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Estos cuatro principios son los que definen, en la práctica, a las empresas de cate-
goría mundial. Su utilización está enfocada a empresas con producción continua o
empresas enfocadas al producto.
VALOR AGREGADO
El JAT enfoca todo proceso de fabricación con dos estrategias básicas: Eliminar
toda actividad innecesaria o fuente de despilfarro (desperdicio) y fabricar lo que se
necesite, cuando se necesite y con la máxima calidad. Los “cinco ceros” representan
una sistematización de las metas planteadas en una fabricación JAT:
CERO Defectos
CERO Averías
CERO Stocks
CERO Plazos
CERO Papel
Implica producir sólo exactamente lo necesario para cumplir lo que pide el cliente, es
decir producir el mínimo número de unidades en las menores cantidades posibles
y en el último momento posible, eliminando la necesidad de almacenaje. Esto se
logra porque las existencias mínimas y suficientes llegan justo a tiempo para repo-
ner las que acaban de utilizarse, minimizando el inventario de producto terminado.
Los principios fundamentales del JAT son: flujo, calidad, mantenimiento y com-
promiso.
Flujo y sincronización.
Esta forma de operar tiene varias ventajas, entre las que se resalta la eliminación de
inventarios en proceso y se privilegian la sincronización, el flujo y el equilibrio con
muy poco desperdicio. Entre las facilidades de ésta metodología, se encuentra la
poca necesidad de programación detallada, dado que hay un efecto de jalonar, solo
cuando se requiere el producto, no antes. Esto lleva implícita la capacidad de pro-
ducción, pues no se trata de tener un sistema con procesos (estaciones u operaciones)
que tienen su propia velocidad, sino que todos ellos van al ritmo, a la rapidez que el
sistema mismo requiere. No se hace nada si no se necesita, ese es el mensaje.
Lo usual es que las distribuciones de los procesos estén asignadas formando una U,
con la cual se obtiene no solo un flujo apropiado, sino una comunicación y apoyo
entre las diferentes estaciones.
Ilustración 75.
Distribución celular
El caso del mes de diciembre con 109.865 unidades, se parte de que estas unidades
corresponden a varias referencias de caretas, que se deben producir y vender en 24
días hábiles. La tabla siguiente muestra la demanda del mes de diciembre con las
diferentes referencias de caretas.
Planes similares se elaboran para cada mes, ajustándose a la demanda de los clientes.
Esta es la razón por la cual hay que tratar de estimar muy bien la demanda esperada.
La calidad es el criterio más importante para JAT, por lo tanto no pueden desligarse
las dos. Entendemos calidad como cumplir los requisitos del cliente. Para la metodología
justo a tiempo, cumplir con los requisitos del cliente involucra a toda la organi-
zación y a sus proveedores.
Para el JAT, calidad en la fuente significa que las cosas siempre se hacen bien desde
la primera vez. Esto implica: tener un producto bien diseñado, una rigurosa selección
de proveedores y se deben convertir en una extensión de la empresa. Además, den-
tro de la empresa todos deben estar comprometidos con la calidad, la calidad es de
todos. La calidad se produce, no se revisa: ésta es la máxima a tener en cuenta.
PRODUCCIÓN JUSTO A TIEMPO (JAT) 151
Ilustración 76.
Relación cliente - proveedor
152 CAPÍTULO 8 METODOLOGÍAS ESPECIALES DE PLANEACIÓN DE OPERACIONES
Un segundo aspecto en TPM tiene que ver con el alistamiento de las máquinas.
Cuando se pasa de hacer un producto de una referencia determinada, a otro pro-
ducto de otra referencia distinta, es necesario alistar las máquinas. En este punto
no se trata únicamente de que las máquinas queden funcionando bien, se trata de
que el alistamiento sea lo más rápido posible, lo que se conoce como SMED o alis-
tamiento rápido.
Como puede observarse en la ilustración anterior, el TPM tiene su base en las 5S, las
que se apoyan en ocho pilares fundamentales para lograr el mantenimiento productivo
total. El objetivo final del TPM es cero defectos, cero averías y cero accidentes.
Para que el JAT opere, para que el TQM sea eficaz, o para que el TPM dé sus resul-
tados, se requiere el compromiso tanto de los directivos como de los empleados.
Quien tiene contacto con las máquinas, con los procesos y con los productos es el
operario, por tal razón, es necesario tomarse el tiempo suficiente para seleccionar
a los mejores, para hacerlos cada vez mejores y para que permanezcan los mejores.
