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decidir ante ciertas circunstancias, trayendo consigo los efectos del conflicto según
Chiavenato:
Efectos benéficos:
Aumento de la cohesión del grupo
Innovación
Cambio en las relaciones entre grupos en conflicto
Efectos destructivos:
Frustración
Perdida de energía
Disminución de la comunicación
Confrontación
Los conflictos pueden ser solucionados de diferentes formas:
Fuga o evasión: huir de los problemas
El impasse: genera bloqueos o parálisis
Ganar-perder: el vencedor obtiene algo y el perdedor sufre una merma
Conciliación: negociación, transacciones y ajustes (Genera nuevos conflictos)
Integración: nadie sacrifica intereses (análisis, creatividad y visión global)
La solución para el manejo del conflicto recae en los cargos directivos y
gerenciales, lo que conlleva a que ellos deben de ser buenos líderes para tomar la
solución más óptima ante el conflictos presentado; un punto importante en el
proceso de solución de conflicto es la comunicación que existe entre las partes,
así mismo, el dar una solución que al final no resulte favorable, puede traer
consecuencias más graves hacia al individuo o grupo de trabajo, es por ello que
es indispensable que el encargo y las personas involucradas para solucionar el
problema tenga una mente abierta, disposición, conocimiento del problema y dejar
a un lado los sentimientos, para dar nuevas alternativas de solución y llegar a un
acuerdo favorable entre las partes, así beneficiara a la organización en el
cumplimiento de las metas. La eficiencia de una empresa o institución, la que se
precisa en cuanto al logro de los objetivos para los cuales se ha estructurado,
depende fundamentalmente de los equipos humanos que la conformen. Se
constituye entonces en un primer requisito de eficiencia el estructurar equipos que
accionen como tales y conformar toda la organización para ello. Por otra parte, es
bien sabido que en la acción de los equipos de trabajo y en su productividad juega
un rol esencial las modalidades de relaciones humanas a las cuales ellos se
conformen. En efecto, del tipo de relaciones humanas en que se desenvuelvan
depende fundamentalmente el éxito o fracaso de la puesta en práctica de
planes, proyectos y políticas que les corresponda desarrollar.
Un aspecto esencial en las relaciones humanas está en el grado en que los
individuos que estén comprometidos en ellas hayan logrado o estén en
condiciones de alcanzar satisfacciones y requerimientos dados por su condición
humana.
Confluye igualmente en esta problemática las modalidades de conducción
(liderazgo) de los cuadros directivos de la organización. Desgraciadamente esta
conducción es dejada a la intuición, sentido común y condiciones personales de
quienes se desenvuelven en los niveles de autoridad. Esto sin considerar que una
buena dirección implica el disponer de conocimientos modernos en el área y de su
aplicación apropiada.
“la vida es una serie de tirones hacia atrás y hacia delante. Quieres hacer una
cosa, pero estás obligado a hacer otra diferente. Algo te hace daño, pero tú sabes
que no debería hacértelo. Das por supuestas ciertas cosas, aunque sabes que no
deberías dar nada por supuesto. Es una tensión de opuestos, como una goma
elástica estirada. Y la mayoría de nosotros vive en un punto intermedio”. (mitch
albion)
La definición más simple, y la que la mayoría de nosotros posiblemente
elegiríamos, es la que se refiere a una situación en la que dos personas no están
de acuerdo con la forma de actuar de una de ellas, o con que una de ellas tome
las decisiones.
Las intenciones proporcionan las pautas generales para las partes en una
situación de conflicto. Definen el propósito de cada parte. No obstante, las
intenciones de las personas no son fijas. Durante el transcurso de un conflicto,
éstas pueden cambiar debido a la comprensión o a causa de una reacción
emocional hacia el comportamiento de la otra parte. La gente tiene una
predisposición interna a manejar los conflictos de ciertas maneras. Los individuos
tienden a confiar de manera consistente en sus preferencias y las intenciones de
una persona pueden ser pronosticadas con bastante precisión de una
combinación de características intelectuales y de personalidad. Pudiera ser más
apropiado ver las intenciones como relativamente fijas en lugar de considerarlas
como una serie de opciones entre las cuales los individuos escogen una para que
se ajuste a la situación adecuada. Es decir, cuando confrontan una situación de
conflicto, algunas personas quieren ganar todo a cualquier precio, otras desean
encontrar una solución óptima, algunas quieren huir.
