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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

ESCUELA DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS

CLASIFICACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO

Arturo Abril

Profesor T i t u l a r De Neurociencias

G u a t e m a l a febrero 2016

INTRODUCCIÓN

Existen diversas clasificaciones del sistema nervioso. A continuación se describe u n a que a d e m á s

de sencilla, es comprensible y de aplicación clínica. Es importante clarificar que el sistema

nervioso es un todo integrado y que toda clasificación tiene aspiraciones didácticas (por lo que

no existen visiones a b s o l u t a s ) .

CLASIFICACIÓN DEL SISTEMA NERVIOSO

1- Sistema Nervioso Central (SNC)

2- Sistema Nervioso Periférico ( SNP )

3- Sistema Nervioso Autónomo (SNA)

SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

a- Encéfalo: contenido en cavidad craneana (incluye al cerebro).

b- Medula Espinal: contenida en canal vertebral.

Función: tiene dentro de otras funciones i m p o rt a n t e s y c o m p l e j a s : a p r e n d i z a j e , percepción,

s i m b o li z a ci ó n de la realidad, codificación y decodificación, m e m o r i a , procesos mentales,

regulación h o r m o n a l y emociones, lenguaje ...

S I S T E M A NERVIOSO PERIFÉRICO

a- Pares Craneales ( 12 )

b- Pares raquídeos ( 31 )

Función: l l e v a r i n fo r m a c i ó n de la realidad exterior al sistema nervioso central ( f u n ci ó n s e n s o r i a l )

y c o m u n i c a r al sistema nervioso central con la realidad exterior (función motora).

SISTEMA NERVIOSO AUTÓNOMO

a- Simpático

b- Parasimpático

Función: regulación del funcionamiento de órganos internos, glándulas y metabolismo; sin

m e d i a ci ó n de la conciencia y voluntad (sin embargo está directamente r e l a ci o n a d o con los

procesos emocionales y afectivos).


UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

ESCUELA DE CIENCIAS PSICOLÓGICAS

MENINGES Y CORTEZA CEREBRAL

Por: Arturo Abril

Profesor Titular De Neurociencias

Aracnoides: capa intermedia de las meninges.

Área de Broca: se relaciona con la ejecución motora del habla (expresión lingüística). Se

encuentra en el hemisferio izquierdo (90% de personas) en el lóbulo frontal, en la parte

superior de la cisura lateral o de Silvio (región motora del lenguaje).

Área de Wernicke: se relaciona con la capacidad de comprender la expresión hablada

(comprensión lingüística). Ubicada en hemisferio izquierdo entre lóbulos: parietal, occipital

y temporal (región sensorial del lenguaje).

Áreas de asociación o corteza de asociación: áreas de interconexión cortical implicadas en

procesamientos de índole superior (integración de información y procesos perceptivos).

Cerebro: parte del encéfalo constituido por dos hemisferios (izquierdo y derecho). Tiene

funciones importantes y complejas: aprendizaje, percepción, simbolización de la realidad,

codificación, decodificación . . .

Circunvoluciones: elevaciones redondeadas que forman parte de los hemisferios

cerebrales, situadas entre surcos (prominencias entre las cisuras y surcos).

Cisuras: hendiduras en la corteza cerebral (fisuras, surcos).

Cisura central o de Rolando: se extiende en ambos hemisferios cerebrales, delimitando los

lóbulos frontal y parietal.

Cisura interhemisférica o longitudinal: hendidura que separa los hemisferios cerebrales.

Cisura lateral o de Silvio: hendidura que separa el lóbulo temporal de los lóbulos frontal y

parietal.

Corteza auditiva primaria: ubicada en lóbulos temporales (área de Heschl). Implicada en la

percepción auditiva.

Corteza cerebral: capa neuronal de la supeñicie externa del cerebro (filogenéticamente

estructura de 6 capas llamada neocorteza).

Corteza motora: situada anterior a la cisura central o de Rolando. Relacionada con el acto

motor voluntario.

Corteza somatosensorial: situada posterior a la cisura central o de Rolando. Relacionada

con la recepción de información sensorial del cuerpo acerca del tacto, dolor, temperatura,

vibración, propiocepción (posición corporal) y cinestesia (movimiento del cuerpo).

Corteza de procesamiento del sabor: su ubicación precisa no es clara. Se piensa que está

en el labio superior de la cisura lateral o de Silvio.

Corteza olfativa: situada sobre la supeñicie ventral de los lóbulos frontales. Relacionada

con el procesamiento de la información olorosa.

Corteza visual primaria: situada en el lóbulo occipital. Relacionada con la percepción visual.

Cuerpo Calloso: comisura entre los dos hemisferios cerebrales. Banda de fibras que va de

un lado del cerebro al otro, comunicando los hemisferios, integrando y sincronizando

funciones.

Duramadre: meninge más externa y fibrosa.

Encéfalo: parte del sistema nervioso central contenida en la cavidad craneana.


Fascículo arqueado ( arcuato): haz de fibras que une el área de Wernicke con el área de

Broca.

Hemisferios cerebrales: cada una de las dos partes del cerebro. Incluye materia gris, blanca

y núcleos basales.

Espacio subaracnoideo: espacio entre aracnoides y piamadre. Lugar donde circula el líquido

cefalorraquídeo (LCR) o líquido cerebroespinal (LCE). '

Líquido cefalorraquídeo (LCR) o líquido cerebroespinal (LCE): liquido secretado por los

plexos coroideos en los ventrículos cerebrales. Circula en el espacio subaracnoideo.

Lóbulos cerebrales: cada una de las partes de la corteza cerebral, separadas por cisuras;

frontal, temporal, parietal y occipital. Se denominan así, según los huesos del cráneo que

los recubren.

Medula espinal: parte del sistema nervioso central, contenida en el canal vertebral.

Meninges: membranas protectoras que cubren al sistema nervioso central. Sus nombres

son; duramadre, aracnoides, piamadre.

Percepción: interpretación de las sensaciones a nivel cortical y áreas superiores del

cerebro. Proceso mediante el cual se toma conciencia del medio exterior. Incluye la

simbolización, codificación y decodificación de la realidad. A partir de los estímulos

sensoriales se generan: valores, cultura, tradiciones, ideología, representaciones sociales,

imaginario y cosmovisión.

Piamadre: meninge más interna. Transparente y delgada adherida al tejido cerebral.

Sensación: proceso de detectar la presencia de estímulos. Información primaria captada

por los órganos de los sentidos ..

Sistema Nervioso Central: parte del sistema nervioso que incluye al encéfalo y medula

espinal (SNC).

Sustancia gris: regiones del sistema nervioso central que aparecen de color grisáceo,

debido a la alta concentración de cuerpos neuronales. Ocupa la corteza cerebral, los

núcleos basales y parte central de medula espinal.

Sustancia blanca: parte del tejido nervioso de apariencia blanca. Compuesta por fibras

nerviosas cubiertas de mielina. Ocupa la parte central del encéfalo y parte periférica de

médula espinal.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1- Afifi, A. Neuroanatomía Funcional. McGraw-Hill lnteramericana. México, 2006.

2- Mora, F. Diccionario De neurociencias. Alianza Editorial. Madrid, España.

3- Pinel, J. Biosociología. Pearson Addison Wesley. Madrid, 2007.

4- Rains, D. Principios De Neuropsicología Humana.MCGraw-Hill. México.

5- Rhoades,R. Fisiología Médica. Masson-Little,Brown. Barcelona, España.


C A P Í T U L 0 3

/2.,'\1\\\l\1'\0 Ae,'1-t,L

Introducción a la

estructura y función del

sistema nervioso central

TERMINOLOGÍA GENERAL Sistema Íímbico

PANORAMA DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL Diencéfalo

Los sistemas nerviosos central y periférico EL TALLO CEREBRAL

Grandes divisiones del cerebro El cerebro medio

Las meninges El cerebro posterior

Los ventrículos cerebrales EL CEREBELO

Sustancia gris y sustancia blanca LA MÉDULA ESPINAL

EL CEREBRO ANTERIOR RESUMEN

Corteza cerebral

G a n g l i o s basales

Al cerebro humano se le ha llamado la organización de En este capítulo se presenta información básica acerca

materia conocida más compleja en el universo. Conocer las de las grandes estructuras del sistema nervioso central y

estructuras más importantes del cerebro y sus relaciones sus interconexiones, un área de estudio denominada neu­

espaciales es importante para comprender cómo trabaja. roanatomía. También se incluye un ana1isis general de la

Además, saber la manera en que están interconectadas las relación entre estructura y función; a esta área de investi­

diferentes estructuras proporciona valiosas pistas acerca gación se le conoce como neuroanatomía funcional.

de cómo se integra la actividad de diferentes áreas del cere­

bro para formar una red que soporta funciones cognitivas

y emocionales complejas.

T E R M I N O L O G Í A GENERAL muy técnicos, se traducen del latín en, respectiva­

mente, "materia negra" y "lugar azul". La traducción

Para entender la neuroanatomía es necesario que el de los términos neuroanatómicos los hace menos

lector se familiarice con cierta terminología general. míticos y en ocasiones más memorizables.

Muchos de los términos en neuroanatomía de hecho Para encontrar el camino en torno al sistema ner­

son palabras griegas o latinas. Es útil apreciar las tra­ vioso, primero se debe conocer parte de la terminolo­

ducciones literales de estas palabras porque muchos gía convencional empleada en la anatomía para ubi­

términos neuroanatómicos impuestos tienen un sig­ car una estructura en relación con otras, así como su

nificado literal directo. Por ejemplo, los nombres de vínculo con todo el cerebro. Los términos más impor­

dos estructuras en el cerebro, la susiantia nigra y el tantes son superior (arriba), inferior (abajo), anterior

locus ceruleus, que en apariencia parecen ser términos (enfrente), posterior (atrás), lateral (al lado) y medial
CAPÍTULO 3 Introducción a la estructura y función del sistema nervioso central 47

A) B)

Dorsal

(superior)
Cerebro anterior Codatura

Cerebro medio cefálica \ 3


rCodatura

Cerebro posterior 2 Anterior _.._fa-+,¿;_--'-t--1-.fl--í-4._


cervical
(rostral)

M é d u l a es p i n a l

Etapa de 3 vesículas

D) Dorsal
anterior posterior

Rostral- • Caudal
-��-.,,.-- Caudal

Ventral

FIGURA 3 . 1 A) El cerebro humano se desarrolla desde el tubo neural embrionario, cuyo extremo rostral da origen al

cerebro y su extremo caudal se convierte en la médula espinal. B) Conforme se desarrolla, el sistema nervioso humano se

curva en la unión entre el cerebro medio y el diencéfalo. C) Debido a esta curvatura, los términos dorsal y ventral, así

como los de anterior y posterior, se refieren a diferentes direcciones cuando se aplican al cerebro, en contraste con el tallo

cerebral y la médula espinal. D) En los vertebrados inferiores el sistema nervioso está organizado en una línea recta, y la

nomenclatura de dirección es consistente a lo largo de su longitud. (Tomado de Kandel et al., 1995, p. 78.) ·

(en medio). Con estos seis términos es posible especi­ imagina que está a cuatro patas mirando hacia el

ficar la posición relativa dentro del marco tridimen­ frente, los ejes dorsal/ ventral y rostral/ caudal ten­

sional del cerebro y el cuerpo (figura 3 . 1 ) . También se drán sentido en una forma diferente a cuando está de

pueden combinar dos o más de estos términos para pie. Esto es debido a que, en el curso de la evolución

proporcionar incluso ubicaciones más especificas. y el desarrollo del individuo, la proliferación del

Aunque todos estos términos son necesarios para cerebro anterior ha provocado que el cerebro huma­

especificar la ubicación en tres dimensiones, también no gire hacia adelante 90º en relación con el eje cen­

se emplean otros términos adicionales para denotar .. tral del cuerpo (véase la figura 3 . 1 ) .

una posición relativa. La terminología difiere en cier­ Puesto que los términos indican la ubicación de

ta medida cuando se hace referencia al cerebro en · las estructuras en relación con otras estructuras, es

contraste con el tallo cerebral y la médula espinal. En posible que una de ellas en la porción anterior del

el cerebro, al eje superior / inferior con frecuencia se le cerebro sea posterior a una estructura que es incluso

denomina eje dorsal/ventral ("espalda" y "vientre", más anterior; por ejemplo, Groenlandia está al Norte

respectivamente), mientras que, en el tallo cerebral y en relación con la mayoría del resto del mundo, pero

la médula espinal, dorsal (o posterior) se refiere a la está al sur del Polo Norte. Además, estos términos

dirección hacia atrás y ventral (o anterior), la dirección son usados para denotar diferentes áreas dentro de

hacia el frente. Además, en el tallo cerebral y la médu­ una estructura. Por ejemplo, los nombres de varias

la espinal, a la dirección hacia el cerebro se le llama áreas del tálamo, una estructura con forma de huevo,

rostral ("pico"); la dirección que se aleja del cerebro se derivan de esta nomenclatura, como lo ilustran el

se conoce como caudal ("cola") (véase la figura 3.1). núcleo dorsomedial y el núcleo ventrolateral.

Estos términos se originaron a partir del estudio Los términos contralateral (lado opuesto) e ipsila­

anatómico de animales cuadrúpedos como los pe­ teral (mismo lado), a los cuales se hace referencia en

rros. En éstos, la cabeza y el cerebro están alineados el capítulo 1, se emplean para designar el lado del

con el eje central del cuerpo, así que las partes infe­ cuerpo o del cerebro sobre el cual ocurre una estruc­

riores del cerebro tienen la misma posición relativa a tura o conexión en relación con un punto de referen­

las partes superiores del mismo, como el vientre del da. Por ejemplo, aunque cerca de 90% de las fibras

animal respecto de su espalda. Una relación similar qt.te se originan en la corteza motora de un hemisferio

se mantiene para las áreas rostral/ caudal del cuerpo lateral cruzan hacia el lado contralateral del cuerpo,

y el eje anterior/ posterior del cerebro. Si el lector se aproximadamente 10% no lo hacen y por tanto for-
48 PARTE I Fundamentos

man conexiones ipsilaterales. Cuando las estructuras conoce como secciones frontales. Por convención, las

o conexiones ocurren en ambos lados del cuerpo, se secciones en este plano se visualizan desde atrás, de

dice que son bilaterales. Unilateral se refiere a una modo que el lado izquierdo de la sección es el lado

estructura o conexión sobre un solo lado del cuerpo. izquierdo del cerebro. Las secciones horizontales (o

El término aferente (del latín ad y ferre, "llevar axiales) dividen al cerebro en partes superior e infe­

hacia adentro"), encontrado en el capítulo 1, se refie­ rior. De nuevo, por convención, las secciones en este

re a la entrada neuronal que llega a una estructura. plano por lo general se visualizan desde arriba.

De manera inversa, el término eferente (del latín ex y

ferre, "llevar hacia afuera") denota la salida neuronal

que deja una estructura. Como ocurre con los térmi­ PANORAMA DEL SISTEMA
nos de dirección ya analizados, éstos también son N E R V I O S O CENTRAL
relativos. El mismo tracto fibroso será eferente a una

estructura y aferente a otra. Por ejemplo, el fómix,


Los sistemas nerviosos central y periférico
un tracto fibroso arqueado en la profundidad de la

base del cerebro anterior que envía información Las subdivisiones estructurales más básicas del siste­

desde el hipocampo hasta el hipotálamo, es un efe­ ma nervioso humano son el sistema nervioso central

rente del hipocampo y un aferente al hipotálamo. (SNC) y el sistema nervioso periférico (SNP). El pri­

Por último, se emplean varios términos para des­ mero consta del cerebro y la médula espinal; el segun­

cribir los diferentes planos de sección (corte) anató­ do, de los nervios sensoriales y motores que están dis­

mica en los cuales el cerebro es' disectado o visualiza­ tribuidos en todo el cuerpo y que envían información

do (figura 3.2). Estos planos por lo general son vistos hacia y desde el cerebro (vía los 12 pares de nervios

en fotografías y diagramas del cerebro. Las secciones cranealesjy la médula espinal (vía los 31 pares de

sagitales (del latín sagitta, "flecha") dividen al cere­ nervios espinales). El sistema nervioso periférico' está

bro en partes derecha e izquierda. Las secciones dividido en el sistema nervioso somático y el sistema

coronales (del latín coronalís, "corona") dividen al nervioso autónomo. El sistema nervioso somático

cerebro en anterior y posterior. A éstas también se les inerva piel, articulaciones y músculos esqueléticos. El

FIGURA 3.2 Términos

· empleados para descri­

bir los planos de sec­

ción (corte) a través del

cerebro. (Tomado de

Rosenzuieig y Leiman, 1989,

p . 2 9 .)

Sección sagital

Sección coronal (frontal)

Anterior Posterior

Sección horizontal (axial)


CAPÍTULO 3 Introducción a la estructura y función del sistema nervioso central 49

sistema nervioso autónomo (SNA) inerva órganos falo) y el cerebro posterior (romboencéfalo) (tabla

internos, vasos sanguíneos y glándulas. Cada uno de 3 . 1 y figura 3 . 3 ) . El cerebro anterior incluye la corteza

estos sistemas tiene componentes motores y sensoria­ cerebral, los ganglios basales, el sistema límbico

les relacionados. El sistema motor somático incluye (que juntos forman el telencéfalo) y el diencéfalo. El

los músculos esqueléticos y las partes del sistema ner­ cerebro medio y el cerebro posterior forman en con­

vioso que los controlan; el sistema somatosensorial junto el tallo cerebral; el cerebro posterior se subdi­

involucra los sentidos del tacto, la temperatura, el vide en protuberancia anular o puente y cerebelo

dolor, la posición y el movimiento corporal. El siste­ (metencéfalo) y bulbo raquídeo (médula oblonga o

ma nervioso autónomo tiene un componente motor, mielencéfalo). Con frecuencia, al bulbo raquídeo se

el cual envía salida motora para regular y controlar le llama simplemente bulbo.

los músculos lisos de los órganos internos, el múscu­ En el curso de la evolución (y recapitulado en el

lo cardiaco y las glándulas (motor autónomo). El sis­ curso del desarrollo fetal humano) estas divisiones

tema nervioso autónomo también incluye entrada se desarrollaron a partir del alargamiento del extre­

sensorial desde estas estructuras internas, que se mo rostral del tubo neural primordial. En este pro­

usan para monitorizar su estado (sensorial autóno­ ceso, la mayor parte de la región rostral se expandió

mo). Las grandes modalidades sensoriales distintas para convertirse en el cerebro anterior, con sus dos

al tacto (visión, audición, olfato y gusto) con frecuen­ divisiones: telencéfalo y diencéfalo, mientras que la

cia son referidas como sensorial especial. mayor parte de l a región c a u d a l se e x p a n d i ó p a r a

convertirse en el cerebro posterior, con sus dos divi­

siones: la protuberancia anular (que incluye al cere­

Grandes divisiones del cerebro belo) y el bulbo raquídeo. En el resto de este capítu­

lo se considerarán cada una de estas divisiones, las

El cerebro está dividido en tres partes: el cerebro cuales se trabajarán de la más rostral a la más cau­

anterior (prosencéfalo), el cerebro medio (mesencé- dal, y se c o n cl u i r á con un análisis de la médula


50 PARTE I Fundamentos

espinal; pero antes se describirán algunos aspectos más externa, la duramadre (en latín: "madre dura")
l
generales del cerebro. es una membrana gruesa no elástica que sigue el

contorno del cráneo. Entre la duramadre y la piama­

dre está la membrana aracnoides (en griego: "ara­

Las meninges ña", debido a que su estructura parece una telara­

ña). Ésta consta de dos capas de tejido fibroso y elás­

El cerebro y la médula espinal están cubiertos por tico, y no sigue los surcos y las circunvoluciones de

tres capas de membranas protectoras: la duramadre, la corteza. Entre las dos capas de la membrana arac­

la aracnoides y la piamadre (figura 3.4). A estas capas, noides está el espacio subaracnoideo, que es una

en conjunto, se les denomina meninges. La capa estructura esponjosa que contiene líquido cerebro­
l

espinal (LCE). La membrana más interior, la piama­ r


É
dre (del latín: "madre delicada"), se adhiere a la

superficie de la corteza, siguiendo los contornos de

sus pliegues y fisuras.

