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DEMANDA ACCIDENTE DE TRABAJO

Señor/a Juez/a
I. PERSONERÍA
Que conforme lo acredito con la carta poder que acompaño, prestando
juramento acerca de su vigencia, la  , DNI  ,
argentina, nacida   de   de  , de
estado civil  , actualmente desocupada, con domicilio en
calle  , me ha otorgado mandato con facultades suficientes para
promover esta demanda y representarlo en las instancias procesales que se
sucedan.
II. OBJETO
Que, en cumplimiento de expresas instrucciones de mi mandante, vengo a
interponer formal demanda por indemnización por accidente de trabajo ocurrido
en fecha  , contra   ART S.A, con domicilio en
calle   de Bahía Blanca, por la suma de
PESOS   ($  ), valor histórico y provisorio a la
fecha del siniestro a la cual deberá adicionarse los correspondientes intereses,
actualización por RIPTE al momento de practicar liquidación, y/o lo que en más
o en menos surja de la prueba a rendirse, y del más alto criterio de V.E., con
más los intereses, costos y costas de la presente.
Dicha suma le es debida por la accionada a mi mandante, hasta su efectivo
pago, en concepto de reparación en los términos de la Ley 24.557, como
consecuencia del accidente de trabajo, sufrido por el actor con
fecha  -
La suma que se reclama es estimativa, y se halla supeditada a las resultas de
las periciales que se requieren en la presente acción, más allá de la pericia
medica que se acompaña con la presente, a lo que resulte de la demás prueba
ofrecida en los presentes y en definitiva, al alto criterio de V.E.
Que la presente acción se funda dentro del andarivel de la LRT, esto es
reclamando las prestaciones dinerarias y en especie previstas en dicho marco
normativo, con las particularidades que se observan y detallan en la presente.
III.- COMPETENCIA. INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS ARTS. 21, 22, 46
INC. 1º DE LA LEY 24.557
a) COMPETENCIA: Que en atención a la materia, y habiendo sido mi
mandante contratado en la ciudad de   y haberse ejecutado el
contrato laboral también en dicha ciudad, sumado a que las prestaciones
médicas y dinerarias fueron otorgadas en su totalidad en la ciudad de Bahía
Blanca, interviniendo en todo el trámite administrativo la sucursal local de la
demandada, es V.E resulta competente para conocer en el sub lite.
En razón de la materia, V.E. resulta competente, por cuanto el reclamo del
actor tiene por objeto la indemnización de la incapacidad laboral, causada en el
trabajo prestado en relación de dependencia, de conformidad con lo
preceptuado por el art. 2º, inc. a, ley 11.653, que prescribe que los Tribunales
del Trabajo conocerán en las causas vinculadas con un contrato de trabajo.
Dicha materia, por ser parte integrante del Derecho del Trabajo y de la
Seguridad Social, constituye derecho común, correspondiendo su aplicación a
los tribunales federales o provinciales, según que las cosas o las personas
cayeren bajo sus respectivas jurisdicciones (cf. art. 75, inc. 12, C.N.).
Es decir, en razón de la materia V.E. resulta competente por cuanto el conflicto
que se ventila encuentra fundamento en normas de derecho común -lo cual
excluye la competencia federal- y por cuanto la pretensión encuentra su causa
en un hecho acaecido con motivo y en ocasión de una relación laboral.
Más allá de la naturaleza común del derecho aplicable se advierte, entonces,
que lo que dirime la competencia en la materia no es la norma aplicable sino la
existencia de un conflicto entre trabajador y empleador (cf. GELBER, Teodoro,
Las acciones civiles del trabajador en la ley 24.557, Ed. Hammurabi, 1998,
Pág. 96; en idéntico sentido: ALOCATTI y ACKERMAN, citados por GELBER,
ob. cit., Págs. 94 y 95).
b) JURISPRUDENCIA: A todo evento, y en cumplimiento de los más altos
preceptos jurídicos establecidos por nuestra Constitución Nacional y Provincial,
solicito se declare la inconstitucionalidad del art. 46, inc. 1 de la ley 24.557,
aplicándose la doctrina sentada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación
en los autos caratulados: Castillo, Angel Santos c/Cerámica Alberdi S.A., el
cual ha merecido notas y citas doctrinales y jurisprudenciales dictadas por los
más encumbrados especialistas en la materia.
En la referida sentencia, de fecha 7 de Septiembre del 2004, la C.S.J.N. ha
reiterado lo que constituye jurisprudencia pacífica desde 1917, en el sentido de
que las responsabilidades por accidentes del trabajo a que se refiere la ley
número 9688 y que nacen de hechos ocurridos en el ejercicio o cumplimiento
de contratos entre patrones y empleados u obreros, son de carácter común'
(Fallos: 126:315, 324 y 325:328; asimismo: Fallos: 129:223; 151:315; 162:79;
184:390; 228:537; 239:239; 242:182; 245:174, entre muchos otros), vale decir,
resultan sancionadas por el Congreso con arreglo a las previsiones del art. 67,
inc. 11, de la Constitución Nacional -actual art. 75, inc. 12- (Fallos 248:781,
782, considerando 1º y sus citas). De igual manera corresponde discurrir
respecto de la ley 24.028, que sustituyó a la ley 9688. (Considerando 4º).
Análoga es la situación de la ley 24.557, ya que ...la mencionada ley no tuvo
otro objeto (...) que establecer, bien que bajo algunas modalidades propias, la
regulación de un universo jurídico que, materialmente considerado, es análogo
al que contemplaban las leyes 9688 y 24.028, (por ello) cabe concluir en la
inexistencia de razón valedera alguna para prescindir de la reiterada y
recordada jurisprudencia de esta Corte, que reconoce carácter común a las
disposiciones que rigen las relaciones jurídicas de la presente causa.
Que, por ende, no es constitucionalmente aceptable que la Nación pueda, al
reglamentar materias que son como principio del derecho común, ejercer una
potestad distinta de la que específicamente le confiere el citado art. 75, inc. 12.
Lo contrario implicaría tanto como reconocer que las pautas limitativas que fija
la Constitución Nacional cuando se trata de derecho común, referentes a la no
alteración de las jurisdicciones locales y a la aplicación de esas leyes por los
tribunales de provincias (...) pueden ser obviadas por la sola voluntad del
legislador (Fallos: 271206, 209, considerando 4º).-
... la Ley de Riesgos del Trabajo (...) no contiene disposición expresa alguna
que declare federal el régimen de reparaciones sub lite. (...) La citada ley, por
un lado, regula sustancialmente sólo relaciones entre particulares, y, por el
otro, en sus preceptos no aparece manifiesta la existencia de una específica
finalidad federal para sustentar una declaración de tal naturaleza (considerando
6º).-
...es perfectamente trasladable al presente litigio la doctrina enunciada por el
Tribunal a propósito de la ley 9688: 'la circunstancia de que la ley haya
adoptado formas o bases nuevas para reglar relaciones de derecho privado
nacidas de accidentes del trabajo por ser insuficientes las adoptadas por el
Código Civil a las modernas necesidades creadas por el progreso industrial, no
le quita ni puede quitarle su carácter de ley común destinada a reglar derechos
particulares, cualquiera que fuese la denominación que se les dé' (Fallos
126:325, 329).
Tampoco acude en sustento de la federalización de la ley 24.557 cuanto quiera
verse en ésta como conjuro de situaciones excepcionales. Si cada vez que se
invoque una circunstancia de este tipo, o, aún, cada vez que realmente exista,
se estuviese fuera del art. 75, inc. 12, la reserva que éste asegura podría
quedar eliminada en los hechos cuanto más que, en períodos de
transformaciones constantes, acaso muy pocas materias -si no ninguna- serían
excluidas en la sanción de leyes fundadas en hechos excepcionales....-
Toda pretensión tendiente a conferir naturaleza federal a normas que
regularmente pertenecen al orden común, debe ser escrutada con el mayor
rigor, sobre todo por cuanto es deber indeclinable del Tribunal impedir que, a
través de esos medios, se restrinjan indebidamente las facultades
jurisdiccionales de las provincias, que son inherentes al concepto jurídico de
autonomía (considerando 7º).
La Ley de Riesgos del Trabajo, de tal manera, ha producido dos consecuencias
incompatibles con la Constitución Nacional: impedir que la justicia provincial
cumpla la misión que le es propia, y desnaturalizar la del juez federal al
convertirlo en magistrado 'de fuero común'.
Tratándose el presente de un caso de igual sustento fáctico pido se declare la
inconstitucionalidad del art. 46 referido.
Además de las razones expuestas por el Alto Tribunal en los considerandos del
fallo transcriptos, cabe puntualizar que la disposición en crisis es
inconstitucional por cuanto:
1) Atenta contra principios de raigambre constitucional como es el derecho de
defensa en juicio, juez natural y el debido proceso legal.
2) Prácticamente anula la alternativa del recurso judicial mediante un exceso
reglamentario por parte del Poder Ejecutivo Nacional (art. 99, inc. 2 C.N.).
3) Da facultades jurisdiccionales a un órgano administrativo, en clara y
manifiesta violación constitucional (art. 109 C.N.).
4) Viola la garantía de la igualdad ante la ley (art. 16 C.N.), restringiendo la
tutela judicial por el sólo hecho de ser un trabajador, coartando asimismo su
posibilidad real y efectiva de que jueces naturales garanticen el derecho a la
propiedad (Art. 17 C.N.).
c) SOLICITA SE DECLARE LA INCONSTITUCIONALIDAD DE COMISIONES
MÉDICAS ARTS. 21 Y 22 LEY 24.557, ART. 6 INC 2 A Y B, ART. 40 INC. 3,
LEY 24.557, DTO. 658/1996 MODIFICADO POR DTO. 1167/2003:
Para el hipotético caso que la asegurado planteara el carácter inculpable de las
dolencias del actor, y por lo tanto la sintomatología actual es derivado de
afección inculpable excluida a los fines indemnizatorios y prestacionales de
acuerdo al Art. 6 Inc. 3 B de la Ley 24.445, entendemos que dicho artículo es
inconstitucional en base a las siguientes consideraciones.
En el art. 6 inc 2 a y b de ley 24.557 se establece, en prieta síntesis, que son
consideradas enfermedades profesionales aquellas que se encuentran
incluidas en el listado que elabora y revisa el Poder Ejecutivo conforme al
procedimiento del art. 40 inc. 3 de la misma ley. Las enfermedades no incluidas
en dicho listado no serán consideradas resarcibles, con las excepciones que se
establecen los incs. 2 b, 2 c. y 2 d.-
Dichas excepciones establecidas en los referidos incisos del art. 6 son a todas
luces imposibles de transpolar a la realidad de la vida de un trabajador.
Las contingencias no cubiertas -no incluidas en los listados- requieren del
trabajador un esfuerzo volitivo y económico imposible de afrontar.
Debe en primer lugar requerir de asesoramiento médico y legal - gratuito?- para
formular un reclamo en la Comisión Médica Jurisdiccional. Para ello
obviamente debe trasladarse a ciudades distantes del asiento de su hogar en
quién sabe cuántas oportunidades. Para que en definitiva resuelva a todo
evento la Comisión Medica Central con asiento en la ciudad de Buenos Aires.
Es imposible tratar de pensar que el legislador le haya brindado al trabajador
excluido esta irrazonable pseudo-solución en los casos de enfermedades
profesionales no incluidas en el listado del dto. 658/1996 modificado por dto.
1167/2003.
La modificación introducida por el decreto 1278/2000 pretendió atenuar las
críticas constitucionales que la doctrina y jurisprudencia realizaba por cuanto el
listado de enfermedades profesionales era de orden cerrado, es decir, aquellas
que no se encontraban en el mismo no eran resarcibles.
Con la modificación introducida por el decreto antes mencionado se trató pero
no se logró, acertar en la solución brindada. El trabajador excluido tiene la
posibilidad legal de solicitar se incluya en el caso específico una determinada
dolencia sanitaria, pero con el procedimiento instaurado, esa posibilidad se
torna en algo imposible de afrontar por el trabajador en los hechos.
A todas luces contradictoria, a todas luces inconstitucional, dado que coarta en
los hechos y en la realidad de los trabajadores efectuar dicho reclamo.
En el caso específico, estamos en presencia de un trabajador que se encuentra
diezmado por las dolencias que padece con imposibilidad de realizar las tareas
normales y habituales, sin el dinero suficiente que le permita efectuar las
erogaciones necesarias para instar el reclamo -llámese envío de
correspondencia, viajes, certificados médicos, etc., a todo ello debería sumarse
la incertidumbre acerca del resultado final de dicho procedimiento.
En el caso que nos trae, las dolencias del trabajador son consecuencias
directas del accidente que sufriera, que fue denunciado por la patronal, y
aceptado por la aseguradora luego de transcurridos los plazos legales
correspondientes.
Dicho sistema atenta contra todos los principios y garantías establecidas en
favor de la parte más débil en las relaciones laborales -el trabajador- en
estrecha violación de garantías constitucionales:
1) Atenta contra principios de raigambre constitucional como es el derecho de
defensa en juicio, juez natural y el debido proceso legal.
2) Prácticamente anula la alternativa del recurso judicial mediante un exceso
reglamentario por parte del Poder Ejecutivo Nacional (art. 99, inc. 2 C.N.).
3) Da facultades jurisdiccionales a un órgano administrativo, en clara y
manifiesta violación constitucional (art. 109 C.N.).
4) Viola la garantía de la igualdad ante la ley (art. 16 C.N.), restringiendo la
tutela judicial por el sólo hecho de ser un trabajador, coartando asimismo su
posibilidad real y efectiva de que jueces naturales garanticen el derecho a la
propiedad Art. 17 C.N. e indemnidad Art. 19 C.N. ante el daño ocasionado.
La propia corte CSJBA, a abordado la cuestión, en los fallos, "Mansilla, Marta
Ester vs. Surrey S.A.C.I.F.I.A. s. Accidente de trabajo", y en "Sala, Jorge Carlos
vs. Du Pont Argentina S.A. s. Daños y perjuicios", declarando inconstitucional la
norma en cuestión.
En el primer fallo citado, el Dr. Negri en su voto a dicho, "Respecto del art. 6 de
la Ley 24.557 dos aspectos tornan cuestionable su constitucionalidad. El
primero es el referido a la delegación legislativa a favor del Poder Ejecutivo
prevista en la norma a fin de que la administración confeccione las listas de
enfermedades profesionales con arreglo al procedimiento previsto en el art. 40
ap. 3 de la ley y el segundo es el relativo a la limitación a las enfermedades
profesionales como daño indemnizable dentro del contexto de la ley. 8. En
relación al primero he de decir que el legislador adoptó un criterio diferente en
la regulación de los accidentes del trabajo (inc. 1) y de las enfermedades
profesionales (inc. 2). A los accidentes los definió en el apartado primero del
artículo en análisis más, en lo concerniente a las enfermedades profesionales
se estableció que serán aquéllas que resultaran de un listado elaborado
anualmente por el Poder Ejecutivo conforme al procedimiento del art. 40
apartado 3 de la ley. Dispuso asimismo que el listado identificará agente de
riesgo, cuadros clínicos y actividades en capacidad de determinar por sí
(redacción previa al Dec. 1278/2001, B.O. 3-I-2001) la enfermedad profesional.
Se excluye como resarcible cualquier otra enfermedad no incluida en el
listado...Es obvio que, los recaudos bajo cuya órbita el art. 76 de la
Constitución nacional autoriza la delegación legislativa, no se cumplen en el art.
6 de la Ley de Riesgos del Trabajo toda vez que se trata indudablemente de
materia de derecho común, que por lo tanto, el Ejecutivo no puede reglamentar
ni el Congreso le puede encomendar una tarea que está sometida a las reglas
del citado artículo de la Constitución nacional, máxime que tampoco se fija
plazo para la delegación...El segundo: la limitación que contiene de exclusiva
reparación de las enfermedades profesionales dejando fuera de su ámbito y
protección a las enfermedades accidente tradicionalmente admitidas en
principio por doctrina y jurisprudencia, con reconocimiento legislativo posterior
deja fuera un importante número de situaciones en que si bien el trabajo o las
condiciones en que se brinda no son el factor excluyente de provocación del
daño -como ocurre en las enfermedades profesionales- sí cabe considerarlo
como coadyuvante o agravante y por ende concurrente en el perjuicio
psicofísico del trabajador."
El art. 6 de la Ley de Riesgos del Trabajo tal como fue concebido resulta
manifiestamente irrazonable y consagra una ostensible inequidad con
menoscabo de expresas garantías constitucionales consagradas en protección
de la relación laboral y de los derechos individuales (arts. 14 bis y 17,
Constitución nacional).
"Los propios considerandos del Decreto 1278/2000 revelan la irrazonabilidad
de la definición original de la Ley 24557, en cuanto ésta pretendía excluir del
resarcimiento por ella establecido a los daños provocados por enfermedades
incapacitantes provocadas por el trabajo sólo por el hecho de no hallarse
incluidas en el listado taxativo de enfermedades profesionales allí indicado.-",
Sala, Jorge Carlos vs. Du Pont Argentina S.A. s. Daños y perjuicios /// Suprema
Corte de Justicia, Buenos Aires; 28-05-2010; Jurisprudencia de la Provincia de
Buenos Aires; RC J 3444/11
"La definición expuesta en el segundo párrafo del art. 6, ap. b), de la Ley
24557, concerniente a que las enfermedades no incluidas en el listado, así
como sus consecuencias, no serán consideradas resarcibles, pone en
evidencia la ruptura del sistema legal ordenado por el legislador con la
Constitución nacional. En efecto, se impone reconocer que en el contexto de
análisis que provee la Constitución nacional, sobre todo, luego de la reforma de
1994 -inspirada en claras prescripciones tuitivas de la justicia social, así como
profundizadora de la protección que merece el trabajador como sujeto
preferente de tutela- un resultado como el anunciado no puede ocultar su
carácter disvalioso, indudablemente alejado y contrapuesto con claros
mandatos de jerarquía supralegal. Bajo esa premisa ha de llevarse a cabo el
control de constitucionalidad requerido respecto de la norma del art. 6.2 de la
Ley 24557 (en su redacción original).-", Sala, Jorge Carlos vs. Du Pont
Argentina S.A. s. Daños y perjuicios /// Suprema Corte de Justicia, Buenos
Aires; 28-05-2010; Jurisprudencia de la Provincia de Buenos Aires; RC J
3444/11
"No podrá resultar constitucional la aplicación de la ley si los daños producidos
por los accidentes de trabajo o por una enfermedad profesional quedan sin
reparación de ninguna especie. Tal el caso de un trabajador que quede
incapacitado total o parcialmente como consecuencia de una enfermedad no
incluida en la lista que debe elaborar y/o revisar el Poder Ejecutivo, de acuerdo
con lo previsto -originariamente- por el art. 6.2 de la Ley 24557. En este último
supuesto, la inconstitucionalidad se configura como consecuencia de la
irrazonabilidad de la omisión (art. 28, Const. Nac.) ante el sistema normativo
constitucional, especialmente el formado por la exigencia de que la seguridad
social sea integral, y que la legislación que la implemente resulte conducente al
desarrollo humano, en los términos del art. 75 inc. 19, del nuevo texto.-", Sala,
Jorge Carlos vs. Du Pont Argentina S.A. s. Daños y perjuicios /// Suprema
Corte de Justicia, Buenos Aires; 28-05-2010; Jurisprudencia de la Provincia de
Buenos Aires; RC J 3444/11
"Deviene inconstitucional el art. 6, Ley 24557, en cuanto sólo considera como
resarcibles en el marco de la Ley de Riesgos del Trabajo a las enfermedades
profesionales, en tanto deja afuera de su ámbito y protección a las
enfermedades accidentes, en donde si bien el trabajo o las condiciones en que
se brinda no son el factor excluyente de provocación del daño -como ocurre en
las enfermedades profesionales- sí cabe considerarlo como coadyuvante o
agravante y por ende concurrente en el perjuicio psicofísico del trabajador. (Del
voto en disidencia del Dr. Negri).-", Mansilla, Marta Ester vs. Surrey
S.A.C.I.F.I.A. s. Accidente de trabajo /// Suprema Corte de Justicia, Buenos
Aires; 24-05-2006; Rubinzal on line; RC J 1836/06.
Entonces, por los fundamentos que se mencionaron y en base a los
precedentes invocados, sin perjuicio de que entendemos que el presente es un
típico caso de accidente laboral (hecho súbito y violento, y teniendo en cuanta
lo solicitado en el capítulo hechos, respecto a la aptitud de V.E para determinar
en lugar de los entes administrativos la determinación del carácter laboral de la
dolencia de mi mandante), para el hipotético caso de que V.E. entienda que la
dolencia que presenta el actor no se encuentra incluida en el listado del dto.