- Etapa IV: Comportamiento
Cuando se piensa en situaciones de conflicto, la gente piensa en esta fase. Aquí
es donde los conflictos se hacen visibles. La etapa de comportamiento incluye
declaraciones, acciones y reacciones llevadas a cabo por las partes en el conflicto.
Estos comportamientos usualmente son intentos abiertos de poner en práctica las
intenciones de cada parte. Pero estas conductas tienen una calidad de estímulos
que está separada de las intenciones. Como resultado de cálculos erróneos los
comportamientos abiertos a veces se desvían de las intenciones originales.
Tenemos conflictos caracterizados por formas sutiles, indirectas y altamente
controladas de tensión. Las intensidades del conflicto se incrementan a medida
que se asciende a lo largo de un estado de normalidad hasta llegar a las
altamente destructivas. Los conflictos que alcanzan los rangos superiores son casi
siempre disfuncionales. Por lo general, los funcionales están casi siempre
confinados al rango inferior de la normalidad.
- Etapa V: Resultados
La interacción acción-reacción entre las partes en conflicto tiene consecuencias.
Las consecuencias son:
Funcionales en el sentido que el conflicto dé como resultado un incremento en el
desempeño del grupo, disfuncionales si obstaculiza el desempeño.
esta fase puede existir o no. si la fase no existe, es posible que de la explosión se
pase directamente a la resolución pero lo habitual es que tras la explosión el
conflicto entre en una etapa, más o menos larga, en la que no se soluciona y
parece que se está esperando a que éste se solucione solo.
V. Fase: Resolución
La última etapa será la de resolución del conflicto, es decir, las dos partes
encuentran una solución con la que están de acuerdo, que les complace en mayor
o menor medida pero que estanca el tema.
sentirse mejor y olvidarse del estrés. Confiar sus problemas a un amigo también
puede ayudarle a resolverlos.
Duerma lo suficiente. Descansar suficientemente durante la noche puede ayudarle
a pensar con más claridad y a tener más energía. Esto hará que sea más fácil
manejar cualquier problema que pueda surgir. Intente dormir entre 7 y 9 horas
todas las noches.
Consuma una dieta saludable. Comer alimentos saludables ayuda a darle energía
a su cuerpo y su mente. Evite los refrigerios con altos contenidos de azúcar y
consuma muchas verduras, frutas, granos integrales, lácteos reducidos o libres de
grasas y proteínas magras.
Aprenda a decir que no. Si su estrés viene de realizar demasiadas tareas en casa
o en el trabajo, aprenda a establecer límites. Pida ayuda a los demás cuando la
necesite.
¿Qué es Estrés?
Van existir ocasiones que por problemas de clima laboral, situaciones de crisis
comunicacionales o conflictos estructurales, los trabajadores tomarán la decisión
de mejor cambiarse de ambiente de trabajo y empezar en una nueva etapa en su
vida. Esto le permitirá sentirse más relajado, y sobre todo más realizado por los
cambios tomados.
También las personas que se sienten con baja autoestima o infravalorados, por el
tipo de géneros, las mujeres son más las más susceptibles al stress debido a la
mezcla que tienen de lo que genera el trabajo mismo con las crisis familiares.
Como podemos ver, casi nadie se escapa del stress en el ámbito laboral, debido a
que cada oficio o tarea tendrá su momento más álgido, pero también es
importante considerar que el stress se estaciona o afecta más a la persona
dependiendo de aptitud de la persona, su realización en su puesto de trabajo y la
misma estructura organizacional.
Según muchos especialistas el estrés lo sufren los líderes con cargos de alto
compromiso. Debido a sus frecuentes viajes, modificaciones de agendas y los
excesos de trabajo, quitándoles tiempos de relajación y tranquilidad. Esto si puede
crear el distress en los ejecutivos, creando en ellos mayor atención a su vida
personal.
• Hacer ejercicio: Es importante sacar tiempo para caminar, hacer ejercicio para
que los músculos del cuerpo se sienta mejor.
• Buena alimentación: es también importante tomar nutrientes ricos en proteínas y
minerales que ayuden al buen funcionamiento del cuerpo humano.
• Aprender a delegar: Es clave saber delegar y dejar que otras personas nos
ayuden en los trabajos que hacemos. No acumule tareas y actividades, sino
confiar que las demás personas nos pueden ayudar y que pueden hacerlo bien.
