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Por esta razón para determinar cuáles son las principales barreras de acceso, se hace
prioritario determinar cuáles son las características y dimensiones de las experiencias que las
personas viven, entienden y simbolizan como una “emergencia”, y cuáles son los procesos
sociales, políticos y económicos que intervienen en esta definición. De este modo, la noción
de emergencia, es en plural, se corresponde con un mapa de variaciones de acuerdo a nivel
socio-económico, género, capital educativo, lugares de residencia, entre los principales. Esta
complejidad de la noción de emergencia se corresponde con la multiplicidad de experiencias,
prácticas y saberes que intervienen en su definición: tradiciones locales, prácticas sociales
respecto al embarazo y maternidad, trayectoria de experiencias subjetivas y de otros cercanos,
saberes legos, discursos e intervenciones expertas, prospectos e indicaciones farmacéuticas,
discursos religiosos, políticas y programas de salud pública.
El reconocimiento de determinada experiencia y/o situación como una emergencia respecto
del riesgo del embarazo, puede entenderse como un resultado o solución de compromiso entre
fronteras, indicadores y prácticas que en el desarrollo temporal de la secuencia vivida pone en
relación la anticoncepción, el acto sexual, el embarazo y el aborto. Estas fronteras,
indicadores y prácticas, a su vez, se relacionan con los saberes y discursos (tradicionales,
legos, expertos, farmacéuticos, etc.) que vinculan modelos acerca del funcionamiento
biológico, corporal, emocional y relacional acerca de la anticoncepción-concepción, y las
prácticas sexuales que se llevan a cabo. Las características de las experiencias, las acciones y
respuestas frente a un eventual embarazo no sólo dependen del tipo de relación (pareja
estable, relación ocasional, relación abusiva, trabajo sexual, etc.) en la que se hallan inmersas
sino de los modos en que estos tipos de relación trazan las condiciones de posibilidad de las
acciones, decisiones y reconocimiento de derechos no sólo sobre el cuerpo propio y del otro
sino sobre la autonomía subjetiva en general. A su vez, las características que adoptan este
conjunto de dimensiones pareciera desplegarse de acuerdo a un mapa social que varía de
acuerdo no sólo a los niveles socio-económicos, urbano-semi-urbano, provincias-capital, sino
al desarrollo de políticas de salud pública y programas sobre salud reproductiva que provean
información, asesoramiento, atención especializadas y provisión de medicamentos.
“L: Claro, nunca me imagine. Aparte quién se iba a imaginar que en la primera vez vos te vas a quedar
embarazada. Hoy en día te lo puedo creer
E: Por la experiencia
L: Sí, no... una experiencia horrible. (…)
No, ni imaginé. Aparte dicen que para que vos te quedes embarazada tienen que... terminar los 2... qué aquí,
que allá... Bueno... y no... no es así, mirá .
L. Digamos, entonces, que no siempre has terminado vos también...
(…)
L: ¿Que no quería tenerlo? Que haya estado en embarazada y no...
E: Sí.
L: Sí, se me cruzó... por ejemplo, con la nena grande, pero bueno, ya la tenía qué le iba hacer... Nunca se me
cruzó sacármela... Y bueno, de ella también. Del nene no, del nene me enteré que estaba embarazada... a él si
que lo tuve ganas de tener, pero... a las nenas... Decía: bueno... que... Y bueno, las tuve... No, no. no tuve
problemas en ese sentido...
(…)L: Y no.. aparte como yo soy irregular... no es de que me dé cuenta ahí nomás que... si estoy o no estoy...
Me voy a dar cuenta cuando ya pasó unos meses y ya, ya, no me va a servir el día después. Por eso te digo, los
niños me ha pasado... que no... como yo soy irregular, ¿viste?, no es que todos los meses... Claro, me he venido
a dar cuenta... de la nena más grande a los 4 meses me di cuenta de que estaba embarazada.”
(L. Mujer entrevistada de Mendoza)
R: No, me quedé callada... Eso lo que me pasó a mí con el último... Con ese también, yo quería quedarme
embarazada... pero me daba miedo porque yo a él lo veía raro..., entonces no le dije nada... Y cuando le dije ya
había pasado dos... dos... cómo se dice... Dos menstruaciones que no me había venido. Y ahí fue cuando me
dijo: Por qué me lo decís ahora... si es mío... Un montón de cosas me dijo... Bueno y a lo último se fue...nos (No
entiendo) y a la noche se fue...
