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En la primera parte de este capítulo nos vamos a detener en algunas nociones sobre cómo
para pensar la poesía; discutiremos la teoría poética de Blasing a partir de una nueva
definición de la experiencia como infancia, como paso del lenguaje puro al discurso
(Agamben).
sacudirse de encima el enorme peso de la tradición y para observar cómo algunos de los
conceptos expulsados (remotivación, por ejemplo) regresan una y otra vez. La primera
parte del capítulo termina señalando que nuestra entrada en la poesía será tangencial,
11
significación. Luego veremos que hay tentativas que se oponen a esta visualidad
Terminaremos con algunas consideraciones sobre la relación entre los dos objetos
categoría image/text de Mitchell, para desbordarla hacia prácticas materiales que exceden
del lenguaje y la experiencia. A esa tarea nos abocaremos torpemente en los capítulos
siguientes.
Las citas de Virno, Baudrillard y Jiménez que abren este trabajo construyen el gran
material y lenguaje, también vista como imbricación radical de signos y objetos; del otro,
una mirada no-idealista de la poesía, fuera de los patrones del humanismo, que postula en
acaso algo así existe; así que me dedicaré a acumular algunos índices con los que espero
delimitar la zona que me interesa. Por ello voy a convocar rápidamente a cuatro autores-
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posfordista el proceso de trabajo material debe describirse como “un conjunto de actos
proceso productivo tiene por materia prima el saber, la información, la cultura, las
relaciones sociales. La modulación de las conexiones sistémicas sobre las que se apoya la
las posibilidades de la máquina electrónica, son al mismo tiempo medio y fin. Por ello,
trabajo social.
coincidencia entre trabajo y comunicación no suaviza sino que acentúa las antinomias del
1.2. Hal Foster: total design. Nuestra época es la de una perversa reconciliación de
contemporáneo no habría resistencia a los efectos de la industria. Dice Foster del diseño:
1
El pensamiento de este autor está expuesto en diferentes lugares. Ver por ejemplo: Virno, Gramática de
la multitud: para un análisis de las formas de vida contemporáneas; Cuando el verbo se hace carne:
Lenguaje y naturaleza humana. También su Palabras con palabras.
2
De hecho, para Virno lo que antes parecía disfuncional en la industria cultural se ha convertido en el
núcleo de toda producción social: “La industria de la comunicación (o cultural) desarrolla un papel análogo
al que tradicionalmente desarrollaba la industria de medios de producción: es un sector productivo
específico, pero que determina los instrumentos y los procedimientos operativos que luego se aplicarían
ampliamente en todos los rincones del proceso de trabajo social.” Virno, “El intelecto ''just in time''.”
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For today you don’t have to be filthy rich to be projected not only as
postmodern culture? One thing seems clear: just when you thought the
consumerist loop could get no tighter in its narcissistic logic, it did: design
economía política del producto a una ‘economía política del signo’. Lo estético y lo
vanguardias al diseño (De Stijl, Arte Concreto) ve aquí su abismo: las estructuras de la
referente real está escondido: una imagen distorsionada de las relaciones reales entre
productores, exhibidas como relaciones entre los productos. En nuestra época esa
3
Foster, Design and Crime, 18.
14
definición es insuficiente. Si la primera Revolución Industrial preparó el campo de la
producida como signo, como valor/signo, y los signos (la cultura) como mercancía”
misma, a todo nivel, de un código estructural (la mercancía como sistema). Ideología: la
dos aspectos del mismo sueño. El artista busca un último refugio para su ‘subjetividad’
tanto gesto como materia son desde siempre devueltos al sistema de signos.
4
Baudrillard, Crítica de la economía política del signo. Sobre la Bauhaus: “Diseño y entorno o la escalada
de la economía política”.
15
1.4. Guattari: el rol del significante. La significación se basa en un sistema de
dominante tiene un nombre o pretexto: ‘modernización’. Una de las consecuencias del rol
semiotic machines, whereas in its conscious aspect it was based on the re-
que sus anclajes teóricos no son siempre reconciliables. Pero insisto en que me ayudan a
5
Guattari, “The role of the signifier in the institution”, 76.
16
desdiferenciación: abunda la palabra individual, pero todas las palabras individuales son
iguales (destrucción de la experiencia). Nos hace falta con urgencia una verdadera
concepción materialista del lenguaje; o, dicho de otro modo, una recuperación no-
poesía que estudiaremos aquí nos ofrece un diagnóstico semejante y apunta también
En lo que sigue vamos a criticar muy brevemente los modelos de lectura de poesía
producen participa de esa alienación. Luego vamos a dar algunas pautas que apuntan a la
(Benveniste, Agamben, Blasing) y asumir esa escisión como punto de partida de toda
Así que hagamos ahora una rápida digresión hacia la lingüística y la historia
idea de ‘remotivación’ poética del signo lingüístico sólo se puede plantear donde se ha
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Las poéticas de remotivación y resonancia no nos ayudan en nada cuando han llegado a
Schaeffer define así la ‘doxa’ romántica: (i) la poesía es una actividad humana de
dignidad elevada; (ii) que mantiene relaciones privilegiadas con la ‘verdad’; (iii) su
relación con el lenguaje corriente es la de cualquier arte con su materia propia; (iv) la
desde Mallarmé hasta Jakobson y hasta el presente, están marcadas por esta oposición, de
empíricas del lenguaje. A las unidades discretas de la sintaxis tradicional, Saussure opone
6
Schaeffer, “Romanticismo y lenguaje poético,” 58.