• Aprender técnicas de relajación: es clave que las personas aprendan a relajarse
y no vivir en angustia o ansiedad por lo porvenir. El sentido de vivir el presente y
poner mayor inteligencia espiritual, nos evita caer en la trampa del pasado o futuro
y vivir más los detalles del presente.
• Disfrutar tiempos libres: es fundamental que las personas tomen tiempo de ocio y
disfruten actividades que les gusten hacer, es decir prácticas de hobbies.
• No caer en trampa del perfeccionismo: Existen muchos trabajadores que se
irritan si las cosas no salen perfectas, ese nivel de alta expectativa, llevan a las
personas a vivir una neurosis nociva, trayéndole no solo problema en el
rendimiento laboral, sino también problemas emocionales y físicos.
¿Qué es el mobbing?
El mobbing es un acoso moral, acoso laboral o persecusión laboral realizado por
una o varias personas de una empresa, sociedad o institución dirigida contra un
compañero de trabajo con objeto de conseguir socavar su autoestima para
conseguir que abandone su trabajo. En algunas ocasiones también se trata,
además, de un acoso sexual. Se trata, por lo tanto de un maltrato psicológico en el
trabajo, que se efectúa de forma reiterada y machacona y con un objetivo
determinado.
rumores falsos con vistas a eliminar a esa persona del puesto que ocupa,
consiguiendo en muchas ocasiones acabar con su resistencia psicológica.
Según Iñaki Piñuel, profesor titular del Departamento de Ciencias Empresariales
de la Universidad de Alcalá de Henares, en su libro “Mobbing” explica que las
víctimas suelen ser profesionales brillantes que despiertan admiración entre sus
compañeros, bien considerados dentro de la organización. Por eso despiertan
celos en los mediocres.
partes se entiendan. Algunas veces son los protagonistas del conflicto los que
solicitan la presencia del mediador, pues su relación no da ni siquiera para sentar
las bases de un diálogo.
o Capacidad de observación.
o Capacidad de interpretación
o Capacidad de intuición.
Un líder debe interpretar lo que ve y sobre todo lo que no ve, de forma tal que
tenga un dominio de realidad de la organización de la que es responsable. En
definitiva, la comunicación efectiva en una herramienta fundamental que el líder
debe tener a su alcance para enfrentar cualquier situación conflictiva que se
presente en entorno organizativo. De modo pues que la astucia, la autoridad, el
don de gente, el don de mando, la comprensión, la actitud de escucha son
cualidades fundamentales para la resolución de conflictos.
Es importante saber que las emociones nos guían a tomar decisiones y acciones
en nuestra vida cotidiana aunque en el momento no nos damos cuenta. Las
emociones están presentes en nuestro ámbito familiar, laboral y personal. Estas
nos guían para enfrentar cualquier situación complicada y tareas complejas como
para dejarlo solo en manos del intelecto.
Es importante reconocer nuestras emociones en el momento que ocurren, porque
estas son el reflejo de nuestra actitud a cualquier situación que se pueda llegar a
Daniel Goleman menciona que con cada emoción el Organismo tiende a tener una
respuesta:
La necesidad de contar con un líder que sea capaz de dominar sus emociones es
primordial, ya que tener un elemento de tal categoría a mando ocasionara que los
colaboradores tengan un buen desempeño en su área de trabajo.
Un buen líder que cuente con una buena Inteligencia Emocional será capaz de
reconocer sus emociones y gestionarlas adecuadamente, y con esto lograr una
buena empatía con los colaboradores que estén a su cargo para que estos se
sientan satisfechos y que realicen sus labores adecuadamente y evitar cualquier
conflicto que se puede llegar a presentar, ya que si no hay un buen líder
ocasionara problemas y puede llegar haber mucho ausentismo o rotación de
personal dentro de la empresa u organización.
5.3 Negociación
a) Una de carácter estático. El rol implica un repetir acciones para las que se es
convocado, son comportamientos que tienden a que el fin se concrete. El carácter
estático permite que las acciones y comportamientos se vuelvan predecibles, ya
que una vez asignado el rol podemos anticipar como actuará o debería hacerlo tal
persona frente a determinada situación.
Correo electrónico
Manuales, guías, etc.
Los medios más eficaces para transmitir información son las reuniones y el
teléfono. Permiten condensar gran cantidad de información en un breve espacio
de tiempo.