658/1996, y afectando entonces las garantías constitucionales ut supra
mencionadas, SOLICITAMOS ENTONCES SE DECLARE LA
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ART. 6 INC. 2 A, B, C, D, 40 INC. 3, DE LEY
24.557 Y DTO. 658/1996 MODIFICADO POR DTO. 1167/2003.
Asimismo efectuamos el planteo, en este estadio procesal, relativo a la
inconstitucionalidad de los arts. 21 y 22 de la ley 24.557, en cuanto dichas
normas prescriben que serán las comisiones médicas las encargadas de
determinar la naturaleza laboral del accidente, el carácter y grado de la
incapacidad, entre otras facultades, como así también el procedimiento
establecido para obtener las prestaciones.
En el caso de autos, el propio afectado a preferido recurrir a V.E, en base al
presente planteo y jurisprudencia citada, atento la escasa garantía que otorgan
dichos entes en la determinación de incapacidades, y a efectos de que sea el
"juez natural" quien en definitiva decida cuál es la indemnización
correspondiente.
Las referidas comisiones sustituyen a los Tribunales de Justicia -jueces
naturales- del fuero laboral ordinario, especializado en la materia y se
constituyen en una instancia no judicial, obligatoria e ineludible, investida de la
potestad jurisdiccional, lesionando -además- el principio de acceso a la justicia
y la garantía del debido proceso consagrados por la Constitución Nacional y
Provincial. El artículo 109 de nuestra Ley Fundamental prohíbe otorgar
potestades jurisdiccionales a órganos administrativos con exclusión de los
jueces naturales (art. 5 inc. 2, art. 21 inc. 2, art. 46 Ley 24.557).- El principio de
razonabilidad impone otro requisito -esencial- para la validez de la jurisdicción
administrativa: que dichas comisiones sean idóneas. En el caso puntual que
nos ocupa, el procedimiento no ofrece garantías para el trabajador, no puede
una comisión médica resolver las cuestiones de causalidad entre daño y
actividad, nunca fue una función médica, sino jurisdiccional. Se manifiesta una
indeseable orfandad para la víctima laboral de asesoramiento letrado frente a
un procedimiento teórico complejo. Hay falta de inmediatez entre el lugar donde
se produce el accidente y el lugar de decisión.
Pero, además, la irrazonabilidad aumenta por cuanto las comisiones médicas
están sólo integradas por médicos, dependientes del Poder Ejecutivo y
resuelve aspectos controvertidos ajenos a sus incumbencias profesionales. Se
les otorgan facultades jurídicas a los médicos que a su vez se sustraen a la
abogacía y los Tribunales especializados. Son los médicos según el perverso
sistema procesal de la LRT los que determinan el nexo causal entre el daño y
las tareas, función intelectual de indagación, prueba y raciocinio propio de la
ciencia del Derecho.
Estos facultativos tienen una relación de empleo privada con la S.R.T. (Artículo
38, apartado 3 L.R.T.), de modo que la carencia de la estabilidad del empleo
público conspira contra su independencia (cf. SCHICK, Horacio, III E.L.A.T., 3º
Encuentro Latinoamericano de Abogados Laboralistas, COMUNICACIÓN AL
TEMA 3).
El determinar si una enfermedad o accidente debe ser considerado profesional
hace a la naturaleza especifica de la jurisdicción inherente al Poder Judicial del
Estado, conforme se desprende en forma repetida en los distintos tratados y
pactos internacionales que con jerarquía constitucional han sido insertados en
el cuerpo legal de nuestra Constitución por el artículo 75 inciso 22. (Se
contravienen los artículos. 5, 14, 17, 18, 31, 75 inc. 12, 109 de la CN, art. 18 de
la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, arts. 8 y 25
de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos y art. 10 de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos y, en lo que se refiere a la
Pcia. de Bs. As., los arts. 1, 15, 19, 166 de la Constitución de la Pcia. de
Buenos Aires), "...El conflicto no es esencialmente federal, pero termina
revisando todo la Cámara Federal de la Seguridad Social que está manejando
20.000 expedientes jubilatorios por Sala lo que es patético como acceso
oportuno a la jurisdicción (cf. SCHICK, Horacio, ob. cit.).
Se altera también el principio de la igualdad ante la ley, ya que el trabajador -
por su sola condición de tal- debe ocurrir a una instancia administrativa con los
vicios ya señalados, de la cual el resto de los habitantes se encuentran
eximidos, a fin de reclamar el resarcimiento de daños ocasionados, en violación
del principio alterum non laedere.
De esta manera también se contraviene la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, (de jerarquía superior a las leyes Artículo 75, inciso 22 de
la C.N.) que establece en su artículo 25 canon 1ro que 'toda persona tiene
derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante
los jueces o Tribunales competentes que lo ampare contra actos que violen sus
derechos fundamentales reconocidos por la Constitución las leyes o esta
convención'. La 'rapidez y sencillez' no refiere solamente al trámite sino a la
posibilidad del acceso efectivo a la jurisdicción, que involucra el de una
razonable proximidad con el asiento del Tribunal. Cuando existe esa posibilidad
y se impone la carga de litigar ante sede distante, se pretende claramente
dificultar el acceso a la justicia (cf. SCHICK, Horacio, ob. cit.).
Ha dicho el Dr. Hitters, en su voto en la causa L75.708, "QUIROGA, JUAN
EDUARDO C/CICCONE CALCOGRÁFICA S.A S/ ENFERMEDAD", que: "si -
como acabo de señalar concluimos que esta problemática es de derecho local
y común y por ende no federal, obviamente que los juicios tampoco deben
ventilarse ante los jueces que determina el Art. 46 de la ley 24.557;por estar
comprendidos -como reiteradamente exprese-, en la zona de reserva
jurisdiccional de las provincias, fijada por el Art. 75 inc. 12 de la Constitución
Nacional. De lo expuesto en el apartado anterior surge sin ambages que el
aludido dispositivo legal del Art. 46 de la ley 24.557 es inconstitucional, como
acabo de afirmar, y ello implica que la causa aquí examinada debe tramitar
ante el tribunal del trabajo competente de esta provincia sin pasar previamente
por ante los entes no jurisdiccionales que determina la normativa...no
podríamos admitir la actuación de las comisiones medicas locales ni de la
comisión médica central, si el posterior control judicial debe hacerse en el
ámbito federal, pues a manera de cabeza de Jano -en esta ley- ambos tramos
son las dos caras de una misma moneda. En igual sentido, se expidieron
expresamente en su voto los Dres. Salas y Bogan.
Por las razones expuestas, como así por la jurisprudencia de la C.S.J.N. y
C.S.J.B.A, sentada en el referido caso Castillo, solicito a V.E. que asuma la
competencia para conocer en el fondo de la pretensión indemnizatoria aquí
incoada.
IV.- EN SUBSIDIO
PLANTEA INCONSTITUCIONALIDAD DE DEC. 54/2017, LEY 26.122, LEY
27.348 - COMPLEMENTARIA DEL RÉGIMEN DE RIESGOS DEL TRABAJO -
ART 21 Y 22 LEY 24.557 y RES 298/17 S.R.T.- INCONSTITUCIONALIDAD DE
LA LEY 14.997, POR LA QUE ADHIERE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES
A LA LEY 27.348.
IV.1).- INCONSTITUCIONALIDAD DEL DECRETO DE NECESIDAD Y
URGENCIA Nº 54/2017:
Planteo la irritante inconstitucionalidad del aún vigente decreto nº 54/2017, por
constituir una manifiesta violación del espíritu republicano, del principio de
división de poderes y de la prohibición de ejercicio de facultades legislativas por
parte del Ejecutivo, atentando contra el orden constitucional al pretender
suprimir en forma indirecta e! estado de derecho y e! sistema representativo,
republicano y federal establecido por e! artículo 1º de la Constitución Nacional.
Consecuentemente, sus disposiciones resultan manifiestamente nulas de
nulidad absoluta e inaplicable.
En el caso, mal puede imaginarse la existencia de algún tipo de necesidad y/o
de urgencia y/o de circunstancias excepcionales que justifiquen dicho dictado.
Por ello, resulta flagrantemente violatorio del principio de supremacía de la
Constitución, establecido por el art. 31 de la Carta Magna.
El decreto atacado pretende cercenar los legítimos derechos de propiedad,
trabajo, acceso a la justicia, debido proceso y juez natural de los trabajadores
afectados por una enfermedad o accidente laboral, así como los derechos de
propiedad y de trabajo de los profesionales abogados.
Obligar al trabajador víctima de un infortunio laboral a someterse al arbitrio de
una junta médica para resolver un conflicto legal, importa una clara e
indiscutible denegación de justicia.
Admitir la validez de las Comisiones Médicas implica dejar en manos de
profesionales de la salud la determinación del carácter laboral de un accidente
y su relación causal con el factor laboral, arrasando con la garantía
constitucional del debido proceso, al atribuirle funciones de claro contenido
jurisdiccional prohibidas por el art. 109 de la Constitución Nacional, por tratarse
de una función exclusiva e indelegable del Poder Judicial, de conformidad con
lo dispuesto por los arts. 5°, 116° y 75 inc. 12 de la Carta Magna.
Así, el D.N.U. Nº 54/2017 resulta contrario a lo resuelto por la Corte Suprema
de Justicia de la Nación en sus precedentes Venialgo, Castillo y Marchetti, en
el sentido que se puede recurrir directamente al Juez Laboral competente, sin
pasar por el procedimiento administrativo de la ley especial.
También resulta flagrantemente inconstitucional lo dispuesto en el art. 15 del
D.N.U. Nº 54/2017, dado que al pretender la aplicación del índice RIPTE
solamente a los pagos únicos adicionales y a los importes mínimos
establecidos en el Decreto 1694/09, contradice lo dispuesto por la ley 26.773,
violando el principio de progresividad e impidiendo el cumplimiento de la
finalidad de mejorar de manera significativa las indemnizaciones, textual y
puntualmente expresada por dicha norma.
Sin perjuicio del cuestionamiento constitucional de todas y cada una de las
disposiciones del decreto nº 54/2017, destaco en forma puntual la flagrante
violación de los ordenamientos fundamentales, tanto a nivel nacional como
provincial, pretendida por sus artículos 2º) y 13º) en cuanto disponen la
competencia territorial de los órganos ubicados en la jurisdicción del domicilio
de la Comisión Médica Jurisdiccional que intervino (?????).
Semejante despropósito resulta contrario a los principios de debido proceso, de
acceso irrestricto a la justicia y de progresividad, expresamente consagrados
por los artículos 15, 39 y concordantes de la Constitución Provincial.
IV.2).- INCONSTITUCIONALIDAD DE LA LEY Nº 26.122:
Solicito también se declare en las presentes la inconstitucionalidad de la ley nº
26.122, por resultar manifiestamente contraria al mandato del art. 99, inciso 3º)
de la Ley Fundamental, en cuanto ordena que el Poder Ejecutivo no podrá en
ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable, emitir disposiciones de
carácter legislativo.
Asimismo, por la totalidad de los fundamentos del precedente Consumidores
Argentinos c/ Estado Nacional, Poder Ejecutivo Nacional, emanado el 19 de
mayo de 2010 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a los que me
remito en homenaje a la brevedad, la evaluación de las circunstancias
excepcionales.
Señaló allí el Alto Tribunal:
11) Que en lo que respecta a la existencia de un estado de necesidad y
urgencia, es atribución de este Tribunal evaluar, en este caso concreto, el
presupuesto fáctico que justificaría la adopción de decretos que reúnan tan
excepcionales presupuestos.
En este aspecto, no puede dejar de advertirse que el constituyente de 1994
explicitó en el art. 99, inc. 3º del texto constitucional estándares judicialmente
verificables respecto de las situaciones que deben concurrir para habilitar el
dictado de disposiciones legislativas por parte del Presidente de la Nación. El
Poder Judicial deberá entonces evaluar si las circunstancias invocadas son
excepcionales, o si aparecen como manifiestamente inexistentes o
irrazonables; en estos casos, la facultad ejercida carecerá del sustento fáctico
constitucional que lo legitima.
12) Que, por lo demás, corresponde aclarar que la previsión en el texto
constitucional de pautas susceptibles de ser determinadas y precisadas en
cada caso concreto autoriza al Poder Judicial a verificar la compatibilidad entre
los decretos dictados por el Poder Ejecutivo y la Constitución Nacional, sin que
ello signifique efectuar una valoración que reemplace a aquella que
corresponde al órgano que es el competente en la materia o invada facultades
propias de otras autoridades de la Nación.
En el precedente Verrocchi, esta Corte resolvió que para que el Presidente de
la Nación pueda ejercer legítimamente las excepcionales facultades legislativas
que, en principio, le son ajenas, es necesaria la concurrencia de alguna de
estas dos circunstancias: 1) que sea imposible dictar la ley mediante el trámite
ordinario previsto por la Constitución, vale decir, que las cámaras del Congreso
no puedan reunirse por circunstancias de fuerza mayor que lo impidan, como
ocurriría en el caso de acciones bélicas o desastres naturales que impidiesen
su reunión o el traslado de los legisladores a la Capital Federal; o 2) que la
situación que requiere solución legislativa sea de una urgencia tal que deba ser
solucionada inmediatamente, en un plazo incompatible con el que demanda el
trámite normal de las leyes (considerando 9)
En lo que ahora interesa, el Constituyente reformador prohibió enfáticamente al
Poder Ejecutivo que emita disposiciones de carácter legislativo (en ningún caso
bajo pena de nulidad absoluta e insanable), a fin de resguardar el principio de
división de poderes. Solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran
imposible seguir los trámites ordinarios para la sanción de las leyes, y no se
trate de normas que regulen materia penal, tributaria, electoral o el régimen de
los partidos políticos, aquél podrá dictar decretos por razones de necesidad y
urgencia, siguiendo el procedimiento que establece el art. 99, inc. 3º), de la
Constitución Nacional.
Se trata, entonces, de una facultad excepcional del Poder Ejecutivo para
incursionar en materias reservadas al legislador, que únicamente puede
ejercerla cuando concurran las circunstancias que prevé el texto constitucional
(Fallos: 322:1726, entre otros) y las disposiciones que se dicten de ese modo
deben tener, por finalidad proteger los intereses generales de la sociedad y no
de determinados individuos (Fallos: 323:1934).
También cabe recordar que corresponde al Poder Judicial el control de
constitucionalidad de las condiciones bajo las cuales se admite aquella facultad
excepcional. Así, es atribución judicial evaluar el presupuesto fáctico que
justificaría la adopción de decretos de necesidad y urgencia y, en tal sentido, la
Corte ha dicho que corresponde descartar criterios de mera conveniencia
ajenos a circunstancias extremas de necesidad, puesto que la Constitución no
habilita a elegir discrecionalmente entre la sanción de una ley o la imposición
más rápida de ciertos contenidos materiales por medio de un decreto (Fallos:
322:1726, cons. 9º, segundo párrafo). Ello, sin perjuicio, claro está, de la
intervención del cuerpo legislativo que prevé tanto la Constitución Nacional
como la ley 26.122.
7º) Que el principio que organiza el funcionamiento del estatuto del poder es la
división de funciones y el control recíproco, esquema que no ha sido
modificado por la reforma constitucional de 1994. Así, el Congreso Nacional
tiene la función legislativa, el Poder Ejecutivo dispone del reglamento y el
Poder Judicial dicta sentencias, con la eminente atribución de ejercer el control
de constitucionalidad de las normas jurídicas. Desde esta perspectiva, no
puede sostenerse, en modo alguno, que el Poder Ejecutivo puede sustituir
libremente la actividad del Congreso o que no se halla sujeto al control judicial..
IV. 3).- INCONSTITUCIONALIDAD LEY 27.348 y RES. 298/17
Atento la irrazonabilidad del sistema legal planteado por la ley 27.348, y la
resolución 298/17 de la S.R.T. y siguiendo expresas instrucciones impartidas
por mi mandante vengo a solicitar la inconstitucionalidad del ley 27.348, en los
Arts. 1º, 2º 14º y 17º de la misma, y de la resolución 298/17 de la S.R.T., en
atención que esta normativa es violatoria de disposiciones de la Constitución
Nacional, texto reformado en 1994, así como de Tratados Internacionales
incorporados en la citada reforma a la Carta Magna Nacional y
consecuentemente afecta en forma directa sus derechos constitucionales, con
el perjuicio que le ocasiona para sí.
Por cuanto una vez concedido este planteo de inconstitucionalidad conforme
seguidamente se funda, se solicita se declare la competencia de V.E., para
entender en estas actuaciones.
Así la mentada ley 27.348, y los artículos en particular arriba tachados de
inconstitucionales, al igual que la resolución 298/17 de la S.R.T., causan
agravio a mi poderdante en atención a ser violatorio de la Constitución Nacional
en sus artículos 5,14, 14 bis, 16, 17, 18, 20, 28, 31, 33, 75 inc 22, 23, 99 inc 3º
y 9º, 113, 116 ,121 y concs.
Así como también pugnan con disposiciones expresas en los Tratados
Internacionales: Las declaración Americana de los Derechos y deberes del
Hombre, La Declaración Universal de Derechos Humanos; Convención
Americana Sobre Derechos Humanos (ratificado por ley 23.054), en especial
en su Art 24; Pacto Internacional de Derechos Civiles y políticos y El pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales arts. 2, 2º
párrafo, 4 y 5. Todos estos pactos de raigambre Constitucional, incorporados
por la Asamblea general constituyente de 1994, a la Ley Suprema, conforme
surge del Art. 75 inc. 22 de la misma.
La ley en cuestión y los artículos señalados en particular conculcan los
derechos de propiedad, trabajo, acceso a la justicia, debido proceso y juez
natural del actor, todos protegidos por nuestro orden constitucional nacional y
provincial.
La ley 27.348 produce una grave violación de la manda supra legal como lo es
el principio de razonabilidad que surge de los Art 28º y 33º de la Carta Magna.
Afirma Marañello Patricio que el profesor especialista en Derecho
Constitucional Bidart Campos enseña que, el principio de razonabilidad,
importa, dentro de nuestro sistema constitucional la exclusión de toda
arbitrariedad o irrazonabilidad en el ejercicio de las prerrogativas de los
poderes públicos - BIDART CAMPOS, Germán, Derecho Constitucional, Ediar,
t.II, ps. 118/119 -.
La Corte Suprema de la Nación, tiene como doctrina que las leyes son
susceptibles de cuestionamiento constitucional cuando resultan irrazonables, o
sea cuando los medios que arbitran no se adecuan a los fines cuya realización
procuran o, cuando consagran una manifiesta iniquidad. Y el principio de
razonabilidad debe cuidar especialmente que las normas legales mantengan
coherencia con las reglas constitucionales durante el lapso que dure su
vigencia en el tiempo, de suerte que su aplicación concreta no resulte
contradictoria con lo establecido en la Ley Fundamental. - CSJN in re "Flores,
María Leonor y otros vs. Argentina Televisora Color L.S. 82 Canal 7 S.A.", del
01/01/1985.
En términos similares establece su doctrina la S.C.B.A, al decir: La
razonabilidad constituye un principio general de derecho (creación doctrinaria y
jurisprudencial, con fundamento en los arts. 28 y 33 de la Constitución
nacional), aplicado específicamente como límite de la discrecionalidad
administrativa. Su control, implica verificar -además de los requisitos ineludibles
de fin público, medio adecuado y ausencia de iniquidad manifiesta- la
existencia de circunstancias justificantes, es decir, que la restricción impuesta a
los derechos ha de hallarse fundada en los hechos que le dan origen,
procurando que las normas aplicables mantengan coherencia con las reglas
constitucionales, de suerte que su aplicación no resulte contradictoria con lo
establecido por la ley fundamental. SCBA LP B 66850 S 03/10/2012 Juez
HITTERS (MA) - Carátula: Giménez, Edgardo E. c/Provincia de Buenos Aires
(I.P.S.) s/Amparo - Magistrados Votantes: Hitters-de Lázzari-Negri-Kogan-
Domínguez-Celesia.
La ley 27.348, como se dijo, no solo vulnera inexorablemente el principio
constitucional de razonabilidad de las leyes, sino que igualmente conculca
derechos inalienables de mi mandante como ser el acceso a la justicia — (art.
18 CN, Bloque normativo constitucional, (art. 75 inc 22 CN) — art. 8 y 10
declaración universal de derecho humanos, art. 2.3, pacto internacional de
derechos civiles y políticos, arts. XXVI y XXVII de la Declaración americana de
los derechos y deberes del hombre, art. 8.1 Convención Americana de
Derechos Humanos), el de Debido proceso, (Arts 14 y 18 CN; Art 72 inc 22: art.
8º Convención Americana de Derecho Humanos, Art. 8º Pacto de San jose de
Costa Rica), Juez natural, (art. 75 inc 22 CN, art. 8.1 de la Convención
Americana sobre los Derechos Humanos y el art. 26 2º párrafo de la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre); Derecho a la
propiedad privada, (art. 17 C.N.), derecho a la igualdad (art. 16 C.N.), La
Garantía Protectoria, (art. 14 Bis C.N.), Derecho de defensa en juicio (art. 18
C.N.).
Todas ellas resultan razones de peso suficiente para que V.S., sin más trámite
declare la inconstitucionalidad del Ley 27.348 en sus Artículos 1º, 2º, 14º y 17º
y de la resolución 298/17 de la S.R.T., en la forma pedida.
INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS Arts. 1º, 2º de la ley 27.348 y de la
RESOLUCIÓN 298/17 de la S.R.T.:
V.E, no dudara que conforme la vasta doctrina expuesta en la materia y la que
surge de la propia C.S.J.N — Antecedentes "Castillo, Ángel S. c. Cerámica
Alberdi SA", sent. de 07/09/2004 ", "Venialgo, Inocencio c/ Mapfre Aconcagua
Aseguradora de Riesgo de Trabajo s/ otros, entre otros — que los artículos
aquí atacados conculcan irremediablemente contra el orden Constitucional
Argentino, y afectan los derechos del actor citados Ut Supra.
El procedimiento médico-administrativo ante las Comisiones Médicas que
regulan los arts. 21, 22 y 46 de la ley 24.557, como se cito, ya merecieron
tacha de inconstitucionalidad por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, -
casos "Castillo", "Venialgo", "Marchetti", "Obregón" y otros — Y como tiene
dicho la propia Corte, si bien los fallos de la corte — declaración de
inconstitucionalidad - son para el caso concreto, los juzgados de instancias
inferiores no pueden ignorar en sus dictados la doctrina establecida por la
misma, debiendo en casos idénticos o similares conformar sus sentencias a la
doctrina legal emanada de la ella. Sosteniendo el máximo tribunal que esa
obligatoriedad se sustenta no sólo en su carácter de intérprete supremo sino en
razones de celeridad y economía procesal" que hacen conveniente evitar todo
dispendio de actividad jurisdiccional - (GONZÁLEZ HERMINIA CS, 329:4360) -.
La Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, se ha
expresado en términos similares. - SCBA LP L77555 S 06/08/2003, Juez
HITTERS (OP) - Carátula: "Vega, José Eugenio c/ Provincia de Buenos Aires s/
Accidente de trabajo" , entre otros-
En "Obregón" la Corte Suprema declaró la inconstitucionalidad de las
comisiones médicas. Aquí la corte incorpora a las razones expuestas en
"Castillo" un argumento novedoso por el cual dice que: imponer a la víctima el
paso por una vía administrativa previa, significaba retrasar injustificadamente el
acceso a la jurisdicción civil. Se trata de una inconstitucionalidad absoluta que
resulta plenamente aplicable a todos los casos con una carácter general atento
que, dada su materia, no resulta posible sostener que las CCMM sean
constitucionales a veces sí y a veces no, según las singularidades de cada
caso. Sin duda estamos en presencia de un vicio de incompetencia ratione
materiae que afecta además al orden público ya que no está disponible para
las partes apartarse consensualmente de las asignaciones jurisdiccionales de
la Constitución. (MACHADO, José Daniel, "El inasible concepto de sede y
trámite administrativo en la ley 26.773", Revista de Derecho Laboral,
Actualidad, 2013-1, Rubinzal-Culzoni, p. 204).
Las Comisiones Médicas de la LRT son órganos federales y administrativos
con notoria e inconfundible funciones jurisdiccionales. Tal como lo establecen
los mencionados Art 21 y 22 de la ley 24.557., ahora el Art 1º de la Ley 27.348
ordena que ante las mismas tramiten las controversias suscitadas entre el
trabajador accidentado y una Aseguradora de Riesgos del Trabajo que lo tiene
por afiliado en un proceso contencioso que en la inmensa mayoría de las veces
versa sobre cuestiones jurídicas, en particular la naturaleza laboral del
accidente o profesional de la enfermedad (LRT, art. 21). Como ya se ha dicho
el sistema legal que manda la ley de riesgos y que ahora sin modificación se
reafirma por la norma aquí atacada, coloca a médicos a determinar cuestiones
que deben dilucidarse en el campo del derecho, y que obviamente no son parte
de su incumbencia profesional, sino que son materia exclusiva y excluyente de
los jueces tal lo establece el orden constitucional Argentino, y esta cuestión no
es salvada por el hecho que conforme la resolución 298/17, S.R.T., se
instituyan los secretarios jurídicos, en la medida que conforme la misma
resolución - y como en mejor detalle se expresa ut-infra -, estos no solo no
participan del proceso, sino que, es a los médicos a lo que se les otorga
ilegítimamente facultades jurisdiccionales — (ver Art 7,8, 9 de la Res 298/17
S.R.T) -, pudiendo los mismos aceptar la prueba que consideren conducente,
desechando la que no, a dictar medidas a mejor proveer, estudiar los alegatos
de las partes y finalmente resolver. Incluso, dictaminará conforme a los
antecedentes que tuviere en su poder, si el trabajador dificultare la revisación o
la realización de estudios complementarios, - (Art 7 sexto párrafo res 298/17
S.R.T) -. Esta cuestión que afecta sin ningún lugar a duda alguno al derecho de
defensa del actor, de jerarquía constitucional (art. 18 C.N.), coloca a la
comisiones médicas como órganos administrativos inconstitucionales en los
términos de las determinaciones establecidas por los Art 21 y 22 la ley 24.557 y
que reafirman los Art 1º y 2º la Ley 27.348.
Nuevamente en una regresión que conculca contra el principio de progresividad
se pretende otorgar a un órgano integrado exclusivamente por médicos,
funciones que son jurisdiccionales. Conforme su profesión esto resultan
competentes para brindar un informe técnico-científico, pero no resultan
competentes para dictar resoluciones sobre la naturaleza jurídica y laboral de
los accidentes o enfermedades del trabajo, estas como ya se señaló exceden
notoriamente su incumbencia profesional, y requieren indudablemente un
conocimiento técnico-jurídico del cual los médicos carecen.
Solo el trámite ante la justicia del fuero ofrece las garantías y certezas
constitucionales al trabajador- el aquí actor -, y a la propia A.R.T., para la
determinación del carácter laboral de las enfermedades y accidentes.
De lo hasta aquí dicho coincidirá V.E, que el trámite administrativo antes las
CCMM, violenta en el actor la garantía del acceso directo e irrestricto ante la
justicia. - (Art. 18 CN, Bloque normativo constitucional, (art. 75 inc. 22 CN) —
Art 8 y 10 declaración universal de derecho humanos, art. 2.3, pacto
internacional de derechos civiles y políticos, Arts. XXVI y XXVII de la
Declaración americana de los derechos y deberes del hombre, Art 8.1
Convención Americana de Derechos Humanos).
Mientras que el trámite ante la CCMM, se trata de un verdadero proceso
jurisdiccional, lo cual se evidencia en forma notoria a través dictado de la
resolución 298/17 de la S.R.T., que reglamenta el proceso ante las mismas.
Como se viene citando y conforme surge de nuestro plexo normativo
constitucional, solo el poder judicial posee facultades jurisdiccionales. Los Art
7º, 8º y 9º, de la resolución en cuestión establece reglas propias de un proceso
judicial - que en nada tienen que ver con un organismo médico administrativo al
que originariamente la ley le otorga atribuciones para determinar la incapacidad
del trabajador y su relación causal con un accidente y/o enfermedad del trabajo
-, facultando a los médicos a resolver cual si fueran jueces de la Nación o de
las Provincias, lo que muestra evidentemente una nueva violación mediante la
mencionada Res 298/17 S.R.T, del Art. 99 inc 2º de la C.N. en un exceso de
las facultades y atribuciones reglamentarias del P.E.
Los artículos señalados de la Res 298/17 S.R.T, muestran con claridad
inobjetable que las CCMM resultan organismos federales administrativos a los
que se les da, en total violación del orden constitucional, facultades
jurisdiccionales que son propias del Poder Judicial, en este caso particular de la
Justicia del Trabajo. Esto tacha de inconstitucional la resolución en cuestión y
obviamente por carácter jerárquico a los art. 1º y 2º de la ley 27.348.
Así entre otras cuestiones el art. 7º de la resolución de la S.R.T. atacada,
impone al trabajador la obligación de ofrecer prueba y concede a las CCMM,
facultad para rechazar la prueba ofrecida por el trabajador que se considere
manifiestamente improcedente, superflua o meramente dilatoria. Igualmente le
concede a las CCMM disponer de oficio la producción de prueba respecto de
los hechos invocados y que considere conducentes para resolver, así como el
mencionado artículo faculta a las CCMM para resolver el conflicto planteado, a
solicitar la asistencia de servicios profesionales o de organismos técnicos para
que se expidan sobre áreas ajenas a su competencia profesional. Es notorio
como mediante este artículo de la Res 298/2017 S.R.T., se le arroga a un
organismo médico administrativo federal facultades jurisdiccionales propias y
exclusivas del Poder Judicial, lo cual pone en evidencia la ilegitimidad de las
CCMM y su violación de los derechos y garantías constitucionales del actor.
El art. 8º de la resolución en cuestión reglamenta la posibilidad que el
trabajador brinde un alegato de la prueba ofrecida o de aquellas "medidas para
mejor proveer" producidas por disposición de la CCMM — lo encomillado es
textual del Art 8º de la Res 298/2017 S.R.T.
Es decir de la ley 27.348 en sus Art 1º y 2º resultan en forma inconfundible una
restricción inadmisible para el actor al libre acceso a la justicia con el goce de
todas las garantías que se señalaron precedentemente, ya que el trabajador
debe someterse en forma obligatoria a un proceso controvertido administrativo
en el cual debe probar lo que reclama, en un marco de notoria desigualdad y
violación del principio de defensa en juicio atento que si bien la Res 298/17
S.R.T., permite al trabajador contar con peritos médicos de parte, para
participar en la audiencia. Los honorarios que éstos irroguen estarán a cargo
del trabajador, incluso se permite la presentación de estudios y diagnósticos
que sugieran dichos profesionales, pero los gastos que irroguen dichos
estudios deben ser soportados por el trabajador. Esta facultad que se le da al
trabajador, igualmente se le otorga a la aseguradora de riesgos, y entonces no
queda duda de la disparidad de fuerzas entre el trabajador y la aseguradora de
riesgos, frente a la evidente y notable diferencia en el caudal económico de uno
y otra, lo cual ataca gravemente no solo contra el orden constitucional, sino que
contra todo el bloque normativo que introducen los art. 31 y 75 inc. 22 de la
carta magna, produciendo un agravio insalvable para el actor.
Coincidirá V.e., con esta parte y con fundamento con lo hasta aquí expuesto
que al obligar al actor a someterse ante el trámite administrativo que le ordena
el art. 1º de la ley 27.348, se están violando al mismo los siguientes derechos y
garantías protegidos por la carta magna y por el bloque constitucional de
normas internacionales contemplado por la misma — (art. 31 y 75 inc. 22), a
saber: Acceso directo e irrestricto a la justicia, defensa en juicio, debido
proceso, e igualdad esto último conforme los trabajadores no registrados no
deben someterse a tal proceso quedándole expedita la vía judicial (art. 1º tercer
párrafo Ley 27.348).
No salva esta cuestión, la introducción efectuada por el ya mencionado Art 1º
de la ley 27.348, respecto que ahora los trabajadores sean asistidos por
letrados en el trámite ante las comisiones médicas, ya que la verdadera
intención del P.E., al incorporar a la asistencia letrada al trámite ante las
Comisiones Médicas, no tiene otro fin que pretender convalidar en forma
engañosa — sin entrar en detalle sobre la posible revisión de los acuerdos
administrativos por parte de la justicia -, el tramite homologatorio posterior que
introduce el art. 2º quinto párrafo de la ley 27.348. Las garantías del debido
proceso sólo se aseguran ante la justicia laboral, no por la asistencia letrada en
un procedimiento administrativo.
SCHICK coincide con esta posición al aseverar que, la obligación de contar con
asesoramiento legal en el trámite ante las Comisiones Médicas no significa
modificar sustancialmente la enorme diferencia en la correlación de fuerzas que
existe, entre la víctima del siniestro laboral y la aseguradora que concurre al
campo de batalla legal con sus profesionales y su enorme poderío económico.
Sólo el juez laboral, por su natural formación, está capacitado para equilibrar
tamaña desigualdad. El aseguramiento del derecho de defensa debe ser "no
sólo formal, sino real": la presencia "de condiciones de desigualdad real obliga
a adoptar medidas de compensación que contribuyan a reducir o eliminar los
obstáculos y deficiencias que impidan o reduzcan la defensa eficaz de los
propios intereses - Informe Laboral Nº 55 El PEN reforma mediante el DNU
54/2017, las leyes 24557, 26773 18345 y la LCT, sin que existan los requisitos
de Necesidad y Urgencia que exige el artículo 99.3 de la Constitución Nacional.
Grave violación al principio constitucional de legalidad y división de poderes
esenciales al estado de Derecho, exacerbando el hiperpresidencialismo y el
autoritarismo. Horacio Schick - 23/01/2017- Ello solo ocurrirá garantizando las
herramientas constitucionales del Juez natural, el debido proceso y el principio
protectorio, cuestiones estas conculcadas tanto por los Art 21 y 22 de la ley
24.557, como por los Art 1º y 2º párrafos 1º y 2º de la Ley 27.348, aquí
cuestionada.
La cuestión que, la asistencia letrada tiene un fin engañoso y contrario a
derecho, y no en protección del debido proceso, la debida asesoría profesional
del trabajador accidentado y la protección de sus derechos, queda evidenciada
en lo dispuesto por el art. 37 de la Res. 298/17 de la S.R.T. Así este artículo
entre otras particularidades expresa: Cuando el trabajador sea asistido por un
abogado de patrocinio gratuito proporcionado por la S.R.T. (art. 36 párrafo 2º
del Dec 298/17), sus honorarios no estarán ni a cargo de la aseguradora, ni del
empleador. Quien le paga a ese abogado entonces?, y luego establece que a
los efectos de regular los honorarios de los letrados particulares de los
trabajadores, resultarán de aplicación los porcentajes previstos en las
disposiciones de las leyes de aranceles de cada jurisdicción. Ello, únicamente
en el caso de que su actuación profesional resultare oficiosa y se hubiera
reconocido total o parcialmente la pretensión reclamada por el damnificado en
el procedimiento ante las Comisiones Médicas. Lo expuesto, deberá notificarse
a las partes y a los letrados intervinientes que tramiten los procedimientos
regulados en la presente ...... -. En pocas palabras si la pretensión del
trabajador no llega a un acuerdo, ningún honorario le corresponde al letrado
patrocinante, esto que no solo conculca con el libre ejercicio de la profesión
independiente de los abogados, protegido por la Carta Magna (art. 14 C.N.),
sino que muestra como mediante el dictado de la ley 27.348 y la resolución de
la S.R.T, que reglamenta el procedimiento ante las CCMM, se vulnerar los
derechos del actor violentando el principio protectorio, (art. 14 Bis C.N.). Así
como nuevamente se vulnera el principio de igualdad - (art. 16 C.N.) -, atento la
discriminación que se produce con el trabajador no registrado que no está
obligado al trámite ante la inconstitucional CCMM.
Los arts. 21 y 22 de la ley 24.557, no han dejado de existir, los mismos no han
sido derogados o sustituidos, sin perjuicio de ello el art. 1º de la ley 27.348,
tiene el mismo fin legislativo que los ya conocidos art. 21 y 22 de la L.R.T., el
hecho de haber introducido la frase "de carácter obligatorio y excluyente de
toda otra intervención para que el trabajador afectado[...]", refiriéndose a la
intervención de carácter previo y obligatorio de la Comisiones Medicas, no
cambia el concepto jurídico de los art. 21 y 22 de la L.R.T., atento la
mencionada ley de riesgos no da derecho a optar entre el paso obligado por las
Comisiones Médicas y el acceso directo a la justicia, sino que sin la necesidad
de contener la palabras "obligatorias y excluyentes", los art. 21 y 22 ley 24.557,
ordenan lisa y llanamente que el trabajador previo a todo trámite judicial debe
transcurrir si, o si, por la comisiones médicas . Colofón de todo ello, lo único
que hace los art. 1º y 2º de la ley 27.348, no es otra cosa que reafirmar la
manda jurídica de los art. 21 y 22 de la ley 24.557, sin introducir cuestiones
novedosas en cuanto al procedimiento ordenado por la L.R.T.
La agresión legal que sufre la norma constitucional, - a la que debería haber
estado sujeta tanto la L.R.T., como su complementaria 27.348 a través de los
art. 1º y 2º - al someter un conflicto entre dos sujetos del derecho privado al
trámite obligatorio y excluyente de las CCMM, se manifiesta en la medida que
quita de los jueces naturales y los somete a comisiones especiales el conflicto
acaecido entre el actor y la A.R.T., que lo tiene por afiliado. La atacada de la
ley 27.348, en su exposición de motivos traza una línea respecto que, a partir
del fallo "Castillo", se establece un concepto generalizado que la relación
obligacional en un infortunio laboral, se enmarca en una relación de derecho
privado entre el trabajador y la aseguradora de riesgos. No hay duda que la
exposición de motivos tergiversa los alcancen del mencionado fallo de la
C.S.J.N y otros similares. Se trata de una relación obligacional del derecho
privado por su naturaleza jurídica misma y no por efecto del fallo de supremo
tribunal.
En pocas palabras cabe concluir que los art. 1º y 2º de la ley 27.348, resultan
reiterativos y recurrentes con la ilegitimidad de los art. 21 y 22 de la L.R.T., en
lo que hace al desconocimiento y agravio de los principios, derechos y
garantías que rigen en nuestro estado de derecho y que protege la Carta
magna Nacional, y que — como ya se citó -, así ya ha sido declarado en forma
vasta y unánime por la doctrina provincial y nacional.
Con todo lo expresado hasta aquí, ya no escapa que igualmente resulta
violatorio del art. 109 de la C.N., al pretender otorgarle facultades
jurisdiccionales a un organismo administrativo sin control judicial.
Es en tal sentido atenta igualmente contra el derecho protegido al actor por el
art. 18 de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, de
ocurrir a los tribunales (el accidentado) para hacer valer sus derechos mediante
un procedimiento sencillo y breve. Y en la misma línea de idea, viola el art. 10º
de la Declaración de Derechos Humanos que consagra el derecho de toda
persona a ser oídos públicamente en condiciones de igualdad por un tribunal
independiente que determine sus derechos y obligaciones.
La doctrina de los precedentes dictados por CSJN, en "Castillo", "Venialgo",
"Marchetti", "Obregón" y otros constituye un todo armónico que conlleva la
descalificación constitucional de los arts. 21, 22 de la L.R.T, y de las normas
pertinentes del dec. 717/96 y demás normas reglamentarias y
complementarias, tales doctrinas resultan plenamente aplicables a los art. 1º y
2º párrafos 1º y 2º de la ley 27.348, atento como se dijo, estos últimos no
introducen ninguna cuestión novedosas en la materia, y tan solo se limitan a
ratificar la vía administrativa que ya los mentados art. 21 y 22 de la ley 24.557
establecían como obligatoria y excluyente aunque no utilizaren en forma
expresa tales términos.
La indemnización que debería percibir el trabajador, no puede quedar a merced
de las Comisiones Médicas en virtud de una norma inconstitucional.
Y ello es así atento el infortunio laboral se produce por una situación originada
en ocasión o por consecuencia del trabajo, ello es factor determinante de la
competencia de la justicia del Trabajo, sin importar de la persona demandada o
las normas jurídicas que se invoquen para demandar.
En tal orden de ideas y como ya se dijo, el art. 1º de la ley 27.348, afecta
irrazonable los derechos y garantías constitucionales del actor, ante la
discriminación que hace entre trabajadores registrados y no registrados,
excluyendo a los primeros respecto de los segundos del derecho de acceso
directo e irrestricto ante la justicia, violentando el principio de igualdad
consagrado por el art. 16 de nuestra Carta Magna. La C.S.J.N., tiene dicho que
en materia de igualdad, el control de razonabilidad exige determinar si a todas
las personas o situaciones incluidas en la categoría se les reconocen iguales
derechos o se le aplican similares cargas; se trata, en definitiva, de examinar
los elementos de clasificación que le componen, y observar si se excluye a
alguien que debería integrarla y recibir igual atención jurídica.(C.S.J.N. Fallos:
338:1445)
El mentado artículo concede a unos la "acción expedita" con doble instancia y
todas las garantías procesales, mientras que a otros se los compele a seguir un
procedimiento administrativo el cual como se señaló precedentemente, ya ha
sido declarado inconstitucional por la C.S.J.N., desconociéndoles el derecho
del acceso irrestricto a la justicia.
RESTRICCIÓN DEL ACCESO A LA JUSTICIA y ACCESO RESTRINGIDO A
INSTANCIA REVISORA
El art. 2º en su párrafo 1º y 2º de la ley 27.348, violenta la garantía del debido
proceso, el juez natural y acceso a la justicia del actor, ya que lo compele a una
única instancia judicial a la que pueda acudir en procura de la defensa de sus
derechos, atento convierte a los juzgados de primera instancia en órgano de
revisión de las decisiones de la comisión médica jurisdiccional, - ente
administrativo - y a los tribunales de alzadas o de instancia única donde estos
no existen en órganos de revisión de las decisiones de la comisión médica
central, es decir restringe al proceso judicial al que puede acceder el actor a
una instancia de apelación, y no de juicio, violando igualmente las garantías de
la defensa en juicio, doble instancia judicial y controversia judicial entre las
partes, que protegen la Constitución Nacional y los tratados internacionales que
conforman el llamado bloque normativo constitucional, que se citase Ut Supra.
