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polémica
l ,s en el ámbito de 1
as
ep1stemo og1as y sus consecuencias
metodológicas
Andrés Mombrú
Los contextos de la ciencia
Esta separación entre dos momentos distintos dentro del ámbito del conoci-
miento, con sus especificidades y funciones propias, es asumida por los filóso-
f?s trn4icj~nales de la ciencia, quienes dan primacía al contexto de justificación,
como garantía del carácter científico del conocimiento descubierto. Para los nue-
---
vos filósofos en cambio la frontera entre los contextos no es legítima. Corno
' ,
protagonistas de la reacción historicista, consideran que los arbit_!~_es lóg½:_o Yme-
_t0iológico interpuestos en la justificación de una teoría no son independientes de
lo~motivos psicológicos, económicos, sociales, ideológicos que, en un momento
determinado, la originaron.
. d ,,
Las posiciones de Popper, como defensor d e una c1enc1a· · "descon textu . al iza a y
de Thomas Kuhn inscripto en la reacción son ilustrativas de eS t ªs corrientes. Para
Popont>r · ' . .
~ existe una estricta d1ferenc1a . entre' e1 contexto d descubrimiento Y el de
e - -- · .
j_ustificación, y más aun, la cuestión del descubrimient~ ~rece de i_mport_and~~a pa~a
el___
anál· . l' .
.!_sis og1co y metodológico de una teona, - . 'fi D ste modo, la eterm1-
c1ent1 ca. . e e : •fi •, · d
naci' d- 1 - - l d' · tos de JUStl cac1on e
---º~ ~ a verdad es una cuestión interna a os proce imien
las te , - - - - - 'al
, .
l' · os O econom1cos son
_ 0
1 1 o~ias, en lo~ cuales los condicionamient os soci es, P lt~~ d hi 6tesis ya
rre e_y~tes. Para Kuhn, en cambio, en el proceso de produccwn e una p
327
André'i .\•iombní ___
,· · l 1·d · · o.
esta 111 sc npta a va I ac 1on. , m 0 e r _ de .
·¡ ·:-; .)u~emibk .·. . :tq11dlo
ju.srifir.:teíón _. . •qur d .~¡.~-
. ¡ d b . p CJ·emrJlo r nli• h)c dc1ndu,111 ,d11.H.:1 on,l\.m, -l ,¡
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tema esnmu a a escu nr. o r r , • . . .. . . e
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c oreemine nc1a so bre l,1.s ctrn. u .1s l>Lllid
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cn,a.s,~ puesw en a.s cien e , r , .' r
)l,llLts cpisct:molúJJi (o
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esta co nn ota J en sus
- nombres 11 0 obt"decerÍJ
' , '
a qJ mavor
'- . I{ . . n ' (> '
sino a razones exrerna.s, es decir, eco norrn ca.s, soc iales Y Pº tt cJs. r c.)c.i 111.rncr-.1 ,
no hay reconstrucci ones racio nales de teorías. co_m o pro~fo crns crisr,l!i?_icJo., , ~inn
int entos de recuperación de los procesos que les d1 ero n ongen.
De este núcleo central problem ático, se desprend ~n- co nsec uen cias gu~· se:
guirán profundizan do las diferencias entre ambas pos1c10 ne~. E_n lo que' sigue.:,
trataremos la cuestión de la objetividad de la ciencia y los crrrert os para evn l11ar
las teorías - ¿por qué y cómo consideramo s que una teoría es m ejo r que orra ?- , ti
problema filosófico de la verdad -¿cuándo decimos que una teona es verdadera ?- ,
la indagación acerca de la existencia de un correlato objetivo de las teorías - ¿exisrr
algo más allá de nuestras representaci ones?- y las distintas concepcione s sobre el
progreso -¿hay un progreso lineal, acumulativo del conocimient o? ¿hay rupturas ~
¿hay una compleja situación de rupturas y continuidad es?-.
