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Lic. Enfermería
Resumen clase 17/03/2021.
Alzheimer
Los síntomas.
Este proceso evolutivo de síntomas se suele ir sumando de manera gradual en una media
que se estima entre 5 a 15 años.
1. Cambios en la memoria
2. Dificultad para resolver problemas
3. Dificultad para realizar tareas habituales
4. Desorientación en tiempo y lugar
5. Dificultad para relacionar objetos
6. Problemas en el lenguaje oral y escrito
7. Colocar objetos fuera de su lugar habitual
8. Falta de juicio para tomar decisiones
9. Pérdida de iniciativa
10. Cambios en la personalidad
Las tres fases del Alzheimer
Fase 1: Duración de la enfermedad de 1 a 3 años:
En la etapa final, que generalmente acontece a los 5/10 años del inicio, se ha producido
un severo deterioro de la vida física y mental. El paciente es incapaz de velar por sus
necesidades básicas (aseo, comida, vestido), siendo incontinente. La capacidad de
movimiento, que se mantiene relativamente indemne hasta etapas avanzadas, se ve
igualmente afectada, mostrando lentitud y rigidez. Llegado a este punto, el enfermo suele
fallecer debido a complicaciones infecciosas, generalmente del aparato respiratorio.
Tratamiento
Un tratamiento sintomático es aquel que alivia los síntomas o incluso los hace
desaparecer aunque la enfermedad siga ahí. Un ejemplo sería los antiinflamatorios para
el dolor de la artrosis de rodilla.
Dicho esto, si nos centramos en la EA, a día de hoy no existe ningún tratamiento curativo.
Existen fármacos y tratamientos no farmacológicos, que han demostrado enlentecer la
progresión de la enfermedad, aunque no son capaces de revertirla.
4. Las rutinas te ayudan y le ayudan. Organizar la vida del enfermo de acuerdo a unas
rutinas. Las comidas, la higiene, las necesidades básicas o las actividades debemos
hacerlas siempre de la misma forma, a la misma hora y en el mismo lugar, componiendo
unos hábitos lo más parecido posible a los que existían antes de la enfermedad. Adaptar
el entorno, por ejemplo señalizando cada habitación con un dibujo o cartel identificativo.
6. En la cocina: sustituir la cocina de gas por una vitrocerámica; usar vajilla y vasos
irrompibles; guardar en un lugar seguro los utensilios peligrosos.
7. En el baño: cambiar la bañera por ducha, con un asiento; quitar cerraduras; y guardar los
medicamentos bajo llave.
8. En el dormitorio: dejar una luz encendida cerca de la cama por la noche por si se
despierta y se desorienta; señalizar mediante dibujos el contenido de los cajones; retirar
objetos que puedan estorbar al andar; y tapar los espejos porque en estados avanzados
de la enfermedad pueden confundirle.
10. Evita discutir o reñirle. No sirve de nada reñir o amenazar: mejor felicítale y dale ánimos
cuando haga las cosas bien. Así mismo, evita las discusiones, tengas o no razón; sólo
generan frustraciones para todos y la ansiedad puede perjudicar al enfermo. En la medida
de lo posible, también hay que intentar que el paciente no esté presente en discusiones
con otros miembros de la familia.
11. Sé tolerante ante su conducta. Una de las manifestaciones del Alzheimer son los
trastornos en el comportamiento del enfermo, de forma que a veces puede insultar o
reaccionar mal ante las personas de su entorno. El cuidador no debe asumir las
conductas incoherentes como un ataque, sino como un síntoma incontrolable y sin mala
intención.
12. Cuídate para cuidarle. Tómate tu tiempo y espacio para descansar, comer y dormir bien
y también para distraerte o disfrutar de alguna afición que te guste. Para cuidar de otra
persona correctamente es fundamental que tú te encuentres bien, tanto física como
psicológicamente.
13. Valora la conveniencia de asistir a un centro de día. Estos centros para personas con
diversos tipos de demencias están especializados y cuentan con personal cualificado que
trabaja con el paciente para fomentar su autonomía y retrasar el deterioro cognitivo. Si
bien en un primer momento el cambio en la rutina del enfermo puede provocar algún
trastorno, pasado un periodo de adaptación, las actividades de estos centros pueden
resultar muy beneficiosas, al tiempo que suponen también un descanso para el cuidador.