Hemisferio

cerebral
Los ventrículos cerebrales

El cerebro tiene cuatro cavidades llenas con líquido

cerebroespinal llamadas ventrículos cerebrales (del

latín: "estómago"). Son porciones del canal neuronal

filogenéticamente antiguo que se elongó y cambió su

forma como resultado de la expansión masiva del

cerebro anterior en el curso de la evolución. Este pro­

ceso ha provocado que los ventrículos tengan una

forma más complicada (figura 3 .5 ) .

Existen dos ventrículos laterales (uno en cada

hemisferio), el tercer ventrículo en el diencéfalo y el


Telencéfalo

Diencéfalo
�}
i". Prosencéfalo
cuarto ventrículo en el cerebro posterior. Cada ven­

trículo contiene un conjunto de vasos capilares lla­


■ mado plexo coroides, a través del cual entra LCE a
Mesencéfalo 111 } Mesencéfalo
los ventrículos. Estrechos canales conectan a los cua­

tro ventrículos y el LCE circula a través de los ven­

i}
Metencéfalo

R o rn b e n c é f a l o trículos laterales hacia el tercero y luego hacia el


Mielencéfalo
cuarto ventrículo. Después del cuarto ventrículo el

LCE deja el sistema ventricular y circula alrededor

de la superficie del cerebro y la médula espinal en el


F I G U R A 3.3 Grandes divisiones del cerebro humano.

(Tomado de Kolb y Whishaw, 1996, p. 43.)


espacio subaracnoideo. Desde aquí el LCE es absor­

bido en la circulación venosa.

FIGURA 3.4 Mem­

branas que rodean al Piel

cerebro, llamadas en

conjunto meninges.

(Tomado de Ne/ter, 1974, p.

35.)

Membrana

aracnoide

Espacio

subaracnoideo

Piamadre ----r.

Corteza ----
CAPÍTULO 3 Introducción a la estructura y función del sistema nervioso central 51

A) Dorsal Sustancia gris

Anterior ( r

Tercer

Masa

intermedia

cerebral

ventrículo

B) Dorsal

Ventrículo
F I G U R A 3.6 Sección horizontal a través de los hemisfe­
lateral
Ventrículo rios cerebrales para mostrar las sustancias gris y blanca.

lateral Además de la corteza cerebral, se muestra la hoja de

sustancia gris continuamente plegada sobre la superficie

de los hemisferios cerebrales; esta sección también mues­

tra grupos de estructuras de sustancia gris localizados en

la profundidad de los hemisferios. (Tomado de DeArmond,

Fusco y Dewey, 1974, p. 10.)

ban la función cognitiva, ahora se conoce que esto

no es verdad; sin embargo, pueden contener molé­

culas neuroactivas que ejerzan cierta influencia


ventrículo sobre la función cerebral. En este sentido, los ven­
Cuarto
trículos cerebrales servirán con mayor frecuencia
ventrículo

como puntos de referencia descriptivos para la ubi­


F I G U R A 3.5 Ventrículos cerebrales. A) Vista lateral del cación dentro del cerebro.
hemisferio izquierdo. B) Vista frontal. (Tomado de Car/s011,

1999, p. 63.)

Sustancia gris y sustancia blanca

En consecuencia, el cerebro está rodeado de LCE, Partes del sistema nervioso central parecen grises o

el cual proporciona soporte estructural (parecido al blancas; estas tonalidades dependen de la neurona
1
\
que recibe el cuerpo cuando es soportado por el agua que contengan (figura 3.6). Donde existe una concen­

en que se nada) y también con una medida de pro­ tración de cuerpos celulares, el tejido aparece gris.

tección adicional contra los efectos de un golpe en la Estas áreas, conocidas como sustancia gris, tienen

cabeza. Si la circulación del LCE a través de los ven­ este color porque los cuerpos celulares contienen los

trículos se bloqueara en uno de los estrechos canales núcleos de la célula, los cuales, a su vez, contienen

que los interconectan, el líquido se acumularía frente material genético de color oscuro llamado cromatina.

al bloqueo. Esta condición, conocida como hidroce­ La sustancia gris es donde ocurren casi todas las

falea ( del griego: "agua" y "cerebro"), es seria pues, interacciones entre las neuronas, procesos que sub­

conforme se acumula el LCE, se desplazan y mueren yacen al complejo funcionamiento del SNC.

neuronas vecinas. El tejido que contiene axones, la parte extendida de

Aunque, como se mencionó en el capítulo 1, en la la célula nerviosa, parece blanca debido a la gruesa

época medieval se pensó que los ventrículos regula- capa de mielina que rodea a cada axón. Como se vio
52 PARTE I Fundamentos

Lateral Medial

Surco central
Circunvolución

Frontal ----�---... Parietal cingulada


,,-

r "-\

/' v

Occipital

Occipital

Dorsal Ventral
Fisura longituclinaria

Frontal

Surco central

Temporal

Parietal

F I G U R A 3.7 Los cuatro lóbulos de los hemisferios cerebrales apreciados desde las vistas lateral, medial, dorsal y

ventral. El surco central es la línea que divide los lóbulos frontal y parietal. Las fronteras entre los otros tres lóbu­

los no están definidas con precisión. Con frecuencia, la corteza en estas áreas fronterizas es descrita en términos

de los dos lóbulos adyacentes, generando, por ende, términos como parieto-occipital y parietotemporal. La cir­

cunvolución cingulada (área oscura en la superficie medial) por lo general se identifica de manera específica, más

que ser clasificada como parte de alguno otro de los cuatro lóbulos. (Tomado de Kolb y Whishaw, 1996 , p. 52.)

en el capítulo 2, los axones envían información desde Los núcleos vienen en varios tamaños y formas,

un área del SNC hacia otra. Gran cantidad de axones desde los pequeños y casí esféricos núcleos del tallo

reunidos que envían información de una región de cerebral (por ejemplo, los núcleos abducens en el

sustancia gris a otra se denomina tracto o tracto fibro­ puente) hasta los relativamente grandes y con for­

so (del latín tractus, "extensión" o "pista"). mas extrañas, como el núcleo caudado (largo y

La concentración de cuerpos celulares más elabo­ arqueado) en el cerebro anterior.

rada en el cerebro está organizada en una hoja masi­ Las concentraciones de cuerpos celulares en el

va, la corteza cerebral. Además de la corteza, existen exterior del sistema nervioso central se denominan

otras concentraciones de cuerpos celulares en el sis­ ganglios en lugar de núcleos. Sin embargo, el incon­

tema nervioso central. Cada uno de éstos se llama sistente proceso de nombrar e identificar estructuras

núcleo (o núcleos), los cuales no deben ser confundi­ ha generado varias excepciones a este lineamiento

dos con el núcleo de una célula individual. El térmi­ general. En consecuencia, por ejemplo, a un gran e

no núcleo se deriva de la palabra latina que significa importante grupo de estructuras de sustancia gris en

"nuez", debido a que se asemejan a esta forma, la profundidad del cerebro anterior se les llama gan­

muchas de estas agrupaciones de cuerpos celulares. glios basales.


CAPÍTULO 3 Introducción a la estructura y función del sistema nervioso central 53

EL C E R E B R O A N T E R I O R bral. No obstante, resulta que estas áreas generales

con frecuencia son útiles para describir las áreas de

Las estructuras más identificadas con mayor función la corteza involucradas con comportamientos parti­

cognitiva se encuentran en el cerebro anterior. La que culares. Debido a que con mucha frecuencia se consi­

más sobresale entre éstas es la corteza cerebral. derarán las funciones mediadas por la corteza, se

usarán los nombres de aquellos lóbulos para especi­

ficar la ubicación cortical.

Corteza cerebral

CARACTERÍSTICAS CORTICALES MAYORES

La corteza cerebral forma la cubierta exterior de los Los pliegues característicos de la corteza, que permi­

hemisferios cerebrales (corteza viene de la palabra te que la enorme superficie cortical se ajuste en el

latina para "bar"), es realmente vasta, en particular espacio relativamente pequeño encerrado por el crá­

en los humanos, donde se estima se ubica 70% de neo, crea canales' o ranuras en su superficie. Cada

todas las neuronas del SNC. Si uno considera que el una de ellas se denomina surcos (sulcus, en latín;

bulbo raquídeo -con el diámetro un poco mayor que sulci, en latín y plural); unas de las más profundas se

el de una moneda pequeña y una longitud de sólo llaman fisuras. Cada uno de los relieves producidos

unas cuantas pulgadas- puede mediar el funciona­ por los pliegues se denomina circunvolución (gyrus,

miento fisiológico lo suficiente como para sostener la en latín; gyri, en latín y plural). Algunos de los más

vida, se debe apreciar la relativa enormidad de la cor­ importantes, junto a ciertas estructuras cerebrales

teza cerebral, a la cual se le calcula un área de aproxi­ mayores, se muestran en las figuras 3.8, 3.9 y 3.10.
2
madamente 2 300 centímetros cuadrados (cm ).

LA ORGANIZACIÓN EN CAPAS DE LA CORTE­

L O S CUATRO L Ó B U L O S Cada hemisferio cere­ ZA La mayor parte de la corteza cerebral en huma­

bral es dividido en cuatro lóbulos: el occipital, el nos tiene seis capas: cinco de neuronas y una más

parietal, el temporal y el frontal (figura 3 . 7 ) . Estas externa de fibras, a la cual se le asigna el término de

áreas, que toman sus nombres de los huesos del crá­ capa plexiforme. A esta corteza en seis capas, que

neo que están sobre ellas, fueron definidas mucho apareció relativamente tarde en el proceso evolutivo,

antes de que se conociese cualquier significado acer­ se le conoce como neocorteza. También recibe el

ca de la especialización funcional de la corteza cere- nombre de isocorteza (del griego iso, "igual"), debi-

Surco central
F I G U R A 3.8 Vista
Circun volu ció n
lateral del hemisferio
precentral
izquierdo en la que se
Circunvolución
Circunvolución muestran algunas de las
frontal
supramarginal circunvoluciones y los
superior

surcos. (Tomado de De/sr­

Circunvolución angular nwnd et al., 1974, p. 4.)

media

Polo Polo

frontal occipital

Surco

lateral

C i r cu n v o l u c i ó n (cisura

frontal de Silvio)

inferior
temporal
Cerebelo
Cir c un voluc ión

temporal

Circunvolución inferior
Circunvolución Bulbo raquídeo
temporal
temporal
superior
media
54 PARTE I Fundamentos

Circunvolución FIGURA 3.9 Vista medial del

cingulada hemisferio derecho en la que


Cuerpo
se muestran algunas circunvo­
calloso

Comisura luciones y surcos importantes,

posterior así como las grandes divisio­

nes del tallo cerebral. (Tomado de


Glándula
DeArmond et al., 1974, p. 8.)
pineal

Surco

calcarino

Polo Polo

frontal occipital

.......,..,.___+- Cerebro

medio

Comisura

anterior
Puente o

protuberancia

anular Bulbo

raquídeo
Fisura

Bulbo
longitudinal

olfatorio

Nervio óptico

FIG UR A 3.10 Vista ventral del Tracto o l fa t o r i o

cerebro en la que se muestran


Q u i a s m a óptico
algunas importantes formacio­

nes corticales y estructuras del

tallo cerebral. (Tomado de DeAr­


Uncus
Cuerpos
mond et al., 1974, p. 6.)
mamilares

--+">�- Circunvolución

temporal inferior

Cerebro ---+-+--1---+1-----1

medio

Circunvolución

parahipocámpica

Puente o

protuberancia

anular
Cerebelo

Bulbo

raquídeo

do a que está compuesta de seis capas aunque, como corteza olfativa y sólo tiene dos capas. La arquiocor­

se verá más adelante, el grosor relativo de las dife­ teza sólo tiene una capa y se encuentra en l a s áreas

rentes capas varía a lo largo de la corteza. Las áreas del hipocampo; incluye el cuerno de Ammón y la cir­

de la corteza con menos de seis capas se conocen cunvolución dentada.

como alocorteza (del griego alias, "otro"). La alocor­

teza tiene dos componentes principales: la paleocor­ VARIACIONES EN LAS CAPAS CORTICALES:

teza y la arquiocorteza. La paleocorteza incluye la CITOARQUITECTÓNICA El grosor relativo y la


CAPÍTULO 3 Introducción a la estructura y función del sistema nervioso central 55

Vista lateral Vista medial 1 , 2, 3

43

FIGURA 3 . 1 1 Mapa citoarquitectónico de la corteza cerebral aceptado con más frecuencia,

desarrollado por Korbinian Brodmann en 1909. (Toniado de Nauta y Fcirtag, 1986, p. 3 01 . )

composición celular de cada una de las seis capas teza dentro del mismo hemisferio (fibras corticocor­

corticales varían en la neocorteza, por lo cual diferen­ ticales i p s i l a t e r a l e s ) . Otras largas fibras conectan

tes áreas de ésta tienen patrones característicos. El campos homotópicos (áreas correspondientes) en los

estudio de estos patrones, denominado citoarquitec­ hemisferios derecho e izquierdo (fibras comisurales

tura (literalmente, "arquitectura de células"), comen­ corticales).

zó a principios del siglo xx. Los dos mapas citoarqui­

tectónicos de la corteza más aceptados son los desa­ Fibras corticocorticales ipsilaterales La figura 3 . 1 2

rrollados por Korbinian Brodmann (figura 3 . 11 ) y el muestra las fibras corticocorticales ipsilaterales m a ­

de Economo y Koskinas. El mapa de Brodmann se yores, que incluyen el fascículo arcuato, el fascículo

usa con más frecuencia. Los dos sistemas tienen poca uncinado, el fascículo longitudinal superior, el fas­

concordancia, e incluso difieren de manera significa­ cículo longitudinal inferior, el fascículo cingulado

tiva. Esta divergencia señala que existe diversidad de y el fascículo occipitofrontal superior.

interpretaciones implícitas en la citoarquitectura,

como la hay en el desarrollo de cualquier sistema de Fibras comisurales El más prominente ejemplo de

clasificación. El sistema numérico de Brodmann por fibras comisurales corticales, los tractos fibrosos que

lo general se aplica para identificar una región parti­ conectan los hemisferios izquierdo y derecho, es el

cular de la corteza, como el área 17 en el polo occipi­ cuerpo calloso (figura 3.12A; véase también la figura

tal de los hemisferios cerebrales. Es evidente que 3 . 9 ) . Sin embargo, existen otras fibras comisurales

existe correspondencia significativa entre las áreas que conectan los.dos hemisferios. Éstas incluyen la

d e fi n i d a s por los estudios citoarquitectónicos y las comisura anterior y la comisura posterior (véase la

áreas identificadas por otros métodos como posee­ figura 3 . 9 ) . En el capítulo 1 se vio cómo el conoci­

doras de función especializada. El área 17, por ejem­ miento de las conexiones corticocorticales puede

plo, evidencia ser la corteza visual primaria. Ésta y proporcionar un marco conceptual para la compren­

otras correspondencias sugieren que al menos ciertas sión de los patrones de deterioro cognitivo en térmi­

áreas definidas por Brodmann también son áreas nos de la desconexión de las áreas cerebrales, es

especializadas para procesos psicológicos particula­ decir, como síndromes de desconexión.

res, aunque éste no siempre es el caso.

D I V I S I O N E S F U N C I O N A L E S DE LA CORTEZA

C O N E X I O N E S F IB R O S A S CORTICOCORTICA­ Las principales divisiones funcionales de la corteza

LES Considere ahora las interconexiones entre las cerebral se muestran en la figura 3.13. En esta sección

áreas corticales, denominadas conexiones cortico­ se revisarán brevemente tales divisiones.

corticales. Algunas de estas conexiones intracortica­

les son cortas, las fibras toman una ruta con forma de Corteza motora Los lóbulos frontales juegan un

U para conectar circunvoluciones adyacentes. Otras papel importante en la planeación y ejecución del

son muy largas y enlazan partes distantes de la cor- movimiento. La circunvolución precentral, apenas
56 PARTE I Fundamentos

Fascículo cingulado FIGURA 3 . 1 2 Algu­

nas grandes fibras

comisurales y cortico­
= corticales ipsilaterales
Cuerpo calloso
que vinculan áreas

neocorticales. A)

Corte sagital realizado

cerca de la línea

media que muestra


:
_··
las dos principales
.

. �- fibras comisurales que

.,
vinculan los dos
- ;.. .

hemisferios: el cuerpo
·>:\

-,"--\'.' calloso y la comisura


.;§ anterior. B) Corte más

sagital donde se

muestran las grandes

fibras corticocorticales

C o m i s u r a anterior ipsilaterales, (Tomado de

Nauta y Feirtag, 1986, p.

304.)
Fascículo longitudinal inferior

Fascículo occipitofrontal superior

Fibras U

_ Fascículo

_ . longitudinal

_l�uperior

-- f?:5�l

Fascículo u n c i n a d o

anterior al surco central, se conoce como banda asociadas recibe el nombre de mapa funcional. Exis­

motora, corteza motora o Ml, y está involucrada en ten muchos mapas funcionales en la corteza y en

la ejecución del movimiento. Las lesiones de la corte­ otras regiones del cerebro.

za motora provocan pérdida del movimiento volun­ Apenas anterior a la corteza motora están el área

tario en el lado contralateral del cuerpo, una enfer­ premotora, sobre la superficie lateral del hemisferio,

medad conocida como hemiplejía. La estimulación y el área motora suplementaria, sobre la superficie

eléctrica de esta corteza revela una completa repre­ medial. Estas áreas coordinan las secuencias del

sentación motora del cuerpo en la circunvolución movimiento. Las áreas frontales anteriores a la corte­

precentral, el denominado homúnculo motor ("pe­ za premotora, la corteza prefrontal, se relacionan

queño hombre"; figura 3 . 1 4 ) . Este esquema de la con el control del movimiento de orden superior, así

estructura neuronal en términos de las conductas como con la planeación y la modificación de la con-
CAPÍTULO 3 Introducción a la estructura y función del sistema nervioso central 57

Corteza motora primaria Corteza somatosensorial primaria FIGU RA 3 . 1 3 Prin­

cipales divisiones

Lóbulo parietal funcionales de la cor­


Lóbulo frontal

teza, apreciadas

desde una vista late­

ral. Advierta que la

mayor parte de la

corteza visual prima­

ria está sobre la

superficie medial de

cada hemisferio cere­

bral y, por tanto, sólo

la pequeña porción
Corteza
lateral es visible en
visual

primaria
esta figura. (Tomado de

Car/son, 1998, p. 69.)

