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1
Tomás Maldonado Revista Contrapunto p. 10
2
Tomás Maldonado Ibid., p. 10
el arte concebido como reflejo de una realidad socialista, con funciones ideológicas y
educativas, comprensible para las masas populares y con gran sentido nacionalista.
Para Maldonado, el verdadero arte realista “no busca reflejar, sino inventar. Por
otra parte, copiar la realidad no es afirmarla; sólo la actitud inventiva, al afirmar lo
concreto, no invalida ni desprestigia al mundo.”3 Estas palabras de Maldonado, como
todos los planteos del Arte Concreto, constituyen una fuerte toma de posición en
contra del realismo socialista, consagrado como la línea estética oficial desde los años
1932-19344. Los concretos se diferencian contundentemente de ese canon, pero lo
hacen sin dejar de adscribir a las ideas marxistas, y nutriéndose de ellas. Maldonado
afirma que “[los artistas concretos] munidos del materialismo dialéctico que es la
filosofía viva de Marx, Engels, Lenin y Stalin, que confirmaba y confirma nuestras
búsquedas, llegamos a formular una estética materialista o concreta.”5
El arte de los concretos no está reducido a una mera expresión ideológica, pero
tampoco está separado de la superestructura. Si bien tiene un anclaje en la práctica y
su origen se da en el seno de una sociedad determinada, esta práctica, también está
configurada por elementos que responden al orden de lo imaginario. Es decir, hay una
continua dialéctica entre el orden ideológico y el orden de lo material: las obras de arte
no son un reflejo de la realidad en la cual están insertas, pero tampoco son creaciones
ex nihilo, debido a que se encuentran atravesadas por el imaginario de la época en la
cual están inscriptas.
La necesidad de inventar nuevas realidades se apoya en un compromiso social y
una creencia en el arte como medio de mutación y cambio de lo existente. Según
Edgar Bayley, hermano de Tomás Maldonado, “los artistas y escritores enrolados en el
movimiento de arte concreto parten, para la formulación de su estética, de una
conciencia del mundo y de los medios para su transformación.”6 La función social del
arte concreto está anclada en el presente, pero también se liga a una proyección
futura, utópica, un diseño de la sociedad nueva. Para Maldonado, el arte concreto “está
llamado a ser el arte social de mañana, pues resulta el único que puede articularse
fluidamente con los grandes espacios urbanos a inventarse en el porvenir.”7
La creación de espacios urbanos aparece como la consolidación de un lugar de
encuentro y construcción de la sociedad. La idea de comunidad queda expresada en la
acción transformadora de la sociedad, sobre un mundo que está por construirse. Dice
Maldonado, “creo que la pintura será, en el porvenir, anónima y práctica, creadora de
todo para todos. Nadie dejará de participar en la invención de la Belleza: nuevos
materiales (plásticos y constructivos) y nuevos modos de percibir el espacio y el
tiempo ampliarán hasta lo inimaginable el número de géneros artísticos y, por ende,
las posibilidades creadoras de todos los seres humanos.”8
La función social del arte como transformador de la realidad y como constructor
de un mundo por venir, encierra una idea de revolución. Para Maldonado, “el arte será
una permanente afirmación de esos valores y, por ello, uno de los más efectivos
lubricantes de la tensión revolucionaria de la Humanidad.”9
3
Tomás Maldonado Ibid., p. 10
4
Adolfo Sánchez Vázquez Estética y Marxismo Tomo I, Era, 1970, p. 57
5
Tomás Maldonado “Lo Abstracto y lo concreto en el arte moderno”, en Revista Arte Concreto Invención,
Escritos Preulmianos p. 46-47
6
Edgar Bayley “Sobre arte concreto” Revista Orientación (1946), Catálogo del Museo Sívori
7
Tomás Maldonado. “Actualidad y porvenir del arte concreto” Revista Nueva Visión Nº 1, Escritos
Preulmianos, op. cit.
8
Tomás Maldonado op. cit. p. 10
9
Tomás Maldonado op. cit. p. 10
Humanización de la vida cotidiana
La praxis transformadora
10
Tomás Maldonado “Diseño Industrial y Sociedad” Boletín del Centro de estudiantes de arquitectura, Escritos
Preulmianos , p. 64
11
Tomás Maldonado op. cit. p. 10
12
Tomás Maldonado op. cit. p. 65
13
citado en Nelly Perazzo. “Arte Concreto Invención” en Revista Art Nexus, Nº20, p. 59
14
Edgar Bayley. “Sobre arte concreto” Revista Orientación (1946), en catálogo del Museo Sívori
15
Tomás Maldonado “Los Artistas Concretos, el ‘Realismo’ y la Realidad” Revista Arte Concreto Invención,
Escritos Preulmianos , p. 49
16
Adolfo Sánchez Vázquez Estética y Marxismo Tomo I, Era, 1970, p. 21
17
Karl Marx Tesis sobre Feuerbach
transformación en aquello sobre lo cual se está actuando. En los artistas concretos,
esto se revela a partir de la invención de nuevas realidades y nuevos objetos de uso
cotidiano. Una revolución implica un cambio. Dice Marx: “La coincidencia de la
modificación de las circunstancias y de la actividad humana sólo puede concebirse y
entenderse racionalmente como práctica revolucionaria.”18
En evidente coincidencia, para Maldonado “lo fundamental es la práctica, pues
sólo ella potencia para la acción, CONOCER efectivamente un objeto implica una
ilimitada alegría para el hombre, una afirmación de su poder.”19 Y continúa: “Nuestro
arte es humanista porque se basa en una fe limitada en la capacidad práctica del
hombre. También porque es un arte de invención. (...) Humanista es quien juzga al
hombre capaz de inventar, de revolucionar.”20
18
Karl Marx Tesis sobre Feuerbach
19
Tomás Maldonado op. cit., p. 50
20
Tomás Maldonado “Sobre Humanismo” Boletín de la Asociación de Arte Concreto – Invención, Escritos
Preulmianos p. 56-57
21
Adolfo Sánchez Vázquez Estética y Marxismo Tomo I, Era, 1970, p. 21
22
Adolfo Sánchez Idem p. 43
23
Tomás Maldonado op. cit. p. 49
artista y a otro en obrero de una fábrica había de ser abolida, de modo que un hombre
fuera tanto obrero como artista. De esta manera, la distinción entre arte y trabajo se
desvanecía.”24
Marx pensaba que esta situación se alcanzaría luego de la llegada del
comunismo. Los artistas concretos, en cambio, pretendían convertir una utopía en un
hecho presente, cuando abogaban por llevar el arte a la vida, produciendo objetos de
uso cotidiano con contenido artístico y creando un medio ambiente producto de la
creatividad del trabajo del hombre.
