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LA HISTORIA DE LA EMPRESA DE CHOCOLATES LA IBERICA

Esta historia se inicia a principios del siglo XX en el sur del Perú, cuando el español, Don Vicente

Vidaurrázaga, llega al puerto de Mollendo en uno de sus tantos viajes de negocios y viaja a Arequipa.

Maravillado por sus hermosos paisajes, decidió que sería la ciudad blanca su residencia al retirarse de la

marina.

El 25 de enero de 1886, nace el penúltimo de los hijos de Don Vicente Vidaurrázaga y Doña María de las

Nieves Menchaca, a quien bautizan como Juan Pablo. En su temprana infancia fue enviado a España,

para ser educado en Bilbao, mientras su familia se estableció en Arequipa. Volvió al Perú convocado por

su padre, quien requería apoyo para llevar los negocios familiares.

Durante los años en que el joven Vidaurrázaga Menchaca estuvo inmerso en los negocios de su padre,

tuvo la iniciativa de montar una fábrica de chocolates en Arequipa. Don Vicente, hombre de visión, le

manifestó su total apoyo a su hijo quien viajó nuevamente a Europa, para aprender los secretos de la

fabricación del chocolate, lo cual le tomó varios meses de esfuerzo y dedicación pues tuvo que aprender

el arte de la confitería y la chocolatería desde sus bases.


En 1909, empleando un batán de piedra, Don Juan inició las primeras pruebas de fabricación de

chocolate a la taza con los granos de cacao que él mismo seleccionaba, tostaba, pelaba y molía. Unos

años más tarde, adquiere la casona de Jerusalén donde la fábrica funcionó por más de 80 años. Así nació

la Fábrica de Chocolates “La Ibérica”, asociando la calidad del cacao chuncho de la selva cusqueña con

las más finas recetas europeas.

A los pocos años amplía su variedad de productos elaborando chocolates de leche y fondant en pastillas

y tabletas, y posteriormente finos bombones de chocolate con exquisitos rellenos. Luego desarrolló la

línea de toffee (caramelos blandos de leche con diferentes sabores naturales) y de turrón (suave “nougat”

de almendras del Perú tostadas y miel de abeja). Después instala una línea para fabricar mazapanes,

deliciosas masitas hechas a base de almendras del Perú.

En 1949, fallece Don Juan Vidaurrázaga Menchaca y lega a su familia una empresa sólida y exitosa que

continúa creciendo. Ante la falta de espacio para su expansión, en 1992 se traslada al Parque Industrial

de Arequipa, lo que le permite atender la creciente demanda de sus clientes, conservando las recetas

originales, la más alta calidad de sus productos y el énfasis en el servicio al cliente.


Hoy en día, la centenaria empresa cuenta con 36 puntos de venta: 16 en Lima, 10 en Arequipa, 04 en

Cusco, 03 en Puno, 01 en Tacna y 02 en Huancayo. También cuenta con una amplia red comercial de

tiendas minoristas que le permiten atender a sus clientes, así como a los visitantes nacionales y

extranjeros brindándoles productos que pueden competir en calidad con productos internacionales.

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