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EL GOBIERNO DE LA VILLA DE ARCHIDONA EN LA ÉPOCA MODERNA

The structure of the government of the villa of Archidona in modern times

Narciso Morales Luque*

Resumen
Esquema del gobierno de Archidona que pretende hacernos conocer algunos aspec-
tos de la vida cotidiana de Archidona. Descubrir cómo estaba establecido el régimen
municipal nos permite no sólo saber cuál era la organización administrativa y polí-
tica de la villa, sino también como era su estructura social y económica y el nivel de
control o dependencia de unas clases sobre otras.

Palabras clave: Ayuntamiento, Edad moderna, Señorío, Corregidores, Hidalguía,


Síndicos, cargos municipales, Consejo, Alcaldes de oficios.

Abstract
Archidona’s goverment structure allows us to know some aspects of Archidona’s
daily life. Discovering how the municipal regimen was stablished provides us not
only with the information of what the administrative and political organisation of
the village was but also what both its social and economic structure and the grade of
power of dependency between classes were.

Keywords: Town Hall, Modern Era, Manor, Corregidors, Nobility, Syndics, munici-
pal offices, Council, ex officio Majors.

Introducción
“Mirad, amigo Sancho -respondió el Duque-: yo no puedo dar parte del cielo a nadie,
aunque no sea mayor que una uña, que a solo Dios están reservadas esas mercedes y
gracias. Lo que puedo dar os doy, que es una ínsula hecha y derecha, redonda y bien
proporcionada, y sobremanera fértil y abundosa, donde si vos os sabéis dar maña,
podéis con las riquezas de la tierra granjear las del cielo.”

*
Licenciado en Geografía e Historia especialidad Historia Medieval. I.E.S. Universidad Laboral de
Málaga y asesor de formación en el CEP de Málaga.

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Narciso Morales Luque

Así habló el Duque a Sancho Panza al hacerle gobernador de la Ínsula Barataria.


A las palabras del Duque habría que añadir todos los consejos que en ese mismo
capítulo D. Quijote le dá al escudero uniendo, como se esperaba del espíritu de la
sociedad barroca de los siglos de oro, los tres principios básicos de lo que se entendía
como buen gobierno. La fe religiosa, la integridad personal y el uso del sentido
común.
El buen gobierno servía para enriquecer al pueblo gobernado y al gobernante y
hacer a ambos ganar el cielo1.
Sin embargo entre esa teoría política y la realidad práctica, tal y como suele
ser habitual, había una diferencia inmensa. El gobierno de los pueblos estaba en-
caminado a buscar la paz si, pero entendiendo esta como sometimiento al poder
absoluto y al orden social del antiguo régimen. Por el pueblo llano era más valo-
rado como productor y contribuyente que como almas anhelantes de un orden
perfecto.
El gobierno de una villa como la de Archidona adolecía de estos defectos prácti-
cos y mantenía esa realidad ideológica. Sobre lo que en teoría era el gobierno justo
y en realidad pasaba había muchas diferencias. Conocer esas diferencias, creo, nos
ayuda a conocer por extensión como era Archidona durante ese periodo.

Ayuntamiento, Concejo y Cabildo de Archidona


Empecemos por aclarara un poco los términos que usaremos en adelante. Aunque
ayuntamiento, concejo y cabildo se suelen usar en no pocas ocasiones como sinóni-
mos y de hecho aún hoy lo seguimos haciendo, eran realidades distintas. El ayunta-
miento era el espacio físico en que se dirimían las leyes y la justicia de la villa. El
Concejo era el grupo de personas que dirigía estas leyes y justicia y el Cabildo cada
una de las reuniones oficiales2 que mantenían el concejo.
Los cabildos podían ser abiertos, cuando trataban de algunas materias que afec-
taban a todos los vecinos y especialmente las decisiones sobre la propiedad de los
bienes comunes. Pastos, dehesas, fruto de la bellota etc. y cabildos cerrados cuando
la materia a tratar en ellos dependía exclusivamente de los regidores; impuestos,
delitos, comunicaciones oficiales… en cuyo caso sólo asistían los regidores.
El acceso a los distintos cargos del Concejo tenía un origen diverso. Los cargos
más relevantes especialmente la figura del Corregidor eran nombrado directamente
por el Rey o bien por el Duque. El resto de los cargos del ayuntamiento se elegía por
un régimen conocido como el de “la mitad de los oficios” en el que se repartían los

1
Si hay una obra contemporánea a los hechos que estudiamos que define bien este ideal es “El perfecto
regidor”, del humanista cordobés Don Juan de Castilla y Aguayo.
2
Digo reuniones oficiales porque en no pocas ocasiones y de forma cada vez más frecuente conforme
nos acercamos a la edad contemporánea, aparecen reuniones informales o ilegales citadas en algunas
actas aunque no siempre se recogen lo que en ellas se había tratado.

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El gobierno de la Villa de Archidona en la época moderna

cargos entre el estado noble y el llano. Este régimen presentaba una serie de carac-
terísticas que lo hacían particularmente injusto y poco representativo ya que por una
parte el estado llano cargaba con la práctica totalidad de los impuestos y, además,
siendo más numeroso estaba representado con la misma cantidad de votos3.
El protocolo municipal era rígido en cuanto al asiento que debía de ocupar cada
miembro. Salvo el Jurado Perpetuo “que por cuanto es costumbre en el dicho su
oficio el un año sentarse en el escaño de los regidores y jurados del estado de hijos-
dalgo y el otro año sentarse en el escaño de los rexidores y jurados de los hombres
del estado llano”4.
Había otros cargos conocidos como “venales” lo que significa comprados. Para
el Señor y sobre todo para el rey era un recurso más de la Hacienda Real para con-
seguir dinero ante los agobios económicos de la misma. Para el comprador suponía
una fuente de ingresos, un patrimonio hereditario, un peldaño para ascender en el
escalafón social y, no olvidemos el espíritu barroco de la época, significaba también
la imagen de prestigio social y publico5.

Los bancos de los cargos de cabildo, originariamente en la Parroquia, usados por los cargos
municipales, eran un claro exponente del uso del poder civil como elemento de prestigio en la
sociedad barroca.

Finalmente un amplio abanico de “funcionarios” (sin entender esta palabra en el


sentido actual) que trabajaban para el ayuntamiento.

Los cargos del gobierno municipal


Como he dicho el concejo tenía una composición social derivada de los dos esta-
mentos principales el noble (en el que incluimos nobleza civil y eclesiástica) y el
estado llano. Los cargos superiores venían nombrados por el Duque de Osuna o por

3
Domínguez Ortiz; A. “La sociedad española en el Siglo XVII. 1” CSIC Granada. 1992.
4
(A)rchivo (M)unicipal de (A)rchidona. Legajo 13. Cabildo de 3 de marzo de 1641.
5
Domínguez Ortiz; A. “La venta de cargos y oficios públicos en Castilla y sus consecuencias económi-
cas y sociales”, en Anuario de Historia Económica y Social, Madrid, (1970).

