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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS –CUM-


ÁREA CURRICULAR DE CIENCIAS CLÍNICAS
TERCER AÑO, CICLO 2016
UNIDAD DIDÁCTICA DE SEMIOLOGÍA MÉDICA II

SEMIOLOGÍA NEFROUROLÓGICA
Dra. Azucena Rosal Sagastume
Revisado por los docentes de la Unidad Didáctica
Imágenes proporcionadas Dra. Marisa de Benítez y Dr. Sergio Pérez

I. INTERROGATORIO

DATOS DE FILIACIÓN

En Guatemala la infección del tracto urinario es la octava enfermedad prevalente a nivel


nacional y la segunda a nivel hospitalario, de predominio en el sexo femenino (primera
causa de morbilidad durante el embarazo) y de distribución generalizada en todo el país.
La insuficiencia renal aguda se ha convertido en la octava causa de morbilidad
intrahospitalaria. (15)

SEXO:
En general las infecciones urinarias son más frecuentes en mujeres durante la infancia y
adultez. Entre 20 a 50 % de MUJERES tendrá al menos una infección del tracto urinario
en su vida. (20)

EDAD
En el período NEONATAL, las infecciones urinarias son más frecuentes en VARONES que
en mujeres (9).
Los cálculos renales y ureterales suelen manifestarse entre los 25-40 años, se forman rara
vez después de los 50 años. Se pueden presentar en los niños, con mayor frecuencia en
varones y en relación con anomalías anatómicas o funcionales. (1, 20)

El adenoma y cáncer de próstata, así como los tumores malignos del riñón se presentan
entre los 40 a 70años, estos últimos se pueden presentar en menores de 5 años y aún en
recién nacidos. El nefroblastoma se puede presentar en menores de 5 años e incluso en
recién nacidos. (20)

OCUPACIÓN:
Son nocivas para el riñón todas aquellas situaciones en las cuales:
- Se maneja sustancias nefrotóxicas
o Plomo: personas que manipulan pintura, soldadores de metal y vidrio, así como
aficionados del tiro al blanco.
o Mercurio: contacto cotidiano con agua poco controlada, odontólogos y
mecánicos dentales que manipulan amalgamas y personas que se dedican a la
práctica de la santería que incluye manipulación de mercurio en sus ritos.

1
- Se suda profusamente, lo que concentra la orina y aumenta la tendencia a precipitar y
formar cálculos (20)

ANTECEDENTES PATOLÓGICOS

FAMILIARES:
La predisposición familiar ha sido señalada en la pielonefritis, litiasis urinaria, riñón
poliquístico y en nefropatías hematúricas. (20)

MÉDICOS:
Las piodermitis por estreptococos se han asociado al aparecimiento de glomerulonefritis,
más frecuentemente que la fiebre escarlatina y faringoamigdalitis. (9, 17)

La diabetes mellitus, la hipertensión arterial, las infecciones urinarias a repetición y


aquellas condiciones congénitas (anomalías de vías urinarias) o adquiridas (como
nefrolitiasis) que cursen con reflujo urinario vesicoureteral, se asocian a mayor frecuencia
de insuficiencia renal crónica. La diabetes mellitus, así como el uso de catéteres en vías
urinarias predisponen a infecciones urinarias. El uso de antimicrobianos nefrotóxicos como
los aminoglucósidos puede dañar la función renal de manera permanente. (14,20)

SÍNTOMAS

Los enfermos con padecimientos nefrourológicos acuden al médico impulsados por


síntomas tales como dolor y trastornos de la micción, menos veces por alteraciones
objetivas de la orina (cambios en olor o color), o por síntomas generales inespecíficos
como fiebre, cefalea, vértigos e insomnio.

