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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS –CUM-


ÁREA CURRICULAR DE CIENCIAS CLÍNICAS
TERCER AÑO, CICLO 2022
UNIDAD DIDÁCTICA DE SEMIOLOGÍA MÉDICA II

SEMIOLOGÍA NEFROUROLÓGICA

Dra. Norma Pacajá


Revisado por los docentes de la Unidad Didáctica
Imágenes proporcionadas Dra. Marisa de Benítez y Dr. Sergio Pérez

I. INTERROGATORIO

DATOS DE FILIACIÓN
En Guatemala la infección del tracto urinario es la octava enfermedad prevalente a nivel nacional y la segunda
a nivel hospitalario, de predominio en el sexo femenino (primera causa de morbilidad durante el embarazo) y
de distribución generalizada en todo el país.

La insuficiencia renal aguda se ha convertido en la octava causa de morbilidad intrahospitalaria. (17)

SEXO:
En general las infecciones urinarias son más frecuentes en mujeres durante la infancia y adultez. Entre 20 a 50
% de mujeres, tendrá al menos una infección del tracto urinario en su vida. (22)

EDAD
El nefroblastoma (tumor maligno del riñón) se puede presentar en menores de 5 años e incluso en recién
nacidos. (22).

La litiasis (cálculos) renal y ureteral suele manifestarse entre los 25-40 años, se forma rara vez después de los
50 años. Se puede presentar en los niños, con mayor frecuencia en varones y en relación con anomalías
funcionales o anatómicas de la vía genitourinaria. (8, 22)

El adenoma y cáncer de próstata, así como los tumores malignos (entre éstos el 90% son carcinomas de células
renales, y de ellos 85% corresponden a carcinoma de células claras, otros tipos son el papilar cromófobo y el
de conductos colectores). La edad de aparecimiento oscila entre los 40 a 70años.

OCUPACIÓN:
- Trabajadores de la agroindustria, los que sudan profusamente y están expuestos a altas temperaturas, bajo
el sol, todo esto concentra la orina y aumenta la tendencia a precipitar y formar cálculos (1,10, 22)

- La nefropatía mesoamericana (MeN, por sus siglas en inglés) es una forma de enfermedad renal crónica
endémica en la costa pacífica de Centroamérica, no asociada a diabetes ni hipertensión arterial, cuya causa
aún no ha sido esclarecida. (10)

Aunque la etiología no se encuentra esclarecida, existe consenso entre la mayoría de investigadores que la MeN
tiene un componente ocupacional y ambiental importante, y que el esfuerzo físico intenso bajo estrés térmico
probablemente esté relacionado con la enfermedad. Se considera que factores como episodios de deshidratación
repetitiva continua y el estrés térmico pudieran desempeñar un papel importante en la fisiopatología de la
enfermedad. Es probable que la causa de MeN sea multifactorial y otros factores de riesgo propuestos que
merecen ser estudiados a mayor profundidad incluyen: exposición a algunos agroquímicos, algunos agentes

1
infecciosos (Leptospira y otros), el consumo frecuente de analgésicos, susceptibilidad genética y determinantes
sociales de salud. (10)

ANTECEDENTES PATOLÓGICOS
FAMILIARES:
La predisposición familiar ha sido señalada en la pielonefritis, litiasis urinaria, riñón poliquístico y en
nefropatías hematúricas. (22)

MÉDICOS:
Las piodermitis por estreptococos se han asociado al aparecimiento de glomerulonefritis, más frecuentemente
que la fiebre escarlatina y faringoamigdalitis. (9, 19)

La diabetes mellitus, la hipertensión arterial, las infecciones urinarias a repetición y aquellas condiciones
congénitas (anomalías de vías urinarias) o adquiridas (como nefrolitiasis) que cursen con reflujo urinario
vesicoureteral, se asocian a mayor frecuencia de insuficiencia renal crónica. La diabetes mellitus, así como el
uso de catéteres en vías urinarias predisponen a infecciones urinarias. El uso de antimicrobianos nefrotóxicos
como los aminoglucósidos puede dañar la función renal de manera permanente. (9,16,22)

SÍNTOMAS
Los enfermos con padecimientos nefrourológicos acuden al médico impulsados por síntomas tales como dolor
y trastornos de la micción, menos veces por alteraciones objetivas de la orina (cambios en olor o color), o por
síntomas generales inespecíficos como fiebre, cefalea, vértigos e insomnio.

