Motivación, aprendizaje y conducta en la adultez tardía

Integrantes:

Marcela Yuliana Jasso Espinoza

Jaqueline Gabriela Medina Luevano

Sarah Medina Puente

Adrián Novelo Llanas

Miranda Karime Sotelo Domínguez

Facultad de Psicología UANL

Investigación en Psicología

Dr. Marcos Arnoldo Téllez Ramos

21 de abril de 2023

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índice

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 Motivación, aprendizaje y conducta en la adultez tardìa

La motivación, el aprendizaje y la conducta son las tres variables que escogimos,

están relacionadas entre sí y son fundamentales en el desarrollo personal y social de los seres
humanos. La motivación se define como el conjunto de factores internos y externos que
impulsan a una persona a tomar una determinada acción, o a perseguir un objetivo en
particular. Por otro lado, el aprendizaje es un proceso de construcción del conocimiento a
través de la interacción activa de la persona con su entorno, en el que se construyen esquemas
mentales y se adaptan a nuevas situaciones. Finalmente, la conducta se refiere a las acciones
visibles que una persona realiza, incluyendo tanto las conductas físicas como las reacciones
emocionales y fisiológicas.
En el contexto de los adultos en edad tardía, estos tres conceptos adquieren una
relevancia aún mayor, ya que la educación y el aprendizaje a lo largo de toda la vida se han
convertido en temas de interés y preocupación en todo el mundo. A medida que la población
envejece, aumenta la necesidad de una educación continua para mantenerse al día con los
avances en tecnología, medicina y otros campos, así como para seguir siendo activos y
participativos en la sociedad.
Dado este panorama, resulta esencial comprender cómo estos tres conceptos se
relacionan en los adultos mayores y cómo pueden afectar su calidad de vida. La motivación,
por ejemplo, puede ser un factor clave en la decisión de los adultos mayores de participar en
actividades de aprendizaje y en la forma en que se involucran en estas actividades. Si un
adulto mayor siente una motivación interna para aprender, es más probable que se
comprometa en actividades de aprendizaje y tenga éxito en ellas. Por otro lado, si carece de
motivación, es menos probable que se involucre en estas actividades y puede perder
oportunidades para desarrollar nuevas habilidades y conocimientos.
Por otro lado, el aprendizaje también puede ser un factor importante en la motivación
y la conducta de los adultos mayores. Cuando una persona aprende nuevas habilidades o
conocimientos, es posible que se sienta más motivada a participar en conductas relacionadas
con ese aprendizaje. Además, la conducta puede ser motivada por recompensas o castigos, y
puede tener un efecto significativo en el aprendizaje de esa persona.
Aunque existen numerosos estudios e investigaciones sobre la motivación, el
aprendizaje y la conducta en adultos mayores, aún hay preguntas por responder en este
campo. Por ejemplo, se sabe que la motivación es un factor clave en la participación de los
adultos mayores en actividades de aprendizaje, pero ¿qué factores específicos influyen en su

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motivación para aprender? ¿Qué métodos de enseñanza son más efectivos para fomentar la
motivación y el aprendizaje en los adultos mayores?
Por otro lado, se sabe que el aprendizaje puede afectar la conducta de una persona,
pero ¿cómo se relaciona el aprendizaje con conductas específicas en adultos mayores, como
la actividad física, el cuidado de la salud y el compromiso social? ¿Cómo pueden los adultos
mayores ser motivados a participar en estas conductas para mejorar su calidad de vida?
El objetivo general de este estudio es contribuir al conocimiento sobre la relación
entre la motivación, el aprendizaje y la conducta en adultos mayores, y su impacto en el
bienestar físico y emocional de estas personas. A partir de este objetivo, se plantean los
siguientes objetivos específicos:
● Evaluar la relación entre la conducta, la motivación y el aprendizaje en una
población de adultos mayores, residentes de la ciudad de Monterrey, Nuevo
León.
● Identificar factores que pueden influir en la motivación, el aprendizaje y la
conducta en adultos mayores, en una población de adultos mayores, residentes
de la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
● Analizar los datos para identificar posibles relaciones entre estas variables.
● Revisar otros estudios y antecedentes existentes sobre la motivación, el
aprendizaje y la conducta en adultos mayores para compararlos y analizarlos.
Teniendo en cuenta estas preguntas y el contexto en el que se desarrollan, este estudio
tiene como objetivo también explorar la relación entre la motivación, el aprendizaje y la
conducta en adultos mayores y cómo esta relación puede influir en su calidad de vida. Se
espera que los resultados de este estudio proporcionen una comprensión más profunda de
cómo los adultos mayores pueden ser motivados y apoyados para participar en actividades de
aprendizaje y conductas saludables, lo que puede tener un impacto significativo en su
bienestar físico, emocional y social. Además, se espera que estos resultados puedan ser
utilizados por investigadores, profesionales en el campo de la salud y otros especialistas en la
cuestión del envejecimiento para desarrollar programas más efectivos y adaptados a las
necesidades de los adultos mayores.

