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Cartilla electiva

Introducción:

En el presente documento explicaremos algunas orientaciones vinculadas a cómo podemos


fortalecer el vínculo de apego entre padres e hijos, así como también brindaremos algunas
recomendaciones acerca de cómo poder desarrollar el apego seguro en la relación de padre
hijo. En esta guía encontraremos algunas pautas y recomendaciones para que de el apego
seguro, el cual resulta importante para que el niño pueda lograr una vida plena.
Para empezar, el apego seguro es la mejor garantía para que los niños tengan una infancia
sana y una adultez tranquila. En función del cómo nos vinculamos con nuestros padres o
cuidadores vamos a poder establecer mejores relaciones en nuestra etapa adulta.
En primer lugar, el apego seguro se determina por la presencia de una persona en la vida del
niño capaz de mostrarse sensible y atento a las necesidades del niño. Además, el cuidador se
muestra empático y favorece la experimentación de emociones. Este se caracteriza por lo
siguiente:
● El niño se esfuerza por mantener la proximidad con su cuidador.
● Busca el contacto físico y emocional de manera repetida en el tiempo.
● Se siente más seguro para explorar cuando tiene cerca a su figura de apego.
● Cuando se separa de su cuidador, el niño siente ansiedad. Además, hace esfuerzos por
atraer su atención.
En este orden de ideas la relevancia de construir un apego seguro para los niños resulta de
mucha importancia, debido a que si los niños son bien tratados durante el primer año de vida
estos desarrollarán una mejor autoestima, confianza,y autonomía a lo largo de la vida.
Además, a nivel social, estos niños mantienen relaciones más saludables. En función de la
calidad afectiva que le aporten sus padres, ellos tendrán más posibilidades de llegar a tener
una vida plena y equilibrada.
La característica común de los niños que no han sido capaces de generar un apego seguro es
una habilidad muy reducida para responder emocional y socialmente. Pueden presentar
comportamientos violentos durante la infancia. Como consecuencia de su falta de habilidad,
estos niños pueden generar comportamientos muy dependientes o inadecuadamente
independientes. Así pues se van a encontrar con problemas emocionales recurrentes.
Lo contrario de un apego seguro, sería un apego evitativo, inseguro o ambivalente, donde los
niños evitan o muestran comportamientos ansiosos frente a las figuras de referencias. Esto
impide por ejemplo, que el niño se calme con mayor facilidad frente a situaciones de estrés.

Aspectos teóricos:

Como sabemos, el apego es el vínculo afectivo intenso y duradero de carácter singular, que se
desarrolla y consolida entre dos individuos, por medio de sus interacciones recíprocas, y cuyo
objetivo es la búsqueda y mantenimiento de proximidad en momentos de amenaza, ya que
esto proporciona seguridad, consuelo y protección.
Bowlby (1993, pp, 60) definió la conducta de apego como “cualquier forma de
comportamiento que hace que una persona alcance o conserve proximidad con respecto a otro
individuo diferenciado y preferido. En tanto que la figura de apego permanezca accesible y
responda, la conducta puede consistir en una mera verificación visual o auditiva del lugar en
que se halla y en el intercambio ocasional de miradas y saludos. Empero, en ciertas
circunstancias se observa también seguimiento o aferramiento a la figura de apego, así como
tendencia a llamarla o a llorar, conductas que en general mueven a esa figura a brindar sus
cuidados”.

Por otro lado existen diferentes tipos de apego los cuales los niños pueden adoptar
A partir del vínculo que se desarrolle, podemos entonces clasificarlo de acuerdo al estilo de
apego que tengan, en este sentido encontraremos diversos tipos de apego como son: apego
seguros, apegos inseguro preocupado, inseguro evitativo, apego ansioso ambivalente, apego
inseguro desorganizado, entre otros.
Cómo se explicó anteriormente uno de los tipos de apego es el apego seguro el cual según
Bowlby está caracterizado por la incondicionalidad: el niño sabe que su cuidador no va a
fallarle. Este tipo de apego depende en gran medida de la constancia del cuidador en
proporcionar cuidados y seguridad. Debe tratarse de una persona atenta y preocupada por
comunicarse con el recién nacido, no sólo interesada en cubrir las necesidades de limpieza y
alimentación del bebé.