DOLOR: Al valorarlo tendremos en cuenta que ofrece matices distintos según la localización anatómica de su
causa:

RENAL (capsular):
Se origina por la estimulación de las terminales sensitivas presentes en la cápsula renal y en el peritoneo
parietal, asociada a:
• Procesos inflamatorios: pielonefritis, perinefritis o absceso perirrenal
• Por distensión brusca de la cápsula renal secundaria obstrucción por cálculos, coágulos o pus en las
vías urinarias
• Por anoxia: como en el infarto renal
• Los procesos expansivos (tumores, quistes o hidronefrosis) que comprometen exclusivamente el
parénquima renal evolucionan sin dolor, y éste aparece solo cuando se compromete la cápsula renal.
(1, 2, 20,22)

Características Clínicas:
Aparición: gradual
Localización: profundo en la región lumbar, flanco o hipocondrio
Irradiación: el dolor es fijo
Carácter: sordo o lancinante
Intensidad: variable, según la causa que origine el dolor puede ser leve a moderado
Alivio: en decúbito dorsal
Agravamiento: en bipedestación y movimiento (marcha)
Duración: variable, en relación con la entidad causante; desde horas y días en los procesos inflamatorios, hasta
meses en los procesos tumorales

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PIELOURETERAL (cólico nefrítico)
El punto de partida del dolor es la distensión de las cavidades ureteropielocaliciales, determinada por cualquier
obstáculo al libre flujo de la orina. Esta distensión estimula las terminaciones nerviosas, que por distintas vías
aferentes llevan la sensación dolorosa, a la vez que producen reflejos que se manifiestan por espasmos de la
musculatura lisa ureteral y de la pelvis renal; de esta forma, se cierra un círculo vicioso que suma sus efectos.
(6,14)

Las vías aferentes mencionadas son siempre autónomas, vagales o simpáticas. El estímulo es llevado por esas
vías aferentes a la médula, de donde pueden seguir dos caminos:

1. Directamente al tálamo y de este, a la corteza, originando el dolor visceral verdadero, que se caracteriza
porque el sujeto lo siente profundo, situado groseramente en la localización real de la víscera, sin contractura
periférica ni hiperestesia cutánea (zona inervada por las raíces D8 a D10).

2. Al llegar al asta posterior el estímulo exalta la sensibilidad de neuronas somáticas vecinas (área de
Mackenzie) y a su través llega a la corteza; es el dolor referido, y el paciente lo localiza en las zonas cutáneas
correspondientes a los nervios cerebroespinales sensitivos, estimulados a nivel del asta posterior mediante este
mecanismo (zonas de las raíces D12 y L1). (14)

Parece ser que la irritación local de la mucosa juega un papel menor. Esto explica la típica irradiación del dolor
desde las fibras espinales a las fibras aferentes renales y ureterales, y las fibras sensitivas desde la piel,
correspondientes a aquellas zonas inervadas por los nervios genitofemoral, ilioinguinal e iliohipogástrico

Características Clínicas:
Aparición: de manera brusca, sin horario fijo, incluso en pleno sueño. Muchas veces,
especialmente cuando se debe a cálculos, se encuentra el antecedente inmediato de
un esfuerzo, una marcha o un viaje, especialmente si el cuerpo está sometido a
traqueteo y expuesto a frío extremo. (6, 21)
Localización: el dolor generalmente se inicia y experimenta con máxima intensidad
en la región lumbar. A pesar de su extensa topografía que corresponde al trayecto
ureteral siempre existe un punto de máxima intensidad que puede variar en el curso
del cólico por migración del cálculo. Cabe señalar que el punto máximo de dolor no
siempre corresponde al nivel del obstáculo. El cálculo en el uréter pelviano puede dar
dolor exclusivo lumbar por distensión de la pelvis renal. (21)
Irradiación: por el flanco hasta el ombligo, región inguinal, testículo, labio mayor, meato uretral y cara interna
del muslo. Va acompañado de franjas hiperestésicas en los dermatomas correspondientes
Carácter: es de tipo cólico
Intensidad: es variable, pudiendo llegar a ser severo, tal que provoque un estado de colapso
Alivio: al liberarse la obstrucción
Duración: es variable, pudiendo durar hasta varios días; las crisis persistirán hasta que la obstrucción se libere.

