Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DE CASO FEDERAL
EXCMO. TRIBUNAL:
I.- OBJETO
En virtud de la voluntad recursiva expuesta por mi actual asistido
USO OFICIAL
Nación y artículos 530 y 531 del Código Procesal Penal de la Nación) ...”.
1 Se notificó a esta asistencia técnica de la voluntad de recurrir del nombrado el 3 de agosto del corriente año
(Leandro Barreto) y en esa misma fecha al consultar al respecto a Axel Barreto me instruyó de que presente recurso
a su favor, ello, luego de recibir el correspondiente asesoramiento técnico.
1
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
II.- MOTIVO
El caso llegó a juicio oral, imputándole a mis actuales
representados el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por
haber sido cometido el hecho por dos personas (art. 119 párrafo cuarto,
inciso d) del C.P.), en calidad de co-autores (art. 45 del C.P.), este fue
controvertido, me refiero a la materialidad y, en forma subsidiaria, se realizó
un cuestionamiento relacionado con la significación jurídica (respecto de
Leandro Barreto), mientras que por el restante asistido, se sumó como teoría
USO OFICIAL
2
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
3
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
III.- ADMISIBILIDAD
El presente remedio resulta procedente, ello conforme lo
normado en los arts. 21 de la Resolución 2/2019 (B.O., 19/11/2019) de la
Comisión Bicameral de Monitoreo e Implementación del Nuevo Código
Procesal Penal Federal, 456 incs. 1° y 2° del CPPN y 457 -por ser una
sentencia definitiva- del catálogo adjetivo, entre algunos.
Por su parte, nuestro ordenamiento jurídico, esto ya desde una
posición constitucional y convencional (art. 75, inc. 22° de la Constitución
Nacional), marca aún más su viabilidad objetiva y subjetiva, a partir de los
arts. 8.2. “h” de la CADH y el art. 14.5 del PIDCYP, los que establecen como
garantía mínima, la posibilidad de que el justiciable pueda someter el fallo
condenatorio y la pena que se le impuso a revisión amplia por parte de un
Tribunal Superior (doble instancia y/o doble conforme).
Situación, largamente, reconocida por nuestro Máximo Tribunal,
USO OFICIAL
4
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
2 Ello, relacionado con el momento desde el cual debe tenerse en cuenta para el cómputo del plazo en la
interposición del recurso es la notificación personal al encausado de la decisión desfavorable (luego puesta en
conocimiento de su asesor técnico), si bien el caso citado es relacionado con la presentación directa ante la CSJN
(recurso de queja) es aplicable mutandis mutandis, puesto que se está frente a una sentencia definitiva de condena
revisable por ante la CNCCC.
3 La CSJN extendió la aplicación de esa doctrina al supuesto en que el tribunal de juicio había dado por notificada
por lectura la sentencia, en audiencia celebrada a tenor del art. 400 CPPN, a la que no había comparecido la
imputada. La Corte mantuvo su doctrina, y explicitó su alcance en estos términos: “corresponde señalar que es doctrina
de esta Corte Suprema que toda sentencia condenatoria en causa criminal debe ser notificada personalmente al procesado con
el fin de que tal clase de sentencias no quede firme por la sola conformidad del defensor” (Fallos:255:91; 291:572; 302:1276;
304:1179; 305:122; 314:797).
4 Allí la CSJN estableció que “no corresponde establecer diferencias en el cómputo de los plazos tomando como parámetro la
situación de libertad personal del encausado, ya que la posibilidad de obtener un nuevo pronunciamiento judicial a través de
los recursos procesales constituye una facultad que le es propia y no una potestad del defensor, por lo que debe darse
cumplimiento a todo recaudo que garantice plenamente el derecho de defensa (conf. Fallos: 311:2502 y 322:1343, voto del juez
Petracchi).”