DOLOR: Al valorarlo tendremos en cuenta que ofrece matices distintos según la


localización anatómica de su causa:

RENAL (capsular):

Se origina por la estimulación de las terminales sensitivas presentes en la cápsula renal y


en el peritoneo parietal, asociada a:
 Procesos inflamatorios: pielonefritis, perinefritis o absceso perirrenal
 Por distensión brusca de la cápsula renal secundaria obstrucción por cálculos,
coágulos o pus en las vías urinarias
 Por anoxia: como en el infarto renal
 Los procesos expansivos (tumores, quistes o hidronefrosis) que comprometen
exclusivamente el parénquima renal evolucionan sin dolor, y éste aparece solo
cuando se compromete la cápsula renal. (1, 2, 18,20)

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Características Clínicas:

Aparición: gradual
Localización: profundo en la región lumbar, flanco o hipocondrio
Irradiación: el dolor es fijo
Carácter: sordo o lancinante
Intensidad: variable, según la causa que origine el dolor puede ser leve a moderado
Alivio: en decúbito dorsal
Agravamiento: en bipedestación y movimiento (marcha)
Duración: variable, en relación con la entidad causante; desde horas y días en los
procesos inflamatorios, hasta meses en los procesos tumorales

PIELOURETERAL (cólico nefrítico)

El punto de partida del dolor, es la distensión de las cavidades ureteropielocaliciales,


determinada por cualquier obstáculo al libre flujo de la orina. Esta distensión estimula las
terminaciones nerviosas, que por distintas vías aferentes llevan la sensación dolorosa, a la
vez que producen reflejos que se manifiestan por espasmos de la musculatura lisa ureteral
y de la pelvis renal; de esta forma, se cierra un círculo vicioso que suma sus efectos.
(6,14)

Las vías aferentes mencionadas son siempre autónomas, vagales o simpáticas. El


estímulo es llevado por esas vías aferentes a la médula, de donde pueden seguir dos
caminos:

1. Directamente al tálamo y de este, a la corteza, originando el dolor visceral verdadero,


que se caracteriza porque el sujeto lo siente profundo, situado groseramente en la
localización real de la víscera, sin contractura periférica ni hiperestesia cutánea (zona
inervada por las raíces D8 a D10).

2. Al llegar a la asta posterior el estímulo exalta la sensibilidad de neuronas somáticas


vecinas (área de Mackenzie) y a su través llega a la corteza; es el dolor referido, y el
paciente lo localiza en las zonas cutáneas correspondientes a los nervios
cerebroespinales sensitivos, estimulados a nivel de la asta posterior mediante este
mecanismo (zonas de las raíces D12 y L1). (14)

Parece ser que la irritación local de la mucosa juega un papel menor. Esto explica la típica
irradiación del dolor desde las fibras espinales a las fibras aferentes renales y ureterales, y
las fibras sensitivas desde la piel, correspondientes a aquellas zonas inervadas por los
nervios genitofemoral, ilioinguinal e iliohipogástrico

Características Clínicas:
Aparición: de manera brusca, sin horario fijo, incluso en pleno
sueño. Muchas veces, especialmente cuando se debe a cálculos,
se encuentra el antecedente inmediato de un esfuerzo, una marcha

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o un viaje, especialmente si el cuerpo está sometido a traqueteo y expuesto a frío extremo.
(6, 20)
Localización: el dolor generalmente se inicia y experimenta con máxima intensidad en la
región lumbar. A pesar de su extensa topografía que corresponde al trayecto ureteral
siempre existe un punto de máxima intensidad que puede variar en el curso del cólico por
migración del cálculo. Cabe señalar que el punto máximo de dolor no siempre corresponde
al nivel del obstáculo. El cálculo en el uréter pelviano puede dar dolor exclusivo lumbar por
distensión de la pelvis renal. (20)
Irradiación: por el flanco hasta el ombligo, región inguinal, testículo, labio mayor, meato
uretral y cara interna del muslo. Va acompañado de franjas hiperestésicas en los
dermatomas correspondientes
Carácter: es de tipo cólico
Intensidad: es variable: pudiendo llegar a ser severo, tal que provoque un estado de
colapso
Alivio: al liberarse la obstrucción
Duración: es variable, pudiendo durar hasta varios días; las crisis persistirán hasta que la
obstrucción se libere.