18
relacional, diferencial. Desde la negatividad y la ausencia. En esta nueva realidad no-
una teoría del lenguaje, 1943) es un buen lugar para medir las implicaciones de una
concepción formalista del lenguaje. Hjelmslev intenta una descripción interna y funcional
cosa? no tendría pertinencia. Hjelmslev está muy lejos de lo que Foucault llamaba la
también, del abordaje empírico que introduce la descripción de las sustancias como base
Los correlatos de esta posición son a) que las palabras no son signos últimos e
que no existen otras significaciones perceptibles que las contextuales: todo signo es
objetos discretos, sino con un continuum amorfo, indiferenciado (tanto al nivel del
sentido no tiene existencia [en lingüística] si no es siendo sustancia de una forma u otra:
19
sobre el sentido, de igual modo que una red abierta proyecta su sombra
Así, afirma del referente ‘anillo’: “esa cosa que llevo en el dedo es una entidad de
sustancia del contenido, la cual está ordenada con una forma del contenido” (85). Cuando
decimos que el signo es signo de algo, según Hjelmslev estamos diciendo que es signo de
sustancia del contenido y signo de sustancia de la expresión. El signo tiene efecto ‘hacia
Baudrillard sitúa la metafísica del signo y Guattari la reducción del potencial expresivo
de los flujos semióticos. La arbitrariedad del signo instituye una correlación exacta entre
no se dirige a una ‘realidad exterior’ captable sino a todo lo que rebasa la equivalencia y
Guattari).
el referente no está fuera del signo, refleja el signo, no tiene otra realidad que la que se
son consustanciales: el significado y el referente tendrían el mismo perfil, que les asigna
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semiotically formed substances
of expression
signifying
of content semiologics
a-semiotic encodings
extiende sobre el mundo (lo analiza e invade). El referente no tiene autonomía: el mundo
entre el signo y el referente fenoménico sólo existe en la visión que idealiza y abstrae a la
vez el signo y el mundo vivido, como forma y contenido. Por un resto de psicologismo,
pero esta realidad él mismo la produce. Dicho de otro modo, y para lo que nos interesa
del signo.
8
Obviamente, también Derrida crítica la metafísica del signo: el significado remite, como a su referente, a
una res, pensable y decible en el presente eterno dentro del logos divino. O “la representación en abismo
de la presencia no es un accidente de la presencia; el deseo de la presencia nace, al contrario, del abismo de
la representación, de la representación de la representación, etc.” De la gramatología, 208.
21
Lo que se resquebraja en el siglo XX es la estética de la resonancia, fundada en la
idea de remotivación del signo. Ésta nos llega por el romanticismo, pero extiende sus
raíces hasta la analogía renacentista. La idea de que compartimos algo con lo no humano
(naturaleza, cosmos), de una solidaridad entre los estados del alma y los estados del
mar inconmensurable (lo que M.H. Abrams llamó the correspondent breeze).
subjetividad. El espejo del arte girado hacia el interior.9 Aquí opera un paradigma de
esta filosofía de comunidad vital entre el interior y el exterior cancela la división entre
animado e inanimado, sujeto y objeto, incluso entre objeto y objeto, en el trance místico,
alegorías, las produce, como una chispa que ilumina. Pero esta exaltación de la
9
Abrams, The Mirror and the Lamp, 45.
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Para Fr. Schlegel la ironía es una forma de mostración de lo infinito, lo absoluto, lo incondicionado, que
tiene lugar cuando pensamos que podemos colocarnos fuera de la experiencia condicionada,
distanciándonos de lo condicionado, aun quedándonos dentro de ello. Ver D'Angelo, La estética del
romanticismo, 92.
Quizá podríamos describir la gnoseología de la ironía como el problema de la distancia entre
Sujeto y Objeto. Dice D’Angelo que para Müller, otro romántico alemán, en su Doctrina de la oposición:
“…todo conocer presupone un distanciamiento del sujeto frente al objeto, pero este distanciamiento no
haría más que reproducir en un nuevo plano el contraste precedente (volveremos a tener un sujeto que se
22
El azar objetivo surrealista es una nueva versión de la resonancia. La conciencia
(o, mejor dicho, el inconsciente, suponiendo que un artista pueda tener acceso al
repertorio del inconsciente) se proyecta, como signo, sobre los objetos del mundo
resonar con cualquier elemento del mundo porque ahora todos son igualados en su
instancia, todo signo es intercambiable por otro cuando se ha dado una homogeneización
construcción epistemológica del sujeto (de larguísima tradición en occidente) como lugar
contrapone ahora al distanciamiento entre sujeto y objeto). No se puede salir de la oposición observándola
desde el exterior, trascendiéndola, pero se puede llegar a percibirla aun permaneciendo dentro de ella, y
este paradójico estar al mismo tiempo en la oposición y por encima de ella, es el movimiento típico de la
ironía.” (133)
11
Descartes, Locke, Hume, Hegel, etc… una dialéctica entre sujeto y objeto: “The subject is generally
construed epistemologically as the counterpart to the phenomenal object and is commonly described as the
sum of sensations, or the ‘consciousness’ by which and against which the external world can be posited.”
