunto de conocimientos, principios, ideas,


etc., que se enseñan a los iniciados en cualquiera de
sus grados.

214
Es la que se imparte en los talleres de instrucción y
en las tenidas de logia de instrucción

La que los hermanos mas adelantados, aun de un


mismo grado, dan a sus hermanos menos informados
y preparados para entender los conocimientos y
propósitos de la masonería.

Si una Orden no tiene un claro propósito, entonces no es


nada. Si una Orden ha olvidado los antiguos misterios, entonces es
solo un depósito vacío. Si una Orden no mantiene sus símbolos,
alegorías y leyendas, entonces ya no tiene nada que entregar a
quienes recibe en forma efímera en su interior.

Nuestra Masonería, la de G∴L∴E∴ es la que posee estos


tres aspectos:

1) Una filiación ininterrumpida.

2) Una doctrina tradicional.

3) Un método de realización espiritual.

215
13.- LA APLOMACIÓN

En terminología masónica internacional a la aplomación se


la llama interviu, la cual en todos los casos se lleva a cabo por una
necesidad práctica y con un beneficiario último, la Orden
masónica, en su deseo de seleccionar a nuevos miembros
provinentes de la sociedad profana y hacerlo con el mayor rigor
que quepa y con la intención última de que la persona buscada y la
seleccionada se aproximen el máximo en su identidad. La
aplomación es un acto de investigación de la persona que
aplomamos y requiere de una técnica para ser llevada a cabo,
tiene un objetivo, siendo preciso el desarrollo de una tarea para
cumplirlo, finalmente, la entrevista se realiza en el marco de un
campo o continente, en el que se mezclan las variables dinámicas
que lo componen. A su vez, la entrevista tiene unos contenidos,
unos posibles accidentes y unos complementos. Por último la
persona del entrevistador ocupa un lugar preferente, ya que su
salud personal, actitud adecuada, interés por lo que hace y
desinterés por la obtención de todo beneficio, es el eje sobre el
que gira el resultado, debiendo ser el entrevistador el que deba, no
el que quiera o lo solicite. La entrevista es una situación
privilegiada en la que observamos la vida del entrevistado que
transcurre delante del entrevistador, y si este último conoce la
técnica, le sirve para investigar el comportamiento y la vida de la
persona a la que observa, sin que el entrevistado tenga conciencia
plena de ello.

El acto de la aplomación es una investigación, porque a


diferencia de la anamnesis, en esta última el objetivo es extraer
datos sabidos por el entrevistado y que comunica al entrevistador
a preguntas de éste, por ejemplo, lugar de residencia o profesión,
en tanto en la investigación se han de aflorar conocimientos del

216
entrevistado, que ni éste ni quien entrevista conocen a priori, de
esta forma los datos extraídos son en buena medida nuevos, tanto
para el conocimiento del entrevistado como del entrevistador.

Se debe entender por objetivo, la selección de profanos


adecuados a los fines y naturaleza de la Orden, desplegado esto
en cuatro criterios de inclusión, todos ellos de obligado
cumplimiento:

Que en su personalidad reúnan las características de ser


Hermanos (ver documento II).

Que sean miembros integrados con suficiencia y equilibrio en


la sociedad profana, sin que hayan tenido ningún tipo de
confrontación en la misma

Ser personas cuya afinidad por la espiritualidad esté fuera de


cuestión, especialmente a lo que se refiere a los parámetros
constitutivos de la masonería, entre otros, trascendencia,
introspección, afinidad por el rito, esoterismo, simbolismo, y
en definitiva preocupación por el entorno, todo el derredor
del concepto de Vía Iniciática (ver documento IV).

Finalmente, ser individuos cuyo equilibrio personal esté fuera


de toda cuestión y refrendado, tanto por la entrevista
completada con un cuestionario de personalidad, como por el
paso de unas horas de Seminario informativo con el formato
de entrevista en grupo.

La tarea de la aplomación es cuádruple: escuchar, observar,


sentir e intervenir. La escucha debe ser empática y para serlo la
cualidad que debe demostrar el entrevistador es la concentración
en el trabajo que hace y su atención flotante, no dejándose
condicionar por lo que observa y recogiéndolo en su máxima
intensidad; se debe entender por el término flotante una actitud
abierta, por parte del entrevistador, para captar la globalidad no

217
filtrada de todo lo que escucha. Igual cabe decir respecto a la
observación, que debe recaer, tanto sobre lo que se dice o verbal,
como lo que se capta no verbal –tono de voz, compostura,
vestimenta, actitud física, semblante, etc.- . Se entiende por sentir
o vivir, recoger y analizar las emociones que nos despierta el
entrevistado, aquellos afectos que nos transmite, los sentimientos
de que nos inviste, las emociones que genera en el entrevistador,
debiéndose hacer por parte de éste las deducciones espontáneas
de lo que está suponiendo la persona del investigador para el
investigado –un padre, un jefe, un curioso, una madre, un amigo,
etc.-, todo este material habla de la personalidad del entrevistado,
ya que son proyecciones personales que éste hace sobre su
entrevistador. A su vez, éste debe codificar en su mente las
emociones y sentimientos que le despierta la persona a la que está
estudiando. A los efectos que en el entrevistado se generan hacia
el entrevistador, se le denomina transferencia, y a los que surgen
en el entrevistado hacia el entrevistado se le llama
contratransferencia. En la transferencia el entrevistado asignar
roles al entrevistador y se comporta en función de los mismos,
papeles que son muchas veces irracionales e inmaduros y que en
buena medida son la manifestación de resistencias y obstáculos
que opone al buen resultado de la entrevista. La
contratransferencia es el instrumento básico para conocer al
entrevistado, ya que de lo que siente el entrevistador hacia el que
entrevista se puede deducir la personalidad del entrevistado. La
contratransferencia tiene dos matices que se han de tener en
cuenta,

Que los aspectos que el entrevistador deja de explorar suelen


ser precisamente aquellos que a él mismo le producen más
rechazo y que por tanto los disocia de su mente y no los tiene
en cuenta (sexualidad, envidia, familia, o cualquier otro).

Que el entrevistado puede inducir en el entrevistador roles y


conductas que constituyen aspectos de la personalidad del

218
entrevistado y que si el entrevistador no es una persona
despierta, controlada y conocedora de la técnica, se puede
encontrar adoptando un papel no conveniente, por ejemplo, si
el entrevistado es una persona autoritaria induce este papel y
el entrevistador acaba asumiéndolo y comportándose como
tal.

Se denomina intervenir a la actuación verbal o preverbal que


el entrevistador lleva a cabo, cuya influencia en el entrevistado es
máxima, ya que en ese momento el entrevistador se incorpora,
como una variable más al proceso del trabajo, momento en que lo
que se está observando ya no es sólo la persona del entrevistado,
sino la relación entrevistador-entrevistado, como una totalidad,
por eso se dice que quien estudia a otro es un observador
participante y en definitiva lo que se está estudiando es una
relación, no un hecho teórico, metafísico u ontológico aislado, por
eso se dice en psicología infantil, que lo importante no es ni la
madre ni el bebé, sino la relación madre-bebé, cabe decir por
extensión la relación jefe-subordinado y cualquier otra relación.
Las intervenciones que puede llevar a cabo el entrevistador son:
animar a elaborar, estimular a comunicar, clarificar, confrontar dos
hechos emitidos, finalmente interpretar, como intervención del
máximo nivel y que requiere un entrenamiento depurado. Se ha de
tener en cuenta que toda interpretación fuera de contexto y
momento adecuado, puede resultar una agresión, por lo que se ha
de adoptar como regla de oro, que es tanto más necesario callarse
cuanto más fuerte sea la presión a interpretar.