Cuando el dolor aparece en el momento de iniciar la micción, se debe a una dilatación


ureteral consecutiva a obstáculos en las vías urinarias bajas (hipertrofia prostática o
estenosis uretral), permitiendo el reflujo ascendente de orina hasta el riñón, cuya pelvis se
distiende. (20)

VESICAL:

El dolor vesical se explica debido a que tiene inervación triple: simpática, parasimpática y
somática. Las vías parasimpáticas de la vejiga –S2, S3 y S4- proporcionan función motora
para la micción coordinada, el deseo de orinar, la propiocepción y el dolor. Todas estas
vías sensitivas y motoras corren juntas en los nervios pélvicos. Condiciones como
tracción, inflamación y distención pueden por lo tanto estimular dichas fibras y evocar
dolor. (3)

Características Clínicas:
Aparecimiento: gradual
Localización: se localiza en la región hipogástrica o en la profundidad de la pelvis
Intensidad: variable
Carácter: cólico, urente como en la cistitis; o tensivo, sin ser verdadero dolor, como sucede
en la retención vesical crónica e incompleta
Irradiación: con mucha frecuencia al glande en el hombre y meato uretral en la mujer
Alivio y/o agravamiento: en la cistitis calculosa alivia al colocarse en decúbito, mientras
que, en la posición erguida, los cálculos se colocan sobre el trígono, cerca de la
embocadura uretral, irritando el área, lo que causa agravamiento del dolor. (14, 20)

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Sufre variaciones en relación con la micción. El dolor que se produce antes de la
evacuación vesical se debe a distensión de la vejiga urinaria inflamada (cistitis) y el
experimentado al comienzo de aquella, se asocia a hipertrofia prostática, prostatitis o
uretritis. El dolor al final de la micción se debe a cistitis y tumores vesicales. (20)

URETRAL:

Aparecimiento: brusco durante la micción


Localización: trayecto de la uretra (pene y vulva)
Intensidad: variable, pudiendo llegar a ser severo
Carácter: urente
Irradiación: periné y meato uretral
Alivio: según la condición que le dio origen
Agravamiento: durante la micción y erección
De manera asociada, puede aparecer tenesmo y erección dolorosa. Es el resultado de
procesos inflamatorios agudos o cuerpos extraños (cálculos) en la uretra. (20)

TRASTORNOS EN LA EVACUACIÓN DE LA ORINA

Los riñones realizan sus funciones más importantes filtrando el plasma sanguíneo y
eliminando las sustancias de ese filtrado, según las necesidades del organismo. Además,
depuran las sustancias de desecho de la sangre, contenidas en el filtrado glomerular,
excretándolas a la orina, en tanto se devuelve a la sangre, las sustancias necesarias.

La formación de la orina, representa la suma de tres procesos renales, a saber:


 La filtración glomerular
 La reabsorción de sustancias que se encuentran en el túbulo y pasan a la sangre
 La secreción de sustancias que desde la sangre pasan al interior de los túbulos
renales

Se presentan a continuación los trastornos cualitativos de la evacuación urinaria y podrá


encontrar en el Examen Físico, los de carácter cuantificable.

 DISURIA:

Micción dificultosa, dolorosa. Se presenta en enfermedades de las vías urinarias bajas


(vejiga, uretra y próstata) de carácter inflamatorio u obstructivo, pero, puede relacionarse
con el pasaje de coágulos o cálculos provenientes de vías urinarias altas. (7, 10, 13,20)

Puede ser referido como ardor al orinar. Es frecuente en mujeres en edad fértil como
manifestación de infección del tracto urinario inferior (cistitis y uretritis). En los hombres
con prostatitis o agrandamiento de próstata (cáncer o adenoma). Puede manifestarse
como retardo en el comienzo de la micción acompañado por pujos, emisión de orina
interrumpida o modificaciones de la fuerza del chorro miccional.