Si formas parte de una organización o colectivo que comparte los principios del
Salto, la mejor manera de colaborar con este proyecto es formando parte de la red
de socios colectivos de la cooperativa. Un medio diferente también se organiza de
manera diferente. Somos un proyecto colaborativo en el que participan más de
veinte medios de comunicación del Estado. Somos también un medio horizontal,
de propiedad colectiva, en el que los socios y socias – también las organizaciones
y colectivos sociales- tienen la oportunidad de participar en las decisiones
estratégicas.
En este sentido, aseguran que las distintas culturas suelen nombrar como héroes
a los individuos más productivos y creativos, marcando con ellos un modelo a
seguir por el resto de los empleados, ya que encarnan aquellos valores que la
empresa pretende impartir.
El héroe institucional es capaz de mostrar que una persona puede realizar aquello
que es necesario y de acuerdo con los valores. Éste tiene por función la de
cohesionar a los miembros, inspirando el sentido de responsabilidad, promoviendo
la innovación para que el empleado pueda identificarse con los logros. De este
modo, se convierte en un motivador que inspira a lograr la misión de la
organización exitosamente.
Además, Deal y Kennedy (1985), consideran dos tipos de héroes: los natos y los
situacionales. De los héroes situacionales, se desprenden el proscripto o
disidente, la brújula, el obstinado y el héroe vaca sagrada.
El héroe nato es aquel cuya influencia perdura por generaciones, poseen un gran
valor mítico y simbólico para la organización, las historias acerca de él se
transmiten en forma oral y plasman la visión y los valores que ha tenido y que se
desean como modelo a seguir.
Finalmente, el héroe llamado vaca sagrada es aquel que personifica todos los
valores de la cultura existente; el riesgo con este tipo de héroe es que, ante un
cambio cultural o una crisis existencial de la organización, se paraliza.
Por otra parte, Kennedy (1985) hace referencia a los ritos y rituales que son
secuencias de conductas programadas, que se repiten a diario, que indican cómo
se realizan las cosas en una cultura determinada y que van desde los actos
Según Deal y Kennedy (1985), existen cinco tipos de rituales: los sociales, de
trabajo, de reconocimiento, de espectáculos culturales y administrativos.
Los ritos sociales muestran el grado de las relaciones entre todos los miembros de
la institución y refuerzan la identidad del individuo con la organización. Rige las
relaciones entre los distintos niveles de jerarquía, entre las distintas generaciones,
los distintos géneros y entre el personal y alguien que viene del exterior a la
organización.
Estos ritos son aprendidos por los nuevos integrantes a partir de los ritos de
iniciación, que tienen lugar cuando un nuevo integrante es aceptado en la cultura.
Es la forma de transmitirle al nuevo miembro la experiencia cultural, asimismo, de
mostrarle los valores existentes.
Dentro de los rituales sociales, señalan aquellos que sirven para subsanar o
prevenir conflictos y los que ayudan a dirimir situaciones problemáticas, unificando
y reparando.
Sin embargo, considera que cuando hay que hacer un cambio de cultura, es
importante que la organización esté conformada por personas permeables a
aprender; tal es así, que el aprendizaje hoy es una herramienta para sobrevivir en
un mundo de constantes cambios; de modo que el potencial de sus miembros, es
el sustrato en que se funda el desarrollo de dicha organización.
Al respecto, Furnham (2000) y Kennedy (1985) sostienen que es fundamental para
una organización, poder crear y administrar su cultura; para lograrlo, es preciso
que puedan comunicarla a sus empleados mediante los canales formales de
comunicación, como pueden ser las declaraciones de filosofía, el código de
conducta o el código de ética, así también, la organización puede utilizar los
canales informales de transmisión de reconocimiento, como el reconocimiento
público de héroes y heroínas, narrar historias de éxito, etc. Dichos actos de cultura
forman parte de la socialización organizacional que permanentemente se
impregna en sus miembros.
Así, Deal y Kennedy (1985) aseguran que esa red se conforma de personajes
narradores, que son los que se ocupan de relatar la historia de la empresa. Dan
sentido al mundo laboral, orientan, dan directrices de acción y mantienen la
cohesión.