La objetividad de la ciencia
y los criterios para evaluar las teorías
329
Andrés Mom brú
El problema filosófico de la verdad
Aunque
Solemos utilizar el término "verdad", desde una perspectiva intuitiva.
qué significa,
esa perspectiva resulte suficiente para nuestra vida práctica -sabe mos
:1ología, en
por ejemplo, que un político no diga la "verdad"-, es tarea ~e la ~pist~1
vas: En cal
especial y de la filosofía, en general, ir más allá de las no~t~nes mtum
la ciencia y
sentido, nos preguntamos qué entienden los filósofos tradtc10nales de
los nuevos filósofos cuando se refieren a la "verdad científica"• Al respec
to, desde
p_to_abso~uto,
la fil~s;fía tradicional, Karl Popper se propo ne rehabilitar el conce
, afirma
c~ntra ~versi_ó ñ _desprestigiada de la verda?, del re!at~ismo .. De este modo
son como el
que un~ nunciado es verdadero si coincide con fos liechos, s1 las cosas
ación entre
enunciado las ~ep-resenta. Este sentidocte "verdad", que expresa la adecu
se origina en
nuestro pensamiento y la porción del mund o al que éste está referido,
Aristóteles, y pertenece a la teoría correspondentista de la verdad.
dado
Cabe destacar que, si bien para la teoría popperiana, la verd~d no es alg_o
a la verdad,
por completo, sino que sólo obtenemos sucesivas aproximaciones
Popper-d1ce
esto no altera el sen-tTdo- iilc1mo de verdad aquí expuesto. Así, cuand o
verdad que
que"[ ... ] la teoría de Newton constituye una aproximación mejor a la
Newton se
la teoría de Kepler", esto significa que los enunciados de la teoría de
sentido, la
corresponden de modo más fiel con las cosas que los de Kepler. En este
los medios
verdad es una idea regulativa, es decir, el criterio o patrón que encauza
la ciencia
para llegar a la meta propuesta. De cualquier manera, si se afirma que
ella, la
no puede conocer la verdad pero que se acerca progresivamente hacia
que toda
pregu nta que surge es, ¿si no se conoce la verdad, como se puede saber
hipótesis
refutación es una aproximación a ella y no un nuevo error, cuand o toda
n cometer
está llamada a ser refutada? Por lo demás , si los errores que se puede
de la verdad,
son potencialmente infinitos ninguna refutación nos pone más cerca
el camino
pues aunqu e una sola refutación puede desechar una hipótesis como
la verdad.
de las refutaciones es infinito nunca estaremos más cerca o más lejos de
no tiene
Desd~ aj_ punto de vista de la nueva filosofía de la ciencia, la verdad
de un sis-
valor absoluto -por sí mism a- sino en relación con otras verdades dentro
científica
te~a. De este modo, para Kuhn, un cambio revolucionario en la tradición
cosas. Si los
provo_ca un ~ambi~ en las perc~p~iones del científico respecto de las
es posible
c~b10 s son mduc1dos por las d1stmta~ tradiciones, esto significa que no
ciones
asignar un valor ~e verdad a l~s enunciados originados a partir de las percep
cual se da la
de las c?~as, co? mdependencia de la tradición científica dentro de la
a un obJ'eto P~ O d balIDCT d
, ID~ al
percepc10n. Asi, Kuhn observ . a que, frente
extremo de una cuerda, mientr as los aristotélicos vei'an que e1cuerpo que se an-
bal
.
cea ba, estaba cayend o con, dificultad, Galileo vio un P, d ulo. D e este mo d o, 1o que
Gal'l d Ar' l en
separa a I eo e Istote es es una transformación d 1 . . ' b d a en datols
diferentes, aun cuando, desde una visión ingen ua, podenamo 'a v1s1on, asa
s reconocer como a
330
r
Las olémicas en el ámbito de l .
as e istemol 0 .
-
·
· ' d e o bJetos. ias Y sus consecuen _.
. constelacion En tal sent"d
no p d
fJ1 1srna . , , . i o, 0
Cias .•.
era", n1 como mas proxima a la verdad l . emos cali.fi,-.,.. _ _
erdad E db , a v1si ' de Galileo co como
on
'-'1.1. '·· ·
. rnas.·
v d Aristóteles. sto se e e a que las tradi .
la e e Clones suc · n respecto
·dades y direrentes comportamientos de e "daes1vas nos indican die a
enn , • . d" d sas enu de D rerences
(ablece segun . , _s. e este rnodo la v d d
cntenos icta os por cada t d'1c1oncienr'fi
5ees . - e_ - l . . ra 1 ca. De este mod , era
-Jas e~-orías sat1s1acen os
- - __d___ l --- ,
entenas, demuestran
- su co h erencia o, s1.
