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Jungkook sera entregado a taehyung, un Omega macho león, que consta con una vida y

carrera experimentada, como para que ahora venga Jeon, un mocoso hormonal de veinte
años a exigirle sumisión a él, un omega de treinta, cuando a sido él quien hace sumiso a
otros.
Prólogo.

En la actualidad este era un mundo completamente diferente a siglos anteriores. Un cambió radical surgió desde el
comienzo del siglo veintiuno, donde los Alfas poco a poco llegaron a la extinción por causas aún desconocidas. El
gobierno decreto como ley que los Alfas puros como comunes estén bajo resguardo y protección estricta, hasta que este
sea entregado a un Omega de linaje, buena familia y buena posición económica que logre brindarle una vida segura y
para asegurar una descendencia.

Ahora en su mayoría, los Omegas eran los que predominaban la piradime más alta en la jerarquía. El dicho de que los
últimos serán los primeros llego a su cumplimiento hasta el día de hoy. Donde en vez de ser entregados Omegas a los
Alfas era viceversa, los Alfas eran entregados a los Omegas para evitar la extinción de estos mismos al dejar una
descendencia Alfa.

Asegurar esa especie era lo más importante para todos, en vez de meditar en si ambos eran compatibles.

Y ese es el caso de Kim Taehyung, un Omega maduro de treinta años con una licenciatura profesional en administración
de empresa y que lidera un imperio en Corea como lo era empresas HYUNDAI, exportador de vehículos. El sin lugar a
duda y de manera singular no era el prototipo perfecto para ser el encargado de soportar y cuidar el culo de un mocoso
hormonal de veinte años que aún no a terminado siquiera sus clases más básicas.

Recuerda que aproximadamente una semana disfrutaba de su libertad absoluta, hasta que de improvisto unos tipos
betas por parte del gobierno, habían entrado hasta su oficina para entregarle en sus propias manos un certificado
firmando por los involucrados en dicho acuerdo, de hacerle entrega de un Joven Alfa como su legítimo esposo y padre
de sus futuros hijos. Más la condición de engendrar dos hijos aunque uno de ellos fuese Alfa.

Y un peso extra cayo en sus hombros cuando había conocido en persona al Joven Alfa Jeon Jungkook, con no más de
veinte años cumplidos. Y hormonal ante todo, por que desde el momento en que Taehyung ingreso a la habitación
donde estaba hospedado el Joven Alfa, este mismo expulso feromonas para atraer al Omega, clara confirmación que
Jungkook lo deseaba como pareja.

Jeon era un Alfa muy Joven, guapo pero jodidamente Joven. Con un vocabulario y comportamiento sensual que le hacia
temblar las piernas y lubricar de puro anhelo. Si, carajo que si le atraía. Su Joven esposo era un maldito adonis que lo
convertía en alguien sumiso con tan sólo la puta mirada. Jeon tenia ese efecto en él y más conforme lo conocía cada vez
que iba a visitarlo aún en su hospedaje.

Jungkook no perdía tiempo en doblegarlo y comerle la boca cada vez que llegaba a verlo antes de poder ser oficialmente
entregado a su persona. La atracción mutua era palpable, el deseo resplandecía en sus pupilas maravilloso. Y sólo
esperaban el momento justo para fundirse juntos en ese torbentillo de emociones.

—Hyung, viniste— pronunció Jeon una vez Taehyung había ingresado a la habitación de su casa, como día de visitas.

—Si, estoy aquí— con las piernas como gelatina y el corazón desembocado camino hacia el Joven Alfa una vez este le
ordeno que fuera a su lado.

Jungkook lo rodeo con sus fuertes brazos y enterró la nariz en su cuello, inhalando su aroma necesitado de el.

—Mañana es el día, hyung.

—Lo es.
—¿Sabes lo que significa? Que mañana te haré mio, mi Omega— rugió mordiendo una parte de ese hermoso cuello que
marcaría. —Te llenare con mi semen para preñarte, tendrás mis cachorros y seras completamente mío por siempre.

—Así sera— asintiendo Taehyung obedeció cuando Jeon le mostró una camisa suyo para que la utilizara como
amortiguador de sus vergonzosos sonidos.

Entonces gimió cuando Jungkook le bajo de un solo el pantalón con su ropa interior para posteriormente ingresar dos
dígitos a su cavidad ya lubricada.

—Eres tan hermoso hyung, y todo mío.

Y fue desde entonces que su Joven esposo lo tenía completamente a su merced sin meditar también en la diferencia de
edades.

⚘kookoftae.

Capítulo 1.

Todo estaba a la perfección, tan calmado y pacífico con ese olor característico a lavanda, lo que significaba que sus
empleadas de limpieza habían realizado un muy buen trabajo en arreglar, ordenar y limpiar toda mugre inexistente de
su oficina.

En su trabajo le gustaba la limpieza, el orden y el silencio, todo lo contrario cuando estaba en la cama con Jeon, su Joven
Alfa. Ese hormonal que a logrado doblegarlo con tan solo la mirada, cada toque y con cada palabra.

El joven no se cansaba de recordarle lo hermoso, inteligente y valioso que era para él, una suerte de tener a tan
experimentado Omega que lo sastifacia tan bien en la cama como fuera de ella.

Y Taehyung confirmaba lo mismo de Jeon Jungkook, su esposo Joven. Ese que cuando sonríe achica sus ojos y produce
esas tiernas arrugas a lado de ellos, ese con aroma a café negro que lo reconfortaba al llagar a casa y lo envolvía con
tanto amor para que pudiera estar feliz. Y lo era, es muy feliz a lado de Jungkook, ese que algunas veces lo han llegado a
confundir como su propio hijo.

Ya estaba acostumbrado que la gente chismosa que aunque sabían la verdad, que Jeon era su legítimo esposo, se
osaban por querer burlarse sacando el tema de que Jungkook pareciera más su hijo que su Esposo. Pero una vez Jeon
como todo Alfa puro con los instintos más desarrollados, tan posecivo y territorial les gruñía a los entrometidos que
trataban de darle un mal día, logrando así que lo dejasen de molestar como follandolo en la cama para demostrarle que
prefería hacerle el hijo a él.

Jungkook es todo un maldito provocador, siempre lograba su objetivo y no hay nada en lo que Taehyung le digiera que
no, por que de una u otra manera lo conseguía. Es listo, inteligente, calculador, posesivo y un perfecto hijo de perra
buenisimo en la cama. Sólo para Taehyung, por supuesto.
Logrando una de las más grandes asañas que dejo perplejo a los miembros de su agencia, y eso era la sumisión del gran
macho Omega león. Un jefe estricto y calculador, persistente y ordenado que no le pesa la lengua al decirle las verdades
en su cara a quien le de la puta gana. El Jefe Omega de treinta años que fue domado por un Joven Alfa de veinte años.

Un puto adonis, que logra lubricar a cada omega en la agencia de su esposo. Un Joven Alfa que le importa mil hectáreas
de mierda quién se moje las malditas bragas cuando él solo tiene para él a un Omega macho maduro aquíen anhela ver
lubricado y preparado solo para él.

Ama a Taehyung, desde la primera que captó su Olor deseo tenerlo solo para él y una vez lo logró seria muy difícil que lo
dejase ir. Tan posecivo, territorial y celoso.

Taehyung tecleó unas cuantas palabras antes que todo su cuerpo vibrara en emoción ante el Aroma a café que llegó a su
nariz, informándole que su Esposo Joven andaba por ese territorio y que no faltaba mucho para que llegase hasta donde
él. Y el deseó de verlo le llegó como relámpago, anhelando tenerlo ya ahí mismo.

Aún no se acostumbraba a las malditas sensaciones que Jeon provocaba en su cuerpo, es como si por si solo reaccionase
a tan solo su olor cuando no estaba presente. Estaba colado hasta las trancas por ese tonto Alfa.

Y no paso mucho tiempo cuando la puerta de su oficina fue abierta impactando en su rostro el fuerte olor a café negro
cargado de deseo y anhelo.

Jeon lo estaba llamando con su olor.

Entonces levantó su mirada para encontrarse a su esposo pulcramente vestido como a el le gusta, traje a la medida
limpio y ordenado, cabello negro liso con un perfecto partido en medio, perfumando y porte dominante.

Ese era su Jungkook.

Ese que le hace lubricar como en esos precisos momentos con tan sólo cruzar sus miradas.

Le encanto la forma en como había expandido sus fosas nasales para inhalar más su lubricación. Entonces, en menos de
segundos tenía a Jungkook inclinado en su escritorio profanando su boca como todo un experto mientras ingresaba su
lengua a su cavidad, tan atrevido.

Una vez su Joven Alfa se haya separado de su boca, llevo esta misma a su cuello donde acarició con su nariz esa zona
íntima donde sólo Jungkook tenía el derecho de tocar y estar.

La marca de unión es considerara algo valiso y digno, por que representaba un lazo especial tanto emocional como
físico.

Sí, Jeon Jungkook lo había marcado. Y él portaba su perfecta marca en su cuello.

—Omega— lo nombró Jeon una vez haya depositado un intimo beso en su marca, para posteriormente mirar a los ojos
al mayor. Taehyung sitio escalofrío, jungkook era lujuria andante. —Mi hermoso y bello Omega. Tu Alfa esta muy sólo en
casa, has algo al respecto.

Jeon aún seguía sin apartarse de su espacio personal por lo que no queda de otra que ver su joven rostro. Y el amaba
verlo.

—Lo siento Kook— acarició la mejilla del Alfa logrando que este cerrara los ojos disfrutando de esa sutil caricia. —El
trabajo me tiene muy ocupado últimamente.
Entonces Jungkook abrió los ojos.

—Nada debe ser más importante que tu Alfa, Taehyung— volvió a depositar beso en su mejilla, nariz, mandíbula, frente
y labios, derritiendo a Taehyung. Lubricando más su parte intima. —Tu Alfa quiere tu atención.

—Lo se— asintiendo Taehyung le dio la razón. Lo comprendía ni el mismo a logrado pasar mucho tiempo con su menor,
sino era él que estaba trabajando era Jungkook estudiando.

Un gruñido logro llamar la atención de Taehyung y era que por culpa de las reacciones de su cuerpo, Jeon estaba
reaccionando.

—taehyung, deja que te tome en estos momentos. Dejame llenarte con mi semen, se que lo quieres por que te estas
preparando para mí. Mí Omega— Rosó sus labios en un sutil toque tentativo, sabía como utilizar un buen cebó para que
la víctima cayera entre sus manos.

Pero antes que Taehyung asintiera para dejarse consumir por ese fuego abrasador de lujuria que exhala Jeon, la puerta
de su oficina fue tocada anunciando la presencia de alguien tras ella, un gruñido de Jungkook se escuchó disgustado por
el madito inoportuno que seguía tocando la estúpida puerta.

Así que a regañadientes acató la orden de Taehyung en apartarse para posteriormente colocarse detrás de su espalda
custodiándolo cuando otro Alfa estuvo dentro de la oficina. Estuvo a punto de gruñirle al ver de quien se trataba, no le
agradaba en lo absoluto el tipo por que siempre a tratado de hacer cambiar de opinión a Taehyung, en que debería de
devolverlo por ser tan joven para un Omega de alto rango en sentido económico como lo era Taehyung.

