"¿cuándo Muere El Padre?

(cartel: "los Duelos Y La Práctica Analítica")"

(*) Iv Jornadas De Carteles: "encrucijadas De La Clínica"; 7 Y 8 De Noviembre De 1997. Escuela Freudiana De Buenos Aires.

Adriana Bauab De Dreizzen

Vuestro hijo está maravillosamente dotado de muchas prendas; pero el pecado del padre bulle
y hierve en su sangre; no obstante , puede llegar a ser un campeón de la fe : hacédle abrazar
la carrera eclesiástica!
E. T. A Hoffmann . Los Elixires del diablo

Un lapsus que cometí cuando dije el nombre del trabajo a una amiga que estaba en la
organización de la presente jornada de carteles me dio pie para empezar a escribirlo. En vez
de mencionar ¿ Cuándo muere el padre ? dije ¿Cuándo se muere el padre?.Lapsus que me
permitió recavar en la dialéctica propia del duelo. El agregado del pronombre reflexivo se a la
interrogación denota que no porque alguien se muera , ocupa efectivamente un lugar de
muerto.

Desde Totem y Tabú , el padre muerto, es un padre que aunque muerto , no se murió , más
bien tiende a sobrevivir a los hijos. Hubo que asesinarlo lo cual muy por lo contrario no anuló
por ello la interdicción que su presencia imponía sino que ésta luego del acto criminal se
reforzó.

Sobre esto se edifica la culpa retrospectiva, la prohibición de goce incestuoso, y también ,el
amor infinito hacia el padre.

El asesinato instaura la prohibición de un goce , el goce supremo , con el objeto primero,

identificado con la madre. Una mujer queda exceptuada para ser gozada a quien se le
adjudique ser hijo.

Este padre , padre que luego de muerto instaura la ley ,función del padre simbólico, indica que
su asesinato no sólo no abre la vía del goce cuya presencia supuestamente prohibía sino que
refuerza su interdicción.

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En la clase del 18 de marzo de 1970 Lacan enuncia:

"La muerte del padre. En efecto, todos lo saben , parece que aquí está la clave , el punto
culminante de lo que se enuncia , y no solo a título mítico, de todo aquéllo de lo que se ocupa
el psicoanálisis."

Recordemos que en los primeros seminarios el acento relevante para la divisoria de aguas
respecto a la estructura está dado por el significante del nombre del padre y la metáfora
paterna . En los más avanzados es la lógica modal y los cuantores de la sexuación que da
soporte a su función como excepción. En la teoría de los nudos se lo propone como sinthome.
Sin embargo su muerte acompañada desde el mito fundacional por un crimen o asesinato
ofrece letra para hacia el fin del análisis abrir las compuertas de lo que implica el duelo por el
padre.

No nos proponemos agotar ésta temática en las presentes líneas , pero si plantear algunas
reflexiones acerca de la función del padre, más precisamente del padre real y su alcance
respecto a los tiempos finales de un análisis.

En el año 1963, entre el seminario X sobre La angustia y el Xl sobre Los cuatro conceptos
fundamentales del psicoanálisis , Lacan inicia un seminario que denomina Los nombres del
padre, lo deja inconcluso para retomarlo diez años más tarde en un seminario que llama Les
non dupes errent, jugando todo el tiempo con la homonimia fonemática , entre lo que cabería
traducir como "los nombres del padre" o "los no inocentes yerran".(incauto- cándido)

La multiplicación del nombre del padre, nombrarlo en plural, es concomitante con la expulsión
de Lacan de la IPA , lo cual hizo historia para el psicoanálisis, hizo que su nombre ingresara a
las páginas de la historia del psicoanálisis.

No es un detalle menudo la pluralidad de los nombres del padre, Lacan mismo lo anuncia
,¿Por qué ese plural concerniente a los nombres? . Aunque aún no da una respuesta, acude
al relato detallado del sacrificio de Isaac. Cita el capítulo veintidós del Génesis que relata que
Abraham no sacrifica a su hijo y en lugar de éste el Dios le designa dar en holocausto un
carnero, que es un antepasado animal. Pone el acento en que se trata de un antepasado y por
lo tanto no un descendiente. Quisiera subrayar que podríamos interpretar que no muere
sacrificialmente un hijo cuando el goce del dios padre no se extralimita ,retrocede y revierte en
deseo. Es en este contexto de la relación de Dios con Abraham que se instaura en el lugar del
sacrificio el rito de la circuncición . Simbolizando un pequeño sacrificio , pedacito de carne que
se cede como compromiso de alianza con el pueblo al que se pertenece, y que inscribe a un
sujeto en el linaje del padre, de su nombre.

