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La Carne, un espantoso despilfarro energético.

1.3 Billones de vacas viven en la tierra. Este ganado ocupa 26% de las tierras libres de hielo
del planeta para su pastoreo más un 33% de las tierras de cultivo a nivel mundial que se
emplean para la producción de su alimento (Food and Agriculture Organization of the United
Nations, 2012). Cada año, se queman 13 billones de hectáreas de bosques tropicales para
abrir áreas de pastoreo y cultivo de grano para alimentar al ganado (FAO, 2012). Cada
hamburguesa cuesta 6 metros cuadrados de bosque tropical (Caper, 2012). El ganado
consume, más del 30% de los cereales del planeta (FAO, 2012).

El “mercado de la res” es colosal. 80 billones de dólares de Estados Unidos, donde tan sólo
McDonalds vende más de 6.5 millones de hamburguesas diario!! (North American Meat
Institute, 2015).

Es alucinante darse cuenta que los comedores de carne necesitan de 10 veces más agua y
superficie cultivable para alimentarse que los veganos.

La carne afecta a numerosos problemas de salud. Es una de las principales causas de cáncer,
enfermedades degenerativas y deficiencias inmunológicas en los países occidentales. Entre 70
y 80% de la producción mundial de antibióticos se destina a los animales de ganadería (World
Economic Forum, 2017). Comer carne también es estar constantemente sometido a los
medicamentos que se inyectan a los animales.

En los Estados Unidos, la primera causa de muerte son los infartos cardiacos, que golpea una
persona ¡cada 37 segundos! (Center for Disease Control and Prevention, 2019) Para un
americano promedio el riesgo de un ataque cardiaco es de 50% mientras que para un
americano vegano (que no consume ni carne ni otros productos animales) es de 4%. Muy poca
de gente sabe que los problemas de exceso de colesterol provienen de una alimentación
carnívora. Porque los vegetales no tienen colesterol. El colesterol y las grasas saturadas
provienen de la carne, los lácteos y el huevo.

El estado de salud de los veganos, en numerosas poblaciones del mundo, según los estudios
de la academia nacional de las ciencias de Estados Unidos, es excelente. Una gran parte de
deportistas de punta son veganos y numerosos estudios han mostrado que las cualidades
físicas fueron mucho mejores entre los que no consumían carne. Hasta 90% de los animales de
consumo provienen de criaderos industriales que son verdaderos campos de concentración.
En el plan ecológico y en el plan energético, la “civilización de la res” es una verdadera
catástrofe. Nos hemos vuelto los ogros locos, intoxicados por un consumo bulímico de carne.
En los Estados Unidos, cada vez más gente ha tomado conciencia sobre la necesidad de una
modificación urgente en los hábitos alimenticios, particularmente Jeremy Rifkin, el autor del
libro “beyond beef”. El propone un novedoso modo de vida, más respetuoso de nuestro cuerpo
y del planeta. El doctor Gabriel Cousens, autor de “nutrición espiritual” (Editions Vivez Soleil),
John Robbins, autor de “nutrirse sin hacer sufrir” (Editions Stankè), Harvey Diamond, Auteur de
“El régimen plus” (Editons Solar), son entre los líderes de esta campaña mundial que explica
particularmente que con una reducción de 10% de carne en los países occidentales se
podría hacer no solamente que se reviertan las enfermedades de civilización, sino también se
tendrían alimentos suficientes para nutrir a los 780 millones de seres humanos que mueren de
inanición y enfermedades relacionadas cada año, una persona de cada nueve! (FAO, 2012).

Esta reducción permite el alto a la desaparición de los bosques tropicales, debido en gran parte
a la tala causada por la ganadería industrial. ¡Cada hamburguesa cuesta 6 m2 de bosque
tropical! Un ligero cambio de nuestros hábitos alimenticios bastará para hacer inclinar la
balanza ecológica del lado positivo. Hace unos años, veinte mil voluntarios distribuyeron
panfletos en los 3,000 restaurantes Mac Donalds de América del Norte, Canadá y México para
insistir en las consecuencias desastrosas para la salud del consumo de carne e impulsar a Mac
Donalds a crear una “hamburguesa vegana” y no utilizar carne con hormonas. Este es el inicio
de una gran campaña, sustentada por una treintena de organizaciones ecológicas.

El consumo de carne es uno de los pilares de la sociedad occidental materialista moderna, que
concibe el hombre como un “monarca absoluto” poder disponer de los animales a su antojo. En
el mundo moderno, el animal es el esclavo del hombre. Sin embargo, todas las escuelas
espirituales, en todas las civilizaciones, afirman que la ley divina dice “no matarás”. El orden
universal prevé para el hombre un lugar de hermano mayor de los animales. Cuando el hombre
olvida su papel de pastor y se convierte en carnicero, la ley de vida le muestra que el que
siembra sufrimiento alrededor de él, recoge sufrimiento y muerte.