Cuando el dolor aparece en el momento de iniciar la micción, se debe a una dilatación ureteral consecutiva a
obstáculos en las vías urinarias bajas (hipertrofia prostática o estenosis uretral), permitiendo el reflujo
ascendente de orina hasta el riñón, cuya pelvis se distiende. (22)

VESICAL:
El dolor vesical se explica debido a que tiene inervación triple: simpática, parasimpática y somática. Las vías
parasimpáticas de la vejiga –S2, S3 y S4- proporcionan función motora para la micción coordinada, el deseo
de orinar, la propiocepción y el dolor. Todas estas vías sensitivas y motoras corren juntas en los nervios
pélvicos. Condiciones como tracción, inflamación y distención pueden por lo tanto estimular dichas fibras y
evocar dolor. (3,22)

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Características Clínicas:
Aparecimiento: gradual
Localización: se localiza en la región hipogástrica o en la profundidad de la pelvis
Intensidad: variable
Carácter: cólico, urente como en la cistitis; o tensivo, sin ser verdadero dolor, como sucede en la retención
vesical crónica e incompleta
Irradiación: con mucha frecuencia al glande en el hombre y meato uretral en la mujer
Alivio y/o agravamiento: en la cistitis calculosa alivia al colocarse en decúbito, mientras que en la posición
erguida, los cálculos se colocan sobre el trígono, cerca de la embocadura uretral, irritando el área, lo que causa
agravamiento del dolor. (14, 22)

Sufre variaciones en relación con la micción. El dolor que se produce antes de la evacuación vesical se debe a
distensión de la vejiga urinaria inflamada (cistitis) y el experimentado al comienzo de aquella, se asocia a
hipertrofia prostática, prostatitis o uretritis. El dolor al final de la micción se debe a cistitis y tumores vesicales.
(22)

URETRAL:
Aparecimiento: brusco durante la micción
Localización: trayecto de la uretra (pene y vulva)
Intensidad: variable, pudiendo llegar a ser severo
Carácter: urente
Irradiación: periné y meato uretral
Alivio: según la condición que le dio origen
Agravamiento: durante la micción y erección
De manera asociada, puede aparecer tenesmo y erección dolorosa. Es el resultado de procesos inflamatorios
agudos o cuerpos extraños (cálculos) en la uretra. (22)

TRASTORNOS EN LA EVACUACIÓN DE LA ORINA


Los riñones realizan sus funciones más importantes filtrando el plasma sanguíneo y eliminando las sustancias
de ese filtrado, según las necesidades del organismo. Además, depuran las sustancias de desecho de la sangre,
contenidas en el filtrado glomerular, excretándolas a la orina, en tanto se devuelven a la sangre, las sustancias
necesarias.

La formación de la orina representa la suma de tres procesos renales, a saber:


• La filtración glomerular
• La reabsorción de sustancias que se encuentran en el túbulo y pasan a la sangre
• La secreción de sustancias que desde la sangre pasan al interior de los túbulos renales

Se presentan a continuación los trastornos cualitativos de la evacuación urinaria y podrá encontrar en el Examen
Físico, los de carácter cuantificable.

➢ DISURIA:
Es la micción dificultosa y/o dolorosa. Puede manifestarse como:
• retardo en el comienzo de la micción acompañada de pujos
• emisión de orina interrumpida
• modificaciones de la fuerza del chorro miccional
• dolor urente (ardor) durante la micción. (7, 11, 14,22)

Se presenta en enfermedades inflamatorias de las vías urinarias bajas (cistitis, uretritis, y prostatitis) u
obstructivas (hipertrofia o cáncer prostático, por cálculos vesicales o uretrales); pero puede relacionarse con el
paso de coágulos o cálculos provenientes de las vías urinarias altas. (1)

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Es frecuente en mujeres de edad fértil como manifestación de infección del tracto urinario inferior (cistitis y
uretritis). (1)

➢ TENESMO VESICAL:
Persistencia del deseo de orinar una vez finalizada la micción, con sensación de evacuación incompleta de la
vejiga (1)

➢ ESTRANGURIA:
La emisión de orina es penosa en extremo y gota a gota (20,22). Las enfermedades que provocan el tenesmo
vesical y la estranguria son las mismas que las que ocasionan disuria.