También se encuentran los sacerdotes, que son los que escuchan, dan consejos,
cuentan alegorías y son los guardianes de la cultura. Luego, las denominadas
fuentes secretariales son capaces de tener una percepción más aguda de aquello
que sucede en la empresa, más aún que la propia gerencia; esto les permite saber
lo que está pasando en la organización.
Finalmente, la cábala consiste en que un grupo de dos o más personas se reúnen
para concretar un fin común, lo cual les sirve para posicionarse en otro nivel,
obteniendo el apoyo y la valorización del resto de las personas miembro.
En cuanto a la administración de la red de comunicaciones, Deal y Kennedy
(1985) aseguran que todas las instituciones tienen su propia red de comunicación
oculta, donde los personajes que conforman el elenco poseen un enlace
permanente con la red de comunicación general.
Del mismo modo, Schein (1983) afirma que el estudio de la cultura organizacional
es de un valor importante al momento de gestionar cambios en la empresa, puesto
que su estudio ayuda a comprender y a predecir los fenómenos que se presentan,
para luego poder implementar estrategias.
No obstante, Schein (1983) expresa que esta primera impresión es, más bien, un
reflejo de la cultura y que él prefiere llamar cultura a aquellas concepciones
básicas y creencias que por estar tan internalizadas operan en forma inconsciente,
que son compartidas por los miembros de la organización y que son las que
generan la verdadera visión que la organización tiene sobre sí misma y sobre su
entorno.
Según Schein (1983), los artefactos y creaciones están compuestos por el entorno
físico y social, la tecnología que emplean, el lenguaje con el que se comunican, las
expresiones artísticas y las conductas. Estos elementos son visibles, aunque no
descifrables.
En segundo lugar, destaca que los valores con que se manejan en determinadas
situaciones deben ser beneficiosos para encontrar una solución y, de esta forma,
convertirse en creencia.
El tercer ítem plantea que las presunciones son creencias que se internalizan y se
vuelven automáticas, abarcando temas como la naturaleza en relación con el
medio, la realidad, el tiempo y el espacio, del género humano, de la actividad
humana y de las relaciones humanas.
Por último, plantea que los paradigmas culturales son una presunción que
conforman esquemas coherentes; por tanto, que si no forman un cuerpo coherente
son indicador de que la cultura no está conformada o que está en conflicto,
mientras que los paradigmas que están bien desarrollados forman una cultura
fuerte.
Por su parte, Deal y Kennedy (1985) plantean que las organizaciones con una
cultura vigorosa ayudan a sus empleados a trabajar mejor, dentro y fuera de la
empresa, siendo una poderosa guía del comportamiento. Ésta ayuda de dos
maneras: por un lado, a través de un sistema de reglas que orientan al empleado
a realizar su tarea administrando mejor su energía.
Por otro lado, dicho sistema le proporciona seguridad, haciéndolo partícipe del
prestigio de la empresa. De esta forma, observan que es primordial para el
empleado conocer la cultura de la organización en la que trabaja, porque es la que
moldea las conductas y se convierte en una forma de vida.
Cuando una persona cambia de trabajo puede sentir el choque de cultura entre
una empresa y otra; ya que cada una tiene distintas formas de vida, siendo, en
muchos casos, motivo de fracaso.
Por otra parte, Adam (2007) sostiene que atravesar un proceso de cambio cultural
es una tarea compleja, por eso hay que poder articular la cultura que se quiere
dejar con la nueva; de lo contrario, habría mucha resistencia y un gran desgaste
de energía que podría hacer peligrar el proceso.
Otra cuestión que obstaculiza el cambio, según Adam (2007), es simular que se
valoran aspectos que cayeron en desuso para la nueva cultura, ya que esto
impacta negativamente en los empleados. Por otra parte, es importante mantener
la coherencia entre los valores de la antigua cultura y la actual, pudiendo plasmar
esos valores en actos.
En concordancia con lo anterior, Susan Albers Mohrman (1989) expresa que las
organizaciones tienen que poder avanzar desde el diseño existente hacia el que
ambicionan. La implantación del cambio organizacional implica aprender a
manejar simultáneamente tres aspectos: el técnico, el político y el cultural.
Lo técnico tiene que ver con el diseño del trabajo y los sistemas de información. El
aspecto político incluye la toma de decisiones y el modo de asignar las
recompensas y lo cultural cubre los valores y las normas compartidas. Los tres
aspectos están entrelazados, por lo que si se modifica uno, otras partes
necesitarán también ser modificadas.