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privilegio real dando lugar en ocasiones a algunas contradicciones que por lo general
se saldaban con las asunción del candidato real por parte del Duque. Estos cargos
superiores como el del corregidor o el del Alcaide del Castillo solían tener una du-
ración diversa, a veces eran vitalicios e incluso hereditarios, otras y sobre todo en el
caso del corregidor, no llegaban al año.
Bajo estos dos cargos superiores existían una serie de cargos que se renovaban
anualmente. Dos alcaldes. Uno por cada estado (noble y llano), dos regidores y dos
jurados igualmente uno por cada estado y un “fiel ejecutor” que, al menos en teoría,
ocupaban alternativamente cada año uno de los estados. Las ordenanzas municipales
establecían todo lo relativo a como debía de ser la “elección” de esos otros cargos y
el orden que debían de ocupar en los asientos cada uno de ellos, así:
Ytem, que el alcayde desta villa, corregidor, alcaldes ordinarios y oficiales del
consejo temgan sus asientos por su orden y antigüedad como lo an de uso y de cos-
tumbre sentándose primero los que fueren mas antiguos en officios6.
Frente a ellos se sentaba el escribano encargado de levantar acta y de informar a
los oficiales que llegaban tarde de lo acontecido en cada cabildo.
También se establecía el método de elección de oficiales del cabildo:
Otrosi, ordenamos y mandamos que en continuación de la antigua costumbre que
en hazer las elecciones ay en cada un anno por el mes de diciembre se haga elección
de oficiales de cabildo, de fiel executor, regidores, jurados y mayordomo y los demás
que se acostumbra haciendo en ello las diligençias que se suelen hazer para que sean
admitidos a los dichos officios, nombrando cada uno dos personas que le parezca ser
convenientes y harán la dicha elección sin sobornos, dadivas ni promesas sino que
los nombrados sean personas abiles y suficientes de que se tenga entera satisfaçion
que harán y cumplirán todo lo que convenga a buena gobernaçion, y puestos en el
dicho aiuntamiento no saldrán hasta aver hecho y cumplido la dicha eleçion y la
imbiaran a Su Señoria el Duque de Ossuna Señor desta villa para que las confirme
como se acxostumbra, a todo lo qual acudirá la justicia como en este caso se requiere
para que mejor y masbreve se cumpla, y que al principio del año aya y se reciban of-
fiçiales nuevos los quales para el año siguiente an de hazer nombramientos de fiel del
pósito conforme a la ley y de oficiales de cosas que convienen a la buena expediçion
y gobierno de la republica7.
Pero estos nombramientos no eran gratuitos. La villa pagaba al Duque 200 reales
por los mismos.
Por lo tanto cada miembro del cabildo proponía una terna con dos nombres al
Duque en el mes de diciembre para que él eligiera al sustituto del siguiente año.
Generalmente el Duque siempre elegía al primero de los dos nombres propuestos.

6
Espejo Lara; J.L y Morales Gordillo; Eva. “Ordenanzas de Archidona (1598)”. Servicio de publica-
ciones de la Universidad de Málaga.
7
Espejo Lara; J.L y Morales Gordillo; Eva. Op. cit.

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El gobierno de la Villa de Archidona en la época moderna

Sea como fuere, el mecanismo imposibilitaba una renovación real del gobierno local
que siempre permanecía en manos de la oligarquía de la villa. Aunque hubo ocasiones
en que la situación era tan insostenible y los escándalos tan notorios que a veces el
rey o el Duque se veían en la obligación de intervenir para que el procedimiento
no degenerara más aún. Así, por ejemplo, en 1633, ante las ternas que el cabildo
le presenta, el Duque, tras informarse, decide no aceptarlas por considerarlas “en
perjuicio de la republica de la dicha villa” pues parece evidente que usan de sus cargos
en beneficio propio y que se ha convertido en costumbre la alternancia de cargos
proponiéndose unos a otros con lo que los cargos siempre están en las mismas manos8.
Un siglo más tarde el control señorial es tal que el Duque se permite enviar al ca-
bildo las listas de las personas que éste debía proponerle. Eliminando de esta manera
cualquier rasgo de participación ciudadana incluso de los estamentos privilegiados9.
Veamos algunos de estos cargos10:

La repetición de los motivos heráldicos correspondientes a los apellidos nobles dan cuenta de la
endogamia familiar existente en las elites locales.

8
AMA legajo 11 acta 6 de febrero de 1633.
9
AMA legajo 31 cabildo 22 de diciembre de 1739.
10
No me extenderé en todos los cargos del Concejo sino sólo en los más significativos para el tema que
nos ocupa. Sobre el cargo de escribano de cabildo me remito al trabajo realizado por D. Manuel Garrido
y D. Alberto Castro Tirado en esta misma revista. A ambos y a D. Juan José Jiménez Maldonado mi
agradecimiento por las horas de investigación juntos y por compartir sus ideas conmigo sobre este tema.

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Narciso Morales Luque

Alcaide del castillo y fortaleza


Aunque tras la conquista el primer alcaide fue Pedro López de Pernía, este debió
ocupar su cargo con funciones estrictamente militares11. El primer alcaide de villa y
castillo reconocido como tal por la corona y con funciones militares y administrati-
vas fue Don Pedro Ruíz de Valdivia por merced de los Reyes Católicos12.
Teóricamente el cargo de mayor importancia era el del Alcaide del Castillo
que representaba el máximo poder desde la época de la conquista. Pero las nuevas
circunstancias de la villa desde el siglo XVI (traslado del núcleo urbano, pérdida de
valor estratégico y militar, desarrollo de una nueva burocracia, etc.) habían traspasado
la mayor parte de las funciones importantes del gobierno de la villa a los corregidores.
A pesar de todo el Alcaide del Castillo y fortaleza conservaba una serie de pre-
eminencias nada desdeñables social y, más aún, económicamente hablando.
Tenía voz y voto como regidor en el cabildo al que podía entrar con armas (aún
cuando a veces esta decisión se cuestionó13) y donde daba su parecer el primero de
todos los oficiales del concejo, firmaba en primer lugar en los acuerdos municipales,
gozaba del mejor asiento en los actos públicos y tenía derecho a “meter silla en la ca-
pilla mayor de las iglesias de la villa”. Disponía de una renta de 35 mil maravedíes al
año14. Como anejo a su cargo disponía de la propiedad plena del cortijo de la alcaidía
“entre el arroyo del ciervo, el bosque y las huertas del Guadalhorce”, disfrutaba del
aprovechamiento de hierbas y panes de los donadíos de la Alcaidia y podía cortar la
leña que considerara necesaria para su casa.
El seguimiento sobre el cargo de alcaide del castillo en los siglos XVII y XVIII,
se puede hacer de forma bastante completa en un documento sobre las distintas tran-
siciones que había tenido. A principios del siglo XVII, D. Diego de Zúñiga aún había
obtenido el cargo sobre un nombramiento del Duque de Osuna. En 1605 se nombró
como sucesor Sebastián de Aguirre con un sueldo de 50 mil maravedies quien renun-
ció al cargo en 1645.
El 22 de octubre de 1646 Juan Rodríguez de Castro (Núñez de Castro según otros
documentos) compró el cargo al Duque por 7 mil ducados de vellón empleados para
el casamiento del Duque de Uceda. Con esta compra el título de Alcalde del castillo
quedaba desvinculado del Ducado de Osuna. Eso sí, pasando su renta a ser de solo 35
maravedíes aunque preservando las preeminencias que le correspondían por merced
real.

11
Archivo Histórico de la Nobleza en Toledo. 1.5.10.9//OSUNA,F.1,SF.1,SS.1,SSS.1.
12
Arco y Molinero; Angel “Glorias de la nobleza de España” Tarragona 1899. Sin lugar a dudas hubo
alcaides anteriores.
13
AMA. Legajo 11 cabildo de 2 de febrero de 1636.
14
Inicialmente eran 50 mil pero al desvincularse del ducado este cargo quedaron como cesión a la
corona y al Duque 15 mil.