Jungkook lo sabía, siempre supo que era un hombre afortunado por poseer a tan hermosa joya en su vida. Taehyung es
un hombre respetado y maduro teniendo siempre en cuenta que hacer o decir en diferentes situación. Responsable en
todas sus obligaciones tanto en su agencia como en casa, y más en el hogar que comparten mutuamente ya que
Taehyung siempre lo ha mantenido impecable todo tan ordenado y pulcro con ese aroma a lavanda de su desinfectante
favorito. El Omega se ocupaba de las obligaciones de casa, como mantener limpia y planchada su ropa por que como
todo Omega territorial no le gustaba asignarle esa tarea a otras personas que no se a él, también Taehyung preparaba
todas las comidas y comprara los materiales que ocuparía en clases, aparte que era un Omega cumplidor en sastifacer
en todo a su Alfa.

Y lo amaba. Tanto.

Taehyung era su mayor tesoro y regalo que alguien le haya dado. Por eso odiaba cuando otro Alfa insinuaba que él por
ser tan Joven no merecía a Taehyung como su omega.

—Hey, Taehyung— había saludado el Alfa mayor, uno muy guapo a pesar de los cuarenta años que tenía ya encima.

—Hola a ti También Seojoon— el omega le ordeno que prosiguiera con una seña, era mucho mejor que saliera cuanto
antes a presenciar a Jungkook molesto.

—Necesito tu firma para sellar el contrato de compra-venta con China y Filipinas— ya cerca paso a entregar los
documentos en las manos al Omega. Logrando con éxito que Jeon se tensada a la defensiva.

Un sonrisa ladina se dibujo en el rostro del intruso, al comprender que para el Joven Jeon él como Alfa era una completa
amenaza para el Omega. Y le gusto, le agrado como siempre saber que era una candidato para pelea por Taehyung, eso
si este mismo al menos le atrajera un poquito su persona. Pero no, lamentablemente Taehyung no tenía más ojos para
nadie que no sea su Esposo Joven y Alfa.
Total, le encanta Joder las pelotas al niñato de Jeon.

—De acuerdo aquí tienes— Taehyung le entrego los documentos a Seojoon, para posteriormente observar como este
mismo realizaba una reverencia en despedida y se retiraba de su oficina sin antes dedicarle una sonrisa burlona a
Jungkook.

Una vez haya salido, Jungkook gruño molesto sintiéndose terriblemente territorial y posesivo informando su estado a
través de su aroma a café.

Adiaba sentirse celoso. Amenazado por un Alfa mayor que trata de presumir quitarle a su pareja.

—Jungkook– le llamó Taehyung, ya de pie enfrenté de Jeon mientras tomaba su cara con su finas manos. —Deja de
pensar tonterías.

—Pero Taehyung, el muy hijo de puta me desafía insinuado que no soy un buen Alfa para ti por ser Joven— frunciendo
la frente sacudió su cabeza alejando esos pensamiento pesimistas.

—Mira— Taehyung retiró un poco su camisa dejando al descubierto su marca.


—Fuiste tu quién me marco, es tu marca Jeon, esto quiere decir que tu eres mi Alfa independientemente de lo que
digan.

Jungkook llevo su vista a esa zona y Taehyung tenía la razón, con orgullo recordó que fue él un joven de veinte años
quien marco al Omega mayor, es él que tiene a ese precioso ser todas las noches en sus brazos.

No tenía por que dudar, nada ni nadie le quitaría a Taehyung, su Omega león.

—Además, recuerda nuestra meta Jungkook. Tienes que terminar la universidad para que después tomes el mando de
mi agencia, mientras yo estoy a cargo de nuestros cachorros ¿Si?.

Joder. Por supuesto que sí. Por eso es que Jeon sea ha estado esforzando al máximo los últimos años, la sola idea de
preñar a taehyung le emocionaba, que llevara en su vientre uno de sus primeros hijos le sonaba de maravilla. Deseaba
tanto formar su pequeña familia alado de su Omega que todo esfuerzo hoy el día de mañana sería bendecido.

Jungkook asintió dándole la razón emocionado.

—Ahora— habló Taehyung, rodeando el cuello de Jungkook con sus brazos mientras rosaba ambas de sus narices. —
Quiero tu semen, Jeon.

Entonces Jungkook vibró en deseó, su esposo siempre tan dispuesto para él, solo para él.

Su Jeon Taehyung.

⚘Kookoftae
Capítulo 2.

Taehyung acomodó mejor su abrigo color negro en su anatomía mientras caminaba rumbo hacía rectoría de la
universidad donde estudia su Joven Alfa. Su porte y aspecto elegante dejaba uno que otro ojo curioso en su persona
cuando pasaba a su lado, y dejaba en el aire sus feromonas mezcladas con su propio aroma y uno un poco perceptible a
preocupación.

Hace aproximadamente treinta minutos fue interrumpida una reunión importante en su agencia donde su presencia era
requerida, cuando una llamada llegó hasta su teléfono con un informe diferente al acostumbrado desde la dirección de
la universidad. Esta vez la voz autoritaria del Beta de cuarenta y cinco años prendió la alarma en su sistema ya que no
era la voz apacible que utiliza cuando le expresa sus felicitaciones por tener a un esposo tan aplicado, responsable y
inteligente. No, está vez no había felicitaciones sino un informé de rotunda rebeldía e inmadurez.

El llamado de su exigida presencia a rectoría fue de inmediata, logrando en vez de molestarlo por interrumpir una
reunión tan importante por algo inmaduro como un enfrentamiento que tuvo Jungkook con un Beta por quien sabe que
razón, lo llevo a preocuparlo.

Su lazo lo sentía tenso, la marca en su cuello ardía por la furia que Jeon le transmitía. Lo que lo llevo a la conclusión que
tenía que partir rápido para poder saber más del asunto y para también calmar a su Alfa.

Taehyung era consciente del temperamento de Jungkook, por esa razón lo mantenía a raya. Algo que no le gustará a
Jeon este mismo por instinto reaccionaba poniéndote en tu jodido lugar, y tenía que ser algo muy importante para
hacerle agotar la cordura y cabrearlo bastante para llegar a un enfrentamiento.

No lo había pensado ni dos veces cuando detuvo la conferencia y dio la orden de suspender la junta para otra hora,
luego se retiró sin ningún informe, pero todos en el lugar sabían el motivo importante del Omega para que haya
abandonado tan organizada presentación.

No había nada más urgente e importante para taehyung que no sea su Joven esposo y Alfa Jeon Jungkook.

Muchos envidiaba al mocoso por ello.

Una vez taehyung haya llegado nervioso e inquieto por la preocupación de que su Jungkook esté posiblemente herido,
toco con insistencia la puerta de rectoría quien no tardó en ser abierta por el mismo director Beta. Una reverencia
respetuosa fue lo primero que recibió al llegar ya que como CEO de un imperio tenía cierto trato diferente a los demás,
aunque eso pocos lo sabían por que no le gustaba ser parte de una figura pública en los mercados de la publicidad.

Taehyung mantenía cierto circulo de personas que sabían quien jodido era y que posición ocupaba en Seúl. Así que tenía
suficiente influencia y poder para mandar a la mierda a cualquier persona que haya dañado a su Joven Alfa.

El potente aroma a manzana verde llegó a fumigar el cuarto una vez estuvo taehyung dentro de rectoría, la rápida
caminata que realizó segundos atrás provocó el aumento descuidado de sus feromonas y supo que eso sería un
problema más.

Y lo fue porque hasta su aparato auditivo llegó la fuerte inhalación que realizó Jeon. Y por la puta que Jungkook odiaba
que otros olieran sus feromonas de Omega.

Un molesto gruñido de advertencia proveniente de Jeon se escuchó en todo el espacio cuando el Beta a lado suyo se
dispuso a buscar ese manjar de olor, llevándose la sorpresa de encontrar a un hermoso Omega cabello negro en la
entrada de rectoría siendo guiado hasta ellos por el director Kim.
Y no podía creerlo.

No.

El Beta esperaba a un Omega encorvado con arrugas de sus tantos años marcados en su piel más las canas blancas en su
cabello desgastado, no a un perfecto Omega macho con rostro bellísimo, cuerpo esbelto, piel Canela tersa y suave, con
olor riquísimo y porte modesto y educado.

Era la perfecta definición del Omega perfecto.

—¡Maldita sea! ¡Deja de verlo!— rugió Jungkook, furia drenando por sus poros.

Su Omega estaba ahí presente como lo había mencionado minutos atrás el director, con sus deliciosas feromonas
rodeandolo tan exquisitamente que el imbecil que tenía a lado aún tenía el descaro de oler el aroma que le pertenece
cuándo en recreó se atrevió a insultar a su Omega por ser mayor.

No podía tolerarlo.

—Mantente quieto Jeon— ordenó el Beta Kim una vez observó a Jungkook golpear la silla donde se encontraba sentado
el otro individuo, logrando así que el otro Beta dejase de mirar embobado a taehyung.

Pero no pasó mucho tiempo para que de nuevo estuviera mirando a taehyung una vez este mismo se haya sentado a su
lado, escuchándose otro gruñido de Jungkook más esta vez fue el turno del Omega en reprenderlo con la mirada.

No había necesidad de palabras, Jungkook ya sabía cuando taehyung desaprovaba un mal comportamiento suyo. Así que
se calmó. O eso trato por que aún yacía furioso, molesto e irritado.

—De antemano le ofrezco una disculpa por la interrupción de algo importe que haya tenido, Señor Jeon— hablo el
director refiriéndose con el apellido de casado a taehyung, cuanto le gustaba a Jungkook que lo llamasen a si a su
Omega. —Pero como usted sabra es algo nuevo e inesperado el comportamiento de Jungkook el día de hoy, así que
quería tomar cartas en el asunto con usted presenté.

Con un asentamiento taehyung lo invitó a continuar. El también tomaría cartas en el asunto, dependiendo de lo
escuchado sería la reprimenda de Jeon una vez este haya hecho algo incorrecto. Y si tenía que castigarlo lo haría.

—Jungkook me explicó que el problema de su disputa fue cuando Jaebum mencionó algo respecto a su pareja y eso es
algo que él no iba a pasar por alto, ¿No es así Jeon?— con una señal el Beta Kim invito hablar al Alfa.

—Si, así es— confirmó manteniendo su frente fruncida, señal de su molestia.

—¿Y que fue lo que le dijiste, Jaebum. Para que Jeon iniciara con los golpes?— ahora fue el turno de darle la palabra al
Beta, quien avergonzado había bajado la cabeza demostrándo así lo apenado que esta en decirlo en presencia del
hermoso Omega.

Tras el breve silencio taehyung empezó a inquietarse, Jungkook le estaba transmitiendo muchas emociones de molestia
y furia que lo abrumaban.

Necesitaba calmar al Alfa de alguna manera.


