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Ministerio Público de la Defensa

Defensoría General de la Nación

TRIBUNAL ORAL Nº 30
CAUSA: CCC 39230/2020
YORKI CANO, DENILSON IVAN

INTERPONE RECURSOS DE CASACION E INCONSTITUCIONALIDAD –


SOLICITA HABILITACION DE FERIA JUDICIAL

Excmo. Tribunal:
Laura Ayala, Defensora Pública Coadyuvante de la Defensoría
General de la Nación, interinamente a cargo de la Defensoría Pública Oficial ante
los Tribunales Orales en lo Criminal y Correccional N° 17 de la Capital Federal, en
la causa del epígrafe a VV.EE. me presento y respetuosamente digo:
I. OBJETO.
En legal tiempo y forma, vengo a interponer recurso de casación
e inconstitucionalidad conforme lo establecido en los artículos 456, inc. 1° y 2°, y 457
del Código Procesal Penal de la Nación, contra la resolución dictada por VV.EE. en
fecha 5 de julio, notificada en la misma fecha mediante cedula electrónica, por las
que se dispuso:
“I. NO HACER LUGAR al pedido de excarcelación efectuado por el
señor Defensor Oficial, a favor de Denilson Iván YORKI CANO, en la presente causa n°
39.230/2020 LEX 100 -n° interno 6392- bajo ningún tipo de caución. (art. 317 inc. 5° del
C.P.P.N. a contrario sensu y art. 14 del Código Penal).
II. NO HACER LUGAR a la INCONSTITUCIONALIDAD de los
arts. 14 del Código Penal y 56 bis de la ley 24.660.”
Debe adelantarse que la medida solicitada, la libertad del
causante resulta procedente por encuadrar su situación en el supuesto excarcelatorio
previsto en el art. 317 inc. 5 del Código Procesal Penal de la Nación, por no
verificarse en el caso ningún indicio de que el mismo pudiera intentar eludir el
accionar de la Justicia. Por ello si se ha entendido que los supuestos excarcelatorios
previstos en el art. 317 CPPN constituyen sólo una presunción “iuris tantum”,
pudiendo por tanto concederse la excarcelación cuando se superen los mismos, si no
se verifica riesgo de fuga, más aún debería acogerse el derecho del nocente a la
libertad ambulatoria (arts. 14, 18, 20 C.N.), cuando su situación encuadra en el art.
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317 del ritual y no se verifica el mencionado riesgo de fuga. Debiendo en


consecuencia concederse la excarcelación del causante bajo caución juratoria o, en
caso de resultar necesario, se le impongan las condiciones del art. 310 y 321 del ritual
o, en subsidio, una caución de tipo personal o real de posible cumplimiento de
acuerdo a sus condiciones personales.
Asimismo, se solicita se habilite la feria judicial de invierno para
el trámite y la decisión del presente.
II. PROCEDENCIA
El recurso se articula y desarrolla en un todo de acuerdo con las
prescripciones de los artículos 438, 444, primer párrafo "a contrario sensu", 457 y 463
del Código Procesal Penal de la Nación.
Asimismo, se funda en los motivos previstos en el artículo 456
inciso 1 y 2 del Código Procesal Penal de la Nación.
La resolución impugnada equiparable a sentencia definitiva, se
ha suscitado una clara cuestión federal en los términos del art. 14, de la ley 48. En
consecuencia, y conforme a la más reciente doctrina de la C.S.J.N. el agravio debe
ser planteado por vía del recurso de casación por ante esa Excma. Cámara Nacional
de Casación de Penal, que es el superior tribunal de la causa.
En efecto mediante las leyes 48 y 4055 se han establecido "(...)
vías obligatorias para acceder al conocimiento de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación a través del recurso extraordinario federal..." (Marcelo A. Sancinetti- Marcelo
Ferrante, "Límites del Recurso de Casación según la gravedad de la sentencia penal
condenatoria", Editorial Ad-Hoc, Buenos Aires, Marzo 1995, Cap. I, párrafo 3 II, p.
24), en cuanto requieren que la parte agraviada por una cuestión federal que
pretende su revisión ante el más Alto Tribunal del país, debe previamente recurrir
ante el máximo órgano judicial del lugar en que se haya suscitado la causa.
Así es que conforme al art. 14 de la ley 48, en un proceso
sustanciado en jurisdicción provincial la sentencia a impugnar por vía del recurso
extraordinario debe provenir del "(...) órgano judicial erigido como supremo por la
constitución de la provincia (...)" (C.S.J.N., Fallos: T 311, p. 2478).
En relación a las cuestiones planteadas en el orden nacional, el
art. 6 de la ley 4055 otorga el carácter de superior tribunal a las Cámaras Nacionales
de Apelación.
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Las citadas leyes responden a una concepción "intermediarista"