. 1·c1·ón correspon e a a teona coherencista del d d con esa tradición Esca
Pº~- - - · a ver a . ·
Si hubiera una prueba real de que el Sol está en el centro del univers~, de
que la Tierra está en el tercer cielo y de que el Sol no gira alrededor de la Tierra,
sino la Tierra alrededor del Sol, entonces deberíamos proceder con la mayor
circunspección al explicar pasajes de la Escritura que parecen enseñar lo con-
trario. Por lo que a mí concierne, no creeré que existen cales pruebas [...] No_es
una prueba el que, si se supone que el Sol está en el centro del ~niverso Yla Tie-
rra en el tercer cielo, se salven así las apariencias. (Boido en Fhchman, 1996)
. , ESra posición puede asimilarse con la de Kuhn. Porque, para eS te autor, la -~dodp-
Cion de, una teona, no esta, basada en la consecuencia ' · ni en la. adecuacion
• logica, d e
Ia teona
. con 1os echos, sino que resulta de consensos en re
h t los miembros e una
comunidad· "Recursos", más allá del "sentido abso1uro"·
-------------- 331
Andrés Mombrú _
Crisis del consenso ortodoxo, críticas al co~text_o here~do
y otras propuestas metodológicas para las c1enc1as sociales
. La diferencia
. - entre explicación y comprens1on . , radi l
Pnmera se sigue un camino exteri • ca en que mientras en a
t . . E- onzante en la se d .
enonz~nte. st~2ersE_e~~i".:a _ha !l~vado a ~st _gun a se s1gu: un ~a~ino in-
~ara ev1ta~ ~!_pel~~~ _9-~~I::icologism-o~-- - a cornente a una sene_de reflexiones
- P•--
' 332
1
Las olém icas en el ám bito de las e iste mol ,
, o ias sus consecuencias ...
Efectivamente Pop per se pre sen ta com
o cnt ico acé rrim d d ..
. ista en sus obr as La sociedad abierta y
rie sus enem iuos y~ - e_ tod ª, hp?sic~ó_n hist
el fragmento s1g. . d º
men te que a establecid a su pos ició tserza e tstoricismo Eo-
n al respecto: · n
1. El curso de la historia hum ana está fuer
d 1 . . h temente · fl ·d
cimiento e. ~ds conocim1el ntos umanos. (La verdad demesta u1 o por e1 cre-
premisa tiene
que ser adm m a aun por os que ven nuestras ideas
inclui'das
científicas, como el sub -pro duc to de un desa , nuestras 1'deas
rrollo material de cual • l
que sea). quier case
2. No podemos predecir, por métodos raci
onales o científicos, el creci-
miento futuro de nuestros conocimientos
científicos. (Esta aserción puede ser
probada lógicamente por consideraciones
esbozadas más abajo).
3. No podemos, por tant o, predecir el curs
o futuro de la historia huma-
na.
4. E'sto significa que hemos de rechazar la
posibilidad de una historia teó-
rica; es decir, de una ciencia histórica y soci
al de la misma naturaleza que la
física teórica. No puede haber una teoría cien
tífica del desarrollo histórico que
sirva de base para la predicción histórica.
5. La meta fundamental de los métodos hist
oricistas [...] está, por lo
tanto, mal concebida;y el historicismo cae
por su base.
El argumento no refuta, claro está, la posibili
dad de toda clase de predic-
ción social; por el contrario, es perfectamen
te compatible con la posibilidad
de poner a prueba teorías sociológicas -po r
ejemplo, teorías económicas- por
medio de una predicción de que ciertos suce
sos tendrán lugar bajo ciertas
condiciones. Sólo refuta la posibilidad de pred
ecir sucesos históricos en tanto
pueden ser influidos por el crecimiento de
nuestros conocimientos.
