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FACULTAD LATINOAMERICANA DE CIENCIAS SOCIALES

PROGRAMA URUGUAY

Diploma para el abordaje de las violencias hacia las infancias y


adolescencias - CICLO 1

Cohorte IV

Montevideo, 19 de Octubre de 2022

Tarea final de evaluación Seminario 5


(Propuesta 2)

Presenta:

Raúl Cebrián Bessini


Para iniciar este trabajo asumiré que, dado que la premisa está escrita en plural, ambas
personas se presentan juntas en el centro de atención de salud. Si éste fuera el caso, la
primera acción sería de escucha activa y exhaustiva del relato y sus formas: qué se dice,
quién lo dice, lenguaje no verbal o lenguaje proxémico entre otros elementos a observar. En
esta primera instancia me parece especialmente importante no emitir valoraciones que
puedan generar una desvinculación de la adolescente del centro de salud, poniendo especial
énfasis en no generar alarma en el adulto y emplazando a una segunda cita únicamente con
la adolescente para su atención en salud integral.

Finalizado el primer contacto y de manera previa a la primera entrevista con la adolescente


debería de convocarse al equipo interdisciplinar del centro de salud para abordar la
situación. En principio, mi posicionamiento como trabajadora social sería trazar dos planes
de acompañamiento separados, porque entiendo que hay dos cuestiones diferentes en las
que acompañar a la adolescente. El primer lugar, y por una cuestión de plazos, el embarazo
de la adolescente desde una perspectiva de derechos, como la planteada por Arias y Suárez
(2014), así como desde posicionamientos bioéticos con enfoque en la autonomía (Sáenz,
2014). En segundo lugar, el acompañamiento en materia del abuso sexual cometido y
tipificado en nuestro código penal a través del artículo 272-BIS (Anexo I) incluido en el
mismo a través de la ley Nº 19580 (Uruguay, 2018).

La primera acción a tomar en el acompañamiento de la adolescente embarazada debe de


ser, nuevamente, abrir un espacio de escucha (en esta ocasión individual) delimitado por
algunos marcos de accionar profesional. En primer lugar, si queremos posicionarnos desde
un enfoque de derechos, debemos considerar a la adolescente como sujeto de tales,
“cualquiera sea la opción que elija, la mujer tiene derecho a una atención integral en salud y
por lo tanto el sistema sanitario debe disponer de una normativa que la proteja” (García et
al., 2013, p. 409). En este caso habría que prestar especial atención a los criterios de
procedimiento acordado, recogido en el artículo 11 de la ley N° 18335 (Uruguay, 2008)
(Anexo II) y al principio de autonomía progresiva en materia de salud retratado en el
artículo 11 del decreto N° 274/010 (Uruguay, 2010) (Anexo III). Con estas premisas claras
deberíamos de brindar un espacio de escucha de carácter absolutamente privado, amigable
con la adolescente y con presencia de dos profesionales (contando alguna de ellas con
formación específica en materia de acompañamiento social o psicológico y en materia de
abuso hacia NN.NN.AA). Un objetivo importante de este espacio es descartar que el relato
inicial de la adolescente no haya estado coactado por el abusador u otros/as adultas/os del
entorno del adolescente, contando con el papel que estos pudieren ejercer como mediadores
de los deseos de la sujeto de derecho (Trujillo., 2013). Por motivos de extensión no
ahondaremos en la metodología a emplear en este análisis y consideraremos a las
profesionales capaces de detectar los indicios que puedan presentarse a tal efecto.

En este punto me tomaré una segunda licencia que consiste en asumir que no existen
indicadores claros de que el deseo de la adolescente esté forzado por un/a adulto/a ni por el
abusador. Este sería el momento de ser coherentes con el enfoque de derechos y, como
segunda medida, exponer de manera adecuada y comprensible los derechos de la
adolescente en materia de acceso a la información, salud reproductiva, privacidad y
autonomía progresiva (posteriormente ahondaremos más en estos dos últimos derechos).

La tercera medida en este acompañamiento en el marco del derecho a la información y en


concreto en materia de salud reproductiva (que dependiendo de los plazos para una posible
IVE y la disposición de la adolescente se acometerían en este encuentro o uno posterior)
consistiría en analizar junto con la adolescente el concepto de maternidad, sus preconceptos
y los condicionantes para la vida de una mujer. A este respecto tomaré dos aportes que me
parecen interesantes, el primero es el propuesto por Winkler et al. en su “Modelo
Hipotético Interpretativo del Embarazo Deseado” (2005, p. 26) (Anexo IV) por el cual las
adolescentes que desean llevar a término su embarazo tienden a sobredimensionar las
perspectivas positivas de la maternidad ignorando las negativas y ,en segundo lugar, los
“riesgos y consecuencias del embarazo infantil” (CLADEM, 2016, p.25) que implican un
mayor grado de probabilidad de morbilidad y mortalidad durante el parto para las madres
adolescentes.