El campo de la entrevista es el estudio topológico que


engloba a los dos participantes: el continente o encuadre, formado
por el conjunto de constantes –hora, lugar, duración, número de
entrevistas, etc.-, y el contenido o conjunto de variables dinámicas
que allí se deben de dar. El campo tiene un centro de gravedad
que siempre es el entrevistado, y si el entrevistador lo hace recaer
en él, es por problemas de su personalidad, especialmente

219
narcisismo no controlado, quizás no conocido, y que en este caso
supone la expresión máxima del condicionamiento y adulteración
de los datos que proporciona el entrevistado, en resumen, el actor
principal es el entrevistado. Cuando el encuadre, o conjunto de
constantes, varía y se altera a lo largo del proceso de la
entrevista, quiere decir que lo que son constantes se convierten en
variables, y lo que es encuadre o continente se transforma en
contenido a analizar, por ejemplo, cuando un entrevistado llega
tarde a la entrevista porque siente un rechazo interno hacia ella no
confesado, o cuando un entrevistador cambia el lugar de la misma
porque desea impactar al entrevistado al sentirse inferior a él, etc.,
en estos casos, el entrevistador tiene que pensar porque se están
produciendo esta conversión de constantes en variables, debe
analizarlas al objeto de disminuir al máximo la subjetividad y la
adulteración de los resultados.

Los contenidos de la entrevista están constituidos por las


variables dinámicas que allí se dan: transferencia y
contratransferencia, fenómenos preverbales, carácter del
entrevistado y del entrevistador, roles que mutuamente se asignan,
ansiedad como variable siempre presente y cuyo exceso o falta de
tolerancia, distorsiona el resultado, mecanismos defensivos contra
la misma, especialmente justificaciones o racionalizaciones,
proyección o culpabilización, excesivo formalismo para evitar la
emergencia de contenidos que no se desean afloren, simulación,
afectividad anómala como es la irritabilidad, apatía, negativismo,
silencio, actos paralelos que esconden una comunicación que no
se desea –por ejemplo, uso del inodoro más de lo esperado-,
cambio súbito hacia la no colaboración del entrevistado cuando
con más franqueza lo estaba haciendo, precisamente por temor al
mal uso de lo que comunica por parte del entrevistador,
malentendidos, tomar las cosas a la inversa, etc. Los posibles
accidentes son debidos a una conducción defectuosa de la
entrevista y a la mala utilización de los contenidos antes dichos,

220
especialmente en derredor del par transferencia-
contratransferencia.

Los complementos son en cualquier caso útiles, ya que


aportan la impresión que de sí mismo tiene el entrevistado, con el
único inconveniente de la simulación y disimulación, que si son
cuestionarios bien construidos, ya lo tienen en cuenta. Dentro del
concepto de complementos se engloba la entrevista en grupo, de
suma utilidad ya que proporciona unas variables hasta ahora no
estudiadas, el desenvolvimiento grupal del entrevistado, así como
el aflorar parte de su personalidad englobadas en la
multilateralidad que ofrece este formato. A la entrevista que hasta
ahora se ha estudiado se le llama entrevista abierta o no
estructurada. Se le denomina entrevista estructurada o
semiestructurada aquella cuyas herramientas para su confección
son los tests y cuestionarios de personalidad, tecnología ésta en
declive, que no sea como complemento a la entrevista abierta. La
entrevista debe ser completada con un cuestionario de
personalidad, no solamente válido y fiable en sí mismo, sino para
detectar aquellas conductas anómalas que con más frecuencia se
presentan en los profanos que llaman a las puertas de la Orden.

El entrevistador es una variable más del campo y de ella


depende la calidad de los resultados. Debe ser elegido entre
aquellos que no lo soliciten y que a la vez sean capaces de
hacerlo. Deben ser personas de suficiente equilibrio mental,
capaces de soportar la incertidumbre sin angustiarse y menos
mostrar angustia, y que se aproximen al entrevistado sin ningún
tipo de memoria sobre el mismo, ni deseo de conseguir un
determinado dato, menos si éste es para satisfacer su curiosidad o
algún beneficio personal. Debe ser persona con capacidad
empática y poder de analizar sus sentimientos
contratransferenciales hacia el entrevistado, detectar sus
disociaciones –no tener en cuenta partes perturbadoras de su
personalidad- y contradicciones –deseos contrapuestos acerca del

221
entrevistado-. El entrevistador debe tener en cuenta cinco
principios:

1. Lograr que tanto el entrevistado como él se sientan


cómodos.

2. Descubrir la ansiedad que el entrevistado tiene y sugerir


normalidad, relajación y confianza.

3. Convertirse en aliado del profano, destacándole el valor de


la introspección.

4. Demostrar pericia y conocimiento.

5. Insistir en que el acento del campo de la relación está en el


entrevistado, no en el entrevistador.

Es preciso insistir en el hecho que el entrevistador debe


tener presente la peculiaridad de los profanos que llaman a las
puertas de nuestro Templo, ya que junto a individuos que buscan
lo que la Orden les puede dar, se dan con suma frecuencia
motivaciones perversas contaminadas con todo tipo de patología,
especialmente personalidades narcisistas y altamente
psicopáticas, muy difíciles de diagnosticar porque se presentan
como tipos de conducta excelente, profana y masónicamente, así
como personas cargadas con núcleos psicóticos latentes –grave
inmadurez que alcanza la actividad delirante- y que por tener
escasa expresividad camuflan en la entrevista y los afloran una
vez dentro de la Orden, siendo ésta la razón más frecuente del no
adecuado nivel de calidad de nuestra fraternidad.

Pero desgraciadamente las recomendaciones que se le han


de hacer al entrevistador no acaban aquí, siendo una segunda
regla de oro aquella que aconseja que cuando el entrevistador
percibe en él mismo un sentimiento negativo hacia el entrevistado,
ha de pensar que se lo está transmitiendo, de forma intencional
aunque inconsciente, la persona a la cual está investigando, por lo

222
que no debe asumir ese error y actuarlo, sino comprenderlo y
analizar los elementos que lo promueven por parte del
entrevistado.

Finalmente, cualquier entrevista debe ser confrontada en una


reunión interjueces, donde se redactará el informe final, el cual
deberá tener unas partes y especialmente con atención a la
especificidad de la población entrevistada:

1. Datos de filiación.

2. Entrevista y número de ellas llevadas a cabo. Lugar,


“clima”, registros preverbales, etc.

3. Estudio detallado de la familia, relación del entrevistado


con ella, así como aceptación de la misma del hecho de
entrar en la Orden.

4. Contenidos, accidentes y complementos.

5. Descripción de la personalidad y su comportamiento


personal, social y profesional en la vida profana.