El paso decisivo en este argu mento es la prop
osición 2. Creo que es con-
vincente en sí misma: si hay en realidad un
crecimiento de los conocimientos
humanos, no podemos anti cipar hoy lo que
sabremos sólo mañana. (Popper,
1973, p. 12)
Hermenéutica
-- -- -- -- -- -- -- 333
Andrés Mombrú _
néutica. Su sentido más profundo no estaba referido a una simple ~or_ma ~e com-
prensión, plausible de ser entendida de otro m~do, por el contrano 1~pltcaba la
revelación verdadera del sentido exacto que el signo portaba. En los siglos XVI y
XVII, la práctica sagrada fue trasladándose a los ámbitos _~rofanos Y el término
se hizo extensivo a una forma de interpretación que perm1t1era develar cualquier
enigma, derivando hacia la interpretación de los textos de la cultura antigua, e in-
cluso hacia una interpretación de los textos jurídicos. Se asocia entonces con otras
disciplinas como la gramática, la lingüística y la filología. Todas ellas resultarán en
herramientas que permitirán revelar el sentido del texto no en su mera compren-
sión externa, sino que pretenderán revelar su génesis a través de la reconstrucción
interna. El historicismo se verá fuertemente influido por esta corriente. Y, como
señaláramos antes, de aquí surge la distinción entre explicación y comprensión.
Desde otra perspectiva, algunos de los exponentes de la teoría crítica como Ha-
bermas, han planteado una hermenéutica relacionada a la crítica ideológica. Para
Habermas hay una relación entre conocimiento e interés que pone de manifiesto
su vínculo con la razón. Establece una clasificación de las ciencias, correspondién-
dole a las ciencias naturales el interés técnico y por la objetividad, a las ciencias
sociales de corte histórico hermenéutico el interés entre los sujetos y agrega una
tercera que corresponde a lo que denomina ciencias emancipativas, las cuales ha-
cen al interés emancipador y se relacionan con la reflexión crítica, esta última sería
una ciencia de la liberación vinculada a la praxis social. En esto sigue la línea de
la Escuela de Frankfurt, para la cual los problemas de las ciencias sociales no son
problemas meramente gnoseológicos sino de praxis política y comprometen a 1a
334
Las olémicas en el ámbito de las e istemolo í
, . as sus consecuencias ...
formacion de las sociedades. El conflicto que se gene
trans . ., l' . . l ra no se resuelve con l
onrradicc1on og1ca, smo con a comprensió n que surge d l ª
no e . b' . 'd d
•vos de las mtersu Jet1v1 a es, en una suerte de "pragma'ti' e os. actosl"comuni-
·
can ca umversa .
Apel se encuentra próximo a la Escuela de Frankfurt y pri· • al
d , f . nc1p menee a Ha-
bermas. ' pero l
antes e poner e en asis en la cuestión social desde ál' .
, . l l . un an 1sis po-
lítico ideologico se p antea e problema desde la perspecttva de la comunicación
El conocim_iento se estructur~ para Apel de~d~. un a priori de inteligibilidad -ai
modo kannano- del pensamiento y la sensibilidad. Su postura se torna en una
pragmática de los _f~nómenos com~~icacionales en un juego de intersubjetividad
que pone en cuestton los aspectos ettcos, apuntando a la aceptación de la diferen-
cia y del otro en tanto que persona.
335
1
:,
Andrés Mombrú
El problema epistemológico debe plantearse aq uí ~e una fo rma fu1_ 1~
damentalmente diferente. Ya vimos más arriba que Dilthey comprend10
esto pero que no fue capaz de superar las araduras que lo_fija~an _a la_~eoría
del conocimiento tradicional. Su punto de partida, la 111renorrz..ac1on de
las «vivencias», no podía render el puente hacia las realidades ~listóricas,
porque las grandes realidades históricas, sociedad y estado, son s1e1:r:pre en
realidad determinantes previos de coda «vivencia». La auro rreAex1~n >'. la
autobiografía -los puntos de partida de Dilthey- no son hechos pnmanos
y no bastan como base para el problema hermenéutico porque han sido
reprivatizados por la historia. En realidad no es la historia la que nos per-
tenece, sino que somos nosotros los que pertenecemos a ella. Mucho antes
de que nosotros nos comprendamos a nosotros mismos en la reflexión, nos
estamos comprendiendo ya de una manera auroevidente en la familia, la
sociedad y el estado en que vivimos. La lente de la subjetividad es un espe-
jo deformanté. La autorreflexión del individuo no es más que una chispa
en la corriente cerrada de la vida histórica. Por eso los prejuicios de un
individuo son, mucho más que sus juicios, la realidad histórica de su ser."