“Estranguria”, “tenesmo vesical” y “disuria” tienen un significado incierto y no deben ser usados en la
disfunción del tracto urinario inferior, excepto que se especifique un significado concreto. Disuria textualmente
significa ‘micción anómala’, es usada correctamente en algunos países europeos. Sin embargo, se usa con
frecuencia para describir la sensación de picazón/quemazón propia de la infección urinaria. (11)

➢ POLAQUIURIA:
Se define como la micción frecuente y escasa. El mecanismo fisiopatológico de éste síntoma se debe a
contracción frecuente de la musculatura vesical, el estímulo puede encontrarse en: el tracto urinario (litiasis
ureteral, vesical o uretral, cistitis y tumores vesicales) o en órganos vecinos, como útero (embarazo y tumores),
anexos (salpingitis), próstata, vesículas seminales y recto. (1, 7, 11, 14,22)

➢ NICTURIA:
Emisión de orina más abundante o frecuente por la noche que durante el día (4,20)
Algunas causas pueden ser:
✓ En insuficiencia cardiaca, cirrosis y gestación: como consecuencia de la redistribución de edemas por
cambios gravitacionales al colocarse en decúbito
✓ En insuficiencia renal crónica al haber mala concentración de la orina, aumenta la frecuencia nocturna
✓ Administración de corticosteroides, debido a que promueve la retención de sodio y concomitante de
agua sin alterar las funciones miccionales.
✓ Hipertrofia prostática
✓ Poliuria

➢ RETENCIÓN COMPLETA AGUDA:


Es frecuente en los pacientes prostáticos. Muchas veces después de un gran aporte de líquido, que puede
desencadenar una pérdida del tono de la musculatura vesical. El paciente tiene la imposibilidad de expulsar la
más pequeña cantidad de orina, y a medida que esta se acumula en la vejiga, aparecen intensos dolores en el
hipogastrio. En la palpación del hipogastrio se percibe la vejiga distendida (globo vesical) que remonta hacia
el abdomen superior. (7, 11, 14,22)

No siempre la retención aguda va acompañada de este síndrome doloroso, puede instalarse y mantenerse
durante muchas horas sin que el paciente aqueje molestias ni deseos de orinar, y es la palpación de globo
vesical, lo que permite establecer el diagnóstico diferencial con una anuria secretora. También se observan con
relativa frecuencia, retenciones vesicales indoloras, en las que no se palpa ni se percute globo vesical, causada
por dificultad de exploración por obesidad, meteorismo acentuado, pacientes con paredes abdominales flácidas
y con vejiga atónica.

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➢ INCONTINENCIA URINARIA:
Es la eliminación involuntaria de orina, constituye un problema social o higiénico y es objetivamente
demostrable. (1, 3, 6, 8,13)

Los mecanismos de continencia urinaria son: cierre del cuello vesical y el mecanismo esfinteriano uretral distal
competente. Debe involucrar algún grado de deficiencia de ambos mecanismos. Se produce cuando la presión
intravesical excede a la presión del detrusor. (2)

Algunas de sus causas son: infección del tracto urinario, cálculos y tumores de la vejiga, debilidad del esfínter
urinario por cirugías previas o daño neurológico, partos múltiples, depresión y uso de diuréticos. (1)

➢ MICCION POR REBOSAMIENTO:


Este síntoma es una variedad de incontinencia, llamada por rebosamiento, paradójica o falsa incontinencia.
Se debe a aumento de la presión intravesical por encima de la presión del cierre uretral, en presencia de una
capacidad vesical completa y ausencia de contracción del detrusor.

Se observa en los casos en los cuales existe una falta de contracción del detrusor, por la distensión crónica de
la vejiga, evidenciada por un flujo de orina gota a gota por el meato, sin dolor.

Al examinar el abdomen se observa y palpa globo vesical. Se presenta en casos adenoma prostático. (1, 7, 11,
14,22)

ALTERACIONES CUALITATIVAS DE LA ORINA


La orina normal, recién emitida, es límpida y transparente. Su color ambarino es debido a la concentración de
urocromo. La presencia de algunos solutos puede dar alteraciones de la coloración, por ejemplo:

Pálida como agua: de forma permanente en la diabetes insípida y en la mellitus, también se presenta en las
etapas avanzadas de la insuficiencia renal crónica.

Oscura o rojiza: sucede después de grandes pérdidas acuosas extrarrenales (como vómitos, diarrea, etc) lo que
concentra el urocromo, además en fallo cardiaco congestivo (en el que se encuentra oliguria acompañada de
urobilinogenuria), utilización de algunos fármacos (rifampicina, L-dopa), en infección urinaria ocasionada por
la bacteria Serratia marcescens.