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 TENESMO VESICAL:

Persistencia del deseo de orinar una vez finalizada la micción, con sensación de
evacuación incompleta de la vejiga (1)

 ESTRANGURIA:

Emisión de la orina es difícil, en extremo penosa y gota a gota (19,20)


Las causas en el tenesmo vesical y la estranguria radican en las vías urinarias bajas por
obstrucción o inflamación. (1, 14,20)

 POLAQUIURIA:

Se define como la micción frecuente y escasa. La causa que induce a la musculatura


vesical a contraerse con frecuencia puede radicar en el tramo urinario (cálculos renales,
ureterales o vesicales, cistitis y tumores vesicales) o en órganos vecinos, como útero
(embarazo y tumores), anexos (salpingitis), próstata, vesículas seminales y recto. (7, 10,
13,20)

 NICTURIA:

Emisión de orina más abundante o frecuente por la noche que durante el día (4,19)
Algunas causas pueden ser:
 En insuficiencia cardiaca, cirrosis y gestación: como consecuencia de la
redistribución de edemas por cambios gravitacionales al colocarse en decúbito
 En insuficiencia renal crónica al haber mala concentración de la orina, se aumenta
la frecuencia nocturna
 Administración de corticosteroides, debido a que promueve la retención de sodio y
concomitante de agua sin alterar las funciones miccionales.
 Hipertrofia prostática
 Poliuria

 MICCION POR REBOSAMIENTO:

La orina fluye gota a gota por el meato uretral sin dolor. Se presenta en casos de vejiga
atónica o distendida por un adenoma prostático. Al examinar el abdomen se observa y
palpa globo vesical. (7, 10, 13,20)

 RETENCIÓN COMPLETA AGUDA:

Es frecuente en los pacientes prostáticos. Muchas veces después de un gran aporte de


líquido, que puede desencadenar una pérdida del tono de la musculatura vesical. El
paciente tiene la imposibilidad de expulsar la más pequeña cantidad de orina, y a medida
que esta se acumula en la vejiga, aparecen intensos dolores en el hipogastrio. En la
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palpación del hipogastrio se percibe la vejiga distendida que remonta hacia el abdomen
superior. (7, 10, 13,20)

No siempre la retención aguda va acompañada de este síndrome doloroso, puede


instalarse y mantenerse durante muchas horas sin que el paciente aqueje molestias ni
deseos de orinar, y es la palpación de globo vesical, lo que permite establecer el
diagnóstico diferencial con una anuria secretora. También se observan con relativa
frecuencia, retenciones vesicales indoloras, en las que no se palpa ni se percute globo
vesical, causada por dificultad de exploración por obesidad, meteorismo acentuado,
pacientes con paredes abdominales flácidas y con vejiga atónica.

 INCONTINENCIA URINARIA:

Es la eliminación involuntaria de orina. (3, 6, 8,12)

Los mecanismos de continencia urinaria son: cierre del cuello vesical y el mecanismo
esfinteriano uretral distal competente. Debe involucrar algún grado de deficiencia de
ambos mecanismos. Se produce cuando la presión intravesical excede a la presión del
detrusor. (2)

Algunas de sus causas son: infección del tracto urinario, cálculos y tumores de la vejiga,
debilidad del esfínter urinario por cirugías previas o daño neurológico, partos múltiples,
depresión y uso de diuréticos. (1)

ALTERACIONES CUALITATIVAS DE LA ORINA


La orina normal, recién emitida, es límpida y transparente. Su color ambarino es debido a
la concentración de urocromo. La presencia de algunos solutos puede dar alteraciones de
la coloración, por ejemplo:

Pálida como agua: de forma permanente en la diabetes insípida y en la mellitus, también


se presenta en las etapas avanzadas de la insuficiencia renal crónica.
Oscura o rojiza: sucede después de grandes pérdidas acuosas extrarrenales (como
vómitos, diarrea, etc.) lo que concentra el urocromo, además en fallo cardiaco congestivo
(en el que se encuentra oliguria acompañada de urobilinogenuria), utilización de algunos
fármacos (rifampicina, L-dopa), en infección urinaria ocasionada por la bacteria Serratia
marcescens.
Color intenso o negro: excreción de pigmentos biliares, conocida como coliuria. (20)

 HEMATURIA:

Se define como la presencia de 5 o más eritrocitos por campo en el examen del sedimento
urinario. (1) Esta definición excluye la pérdida de sangre no mezclada con orina, como la
uretrorragia (sangre proveniente de la uretra) y la eliminación del pigmento hemático
liberado de los hematíes o hemoglobinuria.