Pienso que, en un próximo futuro, el hecho de comer carne será visto como vemos hoy al
canibalismo: una práctica que debe relegarse al museo de los horrores del pasado. La
anatomía humana nos enseña que no se construyó al hombre para comer carne. Se concibe
para funcionar con proteínas vegetales. Puede soportar una pequeña cantidad de carne de vez
en cuando, si sus órganos de eliminación funcionan bien, pero la sobrecarga habitual en
productos animales que se ven en la mayoría de los habitantes de alimentación ricos implica un
debilitamiento del sistema inmunitario que abre la puerta a las enfermedades de la civilización.
¡Extraña sociedad moderna donde se gastan miles de millones para intentar encontrar un
medicamento químico que matará el virus del SIDA sin plantearse la cuestión del papel de las
prácticas alimentarías de la vida en la destrucción de nuestras inmunidades!

Después de Pasteur se rechazó toda falta de las enfermedades sobre los virus y las bacterias.
Se les hace la guerra. Pero, a pesar de las armas de la ciencia, la paz no viene. Al contrario, se
aleja. Los militares científicos tomaron el poder. ¡Gritan "a continuación" sin darse cuenta que
sus medicamentos se volvieron una de las peores plagas de nuestra sociedad! La guerra
contra la enfermedad regresa contra el hombre quien pasó a ser víctima de la ciencia.
Envenenado por demasiada carne, leche, queso y por otros alimentos de origen animal, se
siente cansado y pesado. Consume entonces, para estimularse, alcohol, café, tabaco, azúcar,
sal refinada y medicamentos de todas las clases, agravando así la contaminación de su cuerpo.
Desconcertado, corre al médico.

Si cae con un médico materialista clásico, éste le hará de exámenes, que pondrán de
manifiesto que su cuerpo está enfermo, y le prescribirá medicamentos químicos. En Estados
Unidos, se gastan 625,000 MILLONES de dólares anuales en medicamentos químicos. La
industria farmacéutica hace fantásticos dividendos. Pero si un paciente va con un médico
consciente de los problemas de nuestro tiempo, se verá en la tarea de explicarle que es el
responsable de sus males, por su ignorancia sobre las necesidades reales de su cuerpo y que
va a ser indispensable que aprenda a administrar su salud, en particular, por una alimentación
vegetal, variada y viva. Este médico le pondrá de manifiesto que la salud del individuo y la de
toda la humanidad están íntimamente vinculadas, que cada uno es responsable de sí mismo y
de todos. El occidental tiende a matarse lentamente y a matar de hambre al planeta. Este
médico dirá: "Siéntese usted en un restaurante, con una chuleta en su base se imaginan a
continuación la sala llena de 20 personas con un cuenco vacío tiene la mano." Tome entonces
conciencia que la cantidad de cereales que fueron necesarios paro producir la carne que tiene
delante para permitir llenar el plato de cada uno de los muertos de hambre presentes.

Así pues, el enfermo no será ya pasivo y simple consumidor de medicamentos y de cuidados


médicos, se despertará a una nueva conciencia de ser humano y, sostenido por su médico
profesor, aprenderá a hacer reinar en su vida la armonía y la salud.
REFERENCIAS

1. Food and Agriculture Organization of the United Nations, Livestock and Landscapes –
Sustainability Pathways . 2012. http://www.fao.org/3/ar591e/ar591e.pdf
2. North American Meat Institute, STUDIES OF U.S. RED MEAT INDUSTRY
STRUCTURE: A SUMMARY . 2015.
https://www.meatinstitute.org/index.php?ht=a/GetDocumentAction/i/89479
3. Hannah Ritchie, Three-quarters of antibiotics are used on animals. Here's why
that's a major problem . 2017. World Economic Forum.
https://www.weforum.org/agenda/2017/11/three-quarters-of-antibiotics-are-used-on-
animals-heres-why-thats-a-major-problem
4. Center for Disease Control and Prevention, Heart Disease Facts. 2019.
https://www.cdc.gov/heartdisease/facts.htm
5. TheWorldCounts, How Many People Die From Hunger Each Year? .2020.
https://www.theworldcounts.com/challenges/people-and-poverty/hunger-and-
obesity/how-many-people-die-from-hunger-each-year
6. Judith L. Capper, Is the Grass Always Greener? Comparing the Environmental
Impact of Conventional, Natural and Grass-Fed Beef Production Systems. 2012.
Department of Animal Sciences, Washington State University.
https://doi.org/10.3390/ani2020127
7. Greger, Michael, MD. 2015. How Not to Die: Discover the Foods Scientifically
Proven to Prevent and Reverse Disease. iBooks.

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