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CLIENTE

se trata de aquella persona cuyas necesidades se ven


plenamente satisfechas con la compra de tu producto o el uso
de tu servicio.

los tipos de clientes que existen y cómo tratarlos.

Como sabemos, el trato correcto hacia los distintos tipos de


clientes siempre puede variar. 

Hay muchas cuestiones que influyen en este proceso, por lo


que es prácticamente imposible hablar de cómo tratar
correctamente a todos los clientes en general. Las personas
son diferentes y cada una requiere un trato único y diferente
al resto, pero eso no quiere decir que no debemos brindarles
la mejor atención posible.

Los equipos que cambian constantemente su método de


aproximación según los tipos de clientes y los distintos
casos, son los que usualmente tienen los mejores
resultados en atención al cliente.

Tipos de clientes y cómo tratarlos 

Estas son las definiciones de los segmentos de clientes con


los que usualmente te puedes encontrar:

 Cliente potencial.
 Cliente nuevo.
 Cliente impulsivo.
 Cliente de descuentos.
 Cliente leal o satisfecho.
 Cliente manipulador
 Cliente lento
 Cliente satisfecho
 Cliente silencioso
 Cliente pregunton

Los clientes potenciales necesitan nutrirse e investigar antes


de proceder a realizar la compra. Cuando llegan a ti ya han
mostrado gran interés en lo que les ofreces utilizando alguno
de tus canales de comunicación.

 Cliente Potencial

Este es un tipo de cliente que lo podemos ubicar en el


principio del funnel de ventas, más conocido como Top of the
Funnel o “TOFU”. Técnicamente, todavía no es tu cliente,
sino más bien solo un visitante y por eso debes darle un trato
especial.

Los clientes potenciales necesitan nutrirse e investigar antes


de proceder a realizar la compra. Cuando llegan a ti ya han
mostrado gran interés en lo que les ofreces utilizando alguno
de tus canales de comunicación.

¿Cómo tratarles?

Demuéstrales que son valiosos. Puedes capitalizar su interés


mostrándoles todo lo que pueden obtener al realizar la
compra. Puedes hacer esto directamente o redirigiéndoles a
una landing page o página de aterrizaje. 
Lo importante es que eduques a estos clientes potenciales
para que entiendan qué pueden ganar con tu producto o
servicio. Cada vez que apuntes tus contenidos a estas
personas, no pierdas de vista este objetivo.

Adicionalmente, asegúrate de hacerles saber que pueden


solicitar ayuda en cualquier momento antes de realizar la
compra. Aunque no lo necesiten en el momento, apreciarán la
intención.

 Cliente Nuevo

Aunque en este caso ya ocurrió la venta, no puedes


abandonarlo sin ofrecerle ningún tipo de ayuda. Si no la
recibe al momento de necesitarla, puede que no explote al
máximo los atributos de tu producto y por ende, no se sienta
satisfecho.

Estos clientes se encuentran en la categoría más valiosa para


tu negocio, dado que un cliente nuevo tiene un 60-70%
de probabilidad de volver a comprarte. Para tu referencia,
conseguir otro nuevo cliente (y que este realice una compra)
es de tan sólo 5 a 20%.

¿Cómo mantenerle contento?

Guíalo hacia el éxito. Puedes ganar una relación larga con


este cliente al invertir un poco de tu tiempo para explicarle
cómo funciona tu producto o servicio y asegurarte que sepa
en su totalidad cómo utilizarlo. 

Por otro lado, debes dejar la opción de contacto siempre


abierta, para estar ahí en caso de que te necesite.
 Cliente Impulsivo

Este es el tipo de cliente que puede tomar la decisión de


comprar en un instante. En este caso, mientras haya menos
pasos dentro del proceso de compra, es más probable que
un “cliente impulsivo” complete su tarea. 

Mantén el proceso libre de distracciones para no perder ese


impulso de compra cuando llegue el momento. Si tienes un e-
commerce, debes tener especial cuidado con la usabilidad y
experiencia de usuario en tu web, ya que aquellos conceptos
marcan la diferencia entre carritos que efectivamente sean
comprados o páginas que tienen altas tasas de abandono.

¿Cómo lidiar con un cliente impulsivo?