6. Conclusiones.

El último acto recomendado es que el entrevistador repase


con la entrevista que acaba de hacer, en este caso ya como un
observador no participante y que proceda a su crítica. Es
deseable que el grado de acuerdo interjueces sea el máximo
posible, al objeto de alcanzar buen nivel de fiabilidad del trabajo
hecho.

NO T A: el pr es e nt e es c r it o es t á r e d ac t a do c o mo d oc u m e nt o qu e s ir v e
es p ec íf ic am e nt e p ar a l a r ef l ex i ón mas ó n ic a . El m is m o t ex t o , a un q ue or ie n ta d o
par a la v i da pr o f an a, s e p ue d e e nc on tr a r e n l a p á gi n a w eb ww w. l am e nt e. es ,
ti t ul a do L A EN T R E V IS T A

223
A continuación ponemos a disposición de los HH∴ un modelo
base de aplomación asi como un cuestionario que debe rellenar a
mano el Candidato. Tanto uno como otro, pueden servir de guía a
la Aplomación:

A L∴ G∴ D∴ G∴ A∴ D∴U∴

R∴ L∴ S∴ ……………… nº ..... al O∴ de ……………

V∴M∴, QQ∴HH∴:
Por indicación de mi V∴M∴ acudo a la cita con un profano de
Nombre: ....................
Edad: ........ años
Casado/soltero, con .............................. y con ………..hijos
Profesión: ..............................................................................
Domicilio: ……………………………...........................................
Tel: particular ............................ Movil.: ............................
E-mail: ................................................................................
Esta (primera/segunda/tercera) aplomación, se realiza el día
........................., a las .............. horas, en .............................
Mi primera impresión, es que se trata de un hombre
………………………………………., interesado con la ampliación de
conocimientos.
Su situación familiar, es estable y consolidada, y. su mujer tiene
conocimiento del paso que esta haciendo.
Conoce que no tenemos traba alguna con la religión y la política,
aunque son temas que nunca tratamos en nuestra Orden, por lo
que me abstengo de preguntarle por su credo religioso y su
tendencia política. Cree en una fuerza creadora y yo aprovecho
para hablarle del G∴A∴D∴U. ∴
En cuanto a su interés por la Francmasonería, según me explica, le
viene de ………………………………………………....

224
Ha leído los siguientes libros masónicos:
………………………………………………………………………………
Me redacta el cuestionario de aplomación con rapidez, dejando
entrever que es un hombre de fuertes convicciones. De sus
respuestas extraigo lo siguiente: cree en la transcendencia del
hombre, cree en la tolerancia como la primera norma en toda
relación, que la disciplina debe aplicarse siempre desde la
comprensión, que la fraternidad ha de ser la primera norma a seguir
por los HH∴ y que la pena de muerte es una barbaridad. Es un
hombre demócrata, respetuoso del ordenamiento constitucional
vigente. Dice no ser racista ni xenófobo y me contesta
satisfactoriamente sobre el fanatismo, la fidelidad y la amistad, y
cree con firmeza en la ética. Respecto a la caridad, la practica
siempre que puede, a provecho para explicarle que con nosotros
tendrá múltiples ocasiones de practicarla.
Yo le informo sobre nuestro Rito y sus objetivos. Su información
sobre la Orden, como es natural en un profano, es escasa pero muy
favorable, dado que conoce las bases en que se fundamenta. En
cuanto a la Libertad, Igualdad y Fraternidad, que compartimos el
posee una fuerte creencia. En relación a las otras condiciones que
requerimos de todo profano para poder ser propuesto como
Candidato a la Iniciación en nuestra Augusta Orden, le explico el
concepto de ser un “hombre libre” y de “buenas costumbres” , y
según mi modesto parecer los cumple perfectamente.
El profano a través de una distendida y amplia conversación, da la
sensación de integridad moral, parece ser paciente y con mucha
ilusión, por lo que parece ser una persona con aptitudes para
comprometerse a la vida iniciática.
Mi conclusión en relación al profano, es que puede ser un elemento
válido para nuestra Respetable Logia, tanto por su voluntad y
predisposición al solicitar su admisión a la Francmasonería, como
por su imagen, cultura, comportamiento y forma de ser, pudiendo
encajar perfectamente en el contexto general de la G∴L∴E∴ y de
nuestra Logia en particular, a la vez que creo que posee las
facultades necesarias para poder entender el Arte Real.

En ……….......... a ……….de ............del 6.00…

EL APLOMADOR
225
CUESTIONARIO DE APLOMACIÓN

Le agradeceremos que nos comente, con la mayor claridad posible, su


pensamiento sobre las siguientes cuestiones:

1. ¿Cuál es su concepto sobre la creación?

2. ¿Cuál es su concepto sobre el principio de la divinidad?

3. ¿Cuál es su concepto sobre la trascendencia del hombre?

4. ¿Qué concepto tiene de la libertad?

5. ¿Qué concepto tiene de la igualdad?

6. ¿Qué concepto tiene de la fraternidad?

7. ¿Qué sabe y cuál es su pensamiento sobre la Francmasonería?

8. ¿Cuál es su opinión sobre la solidaridad?

9. ¿Cuál es su opinión sobre la pena de muerte?

10. ¿Cuál es su opinión sobre los derechos humanos?

11. ¿Cuál es su opinión sobre la nación ?

12. ¿Cuál es su concepto sobre la familia?

13. ¿Qué ha oído hablar sobre la hermandad entre los miembros de la


Francmasonería?

14. ¿Y sobre la obligación de ayudarse entre sí, que tienen los


francmasones?

15. ¿Qué es para usted la comprensión?

16. ¿Está usted dispuesto a ser comprensivo con los demás?

17. ¿Qué es para usted la tolerancia?

18. ¿Está usted dispuesto a ser tolerante con los demás?

19. ¿Qué es para usted la jerarquía?

20. ¿Está usted dispuesto a adquirir un firme compromiso con la Orden

21. ¿Cree usted que puede encajar en nuestra Augusta Orden?

226
14.- LA PIEDRA BRUTA
La Piedra Bruta es el material original, natural, con el cual
trabajaban los aprendices de constructores, procedente de las
raíces de la cantera, el cual debía ser modelado para servir de
base al edificio diseñado por los maestros y compañeros.

Simbólicamente, expresa dos perspectivas diversas, por un


lado, la naturaleza basta, tosca e imperfecta del profano; por un
otra, debido al su aspecto sólido y estable, la presencia divina,
justamente por ser considerada la materia primera de la naturaleza
y, por su carácter de indestructible. Gracias a su solidez y
estabilidad, refleja, más que otra cosa, la presencia inmutable de
Dios en el seno de la Creación. Y esto es precisamente lo que
hace que una determinada piedra sea venerada como sagrada. Es
el caso de los betilos-oráculos, que eran generalmente aerolitos, o
piedras "caídas del cielo", añadiremos que "betilo" procede de
Beith-El (que significa "Casa de Dios"), nombre dado al lugar
dónde Jacob repuso su cabeza y tuvo el sueño en el cual veía
descender y ascender ángeles por una escalera que unía el Cielo y
la Tierra (esta misma palabra, Beith-El, es convirtió posteriormente
en Beith-Lehem, o Belén, la "Casa del Pan", se designó la ciudad
en la cual debía de nacer Cristo, el Verbo descendido en el seno
de la sustancia terrestre).