(cfr. Narciso Juan Lugones y Sergio Dugo, "Casación Penal y Recurso
Extraordinario", Edit. Depalma, Buenos Aires, 1993, p. 174), que claramente se
expuso en el fallo que la Corte Nacional emitió en la causa "Strada c/ocupantes del
perímetro ocupado entre las calles Deán Funes, Saavedra, Barra y Cullen" de fecha
8 de abril de 1986.
Allí dijo que “la ley 4055 ha (...) seguido ese rumbo, el cual si bien no
desatiende a otros factores, tienen en cuenta especialmente la creación de las condiciones
imprescindibles para que el tribunal satisfaga el alto ministerio que le ha sido confiado: propó-
sito al que contribuye la existencia de órganos judiciales "intermedios" sea porque ante ellos
pueden encontrar las partes la reparación de los perjuicios irrogados en instancias anteriores,
sin necesidad de recurrir a la Corte Suprema, sea porque el objeto a revisar por ésta ya sería
un producto seguramente más elaborado (...)" (Fallos C.S.: t. 308, p.490, considerando 5 ,
no subrayado en el original).
En este orden de ideas nuestro más alto Tribunal in re "Giroldi,
Horacio David y otro s/recurso de casación -causa N° 32/93, Recurso de hecho,
G.342 XXVI" con fecha 7 de abril de 1995 estableció: "(...) Que asimismo, las reformas
introducidas por las leyes 23984 y 24050 respecto de los distintos órganos judiciales que
conforman los "tribunales inferiores" de la Justicia Nacional (art. 75, inc. 20, Ley
Fundamental), incluyeron la creación de la Cámara Nacional de Casación Penal, (...) Esta
circunstancia modificó la organización del Poder Judicial de la Nación existente para la época
en que fue fallado el caso "Jáuregui" -que no contemplaba un "Tribunal intermedio" entre la
Corte Suprema y las Cámaras Nacionales o Federales de Apelación-. La Cámara Nacional de
Casación Penal ha sido creada, precisamente, para conocer, por vía de los recursos de casación
e inconstitucionalidad -y aún de revisión- de las sentencias que dicten, sobre los puntos que
hacen a su competencia, tanto los tribunales orales en lo criminal como los juzgados en lo
correccional (...)" (considerando 9).
En numerosos fallos la Corte Suprema Nacional ha resuelto
reiteradamente que cuestiones como las tratadas en este escrito deben plantearse
previamente ante el superior tribunal de la causa tal como lo requiere el art. 14 de la
ley 48.(cfr. P. 506 XXIX, Perez Companc S.A.C.F.I.M.F.A. Cía Naviera -en causa
249/93-, del 6/6/95; C. 193 XXIX, Recurso de hecho, Cafarelli, Antonio s/estafa -
causa N 43.585-; M. 346 XXVIII Recurso de hecho, Macri, Eduardo s/infracción al
art. 266 y 267 del Código Penal -causa N° 1204-).
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Es decir, que de acuerdo a lo apuntado en los párrafos anteriores