Era la primera vez que taehyung esta en rectoría por un mal comportamiento de Jungkook, ya que era primera vez
también esa reacción violenta por parte de Jeon. Así que tenía que pensar bien en lo que diría y como reaccionaría.

—Le dije que era un Alfa patético por aceptar estar con un viejo Omega usado— el Beta apenado se cubrió la cara, no
queriendo ver la reacción del bonito Omega ante sus horribles palabras.

Aja. Espera.

—¿Que?— Ok, taehyung dijo que pensaría como tendría que reaccionar pero ante esa mentira no había que pensar. —
¿Viejo Omega Usado?.

Sorprendido por tal blasfemia hacia su ex-castidad, lo llevo a enfrentar al Beta. Pero Taehyung se consideraba lo
suficientemente maduro como para armar un escándalo ahí mismo por una estupidez, por lo que encogiéndose de
hombro de resto importancia.

Simplemente era un mocoso insolente que trata de darle un mal día a su Esposo.

Nada más.

Pero si que daría un dato que Burlaria el intento de pisotear a su Alfa.

—No soy ningún viejo. Y yo que sepa Jungkook es el Alfa que me desvirgo y me marcó, y el mismo que me preñara.
¿Tienes alguna otra duda de ello?— arqueando unas de sus pobladas cejas observó al Beta quien sonrojado no
levantaba la miraba para responderle. —Y me harías un grandísimo favor que dejaras de causarle problemas a mi
Esposo, por que créeme cuando te digo que a mi León no le gusta que maltraten a mi macho.

Un ronroneo provocó que taehyung llevara su vista hacia la persona que lo había realizado, por que amaba escucharlo.
Cuando Jungkook se encontraba feliz por alguna razón el siempre hacía ese sonido tierno. Y el hecho de decir en vos alta
que Jeon era su macho hacia muy contento al posecivo Alfa.

—Realizaremos esto de manera pacífica— tomo nuevamente la palabra el director. —A ambos se le impondrá un castigo
por que como institución no permitimos este tipo de comportamiento, por lo tanto tendrán que cumplir asignaciones
que sus docentes planteen. ¿Esta bien con eso Señor Jeon?.

—Si, estoy de acuerdo.

—Bien, ahora ambos pueden retirarse, menos tu Jaebum— una vez el Beta haya pronunciado esas palabras tanto Jeon
como taehyung salieron del lugar.

Uno molesto y el otro aún preocupado.

—¿Jungkook?— con la frente fruncida en total confusión, taehyung deseaba saber la razón por la cual el joven Alfa lo
llevaba agarrado de la mano hacia una dirección diferente a la de salida. Pero una vez miró el lugar descubrió las
intenciones de Jeon. —No estas pensando hacer lo que creó Jungkook, no aquí.

Aún así se dejó hacer, se dejó guiar por el Alfa sin ninguna objeción por que él también una vez adolecente anhelo
hacerlo. Una emoción de anhelo le llegó al cuerpo provocando que lubricara con anticipación, eufórico expulso sus
feromonas haciéndose notar cuán necesitado por Jungkook se encontraba.

Maldito Alfa inmoral, le estaba transmitiendo a través de su lazo la lujuria que sentía.
Jadeo cuando fue inclinado en el largo y ancho laba manos quedando con el culo expuesto, y tuvo que sostener con sus
manos fuertemente las esquinas del objeto cuando Jungkook le bajó el pantalón junto con su ropa interior.

—Si, Omega. Aquí será. Estas tan lubricado para mí taehyung— gruño Jeon bajando el cierre de su pantalón mientras
observaba lo sumiso y dispuesto que esta su mayor siempre para él, solo para él. —¡Joder!.

taehyung sintió un revuelto de emociones, Jungkook seguía aún molestó, pero también un arranque de posecividad y
celos yacía más latente. La necesidad de Jungkook por tomarlo era mero instinto, para demostrarle que el no era nada
de eso que sus compañeros de clases decían de su Omega, tan solo eran unos envidiosos por tener a un hombre
poderoso, adinerado, inteligente y sexy.

Para cuándo se dio cuenta ya estaba siendo tomado con tanta pocesividad, que en ese momento no pensó siquiera que
era un persona de alta categoría económica que esta siendo follado en un simple baño del lugar donde estudia su Alfa.
Se había entregado por completo al anhelo y lujuria disfrutando de todas las sensacionales que todo el resto podía
esperar.

Su Bonita marca fue renovada de nuevo cuando Jeon encajó sus colmillos en él, mientras lo llenaba de esa esencia
viscosa que resbalaba por sus muslos, quienes habían quedado como pies de marionetas.

Satisfecho, relajado y tranquilo Jungkook se acostó en su espalda exhausto aún dentro suyo. Podía sentir la respiración
de su Joven esposo brindándole un regocijo al verlo y sentirlo agusto. Le encantaba ver satisfecho en todo a Jungkook,
más no obstante también tenía el mando de corregirlo e imponer por alguna mala actitud.

—Jeon Jungkook— llamó taehyung apoyando su mejilla en lo fresco de la cerámica.

—¿Uhm?.

—Estás castigado.

⚘kookoftae.

Capítulo 3.

Muchas de las industrias poderosas e influyentes que contribuyen a aumentar la economía de todo el país, eran
dirigidos en su mayoría por omegas. Grandes marcas reconocidas, tales como: Samsung, Hyundai, Fila, LG Group. Entre
otras actividades económicas como la agricultura, minería, entretenimiento, gastronomía, turismos y moda, son puestos
ocupados por omegas maduros y alguno que otro joven.

El buen uso de persuasión que desarrollan al ser omegas les a brindado una gran ventaja en las finanzas de cada
imperio, gracias a los tratados de libre comercio sus importaciones y exportaciones en los distritos de Asía y entre otros
continentes han causados muy buenos resultados.

Y el gobierno surcoreano emitían orgullosos que ese año la economía había subido en gran escala por todo el territorio
nacional, todo lo contrario a los años anteriores. Donde los puestos eran ocupados por Alfas corruptos que habían
renacido como una mala hierba, arrasando con pequeñas empresas y destruyendo a su paso la economía del país con el
lavado de dinero.

Esos tiempos habían sido desastrosos.

El Omega en ese entonces no tenía ni vos ni voto en lo absoluto, solamente eran los encargados de traer las crías al
mundo y ocuparse de su educación como el mantenimiento de su hogar y la satisfacción de su Alfa. Mientras el cabeza
de la casa trabaja para brindarles un techo, ropa y alimentos, el Omega regresaba el favor criando, educando y
obedeciendo sumisamente.

Y eso se acabó, cuando misteriosamente la jerarquía Alfa se estaba extinguiendo por alguna razón aún no descubierta.
Fue en un abrir y cerrar de ojos que los Alfas poco a poco se estaban consumiendo, como si alguien los hubiera castigado
y los estuviera fumigando con veneno para deshacerse de esa mala hierba que no hacía desarrollar el potencial de
aquellos seres que estaban por debajo de ellos.

En un momento el gobierno puso su barba en remojo pensando en alguna solución para que su país no se viera afectado
por tal hallazgo, se tomo la obligación de anunciar como decreto que los Omegas pasarían a ocupar actividades
relacionadas a las anteriores para que el país no se viera afectado en la pobreza.

Y fue ahí, que cada Omega levanto su cabeza en alto, tomando esa responsabilidad como la oportunidad de sus vidas.
Aprovechando ese conocimiento adquirido en sus estudios universitarios que se habían visto detenido por la crianza de
sus crías.

Uno que otro Omega había tomado el puesto de su difunto Alfa y otros habían comenzado desde cero, con resultados
sorprendentes. Por que dos años posteriores ya eran un gran imperio que realizaban negociaciones con personal
extranjero.

Los omegas no sólo salvaron la economía de su nación sino también se dieron a conocer como son; unos verdaderos
luchadores.

Cuando el siguiente decreto por parte del gobierno salió a luz, con la estricta orden de aceptar el acuerdo de tomar
como esposo a un Alfa, también los omegas lo aceptaron. Se responsabilizaron de proteger a los pocos Alfas extintos en
el país, para asegurar su descendencia.

La priradime en la actualidad se había eliminado, ya no existía esa baga creencia machista de esclavizar a los omegas, no.
Eso había llegado a su fin, como un punto final en la lectura de algún libro, los omegas ahora eran libres de tomar sus
decisiones, libres de escoger, libres de todo.

Tenían vos y voto.

Por que los reyes de la pirámide eran los Omegas.

En una oficina ejecutiva, se llevaba a cabo una conferencia que informa las ventajas y las desventajas de las nuevas
puertas que han logrado en el camino al éxito. Entre ellas, muchas ideas que el departamento de logística se encargaba
de realizar para luego exponerselas al dueño del imperio.

Y como Hyundai, una industria mercante de exportación de vehículos no era la excepción. El departamento de logística a
vociferado nuevas ideas, métodos y proyectos a corto plazo que traería buenos ingresos al imperio, no obstante, no han
logrado dar en el punto para taehyung, que por tercera vez pasó uno de sus dedos en su mandíbula, meditando acerca
de la nueva propuesta que uno de sus empleados explicaba. Su rostro sin expresión le informaba al emisor que
posiblemente su jefe Omega tal vez lo tomaría en cuenta.
—El grado de responsabilidad que tendrá Hyundai como exportador se pactará en el Imcoter con el interesado.
Tenemos a la línea naviera encargado de ello, en cualquier caso solo nos haremos cargos de cierto porcentaje de la
mercancía que sufra de un caso fortuito, además del seguro que le ofrecemos a las mercancías— el Omega encargado
del departamento de logística realizo una respetuosa reverencia hacia taehyung, dando finalizada su aporte.

Llevaban aproximadamente dos horas en dicha reunión, el cansancio de aquellos que tuvieron una semana en la
preparación de dicha conferencia ya se reflejaba en sus rostros, pero aún así ansiaban la respuesta de taehyung. Para de
una vez sentirse aliviado y satisfecho de haber hecho un buen trabajó.

La mesa era larga donde diez personas cabían cómodamente, ocho omegas, un Beta y un Alfa presentes considerando
en la conferencia, dando su mejor opinión para persuadir a taehyung.

—¿Eso es todo?— pregunto taehyung, una vez haya realizado un resumen mental de los expuesto. Espero paciente
mientras giraba en la silla que yacía sentado, pasando sus finos dedos en la mesa de cristal, esa que fue importada desde
China.

La silla giratoria a su lado emitió un sonido en la cerámica al ser movida por la persona al levantarse, por lo que todos
llevaron su vista hacia el sujeto que se coloco de pie mientras acomodaba su fino traje con toda la elegancia que
caracteriza a los Alfas, aunque ya tuviera sus cuarenta y tanto de años encima.

—Yo tengo algo que decir al respecto— Park Seojoon, fue esa persona. La mano derecha del Omega macho taehyung y
el encargado de joderle las pelotas a Jeon.

El único alfa en la sala empezó a caminar rodeando la mesa a espadas de los sentados, mientras mantenía ambas de sus
manos en su espada con su porte dominante. Logrando tensar al resto de omegas en la sala, por que a pesar de todo
siguen guiándose por su instinto.