Principalmente debes mantener despejada la página de


compras. Asegúrate que nadie necesite un manual para
comprar en tu sitio, entre más sencillo, mejor. Mientras menos
clics necesiten para acceder a la información, mayores
probabilidades de que concrete la compra tendrás.

Para despejar las dudas de este tipo de cliente, debes darle


respuestas cortas y directas al punto. Si tardas mucho tiempo
en responder, se puede perder el impulso de la compra y
puede que abandone tu página sin realizar ninguna de las
conversiones deseadas.
 Cliente de descuentos

Los clientes de descuentos son los que ven el gran valor de


tu producto, pero no lo comprarán al precio completo.
Siempre esperará las ofertas. Siempre estará buscando
información extra con las condiciones exactas del trato o del
descuento que ofreces. 

Puedes aprovechar este comportamiento para explicarle


detalladamente la transacción y qué necesita hacer para
gozar de este beneficio.

¿Cómo asegurar las compras de un cliente de


descuentos?

A pesar de que muchas veces no son lo suficientemente


valorados, los programas de fidelización de clientes son un
ejemplo práctico de cómo generar valor y promotores que
estén dispuestos a volver siempre a tu marca, y además,
recomendarla con otras personas. 

Lo importante es siempre explicar la transacción dándole


todos los detalles necesarios para evitar cualquier tipo de
confusión. Guías paso a paso, videos explicativos y canales
de atención son 3 herramientas poderosas para apoyar este
tipo de cliente.

También puedes ofrecerte a ayudarlo en el momento de


registrar el código de descuento o al utilizar el cupón en caso
de que aquella sea la recompensa.
 Cliente leal o satisfecho

Este es el cliente que siempre regresa por más. Aparte de


tener un impacto directo en tus ingresos, siempre puede
volverse un embajador de tu marca. Estas personas te
ayudarán recomendando tu marca en su entorno, de boca a
boca y con sus amigos o familiares. 

Deberás apalancarte de su experiencia y aprender qué es lo


que más les satisface de tu negocio. Cuando puedas,
pregúntales qué aspectos de tu producto les gusta más y
busca promocionar estas características.

¿Cómo tratar a un cliente leal?

Dale una manera donde pueda difundir todo su amor por la


marca, sea mediante una plataforma o una encuesta que te
permita utilizar sus comentarios como testimonios. También
debes ver por qué este cliente se volvió tan leal a tu marca y
asegurarte de lograr esto con tus otros clientes, de modo que
puedas entregarles mayor calidad. 

De forma muy similar a los clientes de descuentos, ¡no


olvides premiar a quienes son leales a tu marca! Algunos
comercios, por ejemplo, les dan calidad de “elite” a quienes
realizan más compras, mejores descuentos, etc. Revisa lo
que más les convendría y potencia.

 Los clientes manipuladores


son muy hábiles para marearte con sus palabras, su objetivo
es que les digas que sí a todo lo que te solicitan. Si
recibes una llamada de este tipo de personas es probable
que, cuando cuelgues el teléfono, sientas que algo no está
bien y que te comprometiste con cosas que no son
adecuadas. Ten cuidado, conviene hacerle caso a tu instinto
de conservación, si consideras que el cliente se aprovechó de
ti a la mala, corre y dile que has reflexionado las solicitudes y
que debes hacer alguna observación.

Cuando confrontes a un cliente manipulador es probable que


te responda con ataques directos como: –¡Qué mal, yo
pensé que estaba tratando con un profesional!– o –No me
hagas esto a mí ¿qué no te das  cuenta del problema en que
me encuentro?– o –No me hagas perder el tiempo ¿puedes o
no puedes hacer el trabajo?– En cualquier caso es importante
que estés calmad@ y no permitas que esta persona te
obligue a trabajar para ella si no estás de acuerdo en las
condiciones.

 Cliente pregunton

Sabrás que estás ante lo que llamamos un cliente preguntón,


o cliente curioso, porque necesita recopilar información,
casi por vicio.