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El gobierno de la Villa de Archidona en la época moderna

Diez años más tarde, en una clara operación especulativa, Núñez de Castro
vendió los derechos a Francisco Pareja Obregón ante el escribano madrileño Diego
de Liebana en 8500 ducados y ganándole al mismo por tanto 1500 ducados.
Francisco Pareja Obregón fundó sobre esa base un mayorazgo que en los años
siguientes transmitió a sus descendientes cargando por una parte con el pago de la
media annata15 pero manteniendo los privilegios propios del mismo. La intención co-
mercial en este caso era más que clara. Desde 1640 Francisco Pareja que era regidor
de Antequera, andaba pleiteando con el concejo de Archidona sobre amojonamientos
y cercas de sus tierras en los limites con Archidona16 y sobre unos terrenos en litigio
cerca del Arroyo Durán17. Gracias a sus influencias se le había permitido cercar parte
del partido de los alamanes y disfrutar de 25 días más para el uso de la bellota restán-
doselos a los cincuenta días que los vecinos disponían para el uso común18.

Corregidor
Los corregidores señoriales eran delegados directos del poder supremo. En el caso
de Archidona, al depender del Señorío de Osuna representaban al señor de la villa y
sus intereses en el cabildo que presidian.
El corregidor actuaba como juez de apelación sobre las decisiones de los alcaldes
ordinarios por lo que era necesario que fuera lo más imparcial posible y se esperaba
que no lo ligaran al pueblo ni lazos familiares ni económicos. Aunque por lo normal
solía ser así no eran pocos los casos en que la intervención del corregidor venía mo-
tivada por intereses personales y los de otros corregidores que terminaron su carrera
con algunas propiedades y negocios. Por ejemplo en 160519 Doña Catalina Enriquez
de Ribera cesa a Hernado Beltrán de Luna bajo la acusación de que al ser vecino de
Loja metía sus ganados a pastar ilegalmente en los terrenos de Archidona. Lo cierto
es que el citado corregidor era familiar de D. Pedro de Tapia y había apoyado su
pretensión de segregar el entredicho creando una parroquia nueva en esa población.
Un estudio sobre esta figura en el señorío de Medina Sidonia20 nos aclara cual era
la importancia del corregidor y señala que aunque una de sus funciones era controlar
que los notables de la villa no usurparan atribuciones propias del Duque por otra
debía asegurar el cobro de las rentas. Lo cual no era posible sin la colaboración de

15
La Media Annata era un impuesto creado por el rey Felipe IV en 1631 con el fin de acopiar recursos
con los que hacer frente a la guerra de los treinta años. Consistía en el pago a la Hacienda Real de la
mitad de los ingresos obtenidos en el primer año de todos los cargos y oficios.
16
Como ejemplo de este proceso AMA cabildo de 28 de octubre de 1640 y AMA 2 de noviembre de
1640.
17
AMA Legajo 11. cabildo de 17de noviembre de 1637.
18
AMA. Legajo 13. Cabildos de 28 de octubre, 2 de noviembre y 4 de noviembre.
19
AMA Legajo 7. Cabildo de 3 de agosto.
20
Hernández Navarro; F.J. Campese Gallego; F.J. e Ybañez Worboys; Pilar: “Los corregidores señoria-
les del ducado de Medina Sidonia en Conil de la Frontera (1724-1779).

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esa misma nobleza por lo cual había un pacto no escrito que garantizaba los derechos
de ambas partes.
No obstante eso no garantizaba un statu quo permanente, sereno y sin conflictos.
Por ejemplo en 1747 el cabildo se encontraba enfrentado al corregidor por su gestión
y pretendió realizar una sesión sin su presencia solicitándole que se ausentara del
mismo pues se iban a tratar temas sobre su persona, a lo que el corregidor se negó.
No fue ese el único caso en que el pueblo se enfrentó al corregidor. Ya en
febrero de 1599 algunos vecinos se habían quejado al Duque por el gobierno duro
del corregidor de turno e incluso se habían producido numerosas solicitudes de
avecinamiento en Antequera. En 1696 los enfrentamientos fueron continuos y no
sólo con los notables.

Alcaldes ordinarios
Los alcaldes ordinarios, eran conocidos también como justicias. Representaban
la ayuda más directa del corregidor aunque su imparcialidad era menor pues eran
vecinos del pueblo que tenían entre sus atribuciones principales la de jueces de primera
instancia y mantener el orden. El listado completo de los alcalde que ejercieron como
tales en Archidona por ambos estado es muy completo y las relaciones familiares que
se aprecian en la alternancia de los mismos, sobre todo en los del estado noble, son
más que evidentes.
Algunos ejemplos. La familia Clavero ocuparía la alcaldía del estado noble en
1610, 1630, 1656, 1660, 1663, 1667, 1660, 1704, 1707 y 1711. Periodo en el que
también desarrollaron una intensa actividad comercial. La familia Cárdenas, em-
parentados con los anteriores en 1592, 1645, 1651, 1682, 1721, 1723, 1751, 1758
y 1815. La familia Llorente en 1733, 1749, 1752, 1755 y 1759. Esto solo por citar
algunos ejemplos aún que no son los únicos.
El cuidado que la oligarquía local tenía por mantener este cargo en su círculo era
más que evidente. Cuando en 1636 se propone al escribano Marcos de Medina para
alcalde del estado noble el teniente alcalde lo contradice alegando que “es forastero
y persona penosa en la republica y que siendo alcalde lo será más”21.

Alcaldes de oficios
Dado que las principales fuentes de ingresos de la villa era la agricultura y la ga-
nadería esto se reflejaba de forma forzosa en el resto de la composición del concejo.
Los artesanos de los distintos oficios estaban igualmente representados. Las orde-
nanzas municipales establecían en este sentido la presencia de dos alcaldes veedores
de las distintas industrias que había en Archidona.
El ordenamiento requería que fueran los oficiales maestros del propio gremio los
que eligieran a esos dos alcaldes encargados de velar por la calidad del producto y de

21
AMA . Legajo 11 cabildo de 26 de diciembre de 1637.

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El gobierno de la Villa de Archidona en la época moderna

su elaboración. Así a finales del siglo XVI constaba que había alcaldes de sastres y
tundidores, zapateros, curtidores, tejedores22. Pero durante el siglo siguiente surgieron
otros no recogidos en las ordenanzas y muchos de los existentes se diversificaron.
Por ejemplo los alcaldes de zapateros se dividen en zapateros de obra fina y obra
gruesa. El de carpinteros en carpinteros de lo basto y carpinteros propiamente di-
chos. Los de tejedores se dividen en alcalde de herretes de los paños y de tejedores.
Y los nuevos como alcalde de albañiles, alcalde “beedor de la seda”, alcalde “beedor
de los molineros” etc.
Lo cierto es que la mayor parte de estos, si bien no aparecían tipificados en las
ordenanzas, si que aparecen en las actas municipales desde finales del siglo XVI en
que estas se escribieron.
No todas las manufacturas tienen un alcalde que las represente. Por ejemplo los
herreros, de los que sabemos había varios en la villa, no tenían representante.

