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Integrantes:
Asignatura : Patología I
Semestre : 2023-I
2023
Patología I
INTRODUCCION
La arterioesclerosis es un proceso en el que las arterias se vuelven más rígidas y
estrechas debido a la acumulación de placas de grasa y calcio en sus paredes, lo que
puede causar complicaciones graves si no se trata adecuadamente. Por otro lado, el
infarto de miocardio se produce cuando se produce una interrupción del flujo
sanguíneo al corazón, lo que puede provocar daño permanente al músculo cardíaco.
En esta presentación, examinaremos las causas, síntomas y tratamientos de ambos
trastornos, así como las medidas preventivas que podemos tomar para minimizar el
riesgo de desarrollar estas condiciones.
OBJETIVOS
MARCO TEÓRICO
TRANSTORNOS HEMODINAMICOS
Los trastornos hemodinámicos son aquellos que afectan la circulación sanguínea y
pueden tener consecuencias graves en la salud del paciente. Estos trastornos pueden
afectar la presión arterial, la frecuencia cardíaca, el volumen sanguíneo y la resistencia
vascular, entre otros aspectos.
Un ejemplo de un trastorno hemodinámico es el shock, que se caracteriza por una
disminución de la perfusión sanguínea a los tejidos del cuerpo y puede ser causado por
una variedad de factores, incluyendo traumatismos, infecciones, alergias graves, entre
otros (1).
Arterioesclerosis
La arterioesclerosis es una enfermedad crónica que se caracteriza por el
endurecimiento y el estrechamiento de las arterias debido al depósito de sustancias
grasas, colesterol y otras sustancias en sus paredes, lo que puede interferir con el flujo
sanguíneo normal y aumentar el riesgo de complicaciones cardiovasculares (2).
Causas
Arteriosclerosis
La arteriosclerosis es una enfermedad que afecta a las arteriolas, que son las arterias
de menor tamaño que transportan la sangre desde las arterias principales hasta los
capilares. Esta enfermedad se caracteriza por el engrosamiento y la pérdida de
elasticidad de las paredes arteriolares, lo que puede provocar una disminución del 5
flujo sanguíneo y la alteración de la función de los órganos (3).
Arteriosclerosis hiperplásica
La arteriosclerosis hiperplásica es una forma de arteriosclerosis que se caracteriza por
un engrosamiento de las paredes arteriolares debido a una hiperplasia de las células
musculares lisas, que son las células que forman la capa media de la pared arterial.
Esta enfermedad puede causar una disminución del flujo sanguíneo en los órganos
afectados, lo que puede llevar a una insuficiencia renal, hipertensión arterial y otros
problemas de salud (4).
Arterioesclerosis hialina
La arteriosclerosis hialina es una forma de arteriosclerosis que se produce cuando se
deposita una sustancia hialina en las paredes de las arteriolas. Esta sustancia está
compuesta principalmente de proteínas plasmáticas y células sanguíneas, y su
acumulación causa una disminución del diámetro interno de las arteriolas y una
reducción del flujo sanguíneo hacia los órganos afectados (3).
Esclerosis de monckeberg
La esclerosis de Monckeberg, también conocida como esclerosis medial calcificante, es
una enfermedad que afecta a las arterias de tamaño medio, en la que se produce una
calcificación de la capa media de la pared arterial, sin afectar significativamente el flujo 6
sanguíneo (5).
Ateroesclerosis:
El proceso comienza con la lesión de las células endoteliales de la pared arterial, que
puede ser causada por factores mecánicos, químicos o biológicos. La lesión del
endotelio permite que las lipoproteínas de baja densidad (LDL) se depositen en la capa
interna de la pared arterial, donde son modificadas y oxidadas por las células
inflamatorias. Esto provoca una respuesta inflamatoria en la pared arterial que atrae
más células inflamatorias y causa la acumulación de lípidos y células inflamatorias en
forma de ateromas (2).
Estas son solo algunas de las causas comunes de la lesión endotelial crónica. Hay
muchas otras causas que también pueden contribuir a la disfunción endotelial, tales
como factores hemodinàmicos, toxinas, virus, etc.
Cuando ocurre una lesión endotelial, ya sea por cualquiera de los factores
mencionados anteriormente, se produce un daño en la capa de células que recubre los
Desarrollo:
Las células musculares lisas son células que se encuentran en la capa media de la pared
arterial y que normalmente tienen una función contráctil. Sin embargo, en presencia
de factores de riesgo como la hipertensión arterial, el tabaquismo o la inflamación, las
células musculares lisas pueden migrar hacia la capa íntima de la pared arterial.
Una vez que las células musculares lisas están en la íntima, pueden proliferar y
producir una matriz extracelular rica en colágeno y proteoglicanos. Este proceso se
conoce como hiperplasia intimal y es una característica distintiva de la aterosclerosis
temprana.
Los macrófagos pueden ser activados por diversas moléculas presentes en la íntima,
como las lipoproteínas de baja densidad (LDL) oxidadas o las citocinas inflamatorias. La
activación de los macrófagos conduce a la liberación de enzimas proteolíticas y
especies reactivas de oxígeno, lo que provoca la degradación de la matriz extracelular y
la acumulación de lípidos en las células.
INFARTO AL MIOCARDIO
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
El infarto de miocardio se reconoce por la aparición brusca de los síntomas
característicos: dolor intenso en el pecho, en la zona precordial, sensación de malestar
general, mareo, náuseas y sudoración. El dolor puede extenderse al brazo izquierdo, a
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la mandíbula, al hombro, a la espalda o al cuello (7).