Por este motivo hubo épocas y culturas donde estaba


terminantemente prohibido cortar los piedras destinadas a un culto
especial, pues estas eran consideradas como la expresión misma
de la sustancia (la materia primera) y virginal de la naturaleza
divina.

Pero este no es el caso de los templos que, como los


catedrales, necesitan para su solidez piedras completamente
talladas a escuadra y pulcras y trabajadas con la maza y el cincel.
La piedra ya no expresará esta virginidad, sino más bien el caos

227
amorfo del profano, que necesita ser ordenado por los regles y
métodos del Arte.

Para el pensamiento arcaico los piedras son seres vivos,


cargados de años y experiencia, capaces de hablar a ciertos
hombres, de antiguos secretos escuchados por ellas a través de
los siglos y que sólo transmiten a quienes abren los oídos más
internos y permiten la penetración de sus energías sutiles.

En la enorme variedad de sus tamaños, formas, calidades,


colores y grados de pureza, ellas son una sólida expresión de la
cosmogonía y de los jerarquías del Universo. Pudiendo servir al
hombre como apoyo y vehículo simbólico de conocimiento, y
también —igual que todos los símbolos sagrados— como
despertador de la conciencia y ordenador de la mente.

Siguiendo la máxima hermética que dice "lo de bajo es igual


a lo de arriba, y lo de arriba, igual a lo de bajo", podríamos afirmar
que así como los estrelles son el reflejo visible de una inteligencia
superior, del mismo modo, el reino mineral es la expresión
terrestre de estas energías celestes de formes pétreas que
maduran en los entrañas de la tierra. Constituyen todas ellas un
código simbólico y expresan un lenguaje mágico y sagrado que la
antigüedad conoció desde remotos tiempos.

Es sabido que ellas atraen determinadas energías, puesto


que sirven como altar y lugar de residencia de los Dioses; son
capaces de realizar milagros y curaciones, pues tienen
propiedades sobrenaturales, mágico-telúricas y simbólicas; desde
siempre fueron usadas como amuletos y talismanes, y, en muchos
casos, como oráculos a través de los cuales algunos pueblos han
forjado su destino.

El arte de desbastar esta piedra informe, es una labor que


debemos realizar con nosotros mismos, es una purificación y
regeneración total del alma, para que cada vez sea más conforme

228
al espíritu. En el intento de ir de las "tinieblas a la luz", de lo
individual a lo Universal, del caos al orden. Por esto el Aprendiz es
el artífice y el objeto de la Gran Obra o Arte Real y para que pueda
llevar a cabo tan digno oficio, dispone de dos útiles o
herramientas: la maza y el cincel.

El Aprendiz con coraje y amor, en una labor que requiere


paciencia y perseverancia, deberá picar armoniosamente la piedra
Bruta, gracias a la voluntad activa de la maza, en un gesto que
nace del corazón porque va en busca de la verdad, porque se
quiere conocer realmente a si mismo, gracia que le confiere el
espíritu. Y es guiado por la inteligencia del cincel, fuerza creadora
capaz de dominar los pasiones gracias al fuego interno del amor y
la voluntad, que concentra el golpe orientándolo hacia el lugar
apropiado. Para lo cual descenderá a las regiones más inferiores e
interiores de él mismo, separando lo más denso de lo más sutil;
sometiendo a todos sus "yos" individuales y dispersos para que
caigan por su propio peso, en una voluntad constante por "reunir lo
disperso", por restablecer el orden.

229
El Aprendiz debe reconocer que no sabe, que todo debe ser
aprendido, y tratará de vaciarse de todo contenido, ejercitándose
en la práctica del silencio interior, de la invocación y el estudio de
lo Sagrado, abriéndose así a un estado receptivo del alma porque
el espíritu lo fecunde, lo cual le permitirá acceder cada vez más a
su propia interioridad, caverna del corazón dónde reside Dios, en
un "hágase en mi según tu palabra".

El Aprendiz invocará a Dios para que lo inspire y lo auxilie en


este recorrido de su alma, con el fin, que de este modo se le
puedan ir revelando los secretos o enseñanzas del Grado,
realizando todos estos trabajos a la Gloria del Gran Arquitecto del
Universo.

Y al pulir la piedra Bruta, el Aprendiz de constructor esta


realizando un trabajo y un gesto ritual, puesto que la piedra es él
mismo, y la transformación de esta, en piedra cortada y cúbica,
simboliza la transmutación cualitativa de todo su ser.

LA MAZA Y EL CINCEL

Son las principales herramientas del Aprendiz, utilizadas


para desbastar la piedra Bruta, o mejor, esta conciencia sometida
todavía a las influencias negativas del mundo profano. En este
sentido, Maza y Cincel simbolizan, respectivamente, la energía
activa que conduce la voluntad del aprendiz y la energía pasiva de
la recta intención de salir desde las tinieblas a la luz, como ya nos
recordaba Dante al encontrarse con Virgilio casi a las puertas del
Infierno. Este camino de regeneración del alma humana es
imposible de conducir, sin la acción constante y efectiva de un
deseo de la voluntad, que ordene el caos interior de nuestra piedra
Bruta.

Sin embargo, si sólo nos dejáramos llevar por la mera


voluntad (maza), sería fácil perderse en el camino. Por lo cual,
esta “fuerza original” ha de ser modelada, canalizada y dirigida por

230
la vía del Cincel, que oriente esta energía adecuadamente, a
través de un acto de rigor “intelectual”.

La Maza símbolo de la voluntad, de acuerdo con la Voluntad


divina, perseverancia que propicia la fe, certeza capaz de
mantener viva la llama del corazón, idea de sacrificio; es la firme
determinación del Aprendiz de perseverar y aceptar la
responsabilidad que implica el trabajo interior de regenerarse a si
mismo. Voluntad activa, fuego del amor, y amor al Conocimiento
que posibilita la concentración constante en el más interior de uno
mismo para poder conectarse con el Misterio, abrirse a él.

El Cincel, símbolo de la Inteligencia, "rigor intelectual" que


discierne entre la verdad y la falsedad o ilusión. Es la recta
intención en todos sus actos. Energía capaz de seleccionar los
valores y ponerlos en su lugar, creando un orden mental en
oposición al caos de la ignorancia. Diosa que despierta la intuición
del corazón y de la memoria, y a la cual el iniciado deberá invocar
constantemente para que lo ilumine.

Con estas herramientas, voluntad y inteligencia, Maza y


Cincel, el Aprendiz lima las asperezas de su piedra Bruta,
separando la materia informe o espesa de la sutil, operación que
no sólo corresponde al trabajo de Logia, sino a un desarrollo
cotidiano, por cuanto constituye la base fundamental del proceso
iniciático.

La adecuada coordinación de estos instrumentos es lo que


permite dar nacimiento a la “obra”.

Como masón deberás edificar con tus piedras el Templo en


donde habitará el Espíritu del G∴A∴D∴U∴.