Fieles y otros cargos nombrados por el concejo


Para evitar los excesos y delitos en cualquier mercancía el cabildo nombraba fieles.
Estos funcionarios atendían a los precios, la calidad de los productos, las pesas y
medidas etc.
Al igual que pasó con los alcaldes de los oficios, los fieles se fueron diversificando
con el tiempo. Con las subidas de impuestos fueron necesarios personas que contro-
laran su pago, estuvieran pendientes de los arrendamientos y denunciaran cualquier
tropelía en este sentido. A mediados del siglo XVII encontramos por ejemplo fieles
del jabón y de las velas de sebo para los maravedíes que se deben a S. Majestad23.

Diputados
Eran los diputados con funciones muy precisas sobre distintas materias. Así existía el
diputado de ganados, de mojoneras, de granos, de los terrenos propios, de las firmas,
de los abastos…
Encargados de tareas concretas, generalmente recaudatorias. Su cargo no solía
durar un año sino que se nombraba solo para la ocasión que lo requería. Y estas
podían ser de muy distinto cuño. Por ejemplo encontramos habitualmente diputados
para el cobro de determinados tributos, para el control de las mojoneras, la impor-
tación de vino, diputado de granos, de los terrenos propios, de las firmas, de los
abastos… pero también con otros motivos como buscar alojamiento a un personaje
importante. Igualmente se nombraban para organizar las principales fiestas religio-
sas. La candelaria, la procesión del Corpus, el Domingo de Ramos etc.
En la mayoría de las ocasiones el cargo no conllevaba ningún sueldo, por eso era
frecuente que cuando su elección recaía sobre alguno de los miembros del Concejo

22
Espejo Lara; J.L y Morales Gordillo; Eva. Op. cit.
23
AMA Legajo 11 cabildo de 12 de enero de 1638.

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y suponía una tarea laboriosa procuraban renunciar no siempre con motivos creíbles.
En 1641 por ejemplo Alonso de Benavides protesta su nombramiento como diputado
del cobro del impuesto de millones alegando que le es imposible realizarlo pues está
encargado del paso de las milicias a Portugal. Se produjo un intenso debate tras el
cual retiró su protestación y aceptó el cargo. Pero curiosamente a reglón seguido se
sentía lo suficientemente liberado como para aceptar el cargo de fiel del pósito, esta
ya si remunerado.

Guardas del campo


En una sociedad eminentemente rural como era la de Archidona era necesario con-
trolar el cumplimiento de los procesos agrícolas sin permitir daños que pudieran
significar perjuicio para la economía local o la personal. Las ordenanzas de 1598
establecían la figura de los guardas del campo. Patrullas rurales que vigilaban la
seguridad de los terrenos propios del común o los individuales. Eran nombrados por
el Concejo por un año.
Tampoco este servicio era ajeno de a la corrupción. Un documento denuncia que:
“… no acuden a las obligaciones de su officio ni traen detenciones ni las han traido
desde primero de henero deste año… solo andan en el campo por los cortijos pidi-
endo que se les de pan y otras cosas para trae a sus cassas y todo el tiempo de agosto
por las heras pidiendo trigo a los labradores24 con cabalgaduras e mucho daño de la
rrepublica”25.

Alguacil
El alguacil era un equivalente al jefe de policía municipal. Era el oficial del muni-
cipio encargado de hacer cumplir los acuerdos del Cabildo. Era uno de los cargos
venales más preciados. Hacia mediados del siglo XVIII asistiremos a un pleito por
el derecho a nombrar Aguacil Mayor por parte del Duque de Osuna26.
Un aguacil podía poner en graves aprietos al concejo. En 1638 Albaro Lopez
apresa al cabildo y secuestra (embarga) los bienes de sus miembros manifestando la
intención de llevarlos al presidio de Sevilla por una cantidad que se le adeuda.

Personero del común


Un elemento importante en la administración municipal era el personero. Su misión
era velar por el cumplimiento de los derechos del pueblo hasta el punto que algunos
autores lo han comparado con los actuales “defensor del pueblo”. Comprobar la
administración de los bienes comunes e incluso los derechos individuales o vigilar

24
Tanto entrar a los cortijos como a las eras estaba prohibido por las ordenanzas y castigado con pena
de 2.000 maravedies.
25
AMA Legajo 13 cabildo de 2 de septiembre de 1640.
26
La duquesa en este caso por tratarse de Francisca Bibiana Pérez de Guzmán y Mendoza.

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El gobierno de la Villa de Archidona en la época moderna

que en la composición del cabildo no hubiera nepotismo ni acumulación de cargos


eran algunas de sus atribuciones. Lo cierto es que el cargo era nombrado por el
Duque27 al menos hasta 1766, y en ocasiones arrendado con lo que su efectividad
e independencia dejaba mucho que desear. En cualquier caso el personero era visto
frecuentemente como un advenedizo molesto y peligroso por los gobernantes del
estado noble ya que podía presentar problemas a sus intenciones. Motivo por el cual
su nombramiento se posponía o se dejaba vacante.
Cuando en 1635 se hace una propuesta de nombramiento de depositario del posi-
to el candidato recibe varias contradicciones por sus deudas e incluso el personero
se atreve a solicitar testimonio de ejecución de cuentas28. En los primeros meses de
1636 el personero denuncia en varias ocasiones sus sospechas de malversación en el
arca de los arbitrios con motivo de la baja de la moneda pidiendo al concejo dinero
para personarse en el pleito que sobre este tema hay en Madrid y Granada pero en
todas las ocasiones recibe por respuesta el “silencio administrativo”29.
Desde la primera mitad del siglo XVIII los abusos de la nobleza de los concejos y
de los corregidores, los aumentos de los impuestos y la carestía de productos básicos
como pan, aceite o tocino habían provocado numerosos desordenes que dieron lugar
al auto de mayo de 1766 por el que se crearon las figuras del diputado del común y
del síndico personero del común cuyas principales novedades residía en el hecho de
que eran elegidos por el voto popular de todos los vecinos y, al menos teóricamente,
hacían factible una presencia eficaz del estado llano en los asuntos municipales.
Lo cierto es que la figura del personero se había devaluado bastante en el organi-
grama municipal. En 1729 las actas señalan que el pueblo ya llevaba varios años sin
uno nombrado que le representara y defendiera. En mi opinión las medidas dictadas
por Carlos III no creaban un cargo nuevo sino que recuperaba dotándola de cierta
entidad democrática una figura que nunca desapareció completamente. Pienso que
eso ha dificultado distinguirlos, al menos en nuestro caso, de los personeros de viejo
cuño.
Los Diputados del común contaban con el derecho de voz y voto en los Ayun-
tamientos y de cierto control en los cabildos municipales. Sobre todo en cuestiones
de abastos por el contrario los Personeros sólo contaban con el derecho voz en lo
referente en las mismas cuestiones30.

27
Un ejemplo de ello en AMA legajo 11. cabildo de 14 de marzo 1635.
28
AMA Legajo 11 cabildo de 12 de julio de 1635.
29
AMA Legajo 11 cabildo de 9 de marzo de 1636, o del 16 y del 23 del mismo mes.
30
Real Instrucción de 26 de junio de 1766.

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Instrucción de Carlos III para la elección de personeros y diputados del común.