—Al ver que en los últimos cinco años industrias Hyundai a logrado con esfuerzo montar un imperio extraordinario, que
nos llevó a una economía sorprendente... propongo que ampliemos nuestros recursos dejando que inversionista
cumplan su papel en la industria y nos beneficiemos ambos— Seojoon se detuvo al frente de los receptores, mostrando
en la pantalla grande un mapa gráfico del continente americano. —¿Que tal América? Han logrado dar la talla, son
importadores de muchos de nuestros recursos y están dispuestos a negociar si así lo desean. Por lo que opinó es una
nueva oportunidad para dar un gran salto.

Las personas involucradas en la conferencia se miraron entre sí, murmurando sus opiniones al asunto. Pero para el
dueño de la agencia que da la última palabra, no parecía del todo convencido. Y esa frente fruncida del Omega le
confirmo lo arisco que se encontraba al respecto.

—Seojoon, ya habíamos hablado de esto. No quiero a ningún inversionista en mi agencia, Hyundai es independiente y no
deseo que ocurra lo mismo que le paso a mi padre— comento taehyung, molesto con la insistencia de tal cosa.

No era no, pero vaya que Park era todo un testarudo.

—Eso fue hace años, taehyung.

—¿Y quien me garantiza que no pasara?— con una ceja arqueada reto al Alfa, quien empezaba a expulsar feromonas en
su estado irritado. No gustadole que un Omega le lleve la contraria.

—Dime una verdadera escusa taehyung, no esa mierda. Llevo meses diciéndote lo mismo, esta es una buena
oportunidad para poner cedes de Hyundai en algunos países de América o Europa. Pero no quieres— Park se empezaba
a molestar, ya tenía una idea del porque taehyung no quería tomar en cuenta su propuesta, pero aún así anhelaba
escucharla del propio Omega.

Taehyung había negado con la cabeza, no gustandole para nada el tono de voz utilizado por Seojoon, había una espina
que no le dejaba el estar todo bien al Alfa por lo tanto el no empezaría una riña con Park por algo tan insignificante.

Todo lo contrario al Alfa, que con una cólera del carajo sacó eso que le jodia las pelotas.

—Es por Jeon, ¿No?. Es por ese inútil Alfa inexperto que ya no aceptas mis propuestas taehyung— los demás se
mantuvieron inmóvil observando con atención el intercambio de miradas entre el Omega y el Alfa. Y por nada del
mundo ellos querían salir involucrados.

Taehyung con el rostro neutro solo analizaba a Seojoon, ese amigo de la infancia que cambió su actitud por una más
mierda cuando Jungkook llego a su vida. Y no sabe como describirlo, si como celos o envidia. Pero ya le estaba cansando
esa maldita actitud de mierda que se carga con su esposo.

—Jungkook tomará el mando de industrias Hyundai por un tiempo, así que no quiero que se sienta presionado con más
carga innecesaria— comentó tomando su tableta digital con la intención de dar por finalizada la conferencia y así irse de
ese espacio impregnado con distintos aromas. —Todas las propuestas estuvieron bien, las acepto. A partir del próximo
mes se llevarán a cabo, y la tuya Seojoon será tomaba a largo plazo.

La carcajada sarcástica que resonó en la sala logró desconcertar a todos en la oficina, provocando que el León de
taehyung se crispada a la defensiva, su instinto le decía que nada bueno se avecinaba. De eso estaba seguro.

—¡Ni una mierda taehyung!— siseo entre dientes Park, asustando al resto de omegas que habían bajado la mirada
sumisos por las feromonas de enojo que expulsaba el único Alfa en la oficina.

No obstante, taehyung no lo hizo, esa era la gran diferencia de él con otros omegas, él por ser un macho Omega León ya
venía en su genética ser dominante, agresivo, territorial y buen contrincante en pelea, que no le importaba siquiera si se
enfrentaba a un Alfa por que él también poseía fuerza y era lo suficientemente orgulloso como para dejarse pisotear por
otra persona.

Solo no toques a la persona más importante para el Omega macho y todo esta bien, ¿Tan difícil era de entender que no
le gusta que le toquen a su macho Alfa?.

—Tan bajo has caído por un maldito Alfa pobre que adoptaste de ese asqueroso barrio basura de Busan, como para que
ahora le des todo lo que has logrado solo para irte a críar los cachorros que tendrás con ese imbecil como si fueses un
inútil Omega que cría y satisface a su Alfa.

Tras los segundos de decir tal barbaridad, se escuchó un fuerte gruñido junto a un golpe sordo en la mesa de cristal,
logrando que todos en la sala presenciarán a taehyung más que molestó, estaba enojado de pie con las manos hechos
puños en el cristal un poco roto por la fuerte golpisa.

No tenía que perder la cordura, se autoconvencia taehyung. Por que sabía que solo trataba de provocarle para que
actuara con su instinto, que por cierto querían destrozarlo, por la manera en la que se atrevió a insultar a su macho
junto a sus futuras crías no nacidas.

Las crías de un León Omega macho eran sagrados, por lo que era como si le hubiesen tocado la pupila del ojo, tan
delicado con tan solo la mención de ellos.

—Callate, Park- lo retó, retó a un Alfa puro— Nadie te está exigiendo que te quedes cuando mi Alfa tome el mando de
mi industria. Y por la puta, Seojoon, que tu vuelvas a mencionar a mis cachorros, por que no permitiré que hables de
manera despectiva de ellos. Así que mantente controlado por que estás a poco de acabar con mi paciencia.

—¿Me estas amenazando?.

—Tomalo como quieras— y sin decir nada más, taehyung se retiró de la oficina molesto y con un dolor de cabeza por la
fuerza que empleo para no dejar que su León matara a ese Alfa por insultar a su familia.

[...]

taehyung estaba molesto, aunque molesto era poco, esta que le hierve la sangre con las arrasadoras ganas de destruir
las cosas que le rodean. Como León macho, está en su genética ser orgulloso, así que cuando le tocan las pelotas no
puede evitar sentir esa amarga sensación en su sistema, esa furia de no haberle partido la cara a Seojoon por atreverse a
hablar de esa manera de su esposo y su crías.

Si hubiese sido otra persona estaba completamente seguro que le hubiera partido la cara a puñetazos. Pero el hecho
que fuera Seojoon su mano derecha en la industria, evitó formar un escándalo por algo que pudo evitar y ignorar, así
que eso haría, nada más Seojoon es lo suficientemente inmaduro para comportarse como un crío haciendo berrinche
por todo.

El Omega tomo unas cuantas inhalaciones para calmar ese torventillo de emociones que lo embargan, para
posteriormente comenzar con su rutina de revisar, firmar y ordenar documentos. Nada fuera de lo normal, como si
fuese un día común y corriente por que enrealidad así era.

Sin embargo, el molesto sonido de ese aparato tecnológico que tiene el objetivo de grabar las llamadas que caen en
buzón, le estropeaba su trabajó, por lo tanto paso a escuchar uno por uno de los mensaje. Uno que otro de sus clientes,
dos de su madre, otro de su hermano, etc.

Pero hubo uno que despertó su más grande instinto, ese que solo salía a relucir por su esposo; el instinto de protección.
Esa necesidad alarmante de proteger lo suyo, por defender de cualquier daño a ese ser que ama.

Taehyung frunció la frente angustiado, la manera en la que grito el director Beta de la universidad de Jungkook lo llevó a
preocuparlo más de lo que ya estaba, por lo tanto volvió a presionar ese botón que retrocedía el audio para volver a
escuchar y así autoconvencerce que lo emitido era una completa equivocación.

—Señor Jeon, me temo que le tengo una noticia muy delicada, por lo que le suplico que conteste su teléfono cuanto
antes, se trata sobre su esposo Jungkook. El...— el audio se distorsiono por un corto tiempo donde se podía escuchar el
forcejeo de alguien junto a gruñidos. —¡Por el amor a la luna, detengan al joven Jeon! ¡Que no salga!— otro corta
interrupción le puso los bellos de punta, no gustadole para nada. —¡Sea hido!...¡Por un carajo, Jungkook está en Celo no
puede andar en la calle en esas circunstancias!.

Fin.

El audio había finalizado, dejando a taehyung completamente angustiado y con un sentimiento de encontrar cuanto
antes a Jungkook. No puede ser posible que Jeon haya sufrido un Celo adelantado y que recorra las calles en ese estado
como si nada, las autoridades podía sancionar a taehyung por esa irresponsabilidad aparte que le terminarían quitando
a Jungkook.

Emitió un fuerte rugido con tan solo la idea, nadie podía quitarle a su Joven Alfa.

Observó la hora en la que fue Guardado el mensaje de voz, sorprendiendose, estupida fue la hora en la que estuvo
perdiendo el tiempo con Seojoon mientras su hermoso Alfa yacia ya en las calles de Seúl.

Ese no era su estúpido día.

—Sooyeon, ¿Dónde mierda están los guardaespaldas de mi esposo?— hablo por medio de ese comunicador plasmado
en su escritorio, logrando asustar a la secretaria.

—Señor, el Sr. Min reporto esta mañana que se encontraba mal de salud y el Sr. Jung se encuentra de vacaciones.

—¡Por un carajo, Sooyeon!, manda a mis guardaespaldas a buscar a mi esposo ahora mismo— preciono dos dedos en el
puente de su nariz, calmando su desesperación de querer salir corriendo a buscar a Jungkook.

Eso no podía estar pasándole a él, esa misma mañana ambos se habían despedido rumbo a sus respectivas actividades y
por ninguna momento noto algo diferente en Jungkook. Por lo general, el Celo de Jungkook eran completamente
monstruosos, con esas arrasadoras ganas de montar a taehyung y anudarlo las veces que el Alfa quiera, por que es en
esa época cuando el instinto de reproducción llegaba en oleadas fuertes. Así que taehyung tenía que prepararse los tres
días consecutivos que dura el Celo de un Alfa puro.

Y Jungkook era una bestia en esa circunstancia, por lo tanto, no habrá forma de que taehyung detenga un año más las
ganas de Jungkook por preñarlo.

Sin pensarlo más tiempo, tomo su saco de vestir del perchero para posteriormente colocarselo y salir de la oficina para ir
personalmente en búsqueda de su Alfa. Pero lo que no contaba era que su instinto terrible de sumisión se activaría al
observar a unos pocos metros como Jeon Jungkook, su esposo Joven venía caminando tan sensualmente, con su
respiración agitada, cabello desordenado, junto a su vestimenta desarreglada. Como si hubiese corrido largos kilómetros
para llegar ahí, aunque en realidad así lo hizo.

La respiración de taehyung se desestabilizó por la manera ardiente en la que Jeon lo miraba, con esa tonalidad oscura de
lujuria bailando en sus pupilas. El aroma a café le llegó de improvisto a su fresco rostro, logrando ponerle cachondo en
segundos. Las feromonas que expulsaba Jungkook a Celo eran tan potentes que le hacia producir lubricante con
anticipación por el anhelo de satisfacerlo.

Jungkook era sinónimo de peligro.