(Gadamer, 1977, p. 344)
Éste es el punto del que parte el problema hermenéutico. Por eso ha-
bíamos examinado la depreciación del concepto de preJ·uicio en l Il t _
·, L b · l .d d a us ra
c10n. o que ªJº a 1 ea e una autoconstrucción absoluta de la razón se
forma parte en verdad d e la rea1·d d
presenta como uns·prejuicio
. , .
h1stonca . . !imitador
h
acer J·usticia al modo de fi · h'
1a
' ·
misma. i se quiere
. ser nito e 1stonco
del hombre es necesano
. . . llevar a cabo una drástica reh ab'l• · , d el con-
1 1tac1on
cepto d el preJuicio y reconocer que existen preJ·ui·c1·0 s legmmos.
'· C on e11o se
l
vue ve formulable la pregunta central de una hermeneuttca ' · •
. , . que qmera ser
verd ad eramente
.. .
h1stonca, su problema epistemol' ·
.
l ,
og1co c ave: ·en que pue e
d
basarse la legmm1dad de los preJuicios? ·En qués d' · '¡ . ..
e e 1stmguen os preJu1c1os
336
!
i' .1
Las olémic as en el ámbit o de las e istemo lo ,
. . las sus consecuencias
legínmos de todos los mnumerables preJ·uicios ., .. ·
la incuesn·onable tarea d e toda razón crítica~ (G cuya
d superac1on representa
· a amer, 1977, p. 344)
Es interes ante ver cómo el criteri o de obJ· etivida d d l . . .
. • . . . e a ciencia y partic l·
mente d e 1as trad 1c1ones pos1t1v 1stas y neopo sitivis tas 'd .
. ,, d d d u ar-
.
obJ. euvo se espren e tanto e las contm gencia s y co se torna i ea1ista, pues "lo f•
d' .
ue fin al mente no
·
nene sue
1 ntra icc10nes d e lo real
q o, se convie rte en una ent l .
·d d 'bl
ninguna real1 a tang1 e y nahza
fi. . e equ1a, no corres ponde a
' . . f, d en lo contra rio de 1 ,
P
metafmca sm un ament os. ara la herme néutic a la po que se propo ma, una
·h. , · º 1 d d d ·f
s1'b'l'd
miento del cruce 1stonc o de las experi encias human as se d 1 a 11 e esc1 ra-
. . ., .e, e1
cual no es la mera exteno nzac1 on del pensam iento si·no el luga en e enguaJ · d e¡
hombre y del mund o human o. ar const1·tut1vo
e .
empre nd er e mterp retar textos no es so, lo una ms
· t ncia científica, sino que
ª .
ert
P enece con toda eviden cia a la expene . . h del mundo En su ongen
nc1a umana ·
337
Andrés Mombrú
el problema herme néutico no es en modo alguno un p ro bl ~m a met ódico. No
se interesa por un método de la comprensió n que permira somt'rt:r los cex tos,
igual que cualquier otro objeco de la experien cia, al co nocimi enro cit' 11tífico. N i
siquiera se ocupa bás icamente de con sciruir un conoci mi e nt o st"guro y aco rd e c:0 11
el ideal metódico de la cien cia . y sin embargo rrara d e cien cia, ~' rr.tra rambién de
verdad. Cuando se comprende la tradi ción no sólo se comprend r n cexros , sino
que se adquieren perspectivas y se conocen verdades. ¿Qué clase de conocímirnr o
es éste, y cuál es su verdad?