154 CAPÍTULO 8 METODOLOGÍAS ESPECIALES DE PLANEACIÓN DE OPERACIONES
2. Manufactura esbelta
(Lean manufacturing o LM)
Se puede decir que el Lean Manufacturing es la versión occidental del Justo a Tiempo.
La idea que se pretende comunicar con esta filosofía, es que ella está en una escala
superior al JAT. Se define LM (Lean Manufacturing) como una filosofía para operar
un negocio, enfocada en la eliminación del desperdicio, con reducción de costos,
calidad superior y entregas más rápidas al cliente.
LM se apoya en el Six Sigma para hacer de ella una poderosa mezcla. Se fundamen-
ta en seis principios clave (Leansolutions, 2018):
El objetivo del LM es fabricar productos de alta calidad, al costo más bajo posible
y en el menor tiempo posible. Busca integrar todas las operaciones posibles en un
sistema productivo, enfocado en agregar valor (Socconini, 2015).
La respuesta que planteó a la pregunta del objetivo de toda organización fue muy
obvia. Toda empresa busca “ganar dinero”. Esa es su meta, ese es su objetivo. Al
proceso ideado por el autor citado se le llamó “Teoría de las Restricciones”. Para al-
canzar la meta, toda empresa debe monitorear constantemente, controlar y mejorar
sus resultados financieros y sus resultados operativos.
DEFINICIÓN
9
Este epígrafe se construye con base en el libro La Meta, de Goldratt & Cox, 1998)
156 CAPÍTULO 8 METODOLOGÍAS ESPECIALES DE PLANEACIÓN DE OPERACIONES
mejora continua. Se parte del supuesto de que cualquier sistema tiene al menos una
restricción. Si no fuera así, se podría generar una cantidad infinita de productos (lo
que es utópico).
TOC se explica más fácilmente a través del uso de la analogía de una “cadena”: “Una
cadena es tan resistente como la resistencia de su eslabón más débil”, Al entender
una organización como una cadena donde cada área, proceso o departamento es un
“eslabón”, nos cuestionamos sobre qué restricciones tiene la empresa para conseguir
la meta. ¿Cómo manejar esta situación? TOC recomienda que al concentrarnos en
gestionar el eslabón más débil (la restricción), podremos lograr un mejoramiento
sustancial en la organización.
Si se piensa que una empresa está para un propósito más grande que “reducir inven-
tarios” y “reducir costos”, entonces para poder realizar un proceso sustancial hacia
el logro de “la meta” se debe hacer crecer la empresa, enfrentando las restricciones
de forma lógica y sistemática. Goldratt & Cox (1998) presentan su teoría como un
proceso de mejoramiento continuo muy particular, el cual consiste en pasar por un
ciclo de mejora indefinido.
Estas cifras son válidas en el caso de la empresa de caretas, dado que solo se dedica a
producir este artículo. Las condiciones de este negocio particular hacen que sea muy
rentable y muy productivo, a pesar de las políticas que ha establecido la dirección.
Una herramienta que puede ser apoyo para dichas metodologías, es el denominado
MRP, el cual consiste en mantener un programa muy controlado de los tiempos e
inventarios en relación con las necesidades que van surgiendo de componentes,
sub-ensambles y productos finales.
Una de las grandes implicaciones de esta herramienta es que el manejo de los in-
ventarios obedece a una lógica particular, donde el foco apunta la separación de
los productos finales como demanda independiente, y a los sub-ensambles y com-
ponentes como inventario dependiente. Para aplicar apropiadamente el MRP, se
siguen unos pasos generales, y unos cálculos específicos:
En el caso de las caretas, el BOM (Bill of Materials) para tres tipos de producto final, sería:
160 CAPÍTULO 8 METODOLOGÍAS ESPECIALES DE PLANEACIÓN DE OPERACIONES
Explosión de materiales:
Se lleva a cabo una serie de cálculos que permiten bajo unos parámetros y una lógica
específica, determinar a través de órdenes de compra y órdenes de producción, cuán-
do y en qué cantidades se debe conseguir cada uno de los materiales, sub-ensambles
y ensambles.
Siguiendo con el ejemplo de las caretas, tenemos para los primeros tres meses:
Los cálculos con el software apropiado, arrojan las siguientes órdenes de fabricación
para las primeras 12 semanas:
Dado que en el caso de las caretas las necesidades son muy predecibles y el pro-
ceso es lineal, la aplicación del MRP es tan simple que incluso podría obviarse.
Esto mismo no ocurre cuando se trata de una mezcla de productos con elementos
diferentes, donde realmente se puede evidenciar la potencia de la herramienta de
Planeación de los Recursos de Materiales.