Observó al Alfa fruncir su rostro en completo asco y es que hasta ese momento taehyung notó que el resto del personal
Omega estaba presenciando el Celo de su esposo, y eso le enfureció por que lo estaban llamando con sus olores.

Puede que sea un Omega pocesivo y territorial pero un mal educado que armaria un espectáculo solo por sentirse
celoso, no. Taehyung es lo suficientemente maduro como para hacer algo como eso, y esta seguro de si mismo que
Jungkook no lo traicionaría de esa manera tan baja.

Y fue así, por que Jungkook como todo un depredador se acercó a su persona, agitado y sudoroso, caliente y cachondo.

Y para la sorpresa de los demás, Jungkook calló de rodillas enfrente de taehyung rodeando con sus brazos su cintura y
enterrando su rostro en su estómago mientras ronronea gustoso, llenándose del aroma de taehyung, de su bello
Omega.

Para taehyung no era sorprendente el hecho de que Jungkook se comportara dócil con él en el Celo, por que lo era.
Cuando se apareo con el Alfa en el primer celo que compartieron, a Jungkook se le activó un comportamiento extraño,
ya que buscaba como cortejarlo antes de aparearse ya sea siendo mimoso, alimentándole, cuidole y por si fuera poco
obedeciendole. Todo por el hecho de ser considerado un digno macho León que merece el privilegio de aparearse con
tan hermoso Omega.

Si, cosas de Alfa que taehyung aún no entendía. Solo un vez se mostró sumamente desconcertado y sorprendido, eso
pasó para el segundo Celo del Alfa. Jungkook había formado un bonito nido en su cama para ambos, si un nido, eso que
solos los omegas podían realizar. Pero días posteriores investigo al respecto y descubrió que por instinto los Alfas leones
formaban un lugar seguro para el Omega que preñarian. Y para taehyung ese acto fue tierno e íntimo que se siento
afortunado de pasar esos momentos con él.

Y esta era otras de esas situaciones, Jungkook se estaba mostrando tal cual como es en el Celo; dócil, sumiso, obediente
y una bestia bruta cuando follan.

Las piernas de taehyung se debilitaron, las feromonas de Jungkook se estaban volviendo más potentes llamandolo y
llevandolo a la loca lujuria. Tomo entre sus finos dedos el cabello oscuro de Jungkook, observando la manera en la que
ronroneaba como un lindo bebé León.

Tan bello.

Entonces taehyung levantó su mirada para posarla en las entrometidas que no despegaban la vista de ambos, y fue ahí
que volvió a sentir las ganas de arrasar con aquellas que miraban con ojos anhelante a su esposo. Más que celoso se
sentía territorial. Así que sin medir sus acciones aumento sus feromonas logrando sacar un satisfactorio gemido a
Jungkook, quien se aferró con fuerza a su cintura.

—Omega, tu Alfa te necesita— con la vista cristalina Jeon levanto su mirada para conectarla con la de taehyung, el
nombrado asintió regalándole una caricia en su sonrojada mejilla.

—Vamos, levántate— lo ayudo a ponerse de pie para posteriormente dirigirlo hacia su oficina, donde una vez dentro
con la puerta asegurada, Jungkook empezó a desvestirse despojándose de su camisa Blanca de vestir junto a sus
pantalones negros.

El mismo deseo de aparearse le producía una enorme sofocación calurosa que no la soportaba. Aparte que sentir en sus
fosas nasales el aroma de taehyung junto al lubricante que estaba produciendo, le estaba dando más ganas horrorosas
de reproducirse.

El querer preñar a taehyung en su época de Celo era lo que más anhelaba y eso es lo que haría.

–Omega— lo llamó, Jungkook se acomodó entre medio de los muslos de taehyung quien yacía sentado gracias al Alfa en
su escritorio. Y empezó con el ritual de cortejo antes de aparearse-cosas de Alfa, según taehyung- que consistía en que
Jungkook le acariciaba con ternura sus mejillas con la nariz mientras ronroneaba, pareciendo un cachorro pidiendo
mimos a su madre.

A taehyung le causa en cierta manera gracia, pero por otra parte su Omega León se dejaba hacer todo por ese Alfa bebé
que si a él le gustaba pues taehyung no tenía ni vos ni voto con eso.

—Jungkook— llamó al Alfa, quien obediente le miró expectante. —Eres un tramposo, adelantaste tu Celo.

Jeon negó, con la vista cristalina, no por lágrimas sino por la euforia de querer aparearse con taehyung.

—Lo prometiste Omega.

—Si, prometi que me preñarias en tu próximo Celo que se supone que era dentro de tres meses, fecha de tu graduación,
Jungkook— tomo entre sus manos el rostro angustiado del Alfa que se negaba a aceptar un No por el Omega.
—Cumple tu promesa Omega— le beso los labios el muy manipulador. Pero aún así taehyung no estaba del todo
convencido por que destorcionarian la fecha estipulada.

El Omega se giro para presionar el botón del comunicador para ordenar a su secretaria que desalojaran de inmediato
ese piso sin dar explicaciones y tampoco permitir cuestionamientos.

—Kook, te ayudaré con tu Celo ¿De acuerdo?— el Alfa asintio contento, pero al observar que taehyung cogia una caga
de pastillas anticonceptivas le molesto mucho, hasta el punto de gruñirle.

—¿Que haces taehyung?— el nombrado se estremeció por el tono grave de Jungkook, que ya casi llegaba a la voz de
mando. —Lo prometiste Omega, déjame anudarte. No quiero anticonceptivos de por medio, no. Dame crías taehyung.

¿Y quién era él para negarle tal petición?

—¿Por que terminas consiguiendo lo que quieres Jeon? Eres un manipulador— refunfuño, cruzado de brazos
haciéndose ver inquebrantable. Todo lo contrario a su cuerpo que ya está más que listo para recibir al macho en Celo.

—¿Ese es un si?— el Omega asintió, por lo que Jungkook lo abrazó emocionado. —Quiero tres cachorros, dos varones
gemelos y una niña.

—Eso dependerá de ti.

—Lo se— taehyung se estremeció logrando que su cuerpo lubricara con anhelo. —Omega, mi hermoso Omega.

Jungkook gruño antes de besar a taehyung con tanto deseo y lujuria, amaba ver a su mayor tan sumiso y dispuesto para
él. Entonces taehyung jadeo cuando Jungkook lo dejó boca abajo en su escritorio para bajarle sus prendas inferiores. Y
se avergonzó en el momento que sintió la respiración de Jeon en sus nalgas. Tan descarado y sensual.

—Hyung, tenemos tres días para asegurar a mis crías. Así que, ¿Por qué no empezamos?.

Ok, Jungkook lo tenía tan mal.

⚘kookoftae.

Capitulo 4.

Después de una semana de actividad sexual reproductiva, cabe destacar, por que Jungkook no lo dejaba salir de la
habitación que compartían, hasta cumplir con su objetivo que era: dejarlo preñado, para taehyung no era atractivo estar
de nueva cuenta sentado en la silla de rectoría con el director Beta, explicando la rotunda mala actitud de su esposo está
última semana.

En primer lugar y no menos importante, le dolía el culo, segundo; no estaba de humor por la sencilla razón de que el
director decidió llamarlo ese día cuando descansaba en la comodidad de su hogar mientras pasaba la agonía de estar
lejos de su Alfa.
Quería mimos y ser consentido por su pareja, pero cabe la casualidad que Jungkook no podía perder otra semana más
aparte del período que fue su celo, ya que faltaba poco para la graduación.

Y su León no dejaba de exigirle que buscara a su esposo para que estuviera a su lado, no quería por ninguna
circunstancia estar lejos de él.

Luego del celo de Jungkook, su Omega León anhela la compañía del Alfa joven. Y al no lograr su Capricho, taehyung
pasaba con una actitud de mierda. Por esa razón dejo esa semana de asistir a su agencia, ya que en menos de tres días
había despedido a cuatro omegas revoltosas que coqueteaban con Jungkook cada vez que tenían la oportunidad.

Taehyung no se considera celoso y menos posesivo, pero a raíz del Celo de Jungkook ese hecho a cambiado.

No sabía de dónde surgía esas ganas de arrasar con cualquier Omega que mirase con segundas intenciones a Jungkook.

Y ya a habido problemas por eso.

Jungkook lo reprendió por esa su mala actitud, y odiaba cuándo él hacía eso, pues le parecía que él defendía y aceptaba
el descarado coqueteo de los demás.

Taehyung no lo toleraba.

Namjoon el Beta aún seguía balbuceando cosas sin sentido a las cuales no le ponía ni la mínima atención, no hasta que
escucho esa interrogante.

—¿Disculpa?— parpadeo aturdido. No había pensado en esa posibilidad.

—¿Estas preñado?— Namjoon acomodó con elegancia sus lentes. Para ser un hombre bastante mayor tenía su encanto.

Taehyung ladeo su cabeza mientras fruncia la frente, ¿lo estaba?.

—¿Por que deduce eso?— por que hasta taehyung no lo había tomado en cuenta. Bueno, no aún.

La prueba de embarazo había dado negativo.

Namjoon parecía meditar en lo siguiente que diría, debido a su experiencia a visto muchos casos como autoridad en el
centro escolar y la actitud de Jungkook no le sorprendía ya que la había visto con anterioridad. Y no dudaba que diera en
el blanco.

—Los Alfas tienen en su genética, la habilidad de saber cuando su esperma fecunda el óvulo del Omega a quien
preñaran. Y créeme, el comportamiento de Jungkook estaba a otro nivel— nego con la cabeza. —Yo presencié el
enfrentamiento de tu esposo con el profesor InGuk, ese es un Alfa veterano con experiencia y fuerza, y aún así no fue un
rival para Jungkook. Si no hubiera intervenido, Jeon hubiera doblegado a ese Alfa.

Taehyung observó como el cuerpo del Beta se había estremecido tal vez por el miedo de haber presenciado ese
acontecimiento atroz.

—Todos le temen taehyung, nadie puede susurrar tu nombre por que tendrán asegurado una golpisa por Jungkook. Así
que deduzco que su comportamiento se deriva de tu estado. Y ese lado protector del joven Jeon asusta, por eso sugiero
que Jungkook termine su carrera en línea, los maestros estuvieron deacuerdo— Namjoon le dio una mirada a taehyung
de esas que en silencio suplicaba ayuda.

Y taehyung comprendió que tenía que hacer algo con esa actitud perra de Jungkook. Hasta el mismo sentía su lazo tenso
y irritado, su Joven Alfa estaba molesto y mediante su conexión le llamaba para que saliera de una vez de esa oficina.

O él entraría a sacarlo de ahí.

Tan posesivo.

—Bien, estoy deacuerdo. Mandeme todo a mi correo electrónico, yo personalmente me encargaré de que Jungkook
cumpla con su responsabilidad— con un asentimiento por parte del Beta, taehyung se puso de pie dispuesto a irse.

Namjoon realizó una respetuosa reverencia agradecido por la comprensión del hermoso Omega.

A veces comprendía a Jungkook, él si fuese un Alfa también se aseguraría de partirle la madre a aquel que ofendiece o
siquiera insinuace una indecente proposición a su pareja.