Color intenso o negro: excreción de pigmentos biliares, conocida como coliuria. (22)

➢ HEMATURIA:
Se define como la presencia de 5 o más eritrocitos por campo en el examen del sedimento urinario. (1) Esta
definición excluye la pérdida de sangre no mezclada con orina, como la uretrorragia (sangre proveniente de la
uretra) y la eliminación del pigmento hemático liberado de los hematíes o hemoglobinuria.

Basta un mililitro de sangre en 1000 de orina para que esta sea advertible (hematuria macroscópica), tomando
un aspecto como agua en la que se ha lavado carne. (22)

Las causas de hematuria son muy diversas además del cáncer. A continuación se ejemplifica una causa entre
otras, según la estructura afecta:
✓ Riñon: glomérulonefritis
✓ Uréter: litiasis
✓ Vejiga: cistititis
✓ Próstata: adenoma prostático
✓ Uretra: uretritis

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Existen otras causas que no radican en estructuras del tracto urinario, como en las coagulopatías (púrpura
trombocitopénica idiopática, hemofilia, uso de Warfarina, etc.)

ALTERACIONES CUANTITATIVAS DE LA ORINA


Cuando se indaga sobre el patrón miccional en el interrogatorio, los pacientes podrán aportar datos aproximados
sobre el volumen y la frecuencia, sin embargo en muy pocos caso estos datos serán producto de una medición
y registro directos; por esta razón, solamente se habla de poliuria, oliguria y anuria cuando se ha medido
(cuantificado) el volumen de la orina.

➢ POLIURIA:
Es la emisión de orina con un volumen superior a 2.5 litros en 24 horas. (7, 11, 12)

Se puede dividir en:


Poliuria pasajera: por ingestión excesiva de agua, emociones, frío, medicamentos, por resorción de exudados y
edemas y exagerada administración de soluciones salinas o glucosadas.

Poliuria crónica: Se produce por tres diferentes mecanismos:


✓ Por diuresis osmótica: la disminución de la resorción de agua se debe a un exceso de sustancias
disueltas (glucosa en la diabetes, fosfatos en el hiperparatiroidismo y proteínas en el mieloma)
✓ Por lesión renal: insuficiencia renal aguda.
✓ Por trastornos hipofisiarios: diabetes insípida por déficit de hormona antidiurética (ADH). (22)

➢ OLIGURIA:
Es la emisión de orina con un volumen de 50 a 500 ml. en 24 horas. (12)

La formación de orina es un proceso que requiere tres condiciones adecuadas:


✓ Adecuada perfusión del riñón (nivel prerrenal)
✓ Indemnidad estructural y funcional del parénquima renal (nivel renal)
✓ Vía urinaria libre (nivel posrenal) (1)

En el individuo normal puede depender de los siguientes factores:


• Ingesta deficiente de líquidos
• Sudación excesiva
• Traslado a grandes altitudes (oliguria hipóxica)

Las causas patológicas pueden enumerarse así (1, 16, 22)


• Prerrenales: situaciones que disminuyen el flujo sanguíneo renal, como la deshidratación por pérdidas
aumentadas, la insuficiencia cardíaca, vasoconstricción de la arteria aferente glomerular (hipertensión
arterial), el síndrome nefrótico y el síndrome ascítico-edematoso. El riñón percibe la información de
disminución de la volemia e intenta resolver la situación utilizando mecanismos que conducen a la
retención de agua y sal, lo que resulta en oliguria

• Renales: son las lesiones agudas o crónicas que producen daño renal. Se destacan la insuficiencia renal
aguda en su etapa oligúrica y la insuficiencia renal crónica de cualquier etiología en su etapa terminal,
además, por obstrucción tubular, por cilindros (leucocitarios como en la pielonefritis, hemáticos como en
la glomerulonefritis) o hemoglobina (hemoglobinuria paroxística nocturna) (1)

• Postrenales: representadas por las alteraciones obstructivas de la vía urinaria

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➢ ANURIA
Es la secreción de un volumen urinario menor de 50 ml al día. No debe confundirse con la retención vesical
completa de orina. En la retención, el paciente se encuentra agitado, con deseos de orinar sin poderlo lograr,
palpándose globo vesical, que desaparece con el sondaje, obteniéndose abundante volumen de orina. Mientras
que en la anuria, el paciente no tiene deseos de orinar y la vejiga está vacía. (22)

Se clasifica así:

✓ ARRENAL: debida a extirpación de riñón único.

