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1. Hipertensión arterial.

 La importancia de esta entidad radica en que además de ser


una enfermedad con grandes repercusiones sistémicas,
constituye el principal factor de riesgo de la enfermedad
cerebrovascular.
 En el mundo la prevalencia de la HTA oscila entre el 30 y el 45 %
de la población general independiente de la zona geográfica o el
nivel económico del país.
 En Cuba, según los últimos estudios, se estimó que la prevalencia
de HTA es del 30,9 % en personas de 15 años o más, ligeramente
superior en el área urbana (31,9 %) que en la rural (28,0 %) y sin
diferencias significativas en el sexo y hay una prevalencia mayor
en las personas de piel negra con un 40,4% que en las de piel
blanca con 30,1 %.
 A medida que aumenta la edad se incrementa la prevalencia,
observándose que a partir de los 55 años, 5 a 6 personas de
cada 10 tienen cifras de TA elevadas.
 Se estima que la mitad de personas con hipertensión desconoce la
situación y a pesar de los avances terapéuticos, el control óptimo
se alcanza en menos de la mitad de los pacientes, por lo que es un
problema de salud pública de primera magnitud.
 Tanto la elevación de la TA sistólica como de la diastólica se
relacionan con la enfermedad cardiovascular, y en pacientes
ancianos la presión del pulso (sistólica menos diastólica) también
guarda relación con estas enfermedades.
 La HTA se define, en los adultos de 18 años o más, cundo las
cifras de TA son ≥ de 140 mm Hg para la sistólica y ≥ 90 mm
Hg para la diastólica.
 El programa cubano de HTA utiliza la siguiente clasificación:
 TA normal: ˂ 120 / 80 mm Hg.
 Prehipertensión: 120 – 139 / 80 – 89 mm Hg.
 HTA: ≥ de 140 / 90 mm Hg.
 Grado I: 140 – 159 / 90 – 99 mm Hg
 Grado II: 160 – 179 / 100 – 109 mm Hg
 Grado III: ≥ 180 / 110 mm Hg
 HTA sistólica aislada: ≥ 140 mm Hg para la sistólica
con diastólica ˂ 90 mm Hg.
 La medida correcta de la presión arterial se basa en la auscultación
de los ruidos de Korotkoff.
 El valor más alto es el que define el grado.
 El riesgo vascular se incrementa a partir de TA mayor de 115 /
75 mm Hg.
 Incrementos de la TA de 20 mm Hg para la sistólica y 10 mm
Hg para la diastólica DUPLICAN EL RIESGO de muerte por:
 Ictus
 Enfermedad cardiaca
 Otras enfermedades vasculares.
 La HTA incrementa de la incidencia de:
 Angina
 Infarto de miocardio
 ICC
 Ictus
 Enfermedad arterial periférica
 Aneurisma aorta abdominal.
 La pseudohipertensión que aparece en la aterosclerosis se puede
sospechar ante la palpación de la arteria radial con el manguito
inflado (signo de Osler).
 La causa más frecuente de hipertensión arterial es la esencial
(90%).
 La causa más frecuente de hipertensión arterial secundaria es la
de origen renal (vascular o parenquimatoso).
 Los riñones son víctima (sufren la nefroangioesclerosis) y verdugo
(están implicados en la patogenia) en la hipertensión arterial
esencial.
 La mayoría de los pacientes con HTA son asintomáticos de ahí
que se diga que “la HTA no duele pero MATA”.
 Ante un paciente con HTA las investigaciones complementarias
van orientadas a identificar la posible etiología (el cuadro clínico
sugiere las investigaciones) y la repercusión órgano diana.
 Principales órganos "diana" de la HTA:
 SNC: accidentes vasculares cerebrales, retinopatía
hipertensiva
 Corazón: hipertrofia, cardiopatía isquémica
 Riñones: insuficiencia renal crónica
 Para evaluar afección del SNC se debe realizar un fondo de ojo,
que forma parte del examen físico y un doppler carotideo.
 Para evaluar afección del corazón se debe indicar: ECG, Rx de