Taehyung es hermoso, un bello Omega deseado por muchos. Por eso sabía la razón del por qué Jungkook era posesivo y
celoso.

Jeon Amaba al Omega y no permitía que nadie se lo quitara.

—Agradezco su tiempo Sr.Jeon.

Con un asentimiento taehyung se retiró. Una vez estuvo en la puerta, miro a la dirección donde Jungkook estaba
centado con la cabeza baja. Pero una vez sintió el aroma de taehyung, este se levanto para ir a su encuentro.

Taehyung fue tomado de sorpresa cuando Jungkook se arrodilló enfrente suyo para esconder su rostro en su estómago.

—Hyung— ese fue Jungkook manipulandolo. Por supuesto que si, taehyung era consiente que su Joven esposo solo lo
llamaba así para salirse con la suya. —Hyung, no creas todo lo que el Beta te dijo. No quiero volver a dormir sin ti, te
niego a tomar esa despiadada decisión.

Taehyung se río, la última vez que castigo a Jungkook por un mal comportamiento que tuvo, este mismo tuvo que
dormir esa misma noche en el sofá para que aprendiera a comportarse.

Es consciente que a su Alfa aún le falta madurar, su juventud está fresca como el recién roció que baña por las mañanas
las flores. Por eso no es tan cruel al disciplinarlo, o eso pensaba taehyung por que hasta el sufria al castigarlo.

—¿Que haré contigo, mi joven Jungkook?— murmuró mientras acariciaba con delicadeza el cabello azabache de su
esposo.

Una inesperada emoción de deseo y anhelo le llegó como relámpago al cuerpo atravez de su conexión, Jungkook amaba
escuchar cuando lo reclamaba, le gustaba que palabras como esas salieran de su boca. Y por poco olvida que con
cualquier palabra o movimiento indecente Jungkook reaccionaba, era como si tuviera algo activado para ponerse
cachondo en segundos.

La lujuria de su esposo era sorprendente.

Taehyung gimio cuando Jungkook le apretó las caderas y dejaba salir sus fuertes feromonas para marcarlo.
Una sutil porción de lubricante manchó la ropa interior de taehyung, y este mismo maldijo en voz baja. Por la mierda
que no quería que Jungkook se descontrolara en esos momentos y menos en ese lugar público.

Por si los estudiantes que transitaban en el recinto le lanzaban unas sutiles miradas sorprendidos de que el Alfa León
llamado Jungkook estuviera doblegado ante un Omega.

Y no cualquier Omega.

—Jungkook, no— taehyung apartó ruborizado las grandes y fuertes manos del Alfa de sus nalgas. No era de extrañarse
que Jeon buscaba la originalidad de su lubricante.

Jungkook había levantado la mirada de su estomago para conectarla con la de taehyung y este mismo jadeo por el
dominante deseo que miro en ellos.

Su esposo siempre se caracterizó por ser un joven dominante y controlador, eso hasta que conoció a taehyung y lo
anhelo para solo él. El Omega sabia que Jungkook tenía un comportamiento muy diferente cuando estaba con él y
cuando estaba rodeado con otras personas.

Nunca fue irrespetuoso o indisciplinado. La gran mayoría del tiempo estaba controlado, mostrando su dominio
inquebrantable. Solo bastaba un pequeño detonante para hacerlo salir de su zona de confort.

Taehyung comprobó tantas veces eso.

Desatar a la bestia, traía consecuencias y taehyung amaba recibirla.

—Hyung— Jungkook lo llamó. ¿Ya había menciono que a Jeon goza de manipularlo?.

Taehyung iba a ceder, claro ¿Como negarse a tan majestuoso encanto de hombre?. No, Jeon Jungkook era su maldita
debilidad, su talón de aquiles. Nunca le dicia que no, así que permitíria que lo jodiera contra el labamanos de los baños
en ese recinto.

Y lo hubiera hecho sino hubiera intervenido un joven chico Omega que exclamó el nombre de Jungkook mientras corría
hacia ellos.

Jungkook le puso atención al macho Omega mientras se ponía de pie aún con sus feromonas de excitación rodeandolo.

Una completa tentación para los omegas sin marcar, una vez el intruso haya llegado a su lado ruborizado hasta el cuello,
aclaró su garganta para calmar el nerviosismo de su cuerpo, ya que ¿Quien no se descontrolaria al tener un apuesto Alfa
enfrente?.

Taehyung frunció la frente.

—¿Woosung?— Jungkook arqueo un de sus pobladas cejas interrogando la presencia del macho Omega ahí.

Woosung había comprendido la indirecta, por lo tanto paso a explicar el motivo. Para entonces Jungkook recordó que
tenía un trabajo en pareja con su compañero de aula.

—¿Entonces donde podemos reunirnos?— sonrojado Woosung desvió la mirada de Jungkook. Mostrandoce sumiso.
A taehyung no le gustó.
—Uhm...— Jungkook la pensó dos veces, lo más probable es que lo hayan expulsado de la universidad, y no quería traer
más blasfemia a su currículum. Que lo vieran con otro Omega teniendo esposo no era digno ni honorable de ver, y
tampoco creía que a taehyung le pareciese buena idea. —Sería mejor si yo te mando mi parte por correo.

Woosung pasó por alto su contestación al estar observando la herida en su ceja derecha, por lo que curioso levanto su
mano para tocarlo.

—Tu estas lastimado— comentó, acariciando la zona lastimada.

Tan atrevido.

Un fuerte gruñido se escuchó detrás de Jungkook, y todo fue tan rápido que sino hubiese sido por las habilidades
desarrolladas de Jeon, taehyung se hubiera tirado encima del descarado macho Omega.

Jungkook lo tenía fuertemente agarrado de la cintura mientras gruñia para soltarse y atacar a Woosung, el mencionado
había retrocedido asustado ya que habia pasado por alto que Jungkook estaba acompañado, tan tonto al observarlo que
había olvidado que Jeon tenía pareja.

Un macho León, celoso y territorial.

—¡Detente taehyung!— Jungkook lo reprendió por que no dejaba de gruñir y patalear para que lo soltara.

Jungkook nunca le había gritado y menos por defender a otro macho Omega que intenta seducirlo sutilmente. Y eso
encabrono a taehyung, una arrasadora ganas de abofetear a Jungkook y al otro macho Omega le llegaron al cuerpo.

Sus emociones estaban alteradas, quería destrozar algo, se sintió triste e impotente. ¿Si Jungkook se molestaba por que
tuviera contacto con otros Alfas, por que el no podía estarlo cuando otros intentan seducirlo?.

Era injusto.

¿Por qué los defendía Jungkook? ¿No sabe a caso que entre omegas tenían el derecho de pelear para defender lo suyo?.

Fueron tres veces con esta, el orgullo de taehyung estaba lastimado. Así que con una ira que le surgió, tiró de los brazos
de Jungkook, safándose en el primer tiron.

Jungkook no era rival para taehyung. Un macho Omega León era respetado por que podía doblegar a cualquier jerarquía
cuando se encontraba molesto, y taehyung lo estaba.

Su esposo sorprendido miro a taehyung y solo se encogió de hombros cuando el Omega le dio una mirada dura.

—¿taehyung?...—Jungkook intentó tomarlo del brazo una vez empezó a caminar.

—No me dirijas la puta palabra Jeon— y sin volver a ver siguió caminando, dejando a Jungkook parado donde estaba.

Cuando él sólo no había querido que taehyung se lastimara por el bien del bebé que lleva en el vientre.

Un dato que no sabia taehyung.

⚘kookoftae.
Capítulo 5.

Taehyung quería que la tierra se lo tragara o él tragarse tierra para si poder detener las horrendas nauseas que le han
surgido de la noche a la mañana sin ninguna justificación.

Lo que se asentaba en su estómago, lo terminaba de echar a la hora en el escusado. Ya estaba cansado y eso que solo
llevaba una semana con ello.

También sentía antojos muy peculiares, que rara vez lo llevaban a vomitar. Le gusta la cara estupefacta de su secretaria
cuando le llama para que le pidiese tal alimento que terminaba en un revuelto como un guacamol.

Ella le comentaba que era todo un bárbaro al hacer eso, pero no lo podía evitar, le encantaba. Había algo que se lo pedía
y el quería complacer a ese algo.

—Sooyeon, cállate— dijo taehyung a su secretaria que le arrullaba como un bebé mientras le acariciaba la espalda.

De rodillas frente al inodoro devolvió la merienda de hace media hora.

Estando en su oficina al menos tenía a la parlanchín de Sooyeon que le sirve de consuelo y de compañía en tan
lamentable situación.

Aún seguía molesto con Jungkook, ya hace una semana de eso y todavía no lo perdonaba. Su orgullo como León era algo
que se tenía que reparar de a poco no de inmediato, como pareja de Jungkook se había enfrentado a muchos
comentarios mordaces por la diferencia de edad entre los dos.

Pero ¿Él tuvo opción?.

No, por supuesto que no.

Solo un decreto firmado que le cedía a un Joven Alfa como esposo, no renegó ni mucho menos lo rechazo por que al fin
de cuenta termino enganchado por Jungkook.

Los comentarios surgieron de ello, y las dudas también. Jungkook es Joven, apuesto y con un futuro espléndido, por esa
razón muchos omegas jóvenes de su edad coquetean con él. Mientras que Jungkook esta sujeto a un acuerdo firmado,
que le negaba la posibilidad de gozar de su libertad y experimentar el placer de la Juventud.

No quería mencionarlo pero Jungkook merecía conocer personas jóvenes, no tenía por qué el interferir o enojarse como
el día que actúo tan inmaduramente.

Se avergüenza de su comportamiento, lo hace. Pero tambié esta molesto, por que, no lo sabe. Puede sertir
perfectamente el llamado de Jungkook atravez del lazo para que vuelva, y se rehúsa hacerlo.

Por mucho que ame y extrañe a Jungkook, el merecía ser respetado y saber el jodido lugar que tiene a lado de Jungkook.

Es su esposo. El tiene que estar por encima de cualquier otro macho o hembra Omega. Por que Jungkook es suyo, su
Alfa.

El macho alfa que fue entregado a taehyung. Solo a él.


Un gruñido vibró en su pecho, asustando a su secretaria que le ayudaba a acomodar su vestimenta. Comenzó a asistir al
trabajo aún si tenía la orden de Jungkook en no asistir, pero no es como si el tuviera voz y votó en esos momentos.

—Señor incisto en que debería ir al médico— Sooyeon comentó una vez estuvieron de regreso en la oficina de taehyung.

El mencionado no le tomó importancia, por lo tanto comenzó con su labor.

—Ya pasara— se auto convenció, pero frunció su entrecejo al ver la mirada analítica de su secretaria. —¿Que?.

Su tono fue fuerte, así que la mujer levantó sus manos en señal de rendimiento.

—Solo, me da curiosidad tus síntomas, Mamá tuvo los mismos cuando estaba embarazada de mi hermano menor—
medito, si estaba en lo correcto.

Taehyung había rodado los ojos, otra vez con la misma cháchara.