es la Excma. Cámara Nacional de Casación Penal el Superior Tribunal que debe
entender en la cuestión planteada en el presente recurso.
En un artículo publicado en la revista jurídica “La Ley” el 16 de
junio de 1998 –“Excarcelación y Recurso de Casación en el Código Procesal Penal de
la Nación. Los fallos “Rima”, “Sosa de Amor”, “Giroldi” y “Rizzo”: Un camino
sinuoso e incompleto”-, el autor, Marcelo A. Solimine, luego de realizar una reseña
de los fallos más trascendentes sobre esta cuestión (el citado “Giroldi” y en particular
“Rizzo, C.S. s/ incidente de exención de prisión”, resuelta por la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, el 3/10/97) concluye que “(...) las decisiones del tribunal de juicio
que denieguen la libertad caucionada o la condicionen con restricciones que agravien al
imputado (aun cuando no encierren cuestionamientos que pudieran habilitar la procedencia
del recurso extraordinario), son revisables en casación, sin que interesen los obstáculos
formales prescriptos por los arts. 456 y 457 del Cód. Procesal Penal (...)”
Para el supuesto que VV.EE. resuelvan de una manera diferente
a la peticionada hago reserva del Caso Federal con el propósito de interponer
recurso extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación en mérito a
sus propios precedentes conforme lo expuesto en los párrafos que anteceden.
Entiende esta Defensa Pública Oficial que existe un error en la
aplicación del derecho de fondo, a la vez que resulta arbitraria la decisión, es decir,
que se habilita la vía casatoria en virtud de lo previsto en el art. 456 inc. 1° y 2° del
código de rito. Así ha dicho D’Albora que “ciertas decisiones concernientes a la
libertad provisoria –exención de prisión y excarcelación-, por restringir la libertad
del imputado con anterioridad al fallo final de la causa, al ocasionar un perjuicio que
podría resultar de imposible reparación ulterior se consideran sentencias definitivas
a los fines del recurso extraordinario federal (CS, E.D., t. 157, pág. 585, f. 45.734; en
el mismo sentido si se cuestiona una inhabilitación preventiva decretada como
consecuencia de prisión preventiva, si la prolongada duración de la causa penal
genera un agravio directo e inmediato a las garantías constitucionales de trabajar,
de propiedad y de igualdad ante la ley, J.A., 1996-IV, pág. 321). Por ende, cuando se
ponga en cuestión la validez de la ley que restrinja la libertad pendiente en el proceso
por pugnar con el art. 18 C.N., deberá abrirse la vía casatoria (art 456, inc. 1°).”
(D’Albora, Francisco; “Código Procesal Penal de la Nación”; 3° edición; Abeledo
Perrot).
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Finalmente cabe destacar que tal como lo ha expresado nuestra


jurisprudencia: “No puede denegarse el recurso extraordinario contra la decisión que no
concedió la eximición de prisión, con fundamento en la doctrina según la cual la condición
de prófugo obsta a su admisión, pues ella no puede extenderse a los casos en que la misma ley
permite al interesado permanecer en libertad mientras se discute la concesión de su libertad
bajo caución” (CSN. Bordenave, R. 26/2/91. JPBA, tomo78, fallo193).
Por otra parte, al haberse dado cumplimiento a todos los
recaudos formales de admisibilidad puntualizados precedentemente, el recurso
deberá ser concedido ante el Superior Tribunal, pues como señala De la Rúa "...el
examen debe limitarse a la procedencia o improcedencia de la casación desde un
punto de vista puramente formal...con la sentencia se agota la potestad cognoscitiva
de la Cámara de Juicio, y le está vedado un examen del fondo del asunto que
constituye su objeto...no debe inmiscuirse en la valoración de la exactitud del motivo
aducido..." (Fernando De la Rúa, "El Recurso de Casación", edit. Zavalía, pág. 191).
Tampoco debe olvidarse que el derecho al recurso no solo se encuentra regulado en
la normativa nacional, sino también en la internacional de manera expresa, y ha sido
clara la Comisión Interamericana de Derechos Humanas en el Informe nº 24/92 al
establecer que deben ser revisables todos los autos procesales importantes —como
lo es el rechazo de un arresto domiciliario—, de la siguiente manera: “(…) el recurso
de casación es una institución jurídica que, en tanto permite la revisión legal por un tribunal
superior del fallo y de todos los autos procesales importantes, incluso de la legalidad de la
producción de la prueba, constituye en principio un instrumento efectivo para poner en
práctica el derecho reconocido por el artículo 8.2.h de la Convención1.”
Y lo reiteró en el Informe n.º 55/97 al afirmar que: “el derecho previsto en el artículo
8.2.h requiere la disponibilidad de un recurso que al menos permita la revisión legal, por un
tribunal superior, del fallo y de todos los autos procesales importantes. Dicha revisión resulta
especialmente relevante respecto a las resoluciones que puedan causar indefensión o daño
irreparable por la sentencia definitiva, incluyendo la legalidad de la prueba. El recurso
debería constituir igualmente un medio relativamente sencillo para que el tribunal de
revisión pueda examinar la validez de la sentencia recurrida en general, e igualmente
controlar el respeto a los derechos fundamentales del imputado, en especial los de defensa y
el debido proceso2.”