Corteza a u d i t i v a p r i m a r i a

( l a mayor parte está oculta)

Lóbulo

temporal occipital

FI G U R A 3 . 1 4 Homúnculo motor sobre la circunvolución precentral. La corteza

motora puede ser apreciada en la vista lateral de la corteza cerebral. (Tomado de Netter,

1974, p. 68.)
58 PARTE I Fundamentos

ducta en respuesta a la retroalimentación por sus cho del espacio (que estimulan el lado izquierdo de

consecuencias. la retina debido a la inversión derecha-izquierda pro­

vocada por el cristalino del ojo) son proyectados

Corteza somatosensorial La corteza somatosenso­ hacia el hemisferio izquierdo. En consecuencia, una

rial o SI, en la circunvolución postcentral de cada lesión en la corteza visual izquierda originará pérdi­

hemisferio, recibe información sensorial desde el lado da de visión en el campo visual derecho, un deterio­

contralateral del cuerpo acerca del tacto, el dolor, la ro conocido como hemianopia derecha (literalmen­

temperatura, la vibración, la propriocepción (posi­ te, "mitad que no ve").

ción corporal) y la cinestesia (movimiento del cuer­ El sistema visual cortical soporta funciones vitales

p o ) . Como con la corteza motora, existe un mapeo como la agudeza visual, el patrón de visión, la discri­

ordenado de la superficie corporal representado sobre minación de forma y la discriminación figura-fondo.

la circunvolución postcentral, que recibe el nombre de El daño al sistema visual cortical provoca ceguera

homúnculo sensorial. Ventral al SI está la corteza cortical, es decir, ceguera completa, tal como la que

somatosensorial secundaria o SIi, la cual recibe se presenta cuando se d a ñ a n ambos ojos. En conse­

entradas provenientes principalmente de la SI. Tanto cuencia, este tipo de pacientes no experimentan

la SI como la SIi se proyectan hacia las áreas parieta­ conocimiento de su mundo visual inmediato: No

les posteriores, donde tienen lugar los procesamien­ obstante, a diferencia de la ceguera por d a ñ o a los

tos somatosensorial y espacial de orden superior. ojos, en la ceguera cortical se puede demostrar cierto

La información desde los receptores sensoriales en funcionamiento v i s u a l residual. Esta fu n c i ó n resi­

el cuerpo llega a la SI mediante dos sistemas princi­ dual será analizada más adelante en este capítulo.

pales; ambos se repiten a través del tálamo. El siste­ Alrededor de Vl está la corteza extraestriada

ma espinotalámico envía i n fo r m a c i ó n acerca del (" afuera de la e s t ri a d a " ) . En ocasiones también se le

dolor y la temperatura por medio de un trayecto refiere corno corteza preestriada, debido a que es

multisináptico, mientras que el sistema del lemnisco anterior a la corteza estriada, o como corteza de aso­

envía información más precisa acerca del tacto, la ciación visual. Se han descubierto docenas de áreas

propriocepción y el movimiento por medio de un visuales en la corteza extraestriada, cada una con su

trayecto más directo. Una comparación de la anato­ propio mapa de espacio visual organizado de mane­

mía y función de estos dos sistemas ejemplifica cómo ra topográfica, las cuales están especializadas para el

subyacen a la especialización de la función de dife­ procesamiento de aspectos específicos del mundo

rentes patrones de interconexión neuroanatómica, visual. Algunas de estas áreas visuales serán analiza­

una correspondencia que se encuentra en todo el sis­ das con mayor detalle en el capítulo 5.

tema nervioso. Además de las vías v i s u a l e s primarias, existen

varias vías visuales secundarias. Las más importan­

Corteza v i s u a l La información v i s u a l es e n v i a d a tes de éstas son las proyecciones retinales directas

desde la retina hasta el núcleo geniculado lateral del hacia el colículo superior del cerebro medio, una

tálamo antes de ser proyectada hacia los bancos del estructura que influye en la coordinación visomoto­

surco calcarino en los lóbulos occipitales (véase la ra. También existen proyecciones retinales directas

figura 3 . 9 ) . Esta ruta recibe el nombre de vía visual hacia el hipotálamo en el diencéfalo, las cuales están

primaria y su destino cortical inicial en el surco cal­ involucradas en el proceso de adaptación a los ciclos

carino es conocido con diversos nombres, entre los de actividad luz-oscuridad.

que se encuentran: corteza visual primaria, Vl y cor­

teza estriada. El último término se deriva del hecho Corteza auditiva La corteza auditiva primaria (Al)

de que un fino "hilo" (strin, en latín) de tejido oscuro y la corteza de asociación auditiva (AII) que la rodea

es visible en la capa IV de esta región cortical. Como están ubicadas en la circunvolución de Heschl, en el

ya se hizo referencia, la corteza visual primaria tam­ labio inferior de la cisura de Silvio en c a d a lóbulo

bién es conocida por la región del mapa citoarquitec­ temporal (véase figura 3 . 1 3 ) . Estas regiones de la cor­

tónico de Brodmann que le corresponde: área 17. teza auditiva contienen varias representaciones orde­

El sistema visual cortical está organizado de modo n a d a s de frecuencias sonoras, conocidas como ma­

análogo al sistema somatosensorial, debido a que pas tonotópicos, que son importantes para la percep­

existe una relación contralateral entre el lado (dere­ ción de propiedades a u d i t i v a s como el tono, la ubi­

cho-izquierdo) del cuerpo que es estimulado (o en el cación, el ritmo y el timbre.

sistema visual, el lado del espacio en el cual aparece Como se mencionó en el capítulo 1, las entradas

el estímulo) y el hemisferio al cual se proyecta la alcanzan la corteza auditiva por una vía i n u s u a l.

entrada. Por tanto, los estímulos desde el lado dere- Como se ha visto, en la visión y las somestesias (sen-
CAPÍTULO 3 Introducción a la estructura y función del sistema nervioso central 59

sibilidad del cuerpo) existe una ordenada relación La representación cortical del sabor La representa­

contralateral entre el lado del espacio desde el cual ción cortical del sabor es la menos comprendida de

se origina un estímulo y el hemisferio cerebral al cual todas las áreas sensoriales corticales. Su ubicación

se proyecta la entrada. Estacontralateralidad exclu­ precisa no es clara, pero se piensa que está en el labio

siva de las entradas directas no es el caso en el siste­ superior de la cisura de Silvia. Al igual que las tres

ma auditivo. En su lugar, los eferentes desde el grandes modalidades sensoriales, y a diferencia del

núcleo coclear, el destino sináptico del nervio audi­ olfato, la información codificada en las papilas gusta­

tivo, atraviesa la línea media para formar conexiones tivas sobre la lengua y su alrededor alcanzan su des­

con el núcleo coclear contralateral, al mismo tiempo tino cortical después de hacer sinapsis en el tálamo.

que continúa con ipsilateralidad. Estas fibras se diri­

gen hacia la oliva superior y luego hacia el colículo Corteza de asociación A la corteza de asociación se

inferior. En cada uno de estos niveles las fibras tam­ le define como aquellas áreas que no median función

bién cruzan hacia la estructura correspondiente en el motora o sensorial elemental. Este término connota

lado contralateral del tallo cerebral. Desde el calículo que los procesos asociativos o cognitivos son media­

inferior, estas fibras alcanzan el núcleo geniculado dos por estas áreas, incluso el procesamiento de or­

medial del tálamo y desde ahí se proyectan, vía la den superior de la información sensorial que subyace

radiación auditiva, hacia la corteza auditiva en el a la percepción; también la planeación y organización

lóbulo temporal ipsilateral. de orden superior que subyacen al comportamiento

El resultado de todo este cruzamiento en varios complejo. Aunque en cierto sentido general esto es

niveles del sistema auditivo es que cada oído proyec­ preciso, ahora es claro que áreas específicas de la cor­

ta hacia ambos hemisferios y cada hemisferio recibe teza de asociación tienen papeles altamente funciona­

proyecciones desde ambos oídos. Este patrón de les. Como resultado, la noción inicial de corteza de

conexión explica por qué el daño a una corteza audi­ asociación ha dado lugar a un cuadro más delineado

tiva no produce deterioro notable (como lo harían de la contribución efectuada por áreas corticales espe­

una lesión unilateral análoga en las cortezas visual o cíficas al procesamiento de orden superior. Por ejem­

somatosensorial), aunque, como se verá en el capítu­ plo, las áreas afuera de Vl y la corteza extraestriada,

lo 4, pruebas especiales pueden detectar un deterioro en los lóbulos parietales y temporales, aunque no

leve en tales casos. Esto también explica por qué es están involucrados en las primeras etapas del proce­

en extremo rara la sordera cortical (la sordera debida samiento visual, son vitales para la percepción de

a daño cortical). Esta deficiencia requeriría el daño aspectos específicos del mundo visual. De manera

en ambas cortezas auditivas. Puesto que las ubicacio­ similar, la corteza prefrontal, no directamente involu­

nes de las cortezas en los lóbulos temporales derecho crada en la ejecución o coordinación de movimientos

e izquierdo están muy separadas, el par de lesiones específicos, es vital para la organización de orden

es extremadamente rara, aunque se han reportado superior de la acción, incluyendo la planeación y la

casos de sordera cortical. regulación de la conducta en respuesta a la retroali­

mentación de la conducta que el sujeto está ejercitan­

Corteza olfativa La representación cortical para el do actualmente. Las áreas del lenguaje también ejem­

olfato es diferente a la de las tres grandes modalida­ plifican la identificación más específica de las caracte­

des sensoriales analizadas hasta ahora. En primer rísticas funcionales de áreas no relacionadas con los

lugar, más que derivarse de la transducción de una procesamientos sensorial o motor elementales.

forma específica de energía en un patrón de impul­

sos neuronales, como es el caso en la somestesia, la MODELO DE LURIA DEL PROCESAMIENTO

visión y la audición, la entrada olfativa hacia la cor­ CORTICAL JERÁRQUICO SECUENCIAL El neu­

teza se deriva de la codificación de la presencia de ropsicólogo soviético Aleksandr Luria (1902-1977) ha

moléculas particulares en el ambiente del organismo. propuesto un modelo para el procesamiento cortical.

Además, aunque la entrada desde cada una de las Aunque en ciertos aspectos está muy simplificado,

tres grandes modalidades sensoriales es retransmiti­ debido a que sostiene, por ejemplo, la vaga noción

da hacia el tálamo, antes de alcanzar sus respectivas de la corteza de asociación, no obstante sirve como

áreas corticales primarias, la información olfativa un marco útil para entender el procesamiento corti­

obtiene acceso directo a la corteza olfativa sobre la cal. De acuerdo con el modelo de Luria, cada una de
1
superficie ventral de los lóbulos frontales sin media­ las grandes áreas de proyección sensorial primaria

ción talámica. Se ha sugerido que la manera directa de la corteza (somatosensorial, visual y auditiva) se

de esta entrada cortical contribuye a la intensidad proyectan a una región vecina de la corteza para un

1 emocional asociada con la experiencia olfativa. procesamiento posterior. Éstas son conocidas como

l
56 Capítulo 3 - Anatomía del sistema nervioso

y el griego, los idiomas de las personas instruidas en su


ara comprender cómo funciona el cerebro, lo pri­
época, ya no serían obligatoriamente moneda de uso co­
mero que se requiere es comprender qué es el cere­
rriente en los ámbitos universitarios de nuestros días?-.
bro -conocer los nombres y la localización de sus
Para ayudar al lector, se da el significado lateral [ etimoló­
estructuras principales y cómo se conectan entre sí-.
gico] de muchos de los términos neuroanatómicos; y se ha
Este capítulo inicia al lector en estos aspectos fundamen­

tales de la anatomía cerebral. hecho este capítulo lo más corto posible, abarcando sólo

Antes de comenzarlo, quisiera disculparme por la falta las estructuras más importantes. Aun así, no se puede

de previsión que mostraron los primeros neuroanatomis­ negar que aprender sus nombres y su localización le re­

tas al elegir los nombres de las estructuras neuroanatómi­ querirá un esfuerzo considerable.

cas -pero, ¿cómo hubieran podido anticipar que el latín

Dh,is;gones; e n a t é m l c a s del sistema

nervioso

El sistema nervioso de los vertebrados está compuesto por

dos divisiones: el sistema nervioso central y el sistema ner­

vioso periférico ( véase la Figura 3 . 1 ) . En términos genera­

les, el sistema nervioso central (SNC) es la parte del

sistema nervioso que se localiza dentro del cráneo y la co­

lumna vertebral; el sistema nervioso periférico (SNP) es

la parte que se sitúa fuera del cráneo y de la columna ver­

tebral.

El sistema nervioso central consta de dos partes: el en­

céfalo! y la médula espinal. El encéfalo es la parte del SNC

que se localiza dentro del cráneo. La médula espinal es la

parte que se sitúa en el interior de la columna.

El sistema nervioso periférico EN EL CD


,,_=-:...:._-=--=.-==.-j¡j¡¡( j;

consta asimismo de dos partes: el sis- En el módulo ':{ • e

tema nervioso somático y el sistema Sistema nervioso

nervioso neurovegetativo [ también lla- pueden revisarse

mado con fr e c u e n c i a , neurovegeta- las diferencias entre


las ramas eferentes
tivo l . E 1 sistema nervioso somático
de las divisiones
(SNS) es la parte del SNP que se rela- somática y

ciona con el medio ambiente externo. neurovegetativa del

Está formado por nervios aferentes, SN P. Préstese

2
que transmiten las señales sensitivas atención en

desde la piel, los músculos esqueléti- particular a los


diferentes
cos, las articulaciones, los ojos, los neurotransmisores

oídos, etc., hacia el sistema nervioso que utilizan estas

central; y los nervios eferentes, que dos divisiones.

1
El término inglés brain se refiere a lo que en español se denomina en­

céfalo aunque, coloquialmente, se utilice el término cerebro como si­

nónimo. Estrictamente hablando, el cerebro consiste en los niveles


FIGURA l.1 Sistema nervioso céntral (SNC) y
superiores del encéfalo -telencéfalo y diencéfalo- (N. del T.).
sistema nervioso periférico (SNP) del ser humano. El SNC se
2
En la traducción de este libro, el término «sensitivo» se emplea para
representa en rojo y el S N P en amarillo. Adviértase q u e
referirse a lo que concierne a la sensibilidad en general; mientras que
incluso las porciones de los nervios q u e están dentro de la
«sensorial» alude a lo relacionado con los órganos de los sentidos (N.
m é d u l a espinal se consideran parte del SNP.
del T. ) .
3.1 - Organización general del sistema nervioso 57

conducen las señales motoras desde el sistema nervioso nificativas en cada uno de ellos ( véanse Blessing, 1997;

central hasta los músculos esqueléticos. El sistema ner­ Hugdahl, 1 9 9 6 ) -véase el Apéndice II.

vioso neurovegetativo [ o autónomo (SNA)] es la parte del La mayor parte de los nervios del sistema nervioso pe­

sistema nervioso periférico que regula el medio ambiente riférico surgen de la médula espinal, pero hay 1 2 pares de

interno del organismo. Está formado por nervios aferen­ excepciones: los 1 2 pares de nervios craneales, que sur­

tes, que llevan las señales sensitivas desde los órganos in­ gen del encéfalo. Se les numera de modo secuencial, desde

ternos al SNC, y de nervios eferentes, que conducen las la parte de delante hacia la de atrás. Los pares craneales in­

señales motoras desde el SNC hasta los órganos internos. cluyen nervios puramente sensitivos, tales como el nervio

El lector no confundirá los términos aferente y eferente si olfativo (I par) y el nervio óptico (II par), pero la mayoría
i
recuerda las numerosas palabras que implican la idea de contienen tanto fibras sensitivas como fibras motoras. El
1 ir hacia algo que empiezan por a (p.ej., avanzar, aproxi­ nervio vago (X par) es el de mayor longitud; engloba fibras

marse, arribar) y las muchas que aluden a alejarse y em­ sensitivas y motoras que van hasta el intestino y proceden

piezan por e (p.ej., embarcar, escaparse). de él. Los 1 2 pares craneales y sus órganos de actuación se

El sistema nervioso neurovegetativo tiene dos tipos representan en el Apéndice III; sus funciones se enumeran

de nervios eferentes: simpáticos y parasimpáticos. Los en el Apéndice IV. Las fibras motoras neurovegetativas de

nervios simpáticos son los nervios motores n e u ro ­ los pares craneales son parasimpáticas.

vegetativos que proyectan desde el SNC hasta la zona Los neurólogos frecuentemente examinan las funcio­

lumbar (zona inferior de la espalda) y la torácica (zona nes de los diversos pares craneales a fin de basar sus diag­

del tórax o pecho) de la médula espinal. Los nervios nósticos. Ya que las funciones y la localización de los pares

parasimpáticos son los nervios motores neurovegetati­ craneales son específicas, la alteración

vos que proyectan desde el encéfalo y la región sacra (zo­ de las funciones de un determinado

na más baja de la espalda) de la médula espinal. (Véase par craneal proporciona una pista ex­

el Apéndice I.) (Pídale a su profesor que le especifique celente sobre la localización y extensión de un tumor y de

hasta qué punto somos responsables del material de los otros tipos de patología cerebral.

apéndices.) Todos los nervios simpáticos y parasimpáti­ En la Figura 3 . 2 se resumen las principales divisiones

cos son vías neurales de «dos fases»: Las neuronas simpá­ del sistema nervioso. Repárese en que el sistema nervioso

ticas y parasimpáticas proyectan desde el SNC y recorren es un «sistema de pares».

sólo una parte del trayecto hasta el órgano de actuación

(llamado a veces órgano «diana») antes de establecer si­


Merrnifl1ge§, ve1rdrk0Jfo§ y Díqug@lo
napsis con otras neuronas (neuronas de la segunda fase),
(C(efaforraqruiidleo
las cuales transmiten la señal el resto del camino. No obs­

tante, los sistemas simpático y parasimpático se diferen­


El encéfalo y la médula espinal (el SNC) son los órganos
cian en que las neuronas simpáticas que surgen del SNC
más protegidos del cuerpo. Están recubiertos por huesos
establecen contacto s i n á p t i c o con neuronas de segunda
y envueltos por tres membranas protectoras, las tres me­
fase a una distancia considerable de su órgano de actua­
ninges. La meninge externa es una resistente membrana,
ción, mientras que las neuronas parasimpáticas que sur­
llamada duramadre. En la cara interna de la duramadre
gen del SNC contactan cerca de su órgano de actuación
está la fina membrana aracnoides (membrana con forma
con neuronas de segunda fase, de corto recorrido ( véase
de tela de a ra ñ a ) . Por debajo de la membrana aracnoides
el Apéndice I) .
se encuentra el llamado espacio subaracnoideo, que con­
El enfoque tradicional de las funciones respectivas de
tiene numerosos vasos sanguíneos de gran tamaño y lí­
los sistemas simpático y parasimpático destaca tres prin­
quido cefalorraquídeo; y luego la meninge interna, la
cipios fundamentales: (1 ) que los nervios simpáticos esti­
delicada piamadre, que está adherida a la superficie del
mulan, organizan y movilizan los recursos energéticos
SNC.
ante situaciones de emergencia; mientras que los nervios
El líquido cefalorraquídeo (LCR) también protege al
parasimpáticos actúan conservando la energía; ( 2 ) que
SNC; llena el espacio subaracnoideo, el conducto central
cada órgano de actuación neurovegetativo recibe un input"
de la médula espinal y los ventrículos cerebrales. El con­
simpático y parasimpático opuesto, por lo que su activi­
ducto central del epéndimo es un pequeño conducto que
dad está controlada por el nivel relativo de actividad sim­
se extiende a lo largo de la médula espinal. Los ventrícu­
pática y parasimpática; y ( 3 ) que los cambios simpáticos
los cerebrales son cuatro grandes cavidades dentro del
indican activación psicológica, mientras que los cambios
encéfalo: los dos ventrículos laterales, el tercer ventrículo
parasimpáticos indican descanso psicológico. Aunque estos
y el cuarto ventrículo ( véase la Figura 3 . 3 ). El espacio sub­
principios en general son correctos, se dan excepciones sig-
aracnoideo, el conducto central ependimario y los ventrí­

culos cerebrales están interconectados por una serie de

1
Aferencias o entrada de información (N. del T ) . orificios, formando así una única cisterna.
58 Capítulo 3 - Anatomía del sistema nervioso

( FIGURA 3.2 ) Principales divisiones del sistema nervioso.