5
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
con el miembro erecto a Leandro Ariel Barreto. Ante esa situación, inmediatamente se levantó, y
advirtió que ya no vestía el short con el que se había acostado, llevando colocado solo un top; por lo
que rápidamente, se colocó el primer pantalón que encontró. Sin embargo, el nombrado Leandro Ariel
Barreto, la empujó hacia atrás para volver a la cama, la tenía agarrada con sus dos manos en la
cintura, la tomó de los brazos y decía “tranquila, no pasa nada” (sic). Como su puerta es corrediza,
y estaba un poco entreabierta, y podía ver para afuera, advirtió que Axel Iván Barreto, hermano del
nombrado, estaba afuera sentado, “como haciendo de campana” en el patio que está próximo a su
habitación. Por ello, la damnificada se puso a llorar, y logró sacarse de encima a Leandro Ariel
Barrerto, y pudo empujarlo para salir. Ante ello, Axel Barreto exclamó “dale negro, dale negro” (sic),
en alusión a su hermano, Leandro Ariel Barreto. Cuando logró salir de la habitación se dirigió
corriendo hacia la habitación del fondo, donde estaba su madre, a quien le contó la situación vivida,
seguido de lo cual Sabrina se fue a higienizar sus partes íntimas porque sentía un ardor, no vio si
tenía semen, y estaba en estado de shock, pero consideró que efectivamente fue penetrada sexualmente
por Leandro Ariel Barreto, no pudiendo advertir si aquél usó protección. Luego dio aviso a las
autoridades policiales, quienes al concurrir al inmueble procedieron a la detención de los mencionados
Leandro Ariel Barreto y Axel Iván Barreto…”. Dicho evento la Fiscalía lo calificó como
constitutivo del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por haber sido cometido el
USO OFICIAL
hecho por dos personas (art. 119 párrafo cuarto, inciso d) del C.P.), en calidad de co-autores (art. 45
del C.P.)…”. Cabe destacar que esta calificación fue modificada en la etapa
conclusiva del juicio (art. 393 del CPPN), pues el representante del MPF así
lo consideró y el Tribunal lo recepto, señalando que se configuró “…Respecto
de Leandro Ariel Barreto el delito de abuso sexual calificado por mediar acceso carnal en calidad de
autor (arts. 45, 119, 3° párrafo del Código Penal). Respecto de Axel Iván Barreto constituye el delito
de abuso sexual con acceso carnal en carácter de partícipe necesario (arts. 45, 119, 3° párrafo del
6
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
ellas la n°5 identificada como de los imputados. En ese sentido, puede afirmarse que esa develación
fue casi inmediata, una cuestión que puede establecerse más en segundos que en minutos. Ello
entonces permite avizorar que los dichos de Carmen Aguirre son determinantes por cuanto relató la
forma en que su hija la despertó, el estado emocional en el que se encontraba y que fuera al baño a
higienizarse sus partes íntimas por que se sentía sucia y pegajosa. Esta característica puede apreciarse
más allá de los dichos de su madre, por cuanto en cada oportunidad que a lo largo del proceso la
víctima tuvo que expresarse respecto del suceso, se explayó de la misma forma. No ya con la
inmediatez que se lo contó a su madre, pero si el mismo día del hecho y con un breve lapso de tiempo,
brindó la misma versión al personal policial que acudió al domicilio por el llamado de Carmen
Aguirre, destacándose en este sentido que la totalidad de los testigos que estuvieron presentes en el
lugar refirieron que los oficiales demoraron escasos minutos en acudir al inmueble, y por ende, en
escuchar su versión de manera directa. Ello se vio reflejado en la declaración que brindara en el debate
el Oficial Aníbal Fernando Gallardo, quien expresara lo que escuchó de boca de la víctima en el lugar
del suceso, como así también de la madre de ella y de las restantes personas presentes. Corroborando
todo ello, y con un breve intervalo de tiempo entre el suceso y la noticia, pudimos escuchar durante
el debate a la testigo Vanesa Martínez, hermana de la víctima, quien relatara que se enteró del suceso
aproximadamente a las 6.30 de la mañana, y que por ello se dirigió al inmueble, en donde se encontró
con Sabrina y con su madre, quienes le relataran el suceso en la misma y exacta forma en que su
USO OFICIAL
hermana lo sostuviera ante el Tribunal. En ese sentido, se cuenta también con el contenido de la