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 Marco teórico

La motivación se define como el conjunto de factores internos y externos que

impulsan a una persona a tomar una determinada acción o a perseguir un objetivo en

particular. (S.P. Robbins, 2005). Para Maslow (1954), la motivación se refiere a “las

necesidades humanas que impulsan a una persona a actuar y buscar satisfacción, desde las

más básicas hasta las más elevadas” (p.37).

Existen distintas definiciones de motivación, que varían ligeramente según los autores y las

teorías, pero todas tienen en común que la motivación implica un impulso interno que guía el

comportamiento, a actuar de cierta manera o perseguir un objetivo específico.

El aprendizaje se considera un proceso fundamental para la adaptación, el crecimiento

y el desarrollo personal y social de los seres humanos .

Según Bandura (1986), el aprendizaje “es un proceso mediante el cual las personas adquieren

conocimientos y habilidades observando e imitando el comportamiento de los demás, y

recibiendo retroalimentación sobre sus propias acciones” (p.19). Piaget (1970), postula que

el aprendizaje “es un proceso de construcción del conocimiento a través de la interacción

activa de la persona con su entorno, en el que se construyen esquemas mentales y se adaptan

a nuevas situaciones” (p.12).

Al hablar del concepto de conducta, podemos citar a dos grandes pioneros de la

corriente conductista: para Pavlov (1927), la conducta “es la respuesta observable que un

organismo emite ante un estímulo especifico, y que puede ser condicionada a través de la

asociación con otros estímulos” (p.37) y para Skinner (1953) es “todo lo que un organismo

hace, incluyendo tanto las acciones visibles como las reacciones fisiológicas y emocionales”

(p.15).

En general, la conducta se considera una respuesta adaptativa que permite a los seres vivos

interactuar con su entorno y satisfacer sus necesidades y objetivos.

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 La motivación, el aprendizaje y la conducta están estrechamente relacionados entre sí,

y cada uno influye en los otros de manera significativa.

La motivación puede afectar el comportamiento y el aprendizaje de una persona.

Cuando una persona se siente motivada, es más probable que se involucre en cierto

comportamiento y se esfuerce por aprender nuevas habilidades y conocimientos. Así mismo,

cuando una persona carece de motivación, es menos probable que se comprometa en una

conducta específica y que tenga éxito en el aprendizaje.

A su vez, el aprendizaje también influye en estos dos conceptos: cuando una persona

aprende nuevas habilidades o conocimientos, es posible que se sienta más motivada a

participar en conductas relacionadas con ese aprendizaje.

Por otro lado, la conducta puede ser motivada por recompensas o castigos, y puede

tener un efecto significativo en el aprendizaje de esa persona. Además, que las personas

pueden aprender nuevas conductas a través de la observación y la imitación de los

comportamientos de los demás.

La población en la que nos enfocaremos en este estudio será en la adultez tardía.

Considerando que, en México, la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores

define como adulto mayor a toda persona que tenga 60 años de edad o más.

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 Referencias

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