Con todo lo hasta aquí expresado no requiere de mayor argumento que el
párrafo 7º del art. 2º de la Ley 27.348, resulta igualmente inconstitucional por
violar todas las disposiciones antes dichas y causar en consecuencia y
conculcando las garantías del debido proceso, juez natural y acceso a la
justicia, una grave perjuicio al trabajador accidentado — el actor -. Así el
mentado párrafo dice: "Los decisorios que dicten las comisiones médicas
jurisdiccionales o la Comisión Médica Central que no fueren motivo de recurso
alguno por las partes así como las resoluciones homologatorias, pasarán en
autoridad de cosa juzgada administrativa en los términos del artículo 15 de la
Ley N° 20.744 (t.o.1976)." Resulta contrario al orden jurídico que una
resolución emanada de un órgano médico cuya actuación obligatoria se reputa
de inconstitucional, pueda alcanzar estado de cosa juzgada. Mucho menos aún
bajo la pretensión de un consentimiento tácito, al decir "...que no fueren motivo
de recurso alguno por las partes...", esta observación que muestra la gravedad
del atentado contra orden constitucional que formula este artículo no implica
que aquellas que fueran homologadas, no puedan también tacharse de
inconstitucionales en la inteligencia de la impugnación que en la instancia
judicial hiciera el trabajador de la actuación de las CCMM. El propio artículo
establece una distinción entre las resoluciones que simplemente no se la
recurre, de aquellas que se homologan, entendiéndose en este último caso que
ha mediado acuerdo expreso de las partes, con asistencia letrada.
LA CUESTIÓN DE LA PERICIA MÉDICA - (Art. 2º Ley 27.348 párrafo 5º).
La cuestión de la pericia judicial, contenida en art. 2º párrafo quinto, resulta
igualmente inconstitucional y violenta el debido proceso, además de producir
una afección de la división de poderes que protege la Constitución Nacional, en
particular en sus arts. 109 y 113, por otro lado violenta igualmente el art. 99 inc.
3º, atento que la disposición cuestionada modifica ilegítimamente a ley 18.345
a nivel nacional y la ley 11.653 en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires,
que disponen el nombramiento de peritos de oficio por parte del Juez.
Atenta los derechos del actor contra la garantía del debido proceso contenida
en pactos internacionales que conforman el bloque normativo constitucional, -
artículos 8 y 25 de la Convención Americana-, ya que como es de público y
notorio produce un indiscutible aletargamiento de las causas judiciales en el
marco de le ley especial 24.557 y ley 26.773.
En la Convención Americana sobre Derechos Humanos, los artículos 8 y 25
son los que tradicionalmente se asocian con una doctrina en desarrollo sobre
garantías judiciales y protección judicial de los derechos humanos. En sus
propios términos, estos dos artículos se aplican a toda situación en que se
deba determinar el contenido y alcance de los derechos de una persona
sometida a la jurisdicción del Estado parte, ya sea que se trate de materias
penales, administrativas, fiscales, laborales, de familia, contractuales o de
cualquier otra índole - CIDH Cfr. Segundo Informe de progreso de la Relatoría
sobre Trabajadores Migratorios y Miembros de sus Familias en el Hemisferio,
cit., párrafo 90.
El Cuerpo Médico Forense Nacional fue creado y atiende especialmente los
requerimientos de la justicia criminal nacional y federal. En el marco de la
provincia de Buenos Aires, el mismos está destinado principalmente a atender
causas de la justicia criminal, y de familia — (en este último fuero dándole
mayor relevancia a los casos de salud mental) — la acordada 2681/13 de la
S.C.B.A, da los lineamientos generales para la intervención de peritos, de la
cual se observa con claridad que tiende a organizar a la asesoría pericial hacia
el fuero criminal y de familia, lo mismo que hace la acordada 2389/2012, así
como demás acordadas dictadas a tal efecto. Asimismo, la propia ley 11.653
art. 37 determina la designación de peritos, invadiendo la norma en cuestión,
legislación de carácter provincial.
En caso de la C.S.J.N dictó la Acordada 47/09 del 15/12/2009. Él artículo
segundo del Reglamento de dicha acordada establece que salvo los
magistrados del fuero criminal, los jueces de los restantes fueros sólo
"excepcionalmente podrán requerir la intervención pericial del Cuerpo Médico
Forense cuando medien notorias razones de urgencia, pobreza e interés
público debidamente acreditadas o cuando las circunstancias particulares del
caso hicieran necesario su asesoramiento" . Agregándose que en estos casos
el magistrado elevará el pedido a la Cámara de Apelaciones del Fuero
respectivo mediante resolución fundada, y éstas resolverán acerca de la
procedencia de la excepcionalidad invocada, debiendo informar mensualmente
a la Corte Suprema sobre la "intervención excepcional del Cuerpo Médico
Forense y la decisión que se tomó al respecto"
La disposición del párrafo quinto del artículo segundo de la ley 27.348, va en
contra mano con la citada acordada de la C.S.J.N, así como con las acordadas
de la S.C.B.A, violentando como se citó el art. 113 de la C.N.
La acordada de la corte nacional no resulta caprichosa, o falta de fundamento,
la misma apunta a no saturar el trabajo del cuerpo médico forense en la
inteligencia de no impedir su actuación, rápida, eficaz y certera en causa
criminales y federales en las que su actuación es de vital importancia para su
resolución, distrayéndolo con actividades provenientes de otros fueros, que
bien pueden ser suplidas por perito auxiliares de la justicia, seleccionados
conforme reglamentos establecidos por los propios tribunales supremos y que
resultan imparciales a las partes y al proceso, no comprometiendo las garantías
constitucionales de los contendientes.
En otras palabras la intervención obligatoria de los peritos de la asesoría
pericial en todas las causas que refieran a cuestiones regidas por las leyes
24.557 y 26.773, producirá una demora innecesaria en la buena administración
de justicia, ocasionando un cuello de botella que hará, que las causas laborales
puedan resultar cuasi interminables, por la sola falta de la pericia médica,
indispensable para resolver el litigio entre otras cosas porque la incapacidad
determinada resulta fundamental para calcular el monto indemnizatorio que le
corresponde al actor. (art. 14, 15 y ss Ley 24.557).
En este estado no se puede dejar de considerar la experiencia en la praxis
judicial respecto de las demoras en los pronunciamientos y las características
de los dictámenes oficiales en los juicios laborales, así como fueron
históricamente —y salvo excepciones que debe reconocerse— altamente
restrictivos en el tratamiento de las incapacidades laborales y en el análisis de
la relación de causalidad entre tareas y daños.
No resulta menor la determinación de los honorarios de los peritos conforme la
Ley 27.348, ya que la SCBA lo ha previsto en forma diferente mediante la
acordada 1774/06 entre otras, así de esta forma una vez más de la ley 27.348,
violenta la manda del art. 113 de la C.N.
La jurisprudencia del CIDH, tiene reiteradamente sostenido que debe mediar
una relación directa entre la idoneidad del mecanismo judicial y la integridad de
los derechos económicos, sociales y culturales, la fijación de un plazo
razonable de los procesos en materia social y la efectiva igualdad de armas en
el proceso entre otras cuestiones, representa un camino para la exigibilidad de
estos derechos. - Corte I.D.H., Casos Velásquez Rodríguez, Fairén Garbi y
Solís Corrales y Godínez Cruz, Excepciones Preliminares. Sentencias de 26 de
junio de 1987, párrafos 90, 90 y 92, respectivamente; Garantías Judiciales en
Estados de Emergencia (arts. 27.2, 25 y 8 Convención Americana sobre
Derechos Humanos), Opinión Consultiva OC-9/87 de 6 de octubre de 1987,
párrafo 24.
La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre establece
que el estado parte debe disponer de un procedimiento sencillo y breve por el
cual la justicia lo ampare contra actos de la autoridad que violen, en perjuicio
suyo, alguno de los derechos fundamentales consagrados constitucionalmente
— art. 18, Derecho de Justicia — incorporado a la Constitución Nacional —
(art. 31 y 72 inc. 22 C.N.).
Vinculando normas con derecho judicial no pueden descartarse las opiniones
consultivas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, pues ella ha
dejado bien establecido que la garantía del recurso sencillo y eficaz que todo
Estado debe tener para la protección efectiva de los derechos fundamentales,
no basta con encontrarlo prescripto en una ley formal o en la misma
Constitución, sino que sea auténticamente posible.
El derecho a la protección judicial, que contemplan los tratados internaciones
con jerarquía constitucional y el art. 14 bis de nuestra C.N. exige que los
tribunales dictaminen y decidan los casos con celeridad, particularmente en
casos urgentes. No queda ninguna duda que el deber de conducir un
procedimiento en forma ágil y rápida corresponde a los órganos encargados de
administrar justicia, y en consecuencia la determinación del art. 2º párrafo 5º de
la ley 27.348, importa una intromisión prohibida del poder ejecutivo en las
facultades y prerrogativas que son propias del poder judicial.
Es por todo lo expresado en este apartado que se solicita al V.E., declare la
inconstitucionalidad y su no aplicación al caso de autos de los art. 21 y 22 de la
ley 24.557, y los art. 1º y 2º de la ley 27.348, así como la inconstitucionalidad
de la Res 298/17 S.R.T., particularmente arts. 7, 8, 9, 10 y ss, por conculcar las
garantías de rango constitucional al actor y oponerse a las disposiciones
constitucionales aquí expresadas así como lo determinado por los pactos y
tratados internacionales de raigambre constitucional que se citasen en este
punto.
INCONSTITUCIONALIDAD DE LOS ARTS. 14 Y 17 DE LA LEY 27.348.
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ART. 14 LEY 27.348.
En cuanto a las disposiciones del art. 14 de la ley 27.348, el mismo afecta la
garantía de mi mandante del debido proceso, el juez natural, así como violenta
la norma procesal (ley 18.345).
El citado artículo sustituye el inconstitucional art. 46 de la L.R.T., por otro no
menos inconstitucional, determinando la competencia judicial en contrario a las
leyes procesales laborales vigentes en las diferentes jurisdicciones - artículo 24
de la Ley Nacional 18.345, Ley 11.653, afectando el principio del juez natural,
determinado por las leyes de forma, y entrometiéndose en las prerrogativas de
las Provincias no delegadas a la Nación, sin justificación alguna.
Esto afecta en el actor el principio de igualdad — (art. 16 C.N.), ya que a partir
del dictado de este decreto existen dos tipos de trabajadores litigantes, los que
tienen la competencia del juez natural, y los que se someten al competencia
caprichosa de la ley 27.348, produciendo una discriminación que priva al
trabajador accidentado del derecho de poder optar a demandar judicialmente
también a los obligados del sistema en sus domicilios legales, tal el régimen
vigente en las leyes procesales citadas.
Al igual que lo hace el art. 2º en su párrafo 1º y 2º, este artículo 14 aquí
atacado, violenta la garantía del actor del debido proceso, el juez natural,
acceso a la justicia y doble instancia, sometiéndolo a una única instancia
judicial, ya que convierte a los juzgados de primera instancia en un órgano de
revisión de las decisiones de la comisión médica jurisdiccional, y a los
tribunales de alzadas o de instancia única donde estos no existen, en órganos
de revisión de las decisiones de la comisión médica central, es decir los
convierte en una instancia de apelación, y no de juicio, violando igualmente las
garantías de la defensa en juicio y controversia judicial entre las partes, que
protegen la Constitución Nacional y los tratados internacionales que conforman
el llamado bloque normativo constitucional, tal como se desarrollase Ut Supra.-
Como se ha expresado en la critica a los art. 1º y 2º de la ley 27.348, también
la disposición del art. 14º de la citada norma produce una discriminación entre
trabajadores registrados y no registrados, otorgándoles a estos últimos el
acceso directo e irrestricto a la justicia con la posibilidad de poder elegir la
competencia conforme el domicilio del demandado, mientras que los primeros
no solo se les niega el acceso a la justicia, que conlleva — como ya se citó —
la negación de todas las garantías constitucionales del debido proceso y la
doble instancia, sino que además se los priva en casos idénticos — accidentes
o enfermedades del trabajo — optar por la elección de la competencia respecto
del domicilio del demandado, produciendo una exclusión reñida con el principio
de igualdad — (art. 16 C.N.), e insalvable por cualquier otra vía que no sea la
tacha de inconstitucionalidad del artículo cuestionado.-
Para no dejar dudas de esta violación del sistema republicano, la división de
poderes, y como se ha dicho, el acceso libre a la justicia, el artículo aquí
atacado en sus párrafos, cuarto y quinto dispone: "Los recursos interpuestos
procederán en relación y con efecto suspensivo, a excepción [.......]. El recurso
interpuesto por el trabajador atraerá al que eventualmente interponga la
aseguradora de riesgos del trabajo ante la Comisión Médica Central y la
sentencia que se dicte en instancia laboral resultará vinculante para todas las
partes[......]"
No hay ninguna duda que el art. 14 de le ley 27.348, implica un giro regresivo
en contra del trabajador, - el aquí actor - violentando el principio protectorio del
art. 14 Bis de la C.N., nótese que aun en el inconstitucional procedimiento
administrativo que determinaba la ley 24.557, todos los recursos tenían un
efecto devolutivo, con lo cual el trabajador podía optar por cobrar la suma que
fijaba la A.R.T o la CCMM y continuar con su recurso. Hoy esta modificación no
solo afecta principios y garantías de rango constitucional, sino que significa una
total y cabal desprotección al trabajador accidentado que lo priva de todo cobro
hasta la resolución final del caso. Afecta sin duda al principio protectorio que
protege al actor vulnerando la garantía que la Constitución Nacional le concede
al mismo (art. 14 bis).-
Por todo lo expuesto igualmente se solicita se declare la inconstitucionalidad
del art. 14 de la ley 27.348
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ART. 17 de la LEY 27.348:
Este artículo dispone que todas las prestaciones dinerarias que se liquiden a
favor del trabajador — administrativas o judiciales -, sean depositadas en la
cuenta sueldo del mismo, si la tuviese.
El presente artículo contrapone al art. 277 de la L.C.T. que en la escala
axiológica y por tratarse de una ley de orden general resulta de mayor jerarquía
legislativa que la Ley 27.348. Así el mentado artículo de la Ley de Contrato de
Trabajo dispone: que todos los pagos que se deban realizar en los juicios
laborales se efectuarán mediante depósito bancario en el juicio respectivo y a
la orden del Tribunal, prescribiendo la nulidad de todo pago efectuado fuera de
esta prescripción.
Luego el tribunal libera el dinero a favor del trabajador, y este tiene derecho de
efectuar con el mismo lo que le plazca, retirarlo en efectivo, transferirlo a otra
cuenta, esta última cuestión no es menos importante, ya que resulta habitual
que el trabajador desee tener su dinero en una cuenta corriente desde la cual y
por motivos de seguridad pueda emitir cheques para la utilización de algo que
le pertenece.
Esta absurda intromisión sin fundamento alguno en la propiedad del trabajador
— dinero indemnizatorio — conculca contra la protección que brinda al actor el
art. 17 de la carta Magna. Así como contra el derecho de igualdad que protege
el art. 16 de la C.N., ya que cualquier otro trabajador que su causa verse sobre
cuestión distinta de una accidente de trabajo, puede disponer de su dinero
como mejor le parece, sin intromisión alguna del estado. Más aun, un
trabajador accidentado cuya relación no hubiera estado registrada podrá
ejercer su derecho de propiedad como mejor considere, contra el actor que lo
tiene ilegítimamente restringido.
El concepto básico de la igualdad civil consiste en eliminar discriminaciones
arbitrarias entre las personas. La igualdad importa un grado suficiente de
razonabilidad y de justicia en el trato que se depara a los hombres. En
principio, se traduce en el reconocimiento uniforme de los derechos civiles a
todos los habitantes (conforme los arts. 14, 16 y 20, Const. nacional). SCBA LP
I 70991 RSD-16-16 S 16/03/2016 Juez PETTIGIANI (SD) Carátula: "Sánchez,
Mónica Albina c/ Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de
Buenos Aires s/ Inconstitucionalidad art. 57 inciso e de Ley 10.579"
Magistrados Votantes: Pettigiani-de Lázzari-Soria-Negri-Kogan
Incluso el mismo artículo dispone desigualdades entre trabajadores
accidentados cuya relación laboral hubiera estado debidamente registrada, ya
que quien no posea cuenta sueldo puede operar su dinero como mejor
desease contra la limitación que se le impone a quien si la posee, violentando
en el actor una vez más, la garantía del art. 16 de la C.N.
Como se referencio Ut Supra, la Ley 27.348, en este art. 17, igualmente
violenta el principio de razonabilidad que protegen los art. s. 28 y 33 de la C.N.,
cruzando ilegítimamente el límite entre aquello sobre lo que el estado puede
legislar y a la cual las personas — en este caso los trabajadores — deben
someterse y sobre lo que no, por afectar el principio de razonabilidad aquí
mencionado.-
Por todo ello se solicita la declaración de inconstitucionalidad del art. 17 de la
ley 27.348, permitiéndole al trabajador la libre disposición de su propiedad, la
cual constituye la suma indemnizatoria que por derecho le corresponde.
Los motivos aquí desarrollados muestras razones de gravedad suficiente para
que V.S., declare la inconstitucionalidad de la normativa aquí atacada, lo que
así se solicita haga.
IV. 4).- PLANTEA INCONSTITUCIONALIDAD LEY 14.997
Que venimos a solicitar a V.E, se decrete la inconstitucionalidad de la Ley
14.997 (que adhiere a la Ley 27.348) por resultar violatoria de lo dispuesto por
los arts. 1 , 5 , 75 inc. 12 , 121 , 122 y 123 de la CN., y la consecuente
inaplicabilidad al caso de los arts. 1 , 2 y 3 de la Ley 27.348, que sustraen de la
competencia judicial a las controversias por reclamos con sustento en las
consecuencias dañosas ocasionadas por accidentes y enfermedades del
trabajo.
Por ello, llama poderosamente la atención, que los legisladores de la provincia
de Buenos Aires, no tuvieran en cuenta a la hora de la sanción la adhesión a la
ley 27.348, que con dicha ley, estaban cediendo jurisdicción propia, que forma
parte de los poderes reservados y no delegados, los que sólo pueden hacerse
previa reforma constitucional.
Un punto que inhibe totalmente la adhesión de la Ley 14.997 es que a través
de ella se produce una delegación de normas que no integran el denominado
derecho común y que por lo tanto están solo reservadas a las provincias; así,
adherir al tránsito obligatorio por las Comisiones Médicas (como instancia
administrativa obligatoria) implica en la práctica un reconocimiento inadmisible
de facultades legislativas al Estado Federal Central, sobre materias procesales
que no integran el derecho común, y que por ende son de lógica reserva
provincial.
La atribución de funciones jurisdiccionales a entes administrativos para dirimir
controversias de naturaleza patrimonial entre particulares implica un doble
quebrantamiento constitucional, ya que si, por una parte, produce la
transgresión del principio que prohíbe al Poder Ejecutivo el ejercicio de
funciones judiciales, por la otra transgrede abiertamente la garantía de la
defensa en juicio a la persona y sus derechos.
El trámite administrativo es un escabroso terreno que no tiene capacidad para
abarcar las múltiples cuestiones tocantes a los reclamos por daños laborales, y
la faz judicial es una mera revisión encorsetada por la etapa anterior y que
constriñe a las partes y a los jueces.
Es claramente inconstitucional una norma que pretende vedar el acceso a la
justicia, a los trabajadores accidentados e incapacitados por causas laborales,
cuando por el contrario debería facilitarles su acceso en aras a la efectivizarían
de sus derechos vulnerados reforzando su protección por mandato constitución
del art. 75 inc. 23 de la CN.
Que en la Provincia de Buenos Aires, ya existen precedentes cuyos
fundamentos compartimos, como lo decido por el Tribunal del Trabajo de
Olavarría; "Los arts. 1 a 4, Ley 27348, sustraen de la competencia judicial a las
controversias por reclamos con sustento en las consecuencias dañosas
ocasionadas por accidentes y enfermedades del trabajo. El dictado y vigencia
de la Ley 14997 (B.O. 08/01/2018) en el ámbito de la Provincia de Buenos
Aires y su adhesión al sistema que propone la Ley 27348, hace operativo sus
postulados en el territorio provincial. La gravedad institucional que se deriva de
la aplicación sin más del plexo normativo aludido, impone el control de
constitucionalidad y el de convencionalidad, dado el carácter difuso del sistema
de contralor admitiéndose la posibilidad de efectuarlo aún ex officio. Así, luego
del cotejo con las normas más elevadas, corresponde decretar la
inconstitucionalidad de la Ley 14997, por resultar violatoria de lo dispuesto por
los arts. 1, 5, 75, 121, 122 y 123, Constitución Nacional y la consecuente
inaplicabilidad al caso de los arts. 1, 2 y 3, Ley 27348; entendiendo abstracto
su tratamiento.