historia clínica que labraran respecto de la nombrada los profesionales que la atendieron cuando
arribó, ese mismo día, al Hospital Pirovano, donde claramente puede apreciarse que la nombrada se
explayara en idéntico sentido. Al respecto se dejó constancia que “Sabrina relata que durante la
madrugada del día de hoy fue agredida sexualmente por el “hermano del marido de su prima”, quien
se encontraba junto a otro hombre en la pensión en la que ella vive. Refiere que, luego de haber
celebrado el año nuevo junto a sus familiares, regresó a su cuarto y se acostó a dormir dado que se
encontraba muy cansada tras haber trabajado durante todo el día. Luego se despertó repentinamente
al sentir la presencia de una persona sobre ella, notando que el mismo se encontraba desnudo. Expresa
que no puede precisar si hubo penetración vaginal dado que al despertarse y notar lo que estaba
ocurriendo lo empujó y salió corriendo velozmente, notando que en la puerta de la habitación se
encontraba parado otro hombre observando lo que estaba ocurriendo. Sabrina refirió que ambos
sujetos se encontraban muy alcoholizados y que, luego de que ella logró pedir ayuda a su madre (quien
vive en otra habitación de la pensión), se acostaron a dormir “como si nada”. Sabrina y su madre
llamaron al 911 y se presentó personal policial en el domicilio, deteniendo al agresor (quien, según
refiere, habría salido en libertad el día de ayer luego de haber estado detenido por robo).” A mayor
abundamiento, se destaca que también el mismo día, 1 de enero de 2022, Martínez prestó declaración
testimonial ante las autoridades policiales de la comisaría 12C, en donde también brindó la misma
versión. También ese mismo día y en forma conteste con su relato, Sabrina Martínez compareció ante
los profesionales del “Programa contra las Víctimas de las Violencias”, quienes dejaran constancia
del estado de la misma cuando refirieron que “Este equipo profesional escuchó a la joven Martínez
con un relato claro y contundente, pudiendo dar cuenta de los hechos padecidos por lo que se le explicó
7
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
el Proceso Penal iniciada, expresado la misma su voluntad para sostener y colaborar con el mismo.”
Finalmente, se cuenta con lo que refiriera Martínez ante la Oficina de Violencia Doméstica dela Corte
Suprema de Justicia de la Nación, el 2 de enero de 2022, al día siguiente del hecho, oportunidad en la
que, además de sostener el mismo relato, refirió lo que venía sosteniendo respecto a que ambos
imputados estaban alcoholizados y que cuando salió de la habitación vio a Axel sentado, el que se
dirigió hacia ella, quien no la frenó, sino que fue ella quien lo apartó para poder seguir camino a la
habitación de su madre. Debe destacarse que si bien en el presente proceso no transcurrió un período
prolongado entre el suceso y la celebración del juicio oral también Martínez se expresó en idénticos
términos en el momento de brindar su testimonio ante el Tribunal. A mayor abundamiento merece
mencionarse que en todas esas oportunidades, quienes escucharon el relato de la víctima refirieran
que se encontraba afectada emocionalmente, lo que expresaron su madre, su hermana y el personal
policial en forma conteste, siendo que en la historia clínica mencionada se dejara también constancia
por escrito de dicho estado: “Sabrina se angustia durante la entrevista al relatar lo ocurrido, se la
contiene verbalmente”, lo que acredita el estado de la misma el día del hecho. También el informe
elaborado en la sede de la Oficina de Violencia Doméstica dio cuenta del estado de angustia en que se
encontraba. Por todo ello, por la inmediatez de la revelación del suceso y la exteriorización que
efectuara del mismo en cada una de las oportunidades que debió realizar la víctima, lo que fuera
ratificado por todos los testigos, ya sea el mismo día o durante el debate, es que consideramos que más
USO OFICIAL
allá de alguna diferencia menor en su relato, no existen fisuras en el mismo. En contra de la versión
de la víctima, se cuenta sólo con el descargo que efectuara durante el debate el encartado Leandro
Barreto, quien negara el suceso y refiriera que la primera noticia que tuvo de ello fue cuando se
encontró con Vanesa Martínez en la vía pública, cuando lo increpó por haber abusado a su hermana.