Smith, Discerning the Subject, xxvii.
23
La noción de inmanencia de lenguaje es también la de su pura exterioridad.12
las llevan hasta sus últimas consecuencias: las atraviesan hasta su negación. El
constitutiva en el sujeto (la entrada en el lenguaje); el afán por remotivar el signo termina
poesía pura y del esfuerzo por echar lo contingente y extrínseco fuera del lenguaje
poético. El índice señalado aquí es Mallarmé, quien iniciaría un doble movimiento, una
dialéctica entre el esfuerzo por expulsar el referente y el esfuerzo por remotivar el signo
motivación?
12
En términos semejantes se expresa Foucault en su ensayo sobre Blanchot (Foucault, “El pensamiento del
afuera,” [1966]) pero no me interesa aquí seguir el argumento posestructuralista de la muerte del sujeto y la
exaltación del movimiento infinito del significante. Como se verá más adelante, tomaremos otra vía.
Blanchot enuncia a mitad de siglo la gran transformación de la que venimos hablando. En Celui
qui ne m’acompagnait pas, de 1953, la formulaba en estos términos: “Decir que oigo estas palabras, no
explicaría la extrañeza peligrosa de mi relación con ellas… Ellas no hablan, no son interiores, están al
contrario sin intimidad, completamente en el afuera, y lo que designan me compromete con ese afuera de
toda palabra, aparentemente más secreto y más interior que la palabra del fuero interno, pero aquí, el afuera
está vacío, el secreto carece de profundidad, lo que se repite es el vacío de la repetición, algo que no habla
y que sin embargo ha sido dicho.” (Citado por Foucault, 317)
13
Según Jameson, frente al carácter arbitrario del lenguaje, Mallarmé intentaría una reversión poética de la
teoría arcaica, no para restaurar el lenguaje adánico, sino en un esfuerzo por remotivar aquello que en su
origen es totalmente inmovitado. Jameson, The Prison-House of Language, 31.
Para Foucault, con Mallarmé se perfila el pensamiento del afuera. Se sabe desde Mallarmé, que “la
palabra es la inexistencia manifiesta de lo que designa” (317), que aparece como despido de lo que nombra,
como “el movimiento en el cual desaparece aquel que habla” (301).
24
Sobre la concepción metafísica del lenguaje, es posible construir diferentes
más antimoderno añora lo mágico y lo arcano (el poeta sacerdote o poeta chamán).
3. Experiencia y lenguaje.
Visto que vivimos en la significación totalizante, que afrontamos una total crisis de la
discurso. Con esta noción de experiencia en mente, intentaremos pensar una poética
25
Hay una doble presión sobre la poesía, por un lado nuestra experiencia del
lenguaje como tal y por el otro, la desposesión de nuestros lenguajes. Vistas así las cosas,
alienado del mundo material, queda atrapado en el incesante diálogo introspectivo del
doble sentido de atravesar una experiencia y acumular experiencias) sino porque éstas
son enactadas fuera del individuo, que sólo las observa, despojado de la experiencia
basa en una nueva experiencia, sino en una inédita falta de experiencia. Lo nuevo es lo
confirmed and corroborated through discussion and coped with as collective experience
negarles los medios para organizar sus propias experiencias. La experiencia se reduce a
26
totalizadoras; y su interioridad retorna al infinito, despojada de los medios para
externalizarse.
lenguaje.
experiencia pura, muda (necesidad de una metacrítica del sujeto trascendental). Una
experiencia primaria, lejos de ser subjetiva, sólo podría ser lo que está en el ser humano
antes del sujeto, es decir, antes del lenguaje: “a ‘wordless’ experience in the literal sense
“In terms of human infancy, experience is the simple difference between the
human and the linguistic. The individual as not already speaking, as having been and still
paso del lenguaje al discurso. Es la infancia la que rompe el mundo cerrado del signo y
other than the pure pre-babble language of nature.” (56) Por un instante, el lenguaje
15
Agamben, Infancy and History [1979].
27
humano se separa del mar semiótico de la naturaleza: lo humano es ese pasaje del
Contra lo que se cree, los animales son poseedores del lenguaje puro. Éstos no
entran en el lenguaje, ya están en él: no se enfrentan a una cosa pre-existente que tiene
sino como el mundo del signo encerrado en sí mismo, como el del hombre sin historia (el
verdadera.