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El gobierno de la Villa de Archidona en la época moderna

Poder municipal, negocios y elites


Aunque a lo largo del presente trabajo ya hemos visto como los distintos cargos se
usaban en beneficio propio, no quiero concluir sin ahondar un poco en este tema.
El sistema de elección de cargos por ternas propuestas por los salientes no sólo
favorecía que se mantuviera el sistema, sino que propiciaba la continuidad de la clase
dirigente. La hidalguía local, como lo hacían los nobles del resto del reino, prac-
ticaban una clara endogamia destinada a este fin. Mantener su estatus. En 1643 el
teniente de alcaide denunció lo que era evidente y que sin duda se venía reiterando
asiduamente. El alcalde del estado noble había propuesto para ocupar su puesto el año
siguiente a un tío de su esposa31.
Solo a partir del primer ayuntamiento constitucional en 1813 se comienza a
percibir algunos datos que nos hacen pensar que los administradores locales de
los bienes del Duque manejaban los hilos de estos nombramientos principales
para que en las propuestas de final de cada año se nombrara a personas según sus
criterios32.
Es evidente la relación entre la elite nobiliaria local y los arrendadores de los
distintos oficios municipales rentables y dehesas o baldíos. Al no existir separación
de poderes la elite local, vinculada familiarmente a los escalones más altos de la no-
bleza, aprovecha los mismos para conseguir por via jurídica. Así por ejemplo, Pedro
de León Treviño, primo del Obispo de Pozuoli Fray Martín de León y hermano del
poderoso Francisco de León Treviño (de quien ya hablamos en un trabajo anterior)
consigue por vía de apremio judicial y con auto de rebeldía que se le ceda la Dehesa
del Trabuco que no había conseguido en puja pública33.
Otro de los ejemplos que se pueden citar en este sentido está el de la familia
Clavero. Además de ocupar importantes cargos en el consistorio aparece en otros
tantos negocios. Por ejemplo como arrendadores de la nieve y teniendo como socio
al regidor perpetuo de la ciudad de Málaga Pedro de Pedrosa34 llevan sus negocios
sobre desde lugares relativamente cercanos como Montejaque y Osuna a otros tan
distantes como Valdepeñas35 ejerciendo uno de sus miembros, D Pedro de Clavero
Luna como abogado del concejo36. Cada uno de sus miembros supo sacar provecho
de su estado en distintos negocios. Así Miguel Clavero que tenía compuesto con el
Rey un monte de arboleda en el partido de los Alazores pide licencia para “limpiarlo”

31
AMA Legajo acta de 4 de febrero de 1643.
32
Informe sin fecha del primer alcalde democrático, Josef Miranda, en 1813 Ama legajo 44 pagina 122
del año 1813: “este ayuntamiento constitucional es tal que desde tiempo inmemorial no se ha forma-
do en esta villa q este mas puro de ella. Pues cada individuo es de una distinta familia y antes solo lo
componía una”.
33
AMA legajo 11 acta 17 de julio de 1633.
34
(A)rchivo de (P)rotocolos de (A)rchidona A Escribanía de Gómez de Silvera, 1643.
35
APA Escribanía de Gómez de Silvera, 1645.
36
AMA cabildo de 5 de febrero de 1640.

Rayya nº14 223


Narciso Morales Luque

pero es denunciado por el personero que contradice esa licencia por sospechar que la
verdadera intención era hacer carbón37.
Un ejemplo más. Fernando Pérez Çatico, alcalde ordinario, es dueño de la vara
de Aguacil Mayor38 que quedará en su familia siendo arrendada habitualmente por
su viuda39. Aún años mas tarde este puesto seguirá teniendo un carácter privativo y
descubrimos a Fernando de Godoy Cañete Aguacil Mayor y poseedor de otras pre-
eminencias vende el cargo de alcaide de la cárcel40.
Pero si hay un ejemplo enjundioso es el de la familia Martín Artacho (Hartacho
según otros documentos). Lucas Martín Artacho ejerce como regidor y diputado
del servicio de millones41 y como arrendador de las cuentas del Duque42, cargo que
en 1642 aún mantiene Francisco Artacho43, su padre, familiar del Santo Oficio.
Curiosamente su otro hijo Francisco Ambrosio Artacho44 se encontraba en prisión
por aquellas fechas por haber abalado a su padre. También son propietarios de una
escribanía doble, pública y de cabildo que arrendará la viuda de Francisco Pérez
Artacho45 tras su muerte. Las cuentas de la familia no debían de ser del todo claras
pues los encontramos en continuos pleitos y embargos de los que siempre salen
indemnes o con breves periodos de cárcel. En 1636 hasta el aguacil mayor tiene
que pedir amparo al corregidor para que proceda contra ellos46 a propósito de las
deudas que tienen contraídas con el pósito local, 3400 reales Francisco Hartacho
y 12500 su socio Martín de Frias, llegando el cinismo de algunos regidores a
responder al personero cuando pida testimonio al respecto que “dar grano y dinero a
los agricultores anualmente es una política normal”47.
Cuando éste pleito arrecie en 1637 el personero presentará de nuevo protestación
y los regidores se volverán contra él alegando “que tienen por sospecho al dho per-
sonero por yntimo amigo y aparcero de la partes contrarias y no coniviene que vaya
otra persona al dho pleito”48 y aunque el concejo le da dinero para ir a otro pleito
similar le advierte de que sólo lo puede gastar en ese segundo pleito.

37
AMA Legajo 11 cabildo de 8 de mayo 1635.
38
AMA acta de 6 de febrero de 1624.
39
AMA Legajo 11 cabildo de 5 de junio de 1637.
40
APA Escribanía de Gómez de Silvera, 1643.
41
Cargo que le llevará a la cárcel Legajo 11 AMA cabildo de 7 de septiembre de 1636.
42
APA Escribanía de Jerónimo Herrera Morillo, 1633.
43
APA Escribanía de Jerónimo Herrera Morillo, 1642.
44
El mismo personaje aparece no obstante como escribano de millones. AMA legajo 13 inicio del legajo
y a propósito de los años 1645, 1646 y 1647.
45
APA Escribanía de Jerónimo Herrera Morillo, 1637.
46
AMA Legajo 11 cabildo de 9 de octubre de 1636.
47
AMA Legajo 11 cabildo de 9 de enero de 1637.
48
AMA Legajo 11 cabildo de 15 de marzo de 1637.

224 Rayya nº14


El gobierno de la Villa de Archidona en la época moderna

Y finalmente un ejemplo claro de prevaricación. Desde los distintos puestos que


ocupaban los miembros de la familia podían conocer la situación económica de los
vecinos lo que les servía para acumular mas poder y, por extensión, mas riqueza.
En 1643 Lucas Artacho compra la deuda que Francisco de Godoy Cañete, Algua-
cil Mayor, tiene con un vecino de Antequera para forzar una Real Provisión que le
trasmita ese puesto49.

Los cambios administrativos en la frontera de la edad moderna. El fin del


periodo señorial, la ocupación francesa y el primer periodo constitucional
Aunque el sistema ya había demostrado suficientemente sus fisuras, no fue hasta
la ocupación francesa que se iniciaron cambios significativos. Algunos novedosos,
otros mantenían los esquemas tradicionales, unos impuestos por el gobierno invasor
según sus esquemas, otros definitivamente revolucionarios políticamente hablando
propiciados por la constitución de 1812.
Uno de los problemas que se encontró el Gobierno de José Napoleón fue la mara-
ña administrativa existente en España en lo referente a las distintas jurisdicciones
(regias, señoriales, eclesiásticas etc.) que convivían en el mismo contexto. Una serie
de decretos emitidos por el gobierno napoleónico pretendió centralizar, unificar y
organizar de una manera mas racional el territorio español siguiendo los criterios de
la mentalidad francesa
Para ello se dividió España en 38 prefecturas obviando la anterior división por
reinos50. El decreto de 17 de abril de 1810 establecía las mismas teniendo en cuenta
más la situación geográfica que la histórica. Málaga se establecía como una de esas
38 prefecturas con dos subprefecturas: Antequera y Osuna. Paradójicamente, Ar-
chidona ligada tradicionalmente a Osuna pasaba a depender de la subprefectura de
Antequera.
El mismo decreto establecía entre otras las siguientes medidas para la adminis-
tración municipal:
- Se creaba una junta municipal elegida en concejo abierto por los vecinos
contribuyentes51.
- La junta municipal se componía de 10 individuos mas un corregidor y
dos regidores52, cargos que se debían de renovar por mitad todos los años
el uno de diciembre pudiendo ser reelegidos los cargos cesantes53.