tórax, ecocardiograma.
 Para evaluar afección del riñón se debe indicar:
microalbuminuria (marcador precoz de daño renal), creatinina,
urea, ácido úrico y ultrasonido renal.
 La cardiopatía hipertensiva suele presentar hipertrofia ventricular y
fallo predominantemente diastólico y en fases avanzadas
disfunción sistólica ventricular.
 La fibrilación auricular es la arritmia que más se relaciona con la
hipertensión arterial.
 El objetivo terapéutico del tratamiento de la hipertensión
arterial es disminuir la morbimortalidad, con una meta de
control de la TA inferiores a 140 / 90 mm Hg para la población
en general.
 Tratamiento:
 Modificaciones de hábitos y estilos de vida: dieta
cardiosaludable e hiposódica, evitar el sobrepeso, realizar
ejercicio regular, moderar el consumo de alcohol, evitar los
AINEs.
 Control de los factores de riesgo cardiovascular.
 Los fármacos de entrada, según las recomendaciones
actuales, incluyen:
 Diuréticos tiacídicos
 IECAs
 ARA II
 BCC de acción prolongada (amlodipino)
 Betabloqueadores.
 El tratamiento no debe ser guiado solo por el valor de la TA, se
debe considerar el riesgo cardiovascular estimado a los 10 años.
 Se sabe, que el 75% de los pacientes con HTA, van a necesitar de
al menos 2 fármacos para alcanzar la meta de tratamiento, por lo
que se recomienda, en pacientes con cifras muy altas de TA y
elevado riesgo cardiovascular iniciar el tratamiento con 2 fármacos.
 Los únicos fármacos que han demostrado disminuir la
morbimortalidad frente a placebo son los diuréticos tiacídicos y
betabloqueantes.
 Todos los fármacos deben iniciarse con dosis bajas que se van
incrementando según el control de la TA.
 Los IECAs son de elección en: diabetes mellitus, hipertensión
renovascular, nefropatía diabética o de otro origen, disfunción
sistólica ventricular o insuficiencia valvular grave, antecedente de
infarto de miocardio.
 La alternativa en caso de tos o angioedema por IECAs son los ARA
II, recordando que no se pueden asociar con los IECAs porque se
incrementan las RAMs.
 Los betabloqueantes se prefieren en: cardiopatía isquémica
arritmias, hipertiroidismo, insuficiencia cardíaca, migraña, temblor
esencial.
 Los BCC se prefieren en casos de HTA sistólica aislada del
anciano, angina de pecho con contraindicación para
betabloqueantes, fibrilación auricular rápida o a veces en pacientes
migrañosos.
 En el embarazo se prefiere la α – metildopa, nifedipino, labetalol.
 En el feocromocitoma, los α - bloqueantes.
 En la hipertrofia benigna de próstata: α - bloqueantes (aunque
pueden ser menos seguros que otros antihipertensivos en
monoterapia y no tienen impacto en la mortalidad).
 En pacientes de color de piel negra, los BCC (amlodipino) y
diuréticos tiacídicos ofrecen más protección que los otros grupos
farmacológicos.
 Las crisis hipertensivas incluyen la urgencia y la emergencia
hipertensiva.
 Las urgencias hipertensivas se definen como como un incremento
importante de la TA, en general con TA diastólica ˃ 120 mm Hg y
obligan a reducir las cifras de TA en un plazo no mayor de 24 horas.
 En la urgencia hipertensiva se usan fármacos por vía oral:
captopril, clonidina y labetalol.
 En las emergencias hipertensivas se produce un incremento
significativo de la TA ≥ 210 / 130 mm Hg que se acompaña de
lesión de órgano diana y que requiere un rápido control de la TA
con reducciones del 20 al 25% en la primera hora, para lo que se
emplean fármacos por vía parenteral y la elección depende de la
forma clínica con que se presente.

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