Aá.íeducto

' cerebral ------,

( FIGURA 3.3 ) Ventrículos cerebrales.


3.1 - Organización general del sistema nervioso 59

El líquido cefalorraquídeo sostiene y amortigua al ce­

rebro. Estas dos funciones son muy evidentes en pacien­


El encéfalo es un órgano electroquímico delicadamente
tes a quienes se les ha extraído líquido cefalorraquídeo:
afinado cuya función puede alterarse gravemente debido
sufren agudos dolores de cabeza y sienten punzadas de
a la introducción de ciertas sustancias químicas. Por for­
dolor cada vez que mueven la cabeza.
tuna, hay un mecanismo que impide el paso de muchas
El líquido cefalorraquídeo es producido continuamente
sustancias tóxicas desde la sangre al encéfalo: la barrerahe­
por el plexo coroideo -una red de capilares (pequeños
matoencefálica. Esta barrera es una de las consecuencias
vasos sanguíneos) que sobresalen de la cubierta piamadre
de la estructura propia de los vasos sanguíneos cerebrales.
y se proyectan en los ventrículos-- El exceso de líquido
En el resto del organismo, las células que componen las pa­
cefalorraquídeo es absorbido constantemente del espacio
redes de los vasos sanguíneos están laxamente unidas, de
subaracnoideo hasta amplias cavidades repletas de sangre,
manera que la mayoría de las moléculas pasan fácilmente
los senos durales, que se extienden por la duramadre y
a su través al tejido circundante. En el encéfalo, sin em­
vierten su contenido en las grandes venas yugulares del
bargo, las células de las paredes de los vasos sanguíneos
cuello. En la Figura 3.4 se representa cómo se absorbe el

líquido cefalorraquídeo del espacio subaracnoideo y se están compactamente unidas, formando una barrera que

vierte en los grandes senos que se distribuyen a lo largo de frena el paso de muchas moléculas -en particular, de

la parte superior del cerebro entre los dos hemisferios ce­ proteínas y otras moléculas de gran tamaño-. El grado en

rebrales. que los psicofármacos influyen en los procesos psicológi­

Hay ocasiones en las que el flujo de líquido cefalorra­ cos depende de la facilidad con la que atraviesen la barrera

quídeo está bloqueado por un tumor cercano a alguno de hematoencefálica.

los estrechos conductos que unen los La barrera hematoencefálica no impide el paso de todas

ventrículos -por ejemplo, cerca del las moléculas grandes. Algunas de ellas que son esenciales

acueducto cerebral, el cual conecta el para el normal funcionamiento del cerebro (p.ej., la glu­

tercer y el cuarto ventrículo-. Como resultado de ello, la cosa) son transportadas de modo activo a través de las pa­

acumulación de líquido en el interior de los ventrículos redes de los vasos sanguíneos. Además, en algunas zonas

hace que se dilaten las paredes ventriculares, y por lo tanto del encéfalo estas paredes permiten el paso de ciertas mo­

todo el encéfalo, lo que provoca un cuadro clínico deno­ léculas grandes; por ejemplo, las hormonas sexuales, que

minado hidrocefalia (agua en la cabeza). La hidrocefalia se tienen dificultad para penetrar en ciertas partes del encé­

trata drenando el exceso de líquido de los ventrículos; así falo, ingresan con facilidad en las regiones cerebrales im­

se intenta eliminar la obstrucción. plicadas en la conducta sexual.

:1

11

( FIGURA 3.4 ) Absorción del líquido cefalorraquídeo desde el espacio subaracnoideo (en azul) a un seno principal.

Obsérvense las tres meninges.


66 Capítulo 3 � Anatomía del sistema nervioso

violeta de cresilo. Obsérvese que sólo las capas compues­ minales-. Después de unos cuantos días, se extrae el en­

tas principalmente por cuerpos celulares neuronales están céfalo y se corta en secciones. Las secciones son tratadas en­

densamente teñidas. tonces para revelar la localización de la sustancia química

inyectada. Los métodos de marcado retrógrado funcionan a

Mkir@s1t:@pia electréniee Una técnica neuroanató­ la inversa: se aplican cuando el investigador busca marcar

mica que aporta información detallada sobre los porme­ las vías de los axones que llegan a una región determinada.

nores de la estructura neuronal es la microscopía El investigador inyecta en la región una o varias de las sus­

electrónica. Dada la naturaleza de la luz, el límite de tancias químicas que habitualmente se utilizan para el

aumentos de la microscopía óptica es de unos 1.500, nivel marcado retrógrado -sustancias que son absorbidas por

de aumento insuficiente para revelar los sutiles detalles los botones terminales y luego transportadas hacia atrás a

anatómicos de las neuronas. Se pueden obtener más deta­ lo largo de los axones hasta los cuerpos celulares. Tras

lles recubriendo delgadas láminas de tejido neural con unos días, se extrae el cerebro y se corta en finas láminas.

una sustancia que absorba electrones, la cual es asimilada Las secciones se tratan entonces para poner de manifiesto

por las distintas partes de la neuronas en distinto grado, y la localización de las sustancias inyectadas.

pasando luego un haz de electrones a través del tejido para

impresionar una placa fotográfica. El resultado es una mi­


Ori,i:Hmtaid@lilHa5 �liil el sistema ne!iwi@s@ll
crofotografía electrónica que pone de manifiesto con todo
de tos vertebrados
detalle los pormenores de la estructura de las neuronas

( véase la Figura 4 . 10 ) . Un microscopio electrónico de barrido


Le sería difícil al lector adquirir un conocimiento de la dis­
proporciona microfotografías electrónicas espectaculares,
tribución de una ciudad desconocida sin un sistema de co­
en tres dimensiones ( véase la Figura 3 . 1 3 ) , pero no puede
ordenadas de dirección: Norte-Sur, Este-Oeste. Lo mismo
conseguir tantos aumentos como un microscopio elec­
pasa con el sistema nervioso. Así pues, antes de iniciarle en
trónico convencional.
la localización de las principales estructuras del sistema

nervioso, se describirá el sistema tridimensional de coor­


1étll1lkas n e u r o a n e t é m l c a s de marcade Estas téc­
denadas de dirección que utilizan los neuronatomistas.
nicas son de dos tipos: métodos de marcado anterógrado
Las direcciones en el sistema nervioso de los vertebra­
(hacía delante) y métodos de marcado retrógrado (hacia
dos se describen haciendo referencia a la orientación de la
atrás). Los métodos de marcado anterogrado los emplea un
médula espinal. Este sistema es sencillo en la mayoría de
investigador cuando quiere marcar las vías de los axones
los vertebrados, como se índica en la Figura 3 . 1 4 . El sistema
que emergen de cuerpos celulares localizados en una de­
nervioso de los vertebrados tiene tres ejes: anterior-poste­
terminada región. El investigador inyecta en el área una de
rior, dorsal-ventral y medial-lateral. Primero, anterior sig­
las diversas sustancias químicas que normalmente se uti­
nifica hacia el extremo de la nariz (el extremo anterior) y
lizan para el marcado anterógrado -sustancias que son
posterior significa hacia el extremo de la cola ( el extremo
absorbidas por los cuerpos celulares y luego transportadas
posterior). A estas mismas direcciones en ocasiones se les
hacia delante a lo largo de los axones hasta los botones ter-
llama rostral y caudal, respectivamente. Segundo, dorsal

significa hacia la superficie de la espalda o la parte supe­

rior de la cabeza (la superficie dorsal), y ventral significa

hacia la superficie del pecho o la parte inferior de la cabeza

(la superficie ventral). Y tercero, medial significa hacia la

línea media del cuerpo y lateral, lejos de la línea medía,

hacia las zonas laterales del cuerpo.

Los seres humanos vinimos a complicar este simple tri­

ple eje (anterior-posterior, dorsal-ventral ymedial-lateral)

al empeñarnos en caminar sobre nuestras patas traseras.

Esto cambia la orientación de nuestros hemisferios cere­

brales respecto a nuestra médula espinal y nuestro tronco

cerebral.

El lector puede evitarse muchas confusiones si recuerda

que el sistema de direcciones neuroanatómicas en los ver­

tebrados se adaptó para utilizarse en seres humanos de


FIGURA 3 . 1 3 Microfotografía electrónica de barrido
modo que los términos empleados para describir la posi­
reforzada con color del cuerpo celular de una neurona (en

verde), tachonado de botones terminales (en naranja). Cada


ción de diversas superficies del cuerpo son las mismas en

n e u r o n a recibe numerosos contactos sinápticos. (Cortesía de los seres humanos que en los vertebrados más representa­

Jerold J. M. Chun, M. D.; Ph. D.) tivos, los que no tienen una postura erguida. Repárese, en
3.3 - Técnicas y orientaciones en neuroanatomía 67

FIGURA 3 . 1 4 Orientaciones

anatómicas en vertebrados representativos,

mis gatos Sambala y Rastaman.

E
1

particular, en que la parte superior de la cabeza humana y En las páginas siguientes el lector verá esquemas de sec­

la espalda del cuerpo humano se califican ambos de dorsal, ciones (láminas) del encéfalo cortado en uno de tres pla­

aun cuando están en direcciones distintas; y que la parte in­ nos diferentes (secciones horizontales, secciones frontales

ferior de la cabeza humana, así como la parte delantera, re­ ( también llamadas coronales) y secciones sagitales. Estos

ciben el nombre de ventral, aunque están igualmente en tres planos se ilustran en la Figura 3 . 1 6 . Un corte que des­

direcciones distintas ( véase la Figura 3 . 1 5 ). Para soslayar esta ciende por el centro del encéfalo, entre los dos hemisferios,

complicación, a menudo se emplean los términos superior se denomina sección sagital media. Uno que corta en ángulo

e inferior para referirse a la parte superior y la parte infe­ recto cualquier estructura larga y estrecha, como la médula

rior, respectivamente, de la cabeza de los primates. espinal o un nervio, se llama sección transversal.

DORSAL

� Orientaciones anatómicas

en el ser humano. Repárese en que la

orientación en los hemisferios cerebrales se ha

girado 90º respecto a los de la médula espinal y

el tronco del encéfalo debido a la inusitada

posición erguida de los seres humanos.

Plano

sagital

Plano

horizontal

FIGURA 3 . 1 6 Planos horizontal, frontal (coronal) y Plano

frontal
' ,
sagital en el encéfalo humano y una sección transversal de la Sección
( '
médula espinal humana. transversal
f;.¡ I

,
il',! ,i : '

,/) ·,,,_,: ª ' '

.Jt�4�,.,,,
74 Capítulo 3 - Anatomía del sistema nervioso

al lado opuesto del cerebro) a través del quiasma óptico. Ventrículo Cisura Cuerpo

A las fibras que decusan se les llama contralaterales (pasan lateral longitudinal calloso

de un lado del cuerpo al otro) y a las que no decusan, ho­

molaterales" (permanecen en el mismo lado del cuerpo). �

Tercer
Los cuerpos mamilares, que a menudo se consideran parte
ventrículo
del hipotálamo, son un par de núcleos esféricos que se si­

túan en la cara inferior del hipotálamo, justo detrás de la

hipófisis. Los cuerpos mamilares y los otros núcleos del hi­

potálamo se ilustran en el Apéndice VI.

Cisura

lateral

El telencéfalo, la mayor de las divisiones del encéfalo hu­

mano, media sus funciones más complejas. Inicia el mo­

vimiento voluntario, interpreta la información sensitiva y

media procesos cognitivos complejos tales como aprender, Hipocampo

hablar y solucionar problemas.

(l';oli'teza cerebeal Los hemisferios cerebrales están cu­


Cisura
biertos por una capa de tejido llamada corteza cerebral.
central
En los seres humanos, la corteza cerebral está muy plegada

(arrugada) -véase la Figura 3.25-. Estas circunvolucio­ Cisura

nes hacen que aumente la cantidad de corteza cerebral sin lateral

que aumente el volumen cerebral total. No todos los ma­

míferos tienen una corteza con circunvoluciones; l a m a ­

yoría de ellos son lisencéfalos ( con un encéfalo liso). Antes

se pensaba que la cantidad y el tamaño de las circunvolu­

ciones determinaban la capacidad intelectual de una es­

pecie; sin embargo, parece ser que estos atributos se

relacionan más con el tamaño corporal. Todos los mamí­

feros grandes tienen una corteza cerebral muy plegada.

Las grandes hendiduras de una corteza plegada se de­


I
nominan cisuras, y las pequeñas, surcos. Las prominencias
( FIGURA 3.25 ) Principales cisuras de los hemisferios
entre las cisuras y los surcos se llaman circunvoluciones.
cerebrales en el ser humano.
En la Figura 3 . 2 5 , resulta evidente que los hemisferios ce­

rebrales están casi completamente separados por la máyor

de las cisuras: la cisura longitudinal. Los hemisferios ce­ ción superior temporal, que incluye la corteza auditiva. La

rebrales están· conectados directamente por unas pocas función de la corteza occipital es enteramente visual.

vías que atraviesan la cisura longitudinal. Estas vías que co­ Alrededor del noventa por ciento de la corteza cerebral

munican los hemisferios reciben el nombre de comisuras humana es neocorteza (corteza nueva); es decir: corteza

cerebrales. La comisura cerebral más grande es el cuerpo formada por seis capas, de evolución relativamente re­

calloso, que puede verse claramente en la Figura 3 . 2 5 . ciente (Northcutt y Kaas, 1 9 9 5 ) . Tradicionalmente, las

Como indica la Figura 3 . 2 6 , las dos delimitaciones capas de la neocorteza se numeran de I a VI, empezando

principales en la cara lateral de cada hemisferio son la ci­ por la superficie. En la Figura 3 .27 , página 76, se muestran

sura central y la cisura lateral. Estas cisuras dividen par­ dos secciones adyacentes de neocorteza. Una de ellas se ha

cialmente cada hemisferio en cuatro lóbulos: el lóbulo teñido con sustancia de Nissl para poner de manifiesto la

frontal, el lóbulo parietal, el lóbulo temporal y el lóbulo


cantidad de cuerpos celulares y su forma; la otra se ha te­

ñido con tinción de Golgi para que se pueda apreciar el


occipital. Entre las circunvoluciones más grandes figuran
contorno de un pequeño porcentaje de sus neuronas.
la circunvolución precentral, que contiene la corteza mo­
En las secciones que se presentan en la Figura 3 . 2 7
tora; la circunvolución poscentral, que abarca la corteza
pueden verse tres importantes características de la anato­
somatosensitiva (sensibilidad corporal), y la circunvolu-
mía neocortical. En primer lugar, resulta obvio que hay dos

tipos básicamente diferentes de neuronas corticales: pira­

'1 Aunque con frecuencia se utilice el término ipsilateral (N. del T.). midales ( c o n fo r m a de pirámide) y estrelladas ( c o n fo r m a
3.6 ·- Principales estructuras del encéfalo 75

dad de cuerpos celulares, así como en la proporción relativa

de cuerpos celulares estrellados y piramidales que con­

tienen. En tercer lugar, puede apreciarse que muchas

dendritas y axones largos atraviesan la neocorteza en sen­

tido vertical ( esto es, en ángulo recto respecto a las capas

corticales). Este flujo vertical de información es la base de

la organización columnar de la neocorteza: las neuronas

de una determinada columna vertical de la neocorteza

suelen formar un minicircuito, el cual lleva a cabo una fun­

ción particular (Laughlin y Sejnowski, 2 0 0 3 ) .

Una cuarta característica importante de la anatomía

neocortical no puede verse en la Figura 3 . 2 7 : aunque toda

la neocorteza consta de seis capas, las capas varían de un

área a otra (Brown y Bowman, 2002; Passingham, Stephan

y Kotter, 2 002 ) . Por ejemplo, ya que las células estrelladas

de la capa IV están especializadas en recibir señales sensi­

tivas del tálamo, esta capa está muy desarrollada en las

áreas de la corteza sensitiva. A la inversa, como las células


Circunvolución Cisura Circunvolución

precentral central poscentral


piramidales de la capa V conducen señales desde la neo­

corteza al tronco del encéfalo y la médula espinal, la capa

V tiene un grosor considerable en las áreas de la corteza

motora.

El hipocampo es una zona primordial de la corteza

que no es neocorteza -sólo tiene tres capas-. El hipo­

campo se encuentra en la línea media de la corteza cere­

bral, donde ésta se repliega sobre sí misma en el lóbulo

temporal medial (véase la Figura 3 . 2 5 ) . Este pliegue da

lugar a una forma que, en corte transversal, recuerda en

algo a un caballito de mar (hipocampo significa «caballito

de mar»).

EH sistema §imbko y los gall'!lgfü.:»s basales Aunque


Cisura
gran parte de la región subcortical del telencéfalo está ocu­
lateral

pada por axones que proyectan a y desde la neocorteza,

existen varios grandes grupos nucleares subcorticales. A al­


Circunvolución
gunos de ellos se les considera parte, bien del sistema lim­
temporal

superior
bico, o bien del sistema motor de los ganglios basales. El

término sistema puede inducir a error en este contexto; el

nivel de certidumbre que implica no está garantizado. No

Lóbulo Lóbulo M Lóbulo Lóbulo


está del todo claro qué hacen exactamente estos hipotéti­

frontal parietal � temporal occipital cos sistemas, qué estructuras han de incluirse en ellos exac­

tamente, ni siquiera si es apropiado considerarlos un


I
sistema unitario. Sin embargo, si no se toman en sentido
( F I G U R A 3.26 ) Lóbulos de los hemisferios cerebrales.
literal, los conceptos de sistema límbico y de sistema motor

de los ganglios basales proporcionan una forma útil de con­

de estrella). Las células piramidales son grandes neuronas ceptuar la organización de la región subcortical.

multipolares, con un cuerpo celular en forma de pirá­ El sistema Iímbico es un circuito de estructuras de la

mide, una gruesa dendrita, llamada dendrita apical, que se línea media que rodean el tálamo (límbico significa «ani­

extiende directamente desde el ápice de la pirámide a la su­ llo»). Participa en la regulación de las conductas moti­

perficie de la corteza, y un axón muy largo. En contrapo­ vadas -que incluyen las cuatro F [ en inglés] de la

sición, las células estrelladas son pequeñas interneuronas motivación: huir ( «jleeing» ), comer ( «feeding») luchar

(neuronas con axón corto o sin axón), en forma de estre­ ( «fighting») y tener sexo ( «sexual behavior»). ( Esta broma

lla. En segundo lugar, resulta evidente que las seis capas de es tan vieja como la biopsicología, pero es buena.) Además

la neocorteza se diferencian en cuanto al tamaño y la densi- de otras estructuras ya mencionadas aquí (p.ej., los cuer-
-=��

1
1

1
, .

