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TEMA 1: Práctica Basada en la Evidencia (PBE) y Método Científico.

1. La práctica basada en la evidencia en logopedia.


La práctica basada en la evidencia, o PBE, también llamada la “basada en pruebas” (Frías
y Llobel, 2003) proviene originalmente de la medicina. Entonces, se propone un cambio
de paradigma para la práctica de la medicina, que exige la adquisición de nuevas
habilidades por parte del profesional: que sea capaz de buscar la mejor evidencia
científica, de evaluar y jerarquizar la evidencia disponible, y de integrarlo con su propia
experiencia profesional, para ofrecer al paciente las mejores alternativas.
La PBE en la logopedia española no está muy desarrollada aún debido,
fundamentalmente, a la dificultad para aunar práctica e investigación para muchos de
estos profesionales, ya sea por carencias en su formación como investigadores (aspecto
que intenta mejorarse con los nuevos planes de estudio en las universidades) o por
problemas “logísticos” de acceso, tiempo, esfuerzo, etc. Cuando se ha preguntado a estos
profesionales sobre cuánto se usa, las barreras y actitudes hacia ella, etc., la gran mayoría
ha señalado su relevancia en la mejora de la profesión, así como su incuestionable utilidad
para poder ofrecer servicios con garantía de calidad. En otros países su uso está más
extendido y se enfatiza a través de asociaciones como la American Speech-Language-
Hearing Association, ASHA, que se ha encargado de resaltar su importancia y promover
la incorporación de sus principios en la toma de decisiones clínicas por parte de los
terapeutas (audiólogos y logopedas) norteamericanos.
La PBE se define como el uso consciente, explícito y razonado de la mejor evidencia
actual para la toma de decisiones en el cuidado de pacientes individuales. Se ha añadido
a esta definición, la importancia de la inclusión de los valores y preferencias de los
pacientes en este proceso de decisiones. Para llevarla a cabo adecuadamente Sackett et
al., (2000) indican las fases del proceso que conlleva los siguientes pasos: 1) hacer una
pregunta bien construida, 2) seleccionar fuentes de evidencia, 3) llevar a cabo una
estrategia de búsqueda, 4) valorar y sintetizar la evidencia, 5) aplicarla y 6) evaluarla.
Otros autores han añadido una 7ª fase, que sería difundir los resultados para compartir
con otros profesionales lo aprendido (Schlosser, 2003).
La aportación de la metodología de investigación a la PBE se hace evidente, pero la
aplicación de la metodología experimental a este ámbito, conlleva realizar una serie de
consideraciones que contemplan el debate entre la llamada “significación clínica” (basada
en el tamaño del efecto) y la “significación estadística”.
En la actualidad existe un debate muy abierto y muy fecundo sobre el uso y abuso de las
pruebas de significación estadística […]. El aumento de las críticas está vinculado al
creciente reconocimiento de las limitaciones asociadas a los tests de significación como
único criterio de interpretación de la significación de los resultados. Ante ese ir y venir
de críticas, réplicas y contrarréplicas y el escaso eco que las recomendaciones del Manual
de Publicación de la APA (1994) tuvieron sobre los usos estadísticos de los
investigadores, la American Psychological Association tomó la decisión de crear un
grupo de trabajo sobre inferencia estadística […] con el mandato prioritario de clarificar
los temas importantes que están relacionados con la práctica estadística contemporánea
en Psicología.
La comisión informa que no se trata de rechazar la práctica de la comprobación de la
hipótesis nula y la obtención del valor p. Sin embargo, se sugiere la necesidad de
acompañar la presentación, análisis e interpretación de los datos con otros estadísticos
como la estimación del tamaño del efecto y sus intervalos de confianza. Es decir, la
evidencia de los datos no sólo se proporciona con la significación estadística, sino que la
magnitud del efecto debe acompañar a la interpretación del valor p de probabilidad.
Entre las recomendaciones de la APA recomendaciones destacan especialmente tres
consideraciones:
- Informar del tamaño del efecto. No se recomienda un índice concreto, pero se
destaca que siempre hay que calcular el tamaño (magnitud) del efecto. Informar
de los intervalos de confianza de los tamaños del efecto.
- Utilizar procedimientos gráficos ya que mejoran la interpretación y la
comunicación de los resultados.
- Desde el punto de vista del diseño de investigación también se destaca la
importancia del análisis de la fiabilidad de los instrumentos de medida utilizados
en los estudios, así como la comprobación de los supuestos estadísticos requeridos
por la prueba empleada en la fase de análisis de la investigación.
Podríamos concluir, en definitiva, que por un lado se debe elegir entre terapias […] que
tienen un buen fundamento empírico y, por otro lado, los metodólogos proponen nuevas
vías de evaluación y comparación de terapias: ya no basta con comparar grupos de
tratamiento y obtener el valor p de significación estadística, además hay que estimar los
tamaños del efecto y sus intervalos de confianza. La estimación de dichos efectos va a
permitir otro nuevo avance metodológico, a saber, la introducción del meta-análisis y con
él la posibilidad de construir "revisiones sistemáticas" sobre los efectos cuantitativos de
la intervención psicológica y de las variables que interactúan con su eficacia. En
definitiva, se cierra el bucle informativo sobre el que se sostiene la ciencia: se informa
al profesional del estatus científico de sus procedimientos clínicos y con su aplicación
se establecen nuevas evidencias que habrá que sistematizar e integrar en lo ya
conocido
Según Perdices y Tate (2009) los diseños de caso único son una herramienta poco
reconocida y tradicionalmente devaluada para hacer PBE. Estamos de acuerdo con ellos
cuando afirman que los DCU tienen un papel fundamental en la práctica clínica en
determinadas situaciones. Por ejemplo, a veces no existe un número suficiente de
personas para poder aplicar diseños y análisis basados en el grupo. En numerosas
ocasiones no existen dos pacientes iguales o, incluso existiendo dos pacientes con
aparente similitud en sus características, estos pueden requerir intervenciones diferentes.
Por otra parte, el profesional clínico debe estar continuamente siendo creativo/a
seleccionando o, incluso desarrollando, materiales o procedimientos de intervención para
tratar un problema cognitivo, emocional, conductual, concreto y debe asegurarse de que
lo que desarrolla, funciona. Además, el rigor que debe perseguir implica la evaluación
continua, constante, de los progresos del paciente conforme avanzan las sesiones, para
poder afianzar, modificar o retirar aquello que funcione o aquello no aporte beneficios.
Para hacer todo esto es necesario ser capaz de realizar una evaluación rigurosa,
sistemática, objetiva y libre de factores contaminantes, que fundamente y garantice lo que
se ofrece al usuario.
2. Ciencia y método científico.
2.1. ¿Qué es la ciencia?
Kerlinger (1991) considera que hay dos grandes puntos de vista de la Ciencia, uno
estático y otro dinámico. El primero la considera como "...es una actividad que aporta al
mundo información sistematizada...". Esta información se nutre de los nuevos
descubrimientos realizados por los científicos, y de las explicaciones que hacen de los
fenómenos que observan. Por tanto, el conocimiento científico es lo que se conoce hasta
el presente. El segundo, la considera "…como una actividad, como algo que los
científicos hacen..." poniendo hincapié en el papel heurístico que esa actividad supone
para generar teorías e investigaciones posteriores.
McGuigan (1983) también agrupa las definiciones de Ciencia bajo dos grandes grupos.
Definiciones de contenido que enfatizan el hecho de que la Ciencia acumula, integra,
incorpora conocimientos. Y definiciones de proceso, en las que lo fundamental es el
carácter activo de la Ciencia en la búsqueda de relaciones, de explicaciones, de leyes. En
cualquier caso, también considera que existen definiciones que incluyen simultáneamente
contenido y proceso.
2.2. ¿Qué es y cómo es el método científico?
2.2.1. Concepto y características principales del método científico.
Entendiendo el término “método” como el procedimiento utilizado para analizar y
resolver un conjunto de problemas relativos a nuestra experiencia.
Bunge (1976), define al método científico como "un procedimiento que se refiere al ciclo
completo de investigación e independiente del tema de estudio". Podemos pensar, que el
método es un conjunto de pasos, que llevados hasta el final nos llevarían al “ciclo
completo de investigación”. Las características principales de estos “pasos” son la
sistematicidad y a la objetividad con que nos permite este método estudiar los fenómenos.
Cualquier ciencia se basa en la observación, y tiene una u otra conexión con los datos
empíricos. Así, la ciencia posee cuatro principios fundamentales:
- La observación controlada y la medición objetiva.
- La comunicación de los enunciados científicos mediante términos precisos.
- La explicación de la observación científica.
- El hecho de que la ciencia no acaba de construirse nunca.
El método de adquisición del conocimiento propio de la ciencia es la observación
sistemática de los fenómenos que se pretenden estudiar y el continuo sometimiento a
prueba de los enunciados que se derivan de dichas observaciones.
El Método Científico se basa en una serie de supuestos que son asumidos por todos. Estos
supuestos son:
1- Orden: Se supone los hechos no ocurren de forma aleatoria. Es decir, se parte de
que todo responde a un orden, que es fundamental para poder predecir los
fenómenos.
2- Determinismo: Se supone que existen acontecimientos anteriores a un segundo
hecho observado, que determinan la naturaleza de éste. Por lo tanto, se puede
establecer una cadena causal.
3- Comprobabilidad: Cada eslabón de la cadena causal puede ser medido y probado.
El Método Científico tiene una serie de objetivos. El principal y más importante es el de
conocer los hechos que se estudian, para que de este modo se puedan describir, explicar
y predecir. Esto no sería el único objetivo ya que, una vez conocido el hecho, explicado
y predicho, podrá ser manipulado en beneficio de la sociedad o de la naturaleza.
Aquí cabe la distinción entre Ciencia Básica y Ciencia Aplicada, y cada una de ellas tiene
distinta finalidad.
- Ciencia Básica: tiene como objetivo el conocimiento en sí mismo, sin su
aplicación a la resolución de problemas concretos.
- Ciencia Aplicada: la adquisición de esos conocimientos tiene como objetivo
último dar soluciones a problemas planteados.
En el caso de esta asignatura, nos centraremos, por tanto, en la Ciencia Aplicada.
Los conocimientos científicos, aquellos obtenidos mediante este método de observación
sistemática y controlada, tienen una serie de características:
- Son objetivos, lo que hace referencia a la ausencia de sesgos debidos a las
preferencias, prejuicios, gustos, etc., del científico.
- Son empíricos, o basados en hechos observables.
- Son replicables, es decir, el procedimiento mediante el que hemos llegado a ese
conocimiento debe ser repetible, usado de nuevo, obteniéndose los mismos
resultados.
- Son parsimoniosos; deben ser explicados de la manera más sencilla y
“económica”.
- Deben propagarse, o generalizarse. Lo que se refiere a la comunicación al resto
de científicos de la comunidad.