También frente a la versión de Sabrina Martínez la defensa sostuvo que el hecho no sucedió, y
atribuyó la denuncia efectuada a un conflicto que tuvieron previamente las familias de los imputados
y de la denunciante por un hecho que tuvo como protagonista a un familiar de Martínez, que se habría
masturbado en un pasillo y en presencia de un menor, mientras espiaba a una integrante de la familia
de Barreto, ocasión en la que fuera el autor excluido judicialmente del hogar. Sostuvo el defensor que
ese hecho, sumado a que su asistido Leandro Barreto posee un antecedente por abuso sexual, habrían
sido los motivos por el cual Sabrina Martínez habría decidido realizar la denuncia por un hecho de
esa misma índole contra el nombrado. Esa afirmación no encuentra justificación lógica ni sustento
en las probanzas agregadas en el debate, apareciendo sólo como una conjetura desarrollada por la
defensa. Al respecto no se vislumbra que, por un hecho en que no intervinieran ni Leandro Barreto
ni Sabrina Martínez, ésta haya sindicado falsamente a aquél por un abuso sexual en su perjuicio, más
si tenemos en cuenta que el imputado no se encontraba vinculado con el hecho de mención, no había
vivido con anterioridad ni vivía en el domicilio de la calle Freire 3320, al punto tal que al momento
del hecho objeto del presente proceso, hacía 24 horas que había recuperado su libertad por haber
cumplido una condena en otro proceso. La hipótesis presentada por la defensa no se hace cargo de
responder cómo habría logrado Sabrina Martínez, entonces, engañar a todos quienes la escucharon
dándoles una versión de los sucesos única, coherente y creíble. Al respecto no puede desatenderse que
Martínez no sólo le comentó lo padecida a su familia, sino que también lo hizo al personal policial, las
8
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
trabajadoras sociales del Programa las Víctimas contra la Violencia, los profesionales de la Oficina
de Violencia Doméstica y los médicos policiales y del Hospital Pirovano, para finalmente engañar a
los integrantes del Cuerpo Médico Forense que, entre otras cuestiones, analizaron específicamente la
verosimilitud de su relato. De lo que se evidenció en la audiencia Martínez carecería de herramientas
para embaucar a semejante cantidad de variados profesionales, específicamente entrenados para
atender este tipo de sucesos. Nótese que las consecuencias derivadas de la denuncia son la exposición
de aspectos íntimos frente a desconocidos en lugares ajenos, vergüenza, reiteración de sus vivencias
en diversas entrevistas ante distintos profesionales, revisaciones médico ginecológicas en procura de
rastros del acontecimiento y finalmente, la examinación en una audiencia oral frente a todos los
sujetos procesales que pusieron especial énfasis en escudriñar su testimonio. Todo ello evidencia con
claridad que ese argumento defensista resulta consecuencia de un análisis superficial y aislado de la
cuestión, que resulta sustancialmente más compleja. Es de interés valorar, en ese sentido, las
desproporcionales consecuencias entre haber mentido para perjudicar a los Barreto y el resultado final
de la denuncia, ya que aún ante la imposición de una condena a los acusados que no representa un
beneficio en sí para la víctima, el peregrinaje procesal al que se vio sometida implica un serio perjuicio
para su situación personal integral y no sólo emocional. Al mismo tiempo también debe descartarse
que su denuncia tuviera alguna repercusión en la investigación de los hechos anteriores en los que
no intervino. Sostenemos por ello, que tanto el descargo efectuado por Leandro Barreto, como la
USO OFICIAL
9
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
hecho y la extracción de sangre se supone que se metabolizaron y eliminaron 0,75 g/L, en términos
generales y según singularidades propias del individuo.” Por ello, y viendo las conclusiones que sobre
el respecto efectuara el galeno, consideramos que no hay ningún elemento que avale la afirmación de
la defensa en este supuesto. A más de ello debe evaluarse la conducta desplegada por Axel Barreto
bajo los efectos del alcohol para efectuar la valoración normativa que pretende la defensa. Al respecto
se destaca que Axel Barreto fue visto, despierto, sentado en una silla, por Sabrina Martínez al salir
de la habitación. Cuando éste advirtió la presencia de la damnificada se incorporó y se dirigió hacia
ella, lo que demuestra que tenía cabal conocimiento de la tarea que estaba realizando y hacia donde
debía dirigir su atención y respecto de quién. Asimismo, se destaca que en un momento refirió “dale
negro”, lo que también evidencia que sabía que su hermano Leandro estaba en el interior de la