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Basta un mililitro de sangre en 1000 de orina para que esta sea advertible (hematuria
macroscópica), tomando un aspecto como agua en la que se ha lavado carne. (20)

Las causas de hematuria son muy diversas además del cáncer, a continuación, se
ejemplifica una causa entre otras, según la estructura afecta:
 Riñon: glomérulonefritis
 Uréter: litiasis
 Vejiga: cistititis
 Próstata: adenoma prostático
 Uretra: uretritis

Existen otras causas que no radican en estructuras del tracto urinario, como en las
coagulopatías (púrpura trombocitopénica idiopática, hemofilia, uso de warfarina)

ALTERACIONES CUANTITATIVAS DE LA ORINA

 POLIURIA:

Es la emisión de orina con un volumen superior a 2.5 litros en 24 horas. (7, 10, 11)

Se puede dividir en:


Poliuria pasajera: por ingestión excesiva de agua, emociones, frío, medicamentos, por
resorción de exudados y edemas y exagerada administración de soluciones
salinas o glucosadas.

Poliuria crónica: Se produce por tres diferentes mecanismos:


 Por diuresis osmótica: la disminución de la resorción de agua se debe a un
exceso de sustancias disueltas (glucosa en la diabetes, fosfatos en el
hiperparatiroidismo y proteínas en el mieloma)
 Por lesión renal: insuficiencia renal aguda.
 Por trastornos hipofisiarios: diabetes insípida por déficit de hormona antidiurética
(ADH). (20)

 OLIGURIA:

Es la emisión de orina con un volumen de 50 a 500 ml. en 24 horas. (11)

La formación de orina es un proceso que requiere tres condiciones adecuadas:


 Adecuada perfusión del riñón (nivel prerrenal)
 Indemnidad estructural y funcional del parénquima renal (nivel renal)
 Vía urinaria libre (nivel posrenal) (1)

En el individuo normal puede depender de los siguientes factores:


 Ingesta deficiente de líquidos
 Sudación excesiva
 Traslado a grandes altitudes (oliguria hipóxica)

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Las causas patológicas pueden enumerarse así (1, 14, 20)
 Prerrenales: situaciones que disminuyen el flujo sanguíneo renal, como la
deshidratación por pérdidas aumentadas, la insuficiencia cardíaca, vasoconstricción de
la arteria aferente glomerular (hipertensión arterial), el síndrome nefrótico y el síndrome
ascítico-edematoso. El riñón percibe la información de disminución de la volemia e
intenta resolver la situación utilizando mecanismos que conducen a la retención de
agua y sal, lo que resulta en oliguria

 Renales: son las lesiones agudas o crónicas que producen daño renal. Se destacan la
insuficiencia renal aguda en su etapa oligúrica y la insuficiencia renal crónica de
cualquier etiología en su etapa terminal, además, por obstrucción tubular, por cilindros
(leucocitarios como en la pielonefritis, hemáticos como en la glomerulonefritis) o
hemoglobina (hemoglobinuria paroxística nocturna) (1)

 Postrenales: representadas por las alteraciones obstructivas de la vía urinaria


 ANURIA

Es la secreción de un volumen urinario menor de 50 ml al día. No debe confundirse con la


retención vesical completa de orina. En ésta el paciente se encuentra agitado, con deseos
de orinar sin poderlo lograr, palpándose globo vesical, que desaparece con el sondaje,
obteniéndose abundante volumen de orina. Mientras que, en la anuria, el paciente no tiene
deseos de orinar y la vejiga está vacía. (20)

La clasificamos así:
 ARRENAL: debida a extirpación de riñón único

 PRERRENAL: secundaria a hipovolemia o por hipotensión arterial marcada.