2.3. Clasificación del Método Científico.


El método científico y su aplicación tanto a la ciencia básica como a la aplicada, tiene una
estructura que permite su utilización en todas las ciencias. Sin embargo, puesto que cada
ciencia tiene un objeto de estudio concreto, es necesaria una adaptación del método a cada
disciplina. El resultado de la adaptación de la metodología y sus principios lógicos
generales es la aparición de una técnica de investigación.
Al abordar el estudio de los métodos y técnicas de investigación hay que ser conscientes
de un hecho: "Las ciencias del comportamiento han desarrollado una impresionante
colección de métodos a lo largo de los últimos 120 años y de manera amplia se mantiene
que la metodología es un área de grandes realizaciones". Esta afirmación da una idea de
la importancia de la metodología dentro de las ciencias del comportamiento, y de las
ciencias sociales en general, y de la gran variedad de procedimientos utilizados para
investigar. El objetivo en este momento es las grandes estrategias de investigación que se
emplean.
Clasificaciones realizadas por diferentes autores, según diversos criterios:
- Según Arnau, Anguera y Gómez (1990), existen tres metodologías según la
estrategia de recogida de datos: la observacional, la metodología de encuesta y la
metodología experimental. También se clasifican según el grado de control, en
metodología cualitativa, pre y cuasi-experimental, y experimental. O
directamente, experimental vs no experimental (Arnau, 1989, 1990).
- Según el tipo de inferencia realizada, García presenta (1992): inductivo,
deductivo e hipotético-deductivo.