Su objetivo es conocer el máximo de tu producto o servicio,


las condiciones de venta, los servicios de garantía, y, si puede
sacarte cuánto te llevas de comisión o cuánto margen tiene la
compañía por cada unidad vendida, también querrá saberlo.

cómo tratar a un cliente preguntón

 Paciencia. Es una obligación obvia que aguantes esta


peculiar forma de ser.
 Pregunta tú primero. Debes conseguir saber cuanto
antes qué es lo que quiere. Mientras tú diriges la
conversación, mandas y controlas la venta. Lo ideal es
que hagas preguntas cerradas para que no se vaya por
las ramas. Si dejas que entre en su interminable lista de
preguntas inconexas, lo normal es que acabes no
sabiendo qué quiere, y tu cliente tampoco.
 Fíjate en hablar de lo que interesa, el producto y la
venta en cuestión. No permitas que la conversación
derive hacia otros asuntos.
 Usar términos técnicos. Es una estrategia conocida
para eludir preguntas que no son pertinentes. Los
políticos saben bien responder sin dar información que
no desean que se sepa.
 Presenta soluciones con autoridad. La pregunta es
síntoma de desconfianza, por lo que si demuestras que
tienes clara tu recomendación, y está bien
fundamentada, las preguntas quedarán al margen.
Puedes recurrir incluso a expresiones como “hágame
caso, elija éste”, para zanjar el debate.
 Deja claro que el tiempo es limitado. Sin descortesía
se puede explicar que hemos de tomar una decisión
porque tienes mucho más trabajo que atender.
 Acorta el proceso de venta o se hará eterno.

 Cliente simpatico

Lo mejor de un cliente amistoso, también conocido como


cliente amigable o cliente simpático, es que su trato es
fácil; pero ojo, sólo su trato. es educado, cordial, afable, te
encuentras a gusto, incluso muy a gusto. Empatiza contigo y
todo fluye. Suele ser hablador, te hace confidencias y puede
conseguir que tú también abras tu corazón (quid pro quo)
porque es una tendencia natural al conectar.
Si le invitas a probar algo, darte una opinión, responder una
encuesta, o le pides ayuda, aceptará con amabilidad, al
menos en primera instancia. Habrá que comprobar si se
consolida ese espíritu colaborativo y participativo.
Por supuesto, su amabilidad es bandera en cualquier
situación de su vida, incluida tu competencia. Así pues,
¿por qué tener un exceso de generosidad? Se supone que el
trato especial debe ser para el cliente fiel, rentable y
recurrente, no para el cliente simpático.

No es oro todo lo que reluce. Estos tipos de clientes pueden


esconder más complicaciones de lo que parece a primera
vista, y ahí radica el problema. ¿Estará actuando para que
bajes la guardia y sacarte las mejores condiciones y
bajarte el precio?

Cómo tratar a un cliente amable


Cómo tratar a un cliente amable es muy razonable y, en cierto
modo, sencillo si tienes tu atención centrada en tu
profesionalidad:
 Escucha, como siempre, porque has de tener bien
claro qué quiere, y cuanto antes. De lo contrario es
probable que pases demasiado tiempo con la entrevista.
 Paciencia, pero enfoca al producto o servicio, a la
venta. Ves al grano. La amabilidad tiene un coste, y es
aguantarle un poco más su frecuente charla, pero
distingue el límite, y si has de acortar la cháchara, hazlo
rápido.
 Profesionalidad. Tu cordialidad debe corresponder a la
del cliente, pero nunca olvides que tu objetivo es vender,
por lo que si cambias de rol al de amigo, estás perdiendo
objetividad para trabajar bien.
 Atención a la sinceridad de tu cliente. Busca señales
que indiquen que puede mentir, y aunque no las
encuentres, trata a este tipo de clientes como lo harías
con cualquier otro, con asertividad, y estando en tu sitio.
Tu cliente no es tu amigo.
 Cuando inicies el proceso de venta y cierre de
ventas, hazlo corto. Son clientes que tienden a la
indecisión, por lo que cuanto más tiempo pasa, más
probabilidad hay de que se pierda la venta.
 Aprovecha su disposición para pedirle
referencias de nuevos clientes, pedirle participación en
redes sociales, colaboración en encuestas o pruebas.
 Controla su fidelidad con contacto habitual. Como
hemos advertido, estos tipos de cliente tienen
amabilidad con cualquier proveedor posible, no sólo
contigo.

 Cliente lento
Hablamos de cliente lento cuando nos referimos a un
comprador que actúa siempre despacio, tanto en
movimientos, como en palabras y decisiones. Es fácil que
reconozcas cómo es el cliente lento. Todo en estas personas
es pausado. Tengas experiencia en ventas o no, seguro que
has encontrado gente que te sorprende por su
tranquilidad, aparentemente excesiva, en moverse, en
hablar, o en contestar a una pregunta o a un saludo.