Como masón edificarás a la par de todos tus Hermanos


masones un mejor mundo en donde se obedezca el Derecho, en
donde se viva con honor, en donde se practique la justicia y la

231
caridad, en donde se ame al prójimo y se cumpla con el deber de
cada uno en todo tiempo, lugar y ocasión.

Como masones edificaremos la catedral del Conocimiento


sobre las ruinas de la ignorancia la cual es la peor de las
esclavitudes y la peor desgracia de la Humanidad.

Como masón procura que en tu Taller exista la armonía de


voluntades, la confianza recíproca, la aspiración común, el mismo
ideal y el justo programa de acción.

* *

232
15.- EL SECRETO MASONICO

Las ceremonias rituales, o Tenidas, así como las decisiones


que allí se toman, no son abiertas a los profanos sino reservadas a
los iniciados Francmasones, motivo por el cual la opinión pública
durante mucho tiempo ha creído en la existencia de un secreto de
carácter oculto, incluso satánico, celosamente custodiado por los
Francmasones. De cualquier modo, estos rituales llevan circulando
impresos desde bien entrado el siglo XVIII. Poco secreto cabe si
además, como es posible, están a la venta a cualquiera que desee
hacerse con ellos. Hoy en día, es perfectamente
posible comprarlos por Internet, como muchos otros artículos, o
descargárselos gratuitamente.

Pero la realidad del secreto masónico es de una naturaleza


muy distinta y se puede expresar según tres categorías: el secreto
del ritual, el secreto de pertenencia y el secreto de la Iniciación.

Se da al candidato la garantía, y eso, antes de que se inicie,


que el juramento (u obligación) de secreto que se le pide no es
incompatible en nada con sus deberes cívicos, morales o
religiosos.

Los dos primeros se refieren más a la discreción que al


secreto. En efecto, a su entrada en la Francmasonería, se pide al
recién iniciado prometer solemnemente no revelar nunca lo que se
haya dicho en Logia ni desvelar la pertenencia a la Orden de
ningún otro hermano. Todo ello por motivos sencillos. Lo que se
dice en Logia sólo atañe a los Francmasones, de la misma forma
que lo que se decide en una empresa sólo concierne dicha
empresa. Es ante todo una cuestión de ética y de respeto de la
esfera privada.

233
Lo mismo se aplica acerca de la pertenencia de un hermano
a la Orden. Sólo le pertenece a él determinar si esta pertenencia
puede ser desvelada o no. En cambio, cada hermano es libre de
revelar su propia pertenencia a la Francmasonería.

En cuanto al tercer secreto, podríamos decir el verdadero, el


de la Iniciación, nadie más que el Francmasón mismo puede
descubrirlo. Podría definirse este secreto como la acción que ha
generado la Iniciación en el corazón y el espíritu del recién
iniciado. Esta acción le ha dejado entrever un rayo de luz
revelador de otra forma de pensar. Ese rayo de luz, lo llevaba ya
en él, como todo ser humano, pero lo desconocía aún. La
Iniciación se lo ha revelado. Pero sólo se trata del comienzo de un
largo proceso que dará al Iniciado toda su capacidad de expresión,
manifestación del hombre que ha alcanzado su plenitud interior.

Ese es el verdadero secreto del Francmasón donde


interviene el trabajo sobre la piedra bruta, con la ayuda de las
herramientas de los antiguos canteros, para realizar la piedra
cúbica perfecta, símbolo del hombre perfecto. Y ¿cómo se puede
transmitir este secreto, si no es a través de la Iniciación, expresión
de una vivencia personal, única e inefable?.

Y es a través de esa vivencia similar, que cada Francmasón


se siente vinculado a su Hermano, también iniciado.

* *

234
16.- LA REGULARIDAD
La Masonería es una Orden iniciática y esotérica que
territorialmente se organiza en Grandes Logias o en Grandes
Orientes de ámbito nacional; En los países de estructura federal
pueden tener ámbito estatal. Tanto las Grandes Logias como los
Grandes Orientes son también conocidos como Obediencias.

Desde el nacimiento de la Masonería moderna o


especulativa, con la constitución en 1717 de la Gran Logia de
Londres –desde la secular Masonería operativa o antigua–, se
estableció la costumbre del mutuo reconocimiento entre sí de
aquellas Grandes Logias o Grandes Orientes que por cumplir con
ciertas normas se reconocen mutuamente Regulares, es decir, que
siguen estrictamente la Tradición así como las primitivas normas
de la Orden.

La regularidad masónica la otorga la Gran Logia Unida de


Inglaterra bajo unas estrictas normas, entre ellas es que solo
exista una única Obediencia en cada país, que la nueva
Obediencia se haya creado conforme a la regularidad (tres logias,
constituidas por -al menos- siete Maestro Masones, que esté
reconocida por otras Obediencias Regulares, etc.), que cumpla los
Landmarks, etc. Uno de esos Landmarks es que se crea en un Dios
revelado. No se especifica en cual, no se indica que haya que
practicar ninguna religión ni, mucho menos, la Masonería es una
religion.

El que existan 144 Ritos masónicos (mas o menos) no


significa que la Masonería este tan dividida, dentro de una
Obediencia existe el Colegio de Ritos que recopila, estudia y
decide los Rituales con los que esa Obediencia va a trabajar y,
luego, las Logias deciden libremente cual eligen para realizar sus
Tenidas

235
La Francmasonería tiene una gran ventaja y es que no existe
como institución, sino que es una simple palabra que identifica al
conjunto de los Francmasones reunidos en Logias libres y
soberanas; no detenta, por lo tanto, ningún poder de convicción,
solo propone para que el hombre encuentre en ella su propio
camino.

En nuestros días para que una Obediencia sea reconocida


Regular por las demás debe acreditar que cumple con unos
principios básicos (ver el libro de la Constitución y Reglamentos de
la GLE)

Habiendo sido aceptada por la mayor parte de las Grandes


Logias Regulares del mundo una Regla de Doce Puntos cuyo
cumplimiento es exigido por todas ellas para obtener el
reconocimiento como Obediencia regular.

Toda organización iniciática en sí misma, es esencialmente


jerárquica, No obstante, la jerarquía iniciática tiene algo de
especial que la distingue de todas las demás: es que está formada
esencialmente por grados de «conocimiento», con todo lo que
implica esta palabra entendida en su verdadero sentido, ya que en
eso consisten propiamente los grados de la iniciación. Por
consiguiente, los grados existentes en una organización iniciática
cualquiera no representarán nunca más que una suerte de
clasificación más o menos general, forzosamente «esquemática», y
limitada en suma a la consideración distinta de algunas etapas
principales o más claramente caracterizadas. La repartición de los
miembros de una organización iniciática en sus diferentes grados
no es más que «simbólica» en relación a la jerarquía real, porque,
en muchos casos, la iniciación a un grado cualquiera puede no ser
más que virtual. Si la iniciación f uera siempre efectiva, o lo
deviniera obligatoriamente antes de que el individuo tuviera acceso
a un grado superior, las dos jerarquías coincidirían enteramente.