:
/

liBI El lenguaje y el habla

se coordinan en áreas específicas


de la corteza asociativa

La capacidad para comunicarse mediante el len­

guaje oral y escrito es una de las tareas cognitivas más

difíciles de estudiar, ya que únicamente el ser humano

es capaz de realizar esta actividad. La mayoría de los

estudios basados en el uso de primates como modelos

experimentales para el estudio del lenguaje ha dado

resultados negativos. Todo el conocimiento obtenido

hasta ahora se ha inferido del estudio de casos clínicos

Auditiva
Visual

Fascículo arqueado

Área de Broca
Área de Broca

Corteza

motora

·Área de
Área de
Wernicke
Wernicke

Corteza pa-

.) rietotempo-

,-' rooccipital

,/ de asocia-

ción
ción

Corteza Corteza somatosensorial

motora
Núcleo

Corteza visual anterior


Área de Wernicke Corteza visual
primaria del tálamo
de asociación
"
(
,.-

Figura 7-17. Vías involucradas en el reconocimiento y la identifica­

ción de la palabra hablada. A la izquierda, el objeto se detecta en

la corteza visual del lóbulo occipital; a la derecha, el objeto es de­

tectado por el oído en la corteza auditiva del lóbulo temporal. En

Área de ambos casos, la información sensorial se procesa en las áreas de

Broca /?, asociación secundarias adyacentes a las áreas sensoriales prima­

rias. El flujo de información en ambos casos se lleva a cabo a tra­


y --
visual vés del área parietotemporooccipital al área de Wernicke, de ahí al
primaria
área de Broca a través del fascículo arqueado, a la corteza de aso­
Corteza

auditiva ciación motora y, finalmente, a la corteza motora que participa en

primaria el movimiento de los músculos del habla de la boca y la garganta.

(Modificado de Kandel ER, Schwartz J H , Jessel TM: Principies of

Figura 7 - 1 6 . Áreas de Wernicke y Broca, cortezas visual y auditiva. Neural Science. 3.ª ed. Nueva York: Elsevier, 1 9 9 1 . )
4

Capítulo 7. Funciones integrativas del sistema nervioso 165

con afasias (alteración de la producción o la interpre­ movimiento de los músculos de la boca, la lengua y la

tación del lenguaje) producidas después de procedi­ garganta (es decir, las estructuras utilizadas para ge- '

mientos quirúrgicos u otra lesión de la corteza cere­ nerar la voz). El área de Wernicke se interconecta con

bral. el área de Broca mediante un haz de fibras denomina­

Existen dos áreas que parecen tener una importan­ do fascículo arqueado (fig. 7-17), lo que facilita la co­

cia especial en el lenguaje y en el habla: el área de ordinación de todos los aspectos relacionados con la

Wernicke, en la zona superior del lóbulo temporal, y comprensión y la ejecución del lenguaje.

el área de Broca, en el lóbulo frontal (fig. 7-16). Ambas Existen indicios clínicos de que el área de Wernicke

áreas se localizan en la corteza de asociación, junto a es esencial para la comprensión y el reconocimiento

las áreas corticales esenciales en la comunicación del de las palabras del lenguaje, mientras que el área de

lenguaje (visión, audición y producción motora del Broca es crucial para su ejecución mecánica. Pacientes

habla). El área de Wernicke forma parte de la corteza con defectos en el área de Broca presentan signos de

parietotemporooccipital, un área principal de asocia­ comprensión y reconocimiento del lenguaje, pero son

ción para el procesado de la información somatosen­ incapaces de decir una palabra. Por el contrario, pa­

sorial, visual y auditiva (fig. 7-16). El área de Broca se cientes con lesiones en el área de Wernicke pueden

encuentra en el área de asociación frontal, junto a la hablar, pero las frases pronunciadas en general care­

porción de la corteza cerebral motora que regula el cen de sentido.


240 CAPÍTULO 1 7

según sean los criterios empleados. La clasificación que se utiliza 1 9 0 9 revela que los números falcantes se encuentran en la ínsula

de forma más amplia es aún la del histólogo alemán Korbinian (isla de Rcil), Las áreas 1 3 y 1 4 se refieren a las dos breves ínsulas

Brodmann, publicada en 1 9 0 9 . Contiene 52 áreas citoestructura­ colocadas en situación anterior y las áreas 1 5 y 1 6 a las dos ínsu­

les numeradas en el orden en que las estudió (cuadro 1 7 - 3 ) . las más largas de situación posterior. Más importante que la cla­

Una cuidadosa cuenta del número de áreas de Brodmann sificación citoestructural es la clasificación funcional de la corteza

incluidas en ilustraciones de libros de texto indica que faltan los en varias áreas motoras y sensoriales. Los comentarios siguientes

números 1 3 a 1 6 . La revisión de la monografía de Brodmann de se relacionan con las áreas funcionales de la corteza. Se utiliza la

terminología de Brodmann porque es la que se cita co� mayor

frecuencia. La distinción de las áreas corticales en sensoriales y

motoras que se usa con regularidad es un poco confusa e impre­


Cuadro 17-3. Areas de B r o d m a n n
cisa. Pruebas amplias sugieren que es posible suscitar respuestas

motoras de las JI-amadas áreas sensoriales. Esto condujo a emplear


Áre, a de

el término corteza sensoriomotora para referirse a las áreas senso­


B ro d m a n n · D e s i g n a ci ó n n e u r oa n a t ó m ic a y fu n ci ona
riales y motoras designadas con anterioridad.

1 , 2, 3 Gi ro p oscentral, c orteza s en sor i a l p r im a ri a (p artes Sin embargo, con fines didácticos, se comentan por separado

. i ntermedia [1], c a u da l [2] y ro stral (31) las áreas motoras y sensoriales de la corteza .

4 .. . Giro preé:eiifrái, c:ortezá motora primáriá


... s ·······················tobuio pariefalsuperior;·caudal respeáo.deisüréo ...
ÁREAS CORTICALES S E N S O RI A U : S
po scentral .. e
6 central da el a otora taria) s
Giro pre (inclui áre m suplemen La fu nción sensorial en la corteza se localiza sobre roda en tres

7 Lóbul o p arietal supe rior,caudal respecto del á e r a S lób ulos: parietal, occipital y temporal. En la corteza existen seis

8 Gi ró fr ontal me dial, rostr al al á e r a 6 áreas sensoriales primarias:


····�¡;rn···· Corteza pretranfai(déirsoiáterá1 y meslái¡ ....lf: .....
····,;,·12 ··G,ra·orbifarici······························· ····················:···· l. Á rea sorncstésica primaria (sensorial general, sornaro­

···· 13,·14 ············· rarfa·anteiiciide·iá·riisüiá (fafade Renr· sensorial) en el giro poscentral del lóbulo parietal.
···· i s , · 1 6 ... ··· ····· rárfai:iosierior defa frisufa.(isfa·ae Reii¡···
2. Á rea visual primaria en el giro calcarino del lóbulo
····17··········· Giro·c:akárin6,c:6rtezá·;;;isuai·p¡:¡¡:¡;·¡¡¡:¡ij·(esfriada)···
occipital.
···· ; a · · i ················ Rodeáiiiarea·1f c:6rtezádeásodac:fo11visüai·sec:undáriii·····
3. Á rea auditiva primaria en el giro tra nsversal de Heschl del ló­
··· ; 9 · · ; ··· ············ Rodea afáiea·rn;c:oiteza·ae· ás6dád6ii visüar ierdiiria······
bulo temporal.
·· 20 ···· · · · · · · · · · · · · · · · G i r a · te m i:i o r a r · , ¡, f e ri o r , é:orteza·ae asodadon·visüai··· ·

··· 2;· · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · G , r o · t e m i:i o r á f medléi,c:6itezá de··as6dád6ii visüar···· 4. Á rea gustativa primaria (gusto) en la parce más ventral del giro

22 ·· · · ·· ·· ·· Gfro temi:ioráisui:ieifor;c:6iteza·ae as6dád6iiiiüdfrivá; poscentral del lóbulo parietal.

á rea de Wernicke 5. Ár ea olfatoria primaria (olfato) en las regiones piri fo rme y pe­
···· 23··· · · · · · · ··
· · · Giro·ae1·an u i o v e ii fr á i i:iosteifor,c:6rteza·11mbka ··

9 riamigdaloide del lóbulo temporal.


····24 · ·· · · · · · · · · · · · · · · · · · G , r o de1·an uio veiifraTáiitéior;c:orieza·n¡:¡;bká·········

9 6. Ár ea vestibular primaria en el lóbulo temporal.


····2:s · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · A ¡. e á s u b c: a il a s a , a r e a · s u br o d i 1 fa 1 · · ·········· ·· ·
· · ·· ·· ···· ·· ·· · ··
· ··· ··· ·

···· 26 ·· · · · · · · · · · · · · · · · · · A ¡: e á · r e fr o e s i:i i é ii k a ; c:oitezá ií m b k a · · · ·


·· ···
Cada una de estas áreas recibe una modalidad sensorial espe­
····27 · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · · A ¡: e á · i:i ¡: e :s ü & k ü fa ú o r i ei a · n m & k á .

cífi ca (es decir, dolor, tacto, vibración, visión, audición, gusto, ol­
·· 2a · · ·· ·· ·· · ··
· · · · · · · · Corteza enfoáinar ···· ·· ··· ·· · ···· · ·· ·······
·· · · ·· · · · ·

fa to ) . La s modalidades sensoriales que ll egan a cada una de estas F1

···· 29;30··· ·· ··· · · · corteza refraespiénic:á; c:6itezairinbiCa···

áreas (excepto la olfacción) pasan a través del tálamo (núcleo t al á ­


· · · · 3 i · · · · · · · · · · · · · · ··
· ··· G fr o d e i dn uio dorsái.i:iosierior,c:aitezáTimbka·····

9 mico de modalidad específica) antes de ll egar a la corteza, Cada una


· ······· ·········
9
····32 · · Gira de1c:í11 üiodoisái áiiterior'/aieafroiifaiádyácen'ie

de las áreas sensoriales precedentes se designa como área sensorial d


·· · 33 ···················· ····
9
Giradefc:ín üioi-osfriil(area preriodiifá1fé:cirieiiiTimbká

primaria. La s cortezas sensoriales primarias tienen campos recepti­ n


34 ······ ············· Areá enfoáináidor sar-···· · · ··············· -- ···················· ·· ··· ······· ·· ··· · ········
· · ·

vos restringidos. A dyacentes a las áreas primarias somestésica, visual d


···· 3s ·· ·· Areá.i:iei-fririi·ac iro parahipodm.i:iko ··
9
·

y auditiva se encuentran áreas sensoriales secundarias, que r egistran le


36 ··· Areá eáari-Inai;fateraialsüi-co ririaC ira··
9 potenciales evocados en las áreas respectivas después de un estímulo c:
p arahipocámpico . ,
periférico apropiado (ruido, luz, etc. ) . E n general, las áreas senso­
3 7 ···· ·· · · · ··Areá ocdi:iifotemi:ioráf;parte infeioiáterai de1·rohüio .. · · ·
riales secundarías son de tamaño más pequeño que las primarias y n
t emp o r a l, d e s c od ilic a ci ó n de la info r m a ci ó n vi sual
su ablación no tiene efecto en la modalidad sensorial específica.
··3a···· · · ·· · · ··· ·· ·· roio temi:i6i-ái,recüi:iei-adoii·ae nombres·p;:opios•········· o

···39···· ·····G,ro áiiiiüfar ·· ···· ·· · ·· ··· ·· ··· · ·· ·· ······ · ·· ··· ······ ··· · ·· ·· ·· ·· · ··· · ·· · ···· · ··· · · · · · · · ··· ··
· · · t;

Área s o m e s t é s i c a p r i m a r i a ( S I ) c,
40 Giro süi:irámái-

9 iiiar · ·

4,, 42 Giro deHeschi; corteza aüdiüvá p rl m a rl á · ( s e n s o r i a l g e n e r a l , s o rn a t o s e n s o r i a l ) s,

·· · · · ·· (;
··43 ·· · ·· ··· · · • · · · · o i:i é r c ü i o t r o ii fo i:i a ri e fa r t d e fi o iá n d o f c:orteúi

9 üstativa· ··

····M ············· ······


Esta área (fig. 17-11) corresponde al giro poscentral del lóbulo c
9
rárte·oi:iercüfar der rro·froiifaiiiilerior, area·ae·Br6ói········

del h a bl a parietal (áreas 1 , 2 y 3 de Brodmann) y la parte posterior del ló­ d


···· ················ ·· bulo paracentral. El área 3 se divide en dos partes: 36 en la pared
9 9
····4s rárte friári üiardei fro frorifaii'nferfo'iJrea"detfroc:a·

del h a bl a ' posterior del surco central y 3a en la profundidad del surco. En p


····46 ····················Giro·rr ontarm·eaia;area·i>refronfafdorsoia'ierar;é:orfeza··· 1916, Dusser de Barenne aplicó estricnina, un fármaco estimu­ e
de asociación lante central, al giro poscentral de monos y observó que los anima­ ti

47 Parte orbitaria d el gi ro frontal inferior


les se rascaban la piel. Estudios subsecuentes de Head en soldados f,
····4a ····················Area·;:efrosübkuiái-·······································
de la Primera Guerra Mundial con lesiones de la cabeza y de los 1
··· 49· ··················· ráriisübkuio·
neurocirujanos Cushing y Pcnfield añadieron conocimientos con­ p
sr ··· Ai-eá i>repfríforme
siderables acerca de la función de esta área. g
.... s2 ····················Areá·páiainsüfar;báric:6 súperi6idei girofempoi-ai···
Aunque el área somestésica primaria se relaciona en esencia y
superior a lo largo del m argen p osterior de la ín sula
con modalidades sensoriales, es posible i nducir reacciones motoras d
CORTEZA CEREBRAL / 241

ventral de la superficie medial justo arriba del giro del cíngulo. La

representación de la cara, los labios, la mano y los dedos pulgar �

índice es desproporcionadamence grande en comparación con su

tamaño relativo en el cuerpo. Ello indica la importancia funcional

de escas parces en la función sensorial.

La escimulación de la corteza somescésica primaria en pacien­

tes conscientes suscita sensaciones de entumecimiento y hormi­

gueo, sensación de electricidad y una sensación de movimiento

sin movilidad real. Tales sensaciones se refieren a la mitad contra­

lateral del cuerpo, excepto cuando se estimula el área de la cara. La

cara y la lengua están representadas de manera bilateral.

La ablación del giro poscentral provoca, en el posoperatorio


Vista lateral
inmediato, pérdida de codas las modalidades de sensación (tacto,

presión, dolor y temperatura). Sin embargo, en poco tiempo re­

tornan las sensaciones de dolor y temperatura. Se piensa que escas

últimas están determinadas a nivel calámico, en canco que el ori­

gen, la intensidad y calidad de escas sensaciones se perciben en el

giro poscentral. Por consiguiente, los efectos de lesiones en esca


Corteza
última son: a) pérdida coral del caceo discriminacivo y la propio­
somestésica
c e p c i ó n y b) reconocimiento general del dolor, la temperatura y el

caceo ligero.

Estudios neurofisiológicos de la corteza somescésica revelaron

la información siguiente: a) al parecer, la unidad cortical funcional

se vincula con una columna vertical de células que es específica de

modalidad; las neuronas dentro de una unidad cortical las activa

el mismo estímulo periférico y se relacionan con el mismo campo

receptivo periférico; b) el área 36 se activa por estímulos cutáneos

y las áreas 2 y 3a por impulsos propioceptivos, mientras que el

área 1 por impulsos cutáneos o propioceptivos, e) las neuronas so­

macosensoriales que responden al movimiento articular muestran

un grado notable de especificidad porque reaccionan al desplaza­


Vista medial
miento en una dirección; d) se han identificado fondos comunes

neuronales de adaptación rápida y lenca en respuesta al desplaza­

miento del pelo o la deformación cutánea; e) las fibras que median

sensaciones cutáneas terminan de forma rostral, en tanto que las

que median sensaciones propioceprivas desembocan en un pupto

más caudal en el área somescésica.

Figura 1 7 - 1 : . Esquema de la corteza somestésica primaria.

Área s o m a s t é s i c a s e cu n d a r i a ( S Ii)

Se ha descrito en seres humanos y primates un área somestésica


después de estimularla. El área somescésica primaria recibe fibras
secundaria, ubicada en la superficie más inferior del giro poseen-
nerviosas de los núcleos ventrales poscerolaceral y posceromedial

del cálamo. Escas fibras conducen modalidades sensoriales genera­

les (caceo, dolor y temperatura) y propioceprivas (posición, vibra­

ción y discriminación de dos puntos).


Brazo
Además de las aferentes calámicas, la corteza somescésica pri­

maria recibe fibras comisurales de la corteza somestésica primaria

concralaceral a través del cuerpo calloso y fibras de asociación cor­ Mano

cas de la corteza motora primaria adyacente. Las eferencias de la

corteza somescésica primaria se proyectan a las cortezas motora, Cara

somescésica primaria opuesta y somacosensorial de asociación

(áreas 5 y 7) en la corteza parietal posterior. Las áreas somesrési­


Lengua
cas primaria y secundaria están interconectadas entre sí. Además,

descienden fibras de proyección dentro de la cápsula interna a los Faringe

núcleos ventrales posteriores del cálamo, los núcleos de la columna

posterior de la médula oblongada y el cuerno dorsal de la médula

espinal. En cada una de las eres áreas (1 , 2 y 3) de la corteza sornes­

résica está representada la mirad contralateral del cuerpo en una

forma precisa pero desproporcionada (homúnculo sensorial) (fig.

1 7 - 1 2 ) . La faringe, lengua y mandíbula están representadas en la

porción más ventral de la superficie lateral del área somestésica, se­

guidas en orden ascendente por la cara, la mano, el brazo, el tronco

y el muslo. La pierna y el pie se representan en la superficie medial

de esca área. Las regiones anal y genital lo hacen en la porción más Figura 17-12. Representación del h o m ú n c u l o sensorial.
242 CAPÍTULO 1 7

tral y en el banco superior profundo del surco lateral (opérculo Las lesiones bilaterales en las áreas de asociación sornarosen­

parietal). La representación del cuerpo en esta área es bilateral, con sorial primarias en el hombre se acompañan de incapacidad para

predominancia contralateral y es inversa a la del área primaria de mover la mano hacia un objeto que se ve con claridad (ataxia óp­

tal manera que las dos áreas de la cara son adyacentes entre sí. tica). Estos pacientes no son capaces de verter agua de una botella

El área sensorial secundaria contiene neuronas con campos re­ en un vaso y derraman de forma repetida el agua. Las lesiones

ceptivos grandes, mal delimitados y superpuestos en grado extenso unilaterales en las áreas de asociación somatosensorial primarias en

y muestran con frecuencia una representación bilateral. Las lesiones el hemisferio contradominante producen negligencia dela mitad

del área somestésica secundaria y la ínsula producen asimbolia para contralateral del cuerpo y el espacio visual.

el dolor, lo que sugiere que el área somestésica secundaria es un

locus cortical relevante para la percepción consciente de estímulos Corteza visual p r i m a r i a ( V 1 )

nocivos. Estudios de tomografía por emisión de positrones (TEP)


Esta área (fig. 1 7 - 1 3 ) corresponde al giro calcarino en la superficie
en voluntarios humanos sometidos a estímulos nocivos demostra­
medial del lóbulo occipital a cada lado del surco calcarino (área 1 7
ron un incremento de la actividad metabólica en el área somestésica
de Brodmann) e incluye partes del giro lingual de modo ventral y
secundaria y los giros poscentral y del cíngulo. El daño de SII o tal
el giro cuneiforme en la parte dorsal. En corees de corteza fresca,
vez de la ínsula posterior da lugar a incapacidad del individuo para
esca área se reconoce por la presencia de una banda prominente
identificar objetos durante el tacto (agnosia táctil, agrafestesia). Las
de sustancia blanca que se identifica a simple visea y se denomina
áreas somescésicas primaria y secundaria están interconectadas de
banda de Gennari, por el estudiante italiano de medicina que la
modo recíproco. El área somestésica secundaria no contiene células
describió en 1 78 2 . La banda de Gennari representa una banda
sensibles al movimiento o la posición articulares. Se ha demostrado
externa engrosada de Baillarger en la capa IV de la corteza. En
que el área sornesrésica secundaria tiene conexiones recíprocas con
preparaciones de mielina, la banda de Gennari aparece como una
los núcleos ventrales posteromedial y centrolateral del cálamo. De
cinta oscura notable en la corteza visual, que también se conoce
igual modo, recibe aferencias de las cortezas somescésicas primaria
como corteza estriada. El término estriado alude a la presencia en
ipsolareral y contralateral. Las conexiones eferentes se proyectan
preparaciones no teñidas de la banda blanca gruesa de Gennari.
a las áreas sornestésica y motora primarias dentro del mismo he­
El área visual primaria recibe fibras del núcleo geniculado
misferio. Las lesiones que interrumpen las conexiones entre el área
lateral. Escas fibras se originan en la retina, hacen sinapsis en el
somestésica secundaria, la corteza parietal posterior y los núcleos
núcleo geniculado lateral y llegan a la corteza visual a través de
talámicos ventrales posceromedial y centrolateral se acompañan del
la radiación óptica (geniculocalcarino). Cada corteza visual recibe
síndrome doloroso seudocalámico. El dolor es espontáneo, se re­
fibras de la mitad ipsolateral de cada retina (fig. 1 7 - 1 4 ) y propaga
fiere como ardoroso o parecido a hielo y se acompaña de deterioro
información sobre la mitad contralateral del campo visual. Por
de la apreciación del dolor y la temperatura.
consiguiente, las lesiones de una corteza visual se manifiestan por

pérdida de la visión en la mitad concralaceral del campo visual (he­


Área sensorial s u p l e m e n t a r i a (ASS)
mianopsia homónima). Las proyecciones de la retina a la corteza

Esta área la definieron primero Penfield y Jasper mediante estudios visual están organizadas a nivel espacial en forma cal que las fibras

de estimulación intraoperatoria en seres humanos. El área sensorial maculares ocupan la parte posterior de la corteza visual, en tanto

suplementaria carece de la designación numérica de Brodmann, que las fibras retinianas periféricas se hallan en la parte anterior

pero incluye el área medial 5 y cal vez la parte anterior del área me­ (fig. 1 7 - 1 5 ) . Las fibras que se originan en la mirad superior de la

dial 7. Las neuronas en el área sensorial suplementaria poseen cam­ retina terminan en la parte superior de la corteza visual; las de

pos receptivos grandes y algunas neuronas son sensibles al dolor. la mitad inferior de la retina concluyen en la inferior (fig. 17-16).