Recordemos que el riñón necesita una presión arterial glomerular no inferior a 40
mmHg para ser funcional; por debajo de esta cifra, cesa la secreción renal (filtrado
glomerular). Las causas que la producen son:
o Embolia de los vasos renales o compresión de estos por tumores
o Reducción de los constituyentes de la sangre por hemorragias, diarrea, vómitos,
sudación excesiva o descompensación cardíaca avanzada
o Estados de choque de diverso origen
o Alteraciones endócrinas (hipofisiarias, suprarrenales)

 RENAL:
o Nefropatías bilaterales y lesiones destructivas de ambos riñones
(glomerulonefritis aguda, esclerosis renal, tubulopatías crónicas, tuberculosis y
litiasis bilateral)
o Origen vascular, como necrosis cortical bilateral y trombosis de venas renales

 POSRENAL O SUBRENAL:
o Obstrucción ureteral bilateral o unilateral (en el caso de pacientes con riñón
único), por cáncer ginecológico o rectal y ligadura accidental de uréteres en
cirugía
o Cálculos, tumores y procesos periureterales compresivos
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II. EXAMEN FÍSICO

INSPECCIÓN GENERAL:

Muestra signos como: edema y palidez en las


enfermedades agudas; en las enfermedades
renales crónicas: mal estado nutricional, atrofia
muscular, edema, palidez y tinte ocre (por anemia
más retención de cromógenos urinarios)
generalizado.

 FACIES RENAL:

Se presenta con edema prominente del rostro, muy marcado en los párpados debido a la
laxitud del tejido celular subcutáneo. Se observa en glomerulonefritis
aguda y en el síndrome nefrótico. (1,20)

 FACIES URÉMICA:

El color de la tez es pálido amarillento u ocre con algún grado de abotargamiento (edema
facial) y edema palpebral. (1,12)

Se observa en la insuficiencia renal crónica: xerostomía, lengua saburral, con el dorso y


bordes enrojecidos y escoriados. Aliento con olor a orina.

En pacientes en fase avanzada de la insuficiencia renal crónica, se ven caquécticos hasta


el punto de evocar la presencia de una neoplasia maligna. Puede observarse en la piel

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depósito de cristales de urea, lo cual se le denomina escarcha urémica. Son notorios
también los trastornos tróficos del cabello (seco, adelgazado, quebradizo) y de las uñas,
presencia de petequias y equimosis.

 INSPECCIÓN DE LA REGIÓN HIPOGÁSTRICA:

Se puede observar la presencia de una prominencia redondeada,


situada en la línea media o algo hacia un lado, que algunas veces
rebasa el ombligo, como en el globo vesical. Es difícil apreciarla
en obesos y en pacientes con meteorismo o ascitis. (12,20)

PALPACIÓN:

 DE LA PARED ABDOMINAL:

Puede encontrarse una tumoración o sensación de masa, sensible o no, de bordes


precisos o mal definidos, con contractura muscular o sin ella. Se presenta en casos de
tumor renal, hidronefrosis, riñón quístico, hematoma perirrenal espontáneo y absceso
perinefrítico. (20)

 PALPACIÓN DEL RIÑÓN:

 PALPACIÓN BIMANUAL O DE GUYÓN:

El paciente en decúbito dorsal y en completa relajación


muscular, con las piernas extendidas o muy ligeramente
flexionadas, con los talones de los pies apoyados en la
cama, el médico se sitúa en el lado del riñón que se
palpa, viendo hacia la cabeza del paciente. (1,20)
Una mano denominada de sostén (la izquierda para el riñón derecho, y viceversa)
apoyando su dorso sobre la cama y perpendicular a la línea media, deprime la región
lumbar (dentro del área del ángulo formado por la intersección de la XII costilla y la masa
muscular lumbar). La otra mano (mano activa) se aplica en la cara anterior del abdomen,
con su eje mayor paralelo a la línea media y por fuera de los músculos rectos anteriores.

El paciente respira tranquilamente. La palpación se comienza desde la fosa ilíaca, pues el


riñón puede estar muy descendido. Se hunden suavemente los dedos de la mano activa,
durante la inspiración y se avanza hacia arriba durante la espiración, sin despegar los
dedos de la pared abdominal, disminuyendo la presión ejercida por la mano, hasta llegar
por debajo de la parrilla costal. Después de haber realizado la palpación con respiración
tranquila, se debe repetir con el paciente respirando profundamente.