Y tu trabajo será cubrir esa principal necesidad de su forma


de ser, es decir, darle la seguridad necesaria, además de,
por supuesto, venderle un buen producto o servicio adecuado
a lo que requiere.

como tratar a un cliente lento


Ahora te será más fácil asimilar cómo tratar a un cliente lento.
Te recomiendo:
 No apremiarle. Respeta su necesidad de tiempo. Dale
lo que requiere para decidir.
 Habla con calma, despacio. Intenta que pueda asimilar
bien tu exposición.
 Gana su confianza con profesionalidad, amabilidad y
empatía.
 Resuelve bien sus objeciones y dudas, en aras a que
valore tu criterio.
 Repite tus argumentos y razonamientos. Haz
pequeños resúmenes de lo hablado. Así consolida su
conocimiento y mejora su seguridad.
 Buena y sencilla información. Debes conocer tus
productos o servicios para transmitir con sencillez sus
puntos fuertes y aclarar lagunas.
 Tu optimismo también refuerza la conexión necesaria
para vender a este tipo de  cliente.
 Cierra la venta en el momento adecuado, cuando
veas que no hay más objeciones. Ni antes, ni después.
 Fideliza, haz seguimiento a estos clientes. Sigue
trabajando la relación para lograr que no se apague la
llama. Hay cliente para mucho tiempo, y hablará bien de
ti si lo mereces.

 Cliente silencioso
Cómo es el cliente silencioso
Para saber cómo es el cliente silencioso puedes analizar su
comportamiento en sentido contrario al tiempo. ¿A qué
me refiero? Muy fácil:
¿Qué sabes ahora? Por ejemplo, que mi cliente compró un
producto el año pasado para hacer un regalo por estas
fechas, pero este año no lo ha comprado. O bien que yo
estaba atendiendo a mi cliente, nos ha interrumpido un
compañero con un problema, le he atendido muy brevemente,
un segundo, y cuando he vuelto, ya se había ido el cliente.
Otro caso: en mi restaurante venía cada domingo una familia
a comer, y de repente han dejado de venir.