Cuando Hegel afirma que todo lo real es racional y todo lo racional es real,
p~etende establecer la identidad entre el ser y el pensar. Pero todo este proceso se
despliega de acuerdo con una lógica intrínseca, la cual parte de_un presupuesto
_fásico difqente al resto de las lógicas. Efectivamente, mientras todas las demás
sostienen el principio de abstracción, formalidad, y son vacías de contenidos,
apuntando a la estructura pura de los razonamientos, la lógica hegeliana pretende
t~ner contenidos, y estos contenidos son nada menos que el ser, el cual es la t_ota-
~d~d. Sin embargo, este ser no tiene las características de lo fijo, de lo inamovible,
muy por el contrario esa realidad del ser y la totalidad es el ~~mbio constª~~' ~
l f ~ ~ión_p_erm¡ nente, el devenir, en ~na complej_a_re_lación en d~nde el
~:fl!b!Q_y la identid!1d no impiden ser lo mismo y ser o_tro. ½_lo que opera i~pul-
?do eS te cambio no puede ser evidentemente un agente externo - ya que si fuera
ª¿~ ~~ se trataría de la totalidad- sino una condición de!_seE mismo: 1,ª ~oncra-
1
' • Y un aspecto_ ontolog1co- que
Icc1on t CQ.nt~ _d 1ec1on
, · EJ.__-ª_
.
' . , nene un aspecto l-~g1co .
ª- emas
d
----co· -; .
_inc1'den. E n termmos , .
log1eos h a s1'do expresado , no precisamente por
339
Andrés Mombrú
Hegel, bajo la forma tesis, antítesis y síntesis, o por Hegel mismo como momento
de la afirmación, de la negación y de la negación de la negación, o también como
supresión, conservación y superación. La unidad subjetivo-objetiva nos informa
que no se trata de un esqueleto que luego se encarna con los contenidos de la
realidad, es la realidad misma. De este modo Hegel rompe con los tres principios
de la lógica tradicional: identidad, no contradicción y tercero excluido. Deten-
gámonos en el primero. Este principio nos dice que algo es idéntico a sí mismo
y para que esto sea sostenible es necesario agregarle otras determinaciones, tales
como que tiene que ser fijo ya que de otro modo, no se mantendría la identidad,
eterno, porque si deja de ser se pierde la identidad, etc., la lógica tradicional esta-
blece este principio mediante la simple formula (a = a), inaplicable a una lógica
que tenga por contenido una totalidad en devenir, en ella el principio sería (ai a).
En el devenir el momento afirmativo, la tesis, es negado y suprimido. Por ejem-
plo: El niño que se presenta en un momento como positividad es negado por un
momento posterior, la adolescencia, el niño es suprimido, pero al mismo tiempo
conservado, pues no habría adolescente si no hubiera habido niño. El adolescente
niega al niño, pero al mismo tiempo lo retiene y lo conserva para superarlo. El
nuevo momento de la síntesis, o de la superación, o de la negación de la negación,
se convierte ahora en un nuevo momento afirmativo el cual es punto de partida
para un nuevo cambio que opera del mismo modo.
---
ción dialéctica materialista resulta de la "inversión de la dialéctica hegeliana''.
Es lugar común resumir esta inversión con los términos de Marx, mientras
la dialéctica idealista de Hegel pone las cosas "cabeza abajo", esto es, concibe a
la realidad como fruto del pensamiento, la dialéctica materialista la ~one con
los pies en la tierra al concebir al pensamiento como fruto de la realidad. ~n
particular, según esta posición Hegel concibió acertadamente las ley~s de _la d_ia-
léctica, pero su idealismo le impide conocer a la naturaleza Y ª la h 1stona solo
bajo una forma mistificada. La llamada "inversión" no le trajo po~os problem~s
al marx1smo,
· b uena parte del cua1 sucumb'' 10 frente ª una teona del conoci-
m· • . · d 1 realidad como repre-
ienro que entiende al pensamiento como espeJ 0 e ª ' .1
sene · , d 1
acion e mundo en la mente, como un espeJ 0 en
· d nde
° el mundo matena
'd ¡·
se R · c. d , · de Marx a11 ea 1smo,
re eJa en la idea no entendiendo la pro1un a cnuca . d l
la 1 . ' . . 1 do de desp11egue e a
cua convierte a la síntesis subJ. etivo-obJet1va en e mo . d' _
real.1d d d l s compleps y contra ic
ª tamo natural como social en el contexto e ª • d d deriva
toria 1 • l h 1sto
' · y de las soc1e a es
d s re ac1ones materiales. Su análisis de a na
e eSre concepto básico. ,
341
Andrés Mombrú
. • ·al es fundame ntalmen te una tesis
El holismo metodológico en c1enc1as soci es b'd d•c . d
• ·al Ell 0 s son conce 1 os, a nerenc1a e
acerca de los conjunto s o colecnvos soct , es. . d . ¿· ºd
· mo conJunro s e m 1v1 uos cuya
como lo hace el individualismo meco d o 1ogtco, co iembros de la coralºd d l
1 a a. a bque
. . l h h d
naturaleza no es mdepend1ence de ec o e ser m
. h · dº ºd l on en canto y en cuanto son m1em ros
pertenecen. D 1c os m 1v1 uos son os que s . . .d d dº . .