(53)
4. Teoría poética
Agamben y pasa de la infancia como límite trascendental a la infancia como lugar de una
historia a la que nos devuelve la poesía. Por ello, considera el proceso de adquisición del
16
Agamben parte de una distinción de Benveniste entre los niveles semiótico y semántico del lenguaje,
donde se marca el difícil paso del lenguaje al discurso (langue-parole, language-speech). El nivel semiótico
sería el del signo, pura correspondencia consigo mismo, y pura diferencia en relación a otro signo. El nivel
semántico corresponde al universo de la enunciación y el discurso. Si el signo tiene que ser reconocido
como un significante, el discurso debe ser comprendido. El signo semiótico funda la realidad del lenguaje,
pero no tiene aplicación específica, está cerrado. La oración del discurso, en cambio, sólo puede ser
específica. Lo semántico es traducible, lo semiótico no. (53-56)
17
Blasing, Lyric Poetry.
28
lenguaje para dar cuenta de la carga afectiva de la lengua materna y de las funciones
porque ahí estos sistemas trabajarían uno a expensas del otro. En el poema se pueden ver
historia, que es lo que se oye en la materialidad del lenguaje lírico. La historia de este
simbolización.
una recepción no sólo aural sino multimedial; es decir que la entrada en el lenguaje
18
Blasing parte de la distinción de Benveniste, mencionada antes. Así: “I use ‘semiotic’ to refer to the
material aspects of language—the linguistic system and the somatic production of its materials; it marks the
interface of the institutional and the somatic in language. It should be clear that mine is not Kristeva’s
‘semiotic’ of drives and the chora, a retrospectively posited ‘nourishing and maternal,’ rhythmic,
prelinguistic ‘receptacle’ (1984, 27, 29). I also use ‘semiotic’ to designate the formal aspect of poetry as
distinct from its semantic/symbolic aspect. Thus the sounds of words and the devices that organize them in
poetry would constitute the semiotic axis.” (22)
19
Blasing alude a la sinestesia infantil. La perspectiva ‘omnidimensional’ se pierde cuando el lenguaje
especifica canales sensoriales para la experiencia. La figura de la sinestesia evoca un flujo amodal de la
percepción que, efectivamente, sucede en niños menores a 7 años y que, en cierto estadio del aprendizaje
de la lengua, da paso a un atajo referencial.
29
forizados’ o traducidos a unidades significantes para su circulación social. El lenguaje de
discurso.
Definida así, la poesía no es mimesis, sino confrontación con la otredad del medio
material del lenguaje. El orden no-racional que se oye en la forma poética es distinto de
término. Habría una subjetividad virtual en la forma (shape) de un lenguaje dado, una
ritmo y el perfil sonoro del poema. Esta ‘alienación’ en el lenguaje poético sería la
materialidad primaria del texto. Descartar esa materialidad equivale a descartar nuestra
historia en la adquisición de la lengua materna, la que hace nuestra relación afectiva con
las palabras: the pain and pleasure of words. El humano ‘olvida’ la inhumanidad del
código en el que devino humano. Esta ‘extranjería’ [foreignness] del código inhumano
humano ‘olvida’. Al tratar de poesía hay que pensar el lenguaje como un mecanismo
30
This is an experience of the nothingness of the ‘human’. A subject
the linguistic code, along with the genetic code. The subject of poetry, the
intimacy with the inhuman linguistic code by which she became ‘human.’
This is why the subject in language is not ‘human’ in any ordinary sense
figura rige una operación de ‘intencionalización’: una intención de significar se oye como
representación, sino más acá o más allá, en términos de esquemas formales y procesos
literarios, y como fenómenos de ritmo, voz, y emoción que motivan el código mecánico.
ambos sistemas. Para Blasing ‘intención’, ‘yo’, ‘ritmo’ son categorías intercambiables. El
ritmo tiene una función indexical que posibilita la escucha, que formula las condiciones
para un momento de lenguaje. Entonces, sería más exacto decir que el balbuceo no es,
20
“Rhythm has no symbolic value, and it is distinct from meter, insofar as meter is an abstract
representation of the sound shape of language, and can be represented as an abstract scheme. Rhythm is
experienced in and as time, as a persuasive movement of the voice. It does not represent and is not
representable; it does not measure and is not measurable.” (55)
31
Todo esto sucede en la lengua materna, y en la historia específica de un infante y
una madre. El ritmo es una traza individual e individualizante. El ritmo produce un ‘yo’ y
nos hace oírlo como una intención. El vacío entre los dos sistemas sólo se puede salvar
con una elección por la significación. Esta opción por hacer que el sonido tenga sentido y
el sentido suene, supone una alienación del cuerpo y de la mente. Éste es el lugar de un
deriva su teoría, el origen del lenguaje debe pensarse como un quiebre con la oposición
cuestión no puede resolverse dentro del lenguaje, excepto como una fuente trascendental,
Con todo, Agamben también concibe una transición entre esos dos niveles. La
topología del fonema coincidiría con la de la región histórico trascendental que él define
como infancia humana (anterior al sujeto del lenguaje y sin sustancia somática). (58)
32
elemento en la poesía que no es subjetivo, ni temporalmente anterior al lenguaje, sino que
es constitutivo del lenguaje mismo. Ése es el lugar de la lengua materna, al que la poesía
nos reenvía: donde el sujeto se extrae a sí mismo de la infancia, del lenguaje puro, hacia
el discurso humano.
