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RAM 2009.

VIII Reunión de Antropología del Mercosur.


Buenos Aires, 29 de septiembre al 2 de octubre del 2009

Sexualidad y anticoncepción: el problema de la emergencia


(versión preliminar)

Josefina Brown, María Epele y Mario Pecheny


(UBA-CONICET)
josefinabrown@gmail.com

En este trabajo presentamos algunos de los resultados del componente cualitativo de la


investigación sobre Barreras al Acceso sobre Anticoncepción de Emergencia llevada a cabo
en Argentina durante 2008. Dado que a la técnica de anticoncepción conocida como “la
pastilla del día después” se la llama anticoncepción de emergencia (ese es el caso para el cual
debe ser usada) resulta significativo comprender cuál es la noción o las nociones de
emergencia que las personas vinculan con las prácticas sexuales coitales heterosexuales.
Partiendo de la idea de “susto” después de una relación sexual coital (con o sin protección) se
analizaron las diferentes nociones de emergencia que de allí se desprendían y por ende,
también las acciones o no que estas personas llevaron o llevarían a cabo. Se parte del supuesto
que aquello que se entienda por “emergencia” en el caso mencionado es lo que redundará en
una mayor o menor posibilidad de acceso a la anticoncepción poscoital (o, valga la
redundancia, de emergencia).

La investigación acerca de las barreras de acceso respecto de la anticoncepción de


emergencia requirió de una perspectiva teórico-metodológica adecuada para el análisis de los
datos de tipo cualitativo. Esta perspectiva, a su vez, implicó el reconocimiento de los diversos
modos en que las barreras operan en diferentes clases sociales, géneros, lugares de residencias
y niveles educativos en la población en edad reproductiva. Esta perspectiva tiene como guía
del proceso de documentación y de análisis de los resultados, las nociones de barrera y de
emergencia. Por un lado, además de las categorías tradicionales (geográficas, económicas,
sociales, información, etc.), la noción de barreras de acceso debe revisarse con el fin de
incluir dentro de su contenido las dimensiones simbólicas, ideológicas y representacionales,
que frecuentemente han sido relegadas o minimizadas en el diseño de políticas públicas. Por
otro lado, la noción de emergencia debe problematizarse con el fin de evitar la asunción
natural y universal, del riesgo de embarazo a posteriori del acto sexual, como significado
unívoco e inequívoco que en la vida cotidiana refiere a este sistema anticonceptivo. A su vez,
el uso adecuado de la anticoncepción de emergencia, entonces, implica la medicalización de
un área de la sexualidad, a través de la asunción de discursos expertos, que normalizan y
disciplinan el saber y las prácticas sociales respecto de las acciones a desarrollar.

El fundamento de la perspectiva de análisis consiste en la articulación de tres dominios


conceptuales: los saberes expertos y la medicalización; las tradiciones, saberes y prácticas
sociales, y los derechos y autonomía. Los vínculos, tensiones, concordancias y conflictos
entre estos dominios, producen la diversidad de realidades, experiencias y prácticas sobre la
anticoncepción, las emergencias y las condiciones para que los sujetos actúen, decidan y
digan sobre esta temática. La intersección y tensión entre estos procesos se manifiesta en las
entrevistas de tipo cualitativo en las descripciones, narrativas y terminología con las que los
actores sociales hablan acerca de sus propias experiencias. Atraso, protección, cuidar(se),
enfermar, contar días, tests, farmacias, ginecólogos, yuyos, abortos, pastillas en la vagina,
miedo, esperar la menstruación, compromiso, compartir, pérdidas, acompañar, aceptar, culpa,
engaño, control, paranoia, responsabilidad, vida, hijo, embarazo, son algunos de los términos
que en diferentes combinaciones son utilizados para expresar las múltiples dimensiones que
involucran la posibilidad, la realidad y la posibilidad de un embarazo.