Tras este punto nos enfrentamos a dos de los dilemas mas importantes del
acompañamiento, los referentes a la privacidad y a la autonomía progresiva. La legislación
en esta materia es poco explícita. El código de la niñez y la adolescencia. Ley N° 17823, en
su artículo 11-BIS (Uruguay, 2004), contempla la concurrencia de los padres (sic)
atendiendo a dos principios que expone, pero no concreta, el de la edad de la paciente y el
del respeto a la autonomía progresiva. Se suma a este hecho que la concepción se ha
llevado a cabo en el marco de una relación de abuso. Teniendo en cuenta que la sujeto de
derecho se encuentra en la etapa más temprana de la adolescencia, y a los necesarios
“relevos de autonomía” (Saenz, 2014, p. 173) a los que va a tener que acceder si desea
llevar a termino su embarazo y ejercer la maternidad mi propuesta profesional sería la de
acordar con la adolescente los términos en los que se informaría a sus referentes
cuidadores, estableciendo de manera adecuada, empática y comprensible el porqué de la
necesidad de ello.

También por motivos de extensión seré muy breve en cuanto a la cuestión del abuso.
Siendo el delito flagrante y confeso frente a una institución, considero un acto debido
informar a las instancias judiciales del mismo. No obstante, el protagonismo de las acciones
debe de estar nuevamente centrado en la adolescente, junto a la que (con ayuda de equipos
especializado) habría que co-pensar la situación de la cual ha sido víctima.

Para finalizar el trabajo haré referencia al dilema sobre una IVE no deseada por la
adolescente. Tanto en el caso de que su vida no corra peligro como de que sí, mi criterio
profesional sería no solicitar una intervención forzada. En el primer supuesto porque
considero que contradice todos los preceptos teóricos y políticos establecidos en este
trabajo y porque, además, sería una acción no amparada en el ordenamiento legal vigente.
En el caso de peligrar la vida de la adolescente, si bien el CNA en su artículo 11-BIS
dispone que el profesional (sic) podrá solicitar a instancias judiciales la imposición de un
procedimiento en particular, en este caso no se contemplarían los riesgos en materia de
salud mental que podría generar semejante trauma para cualquier mujer, aunque admito no
haber encontrado investigaciones referentes a las consecuencias de abortos forzados que
fundamenten esta posición.

Como último aporte en mi trabajo, querría plasmar una cita bibliográfica que resume el
posicionamiento bioético que considero más apropiado para enfrentarse a esta situación:

El criterio de hacer el bien, de evitar el mal, de ser justos, de respetar la autonomía de las
personas es quizás lo que más carga impone y a la vez alivia el trabajo en esta área. Es tal
vez lo que define lo correcto o incorrecto de las acciones, pero no como una regla
matemática que se impone independientemente de la persona, sino que supone un largo
proceso de deliberación y en especial de discernimiento. Se trata de buscar e intentar
encontrar la verdad. El diálogo, la persuasión (cuidando no manipular, ni coartar la
libertad), la prudencia, la justicia, la verdad, la honestidad, la duda, la búsqueda, son
habilidades que ayudan y permiten no estar subyugados a la técnica, sino que ésta se ordene
al servicio de la humanidad (García et al., 2013, p. 410).

BIBLIOGRAFÍA

Arias, María A. y Suárez, Zulema (2014) “La atención a la salud de los adolescentes en el
primer nivel desde una perspectiva de derechos” Montevideo: Ediciones
Universitarias UCUR

Sáenz, Mirtha (2014). “Relevo de autonomía, para agenciar doblemente la vida, en el


embarazo en la adolescencia”, en Revista Colombiana de Bioética, Vol. 9. Pp. 138-
192. Bogotá: Universidad del Norte

Uruguay, Republica Oriental del (2018) Ley N° 19580, Ley de violencia hacia las mujeres
basada en género. Modificación a disposiciones del código civil y código penal,
Publicada en Registro Nacional de Leyes y Decretos, Montevideo, el 9 de enero de
2018, disponible en https://www.impo.com.uy/bases/leyes/19580-2017

García, Luis G. (2013). “La bioética y el derecho de las adolescentes en el aborto”, en


Revista Cubana de Obstetricia y Ginecología, Nº 39 (4), pp. 404-412. La Habana:
Editorial de Ciencias Médicas

Uruguay, Republica Oriental del (2008) Ley N° 18335, Derechos y obligaciones de


pacientes y usuarios de los servicios de salud, Publicada en Registro Nacional de
Leyes y Decretos, Montevideo, el 26 de agosto de 2008, disponible en
https://www.impo.com.uy/bases/leyes/18335-2008

Uruguay, Republica Oriental del (2010) Decreto N° 274/010, Reglamentación de la ley N°


18.335 sobre derechos y obligaciones de pacientes y usuarios de los servicios de
salud, Publicada en Registro Nacional de Leyes y Decretos, Montevideo, el 16 de
setiembre de 2010, disponible en https://www.impo.com.uy/bases/decretos/274-2010