2.3.1. Clasificación del método según el tipo de inferencia.


- El método inductivo: Ha sido muy utilizado en las Ciencias del Comportamiento
por los psicólogos conductuales, y se define como aquél que pone mayor énfasis
en los datos, en su obtención, ordenación y constante referencia a los mismos. Los
datos una vez obtenidos, son reunidos, organizados y sometidos a criterios
estadísticos para determinar su validez, fiabilidad, etc. Es sólo a partir de ahí
cuando el científico extrae conclusiones teóricas (según algunos autores
“mínimas”), que continuamente estará sometiendo a verificación empírica.

- El método deductivo: Este método pone énfasis en la Teoría. Su principal objetivo


es construir una buena teoría y no tanto recoger datos empíricos. El investigador
deductivista parte del supuesto de que a los datos sólo se puede acceder de forma
correcta, con y desde una teoría. Este método posee dos niveles:
• En un primer momento, dentro de la propia teoría trata de elaborar mini-
teorías, deducidas lógicamente de la formulación principal.
• Después, en un movimiento que va de la teoría a los datos, trata de
establecer predicciones observables (o comprobables) destinadas a la
verificación de la propia teoría.

- El método hipotético-deductivo: Es el método más aceptado y utilizado, y consiste


en la aplicación de la inducción y de la deducción, separando el momento
empírico (de los datos) del teórico (de las explicaciones). El proceso es el
siguiente: Se parte de unas observaciones controladas (momento de los hechos) y
a través de un proceso lógico de inducción, se llega a una generalización a otras
situaciones. Después, desde la teoría se lleva a cabo un proceso de deducción que
desemboca en unas conjeturas o hipótesis cuya finalidad es la explicación de los
hechos y que hay que comprobar empíricamente. Así se cierra el círculo: se parte
de los datos y se vuelve a ellos, pasando por las teorías y las hipótesis y
fortaleciendo a éstas a través de los datos encontrados.
Quizá convendría considerar el procedimiento inductivo en problemas con escasa
investigación, en tanto que el hipotético-deductivo ofrezca mejores resultados en aquellas
áreas con suficiente aval investigador. Es decir, ambos procedimientos pueden actuar
coordinadamente, como un bucle en el que, partiendo de unos datos, inductivamente, se
forman supuestos teóricos que, a su vez, favorecen la derivación de consecuencias,
mediante deducción lógica. Por tanto, el proceso de investigación se torna en un
planteamiento unitario en el que se conjugan y complementan los razonamientos
inductivos y deductivos, por lo que se podría denominar al método científico como
inductivo-hipotético-deductivo.
Lo fundamental del método hipotético-deductivo es que permite poner en relación la
teoría con la observación, mediante las distintas fases del método, pero a pesar de las
mayores garantías de este método, tampoco está exento de críticas, especialmente en su
aplicación a las ciencias del comportamiento y a las ciencias sociales en general. Así,
Pelechano (1999) pone en cuestión una serie de características de las ciencias del
comportamiento que han venido funcionando como verdades axiomáticas. Así, los
supuestos sobre el carácter estable e invariante de los hechos observados, puede ser
aplicado a la ciencia natural, pero no a los fenómenos en las Ciencias del comportamiento.
Por otro lado, en Física es posible establecer relaciones causa-efecto monocausales, de
tal forma que la explicación de un fenómeno puede ser dada por la modificación de un
único elemento. En las Ciencias del Comportamiento la realidad no es esa; la conducta
está multi-determinada. Por último, los hechos psicológicos no son reversibles. En las
ciencias naturales, la reversibilidad y la vuelta al estado basal inicial es una de las
condiciones experimentales de contrastes para probar los efectos de la manipulación de
una variable independiente. En las Ciencias Sociales ese es un axioma imposible, aunque
esté implícitamente aceptado por los que aplican el método inductivo. Si se quiere llevar
a cabo una experimentación rigurosa en las Ciencias del Comportamiento, debe partirse
de esa no-reversibilidad como condición experimental.
2.3.2. Clasificación según el grado de control y según la manipulación.
El método general de la ciencia “se transforma y adapta a problemas específicos,
ramificándose en una serie de métodos menos generales, pero más adecuados para el
estudio de los problemas científicos concretos”. La elección de un método u otro va a
venir determinada por el objetivo de investigación de una disciplina. De esta manera,
cuando el objetivo teórico de la investigación sea la búsqueda de explicaciones causales
que permitan establecer relaciones funcionales entre variables, la metodología más
adecuada será la aplicación del método experimental, ya que es el que permite establecer
relaciones causa-efecto entre diversos fenómenos con mayor grado de seguridad. En
contraste, cuando el objetivo teórico de la investigación consista en observar y describir
lo más exactamente posible los fenómenos de interés, tal y como se producen en la
naturaleza, sin introducir ningún cambio por parte del experimentador la metodología
más adecuada es la utilización del método no experimental.
- El método experimental:
Cuando el objetivo final sea la búsqueda de las relaciones causales. La aplicación de la
metodología experimental será la única utilizable siempre que se quieran investigar
aspectos centrales (por ejemplo la etiología de un trastorno), que impliquen la búsqueda
de relaciones causales y relaciones funcionales entre variables. El método consiste en
observar los cambios asociados a la manipulación sistemática de una variable por el
experimentador, manteniendo el resto de variables constantes, es decir, pretende
establecer hasta qué punto la manipulación de una variable determinada (independiente)
es la responsable de los cambios observados en otra variable (dependiente). El método
experimental parte de dos supuestos básicos: la manipulación y el control, incluyéndose
dentro del control la aleatorización, tanto en lo que se refiere a la selección de la muestra
como en la asignación aleatoria de los sujetos a las distintas condiciones experimentales.
Así pues, el método experimental se basa en la manipulación y el control directo de las
condiciones de producción de los fenómenos, siendo el control de la variable
independiente y de las variables contaminadoras su característica principal.
- El método no experimental:
Según Arnau, dentro del método no experimental nos encontramos con el método
correlacional, el método observacional y con la encuesta
• Método correlacional no se ejerce un control experimental de los antecedentes del
fenómeno, los sujetos no se asignan aleatoriamente a los diferentes niveles de las
variables, puesto que, los niveles de las variables se hallan presentes de modo
natural en los sujetos, siendo, precisamente, la principal limitación de este método
la ausencia de manipulación experimental de las variables independientes de
interés y el menor grado de control ejercido sobre las mismas. Ello limitará que
mediante su utilización se puedan establecer las relaciones causa-efecto entre dos
variables, ya que el hecho de que dos factores covaríen no significa
necesariamente que el uno sea causa del otro, sino que, la relación o covariación
observada puede depender de alguna variable o proceso no especificado. Frente a
estas limitaciones, el método correlacional elimina la artificialidad de la situación
experimental, además, mediante la sistematización de la recogida de información
y el ajuste estadístico permite el control externo en la producción de la conducta
a evaluar, lo que posibilita aumentar la validez ecológica, ya que las condiciones
experimentales y las condiciones de la vida real son más equivalentes.