1
Comisión IDH, Informe nº 24/92, “Derecho de revisión de fallo penal”, del 2/10/1992.
2
Comisión IDH, Informe nº 55/97, caso 11.137 “Juan Carlos Abella vs. Argentina”, del 18/11/1197.
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La decisión que aquí se impugna proviene de un tribunal oral, es decir, no ha sido


revisada anteriormente ya que el órgano superior de aquéllos es la Cámara Nacional
de Casación Penal, quien debe actuar revisando las resoluciones que sean recurridas,
más allá que se trate de una sentencia definitiva o no. Ello hace al derecho al doble
conforme, y en el caso de no habilitarse la vía de casación, se violenta este derecho
por no poder ejercerse ningún tipo de control sobre aquellos actos jurisdiccionales.
Por lo dicho, el suscripto se halla legitimado para interponer el
recurso en atención a la calidad de Defensor Público Oficial que reviste en el proceso;
y su defendido se encuentra a derecho en estas actuaciones.
Y la decisión recurrida fue contraria a los intereses de mi
defendido.

III. ANTECEDENTES
Con fecha 04 de julio del corriente, esta defensa solicito la
excarcelación del justiciable en el entendimiento de que no resulta aplicable la norma
del art. 14 inc. 5 CP y art. 56 bis inc. 5 ley 24660 a su situación, por tratarse de una
condena por un hecho en grado de conato.
Asimismo, se solicitó la declaración de inconstitucionalidad de
la citada norma.
Ahora bien, en fecha 05 de julio de 2023 el Tribunal Oral rechazó
la excarcelación solicitada en los términos que de seguido se indican:
Y VISTOS:
Para resolver sobre el pedido de excarcelación efectuado por el señor Defensor
Oficial Coadyuvante, a favor de Denilson Iván YORKI CANO, en la presente causa n° 39.230/2020
LEX 100 -n° interno 6392- del registro de este Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional n° 30 de
la Capital Federal;
Y CONSIDERANDO: I. Que este Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional n° 30 de la
Capital Federal, el 2 de junio de 2022 -en lo que aquí interesa, por sentencia no firme- resolvió:
“…I.- CONDENAR a Denilson Iván YORKI CANO, de las demás condiciones personales mencionadas
“ut-supra”, como coautor penalmente responsable del delito de robo, agravado por el uso de
arma de fuego, en grado de tentativa, a la pena de CUATRO AÑOS Y DOS MESES DE PRISIÓN,
ACCESORIAS LEGALES Y COSTAS PROCESALES (art. 5, 12, 29 inc. 3º, 40, 41, 42, 45, y 166 inc. 2º,
segundo párrafo del C.P. y 530 y 531 del C.P.P.N)… IV.- DECLARAR que la pena impuesta a
Denilson Iván Yorki Cano vencerá el nueve de noviembre del año dos mil veinticuatro
(09/11/2024) a las 24 hs., debiéndose hacerse efectiva su libertad a las 12.00 hs. de ese mismo
día -art. 77 del C.P.- y caducará a todos los efectos legales el nueve de noviembre del año dos mil
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treinta y cuatro (09/11/2034) -art. 51 del C.P.-. .” –cfr. fs. 162/163 de la solapa despacho del
ppal.-.
(…)
III.
Preliminarmente se advierte que el referido cumple con el requisito temporal
establecido por el art. 317 inc. 5° del C.P.P.N, en función del art. 13 del C.P., toda vez que lleva
en detención dos años, nueve meses y veinticinco días -conforme surge del informe de fs. 4- es
decir lleva cumplidas las dos terceras partes de la pena de cuatro años y dos meses de prisión,
accesorias legales y costas, impuesta por sentencia no firme.
Asimismo, se advierte que también cumple con los reglamentos carcelarios, habida
cuenta que fue calificado en el mes de junio del corriente año, con conducta ejemplar diez (10),
sin sanciones y concepto regular cuatro (4).
Ahora bien, sin perjuicio de lo señalado en los párrafos anteriores, entiendo que la
citada normativa no puede ser interpretada si no se lo relaciona con las normas de derecho de
fondo que rigen el mecanismo de egreso anticipado luego de la imposición de una pena (arts. 13
y 14 del C.P.), el que a su vez encuentra otros factores de implicancia que repercuten sobre el
instituto de la libertad anticipada regulada por el código de fondo.
En este marco, el pedido de excarcelación formulado por la defensa, bajo las
previsiones del art. 317 inc. 5° del C.P.P.N., no puede reducirse a la verificación únicamente del
lapso de encierro sufrido, y de la observación de los reglamentos carcelarios.
Así, resulta clara la norma al referir que la hipótesis contenida, determina que el
sujeto de haber existido una condena, debe hallarse en condiciones reales de acceder a la
libertad condicional. De manera que se advierte que el beneficio impetrado no podrá tener
favorable acogida, toda vez que el nombrado fue condenado en la presente causa, por haber sido
considerado coautor penalmente responsable del delito de “robo, agravado por el uso de arma
de fuego, en grado de tentativa” no encontrándose por ende en condiciones de obtener la
libertad condicional, que en términos de excarcelación, solicita su defensor. -art. 14 del Código
Penal y además conforme el criterio oportunamente desarrollado en el precedente de este