¿Por qué ocurrieron esas cosas? ¿Por qué no


repitieron? No las sabes; y puedes hacer dos
cosas: Investigar o imaginar. En cualquier caso, tus
clientes silenciosos no van a llamarte para decirte la
razón por la que han dejado de comprar tus artículos. Son
personas muy prácticas. ¿Ganan algo contándotelo? No, y
no tienen ganas de conflictos. Consideran que es tu
problema. Ellos resuelven sus necesidades eligiendo otro
proveedor, probando con la competencia. Simple.
Características de un cliente silencioso
Veamos características de un cliente silencioso, punto por
punto:
 Pragmático y poco conflictivo. Si no tienes lo que
quiere, no le atiendes como espera, o le causas
cualquier problema, y esto se repite, toma la decisión de
dejarte, sin más.
 Tiene claros sus objetivos: productos, servicios,
calidad, marca. Investiga, y decide según su experiencia
de compra, de forma asertiva. Sus preguntas serán
concretas.
 Habla poco. Su objetivo principal no es la comunicación,
o el trato personal; tiende a la introversión. No le gusta
que le hablen demasiado, y puede escuchar bien, pero
dentro de límites.
 No discute.
 Pone pocas objeciones. Esto es un problema para
cualquier vendedor, porque se dificulta mucho el proceso
de venta.
 Necesita espacio, que le dejen pensar y tomar
decisiones por sí mismo, sin presión.
 Es poco empático. Tienen un sentido fuerte de la
intimidad propia, y tratan de la misma forma la intimidad
ajena. No les importa lo que pasa en tu negocio.
 Fiel a lo que considera suyo, lo que le importa.
¿Conseguirás formar parte de ese núcleo?
 Le gusta el trato impersonal. Por eso es buen
comprador online, por internet.
Cómo tratar a un cliente silencioso
Probablemente cómo tratar a un cliente silencioso sea de
lo más difícil que hay en técnicas de venta. ¿Cómo hablas
con quien no habla? No se queja, no discute, no pregunta…
Casi es una pared. El margen de maniobra es muy pequeño.
Veamos algunas cosas que puedes hacer:
 Acomódate a sus silencios. Si le dejas espacio,
observas (de lejos si es necesario), te fijas en sus gestos
y lenguaje no verbal, obtendrás información que no
conseguirás si le sueltas tus discursos. Se trata
de escuchar y recibir con brazos abiertos los pocos
mensajes que emite.
 Busca apoyos visuales y táctiles, como catálogos o
muestras de productos. De esa forma, mientras observa
tú puedes comprobar qué efecto le causa lo que ve y
toca, y los silencios se hacen más cómodos.
 Fíjate bien en sus gestos de rechazo, frente a lo que
no le gusta. Toma buena nota de ello.
 Debes hablar poco, sin alzar la voz, y yendo al grano,
sin cháchara ni tomarte confianzas.
 Pregunta, pero recuerda que no les gusta hablar. Por
tanto, elige bien el momento, y qué vas a pedir que te
digan. Mide bien tu pregunta, tus palabras, con
inteligencia. Piensa bien qué quieres saber antes de
obligarles a que te den su opinión, ya que es muy
habitual recibir respuestas de monosílabos. Una buena
contrapregunta a un “sí” o a un “no” de tus clientes
silenciosos es contestarles ¿por qué le gusta? o ¿por
qué no le acaba de gustar?
 Pide la opinión con cortesía y una sonrisa, invitando
a que exponga cualquier mejora que considere (es
una forma de no pedir que critique, pero que explique
dudas o problemas). Solicitar ayuda es una buena
introducción; por ejemplo: “me ayudaría mucho si me
diera su opinión sobre este artículo”.  Así le demuestras
que confías, y lo normal es que te devuelvan esa misma
actitud y sentimiento.
 En medio del proceso de ventas nunca dejes solo a un
cliente que no conoces bien. Un porcentaje alto de
ellos dará media vuelta y se irá.
 Durante la entrevista confirma periódicamente que el
cliente está de acuerdo con lo que vais hablando
sobre la compra. De lo contrario puedes estar
desviándote de su necesidad personal, y acabará
diciendo que no le interesa, porque no le has pillado su
onda.
 Desde luego, si comienza a hablar, no interrumpas el
dorado momento de escuchar.
 Si usas base de datos, tras la visita anota sus
gustos, especialmente con este tipo de clientes. Es
información muy valiosa, y te ha costado mucho
conseguirla.
 Ofrece medios muy simples y sencillos para que tus
clientes expresen su opinión. No les obligues a
rellenar formularios, ir a un departamento para hablar
con determinada persona, entrar en una web para
presentar una sugerencia. Si no hay más remedio que
pasar por estos procedimientos, hazlo tú con tu cliente.
El objetivo es registrar esa información, y si le dejas la
iniciativa, lo normal es que no colabore.
 Todas tus acciones y comentarios deben estar
marcados por la sinceridad, para ganar su confianza,
ya que otras actitudes te alejarán rápidamente de su
interés.

 Cliente satisfecho

hablar de cliente satisfecho cuando tu producto o servicio


iguala o supera sus expectativas. Es la definición más
académica, y es fácil de conseguir. Pero, ¿para qué quieres
clientes satisfechos por una compra concreta? ¿Es
sólida esa satisfacción? ¿Cuánto durará? ¿Irá a mejor o a
peor? 