236
La «regularidad» debe ser entendida en el sentido que
quedan excluidas todas las organizaciones pseudoiniciáticas, es
decir, todas aquellas que, cualesquiera que sean sus pretensiones
y de cualquier apariencia que se revistan, no son efectivamente
depositarias de ninguna influencia espiritual, y, por consecuencia,
no pueden transmitir nada en realidad. De allí que es capital
comprender lo que tradicionalmente se designa como la «cadena»
iniciática, es decir, la sucesión que asegura de una manera
ininterrumpida la transmisión de una determinada filiación.

En España, la Obediencia Regular y Tradicional reconocida por


la Masonería Universal es la GRAN LOGI A DE ESP AÑA.

Las Grandes Logias admitidas como Regulares son alrededor


de 155 en el mundo y mayoritariamente tienen establecido el
mutuo reconocimiento. La Gran Logia de España está reconocida y
tiene relaciones fraternales con la práctica totalidad de ellas.

En España el Volumen de la Ley Sagrada que se utiliza en la


práctica totalidad de las Logias es la Biblia.

* *

237
17.- EL GRAN ARQUITECTO

DEL UNIVERSO
Se dice que el Cosmos entero es el símbolo de un ser
invisible que en él se oculta; y que nuestras Logias, construidas de
acuerdo al modelo del Universo, nos permiten conocerlo e
identificarnos con él.

El es el único y verdadero guía de todos nuestros trabajos.


Pero cualquiera que sea la creencia íntima que cada uno de
nosotros haya adquirido en su conciencia sobre la naturaleza del
Universo, es imposible admitir la antigua teoría de una creación
hecha de una vez por todas. La idea de Dios (la palabra "Dios"
deriva del sánscrito "Deva" que significa "luminoso"; la Luz
espiritual) no es, sinónimo de la idea de Creador, en pasado, dado
que desde el momento que Dios existe, él crea.

A su imagen y semejanza, los grupos especializados en la


construcción de templos (constructores sagrados) existieron en
todas partes, desde Stonehenge, Egipto, Tiro, Lydia, Atenas, Roma
y Como, hasta los albores de la edad moderna, en que su
decadencia, en Europa, dio paso a la aparición de la
Francmasonería especulativa, que es constructora de un
pensamiento, simbólico o virtual, y que conserva como símbolos
básicos de las virtudes que busca desarrollar en el hombre, los
utensilios de trabajo de sus antecesores operativos.

Los masones construían experimentando e imitando a la


naturaleza y ponían en práctica, lo que bien podemos llamar
técnicas científicas. Su labor les hacía ir descubriendo fórmulas
aplicables a la construcción. Ellos comprendieron que existían
“pautas” o leyes que afectaban a lo que querían y podían hacer y
comprendieron que la manera en que la naturaleza parece estar

238
organizada, tenia que ser fruto de una inteligencia universal, un
“Gran Arquitecto” o Fuerza universal creadora, que hacía
“inteligibles” las estructuras y formas naturales.

Los antiguos masones constructores, no eran teólogos y no


dudaron en identificar la Fuerza o Principio Absoluto con lo que las
culturas locales llamaban y siguen llamando “Dios”. Aceptaban la
“religión” generalmente establecida, como indicaba James
Anderson en las Constituciones de 1723, porque no eran
“irreligiosos libertinos”, sino hombres conscientes de los vínculos
que unen el mundo y al Hombre con el mundo. Capaces, por tanto,
de alcanzar una libertad ética, la auténtica Libertad.

Así los masones para designar la esencia de lo trascendente


usaron el concepto de Gran Arquitecto del Universo, que es un
referente común para desarrollar el Trabajo de búsqueda de la
Verdad. Se trataba de una simbolización muy sutil, que permitía a
cada cual atribuir a ese Principio Generador Universal los matices
que fuera descubriendo en su búsqueda personal.

Incontestablemente, la Masonería operativa era de esencia


religiosa; y su carácter sagrado se ha conservado en la Masonería
especulativa desde su organización a principios del siglo XVIII por
el pastor anglicano Anderson. Así pués, algún tiempo después de
su creación, la Francmasonería especulativa inglesa fijó los
"Landmarks". Con posterioridad, estos "Landmarks" han variado
mucho según las Obediencias, con interpretaciones múltiples, sin
embargo, toda Obediencia que se sitúa fuera de estos, en
principio, es considerada como irregular.

Las Constituciones de 1723, cuya redacción se debió


esencialmente a los Pastores Anderson y Desaguiliers, y las
cuales constituyen la carta universalmente reconocida en la
Masonería especulativa, puntualizan en su artículo 1º.:

239
"Un masón tiene la obligación de obedecer la ley moral y, si
entiende bien el Arte Real, no será jamás un ateo estúpido ni
un libertino irreligioso"

Este texto, el cual ha sido interpretado como una condena al


ateísmo, marca un progreso considerable de los "Landmarks" con
los "Old Charges" (Antiguos Deberes) de los masones operativos.
En efecto, estos deberes se referían a una hermandad católica,
constructora de edificios sagrados y compuesta por logias
dispersas. Mientras que las Constituciones concernían a Logias
especulativas, agrupadas y organizadas, en el seno de las cuales
se agrupaban católicos, protestantes, judíos, musulmanes,
etcétera.

Esta evolución es la consecuencia, de que miembros de


iglesias reformadas aspirasen a ingresar en la Masonería. Así es
como en el concepto de G∴A∴D∴U∴, aparece como una de las
manifestaciones más significativas de la libertad de consciencia:
hombres de religiones diferentes pueden oficialmente reunirse y
participar en una obra iniciática común. Se trata al fin y al cabo de
una manifestación de tolerancia. Sin embargo, el Gran Maestro
Dervenwater, en sus reglamentos del 27 de octubre de 1736
modificó esta concepción liberal, imponiendo de manera formal la
creencia en un Dios personal, creador del Universo y Padre de
todos los hombres. Precisando que:

"Un masón no será jamás un ateo, ni un libertino sin


religión".

Es de este modo que la 1ª obligación de las constituciones


de la Gran Logia Unida de Inglaterra, publicadas en 1813, después
de la reunificación de las dos obediencias llamadas de los
"Antiguos" y de los "Modernos", prescribe:

240
"Cualquiera que sea la religión de un hombre o la manera de
adorar a Dios, no será excluido de la Orden, siempre que
crea en el Glorioso Arquitecto del cielo y de la tierra".

"La Masonería es un culto para conservar y extender la


creencia en la existencia de Dios. Para ayudar a los masones
a regular su vida y su conducta sobre los principios de su
propia religión cualquiera que ella sea. Con la condición de
que sea una religión monoteísta, que exija la creencia en
Dios, como Ser Supremo y que esta religión tenga un Libro
Sagrado, considerado como el contenedor de la Voluntad
revelada de Dios y sobre el cual el iniciado pueda prestar
juramento a la Orden".

Esta posición teísta está confirmada por el célebre escritor


masónico Mackey que estima que el "Landmark" esencial es la
creencia en la existencia de Dios como Gran Arquitecto del
Universo.

La Gran Logia Unida de Inglaterra, como la Gran Logia Madre


de la Masonería en razón a la antigüedad de su fundación, se ve
como "la guardiana de los usos y costumbres tradicionales de la
Masonería regular". En una Memoria de fecha 4 de septiembre de
1929, relativa a los criterios de regularización de las Obediencias
proclama:

"..... que la creencia en Dios, G ∴ A ∴ D ∴ U ∴ , y en su Voluntad


revelada es una condición esencial para la admisión de sus
miembros".