Aproximadamente la mitad de los pacientes que han padecido un infarto presentan
síntomas de advertencia antes del incidente. La aparición de los síntomas de un infarto
de miocardio suele ocurrir de manera gradual en el tiempo y rara vez sucede de
manera espontánea. Los diferentes síntomas son los siguientes (7):
Dolor torácico
El dolor torácico repentino es generalmente prolongado y se percibe como una presión
intensa, que puede extenderse a los brazos y hombros, sobre todo al izquierdo, la
espalda, el cuello e incluso a los dientes y a la mandíbula. El dolor, cuando es típico, se
describe como un puño enorme que retuerce el corazón. Corresponde a una angina de
pecho pero que se prolonga en el tiempo, y no responde a la administración de los
medicamentos con los que antes se aliviaba, por ejemplo, nitroglicerina sublingual, ni
cede con el reposo. El dolor a veces se percibe de forma distinta, o no sigue patrón fijo,
sobre todo en ancianos y en diabéticos. En los infartos que afectan a la cara inferior o
diafragmática del corazón puede también percibirse como un dolor prolongado en la
parte superior del abdomen que la persona podría erróneamente atribuir a indigestión
o acidez (7).
Disnea
La disnea o dificultad para respirar se produce cuando el daño del corazón reduce el
gasto cardíaco del ventrículo izquierdo, causando insuficiencia ventricular izquierda y,
como consecuencia, edema pulmonar (7).
Otros signos
Otros signos incluyen excesiva sudoración, debilidad, mareos, palpitaciones, náuseas
de origen desconocido, vómitos y desfallecimiento. Es probable que la aparición de
estos últimos síntomas sea consecuencia de una liberación masiva de catecolaminas
del sistema nervioso simpático como una respuesta natural al dolor (7).
Los signos más graves incluyen la pérdida del conocimiento debido a una inadecuada
perfusión cerebral y shock cardiogénico, e incluso muerte súbita (7).
Las mujeres tienden a experimentar síntomas marcadamente distintos de los típicos en
varones: en ellas los más comunes son la disnea, la debilidad, la fatiga e incluso la 11
somnolencia (7).
Aproximadamente una cuarta parte de los infartos de corazón son silentes, es decir,
aparecen sin dolor de pecho y otros síntomas. Este curso silente es el más común en
ancianos, en pacientes diabéticos y después de un trasplante de corazón (7).
Los ataques cardíacos pueden ocurrir en cualquier momento, pero la gran mayoría
sucede entre las 4 de la madrugada y las 10 de la mañana, a causa de los niveles más
elevados de adrenalina en sangre liberada de las glándulas suprarrenales durante las
primeras horas del día. El aumento de adrenalina puede contribuir a la ruptura de las
placas de colesterol (7).
Células sin núcleos: Las células del miocardio que están privadas de flujo
sanguíneo durante el infarto al miocardio pueden perder sus núcleos y
convertirse en células sin núcleos.
Pérdida de estriaciones: Las células del miocardio que se ven afectadas por la
falta de flujo sanguíneo también pueden perder sus estriaciones, lo que les da
una apariencia más homogénea.
Citoplasma del miocito eosinófilo: El citoplasma del miocito que está privado de
flujo sanguíneo se tiñe con eosina, lo que le da un color rojizo intenso.
Infiltrado de neutrófilos, macrófagos y linfocitos: Durante el infarto al
miocardio, los neutrófilos, macrófagos y linfocitos se infiltran en el tejido
cardíaco lesionado. Estas células inflamatorias pueden liberar enzimas y otros
productos químicos que pueden agravar el daño al corazón.
Es importante destacar que la histología del infarto al miocardio puede variar
dependiendo de la edad de la lesión y otros factores, como la ubicación y el tamaño
del infarto (8).
HALLAZGOS HISTOPATOLÓGICOS
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El infarto de miocardio se refiere a la obstrucción de una o varias arterias que
proporcionan sangre y oxígeno al corazón. Esto causa una interrupción en el flujo
sanguíneo y la falta de oxígeno al músculo cardíaco, lo que provoca una lesión en el
tejido. Esta condición puede ser grave y puede incluso llevar a la muerte (8).
Uno de los síntomas distintivos del infarto de miocardio es la pérdida de estriaciones y
la presencia de células sin núcleos en el tejido cardíaco, lo que indica una posible
lesión en el músculo del corazón debido a la falta de oxígeno y nutrientes. Además, el
citoplasma eosinófilo en los miocitos sugiere una respuesta inflamatoria en el tejido
cardíaco debido a la liberación de sustancias proinflamatorias en respuesta al daño del
tejido (8).
Durante un infarto de miocardio, también se puede observar un infiltrado de células
inflamatorias como neutrófilos, macrófagos y linfocitos en el tejido afectado. Este
hallazgo indica una respuesta inflamatoria en el tejido en respuesta a la lesión y la
muerte de las células cardiacas (8).
Es importante tener en cuenta que estos síntomas también pueden presentarse en
otras afecciones cardíacas, como la miocarditis o la cardiomiopatía. Por lo tanto, es
esencial buscar atención médica de inmediato si experimenta estos síntomas,
especialmente si también experimenta dolor en el pecho, falta de aire, sudoración,
náuseas, vómitos o mareo, ya que pueden ser signos de un infarto de miocardio o una
emergencia médica potencialmente mortal (8).
CONCLUSIONES
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REFERENCIAS