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Caso 1 Flor Pérez

Con respecto al análisis del caso de estudio referente a una problemática laboral
de la señora Flor Pérez logre identificar los siguientes derechos y deberes:

ARTICULO 9o. PROTECCION AL TRABAJO. El trabajo goza de la protección del


Estado, en la forma prevista en la Constitución Nacional y las leyes. Los
funcionarios públicos están obligados a prestar a los trabajadores una debida y
oportuna protección para la garantía y eficacia de sus derechos, de acuerdo con
sus atribuciones.

ARTICULO 10. IGUALDAD DE LOS TRABAJADORES Y LAS TRABAJADORAS.  

<Artículo modificado por el artículo 2 de la Ley 1496 de 2011. El nuevo texto es el


siguiente:> Todos los trabajadores y trabajadoras son iguales ante la ley, tienen la
misma protección y garantías, en consecuencia, queda abolido cualquier tipo de
distinción por razón del carácter intelectual o material de la labor, su forma o
retribución, el género o sexo salvo las excepciones establecidas por la ley.

La Resolución 1016 del 31 de marzo de 1989 nos dice que: “es obligación de los
patrones o empleadores velar por la salud y seguridad de los trabajadores a su
cargo.” algo que en el caso de estudio nunca se menciona por parte de la empresa
nunca se vio un interés por priorizar la salud de la señora Flor Pérez ni de darle un
trato optimo o ubicarla en nuevo puesto donde no se viera afectada por su
condición, se limitaron a tenerla trabajando y realizar el despido sin justa causa
como vía principal habiendo trabajado por más de 20 años lo que puede generar
en la señora Flor una afectación psicológica y agravar la su condición ya que no
contaría con una estabilidad laboral sumado a que por su edad de 49 años y
condición es mas complicado que encuentre un nuevo trabajo si bien es cierto que
realizaron una indemnización esto no garantiza que la señora Flor este bien
económicamente hasta que encuentre un nuevo empleo.

Teniendo en cuenta el “Artículo 13º: todas las personas nacen libres e iguales ante
la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los
mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por
razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política
o filosófica.

El estado protegerá especialmente a aquellas personas que, por su condición


económica, física o mental, se encuentren en circunstancia de debilidad manifiesta
y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se cometan.” Se logra
identificar que la empresa realiza este despido sin justa causa teniendo
conocimiento de los dictámenes que se le realizaron a la señora Flor lo que da por
hecho que están vulnerando los derechos a una persona con una en condición de
limitación mental que se generó y agravo a raíz de la sobre carga laboral por
factores laborales como lo califico desde el 4 de marzo de 2009, la EPS Consolar
tampoco se evidencia que la empresa utilizara los conductos legales que el estado
brinda para realizar este despido lo que en una corte se podría demostrar como
negligencia o discriminación al momento de terminarle el contrato a la señora sin
justa causa por su condición mental.

