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LATIONAMERICANA
UNIDAD ACADÉMICA REGIONAL ORURO
Bioquímica y farmacia
Sistema urinario
1º Trabajo práctico
16711.Pamela Gabriel Martínez
8190.Johanna Yamile Quiroz Romero
21739.Abigail Marcia Castro Delgado
23608.Jessica Lourdes Berrios Choque
23975. Luden Olivia Ayala Hermosa
25552.Ilsen Lizeth Gonzales Choque
25981. Esmeralda Najheli Gareca Calle
26436.Camila Alejandra Córdova López
Análisis clínico - BYF811 Grupo: T1
Oruro - Bolivia
27 de febrero de 2023
1. DEFINICIÓN DEL SISTEMA URINARIO
El sistema urinario es el conjunto de órganos que participan en la formación y evacuación
de la orina. Está constituido por dos riñones, órganos densos productores de la orina, de los
que surgen sendas pelvis renales como un ancho conducto excretor que al estrecharse se
denomina uréter, a través de ambos uréteres la orina alcanza la vejiga urinaria donde se
acumula, finalmente a través de un único conducto, la uretra, la orina se dirige hacia el
meato urinario y el exterior del cuerpo.
Los riñones filtran la sangre y producen la orina, que varía en cantidad y composición, para
mantener el medio interno constante en composición y volumen, es decir para mantener la
homeostasis sanguínea. Concretamente, los riñones regulan el volumen de agua, la
concentración iónica y la acidez (equilibrio ácido base y pH) de la sangre y fluidos
corporales, además regulan la presión arterial, eliminan residuos hidrosolubles del cuerpo,
producen hormonas y participan en el mantenimiento de la glucemia, en los estados de
ayuno.
En cada riñón se distingue un polo superior y uno inferior; dos caras, la anterior y la
posterior; dos bordes, el externo o lateral convexo y el medial o interno cóncavo
denominada HILIO, por la cual entra la arteria renal y salen la vena renal y el uréter.
Morfología Interna:
En el interior de la corteza renal se encuentran las unidades funcionales del riñón,
denominadas nefronas. cada nefrona está formada por dos componentes; el Glomérulo renal
y un sistema de túbulos.
En un corte frontal del riñón observamos dos elementos bien diferenciados: una cavidad
llamada seno renal, cuyo orificio es el hilio renal y el tejido llamado parénquima renal
El parénquima renal es la parte del riñón que asegura sus funciones, está constituido por las
nefronas, cada una con una porción en la corteza y otra en la medula renal.
La corteza renal es la zona del parénquima situada inmediatamente por debajo de la
cápsula fibrosa, tiene un aspecto liso, rojizo y un espesor aproximado de 1cm., se prolonga
entre las pirámides formando las columnas de Bertin.
La médula renal es de color marrón y textura estriada, consta de 8 a 18 estructuras cónicas,
las llamadas pirámides renales o de Malpighi, cuyos vértices, dirigidos hacia el seno renal,
se denominan papilas.
LA NEFRONA
LA URETRA MASCULINA
Dimensión y longitud: tiene una longitud de entre 20-25 cm repartidos en varios
segmentos:
Los riñones son órganos esenciales que, además de actuar a modo de filtro eliminando
productos metabólicos y toxinas de la sangre, participan en el control integrado del líquido
extracelular, del equilibrio electrolítico y del equilibrio acido-básico. Producen hormonas
como el calcitriol o la eritropoyetina, y en ellos se activan metabolitos como la enzima
renina. Por ello, al describir la fisiología renal, hay que recordar que va mucho más allá del
estudio del órgano que regula la excreción de productos de desecho. Esto es especialmente
relevante en el ámbito de la Nefrología, donde en ocasiones, la valoración de mantener,
aunque solo sea de forma parcial esta funcionalidad renal, alcanza una gran importancia.