T.O.C.C. n° 30 “Pérez Pereyra, Diego Hernán s/ excarcelación”, causa n° 25949/2018, resuelta el
26 de abril de 2023 y confirmada por la Sala 3 de la Excma. Cámara Nacional de Casación en lo
Criminal y Correccional, el 15 de junio de 2023-
Por lo demás, en cuanto a lo sostenido por la Defensa respecto a que obstaría a la
aplicación del artículo 14 del Código Penal, la circunstancia que su defendido fue condenado por
el citado hecho, en grado de conato, consideramos que no obsta a la aplicación de dicha
normativa, toda vez que la misma claramente no establece en ningún caso distingo alguno si el
hecho por el que fuera condenado ha sido tentado o no.
En consecuencia, la situación expuesta por la defensa, se relaciona con la graduación
de la pena impuesta y no con la aplicación de lo normado en el citado artículo 14 del Código
Penal, -el cual reiteramos- no prevé excepción alguna para estas cuestiones.
Inconstitucionalidad del art. 14 del C.P.
De manera preliminar cabe recordar que nuestro más Alto Tribunal ha dicho que "la
declaración de inconstitucionalidad de una disposición legal es un acto de suma gravedad
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institucional, pues las leyes dictadas de acuerdo con los mecanismos previstos en la Carta
Fundamental gozan de una presunción de legitimidad que opera plenamente, y obliga a ejercer
dicha atribución con sobriedad y prudencia, únicamente cuando la repugnancia de la norma con
la cláusula constitucional sea manifiesta, clara e indudable..." (Fallos: 226:688; 242:73; 300:241)
y que “la declaración de inconstitucionalidad de las leyes es la última ratio del orden jurídico,
ejerciéndose únicamente cuando la repugnancia con la cláusula constitucional es manifiesta y la
incompatibilidad inconciliable” (Fallos: 303:625).
Además, se dijo que “ el acierto o error, el mérito o la conveniencia de las soluciones
legislativas no son puntos sobre los que al Poder Judicial quepa pronunciarse, salvo en aquellos
casos que trascienden ese ámbito de apreciación, para internarse en el campo de lo irrazonable,
inicuo o arbitrario (Fallos: 313:410; 318:1256) y que "los principios, garantías y derechos
reconocidos por la Constitución (arts. 4 y 28) no son absolutos y están sujetos en tanto no se los
altere sustancialmente a las leyes que reglamentan su ejercicio" (Fallos: 310:1945, "Budano, Raúl
Alberto c. Fac. Arquitectura", rta. el 9 de junio de 1987).
En este contexto, el cuestionamiento de la defensa referido a que la aplicación del
art. 14 del C.P. resulta contraria a los principios de resocialización, legalidad y proporcionalidad,
cabe destacar que “… la libertad condicional es una forma, entre otras, de receptar el principio
de readaptación social de los condenados. Por lo tanto, no es el único medio o instituto posible
para cumplir ese objetivo, ni ese mecanismo resulta excluyente y exclusivo a esos fines, de modo
que implique en su peculiaridad, un derecho constitucionalmente reconocido como tal. En
consecuencia, la legislación local tiene bajo su competencia seleccionar los instrumentos
concretos orientados a ese fin, sin entrar en contradicción con las reglas convencionales sobre la
cuestión. –cfr. Sala II Causa Nº FGR 20736/2019/TO1/8/1/CFC6 “SEPULVEDA, Joaquín
Maximiliano s/ recurso de casación”, rta: 01/08/2022-
Además, en dicho fallo se sostuvo que “… tanto a nivel nacional como internacional,
se consagra como norte de las penas la resocialización pero, no se establece una forma específica
en que debe llevarse a cabo. Por su parte y solo como ejemplo, las Reglas Mínimas de las
Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Nelson Mandela) hacen referencia
a la forma en que puede canalizarse la progresividad en su Regla nº 87 en donde establece que
“[e]s conveniente que, antes de que el recluso termine de cumplir su pena, se adopten las
medidas necesarias para asegurarle un retorno progresivo a la vida en sociedad …”
En consecuencia, en dicha resolución se concluyó que “… la configuración a través
de la cual se concreta ese principio consagrado a nivel convencional, queda librado al Estado
argentino, esto es, se deja un margen de apreciación nacional, con la lógica salvedad de que los
institutos que se establezcan tiendan a lograr ese fin…”
En este precedente también se señaló que “… respecto a la alegada la violación del
principio de igualdad (art. 16, CN)… vale recordar simplemente que la Corte Suprema de Justicia
de la Nación de forma inveterada ha sostenido que la garantía de igualdad ante la ley consiste en
que no se establezcan excepciones o privilegios que excluyen a unos de lo que se concede a otros
en iguales circunstancias (Fallos: 16:118). De forma tal que son procedentes tratos disímiles en
situaciones que resultan distintas. En particular, claro está, cuando de lo que se trata es de
consideraciones preventivo especiales, retributivas y de necesidad de pena…”
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En tal sentido, consideramos que la imposibilidad de otorgar a los condenados por