habitación y la actividad que efectuaba. En el mismo sentido, resulta relevante mencionar que
Martínez ni su madre, señalar que se expresara de manera balbuceante o que tuviera una marcha
vacilante, lo que también fue descartado en la examinación médica que se le realizara por el personal
médico que intervino en el legajo de instrucción. Es decir que, no existen elementos probatorios que
permitan siquiera presumir que Axel Barreto tenía un grado de alcoholización tal que no le permitió
comprender las características, alcances y consecuencias del acto criminal en el que participaba. Su
conducta fue coherente dentro de lo que se espera para una persona que debe estar expectante ante la
presencia de extraños y avisar al autor. Volviendo a Leandro Barreto, y dando respuesta a otra
USO OFICIAL
cuestión introducida por la defensa, respecto a la afirmación que efectuara a que no hay ningún
elemento para comprobar que hubo penetración, habremos de señalar primeramente que fue la propia
víctima quien refiriera en su declaración que sintió ardor en sus partes íntimas, y que también se
sintió que estaba como sucia y pegoteada, lo que la llevó a lavarse sus partes íntimas en la casa de su
madre, siendo que esta refiriera todo eso en su declaración. Corroborando la versión de Martínez en
ese sentido, se cuenta con el informe médico legal efectuado la División Medicina Legal de la Policía
de la Ciudad del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires obrante a fs. 62/3, en donde fue
examinada la nombrada, pudiéndose apreciar que del examen ginecológico que se le efectuara refiere:
“Equimosis puntiforme en hora 8 en unión de borde fijo con borde libre.” Si bien la defensa refirió
que no existe lesión comprobada respecto de la imputada que acredite la penetración y que ella
tampoco lo afirmó, señalando que sólo se estableció un desgarro en el himen de antigua data, se
advierte que la representación de Barreto omitió tratar la equimosis en la zona vulvar, lesión
compatible con una penetración y optó por destacar otro punto del informe desarrollado en una
planilla realizada al efecto. Sumado a todo lo que venimos mencionando, se esgrimen contundentes
las conclusiones a las que se arribara en el informe pericial efectuado por el Servicio de Genética
Forense llevado a cabo por el Dr. Enzo Canónaco del Cuerpo Médico Forense. Para analizar ello,
primeramente, se mencionará que al momento del suceso, el personal policial interviniente de
conformidad a lo que surge en el acta de fs. 8, procedió a secuestrar en la habitación de Sabrina
Martínez diferentes prendas allí encontradas. Obra a este respecto el informe pericial N° 46/2022
elaborado por la División Laboratorio Químico de la Policía de la Ciudad, área Toxicológica y química
Legal, en donde pudo determinarse que con relación a las prendas secuestradas, en lo que aquí nos
interesa destacar, que en el sobre N° 5 que contenía el calzoncillo tipo bóxer perteneciente a Leandro
10
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
Barreto, de color rojo con dibujos amarillos, talle XL con inscripción “Uomo”, pudieron extraerse dos
muestras denominadas “3A” y “3B”. Que analizadas dichas muestras para determinar la existencia
de sangre humana, pudo establecerse que en la muestra identificada como “3B”, dio positiva la certeza
en sangre humana. Con relación al resultado de las muestras identificadas como “3A” y “3B”, se
obtuvieron resultado negativo de espermatozoides, pero al antígeno prostático específico mediante
técnica inmunocromatográfico, obtuvieron resultado positivo. Así, el Dr. Enzo Canónaco, profesional
integrante del Cuerpo Médico Forense señaló en el estudio incorporado, que del calzoncillo tipo boxer
de Leandro Barreto se obtuvo un perfil genético mezclado, atribuible a dos personas, siendo ellas,
Leandro Barreto y Sabrina Martínez, los protagonistas del suceso, lo que está determinado en el punto
5 de las conclusiones del informe, resultando determinante este medio probatorio para establecer la
participación en el suceso reprochado a Leandro Barreto. Debe mencionarse a este respecto, que más
allá de la constancia del acta de secuestro labrada por personal policial al momento del suceso, que
refiriera haber secuestrado el bóxer del imputado, durante la declaración que prestara en la audiencia,
el propio Leandro Barreto es el que reconoce a dicha prenda como de su propiedad. Al respecto, puede
concluirse que la presencia de material genético de Sabrina Martínez en el calzoncillo de Leandro
Barreto refuta la versión exculpatoria del nombrado y acredita el acceso carnal, dado que no existe
otra posibilidad que explique cómo llegó ese material al interior de la ropa íntima del acusado…”.