Es conveniente que la presión efectuada por la mano lumbar (o de sostén) no sea


continua, pues en tal caso, al comienzo de la inspiración, entre ella y la mano anterior

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(hundida en el abdomen), se constituye un estrecho que obstaculiza o traba el descenso
del riñón. Se deprimirá con la mano de sostén sólo al final de la inspiración. (1,20)

 SIGNO DE WILLIAMSON:
Se coloca al paciente de pie o sentado de espaldas al
examinador. El médico se coloca a la izquierda del
paciente, deprime la región lumbar izquierda, utilizando el
pulpejo de los dedos índice y medio de la mano derecha,
dentro del área del ángulo formado por la intersección de
la XII costilla y la masa muscular lumbar. El signo es
positivo cuando es imposible deprimir esta región, la cual
normalmente si se puede deprimir. Se presenta cuando
hay un aumento de volumen del riñón, como sucede en casos de hidronefrosis, quistes o
tumores. (20)

Este signo es útil para diferenciar que una “masa” que se


palpó en el hemiabdomen izquierdo, es originada por el
riñón y no esplenomegalia, pues el bazo al agrandarse lo
hace hacia abajo y hacia la línea media. El aumento del
riñón, por el contrario, se caracteriza por el aparente
desarrollo de capas sucesivas sin desplazarse y se
adosa a la pared lumbar, la cual no puede ser deprimida.
(20)

 URÉTERES:
En estado normal, los uréteres no son palpables a través de la pared abdominal, pero se
les puede identificar mediante los puntos dolorosos ureterales en los procesos
inflamatorios (cálculo enclavado y ureteritis con engrosamiento parietal). En la pared
abdominal anterior se localizan los puntos superior y medio y mediante tacto vaginal o
rectal el punto inferior. (1,20)

Técnica para palpación de uréteres:


Se coloca al paciente en decúbito dorsal, con la cabeza algo elevada y las rodillas en
semiflexión (con esto se logra la relajación de la musculatura abdominal). El médico de
pie, al lado derecho del paciente puede palpar los puntos ureterales derechos e
izquierdos. Con la mano derecha, utilizando la punta de los dedos índice y medio, se
presiona en las siguientes localizaciones:

 Punto Ureteral Superior (o paraumbilical): se localiza en la intersección del plano


umbilical con el borde externo del recto anterior del abdomen. Corresponde al
nacimiento del uréter.
 Punto Ureteral Medio: se localiza en el borde exterior del músculo recto anterior, a la
altura de la línea bisilíaca. Es el punto por donde el uréter cruza los vasos ilíacos, antes
de penetrar en la pelvis.

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 Punto Ureteral Inferior: Coincide con la desembocadura del uréter en la vejiga. La
técnica para su exploración es vaginal o rectal en las mujeres y en los varones es
rectal.

PERCUSIÓN DE LA REGIÓN LUMBAR


 Puño percusión de Murphy: (percusión directa) estando el
paciente sentado y algo inclinado hacia delante. El médico
colocado al lado derecho del paciente podrá percutir ambos
lados, se percute con el borde cubital, con el puño cerrado
de cualquiera mano, sobre el ángulo formado por la
intersección de la XII costilla y la masa muscular lumbar.

Con ésta técnica se causa dolor intenso y movimientos de


reacción defensivos en casos de pielonefritis, abscesos
renales y litiasis pieloureteral. (6,20)

AUSCULTACIÓN:
Se realiza con el paciente en decúbito dorsal, con respiración superficial o en apnea.
(1,20)

En el epigastrio, los flancos y/o en la línea paraumbilical, puede auscultarse un soplo


sistólico o sistodiastólico, debido a la presencia de estenosis arterial renal. (1)

Sin embargo, hasta en un 20% de las personas pueden encontrarse soplos en el


epigastrio, y no tener significación clínica; pero cuando el soplo es sistodiastólico, debe
orientar a la presencia de estenosis arterial renal como se mencionó arriba. (1)

El predominio del componente diastólico del soplo indica un grado de estenosis severo.
(16)

III. PRINCIPALES SÍNDROMES NEFRO-UROLÓGICOS


Dependiendo la ubicación de los procesos patológicos, se habla de procesos superiores,
cuando se encuentran afectados: el riñón, la pelvis renal y los uréteres, y de procesos
inferiores cuando se afecta vejiga y uretra.