En Francia, la Gran Logia Nacional Francesa, declaraba en


un manifiesto de septiembre de 1960:

"La condición para ser admitido en la Orden y para formar


parte de la Gran Logia Nacional Francesa es la creencia en

241
el Ser Supremo y en su voluntad revelada. Esta regla es
esencial y no admite ningún compromiso".

El concepto Gran Arquitecto del Universo es evocador de un


Principio de Orden regulador del mundo manifestado. Según la
Tradición, constituye la clave del Rito que trabaja para glorificarle,
lo que significa que la masonería rinde un homenaje de respeto y
de admiración al G∴A∴D∴U∴, sin jamás tratar de definirlo.

Por ello, para el masón el G∴A∴D∴U∴, es el Principio


Creador. Dinámico por excelencia, organizador del Universo. Se
puede entender como el organizador, el ordenador, el geómetra, la
fuerza que lucha contra el caos y lo sustituye por la armonía, es
decir, como un principio de orden. Se le puede admitir también
como un Dios creador, principio de la existencia. Justifica siempre
la lucha del hombre contra la materia, el azar o el destino.

"Dios toma toda la masa de cosas visibles que no estaban en


reposo, se movían sin regla y sin orden, y las hace pasar del
desorden al orden, estimando que el orden es superior a
todos los conceptos".

Es así como para nosotros, los masones, el Gran Arquitecto


del Universo constituye un símbolo iniciático; por ello esta
concepción nada puede tener en común con el Dios de las
religiones antropomórficas. Sin embargo, si pensamos que cada
uno puede dar a este símbolo la significación de su propia
concepción filosófica o metafísica, estamos lejos de asimilarlo a
una idea tan vaga como "el Incognoscible" y es bien cierto que,
como dice con razón el H.·. Nergal, "si nadie contesta que existe lo
desconocido, nada absolutamente nos autoriza a pretender, como
algunos lo hacen, que eso desconocido represente un espíritu, una
voluntad". Sin duda, "lo desconocido" es pues limitado, lo que
viene a significar que no constituye más que una fracción de la
Universalidad; por lo tanto, tal concepción no podría ser la del

242
Gran Arquitecto del Universo, que debe, para ser verdaderamente
universal, implicar todas las posibilidades.

La fórmula del Gran Arquitecto, nosotros la encontramos


tanto mejor apropiada para el uso que de ella se hace cuanto que
corresponde admirablemente al conjunto del simbolismo masónico,
al que domina e ilumina todo entero, como la concepción ideal que
preside la construcción del Templo Universal. Cabe destacar que:

“lo propio de un símbolo es el hecho de que puede ser


comprendido de diversas maneras, de acuerdo al punto de
vista desde donde se lo considera, de modo tal que un
símbolo que no admitiera más de una interpretación no
sería un verdadero símbolo”.

Así, al meditar sobre la fórmula del Gran Arquitecto del


Universo, el masón que comprende bien su Arte sabrá y sentirá
que la Orden excede el simple deísmo profano para acceder a una
comprensión más profunda del Supremo Principio.

El Gran Arquitecto, en efecto, no es el Demiurgo, es algo


más, infinitamente más incluso, pues representa una concepción
mucho más elevada: él traza el plano ideal continuamente. Esto
basta para marcar la profunda diferencia que existe entre el Gran
Arquitecto de la Masonería, por una parte, y por otra, los dioses de
las diversas religiones, que no son más que aspectos diversos del
Demiurgo.

Es por ello que, la fórmula simbólica de reconocimiento del


G∴A∴D∴U∴, no comporta una profesión de fe deísta:

“El deísmo es una representación mental, que reconoce la


existencia de una potencia superior, denominada
generalmente Dios y que los francmasones llaman Gran
Arquitecto del Universo. Es una creencia basada en la
ra zón, pero que recha za toda revelación y, por tanto, todo

243
dogma, pero que observa la religión natural. En una
palabra, el deísmo cree en una entidad superior
incognoscible. El teísmo, por el contrario, es la creencia
en un solo Dios personal y trascendente y en su voluntad
revelada. Es el Dios creador del universo y del hombre,
que rige a ambos pues está inmanente en toda su
creación. Por eso, el deísta admite que su ra zón puede
concebir la existencia de una potencia supra humana, de
un Absoluto, de un Principio, recha zando el analizar las
características que escapan a las facultades humanas; en
una palabra, a definir esta entidad, mientras que el teísta
se considera capa z de estudiarlo y de dogmatizar”.

Para la masonería teísta y deísta, el G∴A∴D∴U∴,


representa al Ser Supremo, un principio masónico que en esta
corriente se considera esencial, por lo que la creencia en él y su
invocación en la práctica del Rito es imprescindible. En efecto,
para algunos, el G∴A∴D∴U∴,, y más concretamente su
interpretación del mismo, sería la esencia misma que daría sentido
y regularidad al trabajo y la existencia de la masonería.

El marco de interpretación empieza a estrecharse desde el


momento en que dicha figura, más que un símbolo de explicación,
comienza a tornarse en una figura de adoración: "adora al Gran
Arquitecto del Universo" o glorificación "A la Gloria del Gran
Arquitecto del Universo". Muchos francmasones consideran que el
G∴A∴D∴U∴, es igual a Dios, el creador que determina a su
voluntad los planos de la existencia. Y así desde posiciones
teístas, comienza a atribuirse a este Gran Arquitecto, potencias
propias del dios de las religiones monoteístas, así se expresa en
algunos ritos:

"si es así que el Gran Arquitecto te lo premie y si no que


te lo demande",

244
Bajo esta concepción, el G∴A∴D∴U∴, no es otra cosa que Dios
mismo, el verdadero y único Dios que habló a Noe, cualquiera que
sea el nombre que le dan las distintas confesiones, Jesús, Jehová
o Alá. Se trata aquí de una tolerancia ecuménica, pero siempre
dentro del marco del teísmo.

Los masones, como individuos, somos en todo caso libres de


darle el contenido que mejor se ajuste a nuestras creencias. Como
todos los símbolos, proporciona un marco, pero su interpretación
concreta corresponde a cada cual. Así, muchos hermanos
consideran el símbolo GADU como Principio Creador, dinámico por
excelencia, organizador del Universo, la ley que rige la materia,
donde los hombres no pueden percibir nada más que las
manifestaciones sensibles; en este caso, el Universo visible, donde
él es el Principio conductor y conservador, es la Divinidad en
estado de manifestación. Otros lo entienden como el organizador,
el ordenador, el geómetra, la fuerza ordenatriz que lucha contra el
caos y lo sustituye por la armonía, es decir, como un principio
generador de orden.

El símbolo del G∴A∴D∴U∴, no está unido a ninguna


creencia, expresa, por consiguiente, la fe del masón en la total
libertad de conciencia. Se sitúa de una forma natural en el cuadro
de la iniciación sobre un plano ideal trascendiendo al caos,
exaltando los valores espirituales más altos, dando el gusto por lo
sagrado y conduciendo el viaje hacia lo invisible. Punto primordial
del edificio iniciático, es, en efecto, invocado al comienzo y al final
de los trabajos en todos los grados, dando así a los masones el
sentimiento de participar en ceremonias sagradas, situándose más
allá de lo humano y eso los ayuda a buscar y a encontrar la
plenitud del sentido de la vida.