En el apego seguro aparece ansiedad de separación y reaseguramiento al volver a reunirse


con el cuidador. Se interpreta como un Modelo de Funcionamiento Interno caracterizado por
la confianza en el cuidador, cuya presencia le conforta (Fonagy, 2004). Las personas con
estilo de apego seguro son capaces de usar a sus cuidadores como una base segura cuando
están angustiados. Saben que los cuidadores estarán disponibles y que serán sensibles y
responsivos a sus necesidades. Un patrón óptimo de apego se debe a la sensibilidad materna,
la percepción adecuada, interpretación correcta y una respuesta contingente y apropiada a las
señales del niño que fortalecen interacciones sincrónicas. Además las características del
cuidado materno en este caso son de disponibilidad, receptividad, calidez y conexión.
Por otro lado encontramos el apego ansioso y ambivalente. En este tipo de apego, el niño no
confía en sus cuidadores y crece con una sensación de incertidumbre e inseguridad, debido a
la inconstancia e inconsistencia en los cuidados o a la ambivalencia de los mismos.

Estos niños tienden a presentar miedo y gran angustia ante las separaciones, así como
también suelen tener dificultades para calmarse cuando el cuidador reaparece. Tienden a la
vigilancia de su cuidador y la exploración del medio ambiente es poco relajada, siempre con
el temor de alejarse de la figura de apego.una dificultad para calmarse cuando el cuidador
vuelve. Los menores necesitan la aprobación de los cuidadores y vigilan de manera
permanente que no les abandonen. Exploran el ambiente de manera poco relajada y
procurando no alejarse demasiado de la figura de apego.

Seguido a esto encontramos el apego evitativo, el cual aparece cuando los cuidadores no
proporcionan la seguridad suficiente para el menor, haciendo que este, desarrolle una
autosuficiencia compulsiva y un distanciamiento emocional de los mismos.
Estos niños, no suelen llorar cuando se separan de su cuidador y evitan el contacto.
Esta conducta puede llegar a confundirse con la seguridad, pero en realidad, provoca un gran
sufrimiento al menor. Estos niños suelen presentar grandes cuotas de estrés y crecen
sintiéndose poco valorados, teniendo a la larga problemas de intimidad con los demás.

Por último encontramos el Apego desorganizado el cual se puede entender como una mezcla
entre el apego ansioso y el evitativo y viene causado por una conducta insegura o negligente
de los padres.
El niño presenta comportamientos inadecuados y contradictorios en que el niño presenta
comportamientos contradictorios e inadecuados, no confía en su cuidador e incluso puede
llegar a sentir miedo hacia él. Son niños inseguros con tendencia a reacciones impulsivas o
explosivas y con mala gestión de sus emociones.
Orientaciones

¿Cómo puede fortalecerse el vínculo de apego?


Definir una figura de apego.
Tener una figura de referencia, para llegar a tener una base segura interna le dará control
sobre el mundo que le rodea. Esto no significa que los otros progenitores o cuidadores queden
fuera del cuidado del bebé.

Sintonizar emocionalmente con el niño.


El adulto ha de ser capaz de entender los estados mentales del bebé, esto implica tratar de
averiguar lo que le ocurre en el menor tiempo posible. Así se podrá dar respuesta a su
necesidad y el niño se sentirá reconocido y atendido.

Repetir las experiencias de apego.


Aunque es muy importante la calidad de las interacciones con el niño, la cantidad será
determinante. La repetición de las experiencias de apego (pasar tiempo con el bebé) van a
solidificar las redes neuronales afectivas.

Aceptar al niño tal y como es.


La aceptación consiste en diferenciar al niño de su comportamiento. Por ejemplo, nunca digas
a tu hijo: – “Eres torpe” al contrario, se puede utilizar:- “Te has caído pero seguro que la
próxima vez tienes más cuidado”.

Evitar la sobreprotección.
Es normal que ciertos peligros provoquen en los padres emociones como: miedo, ansiedad o
enfado. Sin embargo, es importante que el adulto acepte sus propias emociones para no
transmitirlas al niño. Por ejemplo, en vez de decir: “Cuidado, te vas a caer” Permitimos que
el niño explore sus límites y capacidades propias.

Poner palabras a lo que el niño siente, piensa o hace.