E: ¿Vos ni siquiera lo escuchaste irse?
R: No, la verdad que no lo escuché... Mirá que yo tengo un oído...
E: Bueno. Retomando lo que vos decías recién... eh... pensemos una situación de temor o de preocupación por
un posible embarazo. Porque... o se tuvo una relación sexual sin cuidarse o porque falló el método... puede
pasar. ¿Vos sabes de algo que se pueda hacer en ese momento?
C: ¿Que pase algo no deseado, decís vos? Yo creo que si pasó algo no deseado... pero... la responsabilidad es
tuya... la aceptaría. ¿Entendés? Ya... si vos estás en... cómo te puedo decir... si... estás una situación que haya
pasado algo no deseado... ¿No es cierto? Pero que tu pareja te sea infiel... a la vez... ¿verdad? Creo que no sé
qué método tomaría ahí.
E: ¿Qué métodos conoces?
C: Yo me llevo por el método de decir... si seguiría con la pareja... si avanzaría con el embarazo...o qué es lo
que haría con el embarazo. ¿A eso querés llegar vos?
E: Sí.
C: Para mí, por eso te digo... si yo cometí el error... sigo con el embarazo, pero... si la pareja esta te fue infiel...
no sé...
Dentro de este patrón, expresiones como “hacerse cargo”, “abandono”, “responsabilidad”,
“fidelidad”, “continuar”, caracterizan la actitud de los varones frente al embarazo. Aún
cuando, el aborto puede aparecer en el discurso, surge de forma retrospectiva, a posteriori,
mientras que la experiencia del embarazo, se presenta de forma irreversible.
Es necesario destacar, que este patrón tiene una dispersión particular en el mapa social,
respecto tanto de la edad y el nivel socio-económico. En líneas generales este tipo de
experiencias son más frecuentes en las primeras relaciones sexuales en clases sociales bajas,
generalmente, en mujeres jóvenes, en localidades cercanas a grandes centros urbanos.
A diferencia del anterior, el segundo patrón se estructura en torno a la noción del atraso.
Agrupando una multiplicidad de experiencias, el atraso, se define como un intervalo temporal,
que teniendo como indicador la falta de la menstruación en los días previstos, desencadena
una diversidad de emociones, acciones y/o decisiones. La diferencia entre el primer y segundo
patrón consiste en que en el segundo patrón, la falta de menstruación, es experimentado como
un problema, que tiene un marco restringido de tiempo, en el que se llevan a cabo de acciones
y/o decisiones. Frente a la experiencia del atraso, es posible reconocer conjuntos de acciones-
decisiones-emociones que se pueden agrupar de acuerdo a las siguientes categorías.
II-a) Atraso y Espera
En primer lugar, frente al atraso, en algunos casos la mujer y/o la pareja deciden esperar como
forma de confirmación en el tiempo de la falta de menstruación y del posible embarazo. De
este modo, el embarazo es vivido también como un proceso con el que sólo se puede
intervenir, a través de la confirmación o no de su existencia, confirmación que generalmente
supone el paso del tiempo.
Este caso guarda semejanzas en el dominio de las acciones y decisiones con el primer patrón,
apareciendo aquellas expresiones características: “hacerse cargo”, “responsable”, “continuar”.
Y cuando el embarazo no es confirmado la experiencia se diluye y se convierte sólo en un
“susto”.
J: Si, tuvimos ese miedo, yo tuve ese miedo de quedar embarazada o sea escuche de que en una primera vez, ya
alcanza y sobra, pero bueno esperamos que pase el tiempo para ver si había pasado algo o no. (J: mujer de San
Juan)
E: Bueno. Eh... si a usted le... ¿Le pasó alguna vez a usted de tener la preocupación de...?
P: Sí, sí.
E: De haber quedado... dejado embarazada...
P: Sí, sí porque... vino con que tenía un atraso y... resulta que era un problema hormonal de día... nada más,
pero no porque...
E: ¿Y en ese caso qué hubiera hecho si se quedaba embarazada?
P: Y me tenía que hacer cargo sí o sí... Me tenía que hacer cargo sí o sí...
