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La motivación es un aspecto crucial que impulsa y guía el comportamiento humano, ya sea

en el ámbito educativo o laboral. Cuando las personas están motivadas, tienden a ser más
enérgicas, enfocadas y persistentes en la consecución de sus metas y en su compromiso
con actividades significativas.
La definición de motivación resalta la complejidad de ésta, como un proceso que involucra
una serie de variables que influyen en cómo, cuándo y hacia dónde se dirige la conducta
de una persona en busca de metas específicas. La motivación es un tema fundamental en
la psicología y otras disciplinas relacionadas con el comportamiento humano.
La motivación es un proceso integral que abarca el inicio, dirección, intensidad y
perseverancia de la conducta que se orienta hacia la consecución de metas. Además, se
reconoce que las percepciones individuales y las demandas de las tareas desempeñan un
papel importante en la motivación de las personas. Esta comprensión de la motivación es
esencial para entender por qué las personas se involucran en ciertas acciones y cómo
persisten en la búsqueda de sus objetivos.
La comprensión de la motivación ha evolucionado desde una perspectiva más centrada en
la investigación experimental y factores externos hasta una visión que incorpora factores
cognitivos y personales internos en la motivación. Esta evolución ha permitido una
comprensión más completa de cómo las personas son motivadas y cómo persiguen metas
tanto en su vida personal como en su desempeño académico o laboral.

Desde la década de 1970 hasta la actualidad, las teorías cognitivas de la motivación han
puesto un énfasis significativo en elementos como el autoconcepto y otros factores
cognitivos que influyen en cómo las personas se motivan, se enfrentan a desafíos y
persiguen sus objetivos. Estos aspectos han enriquecido nuestra comprensión de la
motivación humana.

La perspectiva conductual de la motivación se enfoca en cómo las recompensas y los


castigos externos impactan en el comportamiento de las personas. Se basa en la idea de
que las personas son motivadas por las consecuencias que siguen a sus acciones, ya sean
positivas o negativas, y que estas consecuencias pueden moldear y dirigir su
comportamiento futuro.
Al emplear técnicas de modificación de conducta, es importante seguir ciertas reglas y
consideraciones para que sean efectivas y éticas. Algunas de estas reglas incluyen:
Identificar claramente la conducta a modificar.
Seleccionar el método de modificación de conducta apropiado.
Aplicar el refuerzo, la extinción o el castigo de manera consistente.
Evitar el castigo físico o emocional extremo.
Combinar el castigo con la enseñanza de alternativas más adecuadas.
Estos métodos son utilizados por profesionales en el campo de la psicología y la educación
para ayudar a las personas a cambiar comportamientos no deseados y promover
conductas más apropiadas.

Estas reglas y consideraciones adicionales se suman a las técnicas de modificación de


conducta mencionadas previamente. Al aplicar métodos de modificación de conducta, es
fundamental tener en cuenta la individualidad de las personas, comunicar claramente las
expectativas, ofrecer feedback constructivo en lugar de críticas negativas y mantener la
privacidad y la justicia en el proceso. Estos principios pueden contribuir a crear un entorno
de aprendizaje o de modificación de conducta más efectivo y respetuoso.

Los motivadores son los estímulos o recompensas específicas que estimulan la motivación
de una persona, mientras que las motivaciones son las necesidades o deseos más
profundos que impulsan a alguien a actuar. Además, la motivación está relacionada con el
impulso y el esfuerzo para lograr una meta, mientras que la satisfacción se refiere a la
experiencia de contento después de alcanzar esa meta. Estas distinciones son cruciales
para comprender el proceso de motivación y cómo influye en el comportamiento y la
satisfacción personal.

En la perspectiva humanista, se considera que a medida que las personas satisfacen estas
necesidades en el orden descrito, avanzan hacia un mayor crecimiento personal y
autorrealización. Esta teoría enfatiza la importancia de reconocer y satisfacer estas
necesidades como motores clave de la motivación humana y el desarrollo personal.

Estas dos necesidades la cognitiva y la satisfacción estética, resaltan la idea de que la


autorrealización y el crecimiento personal no se detienen en las necesidades básicas, sino
que pueden llevar a una apreciación más profunda y a la búsqueda de significado en la
vida. En conjunto, la teoría de Maslow y las necesidades cognitivas y de satisfacción
estética subrayan la importancia de satisfacer las necesidades humanas de manera
integral para lograr una vida plena y enriquecedora.