USO OFICIAL
11
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
II.-
La realidad es que esta parte, contrariamente, a lo señalado,
considera que no se probó el extremo señalado -penetración-, situación que
no es menor a la hora de evaluar correctamente la significación jurídica, el
grado de injusto y reproche.
Lo dicho, demuestra la ausencia de la tipicidad objetiva de la
figura agravada escogida, esto no resulta una interpretación aislada, sino
que, con los propios puntos tomados por el Tribunal para llegar a la condena
en tales términos, también permiten lo contrario.
Me explico.
12
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
13
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
14
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
15
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
por cualquier vía, entre las que se incluye la fellatio in ore, es decir, este
ámbito progresivo tiene una correlación con el monto de pena en expectativa
de uno y otro, lógicamente, según el grado de afectación al bien jurídico
tutelado y la gravedad.
Por eso la razón de ser de este pedido, toda vez que, insisto, la
conducta atribuida a mi asistido no pudo haber excedido la figura base, por
tanto, pido la modificación de ésta a la establecida en el art. 119 primer
párrafo del CPN, ya que las condiciones descriptas por la víctima fueron
subsumibles en la descripción típica de la señalada, esto es, “…el que abusare
sexualmente de una persona cuando ésta (…) o cuando mediare violencia, amenaza,
abuso coactivo o intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad, o de
poder, o aprovechándose de que la víctima por cualquier causa no haya podido
consentir libremente la acción...”.
A lo sumo, tomando en consideración el iter criminis desarrollado
y que no se dio la consumación (según las críticas probatorias antes
efectuadas), su conducta deberá subsumirse en lo normado en los arts. 42,
45 y 119, cuarto párrafo del CPN.
16
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
III.-
Otro de los puntos que esta parte observa como merecedor de
revisión es el grado de intervención dado a Axel Barreto, quien desde la
etapa de instrucción venía acusado como coautor del delito de abuso sexual
con acceso carnal agravado por la intervención de dos o más personas (art.
119, 4to párrafo, inc. d, CPN), pero luego de sustanciado el debate el MPF
mutó la calificación, estando a un “abuso sexual con acceso carnal” respecto
de Leandro Barreto; mientras que a Axel Barreto, se lo condenó como
“participe secundario” del hecho principal (cfr. Art. 46 del CPN).
En fin, esta Defensa entiende que no se probó aporte alguno de
parte del justiciable que fuera digno de reproche, por eso el pedido de
absolución.
Lo señalado por la sencilla razón de que el testimonio de la
víctima no admitía considerar siquiera algún aporte con trascendencia
jurídico penal en el hecho.
17
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
Axel afuera. Lo empujé y fui directo a hablar con mi mamá…”. Luego, testimonio
que: “…Y yo escuché que Axel le decía ´Dale Negro´ porque a él le dicen ´Negro´.
Ahí Axel se me acercó y también lo empujé y me fui. Me fui a lo de mi mamá. Yo
estaba desesperada, la desperté a ella y le dije ´el Negro´ está en mi pieza, esté
desnudo no sé lo que hizo…”.
Al ser más precisa de lo que apreció de la conducta de Axel
Barreto fueron dos tramos adicionales.