Trujillo, Miriam E. (2013). “El embarazo precoz: no querido pero deseado”, en Universitas,
Revista de Ciencias Sociales y Humanas, núm. 18, enero-junio, 2013, pp.103-131.
Cuenca: Universidad Politécnica Salesiana
Winkler, María I. et al. (2005). “¿Embarazo Deseado o No Deseado?: Representaciones
Sociales del Embarazo Adolescente, en Adolescentes Hombres y Mujeres Habitantes
de la Comuna de Talagante, Región Metropolitana”, en Terapia Psicológica, vol. 23,
núm. 2, diciembre, 2005, pp. 19-31. Santiago: Sociedad Chilena de Psicología Clínica

Chiarotti, Susana (Coord.) et al. (2016) “Niñas Madres. Embarazo y maternidad infantil
forzada en América Latina y el Caribe” Asunción: CLADEM

Uruguay, Republica Oriental del (2008) Ley N° 17823, Código de la niñez y la


adolescencia (CNA), Publicada en Registro Nacional de Leyes y Decretos,
Montevideo, el 14 de Setiembre de 2004, disponible en
https://www.impo.com.uy/bases/leyes/17823-2004
ANEXO I

Artículo 272-BIS Código Penal

(Abuso sexual)

- El que por medio de la intimidación, presión psicológica, abuso de poder, amenaza, fuerza o
cualquier otra circunstancia coercitiva realice un acto de naturaleza sexual sobre una persona, del
mismo o distinto sexo, será castigado con pena de dos a doce años de penitenciaría.

La misma pena se aplicará cuando en iguales circunstancias se obligue a una persona a realizar un
acto de naturaleza sexual sobre un tercero.

La violencia se presume cuando el acto de naturaleza sexual se efectúa:

1. Con una persona menor de quince años. Esta presunción no regirá si se tratare de relaciones
consensuadas entre personas de trece años cumplidos y no exista entre ambas una diferencia mayor
de ocho años.

2. Con descendiente o persona bajo su cuidado o autoridad menor de dieciocho años de edad.

3. Con persona que, por causas congénitas o adquiridas, permanentes o transitorias, se halla, en el
momento de la ejecución del acto, privada de discernimiento o voluntad.

4. Con persona arrestada o detenida, siempre que el imputado resulte ser el encargado de su guarda
o custodia. (*)
ANEXO II

Ley Nº 18335 Derechos y obligaciones de pacientes y usuarios de los servicios de salud

Artículo 11

Todo procedimiento de atención médica será acordado entre el paciente o su representante -luego de
recibir información adecuada, suficiente y continua- y el profesional de salud. El consentimiento
informado del paciente a someterse a procedimientos diagnósticos o terapéuticos estará consignado
en la historia clínica en forma expresa. Este puede ser revocado en cualquier momento.

El paciente tiene derecho a negarse a recibir atención médica y a que se le expliquen las
consecuencias de la negativa para su salud.

Cuando mediaren razones de urgencia o emergencia, o de notoria fuerza mayor que imposibiliten el
acuerdo requerido, o cuando las circunstancias no permitan demora por existir riesgo grave para la
salud del paciente, o cuando se esté frente a patologías que impliquen riesgo cierto para la sociedad
que integra, se podrán llevar adelante los procedimientos, de todo lo cual se dejará precisa
constancia en la historia clínica.

En la atención de enfermos siquiátricos se aplicarán los criterios dispuestos en la Ley Nº 9.581, de 8


de agosto de 1936, y las reglamentaciones que en materia de atención a la salud mental dicte el
Ministerio de Salud Pública.
ANEXO III

Decreto N° 274/010 Reglamentación de la ley N° 18.335 sobre derechos y obligaciones de


pacientes y usuarios de los servicios de salud

Artículo 11

Todo niño, niña o adolescente tiene derecho al acceso a los servicios de salud, incluyendo los
referidos a la salud sexual y reproductiva. Los profesionales de la salud actuantes deberán respetar
la confidencialidad de la consulta y ofrecerles las mejores formas de atención y tratamiento cuando
corresponda.

Los adolescentes a quienes, de acuerdo al principio de autonomía progresiva, los profesionales de la


salud consideren suficientemente maduros para recibir atención fuera de la presencia de los padres,
tutores u otros responsables, tienen derecho a la intimidad y pueden solicitar servicios
confidenciales e incluso tratamiento confidencial.

En ningún caso los servicios de salud podrán negar la inmediata atención a los niños, niñas o
adolescentes que la soliciten alegando la ausencia de los padres, tutores u otros responsables, a los
que se procurará contactar a los efectos de poner la situación en su conocimiento, a menos que se
trate de casos en que la consulta del adolescente sea confidencial. Ante la imposibilidad de lograr el
contacto y la presencia de los padres, tutores o responsables si ella fuera necesaria, el servicio de
salud pondrá la situación en conocimiento del Instituto Nacional del Niño y Adolescente del
Uruguay.
ANEXO IV

Modelo Hipotético Interpretativo del Embarazo Deseado (Winkler et al. 2005, p. 26)

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