Una característica interesante de la Teoría E.R.G. es que Alderfer cuestiona la idea de una
jerarquía estricta como la presentada por Maslow. Alderfer sugiere que las personas
pueden avanzar y retroceder entre estas tres categorías de necesidades, dependiendo de
su experiencia y de las circunstancias. Por ejemplo, si alguien se siente frustrado al
intentar satisfacer sus necesidades de crecimiento, puede retroceder a enfocarse en la
satisfacción de sus necesidades de relación o existencia.
Estas teorías exploran diferentes enfoques en la comprensión de las necesidades y
motivaciones humanas. La Teoría E.R.G. de Alderfer reorganiza las necesidades en tres
categorías: existencia, relación y crecimiento, y sugiere la posibilidad de retroceder en la
jerarquía de necesidades. La Teoría de las Necesidades de McClelland identifica tres
motivaciones clave: logro, afiliación y poder, que influyen en el comportamiento de las
personas en diversos contextos.

Las personas con una alta necesidad de logro se sienten motivadas por desafíos que les
permitan asumir la responsabilidad personal, establecer metas específicas, tomar riesgos
calculados y buscar retroalimentación para mejorar continuamente su desempeño. Esta
motivación puede influir en cómo eligen sus metas, abordan proyectos y buscan el éxito
en diversas áreas de sus vidas, ya sea en el ámbito laboral, académico o personal.

Es importante destacar que estas orientaciones pueden influir en cómo las personas
abordan los desafíos, el aprendizaje y el logro de metas. La orientación de pericia
generalmente se asocia con un enfoque saludable y una disposición para aprender,
mientras que las orientaciones de incapacidad y ejecución pueden presentar desafíos para
el crecimiento y el desarrollo personal. Estas orientaciones pueden ser moldeadas por la
educación y la retroalimentación que las personas reciben a lo largo de sus vidas.

La necesidad de poder es una motivación que impulsa a las personas a buscar y ejercer
influencia y autoridad en diversas situaciones. Puede manifestarse de maneras tanto
negativas como positivas, dependiendo de cómo se utilice el poder en las relaciones y el
impacto que tenga en los demás.
La necesidad de afiliación impulsa a las personas a buscar relaciones interpersonales
satisfactorias, a ser aceptadas y aprobadas por los demás, y a experimentar la satisfacción
a través de conexiones sociales positivas. Esta motivación desempeña un papel crucial en
el desarrollo social y emocional de los individuos, especialmente durante la adolescencia.

La necesidad de autosuficiencia o autoeficacia se relaciona con la creencia en la propia


capacidad para enfrentar desafíos y lograr metas. Esta creencia influye en la motivación de
las personas y su disposición para asumir tareas desafiantes. Además, la autoeficacia
puede desarrollarse a través de experiencias y logros personales a lo largo de la vida.

En la perspectiva cognitiva, se reconoce que lo que una persona piensa sobre una tarea,
su capacidad para realizarla y las recompensas asociadas son factores fundamentales para
determinar su nivel de motivación. Además, se entiende que las creencias y percepciones
de una persona pueden influir en su comportamiento y esfuerzo hacia metas específicas.

En conjunto, estas teorías dentro de la perspectiva cognitiva destacan la importancia de


las percepciones, creencias y metas de una persona en su motivación y comportamiento.
Además, proporcionan un marco para comprender cómo las personas evalúan la equidad
en las recompensas, establecen metas y toman decisiones motivadas.

La relación entre la emoción y la motivación en el ámbito educativo es esencial para


comprender cómo los estudiantes se comprometen con el aprendizaje. La confianza en las
propias habilidades, la valoración de las tareas y las respuestas emocionales desempeñan
un papel importante en la motivación y el rendimiento académico de los estudiantes. Es
importante abordar los problemas motivacionales y afectivos para fomentar un entorno
educativo positivo y estimulante.

La teoría de las atribuciones es fundamental para comprender cómo los estudiantes


interpretan sus éxitos y fracasos académicos, cómo estas interpretaciones afectan sus
emociones y motivación, y cómo influyen en su autoconcepto. Las atribuciones internas y
controlables suelen estar asociadas con una mayor motivación y autoestima, mientras que
las atribuciones externas e incontrolables pueden tener el efecto opuesto. Es importante
para los educadores fomentar atribuciones que impulsen la motivación y el aprendizaje
positivo.
Comprender los motivos que impulsan el comportamiento de los estudiantes y abordar
esas necesidades de manera efectiva puede tener un impacto positivo en su motivación,
autoestima y éxito académico. Los educadores desempeñan un papel crucial al crear un
entorno que nutra y respalde estos motivos.

Comprender la motivación intrínseca y extrínseca en estudiantes es esencial para diseñar


estrategias pedagógicas efectivas y fomentar un ambiente de aprendizaje que promueva
la motivación intrínseca, el compromiso y el éxito académico a largo plazo.

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