En consecuencia, las lesiones que afectan porciones de la corteza vi­

Áreas de asociación somatosensorial sual, como la corteza calcarina inferior, provocan cuadrantanopsia

(somestésicas) p r i m a r i a s ( u n i m o d a l e s )

Las áreas de asociación somacosensorial primarias incluyen las


Corteza visual
áreas 5 y 7 en el lóbulo parietal superior. Reciben aferencias so­
secundaria

bre codo de las áreas somacosensoriales primarias, pero también

poseen conexiones recíprocas con el núcleo pulvinar del tálamo. 1

1 ,

Las respuestas neuronales en las áreas de asociación sornatosenso- Area 1 9

rial primarias son complejas e incluyen la integración de


Área 1 8
varias aferencias corticales y calámicas. El procesamiento

de aferencias somatosensoriales rnultisensoriales en estas

áreas permite percibir la forma, el tamaño y la textura e identificar

objetos por contacto (escereognosis). Las áreas de asociación soma­

tosensorial primarias se proyectan a áreas de asociación no prima­

rias multimodales (áreas 39 y 40) en el lóbulo parietal inferior que

reciben aferencias de más de jina modalidad sensorial y se encar­

gan de la integración intermodal y percepciones rnultisensoriales.

Los registros de células aisladas en el área 5 en monos sugieren


Corteza
que esta área es esencial para el uso apropiado de la información visual

somatosensorial, los movimientos voluntarios dirigidos a un obje­ primaria

tivo y la manipulación de objetos.

, Los registros de células aisladas en el área 7 indican que esta

área tiene una función relevante en la integración de estímulos vi­

suales y somatosensoriales que es esencial para la coordinación de Figura 17-13. Esquema de las cortezas visuales primaria y secun-

los ojos y las manos en los movimientos guiados de manera visual. daria.
CORTEZA C E R E B R A L / 243

Izquierda Derecha Izquierda Derecha

RETINA
CAMPO VISUAL

RETINA

Corteza

visual

derecha

CORTEZA VISUAL

Figura 17-16. Diagrama de la representación de la retina en la cor­

teza visual primaria.

Figura 17-14. Di a g r a m a de la representación de la retina en la cor­

teza visual primaria.

La estimulación de la corteza visual precipita una sensación

gruesa de destellos de luz brillante; los individuos con lesiones irri­

tativas (como tumores) de la corteza visual experimentan alucina­


contralateral, que es cuando la ceguera se limita al cuadrante supe­
ciones visuales que consisten en luz brillante. Por el contrario, las
rior contralateral del campo visual. De igual forma, las lesiones
lesiones que destruyen la corteza visual de un hemisferio dan por
limitadas a la corteza calcarina superior causan cuadrantanopsia
resultado pérdida de la visión en la mitad contralateral del campo
contralateral inferior en la que la ceguera se limita al cuadrante
visual. Cuando la lesión destructora es de origen vascular, como
inferior contralateral del campo visual. La representación de la
ocurre en las oclusiones de la arteria cerebral posterior, no se afecta
mácula en la corteza visual es desproporcionadamente grande en
la visión central (macular) en el campo visual afectado. Este fenó­
comparación con su tamaño relativo en la retina. Esto revela su
meno se conoce en clínica como conservación macular y se atri­
importante función como el área retiniana de la visión aguda.
buye al riego arterial colateral de la corteza visual posterior (área

macular) proveniente de la arteria cerebral media permeable.

En estudios de imágenes de resonancia magnética funcional


Izquierda Derecha

en personas ciegas se encontró un incremento de la respuesta en


Mácula
su corteza visual primaria durante una labor de memoria verbal

sin ninguna aferencia sensorial. Este hecho sugiere que, si bien

RETINA e las personas utilizan gran parte de la corteza en el procesamiento

visual, en los ciegos las cortezas visuales se incorporan para otros

Periférica sentidos. Estudios neurofisiológicos de neuronas aisladas en la cor­

teza visual revelaron la información siguiente:

l. La corteza visual está organizada en unidades que correspon­

den a áreas específicas en la retina.

2. Estas unidades responden a configuraciones en banda lineal

(línea recta).

3. Para cada unidad es más eficaz una orientación particular del

estímulo. Algunas unidades sólo reaccionan a bandas orienta­

das de forma vertical, en tanto que otras sólo lo hacen a ban­

Corteza
das orientadas en sentido horizontal. Ciertas unidades respon­

visual den al inicio de iluminación, mientras que otras responden a

derecha
la supresión de la iluminación.

4. Las unidades son de dos variedades: simples y complejas. Las

unidades simples sólo reaccionan a estímulos en los campos fi­

jos receptivos de la retina correspondiente. Las unidades com­

plejas están conectadas a varias unidades corticales simples. Se

Figura 17-15. Diagrama de la representación de la retina en la cor­ presupone que las unidades complejas representan una etapa

teza visual primaria.


avanzada de la integración cortical.
244 / CAPfTULO 1 7

5. Las unidades que responden al mismo patrón de estímulo y Las aferencias a las áreas 1 8 y 1 9 se proyectan a la corteza pa­

orientación están agrupadas entre sí en unidades repetidas rietal posterior (área 7) y la corteza inferotemporal (áreas 20 y 2 1 ) .

que se denominan columnas, similares a las descritas para la La proyección al área 7 se relaciona con la esrereopsia (percepción

corteza somestésica. Se han descrito dos variedades generales profunda) y el movimiento. La proyección inferotemporal tiene a

de columnas funcionales: columnas de dominancia ocular y su cargo el análisis de la forma y el color. La corteza inferotemporal

orientación. Las primeras son columnas paralelas dispuestas en representa la función visual más alta. La estimulación eléctrica del

forma perpendicular respecto de la superficie cortical y refle­ área 2 1 i n d u c e alucinaciones visuales que parecen vivas. El área 37,

jan la preferencia de neuronas corticales del ojo (derecho o iz­ atrás del área 2 1 , en la unión occipitotemporal, contiene módulos

quierdo). Las columnas de dominancia ocular alternante están dedicados al reconocimiento de caras. Las lesiones bilaterales en esta

dominadas por aferencias de los ojos izquierdo y derecho. Las área tienen como resultado falta de reconocimiento de caras fami­

columnas de orientación comprenden una secuencia de células liares (prosopagnosia). La visión a colores se localiza en un punto

,que tienen la misma orientación del eje del campo receptivo. inferior en la corteza occipitotemporal inferior (V4). No se encuen­

tra representación del color en la corteza visual de asociación supe­


6. Las columnas visuales responden mal, si acaso, a la ilumina­

rior. En consecuencia, en lesiones unilaterales de la corteza visual de


ción difusa de la retina.

asociación inferior, el sujeto pierde la visión a colores en la mitad


7. Las unidades visuales responden de forma óptima a estímulos
contralateral del campo (hemiacromatopsia central). Por lo regular
en movimrento.
coexisten la pérdida de la visión a colores y la del reconocimiento
8. Casi todas las unidades corticales reciben fibras de campos
de caras por la proximidad de las áreas que tienen a su cargo ambas.
receptivos correspondientes en ambas retinas y permiten en
Las conexiones de la corteza visual de asociación con el giro angular
consecuencia la visión de imagen única de puntos correspon­
(área 39) ejercen una función en el reconocimiento de estímulos
dientes en las dos retinas.
visuales. Las lesiones que interrumpen esta conexión ocasionan ag­
9. La corteza estriada está organizada en sistemas vertical y hori­
nosia visual, incapacidad para reconocer objetos en el campo visual.
zontal. El sistema vertical (columnar) se vincula con la posi­
Las lesiones bilaterales de la quinta área visual (V se acompañan de
5)
ción de la retina, la orientación de líneas y la dominancia ocu­
un defecto en la percepción del movimiento visual (acinetopsia).
lar. El sistema horizontal segrega células de diferentes órdenes
Las proyecciones de las áreas 18 y 19 también llegan a los
de complejidad. Las células simples localizadas en la capa IV
campos oculares frontales (área 8 de Brodmann) en el lóbulo fron­
, se impulsan de manera monocular, mientras que las células
tal y el colículo superior y los núcleos motores de músculos ex­
· complejas e hipercomplejas, situadas en otras capas, se estimu­
rraoculares. Estas proyecciones tienen un papel fundamental en el
' lan por impulsos de ambos ojos.
movimiento conjugado de los ojos inducido por estímulos visuales

(seguimiento visual).
La aferencia de la corteza visual primaria sigue dos vías o co­

rrientes: una dorsal en relación con la corteza occipitoparietal (la


Corteza auditiva p r i m a r i a
vía "dónde") y una corriente ventral respecto de la corteza occipi­

torernporal (la vía "qué"). Las lesiones bilaterales de la vía "dónde"


Se acredita a David Ferricr, un médico británico, la localización de
causan incapacidad para dirigir los ojos a un cierto punto en el
la corteza auditiva primaria de monos en el giro temporal superior
campo visual a pesar de que están intactos los movimientos del
durante la segunda mitad del siglo XIX. Esta ubicación no la acep­
ojo (síndrome de Balinr-Ho lmes). Las lesiones bilaterales de la vía
taron sus contemporáneos. Sin embargo, estudios subsecuentes en
"qué" dan por resultado incapacidad de los pacientes, con percep­
animales y el hombre confirmaron estas observaciones iniciales.
ción visual normal, para comprender el significado de estímulos
La corteza auditiva primaria (fig. 1 7 - 1 7 ) corresponde al giro tem­
visuales no verbales (agnosia visual).
poral transversal de Heschl (áreas 41 y 42 de Brodmann) situado en

el lóbulo temporal dentro de la fisura lateral. El registro de respuestas

Áreas de asociación visual p r i m a r i a s ( u n i m o d a l e s ) inducidas primarias a estímulos auditivos durante la operación para

epilepsia suministra pruebas de una porción restringida del giro de


Adyacentes al área visual primaria se encuentran las áreas visuales de
Heschl (su parte posterornedial) como área auditiva primaria.
asociación primarias (extraestriadas, preestriadas). Corresponde a
La corteza auditiva primaria recibe fibras (radiación auditiva)
las áreas 1 8 y 1 9 de Brodmann (fig. 1 7 - 1 3 ) en las superficies late­
del núcleo geniculado medial. Estas fibras llegan a la corteza audi-
ral y medial del hemisferio. Las áreas 20, 21 y 37 en la corteza

temporal inferior también están consagradas al procesamiento de

información visual. Como se detalla más adelante, la corteza de aso­

ciación visual tiene a su cargo los aspectos del procesamiento vi­

sual del orden más alto. El área 1 8 corresponde a la segunda área

visual (V2) y el área 1 9 a la tercera (V3). En el hombre, la V4 se

sitúa tal vez en el área occipitoternporal inferior, en la región del

giro lingual o fusiforme. Es posible que V se encuentre en el área


5

1 9 de Brodmann. Al igual que V 1 , V2 está organizada de manera

retinotópica, Las áreas visuales más allá de V2 se acompañan de

funciones visuales variadas. V se vincula con la forma V4 con el


3

color y V con el movimiento. Las unidades en las áreas de asocia­


5

ción visual primarias son de tipo complejo o hipercomplejo.


Fisura lateral
Las aferencias a las áreas 1 8 y 1 9 provienen en especial del área
(abierta con amplitud)
visual primaria (área 1 7 ), pero incluyen algunas proyecciones t al á ­

¡jffiicas directas del núcleo geniculado lateral y el núcleo pulvinar. El

área visual primaria se proyecta de modo bilateral y en forma recí­


primaria
proca a las áreas 1 8 y 1 9 . Las proyecciones del núcleo pulvinar cons­

tituyen enlaces extrageniculados importantes a la corteza visual. Figura 17-17. Esquema de la corteza auditiva primaria.
>
,l

CORTEZA CEREBRAL / 245

a- civa a través de la parce sublenticular de la cápsula interna. Las fibras y por la vía del cuerpo calloso con las cortezas prefromal, premo-

). auditivas se originan en el órgano periférico de Corrí y establecen tora, parietal y del cíngulo. ?

,n varias sinapsis en el neuroeje, en relación homolateral y contralateral

a respecto de su lado de origen, antes de llegar al núcleo geniculado Corteza gustativa p r i m a r i a


al medial del cálamo. Por lo tanto, la corteza auditiva primaria recibe
El área receptiva cortical del gusto se localiza en el opérculo parietal,
el fibras que se originan en ambos órganos de Corrí, de manera pre­
ventral en relación con el área somescésica primaria y en proximi­
7, dominante del lado contralaceral. La escimulación de la corteza au­
dad cercana con las áreas corticales que reciben aferentes sensoriales
os ditiva primaria produce sensaciones auditivas gruesas, como zumbi­
de la lengua y la faringe. Corresponde al área 43 de Brodmann.
ta dos, susurros o aldabonazos. Estas sensaciones se conocen en clínica
Se demostró que en el hombre las lesiones irritativas en esta área
11- como tinnitus. Las lesiones de la corteza auditiva provocan: a) dete­
suscitan alucinaciones del gusto, que suelen preceder al inicio de
[Q rioro de la localización del sonido en el espacio y 6) disminución de
un ataque epiléptico. Este síntoma prodrómico que antecede a una
ll­ la audición en ambos lados, pero en especial de forma contralaceral.
crisis epiléptica dirigió la atención al sitio de la lesión irritativa.
e­ La organización funcional de la corteza auditiva es similar a la de las

íe Por el contrario, la ablación de esca área causa deterioro del gusto


cortezas somestésica y visual. Las células columnares en la corteza
contralateral al punto de la lesión. La corteza gustativa recibe fibras
1d auditiva comparten las mismas propiedades funcionales. En conse­
del núcleo medial posterovemral del tálamo, en el que convergen
ar cuencia, la organización columnar se basa en tiras de isofrecuencia,
fibras sensoriales de la cara y la boca, incluidas fibras del gusto.
to que responden cada una a una frecuencia tonal particular.
Aunque es posible percibir sensaciones del gusto gruesas a nivel
LS. La corteza auditiva primaria está conectada con la corteza au­
calámico, la discriminación entre diferentes sensaciones gustativas
ar ditiva de asociación primaria (unimodal). Otras conexiones impor­
es una función cortical.
os tantes incluyen la corteza auditiva del hemisferio contralaceral, la

g- corteza somestésica primaria, los campos frontales del ojo, el área de

1!. Broca del habla en el lóbulo frontal y el núcleo geniculado medial. Corteza olfatoria p r i m a r i a

ie A través de su proyección al cuerpo geniculado medial en el cálamo,


La corteza olfatoria primaria se halla en la puma del lóbulo tempo­
la corteza auditiva primaria controla sus aferencias al cambiar la ex­
ral y consiste en la corteza piriforme y el área periamigdaloide. La
ns citabilidad de las neuronas geniculadas mediales. Las respuestas de
corteza olfatoria primaria recibe fibras de la estría olfatoria lateral y
11- algunas neuronas de la corteza auditiva a estímulos sonoros depen­
tiene una relación estrecha con regiones corticales adyacentes que
x- den del tipo de estos sonidos que se anticipa. Existe una respuesta
comprenden parte del sistema límbico. Escas relaciones, además del
el anticipatoria similar a estímulos sonoros en algunas neuronas geni­
papel de la olfacción en la emoción y la conducta, se comentan en
es culadas mediales, que sugiere que la transmisión de la información
el capítulo sobre el sistema límbico (cap. 2 1 ) . Adyacente a la corteza
a través del cálamo auditivo (núcleo geniculado medial) y en la cor­
olfatoria primaria se encuentra la corteza entorrinal (área 28), que
teza auditiva está bajo control de contingencias conductuales.
se considera el área cortical olfatoria de asociación o secundaria.
Estudios fisiológicos de la corteza auditiva primaria revelaron
Las lesiones irritativas en la región de la corteza olfatoria dan
que no tiene una función relevante en la discriminación de la fre­
ie lugar a alucinaciones olfatorias que son casi siempre desagradables.
cuencia de sonidos, sino más bien en el patrón temporal de es­
Al igual que en el caso del gusto, estas alucinaciones preceden con
tímulos acústicos. La discriminación de la frecuencia del sonido
p- frecuencia a un ataque epiléptico. Debido a que las alucinaciones
es una función de estructuras acústicas subcorticales. El estímulo
:11 olfatorias ocurren a menudo junco con lesiones en el uncus del ló­
óptimo que estimula unidades corticales auditivas es al parecer una
bulo temporal (incluida la corteza olfatoria), se conocen en clínica
frecuencia cambiante de estímulos sonoros en lugar de un estímulo
11- como ataques uncinados.
de frecuencia constante.
:n El sistema olfatorio es el único sistema sensorial en el que las

as fibras llegan a la corteza sin pasar a través del tálamo. Las funcio­
Corteza de asociación auditiva primaria ( u n i m o d a l ) nes olfatorias básicas necesarias para la acción refleja residen en
ra

:le estructuras subcorticales. Sin embargo, la discriminación de dife­


Junto a la corteza auditiva primaria se halla la corteza de asociación
rentes aromas es una función de la corteza olfatoria.
auditiva primaria (unimodal) (área 22 de Brodmann). Comprende
a)
d área adyacente al giro de Heschl en el giro temporal superior, in­
n. Corteza v e s t i b u l a r p r i m a r i a
cluida la porción posterior del piso de la fisura de Silvia (el plano

temporal). Esta área se relaciona con la comprensión del sonido Existen pocos datos sobre la localización anatómica y las propie­

hablado. El área 22 en el hemisferio dominante se conoce como dades fisiológicas de la corteza vestibular primaria. Se han identifi­