Por esta razón para determinar cuáles son las principales barreras de acceso, se hace
prioritario determinar cuáles son las características y dimensiones de las experiencias que las
personas viven, entienden y simbolizan como una “emergencia”, y cuáles son los procesos
sociales, políticos y económicos que intervienen en esta definición. De este modo, la noción
de emergencia, es en plural, se corresponde con un mapa de variaciones de acuerdo a nivel
socio-económico, género, capital educativo, lugares de residencia, entre los principales. Esta
complejidad de la noción de emergencia se corresponde con la multiplicidad de experiencias,
prácticas y saberes que intervienen en su definición: tradiciones locales, prácticas sociales
respecto al embarazo y maternidad, trayectoria de experiencias subjetivas y de otros cercanos,
saberes legos, discursos e intervenciones expertas, prospectos e indicaciones farmacéuticas,
discursos religiosos, políticas y programas de salud pública.
El reconocimiento de determinada experiencia y/o situación como una emergencia respecto
del riesgo del embarazo, puede entenderse como un resultado o solución de compromiso entre
fronteras, indicadores y prácticas que en el desarrollo temporal de la secuencia vivida pone en
relación la anticoncepción, el acto sexual, el embarazo y el aborto. Estas fronteras,
indicadores y prácticas, a su vez, se relacionan con los saberes y discursos (tradicionales,
legos, expertos, farmacéuticos, etc.) que vinculan modelos acerca del funcionamiento
biológico, corporal, emocional y relacional acerca de la anticoncepción-concepción, y las
prácticas sexuales que se llevan a cabo. Las características de las experiencias, las acciones y
respuestas frente a un eventual embarazo no sólo dependen del tipo de relación (pareja
estable, relación ocasional, relación abusiva, trabajo sexual, etc.) en la que se hallan inmersas
sino de los modos en que estos tipos de relación trazan las condiciones de posibilidad de las
acciones, decisiones y reconocimiento de derechos no sólo sobre el cuerpo propio y del otro
sino sobre la autonomía subjetiva en general. A su vez, las características que adoptan este
conjunto de dimensiones pareciera desplegarse de acuerdo a un mapa social que varía de
acuerdo no sólo a los niveles socio-económicos, urbano-semi-urbano, provincias-capital, sino
al desarrollo de políticas de salud pública y programas sobre salud reproductiva que provean
información, asesoramiento, atención especializadas y provisión de medicamentos.

Estas dimensiones que permiten caracterizar las experiencias de “emergencia” en su


diversidad, fueron sistematizadas en un sistema de categorías que permitieron guiar y
codificar la documentación y el análisis de los resultados de tipo cualitativo. La organización
de los resultados respeta, entonces, dichos sistemas de categorías.

Diversidad de experiencias de “emergencia”

En el desarrollo de la secuencia vital de varones y mujeres en edad reproductiva existen


ciertas experiencias que vinculan el acto sexual, ya sea con uso o no de métodos
anticonceptivos, con la posibilidad y/o la confirmación del embarazo. En la amplia diversidad
de experiencias documentadas en el corpus de entrevistas, sin embargo, es posible reconocer
ciertos patrones que hacen de la emergencia una noción plural. La conjunción entre
diferencias de temporalidad

I-La falta de menstruación= el embarazo. La espera sin esperar


Dentro de este primer patrón incluimos aquel grupo de experiencias que narran la posibilidad
del embarazo, o más específicamente, el embarazo, a través de la falta de menstruación de
uno o más meses. En estos casos, el embarazo surge en las narraciones de estructura
retrospectiva, como un evento-realidad que de forma irreversible irrumpe en la trayectoria
vital. La particularidad de estas experiencias consiste en que la dimensión del querer estar
embarazada o poder sostener un hijo, sólo surge de modo retrospectivo, pero no dentro del
universo de sentimientos, acciones y decisiones que definen su ocurrencia. Con la realidad del
embarazo, el tipo de relación de pareja, las condiciones sociales y económicas cobran una
importancia central.

“L: Claro, nunca me imagine. Aparte quién se iba a imaginar que en la primera vez vos te vas a quedar
embarazada. Hoy en día te lo puedo creer
E: Por la experiencia
L: Sí, no... una experiencia horrible. (…)
No, ni imaginé. Aparte dicen que para que vos te quedes embarazada tienen que... terminar los 2... qué aquí,
que allá... Bueno... y no... no es así, mirá .
L. Digamos, entonces, que no siempre has terminado vos también...
(…)
L: ¿Que no quería tenerlo? Que haya estado en embarazada y no...
E: Sí.
L: Sí, se me cruzó... por ejemplo, con la nena grande, pero bueno, ya la tenía qué le iba hacer... Nunca se me
cruzó sacármela... Y bueno, de ella también. Del nene no, del nene me enteré que estaba embarazada... a él si
que lo tuve ganas de tener, pero... a las nenas... Decía: bueno... que... Y bueno, las tuve... No, no. no tuve
problemas en ese sentido...
(…)L: Y no.. aparte como yo soy irregular... no es de que me dé cuenta ahí nomás que... si estoy o no estoy...
Me voy a dar cuenta cuando ya pasó unos meses y ya, ya, no me va a servir el día después. Por eso te digo, los
niños me ha pasado... que no... como yo soy irregular, ¿viste?, no es que todos los meses... Claro, me he venido
a dar cuenta... de la nena más grande a los 4 meses me di cuenta de que estaba embarazada.”
(L. Mujer entrevistada de Mendoza)

