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INFORME 7: LA ÉTICA PROTESTANTE Y EL ESPÍRITU DEL CAPITALISMO

– MAX WEBER

RESUMEN

En este trabajo, Weber examina la relación entre la ética religiosa protestante,


en particular el calvinismo, y el surgimiento del capitalismo en Europa
occidental. El libro se considera una de las obras fundamentales en la
sociología económica y ha tenido un impacto significativo en el campo de los
estudios sociales. La primera parte del texto hace un recuento histórico acerca
del contexto histórico y religioso de occidente, como es el caso de las otras
religiones cristianas: el catolicismo, protestantismo y sus diversas ramas. En
ello, brinda una serie de indicios de ciertos patrones culturales relacionados a
la cultura del trabajo y económico.

Es por ello que, Weber comienza explorando la idea de que la ética


protestante, en particular la rama calvinista del protestantismo, tuvo un impacto
importante en la mentalidad y los valores de los individuos en la sociedad
occidental. En el calvinismo, la salvación se consideraba un asunto puramente
divino y no podía lograrse a través de las buenas obras o los sacramentos de la
Iglesia. Según Weber, esta creencia generó una fuerte ansiedad religiosa en
los creyentes, ya que no sabían si eran predestinados para la salvación o la
condenación.

Para lidiar con esta ansiedad, los calvinistas desarrollaron una ética del trabajo
rigurosa y centrada en la disciplina y la frugalidad. Creían que el trabajo duro y
el éxito económico eran señales de ser uno de los elegidos por Dios. Esta
mentalidad impulsó a los creyentes a buscar alejarse de las impurezas del
mundo, dedicándose al trabajo como una forma de demostrar su salvación.
Weber argumenta que esta ética del trabajo calvinista sentó las bases para el
surgimiento del capitalismo moderno.

Sin embargo, esto no quiere decir que este sea el único origen “determinante”
del capitalismo moderno de occidente. El hecho de estar alejado interiormente
del mundo y de todo lo concerniente a él, así como la entrega total a Dios, al
que oímos en nuestra conciencia, eran pruebas evidentes de una regeneración
factible, era un comportamiento adecuado. El autor también analiza cómo
estas ideas religiosas influyeron en el desarrollo del sistema económico. El
espíritu del capitalismo, según Weber, se caracteriza por la búsqueda racional
y sistemática de la ganancia y la acumulación de capital como un fin en sí
mismo. Los empresarios capitalistas buscaban maximizar sus beneficios a
través de la eficiencia y la inversión racional. Weber argumenta que esta actitud
se arraigó en los valores y creencias promovidos por la ética protestante (en
especial, el calvinismo) que glorificaba el trabajo duro, el ahorro y la inversión
como medios para demostrar la salvación personal.

Esto se explica por el ascetismo cristiano que acogió en su espíritu diversos


matices, diferentes no sólo en sus manifestaciones externas, sino en su
significado más profundo. Nos encontramos que en la antigüedad y, asimismo,
en la Edad Media, el ascetismo cristiano de Occidente se distinguió siempre
por un sello racional. De ahí se originaba para el hombre el ímpetu a controlar
con método su estado de gracia en el comportamiento, y, por consiguiente, a
sellar con el ascetismo, su pauta en la vida. Como ya se comprobó, este
cambio de vida representaba la racionalización de la existencia, afín con los
mandatos divinos.

Sin embargo, Weber también señala que, con el tiempo, el espíritu del
capitalismo se desvinculó de su base religiosa original. A medida que el
capitalismo se expandió y se volvió más complejo, los valores religiosos
perdieron su influencia directa sobre la mentalidad empresarial. En su lugar,
surgió una ética secular del trabajo, basada en la racionalidad y la eficiencia,
que se convirtió en la fuerza impulsora del sistema económico.

En síntesis, Weber argumenta que los valores y creencias promovidos por el


calvinismo, como la ética del trabajo rigurosa y la acumulación de capital,
sentaron las bases para el surgimiento del capitalismo moderno. Aunque el
espíritu del capitalismo se desvinculó gradualmente de su base religiosa, la
influencia inicial de la ética protestante fue fundamental para el desarrollo del
sistema económico en Europa occidental. Es decir, la decisión del puritano fue
ser un buen profesional; ésta, también, “debe ser la nuestra”. Ciertamente, tan
pronto como el ascetismo traspuso el umbral de los claustros monacales a fin
de integrarse en la vida profesional y regir la ética mundana, tomó parte, en la
medida de sus posibilidades, en la erección de este colosal mundo de orden
económico moderno, el cual, estando enlazado al estado técnico y económico
de la productividad mecánica.

COMENTARIO

El texto de la ética protestante y el espíritu capitalista fue en su momento una


postura novedosa en torno a los orígenes del capitalismo y, de cierta forma,
aunque lo explique indirectamente, los patrones de comportamiento en torno a
los valores de religiosos de cada persona. Aquí, se observa como es que, los
protestantes calvinistas tenían de cierta forma, un sistema de valores
adecuados para el desarrollo póstumo, de una cultura capitalista de la
acumulación mediante el trabajo.

Lo que, quisiera resaltar, es que, Weber va más allá de las posturas


antropológicas evolucionistas del siglo XIX, puesto que, él no se queda con los
prejuicios o nociones del sentido común que, en aquel entonces, se manejaba.
Como el hecho de que, consideraban a las personas blancas, como personas
trabajadoras y generadoras del mundo moderno. Es más, dentro de Europa,
existía una diferenciación entre los países capitalistas del norte, como
Inglaterra o Prusia y, los países del sur como España, Italia, etc. En dónde se
asumía que estos últimos eran personas ociosas y que se dedicaban más al
despilfarro y la fiesta. Podría decirse que Weber, como hijo de su tiempo, tomó
estas prenociones de la época para desarrollar una postura más sociológica
comprensiva en torno a la religión. Explicar estos patrones de comportamiento
del trabajo en torno a los diferentes valores religiosos.

Así también, esta postura, si nos basamos desde los textos anteriores del
mismo autor, no es determinista, ni mucho menos acaba como tal. Sino que,
podría considerarse como base de análisis para estudios posteriores en torno a
la ética religiosa y los valores (principios) que influyen en el comportamiento de
las personas. Hasta, podría contrastarse con casos muy particulares como
Japón en el cuál no existió una ética protestante, pero que, actualmente es la
tercera economía más grande del mundo.
PREGUNTA

¿Podría explicarse que, en el Perú al ser predominantemente católico, sea la


causa de que no haya desarrollado un sistema capitalista como en otros
países?

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