49
AMA Legajo 13 cabildo de 2 de junio de 1643.
50
AMA 9 de febrero de 1809.
51
Título cuarto, Artículo 2 del decreto de 17 de abril de 1810.
52
Número establecido para las localidades de menos de dos mil vecinos. Título cuarto, Artículo 3 del
decreto de 17 de abril de 1810.
53
Título cuarto, Artículo 4 del decreto de 17 de abril de 1810.

Rayya nº14 225


Narciso Morales Luque

- Era la propia Junta Municipal la que elegía en los 15 últimos días de


diciembre, los empleados del gobierno de la municipalidad.
A principios de 1811 se ordenó la aplicación del decreto para el nombramiento
de la municipalidad. Para ello había que remitir al subprefecto de Antequera, Josef
Pastor, las listas de dobles sujetos propuestos en cada cargo para su aprobación. Las
órdenes de este establecían la división del pueblo en cuatro jurisdicciones (barrios)
que como mucho debían de tener entre trescientos o cuatrocientos vecinos cada uno.
Cada “barrio” debía nombrar 5 personas hasta un total de 20 de las que, posterior-
mente, el prefecto nombraba 10, mas el corregidor y los regidores. La distribución
fue de la siguiente manera:
1er Barrio: Calles de San Roque, Plaza Nueva, San José o Nuevo Mundo, Ejido,
Nueva, Comedias y partido del Saucedo. Tenía su colegió en el Convento de Jesús y
María y se nombró por interventor a José Navarro y alba
2º Barrio: Calle del Llano, Plazeta, Almohalla, Plaza, Piedrahita, Alta, Empe-
drada y Trabuco. Su colegio en el antiguo ayuntamiento de la Plaza de la iglesia y su
interventor Antonio de Alcantara. Presbitero.
3er Barrio: Calles de Siles, San Juan, Carrera y partido de la Algaida con colegio
en las Escuelas Pías y con Francisco Aguilar Romero como interventor.
4º Barrio: Calles de Santo Domingo, Imagen y Pilarejo, Salazar, Agua, Juan Ca-
brera, Molinilla, Puentezuela y Fuente de Antequera. Su colegio estaba en Santo
Domingo y su interventor era el sacerdote Pedro Antonio de Cárdenas54.
El hasta entonces ayuntamiento local tomo sus previsiones para no dejar cabos
sueltos y que los vecinos que se presentaran fueran de su satisfacción organizando
una reunión previa al mismo tiempo que daba las ordenes necesarias para establecer
la nueva división administrativa.
“de cuias orden y decreto ynstruidos los sres que componen este cuerpo capip-
tular como del oficio del nominado sr prefecto dijeron las obedecían y obedecieron
en el respeto que corresponde y acordaron se de y cumpla todo cuanto se preceptua.
Por dicha circular y Real Decreto y a este fin hallándose este pueblo dividido en
dos cuarteles y que cada uno se comprende al menos de seiscientos vecinos con-
tribuyentes debe dividirse cada uno en dos secciones o barrios de a trescientos o
quatrocientos vecinos como así lo resuelve este ayuntamiento señalando para dha
sesión el día 13 del corriente domingo en las casas capitulares a cuio efecto esta el sr
alcalde preseidente e yndividuos de este cuerpo capitular pronta en ellas para presidir
dho acto desde las nueve de la mañana hasta las doce y desde las dos de la tarde hasta
las cinco por antes este escribano a quien desde luego se nombra para el caso por ser
de mi confianza y satisfacción.

54
AMA. Legajo 44. cabildos de 9 y 18 de enero de 1811. Como se ve no están señaladas todas las calles
existentes ya por entonces en Archidona, sino que se realizaba una delimitación periférica con las que
se nombraban.

226 Rayya nº14


El gobierno de la Villa de Archidona en la época moderna

Exhortando a los vecinos principales a que no dexen de concurrir a dho acto dán-
doles a conocer quanto en todo tiempo y mas en el presente importa el acuerdo que
de semejantes elecciones y para este la concurrecncia de la gente demas cuenta que
no expuesta a la seduccion y el engaño debe dirigir la opinión del resto del pueblo y
descartar las tramas de los que pretenden descaminar con anticipacion de veinticu-
atro horas el dia asignado cuio bando y edictos se extendera a los demas vecinos
contribuientes tanto de esta villa como de las pueblas del Sauzedo, Trabuco y partido
de la Algaida”55.
Sin embargo el subprefecto de Antequera no debía de ver claras las intenciones de
los dirigentes municipales que, al parecer, lo puentearon dirigiéndose directamente
al prefecto de Málaga. Ciertamente y como vamos a ver nuestros paisano, si no eran
abiertamente independentistas, al menos eran poco animosos a la hora de colaborar
con el nuevo gobierno. En una carta al ayuntamiento el subprefecto deja claras sus
sospechas sobre los mismos y su intención de enviar una inspección para comprobar
como se estaba realizando el “proceso electoral” y “hacer que se verifiquen las elec-
ciones del nuevo gobierno municipal”56.
“y que comprobandose por una y otra las parcialades y mal espiritu que reina en
esta villa y que al mismo tiempo se había separado de la instruciones del sr Prefecto
según en ella se preceptuan.”
Las elecciones de candidatos según este nuevo modelo no se realizaron hasta
finales de enero fecha en la que los interventores presentaron los resultados57.
El nombramiento de los principales cargos fue emitido por el prefecto de Málaga
el día 27 de febrero. D. José Solano como Corregidor y como regidores Francisco
Escobar Jurado y D. Antonio Conejo Cabello58.
Pero escudándose en que no se habían nombrado a los otros diez cargos municipales
el anterior corregidor se niega a ceder su puesto. Nuevamente el subprefecto de An-
tequera escribe al corregidor en estos términos:
“La dificultad que usted propone (es decir que no se han nombrado los diez car-
gos restantes) en su oficio del 28 del pasado no debe servir de obstáculo para el
cumplimiento de la orden del prefecto pues no tiene conexión alguna la junta mu-
nicipal con el gobierno de la municipalidad por lo sin que se advierta la mas mínima
omisión pondrá ud en posesión a los individuos que previene el sr prefecto que son
los electos.”
Finalmente el día 3 de marzo tomaron posesión los nuevos cargos y nuevamente
se percibe la tibieza de los mismos para colaborar con el gobierno. El mismo día de
su toma de posesión uno de los regidores, Francisco Escobar, solicita ser relevado

55
AMA. Legajo 44. cabildo de 7 de enero de 1811.
56
AMA Legajo 44 carta del subprefecto con fecha 18 de enero de 1811.
57
AMA legajo 44. cabildo de 20 de enero de 1811.
58
D. Antonio Conejo era a la sazón el alcalde anterior.