En esta concepción acerca del arte como praxis transformadora, capaz de llevar
el arte a la vida, se encuentran varios puntos en común entre las ideologías y prácticas
de las vanguardias rusas -en especial las del constructivismo ruso- y la práctica de los
concretos.
En 1918, Lunacharski expresaba los sueños que inspiraban a los artistas de la
época: “Nacerá una hermandad de artistas y arquitectos y creará no sólo templos y
monumentos a los ideales humanos, sino también ciudades artísticas completas.
Enlazar el arte con la vida: ésta es la misión del nuevo arte.”25 Y esa es la misión que
se habían propuesto desarrollar los artistas concretos en los años ‘40. Continuando con
esta idea, Tatlin, uno de los artistas íconos del constructivismo, decía en 1920 que “los
resultados de ‘unir formas puramente artísticas con finalidades puramente utilitarias’
eran ‘modelos que estimulan las invenciones en la tarea de crear un mundo nuevo e
invitar a los productores para que tomen el control sobre las formas de la nueva vida
cotidiana.”26Las inquietudes artísticas, respecto al mundo en el cual los artistas se
insertaban, apuntaban a lograr cambios en los modos de vida. Naum Gabo y Antoine
Pevsner escribieron en el Manifiesto del realismo (1920) “El arte debería asistirnos allí
donde la vida transcurre y actúa: en el taller, en la mesa, en el trabajo, en el
descanso, en el juego, en los días laborales y en las vacaciones, en casa y en la calle,
de modo que la llama de la vida no se extinga en la humanidad.”27
También los productivistas, afines a estas ideas de cambio, expresaban cuáles
eran “las tareas nacidas con la revolución: renovar el papel socio-cultural del arte y
acercar éste último a la vida. Los teóricos del productivismo (...) desarrollaron la teoría
‘de la construcción de la vida’ según la cual la nueva arquitectura y los nuevos objetos
de nuestro entorno eran los medios esenciales de reconstrucción de la vida y las armas
en la lucha contra las ideas burguesas.”28
24
Christina Lodder, El constructivismo ruso Alianza Editorial. p. 96
25
Christina Lodder, op. cit. p. 60
26
Christina Lodder, op. cit. p. 66
27
en Mario De Micheli Las vanguardias artísticas del siglo XX Alianza Editorial
28
Anatoli Strigalev Arte y producción p.51
29
Tomás Maldonado “Manifiesto Invencionista”, Escritos Preulmianos p. 40
misteriosos, afirma la necesidad de una arte colectivo y despojado de toda
representación evidente o secreta.”30
El arte colectivo, junto a la praxis transformadora, apunta a la creación de un
nuevo mundo que se realizará en conjunto. Todos participarán del cambio. Dice
Bayley: “Para los primeros realistas concretos, el arte social implicaba una
transformación honda, de ningún modo circunscripta a la mera alteración del modelo.
Una sociedad distinta surgía ante ellos; los viejos valores de diferencia eran
substituídos por los de comunión”31
Reconstruir los lazos comunicacionales entre los seres humanos, potenciar los
encuentros, habilitar espacios de cambio. Son algunas de las inquietudes de
Maldonado, patentizadas en estas palabras: “Marx, partiendo de Hegel y de
Feuerbach, encaró el desenmascaramiento de todas las formas mistificadas. (...) Para
él, el sacrificio del hombre en beneficio del producto llevó a la sociedad burguesa al
sacrificio de la comunicación entre los hombres, es decir, a lo que Marx denomina,
hegelianamante, ‘la alienación del hombre a su ser genérico’ (...)”32
El arte concreto, distanciandose de las mistificaciones del arte abstracto,
formuló su programa de presentar nuevas realidades. Llevar el arte a la vida, nutrir el
trabajo del hombre famélico de creación. Dice Maldonado: “Es que, en el fondo, las
obras de arte concreto, contrariamente a lo que tantas veces se ha formulado, no son
sólo objetos. Son también hechos. Hechos que ocurren, que fluyen. Y, lo que es
importante, hechos que ocurren y que fluyen entre nosotros. Es decir, hechos que
percibimos, que vemos venir o partir, a los cuales llegamos o de los cuales nos
alejamos. Percepción y comunicación.”33
30
Edgar Bayley op. cit.
31
Edgar Bayley op. cit.
32
Tomás Maldonado “Problemas actuales de comunicación” Revista Nueva Visión Nº 4,
33
Tomás Maldonado “Max Bill”, Ediciones Nueva Visión, Escritos Preulmianos p. 108