Como ocurre con el resto de nuestro organismo, la fisiología renal está ligada a la estructura
del aparato excretor renal, diseñada para mantener un flujo unidireccional. Este flujo hará
que la orina, que inicia su formación en los riñones, órganos principales del sistema, pase a
través de los uréteres a la vejiga urinaria para su almacenamiento, para que posteriormente
pueda ser eliminada a través de la uretra. Para que esta actividad se lleve a cabo, los riñones
cuentan con una vascularización muy significativa, que facilita que, a pesar de su pequeño
tamaño, reciban aproximadamente un 20% del gasto cardiaco. Además, una destacada
inervación por fibras nerviosas simpáticas, regula entre otras actividades la liberación de
renina, el flujo sanguíneo renal o la reabsorción de Na+ en las células tubulares.
A nivel microscópico, se establece una unidad funcional renal, la nefrona. Cada riñón
humano contiene alrededor de 800.000 a 1.000.000 nefronas, cada una de las cuales es
capaz de formar orina. A lo largo del envejecimiento renal normal, por lesión o por
enfermedad, el número de nefronas se puede reducir gradualmente debido a que no se
pueden regenerar. Sin embargo, la pérdida de nefronas no suele comprometer la función
renal porque se producen cambios adaptativos que suplen la funcionalidad en el resto del
sistema.
La nefrona produce esencialmente un filtrado prácticamente libre de proteínas a nivel del
glomérulo. Este filtrado contiene numerosos iones y moléculas pequeñas, que son
reabsorbidas a distintos niveles de los túbulos para formar la orina definitiva.
Fisiología de la nefrona:
Unidad funcional del riñón (1.200.000 nefronas por riñón)
• Función: Paso de sustancias de desecho desde las vías circulatorias sanguíneas hasta
los túbulos renales (filtra la sangre liberándola de los residuos metabólicos)
• Secreción: cuando el líquido filtrado se mueve a través de la nefrona, gana
materiales adicionales (desechos y sustancias en exceso).
• Reabsorción: algunas sustancias útiles son devueltas a la sangre para su
reutilización.
Como consecuencia de estas actividades se forma la orina.
Dentro de las características anatómo-funcionales del riñón hay que destacar la importancia
de la vasculatura. La arteria renal entra en el riñón a través del hilio y después se ramifica
hasta formar las arterias interlobulares, las arterias arciformes, las arterias interlobulillares y
las arteriolas aferentes, que terminan en los capilares glomerulares, donde se produce la
filtración de grandes cantidades de líquido y solutos para comenzar la formación de orina.
Los extremos distales de los capilares glomerulares coalescen hasta formar la arteriola
eferente, que llega a la segunda red capilar formando los capilares peritubulares, que rodean
a los túbulos renales. En definitiva, se puede afirmar que la circulación renal tiene dos
lechos capilares, los capilares glomerulares y los capilares peritubulares, que están
dispuestos en serie y están separados por las arteriolas eferentes. Estas arteriolas participan
en la regulación de la presión hidrostática en los dos grupos de capilares, ajustando la
resistencia de las arteriolas aferente y eferente. Los capilares peritubulares continúan hacia
los vasos del sistema venoso, que discurren paralelos a los vasos arteriolares, abandonando
la sangre el riñón junto a la arteria renal y el uréter.
(Carracedo & Ramirez, 2020) (Curso de fisiología, 2001)Si bien el concepto de "función
renal" incluye todas las actividades desarrolladas en el riñón para el mantenimiento de la
homeostasis, si tuviésemos que elegir un concepto que refleje la función renal, este sería su
capacidad para mantener la homeostasis liquida en nuestro organismo a través de la
capacidad para depurar sustancias circulantes en el plasma sanguíneo. Esta es una
actividad estrechamente relacionada con la capacidad de los riñones para regular la
concentración de agua, la composición de iones inorgánicos, y mantener el equilibrio ácido-
base.