R: No, me quedé callada... Eso lo que me pasó a mí con el último... Con ese también, yo quería quedarme
embarazada... pero me daba miedo porque yo a él lo veía raro..., entonces no le dije nada... Y cuando le dije ya
había pasado dos... dos... cómo se dice... Dos menstruaciones que no me había venido. Y ahí fue cuando me
dijo: Por qué me lo decís ahora... si es mío... Un montón de cosas me dijo... Bueno y a lo último se fue...nos (No
entiendo) y a la noche se fue...
E: ¿Vos ni siquiera lo escuchaste irse?
R: No, la verdad que no lo escuché... Mirá que yo tengo un oído...

E: Bueno. Retomando lo que vos decías recién... eh... pensemos una situación de temor o de preocupación por
un posible embarazo. Porque... o se tuvo una relación sexual sin cuidarse o porque falló el método... puede
pasar. ¿Vos sabes de algo que se pueda hacer en ese momento?
C: ¿Que pase algo no deseado, decís vos? Yo creo que si pasó algo no deseado... pero... la responsabilidad es
tuya... la aceptaría. ¿Entendés? Ya... si vos estás en... cómo te puedo decir... si... estás una situación que haya
pasado algo no deseado... ¿No es cierto? Pero que tu pareja te sea infiel... a la vez... ¿verdad? Creo que no sé
qué método tomaría ahí.
E: ¿Qué métodos conoces?
C: Yo me llevo por el método de decir... si seguiría con la pareja... si avanzaría con el embarazo...o qué es lo
que haría con el embarazo. ¿A eso querés llegar vos?
E: Sí.
C: Para mí, por eso te digo... si yo cometí el error... sigo con el embarazo, pero... si la pareja esta te fue infiel...
no sé...
Dentro de este patrón, expresiones como “hacerse cargo”, “abandono”, “responsabilidad”,
“fidelidad”, “continuar”, caracterizan la actitud de los varones frente al embarazo. Aún
cuando, el aborto puede aparecer en el discurso, surge de forma retrospectiva, a posteriori,
mientras que la experiencia del embarazo, se presenta de forma irreversible.

Es necesario destacar, que este patrón tiene una dispersión particular en el mapa social,
respecto tanto de la edad y el nivel socio-económico. En líneas generales este tipo de
experiencias son más frecuentes en las primeras relaciones sexuales en clases sociales bajas,
generalmente, en mujeres jóvenes, en localidades cercanas a grandes centros urbanos.

Finalmente, en el marco de este patrón, la experiencia de la emergencia se diluye, frente a las


acciones destinadas a promover las condiciones (vinculares, económicas, etc.) respecto del
embarazo y futuro hijo/a.

II) El Atraso: la Espera, Acciones y Decisiones

A diferencia del anterior, el segundo patrón se estructura en torno a la noción del atraso.
Agrupando una multiplicidad de experiencias, el atraso, se define como un intervalo temporal,
que teniendo como indicador la falta de la menstruación en los días previstos, desencadena
una diversidad de emociones, acciones y/o decisiones. La diferencia entre el primer y segundo
patrón consiste en que en el segundo patrón, la falta de menstruación, es experimentado como
un problema, que tiene un marco restringido de tiempo, en el que se llevan a cabo de acciones
y/o decisiones. Frente a la experiencia del atraso, es posible reconocer conjuntos de acciones-
decisiones-emociones que se pueden agrupar de acuerdo a las siguientes categorías.
II-a) Atraso y Espera

En primer lugar, frente al atraso, en algunos casos la mujer y/o la pareja deciden esperar como
forma de confirmación en el tiempo de la falta de menstruación y del posible embarazo. De
este modo, el embarazo es vivido también como un proceso con el que sólo se puede
intervenir, a través de la confirmación o no de su existencia, confirmación que generalmente
supone el paso del tiempo.