Es por ello que el símbolo del G∴A∴D∴U∴, no es en


absoluto la expresión de un dogma, y que, si se comprende como
es debido, puede ser aceptado por todos los Masones, sin

245
distinción de opiniones filosóficas, pues ello no implica en absoluto
el reconocimiento por su parte de un Dios cualquiera, como se ha
creído muy a menudo. Es evidente que, así concebido, el
significado del G∴A∴D∴U∴, debería, en principio, ser admitido
tanto por los teístas como por los deístas.

Otra cuestión conexa y que sería interesante, desde el doble


punto de vista ritualístico e histórico, para determinar la
significación y el valor original del símbolo del G∴A∴D∴U∴, se
refiere a la investigación de si se debe regularmente decir: "A la
Gloria del G∴A∴D∴U∴", según el uso que había prevalecido en la
Masonería francesa, o bien, según la fórmula inglesa: "En el
Nombre del G∴A∴D∴U∴”, (I.T.N.O.T.G.A.O.T.U.)

Para concluir, cabe recordar la recomendación del Manifiesto


del Convento de Lausana de 1875 así concebido:

"A los hombres para los que la religión es la consolidación


suprema, la Masonería les dice: Cultivad sin obstáculo
vuestra religión, seguid las aspiraciones de vuestra
consciencia; la francmasonería no es una religión, no
tiene un culto; su doctrina se encierra completamente es
esta bella prescripción: Ama a tu prójimo".

En este espíritu, los masones podemos continuar, sin


restricciones, trabajando A LA G∴A∴D∴U∴.

Creador omnipotente, inmutable, eterno y justo.


Los Obreros de Paz que se reúnen en este Templo
que representa el Cosmos,
con profundo recogimiento espiritual
deseamos ofrecer nuestros trabajos
a tu nombre y a tu gloria.
Que la luz del entendimiento ilumine nuestros cerebros
y purifique nuestros corazones a fin de que,
en un ambiente de intelectualidad y perfecta armonía,
nos entreguemos a buscar
los senderos de nuestra propia superación.
Que los trabajos de este día

246
nos hagan mejores ciudadanos,
mejores padres, mejores hijos y mejores hermanos;
y permitas que nuestros trabajos habiéndose
iniciado en Paz, sean conducidos con orden y
terminen recordando la Fraternidad,
para que el mundo sepa
que hemos estado en tu presencia

* *

247
18.- PLAN DIRECTOR PARA EL
FUTURO
Todo Plan estratégico tiene como misión la redefinición de la
estructura y la mejora mediante la optimización de sus potenciales
materiales, humanos y mentales.

EL PRIMER OBJETIVO DE UNA ORG ANIZACIÓN DE LAS


CARACTERISTICAS DE LA NUESTRA SERI A DEFINIR
LA MISIÓN A CORTO, MEDIO Y LARGO PLAZO.

Para ello, es necesario saber:

• ¿De donde venimos?: mediante un exhaustivo análisis


de nuestra historia, su evolución ideológica y filosófica,
sus mitos fundacionales, sus valores básicos, sus
errores…Lo que una vez fue lógico y necesario, es
posible que ahora no lo sea. Como decía el ex
presidente ruso Mihail Golvachov: “Aquellos que olvidan
su historia están condenados a repetirla”.

• ¿Qué somos?: habiendo determinado lo que hemos


sido, las siguientes preguntas seria: ¿Queremos
continuar en esta misma línea?, ¿Es ello posible?,
¿retrocedemos a nuestros orígenes?, ¿volvemos a los
valores de mejora individual de la masonería operativa?,
¿abandonamos la idea de mejora universal?. Seria
necesario establecer una serie de parámetros basados
en:

- Puntos fuertes de la masonería en la actualidad, a


nivel cognitivo, organizativo, de mejora…

248
- Valor añadido que aporta la cosmovisión masónica
al mundo del S-XXI, clara diferenciación con el
pensamiento religioso y político.

- ¿Estamos aportando todo lo que podemos?

- Si.

- No, en este caso, ¿queremos aportarlo?, debate


entre estatismo o dinamismo.

- No.

- Si, ¿Cómo podemos hacerlo?

- Elección primero: nuestro principal objetivo es la


lucha por el poder temporal.

- ¿Qué preferimos tener poder o tener influencia


sobre el poder?.

- Apoyamos a unos ideales políticos y sociales


determinados o apoyemos a las ideas que se
ajusten a nuestro principal valor ideológico:
Libertad, igualdad, Fraternidad, vengan de donde
vengan.

- ¿Quién liderará el proceso de cambio?, ¿Esta


dispuesto a hacerlo?, ¿podrá soportar las
presiones y las criticas que todo proceso de
cambio comporta?.

“Si quiere tener enemigos, intenta cambiar algo”

Maquiavelo.

249
Una vez determinada nuestra voluntad de futuro hay que
pasar a una siguiente fase:

* ¿Qué queremos y podemos ser? :es necesario analizar


tres cuestiones:

- A corto plazo: nuestros principios básicos son


inegociables, a partir de ahí, manteniendo el
fondo, ¿Qué necesitamos cambiar en la forma?
Homogenización de criterios, que no tiene nada
que ver con imposición de criterios, es una
cuestión negociada en todos los ámbitos del
trabajo masónico: ¿secretismo?, si, no, ¿hasta que
punto y en que aspectos,

Ritos y rituales en todos sus aspectos….

¿Hacemos un programa estratégico de mejora


interna o también externa?, si, no,

En caso afirmativo ¿Cómo se traslada nuestra


voluntad de cambio al resto de la sociedad?

- A medio plazo: Una vez finalizado el debate sobre


nuestro modelo de futuro hay que establecer
objetivos estratégicos concretos de mejora en las
diferentes áreas de actuación, determinar un
calendario y establecer criterios de aplicación y
supervisión del proceso, a través de comités de
seguimiento, seria muy conveniente estudiar las
iniciativas de mejora de otras Grandes Logias
Nacionales, sus objetivos y funcionamiento y
adaptarlas a nuestras necesidades.

250
- A largo plazo: establecer criterios participativos
de mejora continuada.

NUESTRO MEJOR PATRIMONIO: SOMOS HIJOS DE LA RAZÓN,


LA INMENS A MAY ORI A DE NOSOTROS ATRUISTAS Y MUY BIEN
PREP ARADOS: SI SOMOS CAP ACES DE SUPERAR NUESTRAS
MEZQUINDADES Y V ANIDADES (SOMOS HUMANOS) Y
MOVILIZAMOS NUESTRO CAPITAL MENTAL, LO QUE PODEMOS
APORTAR A NIVEL INTERNO Y EXTERNO ES INCALCULABLE,
LA SOCIEDAD NOS NECESITA Y LA MASONERI A TAMBIEN:
¡HAG AMOSLO!.

Fraternidad, bondad y unión entre todos los hombres de


buena voluntad.

¿He sido suficientemente humano?, últimas palabras de


Goethe.

* *

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