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Sabor Amargo

Los sabores amargos tienen muy mala prensa. Hasta tal punto que son considerados como
metáfora de lo desagradable o triste, en expresiones como atravesar "un momento amargo" o
"amargarse la vida". Sin embargo, el amargo es uno de los cinco sabores primarios o básicos (junto
con el dulce, el salado, el ácido y el umami , palabra japonesa que significa "sabroso" o
"delicioso"), está presente en muchos productos muy consumidos y valorados -como la cerveza, el
café, el chocolate y muchos vegetales- y es importante no solo para la alimentación, sino también
en otros aspectos de la vida humana.

Al parecer, las razones por las cuales no nos gusta -al menos en una primera instancia- el sabor
amargo son evolutivas. La mayoría de las sustancias tóxicas presentes en la naturaleza tienen ese
sabor, de manera que rechazarlo constituye una especie de mecanismo de defensa ante posibles
envenenamientos. Es decir, el amargor genera desagrado como una alerta de riesgo químico.
Esto es muy notorio sobre todo en los niños, a quienes además les gusta mucho lo dulce, también
por motivos derivados de la evolución: en general, los alimentos dulces son comestibles, nutritivos
y ricos en calorías.

La mayor aceptación de los sabores amargos por parte de las personas a medida que se hacen
adultas no se debe solamente a que hayan logrado "educar el paladar". Existen estudios científicos
que demuestran que la sensibilidad ante los compuestos específicos de lo amargo declina con el
paso del tiempo. Otras investigaciones han probado la eficacia de diversos bloqueadores químicos
de lo amargo, en busca de poder producir medicamentos líquidos que no generen tanto rechazo en
los niños. Lamentablemente, tales bloqueadores han demostrado funcionar mucho mejor en adultos
que en menores.

Muchos productos vegetales -rúcula, escarola, acelga, espinaca, brócoli, col, apio, berenjena,
diente de león, algunos calabacines, melón amargo, eneldo, sésamo y azafrán, entre otros- son
amargos

El chocolate, por su parte, ofrece muchos beneficios, en particular si se opta por sus versiones
amargas (cuando el contenido de cacao supera el 70 %)

También algunas de las bebidas más consumidas en nuestra sociedad, como la cerveza y el café,
son de sabor amargo (es cierto que la mayoría de la gente endulza el café, pero cierto componente
amargo persiste, y los "sibaritas" del café enfatizan que se debe beber sin endulzar). También
algunas de las copas más populares son de gusto amargo, como el gin tonic y el Old Fashioned,
además de las versiones de bebidas dulces como el mojito amargo y el cubalibre amargo.

El sabor percibido de los alimentos que se ingieren varía en función del estado psicológico de cada
persona. El estrés, el hambre o la preocupación por el propio peso pueden hacer que ciertos
productos resulten más o menos agradables al paladar. Por ejemplo, el café "sabe más rico" si
antes se ha pasado por alguna experiencia estresante, mientras que la preocupación por el
sobrepeso puede hacer que el chocolate sea menos delicioso que en otras ocasiones.

los estados psicológicos "repercuten en el sabor de la comida que ingerimos"


Cuando se calienta el tabaco, se producen alquitrán y sustancias químicas amargas que crean un
sabor desagradable, por lo tanto, cuanto más rápido lo inhalas, más amargo se vuelve.

CONCEPTO: ACCIDENTE
suceso no planeado y no deseado que provoca un daño, lesión u otra incidencia negativa sobre un
objeto o sujeto.

ACCIDENTE: PROTECTOR SOLAR


ACCIDENTE: ESMALTE CON LA BOCA
ACCIDENTE: PERFUME EN LA BOCA

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