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Festival Internacional de poesía Luna de Locos en su XVII versión

Por: John Harold Giraldo Herrera

La poesía vuelve a la ciudad de Pereira. Cada año el Festival Internacional de Poesía Luna de Locos
se realiza en agosto, el mes en que también se conmemora el aniversario de la ciudad. “Todas las
palabras crecen” anunció Giovanny Gómez en su poema Paso como un sueño y en Pereira, no sólo
hay un árbol, ubicado en el Parque Olaya Herrera, donde los poetas asisten a leer, sino que en los
salones de clase se integran los invitados y los estudiantes gozan del placer de la lectura y del
encuentro con quienes crean metáforas y figuras literarias. Más de treinta poetas caminando por
escenarios de la urbe, asistiendo a una programación que arranca el 28 de agosto y culmina el 2 de
septiembre, con novedades como el picnic poético y literario, permitirá tender sabanas sobre el
parque y cada grupo de personas compartir con un poeta invitado.

Locos en la luna todavía no hay, casi todos están en la tierra, pero escuchar poesía es casi como
crear un territorio único para degustar los sonidos de horizonte de sentidos que abren y cierran
mundos y realidades. Luna de Locos, en su XVII versión, cuenta con una presencia amplia de
contenido en redes sociales con lecturas de poemas y también al ejercitar discusión sobre el arte
de crear y lo poético o sobre asuntos como “Las geografías poéticas del mundo”, en donde se
hablará del campo a modo de croquis y plano de la poesía en el planeta, pero también además se
hará el mismo ejercicio sobre algunos episodios de la poesía colombiana. Esa es una de las tantas,
porque no sólo es escuchar, el festival incluye espacios para fomentar la creación y acompañar el
proceso de quienes se atreven a desarrollar poesía.

La combinatoria es contar con poetas locales, como Jaiber Ladino, quien además es novelista y
pensador, con personas como Juan Manuel Roca de Colombia, prolífico en las artes, de la mano de
Rosana Acquaroni de España o Rhys Trimble del Reino Unido. Serán más de treinta poetas de
manera presencial y unos quince que harán su participación de manera virtual. De paso, de la
mano del académico Juan Manuel Ramírez Rave se hará el lanzamiento de la cátedra Giovanny
Gómez en honor a quien fuera el gestor de la iniciativa, que ya lleva más de quince años
realizándose en Pereira.

La poesía recupera la fuerza de lo lírico, de la que nunca debe desprenderse y por tanto habrá un
concierto poético con la Orquesta sinfónica de Pereira, en el que los poetas aprovecharán para
recitar sus creaciones. Que una ciudad se vista de poesía en sus fiestas aniversarias, no sólo la
muestran como un espacio para el “chupe”, como la han querido promocionar, sino también para
el encuentro cultural, para hacerla crecer de palabras, y una palabra es una casa, una oración, una
oda, un monumento sin cesar que nos envuelve, teje y re-crea. Una palabra es un cuerpo, una
canción, la emoción de las alas que salen en medio del aire. O como dice la poeta invitada Ninfa
Marín:

No dejes nunca de escribir poeta,


sigue contando al mundo tu tristeza,
tus esperanza, tu amor y tu nostalgia,
aunque nunca te escuche Sancho Panza.
En tiempos oscuros y claros, la poesía cumple el papel de anunciar, proyectar, rememorar, grabar
y enunciar lo que ocurre. En Pereira, que se pretende potenciar como una ciudad lectora, creadora
y libre, la poesía es un bálsamo en medio de las vicisitudes de violencia contra los animales, un
viaje de aperturas y posibilidades, como lo dice uno de los líderes del festival, Andrés Gómez, “la
escucha de la poesía es vital”. Y no es de menos, mientras unos medios individualizan y tienden las
sociedades a conversarse menos.

Un festival de poesía es también una canoa en medio del océano de las prisas y los afanes
citadinos, incentiva tanto la fuerza de las palabras, sus ecos e improntas, como lo que se puede
construir, recuperar y volver a hacer. La familia de Giovanny y la ciudad acompañan un festival
para siempre hacerle homenaje a quien lo ideara, además como un espacio de rebeldías, de
amistades y confraternidad, pues ese loco que le cantó y escribió a la luna, en palabras de su hijo
Juan Felipe Gómez: “le enseñaste a una ciudad entera a soñar con poesía, a soñar con libros y
soñar con cine”.

Pereira no es sólo café, también se viste de poesía, los jóvenes, niños y adultos se congracian con
las letras que viajan a explorar bordes y rincones, un encuentro de universos y personas que los
extienden. Un bálsamo en medio de heridas y alegrías.

La poesía acogerá a la ciudad de Pereira, para potenciar momentos significativos, darle alas, y
volar, también crecer y degustar. Experimentar la fuerza de las letras y permitirse un espacio de
embellecimiento, de ludismo, de estética y creación.

Para mayor información y ver la programación en: https://www.lunadelocoselfestival.com/

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