En el primero, mencionó que “…Cuando salgo de la habitación lo que
primero veo es a Axel. En el patiecito estaba. Yo salé y él al instante vino. No sé
cuántos metros. La distancia era como de acá a la puerta de la sala, él iba hacia donde
estaba yo. No me dijo nada. Vino apurado. Y me fui, cuando yo salí me iba directo a
lo de mi mamá. No le dije nada. Lo empujé, lo aparté. Lo único que quería hacer era
ir con mi mamá y contarle. Fue todo rápido. Salí, lo aparté y me fui. Cuando lo aparté
y me fui. No sé qué pasa con él, nada, no se cae. Yo me fui, cuando lo vi acercarse no
sé, no noté nada que me llamara la atención. Estaba en una silla sentado cuando lo
vi. Sí, era la única silla en el lugar. Es en el patio donde están las habitaciones. Había
una frazada colgada en mi puerta, que cuando me fui a dormir no estaba. Mi puerta
tenía dos maderas que sostenían esa puerta y estaba colgada en una de esas. No sé
18
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
para qué estaba ahí, pero estaba. Supongo que no sé, para tapar estaba. No sé de
quien era…”.
En segundo aspecto, frente a preguntas de precisión del MPF
(confronte), explicó lo siguiente “…sí, fue cuando agarré mi pantalón y vi afuera
y lo vi a él, supongo que se habrá dado cuenta que me desperté, y ahí salí y él vino.
Yo creo que sí, que tenía una función, de hecho, cuando me desperté lo escuché decir
´dale Negro, dale Negro´. La función era tener relaciones, no sé...”.
previo con Leandro Barreto, es decir, si sabía lo que estaba ocurriendo dentro
de la habitación, ya que este tipo de detalle hubiera permitido darle algún
tipo de certidumbre o no a la colaboración endilgada.
En nuestro sistema jurídico, cómplice es el que dolosamente y sin
tener el dominio del hecho principal presta al autor o autores ayuda para la
comisión del delito.
Las categorías de partícipe primario o secundario dependen de la
magnitud de la ayuda prestada, es decir, si con ella (o sin ella) el delito no
habría podido cometerse.
Para aplicar este criterio, se suele proponer la utilización de la
teoría de la conditio sine qua non: si se elimina mentalmente la acción del
partícipe y el hecho no habría podido cometerse, estaremos ante una
participación necesaria (como se realizó en este caso).
Sin embargo, se sostuvo que “…su aplicación no está exenta de
complicaciones, puesto que uno de los problemas a dilucidar es si la contribución del
partícipe se analiza en “abstracto” o en “concreto”. Si bien la ley se sirve del
procedimiento hipotético de eliminación para definir si el aporte resultó necesario
para obtener el resultado típico, se observa que el texto legal no califica como cómplice
19
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
primario al que presta una colaboración sin la cual el hecho no habría sucedido, sino
que al que ayuda con algo sin lo cual el hecho no habría podido cometerse. El juicio
a formularse no es, pues, de naturaleza absolutamente mental e hipotético de
eliminación, sino que se basa en el examen de la posibilidad que el autor en concreto
tenía; y la apreciación de la calidad de ese aporte dependerá, por tanto, de su
naturaleza imprescindible para los autores conforme el plan preconcebido. Ese juicio
ex ante será de ayuda para distinguir con mayor facilidad, en cada caso, la
complicidad primaria de la secundaria…” (“Lagos”, causa nro. 61061/2013, Sala
2 de la CNCCC, Reg. nro. 663/2016, rta. 30/08/ 2016 y ”Martínez”, causa
nro. 55649/2013, Sala 2 de la CNCCCt, Reg. nro. 428/2017, rta. 02/07/2017).
Volviendo a las constancias fácticas de interés, en relación a esto,
la víctima dijo: “…Cuando la llamé a mi hermana, en el camino que venían, lo
encontraron a Leandro, estaba a unas cuadras y él les hablaba como si nada, como
pensaba que no sabía nada mi hermana… hablaron y volvieron a mi casa como si
nada y ahí estaba la policía esperándolo a él. Axel estaba en la habitación de su
USO OFICIAL
hermana, durmiendo. Cuando llega Leandro, se echaban la culpa entre ellos. Primero
decían que los dejé pasar, después Axel decía que fue Leandro y Leandro que fue
Axel. Eso lo presencié. A Axel lo hicieron que lo llame alguien, pero no se despertaba,
así que lo fueron a buscar y a partir de ahí los detienen…”.