Este caso guarda semejanzas en el dominio de las acciones y decisiones con el primer patrón,
apareciendo aquellas expresiones características: “hacerse cargo”, “responsable”, “continuar”.
Y cuando el embarazo no es confirmado la experiencia se diluye y se convierte sólo en un
“susto”.

J: Si, tuvimos ese miedo, yo tuve ese miedo de quedar embarazada o sea escuche de que en una primera vez, ya
alcanza y sobra, pero bueno esperamos que pase el tiempo para ver si había pasado algo o no. (J: mujer de San
Juan)

E: Bueno. Eh... si a usted le... ¿Le pasó alguna vez a usted de tener la preocupación de...?
P: Sí, sí.
E: De haber quedado... dejado embarazada...
P: Sí, sí porque... vino con que tenía un atraso y... resulta que era un problema hormonal de día... nada más,
pero no porque...
E: ¿Y en ese caso qué hubiera hecho si se quedaba embarazada?
P: Y me tenía que hacer cargo sí o sí... Me tenía que hacer cargo sí o sí...
(P: varón de Amba)

S: Y… porque no me enfermaba el primer mes.


E: ¿No te enfermabas?
S: Aha...
E: ¿A qué llamas enfermar?
S: No, no menstruaba
E: Mm.
S: Y yo siempre, cuando era el…recién empecé con mi novio, todos los meses me venía.
E: Mm...
S: Y nunca tuve problemas con eso.
E: Claro, o sea, que fue el... lo que a vos te indicó que pasaba algo… ¿Y qué hiciste?
S: Esperé… esperé al segundo mes, tercer mes y ahí me hice el análisis
E: ¿Por qué esperaste?
S: Porque… no sé, esperé… porque tenía problemas en mi casa, estaba sola, y… aceptar que estaba
embarazada era difícil. Y tenía miedo venir al médico, y…
E: Mm...
S: Y que me confirmara que sí estaba embarazada, eso era…
E: Claro ¿Lo hablaste con tu pareja en ese momento?
S: ¿Con el primero?
E: Sí
S: No, porque… no lo vi más a él.
E: Pero hay algo que no… que yo me perdí, eh… ¿Vos no lo viste más, más, cuando te enteraste que estabas
embarazada y se lo dijiste o antes de enterarte?
S: Yo el primer mes... que yo me quede embarazada… se lo comenté a una amiga… Yo hacía una semana o dos
semanas que yo no lo veía a él, y…no sé cómo él se enteró y ya no lo volví a ver más… O sea, no alcance a
decírselo yo a él.
(S: mujer entrevistada San Juan)

E: Y ustedes en su historia personal, ¿alguna vez tuvieron un susto?


A: Si, muchos.
E: Contame un poco, ¿Cómo fue?, ¿Qué paso?, ¿Por qué fue el susto?
A: Porque ella se sentía mareada…y ella me decía que algunas veces se le daban antojos, entonces…ahí es
donde agarró el miedo.
E: ¿Y que hicieron con el susto, duro mucho tiempo, hicieron algo?
A: No hicimos nada, con el tiempo se le fue pasando.
E: ¿y esto pasó muchas veces?
A: No, no, poquitas. (varón, Mendoza)

II-b) Relación sexual no protegida, Atraso, Confirmación o no del embarazo

A diferencia del anterior, en este apartado incluimos aquel grupo de experiencias, que hacen
del atraso un suceso dentro de una secuencia que parte del reconocimiento de haber llevado a
cabo una relación sexual no protegida. Este atraso, generalmente está cargado de diversas
emociones (angustia, miedo, etc.), desencadena acciones para confirmar el embarazo (test,
análisis, etc.). Además de la búsqueda de confirmación o no del embarazo, no se lleva a cabo
ninguna acción o intervención sobre el cuerpo de la mujer.

E: ¿Cuanto tiempo te llevo saber si estabas embarazada te diste cuenta al toque?


A: o sea este mes me vino el otro no me vino y saque cuentas.
E: ¿Cómo lo viviste?
A: Me acuerdo fue así con el papa de mi hijo, eh nosotros teníamos relaciones, y siempre nos cuidamos con
preservativos, que paso nos habíamos peleado, y hubo una reconciliación, en esa reconciliación no usamos
preservativos, y yo inconscientemente sin darme cuentas de la fecha fue justo un día antes de que me venga mi
próxima menstruación
Entonces dije ya estoy hasta las manos estaba en el momento de ovulación no se como se llama y digo no ya esta
no hay vuelta que darle, dije y no tarde mucho en darme cuenta.
E: ¿A quien se le ocurrió hacer el test a vos o fue a el?
A: no la primera vez no me hice ningún test, paso el tiempo y bueno en ese momento me di cuenta no me
acuerdo que me halla hecho un test, pero si esta.