estos delitos el régimen de la libertad condicional (arts. 13 y 14, C.P.) no implica dejar a un lado
el objetivo de reinserción social que debe guiar la ejecución de las penas privativas de la libertad
(art. 1, ley 24.660), ni tampoco abandonar el sistema de “progresividad” que se adopta
legalmente (art. 6, ley 24.660) -conforme precedente de este T.O.C.C. n° 30 “Pérez Pereyra, Diego
Hernán s/ excarcelación”, causa n° 25949/2018, resuelta el 26 de abril de 2023 y confirmada por
la Sala 3 de la Excma. Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional, el 15 de junio
de 2023-
Sobre el particular, basta con tener en cuenta que ello no impide ni excluye la
incorporación del condenado al régimen de progresividad. Ello permite descartar que dicha
normativa resulte contraria al fin de reinserción social de la ejecución de la pena y al principio de
progresividad que adopta la ley 24.660, por lo que de ningún modo implica que se abandone la
idea de reinserción social ni el régimen de progresividad.
Además, para evaluar si la norma resulta contraria al principio de igualdad ante la
ley, corresponderá determinar cuáles fueron los parámetros utilizados por el legislador para
establecer diferentes regímenes penitenciarios, observándose en el caso que el criterio ha sido
el delito por el que la persona resulta condenada (art. 14 del CP) lo cual no luce arbitrario o
indebido.
En tal sentido, “se trata de un elemento objetivo que el legislador ha previsto en
función de la peculiaridad, gravedad y lesividad que representan cierto tipo de injustos.
Precisamente, en este punto hay una fundamentación directamente vinculada con la
responsabilidad por el hecho, pues este último concepto –en términos constitucionales y
penales- exterioriza la naturaleza e intensidad del injusto que marca la extensión de la
culpabilidad del sujeto al que se le atribuye…” cfr. citado fallo de la Sala II Causa Nº FGR
20736/2019/TO1/8/1/CFC6 “SEPULVEDA, Joaquín Maximiliano s/ recurso de casación”, rta:
01/08/2022-
En virtud de todo lo expuesto, consideramos que la cuestionada normativa que
impide el acceso a la libertad condicional en función del delito por el cual la persona resulta
condenada, no implica alterar o menoscabar los principios constitucionales ya mencionados,
pues se reglamenta la modalidad de ejecución progresiva de la pena privativa de libertad.
Así, el art. 14 del C.P., supera el control de constitucionalidad y convencionalidad ya
que no se observa una contradicción con los principios de superior jerarquía.
En virtud de todo lo analizado, consideramos que no corresponde hacer lugar a la
declaración de inconstitucionalidad de los arts. 14 del C.P. y 56 bis de la ley 24.660.
Por todo ello, citas legales efectuadas y de conformidad con lo dictaminado por la
señora Fiscal General; el Tribunal;
RESUELV E:
I. NO HACER LUGAR al pedido de excarcelación efectuado por el señor Defensor
Oficial, a favor de Denilson Iván YORKI CANO, en la presente causa n° 39.230/2020 LEX 100 -n°
interno 6392- bajo ningún tipo de caución. (art. 317 inc. 5° del C.P.P.N. a contrario sensu y art. 14
del Código Penal).
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II. NO HACER LUGAR a la INCONSTITUCIONALIDAD de los arts. 14 del Código Penal y


56 bis de la ley 24.660.
III. TENER PRESENTE la reserva del caso federal formulada por la Defensa.