Bravo, Franco Damián vs. Provincia ART S.A. s. Accidente de trabajo - Acción
especial /// Tribunal de Trabajo, Olavarría, Buenos Aires; 12-abr-2018,
276/2018, Rubinzal Online, RC J 2789/18
A continuación efectuamos un análisis exhaustivo que fundamenta la
inconstitucionalidad de la norma aquí planteada:
VIOLACIÓN DE LA AUTONOMÍA PROVINCIAL:
Nuestra Sistema Federal de Gobierno, fue estructurada a partir de la
incorporación de la provincia de Buenos Aires a la Confederación, lo que se
efectuó previo a la firma del Pacto de San José de Flores (1859), en el cual la
provincia de Buenos Aires, puso importantes condicionamientos para su
retorno a formar parte de la confederación. Lo que motivó la reforma
constitucional de 1860. En dicha reforma se fortalecen las autonomías
provinciales, llevándose a cabo justamente a instancia de la Provincia de
Buenos Aires, quien ahora alegremente y sin mayores debates, delega todo en
el Gobierno Nacional. Ello en tanto la Ley 14.997 al adherir expresamente a la
normativa nacional, también implica, la delegación en favor de la administración
nacional, de la totalidad de las competencias necesarias de las cuales están
constitucionalmente investidas las provincias por ley suprema. Los principales
artículos de la Constitución Nacional que contienen disposiciones expresa
sobre poderes reservados y no delegados, son los actuales artículos 5, 75
inciso 12 y 121; todos fueron objeto de reformas a instancia de Buenos Aires.
En virtud de la reforma constitucional de 1860 impulsada por la incorporación
de Buenos Aires a la Confederación, al artículo 5 se le quitó la facultad de
revisión que tenía el Congreso Nacional de las Constituciones provinciales, al
entonces artículo 67 inciso 11 se le incorporó las jurisdicciones locales que son
las encargadas de aplicar el derecho común, y al por entonces artículo 104 que
ya contenía la reserva de los poderes no delegados, pero se incorporaron los
reservados por pactos especiales (como el de San José de Flores).
Por ello, llama poderosamente la atención, que los legisladores de la provincia
de Buenos Aires, no tuvieran en cuenta a la hora de la sanción la adhesión a la
ley 27.348, que con dicha ley, estaban cediendo jurisdicción propia, que forma
parte de los poderes reservados y no delegados, los que sólo pueden hacerse
previa reforma constitucional. El artículo 1º de la Constitución Provincial
establece que La provincia de Buenos Aires, como parte integrante de la
República Argentina, constituida bajo la forma representativa republicana
federal, tiene el libre ejercicio de todos los poderes y derechos que por la
Constitución Nacional no hayan sido delegados al Gobierno de la Nación. En
ese sentido, la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, establece en su
artículo 45, que Los poderes públicos no podrán delegar las facultades que les
han sido conferidas por esta Constitución, ni atribuir al Poder Ejecutivo otras
que las que expresamente le están acordadas por ella. Del juego armónico de
ambos preceptos, surge evidente que la provincia si bien tiene el libre ejercicio
de los poderes no delegados a la Nación, al ser estos poderes públicos
conferidos por la propia Constitución y el Sistema Federal de Gobierno, no
pueden ser cedidos ni delegados por los poderes públicos, máxime cuando
están expresamente acordado por norma constitucional.
Además el artículo 5 de la Constitución Nacional impone a las provincias, que
deben asegurar la administración de justicia (además del régimen municipal y
la educación primaria), como una de las funciones esenciales que hacen a su
existencia misma como entes autónomos. Estas son consideradas facultades
reservadas a las provincias. Lo que no hay que confundir con las facultades no
delegadas previstas por el artículo 121 de la Constitución Nacional. Reforzando
el artículo 122 de la Constitución Nacional al decir que las provincias se dan
sus propias instituciones locales, por lo que se sobre entiende que si se dan las
instituciones, éstas nunca pueden ser delegadas a otro poder como ocurre en
el caso. También el artículo 123 de la Constitución Nacional establece que las
provincias deben dictar sus propias constituciones asegurando lo establecido
en el artículo 5º (administración de justicia, régimen municipal y educación
primaria). En el mismo sentido se contemplaba en el artículo 75 inciso 12 de la
Constitución Nacional, que las provincias pueden Dictar los códigos civil,
comercial, penal y de minería, sin que tales códigos alteren las jurisdicciones
locales, correspondiendo su aplicación a los tribunales federales o provinciales,
según que las cosas o las personas cayeren bajo sus respectivas
jurisdicciones; . (El subrayado es nuestro). Por el principio de prelación
normativa que establece el artículo 31 de la Constitución Nacional, las
autoridades provinciales se encuentran obligadas a respetar las normas
federales, sin que sea admisible dictar leyes que contradigan abiertamente la
ley suprema de la Nación.
EL PODER DE POLICÍA ES IRRENUNCIABLE E INDELEGABLE:
Al respecto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha dicho que: El poder
de policía de las provincias es irrenunciable y su pretendida delegación es
extraña a las atribuciones del Poder Ejecutivo o de las legislaturas provinciales.
Los poderes no delegados o reservados por las provincias no pueden ser
transferidos al gobierno de la nación, mientras no lo sean por la voluntad de las
provincias expresada en congreso general constituyente. (C.S.J.N. en autos
Giménez Vargas Hnos. Soc. Com. e Ind. c/Poder Ejecutivo de la Provincia de
Mendoza, sent. del 9/12/1957, Fallos, 239:343). Al decir en boca del Dr.
Rolando Gialdino, quien sostuvo que: Se trata, en realidad, de una invitación
constitucionalmente inadmisible pues induce a que los estados provinciales
realicen actos claramente repudiados por los artículos 5, 75 inc. 12), 121 y 122
de la Constitución Nacional. Tiene juzgado la Corte Suprema de Justicia de la
Nación en el célebre caso Jiménez [Giménez] Vargas que los poderes no
delegados o reservados por las provincias no pueden ser transferidos a la
nación en tanto no lo sean por la voluntad de las provincias expresada en
Congreso General Constituyente. Además, esta inválida y grave delegación
también menoscabará el derecho constitucional de toda persona a su juez
natural (Cfr. Versión taquigráfica de la Reunión de la Comisión de Trabajo y
Previsión Social de la Cámara de Senadores de la Nación del 23/11/2016,
publicada por la Dirección General de Taquígrafos). Ver también a José Daniel
Machado en Las provincias no pueden abdicar por ley ordinaria de una facultad
que les reservó la constitución nacional páginas 247 y ss. En Revista de
Derecho Laboral, Número extraordinario sobre Reforma a la Ley de Riesgos
del Trabajo, Rubinzal — Culzoni 2016). Esto quiere decir que el único medio
por el cual se puede efectuar una delegación del poder de policía en
organismos federales, es mediante una reforma constitucional, realizada a
través de una Convención Constituyente.
Por si ello fuera poco, con la reforma constitucional del año 1994, la Provincia,
no sólo no habilitó la delegación del poder de policía, sino que lo fortaleció
como poder local e indelegable. Ello en tanto, incorporó al artículo 39 a la
Constitución Provincial, que la Provincia debe ...ejercer en forma indelegable el
poder de policía laboral... y debe establecer tribunales especializados para
solucionar los conflictos de trabajo. De lo que irremediablemente se concluye,
que el Poder de Policía conforma uno de los poderes no delegados al Estado
Nacional, y no sólo es indelegable, sino que su vez la Provincia debe crear
dentro de su ámbito local tribunales especializados para solucionar conflictos
de trabajo, como los que ocurre con los trabajadores accidentados y enfermos
por causas relacionadas con el trabajo.
La jurisprudencia de la SCBA es contundente al respecto, en la reserva a la
intervención de órganos locales para el entendimiento y aplicación del derecho
común. Así ha dicho que: Cuando un tribunal especializado local ejerce el
poder deber de su jurisdicción lo debe hacer en plenitud. Nuestra Carta
Fundamental local asegura el acceso irrestricto a la justicia y la intervención de
tribunales especializados para la solución de conflictos de índole laboral en un
todo de acuerdo con los poderes reservados y los compromisos asumidos
(arts. 1, 11, 15 y 39.1 de la Constitución provincial, y 5, 75 incs. 12 y 22, 121 y
123 de la nacional). (SCBA LP L 88246 S 21/12/2005 Juez RONCORONI (SD),
Espósito, Mario Javier c/ Carrefour Argentina S.A. s/ Daños y Perjuicios,
Magistrados Votantes: Roncoroni - Soria - Pettigiani - Kogan - Genoud - Hitters
- de Lázzari Tribunal Origen: TT0400LP). En reciente fallo, la SCBA ha
reafirmado la interpretación constitucional, en cuanto a que el poder de policía
corresponde a las provincias como estado autónomo y preexistente: En el
régimen institucional diseñado por la Constitución nacional, las provincias
conservan todo el poder no delegado al gobierno federal (conf. sus arts. 5, 121,
122 y 123). (...) En efecto, como norma general dentro de nuestro régimen
federativo, el poder de policía corresponde a las provincias y la Nación lo ejerce
dentro del territorio de ellas sólo cuando expresamente le ha sido conferido o
es una forzosa consecuencia de otras facultades constitucionales; la policía de
las provincias está, pues, a cargo de los gobiernos locales (...),.- Así, se ha
señalado que de acuerdo al régimen federal instaurado por la Constitución
nacional, las provincias conservan todo el poder no delegado en dicho acto al
gobierno federal (arts. 5, 121, 122 y 123) y poseen la plenitud normativa
correspondiente a su calidad de Estado autónomo, que incluye la atribución de
darse sus propias instituciones y de regirse por ellas (causa B. 65.253, sent. del
22-IV2015).- En la arquitectura de la Constitución nacional, las provincias
conservan todo el poder no delegado en dicho acto al Estado federal y poseen
la plenitud normativa correspondiente a su calidad de estados autónomos y
preexistentes a la Nación (arts. 5, 121, 122 y 126 C.N.; C.S.J.N., Fallos
311:100 y 2004; 314:312 y 1459; 317:1195 y 1671; 321:989).- Esta Suprema
Corte ha afirmado que por regla, dentro de nuestro régimen federativo, el poder
de policía corresponde a las provincias; e incumbe a la autoridad nacional sólo
cuando le ha sido expresamente conferido o sea una forzosa consecuencia de
otras potestades constitucionales (doct. causas I. 1314, Sanatorio Azul S.A.,
sent. de 16-VII-1991; I. 1631, Labinca, sent. de 17-XI-1998) (SCBA causa A.
73.939, Farmacity S.A. contra Fisco de la Provincia de Buenos Aires y ot.
Pretensión anulatoria. Recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley
22/06/2016).
Por lo que, la Provincia de Buenos Aires, no puede mediante legislación
interna, sin vulnerar la normativa constitucional deslindar la aplicación de la
norma a organismos federales, máxime cuando -como en el caso en
tratamiento- tal adhesión no solo implica una renuncia de carácter general a
dictar las normas de procedimiento, sino consentir incluso que sea la nación
quien las sustituya en tal tarea a través de la actuación de un organismo
administrativo como es la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Por todo
ello, la Ley Provincial 14.997 en cuanto adhiere expresamente al régimen legal
instituido por el Título I de la Ley 27.348, delegando en el poder administrador
nacional su facultad jurisdiccional y la competencia que detenta en orden al
dictado de la normativa procedimental aplicable, vulnera las imposiciones de
los artículos 5, 75 inciso 12, 121, 122 y 123 de la Carta Magna y, en suma, las
bases de nuestro sistema federal de gobierno, por lo que no cabe otro camino
a seguir que decretar su inconstitucionalidad.
LA MATERIA DELEGADA AL GOBIERNO NACIONAL NO INTEGRA EL
DERECHO COMÚN:
Otro punto que inhibe totalmente la Adhesión de la Ley 14.997, es que a través
de ella, se produce una delegación de normas que no integran el denominado
Derecho Común (artículo 75 inc. 12 C.N.) y que por lo tanto están sólo
reservadas a las provincias. Al adherir a los términos de la Ley 27.348 que
impuso un tránsito obligatorio por las Comisiones Médicas, como instancia
administrativa obligatoria y excluyente, implicando ello la delegación expresa a
la jurisdicción administrativa nacional de la totalidad de las competencias
necesarias para dar cumplimiento; implica en la práctica reconocerle facultades
legislativas al Estado Nacional sobre materia no delegada y que no forma parte
del Derecho Común. Por ello, lo que ha efectuado la Provincia es una
delegación de materia procedimental, que por norma constitucional no integra
el derecho Común (artículo 75 inc. 12 C.N.), sino que se encuentra reservado a
las provincias. La SCBA ha resuelto recientemente en tal sentido que delegar
normas concernientes al poder de policía no integra el derecho Común:
Ciertamente, dicha materia no integra el derecho común que el Congreso
nacional debe establecer a través de la legislación de fondo, sino en cambio el
poder de policía a cargo de las provincias. (SCBA causa A. 73.939, Farmacity
S.A. contra Fisco de la Provincia de Buenos Aires y ot. Pretensión anulatoria.
Recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley 22/06/2016).
LAS COMISIONES MÉDICAS PRETENDEN EJERCER FUNCIONES
RESERVADAS A LAS PROVINCIAS PROPIAS DEL PODER DE POLICÍA Y
PRETENDER CUMPLIR FUNCIONES JURISDICCIONALES PROPIAS DEL
PODER JUDICIAL:
La intervención previa, obligatoria y excluyente de las Comisiones Médicas,
como organismos administrativos federales, si se cumplen en el marco del
poder de policía local, no pueden ser delegados al Estado Nacional, por los
argumentos desarrollados anteriormente. Ahora bien, si las funciones que
cumplen las comisiones médicas, son funciones jurisdiccionales, se estaría
invadiendo entonces competencias reservadas a otro poder, el Poder Judicial.
En ése sentido, la Ley 14.997 viola los artículos 166 y subsiguientes de la
Constitución Provincial, que establece las facultades reservadas a la
Administración de Justicia, violando el principio de división de poderes. En el
plano nacional, los artículos 5, 109, y participativo, la facultad para resolver
disputas en forma final ha sido atribuida exclusiva y excluyente a los tribunales
integrantes del Poder Judicial, quedando expresamente prohibido a los
Poderes Ejecutivo y Legislativo el ejercicio de facultades jurisdiccionales (art.
109 de la Const. nac.). (SCBA LP A 68437 S 21/12/2011 Juez KOGAN (OP)
Carátula: V. ,N. A. c/C. d. M. d. l. P. d. B. A. s/Impugnación de acto
administrativo. Recursos extraordinarios de inconstitucionalidad e
inaplicabilidad de ley Magistrados Votantes: Negri - Hitters - Pettigiani - Kogan -
Genoud; SCBA LP A 68436 S 25/08/2010 Juez KOGAN (OP) Giannino,
Domingo Pablo c/ Colegio de Abogados de Buenos Aires s/ Pretensión
anulatoria. Recursos extraordinarios de inaplicabilidad de ley e
inconstitucionalidad, Magistrados Votantes: Negri - Kogan - de Lázzari - Soria -
Pettigiani - Hitters - Genoud; SCBA LP A 68975 S 26/08/2009 Juez KOGAN
(OP) Sr. Verón Ismael c/Dr. S., C. D. s/ Denuncia. Recursos extraordinarios de
inconstitucionalidad y nulidad, Magistrados Votantes: Kogan - Genoud - de
Lázzari - Negri - Pettigiani; SCBA LP A 68442 S 12/08/2009 Juez KOGAN (OP)
D. B. ,E. d. P. c/D. F. ,M. M. y B. ,A. s/ Denuncia Magistrados Votantes:
Pettigiani - Kogan - Genoud - de Lázzari - Soria - Negri. Con lo cual, si se
considera a las funciones ejercidas por las Comisiones Médicas, forman parte
del poder de policía, o son funciones jurisdiccionales, en ambos supuestos, es
inconstitucional su delegación a organismos administrativos federales,
conforme las normas antes citadas de nuestro texto constitucional provincial.
VIOLA LA TUTELA JUDICIAL CONTINUA Y EFECTIVA:
La Constitución de la Provincia de Buenos Aires, es mucho más amplia que
otros textos constitucionales (incluido el Nacional), en lo que respecta al
reconocimiento de la garantía básica del Estado de Derecho, como la tutela
judicial efectiva y continua, y lo reconoce en su artículo 15 cuando establece
que La Provincia asegura la tutela judicial continua y efectiva Para el Sistema
Interamericano de Derechos Humanos, la tutela judicial efectiva y continúa
configura una garantía básica de efectivización de los derechos más
elementales. La tutela judicial efectiva y continúa, se entiende claramente si
analizamos que frente al reconocimiento de un derecho, como puede ser en el
caso a la integridad física, psíquica y moral (artículo 12 Constitución Provincial),
o de la Discapacidad (artículo 36 inciso 5 Constitución Provincial) o a la Salud
(artículo 36 inciso 8 Constitución Provincial), o a condiciones dignas de trabajo,
al bienestar (artículo 39 inciso 1 Constitución Provincial), por citar algunos
derechos expresamente reconocidos en nuestro texto constitucional
bonaerense; si ante una amenaza, o ante su desconocimiento, o ante su
afección; debe existir un mecanismo para garantizar su tutela efectiva. Cuando
el Estado, no provee las herramientas, los procedimientos o los mecanismos
idóneos a los afectados, frente a la vulneración de un derecho, están
incurriendo en principio en inconstitucionalidad por contradecir en el caso el
texto del artículo 15 Const. Pcial., pero a su vez también en responsabilidad
internacional, por haberse comprometido a través de la aprobación de los
Tratados de Derechos Humanos, a respetar y a garantizar los derechos
reconocidos en sus respectivas jurisdicciones. Ante cada derecho reconocido
debe existir una vía judicial de tutela, de modo que permita resguardar la
vigencia de los derechos reconocidos (ver página 73 Pablo R. Toledo en El
proceso judicial según los estándares del Sistema Interamericano de Derechos
Humanos, prólogo de Néstor Sagues AD-HOC 2017). En el plano nacional esta
garantía se considera incluida en el artículo 18 y 75 inciso 22 de la Constitución
Nacional, y en el plano internacional, en varias disposiciones, siendo las
esenciales los artículos 8.1 y 25 de Convención Americana.
Ahora bien, ¿qué alcances tiene para la SCBA la tutela judicial efectiva y
continua? Bueno esto ha sido expresado en reiterados pronunciamientos. Por
ejemplo: El art. 15 de la Constitución de Buenos Aires asegura la tutela judicial
continua y efectiva, que entre otras cosas conlleva el libre e irrestricto acceso a
la jurisdicción. Hay determinados grupos que ocupan una posición
desfavorecida en cuanto a su status jurídico, económico o social. La XIV
Cumbre Judicial Iberoamericana aprobó en 2008 las Reglas de Brasilia sobre
Acceso a la Justicia de las Personas en condición de vulnerabilidad, que son
aquellas que por razón de su edad, género, estado físico o mental, o por
circunstancias sociales, económicas, étnicas y/o culturales, encuentran
especiales dificultades para ejercitar con plenitud ante el sistema de justicia los
derechos reconocidos por el ordenamiento jurídico. (SCBA LP A 70428 RSD-
212-16 S 07/09/2016 Juez DE LÁZZARI (OP) Gómez, Víctor y otra c/ Recreo
Tamet y otra s/ Daños y perjuicios. Recurso de queja, Magistrados Votantes: de
Lázzari - Hitters - Negri - Genoud - Pettigiani - Soria - Kogan). Es pilar
fundamental del sistema constitucional el derecho de toda persona de acudir
ante un órgano jurisdiccional en procura de justicia (arts. 18, 75 inc. 22, C.N.; 8,
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; 18 de la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; 14.1 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos; 8.1 y 25 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos; art. 15, Const. Pcial.), lo cual implica -
entre otras manifestaciones prácticas- asegurar a quien invocare algún interés
afectado la facultad de solicitar y obtener judicialmente el reconocimiento o
restablecimiento de los bienes amparados por el orden jurídico (Entre muchos
otros: SCBA LP C 119871 S 19/04/2017). Ha de rechazarse toda hermenéutica
que limite el acceso y cierre el camino a la jurisdicción, por tratarse de una
garantía que se erige en uno de los pilares básicos del estado de derecho
(Entre muchos otros: SCBA LP B 62469 RSD-357-16 S 31/10/2016). Debe
tenerse como guía la aplicación del principio in dubio pro accione o favor
actionis, enraizado en la más amplia regla de accesibilidad jurisdiccional que
fluye del art. . 15 de la Constitución de la Provincia (SCBA LP B 62469 RSD-
357-16 S 31/10/2016). El acceso a la justicia, en términos generales, de igual
modo que el concepto de debido proceso legal, ha desembocado en algo más
abarcador, más intenso, el derecho fundamental a la tutela judicial efectiva
(SCBA LP Rc 119859 I 28/09/2016 ) El sistema judicial se debe configurar, y se
está configurando, como un instrumento para la defensa efectiva de los
derechos de las personas en condición de vulnerabilidad. Poca utilidad tiene
que el Estado reconozca formalmente un derecho si su titular no puede
acceder de forma efectiva (SCBA LP A 70428 RSD-212-16 S 07/09/2016). El
reclamo de los justiciables que cada vez con mayor intensidad requieren el
activismo judicial, debe ser interpretado como la necesidad de tener garantías
de efectivo acceso a la justicia y de contar con vías aptas que permitan arribar
a decisiones jurisdiccionales sobre el fondo de las cuestiones planteadas
(SCBA LP L 100358 S 20/08/2014). El Tribunal Europeo de Derechos
Humanos, interpretando el art. 6.1 del Convenio Europeo sobre Derechos
Humanos, de similar redacción al art. 8.1 del Pacto de San José de Costa Rica,
ha dicho que la garantía de ser juzgado equitativamente por un organismo
judicial independiente, significa el derecho de acceso a la justicia (SCBA LP A
68436 S 25/08/2010). La Convención Americana sobre Derechos Humanos,
también llamada 'Pacto de San José de Costa Rica', consagra en su art. 8.1
como garantía de libertad individual, el derecho de toda persona a ser oída por
un juez o tribunal competente 'independiente e imparcial', protección judicial
concreta que se reitera en el art. 25, al asegurar a toda persona la
sustanciación de un proceso judicial (SCBA LP A 68782 S 22/12/2008).