E: Ah, está bien. ¿Alguna vez... por ahí incluso contando la vez que quedaste embarazada... tuviste miedo de
estar embarazada sin quererlo... sin querer tener un hijo?
M: Sí.
C: ¿Te pasó más de una vez?
M: Sí., sí (Risa) 3; 4; 5 veces... Me ha pasado... que... me da ese miedo que... que quede de vuelta embarazada...
y solo el motivo de haberme, de no haberme cuidado, pero... vos también a veces cuando tenés relaciones... te
das cuenta... que si has quedado embarazada o no. Entonces, yo siempre he dicho que no... pero siempre está el
temor ese, a mí por lo menos en particular... Siempre que tengo una relación después ando pensando y me
quedaré embarazada, sabiendo que si me he cuidado o no... pero siempre tengo ese temor... que nada, muchas
veces me ha pasado.

E: Bueno, me decías entonces que te pasó alguna vez que... de... que tuviste un susto de estar embarazada sin
haberlo buscado.
N: Sí, me tomé las pastillas dos días que... no sé si se llama así...
E: ¿Fue una vez o más de una vez...?
N: No, una vez... una sola vez...
E: ¿Y cómo fue... cómo pasó?
N: Cuando... ahora, actualmente... O sea... hace tres meses... como creía que.. como creía que estaba
embarazada... me dio mi ginecólogo me dio esa pastilla.
E: Ajá...
N: Que la tomara... Pero no la alcancé a tomar porque a los dos días...
E: Ah... está bien... ¿Y...?
N: Pero algo así se llama, dos días... algo así, yo tengo la receta ahí... van con receta.
E: ¿Y lo comentaste con tu pareja... lo charlaste con alguien más?
N: No, con mi pareja.
E: Eh.. ¿Y en ese momento vos o tu pareja sabían de esta anticoncepción de emergencia o la píldora del día
después... ese tipo de pastillas la conocían?
N: No, no.
E: ¿Y cómo se enteraron?
N: Por mi médico.
II-c) Relación sexual no protegida- Atraso- Confirmación e Intervención Abortiva

En estos casos, a los vínculos entre la relación sexual no protegida, el atraso, la confirmación
mediante test y análisis de las experiencias del apartado anterior se le agregan, la realización
de intervenciones para la interrupción del embarazo. Estas formas de intervención adquieren
diferentes formas, desde aquellas prácticas tradicionales, pasando por el oxoprost, hasta el
aborto propiamente dicho.

E: ¿Alguna vez tuviste un susto?


M:Si me paso dos veces
E: ah
M:Y bueno la primera vez me fue bien lo hice me fue bien la ultima vez fue hace poco y casi me muero.
E: ¿Por qué?
M:Me agarro una hemorragia muy fuerte, y perdí mucha sangre, y me desmayaba en ese momento estaba sola
deci que tenia crédito en mi celular y pude llamar a alguien para que venga a ayudarme y me llevaron de
urgencia al hospital y me hicieron un raspado. Y bueno fue hace poco pero no lo haría nunca mas porque era
con esta misma persona que estoy ahora, eh bueno yo les comente y como me dijo que no que me lo saque
entonces tome esa decisión y mas por mi vida, por la vida que yo llevo, que vivo en la casa de mis padres, y
siempre esta ahí hablando me diciéndome, reprochándome todo lo que hago y eso me llevo a tomar esa decisión
y mas que el tampoco me dijo esa persona mi pareja, que me diga no, si me hubiera dicho deja que lo vamos a
tener, hubiera sido distinto y con todo eso con la angustia que tenia, y no sabia que hacer he yo llegue a tomar
esa decisión, pero de ahí en mas hoy digo que hoy me cuido o si llego a quedarme embarazada lo voy a tener
que tener.
No no tomaría mas ese… no por que me lleve un susto en el momento no me di cuenta lo que me estaba
pasando, y después reflexionando por lo que pase me pude haber muerto.