Los riñones mantienen el equilibrio ácido-base con la regulación del pH del plasma
sanguíneo. Las ganancias y pérdidas de ácido y base deben ser equilibradas. Los ácidos se
dividen en "ácidos volátiles" y "ácidos fijos “El principal punto de control para el
mantenimiento del equilibrio estable es la excreción renal. El riñón es dirigido hacia la
excreción o retención de sodio mediante la acción de la aldosterona, la hormona
antidiurética (ADH o arginina-vasopresina), el péptido natriurétrico atrial (ANP), y otras
hormonas. Los rangos anormales de la excreción fraccional de sodio pueden implicar la
necrosis tubular aguda o la disfunción glomerular.
Entonces se puede decir que, como una consecuencia de esta actividad reguladora del
medio líquido, los riñones excretan productos como la urea, generada del catabolismo de
proteínas, el ácido úrico producido a partir de ácidos nucleicos, la creatinina, derivada en
gran medida de la actividad muscular, o productos finales de la degradación de la
hemoglobina. También a través de los riñones, se eliminan drogas y otras sustancias
químicas, como los aditivos utilizados en alimentación.
El sistema urinario, a través de la formación de orina, permite eliminar del cuerpo productos
tóxicos que no pueden ser expulsados por ninguna otra vía (como la defecación, la respiración
o la sudoración), por lo que es esencial para nuestra supervivencia. Este sistema urinario,
estando formado por muchas estructuras distintas, tiene el objetivo de producir, almacenar y
expulsar la orina.
Esta puede dividirse en tres etapas: filtración, reabsorción y secreción.
1. La filtración glomerular
3. Secreción
La secreción, también conocida como excreción, es la tercera y última etapa de la formación
de orina. Es la fase en la que, a diferencia de la reabsorción, pero de forma simultánea a
ella, se excretan sustancias tóxicas desde los capilares sanguíneos que rodean a los
túbulos de las nefronas hasta el lumen de dichos túbulos.
Estos desechos son excretados activamente dentro del túbulo contorneado distal.
• Iones de Potasio
• Iones de Hidrógeno
• Amoniaco
• Drogas (sustancias tanto dañinas como medicinales)
Estos productos nocivos pasan, por difusión pasiva, de una zona con mucha concentración
(la sangre) hasta una de menor concentración (la orina). Esta secreción permite eliminar
sustancias de la circulación sanguínea cuando los niveles de determinadas moléculas son
muy altos, como puede pasar, por ejemplo, en una situación de hiperpotasemia, con valores
muy altos de potasio en sangre. Así pues, la secreción (y las sustancias excretadas) depende
del estado fisiológico puntual.
Estos desechos son excretados activamente dentro del túbulo contorneado distal.
Así pues, la orina se va acumulando en la vejiga, un órgano hueco con forma de globa y
naturaleza muscular que recibe la orina procedente de los riñones y la almacena hasta llegar
a un volumen concreto que permitirá la micción con suficiente fuerza a través de la uretra, el
conducto que lleva la orina desde la vejiga hasta el exterior.
BIBLIOGRAFÍA
Arroyo, B. C. (s.f.). Infermera Virtual. Obtenido de SISTEMA URINARIO: ANATOMÍA :
https://www.infermeravirtual.com/files/media/file/103/Sistema%20urinario.pdf?135
8605607
Carracedo, J., & Ramirez, R. (10 de octubre de 2020). Nefrología al día. Obtenido de
Fisiología Renal: https://www.nefrologiaaldia.org/es-articulo-fisiologia-renal-335
Curso de fisiología. (2001). Obtenido de La nefrona, fisiología renal :
https://www.iqb.es/cbasicas/fisio/cap26/cap26_2.htm
FERNANDEZ, S. M., & AGAMEZ, A. L. (2016). ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DEL
SISTEMA URINARIO. Obtenido de
https://www.uninut.org/images/material_ponentes/19/3/ANATOMIA_Y_FISIOLO
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Prieto, P. B. (s.f.). Medicoplus. Obtenido de Las 3 etapas del proceso de formación de la
orina (filtración, reabsorción y secreción):
https://medicoplus.com/nefrologia/etapas-proceso-formacion-orina