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¿Podemos leer en esto que la pertenencia a una comunidad, que comporta una alianza
implica un sacrificio , en nombre del padre? ¿ Que vías abre la pluralidad de los nombres del
padre? ¿ Será que en este fin de siglo, fin de milenio en que el enaltecimiento del padre se
arrastra en una decadencia, no es suficiente con un nombre para el padre y para que su
función -la del padre -continúe operando en la estructura deviene imperiosa la multiplicación
de sus nombres?

Dicha pluralidad de los nombres del padre, propongo que es subsidiaria del concepto de padre
real, padre agente de la castración , que ejerce su función de un modo propiciatorio porque
pone en juego su falta.

En la vertiente de la potencia .La omnipotencia totalitaria del padre en un extremo , o su

impotencia en el otro lanza a los hijos al sacrificio, ofreciendo su cuerpo todo, y no solo lo
circunciso, para ser inmolado. Ambas posiciones escamotean el lugar del padre real como
imposible, como aquello que no cesa de no escribirse, distancia entre el saber como se es
padre y lo verdadero de su función .

Retomemos el mito totémico ¿Imaginario, simbólico o real? ¿Es ése padre que muere como
un Dios, padre de la excepción , encumbrado en su investidura, y que adquiere una presencia
inmortal ,el padre real? Me adelanto y propongo que no. Si el padre real atañe en su alcance a
lo real del Otro real , aquel al que me referí es el padre simbólico que abraza al imaginario del
Otro real.

En el curso del análisis se va construyendo un padre imaginario, con lo simbólico del padre y
con lo real del padre. En lo simbólico del padre sitúo la función paradigmática del Nombre del
padre , función simbólica por excelencia , elemento esencial de la metáfora paterna , que abre
el juego a las significaciones de un sujeto. Se es hijo de un nombre , de un patronímico. Un
fragmento del Talmud refiere:" El hombre tiene tres nombres . El uno: el que le da su padre, el
otro: el que le dan sus semejantes, el tercero: el que se hace así mismo". Ateniéndonos a esta
cita es el primer nombre, la referencia primera con la que un sujeto se identifica. Es la
vertiente del ideal, puerto seguro del cual se hace difícil desprender las amarras y comenzar a
navegar , avanzar en la búsqueda de los otros nombres .

Ese padre imaginario en su estofa tiene restos de lo real del padre. Lo real del padre en su
presencia encarnada, encarnada en los objetos. Los objetos , emblemas de su goce - voz y
mirada- y sumaría a éste catálogo todos aquéllos objetos inmanentes que gritan su presencia ,
la presencia del padre aún en su ausencia.

Con lo real del padre y lo simbólico del padre se engendra un padre , padre imaginario, cuyos
alcances trascienden - es un padre que trasciende-la función que le es encomendada al padre

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real : ser agente de la castración . Digo trasciende porque efectivamente , lo que el sujeto
busca y encuentra a los pocos pasos , es aquél que lo priva , que ejerce dicha privación.
Entrona a un padre imaginario, como agente de dicha privación .

Hacia el fin del análisis la interrogación gira en torno al padre real. Padre real que es el agente
de la castración , de la cuál en este tiempo lógico el sujeto llega a interrogar sus efectos. Si es
el agente como señala Lacan en el seminario El Reverso del Psicoanálisis , es al que un
sujeto puede llamar mi agente....le pago para eso...le entrego sus honorarios. El padre real
ocupa ese lugar paradójico en que hace el trabajo de la agencia amo. Pregunto ¿es aquél del
que se puede prescindir a condición de servirse de él porque le entrego sus honorarios
cuando decido que oficie de amo?

Entregar los honorarios, es pagar pero no sacrificialmente. Es pagar , pero no con lo

encarnado del cuerpo. El padre real no es un dios que exige sacrificios, que encarna la ley, y
que aún muerto decide sobre el goce . Es el que habilita para que del Nombre del padre en
tanto pére-versión como versión de amor hacia el padre , se acceda a la pluralidad de los
nombres del padre.

El padre real es el padre de lo real , es un operador estructural que coloca en el centro de la

experiencia del análisis la categoría modal de lo imposible- lo que no cesa de no escribirse- .
Ahí el sujeto toca el tope , el límite del saber sobre el padre , el litoral en que el goce , goce del
padre, delimita el saber de la letra . En otras palabras lugar en que el padre cedió en el deseo
.Interrogación póstuma al padre que lo confirma en el lugar de la excepción , excepción que
no conduce a hacer del padre un modelo , sino que habilita a un sujeto a arriesgar a producir
sus respuestas ahí donde las letras del nombre del padre no alcanzaron a escribir un saber
sobre aquéllo de lo que no hay saber posible : sexo y muerte.

El padre real sabe ejercer su función porque admite que su saber no recubre la verdad . Es el
agente del acto, es el padre de lo real porque la castración es una operación simbólica de
máxima incidencia en lo real.