área de Wernicke. Las lesiones de esta área se acompañan de un cado en el hombre muchas áreas corticales quizá relacionadas con

cipo receptivo de afasia, un trastorno de la comunicación que se el procesamiento vestibular. Sin embargo, los diversos métodos

reconoce por la incapacidad del paciente para comprender las pa­ utilizados proporcionan grados variables de precisión y no sumi­

labras habladas. La corteza auditiva de asociación primaria en el nistran una localización precisa. Estudios recientes que emplearon

hemisferio no dominante (derecha) se especializa en la informa­ estimulación cortical en personas sometidas a operación cerebral

ción auditiva no lingüística, como ruidos ambientales, melodías y para el tratamiento de la epilepsia identificaron un área temporo­
calidades tonales del sonido (prosodia). Las lesiones bilaterales de parietal cortical lateral (la corteza vestibular temporoperisilviana)

la corteza auditiva de asociación primaria provocan incapacidad en la cual se inducen con facilidad síntomas vestibulares, incluidas

para reconocer los sonidos (agnosia auditiva) en presencia de audi­ las sensaciones rotatorias. El área que se extiende arriba y abajo de

ción, alerta e inteligencia normales. La desconexión de la corteza la fisura de Silvia, en particular dentro de las áreas de Brodmann

auditiva de asociación primaria (área 22) de la corteza auditiva 40 (giro supramarginal), 2 1 (giro temporal medio) y 22 (área de

primaria (áreas 41 y 42) origina un trastorno que se conoce como asociación auditiva primaria en el giro temporal superior). Se in­

sordera pura a las palabras y que se caracteriza por mala compren­ cluye el opérculo parietal. Las lesiones en el hombre en esca área

sión del lenguaje hablado y mala repetición con comprensión in­ deterioran los juicios perceptuales sobre la orientación y el movi­

tacta del lenguaje escrito. La corteza auditiva de asociación está miento del cuerpo. Sin embargo, estas lesiones no afectan los refle­

conectada a través de la comisura anterior con la corteza prefrontal jos vestibulares del callo cerebral, como el reflejo vescibuloocular.
1

246 / CAPÍTULO 1 7

e1
plement�ria. Las conexiones entre las cortezas motora primaria y
ÁREAS CORTICALES MOTORAS CI
sornestésica son recíprocas. La eferencia contribuye a los sistemas

q
Existen tres áreas corticales cerebrales mayores vinculadas con el de fibras de asociación, comisurales y corticofugales ya descritos.
e;
control motor: La corteza motora primaria es el sitio de origen de casi 30 a 40%
rr
de las fibras del fascículo piramidal. Más aún, todos los axones de
l. Área motora primaria (MI).
lf
diámetro grande (alrededor de 3% de las fibras piramidales) pro­

2. Área motora suplementaria (MII). rr


vienen de neuronas motoras gigantes (de Betz) en la corteza mo­
S(
3. Área promotora. tora primaria. Casi todas las neuronas que contribuyen con fibras
a:
al fascículo corticoespinal tienen como neurotransmisor excitador
� El área motora primaria es coextensiva junto con el
n
glutamato o aspartato. La ablación de la corteza motora prima­
� área 4 de Brodmann y las áreas motoras suplementaria y
ria causa parálisis flácida (hipotónica) en la mitad contralateral
premotora son coextensivas respecto del área 6. Las áreas
�el cuerpo acompañada de pérdida de todos los reflejos. Con el
p
motoras suplementaria y premotora en conjunto representan la
6
tiempo se recupera el movimiento estereotipado en las articulacio­
corteza motora no primaria. Las tres áreas motoras difieren en su
SI
nes proximales, pero permanece deteriorada la función de múscu­
excitabilidad eléctrica, propiedades neuronales funcionales y conec­
n
los distales relacionada con el movimiento hábil. De igual manera,
tividad. Reciben aferencias de distintos núcleos talámicos y tienen
1(
aparecen reflejos miotáticos exagerados y el signo de Babinski.
diferentes conexiones corticocorticales y proyecciones eferentes.
a
Aunque la corteza motora primaria no es la única área de la
c
Área motora p r i m a r i a ( M I ) �u.al. pueden in�u�irse movimientos, se caracteriza no obstante por
fi
imciar un movirruento sumamente experimentado a un umbral de
El área motora primaria (fig. 17-18) corresponde al giro precen­
d
estimulación más bajo que las otras áreas motoras. Los pacientes
tral (área 4 de Brodmann). En la superficie medial del hemisferio,
epilépticos con una lesión en la corteza motora primaria manifies­
e
el área motora primaria comprende la parte anterior del lobulillo
c
tan muchas veces un patrón convulsivo (epiléptico) que consiste
paracentral. La mitad contralateral del cuerpo está representada en
y
en progresión del movimiento epiléptico de una parte del cuerpo a
el área motora primaria en una forma precisa, pero desproporcio­
otra en una secuencia característica que corresponde a la represen­
p
nada,. y da lugar al homúnculo motor en la misma forma que la
e
tación del cuerpo en la corteza motora. Este fenómeno se conoce
descnta para la corteza somestésica primaria. La estimulación de
p
en clínica como marcha jacksoniana, por el neurólogo inglés John
la corteza motora en seres humanos conscientes produce movi­
n
Hughlings-lackson. Estudios neurofisiológicos de neuronas de la
miento contralateral discreto y aislado limitado a una articulación
s
corteza motora revelan que es posible registrar potenciales de acción
o un músculo. Se observan respuestas bilaterales en músculos extra­
r,
d� �euronas motoras en la corteza unos 60 a 80 mseg antes del mo­
oculares. y de la cara, lengua, mandíbula, laringe y faringe. En con­
vrrruento muscular. Más aún, se han identificado dos tipos de neu­
secuencia, la corteza motora primaria funciona en el inicio de mo­
d
r��as en la corteza motora. Son la neurona grande con un patrón
vimientos finos muy hábiles, como abotonar una camisa o coser.
r
fasico de descarga y una neurona más pequeña que descarga en un
La representación de las regiones corporales en la corteza mo­
t,
patrón tónico. Experimentos en animales conscientes que llevaban
tora contralateral no es al parecer rígidamente fija. Por consiguiente,
a cabo lab�res específicas demostraron que la frecuencia de descarga
¡:
la estimulación repetida del área del pulgar induce el movimiento
¡:
se correl�c1?na en alto grado con la fuerza que se ejerce para efectuar
de este dedo, seguido después de un tiempo por su inmovilidad y
e
un movirruento específico. Las neuronas motoras que inervan un
movimiento del dedo índice o incluso de la muñeca. A menudo se
e
músculo determinado suelen agruparse entre sí en una forma co­
int�rpreta que ello significa que en el área del pulgar de la corteza las
lumnar. Aunque algunas neuronas motoras pueden estimularse de
unidades motoras que controlan el dedo índice y la muñeca tienen
un.área amplia, cada una t)�ne un mejor punto desde el cual puede
un umbral más alto de estimulación que las que controlan el pulgar.
estimularse con mayor facilidad. Estos puntos mejores se limitan a
El área motora recibe fibras del núcleo ventrolateral del tá­
un área cilíndrica de la corteza de alrededor de 1 mm de diámetro.
lamo, la principal área de proyección del cerebelo, y también fibras

de la corteza somestésica (áreas 1 , 2 y 5) y la corteza motora su-

Área motora s u p l e m e n t a r i a ( M il )

Área 6 Área 4
Campo frontal El área motora suplementaria se ubica en la superficie medial del

del ojo (área 8) lóbulo frontal, adelante de la extensión medial de la corteza motora

primaria (área 4). Corresponde en general a las extensiones media­


Giro frontal
les del área 6 de Brodmann. Aunque desde hace mucho tiempo se
medio

conoce la existencia del área motora en la superficie medial de la

co�teza frontal rostral respecto del área precentral de la pierna de

pnmates, Penfield y Welch fueron los primeros que llamaron en

1949 y 1 9 5 1 a esta porción de la corteza área motora suplemen­

taria. Se definió un homúnculo para el área motora suplementaria

en el que la cara y las extremidades superiores están representadas

de manera rostral en relación con las extremidades inferiores y el

tronco. La estimulación en el ser humano suscita un movimiento

complejo en preparación para asumir posturas características.

Aunque la estimulación del área motora suplementaria induce

labores motoras simples, es mucho menos importante el papel de

esta área en ellas y es probable que sea subsidiaria de la del área

motora primaria. Por otra parte, el área motora suplementaria

adopta mayor importancia en la ejecución de labores motoras sim­

Figura 17-18. Esquema del área motora primaria (área 4), el área ples como un mecanismo compensador cuando está destruida el

premotora (área 6) y el c a m p o frontal del ojo (área 8). área motora primaria. El área motora suplementada parece crucial
CORTEZA C ER EB R A L / 247

en la organización temporal del movimiento, en especial en la eje­ El área premorora (fig. 1 7 - 1 8 ) se localiza en el lóbulo frontal apenas

cución secuencial de múltiples movimientos y en labores motoras anterior al área motora primaria. Corresponde al área 6 de Brodrnann,

que exigen recuperación de la memoria motora. Se han identifi­ El área premotora se relaciona con la función motora voluntaria de­

cado células en el área motora suplementaria en respuesta a movi­ pendiente de aferencias sensoriales (visuales, auditivas, somatosenso­

mientos de los músculos de las extremidades proximales y distales, riales). La estirnulación del área prernorora produce un movimiento

ipsolarerales y conrralarerales. Las neuronas del área motora suple­ grueso estereotipado que requiere coordinación entre muchos múscu­

mentaria difieren de las neuronas del área motora primaria porque los, como movimientos de giro de la cabeza, los ojos y el tronco hacia

sólo un pequeño porcentaje (5%) de las primeras contribuye con el lado opuesto, elevación del brazo, flexión del codo y pronación de

axones al fascículo piramidal y estas neuronas tienen una aferencia la mano. El umbral de estímulos que suscita respuestas de esta área es

notable de la periferia y se activan de manera bilateral. más airo que el necesario para la corteza motora primaria.

La corteza motora suplementaria está conectada de modo recí­ En sujetos normales, el área premorora muestra un incremento

proco con las cortezas motora primaria (área 4), premotora (área de la actividad cuando se llevan a cabo rutinas motoras en respuesta

6) y somatosensorial (áreas 5, 7) ipsolarerales y la corteza motora a indicios visuales, auditivos o somarosensoriales, como alcanzar un

suplementaria conrralateral. Las proyecciones subcorticales al área objeto en el espacio, obedecer una instrucción hablada o identifi­

motora suplementaria discurren sobre todo desde los ganglios basa­ car un objeto mediante manipulación. El área premorora influye

les a través del cálamo. Asimismo, se ha demostrado que existe una en el movimiento a través del área motora primaria o de manera

aferencia del cerebelo por la vía de los ganglios basales. Las proyec­ directa por sus proyecciones a los sistemas piramidal y cxtrapira­

ciones subcorticales de la corteza motora suplementaria son pro­ midal. Cerca de 30% de las fibras piramidales se origina en el área

fusas hacia parres del núcleo caudado y el puramen y en dirección premorora. Esta última se activa cuando se establece un nuevo pro­

de los núcleos ralámicos ventrales anterior, lateral y dorsomedial. grama motor o se cambia este último con base en la información

Cerca de 5% de las neuronas de la corteza motora suplementaria sensorial recibida, por ejemplo cuando el sujeto explora el ambiente

contribuye con fibras al fascículo corticoespinal. Daros anatómicos u objetos. La ablación de la corteza premorora en el hombre oca­

y fisiológicos disponibles sugieren que el área motora suplementaria siona muchas veces un déficit en la ejecución del movimiento há­

podría ser el sitio en el que se equiparan aferencias e instrucciones bil, secuencial y complejo, como caminar. Este déficit se conoce

externas, por un lado, y necesidades e impulsos internos, por otro, en clínica como apraxia ideornorora. En este síndrome el paciente

para facilitar la formulación (programación) de una conducta de tiene dificultades para caminar, aunque no existe parálisis motora

movimiento voluntario. El umbral de esrimulación del área motora voluntaria. En la actualidad se piensa que el refl.ejo de prensión que

suplementaria es más alto que el de la corteza motora primaria y las en la bibliografía antigua se atribuía a lesiones del área premotora,

respuestas inducidas son ipsolaterales o bilaterales. se debe a la participación de la corteza motora suplementaria.

En contraste con pruebas de estudios fisiológicos, pocos informes Algunos neurocientíficos consideran un poco artificial la sepa­

de casos clínicos describen efectos persistentes en la conducta moto­ ración de la corteza motora en áreas motora primaria y motora no

ra de daño al área motora suplementaria. En la fase aguda, los pacien­ primaria. Sin embargo, una consideración más atenta de este rema

tes tienen una reducción global del movimiento (acinesia) que es en justifica esta distinción a partir del umbral de estímulos que induce

particular notable en el lado contralateral a la lesión y un refl.ejo de respuestas motoras (mucho más bajo en el área motora primaria)

prensión. Las lesiones en el área motora suplementaria del hemisferio y del tipo de movimiento que se provoca por la estimulación (sirn­

dominante se acompañan de un deterioro grave del habla espontánea ple del área motora primaria en comparación con un movimiento

con preservación de la repetición. Las más de las veces estas manifes­ complejo coordinado de las áreas que no son primarias). '

taciones son transitorias y se resuelven en el transcurso de unas cuan­ Aunque, al parecer, la actividad neural relacionada con cada uno

tas semanas. El trastorno más duradero de la conducta motora noti­ de los múltiples aspectos del control motor está distribuida en diver­

ficado que ocurre en el hombre después de lesiones del área motora sas áreas corticales, en circunstancias específicas que requieren cierta

suplementaria fue una afectación de los movimientos alternativos de variedad de conducta motora se usa de preferencia un área motora

las dos manos. Otras manifestaciones clínicas, de causa incierta, vin­ individual (motora primaria, premotora, motora suplementaria).

culadas con lesiones del área motora suplementaria son hipertonía, Pese a ello, en situaciones clínicas se afectan con mayor frecuencia

aumento de los refl.ejos rniotáticos, clono y signo de Babinski. todas las áreas juntas durante procesos patológicos, sea una oclusión

El área motora suplementaria habitual incluye dos regiones vascular o una hemorragia que causan accidente vascular cerebral o

separadas: una caudal (la propia área motora suplementaria), que un rumor que invade esta región de la corteza. En estas circunstan­

tiene conexiones recíprocas con el área motora primaria y se pro­ cias, las manifestaciones clínicas pueden dividirse en las que se ob­

yecta a la médula espinal, y otra rostral (área motora presuplernen­ servan de inmediato después del inicio de la anomalía y aquellas que

taria) que recibe proyecciones de las cortezas prefrontal y el cíngulo. se presentan unos cuantos días o semanas más tarde. Las primeras

La aferencia de los ganglios basales llega a la región caudal, en tanto consisten en-pérdida de todos los refl.ejos e hiporonía de los músculos

que la aferencia cerebelosa lo hace a la región rostral. En esta última afectados. Sin embargo, en el transcurso de horas o días se recupera

prevalecen respuestas neuronales a estímulos visuales, mientras que el movimiento estereotipado, en particular en músculos proximales,

en la región caudal prevalecen respuestas somatosensoriales. La ur­ cambia la hipotonía a hipertonía, la arrefl.exia se transforma en re­

gencia para iniciar el movimiento en seres humanos sólo se activa fl.ejos miotáticos hiperactivos y aparece un signo de Babinski. No

desde la región rostral. obstante, no se deterioran los movimientos discretos en músculos

distales. Este cuadro clínico suele reconocerse después de un acci­


Área pi'emotora
dente vascular cerebral que incluye esta región de la corteza.

El concepto de una corteza premotora lo propuso por primera vez

Campbell en 1 9 0 5 , que la denominó corteza precentral intermedia. Campos oculares corticales

El término corteza premorora la utilizó por primera vez Hines en


A. MOVIMIENTOS SACÁDICOS DEL OJO
1929. La corteza premotora tiene un desarrollo filogenético rele­

vante. En tanto que en los monos el área premorora posee el mismo Los movimientos sacádicos son movimientos oculares rápi­

tamaño que el área motora primaria, en el hombre es casi seis veces dos con una nueva fijación rápida de la visión de un punto

más grande que esta última. a otro sin interés en los puntos intermedios. Estudios de to-
248 / CAPÍTULO 1 7

mografía por emisión de positrones (T EP) y de lesiones indican q ue En el hombre ocurren con mayor frecuencia desviaciones con­

las áreas cerebrales más importantes para el control sacádico son: a) la jugadas de los ojos después de lesiones en el hemisferio derecho

co rteza parietal posterior y b) la corteza premotora frontal. L a corteza que en las del izquierdo. No hay una explicación para estas altera­

parietal posterior (l a certeza en la región posterior del surco intrapa­ ciones, aparte de que pueden relacionarse con el síndrome de ne­

rietal y el lóbulo parietal superior adyacente) se activa por la corteza gligencia que se vincula más a menudo con lesiones del hemisferio

visual primaria durante sacadas en las que hay un objetivo visual. derecho. Por lo regular se identifican asimismo desviaciones con­

En el procesamiento sacádico participan tres áreas en el ló­ jugadas de los ojos con lesiones que no afectan el campo frontal

bulo frontal: a) el campo ontal


fr del ojo (área 8 de B rodmann) , del ojo, pero que interrumpen las conexiones entre los campos del

b) la corteza pre fr ontal dorsolateral ( área 46 de Brodmann) y c) ojo pariera! posterior y frontal o sus proyecciones subcorticales.

el campo suplementario del ojo (parte anterior del área motora 2. Campo suplementario del ojo. Schlag definió por primera vez
suplementaria ) . L os campos oculares frontal y suplementario se
en 1985 un área o cu lomotora en la corteza fr ontal separada del
activan durante todos los tipos de movimientos sacádicos. L a cor­ campo fr ontal del ojo. Tiene una ubicación rostral respecto del área

teza prefronral dorsolateral se activa en la fijación. motora suplementaria (MII) en la superficie medial del hemisferio.

l. Campo frontal del ojo. El campo fr ontal del ojo ( fig. 17-18) El campo suplementario del ojo recibe múltiples aferencias corti­

se localiza en el giro frontal medio, anterior respecto de la porción cales, en especial de la corteza prefrontal y la parte posterior del

delantera de la franja motora o en ella. C orresponde al área 8 de hemisferio cerebral. El campo suplementario del ojo se proyecta al

B rodmann y la corteza inmediatamente adyacente. El campo fr on­ campo frontal del ojo y los núcleos subcorticales que intervienen en

tal del ojo desencadena sacadas intencionales (voluntarias) a blancos los movimientos oculares (colículo superior y formación reticular).

visibles en el ambiente visual, localizaciones b lanco recordadas o el El campo suplementario del ojo actúa en el desencadenamiento

sitio en donde se anticipa la aparición del b lanco. Estos movimientos de secuencias de sacadas y el co ntrol de sacadas relacionadas con

ayudan a la exploración intencional del ambiente visual. El campo una programación motora compleja , como las q ue se ll evan a cabo

frontal del ojo recibe múltiples aferencias corticales, en particular durante los movimientos de la cabeza o el cuerpo (sacadas espacio­

de la corteza parietooccipiral, el campo suplementario del ojo y la tópicas).

corteza prefrontal (área 46 de B rodmann) . El campo fr ontal del ojo 3. Campo parietal posterior del ojo. El campo parietal pos t erior

produce sacadas intencionales (voluntarias) a través de conexiones a del ojo corresponde a las áreas 39, 40 y 19 de B rodmann . Esta

los núcleos de los músculos extraoculares en el tallo cerebral. L a vía área desencadena sacadas reflexivas, visualmente guiadas. Ejerce su

del c¡a mpo ontal del ojo a los núcleos del movimiento extraocular
fr in fl uencia en los movimientos sacádicos del ojo a través de sus

no es directa s ino que comprende múltiples núcleos reticulares del conexiones con el campo fr ontal del ojo o de manera directa con

tallo' cerebral, in cl uido el colículo superior, el núcleo intersticial el colículo superior. os pacientes con lesiones en el campo parie­
L

del fa scículo longitudinal medial y la fo rmación reticular pontina tal posterior del ojo pierden sacadas reflexivas guiadas de modo

paramediana. Las lesiones irritantes en el campo frontal del ojo, por visual, pero son capaces de mover sus ojos en respuesta a instruc­

ejemplo en un foco epiléptico, desvían ambos ojos en una direc­ ciones (sacadas intencionales).

ción contralatera] a la lesión irritativa (fig. 1 7 - 1 9 ) . Por el co ntrario,


8. ÁREAS CORTICALES QUE PREPARAN SACADAS
la ablación del campo frontal del ojo tiene como resultado desvia­

ción de los ojos hacia el lado de la ablación (fig. 1 7 - 1 9 ) a consecuen­ Tres áreas corticales que no participan de modo directo en el desen­

cia de la acción sin oposición del campo del ojo fr ontal intacto. Este cadenamiento de sacadas tienen funciones relevantes en la planea­

padecimiento se encuentra en personas con oclusión de la arteria c i ó n , integración y ordenación cronológica de sacadas. La corteza

cerebral media, que irriga la mayor parte de la superficie lateral del prefronral (área 46 de Brodmann) tiene un papel en la planeación

hemisferio, in cl uido el campo frontal d el ojo. Como efecto de la de sacadas a localizaciones blanco recordadas. En la integración

oclusión arterial, sobreviene un infarto (muerte) del tejido cortical. visuoespacial participa el lóbulo parietal inferior. Las lesiones bi­

Estos enfermos tienen parálisis de la cara y las extremidades (las su­ laterales en esta área producen el síndrome de Balint, llamado así

periores más que las inferiores) contralaterales al lado de la oclusión por el neurólogo húngaro Rudolph Balint (ataxia óptica, apraxia

arterial y desviación conjugada de los ojos hacia la les ión cortical. ocular, parálisis psíquica de la fijación visual), un raro síndrome

caracterizado por incapacidad para dirigir los ojos hacia un cierto

punto en el campo visual a pesar de conservarse intactos la visión


Izquierda Dere cha Izquierda Dere cha
y los movimientos oculares. Al parecer, el hipocampo controla la

memoria temporal de trabajo necesaria para el orden cronológico

de secuencias sacádicas.