✓ PRERRENAL: secundaria a hipovolemia o por hipotensión arterial marcada. Recordemos que el riñón
necesita una presión arterial glomerular no inferior a 40 mmHg para ser funcional; por debajo de esta cifra,
cesa la secreción renal (filtrado glomerular). Las causas que la producen son:
o Embolia de los vasos renales o compresión de estos por tumores
o Reducción de los constituyentes de la sangre por hemorragias, diarrea, vómitos, sudación excesiva
o descompensación cardíaca avanzada
o Estados de choque de diverso origen
o Alteraciones endócrinas (hipofisiarias, suprarrenales)

✓ RENAL:
o Nefropatías bilaterales y lesiones destructivas de ambos riñones (glomerulonefritis aguda,
esclerosis renal, tubulopatías crónicas, tuberculosis y litiasis bilateral)
o Origen vascular, como necrosis cortical bilateral y trombosis de venas renales

✓ POSRENAL O SUBRENAL:
o Obstrucción ureteral bilateral o unilateral (en el caso de pacientes con riñón único), por cáncer
ginecológico o rectal y ligadura accidental de uréteres en cirugía
o Cálculos, tumores y procesos periureterales compresivos

II. EXAMEN FÍSICO

INSPECCIÓN GENERAL:
Muestra signos como: edema y palidez en las enfermedades agudas; en las enfermedades renales crónicas: mal
estado nutricional, atrofia muscular, edema, palidez y tinte ocre (por anemia más retención de cromógenos
urinarios) generalizado.

✓ FACIES RENAL:
Se presenta con edema prominente del rostro, muy marcado en los párpados debido a
la laxitud del tejido celular subcutáneo. Se observa en glomerulonefritis aguda y en
el síndrome nefrótico. (1,21)

8
✓ FACIES URÉMICA:
El color de la tez es pálido amarillento u ocre con algún grado de abotargamiento (edema facial) y edema
palpebral. (1,13)

Se observa en la insuficiencia renal crónica: xerostomía, lengua saburral, con el dorso y bordes enrojecidos y
escoriados. Aliento con olor a orina.

En pacientes en fase avanzada de la insuficiencia renal crónica, se ven caquécticos hasta el punto de evocar la
presencia de una neoplasia maligna. Puede observarse en la piel depósito de cristales de urea, lo cual se le
denomina escarcha urémica. Son notorios también los trastornos tróficos del cabello (seco, adelgazado,
quebradizo) y de las uñas, presencia de petequias y equimosis. (22)

✓ INSPECCIÓN DE LA REGIÓN HIPOGÁSTRICA:


Se puede observar la presencia de una prominencia redondeada, situada en
la línea media o algo hacia un lado, que algunas veces rebasa el ombligo,
como en el globo vesical. Es difícil apreciarla en obesos y en pacientes con
meteorismo o ascitis. (13,22)

PALPACIÓN:

➢ DE LA PARED ABDOMINAL:
Puede encontrarse una tumoración o sensación de masa, aún con palpación superficial, sensible o no, de bordes
precisos o mal definidos, con contractura muscular o sin ella. Se presenta en casos de tumor renal,
hidronefrosis, riñón quístico, hematoma perirrenal espontáneo y absceso perinefrítico. (22)

➢ PALPACIÓN DEL RIÑÓN:

✓ PALPACIÓN BIMANUAL O DE GUYÓN:


El paciente en decúbito dorsal y en completa relajación muscular, con las piernas extendidas o muy ligeramente
flexionadas, con los talones de los pies apoyados en la cama, el médico se sitúa en el lado del riñón que se
palpa, viendo hacia la cabeza del paciente. (1,22)

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Una mano denominada de sostén (la izquierda para el riñón
derecho, y viceversa) apoyando su dorso sobre la cama y
perpendicular a la línea media, deprime la región lumbar (dentro
del área del ángulo formado por la intersección de la XII costilla
y la masa muscular lumbar). La otra mano (mano activa) se aplica
en la cara anterior del abdomen, con su eje mayor paralelo a la
línea media y por fuera de los músculos rectos anteriores.

