PRESENTADO POR: Cristian Alexander Guaranguay (219155224)
EXPLOTACION ANIMAL PARA EL CONSUMO HUMANO
Desde la prehistoria la alimentación ha jugado un papel importante para el desarrollo de
las especies, desde la perspectiva de comer o ser comido y pues porque si no comes, te mueres; en medio de eso el ser humano aprendió a lidiar con otros animales, con la ayuda de la tecnología que creó y que sigue creando; en la actualidad pasa algo parecido, pero ya no nos encontramos en un ambiente tan hostil en el que nuestra vida corre peligro a causa de los depredadores, ya que con la llegada de la civilización tenemos una vida más cómoda, en las ciudades que cada día crecen más, pero seguimos dependiendo de la tierra, del oxígeno para respirar, y por supuesto de la alimentación que solo las plantas y otros animales pueden brindarnos, y son los campesinos o granjeros, cuyo trabajo ni siquiera es reconocido como se debiera, los que trabajan en la tierra y con los animales para producir el alimento de todas las personas, pero, como todo en esta sociedad se trata de dinero entran las grandes multinacionales a reemplazar el trabajo que perfectamente realizan nuestros campesinos, y con su supuesta innovación, que solo lo hacen para obtener mas dinero, han venido creando los productos transgénicos, que son plantas y ahora animales modificados genéticamente a los cuales aumentan su producción, acelerando el crecimiento y modificando sus características. Y como se dijo anteriormente a estas multinacionales solo les importa el dinero y por ende la producción de alimentos, por lo que no les importa las condiciones en las que son criados los animales; han reemplazado el hábitat y el alimento de ellos, por jaulas, concentrado y hormonas.
La explotación animal para consumo humano es un hecho, la crianza de animales
tradicional que brindan los campesinos se ha reemplazado por la que brindan las empresas en las cuales los estándares de bienestar animal son preocupantes; y los consumidores inadvertidamente nos alimentamos de productos provenientes de animales que han crecido toda su vida en ambientes de crueldad y sufrimiento, espacios cerrados sin luz natural en donde no se tiene en cuenta su bienestar donde claramente se vulneran los derechos animales. Y ni que decir de los animales transgénicos, ya que conlleva experimentación con animales; pero al final los consumidores terminarán aceptando los transgénicos en su alimentación, con la excusa de que los animales no serán víctimas de sufrimiento ni estrés, porque tiene muchos beneficios, como la reducción de antibióticos, la resistencia a enfermedades de los animales, y otras características; el único riesgo notable seria transmitir enfermedades a los consumidores, pero es parecido al riesgo que conlleva el consumo tradicional de animales. Recientemente la FDA aprobó la venta de un salmón transgénico.
Por otra parte, la producción o “explotación” animal tiene graves consecuencias
ambientales, como la deforestación, estrechamente ligada a la expansión de la ganadería, en los países amazónicos el ganado contribuye a un 80% de la deforestación, además de los cultivos de grano para alimentación de los animales de granja criados para carne, huevos y productos lácteos; alrededor de 3 cuartas partes de la soja global (390 millones de toneladas) se utilizan para la alimentación animal, además, expertos calculan que hacia el 2050 se necesitara aumentar la producción de soja en casi un 80% para alimentar a todos los animales destinados a nuestros platos. Otro factor alarmante que causa la producción de ganado, es el cambio climático, al cual el ganado contribuye con mas gases de efecto invernadero que los automóviles; y ya conocemos los efectos catastróficos del cambio climático, los cuales estamos evidenciando. Algo aun mas preocupante es la reducción de la biodiversidad; un estudio de la Academia Nacional de Ciencias muestra que actualmente el 70% de toda la biomasa de aves del planeta, son aves de corral; y el 60% de todo los mamíferos del planeta son ganado, principalmente vacuno y porcino, el 36% son humanos, y solamente el 4% son animales silvestres; ya que esta desproporcionada cantidad de animales para producción de alimentos para consumo humano, se encuentran en el hábitat que alguna vez fue de los animales silvestres.
“Si no preservamos la biodiversidad, nosotros también estamos en peligro. La situación
está llevando a nuestra ya frágil seguridad alimentaria al borde del colapso”, ha alertado el exdirector general de la FAO, José Graziano da Silva..
Debemos moderar el consumo de carne, la carne (vacuno, ovino, cerdo, pollo) es el
grupo de alimentos con mayor impacto medioambiental. Además, es el grupo de alimentos que tiene una huella hídrica más alta: se necesitan 1.770 litros de agua para producir 300g de pollo o 1.830 litros en el caso de 300g de filete de cordero. Es mejor consumir productos de origen vegetal, aunque obviamente habrá un impacto ambiental, siempre será menor que el de los alimentos de origen animal. Por ejemplo, solamente se necesitan 70 litros para producir una manzana o 50 litros para producir una naranja.
En el mundo se produce suficiente comida para alimentar hasta 10.000 millones de
personas, y solamente somos 7.500 millones, pero según la ONU cada año un tercio de la comida total se pierde o se desperdicia, entonces no importa si se aumenta aún más la producción de carne, seguirá habiendo gente con hambre, porque se trata de un problema de mala administración por parte de cada persona. Además, si se aumenta la producción ganadera aumenta la deforestación y el cambio climático, el cual perjudica a la agricultura, y el ganado ni las personas tendremos alimento.
Alimentos Pospandemia: Asistimos a un cambio radical en el modo de comer: desde carne producida en impresoras 3D hasta hongos hiperproteicos, el antiguo paradigma de la industria alimentaria llegó a su fin.