C. MOVIMIENTOS DE S E G U I M I E N TO U N I F O R M E DEL OJO

Desvia ción ips olateral Des v ia c i ó n co njugada


Los de seguimiento uniforme son movimientos lentos del ojo que
co njugada (acción sin contralateral
se inician por un objeto en movimiento. El objetivo del sistema
oposición del área intacta 8)
de seguimiento es producir una velocidad de la mirada equiva-

lente a la del objeto en movimiento. A diferencia de las

sacadas, los movimientos de seguimiento uniforme no

pueden ocurrir en la oscuridad. Para que se presenten re-

quieren un estímulo visual. Las áreas corticales que participan en

el seguimiento uniforme incluyen la región ternporooccipital y el

campo frontal del ojo. Cada una de estas áreas tiene proyeccio­

nes directas a neuronas del tallo cerebral que impulsan el segui­


Abla ción del área 8 ( derecha) Estimula ción del área 8 (dere c ha)
miento. Aferencias de la corteza visual primaria impulsan la región

Fiyura 17-19. Rep re s ent ació n de l os efectos de a


l e s t i mu l ación y rernporooccipiral. Otras dos áreas corticales (las cortezas pariera!

las le sio n e s en los cam p os fro n tal e s del ojo en los movimie n to s ocu­ posterior y temporal superior) pueden contribuir al seguimiento

l a r es co n j u gados. uniforme de forma indirecta a través de la atención visual. En el


4

CORTEZA C E R EB R A L / 249

hombre, las lesiones específicas en la corteza temporooccipitopa­ Área de Fascículo arqueado

Broca ;.
rieral relacionadas con déficit del seguimiento uniforme corres­

ponden a las áreas de Brodmann 1 9 , 37 y 3 9 . Las lesiones en el

campo frontal del ojo se acompañan también de déficit en el se­

guimiento uniforme. Las vías corticofugales de los movimientos

de seguimiento uniforme siguen dos vías. La primera pasa de la

corteza rernporooccipiroparieral al núcleo pontino dorsolateral en

la parte media del puente de Varolio, a través del segmento poste­

rior de la cápsula interna. La segunda cursa del campo frontal del

ojo al núcleo ponrino dorsolateral y el núcleo pontino tegmenta­

rio reticular. Las áreas corticales para el seguimiento uniforme se

proyectan asimismo al llóculo del cerebelo después de relevos en

el núcleo pon tino dorsolateral. A su vez, el llóculo se proyecta a los

núcleos vestibulares, que se conectan con núcleos de los nervios

craneales del movimiento extraocular (NC III, IV, VI).

Las lesiones del hemisferio cerebral deterioran el seguimiento


Área auditiva primaria
ocular de forma ipsolareral o en ambos lados, en tanto que las

de la fosa posterior alteran el seguimiento ocular contralateral o

ipsolateral. Esta variabilidad tal vez indica la participación de una

supuesta vía de seguimiento que cruza de los núcleos pontines al


Figura 17-20. Esquema de la t r a n s m i s i ó n de los símbolos a u d i t i ­
cerebelo y a continuación consiste en una proyección unilateral
vos de la corteza auditiva primaria al área de Wernicke para la com­
del cerebelo a los núcleos vestibulares.
prensión y a través del fascículo arqueado hacia el área del h a b l a de

Broca.
ÁREAS CORTICALES D E L L E N G U A J E

El lenguaje es un medio arbitrario y abstracto para representar los


(giro de Heschl, áreas 4 1 y 42) en el giro temporal superior y se
procesos del pensamiento mediante frases y formular conceptos o
transmite al área de Wernicke adyacente en donde se comprende
� ideas por medio de palabras. El sistema neural del lenguaje
(fig. 17-20). Las lesiones en el área de Wernicke se acompañan de
� está constituido por muchos componentes en varias áreas
un tipo de afasia (sensorial, receptiva, posterior, afluente) en que los
del cerebro. Casi todos los componentes del sistema del
pacientes tienen dificultad para comprender el lenguaje hablado.
lenguaje se hallan en el hemisferio izquierdo. Este último es el he­

misferio dominante del lenguaje en alrededor de 9 5 % de los seres


Área de Broca
humanos, determinado mediante estudios de imagenología funcio­

nal y estimulación cortical. Casi todas las personas diestras y cerca


El área de Broca, llamada así por el anatomopatélogo francés
de dos tercios de las zurdas tienen esta dominancia. Un trastorno de
Pierre Paul Broca, que definió esta área en 1861, comprende la
la función del lenguaje ( afasia o disfasia) incluye alteraciones de la 1
parte posterior del giro triangular (área de Brodmann 45) y el giro
capacidad para comprender (descodificar), programar (codificar), o
opercular adyacente (área de Brodmann 44) en el giro frontal in­
ambas cosas, los símbolos necesarios para la comunicación. El área
ferior del hemisferio dominante (fig. 1 7 - 2 1 ) . El área de Broca re­
cortical del hemisferio izquierdo que participa invariablemente en
cibe aferencias del área de Wernicke a través del fascículo arqueado
la afasia es un núcleo central que rodea la fisura de Silvio, que in­
(fig. 17-20). Dentro del área de Broca se formula un programa de
cluye el área de Wernicke, el fascículo arqueado, el giro angular y

el área de Broca. Esta área central perisilviana está rodeada por una

región más grande en la que ocurre afasia con menos frecuencia.


Area motora del habla Corteza motora primaria
Por tradición, se ha establecido una distinción entre dos prin­ (área de Broca)

cipales áreas corticales del lenguaje: a) de Wernicke y b) de Broca.

Las dos áreas están unidas por un haz largo de fibras de asociación:

el fascículo arqueado.

Área de Wernicke

El área de Wernicke, denominada así por el neurólogo alemán

Karl Wernicke, comprende una región extensa que aloja la parte

posterior del giro temporal superior (área de Brodmann 22), in­

cluido el plano temporal en el piso de la fisura de Silvio, y el área

de unión parierooccipirorernporal, incluido el giro angular (área de

Brodmann 39). El último componente es una adición reciente al

área de Wernicke no incluida en el área descrita originalmente por

este autor. En la mayoría de las personas, la parte superior del área

22, el plano temporal, es mucho más larga en el lado izquierdo (he­

misferio dominante del lenguaje). El área de Wernicke se relaciona

con la comprensión del lenguaje. El componente del giro temporal

superior del área de Wernicke (área 22) se vincula con la compren­

sión del lenguaje hablado, mientras que el giro angular (área 39) y

las regiones adyacentes lo hacen con la comprensión del lenguaje

escrito. El lenguaje hablado se percibe en el área auditiva primaria Figura 17-21. Representación del área del habla de Broca.
250 / CAPÍTULO 1 7

coordinación para la vocalización. Los elementos del programa se se transportan representaciones visualizadas como palabras o imáge­

transmiten a la cara, la lengua, las cuerdas vocales y áreas faríngeas nes de la corteza visual (áreas 17, 1 8 y 19) al giro angular (área 39),

de la corteza motora para la ejecución del habla. El área de Broca que a su vez suscita la forma auditiva correspondiente de la palabra

también está conectada con el área motora suplementaria, que se en el área de Wernicke (fig. 17-22). Desde esca última, se releva la

relaciona con el inicio del habla. Las lesiones en el área de Broca información al área de Broca a través del fascículo arqueado.

se acompañan de un cipo de afasia (motora, anterior, expresiva,

sin fluidez), que se distingue por incapacidad del sujeto para ex­ Hemisferio derecho y lenguaje
presarse por sí mismo. Estos enfermos pueden comprender el len­
Aunque varias áreas en el hemisferio izquierdo son dominantes en
guaje (área de Wernicke intacta).
la recepción, programación y producción de la función del len­
Estudios eleccrofisiológicos y del flujo sanguíneo cerebral
guaje, las áreas correspondientes en el hemisferio derecho durante
confirmaron el papel del área de Broca en la expresión del habla.
el habla son activas en sentido metabólico. Se piensa que escas
Registros obtenidos con electrodos en el cuero cabelludo colocados
áreas se relacionan con la función melódica del habla (prosodia).
encima del área de Broca revelaron un potencial negativo lento de
Las lesiones en escas áreas del hemisferio derecho tornan amelódica
varios segundos de duración que aparece sobre dicha área uno a dos
(aprosódica) el habla. Por ejemplo, las lesiones en el área 44 del
segundos antes de pronunciar palabras. La escimulación del área
lado derecho tienen como resulcado un habla monotónica amor­
de Broca en individuos conscientes puede inhibir el habla o dar
tiguada. Por otra parce, las lesiones en el área 22 del lado derecho
por resultado la articulación de sonidos vocales. Estudios de flujo
pueden conducir a una incapacidad del paciente para detectar la
sanguíneo cerebral demostraron un incremento notable de éste en
inflexión del habla. Es posible que estos enfermos no sean capaces
el área de Broca durante el habla.
de diferenciar si una observación particular indica la afirmación de
Datos recientes de estudios de imágenes funcionales del cere­
un hecho o su cuescionamienco.
bro humano revelan que, además de intervenir en el lenguaje, el

área de Broca también se activa durante labores no lingüísticas,

como la observación del movimiento de los dedos de la mano y el LOCALIZACIÓN CORTICAL DE LA M Ú S I C A


reconocimiento de señas manuales.
Con la asignación de funciones específicas a cada hemisferio, surge

la pregunta sobre el hemisferio especializado para la música. En


Fascículo arqueado
este contexto es necesario separar la percepción de la ejecución

El f:iscículo arqueado (fig. 17-20) es un haz de fibras de asocia­ musicales por el oyente casual, sin experiencia, y el profesional de

c i ó n - largo que enlaza las áreas del habla de Wernicke y Broca. El la música. Si bien un oyente sin experiencia percibe la música en

daño del fascículo arqueado se acompaña de deterioro de la repeti­ su concomo melódico total, el profesional la escucha como una

ción del lenguaje hablado. relación entre elementos y símbolos musicales (lenguaje). Con este

cipo de análisis es concebible que el oyente sin experiencia perciba


S e c u e n ci a de actividades corticales durante la música en el hemisferio derecho, en canco que el profesional

el procesamiento del lenguaje lo haga en el hemisferio izquierdo. Por otra parce, la ejecución

musical (canco) es al parecer una función del hemisferio derecho al


La secuencia de actividades corticales complejas durante la produc­
margen del conocimiento y entrenamiento musicales.
ción del lenguaje puede resumirse como sigue: cuando se escucha

una palabra, la eferencia del área auditiva primaria (giro de Heschl)

se lleva al área de Wernicke adyacente, en donde se comprende la


OTRAS ÁREAS CORTICALES

palabra (fig. 17-20). Si se expresa una palabra, se transmite el patrón


Además de las áreas corticales comentadas, la corteza cerebral
comprendido a través del fascículo arqueado del área de Wernicke a
incluye otras áreas importantes en términos funcionales que com­
la de Broca en el giro frontal inferior (fig. 17-20). Si se lee la palabra,
prenden la corteza prefroncal mulcimodal (heterornodal) y la cor­

teza parietal poscerolaceral (asociación mayor). Las cortezas mulci­

modales se vinculan con más de una modalidad sensoriornotora.

En realidad tuvieron una expansión mayor en el hombre respecto

de los animales.

Corteza prefrontal

La corteza prefrontal (fig. 17-23) comprende la mayor parce del ló­

bulo frontal rostral a la corteza premocora (área 6). Incluye las áreas

de Brodmann 9, 1 O, 1 1 , 1 2 y 46, localizadas en las superfi­

cies medial, lateral y orbitaria del lóbulo frontal. Como re­

gla, las respuestas motoras no se inducen por escimulación

de esca área del lóbulo frontal. La corteza prefrontal sólo está bien

desarrollada en primates y sobre codo en seres humanos. Se piensa

que tiene una función en la conducta afectiva y el juicio. Se han

Área de obtenido indicios de las funciones de la corteza prefroncal al estu­


Wernicke
diar a pacientes con daño del lóbulo frontal, como Phineas Gage,

Corteza visual el trabajador ferrocarrilero de Nueva Inglaterra que fue golpeado

por una barra gruesa de hierro que penetró en la corteza prefroncal.

De forma milagrosa sobrevivió, pero con un cambio notable de

Figura 17-22. E s q u e m a de la transmisión de la eferencia del área su personalidad. Si bien anees de la lesión era un supervisor efi­

v i s u a l primaria al giro a n g u l a r en d o n d e se i n d u c e la forma auditiva ciente y capaz, después del accidente no era apto para llevar a cabo

de la palabra del área de Wernicke. ese trabajo. Se tornó caprichoso y dejó de comprender el lenguaje
CORTEZA CEREBRAL 251

Corteza Área 6 Área 4 labores y falca de reconocimiento o preocupación. Un síntoma ca­

prefrontal racterístico en seres humanos con lesiones del lóbulo prefroncal es

a la perseverancia, una repetición conductual inapropiada (conducta

a de habla o motora). En años pretéritos se recurrió a la ablación

quirúrgica de la corteza prefroncal (lobotomía prefroncal) para el

tratamiento de personas con trastornos mentales, esquizofrenia y

dolor refractario. En este último grupo, el efecto de la operación

no era aliviar la sensación de dolor sino más bien alterar la reacción


1
afectiva (sufrimiento) del paciente al dolor. Escas enfermos sienten

aún dolor pero se tornan indiferentes a él. La ablación del área pre­
e
froncal en sujetos con una afección menea! se sustituyó en gran me­
s
dida por la administración de medicamentos psicofarmacológicos.

A través de sus interconexiones con las cortezas de asociación de


a
otros lóbulos y con el hipotálamo, el cálamo medial y la amígdala,
:1

la corteza prefroncal recibe información sobre codas las modalida­

des sensoriales y estados mocivacionales y emocionales.


)

Corteza de a s o ci a ci ó n mayor
s
Figura 17-23. Representación de la corteza prefrontal.
e
La corteza de asociación mayor (fig. 17-24) se refiere al giro supra­

marginal y angular en el lóbulo parietal inferior. Corresponde a las

de su profesión. Las lesiones en la corteza prefroncal ocasionan un áreas 39 y 40 de Brodmann. Se encontró que la corteza de

deterioro de las funciones ejecutivas, como la coma de decisiones, asociación mayor en el cerebro de Einstein era 15% más

priorización y planeación. Por lo general se vinculan con alteracio­ ancha que en testigos, lo que sugiere un papel en el razona-
e
nes de la emoción y la conducta social. Estos individuos suelen ser miento matemático y visual. La corteza de asociación mayor está co­
1
negligentes en su aspecto, ríen o lloran de modo inapropiado y no nectada con todas las áreas corticales sensoriales y por consiguiente
1
aprecian las normas de conducta y comporcamienco sociales. Son funciona en la percepción multisensorial del orden más alto y com­
e
desinhibidos y muy distraídos. La corteza prefrontal puede consi­ plejo. Su relación con las áreas del habla en los lóbulos temporal y
1
derarse con base en tres divisiones: a) prefronral dorsolaceral (áreas frontal le confiere una función relevante en las habilidades para la
a
9, 10, 46), b) ventromedial (áreas 11 y 12) y c) mesial superior comunicación. Los pacientes con lesiones en la corteza de asociación
e
(mesial 6 y partes de las áreas 9 y 32). El daño del área prefron­ mayor del hemisferio dominante presentan un conjunto de manifes­
a
cal dorsolaceral provoca un deterioro de la memoria de trabajo (a taciones que incluyen afasia receptiva y expresiva, incapacidad para
Li

corco plazo), asignación de la atención y rapidez de procesamiento. escribir (agrafia), incapacidad para sintetizar, correlacionar y recono­
n
El daño del área ventromedial da por resultado un deterioro grave cer percepciones multisensoriales (agnosia), confusión izquierda-de­
ti
de la coma de decisiones y la emoción. El daño del área mesial recha, dificultad para reconocer los diferentes dedos de la mano (ag­

superior influye en la emoción, la motivación y el inicio de la nosia digital) e incapacidad para calcular (acalculia). Estos síntomas

conducta. El daño bilateral tiende a causar alteraciones mayores y signos se agrupan bajo el término de síndrome de Gerstmann.

que el unilateral. En consecuencia, los pacientes con lesiones de la La afectación de la corteza de asociación mayor en el hemis­

corteza prefroncal muestran uno o más de los signos siguientes: de­ ferio no dominante se reconoce a menudo por alteraciones en el

terioro en la coma de decisiones, distracción, labilidad emocional, dibujo (apraxia conscruccional) y el reconocimiento de la imagen

desinhibición social, impulsividad, hiperfagia, falca de planeación, corporal. Escas pacientes tienen dificultad para dibujar un cuadro

emoción restringida, empacía deficiente, fracaso para completar o un círculo o copiar una figura compleja. Muchas veces no reco-

l.

Corteza somestésica primaria CORTEZA MAYOR

DE ASOCIACIÓN

Giro supramarginal

.S

Giro angular

l.

Surco temporal superior


o Figura 17-24. Esquema de la cor­
e
teza de asociación mayor.

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