Rayya nº14 227


Narciso Morales Luque

de su obligación por padecer mal de cabeza y una afonía crónica. Sin embargo se le
obliga a jurar el cargo entretanto se reciben nuevas ordenes de Málaga. Su sustituto,
Miguel Salcedo, escribano publico jura el cargo e igualmente alega esta enfermo del
oído y tener mucha familia. Está dinámica será usada por casi todos los regidores
durante la ocupación francesa. De hecho, la mayoría de las actas de cabildo del año
1811 serán monotemáticas en relación a las dificultades del gobierno de la villa, la
imposibilidad de recaudar arbitrios o de asistir a las tropas francesas. Que las enfer-
medades eran un ardit lo demuestra la declaración en 1813, una vez expulsados los
franceses, del primer alcalde democrático en un informe en el que se defiende de la
acusación de afrancesado.

“…la enfermedad q me atribuye padezco fue política por no servir al gobierno


intruso en la cívica ni municipalidades..
…con tanto empeño quisieron enredarme y de cuyos lazos me livro el infermozo
ardid de mi enfermedad bien ponderada que ahora me ha grangeado el aprecio pu-
blico”

Hasta para el juramento del cargo parece ser que hubo problemas. El párroco, Fran-
cisco Aguilar y Romero, no fue de buen grado sino citado por cedula del escribano del
cabildo. Jurando los electos “sobre el libro de los cuatro evangelios que tienen en su
manos fueron llegando uno a uno los tres señores… e hicieron juramento de fidelidad a
S Mgtad D. José Napoleón I, a la constitución y a las leyes de desempeñar legalmente
los empleos para los que han sido nombrados”59. Otros datos posteriores avalan la poca
determinación de nuestros paisanos a colaborar con las fuerzas francesas.
Por ejemplo no consta que se estableciera la mencionada milicia cívica algo que,
posteriormente con el gobierno constitucional, le costaba comprender al jefe político
de la ciudad y provincia de Granada a la cual se incorporó provisionalmente Archi-
dona60. Aunque un informe posterior del citado alcalde Josef Miranda habla de que el
intento de crearla conforme a la orden de 6 de marzo de 1810 solo tuvo efecto sobre
una familia local proclamados todos los varones de la misma como oficiales de la
misma por José Bonaparte al pasar por Archidona61 nombrando al resto de los que
pudieran reclutar como soldados rasos.
Los siguientes cabildos se desarrollaron con sólo estos tres cargos. Finalmente el
19 de abril se recibe carta del Prefecto excusando a Francisco de Aguilar de su cargo
y nombrado por sustituto a Miguel Salcedo el cual también presento la renuncia a su
cargo alegando igualmente motivos de salud.

59
AMA. Legajo 44. cabildos de 3 de marzo de 1811.
60
AMA. Legajo 44. documento de 19 de octubre de 1812.
61
La visita de José Bonaparte a Archidona se debió de realizar en marzo de 1810. Según testimonios, el
rey francés hizo noche en la villa en una casa de la calle Carrera hoy derruida.

228 Rayya nº14


El gobierno de la Villa de Archidona en la época moderna

En el resto de los cargos municipales no aparece nombramiento durante la ocupa-


ción francesa hasta el inicio de 1812. Solo el pósito y sus caudales están a cargo de
un interventor impuesto por los ocupantes, se trata de Antonio Conejo, el segundo
regidor y que también pide cesar en esa tarea pues en su opinión mantener ambos
cargos al mismo tiempo es incompatible62. El mismo Antonio Conejo escribe al sub-
prefecto de Antequera indicando que no se puede regir el municipio sin el resto de los
cargos municipales, lo cual dificulta mucho poder sustentar a las tropas transeúntes63.
En septiembre el corregidor, D. José Solano se encuentra solo al frente del mu-
nicipio. Los dos regidores dicen encontrarse enfermos y plantea un grave problema
para las sustituciones pues el sustituto del primer regidor “se halla preso de rehén en
la ciudad de Granada”64 por lo que no hay mas remedio que sustituir a los regidores
con los últimos miembros de la lista, los cuales sólo habían obtenido en su día un
voto cada uno. Todos los cargos seguirán presentando las mismas alegaciones en
este periodo.
El 7 de octubre por fin se nombra al resto de la municipalidad y se fijan nuevas
elecciones para 27 de noviembre. Al inicio de 181265 si hay ya mas cargos para el
municipio. Además de los elegidos se nombran cargos de la administración local.
Son los siguientes:
- Dos diputado del pósito.
- Depositario de propios.
- Tesorero de contribuciones mensuales y extraordinarias.
- Un aguacil mayor y dos aguaciles ordinarios.
- Alcalde de aguas.
- Matrona.
- Portero del cabildo.
- Tres dependientes del juzgado.
- Tres alcaldes del ganado.
- Dos acaldes de la cárcel.
- Encargado de los majadores de lino.
- Dos de carpinteros.
- Dos alcaldes de zapateros.
- Dos médicos titulares y uno supernumerario.
- Un cerrajero.
- Dos peritos para daños en tierras.

62
AMA Legajo 44. Nota del 6 de mayo de 1811.
63
AMA. Legajo 44. Cabildo de 22 de agosto de 1811.
64
AMA. Legajo 44. 6 de septiembre de 1811. acta que sólo firman D. José Solano y el escribano del
cabildo.
65
AMA Legajo 44. “8 de febrero de 1811. En esta etapa de finales de 1811 y principios de 1812 las atas
se encuentras desordenas y a veces es difícil situarlas cronológicamente.

Rayya nº14 229


Narciso Morales Luque

- Once inspectores de amillaramientos (la mayor parte de ellos los sacer-


dotes mas conocidos de la villa.
- Fiel del peso de la harina.
- Encargado del suministro de la guarnición francesa66 ayudado de dos
mozos.
- Un secretario para la municipalidad y otro para el pósito.

Como se ve se mantienen algunos de los empleos de los años anteriores aunque


se reducen los alcaldes de oficios a solo tres profesiones y se establecen unos cargos
nuevos por las necesidades contextuales (fuerzas de ocupación).
Nunca había tenido Archidona hasta entonces tres médicos dependientes del
ayuntamiento.
Las contribuciones pasan a ser mensuales y gestionadas por la prefectura. De esta
manera no sólo se regulariza su plazo sino que además la administración provincial
se garantiza su inmediatez.
Hasta cuando estuvieron en vigor estos cargos es difícil de aseverar. Pero en septiembre
de 1812 las tropas francesas ya no están en Archidona, el corregidor ocupa su cargo
como interino y solicita permiso para nombrar tres o cuatro regidores auxiliares para el
mejor servicio del rey Fernando67, se nombró un juez interino de primera instancia,68 se
cesó a todos los cargos del gobierno anterior y la administración de bienes nacionales,
creada por el gobierno de José Napoleón fue desmantelada y precintada69.

El primer ayuntamiento “democrático”70


El 10 de noviembre se da cuenta de una carta con fecha 18 de octubre, una orden
superior de Pascual Quiles y Talón, jefe político de la ciudad y provincia de Granada
exigiendo el cumplimiento del Real Decreto de 3 de mayo de 1812 sobre las elec-
ciones para ayuntamientos constituyentes. Estas se fijaron para el domingo 15 de
noviembre para proclamar a 17 miembros del concejo. Un alcalde, dos vice corregi-
dores y 17 miembros de los cuales 14 se elegían entre Archidona y Algaidas, dos en
el Saucedo y uno en el Trabuco71.