El paciente respira tranquilamente. La palpación se comienza


desde la fosa ilíaca, pues el riñón puede estar muy descendido. Se
hunden suavemente los dedos de la mano activa, durante la inspiración y se avanza hacia arriba durante la
espiración, sin despegar los dedos de la pared abdominal, disminuyendo la presión ejercida por la mano, hasta
llegar por debajo de la parrilla costal. Después de haber realizado la palpación con respiración tranquila, se
debe repetir con el paciente respirando profundamente.

Es conveniente que la presión efectuada por la mano lumbar (o de sostén) no sea continua, pues en tal caso, al
comienzo de la inspiración, entre ella y la mano anterior (hundida en el abdomen), se constituye un estrecho
que obstaculiza o traba el descenso del riñón. Se deprimirá con la mano de sostén sólo al final de la inspiración.
(1,22)

✓ SIGNO DE WILLIAMSON:
Se coloca al paciente de pie o sentado de espaldas al examinador. El
médico se coloca a la izquierda del paciente, deprime la región lumbar
izquierda, utilizando el pulpejo de los dedos índice y medio de la mano
derecha, dentro del área del ángulo formado por la intersección de la
XII costilla y la masa muscular lumbar. El signo es positivo cuando
es imposible deprimir esta región, la cual normalmente si se puede
deprimir. Se presenta cuando hay un aumento de volumen del riñón,
como sucede en casos de hidronefrosis, quistes o tumores. (22)

Este signo es útil para diferenciar una “masa” que se palpó en el


hemiabdomen izquierdo, es originada por el riñón y no
esplenomegalia, pues el bazo al agrandarse lo hace hacia abajo y hacia
la línea media. El aumento del riñón por el contrario, se caracteriza
por el aparente desarrollo de capas sucesivas sin desplazarse y se adosa
a la pared lumbar, la cual no puede ser deprimida. (22)

➢ URÉTERES:
En estado normal, los uréteres no son palpables a través de la pared abdominal, pero se les puede identificar
mediante los puntos dolorosos ureterales en los procesos inflamatorios (cálculo enclavado y ureteritis con
engrosamiento parietal). En la pared abdominal anterior se localizan los puntos superior y medio y mediante
tacto vaginal o rectal el punto inferior. (1,22)

Técnica para palpación de uréteres:


Se coloca al paciente en decúbito dorsal, con la cabeza algo elevada y las rodillas en semiflexión (con esto se
logra la relajación de la musculatura abdominal). El médico de pie, al lado derecho del paciente puede palpar
los puntos ureterales derechos e izquierdos. Con la mano derecha, utilizando la punta de los dedos índice y
medio, se presiona en las siguientes localizaciones:

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❖ Punto Ureteral Superior (o paraumbilical): se localiza en la intersección del plano umbilical con el borde
externo del recto anterior del abdomen. Corresponde al nacimiento del uréter.

❖ Punto Ureteral Medio: se localiza en el borde exterior del músculo recto anterior, a la altura de la línea
bisilíaca. Es el punto por donde el uréter cruza los vasos ilíacos, antes de penetrar en la pelvis.

❖ Punto Ureteral Inferior: Coincide con la desembocadura del uréter en la vejiga. La técnica para su
exploración es vaginal o rectal en las mujeres y en los varones es rectal.

PERCUSIÓN DE LA REGIÓN LUMBAR


➢ Puño percusión de Murphy: (percusión directa) estando el paciente sentado
y algo inclinado hacia delante. El médico colocado al lado derecho del
paciente podrá percutir ambos lados, se percute con el borde cubital, con el
puño cerrado de cualquiera mano, sobre el ángulo formado por la
intersección de la XII costilla y la masa muscular lumbar.

Con esta técnica se causa dolor intenso y movimientos de reacción


defensivos en casos de pielonefritis, abscesos renales y litiasis
pieloureteral. (6,22)

AUSCULTACIÓN:
Se realiza con el paciente en decúbito dorsal, con respiración superficial o en apnea. (1,22)

En el epigastrio, los flancos y/o en la línea paraumbilical, puede auscultarse un soplo sistólico o sistodiastólico,
debido a la presencia de estenosis arterial renal. (1)

Sin embargo hasta en un 20% de las personas pueden encontrarse soplos en el epigastrio, y no tener
significación clínica; pero cuando el soplo es sistodiastólico, debe orientar a la presencia de estenosis arterial
renal como se mencionó arriba. (1)

El predominio del componente diastólico del soplo indica un grado de estenosis severo. (18)

III. PRINCIPALES SÍNDROMES NEFRO-UROLÓGICOS


Dependiendo la ubicación de los procesos patológicos, se habla de procesos superiores, cuando se encuentran
afectados: el riñón, la pelvis renal y los uréteres, y de procesos inferiores cuando se afecta vejiga y uretra.