Dicha resolución fue notificada a esta parte en fecha 05 de julio


de 2023 mediante cédula electrónica.
A su vez, mi asistido al ser notificado manifestó su voluntad
recursiva in pauperis, la que fue notificada a esta defensa en fecha 17 de julio del
corriente.
IV. AGRAVIOS
El presente recurso se dirigirá a cuestionar los motivos por los
que el Tribunal ha entendido que no resulta posible otorgar la libertad a mi asistido,
a saber:
a) Resultan aplicables los arts. 14 CP y 56 bis ley 24660
b) No resulta contrario a la norma fundamental el art. 14 CP y
por consiguiente el 56 bis de la ley de ejecución de la pena.
IV. I. Valoración arbitraria de la situación del imputado -
inaplicabilidad del art 14 CP (y 56 bis de la ley 24660).
Debe comenzarse el análisis de la resolución en crisis
remarcando que no se encuentra discutido en la presente incidencia que mi asistido
cumple con la totalidad de los requisitos del art. 317 Inc. 5 CPPN, de hecho, el
Tribunal acepta en el resolutorio el cumplimiento del tiempo en detención necesario
para acceder a la libertad condicional y también el respeto por los reglamentos
carcelarios.
Ahora bien, luego de afirmar el cumplimiento de los requisitos
legales se hace mención a que la persona que solicita la libertad en los términos de
la libertad condicional, debe encontrarse en condiciones reales de acceder a dicho
instituto, para luego decidir que mi asistido no se encuentra en tales condiciones, ya
que resulta aplicable el art. 14 inc 5 del CP.
Para afirmar esto se basa el tribunal simplemente en que el
legislador no excluyó los delitos tentados expresamente de la normativa.
Ahora bien, toda vez que el Tribunal no se ha hecho cargo de
refutar suficientemente los argumentos de este defensa respecto de la
inaplicabilidad del art. 14 CP, los mismos permanecen incólumes y se los da por
reproducidos brevitatis causae.
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No obstante debe insistirse en que no ha sido refutado el


argumento central del planteo de esta parte: resulta inaplicable a delitos en grado
de conato la norma del art. 14 CP (y el consiguiente art. 56 bis Ley 24660), toda vez
que no ha sido la voluntad del legislador restringir derechos a personas amparadas
por el principio de inocencia (el art. 14 CP claramente habla de personas
condenadas por determinados delitos). Tampoco ha sido voluntad del legislador
incluir las conductas tentadas. De ser así lo habría mencionado expresamente, ya
que, por aplicación del principio de legalidad, no se encuentra permitido al tribunal
suponer que aquellas situaciones que el legislador omitió se encuentran incluidas
por su mera ausencia.
Incluso al no haber expresa mención del legislador para los
casos de conductas tentadas resulta posible realizar la interpretación inversa a la
que realiza el tribunal siendo igualmente valida. Esto nos da la posibilidad de que
se aplique la interpretación más favorable al justiciable por imperio del art. 3 CPPN.
Entonces, si la cuestión radica en si el legislador expresamente
se ocupó de incluir o excluir las conductas tentadas del art. 14 CP debe prevalecer
la interpretación realizada por esta defensa, ya que ante la duda debe estarse a la
solución que más derechos le acuerde al imputado, lo que también resulta
respetuoso del principio pro homine incluido en el bloque de constitucionalidad.
Prestemos atención entonces a dos cosas: para que pueda
aplicarse el art. 14 CP la condena debe ser tal. La estricta legalidad manda que
condena solo pueda entenderse como condena firme. La otra es que el delito en
grado de conato tampoco puede ingresarse en esta norma por el mismo motivo. El
legislador no lo incluyó, y no puede pretenderse una respuesta punitiva igual para
un delito consumado que para uno tentado. El disvalor de acción y de resultado
resulta menor y dar el mismo tratamiento a ambas situaciones vacía de contenido
los arts. 42 a 44 CP.
Tampoco fue tratado el argumento acerca de la violación al
principio de reinserción, toda vez que la reinserción social necesariamente requiere
de la posibilidad de que la personal logre volver al medio libre en forma armoniosa.
No es casual que el Estado haya colocado los sistemas de libertad anticipada en la
legislación. Estos sirven para que la persona que ha cumplido tiempo de encierro
pueda conectarse con el tejido social de la mano del Estado, que debe servir de nexo
entre el condenado y la comunidad. Debe apoyarlo para que continúe extra muros
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación

con proyectos positivos como la educación y el trabajo, por mencionar los mas
relevantes.
Dejar a una persona librada a su suerte al agotar una pena
resulta carente de las características humanitarias que conforman la reinserción
social. No puede pensarse en reinserción sin un egreso de la mano del Estado. El
hacer lo contrario resultaría en la interrupción abrupta del tratamiento
penitenciario, y no podría luego existir reproche si no surte el efecto deseado.
Por estos motivos, no puede considerarse aplicable al caso el
art. 14 CP y consiguientemente el art. 56 bis ley 24660.
IV. II. La inconstitucionalidad de los arts. 14 CP y 56 bis Ley
24660.
En este acápite debo hacer una remisión a los argumentos del
acápite anterior, ya que se ha demostrado que las normas atacadas chocan
abiertamente contra los pactos de DDHH con jerarquía constitucional y contra
principios de esa raigambre como la inocencia, legalidad y reinserción social.
Si bien no escapa a esta defensa que la declaración de
inconstitucionalidad resulta el último de los recursos al momento de poner en crisis
una ley nacional, no es menos cierto que el derecho penal es la ultima ratio del
sistema de justicia. No puede pretenderse utilizarlo para encerrar preventivamente
a una persona por mas de los dos tercios de una condena no firme sin cuanto menos
revisar o preguntarse si la norma no se encuentra colisionando con los derechos del
afectado.
Deben tenerse por reproducidos los argumentos de esta parte
en su pedido originario, ya que como se ha podido demostrar en esta presentación,
la aplicación de una norma como el art. 14 CP en un caso de condena no firme y por
un delito en grado de tentativa (menor disvalor de acción y de resultado y
merecedor de un trato punitivo disminuido) choca abiertamente con los principios
de igualdad (art. 16 CN) al negarle lo que a otras personas en iguales condiciones –
tiempo de detención y cumplimiento de los reglamentos carcelarios- se le otorga;
Legalidad (art. 18 CN) al no respetar la letra del artículo que se pretende aplicar
incluyendo penas no firmes y en grado de tentativa; y Reinserción social (pactos con
jerarquía constitucional) al privarlo del derecho a gozar de una transición
acompañada al medio libre.
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación

Por esos motivos la norma en crisis resulta contraria a nuestra


Carta Magna.
Es por todo lo expuesto que la resolución en crisis agravia a esta
defensa, toda vez que el decisorio causa un perjuicio al justiciable consistente en
negarle derechos y garantías constitucionalmente resguardados en base a una
fundamentación aparente y arbitraria, por lo que se ha de solicitar la anulación de
la resolución y la inmediata libertad del nocente.
V. RESERVA
Toda vez que lo resuelto en el auto denegatorio de la
excarcelación, o arresto domiciliario y en que un eventual rechazo del recurso de
casación lesionaría el derecho de defensa en juicio garantizado por el art. 18 de la
Constitución Nacional, y que la no concesión de este recurso implicaría conculcar el
derecho del inculpado a que un tribunal superior revise la resolución garantizado
por el art. 8.2.h. de la Convención Americana de Derechos Humanos, con jerarquía
constitucional por imperio del art. 75 inc. 22 de la Carta Magna, y el art. 14.5 del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, con igual categoría
constitucional (art. 75 inc. 22° C.N.), es que habrá de mantenerse la reserva del caso
federal.
VI. PETITORIO
Por todo lo expuesto a VV.EE. solicito:
1°) Se tenga por interpuesto en legal tiempo y forma el recurso
de casación contra la resolución dictada en estos actuados de fecha 05 de julio de
2023, por la que no se hizo lugar a la excarcelación solicitada a favor de mi
representado, bajo ningún tipo de caución.
2°) Se conceda el recurso de casación, se eleven las actuaciones al
Tribunal Superior, para que haga lugar al mismo y conceda la excarcelación del
imputado, bajo caución juratoria. Supletoriamente fijando las reglas previstas en los
arts. 310 y 321 del ordenamiento adjetivo. En subsidio, estableciendo una caución
personal o real de cumplimiento posible (art 2 CPPN).
3°) Se tenga presente que se mantiene la reserva de la cuestión
federal que esta parte formula a los fines del art. 14 de la ley 48.
Proveer de conformidad,
SERA JUSTICIA.
Ministerio Público de la Defensa
Defensoría General de la Nación

Laura Ayala
Defensora Pública Coadyuvante

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PUBLICA OFICIAL ANTE LOS TRIB.
ORALES EN LO CRIM. NRO.17
Date: 2023.07.21 08:43:31 ART

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