66
Debía dar cuenta de su gestión semanalmente.
67
AMA. Legajo 44. 11 de septiembre de 1812.
68
AMA. Legajo 44. cabildos de 4 de noviembre de 1812.
69
El encargado de la misma, D. Josef de Cieza fue desalojado. por lo que interpreto en el texto, no
violentamente pero si de forma brusca.
70
Entrecomillar la palabra democrático no es por dudar de que fuera elegido por una parte del pueblo.
Es simplemente por resaltar que la democracia de esa fecha es reducidamente censitaria y distinta de
nuestro concepto actual de democracia. Aunque como vamos a ver por algunas de las medidas que se
tomaron fue un ayuntamiento muy progresista para la época en función de las medidas que se adopta-
ron.
71
En realidad se acudía a los artículos 4 y 6 del decreto CLXIII de 23 de mayo de 1812.

230 Rayya nº14


El gobierno de la Villa de Archidona en la época moderna

La nueva situación va a ocasionar no pocos conflictos pues muchos ciudadanos,


aún de los mismos gobernantes locales para los cuales es difícil comprender que
parte del antiguo régimen se mantiene y cual desaparece.

Decreto de 6 de agosto de 1811 anulando los señoríos. A la derecha notificación de la aplicación del
mismo en Archidona.

Cargos propios del Duque como algunas escribanías y las procuradurías fueron
rechazados por el nuevo consistorio. Cuando D. Francisco Salcedo renuncia a su
oficio de procurados por edad, quizás mas por inercia e ignorancia que por maldad,
cede su uso a D. Juan Rodríguez alegando que es propio y patrimonial del Duque. El
propio Duque escribe al cabildo alegando esta misma disposición y señalando que
estos oficios estaban excluidos del decreto de 6 de agosto de 1811. Pero aún así el
ayuntamiento se opuso a reconocer el nombramiento72. El abasto de carne, también
en esas fechas presenta un problema parecido.
El procedimiento de avecinamiento, aunque similar, también presenta algunas
modificaciones que lo hacen más eficaz y rápido. Con anterioridad cualquiera que

72
AMA. Legajo 44. Cabildo de 27 de marzo de 1813.

Rayya nº14 231


Narciso Morales Luque

quisiera asentarse en Archidona debía de obtener el permiso del ayuntamiento. Tras


la constitución del 1812 cualquiera se podía avecinar libremente. Eso sí, debía pre-
sentar una “certificación de buena conducta” del ayuntamiento del que procedía ante
el consistorio local y demostrar que tenía residencia en el termino73.
Algo parecido ocurría con algunos arbitrios. En mayo de 1813 Francisca Valen-
zuela presenta una petición en relación a que su difunto marido había gozado por
arrendamiento al ayuntamiento anterior a la ocupación francesa del derecho de un
cuarto en cada libra de carne y solicita volver a gozar de ese derecho a lo que el con-
sistorio, basándose en el articulo 322 de la constitución alegó que los arbitrios ya no
se podían imponer a favor de un particular74.
La nueva estructura municipal presentaba notables modificaciones. Por ejemplo y
de forma anecdótica la sustitución del termino corregidor por el de alcalde comienza
a ser frecuente a partir de este momento. Oficialmente el termino alcalde será el “le-
galmente” usado. Pero por inercia se seguirá usando en ocasiones el de corregidor.
Más importancia tuvo la eliminación del escribano de cabildo sustituyéndolo por
un secretario. Esta medida no se tuvo en cuenta en Archidona por lo que el 30 de
noviembre, una vez realizadas las elecciones y con los nuevos regidores en sus car-
gos, estos presentaron un escrito solicitando la sustitución del escribano Francisco de
Paula Checa, sospechoso de colaborar con los franceses, que presentó reclamación
al proceso electoral75 negándose a entregar los papeles de su escribanía de cabildo y
a reconocer al nuevo ayuntamiento.
Y entre las novedades mas importantes que trae este periodo constitucional está el
decreto de 6 de agosto de 1811 que abolía los señoríos. Los contratos entre señores y
vasallo quedaban equiparados a contratos entre personas jurídicas. ¿Pero que pasaba
con las jurisdicciones territoriales? En principio todas pasaban a formar parte de la
jurisdicción estatal.
Pero alguno vecinos supieron ver más allá y comprender que la abolición de los
señoríos suponía también la ruptura de las dependencias territoriales de la época
moderna. De esta forma, los vecinos del Saucedo iniciaran su proceso de indepen-
dencia de Archidona negándose a participar en la elección de los dos regidores que
les correspondían y exigiendo la formación de un ayuntamiento propio (véase anexo
al respecto).
El Saucedo inició esa segregación con ciertas garantías pero creando un nuevo
conflicto de amojonamientos que nos retrotrae al inicio de la época señorial tras la

73
AMA Legajo 44. Dos aveciniamientos se registran en 1813 uno con fecha 17 de mayo y otro con
fecha 1 de junio.
74
AMA. 23 de mayo de 1813.
75
Fue sustituido provisionalmente por otro escribano, Juan Bruno de Godoy hasta el nombramiento del
primer secretario municipal que hubo en Archidona, Serapio Rafael de Godoy el 3 de diciembre de ese
mismo año.

232 Rayya nº14


El gobierno de la Villa de Archidona en la época moderna

conquista. ¿Qué terrenos debía de ocupar el nuevo municipio si se autorizaba su


creación? ¿Cómo se prorrateaban los hasta entonces arbitrios locales? ¿A quien cor-
respondía autorizar esa segregación?
Por ejemplo los abastecedores de aguardiente y vino se quejaran de que no solo
han subido los precios sino de que ahora la “escandalosa segregación del Saucedo
ha dañado sus intereses”76 en abril los ganaderos locales se quejan de que no podían
pastar las yeguas en la dehesa del bosque “por haberse apoderado con la mayor in-
solencia los vecinos del Saucedo haciendo algunas siembras para ympedir el pastaje
de los ganados”77.
Paralelamente y de forma más discreta también el partido de Algaidas inicia ese
mismo proceso de segregación. El 24 de abril el Conde de Texo solicita un informe
en el que se haga constar el número de almas que tiene el partido de la Algaidas. El
ayuntamiento “considerando que estas diligencias es signo de haberse interesado
aquellos moradores por la separación e yndependencia de esta villa sorprehendido
con informes siniestros la rectitud del sr jefe politico para proceder con la prevención
que corresponde a los sres los rechaza como interlocultores validos”.

76
AMA. Legajo 44. 19 de mayo de 1813.
77
AMA. Legajo 44. 12 de abril de 1813. de forma muy similar habían protestado los pastores de ovejas
y cabras por los nuevos amojonamientos el 3 de abril de ese año.

Rayya nº14 233


Narciso Morales Luque

Escrutinio de las primeras elecciones municipales de Archidona. Diputados del Trabuco.

234 Rayya nº14


El gobierno de la Villa de Archidona en la época moderna

El día 3 de diciembre se constituyó el nuevo consistorio con la sola incidencia


de que el segundo alcalde no se pudo incorporar pues el juez de primera instancia
lo tenía preso “por causa criminal sobre heridas”. De forma interina y hasta el 8 de
febrero en que fue liberado ocupo su cargo D. Josef de Tejada. Sin embargo todos
estos nuevos cambios quedaron sin efecto al regresar Fernando VII y anular la con-
stitución. Se produjo una vuelta al gobierno señorial. Pero como no podía ser de otra
forma los nuevos cambios eran ya imparables.

Rayya nº14 235

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