—La prueba descartable de embarazo dio negativo, Sooyeon ¿Como puedo estar en cinta?— exasperado, retiro sus
lentes y los coloco en su escritorio. Masajeo sus ojos ya que le ardían.

—Esas no son cien por ciento seguras, ¿Al menos ya se lo preguntaste a Jungkook? Tengo entendido que los Alfas puros
saben cuando su pareja está en cinta— Sooyeon había tomado asiento despreocupadamente enfrente de taehyung,
como sino tuviera nada de trabajo.

Taehyung la evaluó, sino fuera una Beta excepcional en su labor, ya la hubiera despedido por perder el tiempo.

—Sooyeon— la llamó miestras esta se miraba las uñas recién decoradas el dia de ayer.

—¿Uhm?.

—¡Busca que hacer!— regaño, irritado. Si, estaba de mal humor.

Sooyeon fingió decepción, a ella, que la corrieran de un lugar era extraño. Nunca hacía nada, tal vez ese era el problema.

—Esta bien, me voy no porque tu me echas sino porque yo quiero, malagradecido— le saco la lengua y después se
retiró. Pero no pasaron ni dos segundos cuando taehyung escuchó la puerta ser cerrada con fuerza y a Sooyeon correr
directo a su dirección. —¡Taehyung!

El mencionado arqueo una ceja, inconforme con la falta de respeto.

—¿Que?.

—¡Jungkook! Tu esposo viene hacia acá molesto— lo dijo para luego señalar hacia la puerta.

Era imposible, taehyung había dejado la orden a sus padres de decirle a Jungkook si aparecía por ese sector, que estaba
en casa y no quería verlo. Nada más, ¿Como sabía él que se encontraba en la empresa? Si también ordenó al personal
que negara su presencia ahí.

Tal vez se estaba comportando inmaduramente, y lo reconocía. Esa semana se había mudado a la mansión de sus padres
y no le a permitido a Jungkook verlo, un pequeño castigo y recordatorio de su enojo contra el.
Y estuvo en lo cierto cuando la puerta se abrió con tanta fuerza que pego contra la pared.

Un molestó Jungkook ingresó por ella con sus feromonas de ira rodeandolo por completo. Su cuerpo tenso le confirmo a
taehyung que estaba tratando de controlarse para no estallar y causar más problemas.

Taehyung detalló el apuesto rostro de Jungkook, tan sensual y joven que le costó mucha fuerza de voluntad no lubricar.

Su rostro tenso, sus pupilas dilatadas y esa mirada encabronada pero con detalles a deseo y anhelo por montarlo y
anudarlo fueron el detonante para hacerlo lubricar.

Taehyung había cerrado los ojos, molesto de si mismo por reaccionar voluntariamente a Jungkook. Su cuerpo lo
anhelaba, su esposo siempre a sido como una gasolina que encendía un fuego arrasador en todo su ser.

Escucho a Jungkook inhalar con fuerza, consciente del estado sumiso de taehyung por complacerlo. Las feromonas de
Jungkook lo activaban hasta desorientarlo, para que deseará ser montado por él.

Si, su esposo Joven era un perfecto manipulador, un buen jugador que sabía los puntos claves para derrotarlo. Siempre
sucio en combate, una gran desventaja para taehyung ya que el muy tonto era un hombre guapo y seductor.

Hacía a taehyung caer a sus pies.

No, no tenía que ceder. Tenía que ser fuerte y resistir a tan apuesto seductor. Una vez que Jungkook le haya visto
doblegado no había vuelta atrás, el habrá ganado la batalla sin lesionarse.

Taehyung no estaba dispuesto a permitir que Jungkook lo tenga en la plama de su mano esta vez, aunque su cuerpo lo
anhela tanto.

El Omega enfrento a Jungkook con determinación y sin vacilar sostuvo la mirada con rencor. Y eso sorprendió a
Jungkook, pero también lo excito de sobre manera.

Jeon deseaba a taehyung en la misma porción en la que lo amaba. Anhelaba sus caricias, su voz, sus gemidos cuando lo
poseía, le encantaba anudarlo y que jadeara satisfecho, extraña abrazarlo y que él lo alimente, quería verlo en su hogar
mientras cocinaba, tendía la cama o la ropa, desea tomar una ducha con el mientras en el proceso lo follaba tan bien.

Joder, si.

Tendría a taehyung aún si su orgullo se viera afectado en el proceso. Estaba dispuesto a doblegarse y así aseguraba
tenerlo en su cama gimiendo para él.

Jungkook no alejo la mirada en ningún momento de la taehyung, pero sabía que aparte de ellos dos había un intruso
más en el lugar y eso lo enfureció.

No quería a nadie cerca de taehyung. Ni a un Alfa ni a un beta.

—Sooyeon, lárgate de aquí y cierra con seguro la puerta— ordenó Jungkook con autoridad.

—Si señor— Sooyeon le dio una última mirada a taehyung antes de salir y cerrar la puerta con seguro por fuera.
Quedando solo los dos en la oficina, rodeados con feromonas de molestia y deseo.

Jungkook barrio con la mirada toda la oficina como si desde ese momento captaba lo interesante de esta, o tal vez solo
talvez analizaba en que superficie podía joder a taehyung y que este gozara de ello.

Malditamente calculador para taehyung, sino conociera a Jungkook, talvez pensaría que estaba admirando su escritorio
o sofá importado con interés para comprar un par en el futuro, pero no, el es consciente de la mirada perversa en sus
pupilas.

A los ojos de taehyung le llegó esa jodida sonrisa coqueta y sensual de Jungkook, esa maldita perra que lo doblegó.
Había caído ante esa muestra banal de expresión sexy que Jungkook demuestra con una sonrisa de esas.

Sus piernas se debilitaron y eso que estaba sentado.

Más lubricante empapó su ropa interior, y Jungkook se regocijo por ello.

Taehyung siguió los movimientos de Jungkook al dezvestirse, se despojaba con lentitud cada prenda de vestir sin dejar
de mirarlo.

Tan tramposo.

Jungkook sabía que a taehyung le gustaba su cuerpo, tan varonil y caliente, por lo tanto no desperdiciaria en darle una
buena vista de su excepcional cuerpo desnudo, quería demostrar lo que se perdía mientras andaba de ratón escurridizo.

En esos momentos taehyung estuviera montando su polla en el hogar que comparten en vez de estar perdiendo el
tiempo en jugar al gato y al ratón.

Quería demostrar eso. Que el: Jeon Jungkook le pertenecía a kim taehyung, su único macho Omega.

Taehyung observó fascinado la desnudez de Jungkook y la boca se le hizo agua. Estaba erecto en todo su esplendor, con
sus piernas abiertas tuvo el descaro de coger entre su mano su pene y bombearlo sin dejar de mirarlo.

Su esposo Joven masturbándose en sus narices. Tan sinvergüenza.

Para ese entonces ya yacía empapado en lubricante, tan preparado para recibir entre su culo ese pedazo de carne que
bombea Jungkook entre sus manos.

Era un completo descarado. ¿Que no ve que está enojado con él? ¿Por qué lo torturaba de esa manera?.

—Ven aquí Omega— Jungkook lo llamó con su dominante voz de Alfa, esa estúpida voz que tanto odia ya que no podía
ir contra el instinto.

Con las rodillas fallándole acató la orden, no en toda su esplendor pero lo hizo. Parado enfrente de su escritorio no dejo
de ver hipnotizado la manera en la que Jungkook se autocomplacia.

Anhelaba tanto poder ayudarle con su boca.

—Desnudate taehyung.

Otro estremecimiento le recorrió el cuerpo, taehyung creía poder ganar esa batalla contra su esposo, pero se había
rendido antes de siquiera luchar. No podía contra Jungkook, el muy estúpido lo conocía tan bien que le asustaba.

—Inclinate en el escritorio taehyung, pon tu pecho en el y muéstrame lo preparado que estás para mi.
Y lo hizo, una vez que su cuerpo quedó en completa desnudez se inclinó en la posición que Jungkook le ordenó,
quedando su parte trasera expuesta a él.

Entonces cerró los ojos, esperando aquello que tanto anhela.

Se había rendido. Jungkook tenía el completo dominio de su persona, tan doblegado y a sus pies.

Taehyung no tardo en sentir como sus paredes anales le abrían espacio al grosor de la intimidad de Jungkook. Gimio
gustoso al sentirse lleno y completo, su esposo le había cogido de las caderas para empezar a embestir al ritmo que a
ambos le gustan, así que la oficina se había vuelto un caos atroz de feromonas, sudor y sexo.

Jungkook era un animal, una bestia insaciable que lo montaba tan bien. Jamás dudo de su resistencia, su vigorosa
juventud aseguraba una buena follada sin dudarlo. En los celos, Jungkook lo dejaba desbastado, satisfecho y sin energía,
pero él seguía como una roca, duro y con ganas de más.

Y en esos momentos Jungkook no estaba en celo, pero si le arremetía como si estuviese en uno.

Gimio y jadeo sin contenerce. Amaba sentir la satisfacción de Jungkook y como murmuraba su nombre, el nombre de él
salían de los labios de Jungkook, no el de cualquiera que le hiciera ojitos y le mostraba sumisión tan fácilmente.

Al contrario de taehyung, Jungkook tenía que ganarse la sumisión de él. Demostrar que era un macho digno y merecedor
de tal privilegio.

—Taehyung— gruño Jeon. —¿Como puedes dudar tan vilmente de mi? soy tu Alfa, tu hombre, tu esposo, el padre de
tus crías. Te pertenezco, ¿Como puedo ver a otros si te tengo así para mí, taehyung?— gimio. —Dime hyung, ¿Estas
celoso de perder tu lugar? ¿Estas satisfecho ahora, teniendome así descontrolado por ti?.

Jeon lo embistió con rudeza, el descontrol se reflejaba en la manera salvaje de montarlo, tan insaciable y caliente, que
hacía a taehyung perder también la cordura.

Nunca, en el tiempo que llevan juntos, taehyung le había hecho a Jungkook una escena de celos o ser posesivo enfrente
de otras personas. Tal vez por que tenía la suficiente confianza en Jeon para estar seguro, pero nunca faltaba omegas
resbalosos que se le insinúan, por instinto tenía que actuar, defender lo suyo. Pero Jungkook no lo dejó, y eso lo
encabrona.

—Y una mierda taehyung, deja de pensar cosas insensatas e inmaduras— Murmuró Jungkook al oído de taehyung, sus
feromonas de molestia le picaban la nariz, sabía que algo pasaba por la mente del Omega. —Si no deje que te
enfrentaras, fue para que no te hicieras daño, No por que quisiera protegerlos.

Taehyung había cerrado fuerte los ojos, ¿Por qué Jungkook había escogido ese momento para explicarse, en vez de otra
circunstancia?.

—Cierra la boca Jeon— gruño taehyung, desesperado por llegar por fin al esperado orgasmo.

Jungkook se río, el Omega parecía un gatito agresivo y si no tenía cuidado lo aruñaria con sus garras, pero eso era algo
que lo podía resolver con un buen orgasmo propinado por él.