VIOLA LA GARANTÍA DEL ACCESO IRRESTRICTO A LA JUSTICIA:
El artículo 15 de la Constitución Provincial además de contemplar la tutela
judicial efectiva y continúa como contenido expreso de dicha garantía, también
establece el acceso irrestricto a la justicia. La interpretación que se le debe dar
a la terminología irrestricto, es como lo efectuaron claramente los jueces del
Tribunal de Trabajo 1 de Quilmes en los autos causa Nº 38953, caratulada
MARCHETTI JORGE GABRIEL C/ FISCALÍA DE ESTADO DE LA PROVINCIA
DE BUENOS AIRES S/ ACCIDENTE DE TRABAJO - ACCIÓN ESPECIAL, en
lo que se considera que fue la primer sentencia que dictó la inconstitucionalidad
de la Ley 14.997, de fecha 5 de febrero de 2018; cuando establecieron que
corresponde prestar una especial atención al término irrestricto, el que de
ninguna manera puede considerarse que ha sido utilizado al azar por los
constituyentes provinciales. El mismo significa -según la Real Academia
Española- ilimitado, que no tiene límites.- Así, vemos a través del simple
análisis terminológico de la garantía constitucional provincial, que la
Constitución de la Provincia de Buenos Aires asegura a todos los hombres que
quieran habitar su suelo el acceso a la justicia sin límite alguno. La norma es
concluyente al no admitir condicionamientos ni restricciones de ningún tipo o
especie al acceso a la justicia. Y ello torna estéril cualquier posible discusión
sobre la hipotética conveniencia o utilidad del trámite administrativo previo que
se intenta imponer a los trabajadores siniestrados como condición previa a
iniciar una acción judicial. En el mismo sentido lo ha interpretado la SCBA al
artículo 15 de la Constitución Provincial, cuando resolvió que: ... de la enfática
garantía del art. 15 de la Constitución de la Provincia en cuanto asegura la
tutela judicial continua y efectiva y el acceso irrestricto a la justicia no puede
desprenderse otra cosa que en cualquier ordenamiento procesal las reglas que
fijan la competencia tienden ante todo a facilitar el objetivo que la ley sustancial
procura y a posibilitar la actuación de las partes, no a complicarla o
perturbarla... (S.C.B.A. en causa C. 94.669, Álvarez, Avelino y otra contra El
Trincante S.A. y otros. Daños y perjuicios, sent. del 25/9/2013).
La SCBA ha replicado como doctrina legal en sus fallos, los más avanzados
estándares de interpretación con respecto a las garantías procesales, haciendo
aplicación de preceptos que contemplan a las garantías judiciales más
elementales, que todo Estado de Derecho debe asegurar y respetar. En ese
sentido nuestra Carta Magna Provincial conforma un cuerpo normativo de
avanzada, al contemplar ampliamente a la tutela judicial efectiva, el acceso
irrestricto a la justicia; los que irremediablemente implican asegurar como
garantías, el derecho a ser oído (art. 8.1 de la Convención Americana), y el
reconocimiento amplio del derecho de defensa (artículo 18 de la Constitución
Nacional). Invocamos el texto del artículo 8.1 de la Convención Americana que
establece: Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y
dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente
e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de
cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus
derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro
carácter. El artículo 25.1 de la Convención Americana establece: Toda persona
tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo
ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que
violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la
presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que
actúen en ejercicio de sus funciones oficiales. También configura una garantía
reconocida por la Convención Americana, en el artículo 25 inc. b, desarrollar
las posibilidades de recurso judicial, que no implica otra cosa que permitir el
fácil acceso de los ciudadanos, a la justicia. La Ley 14.997, al adherir a la Ley
nacional 27.348, que impone previamente al acceso a la jurisdicción, el tránsito
obligatorio por la vía administrativa de las comisiones médicas, vulnera
garantías básicas de todo Estado de Derecho.
SE IMPIDE EL ACCESO A LA JUSTICIA A PERSONAS CON
DISCAPACIDAD:
Es claramente inconstitucional una norma que pretende vedar el acceso a la
justicia, a los trabajadores accidentados e incapacitados por causas laborales,
cuando por el contrario debería facilitarles su acceso en aras a la efectivización
de sus derechos vulnerados reforzando su protección por mandato constitución
del artículo 75 inc. 23 de la Constitución Nacional. La SCBA sostuvo una clara
interpretación, ampliando el acceso a la justicia a personas discapacitadas,
cuando estableció que: Conforme el imperativo mandato constitucional
emanado del art. 75 inc. 23 de la Constitución de la Nación en cuanto exige
promover medidas de acción positiva que garanticen el pleno goce y ejercicio
de los derechos reconocidos por ella y por los tratados internacionales vigentes
sobre derechos humanos, en particular respecto de las personas con
discapacidad, exige retirar los ápices procesales frustratorios de sus derechos
(cfr. Preámbulo y arts. 1, 2, 3.a y e, 4.a, 5.3 y 4, 13, 28 y concs., CDPD; 1, 18,
31, 33, 75 incs. 22 y 23, Const. nacional; 15 y 36.5, Const. provincial; 355, 647
y concs., CPCC) (...) Cuando una persona discapacitada requiere el acceso a
la justicia en defensa de su derecho alimentario procede la dispensa de todo
valladar formal como mecanismo de promoción de la igualdad real de
oportunidades a través del ajuste razonable de los procedimientos legales
dirigidos a paliar la profunda desventaja social que aquélla padece y la efectiva
tutela de sus derechos (arg. Preámbulo y arts. 1, 2, 3.a y e, 4.a, 5.3 y 4, 13, 28
y concs., Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad -
CDPD- y Protocolo facultativo, aprobados mediante ley 26.378) (S.C.B.A. en
causa C. 119.722 sentencia del 16/08/2017).
ES OBLIGACIÓN DEL ESTADO PROVINCIAL REMOVER LOS
OBSTÁCULOS QUE IMPIDAN EL EJERCICIO DE LOS DERECHOS Y
GARANTÍAS CONSTITUCIONALES:
Como el acceso a la justicia, debe ser enfáticamente garantizado a personas
con discapacidad, y a su vez, que por manda constitucional, el Estado
Provincial, se encuentra obligado a promover la eliminación de los obstáculos
económicos, sociales o de cualquier otra naturaleza, que afecten o impidan el
ejercicio de los derechos y garantías constitucionales (artículo 36 Constitución
Provincial); la adhesión establecida por Ley 14.997, configura evidente un
obstáculo para el ingreso a la jurisdicción, y con lo cual deberá ser removido. El
artículo 36 de la Constitución Provincial establece al respecto: La Provincia
promoverá la eliminación de los obstáculos económicos, sociales o de
cualquier otra naturaleza, que afecten o impidan el ejercicio de los derechos y
garantías constitucionales. A tal fin reconoce los siguientes derechos sociales:
1- De la Familia. La familia es el núcleo primario y fundamental de la sociedad.
La Provincia establecerá políticas que procuren su fortalecimiento y protección
moral y material. 2- De la Niñez. Todo niño tiene derecho a la protección y
formación integral, al cuidado preventivo y supletorio del Estado en situaciones
de desamparo y a la asistencia tutelar y jurídica en todos los casos. 3- De la
Juventud. Los jóvenes tienen derecho al desarrollo de sus aptitudes y a la
plena participación e inserción laboral, cultural y comunitaria. 4- De la Mujer.
Toda mujer tiene derecho a no ser discriminada por su sexo, a la igualdad de
oportunidades, a una protección especial durante los estados de embarazo y
lactancia, y las condiciones laborales deben permitir el cumplimiento de su
esencial función familiar. La Provincia promoverá políticas de asistencia a la
madre sola sostén de hogar. 5- De la Discapacidad. Toda persona
discapacitada tiene derecho a la protección integral del Estado. La Provincia
garantizará la rehabilitación, educación y capacitación en establecimientos
especiales; tendiendo a la equiparación promoverá su inserción social, laboral y
la toma de conciencia respecto de los deberes de solidaridad sobre
discapacitados... El artículo 75 inc. 23 de la Constitución Nacional, pone en
cabeza del Estado, la obligación la de remover todos los obstáculos,
principalmente en personas que padecen incapacidades, lo que evidentemente
la Ley 14.997 estaría contradiciendo.
LA INSTANCIA ADMINISTRATIVA PREVIA, OBLIGATORIA Y EXCLUYENTE,
NO CUMPLE CON LAS GARANTÍAS CONSTITUCIONALES DE DEBIDO
PROCESO Y DERECHO DE DEFENSA:
Con la sanción de la Ley 14.997, adhiriendo al régimen nacional, se impone el
tránsito obligatorio del trabajador al previo al acceso a la justicia; lo que nos
obliga a analizar si en dicho procedimiento administrativo, se cumplen las
garantías mínimas establecidas por la Constitución Local, en lo que respecta a
la tutela judicial efectiva, acceso irrestricto a la justicia, debido proceso y
derecho de defensa. Como se expresó supra, el texto del artículo 15 de la
Constitución Provincial, es más amplio que su símil nacional (artículo 18 de la
Constitución Nacional), principalmente y en el punto en que establece que las
garantías de la tutela judicial continua y efectiva, el acceso irrestricto a la
justicia, (...) la inviolabilidad de la defensa de la persona y de los derechos...
opera y es aplicable a todo procedimiento administrativo o judicial. Esto quiere
decir que todas las garantías del debido proceso y de la defensa en juicio, que
son reconocidas por la Constitución Provincial, resultan plenamente
observables y exigibles no sólo a los procesos judiciales, sino también en los
procesos administrativos. En éste punto la SCBA ha interpretado ampliamente
el artículo 15 de la Constitución Provincial, estableciendo que rige plenamente
en los procedimientos administrativos: Los principios constitucionales
incorporados con la reforma del año 1994 aseguran la tutela judicial continua y
efectiva y la inviolabilidad de la defensa de la persona y de los derechos en
todo procedimiento administrativo o judicial, configurando una valla a las
interpretaciones que asignen límites formales e impidan el acceso a la justicia.
(SCBA LP B 51435 S 14/06/1996 Juez NEGRI (MI) Bymo S.C.A. c/ Provincia
de Buenos Aires (O.S.B.A.) s/ Demanda Contencioso Administrativa,
Magistrados Votantes: Mercader - Negri - Laborde - San Martín - Hitters -
Pisano).
También se interpretó que: La plena observancia del debido proceso se
sustenta en la regla del art. 15 de la Constitución, que asegura la inviolabilidad
de la defensa de la persona y sus derechos en todo procedimiento,
administrativo o judicial, y se nutre de las similares garantías contenidas en los
arts. 18 de la Constitución nacional y 8.1 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos (art. 75 inc. 22, Const. nac.). El ordenamiento consagra e
impone, así, la tutela administrativa efectiva, en función de la cual la protección
de los bienes jurídicos (derechos e intereses) requiere que las actuaciones,
sobre todo las que pueden concluir en un acto sancionatorio o de gravamen,
sean conducidas y tramitadas regularmente, con plena audiencia y que
finalicen con el dictado oportuno de una decisión fundada con arreglo a la ley y
al derecho. (SCBA LP B 71018 RSD191-15 S 17/06/2015 Juez SORIA (OP)
Carátula: Cepeda, Ramón H. c/ Concejo Deliberante de Merlo s/ Conflicto art.
196 de la Constitución de la Provincia Magistrados Votantes: Soria — Hitters —
Genoud - de Lázzari — Kogan — Pettigiani — Negri).
La SCBA ha equiparado el nivel de protección de las garantías de la tutela
judicial efectiva a procesos judiciales y administrativos. Las instancias
administrativas deben respetar los mismos principios legales que las instancias
judiciales en cuanto a dotar al proceso de los pasos procesales indispensables
para ejercer entre otros el derecho de defensa. (...) Todo diferimiento de una
instancia de defensa, afecta directamente lo que se pretende proteger. Con ello
la tutela judicial efectiva de los derechos queda cercenada, pues dicha tutela
judicial a destiempo certifica la ausencia de la misma y produce un notorio
debilitamiento del derecho a una defensa, incompatible con las garantías
constitucionales (art. 18 de la Const. nac. y 15 de la Const. prov.). (SCBA LP C
100666 S 14/08/2013 Juez DE LAZZARI (MI) Fiscalía de Estado s/ Incidente de
revisión en autos: Capra, Oscar Alfredo y otros s/ concurso preventivo,
Magistrados Votantes: de Lázzari — Negri — Hitters — Kogan — Pettigiani —
Soria). Debemos analizar entonces si el procedimiento administrativo al que
adhiere la Ley 14.997, establecido por Ley 27.348 y Resolución SRT 298/2017,
cumplen mínimamente con las garantías constitucionales del debido proceso y
la defensa en juicio. La jurisprudencia de la SCBA, de la CSJN y del Sistema
Interamericano de Derechos Humanos, ha interpretado hasta el hartazgo,
cuáles son los requisitos y contenidos elementales que debe reunir todo
procedimiento, para considerar que cumple mínimamente con las garantías
procesales establecidas. Por ejemplo y contemplando los artículos 8.1 y 25 de
la Convención Americana (al cual ya nos referimos) resulta ser un derecho
básico, el derecho a ser oído (art. 8.1 Convención Americana), este derecho
creemos que en principio no se cumple debidamente en el procedimiento
administrativo establecido en las Comisiones Médicas, porque el trabajador, si
bien interviene en el acto médico de revisación, en el mismo no tiene
oportunidad de expresar su postura con respecto a los criterios de evaluación
que exclusivamente establecen los médicos de la SRT. El trabajador sólo
puede expresarse, a través de un médico de parte que puede llevar, pero el
procedimiento normado por Resolución SRT 298/2017 (ver artículo 22), no
garantiza la gratuidad de la intervención de ése médico, con lo cual, se hace
imposible contar con un médico por cada trabajador, que lo debe solventar de
su propio dinero, para poder intervenir en el la audiencia en la SRT, con lo cual
se vulnera el derecho a ser oído. Pero más grave aún es la falta de
cumplimiento con las garantías básicas del derecho de defensa, que conforme
Opinión Consultiva 16/99 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(Corte IDH) y artículos 8.1 y 25 de la Convención Americana, deben
considerarse cumplidas si se dan los siguientes requisitos procesales: Igualdad
de armas, o paridad de las partes: esto claramente no se cumple, si advertimos
que mientras que el trabajador, se encuentra en evidente desventaja
comparativa en relación a la ART, que cuenta con todos los estudios realizados
previamente, un médico asignado en forma permanente ante el organismo
administrativo y un amplio cuerpo de asesores, lo que el trabajador no cuenta.
A su vez, esta desventaja procesal, no es equiparada por los organismos
administrativos, en tanto no se aplican en el procedimiento administrativo los
principios procesales del fuero del trabajo, que sí contemplan la relación
desigual de ambas partes en el conflicto. Este principio lo ha aplicado al fuero
laboral la SCBA al decir que ambas partes deben contar con iguales
posibilidades de ataque y defensa (igualdad de armas), por ejemplo al decir
que: A la sentencia no puede llegarse sin la oposición de dos tesis
contrapuestas (principio de contradicción). El derecho a la defensa, -audiatur et
altera pars- posee emplazamiento constitucional y legal. Ese principio se
complementa con el de igualdad en la actuación procesal. No es suficiente que
exista contradicción sino que, para que ésta sea efectiva, ambas partes han de
contar con las mismas posibilidades de ataque y defensa. Es el duelo con
igualdad de armas, en donde todos los intervinientes cuentan con las mismas
posibilidades y cargas de alegación, prueba e impugnación. (SCBA LP L 61831
S 14/10/1997 Juez DE LAZZARI (OP) Suárez, Raúl Alberto c/ Empresa
Libertador San Martín S.A.T. s/ Accidente de Trabajo, Magistrados Votantes:
Salas - Pisano - Pettigiani - Laborde - Hitters - San Martín - Ghione - de
Lázzari).
La "Resolución motivada" es otra gran falencia del trámite administrativo ante
las Comisiones Médicas. Decimos esto porque conforme la regulación del
procedimiento que hace la Resolución SRT 298/2017, allí en ningún momento
se contempla como exigencia la necesidad de que los dictámenes o actos de
homologación, deban estar motivados, siendo éste un requisito fundamental
para ejercer el derecho de defensa en juicio. Véase que el artículo 13 de la
SRT 298/2017 establece que ...el agente del servicio constatará la libre emisión
del consentimiento del trabajador o derechohabientes y su discernimiento sobre
los alcances del acuerdo (....) emitirá opinión acerca de la legalidad del
procedimiento y la pertinencia del dictado del acto homologatorio del acuerdo..
El artículo 26 de la SRT 298/2017 establece que El agente del Servicio de
Homologación de la Comisión Médica verificará que se encuentre cumplido el
procedimiento, validará el acuerdo y constatará la libre emisión del
consentimiento del trabajador o sus derechohabientes y su discernimiento
sobre los alcances del acuerdo. Estos artículos citados, que son la normativa
procedimental ante las Comisiones Médicas que rigen a partir de la adhesión
dispuesta por la Ley 14.997, violan el artículo 171 de la Constitución Provincial,
que expresamente exige que: Las sentencias que pronuncien los jueces y
tribunales letrados, serán fundadas en el texto expreso de la ley; y a falta de
éste, en los principios jurídicos de la legislación vigente en la materia
respectiva, y en defecto de éstos, en los principios generales del derecho,
teniendo en consideración las circunstancias del caso.
En el ámbito del proceso laboral regulado por la Ley 11.653 su artículo 47 exige
la claramente la motivación de la sentencia que se dicte.
Además estos actos (dictámenes y resoluciones) que se dictan en el
procedimiento administrativo ante las Comisiones Médicas, deciden sobre
derechos subjetivos de trabajadores accidentados o enfermos, y sobre la
efectividad de sus derechos, con lo cual, si luego adquieren autoridad de cosa
juzgada administrativa, e impiden el acceso a la justicia, son verdaderas
sentencias dictadas sin cumplirse con el requisito de la motivación resolutoria.
Por ello, deben ser exigibles los recaudos de motivación del acto o de
resolución motivada para no tornar ilusorio el derecho de defensa de los
trabajadores que concurren a las mismas, el que nunca se puede ejercer
válidamente, si no conocemos los argumentos y fundamentos de la decisión
tomada. Quienes han transitado alguna vez por estas instancias, saben que es
habitual recibir dictámenes médicos, que resuelven sobre derechos subjetivos,
cuyos únicos argumentos para desestimar un reclamo, son meras palabras
genéricas como enfermedad preexistente enfermedad inculpable
etiocronológicamente no puede vincularse causalmente con el trabajo, sin
siquiera citarse ninguna normativa ni constancias de la causa que avale sus
conclusiones.
El plazo "Plazo razonable", es una garantía que tampoco se cumple en el
procedimiento administrativo, con decir que a pocos meses de ponerse en
funcionamiento la reforma, varias comisiones médicas e incluso las
recientemente creadas como la de Lanús, fijaban fecha de primer audiencia de
revisación con una demora de 8 o 9 meses, con lo cual se estaba incumpliendo
con el plazo de 60 días que establece la ley durarían los trámites. Si bien es
cierto que la demora de los trámites es también imputable a los trámites
judiciales, lo cierto es que al regularse un necesario tránsito por la instancia
administrativa, con todas las etapas y procedimientos que debe seguir
necesariamente un trabajador para poder ingresar a la justicia laboral, lo único
que se consigue es alargar sideralmente los plazos para la percepción de las
prestaciones dinerarias de la ley 24.557.
