Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los conflictos son inherentes a toda organización y/o grupo y se presentan debido a las
discrepancias, desacuerdo u oposición entre dos o más partes.
Una situación en la que dos o más partes perciben que tienen intereses divergentes, lo que
determina actitudes y opiniones diferentes, derivando en un enfrentamiento. Por extensión, es una
construcción social, propia del ser humano, con posibilidades de ser conducida, transformada y
superada por las mismas partes, con o sin ayuda de terceros[1]
(/Users/CASA/Documents/MAESTR%C3%8DA/1ER%20CUATRIMESTRE/HABILIDADES%20DIRE
Desde la parte laboral los conflictos pueden suscitarse entre trabajadores y jefes, trabajadores y
trabajadores o entre los mismos jefes.
Viveros (2003) señala que los conflictos siempre existen y existirán, por lo cual nuestra obligación como
dirigentes es aprender a vivir con ellos tratando que no se manifiesten y administrándolos eficientemente
cuando ocurren. Asimismo, identifica que en el ámbito de las relaciones se pueden presentar ocho
tipos de conflictos
Conflictos de Derecho
Conflictos de Intereses
Conflictos Individuales
Conflictos Colectivos
Conflictos de Reconocimientos
Conflictos Intrasindicales
Conflictos Intersindicales
Conflictos por prácticas Antisindicales
Por su parte Lussier señala que hay dos tipos de conflicto: el funcional y el disfuncional. En el
primer tipo hay una resolución del conflicto que contribuye al logro del objetivo organizacional;
mientras que el de tipo disfuncional nunca es resuelto.
Aunque los conflictos siempre estarán presentes en la organización, es necesario estar preparado
para enfrentarlos y solucionarlos; de ahí la importancia que tener en claro cuales son las causas que
están generando el conflicto y las personas que están involucradas en el, para así poder visualizar
las alternativas de solución y la estrategia más pertinente para afrontarlo, ya que los conflictos no
pueden ser negados o lo cual contribuirá a acrecentar el problema e impactará en el desempeño de
la organización.
Lussier señala cinco estilos para manejar el conflicto: el complaciente, evasivo, colaborativo,
impositivo y negociador; de estos estilos el más adecuado para resolver los conflictos son el
negociador y colaborativo ya que ellos conllevan a una ganancia para ambas partes, mientras que el
resto de los estilos conlleva a que solo una de las parte gane o ambas partes pierdan.
En la resolución de conflicto es importante considerar las habilidades personales de cada una de las
partes tales como la comunicación, negociación, empatía, asertividad, escucha activa, el manejo del
estrés y de las emociones, lo cual impactará en la forma de enfrentar el conflicto. Asimismo, es
importante señalar que la responsabilidad para manejar y enfrentar los conflictos es compartida, no
se puede esperar a que solo una de las partes involucradas en el conflicto de solución a ello. Aquí
es donde entra el liderazgo, entendido como la capacidad para influir en los otros y lograr las
metas organizacionales; desde esta perspectiva el conflicto puede ser abordado no solo desde la
parte jerárquica, es decir desde los superiores, sino que cualquier persona podrá incidir en la
solución o prevención del conflicto.
Referencias
[1]
(/Users/CASA/Documents/MAESTR%C3%8DA/1ER%20CUATRIMESTRE/HABILIDADES%20DIRE
Servicio de Prevención de Riesgos Laborales 2001
Anuncios
INFORMAR DE ESTE ANUNCIO
16 abril, 201316 abril, 2013