Citando La Ley 361 de 1997 se establece en el artículo 26 que gozarán de


especial protección en materia laboral las personas con cualquier limitación física,
lo que ha pretendido el legislador es que para una mayor protección a las
personas que se ven afectadas en su integridad física, razón por lo cual para darle
por terminado el contrato se requiere autorización de la oficina de trabajo. Según
el actuar de la empresa en el caso de estudio: “La empresa, en el momento del
despido, no pidió autorización al Ministerio de Trabajo para dar por terminado el
contrato laboral.” Lo que demuestra que no siguieron el conducto legal que esta en
la ley 361 de 1997 y ratificando que el despido sin justa causa se debería
principalmente a la condición de la señora Flor, en el artículo 26 fue declarado
exequible de manera condicionada toda vez que la corte estimó que en todo
despido por razón de la limitación de la persona deberían concurrir dos factores: la
autorización de la oficina del trabajo y el pago de 180 días de trabajo. Estas dos
cargas para el empleador son instrumentos previstos por el legislador para evitar
que se presente de manera arbitraria el despido de la persona limitada.” La señora
Flor el día 2 de febrero de 2011 le fue entregada la liquidación de prestaciones
sociales a la señora Pérez, en la cual se le incluye la indemnización por despido
sin justa causa con ella estando aun en tratamiento psiquiátrico si bien la empresa
realiza esta indemnización no se menciona el valor si son los 180 días de trabajo
que exige la ley lo que puede o no cumplir con una de las cargas para el
empleador y por otra parte no contaban con la autorización de la oficina del trabajo
para realizar la terminación del contrato sin justa causa lo que en la corte podría
demostrase que de nuevo este despido injustificado fue de manera arbitraria
debido a la condición dictaminada a la señora Flor Pérez ya que ella ya contaba
con mas de 20 años de trabajo en esa empresa sin ningún tipo de problema en
sus labores, labores que terminaron generando una carga laboral y agravio a su
condición por estrés, a empresa cumple con el pago y una indemnización pero si
bien por no conocimiento se de este despido ineficaz o no lo hicieran por la
condición de la señora Flor lo que se puede demostrar en la corte es lo contrario y
que la empresa incurrió en una falta ante la ley y señora Flor esta en todo el
derecho en tomar acciones legales.
En cuanto a lo que tiene que ver con acoso laboral también se puede demostrar
que la empresa incurrió en acoso laboral ya que en la ley 1010 del 2006 artículo
2º: “para efectos de la ley se entenderá por acoso laboral toda conducta
persistente y demostrable sobre un empleado, trabajador por parte de un
empleador, un jefe o superior inmediato o mediato, un compañero de trabajo o
subalterno, encaminada a infundir miedo, intimidación, terror y angustia, a causar
perjuicio laboral, generar desmotivación en el trabajo, o inducir a la renuncia del
mismo.“ y teniendo en cuenta las modalidades de acoso laboral, la señora Flor fue
victima de tres tipos de acoso; maltrato laboral, persecución laboral y
desprotección laboral demostrables como lo exige la ley, maltrato laboral por que
fue despedida sin justa cauda por aparentes motivos de condición psicológica lo
que le genera una afectación moral y termina por agravar más su situación puesto
que se encuentra sin empleo a una edad que es difícil encontrar trabajo,
persecución laboral se entiende como un inducir a la renuncia pero la empresa
realiza una afectación moral a la señora puesto que con evidencias la empresa ya
tenía conocimiento del padecimiento y los dictámenes realizados a al señora Flor
antecedentes: El 27 de agosto de 2002, la señora Flor Pérez fue trasladada al
cargo de Secretaria de Gerencia, asumió dos cargos en los que se produjo un
sobresfuerzo físico y psicológico por las actividades que desarrollaba,
produciéndole problemas psiquiátricos, de forma tal que fue remitida a tratamiento
de un especialista en el año 2005.

A partir de 2005, se inicia el diagnóstico por estrés laboral, donde se determina


que debe ser tratada por psiquiatría, en la historia clínica se demuestra que se
presenta sobresfuerzo laboral, estrés, depresión y problemas psiquiátricos.

La empresa no muestra un interés por el bienestar de su trabajadora la cual ya


tiene un dictamen de estrés por carga laboral y no se da un acompañamiento
aparte de la entidad de salud, desprotección laboral ya que al asumir estos dos
puestos se demuestra una carga laboral y la empresa nunca la trato de reubicar o
recudirle este esfuerzo que termina con el dictamen de “Trastorno Depresivo
Ansioso de origen común, agravada por factores laborales, con un porcentaje de
31.43 %.”

Tomando las dos posturas la de la empresa y la señora Flor lo mas viable para
ambas partes es llegar a una conciliación y que se dé una reincorporación laboral
haciendo mención del alcance del derecho a la protección laboral reforzada, en
relación con el mismo, no sólo implica no ser despedido sin previa autorización,
sino también el derecho al reintegro. Sobre la materia la sentencia T-661 de 2006
explica:
“Establecido entonces i) que en ningún caso la limitación de una persona puede
servir de obstáculo para la permanencia en el empleo o para que el limitado físico,
sensorial o psíquico acceda a una ocupación acorde con su situación; ii) que en el
proceso de reubicación del trabajador se deberán respetar sus garantías
constitucionales y iii) que los discapacitados tienen derecho a contar con un
“recurso sencillo y efectivo para obtener de los jueces o tribunales, dentro de los
plazos razonables, el restablecimiento de sus derechos humanos y libertades
fundamentales” la empresa tomando esto en cuenta podría llegar a un acuerdo
con la señora Flor para un reintegración en un puesto de trabajo donde no tenga
carga ni estrés laboral y que ella tenga una estabilidad laboral para que pueda
lograr una pensión por vejez o invalides a sus 57 años como ella le parezca
conveniente, de no llegar a un acuerdo entre partes la señora Flor estaría en todo
el derecho de tomar acciones legales referentes al despido injustificado
demostrables que la empresa incurrió en acoso laboral y despido arbitrario
injustificado por su condición.

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