La Resolución SRT 298/2017 arrogándose facultades reglamentarias de las
que carece (conf. art. . 99 inc. 2 Constitución Nacional), reglamentó ésa
prórroga en 30 días más, es decir que ya tenemos 90 días hábiles que debería
durar el trámite. Ahora bien, ¿éste plazo rige para todos los trámites? No,
porque la propia reglamentación establece en su artículo 29 que el plazo en
cuestión rige desde la primera presentación debidamente cumplimentada. Y
¿Cuál es la presentación debidamente cumplimentada para la norma
reglamentaria? Eso se establece en el artículo 32 que establece una seria de
requisitos a los cuáles remitimos, siendo el más importante, contar con
patrocinio letrado. Ahora bien, si un trabajador no concurre con abogado al
trámite de Comisiones Médicas, no puede invocar el vencimiento de los plazos
perentorios, esto según la reglamentación, con lo cual, como se sabe, la
mayoría de los trabajadores va sin patrocinio letrado, sobre todo porque la
Superintendencia de Riesgos del Trabajo, aún no puso en funcionamiento el
Cuerpo de Abogados gratuitos que estableció la Resolución 1475/2015
modificando el artículo 36 de la Resolución SRT 717/96. Con lo cual, gran
cantidad de trámites ante estos organismos administrativos, no podrían invocar
el plazo perentorio de 60 días hábiles que establece la ley, lo que torna en una
violación flagrante de la garantía al plazo razonable de la resolución. En cuanto
a la duración del procedimiento, tomando en cuenta la estadística de causas
iniciadas ante el fuero del trabajo de esa Corte para el año 2016, vemos que el
total en la provincia fue de 68.341 causas radicadas en 69 tribunales. Si
consideramos que el 50% de dichas causas responden a accidentes y
enfermedades (proporción altamente prudente atento los índices de litigiosidad
denunciados por la UART), tenemos un resultado de 495 causas promedio por
tribunal, lo que es de todos sabido, tienen un grave atraso en la tramitación de
las mismas. Si se pretende que los daños laborales pasen indefectiblemente
por las nueve comisiones médicas, el promedio arroja la friolera de 3.796
causas anuales por cada CM, lo que deviene absolutamente inverosímil que se
pueda cumplir con el plazo de 90 días dispuestos para la totalidad del
procedimiento administrativo.
Otro punto importante a resaltar y que ha sido fuertemente criticado de los
trámites administrativo ante Comisiones Médicas, es lo referente a que dichos
organismos están integrados por médicos, puestos a resolver cuestiones
jurídicas. La justicia de la CSJN y de la SCBA ha sido contundente en la
descalificación de estos organismos integrados por médicos, que son llamados
para resolver controversias y encuadramientos jurídicos, ajenos a su profesión.
Si bien más adelante citaremos los fallos de la Justicia Nacional y de la Justicia
Provincial, por la cual históricamente se ha descalificado por inconstitucional, al
procedimiento establecido por los artículos 21, 22 y 46 de la ley 24.557, y por el
Decreto 717/96, abordaremos brevemente ahora lo referido a la idoneidad de
los integrantes de las Comisiones Médicas. La Ley 24.241 en su artículo 51
estableció que las Comisiones Médicas están integradas por médicos. Si bien
con la modificación dispuesta por Decreto 1278/2000 en el artículo 21 inc. 5 ley
24.557, se incorporó el dictamen jurídico y posteriormente se incorporó un
Secretario Técnico Letrado abogado a las Comisiones Médicas, lo cierto es que
dicho dictamen no es vinculante y las decisiones continuaron estando en
cabeza de médicos. Ahora la SRT acaba de dictar una nueva Resolución SRT
899-E/2017 por la cual integra dentro de éstos organismos administrativos en
misma condición de jerarquía, al Secretario Técnico Letrado, al Personal
Médico y al Servicio de Homologación. Estas reformas y aclaraciones
normativas posteriores, no logran revertir la inconstitucionalidad de éstos
organismos, en tanto el papel preponderante que juegan los médicos,
determina que sólo sea una reforma figurada la de integrar en su seno a
letrados y autoridades del Servicio de Homologación. Lo cierto es que la
regulación del procedimiento administrativo, establece la posibilidad de producir
prueba testimonial, pero no hay regulación que establezca en qué forma se van
a tomar las declaraciones testimoniales, ¿si se les va a tomar juramento de
decir verdad?, ¿si se les va a preguntar por las generales de la ley?; ¿si hay
testigos excluidos? O quien los interrogaría, si un médico, o un empleado
administrativo de turno sin el debido conocimiento de las normas procesales.
¿Quién va a analizar la procedencia y admisibilidad de una medida de prueba?
¿Quién va a determinar el vencimiento de los plazos? O los encuadramientos
jurídicos en cada incidencia o controversia que se presente.
Es evidente que las Comisiones Médicas, en cuanto continúan estando
integradas por médicos puestos a resolver cuestiones jurídicas, siguen siendo
pasibles de las tachas de inconstitucionalidad que esta SCBA refiriera en
numerosos pronunciamientos que más adelante se detallarán. La
independencia e imparcialidad del órgano: Esta es una garantía básica, en
tanto si no hay independencia ni imparcialidad de las partes, mal puede
impartirse justicia. Sobre este punto, se ha interpretado que son características
del juez natural, su independencia e imparcialidad. En el caso de las
Comisiones Médicas, que son financiadas por una de las partes en conflicto
(las ART o los empleadores autoasegurados) con lo cual, carecen
evidentemente de imparcialidad, porque no tienen autonomía económica de
una de las partes en litigios. El artículo 37 de la ley 24.557 establece el régimen
de financiamiento de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo:
Financiamiento. Los gastos de los entes de supervisión y control serán
financiados por las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, los empleadores
autoasegurados públicos provinciales y los empleadores autoasegurados,
conforme aquellos entes lo determinen.. Surge así claramente la falencia del
sistema, comparativamente con el Poder Judicial, mientras que las Comisiones
Médicas como organismos de control, son financiadas por las ART y
empleadores autosegurados; los jueces y personal judicial integrante del Poder
Judicial, perciben sus haberes por presupuesto general y detentan la garantía
de intangibilidad de sus ingresos. Una característica fundamental como
instrumento para garantizar la imparcialidad (que es reconocido en el Sistema
Interamericana de Derechos Humanos), es analizar cómo se regulan los
procesos de selección, el ingreso y la garantía de permanencia en sus cargos,
de los integrantes de los órganos jurisdiccionales. Así mientras que los
integrantes de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, no cumplen ni
siquiera con los requisitos legales de designación, ello en tanto el artículo 38
inciso 1 de la ley 24.557 establece que el PEN previo proceso de selección
designará un Superintendente de Riesgos del Trabajo, por Decreto 59/2015, se
designó a Gustavo Morón sin realizarse ningún procedimiento de selección. A
su vez los médicos y asesores letrados integrantes de las Comisiones Médicas,
si bien son evaluados en procesos de selección, luego son contratados bajo el
régimen de la Ley de Contrato de Trabajo, careciendo de estabilidad en sus
cargos. Todos estos mecanismos, poco claros y sólo sometidos a la voluntad
de los gobernantes de turno, mellan la garantía de imparcialidad, por carecer
sus integrantes de la estabilidad y garantías de que serán mantenidos en sus
cargos, sin importar cuáles fuesen sus decisiones. Como contrapartida, la
elección y duración de los miembros del Poder Judicial es regulada por el
artículo 175 de la Constitución Provincial, los jueces deben cumplir estrictos
procedimientos de selección, aprobación de concursos, e integración de ternas,
para luego ser nombrados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado
sobre una terna confeccionada por el Consejo de la Magistratura y sólo pueden
ser removidos por mal desempeño, durando en sus cargos mientras dure su
buena conducta con estabilidad laboral. La CSJN en el célebre caso Llerena,
Horacio Luis dijo: la opinión dominante [...] establece que la imparcialidad
objetiva se vincula con el hecho de que el juzgador muestre garantías
suficientes tendientes a evitar cualquier duda razonable que pueda conducir a
presumir su parcialidad frente al caso. Si de alguna manera puede presumirse
por razones legítimas que el juez genere dudas acerca de su imparcialidad
frente al tema a decidir, debe ser apartado de su tratamiento, para preservar la
confianza de los ciudadanos y del litigante, en la administración de justicia, que
constituye un pilar del sistema democrático). Es evidente que las Comisiones
Médicas, no cumplen con la independencia e imparcialidad necesaria que
hagan operativas las garantías del debido proceso en el procedimiento
administrativo previo, obligatorio y excluyente que se impuso a partir de la
Adhesión Provincial. Creación por ley anterior del órgano jurisdiccional: Un
requisito esencial, que garantiza el derecho de defensa y el debido proceso, es
la creación del órgano jurisdiccional, sea por ley anterior al hecho del proceso,
a fin de asegurar que será el órgano legislativo el que decida la organización y
jurisdicción de los tribunales en un Estado de Derecho. Con esto se busca
evitar la creación de tribunales Ad Hoc, y la elección de integrantes que
carezcan de los requisitos de imparcialidad e independencia. Como
consecuencia de la adhesión dispuesta por la Ley 14.997, es necesario el
tránsito obligatorio ante las Comisiones Médicas de la Superintendencia de
Riesgos del Trabajo.
Ley 14.997 al adherir a la Ley 27.348, cede totalmente su competencia, y
habilita a la SRT a que disponga sin ningún límite objetivo, la creación,
integración, asignación de competencia y demás requisitos para el
funcionamiento de las Comisiones Médicas. Esto también viola el artículo 18 de
la Constitución Nacional y la jurisprudencia de la Corte IDH cuando estableció
que un Estado que crea salas y juzgados transitorios especializados en
derecho público, designa jueces que los integran, incurre en violación al
derecho a ser oído por jueces o tribunales establecidos con anterioridad,
consagrado por el artículo 8.1 Convención Americana (ver Ivcher Bronstein vs.
Perú sent. Del 6/2/2001).-
LIMITADÍSIMO ACCESO A LA JUSTICIA POR LA VÍA RECURSIVA.
MANIFIESTA INEXISTENCIA DE CONTROL JUDICIAL PLENO EN EL
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO:
Un punto que ha generado mucho debate en la doctrina del Derecho
Administrativo y ahora también a partir de esta reforma, con especialistas del
Derecho del Trabajo, es si garantizando un recurso judicial suficiente se
respetan las garantías constitucionales que otorgan una tutela judicial efectiva y
continúa, y un acceso irrestricto a la justicia. Primero deberíamos aclarar, que
la histórica jurisprudencia de la CSJN Fernández Arias c/ Poggio (1960),
actualmente ha quedado totalmente superada. Primero con las reformas
constitucionales del año 1994, y luego a partir de sendos fallos de la CSJN
principalmente teniendo en cuenta el precedente Angel Estrada (2005). Según
expresa Agustín Gordillo, a partir de este fallo, Lo esencial que surge del fallo
es: La administración activa no puede, constitucionalmente, ejercer jurisdicción
administrativa, ni siquiera sujeta a revisión judicial; pero sí se pueden
establecer tribunales administrativos, imparciales e independientes, cuya
función sea ejercer jurisdicción administrativa sujeta a revisión judicial plena.
No se trata de reconocer jurisdicción a la administración activa, sino a
tribunales administrativos imparciales e independientes, separados de la
administración activa, en tanto tengan control judicial pleno (ver
www.gordillo.com/articulos/art.49). Como bien señala el Dr. Rolando Gialdino,
en el recordado voto del Dr. Boffi Bogero como integrante de la Corte Suprema
de Justicia de la Nación, en el caso Fernández Arias c/ Poggio, claramente se
resolvió que toda explicación teórica que conduzca a sustraer de los jueces
provinciales la apl del derecho común, no conseguiría sino transgredir los
principios contenidos en los arts. 67, inc. 11 [actual art. 75.12], 5°, 104 y 105
[actuales arts. 121 y 122] de la Constitución Nacional, los cuales reconocen
una profunda raíz histórica en defensa de las autonomías provinciales (CSJN,
Fallos 247:646). Por ello, invocar el precedente de la Corte de 1960, sin
analizar las reformas constitucionales, principalmente la de la Provincia de
Buenos Aires que acogió ampliamente el acceso a la justicia en su artículo 15,
y la postura reciente de la jurisprudencia sobre este tema; es de un total
desconocimiento e improcedencia. Ello en cuanto, la CSJN en Angel Estrada
(2005) dijo expresamente que: [n]o cualquier controversia puede ser
válidamente deferida al conocimiento de órganos administrativos, con la mera
condición de que sus decisiones queden sujetas a un ulterior control judicial
suficiente (Fallos 328:651). Y continúa: la prohibición constitucional de otorgar
facultades jurisdiccionales a órganos de la administración (arts. 18 y 109, CN),
queda a salvo si, y solo si, a dicha condición se sumaran que el órgano: a. haya
sido creado por ley, b. su independencia e imparcialidad estén aseguradas.
Asimismo: c. el objetivo económico y político tenido en cuenta por el legislador
para crearlos (y restringir así la jurisdicción que la Constitución Nacional
atribuye a la justicia ordinaria) haya sido razonable. Por caso también tenemos
la irrazonabilidad de exigir la instancia administrativa para las llamadas
acciones comunes, a las cuáles no se les exige ni siquiera el agotamiento de la
vía administrativa, en los reclamos por daños y perjuicios contra el Estado.
Ahora bien, ya vimos en los puntos anteriores que las Comisiones Médicas no
son tribunales imparciales e independientes, y que en su procedimiento, no se
cumplen las garantías mínimas del derecho del derecho de defensa en juicio.
Resta analizar ahora si existe un control judicial pleno, que no lesione el amplio
acceso a la justicia y tutela judicial efectiva que reconoce el artículo 15 de la
Constitución Provincial. Y en este punto también deviene inconstitucional la Ley
14.997 en cuanto al adherir a la ley 27.348 lesiona gravemente la Constitución
Provincial en el precepto citado, ello en tanto no existe un control judicial
suficiente, y condiciona gravemente el derecho del acceso a la justicia y la
tutela judicial efectiva y continua. En el mismo sentido se lesionan las garantías
de los artículos 18, 75 inc. 22 y 109 de la Constitución Nacional. La SCBA ha
sido contundente declarando inconstitucionales los procedimientos similares,
que limitaban el acceso irrestricto a la justicia, y la tutela judicial efectiva y
continua, por ejemplo en los siguientes casos: El mecanismo de revisión
judicial de la actuación de los Colegios y Consejos Profesionales tal como se
encuentra regulado actualmente por las leyes 13.325 y 13.329 parece estar en
pugna con los principios constitucionales de acceso irrestricto al proceso
judicial y de tutela judicial efectiva. Del texto del art. 74 de la ley 12.008 con las
modificaciones insertas por las leyes citadas surge que el problema radica, no
en el establecimiento de un remedio directo, sino en las características
especiales que tiene dicho recurso, en tanto califica virtualmente como
sentencias a las resoluciones administrativas dictadas por los órganos
colegiales; y -de hecho- los convierte en juzgados de primera instancia,
vedando expresamente cualquier posibilidad de sustanciación del recurso, el
ofrecimiento y la producción de prueba, no admitiendo y limitando los alcances
de la revisión únicamente a los aspectos de legalidad de la resolución
administrativa emitida por los Colegios y Consejos Profesionales. Es decir, esa
limitación -y no el carácter directo del recurso- hace patente que el mecanismo
instaurado soslaya y recorta el sistema de revisión amplio que consagran la
Constitución provincial y el Código Contencioso Administrativo, afectando la
garantía del debido proceso y los principios constitucionales de acceso
irrestricto a la jurisdicción y tutela judicial efectiva (arts. 15 y 166 último párrafo
de la Constitución provincial; 18 y 75 inc. 22, Const. nac.). (SCBA LP A 68437
S 21/12/2011 Juez KOGAN (OP) V. ,N. A. c/ C. d. M. d. l. P. d. B. A. s/
Impugnación de acto administrativo. Recursos extraordinarios de
inconstitucionalidad e inaplicabilidad de ley, Magistrados Votantes: Negri -
Hitters - Pettigiani - Kogan - Genoud; SCBA LP A 68442 S 12/08/2009 Juez
KOGAN (OP) D. B. ,E. d. P. c/ D. F., M. M. y B.,A. s/ Denuncia, Magistrados
Votantes: Pettigiani - Kogan - Genoud - de Lázzari - Soria - Negri; SCBA LP A
68782 S 22/12/2008 Juez KOGAN (OP) C. d. B. d. l. P. d. B. A. c/doctor Mario
H. Malamud s/ Acción disciplinaria, Observaciones: Dictado por mayoría de
fundamentos Dres. Hitters - Kogan - Genoud - Negri en cuanto a la imposición
de costas en el orden causado (art. 68, 2º párrafo, C.P.C.C.), Magistrados
Votantes: de Lázzari - Hitters - Pettigiani - Kogan - Genoud - Negri).
Esta jurisprudencia reiterada de la SCBA es enteramente aplicable a las
Comisiones Médicas, porque a los dictámenes médicos, ahora y a partir de las
últimas reformas, se los denomina resoluciones, convirtiéndose estos
organismos administrativos en verdaderos juzgados de primera instancia.
Entonces deberíamos analizar, como es la vía recursiva, si es lo
suficientemente amplia, para garantizar el control judicial suficiente y acceso
irrestricto a la justicia. Conforme el artículo 2 de la ley 27.348 reduce el acceso
a la justicia al término revisión y luego habla de recurso. Un recurso no es una
acción, y la revisión limita el análisis a lo ya resuelto sin poderse incorporar
nuevos elementos, incluso omitidos deliberadamente en el procedimiento en
cuestión. A su vez es muy limitado el campo de actuación del recurso, según la
regulación que hace la Resolución SRT 298/2017 en el artículo 16. Por otra
parte, con la mera adhesión que se dispuso por Ley 14.997, no se produjo la
adecuación necesaria que requirió la Ley 27.348 (en su artículo 4) con lo cual
actualmente no existe regulación específica como actuarán los Tribunales de
Trabajo ante la recepción de los recursos que regula la ley en cuestión.
Decimos esto, porque en otras jurisdicciones (ver por ejemplo Córdoba) se
reformó y adecuó expresamente la normativa procesal a dichos fines. Con lo
cual, no es operativo el recurso establecido por la Ley 27.348 y limita
gravemente el control judicial, lo que contradice abiertamente los preceptos
constitucionales (artículo 15 y 166 de la Constitución Provincial).
IRRECURRIBILIDAD DE LOS ACTOS DE HOMOLOGACIÓN. COSA
JUZGADA ADMINISTRATIVA: Otro ejemplo de limitación al control judicial
suficiente, es la irrecurribilidad que se establece en el procedimiento ante
Comisiones Médicas, del acto de homologación, como así también de la cosa
juzgada administrativa que se adquiere por el mero vencimiento del plazo.
Dichos institutos, son inconstitucionales, porque sustraen al conocimiento de la
justicia y el control suficiente de las actuaciones administrativas, contradiciendo
abiertamente el precepto establecido en el artículo 15 de la Constitución
Provincial.
Esto ha sido repugnado por la jurisprudencia de la SCBA, en cuanto se limita el
poder de custodia de los jueces sobre los derechos fundamentales, deviene
inconstitucional la ausencia de recurso y de intervención judicial. Por ejemplo la
SCBA ha dicho que: Interpretar que la Corte no podría conocer cuestiones que
se dicen ajenas al derecho común por ausencia de normas procesales que
establezcan la vía del recurso extraordinario, viene a consagrar, por mera
autoridad jurisprudencial, una declinación de las atribuciones de este Alto
Tribunal, las que deben ser objeto de delicada preservación para que el
ejercicio del ministerio de los jueces no se vea inhibido por interpretaciones
restrictivas que autolimiten su poder de reparación y custodia de los derechos
fundamentales de los habitantes. (SCBA LP Ac 90426 I 31/08/2007 Juez
NEGRI (OP) Círculo Sardos Unidos Grazia Deledda. s/ Denuncia, Exp. 21209-
32982/01, Dirección Provincial de Personas Jurídicas. Delegación Mar del
Plata, Magistrados Votantes: Soria - Hitters - Negri - Genoud - Kogan -
Pettigiani -de Lázzari - Roncoroni).
Por otra parte, con dichos institutos, se contradicen normativa expresa sobre
cuestiones administrativas, por ejemplo la establecida por la Ley 7647 artículo
86 que dice que Toda decisión administrativa final, interlocutoria o de mero
trámite que lesione un derecho o interés legítimo de un administrado o importe
una transgresión de normas legales o reglamentarias o adolezca de vicios que
la invalidan, es impugnable mediante los recursos establecidos en este
capítulo. Es decir, que la vía recursiva es amplia en el derecho administrativo, y
no puede ser limitada como lo hace la Resolución SRT 298/2017.
EL EFECTO SUSPENSIVO DE LOS RECURSOS. VIOLA LAS
PRESTACIONES INMEDIATAS DE SEGURIDAD SOCIAL: Uno de los puntos
introducidos por la reforma, a la cual adhiere la Ley 14.997, es el efecto
suspensivo de los recursos, esto es si el trabajador o la ART apela, hasta tanto
no se resuelva el recurso interpuesto, no se le liquida la prestación dineraria.
