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FORMATIVA GRADO 9°
Código: DA-FO-1443
Versión: 2
TEMA DE INVESTIGACIÓN
SALUD MENTAL
LÍNEA DE INVESTIGACIÓN
SALUD MENTAL Y CONTEXTOS
FOCO DE INVESTIGACIÓN
SALUD
mental de los jóvenes”, encontró que, el abordaje del fenómeno de la salud mental en los jóvenes debe atender
al impacto la tecnología en el cambio sociocultural. Nos hemos aproximado a los usos de los medios digitales en
la juventud y los efectos en su bienestar psicoemocional, a partir de datos empíricos y de los análisis de autores
y profesionales de diferentes disciplinas. En este sentido, la salud mental como problema social traspasa las
juveniles asociadas a factores sociales y culturales. La digitalización de la sociedad es un proceso en marcha que
muestra una correlación con el aumento de malestares en la adolescencia y juventud relacionados con la
ansiedad, el bajo estado de ánimo o la conducta suicida. La crítica a la digitalización choca con el utopismo
tecnológico, con la idea de inevitabilidad del progreso tecnológico y con unos fuertes intereses económicos y de
control social propios del capitalismo de la vigilancia, que se revisten de innovación, sostenibilidad, comodidad,
personalización o transformación digital. La rapidez y suavidad con que la tecnología va colonizando todas las
áreas de nuestra experiencia personal y social contribuye a dificultar el análisis crítico. Nuestra perspectiva no
reniega de las numerosas ventajas de la tecnología para el ser humano y su bienestar general, sino que trata de
acentuar los efectos nocivos del paradigma tecnocrático y del cambio socio-tecnológico acelerado sobre la salud
De acuerdo con Zunino, Ferrante, Igarzabal, Kessler y Rajnerman (2023), en su estudio titulado “Cómo
nos informamos sobre salud mental”, realizado en Buenos Aires, Argentina se habló de que, La investigación
presentada destaca la importancia de la salud mental como uno de los problemas sociales y de salud más
sobre el tema, así como la participación de los Estados en la creación de marcos normativos y la mediatización
La investigación revela que durante la pandemia ha habido un incremento en el interés por problemas de
salud mental, como la ansiedad, el estrés, el pánico, las fobias, los trastornos alimentarios y las adicciones. Estos
problemas se han visto influenciados por situaciones de riesgo objetivo, como la enfermedad y la muerte
causadas por la pandemia, así como por el aislamiento social y las dificultades económicas y sociales.
Se identifican dos enfoques principales en la información sobre salud mental. El primero se centra en
soluciones médicas a través de psicofármacos, mientras que el segundo se enfoca en técnicas de entrenamiento
individual, presentadas como herramientas para prevenir o mitigar los problemas de salud mental. Estas
prácticas suelen desvincular las dolencias individuales de sus determinantes psicosociales estructurales.
En cuanto a la mediatización de los problemas de salud mental, se observa que las noticias más
populares están relacionadas con las dolencias causadas o agravadas por la pandemia. Además, las aflicciones
mentales de personas famosas generan un consumo informativo significativo, aunque es importante considerar
el análisis de expertos en salud mental y salud pública para comprender los procesos estructurales subyacentes.
principales ciudades del país, lo que plantea interrogantes sobre si es representativa de las experiencias y
Se concluye que el Estado ha estado ausente como actor importante en la orientación y resolución de los
problemas de salud mental desde la política pública. Se plantea la necesidad de elaborar un tratamiento
desarrollar proyectos de política pública y establecer equipos multidisciplinarios para abordar la salud mental de
manera integral.
Bogotá, Colombia, se analiza la relación entre salud mental y desarrollo. Aunque ambas buscan potenciar las
capacidades de los individuos para lograr un bienestar individual que redunde en la comunidad, la salud mental
ha sido sistemáticamente excluida de los planes de desarrollo. Los problemas de salud mental afectan a millones
trastorno. Se calcula que una de cada cuatro personas desarrolla algún tipo de enfermedad mental a lo largo de
su vida. En tanto se cree que no es posible recuperarse de estas enfermedades, los recursos no están dirigidos a
intervenir sobre ellas. Siendo absolutamente transversal a todos los aspectos de nuestras vidas, y por tanto un
pilar fundamental en el desarrollo sostenible, el gasto global en salud mental es de menos de dos dólares por
persona por día. Situación que no sólo impacta directamente sobre las tres dimensiones del Índice de Desarrollo
Humano (IDH) - salud, educación y estándares de vida - sino que perpetúa la condición de desigualdad
estructural en que viven las personas con trastornos mentales. Mientras los problemas de salud mental afectan la
esperanza de vida, los años de instrucción esperados y el Ingreso Nacional Bruto per cápita, siendo a su vez
causa y consecuencia de la pobreza, las personas con trastornos mentales deben enfrentar numerosas barreras
para el acceso a la educación, a las oportunidades de empleo y otras fuentes de generación de ingresos, debido a
la estigmatización, discriminación y marginación que históricamente han vivido. Por tanto, si queremos que
todos sean partícipes de las oportunidades de desarrollo, es necesario un cambio estructural donde desaparezca
el estigma frente a los trastornos mentales, que permita posicionar la salud mental como eje de los planes de
A tenor de Melgosa (2017), en su estudio titulado “Preservando la salud mental” analizado en Madrid,
España, se puede observar que la salud mental es tan importante como la salud física, y que podemos cuidarla
mediante decisiones que nos ayuden a regular nuestro estado psíquico. Así, podremos disfrutar de un equilibrio
mental y emocional, lograr nuestras metas y evitar problemas como la ansiedad o la depresión. El autor señala
que, al hablar de salud física, casi todo el mundo sabe lo que hay que hacer para conservarla. Pero cuando
preguntamos cómo mantener una buena salud mental, muchos dudan y no saben qué decir. Sin embargo, es
posible regular nuestro bienestar mental y emocional, ejerciendo influencia sobre nuestros pensamientos,
sentimientos, deseos y estado de ánimo. Es posible hacer decisiones de suma importancia para la salud mental.
Y manteniendo esas decisiones, gozaremos de un estado mental equilibrado y alcanzaremos nuestros objetivos.
REFERENCIAS
Fernández, J. (2021). La digitalización de la sociedad y su impacto en la salud mental de los jóvenes. Recuperado
de:
Zunino E, Ferrante P, Igarzabal B, Kessler G & Rajnerman M. (2023). Cómo nos informamos sobre salud mental.