20
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
IV.-
En definitiva, si no es por lo anterior, considero que la
desvinculación también se imponía por otro carril, en este caso, por no tener
capacidad de culpabilidad (cfr. art. 34 inc. 1° del CPN) o, a lo sumo, por duda
de esto, pues tampoco se pudo acreditar fehacientemente el extremo (cfr. art.
3 del CPPN).
Al respecto, no fue un testimonio aislado que dio cuenta de la
situación de intoxicación etílica del mismo, desde el oficial Gallardo que lo
detuvo hasta varios de los testigos hicieron referencia a esta situación.
Incluso, para llevarlo detenido costó despertarlo y la prueba
USO OFICIAL
21
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
el Sr. Barreto Axel Iván presentó un cuadro de intoxicación etílica, cuyos alcances
en la capacidad para comprender y dirigir sus acciones deberán ser valorados por
VS…”.
Por tanto, entiendo que se probó que no es digno de reproche el
mismo, por ausencia de capacidad de culpabilidad o por duda de esta, ya
que el estadio de embriaguez en el que se ubicaba así lo indica, me refiero al
período II de intoxicación alcohólica aguda, donde la concentración de
alcohol supera los 1,5 g/L se afectan los centros subcorticales y las
alteraciones funcionales son evidentes, así se pierde la coordinación, el
sentido de las proporciones, existe confusión, ataxia, pérdida del autocontrol
y alteración del juicio crítico y de valor por falta de la inhibición de los
centros correspondientes (cfr. el propio informe del Dr. Mamone).
De todas formas, esta parte no desconoce que el Tribunal para
sostener lo contrario evaluó lo siguiente:
Concretamente que el informe del CMF no avala lo sostenido por
esta defensa (punto II) y que la conducta de mi asistido que fue visto
despierto, sentado en una silla y cuando vio a la damnificada se paró y
dirigió a ella, demostraba su cabal conocimiento y que sabía a donde
22
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
23
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
promedio de los resultados son los que dictan o rigen una afirmación, existiendo
siempre casos que no son congruentes y consecuentes con la mayoría. A lo que debe
agregarse específicamente en relación a la capacidad de eliminación y metabolización
de alcohol en sangre, que hay organismos que tienen facilitado este proceso, máxime
si existe un acostumbramiento a la ingesta, es decir, si se da en personas que
consumen habitualmente alcohol durante mucho tiempo, la capacidad de eliminación
y metabolización puede ser diferente. A todo esto debe agregarse un hecho no menor
que dificulta aún más la resolución del caso desde la perspectiva médico legal, y es
que al causante se lo detiene en su cuarto ya durmiendo, y si bien no se puede recabar
con exactitud cuánto tiempo trascurrió entre el hecho y la detención, no se puede
afirmar con certeza que durante ese tiempo, posterior al hecho, el causante haya
ingerido nuevamente alcohol, lo que de ser así modificaría y desvirtuaría toda
valoración sobre el análisis de la proyección de alcoholemia. En síntesis, se considera
que de los antecedentes obtenidos no puede afirmarse con certeza médico legal que el
causante no haya podido comprender la criminalidad del acto ni dirigir sus acciones
en el momento de producirse el acontecimiento denunciado5”.
24
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
6 Subrayado es propio.
7 “Prieto” Causa nro. 1454/2012. Reg nro. 422/2022, rto. 12/4/2022, Sala 3 CNCCC.
25
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
(“Derecho Procesal Pena”, Jorge A. Clariá Olmedo, pág. 247, Marcos Lerner
Editora, 1984), cosa que en este caso no ocurrió.
VI.- RESERVA
Por todo lo expresado a lo largo del presente y, considerando que
se encuentran en juego principios de vital importancia en un Estado de
Derecho, cuya inobservancia afectaría, irremediablemente, los derechos
fundamentales de mis asistidos (defensa en juicio y debido proceso,
principio de legalidad –cfr. arts. 18 y 75 inc. 22 C.N., 8 C.A.D.H, entre
algunos), hago expresa reserva de caso federal.
VII.- PETITORIO
26
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación
DIEGO D. MASCIOLI
DEFENSOR PÚBLICO COADYUVANTE
DGN