Esto modificó sensiblemente el régimen anterior, en donde el trabajador podía
cobrar, incluso a cuenta en los términos del artículo 260 de la LCT y luego
reclama la diferencia, siendo éste un principio del derecho laboral.
Ahora bien, esta reforma, conforme más adelante se detallará, en primer lugar
viola el principio de progresividad y de la seguridad social, contemplado en el
artículo 39 de la Constitución Provincial. Pero no sólo eso, sino que también
vulnera la obligación de promoción y de eliminación de los obstáculos que
establece para personas afectadas o desaventajadas, conforme lo establece el
artículo 36 de la Constitución Provincial. El Derecho Administrativo Provincial
(Ley 7647/70) se rige por el principio de ejecutoriedad de los actos
administrativos, esto quiere decir que por regla general, los recursos
administrativos no suspenden las ejecuciones de los actos administrativos,
salvo que esté en juego el interés público (ver artículo 98 Ley 7647/70). Esto
quiere decir, que el trabajador siniestrado, se encuentra en peores condiciones
que cualquier otro sujeto en relación a la administración del Estado, en tanto
por interponer recursos, en el ámbito del Derecho Administrativo, la ejecución
del actor impugnado, no se suspende.
Este remedio procesal, seguramente será una gran herramienta para las ARTs
y empleadores Autoasegurados, que con el fin de producir dilación en los
pagos de las prestaciones, presentarán recursos aunque infundados, con el
único objetivo de demorar el pago en el tiempo.
Esto sin lugar a dudas, viola principios de la seguridad social, que hacen a la
inmediatez en la percepción de las prestaciones dinerarias.
Por todo lo analizado en el presente punto, debemos concluir, que en el
procedimiento administrativo ante las Comisiones Médicas, al que adhiere la
Ley 14.997, no se cumplen mínimamente las garantías del debido proceso y
del derecho de defensa en juicio que ampliamente recepta la Constitución
Provincial en los preceptos anteriormente citados, con lo cual deviene
inconstitucional la adhesión provincial dispuesta.-
Por lo que solicito a V.E declare la inconstitucionalidad de la Ley 14.997, que
adhiere a la norma 27.348.-
V.- HECHOS
Que mi mandante presto tareas para  , quien aseguro ante
potenciales contingencias laborales a la actora en   ART S.A.
Que ingreso a prestar tareas en óptimo estado de salud, sin pre existencia
alguna, acreditada mediante examen pre ocupacional realizado de acuerdo a la
legislación en la especie, y así surgirá de la prueba a producirse en los
presentes. Es dable destacar que, en el propio dictamen de la CMJ de
fecha   se determina que no existe pre existencia en el sistema
de expedientes de SRT.
Que el  , el actor sufre un accidente de trabajo, el que es
denunciado y aceptado administrativamente en los siguientes términos; "EL
DAMNIFICADO RELATA QUE REALIZANDO SUS TAREAS HABITUAES,
SUFRIÓ  ".-
Que a causa del siniestro la demandada brindo al actor el siguiente
tratamiento; 
Que de acuerdo a la radiografía realizada y el examen físico, se indica; "
".-
Que la incapacidad determinada por el ente administrativo no coincide con las
reales limitaciones funcionales en  . Estimamos una
incapacidad en forma provisoria del orden de   % en total, o
sea   puntos por encima de lo determinado por el ente
administrativo.
La lesión que padece el actor, tiene un claro nexo causal con el siniestro
reconocido y aceptado por la ART, y así surgirá del peritaje médico a
realizarse.
Como dije, el actor sufrió un hecho súbito y violento, aceptado por la
aseguradora, al sufrir un infortunio con fuerte traumatismo, con severos daños
físicos inmediatos, lo que nos da la pauta, que este hecho tiene, como se dijo
ut supra, la entidad suficiente para generar las secuelas denunciadas.
VI.- RESPONSABILIDAD DE ...... ART S.A.
Que mi mandante ha sufrido las lesiones incapacitantes como consecuencia
directa del accidente denunciado oportunamente por la patronal, y aceptado
por la aseguradora.
Que el actor ingreso a prestar sus tareas para la patronal, en óptimo estado de
salud, y es más, difícilmente hubiera podido desempeñar sus tareas habituales,
con una incapacidad como la que posee a raíz del siniestro en cuestión. No hay
elementos probatorios preconstituidos que desvirtúen dicha presunción,
verbigracia, examen preocupacional, que, constituye la única prueba que
puede desvirtuar la presunción de que todo obrero comienza a laborar sano.
Tal documentación reviste carácter obligatorio para el empleador.
La presunción coincide con la realidad, por cuanto jamás experimento dolencia
alguna como la descripta hasta el momento de acaecer el traumatismo súbito y
violento descripto, ni ninguna clase de afectación psicológica.
El examen preocupacional es el único medio de probar que la lesión existía
antes de iniciarse la relación laboral y el mismo no fue efectuado.
Incluso en el caso de autos, resulta por demás evidente que goce de buena
salud y que la lesión incapacitante tuvo lugar en ocasión de las tareas, ya que
de haber sido preexistente, el actor jamás podría haber desempeñado sus
tareas habituales.
En el caso de autos las causas directas de las dolencias sufridas por mi
mandante encuentran su origen en el accidente sufrido por el mismo,
deviniendo por ello irrefutable la responsabilidad de la demandada.
Y creo con ello haber delineado los presupuestos que hacen nacer la
responsabilidad del accionado por el accidente laboral sufrido por mi mandante.
VII.- LIQUIDACIÓN
Que realizamos liquidación en base a los mínimos de ley, atento el actor no
cuenta con la totalidad de los recibos de haberes correspondientes, para
determinar el IB, quedando sujeta la determinación del mismo, para el
momento que informe AFIP remuneraciones denunciadas, y la patronal
acompañe la documental en poder de terceros solicitada ut infra.
Asimismo, y una vez que sean aportados los elementos de prueba para
determinar el IB, solicito que el cotejo del IB art. . 12 LRT, se efectué al
momento de determinar la incapacidad invalidante, en base a lo resuelto por la
Corte de Justicia de la Nación en la causa Calderón Celia Marta c/ Asociar
ART. SA. s/ Accidente -C.915-XIVI del 29-04-2014, en tanto se determinara,
que cuando se trata de las indemnizaciones laborales permanentes parciales -
art.14 LRT.- o totales -art.15 LRT:- la ley aplicable no es la vigente a la primera
manifestación invalidante sino la vigente al momento de determinarse la
definitividad de la incapacidad permanente.
Que una vez que sean acompañados por el empleador recibos de haberes
originales y AFIP informe las remuneraciones abonadas, solicito a V.E se
liquide y abone en base a las mismas, en el caso que arrojen montos
superiores a los mínimos de ley. Asimismo, solicito se tenga en cuenta el
planteo efectuado ut infra, respecto a los rubros no remunerativos, que
conforman la remuneración del actor.
Que tomamos en cuenta para la presente, una incapacidad
del  %, menos lo ya abonado de  %, quedando
una incapacidad del  %.
Que al solo efecto de no incurrir en defecto legal, se estiman a determinar, las
prestaciones en especie (art. . 20 LRT), dado que se solicita en la pericial
médica, si se sugiere tratamiento alguno a realizar por la actora, periodo, y
costo del mismo.
A fin de poder estimar el monto que alcanza la incapacidad permanente parcial
definitiva del actor, tenemos en cuenta que se le abono el  % en
$  , siendo el valor de cada punto de incapacidad:
$  , lo que al multiplicarse por   (porcentaje que
falta abonar) da un total de $  -
Prestaciones art. 20 LRT ----------------------- A determinar
TOTAL ----------------------- $ 
Esta demanda asciende a la suma total de PESOS   
($  ), cifra está que deberá actualizarse con los parámetros
usuales en la materia al momento del fallo, más los intereses correspondientes;
ELLO SUPEDITADO A LO QUE EN MÁS O EN MENOS RESULTE DE LA
PRUEBA A PRODUCIRSE Y DE LA JUSTIPRECIACIÓN DE V.E.
Asimismo dejo solicitado a V.E se deduzcan la totalidad de las sumas
abonadas por ILP a la actora.
EFECTÚA PLANTEO SOBRE RUBROS NO REMUNERATIVOS QUE
COMPONEN EL SALARIO DEL ACTOR.- INCONSTITUCIONALIDAD ART. 12
LRT: Que respecto a los pagos efectuados a la actora, de carácter no
remunerativo y que integran la remuneración del actor, quiero solicitar a V.E
que los mismos sean considerados al momento de calcular el ingreso base, art.
. 12 LRT, ello en base a las siguientes consideraciones y precedentes; El art.
ículo 1º del Convenio Nº 95 de la OIT reza; "A los efectos del presente
Convenio, el término salario significa la remuneración o ganancia, sea cual
fuere su denominación o método de cálculo, siempre que pueda evaluarse en
efectivo, fijada por acuerdo o por la legislación nacional, y debida por un
empleador a un trabajador en virtud de un contrato de trabajo, escrito o verbal,
por el trabajo que este último haya efectuado o deba efectuar o por servicios
que haya prestado o deba prestar".
La SCJN; "Pérez Aníbal Raúl V. Disco S.A", en donde en prieta síntesis se
declara la inconstitucionalidad del art. . 103 bis de la L.C.T. El fallo reza en una
de sus partes relevantes; "La calificación establecida por el derogado inc. c, art.
103 bis, LCT, no solamente se encuentra en pugna con lo previsto en el art. 1
del Convenio 95 de la OIT, sino que también viola los principios
constitucionales protectorios del salario. Ello así, en tanto se entiende que la
base de cálculo de la indemnización salarial debe guardar razonable proporción
con los elementos que componen la remuneración, es decir con la
contraprestación que el trabajador percibe como consecuencia del contrato de
trabajo. La indebida exclusión de los vales alimentarios (en el caso de autos
adicionales no remunerativos) de la noción de salario que brindan tanto las
normas internacionales ratificadas por la República Argentina, como la propia
legislación nacional, afecta el principio constitucional de retribución justa, que
se encuentra en correlación con la base remuneratoria que compone el
derecho, también constitucional, a la protección contra el despido arbitrario.
(Del voto de los Dres. Highton de Nolasco, Fayt y Argibay)...".
La Corte fijó este criterio al dictar una sentencia en el caso "Díaz, Paulo Vicente
contra Cervecería y Maltería Quilmes" del 2013: "Que, en tal sentido,
hallándose ratificado por la República Argentina el Convenio n' 95 de la OIT,
resulta claro que el concepto en cuestión reviste naturaleza salarial, a la luz de
lo dispuesto en el art. l' de dicho convenio, en cuanto establece que: el término
salario significa la remuneración o ganancia, sea cual fuere su denominación o
método de cálculo, siempre que pueda evaluarse en efectivo, fijada por
acuerdo o por la legislación nacional, y debida por un empleador a un
trabajador en virtud de un contrato de trabajo, escrito o verbal, por el trabajo
que este último haya efectuado o deba efectuar o por servicios que haya
prestado o deba prestar".
Que por lo mismos motivos resulta inconstitucional el art. 12 Ley 24.557, dado
que elimina del cálculo los rubros de carácter no remunerativo, lo que afecta
gravemente al dependiente.
"Resulta inconstitucionalidad el art 12, Ley 24557, en cuanto considera que el
ingreso base surge del promedio correspondiente a los doce meses anteriores
a la primera manifestación invalidante o al tiempo de prestación de servicio. A
los fines de realizar la liquidación correspondiente, deberá tomarse como base
de cálculo la remuneración del actor al momento del pago efectuado por la
ART, incluyendo las sumas llamadas no remunerativas, ya que las mismas
integran el salario, conforme lo expuesto por la CSJN en fecha 04/06/2013 en
autos Díaz, Paulo Vicente vs. Cervecería y Maltería Quilmes S.A., Oroño,
Graciela A. vs. Horizonte Cía. Argentina de Seguros Integrales S.A. s.
Sumario /// Cámara del Trabajo, San Carlos de Bariloche, Río Negro; 30-09-
2013; Rubinzal Online; RC J 17728/13.
"Cabe declarar, en el caso, la inconstitucionalidad del art. 12, Ley 24557, por
cuanto la aplicación del ingreso base a los fines del cálculo de la indemnización
por accidente al que alude la norma en cuestión, resulta notoriamente inferior a
la remuneración que el trabajador accidentado percibía.", Lucero, Cristian
Guillermo vs. Provincia ART S.A. y otro s. Despido /// Cámara Nacional de
Apelaciones del Trabajo Sala V; 05-07-2006; Boletín de Jurisprudencia de la
CNTrab.; RC J 3946/07.
El art. 12, Ley 24557, (texto según art. 4, Decreto 1278/2000), establece que a
los efectos de determinar la cuantía de las prestaciones dinerarias, se
considera ingreso base a la cantidad que resulte de dividir la suma total de las
remuneraciones sujetas a aportes y contribuciones. Dicha disposición entra en
contradicción con la Constitución Nacional, y con los principios generales
consagrados por la LCT. La naturaleza remuneratoria de un rubro depende de
las normas que así lo disponen, debiendo al tiempo de interpretar, tenerse en
cuenta la escala jerárquica. Así, el art. 103, LCT, define a la remuneración
como la contraprestación que debe percibir el trabajador como consecuencia
del contrato de trabajo. La amplitud del concepto queda develada en particular
por dos normas: el propio art. 103 considera que la misma es debida aún
cuando no se presten servicios, si la fuerza de trabajo es puesta a disposición.
Y en ese orden de ideas, el art. 208 del mismo cuerpo legal, prevé que durante
la licencia por enfermedad su pago no debe ser disminuido por el hecho de no
prestarse labores. Finalmente, el art. 105 in fine, LCT, determina que las
prestaciones complementarias, sean en dinero o en especie integran la
remuneración del trabajador., Alvarenga Álvarez, Ramón vs. Provincia ART
S.A. s. Accidente - Ley especial /// Cámara Nacional de Apelaciones del
Trabajo Sala III; 20-04-2011; Boletín de Jurisprudencia de la CNTrab.; RC J
8486/11
Que por todo lo expuesto, solicito a V.E, que al momento de dictar sentencia
tenga en cuenta la jurisprudencia citada, y declare como de tipo "remunerativo"
la totalidad de los adicionales devengado, teniéndolos en cuenta para el cálculo
de la totalidad de la liquidación a practicarse en su oportunidad.
VIII.- DERECHO
Que la pretensión resarcitoria deducida encuentra fundamento en lo normado
por los arts. 1, 2, 3, 6, 8, 11, 12, 14 y concs. de la ley 24.557 reformada por la
ley 26773, arts. 14, 14 bis, 16, 17, 18, 19, 28, 33, 43, 75, inc. 12 y 22, 76, 109,
116, 121 y concs de la Constitución Nacional; arts. 14, 15, 31, 36, inc. 8, 39, 45,
56, 57 y concs. de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires; art. 2º y
concs. de la ley 11.653, jurisprudencia y doctrina citadas.
IX.- PRUEBA
Que ofrezco la siguiente que hace a mi derecho:
A) DOCUMENTAL: 1) 
B) DOCUMENTACIÓN EN PODER DE TERCEROS Y DEMANDADA:
RESPECTO A LA PATRONAL 
Acompañe la siguiente documental.-
1. 
RESPECTO A   ART S.A.-
A) 
Todo ello, bajo apercibimiento de lo dispuesto en el art. 385, 386 y Sgtes. del
CPCC.- A TODO EVENTO MI MANDANTE DEJA PRESTADO DESDE YA EL
JURAMENTO PRESCRIPTO POR EL ART. 39 DEL RITO.-
C) INFORMATIVA: Se libre oficio:

D) PERICIAL MÉDICA: Solicito se desinsacule de la lista oficial, médico legista


de oficio, atento ambos pueden responder sobre los puntos de pericia aquí
planteados, el que efectuando los exámenes clínicos, neurológicos,
radiológicos, funcionales y de laboratorio al actor que sean necesarios, y
examinando las constancias de autos, pericia acompañada, e informes
agregados al expediente, Tabla de evaluación de incapacidades Dec. 659/99,
informe sobre los siguientes puntos: 1.-Patología/s que presenta el actor, y
explique el origen de las mismas, y en su caso si las mismas fueron
ocasionadas por el hecho denunciado ante la ART y aceptado
administrativamente; 2.- Respecto del punto anterior informará si existe
tratamiento médico alguno a fin de mejorar las patologías que presenta la
actora. En su caso indicara en qué consiste, costo del mismo, tiempo de
tratamiento, e indique si hubiera correspondido intervención quirúrgica. 3.- Si
las patologías que presenta son permanentes o transitorias, reversibles o
irreversibles; 4.- Informe el grado de incapacidad que padece el actor para sus
tareas habituales, y de acuerdo al baremo 659/99, determinando la limitación
funcional que padece el actor según dicho Baremo.- 5.- Indicará si el actor
necesitará como consecuencia de las lesiones sufridas, tratamientos médicos
futuros, como así también estudios, y/o todo otro material o tratamiento futuro.
En caso afirmativo, periodicidad de los mismos y su costo aproximado; 6.- Si es
posible que haya podido efectuar normalmente sus tareas con dolencias como
las descriptas en la denuncia acompañada, y/o las que el perito diagnostique
luego de efectuar la pericia; 7- Indicará también el perito si la actora podrá
aprobar o no, como consecuencia de las secuelas que presenta, un examen
preocupacional, en caso de que este le sea solicitado previo al ingreso a las
órdenes de un hipotético empleador; 8.- Indique la etiología de las lesiones
detectadas, y si las mismas se corresponden con el siniestro denunciado y
aceptado por la ART.
X.- RESERVA DE CASO FEDERAL
Que la normativa cuestionada de la ley 24.557, lesiona -en el presente caso-,
derechos y garantías que derivan directamente de la Constitución Nacional.
Verbigracia, vulnera: el enunciado de promover el bienestar general y afianzar
la Justicia (Preámbulo de la C.N.), derecho a la indemnidad (art. 19), garantía
de la igualdad ante la ley (art. 16), y orden público laboral, derecho de
propiedad (art. 17), principio de razonabilidad (art. 28), protección del trabajo en
sus diversas formas, principio protectorio y la tutela de la indemnidad
psicofísica (14 bis), la garantía de juez natural y defensa en juicio de la persona
y los derechos y debido proceso (art. 18 C.N.), prohibición de cualquier forma
de discriminación y derecho a la igualdad de trato (arts. 16, 43 y 75, inc. 23
C.N.), la jerarquía de los tratados internacionales sobre derechos humanos (art.
75, inc. 12 C.N.), la prohibición de delegación legislativa (art. 76 C.N.), la
prohibición de que .el Poder ejecutivo ejerza funciones judiciales (art. 109
C.N.), el ejercicio de poderes provinciales no delegados (art. 121 C.N.).
Asimismo ha sido cuestionada la constitucionalidad de la ley 24.283 y de los
arts. 7 y 10 de la ley 23.928 (modificados por el art. 4 de la ley 25.561), por
cuanto dicha normativa lesiona el derecho de propiedad de los créditos
laborales reclamados y con ello también los denominados "derechos sociales".
Por ello, cuestionándose la validez constitucional de leyes nacionales, y,
hallándose conculcados derechos y garantías que emergen directamente de la
Constitución Nacional, esta parte procede a efectuar la reserva del caso
federal, conforme a lo prescripto por el art. 14 de la ley 48.
XI.- AUTORIZACIONES
Se autoriza a los suscriptos y/o   y/o a quienes ellos designen, a
correr con el diligenciamiento de oficios, cédulas, mandamientos y exhortos,
desglose de documentación, retiro por préstamo de los presentes autos, y todo
otro tipo de trámite atinente al normal y necesario desarrollo de las presentes
actuaciones.
XII.- PETITORIO
Que por lo expuesto, a V.E. solicito:
a) Se nos tenga por presentados, parte en el carácter indicado y por constituido
el domicilio procesal.
b) Se tenga presente la carta poder acompañada.
c) Tenga por entablada demanda de indemnización por accidente de trabajo.
d) Se haga lugar a los diversos planteos de inconstitucionalidad efectuados,
asumiendo V.E. la competencia para conocer en las presentes actuaciones.
e) Se agregue la documentación acompañada y se tenga por ofrecida la
restante prueba.
f) Se tengan presentes las autorizaciones conferidas.
g) Se tenga presente la reserva del caso federal.
h) Oportunamente se dicte sentencia, condenando a la demandada al íntegro
pago de la suma reclamada, a la que deberá adicionarse lo reclamado por
prestaciones en especie y además, el resultante de la actualización por
reajuste monetario, y/o lo que en más o en menos resulte de las circunstancias
de hecho ocurridas, el derecho invocado, la prueba a rendirse en autos y la
correcta interpretación que de todos estos elementos efectúe V.E., con expresa
imposición costos y costas a la accionada.
Proveer de conformidad,
SERÁ JUSTICIA

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