Asimismo, Imai (2007) recomienda que para ser implantada una estrategia, ésta
debe ser concreta para toda la organización; si se trata de una estrategia a largo
plazo, deben traducirse en planes a corto plazo en forma clara y práctica, de modo
que se vaya cambiando la cultura de la compañía, lo que para Occidente es un
verdadero reto.
Crear una cultura cooperativa es uno de los pilares fundamentales para afrontar
los desafíos. Imai (2007) encuentra que, en muchos casos, los gerentes en
Por tal motivo, y en concordancia con Adam (2007), recomienda que el período
para cambiar la cultura sea entre cinco y diez años, de modo que la alta
administración pueda dedicar esfuerzos a comprender el programa, además de
realizar sus actividades normales. En una compañía, es necesario el compromiso
de la alta administración y facilitar que la estrategia se imponga en la organización.
En este momento, cabe preguntar ¿por qué deben cambiar las organizaciones?
Antes de responder la pregunta, se hace necesario hacer una aproximación al
concepto de organización laboral.
Adam (2009) confirma que la característica más importante que distingue a las
organizaciones, es que tienen la capacidad de reconstruirse y redefinirse, por
ejemplo: cuando una organización cumple con el objetivo propuesto o si encuentra
un mejor modo de hacer algo, esto sería, hacer algo en forma más económica o
en menor tiempo. Desde este punto de vista, la organización es un dispositivo
destinado al cambio permanente, nunca se constituye en una unidad lista o
acabada.
Por otro lado, las organizaciones se forman para operar en distintos ambientes,
esto hace que se vean expuestas a múltiples factores que impactan en ellas;
motivo que las convierte en un sistema muy complejo; por esa razón, deben ser
capaces de poner en juego diferentes estrategias y comportamientos, con el fin de
obtener los resultados esperados y perdurar en el tiempo.
Al respecto, Schein (1983) sostiene que la tecnología cambia cada vez más
rápidamente, por lo tanto, exige de una gran capacidad de adaptación por parte de
la organización; siendo ineludible crear en la misma las condiciones necesarias
para permitir que sus miembros puedan desarrollar capacidades acordes a las
circunstancias. Si las organizaciones no logran esta adaptación, no estarán en
condiciones de enfrentarse eficazmente con lo que el medio externo propone.
Los autores observan que el cambio es una condición inherente al propio sistema
organizacional, es decir, que se encuentra en el seno de toda organización
humana. De esta forma, Adam (2009) considera dos tipos de organizaciones: las
que no tienen fines de lucro, como las ONG o las fundaciones y las que sí tienen
fines de lucro, como es el caso de las empresas. De estas últimas, se ocupa el
presente trabajo.
La autora sostiene que las empresas son un tipo de organización que reúne
recursos humanos, tecnológicos, financieros, físicos, de mercado, entre otros, con
el fin de hacer productos que la sociedad necesita y perciben una ganancia por
ello.
Rico (2007) indica, además, que cuando se trabaja en equipo las personas
experimentan la efectividad y la trascendencia del trabajar juntos, lo cual se
convierte en una ventaja a la hora de los resultados.
Rubén Rico (2007) considera que el trabajo en equipo debe aplicar la dinámica y
la operatividad de un sistema abierto, esto es, con la retroalimentación externa,
neutralizando los obstáculos que se presenten para poder seguir desarrollándose
permanentemente.
Es necesario considerar que los altos mandos deben estar convencidos de los
alcances y la efectividad del nuevo modo de trabajo; es así que la dirección y la
gerencia tienen que determinar, clara y precisamente, los objetivos sobre los
cuales se trabajará, porque si sólo lo hicieran en forma global, provocarían el
fracaso del equipo.
Furnham (2000) sugiere que se eliminen las estructuras típicas que corresponden
a otros modos de producción, en favor de una red siempre cambiante que
favorezca el trabajo en equipo, la elaboración de nuevos proyectos, alianzas y
coaliciones que se puedan adaptar de manera adecuada a las fuerzas internas y
externas de la organización.
Por otra parte, Furnham (2000) hace una clasificación de los tipos de cambio. Así
es que diferencia un proceso de cambio planeado y estudiado por una
organización determinada, de otro cambio que no ha sido planteado, que fue
hecho porque era inevitable, porque el medio se lo impuso.