E: Claro. Entonces me decías que los días te fallaron. ¿Tuviste un susto, pensaste o quedaste embarazada?
L: Quedé embarazada...
E: ¿Y qué fue lo que?
L: No, esto es muy... mirá... ¿entendés?, ya creo que tenés... toda la esti... toda la información ahí... por haber...
Yo me rio obviamente pero la pasé bastante mal. Yo ahora m rio porque... como ha pasado hace mucho... Es
como un cuento de otra persona... O sea, pero viviéndolo, sí...la pasé bastante mal con ese tema.
E: ¿Y cuándo te pasó esto?
L: Yo tenía 21 años... hace 6 años atrás. Yo estaba de novia... me puse de novia y a los tres meses me quedé
embarazada...
E: ¿Ahí vos te seguías cuidando con... las fechas...?
L: Claro, porque como yo era amigo de este chico, de Pablo y... él sabía que yo estuve mucho tiempo de novia...
y él hasta la primera semana que estuvimos de novios: ¿Pero vos te cuidas?; No... Pero él sí me interrogaba a
mí... como yo era que sobreviví seis años y medio... ¿me entendés? Porque muchas amigas a mí me preguntaban
si algún mes... o sea, nada, ¿me entendés? Y... de repente...
E: ¿Él te proponía usar preservativo o qué?
L: Sí, él lo propuso... pero justo se dio que ese día no tuvo parece... Él se empezó a poner preservativo la
primera vez... Yo me puse de novia y al mes ya estábamos re de novios... Yo me peleé y a la semana me puse de
novia con él...
E: ¿Vos la situación de aborto... no... o sea, hoy a la distancia hubieses elegido no hacerlo o... pelearte con...?
L: No. Yo a esta altura lo hubiera tenido... yo me arrepentí mucho... Hasta el día de hoy me arrepiento... No
por... porque yo tengo cierto... O sea, yo desde lo once años... desde que yo tengo noción de los once años... mi
mamá tenía una amiga que el marido era médico... Después se divorciaron, qué sé yo... Entonces... compraban
mucho Ser padre hoy y yo me pasaba leyendo Ser padres... Todas las noches me leía toda... tenía todos los
fascículos, ella compraba todos los meses los fascículos de Ser padres... Entonces, cuando a mí... cuando yo
pasé todo esto... por qué me... por qué lo hice... si querés saber...
E: No, si querés contarme...
L No, por qué lo hice, porque él no quería... él quería terminar (Creo que dice: acá la relación)... Y él me dijo:
(entiendo: de arrodillarse, ¿eh?) pidiéndole que no lo hiciéramos... Entonces cuando él insistió... nunca me
pegó... él jamás, pero sí tuvo una violencia psicológica muy grande en ese momento... Te hablo todo a raíz de lo
que me dijo la psiquiatra que... tuve una violencia muy grande psicológica... una presión muy grande... Mi
familia a todo esto no sabía que yo estaba de novia con él...

Dentro de este patrón que se estructura a partir de la noción-indicador del atraso de la


menstruación se incluyen una amplia variedad de experiencias. Si bien, en algunos pocos
casos que no reconocen explícitamente el vínculo entre relación sexual no protegida y el
atraso de la menstruación, la mayoría de los casos se centra en la descripción de los modos de
confirmación, los sentimientos y emociones correlativos, las acciones y decisiones llevadas a
cabo. Debido a que el indicador-temporal es el retraso de la menstruación, la búsqueda de la
confirmación es un proceso activo que intenta determinar por vías fehacientes la existencia o
no del embarazo. Además de la no confirmación del embarazo, en la mayoría de los casos, la
temporalidad implicada en el atraso, deja como margen de acción-decisión la interrupción o
no del embarazo. En este caso, la emergencia, viene a traducirse en la urgencia de la
confirmación o no del embarazo y por lo tanto, de su continuación o interrupción.

Este tipo de patrón en relación al atraso, supone el desarrollo de un conjunto vasto de


emociones y estrategias emocionales, miedos, ansiedades, angustia, silencio, secretos,
abandono, desamparo, soledad, compañía, imposición de decisiones, intervenciones no
deseadas, y falta de soporte e intervención adecuada.
III) Emergencia vinculada con las circunstancias y características del acto sexual

Este último patrón incluye aquellas experiencias en las que las características y circunstancias
del acto sexual definen la situación de emergencia respecto de la posibilidad de un posible
embarazo. Al centrar los indicadores en el acto sexual, las emociones, acciones, y/o
decisiones que se llevan a cabo, tienen un margen temporal restringido, de horas y días, más
restringido que el intervalo temporal del retraso. En estos casos el intervalo temporal de la
menstruación, sirve para confirmación del embarazo, y/o testeo de los resultados de las
acciones y/o decisiones llevadas a cabo.