El proyecto de leer la poesía del siglo XX más allá del pensamiento lingüístico y del
pensamiento romántico entraña dificultades. Las recaídas nos esperan por todos lados.
existencia de un ‘lenguaje poético’ cuyo prestigio (basado en el poder retórico del medio
instancia estaría motivado (en la historia de un cuerpo que sale de la infancia) y gozaría
Está muy lejos de poéticas como la de Fonagy,21 para quien la poesía nos devolvía a un
sonido físico, forma y materia; quería relacionar los sonidos y la ‘realidad’, como cuando
asocia consonantes duras con la agresividad. El problema surge al querer reconducir las
significantes y significados).22
21
Fonagy, “Le Langage poétique: forme et fonction.”
22
Los conceptos de motivación horizontal y vertical retomados por Schaeffer (61) son de Todorov,
Theories of the Symbol. La motivación horizontal se da entre significantes, la motivación vertical se da
33
El trabajo crítico está expuesto todavía a otras falacias. La falacia expresionista,
que apela al flujo fragmentario de contenidos poéticos como una mejor expresión de la
asignarle expresividad pura, como en el origen del lenguaje, que habría sido poético. Ut
musica poesis: como la música, otro viejo tópico romántico.24 La falacia materialista: que
que asocia la poesía al primitivismo, del mismo modo que asocia otras razas a impulsos
cosa, y que da a los signos contornos visuales, para así acortar la distancia entre signo y
cierra el paso a una investigación más rigurosa sobre la materialidad del lenguaje.
en Quest for the essence of language. Allí Jakobson se vale del principio de iconicidad
34
diagramática (Peirce) para proponer una motivación vertical entre relaciones de
convencionales por naturaleza, algunos además son icónicos. Abunda en ejemplos, como
las series veni, vidi, vici o high/higher/highest, cuya estructura sería paralela a la de un
de analogía.28
coherentes con una totalidad (Jakobson) o si queremos ver, en cambio, una divergencia
(Blasing).
27
La cita que viene a continuación se inserta en una discusión sobre la teoría de los signos de Peirce, que
no podemos seguir aquí:
“The correspondence in order between signans and signatum finds its right place amog the
‘fundamental varieties of posible semiosis’ which were outlined by Peirce (1932). He singled out
two distinct subclases of icons—images and diagrams. In images the signans represents the
‘simple qualities’ of the signatum, whereas for diagrams the likeness between signans and
signatum exists ‘only in respect to the relations of their parts.’ Peirce defined a diagram as ‘a
representamen which is predominantly an icon of relation and is aided to be so by conventions.’
Such an ‘icon of intelligible relations’ may be exemplifies by two rectangles of different size
which illustrate a quantitative comparison of steel production in the United States and the USSR.
The relations in the signans correspond to the relations in the signatum. In such a typical diagram
as statistical curves, the signans presents an iconic analogy with the signatum as to the relations of
their parts. If a chronological diagram simbolyzes the ratio of increase in population by a dotted
line and mortality by a continuous line, these are, in Peirce’s parlance, ‘symbolide features.’
Theory of diagrams occupies an important place in Peirce’s semiotic research; he acknowledges
their considerable merits, which spring from their being ‘veridically iconic, naturally analogous to
the thing represented.’” Jakobson, “Quest for the essence of language,” 412-413.
28
Genette es el primero en notar el carácter mimológico, cratílico, analógico, de la poética jakobsoniana.
Pero hace honor a su riqueza: en Jakobson habría una oscilación entre motivación horizontal y vertical. El
poema teje la “red horizontal de equivalencias significadas en el medio de una serio de equivalencias
semánticas (verticales) entre cada forma y cada sentido (imágenes) y entre cada grupo de fromas y cada
grupo de sentidos (diagramas)” (Genette, Mimologiques, citado por Schaeffer, 63).
29
Schaeffer, “Romanticismo y lenguaje poético,” 68.
35
En esta historia de remanencias y sacudidas del romanticismo el caso de los
6. Resistencia a la significación.
Las ‘falacias’ que hemos ido descartando intentan rebasar la economía política del signo
separación que funda la lógica del signo, reproducen su arbitrariedad. La crítica de ésta
ideología debería pasar por lo que el signo deja fuera: flujos de materiales, inscripciones
no-significantes. La poesía nos interesa por lo que tiene de crítica del lenguaje; porque
30
Virno, Cuando el verbo se hace carne: Lenguaje y naturaleza humana.
31
No es casual que los concretistas recurran a Jakobson. Por ejemplo, Pignatari en su Semiótica e literatura
y Haroldo de Campos en su ensayo sobre el ideograma: “Ideograma, Anagrama, Diagrama,” 95.
32
Un camino distinto es el de Johanna Drucker en The Visible Word. Allí intenta conciliar un modelo
lingüístico, con uno fenomenológico, de un modo que resulta, en mi opinión, en un nuevo fetichismo de la
materia.
36
Guattari usa de un modo muy diferente al de Jakobson el principio de iconicidad
las redundancias semiológicas (significación). “Las primeras hacen que los sistemas de
signos trabajen directamente con las realidades a las que aquellas se refieren; se ocupan
de una producción existencial de referente, mientras que las segundas no hacen más que
33
Guattari, “Glosario de esquizoanálisis,” 136. Típicamente los ejemplos son la escritura musical, los
algoritmos matemáticos y la sintaxis informática.