No se trata de imponer el pensamiento del adulto sino de reconocerle como una persona
independiente. Recordemos que los niños también tienen: deseos, emociones e intenciones
propias. De esta manera le ayudaremos a comprenderse para que pueda llegar a regularse el
mismo. Por ejemplo:“Te noto cansado ¿quieres que nos vayamos ya para casa”
Establecer normas y límites adecuados desde que los niños nacen.
Es importante establecer conductas y respuestas consistentes. Adelantar y hacer predecible
qué se espera de él y lo que está o no permitido. Por ejemplo, si el niño tiene una rabieta
poder atenderlo de la misma forma cada vez.

Tips para fortalecer el vínculo de apego: Se pueden utilizar diversas estrategias como
por ejemplo:

● Ver películas en familia


● Haciendo manualidades en conjunto
● jugar juegos de mesa
● Siempre mostrar disposición para los hijos
● Pasar más tiempo en familia
● Siempre manejar la comunicación asertiva
● celebrando los triunfos del niño o adolescente

Orientaciones para desarrollar apego seguro en los niños:

ORIENTACIONES PARA PADRES DE CÓMO DESARROLLAR UN APEGO


SEGURO EN SUS HIJOS

La formación de un vínculo de apego adecuado durante la infancia es la base de un desarrollo


emocional equilibrado y ayudará a niños y niñas a establecer relaciones positivas con los
demás y a afrontar con mayor o menor seguridad los retos que le aguardan a lo largo de su
vida.

Pero no se crea de forma automática, sino que se va estableciendo poco a poco, gracias a las
relaciones afectivas más cercanas, estables y especiales que los y las bebés mantienen con sus
progenitores y cuidadores habituales. Así, en la medida en que las niñas y los niños reciben
cariño y se sienten atendidos por sus padres, van aprendiendo a confiar en las personas y a
sentirse seguros en el mundo que les rodea.

CÓMO ESTABLECER UN BUEN APEGO


El vínculo de apego se crea desde muy pronto, en los primeros meses de vida. Por lo tanto es
importante tener en cuenta los siguientes pasos para desarrollar un apego seguro en los hijos
desde las primeras etapas de vida.

Hay dos ingredientes básicos que son fundamentales y necesarios para crear un vínculo de
apego seguro con los bebés, los cuales son los siguientes:

● Por una parte el cariño incondicional: Para que él bebe se sienta unido a
los padres o al cuidador es importante que se le transmite afecto con el fin de
lograr establecer un lazo afectivo seguro, para esto el padre o cuidador debe
estar disponible y demostrarle que ese niño o niña es importante para quien lo
cuida.

¿Cómo demostrarle afecto?

Acariciándolo

Abrazándolo

Besándolo

Cantándole

Expresándole palabras cariñosas

Tranquilizándolo cuando esté inquieto o incómodo

El cariño incondicional es la base de un apego seguro, lo que da a entender que debemos estar
disponible en todo momento para él bebe.

· Por otra parte la sensibilidad y eficacia para responder a sus necesidades:

Dependiendo de su edad, las y los bebés manifiestan sus necesidades de distintas formas.
Al principio, solo con el llanto. Luego con gestos o sonidos. Más tarde, a través del
lenguaje. Aquí el padre o cuidador debe aprender a captar todas esas necesidades que
manifiesta el niño.
Entre más se conozca al bebe, se le dedique tiempo y atención le irá mucho mejor. Aquí
es fundamental:

Interpretar lo que necesita el niño

Saber qué cosas le gustan y cuales no

Estimularlo

Distraerlo

Consolarlo o hacerlo reír

PAUTAS CLAVES PARA ESTABLECER UN VÍNCULO AFECTIVO CON EL


NIÑO O NIÑA

● Estar disponible siempre para su hijo o hija


● Permanecer cerca de él o ella
● Acompañar al hijo o hija a descubrir lo que lo rodea, demostrándole que
también te interesa lo que hace
● Debes ser expresivo: abrazalo, besalo, demuéstrale afecto
● Háblale cariñosamente
● Evita la sobreprotección
● Ten expectativas adecuadas de acuerdo a su nivel de desarrollo
● Entiende a tu hijo o hija como un ser único y compréndelo
● juega con tus hijos, tirate al suelo con ellos, pinta, baila, juega al escondite,
sal a montar bicicleta. el juego es la mejor manera en la que los niños
aprenden a relacionarse con otras personas, también aprenden normas sociales.
● dale tiempo y espacio para que se sienta explorador

REFERENCIA

Programa de Salud infantil y Adolescente de Andalucia . (julio de 2014).

https://si.easp.es/psiaa/wp-content/uploads/2014/07/cuidadores_apego.pdf

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