(P: varón de Amba)
A diferencia del anterior, en este apartado incluimos aquel grupo de experiencias, que hacen
del atraso un suceso dentro de una secuencia que parte del reconocimiento de haber llevado a
cabo una relación sexual no protegida. Este atraso, generalmente está cargado de diversas
emociones (angustia, miedo, etc.), desencadena acciones para confirmar el embarazo (test,
análisis, etc.). Además de la búsqueda de confirmación o no del embarazo, no se lleva a cabo
ninguna acción o intervención sobre el cuerpo de la mujer.
E: Ah, está bien. ¿Alguna vez... por ahí incluso contando la vez que quedaste embarazada... tuviste miedo de
estar embarazada sin quererlo... sin querer tener un hijo?
M: Sí.
C: ¿Te pasó más de una vez?
M: Sí., sí (Risa) 3; 4; 5 veces... Me ha pasado... que... me da ese miedo que... que quede de vuelta embarazada...
y solo el motivo de haberme, de no haberme cuidado, pero... vos también a veces cuando tenés relaciones... te
das cuenta... que si has quedado embarazada o no. Entonces, yo siempre he dicho que no... pero siempre está el
temor ese, a mí por lo menos en particular... Siempre que tengo una relación después ando pensando y me
quedaré embarazada, sabiendo que si me he cuidado o no... pero siempre tengo ese temor... que nada, muchas
veces me ha pasado.
E: Bueno, me decías entonces que te pasó alguna vez que... de... que tuviste un susto de estar embarazada sin
haberlo buscado.
N: Sí, me tomé las pastillas dos días que... no sé si se llama así...
E: ¿Fue una vez o más de una vez...?
N: No, una vez... una sola vez...
E: ¿Y cómo fue... cómo pasó?
N: Cuando... ahora, actualmente... O sea... hace tres meses... como creía que.. como creía que estaba
embarazada... me dio mi ginecólogo me dio esa pastilla.
E: Ajá...
N: Que la tomara... Pero no la alcancé a tomar porque a los dos días...
E: Ah... está bien... ¿Y...?
N: Pero algo así se llama, dos días... algo así, yo tengo la receta ahí... van con receta.
E: ¿Y lo comentaste con tu pareja... lo charlaste con alguien más?
N: No, con mi pareja.
E: Eh.. ¿Y en ese momento vos o tu pareja sabían de esta anticoncepción de emergencia o la píldora del día
después... ese tipo de pastillas la conocían?
N: No, no.
E: ¿Y cómo se enteraron?
N: Por mi médico.
II-c) Relación sexual no protegida- Atraso- Confirmación e Intervención Abortiva
En estos casos, a los vínculos entre la relación sexual no protegida, el atraso, la confirmación
mediante test y análisis de las experiencias del apartado anterior se le agregan, la realización
de intervenciones para la interrupción del embarazo. Estas formas de intervención adquieren
diferentes formas, desde aquellas prácticas tradicionales, pasando por el oxoprost, hasta el
aborto propiamente dicho.
E: Claro. Entonces me decías que los días te fallaron. ¿Tuviste un susto, pensaste o quedaste embarazada?
L: Quedé embarazada...
E: ¿Y qué fue lo que?
L: No, esto es muy... mirá... ¿entendés?, ya creo que tenés... toda la esti... toda la información ahí... por haber...
Yo me rio obviamente pero la pasé bastante mal. Yo ahora m rio porque... como ha pasado hace mucho... Es
como un cuento de otra persona... O sea, pero viviéndolo, sí...la pasé bastante mal con ese tema.
E: ¿Y cuándo te pasó esto?
L: Yo tenía 21 años... hace 6 años atrás. Yo estaba de novia... me puse de novia y a los tres meses me quedé
embarazada...
E: ¿Ahí vos te seguías cuidando con... las fechas...?
L: Claro, porque como yo era amigo de este chico, de Pablo y... él sabía que yo estuve mucho tiempo de novia...
y él hasta la primera semana que estuvimos de novios: ¿Pero vos te cuidas?; No... Pero él sí me interrogaba a
mí... como yo era que sobreviví seis años y medio... ¿me entendés? Porque muchas amigas a mí me preguntaban
si algún mes... o sea, nada, ¿me entendés? Y... de repente...
E: ¿Él te proponía usar preservativo o qué?
L: Sí, él lo propuso... pero justo se dio que ese día no tuvo parece... Él se empezó a poner preservativo la
primera vez... Yo me puse de novia y al mes ya estábamos re de novios... Yo me peleé y a la semana me puse de
novia con él...