34
Lo que anula el proceso de significación (un gigantesco modelo de simulación del sentido) “no es lo
‘real’, lo referente, alguna sustancia de valor arrojada a las tinieblas exteriores del signo, es lo
SIMBÓLICO. […] Pero lo simbólico […] no puede ser nombrado más que por alusión, por fractura, ya que
la significación, que lo nombra todo a partir de sí misma, no puede decir sino el valor, y lo simbólico no es
el valor. Es pérdida, resolución del valor y de la positividad del signo.” Crítica de la economía política del
signo, 190.
37
resistencia a la estandarización de la experiencia se prepara el camino para nuevas
significaciones.35
de nueva experiencia, donde cristaliza, como constelación, algo del mundo que no se veía
Estas reflexiones están precedidas de un largo trabajo con los ‘textos’ que
problemáticas a partir de los textos mismos: cada texto genera su modelo de lectura. La
continuación hay que confrontar estos conceptos de la teoría con otras prácticas, que los
7. Hacia la imagen
¿Cómo abordar la poesía considerando el denso tejido de la cultura? ¿Y cómo lograr una
decir, objetos cortados por diferentes líneas. Los ‘poemas visuales’ (pésimo nombre), los
textos entrampados con imágenes, están atravesados por diferentes tradiciones (lírica,
35
Sobre la idea de una hermenéutica inestable e interminable ver Rowe, Hacia una poética radical.
38
plástica) y se ubican en el cruce de prácticas (lugar de la literatura y la plástica, cultura
visual, fotografía, cultura de masas). A primera vista, podría parecer que mi trabajo es
sobre las relaciones entre texto e imagen en la poesía latinoamericana. Pero no voy a
explorar todas las posibilidades de esas relaciones. Mi pregunta, más bien, es por la lírica.
Así que vamos a abordar la lírica utilizando una puerta excéntrica, lateral.
poesía que no pasa por lo visual, pero que aquí ganan nitidez. Precisamente porque en
esta tensión hay elementos que exceden la significación lingüística, elementos pre- o
No se trata de que el signo visual sea más eficaz que el verbal, sino de que el paso
por la visualidad permite salir de las problemáticas del signo lingüístico, la vieja
arbitrariedad y la motivación. La imagen juega aquí varios papeles: es posible que haya
entrado en la representación como falacia icónica (la imagen transparente), pero permite
pensar una salida de la significación, sea como espaciamiento, sea como entrada en
con la imagen se pasa por otra percepción y otra Gestalt, irreductibles al signo lingüístico.
voz/imagen revela es que la imagen, al menos tal como se la entiende en los ‘visual
36
Michaux, Misérable miracle, la mescaline.
39
studies’ desmaterializa y que se presta a la represión de la voz y el cuerpo,
particularmente visible en la teoría de los concretistas (capítulo 3), que modela sus signos
surplus, ese material semiótico que queda como en un intersticio entre el plano visual y el
En el camino entre texto y teoría se ven los límites del universalismo de una
materna se da en una situación de diglosia? En cada práctica habría que medir el impacto
sobre la lengua vs. el control de la lengua, captar la articulación con formas de poder. La
‘teoría poética’ recaptura las líneas de fuga de la semiosis, ¿en qué medida opera una
¿hasta qué punto puede ver lo que esa racionalidad reprime, por ejemplo en el
funcionalismo concretista?
canto oral. La infatuación con la voz tampoco es útil para abordar muchos problemas
relacionados con la noción de ‘escritura’, ni puede dar cuenta del abordaje ‘literal’ de la
materia en los nudos y la poesía escrita y ‘no escrita’ de Eielson (capítulo 4). Llevados a
40
Por otra parte, la idea de materialidad, que debemos seguir pensando, permite
establecer continuidades en la poesía del largo siglo XX. Una mirada en la línea
poesía hacia otras zonas discursivas, hacia otras prácticas (museo, video, galerías,
performance) tiene razones que hay que situar obviamente a nivel de prácticas y
excéntricas. El caso límite aquí va a ser la obra de Eielson, que atraviesa todos los niveles
mencionados.