Cómo tratar a un cliente satisfecho


Veamos cómo tratar a un cliente satisfecho para fortalecer
nuestra relación a largo plazo. Conviene que planifiques
estas acciones en el tiempo y, sobre todo, hacerlas de
forma natural:
 Conoce al cliente y sus expectativas. Tú crees que
satisfaces al cliente; como es lógico actúas intentando
hacer las cosas bien, pero ¿qué opinan ellos?
 Mantén un trato cercano y humano. Es básico para la
comunicación que lleva a la confianza.
 Comunica tus esfuerzos y mejoras. A veces nos
acostumbramos a lo bueno muy rápidamente o bien no
nos damos cuenta de pequeños cambios. Conviene que
digas lo que haces.
 Pregunta a tu cliente qué puedes hacer por él para
mejorar.
 Sorprende y varía. Ten en cuenta que la satisfacción y
la fidelidad mejoran si superas sus expectativas, pero no
si te limitas a cumplir. La monotonía es un gran perjuicio
para la relación comercial; principalmente para los
clientes más activos e inquietos.
 Mejora continua. En línea con lo anterior, piensa que tu
competencia no está parada, intenta quitarte los clientes.
Tus clientes agradecerán que estés en vanguardia.
 Rompe barreras. Hay multitud de pequeños detalles
que incomodan o molestan a los compradores. Por
ejemplo, no admitir tarjeta de crédito, cobrar los portes
por separado, hacer una reclamación, una devolución,
consultar una factura, que el cliente no pueda acceder al
producto físico que está detrás de un mostrador… son
cosas que perjudican la venta. Debes ir eliminándolos
poco a poco. El objetivo es que tu cliente tenga muy fácil
comprar y recibir cualquier servicio.
 Crea puentes. Servicios adicionales. En la línea del
punto anterior, no sólo hay que eliminar barreras, sino
también poner puentes. Esto significa, por ejemplo,
establecer el servicio a domicilio en un negocio físico o
tener un servicio de atención de 24 horas x 7 días a la
semana. También facilita la compra y el consumo.
 Transparencia y verdad. Para lograr la confianza es
imprescindible estar dentro de la verdad. Los
consumidores saben que están siendo engañados de mil
maneras, y por eso tiene mucho efecto cualquier medida
dirigida a fomentar la transparencia. No te limites a
cumplir la ley o a rozar sus fronteras. Informa con
claridad de todo lo posible. Haz recomendaciones con
sinceridad.
 Personaliza al máximo. En unas ocasiones será
enviando un email de persona a persona, y en otras será
llamando al cliente por su nombre. El objetivo es que tu
cliente se sienta único cuando estés atendiéndole.
 Elimina las esperas. Diligencia. Bien sea en un
comercio físico, o en un entorno online, una de las cosas
que más perturba a tus clientes es hacer colas o las
esperas sin información. Pierdes ventas por ello. Debes
reducir esos tiempos, agilizar las colas, responder rápido
a los emails, y a las cuestiones suscitadas en tus redes
sociales. Si la espera es obligatoria, como en un taller de
reparación rápida, debes tener un buen servicio para
hacerla agradable, como una televisión, buenos sillones,
máquina de vending, revistas, música agradable,
entorno tranquilo y limpio. Si tu cliente percibe que es
una pena que le haya llegado el turno, has cumplido el
objetivo.
 Reconoce tus errores, pero poniendo solución. La
principal equivocación ante una queja, y la más típica, es
que se convierta en una batalla por ver quién tiene la
razón. El problema no debería ser ése, sino resolver la
queja del cliente. No pasa nada por admitir que te has
equivocado. Hacerlo y poner una solución rápida acorta
el tiempo de malestar del cliente, e incluso puede
fidelizarlo.
 Base de datos perfecta. El mantenimiento de tu base
de datos es fundamental y un tesoro para avanzar en la
satisfacción del cliente. Tras atender a cada cliente
deberías tomar nota rápidamente de la información que
te puede ayudar a mejorar su atención; ya la pasarás a
la base de datos al final del día. Y piensa que tu agenda
de teléfonos ya es una base de datos, donde hay
espacio hasta para notas libres.
 Enfoca tu valor diferencial. Piensa que tu negocio, tu
atención comercial, tu trabajo, debe aportar a tu cliente
unos valores que te hagan diferente de tu competencia.
Conviene tenerlos presentes en todo momento, y
revisarlos cada año para aumentarlos y comprobar si los
cumplimos. Valor diferencial puede ser la decoración
minimalista, la limpieza y orden, la velocidad en la
atención, la calidad del producto, el packaging… Todo
ello se resume en que cuando tu cliente entre en
contacto contigo perciba inmediatamente el cambio
respecto a otros. Es decir, debes crear un vínculo con tu
marca (sea tu marca personal o marca de compañía).
Piensa en el ejemplo típico de la experiencia de compra
que ofrece Apple. Esto puede trasladarse a cualquier
negocio.
 Forma a tus clientes. Es probable que no los puedas
meter en un aula, pero sí que puedes formarlos en
diferentes momentos. Por ejemplo: mientras les atiendes
en una tienda, o durante una visita de ventas.
Agradecerán mucho tener información interesante sobre
lo que van a comprar, y ganarás confianza y credibilidad
por aportar tus conocimientos.

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