Dentro de este grupo el espectro de experiencias incluyen desde la ausencia de métodos


anticonceptivos durante el acto sexual hasta las fallas en la protección. Las características de
la relación sexual y de la protección se relacionan con el tipo de vínculo de pareja (ocasional,
de pareja, matrimonio, etc.) y del modelo de negociación en el uso de métodos
anticonceptivos (desigual, compartido, abusivo, etc.). Estas experiencias, prácticas y saberes
se corresponden principalmente con clases sociales medias y medias bajas, en su mayoría de
centros urbanos, y también en relación con aquellos centros urbanos y semi-urbanos que
tienen programas de salud reproductiva.

E: Contame alguna vez en una relación sexual tuviste algún susto... tuvieron algún susto de que pasó algo y vos
decís... o dijeron: Uy...
R: No, esa vez que se rompió...
E: Ajá... ¿Y en ese momento hicieron algo, pensaron en hacer algo...?
R: No, ella me dijo... yo ya sé lo que tengo que hacer... La chica esta también era más grande que yo... tenía 23,
24...
E: Pero es con esta chica que me contabas... que estuviste 3 ó 4 meses.
R: Sí.
E: Y ella..., ¿que se rompió el preservativo, digo, se dieron cuenta los dos... cómo fue?
R: No, ella me dijo: uh, creo se rompió. Y yo fui al baño y me fijé y sí...
E: ¿La acompañaste a tomarla?
R: No, porque ella me dijo: yo sé lo que tengo que hacer... y... Yo tampoco lo tomé como algo tan grave..., ya
éramos los dos medio grandes... Y tampoco era que tenía una relación... con la chica esa...
(…) Estuve medio mal ahora que lo pienso, pero bueno... Y... no, nada y eso, la tomó y me dijo... Hablé con ella
y me dijo: no, ya la tomé... todo bien. Pero después se ve que se empezó a hacerse la cabeza... no sé...

(varón entrevistado en AMBA)

V.: Justamente me pasó eso a mi hace poco, con los métodos de emergencia. A mi me pasó hace poco, teníamos
dudas por el preservativo con mi marido y, me pasó a mi y tuve que venir a hablar y usar el método de
emergencia.
(…)Y, en mi situación yo lo tuve que hacer porque no me parecería lógico traer otra criatura y estar apretada,
que no es lo correcto. Me imagino que en el momento uno tendrá que pensar, pero gente que por ahí le pasa y
yo me imagino que debería usar algún método.
E: Bueno, me contabas que tuviste un susto hace algún tiempo
V:Bueno, tuvimos relaciones, mi marido no se dio cuenta en su momento que se había salido el preservativo y
bueno, terminó adentro y tuvimos que venir de urgencia acá, consultar con Pablo y él nos había, ya nos había
informado si pasaba algo que había método de emergencia. Y bueno, tuve que hablar con él y…
(Mujer entrevistado en Mendoza)

G:Y como es el dicho, cosas del amor… cosas que se dan, que no es el día, que… que vos sabes que no es el día
y las cosas se van dando, se van dando… tomas temperatura y… y bueno… Es lo más lindo del mundo… pero
bueno… inmediatamente… 5 minutos después… cando te bajas del cielo… te has cuenta lo que has hecho y
bue… hay que solucionarlo.
E: Me decís que esto te pasó más de una vez…
G: Sí…
E: ¿Y más o menos en qué situaciones… o… en qué… con qué parejas estabas… que te pasó esto?
G: Con las tres parejas… y parejo…
E: ¿Y eso lo charlaron o lo hablaron con alguien más, lo charlaron entre ustedes?
G: Y lo charlamos entre nosotros… y bueno… de ahí nomás con un médico… No, la primera vez… que me
pasó… yo lo hablé directamente con el farmacéutico.