8. Visualidad o materialidad.
De las muchas maneras de abordar la cuestión de la ‘visualidad’ quiero retener sólo dos:
La historia del arte tal como la entendemos ahora, sólo se pudo constituir como
campo. También bajo esa condición se pudieron concebir teorías de la ‘visualidad pura’,
37
De modo general, estas teorías tienen tres características: 1) conciben el arte no como imitación sino
como creación autónoma de la imaginación; 2) identifican el arte con la forma y no con el contenido; 3) la
visualidad y la espacialidad marcan la diferencia específica de las artes visuales, contrapuestas a la
expresión verbal, al tiempo y a lo táctil. Si a la visualidad pura, al formalismo, sumamos una dosis de
41
Un modelo muy influyente es el de la tradición angloamericana (Greenberg-
forma del soporte y 3) las propiedades físicas de los pigmentos (color y textura). En
identifica la ‘esencia’ del arte pictórico con dos elementos ‘el carácter plano y la
delimitación de lo plano’, y afirma que respetar estas dos reglas basta para crear un objeto
instituciones con una transparencia racional hacía sí mismos. La naturaleza habría dejado
trascendencia. En esta medida, creo que convendría poner en correlación las teorías de la
visualidad pura con el formalismo lingüístico, en tanto que ello podría indicar la
42
¿Qué es lo que queda tras la pérdida de la trascendencia? Por lo menos dos
idea de un rol más arcaico para el arte.39 2) Para la visión formalista (la línea Kant-
De otra parte, la cuestión de la materialidad, que tanto nos interesa aquí, podría
estarse borrando en los Visual Studies. Tiffany ha señalado que una noción paradójica de
la retícula [grid] y el plano (en el caso de los concretistas y Eielson). Según como se
39
Pippin, “What Was Abstract Art? (From the Point of View of Hegel)”, 9.
40
Pero, ¿qué significa exactamente que las normas de la pintura se sometan por completo a la autonomía
(flatness & frame)? No hay que olvidar que la insistencia de Greenberg en la pureza y autonomía tiene que
ver con que el arte resista la absorción por la cultura de masas y la industria cultural.
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Tiffany cita una encuesta a un largo número de críticos, artistas e historiadores, aparecido en October 77
(1996): “It has been suggested that the precondition for visual studies as an interdisciplinary rubric is a
newly wrought conception of the visual as disembodied image, re-created in the virtual spaces of sign-
exchange”. Tiffany, Toy Medium, 23-24; Mitchell, What Do Pictures Want?
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mire, el fundamento de las retículas lleva a un decidido materialismo secular o a un
Krauss. Este texto intenta resquebrajar la unidad de una historia modernista del arte,
entendida como una ontología marcada por cuatro factores: a) la visualidad pura, b) la
completud.
límite entre la visión y el espacio corporal (espacio energizado) es una ficción. Este
modelo, que asigna a la materia una pulsión temporal, una degradación del orden y una
44
9. Texto e imagen / Lenguaje y objeto.
La siguiente pregunta que tenemos que hacernos es cuál es el impacto de esta tensión
entre la visualidad pura y lo informe al querer definir las relaciones entre texto e imagen,
lenguaje y palabra. Vamos a hablar del problema de la poesía desde textos que
Michell: Picture theory.42 El libro es valioso porque se aleja de la tradición de las ‘Sister
Arts’ (pintura y poesía) así como del método comparativo de los estudios interartísticos.43
tratar de subrayar los elementos visuales del texto y los elementos verbales de la imagen.
instancias idealizadas de pureza: la imagen silenciosa (what you see is what you see) y el
texto inmaterial: puro verbo. Mitchell definirá la instancia image/text como un salto
42
El título apunta a lo que el autor llama un ‘pictorial turn’, como contraparte de una suerte de
‘alfabetización visual’. El ‘pictorial turn’ se define como “a post-linguistic, post-semiotic rediscovery of the
picture as a complex interplay between visuality, apparatus, institutions, discourse, bodies and figurality”,
Picture Theory, 16.
43
La comparación interartística separa los diferentes medios a través de la misma operación de
comparación. Tiene tres limitaciones básicas: la primera es la presunción de un concepto homogéneo y
unificador y una disciplina asociada; la segunda es que la comparación ignora otras formas de relación
(yuxtaposición, inconmesurabilidad, alteridad); la tercera es su historicismo, que confirma una secuencia de
periodos históricos sin registrar historias alternativas. (87)
44
De otro lado image-text designa simplemente las relaciones entre lo visual y lo verbal; mientras que
imagetext designa obras o conceptos sintéticos, compuestos que combinan imagen y texto. Ibid., 89.
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puros; el problema de la imagen/texto no se sitúa entre las artes o los medios, sino que es
‘picture’, por su parte, designa el objeto concreto, construido (marco, materiales, soporte,
materiales.46
reintroduce la idea de imagen como virtualidad inmaterial, como visualidad pura, contra
45
Dicho de otro modo, cada uno de los elementos de este juego de diferencias no sólo adquiere su identidad
en relación diferencial respecto del otro, sino que alberga dicha diferencia dentro de sí. Monegal, “Más allá
de la comparación, fusión y confusión entre las artes”, 32.
46
En el prefacio a What do pictures want? (2005): ‘Imagen’ equivale a cualquier semejanza, figura, motivo
o forma que aparece en un medio u otro (xiii); objeto es el soporte material en o sobre el que una imagen
aparece, o la cosa material que una imagen refiere o trae a la vista (xiii); ‘medium’ es el conjunto de
prácticas materiales que junta una imagen y un objeto para producir una ‘picture’ (xiii). El complejo
llamado ‘picture’ refiere, en su sentido más amplio, a toda la situación en la cual una imagen hace su
aparición.