SINDROME OBSTRUCTIVO
Las vías urinarias pueden afectarse por obstrucción intrínseca, acodadura o por
compresión extrínseca. Las manifestaciones dependerán si la obstrucción es completa,
incompleta, bilateral o unilateral. Si la causa de la obstrucción no es solucionada y se
presenta reflujo urinario, con el tiempo produce daño parenquimatoso con insuficiencia
renal irreversible. (10, 18)

 CLASIFICACIÓN:
 Superior: cuando la causa de la obstrucción se encuentra a nivel de pelvis renal y
uréter, como sucede en la litiasis, tumores, anomalías congénitas (riñón ptósico,
vasos aberrantes) o por coágulos secundarios a traumatismos.
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 Inferior: Cuando la causa de la obstrucción se encuentra a nivel del trígono (litiasis y
tumores) y uretra (estenosis por agrandamiento prostático como sucede en la
hiperplasia benigna, prostatitis y adenocarinoma)
A continuación, se encuentra una tabla con los constituyentes clínicos del síndrome, las
alteraciones macroscópicas de la orina y las enfermedades asociadas. Es de hacer notar
que no todos los síntomas o signos se presentan en las diferentes causas enumeradas.

NIVEL SÍNTOMAS SIGNOS CAUSAS


SUPERIOR SÍNTOMAS DIGESTIVOS: Diaforesis, palidez, Litiasis, tumores,
(Pelvis náuseas, vómitos, falta de facies de dolor, anomalías
evacuación de gases y bradicardia o congénitas (riñón
renal y
estreñimiento. taquicardia, signos de ptósico, vasos
uréter) Las múltiples conexiones íleo paralítico, puntos aberrantes) o por
existentes entre los plexos ureterales dolorosos, coágulos
renal, celíaco y puñopercusión de secundarios a
mesentérico que llegan al Murphy positiva y traumatismos.
mismo nivel en la médula hematuria.
espinal, provocan irritación
vecinal y variedad de
síntomas.

SÍNTOMAS
GENERALES: diaforesis y
sensación de angustia.

INFERIOR Hipogastralgia, dolor Dolor al palpar el Litiasis vesical,


(Vejiga y uretral, disuria, hipogastrio, globo hiperplasia
poliaquiuria, tenesmo vesical, secreción prostática
uretra)
vesical, incontinencia, uretral, orina de benigna,
urgencia miccional, aspecto turbio, prostatitis y
estranguria y disminución hematuria y piuria adenocarinoma
en la fuerza del chorro prostatitis e
hiperplasia
prostática

INFECCIÓN DEL TRACTO URINARIO (1,9, 18)


El reflujo vesicoureteral y la obstrucción urinaria a cualquier nivel, son dos condiciones que
favorecen especialmente la infección del tracto urinario. En las mujeres sin alteración
anatómica, los factores que favorecen la prevalencia y aparición de las infecciones del
tracto urinario son:
 Uretra corta
 Ubicación del meato uretral en el introito vaginal
 Uso de espermicidas y diafragma
 Deficiencia de estrógenos: en niñas prepúberes y menopausia

14
 Durante el embarazo
 Higiene deficiente de genitales, especialmente en niñas

LOCALIZACIÓN SÍNTOMAS SIGNOS CAUSAS


ALTA (riñón y Dolor renal, síntomas de la Fiebre. Puño Pielonefritis
uréteres) infección urinaria baja (hasta en percusión positiva
un tercio de los pacientes), y piuria.
náuseas y vómitos
BAJA (vejiga y Disuria, polaquiuria, tenesmo Dolor a la Cistitis y
uretra) vesical, dolor hipogástrico, palpación del uretritis
urgencia miccional, estranguria hipogastrio, piuria
e incontinencia urinaria. y hematuria

III. BIBLIOGRAFIA

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MARS/enero, 2016

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