· Ell os no e·1enen una ennranv1 a 1stmt1va
del conJunto o grupo al que pertenecen.
independ ientemen te de tal pertenencia.
342
fas sus consecuencias .. .
Las olém icas en el ámb ito de las e ·
·
adi'cci·ones mter
2) Tesis de contradic, ción. ' contr
, según la cual las nas
abaJO no pued en identificarse con las d'
"que como vere·mos mas d d" contra 1e-
. d 1 1, son una fuen te nece saria de todo cambio,
c10nes e a og1ca ;tan ar y
son resueltas a traves del cambio.
343
Andrés Mombrú
var a realizarlas O a frustrarlas. Por otra parte, dadas las condiciones que
favorecen la realización de una determinada posibilidad, se dará una línea
de desarrollo que no es fortuita O accidental. Como se observa, de una
contradicción dialéctica no se sigue, como de una contradicción lógico-
formal la totalidad de las posibilidades, no se siguen ni la totalidad de
los enunciados ni la totalidad de sus negaciones. Todo lo contrario, dadas
determinadas condiciones materiales, se efectivizarán sólo determinados
procesos de desarrollos de las potencialidades dentro de una determinada
totalidad. (Gómez, 1995, p. 142)
La polémica
La polémica que se nos plantea, si bien trata del método, trasciende los aspec-
tos meramente metodológicos y se convierte en una polémica filosófica. En este
sentido no debemos pensar en la filosofía como un ámbito que permite la cons-
trucción de cualquier visión del mundo sin que lleguemos más que a verdades
relativas o a puntos de vista u opiniones. La polémica es filosófica porque supone
la revisión de los presupuestos fundamentales, de los puntos de partida, de los
indemostrables, a partir de lo cual se pretenderá demostrar todo. En este sentido,
la polémica es rica en tanto nos ayude a abandonar posturas dogmáticas y a revisar
con espíritu crítico no solamente las doctrinas adversas, sino también nuestros
propios juicios y prejuicios.
Las ciencias sociales todavía siguen siendo el campo de arduas y ríspidas discu-
siones. Como hemos visto, muchos epistemólogos les niegan el estatus de ciencia
por no cumplimentar los requisitos de orden metodológico que tienen las ciencias
naturales y las reducen a la categoría de disciplinas que deben madurar. Otros ad-
vierten las condiciones específicas de las mismas, abogando por la consideración
de las particularidades que rodean la investigación en estas áreas, tanto desde la
consideración del objeto de estudio, con muchas diferencias con los de las cien-
cias naturales, como desde la necesidad de la implementación de métodos propios
adecuados a las características de esos objetos.
A pesar de ser mucho más recientes, las ciencias sociales han recorrido un
camino de tradiciones, de momentos, que implican saltos madurativos. El mar-
xismo para la sociología y la economía, el psicoanálisis para la psicología han
significado momentos de maduración en tanto han redefinido los objetos y los
métodos a la luz de nuevas perspectivas y sustrayéndolos de las determinaciones
que provenientes de las ciencias naturales encorsetaban la investigación. No digo
que sean correctos o incorrectos, sino que replantean la situación de las ciencias
sociales en torno a sus problemas específicos.