SINDROME OBSTRUCTIVO
Las vías urinarias pueden afectarse por obstrucción intrínseca, acodadura o por compresión extrínseca. Las
manifestaciones clínicas dependerán si la obstrucción es completa, incompleta, bilateral o unilateral. Si la causa
de la obstrucción no es solucionada y se presenta reflujo urinario, con el tiempo produce daño parenquimatoso
con insuficiencia renal irreversible. (11, 20, 22)

➢ SUPERIOR: cuando la causa de la obstrucción se encuentra a nivel de pelvis renal y uréter, como sucede
en la litiasis, tumores, anomalías congénitas (por ejemplo, riñón ptósico y vasos aberrantes) o por coágulos
secundarios a traumatismos.

La distensión del uréter es muy dolorosa, la causa más común es un cálculo obstructor, que ha descendido
desde el riñón. Pueden ocurrir patrones poco comunes de dolor, pero de manera típica, el de origen ureteral

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se inicia en el ángulo costovertebral y se irradia hacia las partes bajas del abdomen, parte alta del muslo,
testítulo y labio vulvar del mismo lado.

El dolor suele ser intensísimo y el paciente se retuerce incapaz de obtener alivio. Es importante resaltar
que cuando la obstrucción es extrínseca a la vía urinaria y no hay cálculos no se encuentran elementos
formes alterados en la orina. (16)

➢ INFERIOR: Cuando la causa de la obstrucción se encuentra a nivel del trígono (litiasis y tumores) y uretra
(estenosis por agrandamiento prostático como sucede en la hiperplasia benigna (conocida tambien como
enfermedad proliferativa beningna de la próstata) en prostatitis y adenocarinoma)

En la enfermedad proliferativa benigna, hay disuria, de manera más frecuente al iniciar la micción, micción
intermitente, disminución del volumen del chorro de la micción, vaciamiento incompleto de la vejiga y
goteo postmiccional. La resistencia al flujo de la orina disminuye la distensibilidad de la vejiga y origina
nicturia, urgencia y al final retención. (12)

INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO (1,9, 16)


El reflujo vesicoureteral y la obstrucción urinaria a cualquier nivel, son dos condiciones que favorecen
especialmente la infección del tracto urinario. En las mujeres sin alteración anatómica, los factores que
favorecen la prevalencia y aparición de las infecciones del tracto urinario son:
• Uretra corta
• Ubicación del meato uretral en el introito vaginal
• Uso de espermicidas y diafragma
• Deficiencia de estrógenos: en niñas prepúberes y menopausia
• Durante el embarazo
• Higiene deficiente de genitales, especialmente en niñas

➢ INFECCIÓN URINARIA BAJA: la que se asienta en la vejiga y en la uretra.


✓ SÍNTOMAS: Disuria, polaquiuria, tenesmo vesical, dolor hipogástrico, urgencia miccional,
estranguria e incontinencia urinaria.

✓ SIGNOS: Dolor a la palpación del hipogastrio. En el examen general de orina puede evidenciarse
piuria y hematuria. (22)

✓ CAUSAS: cistitis, uretritis y prostatitis

➢ INFECCIÓN URINARIA ALTA: la que se asienta en los riñones y uréteres


✓ SÍNTOMAS: Dolor renal, aumento de la temperatura corporal, síntomas de la infección urinaria
baja, náuseas y vómitos, debido a las múltiples conexiones existentes entre los plexos renal, celíaco
y mesentérico.

✓ SIGNOS: Fiebre. puño percusión de Murphy positiva. En el examen general de orina puede
evidenciarse piuria y cilindros leucocitarios. (22)

✓ CAUSAS: pielonefritis, abscesos renales y perinefritis.

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IV. BIBLIOGRAFIA

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CARACTERISTICAS EPIDEMIOLOGICAS DE LAS ENFERMEDADES PREVALENTES EN GUATEMALA
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13. Hinostroza F, Juan Alberto. MANUAL DE SEMIOLOGÍA UROLÓGICA. 2001, Chile.
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22. SurósBatlló, SEMIOLOGÍA MÉDICA Y TÉCNICA EXPLORATORIA, 8ª. Edición, Masson, 200, España.

MARS/enero,2022

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