• Método observacional, decir que la observación es, además de una técnica, un


método que "permite captar el significado de la conducta generada
espontáneamente, mediante el registro y análisis riguroso de la misma" (Sarriá y
Maciá, 1990). A pesar de que la observación implica una falta de control casi
absoluto sobre las variables, es sumamente importante para cualquier buen
estudio. A este nivel interesan, de forma especial, las situaciones en las que se
produce la observación y los procedimientos de recogida de datos que se empleen.
La observación se puede producir en el medio natural, como en los trabajos
etológicos, en los que, si bien se gana en la validez ecológica del estudio y se
prioriza la validez externa, también se carece de suficiente control. La observación
estructurada permite plantear situaciones controladas y el estudio más detallado
de las conductas que se están generando en el laboratorio o en la sala de
observación. Sus principales inconvenientes provienen de la validez de las
situaciones, y de la influencia que la situación y el observador pueden ejercer
sobre el comportamiento de la persona observada.

• La encuesta se define como "una metodología de investigación que se adapta al


método científico general e intenta obtener información cuantitativa sobre una
población utilizando diseños que controlen de modo externo las condiciones de
producción de la conducta mediante la adecuada selección de las unidades de
análisis y la sistematización de la recogida de información". Este método tiene,
como el resto, sus ventajas e inconvenientes. Entre las primeras está que permite
recoger una gran cantidad de datos de una amplia muestra en poco tiempo, y con
un coste no muy elevado. Sin embargo, entre sus desventajas está que no alcanza
la fuerza de los métodos experimentales para establecer relaciones causales, ni
tiene la profundidad de información que se consigue con la observación.

Método experimental y Método no experimental: ¿Métodos opuestos o compatibles?