¿Cuándo muere el padre?. ¿Estaremos en condiciones de responder?. Cuando no conmina al

hijo al holocausto, al sacrificio , modo de entrega absoluta para hacer consistir - a toda costa-
un padre, lo que ad - eternum lo garantiza en el lugar de hijo.

Retomando el epígrafe . Son dos padres los que nos recomiendan la lectura de "Los elixires
del diablo". Lacan repetidas veces y recordándonos que Freud ya lo había hecho en el texto
sobre "Lo siniestro". Parafraseándolo , hay un lugar donde el pecado del padre bulle. En la
dirección de la cura llegar hasta el límite , en que un goce ha sido recortado por la letra,
propicia el encuentro con un padre real , precursor, que libra al hijo de hacer de la palabra del

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padre religión.

Relataré brevemente uno de los materiales clínicos que inspiraron dichas reflexiones, sobre el
padre real, aunque literalmente no se trata del tiempo del fin de un análisis.

Roberto consulta próximo a cumplir los cuarenta años. Acaba de rematar , -re-matar -un
negocio de ventas al por mayor que durante años había ido montando con ayuda de su
esposa. Siendo que su patronímico contiene le fonética que nombra un juego de azahar, en la
primera entrevista dice: Desde hace un año parecía "un jugador" con el negocio. Empecé a
contraer deudas, escuchaba solamente lo que quería, lo rifé. No entiendo que pasó. Luego mi
mujer me dijo que me fuera de casa y acepté.

Siendo el menor de tres hermanos varones sus padres se separaron cuando él contaba con
cuatro años. El padre se había ido a vivir a una ciudad del interior , donde había constituído
otra familia. Relata que aunque continuaban viéndose con su padre , en ocasión de viajar con
su hermano mayor hacia dicha localidad y llamándolo al padre para visitarlo, éste les aclaró
que no podían ir a su casa...no porque ellos , los hijos de ése primer matrimonio no existían
para la nueva familia...que por ahora no ...que tal vez más adelante .

Al poco tiempo de ése episodio su hermano mayor contrae una grave enfermedad maligna y
muere, y cuando es llamado el padre para avisársele dice no poder asistir al entierro. Roberto
refiere que para él su padre murió en ése momento. Dice : "Así fue siempre, no nos tenía en
cuenta, no existíamos para él , éramos el hijo bobo al que había que esconder".

Para ésa época como él parece advertirlo en su relato comienza la debacle económica , los
fracasos , las pérdidas, el rifar todo. Dice: "Empezó esa batidora con las cuentas del negocio .
Casi identificándose con la muerte de su hermano mayor dice: " Fue un suicidio económico ".

Recientemente, reacomodado en una tarea profesional en la que está sumamente a gusto , le

encomiendan viajar a la ciudad del interior en la que vive su padre. Comienza a angustiarse,
dicha angustia va tomando la forma primero de malestares corporales , descomposturas .
Refiere que sabe que su padre tuvo dos hijas en su nuevo matrimonio, que necesita saber
quienes son, conocerlas . Primero juega con esta idea , luego dice que lo va a dejar para más
adelante. En ésa ocasión interrumpo la sesión , preguntando ¿Aún más adelante? .

Intervención que precipita lo que había sido procastinado, postergado de un acto. Decide
,aunque no sin titubear , escribir una carta al padre , anunciándole su arribo próximo a dicha
ciudad y reiterándole , luego de muchos años, aquél anhelo que había quedado en suspenso

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de conocer su nueva familia.

En respuesta a la carta , recibe un llamado telefónico del padre... Le anuncia que lo espera. Lo
invita a cenar a su casa.

Reencuentro que inicia un encuentro con un padre , con una versión del padre que en este
tramo del análisis particularmente horada la versión que una madre,en el lugar de la víctima ,
había hecho consistir.

Bibliografía:

S. Freud: Totem y Tabú

J. Lacan : Seminario X: La angustia.

Seminario XVll: El revés del psicoanálisis

Seminario X Xl: Los no incautos yerran

Seminario del 20-11-63: Los nombres del padre. Ficha de la E.F.B.A Traducción J. Jamschon
y H. Rúpolo.

Pura Cancina: Hérésiés del padre . Presentado en el Encuentro Lacanoamericano de Bahía .

Año 1997

Philippe Julien : El manto de Noé. Alianza Estudio, Bs As,1993

Vegh, Isidoro: Matices del psicoanálisis . Agalma ,Bs As, 1991

E.T.A Hoffmann: Los elixires del diablo. Argonauta,1945

Mesa Redonda: El padre Real : V. Iunger- R. Karothy- N. Rabinovich- I. Vegh. En El Padre en

la clínica Lacaniana . E.F.B.A. Homo Sapiens Ediciones, 1994.

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