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La Norma Internacional de Auditoría
La Norma Internacional de Auditoría
en el ejercicio de una comprensión global de las NIA, ya que de acuerdo con la junta
Internacional de Normas de Auditoría y Aseguramiento (IAASB), gracias a ella se podrá
entender y aplicar todo el contenido y contexto de las NIA para los profesionales.
Debido a que es un punto de partida, la NIA 200 se compone de dos factores clave, que deben
seguirse en las auditorías de información histórica: requisitos y objetivos; que, aunque algunos
ya puedan ser comunes para algunos expertos en el tema, ambos son necesarios que sean
revisados a minucia por el auditor competente. En este artículo, usted encontrará cuáles son
sus características y porque estos factores son vitales para su profesión.
Como primer componente principal, la NIA 200, establece dos objetivos para el profesional en
auditoría, que, para la IAASB, son metas que se deben lograr por cada auditor honesta y
responsablemente. Estos se sintetizan de la siguiente manera:
2. Informar sobre los estados financieros y comunicarse según lo exijan las NIA de acuerdo con
los hallazgos que surjan en cualquier proceso.
En su segundo componente, la Norma Internacional de Auditoría, (NIA) 200, imparte para los
auditores cinco requisitos esenciales, para una ejecución adecuada de cualquier auditoría:
2. Escepticismo profesional: La NIA 200, constituye que durante todo el proceso de auditoría el
profesional encargado debe mantener una actitud de escepticismo y evaluación crítica ya que
en cualquier momento pueden existir circunstancias que provoquen que los estados
financieros sean materialmente incorrecto.
En su ejercicio, el auditor encargado deberá cumplir con todas las NIA relevantes para la
auditoría.
Evidencia de auditoría
La evidencia de auditoría es el soporte más importante que tiene el auditor para argumentar
su opinión y la información que este suministra en sus informes; esta evidencia se puede
acumular a través de todo el tiempo que dure la auditoría y puede compararse entre sí para
identificar inconsistencias y diferencias que puedan ser producto de errores, omisiones o
fraude.
El auditor puede hacer uso de información incluida en auditorias anteriores siempre y cuando
considere que se han producido cambios que puedan afectar diferentes rubros o hechos
económicos que deban ser revelados en la auditoría actual; también puede utilizar fuentes
internas o externas sobre información que se relacione con la entidad para esclarecer
situaciones puntuales que se presenten y así documentar la auditoría de una forma más
precisa.
Conclusión
El IAASB establece que la NIA 200 debe ser leída y estudiada por todos los auditores, a pesar de
que muchos de los conceptos son familiares para varios profesionales. En conclusión, los
objetivos y requisitos de la norma, explicados anteriormente, respaldan todas las auditorias de
los estados financieros históricos, sin importar el tamaño o la complejidad de la empresa a
auditar.