H: Sí, un montón, pero en realidad la mayoría fueron productos de mi imaginación. Pero... porque siempre me
cuidé, por eso te digo. Eh... con este novio... digamos, la primera vez que salí... no, la segunda vez que salí... eh..
tuve, digamos... miedo, porque tuve un atraso, digamos, y había tenido una situación como que podía ser de
riesgo, pero la verdad que en ese momento... todavía.
(…)
H: Es como que no sé si sabía de la existencia de la pastilla del día después... o no se me cruzaba por la
cabeza... o en realidad... como que me di cuenta de ese riesgo que había corrido cuando tuve el atraso, digamos.
Recién... entonces, digamos, ya era tarde... No me acuerdo qué fue exactamente... probablemente haya sido esa
última, digamos... Que en realidad me di cuenta del riesgo que había corrido... cuando... Pero no... era un
atraso común y corriente, porque en ese momento no era muy regular. Y después... eh... dos veces que ni
siquiera es que llegué, digamos... a.. tener miedo, digamos... Bueno, sí, en realidad, varias veces me hice un
Evatest... absolutamente para calmarme... o sea, nada más... Pero ni siquiera había tenido una situación de
riesgo... real, real, o sea... era más para calmar mi cabeza... Eh... y después las veces que tomé la pastilla del
día después... que fueron dos veces... una fue porque se rompió el preservativo... En realidad las probabilidades
eran muy pocas porque... no solo que no había acabado, así adentro, sino que además estaba por
indisponerme... pero bueno, fue más una precaución. Y la segunda fue de cabeza, nada... dije: yo con este pibe
no quiero tener (Risa leve) un hijo; así que creo que volví a mi casa y me tomé la pastilla... porque había habido
juego nada más, pero no hubo penetración... así que... En realidad fue pura tranquilidad para mi cabeza.
Después empecé a tomar las pastillas anticonceptivas para dejarme, digamos, de quemarme la cabeza... O sea,
porque aparte tampoco es el ideal estar usando de método anticonceptivo la pastilla del día después. Entonces,
como que ya está... ahora como que me quedo tranquila. Relativamente (Risa) Pero no eso, digamos... Pero ya
te digo, la mayoría de las veces es producto de mi imaginación... Y yo me doy cuenta que... pura... es pura
cuestión de mi cabeza, pero necesito... Porque sé que además se me puede atrasar... o sea, por la cabeza
misma... Entonces, es como que... digo, para qué me voy a estar quemándome... si tengo forma... haciendo el
Evatest o algo así... y descartar la duda.

K: Cuando era más, más chica, al poco tiempo que empecé a tener relaciones sexuales, a pesar de tener…de
usar preservativo, me generaba mucha…mucha inseguridad y aún así tenía temor de estar embarazada, en
algunos casos por tema de usarlo mal, de no…digo, por inexperiencia…
E: ¿Pero eran temores que provenían de tu propia…tu propia subjetividad, no a partir de situaciones concretas
en el uso del preservativo?
K: Yo creo que, lo que yo percibía es que no se si lo estábamos usando del todo bien como debíamos usarlo, de
hecho, de todas maneras en toda mi primera etapa, con mi primera pareja estable usando preservativo y
después pastillas, nunca me quedé embarazada, pero sí me acuerdo de situaciones después de haber tenido
relaciones con un preservativo decía “guau”…y estaba atenta a los atrasos, nunca, nunca me quedé
embarazada pero, pero me acuerdo de que eso, de que eso estaba, estaba presente.

Consideraciones finales:

Frente a la noción de emergencia unívoco y preciso sobre el cual se erige la anticoncepción de


emergencia, como noción y como método, en la práctica y en la experiencia de las personas
existen una multiplicidad de situaciones que son vividas como emergencia, más o menos
relacionadas o cercanas al acto sexual. De aquí se derivan una serie de equívocos que,
sumados a lo contraintuitivo que resulta para la mayoría de las personas la anticoncepción de
emergencia, funcionan como barreras simbólicas al acceso de de la misma de forma
diferencial de acuerdo a diversas variables (geográficas, socio-económicas, educacionales,
etcétera).

Así es prioritario trabajar sobre la noción de anticoncepción de emergencia y la construcción


de sentidos considerando el amplio abanico de experiencias que pueden ingresar dentro del
campo semántico a fin de lograr disminuir las barreras a su acceso. No sólo se trata de que los
insumos no lleguen, los programas de salud sexual y reproductiva no funcionen, no haya una
distribución eficiente de los recursos, trabas implícitas o explícitas para la ejecución de la
política pública específica sino de perder de vista la amplia gama de sentidos y experiencias
de las personas sobre las cuales se intenta implementar una política pública con sentido
unívoco.

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