47
No estoy preparado para abordar una crítica de la oposición de Mitchell entre la virtualidad de la imagen
y la materialidad de la ‘picture’. Sólo quiero señalar al pasar una alternativa radicalmente diferente: la
reificación de la ‘pintura’ en la obra de Jasper Johns. Dice Johns de sus cuadros grises (1956-59): “the
canvas is object, the paint is object, and object is object. Once the canvas can be taken to have any kind of
spatial meaning, then the object can be taken to have that meaning within the canvas.” Como por una suerte
de desplazamiento metalingüístico el objeto se desdobla: objeto de representación, objeto representacional,
nuevo objeto de representación, etc. Y llegados a este punto, es secundario que el objeto esté o no en el
lienzo. Dicho de otro modo, el objeto ya es signo.
La dificultad para aprehender el trabajo de Johns está en que estos niveles no están separados o
enmarcados (como en Magritte), sino que las marcas de la enunciación están borradas, y todos los niveles
coinciden en el mismo objeto: las linternas de Johns, linternas reales, bañadas en cobre o en plomo, y
expuestas, son linternas, son representación (imagen) de linternas y son, sobre todo reificaciones de esa
representación. Representación-objeto u objeto-representación. En este caso sería imposible separar
‘image’ de ‘picture’.
46
brasileños, quienes intentan reformular el signo verbal como signo visual puro. En ese
sentido, ‘image/text’, el salto en la representación, nos sirve para leer este tipo de poesía
Eielson, esta categoría resulta insuficiente, en tanto que limita la textualidad al ámbito de
radical del campo a través de prácticas intersticiales (los ‘quipus’, la poesía escrita, pero
también la performance, etc.) y describir sus objetos como ‘image/text’ no aclara mucho
sus operaciones.
vanguardia histórica (capítulo 2), la separación entre los dominios está bastante clara,
mientras que en el ideograma concretista (capítulo 3) aparece una rica tensión: la teoría
del grupo reconcilia una sumatoria verbivocovisual (verbal, vocal y visual) que, desde
nuestro punto de vista, esta escindida desde adentro, por lo que hay de lenguaje en la
Eielson (capítulo 4) lleva las cosas hacia otro plano. La categoría image/text tiene
una fuerte carga disciplinar y el peso de la tradición occidental: sister arts, literatura
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cierto eurocentrismo. ¿Qué pasa si, al menos provisionalmente, salimos de esa tradición?
¿Cómo incluir en esta discusión las caligrafías asiáticas, los quipus incas o los tejidos
andinos con sus sofisticados sistemas de codificación? Eielson utiliza metáforas que
contaminación de objeto y signo, que permea nuestra época; con la salvedad de que
Eielson no parte del espectro del significante, sino del cuerpo a cuerpo con la materia.
Estamos muy lejos de donde comenzamos. Lejos de la remotivación poética del signo y
del expresionismo poético; nos hemos deslizado hacia la visualidad y los objetos, luego
hacia la materialidad. Esta materialidad es algo muy humilde: la sustancia neumática del
sonido (en el caso de la voz), los contornos de la tinta y la superficie del papel (en el caso
de la imagen), los volúmenes regulares o informes de los objetos. Con sus correlatos de
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El universo del lenguaje reenacta, a pequeña escala, nuestra percepción y
experiencia material del mundo. A este nivel fundamental, anterior a los sujetos, a los
que allí ya se había configurado: una reificación de las condiciones de existencia del
lenguaje. Sea la vibración en el aire, sean los patrones de sonido, sea el reenvío perpetuo
entre la imagen y la letra, sea la tensión entre el plano virtual y la superficie real, sea la
vibración de un objeto contra el espacio energizado. Cualquiera que sea el contenido del
lenguaje o el poema, éstos no abandonan nunca su carga material, la cual opera en ellos
Podemos decir que la poesía nos devuelve al lugar de la experiencia porque opera
carácter de ‘cosa’ de las estructuras que portan la subjetividad, se reflejan las estructuras
hay una resistencia psicológica a considerarla como res que puede ser vista u oída. Esta
resistencia está acompañada por la inclinación fetichista a atribuir a las cosas ciertos
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Contra lo que se acostumbra, Paolo Virno hace un ‘Elogio de la reificación’ en su Cuando el verbo se
hace carne.
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“La lengua histórico-natural es el ámbito exterior, subjetivo pero no atribuible a las operaciones de la
conciencia, público pero no coincidente con los roles sociales, en el cual las categorías trascendentales de
las que depende la posibilidad de la experiencia se presentan finalmente (o, más verosímilmente, desde el
principio) como objetos realizables. Reificado por el léxico y la sintaxis, el a priori colectivo se convierte
en un complejo de hechos empíricos.” (134)
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Nuestro abordaje de la poesía intenta alejarse de la alienación y el fetiche,
praxis deja de estar disponible; en este caso, los flujos materiales y semióticos que son
alienación: los objetos son espiritualizados, como si ellos, en tanto que fenómenos,
pero oculta la relación misma, mientras que la reificación la implica. De lo que se trata,
significante trascendental.
nuestra época por la que signo y objeto se confunden. Poesía y crítica deben enfrentar el
producir la reificación del lenguaje, exhibir los vacíos y las fantasmagorías, exhibir la
En rigor, el largo paseo que vamos a dar por las imágenes de Huidobro, Girondo e
Hidalgo, por el plano visual de los concretistas, y por las materias emergentes de Eielson,
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