En consonancia con Rico (2007), Furnham (2000) considera que los dirigentes de
una organización empresarial deben saber que las personas no cambian por ellas
mismas; que el cambio se produce a partir de una decisión política que nace
desde la cúpula de la organización.
Desde allí es que ofrecen nuevas y mejores oportunidades a sus colaboradores,
dentro de un marco que les dé ciertas garantías. Por ejemplo, es más fácil que un
colaborador esté dispuesto al cambio si entiende lo que va a hacer y para qué lo
va a hacer; más aún, cuando se le enseña que dicho cambio no amenaza su
seguridad ni su integridad.
En el mismo sentido, Adam (2000) observa que, en Argentina, las empresas están
afrontando un gran desafío a partir de las transformaciones que el nuevo
paradigma propone y esto las lleva a hacer una revisión profunda de la gestión de
los recursos humanos.
En aquellos tiempos, los trabajos eran siempre iguales y rutinarios. Los operarios
de una planta de manufacturas ingresaban a la misma como peón, quizá desde
muy jóvenes y podían estar en la misma empresa toda la vida, hasta que llegara la
jubilación.
El mayor interés estaba en ganar un sueldo que lo sustentara para criar a sus hijos
y hacerse la casa. No había mayores aspiraciones que esto. Al obrero se le daba
órdenes que debía cumplir sin excepción; se puede ver cómo el obrero era
controlado por el capataz; regidos bajo un modelo organizacional autocrático,
donde la comunicación sólo bajaba y era unidireccional.
Adam (2000) asegura que el nuevo perfil de los RRHH plantea necesidades que
están muy por encima de las básicas o higiénicas. Una vez trascendidas éstas, el
trabajador del siglo XXI aspira a un proyecto de vida laboral, que está más
vinculado a la autorrealización; se trata de un trabajador que está autopropulsado,
es capaz de estar motivado internamente a partir de sus propios proyectos, por
Por tanto, todos los días se aprende en el trabajo, con la acción mediante; por ese
motivo, es que los recursos humanos deben estar preparados para asumir riesgos,
incertidumbre y la resolución de problemas; esto hace que el compromiso y la
participación de los empleados sean constantes.
Así, Rico (2005) exhorta que las empresas deben estar preparadas para ofrecer a
sus colaboradores o clientes internos, sueldos acordes, capacitaciones y
desarrollo de carrera, por ser éstas expresiones de calidad y mejora continua.
En este sentido, Adam (2000) asegura que el perfil requerido para el colaborador
en la empresa actual es más complejo que el requerido en la empresa tradicional.
Al momento de seleccionar el personal, tienen gran importancia los conocimientos
técnicos; además, es fundamental que el colaborador maneje códigos adecuados
de comunicación, que sepa trabajar en equipo, que sea flexible y adaptable a los
cambios; también, es fundamental que puedan ser creativos.
Antes de concluir este apartado del cambio en los recursos humanos es necesario
mencionar que el pasaje de una cultura de producción tradicional a otra, centrada
en la calidad, trae como consecuencia la presencia de ciertos síntomas y
patologías en algunos colaboradores sobre todo en aquellos que como dicen los
autores, son menos flexibles ó, como señala Furnham que hay culturas reactivas,
donde los cambios se transitan con resistencia mediante.
Asimismo, una nota del diario Clarín del 26 de Julio del año 2013, en un reportaje
realizado a la Licenciada Mara Diz, especialista en factores psicosociales en el
trabajo, sostiene que un estudio realizado sobre 93 empleados arrojó los
resultados siguientes: el 68% de los consultados padecía preocupaciones
frecuentes y habían consultado al médico por ello, mientras que el 64 % vive
pensando en tareas futuras en lugar de disfrutar el presente y el 41% siente que
no tiene tiempo y tiene sensación de que no va a terminar nunca su trabajo. Según
señala la Licenciada, estos son claros indicadores de ansiedad.
La Lic. Diz sostiene que los indicadores detectados son síntomas de estrés que se
potencian en el ámbito laboral, como consecuencia del ritmo de vida y el aumento
de demandas que hay enfrentar.
Considera que es necesario tomar conciencia de que hay que aprender una nueva
forma de trabajar y vivir para disminuir el costo que implica en salud y calidad de
vida, por tal motivo, las empresas en la actualidad tienen un papel protagónico
frente a estas necesidades que se plantean.