Conocía a taehyung como la plama de su mano, él necesitaba sentirse amado por el Alfa y una manera tan íntima era
cuando ambos se complementaban en el apareamiento.
Jungkook le daría lo quería taehyung. Sentirse sin dudas, sin inseguridades. Él era de taehyung, de su Omega.

—Vamos amor, perdona a este tonto Alfa— acarició con su rostro la espalda del Omega, mientras ronroneaba. —Soy
tuyo taehyung.

Y el Omega no pudo soportarlo. Quería besar a su Joven alfa con tanto cariño para demostrarle cuanto lo amaba y lo
dichoso que era al tener a tan humilde ser en su vida. Puede ser dominante y fuerte, pero cuando se trata de su macho
Omega, Jungkook era todo humilde que estaba dispuesto a doblegarse ante su pareja.

Obligo a Jungkook invertir posiciones, ahora taehyung estaba sentado en el escritorio enfrentando a su esposo, así que
no perdió el tiempo y ataco sus labios en un apasionado beso lleno de amor y perdón. Mediante el pidió disculpa a
Jungkook por su comportamiento inmaduro, y también le juro no volver hacerlo. Era consciente del sufrimiento que le
producía a Jungkook con su lejanía, su joven Alfa era dependiente de él así como taehyung lo era de Jeon.

El Omega macho beso cada hermosa facción de su apuesto rostro, y Jungkook gimio gustoso. Extraño tanto sus caricias,
moría por el toque de sus manos y su esencia.

Jungkook depósito un tierno beso en la marca que porta taehyung en el cuello, feliz de verla. Y sin faltar el incentivo más
importante acarició con sus manos el vientre de taehyung mientras ronroneo.

Sus crías estaban ahí, pequeños pero estaban ahí, sanos y con vitalidad.

—¿Estoy en cinta, no es así Jungkook?— taehyung con las mejillas sonrojada miro a su esposo con cariño.

Su esposo Joven asintió feliz. —Lo estás hyung. Mis bebés están aquí contigo, son fuertes y saludables.

Taehyung sonrió ruborizado, Jungkook había terminado por logra su objetivo. Las crías para un macho Alfa eran como el
regalo más grande que hayan recibido en la vida, el instinto le exija convertirse en el mejor para su familia por tal razón
un Alfa con familia era capaz de tomar cualquier responsabilidad y sería digno y honorable en su desempeño.

Y cuando un joven como Jungkook lo lograba a tan temprana edad, era respetado por todos en la jerarquía. Y más por
los omegas, ellos ya no tendrían la vergüenza de ofrecerce en bandeja de plata.

—Lo lograste Jungkook— taehyung sonrió feliz también por el hecho de ser portador de la descendencia extinta de
Jungkook.

Su joven esposo era el único miembro Alfa de la familia Jeon. Hijo de dos Betas. Proveniente de un humilde sector de
Busan, familia agricultora. Sus raíces eran fuertes, como los de su abuelo que fue un formidable Alfa puro.

Fue un privilegio para taehyung, tener a Jungkook en su vida.

—Te amo mucho taehyung— el Alfa ronroneo en su mejilla. Tan tierno y vulnerable.

—Yo también Jungkook— taehyung cerró los ojos y gimio cuando Jeon ingresó de nueva cuenta en su interior. Tan duro
y caliente. Pero de pronto taehyung enfoco su mirada estupefacta en Jungkook, hasta ahora captando un detalle que
menciono su esposo. —¿Dijiste bebés?

Jungkook sonrió lasivo, y taehyung juró mirar que el pecho de su esposo se hinchaba orgulloso.

—Mi par de gemelos vienen en camino, hyung— le contesto.


Y oh, taehyung no sabia lo que se avecinaba. Un Jungkook dominante y controlador, cachondo y protector, multiplicado
por dos.

Una brutal bestia. Pero estaría satisfecho.

⚘kookoftae.

Epílogo.

Un Alfa azabache yacía sentado en su oficina, mientras tecleaba en la computadora. Concentrado en su labor no fue
consiente del sutil aroma sensual que llenaba el ambiente.

Las capacidades desarrolladas de Jungkook le permitía sentir mucho más antes la llegada de su pareja en su oficina, pero
incluso ese día que el Omega iba más hermoso de lo inusual, Jungkook lo pasó por alto.

Su concentración estaba en la computadora, investigando el lugar apropiado para llevar a pasear a su familia. Su
hermosa familia, junto a su bello Omega y el par de adorables gemelos.

Eran felices.

Jamás había imaginado Jungkook, que lograría tener un futuro tan lindo como el que tiene ahora. A sus diecinueve años,
cuando una tarde le informaron sus padre Betas que el gobierno les había ordenado que entregaran voluntariamente a
su único hijo Alfa para ser entregado a un Omega, fue la noticia más devastadora que los tres habían escuchado.

Al principio sus padres se habían negado, era su único hijo, su bebé. No lo dejarían ir así por así, ¿Por que eran tan
injusto? Quitarle un hijo a una madre era un hecho inhumano, ¿Por qué lo hacían?.

Su madre beta había llorado mucho, no estaba dispuesta a dejarlo ir, pelearía con garras y dientes si era posible.

Pero la amenaza llegó, la notificación de ir a los tribunales de justicia para quitar a su único hijo Alfa, logró que se
rindieran.

Fueron obligados a firmar el contrato de seder a su hijo en matrimonio con un Omega macho de buen linaje. Propietario
de una agencia mercante reconocida, que aseguraba una buena defensa económica a la familia del Alfa.

Los padres de Jungkook recibieron una buena amonestación por parte del macho Omega que aún desconocían. No
sabían quien era, ni su nombre, ni su rostro o aspecto.

Solo se aseguraba de mantener seguro, protegido y bien alimentado a Jungkook junto a sus dos padres.

Su humilde hogar había sido remplazado por uno más cómodo, la puerta que rechinaba ya no estaba, los agujeros en el
techo fueron sustituido por un techo más mejor, los pocos muebles viejos también fueron sustituidos por nuevos y más
cómodos, caros y grandes, el campo donde producían sus alimentos fueron acercados y la granja la llenaron de
suministros para el campo.
Todo fue reconstruido, remplazado.

Los padres de Jungkook estaban agradecidos con el Omega desconocido, ya que no tenía el derecho de hacer más cosas
por ellos que solo entregar dinero, pero no, taehyung había realizado muchos cambios en la granja y sus padres estaban
felices.

En ese entonces Jungkook dudaba si eso era lo correcto o si funcionaría. No conocía al Omega, tan solo le informaron
que dominara su comportamiento ante él por que no toleraría una mala actitud de su parte.

Es un Omega mayor, había mencionado su madre preocupada. Y Jungkook también se había cohibido, su futuro era
incierto, ¿Que tal sino le gustaba el Omega?.

Pero su preocupación pasó a segundo lugar, cuando el Omega desconocido osea su prometido, llegó una tarde de
septiembre específicamente cuando cumplía veinte años de edad.

Y Jeon Jungkook quedó enamorado.

Soy Kim taehyung, se había presentado en ese entonces el Omega, con ninguna expresión en el rostro.

Era una persona madura, seria y ordenada. Su evaluadora mirada sacudió el cuerpo de Jungkook, y la aprobación de lo
bien cuidado que estaba en esos meses donde taehyung le mandaba suministro a su familia, reflejo el regocijo del buen
trabajo que realizó aún si estaba lejos del Alfa.

Taehyung lo cuido aún si no lo conocía. Y eso derritió el corazón de Jungkook.

El Omega era hermoso, tan etéreo que logró sacar ese lado oculto en todo Alfa. Era inevitable, estaba en la plena flor de
la juventud, era más que obvio que se excitaria ante tal perfecta vista.

Sus feromonas por si solas habían sido expulsadas tan descaradamente hacia el Omega para seducirlo. Y taehyung
pareció darce cuenta de inmediato, Jungkook estaba satisfecho con el Omega, lo quería solo para él.

Una descarga de posecividad había renacido de Jungkook en ese entonces. El Jeon Jungkook fue entregado a
ese hermoso y sensual omega pero como lo veía el Alfa era lo contrario, taehyung fue entregado para él, solo para él.

Ese mismo día habían firmado el acta de matrimonio, se habían casado oficialmente. Pero Jungkook aún no
podía mudarse con taehyung todavía, aunque sí tenía el compromiso de ir a visitar al Joven Alfa como si lo estuviera
cortejando.

Jungkook ese día se había enfurecido por que no quería apartarse del hermoso Omega, de su pareja. Aunque al final si
tuvo que dejar ir a taehyung, no sin antes marcarlo con su aroma y dejar unas sutiles chupetes en su deliciosa piel.

Probar la sensual boca de taehyung fue lo más delicioso y el regalo más exquisito ese día en especial. No tuvo vergüenza
en enseñarle lo cachondo que se ponía con tan solo una calada de su adictivo aroma.

El día que por primera vez reclamó a taehyung fue tan maravilloso, tan placentero que quedó satisfecho en el momento,
por que una vez provo su sensual cuerpo no tuvo la fuerza de voluntad de no tomarlo y anudarlo las veces que quiso.

Amo a taehyung, ese omega comprensivo y cariñoso, que lo a cuidado con tanto amor incluso antes de conocerlo. Así
que se merecía lo mejor de lo mejor, junto a sus hijos.
Jungkook estaba feliz.

El sonido de la puerta abriéndose llamó la atención de Jungkook, y obsevo a su bella familia ingresar por ella. Taehyung
sonreía mientras sus revoltoso hijos de tres años trataban de soltarse de su mano para ir al encuentro de su otro padre.

Una vez lo hicieron, corrieron a los brazos de Jungkook quien ya los esperaba con los brazos abiertos y con una sonrisa
en el rostro.

Amaba a sus hijos.

—¡Papá, papá! ¡Te extrañamos mucho!— ambos infantes exclamaron juntos.

—Papá también los extraño, para conpensarles iremos a un lugar muy bonito— Jungkook abrazo fuerte a sus hijos, para
luego soltarlos y ir al encuentro de taehyung.

El Omega se veía hermoso, su piel más suave y reluciente a la vista, Jeon quería tanto besarla.

—Omega— beso sus mejillas sonrojadas y lo abrazó con amor, eso si sin lastimar a la próxima integrante de la familia.

—Oh, siempre se mueve cuando te escucha Jungkook— taehyung puso ambas manos de su esposo en su abultado
estómago, donde una pequeña bebé yacía en proceso de desarrollo.

—Lo se— Jungkook se río para luego ponerse de rodillas y rodear con sus fuertes brazos el vientre de taehyung, sus hijos
gemelos se unieron también al complot. Así que ahora eran tres que rodeaban al Omega tan protectoramente.

Taehyung apreció la escena con felicidad, y no pudo retener las lágrimas de regocijo al ver a Jungkook tan feliz con su
pequeña familia. Sus hijos y su Joven Alfa eran su mayor tesoro y los protegería con su corazón.

Por que su Joven Alfa no solo llegó a su vida a acompañarla sino también a darle felicidad y una hermosa familia.

Y estaba agradecido. De corazón.

FIN

⚘kookoftae.

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