E: ¿Vos la situación de aborto... no... o sea, hoy a la distancia hubieses elegido no hacerlo o... pelearte con...?
L: No. Yo a esta altura lo hubiera tenido... yo me arrepentí mucho... Hasta el día de hoy me arrepiento... No
por... porque yo tengo cierto... O sea, yo desde lo once años... desde que yo tengo noción de los once años... mi
mamá tenía una amiga que el marido era médico... Después se divorciaron, qué sé yo... Entonces... compraban
mucho Ser padre hoy y yo me pasaba leyendo Ser padres... Todas las noches me leía toda... tenía todos los
fascículos, ella compraba todos los meses los fascículos de Ser padres... Entonces, cuando a mí... cuando yo
pasé todo esto... por qué me... por qué lo hice... si querés saber...
E: No, si querés contarme...
L No, por qué lo hice, porque él no quería... él quería terminar (Creo que dice: acá la relación)... Y él me dijo:
(entiendo: de arrodillarse, ¿eh?) pidiéndole que no lo hiciéramos... Entonces cuando él insistió... nunca me
pegó... él jamás, pero sí tuvo una violencia psicológica muy grande en ese momento... Te hablo todo a raíz de lo
que me dijo la psiquiatra que... tuve una violencia muy grande psicológica... una presión muy grande... Mi
familia a todo esto no sabía que yo estaba de novia con él...
Este último patrón incluye aquellas experiencias en las que las características y circunstancias
del acto sexual definen la situación de emergencia respecto de la posibilidad de un posible
embarazo. Al centrar los indicadores en el acto sexual, las emociones, acciones, y/o
decisiones que se llevan a cabo, tienen un margen temporal restringido, de horas y días, más
restringido que el intervalo temporal del retraso. En estos casos el intervalo temporal de la
menstruación, sirve para confirmación del embarazo, y/o testeo de los resultados de las
acciones y/o decisiones llevadas a cabo.
E: Contame alguna vez en una relación sexual tuviste algún susto... tuvieron algún susto de que pasó algo y vos
decís... o dijeron: Uy...
R: No, esa vez que se rompió...
E: Ajá... ¿Y en ese momento hicieron algo, pensaron en hacer algo...?
R: No, ella me dijo... yo ya sé lo que tengo que hacer... La chica esta también era más grande que yo... tenía 23,
24...
E: Pero es con esta chica que me contabas... que estuviste 3 ó 4 meses.
R: Sí.
E: Y ella..., ¿que se rompió el preservativo, digo, se dieron cuenta los dos... cómo fue?
R: No, ella me dijo: uh, creo se rompió. Y yo fui al baño y me fijé y sí...
E: ¿La acompañaste a tomarla?
R: No, porque ella me dijo: yo sé lo que tengo que hacer... y... Yo tampoco lo tomé como algo tan grave..., ya
éramos los dos medio grandes... Y tampoco era que tenía una relación... con la chica esa...
(…) Estuve medio mal ahora que lo pienso, pero bueno... Y... no, nada y eso, la tomó y me dijo... Hablé con ella
y me dijo: no, ya la tomé... todo bien. Pero después se ve que se empezó a hacerse la cabeza... no sé...
V.: Justamente me pasó eso a mi hace poco, con los métodos de emergencia. A mi me pasó hace poco, teníamos
dudas por el preservativo con mi marido y, me pasó a mi y tuve que venir a hablar y usar el método de
emergencia.
(…)Y, en mi situación yo lo tuve que hacer porque no me parecería lógico traer otra criatura y estar apretada,
que no es lo correcto. Me imagino que en el momento uno tendrá que pensar, pero gente que por ahí le pasa y
yo me imagino que debería usar algún método.
E: Bueno, me contabas que tuviste un susto hace algún tiempo
V:Bueno, tuvimos relaciones, mi marido no se dio cuenta en su momento que se había salido el preservativo y
bueno, terminó adentro y tuvimos que venir de urgencia acá, consultar con Pablo y él nos había, ya nos había
informado si pasaba algo que había método de emergencia. Y bueno, tuve que hablar con él y…
(Mujer entrevistado en Mendoza)
G:Y como es el dicho, cosas del amor… cosas que se dan, que no es el día, que… que vos sabes que no es el día
y las cosas se van dando, se van dando… tomas temperatura y… y bueno… Es lo más lindo del mundo… pero
bueno… inmediatamente… 5 minutos después… cando te bajas del cielo… te has cuenta lo que has hecho y
bue… hay que solucionarlo.