La bibliografía ha tratado de descifrar si nos encontramos ante dos métodos diferentes o,
simplemente, ante dos métodos enfrentados, pero complementarios. Por ello, no todos los
autores estarían de acuerdo en considerarlos como dos métodos distintos, a pesar de que
los objetivos, las estrategias en la recogida de datos y las limitaciones en las conclusiones
de ambos métodos son diferentes. De entre los criterios más utilizados a la hora de
confrontar los dos métodos, se encuentran; el grado de control, y el realismo frente a
la artificialidad.
- Estrechamente ligados a la cuestión del control experimental, se encuentra el
tema de la validez, referida al grado de confianza que se puede tener respecto a
las relaciones funcionales entre las variables analizadas y el tema de la amplitud
y precisión de los resultados.
- El realismo o artificialidad, hace referencia a la equivalencia que debe existir
entre las condiciones experimentales y a las situaciones a las que se desea poder
aplicar los resultados de la investigación.
La validez interna: hace referencia al grado de credibilidad de las relaciones causales
derivadas de la investigación o la confianza de que los cambios observados en la variable
dependiente son atribuibles a las manipulaciones experimentales.
La validez externa: se refiere a la representatividad o posibilidad de generalizar los
resultados obtenidos en un estudio en concreto a otras poblaciones o situaciones
diferentes.
Tanto la validez externa como la interna pueden verse afectadas por diversos factores,
siendo realmente difícil lograr que se den simultáneamente ambos tipos de validez en
cada uno de los métodos. Es decir, aunque las amenazas a la validez interna y a la externa
se encuentran presentes en las estrategias derivadas de ambos métodos, dado el mayor
grado de control que encierra el método experimental, se le suele atribuir una baja validez
interna y una alta validez externa. Por lo que se refiere a la amplitud-precisión, el método
no experimental tiene un área de aplicación más amplia y menor precisión que el método
experimental.
Podemos decir que los dos métodos pueden ser considerados como fases diferentes y
complementarias de la aplicación del método hipotético-deductivo. Se propone que, en
las etapas iniciales, cuando el fenómeno a analizar se encuentra poco definido o conlleva
un elevado grado de dificultad, pueden ser de gran ayuda las estrategias no
experimentales. Posteriormente, una vez que el problema se haya delimitado y las
hipótesis de trabajo se puedan formular de forma clara y sistemática, las estrategias
experimentales podrían ayudar a alcanzar conclusiones más precisas.
3. Modelo general de investigación: niveles.
3.1. Nivel teórico- conceptual.
Hay que diferenciar una serie de fases que pueden ser consideradas como “previas” a los
niveles técnico-metodológico y estadístico-analítico, y otra posterior a éstos. Entre las
fases previas están las siguientes:
1- Delimitación del Problema de Investigación. La pregunta que se formula el
investigador y su conceptualización dentro de un marco teórico de estudio.
2- La conjetura (o hipótesis conceptual) como respuesta a esa pregunta, dentro del
marco teórico.
3- Conversión de las hipótesis conceptuales en hipótesis de investigación, al ser
enunciadas las primeras en términos empíricos y facilitar así su comprobabilidad.
Mediante esta fase se pone en contacto lo teórico con lo real al tener lugar la
elección de las variables que, aunque definidas éstas en el ámbito conceptual,
marcan el inicio de la verificación.
4- Operativización de las hipótesis de investigación, concretándose claramente la
forma en que ésta ha de ser verificada, o, dicho de otra forma, cómo se va a
manipular y cómo se va a medir. Esta fase debe ubicarse en un nivel técnico-
metodológico de la investigación debido a que está estrechamente relacionada con
el método y/o diseño de investigación.
5- Discusión y Generalización de los resultados estadísticos, fase que, aunque no
directamente conectada con las fases ya expuestas, debe ser ubicada en un nivel
teórico-conceptual ya que esta fase requiere de la reflexión acerca de los datos y
resultados del proceso de investigación.
Este primer nivel del proceso científico es fundamentalmente teórico, y se puede decir
que tanto el razonamiento inductivo como el deductivo se encuentran subyacentes en el
paso de una fase a otra.
3.2. Nivel técnico- metodológico.
Tiene lugar la conexión de los conceptos teóricos con los fenómenos reales, de forma que
lo conceptual se hace objetivo. Toma forma lo que se denomina plan de investigación,
hecho éste que viene a significar la toma de una serie de decisiones acerca de la
operativización de la hipótesis de investigación. Estas decisiones lo serán con relación a
las variables/s independiente/s, extraña/s, dependientes, de sujeto, de procedimiento, etc.
Una vez han tenido lugar las acciones propias del plan de investigación, es decir, según
las decisiones tomadas, se plantean las opciones acerca de la forma en la que se obtendrán
los datos. En consecuencia, en un segundo momento, se selecciona una estrategia
adecuada de recogida de datos, suponiendo esto la elección del método (experimental
o no). Asimismo, según el método seleccionado que tendrá unas características concretas
de control, aleatorización y manipulación, así será el diseño acoplado al mismo.
El diseño es un plan estructurado de acción encaminado a resolver problemas de
investigación, con el que se pretende conseguir unos objetivos específicos, siguiendo
distintas estrategias para la obtención y análisis de los datos. “Diseñar” comprende tomar
decisiones en una serie de operaciones y tener muy claro el objetivo que pretendemos;
¿queremos/podemos mostrar relaciones causa efecto, o no? Respondiendo esta pregunta,
y las que vienen a continuación, nos situemos en un método u otro, y podemos optar entre
unos diseños u otros. Básicamente los pasos son:
1- Formulación de hipótesis estadísticas (Ho, H1) previa formulación de las hipótesis
operativizadas.
2- Especificación de variables independientes y extrañas, entendidas como variables
relevantes al objeto de estudio. ¿Puedo manipular las variables?
3- Especificación de la/s variable/s dependiente/s.
4- Especificación del número de unidades de observación (muestra). ¿De cuántos
sujetos dispongo? Diseños de grupo vs de Caso Único.
5- Especificación de la forma de asignar las unidades de observación a los distintos
grupos, y también, de los distintos tratamientos a éstos: ¿al azar o no?
6- Especificación y selección de las técnicas para el análisis de los datos.

3.3. Nivel estadístico- analítico.


Se realiza el análisis de la información obtenida, con el objeto de llevar a cabo la
inferencia de la hipótesis. Como es evidente, la actividad en este nivel depende
esencialmente de la metodología a la que se adscribe el investigador para realizar su
estudio, y más concretamente, de la estructura particular adoptada para recabar los datos
(el diseño). Para el tratamiento de los datos que arroja el diseño es preciso que éstos se
transformen en datos científicos, mediante la aplicación correcta de las distintas escalas
de medida. El uso correcto de los sistemas de medida es un aspecto fundamental en la
extracción de las inferencias válidas, así como en la selección de las técnicas estadísticas
que permiten tales inferencias.

4. Planteamiento general de una investigación.


Como paso previo a la elaboración de cualquier plan de investigación hay que cumplir un
requisito: el investigador debe formular un problema que sea susceptible de investigación.
Dado ese paso, el plan de la investigación incluye, de manera genérica, las siguientes
etapas:
- Formular hipótesis en correspondencia con el problema planteado.
- Seleccionar las variables que serán de interés en la investigación.
- Planificar la obtención de datos mediante observaciones, encuestas, cuasi-
experimentos, o experimentos, teniendo en cuenta los procedimientos de control
que se emplearán para evitar aquellas circunstancias que puedan amenazar la
validez de los resultados y las inferencias que de ellos se deriven.
- Analizar los datos obtenidos para probar las hipótesis.

4.1. El planteamiento de problemas.


Kerlinger (1991) señala que los problemas y las hipótesis dirigen la investigación y
ayudan al investigador a confirmar o rechazar las teorías. Problemas, hipótesis y teorías
son elementos clave en cualquier investigación. ¿De dónde proceden los problemas?
Hemos determinado varias fuentes de procedencia (Castro Posada, 1992):
1- De la observación en la vida diaria: La vida diaria es, para el investigador atento,
una fuente inagotable de preguntas que pueden girar en torno a las experiencias
personales vividas y acompañadas de toma de conciencia y de reflexión, y las
dificultades prácticas detectadas en la vida real.
2- De la profundización teórica y la aplicación de una teoría a situaciones concretas
y globales
3- Del análisis de investigaciones anteriores.
4- De la casualidad o Serendipity: En general se entiende por Serendipity la
facultad de descubrir cosas valiosas o útiles sin haberse propuesto descubrirlas.
Los problemas de investigación deben ser:
- Realistas: Eso vendrá determinado por el estado actual del conocimiento o de la
teoría que sirve de marco al problema, los recursos metodológicos y técnicos
disponibles y los fines que se persiguen en la investigación.
- Resolubles: Un problema se considera resoluble si puede ser sometido a
argumentos empíricos. En caso contrario, el problema no sería catalogable como
científico sino más bien como metafísico. ¿Cuáles deben ser las características de
los problemas resolubles mediante la investigación experimental?

a. Que las variables que involucren estén definidas operacionalmente.


b. Que la formulación del problema sólo pueda admitir una respuesta (no
hipótesis rivales plausibles)

- Claro: Que el problema esté formulado en términos claros y carentes de toda


ambigüedad.
- Funcional: Que el problema exprese una relación funcional entre dos o más
variables. Esta última condición se aplica más bien a la formulación de las
hipótesis.

4.2. Las hipótesis.


Una vez planteado el problema de investigación, la búsqueda de la solución se inicia con
la formulación de soluciones tentativas que puedan someterse a prueba para determinar
su verdad o falsedad. Esas formulaciones son hipótesis, es decir, conjeturas acerca de la
relación entre dos o más variables. En toda hipótesis se distinguen cuatro elementos:
1- El término o variable antecedente.
2- El término o variable consecuente.
3- La relación funcional que liga al antecedente con el consecuente.
4- El valor real (o valor de verdad), que hace referencia a la verdad o falsedad de su
contenido. Esto será puesto de manifiesto en el análisis de los datos.
Para que una hipótesis sea susceptible de verificación tiene que someterse al criterio de
utilidad, es decir, debe ser comprobable y sencilla. ¿De qué modo podemos hacer a una
hipótesis comprobable?
En primer lugar, todos sus términos deben estar bien definidos, ya sea descriptivamente
(con sinónimos o usando el diccionario) u operacionalmente. Existen varios tipos de
definiciones operacionales, cada una de ellas con características diferentes.
- Definición operacional experimental, que es la definición que describe el tipo de
acciones que deberá realizar el experimentador para manipular directamente la
variable. Por ejemplo: Hambre es estar más de doce horas sin comer.
- Definición operacional medida, en la que se hace una definición de los términos
de la hipótesis mediante el establecimiento de un conjunto de operaciones de
medición que identifiquen su presencia. Por ejemplo: Hambre es la cantidad de
alimento que ingiere el organismo.
- Definición operacional mixta, que incluiría a las dos anteriores. Por ejemplo:
Hambre es la cantidad de alimento que se ingiere después de doce horas sin comer.
En segundo lugar, para que una hipótesis sea comprobable es necesario que exponga con
claridad la relación o relaciones previstas entre los términos que la componen. Existen
varias formas de establecer una hipótesis con claridad. Entre ellas podríamos citar:
a. Formulación de Russell: Mediante el condicional, es decir
“si..............entonces..............”
b. Formulación de Hipótesis Nula: La hipótesis nula (Ho) establece que no existe
relación entre los términos o variables que se consideran. Así, si se consigue
comprobar que no es cierto que no exista relación, la Ho sería rechazada, y por
tanto se mantendría (nunca se daría como verdadera) la Hipótesis Alternativa
(H1), que no es más que la expresión de que sí existe relación entre las variables.

4.3. Variables.
Las variables son entidades, atributos, o propiedades, en las que pueden presentar
diferencias los objetos, los acontecimientos o los seres vivos.
Algunos tipos de variables
Las variables pueden clasificarse desde muchos puntos de vista diferentes. Sin embargo,
la clasificación que más va a interesarnos en esta asignatura va a ser la basada en un punto
de vista metodológico. Desde este punto de vista las variables pueden ser:
Variables relevantes:
Son todas las relacionadas con el fenómeno que queremos explicar y que de alguna
manera le afectan o modifican. Dicho de otra forma, serían todas aquellas que influyen o
pueden influir sobre la variable dependiente de un experimento. De estas variables
relevantes habrá una o más de una que el experimentador elija como variables
independientes y por tanto las manipule, mientras que todas las demás serán las variables
contaminadoras que el experimentador tratará de controlar por alguno de los
procedimientos que más adelante veremos. Para saber de antemano cuáles son las
variables relevantes en un experimento, o al menos las más relacionadas con la variable
dependiente, ya que la totalidad puede ser casi inabarcable, lo primero que tenemos que
hacer es construir una lista de variables relevantes al fenómeno a estudiar, lo cual muy
bien puede realizarse en la fase de la elaboración del problema, pues al hacer la revisión
bibliográfica tendremos la oportunidad de saber por otros autores cuáles son las variables
más relacionadas con el fenómeno en cuestión, y de esas variables seleccionaremos una
o varias para manipular (variables independientes) y el resto (variables extrañas) deberán
ser controladas para que el experimento no se contamine con su influencia.
- Variables independientes (VI o VVII):
Son aquellas sobre las cuales el investigador ejerce la manipulación para estudiar sus
efectos sobre el fenómeno que le interesa observar o variable dependiente. En todo
experimento se necesitará, pues, que haya por lo menos dos variables (una independiente
y otra dependiente) y que la independiente a su vez asuma por lo menos dos valores
diferentes (ausencia y presencia de ella si se pretende saber si ejerce o no influencia sobre
la variable dependiente; o distintos niveles o magnitudes de ella si se desea conocer cuál
de ellos ejerce un efecto óptimo sobre la variable dependiente).
A la variable independiente suele llamársela también “factor manipulado”, y a sus
valores, “niveles del factor”, esto sobre todo en los diseños factoriales de los que
hablaremos en su momento; por ahora, nos bastará conocer que “variable independiente”
se utiliza como sinónimo de “factor manipulado” y que “valor de la variable” como
sinónimo de nivel del factor. Para representar las variables independientes se suelen
utilizar las primeras letras mayúsculas del abecedario (A, B, C) y para representar sus
valores, las letras minúsculas correspondientes (a1, a2, a3, .....b1, b2, b3,etc.).
A lo que aspira todo investigador al planificar su estudio es a que los distintos valores de
sus variables den lugar a diferentes conductas observadas en los sujetos, o lo que es lo
mismo, a diferentes efectos sobre su variable dependiente; así, cuando esto se cumple se
dice que la variable independiente influye o es causa de los efectos observados en la
variable dependiente; pero cuando esto no es así y los diferentes valores de la variable
independiente no dan lugar a diferentes efectos en la dependiente, puede ser debido a
diversos motivos, entre los que cabría destacar los siguientes: una incorrecta
manipulación de la variable independiente, habiendo elegido posiblemente valores
inadecuados de ella; una presencia de variables extrañas incontroladas; o una expectativa
equívoca por parte del experimentador al formular su hipótesis.
¿Qué niveles de manipulación se puede ejercer sobre la variable independiente?
• Manipulación Intencional: en ella se dan esencialmente dos requisitos.

1- Que el experimentador decide libremente qué valores de la variable independiente


le interesa estudiar en ese experimento; por ejemplo, sea la variable independiente
la naturaleza del estímulo a recordar y sus valores sean dos: estímulos auditivos y
estímulos visuales.
2- Que el experimentador asigna libremente y, por tanto, aleatoriamente cada valor
de su variable independiente a un grupo de sujetos, así, por ejemplo, si dispone de
80 sujetos para realizar el experimento, los dividirá aleatoriamente en dos grupos
de 40 y asignará cada uno de los dos valores (auditivo o visual) aleatoriamente a
cada uno de los dos grupos.
Así pues, la manipulación intencional se caracteriza porque el experimentador
elige o crea los valores de la variable independiente y determina qué grupo de
sujetos recibirá cada valor. Este tipo de manipulación es llamada también
experimental, y sin ella por tanto no existe un auténtico experimento.
Cuando la variable independiente goza de este tipo de manipulación intencional,
decimos que es la presumible causa o antecedente de la variable dependiente.

• Manipulación Indirecta o de Selección: en ella solamente se da el primero de


los dos requisitos anteriores, es decir, que el experimentador decide libremente los
valores de la variable independiente que le interesa estudiar; aquí ya no puede
asignar aleatoriamente cada valor a la variable independiente a un grupo de
sujetos, sino que tendrá que elegir grupos de sujetos que ya posean los valores de
esa variable, ya que cada sujeto posee de antemano ese valor que le corresponde
de la variable independiente. Este nivel de manipulación suelen tenerlo las
variables propias del sujeto, es decir, edad, sexo, inteligencia, personalidad,
condición social, etc., puesto que todas ellas son características que ya posee
previamente a la investigación. Este nivel de manipulación es propio del método
correlacional.
En una investigación experimental puede utilizarse alguna variable independiente
con nivel de manipulación intencional y el resto de selección, pero al menos una
deberá gozar siempre de esa manipulación intencional.

- Variables extrañas (VE o VVEE):


Son aquellas que actúan o pueden actuar conjuntamente con la variable independiente
de un experimento pudiendo afectar de alguna forma a la variable dependiente. Estas
variables extrañas, también llamadas contaminadoras, deben estar debidamente
controladas para que no contaminen el experimento. Este control, ejercido sobre ellas,
debe ser de eliminación de sus efectos. En caso de no estar debidamente controladas,
al hacer las observaciones sobre la variable dependiente no sabremos si esos efectos
han sido producidos por la variable independiente o por todas las variables
contaminadoras que actuaban conjuntamente en ella y quedaron sin controlar.
Cuando en un experimento las observaciones hechas de la variable dependiente varían
en función de los diferentes valores que adopta la VI, podremos decir que ésta (VI)
es causa de aquélla (Variable dependiente, VD), y por tanto el experimento está bien
controlado y podemos inferir conclusiones válidas de él. Pero cuando por el contrario
no sabemos si los cambios observados en la VD son debidos a los diferentes valores
de la VI o a otras VVEE que quedaron sin controlar, diremos que el experimento está
contaminado y por tanto no podremos inferir ninguna conclusión válida de él. De la
gravedad que resulta que, el experimento pueda estar contaminado, se desprende la
necesidad de ejercer un control adecuado sobre todas y cada una de esas variables
contaminadoras.
- Variables dependientes (VD o VVDD):
Son el efecto presumible de las VVII. Se entiende por VD el fenómeno que se quiere
estudiar mediante la manipulación de la VI. Sobre ella no se ejerce ningún control,
tan solo se observa y se mide. La observación de las diferencias encontradas en ella
permitirá confirmar o rechazar la hipótesis sometida a prueba. Las VVDD se suelen
representar mediante las últimas letras del abecedario (Y, Z). Entre la VD y la VI se
establece una relación de causalidad necesaria para que se dé un experimento, en la
que la variable independiente será la causa y la dependiente, el efecto.
Con respecto a este tipo de variables hay que tener en cuenta tres aspectos:
1- Formas de medirla: un aspecto que debe quedar suficientemente claro es la
diferencia entre la VD y su medida, es decir, una cosa es cuál es la VD (por
ejemplo el aprendizaje de un laberinto) y otra cosa es cómo vamos a medirlo (por
ejemplo, número de ensayos necesarios para recorrerlo correctamente, latencia de
respuesta, etc.). Las formas más comunes de medir la VD son: por la exactitud de
la respuesta, Latencia de respuesta o Tiempo de Reacción, Velocidad de respuesta,
Frecuencia de respuesta, por la intensidad de la respuesta, etc.
2- Criterios para seleccionar su medida: después de haber visto las posibles formas
de medir la VD, podríamos preguntarnos en cualquier caso cuál sería la mejor de
todas ellas, y para hacer esa elección de forma correcta deberemos atenernos a
unos criterios que serán diferentes según el estado de conocimiento en que se
encuentre el fenómeno a estudiar.
a. En los experimentos exploratorios: por no tener información previa o ser
ésta muy escasa sobre la forma de medir la VD, los criterios serán un tanto
ambiguos:
i. Medirla de diferentes formas hasta encontrar la medida que
a juicio del investigador parezca ser la más correcta.
ii. Consultar con expertos en la materia a estudiar, para intentar
encontrar la medida más apropiada.

b. En los experimentos confirmatorios: el investigador en este caso ya


dispone de la información precedente de diversas medias tomadas de esa
VD y no hace sino seleccionar a su vez cuál o cuáles son las mejores (a no
ser que quiera introducir una nueva y en ese caso seguirá las directrices de
un experimento exploratorio). Para la selección, en este caso, existen dos
criterios fundamentales: Fiabilidad y Validez en la medida.
i. Validez: De los diferentes tipos de validez considerados por
los expertos, al psicólogo experimental la que más le interesa
es la validez de constructo. Ésta es la que hace referencia a
que se mida lo que realmente se quiere medir, es decir, que
los datos recogidos sean realmente medidas de la
característica que se quería estudiar. Es muy importante tener
en cuenta que, a la hora de seleccionar la medida de la VD
por el criterio de la validez, será necesario haber definido la
VD con el mismo significado que en las investigaciones
tenidas en cuenta, ya que de lo contrario la medida que en
aquellas investigaciones era para medir la VD, posiblemente
no sea válida para medir otra VD que aunque se llame igual
signifique algo diferente (de ahí la importancia de las
definiciones operacionales de las que hablábamos en un
apartado anterior). Para comprobar esta validez de la medida
sería conveniente correlacionarla con otras medidas de los
sujetos reconocidas como válidas en la misma VD, lo cual en
la práctica es difícil de conseguir por carecer generalmente
esas medidas, a su vez, de validez reconocida.
ii. Fiabilidad: aquí debe ser entendida como constancia de la
medida más que como homogeneidad de la misma. Por tanto,
decimos en este sentido que una medida es fiable cuando
aplicada dos o más veces a los mismos sujetos y en las
mismas circunstancias se obtienen los mismos resultados.
Nos interesa, pues, que cada vez que tomemos la medida de
la VD en una condición experimental determinada (es decir,
en un valor de la VI, por ejemplo, a1) obtengamos los
mismos resultados, y solamente varíen éstos, cuando varíe
alguna circunstancia de esa condición experimental.
También debemos tener en cuenta a la hora de medir la VD
que el instrumento utilizado sea de la mayor precisión
posible, para que las diferencias encontradas en la VD sean
debidas únicamente a los cambios que introduzca el
experimentador y no a la falta de precisión de los aparatos.

c. Causa de las diferencias encontradas en ella: Las diferencias encontradas


en la VD entre las distintas condiciones experimentales, pueden ser
debidas a la acción de las diversas variables que actúen aislada o
conjuntamente sobre ella, lo cual da lugar a diferentes tipos de varianza.
La varianza es, por tanto, la variación que observamos en las medidas
tomadas de la VD, y a este concepto en el experimento lo llamaremos
“varianza total”. Ésta se descompone a su vez en dos:
i. Varianza Sistemática: es la variación que presentan las
medidas apuntando sistemáticamente en una dirección más
que en otra, y puede ser debida a los efectos de la
manipulación de la VI (es decir, a los diferentes tratamientos
experimentales) o a los producidos por las VVEE, o a ambos.
Se divide a su vez en Primaria y Secundaria.
1. Primaria: También llamada Experimental, es la
variabilidad que presentan las medidas debidas a los
efectos de la manipulación de la VI (tratamientos
experimentales), y por tanto es la deseada por todo
investigador al realizar su experimento.
2. Secundaria: es la variabilidad que presentan las medidas
debidas a la influencia de alguna VE y por tanto no es
deseada por el experimentador.
ii. Varianza Error: es la variabilidad que presentan las medidas debidas a
fluctuaciones aleatorias. Es absolutamente imprevisible y se debe
fundamentalmente a las diferencias individuales existentes entre los
sujetos y a los errores de media cometidos por la utilización de
instrumentos poco precisos, instrucciones defectuosas, etc.
Por tanto, la Varianza Total = Varianza Sistemática (Primaria + Secundaria) + Varianza
Error.
En definitiva, el investigador debe procurar, por tanto:
1- Maximizar la Varianza Primaria: eligiendo los diseños adecuados y utilizando
en la medida de lo posible valores óptimos, extremos y numerosos de la VI, para
asegurarnos así de las diferencias a encontrar entre los diferentes tratamientos
experimentales.
2- Controlar la Varianza Secundaria: Manteniendo la constancia experimental, y
por tanto, controlando los efectos de las VVEE, o bien mediante técnicas
estadísticas mediante el análisis de la covarianza o bien mediante técnicas
experimentales.
3- Minimizar la Varianza Error: Intentando que las fluctuaciones aleatorias sean
mínimas, lo cual se puede conseguir mediante la utilización de instrumentos
fiables, instrucciones claras y precisas y criterios objetivos de valoración,
muestreos adecuados, muestras numerosas de sujetos, etc.
De todo esto se deduce el principio que Kerlinguer (1982) denomina “MAXMINCON”,
al cual todo investigador debe aspirar; maximizar la varianza primaria, minimizar la
varianza error y controlar la varianza secundaria.

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