344
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f,s in
que
Las polémicas en
l .
el ámbito
b . d l ·¿ . .
de las epis remolooías , _
. ndficas, su postura e,a entreveer por todos los lados una c0 . d . l.·.·-
c1e . l d l .d l , . ri rma e conce l ll'
a o a a 1 eo og1a. Se advienen algunos pres upuesros dd . _. ¡·
1o social vmcul l ' 'd . VIC:)O 1-
eralismo a cua parece rap1 amente renunciar reco nsiderar en pos de _.
b l · ¿· .O · . postu ras
neoliberales que evo. uc10nan
. . por me 10 de la .mgeniería social }' de la rec l '.
. no og1a
social fragmentana, a VlSlones netamente total1tanas, las cuales recuerdan lo.s mo-
dos racionales, instrumentales, técnicos, mediante los cuales algunos go biernos
encontraron el modo de resolver problemas concretos m aximizando sus fin es,
como por ejemplo la llamada "solución final" que de un modo racionalizado en-
vió a los campos de exterminio a más de 8 millones de personas. No m enos co ca-
lirarias y sanguinarias fueron las prácticas que, en nombre de la Revol ució n, se lle-
varon adelante en la Rusia estalinista, la cual pretendía tener la ideología correcta.
De cualquier modo queda en evidencia que los modos de producir conocimiento
y de implementarlo en el ámbito de las ciencias sociales tienen consecuencias inex-
cusables en las prácticas sociales y en la vida de las personas.
345
Andrés Mombrú
Método: Popper basa sus propuestas al respecto en ideales ~etodoló gicos
sin consideración alguna del objeto, en este caso los hechos sociales. Adorno,
en cambio, pretende fundarlas en los hechos mismos bajo estudio. En la me-
todología popperiana, son claves los conceptos de hipótesis y testeabilidad
que son usados por Popper de igual manera que en todas las ciencias. Pero,
según Adorno, la lógica presupuesta para formular las hipótesis y someterlas
al testeo empírico, analiza a cada entidad en sus elementos de modo tal que
las contradicciones objetivas, de naturaleza muy distinta a las abarcables por
la lógica simbólica standard asumida por Popper, son imposibles de ser expre-
sadas y quedan virtualmente eliminadas.
Crítica: Luego de leer más arriba a Adorno acerca del método, y teniendo en
cuenta que el método popperiano de conjeturas y refutaciones no involucra una
crítica de los hechos bajo estudio, no ha de extrañarnos que Adorno piense que
tal método crítico sea insuficiente porque, según él tal método debe ser también
una crítica del objeto de la sociología, es decir de la sociedad misma en tanto tal.
Toda crítica de la relación entre sentencias científicas y aquello que pretenden re-
ferir debe conducir a la crítica de los hechos mismos. Tal crítica debe ser, usando
sus propias palabras, no sólo formal, sino material de la sociedad.
346
r
Las olémicas en el ámbito de las e iscemolo ías
. . .. sus consecue ·.
utopía que enmascara la unpos1bihdad de erradi l . · ncias ...
°'.erla ente impregnan las discusiones de hombres car 0 ~ intereses que inelu-
dib ern .dan · pertenecientes •
·al cuanto eluci cuesnones acerca de este mis a un concexro
socl mo contexto social.
Neutralidad valorativa: Adorno le espera brevemente p
.dad es también un valor! Y la adopción del mism ª odpper que ¡ral neu-
cralJ al d . fu o asume eterminad
uestos que usu mente se eJan era de toda discusión Ad • os pre-
sup ·al al al . l .d . orno propone para
1as ciencias soc1. bles un vl or ºdternanvo: e 1 eal de una socied d , .
. ' d a mas Justa que ha
de ser innegoc1a e en a const erac1on e toda propuesta acerca de la sociedad. '.
. ep1stemologicas
Las controversias . , . en 1a cte
. ocia en Argentina
La polémica Klimovsky- Varsavsky
Nuest , h s desarrollos científicos, s~-
cial ro pa1s ha permanecido a la saga de mue O tión aunque mas
es y cult 1 N 1 de esta cues ' l
adel ura es. o entraremos en as causas l nteados por os
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ue a aparecer como discusion a parnr e
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