E: Me decís que esto te pasó más de una vez…
G: Sí…
E: ¿Y más o menos en qué situaciones… o… en qué… con qué parejas estabas… que te pasó esto?
G: Con las tres parejas… y parejo…
E: ¿Y eso lo charlaron o lo hablaron con alguien más, lo charlaron entre ustedes?
G: Y lo charlamos entre nosotros… y bueno… de ahí nomás con un médico… No, la primera vez… que me
pasó… yo lo hablé directamente con el farmacéutico.
H: Sí, un montón, pero en realidad la mayoría fueron productos de mi imaginación. Pero... porque siempre me
cuidé, por eso te digo. Eh... con este novio... digamos, la primera vez que salí... no, la segunda vez que salí... eh..
tuve, digamos... miedo, porque tuve un atraso, digamos, y había tenido una situación como que podía ser de
riesgo, pero la verdad que en ese momento... todavía.
(…)
H: Es como que no sé si sabía de la existencia de la pastilla del día después... o no se me cruzaba por la
cabeza... o en realidad... como que me di cuenta de ese riesgo que había corrido cuando tuve el atraso, digamos.
Recién... entonces, digamos, ya era tarde... No me acuerdo qué fue exactamente... probablemente haya sido esa
última, digamos... Que en realidad me di cuenta del riesgo que había corrido... cuando... Pero no... era un
atraso común y corriente, porque en ese momento no era muy regular. Y después... eh... dos veces que ni
siquiera es que llegué, digamos... a.. tener miedo, digamos... Bueno, sí, en realidad, varias veces me hice un
Evatest... absolutamente para calmarme... o sea, nada más... Pero ni siquiera había tenido una situación de
riesgo... real, real, o sea... era más para calmar mi cabeza... Eh... y después las veces que tomé la pastilla del
día después... que fueron dos veces... una fue porque se rompió el preservativo... En realidad las probabilidades
eran muy pocas porque... no solo que no había acabado, así adentro, sino que además estaba por
indisponerme... pero bueno, fue más una precaución. Y la segunda fue de cabeza, nada... dije: yo con este pibe
no quiero tener (Risa leve) un hijo; así que creo que volví a mi casa y me tomé la pastilla... porque había habido
juego nada más, pero no hubo penetración... así que... En realidad fue pura tranquilidad para mi cabeza.
Después empecé a tomar las pastillas anticonceptivas para dejarme, digamos, de quemarme la cabeza... O sea,
porque aparte tampoco es el ideal estar usando de método anticonceptivo la pastilla del día después. Entonces,
como que ya está... ahora como que me quedo tranquila. Relativamente (Risa) Pero no eso, digamos... Pero ya
te digo, la mayoría de las veces es producto de mi imaginación... Y yo me doy cuenta que... pura... es pura
cuestión de mi cabeza, pero necesito... Porque sé que además se me puede atrasar... o sea, por la cabeza
misma... Entonces, es como que... digo, para qué me voy a estar quemándome... si tengo forma... haciendo el
Evatest o algo así... y descartar la duda.
K: Cuando era más, más chica, al poco tiempo que empecé a tener relaciones sexuales, a pesar de tener…de
usar preservativo, me generaba mucha…mucha inseguridad y aún así tenía temor de estar embarazada, en
algunos casos por tema de usarlo mal, de no…digo, por inexperiencia…
E: ¿Pero eran temores que provenían de tu propia…tu propia subjetividad, no a partir de situaciones concretas
en el uso del preservativo?
K: Yo creo que, lo que yo percibía es que no se si lo estábamos usando del todo bien como debíamos usarlo, de
hecho, de todas maneras en toda mi primera etapa, con mi primera pareja estable usando preservativo y
después pastillas, nunca me quedé embarazada, pero sí me acuerdo de situaciones después de haber tenido
relaciones con un preservativo decía “guau”…y estaba atenta a los atrasos, nunca, nunca me quedé
embarazada pero, pero me acuerdo de que eso, de que eso estaba, estaba presente.
Consideraciones finales:
Bibliografía: